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Resumen
Abstract
This article discusses, from an evolutionary and humanistic perspective, the important role of culture as
a guide for the material, intellectual and spiritual activity that relates people and groups to social life,
specifically in the societal institutions that are here referred here to as social structures.
It is argued that the process of Neoliberal Globalization that reigns in global world is accompanied by
cultural codes that instill in people certain values and attitudes that are in themselves contrary to those
of a Culture of Peace.
In spite of the strength of such dynamic, it rescues the important role that the different social structures
can have in the progressive instauration of cultural codes of a Culture of Peace. This is even more so
when we are talking about high schools, places where students gather, to a big extend, the items with
which they consolidate their own identity.
It specifically investigates the relationship between the social structure and the cognitive performance
of what we call Locus of Control of the participants, taking into account the variables of sex, urban or
rural location of the high school, and kind of high school, characterized by the number of violent acts
according to the Ministry of Public Education of the country.
The results clearly show that it is the kind of high school, the social structure of each institution, what
makes a meaningful statistical difference in the different scores that we see in the three dimensions of
what makes the construct of Locus of Control. Neither sex nor urban or rural location of the high school
showed meaningful differences according to the statistical analysis.
Key Words: Culture of Peace, Social Structure, adolescence and Locus of Control.
acciones que hagan posible la promoción de una siempre mayores niveles de desarrollo humano y
Cultura de Paz (1999) a la que define como: de ampliación de la vida en general.
Ello es lo que implica la asimilación y la
conjunto de valores, actitudes y comportamientos que refle- adopción de valores, actitudes y estrategias de
jan el respeto a la vida, al ser humano y a su dignidad y que
acción relacionadas con el significado de la Paz.
ponen en primer plano los derechos humanos, el rechazo a la
violencia en todas sus formas y la adhesión a los principios de
El hecho de que las políticas económicas
libertad, justicia, solidaridad y tolerancia, así como la com- que se imponen en el mundo fomenten valores y
prensión entre los pueblos, los colectivos y las personas (p.9). actitudes contrarias con la Cultura de Paz no ter-
mina por cerrar el espacio (aunque sí lo reducen
Lejos estamos de comprender tal propues- significativamente) para desplegar acciones que
ta como una escatología que terminaría por ser tiendan a fomentarla.
propia de un sistema cerrado. Pensamos más bien Son variados los métodos, instancias y
que la abolición de la violencia y la promoción de sujetos con los que se puede trabajar para el
una Cultura de Paz va más allá de la acción de objetivo de fomentar la Paz sostenible, ya sea en
los estados (Chavarría, 2009; ONU, 1999) ya que los medios de comunicación (López y Sabucedo,
demanda inherentemente que las personas asu- 2007), con jóvenes víctimas y reproductores de la
mamos nuestro compromiso con la salvaguarda violencia en la vida cotidiana de sus comunidades
y reproducción de la vida en el planeta. Proceso mediante técnicas variadas y creativas (La Roche
inagotable que requiere acompañarse de mayores y Tawa, 2011), con escolares en instituciones con
grados de desarrollo humano. altos índices de violencia (Castro y Castro, 1010;
Para evitar el reduccionismo que propende Twemlow, Fonagy, Sacco, Vernberg y Malcom,
a definir la Cultura de Paz como algo que es 2011), dando evidencias de la importancia que
únicamente responsabilidad de los gobiernos y tiene para distintas poblaciones de la sociedad
ampliarla de tal modo que comprenda a las per- civil la presencia o no de un Departamento de
sonas mismas, la Organización de las Naciones Paz de grado estatal en cuanto al afrontamiento
de conflictos bélicos, ya que se asocian con un
Unidas adoptó en el año 1989 la denominada
mayor control emocional, mejor manejo de la
Declaración de Responsabilidades Humanas
ansiedad y un más elevado sentido de eficacia
por la Paz y el Desarrollo Sostenible donde se
para el logro de objetivos (Mahoney y Rivera,
establece como condición central para la Paz y el
2008), validando instrumentos que ayuden a
desarrollo humano la responsabilidad individual
determinar el grado de sensibilidad implícita
y colectiva con aquellos valores y actitudes que
hacia una “pacificación justa” (Brown, Reimer,
surgirían al percatarse cada quien de la singu-
Dueck, Gorsuch, Strong y Sidesinger, 2008), etc..
laridad del mundo y de la unidad de la vida en Promover una Cultura de Paz no es un
todas sus manifestaciones. (Brenes, Lemineur, y trabajo que debe hacerse sólo de arriba hacia
Sanabria, 1995). abajo. De “abajo hacia arriba” también existe la
Entonces, la Paz positiva, estructural y necesidad de hacer todos los aportes posibles en
holística que debe caracterizar a una Cultura de el sentido de alentar las capacidades humanas
Paz (Galtung, 1996) necesariamente debe arrai- (Vigotsky, 1979) que lleven a mejores formas
gar en la vida cotidiana de las personas y debe de convivencia, compromiso y respeto entre las
expresarse en todos los espacios de la organi- personas y los grupos, que son los que dan vida
zación societal como en el ser y el hacer de las a la dinámica social cuando interactúan en las
personas mismas. distintas instancias de la vida societal y cotidiana
La Paz no implica la ausencia de conflicto, (Montuschi, sf.).
