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POTESTAD TRIBUTARIA

Es la capacidad del Estado de afectar o no afectar en la riqueza de las personas al


crear, modificar o suprimir tributos o bien, eximiendo de ellos.
Al decir el Estado, se está delimitando la creación normativa-legislativa. Así sólo
el Estado, como ente supremo podrá crear, mediante ley, los tributos.
Es un fenómeno de carácter público y no privado, por ser representación del
colectivo y no de un individuo. Puede darse, pues, por autoridad, y autoridad
supone subordinación a un orden público, a un ente mayor, que es el Estado.
Es pues la Constitución (por ser la máxima representación de la sociedad) quién
debe determinar cómo y quienes pueden crear tributos, por que decir el Estado
es sólo alusión a la monopolización de este poder en un ente público, en un ente
representativo de la voluntad social.

La obligación tributaria
Relación jurídica tributaria
“La relación jurídica tributaria es el vínculo jurídico obligacional que se entabla
entre el fisco como sujeto activo que tiene la pretensión de una prestación
pecuniaria a título de tributo, y un sujeto pasivo, que está obligado a la
prestación”. (VILLEGAS). Se refiere al conjunto de obligaciones y deberes,
derechos y potestades originadas por la aplicación de los tributos, tanto para los
obligados tributarios como para la Administración tributaria.
La obligación tributaria surge entre el Estado, en las distintas expresiones del
Poder Público, y los sujetos pasivos, en cuanto ocurra el supuesto de hecho
previsto en la Ley.
El artículo 13 del Código orgánico Tributario dispone que:
La obligación tributaria surge entre el Estado en las distintas expresiones del
Poder Público y los sujetos pasivos en cuanto ocurra el presupuesto de hecho
previsto en la ley. Constituye un vínculo de carácter personal aunque su
cumplimiento se asegure mediante garantía real o con privilegios especiales”.

Clasificación de la obligación tributaria


Las obligaciones tributarias pueden ser materiales y formales.
Son obligaciones materiales aquellas que se satisfacen mediante el pago de una cantidad
de dinero y a su vez pueden clasificarse en:
La obligación tributaria principal es la que tiene por objeto el pago del tributo.
Las obligaciones accesorias son pagos que se deben satisfacer a la Administración
tributaria, distintos de la obligación principal, pero dependiente de ésta y cuya exigencia
se impone como otra obligación tributaria. Son obligaciones accesorias el interés de
mora, los recargos por declaración extemporánea, los recargos del período ejecutivo así
como otras que imponga la ley
Las obligaciones formales no tienen carácter monetario y son impuestas por la normativa
a los sujetos pasivos, deudores o no del tributo, y cuyo cumplimiento está relacionado con
el desarrollo de actuaciones o procedimientos tributarios o aduaneros. Entre otras son
obligaciones formales: ◦ La obligación de solicitar y utilizar el número de identificación
fiscal (RIF) en sus relaciones de naturaleza o con trascendencia tributaria. ◦ La
obligación de presentar declaraciones, autoliquidaciones y comunicaciones. ◦ La
obligación de llevar y conservar y aportar a la Administración Tributaria cuando ésta lo
requiera, libros de contabilidad y registros, así como los programas y archivos
informáticos que les sirvan de soporte y los sistemas de codificación utilizados que
permitan la interpretación de los datos cuando la obligación se cumpla con utilización de
sistemas informáticos. En todo caso, los obligados tributarios que deban presentar
autoliquidaciones o declaraciones por medios telemáticos deberán conservar copia de los
programas y archivos generados que contengan los datos originarios de los que deriven
los estados contables y las autoliquidaciones o declaraciones presentadas. ◦ La
obligación de expedir y entregar facturas o documentos sustitutivos y conservar aquellos
que tengan relación con sus obligaciones tributarias. ◦ La obligación de facilitar la
práctica de inspecciones y comprobaciones administrativas.
SUJETO ACTIVO

Es aquel a quien la ley faculta para administrar y percibir los tributos, en su


beneficio o en beneficios de otros entes. A nivel nacional el sujeto activo es
el Estado representado por el Servicio Nacional Integrado de Administración
Aduanera y Tributaria (SENIAT).
Giuliani Fonrouge dice que el sujeto activo de la potestad tributaria coincide
generalmente con el sujeto activo de la obligación tributaria, aunque no hay
que confundir ambos sujetos.
Según este autor, generalmente el sujeto activo de obligación tributaria es
el Estado, ya que la obligación tributaria es consecuencia del ejercicio del
poder impositivo o tributario. El Estado es el sujeto por excelencia, en sus
diversas manifestaciones: Nación, Municipalidades, etc.
Sin embargo, a veces el Estado crea organismos especiales, dotados de
recursos financieros y les concede facultades de exigir directamente las
respectivas contribuciones. Ej.: Colegios Profesionales, quienes carecen de
potestad tributaria, pero son sujetos activos de las obligaciones tributarias
por autorización estatal. Este no es el caso de entes descentralizados, en los
que el estado es el sujeto activo.
Habla también de ciertos organismos internacionales que son también
sujetos activos de obligaciones tributarias; son los dotados de personalidad
jurídica con facultad de contratar empréstitos, aplicar impuestos. Ej.: ONU,
Comunidad Europea del Acero y del Carbón, viene a ser una nueva
modalidad de sujeto activo, con esquema similar al nacional.
En resumen, el sujeto activo es siempre el acreedor de la obligación
tributaria y no debe ser confundido con el sujeto recaudador del tributo o
con el sujeto administrador.
Artículo 18 del Código Orgánico Tributario declara: “Es sujeto activo de la
obligación tributaria el ente público acreedor del tributo”.

