Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En segundo 1ugar, lo "Occidental» será el imperio romano Benaclm¡ento ¡taliano (s¡glo XV) España, Porttrgal
T
de los árabes que
plo, es cons iderado más un filósofo en manos SECUEIICIA IOEOI.OGIGA OE GSECIA A I.A EURíIPA III(IOERIIA
Tomás de Aquino,
de los cristia nos. Abelardo, Alberto Magno Y
a conde naciones, usan al La historia delAs¡a es una preiistoria eur0pea
contra la tradición Y a rnesg ándose
usado como eI
Estag irita. En efecto, Aristótel es será estudiado Y
y lógico en Bagdad, mucho antes que sea traduct- Mundo Grlego
Sran metafísico llegue a París a
do en la EsPaña musulmana al latín, Y de Toledo
finales del siglo XII. EuroPa se distingue ahora del Africa, Por
Mundo Romano pagano y crisliano
primera vez (Ya que ésta es musulmana berebe el Magreb), Y re;
del mundo orien tál (principalm ente de1 imP erio
bizantino, Y de
Ios comerciantes del Mediterráne o Oriental, del
Medio Oriente). Mundo Cr¡stiano Med¡eval
se une con 1o le o Oriental flecha d), enfrenta e unive¡sity of Berlin and the new humanistic Gyúinasium» (R. Pfeiffer, History of
o del mundo Classir,al S.holarship, Cla rendon, Oxford, 1976). Todo esto debe ser profundamen-
co, e que, o vl a óel te reconslruido. y sacado del helenocentrismo y eurocentrismo ya tradicional.
ec ión falsa: Occidental
7 Por ejernplo, Charles Taylo. (Sotrces oJ Ih¿ S¿lf Th. Mak¡¡tg of the Moden ldentily,
H nístico + Romano + C¡istiano Nace así la «ideo oqla» Harva¡d University Press, Cambridge,1989) habla de Platón, Agustín, Descartes,
etc. Es decir, la secuencia g¡iega-romano c stiana-moderna europea, coño sien-
eurocéntri ca del romanticismo al emán6 s
do unilineal.
I
exclusivamente «euro a» «occ ue sino, contra la opinión corriente, como problema fundamental
en
desde la época gr d Ituras fueron ucen la definición de la latin oamericana»
"Identidad -para hablar como
a S dial. Esta visión es doblemente falsa: en rlmer Charles Taylor-. En efecto, ha y dos conceptos de «Modernidad
lugar, o ue, como veremos, no ha fácticamente todavía
rra m slno his e ecume estas als das EI rimero es eurocéntrico / Provlnclano, re onal. La M
la romana, persa, de los reinos hindúes del Sia d Ia d demidad es una a
mun o mesoame cano o inca en América, etc. En segundo lu- POr un esfuerzo de la raión como
gar/ Porque e ugar geoPo CO é impide poder ser «centro" (el umanl a a un nuevo desarrollo del ser huma
Mar Rojo o Antioquía, lugar de término del comercio del Oriente, se cump en uroPa / esencl te en el si o XVIII. El tiem-
no son el «centro» sino el límite occidental del mercado euro-afro- Poye esPaclo eno be He el, lo comenta
asiático). AS aso ree a- es un ente
a o Por a a tra ón europe a actual-:
Tenerqos así a la Europa latina del siglo XV, sitiada por el
mundo musulmán, periférica y secundaria en el extremo occiden- Los acontecimientos históricos claves para Ia im lantación
tal del continente eu¡o-afro-asiático. del rrncrPro e SU e rna son a Reforma la llus-
tracl v evo ución f¡ancesae.
I '. SRlll0ES CUIIUIA§ Y AREA§ DE G0llIACf0§ A Flll¡tES Dtt SIG[0IU .'
^ Como puede observarse se ue una secuencla es acio-tem-
'.. ' (ll0 llAY El/lPlRlGAIllE[IE lllsl0nlA MUlllllAL] . .., . :.;
POra cast srem resea ta tambi én el Renacimien italiano
Europa Este pa s del Asia Ce I rma laI ustración ana la olu ón francesa. En un
(mongoles) Azteca diálogo con Ricoeurro, és te nos proponía además el pa r mento
Culluras del Maya inglés. Es decir: Italia (siglo XV), Alemania (si glos XVI-XVII),
Mundo turco musulmán China 0céano Pacífico lnca Francia (siglo XVIII), In glaterra (siglo XVil). Den omrnamos a
(Mindanao) Chibcha esta
Culturas bantú Culturas de lnd hina etc.
visión "eu¡océntrica" po roue rn dica como punto de partida de la
"Mod ernidad" fenómenos intra-europeos/ y el desarrollo poste-
Esquema 3. rior no necesita más que E uropa para explicar el proceso. Esta es
aproximadamente la visión provinciana y regional desde Max
Adaración: \alecha a indica la procedencia delhomo sapiens Weber -con su anáüsis sobre la «racionalización» y el «dgsq¡s¿¡t6»-
en América y las influencias neolóticas del Pacífico; nada más. hasta Habermas). Para much os un Calileo (condenado 1.676\.
Bacon Nowtm urn, 7620 o El disc del
serían los iniciadores del roceso modemo en el siglo XVII.
II. Dos coNcrrros DE <<MoDERNTDAD»
Llegados a este punto de la descripción entramos en el meo- E. Atsgoñg pañ Kañt (Was heiÍt A
ftld t tg?, A 4gl).
llo de la discusión. Deberemos oponemos a la opinión hegemónica 9. Det philosophísche Dískurs det Modeme, g,thrktttp, Frankfoú,
1988, p.27 .
en cuanto a la interpretación de la Europa modema (a la «Moder- 10 Filo*fia e Liberuzione. la sltta tiel pensieto del Terzo Mo¡dq Capone Editore, Lecce,
nidad»), y no como un tema extmño a la cultura latinoamericana,
¿t
ernidad" lad la revoluci on
Lln industrial del si o XVIII de la Ilustraci
fundamental del de ser S plían el horizonte ya comenza o a lncsdelsielo XV. Jnqlaterra
itos economla filosofía etc «centro» de a Historia Mun- reem laza a Es a como ten
ial. Es decir nunca ub amente Hist ria Mundial hasta tiene el comando de la E a
el 7492 como 11
es e el surgimiento del Imperia lismo en tomo a
12.
mundo, An ha un en o
tura coexls la ex anslr)n o Esta Europa Moderna, desde 7492, <(centro)» de la Historia
esde el si oxv ue lle a al Extremo O te en el si ox Mundial, constituye, por primera vez en la historia, a todas ias
con e escu rimiento e América his antca todo el laneta se otras culhrras como su
"periferia".
toma el ul de sola, Histoia Mund allanes-
"tma ESIRUCIü¡A ¡'CIIIIBO.PERITERIAN OE[ SISI¡MA [rUIOIAI.