porque el conflicto es inherente al cambio que La Cultura de Paz florecerá en la medida
persistirá en todas las esferas de la vida. La Paz que las habilidades cognitivas y caracterológicas
emana y se asienta en las personas cuando ellas de predominio en las personas les lleve a velar
confíen en que la resolución de todo conflicto por estándares más elevados del desarrollo de la
tiene como objetivo y compromiso alcanzar vida en el planeta (Skutch, 1991). La cultura de
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Paz se constituiría en el norte vital o la utopía real el mundo de las personas y determinar los ele-
que demanda y promueve formas de conciencia mentos constitutivos de esa misma acción social
en las personas diametralmente opuestas a las que (Martín-Baró, 1989).
supra señalamos como propias de la cultura de la El ejercicio del poder mediato es cada
violencia (Vigotsky, 1979; Hinkelammert, 1984; vez más patente y fagocitante en las sociedades
Skutch, 1991; Fromm, 1988) postindustriales donde impera la cultura de la
violencia. Esto provoca en las personas mayores
Constitutivos del sujeto socorrido por una sentimientos de inseguridad y a acrecentar en
cultura de Paz ellas una “disposición al ataque” y a la reacción
confrontativa como forma de garantizar su segu-
Por oposición a los valores y actitudes ridad, la de los suyos y sus intereses (Fromm,
característicos de la cultura de la violencia se 1977; Mumnendey, 1993).
pueden bosquejar los que serían propios de una El producto central del ejercicio del poder
Cultura de Paz. De ello podemos extraer algu- se asocia con otro valor de la cultura de la vio-
nos de los más importantes rasgos cognitivos y lencia, la dominación (Martín-Baró, 1998). Este
caracterológicos que debieran predominar cada factor conlleva un efecto inmediato en la vida de
vez más en las personas. las personas y de los grupos, el conformismo.
Aunque enfatiza el tema de la salud, Esto se ha dado así porque el poder permite a los
Martínez (2001) discute alrededor de algunos pocos que lo detentan imponer su voluntad frente
estudios relacionados con el tema de los valores.
a la de otros que quedan primero diluidos y por
Resulta interesante a nuestros efectos denotar
último desatendidos en las instancias societales
que algunos aspectos de contenido que se orga-
(Martín-Baró, 1985; Crouch, 2004).
nizan como sistema de valores en lo que en estos
El dominio no sólo lleva al conformismo
estudios denominan “tipos motivacionales”, tales
como rasgo sociocultural sino que se ve acompa-
como capacidad de influencia, autoridad, poder
ñado de la estructuración de cierto tipo de rasgos
social y reconocimiento social, se concentran en
de personalidad o de carácter (Fromm, 1993)
el tipo motivacional que denominan poder.
tales como: limitada participación social y polí-
Cercano a éste se aproximan contenidos
asociados a otros dos tipos motivacionales deno- tica, pobres lazos de solidaridad con su comuni-
minados logro y hedonismo, tales como alcanzar dad, desconfianza, apatía, agresión orientada a
el éxito, ambición, placer, auto indulgencia, entre lo propio y sobre todo la depositación de la res-
otros (Martínez, 2001). ponsabilidad en lo exterior o lo que se denomina
La competitividad consumista, la reacción moral heterónoma (Piaget, 1935).
violenta y expiatoria y las relaciones discrimi- La intolerancia y la discriminación hacia
natorias que caracterizan en gran medida la “el otro” es la expresión de esa agresividad acre-
relación que establecemos con quien se considera centada y de la falta de comprensión sobre las
un “otro”, lleva en primer término a considerar al dinámicas latentes que llevan a tal condición de
poder como tipo motivacional. vida. Al interior de los grupos las situaciones
Debido a que es más la cualidad de un de incertidumbre llevan a que las personas se
sujeto en un determinado contexto o situación, mantengan pasivas y expectantes, condición que
el poder es el factor que tiende a desequilibrar la Martín Seligman (1975) denominó indefensión
forma en que se dirimen los distintos conflictos aprendida, a reproducir el “síndrome fatalista”
que, según dijimos, se suscitan reiteradamente por (Martín-Baró, 1998) (condición que se produce
la dinámica socio-cultural en todas las esferas de en quien piensa que la vida sacrificial y sufrida
la vida societal y cotidiana (Martín-Baró, 1989). está determinada por fuerzas externas) y así a
El poder influye en el comportamiento de imposibilitar la organización social activa y pro-
las personas básicamente por dos vías: de forma positiva (Crouch, 2004), necesaria para afrontar
inmediata al imponer una dirección concreta y revertir eso que Galtung (1985) denomina vio-
a la acción y de forma mediata al configurar lencia estructural.
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idea de que la conducta del organismo en una Las puntuaciones altas en cada subescala
situación dada sería el producto de la expectativa deben entenderse como indicadoras de un alto
(o probabilidad de que un reforzamiento se dé o nivel de control de ese factor. Las puntuaciones
no) y el valor de reforzamiento en esa situación. bajas reflejan tendencias a no creer que tal factor
Denominó locus de control (LOC) a la impone control sobre la conducta. Si una persona
posibilidad de que las contingencias de refor- puntúa bajo, por ejemplo en la escala de interna-
zamiento se pueden ubicar dentro o fuera del lidad, no puede colegirse por ello que es porque
organismo. Si la persona percibe que el refuerzo cree en el azar o en el poder de los otros. Lo que
es contingente a su conducta o a sus propias se afirmaría es que la internalidad no es un factor
características se habla de un locus de control que ejerza control sobre ella (Lefcourt, 1981).