SUJETO PASIVO
Se trata de las personas naturales o jurídicas obligadas al pago de los tributos
siempre que se realice el hecho generador de esta obligación tributaria sustancial
(pagar el impuesto) y deben cumplir las obligaciones formales y accesorias.
Los sujetos pasivos cumplen sus obligaciones en forma personal o por intermedio
de sus representantes legales.
También tendrán este carácter aquellos a quienes la normativa tributaria impone
el cumplimiento de obligaciones tributarias formales.
Tendrán la consideración de obligados tributarios, en las leyes en que así se
establezca, las herencias yacentes, comunidades de bienes y demás entidades
que, carentes de personalidad jurídica, constituyan una unidad económica o un
patrimonio separado susceptibles de imposición.
La concurrencia de varios obligados tributarios en un mismo presupuesto de una
obligación determinará que queden solidariamente obligados frente a la
Administración tributaria al cumplimiento de todas las prestaciones, salvo que
por ley se disponga expresamente otra cosa. Las leyes podrán establecer otros
supuestos de solidaridad distintos
Antes de hablar de Principios Tributarios debemos comenzaremos indicando
lo que se entiende por “principios”, en tal sentido el Diccionario de la Lengua
Española indica, del latín ´principum…“Cada una de las primeras
proposiciones o verdades fundamentales por donde se empiezan a estudiar
las ciencias o artes”
“Norma o idea fundamental que rige el pensamiento o la conducta”
En base a lo anterior podemos considerar que los principios tributarios
constituyen los preceptos, normas y reglas constitucionales que deben
orientar y guiar al legislador en todo lo relacionado con la creación de los
tributos.
El poder tributario del Estado venezolano tienen su origen en el artículo 133
de la Constitución de 1999, el cual se cita: Toda persona tiene el deber de
coadyuvar a los gastos públicos mediante el pago de impuestos, tasas y
contribuciones que establezca la Ley. Como se puede apreciar, en este
artículo se impone el tributo como una obligación de todos como fuente de
financiamiento del aparato del Estado.
No obstante, este poder tributario no es ilimitado, ya que la misma
Constitución establece en los artículos 316 y 317 los principios que darán
forma a dicha poder, de manera que existan fronteras muy bien delimitadas
en donde las cuales el Estado desempeñara sus funciones.

Artículo 316. El sistema tributario procurará la justa distribución de las cargas


públicas según la capacidad económica del o la contribuyente, atendiendo al
principio de progresividad, así como la protección de la economía nacional y la
elevación del nivel de vida de la población, y se sustentará para ello en un sistema
eficiente para la recaudación de los tributos.
Como se puede observar, la Constitución, al referirse al sistema tributario en su
artículo 316, establece que éste se sustentará en un sistema eficiente de
recaudación de los tributos, lo que podría considerarse como principio de
Recaudación Eficiente o Economicidad, así mismo, se desprende el principio de la
Capacidad Contributiva, el cual hace referencia a la proporción del aporte de
cada contribuyente al financiamiento de los gastos públicos, en relación con su
capacidad económica; y el de Justicia Tributaria.

