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R.·.L.·.

Plus Ultra N°98

A.·.L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.

“Orígenes de la masonería”

Introducción

La Francmasonería es una Institución universal, iniciática, filosófica y ética, integrada por personas
de espíritu libre que trabajan por el bien de la Humanidad. Su estructura fundamental se basa en
un sistema educativo, tradicional y simbólico que se lleva a cabo a través de un proceso de
perfeccionamiento personal. Invita a abordar por sí mismo las interrogantes fundamentales de la
existencia, en armonía con la naturaleza y la sociedad de la cual cada masón es parte.

Desarrolla un método iniciático tradicional fundado en un rito, basado en las enseñanzas de la


Sabiduría Antigua, para revelar los misterios de la conciencia humana, en un proceso de búsqueda
personal, que se hace en un espacio fraternal, solidario y con vivencial.
Se exalta la virtud y dignidad del ser humano, promoviendo la solidaridad y la justicia social, y se
establecen puentes para enlazar el pensar, el decir, el sentir y el actuar en beneficio de la
Humanidad.

Respeta las concepciones religiosas y políticas particulares de cada uno de sus miembros, quienes
con absoluta libertad pueden abrazar las creencias que mejor aporten a su conciencia ilustrada.
Exalta la virtud de la tolerancia, por lo que aleja de sus templos las discusiones de política partidista
y de todo sectarismo religioso.
Los masones se organizan en comunidades fraternidades denominadas Logias, que a su vez se
organizan en una Gran Logia, órgano regulador institucional, autónomo en cada país, que gobierna
exclusivamente en el territorio en que se extiende la acción de sus Logias. Prescinde de
organizaciones internacionales que determinen obligaciones para cada potencia masónica, pero en
conjunto promueven valores superiores comunes en bien de toda la Humanidad
Desarrollo

El origen histórico demostrado y más aceptado sitúa el origen de la Masonería en el siglo XIII,
procediendo de los gremios de constructores medievales de catedrales. Su historia se divide en 3
grandes periodos:

1º. La Masonería Operativa

Los ingleses llamaban free-stone-masón al albañil que se ocupaba de la piedra de adorno para
diferenciarlo del rough-masón que trabajaba la piedra bruta. Es la primera mención histórica que
derivaría en el término Francmasón (Freemason) y acabaría por designar a los seguidores de la
Masonería.
Los albañiles constructores de grandes catedrales llegaban al sitio de la obra, a menudo de
diferentes países y de diferentes lugares del país. Lo primero que edificaban era la Logia, taller
donde iban a vivir durante años, guardar las herramientas, formar a sus aprendices, transmitir sus
instrucciones y sus técnicas gremiales en un ambiente cerrado a las personas que no habían sido
admitidas tras pasar por una ceremonia de iniciación en la que debían jurar fidelidad para que esos
conocimientos no salieran del circulo de la construcción.

Logias eran escuelas profesionales y técnicas donde se enseñaba cálculo, geometría, física, a leer los
planos, etc., cuando la mayoría de la gente era analfabeta.

Ahí podían hablar libremente entre hermanos de cofradía gremial sin reparos, todos pertenecían al
gremio de los constructores. Las grandes obras arquitectónicas que se desarrollaban durante años
requerían una organización precisa y reglamentada que establecía una rígida jerarquía de
subordinaciones. Debido a ello los albañiles constituían un gremio perfectamente organizado y muy
exclusivo en el que la experiencia de cada uno determinaba los conocimientos a los que podía
aspirar.

Existía un maestro albañil que dirigía las logias. En cada logia trabajaba una docena de albañiles o
masones de diferentes categorías: maestros, compañeros y aprendices.

La admisión en el gremio exigía haber nacido libre y ser de buenas costumbres. En su rito de
iniciación, el aprendiz recibía un signo de honor con el que debía marcar todas sus obras: los signos
lapidarios. Esto duro hasta el siglo XVI.

2º. Los Masones Aceptados

Abarca el siglo XVII y principios del XVIII. Es un periodo de transición en el que las sociedades
masónicas fueron admitiendo miembros honoríficos, llamados accepted masons, cuyas profesiones
eran diferentes a las propias de la construcción. La exclusividad que suponía el control gremial fue
decreciendo con el tiempo por y la formación de nuevos albañiles fue trasladándose a otras
instituciones menos cerradas.

La decadencia de las técnicas de cantería mediante el ensamblaje de piedras y la generalización de


otras técnicas de construcción más sencillas, supuso la paulatina desaparición de las logias de
cantería, Así, algunas logias fueron aceptando a miembros profanos hasta ver a todos sus miembros
sustituidos por masones desvinculados de la actividad constructiva.

La pertenencia a este tipo de logias tuvo una gran aceptación por la necesidad de muchas personas
de disponer de un lugar de reflexión libre de dogmatismos y de restricciones.

Cada vez era mayor el número de esos asimilados mientras el elemento operativo fue
paulatinamente eliminado y poco a poco los aspectos meramente técnicos de la masonería
operativa se convirtieron en algo anacrónico.