interno (LCI). Si, por el contrario, se percibe que Importantes evidencias sobre la pertinen-
tales contingencias se suscitan como resultado de cia de estudiar el Locus de Control se han encon-
fuerzas del destino, por el azar, por otras personas trado en diversos estudios.
poderosas, etc. se habla de un locus de control Haridakis y Rubin (2003) encontraron que
externo (LCE). el predominio del LCE se asocia directamente
Cuando predomina el LCI la persona con las conductas agresivas, el enojo y la hos-
percibe las consecuencias de sus acciones como tilidad en consumidores de violencia televisiva.
producto de sus habilidades, características o Además se asociaron indirectamente pues, deter-
actitudes internas. Si predomina un LCE es minaron que estas personas, al paso del tiempo,
porque aquellas consecuencias se atribuyen a tienden a consumir más a menudo contenidos
violentos en la televisión. Sumado a esto, tienden
factores externos como por ejemplo la idea de
a juzgar como realistas dichos contenidos (realis-
que el mundo es justo y “cada quien tiene lo que
mo percibido).
se merece”, a modo de un autoestereotipo (Farr;
Bowen y Gilchrist (2004) mostraron como
Tener y Millar. En: Echebarría, 1996).
dos tipos de ofensores domésticos, los que deno-
Hanna Levenson (en Lefcourt, 1981)
minaron “cortejadores” y “autorreferidos” (reco-
amplía la propuesta original de Rotter y agrupa
nocen su proceder), dejan entrever dominios
las características sobre el LOC en tres factores
diferentes con respecto al locus de control, la
sobre las que diseña las escalas correspondientes. motivación al cambio y la agresividad. Son los
El primero sería el de internalidad personal autorreferidos los que muestran el predominio
(Internal Scale) correspondiente al LCI. de la internalidad en el locus (LCI), mayor moti-
Los otros dos son poder de otros (Power- vación al cambio y dan muestras de agresividad
ful Others Scale) y suerte (Chance Scale), con- cuando son también provocados de forma agresi-
formarían el LCE. El primero hace referencia va. Los cortejadores muestran deficiencias en los
al grado en que una persona siente que su vida tres niveles.
está determinada por otras personas con poder Valga resaltar en este estudio la relación
sobre ella, mientras que el segundo se refiere al que se presenta entre internalidad y motivación al
grado en que la persona cree que lo positivo o cambio, pues la persona parece asociar el sentido
negativo que le acontezca depende de la suerte o de responsabilidad con la definición de conductas
del destino. apropiadas.
Es clara la asociación del LCI con algu- Otras investigaciones han dado cuenta de
nas de las características que definimos como la manera en que el LC se relaciona con aspectos
propias del sujeto que socorre la Cultura de Paz, específicos en la vida de las personas. Por ejem-
tales como: tendencia a asumir con autonomía y plo, se ha mostrado que el LC media y modera los
responsabilidad los productos que emanan de las diferentes estilos de afrontamiento ante eventos
propias acciones. estresantes. (Lefcourt y Davidson-Katz; en: Fer-
Sin embargo conviene hacer una adverten- nández, 1996).
cia acerca de la forma en que debe interpretarse Otros estudios significativos mencionados
la propuesta de Levenson. por Fernández (1996, ps.405-406), se han dado
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en el campo de la salud y la importancia del LCI No en vano, Erik Erikson (En Dicaprio, 1990)
en el bienestar físico de las personas. También en afirmó que el mejor sentido de fidelidad consigo
cuanto a la participación política y el activismo en mismo-a dependerá de que se resuelva correcta-
grupos minoritarios, donde el LCI aparecía como mente el conflicto que se da entre la “confusión
rasgo significativo. Se ha denotado también que de papeles” y la “Identidad”.
sujetos con LCI tienden a buscar trabajos donde De la vivencia que se experimente, en el
se aprovechen más las propias capacidades y se marco de las incipientes y cada vez más desa-
experimente una mayor autonomía en la labor rrolladas capacidades psíquicas para enfrentar
y mayores niveles de bienestar. Incluso la forma este reto, es desde donde puede agenciarse un
en que el LOC modera las estrategias de afron- conocimiento propio y definir un rol particular y
tamiento de situaciones estresantes y el éxito relativamente estable en el mundo, que no es más
en cuanto a los tratamientos que se prescribe a que eso que ya denominamos identidad. (Kraus-
pacientes, como por ejemplo la técnica terapéuti- kopf, 1980; Wyn y White, 1997).
ca “bio-feed-back”. Valga aclarar que somos del criterio de que
Como puede notarse, el LOC ha signi- la definición de la identidad como una entidad
ficado un importante constructo teórico para continente, estable y coherente ha mostrado ser
evidenciar aspectos cognitivos y conductuales inoperante, tanto como base ontológica paradig-
característicos de lo que definimos como Cul- mática como en su eficacia heurística (Goffman,
tura de Paz. La responsabilidad con las propias 1971; Harré, 1982). Creemos que coadyuva a una
acciones, la participación socio-política, el auto- mejor comprensión sumar la idea de que la iden-
cuidado, el control emocional, etc. son propios de tidad es un promeso mediante el cual un conjunto
sujetos donde el LCI evidencia mayores puntajes jerarquizado de autoconceptos posibles se produ-
y siempre por encima a los del LCE. cen y actualizan en situaciones diferentes (Pérez,
2003; Chavarría, 2009).