Artículo 317. No podrá cobrarse impuesto, tasa, ni contribución alguna que no estén establecidos en la ley,
ni concederse, exenciones y rebajas, ni otras formas de incentivos fiscales, sino en los casos previstos por
las leyes. Ningún tributo puede tener efecto confiscatorio. No podrán establecerse obligaciones tributarias
pagaderas en servicios personales. La evasión fiscal, sin perjuicio de otras sanciones establecidas por la ley,
podrá ser castigada penalmente.
En el caso de los funcionarios públicos o funcionarias públicas se establecerá el doble de la pena.
Toda ley tributaria fijará su lapso de entrada en vigencia. En ausencia del mismo se entenderá fijado en
sesenta días continuos. Esta disposición no limita las facultades extraordinarias que acuerde el Ejecutivo
Nacional en los casos previstos por esta Constitución.
La administración tributaria nacional gozará de autonomía técnica, funcional y financiera de acuerdo con lo
aprobado por la Asamblea Nacional y su máxima autoridad será designada por el Presidente o Presidenta
de la
El artículo 317 arriba citado contiene una serie de principios tributarios aplicables a todos las
administraciones tributarias de los niveles verticales de gobierno (nacionales, estadales y municipales),
como son legalidad, no confiscatoriedad, prohibición del pago de tributos en servicios personales y fijación
del lapso de entrada en vigencia de la ley tributaria
El Poder Tributario como facultad para la creación o establecimiento de tributos consagrados en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, encuentra sus limitaciones en las propias normas
de rango constitucional.
El derecho Tributario está considerado por la doctrina más generalmente aceptada como una rama del
derecho financiero, con normas y principios propios que le confieren carácter autónomo, especialmente en
lo que refiere al derecho material. Donde el Derecho Tributario es el conjunto de normas que regulan la
creación y aplicación de los tributos y las relaciones jurídicas que de ellos regulan, mientras que el tributo
no es más que las prestaciones de dinero exigidas por el Estado en el ejercicio de su poder de imperio,
mediante una ley, para atender los gastos destinados al cumplimientos de sus fines.
En siguiente trabajo detallaremos y analizaremos los principios
fundamentales contemplados en la Constitución de la República Bolivariana
d Venezuela (1999). Es importante conocer antes de entrar en lo realmente
nos interesas que la potestad tributaria es la facultad unilateral del Estado
de crear tributos y si bien está fundamentada en la Carta fundamental y esta
estrechamente relacionado con el concepto de Soberanía, que como lo
señala la propia constitución, reside en el pueblo.
La existencia de algunos principios constitucionales en materia tributaria ha
estado presente a lo largo de la historia constitucional de nuestro país, en
especial los principios de legalidad o reserva legal en materia tributaria, de
irretroactividad y tutela jurisdiccional han estado de una manera u otra
presentes en todas las cartas fundamentales venezolanas hasta hoy.
Sin embargo en la vigente Constitución tenemos novedosos principios como
lo es en principio de No Confiscatoriedad del Tributo. Los principios
jurídicos fundamentales del Derecho Tributario, establecidos en los artículos
133, 316 y 317 de la Constitución de 1999 son:
1. Supremacía de la Constitución
2. Legalidad o reserva Legal
3. Generalidad
4. Capacidad Contributiva
5. No Confiscatoriedad
6. Justicia Tributaria
7. Recaudación Eficiente

Legalidad o reserva legal este principio se origina en la carta magna, impuesta al Rey por el parlamento de
Inglaterra en el año 1215 y luego se extiende a las constituciones de los Estados y se expresa con el
aforismo “nulum tributum sine lege”, similar al del derecho penal relativo a la tipificación del delito y de la
pena.
A nuestro entender es uno de los principios fundamentales del sistema tributario por cuanto este coadyuva
a garantizar otros principios tales como Certeza, Seguridad Jurídica, entre otros. También es llamado
Principio de Reserva Legal. La jurisprudencia patria ha considerado al Principio de Legalidad como la
columna vertebral del Derecho Administrativo (Sentencia de la Corte Suprema de Justicia del 17 de abril
de 1997, caso DIRECTORES DEL B.C.V. vs. C.G.R.)
En este orden de ideas podemos citar el aforismo latino “nullum tributum sine lege” que significa que no
habrá tributo sin Ley. Afirmar que no debe existir tributo sin Ley, implica que solo la Ley puede establecer
la obligación tributaria, definir cuáles son los supuestos de hecho o hechos imponibles, cuales son los
sujetos pasivos de la obligación.
El Código Orgánico Tributario desarrolla este principio al establecer en su artículo 3, lo siguiente:
Solo a las leyes corresponde regular con sujeción a las normas generales de este Código las siguientes
materias;
1. Crear, modificar o suprimir tributos; definir el hecho imponible, fijar la alícuota del tributo, la base de
cálculo e indicar los sujetos pasivos del mismo.
2. Otorgar exenciones y rebajas de impuesto.
3. Autorizar al Poder Ejecutivo para conceder exoneraciones y otros beneficios o incentivos fiscales.
… omissis…
Para Dino Jarach (Curso de Derecho Tributario, 1980, pag. 75), el primer principio fundamental del
Derecho Tributario Constitucional, lo que denomina “la partida de nacimiento” del Derecho Tributario, es
el Principio de Legalidad. En este orden de ideas, la base histórico-constitucional del principio es que los
tributos representan invasiones del poder público en las riquezas de los particulares, por lo que en un
Estado de derecho estas invasiones deben hacerse únicamente a través de la Ley.
Es el principio según el cual la creación de tributos, manifestación del poder del imperio del Estado, sólo
debe hacerse mediante ley. En situaciones de emergencia, y siempre con sujeción a las normas
constitucionales, puede admitirse que le Poder Legislativo autorice al Poder Ejecutivo para establecer,
modificar o derogar tributos.
Este principio exige que el instrumento legal en el que adopta un tributo contenga todos los elementos
fundamentales, a saber: Hecho Imponible, base de cálculo, sujetos y alícuota, además de las otras materias
que le ardimiento jurídico exija que se adopten por ley, como deberes, sanciones y procedimientos.
La legalidad es la base fundamental del Derecho Tributario, que impide a los gobiernos decidir
arbitrariamente la creación o suspensión de tributos, para los cual somete estos actos a la decisión del
Poder Legislativo como representante legítimo del pueblo que lo elige, cumpliéndose la exigencia política
de su consentimiento.

Cristian Vasquez

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