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70 Historia de la Psicología

psicológicas. Lo que Helmholtz había descubierto significaba que los procesos mentales no eran
espontáneos y que el tiempo requerido para las acciones mentales podía medirse. La transformación
de la medida de la reacción fisiológica en un procedimiento de medida mental abría un nuevo capítulo
en la transmutación de la Psicología en una nueva disciplina. El punto de partida fue el descubrimiento,
y la medición, de la llamada ecuación personal, la diferencia congénita en la capacidad individual
para cualquier ejecución, descubierta (y acuñada) en el campo de la Astronomía. Los astrónomos
creían que en la base de la variabilidad individual de cualquier desempeño, podrían estar implicados
problemas psicológicos.
En 1796, en el Observatorio Astronómico de Greenwich, el astrónomo real Maskelyne despide a su
ayudante por diferir de sus observaciones en la apreciación del paso de las estrellas. El incidente llevó
a otros astrónomos a plantearse el porqué de las habituales diferencias existentes entre observadores
de un mismo fenómeno. Así, Bessel, astrónomo del observatorio prusiano de Königsberg, realizó com-
paraciones entre sus propias observaciones y las de otro reputados astrónomos (Walbeck, Argelander,
Struve), y llamó “ecuación personal” a la consistente diferencia entre observadores.
Esto llamó la atención de algunos fisio(psicólogos), quienes se entregaron a un doble tipo de
investigaciones, apoyadas bien en el experimento de complicación, bien en el de reacción. El primero
(en el que están implicados varios sentidos) fue diseñado y practicado por Wundt desde 1860, pero su
incidencia en el proceso histórico hacia la plena experimentación psicológica fue muy limitada. La
variante del experimento de reacción (en el que está implicado un solo sentido), por el contrario, sería
decisiva. El oftalmólogo Donders (Universidad de Utrech) fue responsable de la puesta en marcha
de esta nueva técnica experimental, que permitió investigar los factores mentales intermediarios
entre el estímulo y la reacción (las funciones de conciencia). En realidad, lo que hizo fue extrapolar
el procedimiento experimental seguido por Helmholtz para medir la velocidad de transmisión del
impulso nervioso, para trabajar sobre constantes psicológicas mensurables, y para proporcionar una
traducción cuantitativa exacta de aquellas funciones. Diseñó una estrategia que permitiera transformar
un experimento específicamente fisiológico, como el de Helmholtz, en otro psicológico. El procedi-
miento, luego denominado genéricamente de cronometría mental, era sencillo. El punto de partida
era el procedimiento seguido por Helmholtz, utilizado ahora para medir el tiempo de reacción simple.
Conocido éste en un primer ensayo, el experimentador agregaba, en un nuevo ensayo, algún proceso
mental que complicase dicho proceso. Dado que en tales casos el tiempo de reacción simple se alarga,
Donders interpretó que el plus temporal constituía la medida del tiempo de reacción correspondien-
te al proceso mental añadido. La aplicación del procedimiento sustractivo proporcionaba el valor
cuantitativo exacto del tiempo de reacción de la función psicológica implicada. Diseñó experimentos
para medir los tiempos de reacción de los procesos psicológicos específicos de discriminación y de
elección, denominándolos “tiempo de discriminación” y “tiempo de elección”.
La idea no podía resultar más sugestiva para los científicos de la mente. El proyecto global sugerido por
los experimentos de Donders consistía en identificar el mayor número posible de funciones mentales
susceptibles de ser medidas, en medir efectivamente los tiempos de procesos mentales cada vez más
complejos, y hacerlo aplicando el procedimiento sustractivo. Una vez cuantificado, el material psíquico
complejo se reduciría a cifras, y la investigación psicológica entraría así de lleno en la línea de las
ciencias naturales. La mente parecía, por fin, susceptible de control experimental. Todo lo que se nece-
sitaba para hacer de la Psicología una ciencia natural era plantear hipótesis apropiadas, tener iniciativa
para diseñar estrategias e instrumentos adecuados, y aplicarlos a experimentos específicos.