Violencia, Locus de Control y El y la adolescente cuentan con un nuevo
construcción de la identidad en recurso con el que antes no contaban para llevar
adelante ese proceso: un cada vez mayor uso del
adolescentes
pensamiento abstracto (Moraleda, 1999). Esta
Ya sea que se trate de tareas evolutivas nueva condición les aporta un mayor sentido de
(Havinghurst, 1992; Krauskopf, 1980), crisis psi- autoeficacia (Chavarría, 2009) que emana de
cosociales (Erikson, 1974) o reedición de con- lo que Moraleda (1999) denomina “introversión
flictos inconscientes (Blos, 1981; Freud, 1981), la activa”, esto es que en esta etapa la atención se
adolescencia es ciertamente un período de cam- dirige hacia sí mismo. El y la joven se regocijan
bios sustanciales en la vida de todo ser humano, pensando y recordando frente a un Yo que acaban
que se suscitan primero en el cuerpo, luego en el de descubrir. Dos procesos se destacan en esta
mundo psíquico e inconsciente y por último en las dinámica, a saber:
relaciones con el mundo y con los demás.
a. El egotismo o culto a lo original en el yo,
Como señaló Kurt Lewin (1988), el espa- constituido a su vez por dos elementos: -
cio vital del adolescente dejó de ser el del niño, avidez por liberar o actualizar las energías
pero aún no es el del adulto. En ese sentido es un descubiertas en su yo y – repulsa por aquello
sujeto marginal dado que el conjunto de elemen- que pueda limitar sus potencialidades.
tos que constituyen su espacio vital se encuentran b. La exaltación del yo, que es un sentimiento
en ese período desarticulados. Lo característico grandilocuente, grandioso y narcisista, car-
de esta etapa del desarrollo radica en concentrar- gado por un afán de poder y ansias de mando.
se en resolver la demanda, que se hace al y la ado- (Moraleda, 1999).
lescente desde fuera y dentro de él o ella, de que
reconfigure y unifique dichos elementos, respon- Otra característica importante a considerar
diendo a la vez a múltiples valores y expectativas. es que, en la profundización de sus vivencias, el
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factores (suerte y poder de otros) afectan sus mayor responsabilidad en lo atinente a su propia
vidas (LCE). salud, por ejemplo, al asumir conductas de tipo
Se señala algo de suma importancia. En el preventivo. Caso contrario con aquellos que creen
período adolescente es deseable que tales factores que la salud es un asunto de suerte o de responsa-
(poder de otros y suerte) ejerzan control sobre bilidad de otros poderosos (LCE) como doctores,
la conducta ya que coadyuvan a poner freno al otros profesionales de la salud o la familia.
sentido de competencia que busca dominar en La depresión, las conductas desadaptati-
esta etapa de la vida (White, en: Yelon, 1989). En vas, el abuso en el uso de sustancias, los malos
sentido estricto, estos factores se constituyen en hábitos en cuanto a la salud, el bajo involucra-
recursos importantes como factor de protección miento familiar y el alejamiento social se asocia-
en cuanto a los riesgos que pueden asumir estas
ron con bajos puntajes en la escala de internalidad
personas llevadas por el proceso de formación de
(LCI).
la identidad.
Este estudio es de gran importancia en
Tony (2003) investigó los problemas de
disciplina en estudiantes de secundaria y su aso- dos sentidos. Por un lado porque se muestra que
ciación con las dimensiones de Locus y del estilo el LOC modera en gran medida la dirección que
de atribución. dan los jóvenes a sus conductas, mientras que por
Establece que los problemas de conducta el otro se evidencia la utilidad del instrumento
en el colegio son respuestas mal adaptadas a las que se emplea en esta investigación y su atinencia
demandas del ambiente, debidas a déficits en para aplicarlo a poblaciones jóvenes.
el estilo de atribución y del locus en los estu- En el estudio que da pie a este artículo
diantes. El predominio de la externalidad en el (Chavarría, 2009) se establece la asociación del
locus sumado a modelos pasivos en el estilo de LCI con una mayor capacidad de buscar infor-
atribución se asocia con mayores problemas de maciones útiles en los programas de televisión
disciplina. preferidos para apoyar la construcción de la
Park y Kim (1998) también integraron propia identidad y para tener más y distintas
ambos conceptos en un estudio que buscó deter- informaciones de cómo funcionan las cosas en el
minar su asociación con el éxito escolar en un mundo, factor que fue definido como Selección
estudio transcultural. Evidencian que tanto el Temática Televisiva.
LOC como el estilo de atribución se asocian
significativamente con el éxito o fracaso escolar.