3º. La Masonería Especulativa

1717 es la fecha que se considera de inicio de la masonería especulativa, ya que el 24 de Junio es


cuando en Londres se formó la Gran Logia de Inglaterra para compactar cuatro logias de miembros
exclusivamente profanos. Para dotarse de un cuerpo de derecho encargaron inmediatamente la
redacción de unas constituciones a dos pastores protestantes: James Anderson y Teofilo
Desaguliers. En 1723 fue publicada la primera edición de lo que será conocido como las
Constituciones de Anderson, y se convirtió en la carta magna de la masonería universal hasta
nuestros días.

Este documento es el eslabón simbólico entre la masonería operativa de los antiguos albañiles y
canteros y la masonería especulativa que ahora pasaría a ser talleres de arquitectura interior de las
personas. Es el documento más relevante de la Masonería, ya que ordena, organiza, estructura y
reglamenta la Masonería.

Se compone de cuatro partes:

1. Historia de la Masonería o del arte de construir

2. Las obligaciones de un Francmasón

3. Los Reglamentos Generales

4. Cuatro cantos masónicos con sus músicas.

División de la Masonería en el siglo XIX

Las determinaciones tomadas por los Grandes Orientes de Francia y de Bélgica en 1854,
suprimiendo el artículo que obligaba a creer en el Gran Arquitecto del Universo y en la inmortalidad
del alma y de admitir a las mujeres ocasionaron en los medios anglosajones especialmente de
Inglaterra y de Estados Unidos un verdadero escándalo. La Gran Logia Unida de Inglaterra rompió
todos los lazos con estas obediencias continentales. Se formó entonces esas dos corrientes
masónicas aun en vigor hoy, la masonería anglosajona (llamada también regular), que solo admite
hombres que creen en Dios y en la inmortalidad del alma y la masonería latina (o liberal) que se
caracterizan por interpretar liberalmente las Constituciones de Anderson y permitir iniciar y afiliar
agnósticos y ateos y dar entrada a la mujer en los trabajos de logia. La masonería anglosajona es la
más tradicional y por tanto la que más apoyo y tolerancia, ha recibido por parte de los poderes
establecidos. En los países anglosajones y nórdicos la masonería convive sin problemas con las
religiones dominantes en cada zona que en principio no es la católica.

La masonería latina liberal, en cambio, es más reaccionaria y comprometida políticamente, hasta el


punto de adoptar un carácter laico que exige como requisito de acceso la supresión de todo
concepto de Dios y la libertad de pensamiento. Los anglosajones, en cambio, mantienen la creencia
en el Gran Arquitecto del Universo.

Orígenes de la masonería en Chile

Los orígenes de la masonería en Chile se remontan a la época de la independencia, cuando la


mayoría de los líderes patriotas sudamericanos en Europa, liderados por el venezolano Francisco
de Miranda organizaron un sistema de sociedades secretas con características masónicas,
llamadas Logias Lautarinas, con el fin de independizar a América de la Corona Española.
Tras concretarse su objetivo, las logias se disolvieron en la década de 1820. Sin embargo, el interés
por la masonería continuó. En 1827 se fundó en Santiago la Logia Filantrópica Chilena, la cual
habría tenido cierta influencia en el desarrollo del pensamiento liberal, pero, tras el triunfo
conservador en la batalla de Lircay, esta iniciativa se disolvió. El interés renacería
en Valparaíso en la década de 1850, cuando extranjeros residentes fundaron la Logia Francesa L'
Etoile du Pacifíque y la Logia Americana Bethesda. Siguiendo este ejemplo, surgieron logias en el
puerto integradas por chilenos y sudamericanos: Unión Fraternal y Progreso. Al mismo tiempo,
surgió en Concepción la logia Aurora de Chile y en Copiapó la Logia Orden y Libertad.

En 1862 las logias masónicas chilenas decidieron dejar de estar adscritas a grandes logias europeas
y organizaron para este efecto la Gran Logia de Chile, como un ente superior y centralizador con
sede en la ciudad de Valparaíso, su primer Serenísimo Gran Maestro fue el radical y
superintendente de bomberos Juan de Dios Arlegui.

Conclusión

La finalidad de la Masonería ya no es construir templos, sino edificar el templo del amor y de la


fraternidad universal a la gloria del Gran Arquitecto del Universo. Su concepto religioso era muy
amplio y vago para dar cabida a fieles de todos los credos.

Los masones se reconocían como hermanos y defendían la igualdad de todos los miembros. Por
medio de la tolerancia, la fraternidad y la libertad intentaban acotar los desmanes de su época,
protagonizados por los fanatismos y guerras de religión.

S.·.F.·.U.·.

Jorge Ruiz Romero.

Aprendiz de Masón

Valle de Santiago, 17 de marzo de 2021, E.V.


BIBLIOGRAFIA

– El libro del aprendiz Owald Wirth

– https://es.scribd.com

- http://ubiobio.cl

- https://www.granlogia.cl

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