da la vuelta de circunvalación a Ia tie¡ra en L
I .F
r
na¿11en! 9ue cial por sus armas de hierrors -presentes en todo el horizonte euro-
cano, que en oPinión unánime de los especialistas
f" uMádernidad' -sino, quizá, con el fin de la Edad,Me- afro-asiático-. Europa moderna, desde 7492, lsará la conquista
r". y de Latinoamérica (ya que Norteamérica sólo entra en juego en el
dia-.".,i
Y bien, deseamos oPonernos a estas falsas unanlmldades
«Mo- siglo XVII) como trampolín para sacar una «ventaia comparativa»
Jror*". una completa y dittitttu conceptualización deaIauna in- determinante con respecto a sus antiguas culturas antagónicas
á"iliau¿",.o" mundial, Io que nos llevará
turo¡etación
"nientiáo
de la racionalidad moderna diversa de los que pien- (turco-musulmana, etc.). Su superioridad será, en buena parte,
sari r,realizarla, (como Habermas) como de los que se oPonen
a fruto de la acumulación de riqueza, experiencia, conocimientos,
etc., que acopiará desde la conquista de Latinoaméricaró.
ella (como los «Postmodernos")'
La Modernidad, como nuevo «paradigma» de vida cotidia-
na, de comprensión de la historia, de la ciencia, de la religión, .
surge al final del siglo XV y con el dominio del Atlántico. El siglo
Racionalidad e irracionalidad o el mito XVII es ya fruto del siglo XVI; Holanda, Francia, Inglaterra, son ya
III. desarrollo posterior en el ho¡izonte abierto por Portugal y España.
de la Modernidad
América Latina entra en la Modemidad (mucho antes que Norte
des-
Si se entiende q ue la umodemidad» de Europa será el América) como la ,,otra ca¡a, dominada, explotada, encuLierta.
plieg ue de las posibilidades que se abren desde su ucentralidad"
Si la Modernidad tiene un núcleo racional atl intra fterte,
otras cultu-
en 1a Historia Mundial, Y Ia cons titución de todas las como «salida» de la Humanidad de un estado de inmadurez re-
ras como su «periferia», rá com renderse eI que/ a e tocla
es el
gional, provinciana, no planetaria; dicha Modernidad, por otra
cultura es en rsmo e LI
parte ad extra, realiza un proceso irracional que se oculta a sus
oqueP uede pretender identific arse con la propios ojos. Es decir, por su contenido secundario y negativo
<(eurocen trismo» e od ernidad e ta-
mun ta a míticotT,la justificación de una praxis irracional
mente el haber con o a unlversa dad abstract á con la i "Modernidad" es
de violencia. El rnifo podría describirse así:
mun C V,A o
El ego cogíto modemo fue antecedido en más de un siglo 15 El amerindio no usaba armas sino de madera.
oor el eqí coritti/o (Yo conquisto) práctico del hispano-lusitano 16 La China, presente desde Kenya hasta Alaská, no tuvo ningún interés particular
t,r" i*Juso su voluntad (lá primera "Voluntad-de-Poder» mo- de ocupar una Amé¡ica inhóspita y sin complementaridad con su ptopia econo-
á.rrlu¡ ll indio americano. Liconquista de México fue el primer mfa. Locontrario ocurle para las potencias comerciales del Mediteraáneo italiano
supe- (y España es, en cierta mane¡a su continuación), de allf que la ecuación del desa-
ambito del ego moderno. Europa (España) tenía evid,ente
ra' ¡rollo diacrónico de la Modernidad deberfa ser: Rénacimiento, Conquista de
rioridad sobie las culturas aztecas, mayas, incas' etc en esPe- Latinoaméli(a, Refolma, Ilustración" etc.
17. Es sabido que Max Horkheimer-Theodor Ad or o, Diqlektik der Aufkliinug (7944\,
Fis.h€r, F¡ankfort, 1971 (véase Jür8en Habermas, Der philosophische Dísku'§ der
de
13 Universalidad abstracta es lo que Pretende, Por ejeñPlo' Kant consu PrinciPio Mo¡r¿rñ¿. Suh¡kamp, Frankfort, 1988, pp.130ss,: «Die Verschlingi.¡ng von Mythos
De hecho, s¡n embargo, identificó la nmáxima" euroPea con la und Aufllárung"), deline uncierto nivel mftico de la Modernidad, que Habermas
la moralidad.
universalizable. no puede admitir. Nuestro s€ntido de «mito" se sitúa no en un nivel intra€uro-
turco_musulmanas' monSolas o peo (como en el caso de Horkheimer, Adorno o Habermas), sino en un nivel Cen-
14. No tenía superioridad con re§P€cto a lás
'ulturas ho-Periferia, Norte-Su(, es decir, en un nivel mu¡dial
ñogolas, chin¿, etc.
I
cuanto táI, sino de la razón violenta eurocéntrica/ desarrollista, se dan las condiciones históricas d e su origen eJectioo: el 1492 -su
. hegemónica). Se trata de una "Trans-Modemidad" como proyec- empírica mundialización, la organización de un mundo colonial,
to mundial de liberación donde 1a Alteridad, que era co-esencial y el usufructo de la vida de sus víctimas, en un nivel pragmático
de la Modemidad, se reaüce igualmente. La "realización" de la y económico. La Modernidad nace realfiente en el 1492: esa es
Modemidad no se efectúa en un pasaje de \a potencía de la Mo- nuestra tesis.-Su r¿al superación (como subsuntion (y no meramen-
dernidad a la actualidad de dichaModernidad europea. La "reali- te como Auftebung hegeliana) es subsrmción áe su carácter
zación" sería ahora el pasaie trascendente, donde la Modernidad emancipador racional europeo trascendido como proyecto mun-
' y su Alteridad negada (las víctimas), se co-realizarán por mutua dial de liberación de su Alteridad negada: la "TranJ-Módernidad.
fecundidad creadora. El proyecto trans-modemo es una co-reali- (como nuevo proyecto de liberación po¡it¡&€@rómico, ecológicq
zación de lo imposible para la sola Modernidad; es decir, es co- erótico, pedagógico, religioso, etcétera).
realización de solidaridad, que hemos llamado analéctica, del
Proponemos entonces dos paradigmas contradictorios: el
Centro/Periferia, Mujer/Varón, diversas razas, diversas etnias,
de la mera "Modernidad" eurocéntrica, y el de la Modernidad .