Los estudiantes que tienen mayor éxito escolar
Locus de Control y el colegio como
tienden a mostrar un predominio del LCI y a estructura social
hacer atribuciones causales del tipo positivo pues Si bien el predominio de la actividad egóti-
atribuyen su éxito a su propio esfuerzo y al apoyo ca o en su defecto de la exaltación del Yo depende
de otras personas. Cuando lo que se da es más
en gran medida de la historia de socialización del
bien una condición de fracaso, la externalidad
sujeto, la importancia que cobra el entorno para
(LCE) se muestra alta y las atribuciones tienden
desplegar una y/o otra es prioritaria en este perío-
a ser del tipo pesimista, “por falta de habilidad o
apoyo de otras personas significativas”. do (Blos, 1981; Erikson, 1974; Havinghurst, 1992;
Ozolins y Stenstrom (2003) estudiaron Krauskopf, 1980).
la relación entre LOC en cuanto a la salud A su vez, el desarrollo cognitivo no depen-
(HLOC) y su relación con la autoestima en de sólo de la relación con otros, sino que se dife-
adolescentes suecos a quienes se les aplicó la renciará: 1. en relación al desarrollo cognitivo con
escala de tres dimensiones (internalidad, poder que cuenta el sujeto a la hora de la interacción, y
de otros y suerte). 2. en relación al grado de estructuración social de
Se encontró que los jóvenes que tienen la la situación, o lo que los teóricos de la Escuela de
creencia de que la salud está en función de las Ginebra denominan marcaje social (Alvarado y
conductas personales (LCI) mostraron tener una Garrido, 2003). Señalan estos autores:
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Cuando en las tareas cognitivas que la persona debe resolver (Ramírez, 2002) según fuera este público, priva-
se encuentra presente esta situación social, se dice que dicha do o privado subvencionado. En estos mismos se
situación está marcada socialmente. El marcaje social hace
referencia, por tanto, a los significados sociales, implicados
muestra una clasificación de los colegios según el
en las operaciones realizadas con objetos particulares (p. 419). grado de violencia mostrado en lo que se denotan
diferencias colegio a colegio, tanto de zonas urba-
Cuando la situación social tiene mayor nas como rurales.
significado social para la persona el impacto en el Los datos no permiten diferenciar los tipos
desempeño cognitivo será también mayor (Alva- de violencia, las formas de registro o incluso los
rado y Garrido, 2003). porcentajes según número de estudiantes por cen-
En el presente trabajo no nos referimos tro educativo. Sin embargo, es suficiente denotar
a cualquier situación social, sino a aquellas que que existen importantes diferencias en cuanto a
están más bien institucionalizadas y se mantienen la prevalencia de manifestaciones violentas que
en el tiempo más allá del paso de las personas por se dan de una institución a otra.
ella. Nos referimos a lo que el socio-cognosciti- Desde una perspectiva evolucionaría que
vista Rom Harré (1982) define como estructura guía este trabajo son necesarias algunas precisio-
social. Según Harré estamos frente a una estruc- nes son necesarias para sustentar la centralidad
tura social cuando: de la estructura social en la actividad que desplie-
gan las personas.
- Existe un criterio de identidad para definir e Jerome Bruner (en: Cole, 1999) afirmaba
individuar a un conjunto de individuos. que la experiencia y la acción de las personas
- Existe (n) un (os) conjunto(s) de relaciones dependen de sus estados intencionales. Según él,
donde se ubica a esos sujetos. el surgimiento y funcionamiento de los procesos
psicológicos se dan a resultas de los encuentros
Las estructuras se evidencian tanto a nivel cotidianos mediados social y simbólicamente.
manifiesto como latente. El primer nivel se da en Los acontecimientos sociales se organizan en
las prácticas sociales continuamente realizadas. gran parte por una “psicología popular” que
En un colegio, por ejemplo, se dinamizan rela- proporciona:
ciones entre alumnos, cuerpo docente y admi-
nistrativo, Todas estas cuando las personas están un sistema en el cual las personas organizan su experiencia
en el mundo social, su conocimiento sobre él y sus transac-
presentes. ciones con él (Bruner, en: Cole, 1999, p.103).
En el segundo nivel se encuentran todas las
creencias, compromisos, conocimientos, expectati- Además agrega, ahora citando a Richard
vas, sistemas de valores que representan recursos Shweder (Cole, 1999):
cognoscitivos, conscientes o no, que dan por supues-
ta la existencia de la estructura. El colegio, por Ningún ambiente sociocultural existe o tiene identidad con
ejemplo, continúa existiendo en la vida de las perso- independencia de la manera en que los seres humanos cap-
nas aunque se vayan cada día a casa (Harré, 1982). tan los significados y medios a partir de él, mientras que la
subjetividad y la vida mental de todo ser humano se altera
El segundo nivel es el de mayor predomi- por el proceso de captar significados y medios a partir de
nio ya que se presenta como potencialidad, como algún ambiente socio-cultural y utilizarlos (Shweder en:
teoría social codificada y como conocimiento Cole, 1999, p.102).
práctico compartido (Harré, 1982). Si bien la
estructura manifiesta de los colegios pueda ser Según Ridgeway (2006) en una estructura
la misma o semejante a nivel de todo un país, social las personas deben desarrollar una defini-
con seguridad variarán en cuanto a la estructura ción compartida de una situación para que sea
latente y es lo que permite diferenciarles entre sí posible la interacción. Señalan que el esfuerzo
frente a la misma realidad nacional. por lograr esa “sintonía” se evidencia claramente
En otro lugar (Chavarría, 2009) mostra- en los estudios de comunicación no verbal y emo-
mos datos que revelan diferencias en cuanto a cional. El ajuste entre percepciones y conductas
la violencia en los centros educativos nacionales se da después del ajuste cognitivo y emocional
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que alcanzan las personas cuando participan de que ha podido acopiar de la cultura, los use de
una estructura social. forma autonómica y trabaje con ellos (en sen-
Si bien una Psicología Cultural que tome tido estricto) para transformar su realidad, las
una perspectiva evolucionaría (Cole, 1999) bus- posibilidades de ampliación y desempeño de la
caría comprender cómo trabaja la mente y las conciencia serán muchísimo mayores.