5.4.1. Nace la Psicofísica con Gustav Theodor Fechner


Fechner obtuvo el grado de medicina en la Universidad de Leipzig, después se orientó hacia la
Física y las Matemáticas, llegando a ser profesor de la materia en aquella Universidad. Tras un
período de crisis (1839-1850) fuera de la Universidad, dominado por preocupaciones humanistas,
abandonó la física. Comprometido con la metafísica, concretamente con el espiritualismo, adoptó
El planteamiento de “lo Psicológico” en la segunda mitad del siglo XIX 71

una tesis pansiquista (Fechner, 1848), que en cierta medida recuerda a Leibniz y Schelling. Piensa
que incluso los cuerpos celestes tienen vida interior o alma, de manera que el conjunto del Universo
es un ser vivo y animado del orden más sublime, lo que le produjo cierta impopularidad entre los
científicos. Para superar el materialismo intentó demostrar la identidad de lo psíquico y lo físico
(mente y cuerpo), una demostración que le permitiera argumentar que la conciencia, lo único de lo
que tenemos idea directa e inmediata, constituye la verdadera y única realidad, no siendo el resto de
los objetos y procesos físicos otra cosa que ficciones. Toda la fuerza del argumento dependía de la
posibilidad de demostrar científicamente aquella identidad, y para ello buscó una solución por vía
experimental (Marshall, 1990; Woodword, 1972).
Los filósofos y psicólogos anteriores lo estudiaron e intentaron resolverlo suponiendo que no se
podían fijar las relaciones mutuas sin saber antes qué era el cuerpo y qué era el alma. Guiado por su
formación experimental Fechner modificó el planteamiento del problema. Para poder encontrar una
solución había que limitarse a establecer las relaciones funcionales entre los fenómenos físicos y los
psíquicos. Para ese objetivo se sirvió de los hallazgos y método de Weber. La idea de que una serie
aritmética de intensidades mentales podría corresponderse con una serie de incrementos de energías
físicas le resultó muy atractiva.
El punto de partida de Fechner se halla en los trabajos de Weber sobre las sensaciones del peso. Halló
que la discriminación de un cambio en el peso no está relacionada sólo con el aumento del peso. El
organismo no responde a magnitudes absolutas sino relativas. Esto quiere decir que la capacidad para
discriminar pequeñas diferencias en un estímulo no depende solamente de la intensidad del estímulo
sino también de una cierta relación de los estímulos-prueba y el estándar utilizado en el experimento.
El incremento del estímulo para que sea perceptible ha de ser proporcional al estímulo que se añade.
Esto lo formuló Weber en la siguiente ley: la más pequeña diferencia perceptible entre dos excitacio-
nes de la misma naturaleza se debe siempre a una diferencia real, que crece proporcionalmente con
las mismas excitaciones.
En 1860, publicaba sus Elementos de Psicofísica. Los resultados ofrecidos se apoyaban en mon-
tañas de cifras obtenidas con métodos ingeniosos y escrupulosos. Fechner era consciente de que la
sensación no podía medirse directamente en sí misma, ya que no disponía de ninguna unidad de
medida de los estados mentales, sino sólo a través de los estímulos que provocaban aquellos. Supuso
que un aumento relativo de energía nerviosa (mejor, de los estímulos físicos) se vería correspondido
por un aumento de la actividad psíquica sensorial, constituyendo aquélla un índice fiable de ésta.
Su originalidad consistió en haber encontrado la fórmula matemática precisa para expresarlo, y en
utilizar métodos experimentales.
La Psicofísica es “(...) una teoría exacta de las relaciones entre el alma y el cuerpo, y, de manera general,
entre el mundo físico y el mundo psíquico”; tan exacta como la física. No es, pues, un estudio del alma,
ni del cuerpo, sino de las “relaciones funcionales y de dependencia recíprocas” entre ambos. Es “Cien-
cia”, no metafísica: “todas las discusiones e investigaciones de la psicofísica se refieren especialmente
al aspecto fenoménico del mundo corpóreo y espiritual (...) Trata de lo físico en el sentido en que lo
hacen la física y química, y de lo psíquico en el sentido de la teoría de la experiencia anímica, sin aludir
a la esencia del cuerpo o del alma, que trasciende a lo fenoménico, tal como lo hace la metafísica”
(Fechner, 1860). Para él, existen dos tipos de Psicofísica: “psicofísica externa” (relaciones mensurables
entre sensación y estimulación) y “psicofísica interna” (relaciones directas entre sensibilidad y sistema
nervioso). La segunda, fundamento de la primera, se correspondía con lo que comenzaba a configurar-
se como una Psicología fisiológica.
Fechner supuso que: (1) cada incremento en la sensación, al ser mínimo y equivalente al umbral
diferencial tiene valor de unidad y constituye “una diferencia justamente perceptible”, (2) cualquier
sensación será así la suma de un cierto número de “diferencias justamente perceptibles”, (3) los
estímulos han de ir incrementándose en aumentos proporcionales. La ley de Fechner dice que “la
sensación es igual al logaritmo del estímulo” (S = k × log I) significa que los estímulos crecen en

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