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JORNADAS DE ACTUALIZACIÓN EN PREVENCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS 2009

D I S T R I B U C I Ó N G R A T U I T A
JORNADAS DE ACTUALIZACIÓN
EN PREVENCIÓN DEL CONSUMO
DE DROGAS 2009
Compendio de Presentaciones

Compendio de Presentaciones
Edita
Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas - DEVIDA
Gerencia de Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas
Av. Benavides 2199-B, Lima 18. Perú.
Pagina web: www.devida.gob.pe

Impresión
Servicios Gráficos 2001 S.R.L.
Los Corales 377 Urb. Balconcillo, Lima 13

Diseño y Diagramación
Alesandri Euler Huamán Salinas

Lima – Perú, 2009


JORNADAS DE ACTUALIZACIÓN EN PREVENCIÓN DEL CONSUMO
DE DROGAS 2009
COMISIÓN NACIONAL PARA EL DESARROLLO Y VIDA SIN DROGAS - DEVIDA

Rómulo Pizarro Tomasio


Presidente Ejecutivo

Abel Hermoza Jerí


Gerente General

Eduardo Haro Estabridis


Gerente de Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas

Cesar Perea Chumbe


Coordinador del Área de Prevención – Gerencia de Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas

Coordinación Técnica

William Cabanillas Rojas


Especialista -Gerencia de Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas

Sobre los expositores (en orden alfabético)

Inés Bustamante Chavez


Licenciada en Psicología (Pontificia Universidad Católica del Perú). Master en Ciencias de la Salud
(Bloomberg School of Public Health. The Johns Hopkins University) y maestro en Salud Pública (Universidad
Peruana Cayetano Heredia). Profesora asociada de la Facultad de Salud Pública y Administración “Carlos
Vidal Layseca”, Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH). Participante del “Programa Internacional
de Desarrollo de Capacidades en Investigación para Profesionales de la Salud y Profesiones Afines para
estudiar Problemas de Drogas en Latinoamérica y el Caribe” (Universidad de Toronto/ CICAD-OEA) y
Programa Hubert H. Humphrey en prevención, tratamiento y políticas para el abuso de drogas en The
Johns Hopkins University.

Alicia Castro Rivera


Licenciada en Psicología por la Universidad Ricardo Palma, con un Master en Psicología Comunitaria
obtenido en la Universidad de Barcelona. Con amplia experiencia profesional principalmente en el campo
de salud y educación en proyectos sociales. Ha impulsado alianzas estratégicas público - privadas en
procesos de incidencia política, formado equipos de trabajo orientados a resultados. Planificado y
facilitado procesos de gestión del conocimiento. Realizado estudios y sistematizado experiencias, con una
importante producción de publicaciones. En los últimos años como consultora de agencias de cooperación
(Cooperación Alemana al Desarrollo - GTZ) y organismos internacionales (Organización Panamericana
de la Salud, OPS). Ha focalizado su experiencia en el desarrollo de estrategias integrales e innovadoras
impulsando herramientas probadas de intervención.

Roberto Alfonso Gushiken Miyagui


Médico. Magíster en Salud Pública con énfasis en Salud Mental, Magíster en Ciencias Sociales.
Experiencia en diseño, gestión y sistematización de programas y proyectos de intervención en salud pública,
con énfasis en violencia urbana y violencia juvenil. Experiencia en formulación de planes locales, regionales
y nacionales participativos de salud y seguridad ciudadana. Experiencia en evaluación y diseño de sistemas
de información de eventos violentos. Experiencia en supervisión de políticas públicas y servicios de salud
mental con enfoque de derechos. Experiencia en docencia universitaria y capacitación de recursos humanos
comunitarios. Investigaciones y publicaciones sobre salud mental, violencia juvenil y seguridad ciudadana.

Yesenia Musayón Oblitas


Profesora Principal de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Licenciada en Enfermería – UPCH,
Doctor en Salud Pública – UPCH, Magister en Docencia e Investigación en Educación Superior - UPCH,
Maestría en Epidemiología – Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Specialization in Research to
Study the Drug Phenomenon in the Americas - Organization of American States / CICAD, Universidad
de Alberta – Canadá. Especialidad en Estadística aplicada a la Investigación – UPCH. Docente de pre y
postgrado de la Facultad de Enfermería de la UPCH. Profesora invitada de la Universidad Federal de Rio
de Janeiro. Editora Científica de la Revista Enfermería Herediana. Autora de diversos artículos en temas
de consumo de alcohol publicados en revistas indexadas de Perú, Brasil, Chile, Colombia, México, Estados
Unidos, España, Suiza, India. Consultora en temas de salud pública y epidemiología, para el Ministerio de
Salud, Instituto Nacional de Salud, Defensoría del Pueblo, entre otros.