estructuras narrativas canónicas, o bien represen- Es este proceso el que realizan las perso-
taciones de acontecimientos, que organizan los nas cuando deben ajustar su actividad cognitiva,
procesos de creación de significados de las perso- emocional y actitudinal a una estructura social.
nas en sus actividades cotidianas, para el presente Ginsburg y Oper. (1987) describen muy
estudio las metas son mucho más modestas. bien lo que se esperaría que aconteciera con el y
Acá nos concentramos en abordar la hipó- la adolescente:
tesis de que el desempeño cognitivo, específica-
mente en cuanto al Locus de Control, mostraría En la etapa del pensamiento formal, el adolescente desarro-
diferencias en los y las adolescentes que partici- lla la capacidad para imaginar las posibilidades inherentes a
pan de estructuras sociales distintas. una situación. Antes de actuar sobre un problema con el que
se enfrenta, el adolescente lo analiza, intentando elaborar
Tal relación se explica por lo que Lev
hipótesis que conciernen a lo que pudiera ocurrir. Estas
Vigotsky (1979) denominara: Ley de doble for- hipótesis son numerosas y complejas, porque el adolescente
mación o ley general del desarrollo cultural. toma en consideración de una manera exhaustiva todas las
Vigotsky (1979) señalaba que el desarrollo combinaciones posibles. A medida que avanza para compro-
de los Procesos Psicológicos Superiores (PPS) se bar sus ideas, diseña experimentos que son eficaces, puesto
ha logrado a expensas del uso de instrumentos de que apoya algunas hipótesis y desaprueba otras. Observa
mediación que, cumpliendo un papel idéntico al con exactitud los resultados de los experimentos y deduce
las conclusiones idóneas. Además, saca interpretaciones
de las arcaicas herramientas usadas por los pri- nuevas. (p. 194).
meros homínidos (Engels, 1975; Cole, 1999), han
devenido cada vez más complejos al punto que en Si bien los Procesos Psicológicos Supe-
la actualidad cobran primacía los instrumentos riores (PPS) podían alcanzar un nivel básico o
semióticos y sociosemióticos, analógicos como el rudimentario, útiles para desempeñarse con éxito
lenguaje corporal o digitales como la telemática
en la vida cotidiana, también podían alcanzar un
más reciente.
mayor grado de sofisticación (Baquero, 2001).
Según la ley citada, los sujetos pasan a
Según definimos, una Cultura de Paz
formar parte de la cultura (enculturación) en la
demandaría de sujetos que actúen con la suficien-
medida que se apropien (como nueva generación)
te autonomía y capacidad crítica para establecer
de los instrumentos que las anteriores han pro-
juicios más amplios y de tipo post convencional,
ducido (Cole, 1999). Pero, en la misma medida
que el sujeto se apropia de la cultura, la cultura en los cuales pudieran incluir incluso la perspec-
se apropia de él. tiva del otro con quien difieren.
El mecanismo por medio del cual se da Pensamos que, a diferencia de los procesos
este proceso se denomina interiorización. La psicológicos rudimentarios (PPR), los superiores
apropiación de los instrumentos de mediación no (PPS) se acercarían más a aquel perfil por cuanto
debe entenderse como una adición de ellos, por el se caracterizan por un mayor grado de uso de los
contrario el ser humano los asimila como parte de instrumentos de mediación de un modo autonó-
su conciencia lo que genera cambios en ella, no mico, voluntario y consciente, es decir, despren-
sólo en su estructura sino también en su función dido del contexto socio-cultural de interpretación
(Ruda, 1980; Baquero, 2001). (Baquero, 2001).
La interiorización no es el acto de incor- Para Vigotsky (1979) los Procesos Psicoló-
porar dentro lo que está fuera sino, como bien gicos Superiores (PPS) en su manifestación más
la apuntara Vigotsky (1979), es el acto de “abrir desarrollada se adquieren en los procesos institu-
espacio a la conciencia”. En la medida que la per- cionales de formación, es decir en una estructura
sona interiorice los instrumentos de mediación social como en el colegio.
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El interés que puso Vigotsky en el sistema de fondo se debate sobre las diferencias que se
educativo se concentró en comprenderlo como un pueden encontrar en cuanto al Locus de Control
instrumento de mediación privilegiado a través en sujetos semejantes, pero que participan de
del cual, en su pensar optimista o diáfano, se estructuras sociales distintas.
aumentaba la zona de desarrollo proximal (ZDP)
(Baquero, 2001), o sea las posibilidades de desa- Método
rrollo de la conciencia de una persona en relación
a los apoyos que le pueden brindar otras personas
importantes del contexto. Participantes
Desgraciadamente, algunos de los análisis
que se realizan sobre el papel de los centros edu- Los aspectos metodológicos y la base heu-
cativos, al menos los que predominan en nuestras rística que se utiliza para el presente reporte se
latitudes, no funcionan del modo como lo presu- toma del estudio realizado por el autor para optar
mía Vigotsky. Por el contrario, se señala que en al grado de doctorado en la Universidad Para la
los centros educativos se promueven valores de Paz (Chavarría, 2009).
