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El documento habla sobre la importancia de pagar el diezmo de forma íntegra. Explica que al hacerlo, Dios derrama bendiciones sobre nosotros y aumenta nuestra fe. También nos prepara para vivir la ley de consagración y sentir más amor hacia Dios y hacia los demás. Al pagar diezmos, ayudamos al Señor a bendecir a personas en todo el mundo.
El documento habla sobre la importancia de pagar el diezmo de forma íntegra. Explica que al hacerlo, Dios derrama bendiciones sobre nosotros y aumenta nuestra fe. También nos prepara para vivir la ley de consagración y sentir más amor hacia Dios y hacia los demás. Al pagar diezmos, ayudamos al Señor a bendecir a personas en todo el mundo.
El documento habla sobre la importancia de pagar el diezmo de forma íntegra. Explica que al hacerlo, Dios derrama bendiciones sobre nosotros y aumenta nuestra fe. También nos prepara para vivir la ley de consagración y sentir más amor hacia Dios y hacia los demás. Al pagar diezmos, ayudamos al Señor a bendecir a personas en todo el mundo.
presidencia de estaca por la oportunidad de dirigirme
a ustedes y ruego que el Santo Espíritu pueda edificarnos con respecto al tema que se me ha asignado para hablarles. Con el transcurrir de mi vida en el evangelio he llegado a tener la convicción que muchas de las cosas que me suceden vienen como consecuencia de mis acciones. Aunque este conocimiento no ha venido en un “tris” sino que ha sido línea por línea y precepto tras precepto y con el poner en practica la obediencia. Cuantas veces he elegido hacer las cosas a mi manera para más tarde descubrir que el Señor nos indica un camino más fácil de hacer las cosas. Últimamente cuando pienso en el tema de mi discurso viene a mi mente la vida de niño del presidente Dieter Frederic Utchdorf, quien reflexiona mucho sobre la época de la postguerra en Alemania, por allá por año de 1945, cuando tuvieron que subsistir con la ayuda enviada por los hermanos de América y gracias al programa de bienestar de la Iglesia. Para mi uno de los años mas duros fue el año 2000, poco después en que muchas empresas del acero tuvieron que cerrar sus puertas debido a la crisis del año 1999 en que las ventas del acero bajaron a niveles insostenibles, por lo que muchas familias quedaron sin un medio fijo como satisfacer sus necesidades. Podría decir que mi familia se vio afectada por los nueve meses más largos y angustiosos de nuestra vida en los que tanto mi esposa como mi persona nos encontrábamos sin un empleo fijo. Fue en esta época cuando en una ocasión el señor me bendijo por medio de un bondadoso hermano que me socorrió con varios pollos y varios kilos de queso, esa ayuda llegó en el momento justo. Parte de ella sirvió para socorrer a una vecina que tenia un hijo y no había podido cobrar en un mes porque se encontraba de reposo. Aun siendo un pagador de diezmos integro no utilice los medios del Señor al no acudir a mi Obispo. He aprendido la lección, línea por línea, si me tocara volver a vivir una situación parecida, que mi Obispo no tenga la menor duda que sin ninguna pena y ni orgullo concurriré a pedir su ayuda. Si hacemos las cosas a la manera del Señor seremos más felices que si la hacemos a la nuestra. La razón por la que Dios nos da mandamientos es para bendecirnos. Por D & C 14:7 sabemos que Él quiere concedernos la vida eterna, el mayor de todos Sus dones. Por D & C 88:22 sabemos que A fin de recibir el don de vivir con Él para siempre como familias en el reino celestial, tenemos que ser capaces de vivir las leyes de ese reino. Él nos ha dado mandamientos en esta vida para ayudarnos a desarrollar esa habilidad. La ley del diezmo es uno de esos mandamientos preparatorios. La ley requiere que demos al Señor la décima parte de todos nuestros ingresos, y es tan sencilla que hasta un niño la puede entender. Paguen sus diezmos y ofrendas para que Dios los bendiga, no para que el hombre lo vea en una papeleta. Una de las bendiciones que se reciben al pagar un diezmo íntegro es la fe para vivir una ley aún más elevada. Para vivir en el reino celestial, debemos vivir la ley de consagración. Allí tenemos que ser capaces de sentir que todo lo que somos y todo lo que tenemos pertenece a Dios. Por Lucas 12: 33-34 sabemos: Vended lo que poseéis y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que nunca se agote, donde ladrón no llega ni polilla corrompe. Porque donde está vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón. ¿Para que tanto afán si sabemos que una única muda de ropa es lo que no llevaremos a la sepultura? Hay por lo menos tres maneras en las que el pagar un diezmo íntegro en esta vida nos prepara para sentir lo que tenemos que sentir a fin de recibir el don de la vida eterna. Primero, cuando pagamos nuestro diezmo a la Iglesia, nuestro Padre Celestial derrama bendiciones sobre nosotros. Todo aquel que siempre haya pagado un diezmo íntegro sabe que eso es verdad. Las bendiciones a veces son espirituales y otras veces temporales. Se dan en el tiempo del Señor y de acuerdo con lo que Él sabe que es mejor para nosotros. Recuerdo que en el año 2000 tuve un momento de vacilación cuando me dije “¿donde están las bendiciones prometidas?” Once años mas tarde puedo ver a mis hijos ya adultos, estudiando carreras universitarias, no recuerdo que haya faltado un bocado de alimento en mi casa, nos hemos mudado a una casa espaciosa, mi hijo decidió ir a una misión de regla, otra de mis hijas se prepara para ello, tres de mis seis hermanos entraron en las aguas bautismales y el menor de mis hermanos se encuentra cumpliendo una misión de regla, les