Edwin Peñaherrera Sanchez


Consultor en temas de salud pública y desarrollo comunitario. Cuenta con experiencia en el diseño,
gestión y monitoreo de programas y proyectos sociales con base en el empoderamiento comunitario,
dirección de procesos participativos para el diagnóstico y la intervención psicosocial en materia de desarrollo
juvenil, Salud y desarrollo con enfoque de promoción de la salud. Ha realizado consultorías para agencias
de cooperación internacional al desarrollo como la Embajada Americana (NAS), GTZ, la Cooperación
Técnica Belga (CTB), UNFPA y DEVIDA. Ex Director Nacional de promoción de la salud y Ex presidente y
secretario técnico del Comité Nacional de Promoción de la salud del Consejo Nacional Descentralizado de
Salud del MINSA. Actual representante de la Unión Internacional de Promoción de la Salud y Educación
para la Salud, UIPES, para la región andina, organismo colaborador de la OMS/PAHO. Es coordinador de
la Unidad de Promoción de la Salud de la Facultad de Salud Pública, FASPA de la Universidad Peruana
Cayetano Heredia.

Marina Piazza Ferrand


Coordina la Unidad de Investigación de Salud Mental y Consumo de Drogas en la Facultad de Salud
Pública y Administración de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH). Es Psicóloga Clínica
(PUCP) con Maestría en Salud Pública y doctorado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad
Johns Hopkins. Becaria Hubert Humphrey, Universidad Johns Hopkins; estudios posdoctorales adicionales,
Centro de Promoción de la Salud y Prevención de las Enfermedades de los Adolescentes en Baltimore
(Maryland). Es profesora de Epidemiologia y Métodos de Investigación.
ÍNDICE

Presentación .................................................................................................................................................1
Aportes de la promoción de la salud a la prevención del consumo de drogas.
Edwin Peñaherrera.........................................................................................................................................3
El rol de la familia en la prevención del consumo de drogas: Avances y retos de los programas
preventivos en el ámbito familiar.
Alicia Castro .................................................................................................................................................22
Consumo de drogas y violencia juvenil: Hacía un marco comprensivo para la generación de políticas
y programas de prevención.
Roberto Gushiken .......................................................................................................................................39
El consumo de drogas desde una perspectiva evolutiva y su aplicación a las políticas e intervenciones
preventivas.
Inés Bustamante ..........................................................................................................................................52
El rol de la investigación en el diseño, implantación y evaluación de programas preventivos del
consumo de drogas.
Marina Piazza...............................................................................................................................................78
Impacto de los programas preventivos del consumo de alcohol.

Yesenia Musayón .........................................................................................................................................93


PRESENTACIÓN

Los datos provenientes de los diversos estudios efectuados por nuestra institución muestran la importante
magnitud de la problemática del consumo de drogas en el Perú, siendo necesaria la realización de diversas
acciones para una intervención preventiva y asistencial responsable. Esta actitud responsable no solo se
expresa en una buena voluntad o ánimo de ayuda, exige también un compromiso de formación permanente
donde una teoría sólidamente cimentada en bases científicas y metodologías efectivas de actuación se
articulen. En esa orientación las Jornadas de Actualización en Prevención del Consumo de Drogas 2009
buscan esa articulación proveyendo a los diversos involucrados de información relevante para su aplicación
en los diversos escenarios preventivos.

Este año se han priorizado temas que cubren diversas necesidades de conocimiento. Se exploran las
implicancias de los conceptos de promoción de la salud y prevención del consumo de drogas como punto
de partida para una selección más precisa de la intervención y de las poblaciones objetivo. También se
realiza un análisis sobre el rol de la familia en la prevención del consumo de drogas y de las oportunidades
de trabajo preventivo eficaz a través del Programa Familias Fuertes. Profundizaremos sobre la importante
función que cumple la investigación científica en el diseño, implementación y evaluación de programas
preventivos, tema que es fundamental para el mejoramiento de nuestra labor. La violencia y seguridad
ciudadana son problemáticas vinculadas al consumo de drogas y como tal son parte de nuestra reflexión
para estas jornadas, proponiéndose diversas respuesta para un abordaje comprensivo e integral. De otro
lado, se analizará el consumo de drogas desde una perspectiva evolutiva, ofreciendo pautas importantes
para intervención preventiva temprana. Finalmente, se describirán los impactos negativos del consumo
de alcohol en nuestra sociedad complementándose con una detallada presentación de las intervenciones
preventivas más eficaces para este problema.