diversas clases, Humanidad/Tierra, Cultura occidental/Culturas
subsumicla desde un horizonte mundial, donde cumplió una fun-
del Mundo Periférico ex-colonial, etcétera; no por pura negación,
ción ambigua (por una parte, como emancipación; y, por otra,
. sino por incorporación2t desde la Alteridadz. como mítica cultura de la violencia). La realización del segundo
De manera que no se trata de un proyecto pre-moderno, paradigma es un proceso de "Trans-Modemidad". Sólo el segun-
como afirmación folklórica del pasado; ni un proyecto anti-¡no- do paradigma incluye a la "Mode¡nidad/Alteridad,, mundial. En
derno de grupos conservadores, de derecha, de grupos nazis o la obra de Tzetan Todorov, Nosofro s y los otros23, el unosotros» son
fascistas o populistas; ni un proyecto post-moderno como nega- los europeos, y "los otros» somos nosotros, los pueblos del mun-
ción de la Modernidad como crítica de toda razón, para caer en do periférico. La Modernidad se definió como ,,emancipación»
un irracionalismo nihilista. Debe ser un proyecto "trans-moder- con respecto al «nosotros», pero no advirtió su carácteimítico-
no" (y sería entonces una "Trans-Modernidad") por subsr.mción sacrificial con_respeto a «los otros». Montaigne lo vio de alguna
real del carácte¡ emancipador racional de la Modemidad y de su manera cuando escribió:
Alteridad negada ("el Otro" de la Modernidad), por negación de
su carácter mítico (que justifica la inocencia de la Modernidad so- _ Así, podemos llamarlos bárbaros con respecto a nuestras
reglas de la razón, pero no con respecto a nosotros, que los reba-
bre sus víctimas y porello se toma contradictoriamente irracional). samos en toda especie de barbarie2a.
En ciertas ciudades de la Europa medieval, en las renacentistas
del Quatrccento, creció forfiabflenf¿ la cultura que producirá la
Modernidad. Pero la Modernidad realmente pudo nacer cuando
b: Historia "moderno"-europee
K Hoy Futuro
1492 R
-a- ->-A-- {-[--¡-- l ----->.8 ------c----->-'c c: Praxis de realización de C
Esquema 5
f: Historia del mundo periférico al capitalismo industrial
A: Europa en el momento del "descubrimiento" (1'492) III) Los dos paradigmas de Modernidad:
B: El presente euroPeo modemo
[ ]: Paradigma eurocéntrico de "Modernidad": [R->K->B
C: Proyecto de "realización" (habermasiana) de la "Moder- >cl
nidad"
{ ): Paradigma mundial de "Modernidad/Alteridad" (ha-
D: La "invasión" del continente (de Africa y Asia poste- cia una "Trans-modernidad"): {A/D->B/E->G}
riormente)
A los 500 años del comienzo de la Europa modema, leemos
E: EI presente "Periférico"
Unidas
en lnforme sobre el desarrollo humano 1 992'?s de las Naciones
F: Proyecto denho del "Nuevo Orden Mundial" d ependimte
Walter D. Mignolol
Before the Cold War, the closest the United States had euer come to ¡
permanent foreign policy uas in our relatíonship with the natíons of the
rNestern Hemísphere. ln '182ithe Monrce Doctñne proclaimed out
determinalion to ínsulate the Western Hemísphere from the contesls
oaer the European balance of power, by force iJ necessary. And for nearly
a century afterward, the causes oJ America's warc were to be found in
the Western Hemisplrcre: in the wars against Mexico and Spain, and in
threats to trse lorce to end Napoleon lll's efort to install a European
dynasty ín Mexíco (Henry Kissinger,Yea rs of Renewal 7999:703).
:Í
I
'.1
de posiciones de poder. Esto es, la colonialidad del poder es el eje
de oartida, me desvío de ella al introducir el concepto
;..["i"riüJ;'."mo el otro lado (¿el lado oscuro?) de la moder- que organizó y organiza la diferencia colonial, la periferia como
sistema-mun- naturaleza.
nidad. Con ello no quiero decir que la metiáfora de
lbdo lo con-
do moclerno no haya considerado el colonialismo Bajo este panorama general, me interesa recordar un párra-
iiáÁ. r-" que sí aÍirmo es que la metáfora de sistema-mundo (Quiiano fo de Quijano y Wallerstein (1992) que ofrece un marco en el cual
*oá"rno aliu la oscuridaá la colonialidad del poder comprender la importancia de la idea de "hemisferio occidental"
".,
1997) y la diierencia colonial (Mi8nolo 1999,
2O00)' En consecuen-
en el imaginario del mundo moderno/colonial a partir de princi-
su ProPio lma-
cia, sólo concibe el sistema-mundo moderno desde pios del siglo XIX
surge con y
einario, pero no desde el imaginario conflictivo que
á"rá" t"'aif"."ncia colonial. Las rebeliones indígenas y la pro- The modem world-system was born in the long sixteenth
Jrr..iOn l.,t.t".tral amerindia, desde el siglo XVI en adelante así century. The Americas as a geo-social construct were born in the
como la Revolución Haitiana, a comienzos del siglo-XlX'
son long sixteenth century. The creation of this geo-social entity, the
momentos constitutivos del imaginario del mundo
moderno/co- Americas, was the constitutive act of the modern world-system.
lonial v no meras ocurrencias eñ un mundo construido desde el The Americas were not incorporated into an already existing
capitalism world-economy. There could nothavebeen a capitalism
ái*r.áo hrpanico (por ejemplo, el debate.Sepúlveda/Las Casas
sobre la "naiural d"iarnerindio, en el cual el amerindio no world-economy without the Americas (7992: 449).
tuvo su lugar para"ri' dar su opinión; o la Revolución Francesa/ con- Dejando de lado las connotaciones particularistas y
side¡ada Dor Wallerstein mornento fundacional de la geo-cul- kiunfalistas que el párrafo pueda invocar, y de discutir si hubiera
*." Jul tiiá^"-^undo modemo (Wallerstein 1991a' 1991b' 1995)' habido o no economía capitalista mundial sin las riquezas de Ias
E; ;;á;;tid", la contribución de Aníbal Quijano' e-n el artículo minas y de las plantaciones. el hecho es que la economía capita-
á-*..iio con i{allerstein (Quiiano y Wallerstein 1992)' es. giro la
lista cambió de rumbo y aceleró el proceso con la emergencia del
ieórico fundamental al esbozarias cóndiciones baio las cuales circuito comercial del Atlántico, la transformación de la concep-
estrate-
colonialidad del poder (Quiiano 1997;1998) fue y es una ción aristotélica de la esclavitud exigida tanto por las nuevas con-
niu áu f, "*o¿".ni¿u4," á"tau momento de la expansión de la diciones históricas como por el tipo humano (e.g., negro, africa-
"t
Iristiandad más allá del Mediterráneo (América, Asia)' que con- no) que se identificó a partir de ese momento con la esclavitud y
iribuvó a la autodefinición de Europa, y fue parte indisociable estableció nuevas relaciones entre raza y trabajo. A partir de este
del cánitalismo, desde el siglo XVI. Este momento en la construc- momento, del momento de emergencia y consolidación del cir-
y trans-
ción dll imaginario colonial que será más tarde retomado cuito comercial del Atlántico, ya no es posible concebir la moder-
formado poi Inelate¡ra y Fráncia en e1 proyecto de la "misión nidad sin la colonialidad, el lado silenciado por la imagen reflexi-
.i;;ii;;á;";, nü upr.".á en la historia áel capitalismo contada del
va que la mode¡nidad (e.g., los intelectuales, el discurso oficial
oor Arriqhi (1994). iin la reconstrucción de Arrighi, la historia del Estado) construyó de sí misma y que el discurso postmodemo
i^"ii"ii."r" t" Ia ve "dentro" (en Europa), o desde dentro hacia criticó desde la interioridad de la modernidad como autoimagen
colonialidad del poder. La postmodemidad, autoconcebida en la línea unilate-
iá"ta" f"ropa hacia las coloniasfy, por ello' la
"ii"."
del poier es invisib^le. Ia consecuencia es que el capitalismo'
como ral de la historia del mundo moderno continúa ocultando la
la modernidad, aParece como un fenómeno euroPeo y no colonialidad, y mantiene la lógica universal y monótopica -desde
pta.t"turio, en el'qu'e todo el mundo participó pero con distintas la izquierda y desde la derecha- desde Europa (o el Atlántico
f
!