comento que me parece curioso que esté en la misma misión que mi hijo: Maracaibo. Mi esposa aceptó el evangelio hace unos pocos años, este año pude sellarme a ella y a mis dos hijas, espero que regrese el varón dentro de 363 días para hacer lo propio, y muchas, pero muchas cosas más que llenan de gozo mi corazón. Cuando se reciben esas bendiciones, aumenta nuestra fe en que Dios es la fuente de todo lo bueno en nuestra vida, y se nos facilita apreciar que la consagración simplemente reconoce la verdad de que todas las creaciones de Dios son de Él. Nos hace sentir gratitud de que Él sólo pida el 10 por ciento de lo que ya nos ha dado; y así estamos mejor preparados para vivir la ley de consagración cuando se nos pida hacerlo. Segundo, todos los que con regularidad hemos pagado un diezmo íntegro sentimos más confianza de pedirle a Dios lo que nuestra familia y nosotros necesitamos. Por Malaquías 3.10 sabemos que Él ha prometido más bendiciones de las que podamos recibir cuando hayamos sido fieles a nuestro convenio de pagar nuestro diezmo. De modo que una de las grandes bendiciones del diezmo es la confianza en lo que nos depara el futuro. Sean cuales fueren nuestras circunstancias, las cosas resultarán para nuestro bien. Al cumplir nuestras promesas, Él cumplirá las Suyas. El sentimiento de paz es una de las grandes bendiciones de pagar un diezmo íntegro. Quienes han cumplido con el mandamiento del diezmo pueden testificar que la bendición de la paz es real y valiosa. Recuerdo que en una ocasión después de haber superado la crisis del año 2000, quise engañarme a mi mismo retrasando el pago de mis diezmos, hermanos nunca hagan esto. No pude por mi mismo pagar el diezmo retrazado. Gracias que pude hablar a tiempo con mi Obispo pude salir del atolladero, pero lo cierto es que intentar hacer las cosas a mi manera por creer que yo podía dejo un sabor amargo en mi boca. Reitero a ustedes jóvenes poseedores del Sacerdocio Aarónico y a mis hermanos adultos cuando recuerden mi discurso, recuerden en no dejar para después el diezmo. Les sugiero que lo aparten antes de cualquier cosa. La paz que se siente al estar en orden con el señor es inigualable. Tercero, quienes pagan el diezmo sienten más amor hacia Dios y hacia todos los hijos de Dios. Ese aumento de amor proviene de comprender la forma en que el Padre utiliza los diezmos que donamos para bendecir a las personas en este mundo y por la eternidad. Por Marcos 12:41-44 sabemos Y estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. Y vino una viuda pobre y echó dos blancas, que son un cuadrante. Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado al arca, porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento. El día en que nuestro corazón tenga la vista fija en las cosas de nuestro Padre Celestial sentiremos gozo al llenar las papeletitas de ofrendas por completo, quiero decir todos los renglones, ofrendas de ayuno, ayuda humanitaria, fondo perpetuo para la educación, libro de mormón, fondo misional local. Mediante Sus siervos autorizados, Él utiliza los diezmos con mucho cuidado. El que paga diezmos ayuda al Señor a construir templos en donde las familias pueden sellarse para siempre; el que paga diezmos ayuda al Señor a llevar el Evangelio a la gente de todas partes. El que paga diezmos ayuda al Señor a aliviar el hambre y el sufrimiento, a Su manera y por medio de Sus siervos. Cualquiera de esos siervos puede decirles la forma en que aumentó el amor porque el diezmo se utilizó para bendecir a las personas; y también es así con el que fielmente paga diezmos. Este domingo 16 de Octubre tendremos la reunión de ayuno y testimonio en nuestros barrios, les digo que estoy deseoso que llegue ese día para llevar los diezmos a mi Obispo. El presidente Gordón B Hinckley contó en una ocasión que cuando era niño su padre lo llevaba cada diciembre a la casa de su Obispo Duncan para el ajuste de diezmos. También dice, y cito “nos sentábamos todos en la sala de la casa del obispo y, uno por uno, nos invitaba a pasar al comedor. Nuestro diezmo era quizás de 25 o de 50 centavos, pero era un diezmo integro. Nos extendía un recibo y anotaba la suma en los registros del barrio. La cantidad tal vez haya sido tan insignificante que costó mas registrarla que su valor en sí. Sin embargo, estableció un hábito que continuó a través de los años” fin de la cita. Estemos atentos que dentro de muy poco tiempo nuestros obispos comenzaran a hacer el llamado para uno de los momentos de mayor paz en nuestras vidas como es declararnos íntegros en la entrevistas de ajuste de diezmo. No esperemos hasta última hora para ponernos al día en nuestro pago de diezmos y ofrendas. Que podamos comprender que el ser obediente a todas las leyes de Dios, comenzando por las más pequeñas, como sería obedecer la ley del diezmo sin ocultar ni un céntimo para que las ventanas de los cielos se abran para nosotros a fin de recibir el Don de vivir con Dios. Sé que todos los mandamientos son para bendecirnos y somos nosotros los que decimos no quiero mas bendiciones, ósea decimos con nuestras acciones quédense allá arriba no bajen. Se que José Smith es el instrumento que Dios empleó para restaurar el evangelio y su iglesia, se que Dios mismo dirige su Iglesia por medio del poder del sacerdocio, se que Tomas Spencer Monson es el profeta de nuestros días y que recibe revelación, se que el libro de Mormon es otro testamento de Jesucristo, Se que esta es su iglesia y que el vive Ruego que puedan sentir la paz de poder declararse íntegros en la próximo ajuste de Diezmo y les dejo mi amor y bendiciones en el sagrado nombre de Jesucristo. Amén.