En suma, estas jornadas equilibran contenidos que amplían nuestro panorama conceptual sobre el
consumo de drogas, comprendiendo mejor su complejidad, e inspirando a reforzar nuestra labor preventiva
a través de la innovación y la solidez científica. Los especialistas nacionales invitados para estas jornadas
son muestra del potencial existente en nuestro país para generar espacios permanentes de formación y
obtener una continua optimización del trabajo preventivo.

Rómulo Pizarro Tomasio


Presidente Ejecutivo

Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas - DEVIDA

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APORTES DE LA PROMOCIÓN DE LA SALUD A LA
PREVENCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS
Edwin Peñaherrera Sánchez

INTRODUCCIÓN

La prevención del consumo de drogas tiene en el Perú una experiencia acumulada de más de 20 años,
habiendo estado durante mucho tiempo a cargo principalmente de organizaciones no gubernamentales,
como CEDRO. Desde el estado el Ministerio de Educación con su oficina de prevención del consumo de
drogas fue la institución que lideró el trabajo en este campo. Estas instituciones centraron sus acciones
fundamentalmente en centros educativos, desplegando diversas estrategias que buscaron, de manera
inicial, fortalecer al individuo para que enfrente con mayores recursos los factores de riesgo que incitaban
el consumo. Más adelante se reconoció la necesidad de llevar a cabo intervenciones más sistémicas que
incorporasen también condiciones del entorno. Desde el año 1996, el Estado peruano conforma la Comisión
Nacional de Lucha Contra las Drogas, Contradrogas, entidad que asumió el liderazgo nacional institucional
para la lucha contra las drogas en los frentes de la interdicción y la prevención del consumo. Esta institución
desarrolló durante los años 2003 al 2007 una muy interesante experiencia comunitaria articulando los
enfoques de prevención y promoción de la salud. El enfoque de promoción de la salud ha tenido un impulso
importante en el país desde su conformación como Dirección Ejecutiva en el Ministerio de Salud el año
2001. Estos enfoques de salud pública tienen algunos puntos de encuentro, pero también diferencias que
resultan necesarias exponer para buscar la mejor articulación posible, pues a fin de cuentas son, como
se dirá coloquialmente, las dos caras de una misma moneda. El presente trabajo, busca exponer ambas
perspectivas de trabajo como una contribución a esclarecer estas aproximaciones desde lo conceptual y
desde lo práctica, presentando justamente la experiencia de los Comités Multisectoriales de Prevención del
Consumo de drogas, que fue el eje de la experiencia de la Cooperación Técnica Belga y DEVIDA, señalado
líneas arriba.

Empezaremos por presentar los principales conceptos y estrategias de la prevención del consumo de
drogas, para luego presentar de igual modo los sustentos teóricos de la promoción de la salud. Finalizaremos
el artículo, con la descripción de lo que fue la experiencia de implementación del Programa de Cooperación
bilateral DEVIDA- CTB, que será de utilidad para comprender cómo en la práctica la articulación es posible,
y en nuestra opinión fundamental para enfrentar con éxito este problema de salud pública, como es el
consumo de drogas.

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PREVENCIÓN UNIVERSAL

La prevención del consumo de drogas busca reducir el número de personas que se inician en el consumo
de una sustancia psicoactiva, posponiendo el inicio temprano del mismo hasta una edad más tardía,
reduciendo al menos, de este modo, la magnitud del fenómeno de la drogodependencia (Rhodes et al.,
2003). La prevención del consumo de drogas implica la educación en materia de estupefacientes y la
advertencia sobre sus peligros, aunque no se limita a estas dos cuestiones. De hecho, este elemento
específico de las drogas constituye únicamente una pequeña parte de la prevención del consumo de estas
sustancias. Una estrategia será eficaz si combina información sobre las drogas en cuestión con técnicas de
comportamiento y cognitivas (creencias normativas) concretas que influyan, a modo de prevención, en las
pautas de consumo de drogas (Flay, 2000).