9)
'Ei
i
!
j g
=
3 z
?¡
.gD É
.E
(nfnsuqueaEl f renqguv opuerSelu¡ a ,loM 'poq8n1,nqy operSaru¡ '(r{ M) IeuSI¡o edeN) 'Z
N'¡rlf,o
NVIGNI
NVI)O
t¡lNYl1Y
¡
NVllo
f,Jlf,vd
o
*rylÚr.¡¡-1 9
ci
t
B
(0
@
La primera declaración desde la Selva Lacandona, en 1993,
cornienza diciendo "Somos el producto de 500 años de lucha."
Rigoberta Menchú, en una ponencia leída en la conferencia sobre
o\ democracia y Estado multi-étnico en Amédca Latina, organizada
Ol
t por el sociólogo Pablo González Casanova, también convocó el
6
i f ñá o
á
¡
I ,c I¡
; \c
zl
E
Itirii marco de 500 años de opresión:
JI,{. 3 o ...la historia del pueblo Guatemalteco puede interpretarse como
t) if ilI E I E
I
E
o E una conc¡eción de la diversidad de América, de la lucha deciü-
a
t : I 2
¿ cla, forjada desde las bases y que en muchas partes de América
{ todavía se mantiene en el olvido. Olvido no porque se quiera,
E
t!
i. !...
I I
k HiliL
lr J sino porque se ha vuelto una tradición en la culhrra de la opresión.
Olvido que obliga a r:na lucha y a una ¡esistencia de nuestros pue-
{
I i. co blos que tiene una historia de 500 años (Menchú 1996: 125).
L
t It J
) zo
J
I Pues bien, este marco de 500 años es el marco del mundo
II I r,
t (, j
I¡ il I t. moderno/colonial desde distintas perspectivas de su imagina-
I I _,c¡ü F
¡I
¡r ! I' o rio, el cual no se ¡educe a la confrontación entre españoles y
\;;.'f?;1..
t ; Er I
§
I¡¡" EÍ amerindos sino que se extiende al criollo (blanco, negro y mesti-
.f
¿o zo), surgido de la importación de esclavos africanos como de la
población blanca europea transplantada por sus propios intere-
x
, ses, en la mayoría de los casos, a las Amé¡icas. Que la etno-
: I I tf
o
É,
El panorama que acabo de esbozar no es una descripción El principio de doble-conciencia es, en mi argumento, la
del coloriialismo du l" colonialidad, de la construcción de característica del imaginario del mundo moderno-colonial desde
"it
mundo moderno en el eiercicio de la colonialidad del poder' Pero' las márgenes de los imperios (desde las Américas, desde el Sures-
también, las respuestas'desde la diferencia colonial a la coerción te deAsia, desde Africa del Norte ydel Sur del Sahara). Pero tam-
oroeramada o eiercida, por la colonialidad del poder' El imagina- bién, como se comprueba hoy por las migraciones masivas a Eu-
iio á"1 mrttdo áodernó/colonial surgió de la compleja articula- ropa y a Estados Unidos, desde el interior de los países que fue-
ción de fuerzas, de voces oídas o apagadas, de memorias- com- ron o que son potencias imperiales: los "negros" (tanto africanos,
pactas o fracturadas, de historias contadas desde un solo lado que como pakistanos como indúes) en lnglaterra; los magrebinos en
iuprimieron otras memorias y de historias que se-contaron y cuen- Franciai los latinos/as en los Estados Unidos. La doble concim-
ta¡i desde 1a doble conciencia qre g".,er,1" diferencia colonial' cia, en suma, es una consecuencia de 1a colonialidad del poder y
En et siglo XVI, Sepúlveda y las Casls contribuyeron, de distinta ia manifestación de subjetividades forjadas en la diferencia colo-
maneriy un distit tas posióiones políticas a construir la diferen- nial. Las historias locales varían, porque la historia misma de
cia coloáial. Guaman ioma o IxtÍixochitl, Pensaron, escribieron Europa fue cambiando en el proceso de forjarse a sí misma en el
desde la diferencia colonial en la que fuáron ubicados por la movimiento expansivo de Occidente. En las divisiones continen-
colonialidad del poder. A principios del siglo,XX, el sociólogo e tales y sub-continentales establecidas por la cartog¡afÍa simbólica
intelectual negro, Wf .S. D" foü, introdu¡ó el concepto de "do- cristiana (e.g., la trilogía continental del mundo conocido hasta
ble conciencia;' que caPtura el dilema de subjetividades forma- entonces, Europa, Africa yAsia), el horizonte colonial de las Amé-
das en la diferenóia colánial, experiencias de quien vivió y vive la ricas es fundamental, sino fundacional, del imaginario del mun-
modernidad desde Ia colonialidad. Extraña sensación en esta do modemo. La emergencia del "hemisferb occidental", como
América, dice Du Bois (1904), para quien no tiene una-verdadera idea, fue un momento de transformación del imaginario surgido
auto-conciencia sino que esa conciencia tiene que tormarse y en y con el circuito comercial del Atlántico. La particularidad de
defini¡se con ¡elación all "otro mundo". Esto es, la conciencia vi- la imagen de "hemisferio occidental" fue la de marcar, de manera
vida desde la diferencia colonial es doble porque es subalterna' fuerte, la inserción de los criollos descendientes de europeos, en
La subaltemidad colonial genera Ia diversidad de conciencias do- ambas Américas, en el mr¡ndo modemo/colonial. Esta inserción fue,
bles, no sólo ia afro-ameriiana que es la experiencia de Du Bois,
al mismo tiempo, la de la consolidación de la doble conciencia crio
sino también la "conciencia quó le nació a Rigoberta Menchú"
lla que fue forjándose en el proceso mismo de colonización.
