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INSTITUTO DE FILOSOFÍA

DEPARTAMENTO DE FORMACIÓN ACADÉMICA

1. INFORMACIÓN GENERAL

Seminario : El liberalismo y los límites de la justicia: La discusión de


Michael Sandel con John Rawls
Semestre : 2009/1
Profesora : Alejandra Ríos Ramírez
Correo Electrónico : matilda.cano@gmail.com

2. OBJETIVOS

2.1 Objetivo General

Identificar y comprender claramente en qué consiste la refutación que Michael


Sandel le dirige a la noción de justicia planteada por John Rawls en su obra Una
teoría de la justicia.

2.2 Objetivos Específicos

a) Comprender en qué consiste la noción de “justicia como imparcialidad”


planteada por Rawls.
b) Identificar y comprender la crítica que Michael Sandel hace al postulado de
“la primacía de la justicia” de John Rawls.
c) Distinguir el modo en que se comprende la noción de “unidad del yo” desde
Rawls y Sandel
d) Identificar lo que para Sandel son los límites del concepto de justicia del
liberalismo rawlsiano.

3. PRESENTACIÓN DEL CONTENIDO DEL PROGRAMA

Es un lugar común atribuirle a John Rawls el “resurgimiento” de la filosofía


política a partir de la segunda mitad del siglo XX. Tal lugar común, como muchos de
los lugares comunes en los debates filosóficos, se ha vuelto una obviedad que, por lo
mismo, parece verse abocada a convertirse en un sobre-entendido. Sobre entendido que
vela bajo los innumerables debates a su alrededor, el núcleo mismo de la discusión. La
afirmación según la cual, con Rawls, la filosofía política renace, no puede 37 años
después, ser abordada sin más. Es decir, ese resurgimiento, que se mantiene actual casi
cuatro décadas después, merece ser afrontado desde los orígenes mismos que lo
causaron.

El renacimiento de la filosofía política en clave liberal que Rawsl hace emerger a través
de su obra, puede circunscribirse a varios ámbitos: el metodológico, el político y el
moral. Desde la primera perspectiva, este autor renueva el núcleo metodológico propio
de las tradiciones modernas, racionalistas, ilustradas y liberales, al tiempo que rechaza
para el fundamento de tal núcleo elementos metafísicos. Esto es, Rawls, revitaliza la
metáfora contractualista en virtud de la cual es posible recuperar un modo de hacer
filosofía práctica, y en el cual lo más relevante sería preguntarse cómo puede ordenarse
una sociedad de tal manera que sus instituciones respeten, a través de procedimientos
justos, la pluralidad de nociones de vida buena presentes en su interior y, por lo tanto,
promuevan una convivencia social pacífica.

Desde la perspectiva de lo político, el modelo neo-contractualista rawlsiano tiene


sentido en la medida en que trataría de garantizar la imparcialidad y, por tanto, la
neutralidad del Estado en relación con la autonomía privada y sus valores éticos
correspondientes. Adicionalmente, dicho modelo neo-contractualista posibilitaría la
creación de instituciones políticas que garanticen la igualdad a los individuos en la
esfera social para poder realizar sus ideas racionales de vida buena.

Con respecto al ámbito moral, la renovación del ideario político liberal tiene como
centro de gravedad la idea según la cual esas instituciones políticas se deben
fundamentalmente a la defensa del derecho inviolable de igual libertad individual. Así
las cosas, Rawls renueva la noción moral por excelencia del liberalismo, esto es, la
tolerancia; tolerancia que permitiría el restablecimiento de la primacía de la justicia
sobre las distintas nociones de bien para los ordenamientos sociales. Dicho de otro
modo, este intento de una nueva base moral para el liberalismo acompañado de la
primacía de lo justo sobre lo bueno, permitiría, según John Rawls, resolver las tensiones
largamente presentes entre libertad individual y libertad política. En este autor es
importante comprender que las libertades políticas deben ser consideradas como
libertades básicas, pues sólo a través de ellas es posible ofrecer, mantener y
salvaguardar un principio de justicia como equidad, que sirva tanto para la protección de
la autonomía pública como para la defensa de la posibilidad de realizar en el mundo
social, la libertad individual y la autonomía privada.

Ahora bien, a pesar de su inabarcable aporte a la filosofía política de su tiempo y del


legado que con ello nos ha dejado para re-pensar los problemas contemporáneos sobre
la justicia, no puede, de ningún modo, eludirse la fuerte crítica que despertó no sólo en
su contexto académico sino a nivel mundial. Una de estas críticas es dirigida desde el
llamado contextualismo que ve en Rawls un nuevo defensor del universalismo moral y
sobre todo, del modelo racionalista que no toma en cuenta, según sus críticos, la historia
particular de los pueblos y las naciones.