clivaje social, competitividad y conformismo, a En ese estudio se construyó un tipo de
la vez que se da la espalda a la promoción de un muestreo intencional denominado por cuotas
conocimiento crítico y significativo (Freire, 1976; (Kerlinger, 1997) que se elabora con base en el
Reimer, 1985; Martín-Baró, 1998). número de correlaciones entre las dimensiones
Es claro el supuesto ontológico de que el teóricas de interés. Aunque el número excedería
ser humano, su conciencia, no es sólo el producto el que se requeriría para el presente informe, se
reflejo de su ser social. Existe en él la posibi- mantuvo el número total de sujetos que llegó a ser
lidad de distinguir su actividad desprendido de de 407 (tabla 1).
los atavismos históricos de sujeción. La zona de Aunque la edad no fue un aspecto que se
desarrollo próximo (ZDP) de la conciencia estará vigilara en este estudio, se buscó cubrir lo que se
determinada no sólo por las capacidades adqui- define como “adolescencia intermedia y propia-
ridas por un sujeto en un momento dado, sino mente tal” (Blos, 1981); es decir, entre 14 y 18
también por las características del contexto que le años. Por esta razón se seleccionaron los niveles
auxilia y guía en el desarrollo de habilidades más noveno, décimo y undécimo de enseñanza secun-
críticas y desprendidas del contexto. daria, lo que mantuvo a la gran mayoría de los
En consecuencia es viable extraer de estudiantes dentro de este rango (tabla 1).
esto que, instituciones educativas con diferentes La distribución de la muestra según el sexo
estructuras latentes diferirán en cuanto a las de los participantes estuvo determinada por la
apelaciones de adaptación que hacen a los y las selección de los grupos en cada colegio. Aunque
estudiantes, por lo que debieran esperarse funcio- el número total de mujeres es mayor al de los
namientos también distintos en sus PPS. Este es hombres (213 mujeres, 194 hombres), se muestra
el foco del presente trabajo en cuyo planteamiento en general bastante equilibrada (tabla 1).
Tabla 1
Número de estudiantes según sexo y edad
Edad Total
Hasta 14 años De 15 años hasta 16 años de 17 años
11 meses 11 meses y más
Mujeres 36 135 42 213
Sexo
Hombres 28 115 51 194
Dado que resulta importante determinar cada colegio se muestra en la tabla 2 la forma
si el sexo resulta ser una variable que modere la equilibrada en que se distribuyen hombres y
relación entre el LOC y la estructura social de mujeres según el tipo de colegio.
Tabla 2
Número de estudiantes según tipo de colegio y sexo
Tipo de colegio
Femenino 57 55 54 47 213
Sexo
Masculino 49 58 51 36 194
Internalidad
Sexo N Media Mediana Des. Std Mín. Máx. Rango Signif.
Femenino 206 38,44 39 5,69 18 48 30
Masculino 189 37,31 38 5,77 16 48 32 0,051
Poder de Otros
Femenino 206 24,61 24 7,75 8 41 33
Masculino 189 25,12 25 7,46 9 42 33 0,5
Suerte
Femenino 206 27,85 28,5 6,80 11 43 32
Masculino 189 27,94 28 6,71 9 45 36 0,9
Estructura social y locus de control en colegios... Rev. Reflexiones 92 (1): 77-96, ISSN: 1021-1209 / 2013 91
En una serie de reportes de investigación obtenidos son bastante más altos que en práctica-
que acopia Levenson (Lefcourt, 1981) sobre mente todas esas muestras de estudio.
el comportamiento del instrumento en diversas En cuanto a la zona de ubicación de los
poblaciones, se muestra la tendencia de los hom- colegios, las dimensiones del LOC muestran
bres a puntuar más alto que las mujeres en las tres comportamientos semejantes, por lo que las
escalas, sobre todo en la de Internalidad. Llama la pequeñas diferencias no llegan a ser estadística-
atención, que en este estudio los puntajes medios mente significativas (tabla 5).
Tabla 5
Comportamientos estadísticos y pruebas de significancia para las dimensiones locus de control según zona
Internalidad
Zona N Media Mediana Des. Std Mín. Máx. Rango Signif
Urbano 208 37,83 39 5,46 22 48 26
0,8
Rural 187 37,98 39 6,07 16 48 32
Poder de Otros
Urbano 208 24,99 25 7,86 9 41 32
0,72
Rural 187 24,71 25 7,34 8 42 34
Suerte
Urbano 208 27,77 28,5 7,01 9 43 34
0,71
Rural 187 28,03 28 6,46 11 45 34
Valga resaltar, sin embargo, la desvia- significativas debido a las diferencias mostradas
ción que muestra cada grupo con respecto a sus en sus medias: (t (393) = 3,490, p < .001) y (t (393)
medias. En la dimensión de Internalidad, los = 2,277, p < ,02), respectivamente.
estudiantes de colegios urbanos se muestran más En los colegios violentos los puntajes
homogéneos (s = 5,46); caso contrario a lo que medios y las medianas mostrados tanto en la
manifiestan los estudiantes de zona rural, quienes subescala Poder de Otros ( = 23,48) como en
se muestran más homogéneos en las dimensiones la de Suerte ( = 27,09) son menores a los de
Poder de Otros (s = 7,34) y Suerte (s = 6,46) del los colegios no violentos. En cuanto al Poder
LCE, pues varían menos en sus respuestas. de Otros el 50% de los datos se ubica por deba-
Todo lo contrario sucede en cuanto al jo del puntaje 24 y en el de Suerte por debajo
tipo de colegio en que las tres dimensiones
del puntaje 27. Ello muestra que en los-as estu-
del LOC muestran diferencias estadísticamente
diantes que acuden a estructuras sociales con
significativas.