(1982) o la "conciencia de la nüeva mestiza" en Gloria Anzaldúa
(1987). Citemos a Du Bois:
r
otras razones, porque en Estados Unidos se consideraba la Doc- de los derecJros de administración de la autonomía y democrac'ia
trina Monroe como una doctrina de política nacional e, indirecta- del hemisferio occidental (Whitaker 1954: 100). La Doctrina
mente, unilateral cuando ella se aplicaba a relaciones internacio- Monroe re-articulada con la idea de "hemisferio occidental,, in-
nales. Drago, en cambio, había interpretado la Doctrina Monroe trodujo un cambio fundamental en la configuración del mundo
desde Argentina como un princrpio multilateral váiido para todo moderno/colonial y en el imaginario de la modernidad/
el hemisferio occidental que se podía poner en ejecucióneny desde colonialidad. La conclusión de Whitaker a este capítulo del mun-
cualquier parte de las Américas. La segunda de las razones, se- do moderno/colonial es oportuna: "As a result -de \a
gún Whitake¡, fue una consecuencia de lo anterior. Esto es, si en implementación del "corolario Roosevelt" en vez del "corolario
verdad había necesidad de un "corolario" para extender la efecti- Drago" -the leaclos in Washington and those in Westent Europe came
vidad de la Doctri¡a Monroe a las relaciones internacionáles, este to understand each other better and better as time went on. The same
"corolario" debería surgir en y desde Washington y no en y des- dmelopmmt, howeuer, zoidened the already consid.erable gap betueen
de Argentina o de cuaiquier otra parte de América Latina. Este Anglo-Saxon America and l¡tin Anrerica." (Whitaker 7954:107\.
fue, según Withaker, el camino seguido por Washington cuando,
El momento que acabo de narrar, basado en Whitaker, sugi-
en diciembre de 1904, Roosevelt propuso su propio "corolario" a
la Doctrina Monroe. Aunque semejante al propuesto por Drago, riendo las conexiones de la política internacional con el imagina-
tenía importantes dife¡encias. Whitaker enumera las siguientes: rio dei mundo moderno/colonial, es conocido en la historia de la
a) ambos "corolarios" estaban dirigidos a resolver el mismo pro- literatura latinoamericana por la Oda a Rooseaelt delpoeta nicara-
güense y cosmopolita, Rubén Darío y del ensayo Ariel del intelec-
blema (la intervención europea en América) y estaban basados
sobre las mismas premisas (la Doctrina Monroe y la idea del he- tual uruguayo Enrique Rodó. Me interesa áquí volver sobre el
período que se extiende desde la guerra hispano-americana (1.898)
misferio occidental); b) ambos "corolarios" proponían resolver el
hasta el "triunfo" del corolario de Roosevelt, para reflexionar so-
problema mediante una excepción a la ley internacional en favor
del hemisferio occidental y c) ambos proponían alcanzar esta so- bre la geo-cultura y el imaginario del mundo moderno/colonial
lución mediante un " Amerícan policy pronouncement, not through a y el impacto de la idea de hemisferio occidental.
wiaersally agreed amendnrcnt to international la¿o" (Whitaker 1954: Respondiendo a las críticas dirigidas al fuerte perfil econó-
100). Las diferencias, sin embargo, fueron las que re-orientaron la mico del concepto de sistema-mundo moderno, Immanuel
configuración del nuevo orden mundial: el "ascenso" de un país Wallerstein int¡odujo el concepto de geo.culhrra (Wallerstein 1g1).
neo-colonial o post-colonial en el grupo de los Estados-naciones Walle¡stein construye el concepto, históricamente, desde la Re-
imperiales. Un cambio de no poca monta en el imaginario y en la volución Francesa hasta la crisis de 1968 en Francia y lógicamen-
estructura del mundo moderno/colonial. Las diferencias entte te como la estructura cultural que ata geoculh.rralmente el siste-
Roosevelt y Drago se encontraban, según Whitaker, en la manera ma-mundo. La 'geo-cultura' del sistema mundo-moderno debe-
de implementar la nueva política internacionai. Roosevelt pro- ría entenderse como la imagen ideológica (y hegemónica) susten-
puso hacerlo unilateralmente, desde Estados Unidos mientras que tada y expandida por la clase dominante, después de la Revolu-
Drago proponía una acción multilateral, democrática e inter-ame- ción Francesa. La imagen hegemónica no es por tanto equivalen-
ricana. Los resultados fueron muy diferentes a los que se podrían te a la estructuración social sino a la manera en que un grupo, el
imaginar si el "corolario" de Drago hubiera sido implementado. que impone la imagen, concibe la estructuración social. Por ,ima-
En cambio, Roosevelt reclamó para Estados Unidos el monopolio ginario del mundo moderno/colonial' debería entenderse a las
'I02 . Wlr-rEn D. MrcNoLo La coLoNraLrDAD DEL sABEs: EURocENTB sn¡o y cte¡tcl¡s socllles . 103
:
É
I
l'
pañó la revolución burguesa en la consolidación de la Europa de the world-system. Far from ensuring thelegitimacy of the capitalist
las naciones y que al mismo tiempo relegó a acontecimientos world-economy, they threatened to delegitimize it in the long run.
"periféricos" los primeros movimientos de descolonización de un It is in this sense that I have argued elsewhere that,,the F;ench
mundo modemo pero también colonial. Ta1 ceguera fue notable Revolution" represented the first of the anti-systemic revolution
en e1 caso de la Revolución Haitiana, como 1o mostró Trouillot of the capitalist world-economy-in a small part a success, in
(1995) explicando las razones por las cuales una revolttción de larger part a failure (Wallerstein 1995: 1166).
criollos negros con el apoyo de esclavos negros no tenía lugar en
La dificultad de Wallerstein para reconocer la constitución
discursos libertarios sobre los derechos del hombre y del ciuda-
del imaginario del mundo mode¡no sin la participación de Fran-
dano, que habÍan sido pensados en un mundo donde la "matriz
cia e Inglaterra, y por lo tanto, negar la contribución de tres siglos
invisible" era blanca, compuesta de ciudadanos blancos funda-
de dominio español y portugués, es sin duda una consecuencia
mentalmente y no de indios y negros. En este esquemí/ las dife-
rencias de género y de sexualidad fueron subsumidas por las cla- de.lo_que concibe como geo-cultura. El imaginario de la Europa
sificaciones raciales. No era ni es lo mismo ser mujer blanca quo del Norte, a partir de la Revolución Francesa, es el imaginaiio
quL' se construyó de forma paralela al triunfo de Inglaterra y Fran-
negra o de color. La colonialidad es constitutiva de la moderni-
dad. Las relaciones asimétricas de poder al mismo tiempo que la cia sobre España y Portugal como nuevas potencias impáriales.
participación activa desde la diferencia colonial en la expansión La emergencia del concepto de "hemisferio occidental,, no per-
del circuito comercial del Atlántico constituido a través de 1os si- mitía prevcer que marcaba, desde el comienzo, los lÍmites d! lo
glos como Occidente o civilización occidental, son las que iustifi- que Wallerstein llama gco-cultura. Y lo marca de dos maneras:
can y hacen necesario el concepto de del poder" una por rearticula¡ la diferencia colonial; la otra por ir absorbien-
"colonialidad do, a lo largo de su historia, el concepto de',misión civilizadora,,,
(Quijano 7997) y d,e "diferencia colonial" (Mignolo 2000) para
corregir las limitaciones histórico-geográficas a la vez que lógicas concepto central en la geo-cultura de Wallerstein, y traducción de
del concepto de geo-cultura en su formulación wallersteniana: la "misión c¡istianizadora" dominante de los siglcs XVI al XVi[
pero que Wailerstein no reconoce como geo-cultura.