Los principios y el contenido de las actuales estrategias de prevención del consumo de drogas,
especialmente de los programas de prevención universal puestos en marcha en escuelas, se basan en
pruebas científicas. Los efectos medibles a largo plazo, aún cuando sean mínimos (Stothard y Ashton,
2000), constituyen un gran logro si se consiguen en grandes poblaciones. Los principios básicos, lo que
funciona y lo que no, están actualmente bien definidos y existen varios enfoques de probada eficacia entre
los que figuran la enseñanza interactiva, con base en pares (Tobler y Stratton, 1997), la modificación de
creencias normativas (Flay, 2000), la prioridad de las aptitudes sociales y la disponibilidad de información
básica sobre las distintas sustancias; todos estos enfoques deben ser equilibrados y relevantes para la
realidad social de los jóvenes (Hansen, 1992; Dusenbury y Falco, 1995; Paglia y Room, 1999; Tobler et
al., 2000; Tobler, 2001). En la práctica, los legisladores y profesionales de varios Estados miembros de la
UE, siguen dando prioridad a enfoques que han demostrado su ineficacia, como la educación afectiva (por
ejemplo, fomentar la autoestima, que es una práctica habitual en Alemania), la oferta informativa (aumentar
la concienciación) y la reflexión.

A diferencia de lo que ocurre en el ámbito de la prevención universal, dirigida a un amplio espectro de


la sociedad, la prevención selectiva se centra en grupos o individuos vulnerables. La prevención selectiva
recurre a los conocimientos existentes (preferentemente a escala local) sobre los factores de riesgo, los
grupos vulnerables y los vecinos problemáticos para ofrecer respuestas allí donde el riesgo de tener
problemas relacionados con las drogas es mayor.

FACTORES DE PROTECCIÓN Y FACTORES DE RIESGO

Las investigaciones muestran la existencia tanto de factores generales que incrementan el riesgo de que
las personas consuman drogas, como de otros que actúan de manera protectora. La información dada a
través de campañas masivas como estrategia de prevención ha demostrado ser insuficiente para grupos
objetivo específicos. El foco entonces ha ido cambiando hacia reducir o limitar la exposición o presencia
de factores de riesgo. El fortalecimiento de factores de protección muestra que es tan efectivo como las
estrategias de reducción de factores de riesgo, en la medida que ofrece oportunidades y alternativas a las
personas, desarrolla habilidades y competencias así como la capacidad de realizar elecciones informadas.

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Factores de riesgo:

 Factores de riesgo familiares (desintegración familiar, criminalidad y abuso de drogas en la familia,


una supervisión deficiente).
 Redes de pares (los amigos y grupos de pares generan oportunidades para el uso y mantenimiento
del uso de drogas).
 Factores sociales (baja asistencia a clases, bajo rendimiento, abandono de la escuela).
 Influencias ambientales (disponibilidad de drogas, reglas y normas sociales, valores y normas
relativas al uso de alcohol y tabaco y drogas ilegales).
 Factores individuales (baja autoestima, bajo autocontrol, habilidades de ajuste social inadecuadas,
búsqueda de sensaciones, depresión, ansiedad y eventos de vida estresantes).

Factores de protección:

 Factores familiares (límites y relaciones positivas con al menos un mentor fuera de la familia
inmediata, supervisión familiar consistente y alta)
 Factores educacionales (aspiraciones educacionales altas, buenas relaciones alumno-docente)
 Características individuales (buen nivel de autoestima, baja impulsividad, buen nivel de motivación)

(Fuente: UNDCP: World Drug Report, 2000)

El cuadro a continuación describe cómo los factores de riesgo y de protección afectan a las personas en
cinco dominios, o ambientes, donde se pueden realizar las intervenciones.
Los factores de riesgo pueden influenciar el abuso de drogas de varias maneras. Mientras más son los
riesgos a los que está expuesto un niño, mayor es la probabilidad de que el niño abuse de las drogas.
Algunos de los factores de riesgo pueden ser más poderosos que otros durante ciertas etapas del desarrollo,
como la presión de los compañeros durante los años de la adolescencia; al igual que algunos factores de
protección, como un fuerte vínculo entre padres e hijos, pueden tener un impacto mayor en reducir los
riesgos durante los primeros años de la niñez. Una meta importante de la prevención es cambiar el balance
entre los factores de riesgo y los de protección de manera que los factores de protección excedan a los de
riesgo.