Si bien cada uno de los autores que atribuyen a Rawls la gran amenaza de la nivelación
de las particularidades culturales a través del discurso propiamente moderno de los
derechos humanos, no por ello pueden enfrentarse a su obra sin un gran conocimiento

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de ella y de sus fundamentos conceptuales. Es así que Michael Sandel, con su libro El
liberalismo y los límites de la justicia, va más allá de una mera crítica exterior a la obra
de Rawls. Por el contrario, su texto es, si se me permite, una disección de la Obra del
propio Rawls. Por esto mismo, su crítica es tan acertada y contundente: parte del
conocimiento profundo de la “anatomía” del texto rawlsiano para, posteriormente,
demostrar con sus propios argumentos, la insuficiencia no sólo de la idea de la prioridad
de lo justo sobre lo bueno sino, y como consecuencia, de los límites de la noción de
justicia en la perspectiva del liberalismo deontológico de Rawls.

Para tal efecto, Michael Sandel elabora también desde el plano metodológico, una
crítica al plantemiento rawlsiano que tendrá sus respectivas consecuencias en los planos
moral y político. De este modo, lo que el autor pretende con su obra es resaltar que el
liberalismo que refutará no es inviable simplemente porque suponga una prioridad de la
justicia sobre alguna definición sustancial del bien, sino que al tiempo, el ideal de una
sociedad justa está destinado a fracasar por los límites conceptuales del ideal mismo de
justicia. Es decir, a Sandel se le aparece el ideal de justicia como un ideal noble pero
insuficiente para responder a la pregunta ¿cómo es posible un orden social? En palabras
del mismo Sandel “El problema de una sociedad que se inspira en la promesa liberal no
es simplemente que la justicia esté siempre por realizarse, sino que la concepción es
deficiente y la aspiración incompleta” (Sandel, 2000: 14).

Al tiempo, su crítica no se limita a describir lo que para él son los límites conceptuales
del liberalismo deontológico rawlsiano sino que, además, denuncia lo que para él es el
fracaso de liberalismo mismo: la unidad o noción del yo establecida desde la
perspectiva rawlsiana. Es en el núcleo de la concepción rawlsina donde Sandel establece
la necesidad de re-pensar una subjetividad que no puede y no debe, sobre todo, ser
comprendida como una “unidad del yo” desligada de las diferentes compresiones de lo
bueno que dieron lugar a su génesis misma. Esto es, para que pueda darse una sociedad
como la planteada por Rawls, los sujetos deben, por condición, ser pensados como
independientes unos de otros, autosuficientes y, sobre todo, separados de sus intereses y
lazos sociales. Es aquí donde para Michael Sandel se ubica el punto de quiebre con la
subjetividad rawlsina. Pensar los sujetos como agencias solo de elección y voluntad, y
no como sujetos que reflexionan sobre los fines que se le aparecen a través de prácticas
culturales y costumbres comunitarias, produce no sólo desarraigamiento moral sino,
además, que las demandas de justicias pensadas como una virtud, se conviertan en
efecto, en un vicio de la justicia. Si el punto de partida como presupuesto para la
constitución de una sociedad bien ordenada es una demanda de justicia, evidencia que
en efecto el punto de partida es el desequilibrio mismo, no la solidaridad o la cohesión
moral. De este modo, el sujeto del liberalismo necesita desde la perspectiva del contrato
–La posición original-, aparecer alejado de sus propios fines y por tanto incluso anterior
a ellos, como una agencia que tiene su validez solamente en la capacidad de elección y
no en la capacidad de reflexionar sobre lo que elige. En consecuencia, para Sandel no
sería posible, colectivamente, establecer un ordenamiento social justo, sino un universo
moral “desencantado” en el cual los sujetos están incapacitados para construir un orden
solidario y cohesionado por la moralidad en virtud de la cual puede lograrse el bien
común. En palabras del autor: “Al poner al “yo” más allá del alcance de la política, [el
liberalismo] hace de la agencia humana un artículo de fe en lugar de un objeto de
atención y preocupación continuas, una premisa de la política en lugar de su precaria
conquista. Esto elude el pathos de la política y a su vez sus más inspiradoras
posibilidades” (Sandel, 2000: 227).

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4. ENUMERACIÓN DE CONTENIDOS

A través de la lectura y discusión de diversos estudiosos de Rawls, se trazará un mapa


conceptual amplio que familiarice al estudiante con los orígenes de la obra Una teoría
de la justicia de John Rawls, y con los debates que ha suscitado.

Del mismo modo, el seminario contará metodológicamente con cuatro bloques


temáticos:
El primer bloque temático indagará por las nociones de justicia y deontología desde la
definición dada por Norberto Bobbio y Ferrater Mora respectivamente. La
reconstrucción de estas nociones implicará, a su vez, el análisis y desarrollo del
postulado rawlsiano “Justicia como imparcialidad” expuesto en el capítulo I de la
primera parte de Una teoría de la justicia.