In the case of the modem world-system, it seems to me that its
geo-culture emerged with the F¡ench Revolution and then began
to lose its widespread acceptance with the world revolution of
1968. The capitalist world-economy has been operating since the
Iong sixteenth century. It ftlnctíoned for three centuries, houeoer,
without any fitn y established geo-cultur¿. That is to say, from the IV. Del hemisferio occidental al Atlántico Norte
sixteenth to the eighteenth century, no one set of valucs and basic
rules prevailed within the capitalist world-economy, actively Samuel Huntington describió el nuevo orden mundial, des-
endorsed the maiority of the cadres and passively accepted by pués del final de la guerra fría, en nueve civilizaciones.
the majority of the ordinary people. The French Revoltrtion, Ialo
Las nueve civilizaciones son las siguientes: Occidente,Amé-
senso, changed that. It established two new principles: (1) the
normality ofpolitical change and (2) the sovereignty of people ['] rica Latina, Africa (más específicamente, Africa al sur del Sahara),
Islam, China, Hindú, Ortodoxa, Budista y laponesa. Dejando de
The key point to note about these two principles is that they were, lado el hecho de que la lógica clasificatoria de Huntington se pa-
in and of themselv€s, quite revolutionary in their implications for ¡ece a [a del famoso emperador chino mencionado porlorge Luis
104. Wlr¡e n D. Mrc¡¡oro La coloNtaltoAo oEL sAsEB: EURocENTBtsMo y crelcns soct¡tgs . 105
Borges y adoptado por Michel Foucault al comienzo de Las Pala-
bras y las Cosas (7967), aquí sólo me interesa ¡eflexionar sob¡e el
hecho de que América Latina es, para Huntington, una civiliza-
(, ción en sí misma y ya no parte del hemisfe¡io occidental.
'o América Latina, para Huntington, tiene una identidad que
la diferencia de Occidente:
!
Although an offspring of European civilization, Latin America has
o. evolved along a very different path from Europe and NorthAmerica.
d It has a corporatist, autho¡itarian culture, a whidr Europe has to a
much lesser degree and North America not at all" (1996: 46).
Europe and North America both felt the effects of the Relormation
and have combined Catholic and Protestan cultures. Historically,
although this may be changing, Latin America has been only
Catholic. (1996: 46).
h
o c)
t
En esta parte del argumento, la diferencia invocada es la
§
t.¡
o diferencia imperial que iniciada por la Reforma, tomó cuerpo a
partir del siglo XVII en el desarrollo de la ciencia y de la filosofía,
Q en el concepto de Razón que dió coherencia al discurso de la se-
':' o gunda modemidad (ascenso de Inglaterra, Francia y Alemania
§a\
L F--{
sobre España y Portugal). Además, tercer elemento, un compo-
*§¿ G nente importante de América Latina es, para Huntington, "the
-i
*ñ §
indigenous cultures, which did not exist in Europe, were
¡E t¡ \o effectively wiped out in North America, and which vary in
Fr É o
ho
a
importance from Mexico, Central Amedca, Peru and Bolivia, on
the one hand, to Argentina and Chile, on the other (1996:46)."
a
Aquí, el argumento de Huntington pasa de la diferencia imperial
,,:
l den mundial, producto de la diferencia colonial originaria y su
aladiferenciacolonial,tantoensuformaoriginaria-enlossiglos
de cons-
el período re-articulación sobre la diferencia imperial que se gesta a partir
iü;ilvrtr, ..*o en su rearticulación durante
donde la diferencia entre del siglo XVII en la Europa del Norte y se restituye en la emer-
ir"".ü" que es ptecisamente
"1.""r, po, epmplo' se hace más
ü"rr". y,qii"",iÁa, evidente' cuando'el gencia de un país neo-colonial como los Estados Unidos.
de Europa sobre la
modelo nacional se impone deáde el norte ob-
Pero, ¿cuál es la importancia que pueden tener estas abs-
á.."á"".i" á"f imperio trispanico' Como conclusión a estas tracciones geo-políticas en la re-organización del orden mundial
servaciones, Huntington sostiene: en un orden ierárquico, civilizatorio como es el que propone
Huntington? Señalemos al menos dos. Por un lado las relaciones
I¡tín Ameica cotldbe consídqed either a subcíuíIiutionwitltin .Western
internacionales y el orden económico del futuro. Por otra, ios
lriiil{*- i,, separate ciuilízatíon closely at't'itiated- with..the.West'
political implícations of movimientos migratorios y las poüticas públicas de los países que
il"i" oi-tyt* plused on the internatioialLntin Amer-ic¡' on thc one
,ii¡lr"t¡iií, ¡iá"aing the retations between se ven "invadidos" por habitantes de "civilizaciones" no-occiden-
and Eutope' o-tt t.he othet' the lattet ts the
tales. En el primer caso, la cuestión es que mantener, en los térmi-
i*,i, n a Ñor t Atierica
(
mori appropriate and useful desigintion " ') nos de Huntington, una unidad como América Latina, significa
Arnerícaplus the-other European otorgarle un lugar en ias alianzas internacionales y en la concen-
The West, then, íttclutles Etrope ' N orth ' tración del poder económico. En el segundo, afecta directamente
and New Zealand(1996: 47)'
settler cotuntriies such as AtLstralia
la creciente immigración latino-americana hacia Estados Unidos,
Huntington cuando habla de "ofher ErLropeatt que tendrá hacia el 2000 unos 30 millones de "hispánicos." Vea-
¿En qué piensa
,rttler"iit itr¡is slrch as Aust;aüa and New Zenla'ñ"t' Otviamente la dife-
mos más en detalle, aunque en forma breve, estos dos aspectos.