altos índices de violencia se da un predominio
Los-as colegiales que acuden a institucio-
nes catalogadas como violentas muestran, en la del LCI con respecto a los de colegios no vio-
dimensión de Internalidad, puntajes mayores en lentos, quienes obtuvieron puntajes mayores en
el promedio ( = 39,17) y el 50% de los datos se las dos dimensiones del LCE, Poder de Otros
ubican por encima del puntaje 40 (tabla 6). Ello y Suerte.
acusa un mayor predominio del este factor que Valga resaltar por último que en las tres
en los colegios no violentos. Esta tendencia es dimensiones las desviaciones estándar son meno-
estadísticamente significativa (t (393) = -4,326, p res en los-as colegiales que acuden a colegios con
< .001) (tabla 6). altos índicas de violencia, lo que significa que
Las dimensiones Poder de Otros y Suerte como grupo son más homogéneos o parecidos
también comportan diferencias estadísticamente entre sí.
92 Rev. Reflexiones 92 (1): 77-96, ISSN: 1021-1209 / 2013 Carlos Yurán Chavarría Carranza
Tabla 6
Comportamientos estadísticos y pruebas de significancia para las dimensiones locus de control según tipo de colegio
Internalidad
Tipo N Media Mediana Des. Std Mín. Máx. Rango Signif.
No vio-
205 36,72 37 6,14 18 48 30
lento
Violento 190 39,17 40 5,02 16 48 32 <0,001
Poder de Otros
No vio-
205 26,12 27 7,69 8 42 34
lento
Violento 190 23,48 24 7,29 9 41 32 0,001
Suerte
No vio-
205 28,63 29 6,80 12 45 33
lento
Violento 190 27,09 27 6,62 9 44 35 0,02
de autoeficacia personal, el sentido del poder y consigo una desatención de la importancia del
los valores asociados sedinamizan de forma más contexto y el desvanecimiento en la conciencia
clara en esta población. de los ligámenes que lo unen a la persona a su
Si el culto a lo original se ve exacerbado entorno social y a la naturaleza. (Brenes, A.;
y por el otro lado no reconoce límites externos a Lemineur, M. y Sanabria, J., 1995).
su expresión es esperable que la persona exprese Advertimos de nueva cuenta (Chavarría,
y demande con más vehemencia el cumplimiento 2009) que no se puede afirmar que estas sean
de sus expectativas y actuará de forma que lleve las características fijas de la población estudiada,
a su consecusión. dado que se encuentran en pleno proceso de cons-
En el estudio original (Chavarría, 2009) se trucción de la identidad. Lo que se puede decir es
reporta el comportamiento estadístico de la esca- que en esta población se presenta de forma más
la de Auto Eficacia Generalizada, que se aplicó notoria la expresión del egotismo y de la exalta-
con el fin de conocer el sentimiento de “com- ción del yo y que ello podría llevar al predomino
petencia (capacidad personal)” en esta misma de lo que describimos como individualismo auto-
población. Los resultados dan muestra clara de contenido; contrario a lo que se esperaría en una
que los-as estudiantes que acuden a colegios con Cultura de Paz.
mayores índices de violencia muestran sentir, de Todo lo anterior nos faculta a señalar que,
forma estadísticamente significativa, más auto- más que cambios en la estructura manifiesta de
eficacia personal que los-as estudiantes que acu- los colegiales que se lograrían mediante políticas
den a colegios con menores índices de violencia. de estado, la promoción de una Cultura de Paz
Tampoco en este caso se encuentran diferencias demanda que estas estructuras sociales tomen
asociadas al sexo o la ubicación rural o urbana de seriamente en consideración las estructuras laten-
la institución. tes que les son propias, para codificarlas y/o reco-
Es claro entonces el marcaje social (Alva- dificarlas de tal modo que posibiliten:
rado y Garrido, 2003) con el que la estructura Facilitar la expresión egótica de los-as
social de los colegios guía el desempeño de las estudiantes mediante la ampliación y diversifi-
tareas cognitivas de sus estudiantes. cación del número de ítems culturales deseables
En los colegios en los que la manifestación y diversificar así el fondo cultural de donde se
de la violencia es más recurrente se fomentarán puedan nutrir estas personas en su proceso de
respuestas emocionales, cognitivas, valores y construcción de la identidad.
actitudes que llevan con más claridad a su repro- Fomentar la regulación de la exaltación
ducción (de la violencia) y a que se estatuya como yoica por medio de un mayor énfasis en el reco-
parte de su vida diaria. nocimiento del Otro y una actitud crítica frente a
El perfil: Alta Internalidad Bajo Poder la circunstancialidad que rodea la vida humana.
de Otros y Baja Suerte presente en las estruc- Realizar estas actividades teniendo como
turas sociales que se caracterizan por presentar objetivo el fomento de Procesos Psicológicos
mayores índices de violencia parece dejar un Superiores que lleven a mayores grados de auto-
gran espacio vacío entre la persona y su mundo nomía de pensamiento, mayor capacidad de reso-
circundante y a generar una condición existencial lución de conflictos en que se contemple la posi-
hada-mítica, dominada por un fuerte Ideal del ción del Otro y a participar de la estructura social
Yo y cargado con altos grados de omnipotencia de un modo propositivo y comprometido.
(Kardon, 1997).
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