En el segundo bloque temático nos dedicaremos al análisis de la reconstrucción que


Michael Sandel hace de la idea de “la primacía de la justicia” planteada por Rawls. Para
tal efecto se trabajará sobre el capítulo primero de su libro El liberalismo y los límites
de la justicia.

El tercer bloque temático consistirá en el análisis de la noción de justicia distributiva


rawlsiana y en el abordaje de las críticas a ella misma a partir del segundo capítulo
denominado “La posesión, el mérito y la justicia distributiva”.

El cuarto bloque temático se ocupará de la reconstrucción de la justificación de la teoría


contractualista, de la idea de la justicia y del bien y, de las críticas que Sandel le dirige a
estas nociones, a través del análisis de los capítulos III y IV. Finalmente, en este bloque se
incluirá además, el análisis de las conclusiones de la obra de Sandel, a partir de las cuales
se expone la crítica fundamental a la noción de justicia de Rawls.

5. METODOLOGÍA

El seminario tendrá como condición fundamental la lectura previa de los textos


asignados a cada clase. Las primeras tres sesiones la profesora se encargará de
contextualizar a los estudiantes en la problemática general de la discusión filosófico-
política contemporánea en torno al problema de la justicia, y en la problemática de la
“justicia como imparcialidad” propuesta por Rawls. Igualmente, se convendrá en las
primeras dos sesiones los temas correspondientes a exponer por los asistentes al
seminario. En la primera parte de cada sesión, un (a) estudiante se encargará de
exponer, a través de un texto escrito, las tesis y problemas centrales de la lectura
asignada; en la segunda parte, la profesora retomará, analizará y remarcará la
importancia central de los problemas más relevantes del tema abordado.

La escritura constituirá el factor fundamental en el seguimiento del curso, pues


consignará tanto la dilucidación de las lecturas y de las conversaciones, como los
acercamientos propios de los (as) estudiantes a sus temas de interés investigativo.

6. EVALUACIÓN

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Exposición: dependiendo del número de estudiantes que se inscriban al seminario,
programaremos una o dos exposiciones por persona. Se asignará un tema y el texto
correspondiente a ella, el cual será expuesto en cada sesión. La exposición consistirá en
la lectura de un texto escrito por el (la) estudiante, sobre el tema elegido y en el cual se
debe dar cuenta de las tesis principales del texto asignado. La calificación tendrá un
valor del 25%.

Trabajo parcial: consistirá en la escritura de un ensayo sobre alguna temática o


autor abordado en el curso hasta el momento; equivaldrá al 30%.

Trabajo final: consistirá igualmente en la elaboración de un ensayo sobre las


problemáticas más relevantes de la tensión surgida del debate entre Michael Sandel y
John Rawls; equivaldrá a un 33%.

Participación: consistirá en la activa participación e intervención en las discusiones


que se susciten durante las sesiones; tendrá un valor del 12%.

7. BIBLIOGRAFÍA

BOBBIO, Norberto , MATEUCCI, Niccola y PASQUINO, Gianfranco (1997) Diccionario de


Política. Madrid, Siglo Veintiuno.
BOTERO, Juan José (2005) “Introducción: Rawls, la filosofía política contemporánea y la idea
de sociedad justa”, en: Con Rawls y contra Rawls. Bogotá, Universidad nacional de
Colombia.
FERRATER Mora, José (2001) Diccionario de filosofía. Barcelona, Ariel.
RAWLS, John (2004) Teoría de la justicia. México, Fondo de Cultura Económica.
SANDEL, Michael (2000) El liberalismo y los límites de la justicia. Barcelona, Gedisa.

Textos complementarios

BOTERO, Juan José (2005) (Editor) Con Rawls y contra Rawls. Bogotá, Universidad nacional
de Colombia.

DUMONT, Louis (1987) Ensayos sobre el individualismo. Una perspectiva antropológica


sobre la ideología moderna, Rafael Tusón Calatayud (tr.), Madrid, Alianza.

GRUESO, Delfín Ignacio (2005) (compilador) John Rawls. Legado de un pensamiento. Cali,
Universidad del valle

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LÓPEZ Lopera, Liliana (2007) Las ataduras de la libertad. Autoridad, igualdad y derechos.
Medellín, Fondo Editorial Universidad Eafit - Escuela Nacional Sindical.
RAWLS, John (2006) Liberalismo político. México, Fondo de Cultura Económica.

THIEBAUT, Carlos. Vindicación del ciudadano. Un sujeto reflexivo en una sociedad compleja.
Barcelona, Paidós, 1998.

WELLMER, Albrecht. Finales de partida sobre: la modernidad irreconciliable. Madrid


Cátedra, 1996

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