en la colonización lngtesa, i" segunda modernidad'
-en
"tt in§lés que "superó" al colo¡ialis- El fin de la guerra fría, tal como la conocimos desde la déca-
;;;;;;;;;iriiel coionialismo da del 50, y la caída del mundo socialista, exigió nuevas teorías
difórencia colonial.(ciertas heren-
-"'iUe.iál .or,t"d, sobre laottidente' ciertas no)' En las.heren- que pronosticaran el orden mundial futuro, tanto en el orden eco-
:1"t:"loi;áü;"tt""u..n 'r el componente indG nómico como civilizatorio. La necesidad de Huntington de esta-
cias coloniales que pertenecen al Occidente'
f pu'u n""tingt"" r"::?-?:",:stán adqui blecer un orden mundial basado en civilizaciones respondió a su
;;"';ü;;;;á;,
riendo los movimientos lndígenas en Nueva
li Zelandia y en Aus- tesis fundamental, que las guerras del futtrro serán guerras entre
el panorama es civilizaciones más que guerras ideológicas (como la guerra fría) o
i;;it;;;; Parece serun prob-l"mu' No obstante' después del fin de la económicas (como la guerra del golfo). Immanuel Wallerstein
claro: el Occident" es Ia n'e"iáesignación'
guerra fría, del "primer mundo"; el lugar de eruntia-ciÓn^que Pro- pronosticó el nuevo orden económico entre 1990 y 2025 /2050
colonial' 1os (Wallerstein 1995: 32-35). En el escenario de Wailerstein, hay va-
E"iá t-á"." ü diferencia imieriaiy Ia diferencia del
il'Ji":'ñ;;k;-Ñ
" e"""ü p'odúcción v reproducción
si bi'en la emergLncia de la
jdea de
rias razones para una coalición entre Estados Unidos y fapón. En
ffi#;ñ;;á7i"'ro"lul
;iü'ti"t"tr. inscripción de Ia
tal caso, la Unión Europea sería un segundo grupo fuerte y dis-
tinto del primero. En este escenario quedan dos países, enormes
ofreció la promesa-de
"..ráental" la difereniia colonial misma' el "corola- en sus recursos humanos y naturales, en una posición incierta:
it¿;;;;"b"taldesde colonial desde
rio Roosevelt" en cambio restableció la diferencia Rusia y China. Wallerstein vaticinaba que China pasaría a formar
en la guerra his-
el norte v sobre la derrota definitiva de España parte de la coalición Estados Unidos-japón y Rusia se aliaría con
;#:"¿;i;. rir''".r,' q"" América Latina es hoy' en el or- la Unión Europea. La posibilidad de que este escenario se concre-
"t
1 10 . Wnr¡rn D. Mle ruoro La coLoNtALDAD DEL sABER: EURocENfFtsvo v cre¡rcns socrtes . 111
(Varese 1990) que tie- del eminente intelectual y abogado indígena, de la comunidad
sino también numerosa población indígena
común con los indígenas nátivos en Estados Unidos Osage, Vine Deloria Jr. (Deloria 7972; 1993) muestra que ni las
.," *at
oue con "" los blancos o mestizos en América Latina Por otra
parte' comunidades indígenas en Estados Unidos fueron totalmente eli-
en el Caribe' en su mo- minadas, como lo afirma Huntington, ni que en Estados Unidos
áebido a la política de Estados Unidos
guerra mun- no persiste la diferencia colonial que emergió con el imaginario
mento de expansión con anterioridad a la segunda
com- del circuito comercial del Atlántico y que fue necesaria para la
dial, Ia inmigración afro-americana desde Haití y Jamaica'
relieve una di- fundación histó¡ica de la civilización occidental, de su fractura
oii." **i"tio al mismo tiempo que pone de
interna con la emergencia del hemisferio occidental. Hay mucho
"f
i',"*ioi tif"*i"da en las relaciónes norte-sur en manos de los
occi- más, en los argumentos de Deloria, que la simple diferencia entre
.iiollo, ¡tu.,.ot o mestizos, aferrados ¡ l¡ idea de hemisferio
la int't- el cristianismo protestante y católico que preocupa a Huntington.
Jer,iul. Pu., lus poblaciones indígenas y afro-am.ericanas'
Este Deloria recuerda, para quienes tienen mala rnemoria, la persis-
gen de hemisfeiio occidental no fue ni es significativa' es
tencia de formas de pensamiento que no sólo ofrecen religiones
ir,á d" Iot utp""tos al que se refería Htrntington al decir:
alternativas sino, más importante aún, alternativas al concepto
Subiectíaeht, Ldtin Americans tlsnsclt'cs ¡t'¿ tli" ttl m tluír stl' de religión que es fundamental en la arquitectura del imaginario
¡irit¡f¡*tií". Some say, "Yas, rue arc pdt l of thc Wasl',"-O,thus claht de la civilización occidental. La transformación del "hemisferio
"No,iehaae otr otun-tmíque ctrlttre" (Huntington 1996: 47)' occidental" en el "Atlántico Norte" asegura, por un lado, la
pervivencia de la civilización occidental. Por otro, margina defi-
Ambas posiciones pueden sostenerse desde la perspt'ctiva nitivamente a América Latina de la civilización occidental, y crea
más difícil
de ia áoble co'nciencia criolla en América Latina' Sería las condiciones para la emergencia de fuerzas que quedaron ocul-
evidencias de que estas opiniones tuvieran su origen
"n-n,.ut Ahora bien' esta tas en el imaginario criollo (latino y anglo) de "hemisferio occi-
en la doble conciencia indígena o afro-americana' dental", esto es, la rea¡ticulación de las fue¡zas amerindias y afro-
tólo válidá para América Latina' sino para Esta-
áitii""io" americanas alimentadas por las migraciones crecientes y por el
Jos Unidos
"t
"otambién. Huntington le atribuye a América Latina
tecnoglobalismo. El surgimiento Zapatista,la fterza del imagi-
,rn" ';.eulid"d" que es válida fara Estados Unidos' pero,que qui- nario indígena, y la diseminación planetaria de sus discursos nos
,á. .,o ut ,"t desde Hárvard, puesto que desde allí' y des-
"riiblede politólogos y cientÍficos sociales con Was- hacen pensar en futuros posibles más allá del hemisferio occiden-
á. üt tal y del Atlántico norte. Pero, al mismo tiempo, más allá de todo
hinston, "oir"*ioi-,"s
Ia mirada se áirige más hácia el oriente
(Londres' Berlín'
residuales' fundamentaiismo civilizatorio, ideológico o religioso/ cuyos per-
P;r?.), á". hacia el sudo-este y el Pacífico Espacios
files actuales son el producto histórico de la "exterioridad inte-
a" tu aiferencia colonial. Sin embargo, y aún estando en rior" a la que fueron relegados (e.g. subalternizados) por la
ñlrvard, el intelectual afro-americano W'E' B' Du Bois.podía mi-
"rruéioi
autodefinición de la civilización occidental y del hemisferio occi-
iui hu.iu ul t,r, y comprender que Para quienes están histórica y dental, el problema de la "occidentalización" del planeta es que
fígadoJ a la histoiia áe la eiclavitud' la cuestión de todo el planeta, sin excepción y en los últimos quinientos años,
"*"iit"*".t"
,ui o r,o o..ia"t áles no se plantea (Du Bois 1904)'-Y-si se
piantea'
Paul Gilroy (Gilroy tuvo que responder de alguna manera a la expansión de Occi
co*o e., et libto reciente dei caribeño-británico dente. Por lo tanto "más allá del hemisferio occidental y de1 At-
en la. que el
1993), el problema aParece en una argumentación lántico Norte" no quiere decir que exista algún "lugar ideal" exis-
"Atlático negro" emerge como la memoria olvidada y soterrada tente que es necesario defender, sino que implica "más alla de la
la lectura
en el "Atlántño norte" áe Huntington Por ot¡a parte'
University of Huntington, Samuel: Th¿ Clash of Ciuílintíons and the Making of World
Adomo, Rolena: Writing attd Resistance in Colonial Peru' Order, Simon & Schuster, Nueva York, 1999.
Texas Press, Austin, 1986'
I¡ Nl;leua Mestíu' Aunt/Lutte' Jefferson, Thomas [1984]; Citado por Michel-Rolph Trouillot, Sílencizg
Anzaldza, Gloria: B orderland/L'a Fronlera' the Past. Power and the Produclion of History, Beacon Press,
San Francisco,1987. Boston,1995.
1994'
Arrighi, Giovanni : Tlrc Long Tusentíeth Century
'Yerso'Londres' _ The Wrítíng of Thomas lefercon, A. A. Lipscomb, (editor general),
Zea (compilador)' Fuen- vol.13. Library of Congress, Washington D.C., 1903-04 [1813].
Bolívar, Simón: "Carta deJamaica" en Leopoldo
tes de la Cultttro I'alinoamerícana'
Fondo de Cultura Económica' of Renaual, Símon & Schuster, Nueva York , 1999.
Kissinger, Henry: Yec rs
México, vol. I, 1993 [18151'
Klor de Alva, Jorge. 1992. "The Postcolonization of (Latin) American
*- -'
Bornholdt, Lau¡a, "The Abbi de Pradt and the Monroe Doctrine" Tl.r- ' Experience: A Reconside¡ation of 'Colonialism','Postcolonialism',
Á;erican Historical Rwiew' xxiv' 207-227' 7944'
Ñr"t, and 'Mestizaje"' (Reimpreso en: Gyan Prakash, After Colonialism:
History ard the Gods' University of
California Press' lmpeial Histories and Postcoloníal Displacements, Princeton
Dayan, Joan: Haili ,
BerkeleY, 1998
University Press, Princeton, 1995).
Publishing' Lewis, Be¡nard: Táe Shaping of the ModernMíddle East, Oxford University
Deloria, Vine: God ís Red.. ANatiae Víao of Religion'frrtlcrum
Press, Nueva York, 1997.
Colorado,1993 [1972]'
Books' Nueva York'1990 Mac Cormack, Sabine: Rellgron in the Andes: Vision and lmagination in
Du Bois, W.E.B., Tl¡ e Souls ot' Btack Folk, Vintage
Early Colonial Peru, Princeton University Press, Princeton, 199L.
t1e04l.
ín Mexico Attstin University Marmon Silko, Leslie: Almanac of the Dead, Simon and Schuster, Inc.,
Florescano, Enrique : Memory, Myth, andTime '
Press, Austin, 1994.
Nueva York, 1991.
(Edición e^n español: Menchú, Rigoberta: «Los pueblos indios en América Latina." en Pablo
I¿s mots et l¿s cl¡oses, Gallimard' París' 1967'
las cosas, Siglo XXI Editores' México'
1968)' Conzález Casanova, Democracia y Estado multíétnico en América
Laúina, UNAM, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias,
-Gilroy, Paul: The Black Atlantíc' Modetnily
-Lt'pri;;*;v and Double Consciousness'
México, 1996.
Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencr',n, Verso, Lon- Wallersteiry Immanuel: "The French Revolution as a Wo¡ld-Histo¡ical
dres, 1982. Event. " en Unthinking the Social Sciences . The Limits of Níneteenth-
Century Paradigms, Polity Press, Cambridge, 1991b.
-
Mign<rlo, Walter D.: Local histories/Global Designs. Coloniality, Subaltent
Knowledges and Bord,er Thinkittg, Princeton University Press, _ Geopolitics nnd Geoculture. Essays on the Changing Wortcl_System,
Princeton, 2000. Cambridge University Press, Cambridge, 1991a.
Mignolo, Walter D: uColonialidad del poder y diferenci a colonial,»' Anua- _ .fh1tvlayn_\orltl-System III. The Secontt Era of Great Expansion of
rio Mariateguiano, rx /70,1999. the Capitalist World-Economy,17 30-1840s, Academic press, Londres,
1989.
Nelson, Dana: National Manhood, Capitalíst Citízenship and the lmagined
Frutemity of White Ma¡, Duke University Press, Durham, 1998. _ "World-Systems Analysis,,, en A. Giddens yJ. H. Tumer, (edito-
rcs), Social Theory Today, Polity press, Cambridge, 19g2.
Quijano, Anlbal «The colonial nature of power and Latin A'merica's
cultural experience», en Roberto Briceño León y Heinz R. Sonntag .. Modern II .
Mercantilism and. the Consolidation of
.The _Workl-System
(editores), Social Knowledge: Hetitage, Challenges, Perspectiaes, lhe European World-Economy) 1600-17 S0 Academic press, Londró
I¡rternational SociologkalAssociatiory Pre{ongress Volumes, Vol. 1980.
5, 1998 (Edición en español: "La colonialidad del poder y la expe-
Moclern lNorld-System: Capítalíst Agricltlture and the Origins of
riencia cultural latinoamericana", en Roberto Briceño León y .,The
the European World-Economy ín the Síiteenth Centttry, Acaáemic
Heinz R. Sonntag (editores), Pueblo, época y tlesarrollo, Nueva So- Press, Nueva York, 1974.
ciedad, Caracas, 1998).
Whitaker, Arthur P: The Western Hemisphere ldea: Its Ríse and Decline,
"Colonialidad del poder, cultura y conocimiento en América Comell University Press, Ithaca, 1954.
Latina.» Anuario Mariateguiano. ix/9: 173-727, 7997.
Woll Eric-C.: Europe and the People Without History, University of
-Quijano, Aníbal e Immanuel Walle¡stein: "Americanity as a Concept, or Califomia Press, Berkeley, 1982.
the Americas in the Modern World-System,, Internatíonal Social
Sciences lournal, No. 134, 7992.
Silko, Leslie Ma¡mon: Alnanac oÍ the Dead, Simon & Schuster, Nueva
York, 1991.
Spence, ]onathan: The Chan's Grent Contínent. China in lNestern Minds,
W.W No¡ton and Cia., Nueva York, 1999.
Trouillot, Michel-Rolph: Silencing the Past. Power and tlrc Productíon of
Hisfory, Beacon Press, Boston, 1995.
Varese, Stefano (coordinador): Pueblos indios, soberanía y globalísmo, Bi-
blioteca Abya-Yala, Quito, 1996.
Wallerstein, Immanuel: "The geoculture of development, or the
transformation of our geoculture" , en After Liberalism, The New
Press, Nueva York, L995.