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Tabla 1. Relación entre los factores de riesgo y protección según dominios

Factores de Riesgo Dominio Factores de Protección

Conducta agresiva precoz Individual Auto-control

Falta de supervisión de los padres Familia Monitoreo de los padres

Abuso de sustancias Compañeros Aptitud académica

Disponibilidad de drogas Escuela Políticas anti-drogas

Pobreza Comunidad Fuerte apego al barrio

Naidoo y Willis (2000), presentan un gráfico muy esclarecedor acerca del modo cómo distintas variables
interactúan para crear condiciones favorables al consumo de drogas, lo que nos permite pasar a continuación
a desarrollar el enfoque de promoción de la salud, denominado por algunos como la Nueva Salud Pública.

MODELO COMPRENSIVO DEL USO DE DROGAS


Naidoo y Willis (2000):

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PROMOCIÓN DE LA SALUD
Cuando hablamos de promoción de la salud estamos refiriéndonos al proceso de habilitar y facultar a
las personas para incrementar el control sobre su salud y mejorarla. Es un proceso que busca desarrollar
habilidades personales y generar los mecanismos administrativos, organizativos y políticos que faciliten a
las personas y grupos tener mayor control sobre su salud y mejorarla.
Como se ha señalado anteriormente, concebir la salud más allá de la enfermedad lleva a considerar
cuales son las condiciones que hacen que las personas se sientan bien en los lugares donde viven. A
continuación algunos aspectos que pasan a tener importancia para la salud integral.

Componentes de una buena salud

 Sentimientos de vitalidad y energía


 Tener buenas relaciones sociales
 Experimentar un sentido de control sobre la propia vida y las condiciones de vida
 Tener un sentido de propósito de vida
 Ejercer derechos y asumir responsabilidades en la vida comunitaria
 Experimentar ser parte de una comunidad

Es un proceso que busca desarrollar habilidades personales y generar los mecanismos administrativos,
organizativos y políticos que faciliten a las personas y grupos tener mayor control sobre su salud y mejorarla.

También busca lograr un estado de bienestar físico, mental y social, en el que los individuos y/o grupos
puedan tener la posibilidad de identificar y lograr aspiraciones, satisfacer necesidades y poder cambiar o
hacer frente a su entorno.

La Organización Panamericana de la Salud define la promoción de la salud como el resultado de todas


las acciones emprendidas por los diferentes sectores sociales para el desarrollo de mejores condiciones de
salud personal y colectiva para toda la población en el contexto de su vida cotidiana.

Green en el año 1987 define la promoción de la salud como cualquier acción de comunicación y educación
para la salud así como todos los esfuerzos organizacionales, políticos, económicos y ambientales orientados
a promover conductas saludables.

El Ministro Canadiense de salud y bienestar, Marc Lalonde, (1974) identificó cuatro causas no-médicas
que influyen los estados de salud:

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Campo de la Salud
 Inadecuada atención primaria de salud
 Factores comportamentales –corporativos e individuales
 Polución del medio ambiente
 Características bio-físicas

Estrategias para la Promoción de la Salud


 Comunicación y Educación para la Salud
 Alianzas Estratégicas/Intersectorialidad
 Formación y/o fortalecimiento de Agentes Comunitarios
 Impulso a la creación de Municipios Saludables
 Impulso a la creación de Escuelas Saludables
 Evidencias basadas en la investigación
 Reorientación de servicios con enfoque de promoción de la salud

Proceso de Salud – Enfermedad

El Proceso de Salud / Enfermedad es multifactorial y está constituido por fenómenos interactivos en rel-
ación con el ambiente tanto físico, biológico, socioeconómico y cultural, por lo que resulta complejo en su
desarrollo.
El concepto central de Promoción de la Salud e inspirador de muchas de sus ideas más innovadoras es
el de salud en sí misma, no la enfermedad ni la patología. Este giro conceptual resulta fundamental pues lo
que interesa es conocer mejor acerca de los determinantes de la salud.
La Organización Mundial para la Salud (OMS) define la salud como un estado de completo bienestar
físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o defecto.

Relación entre Salud y Enfermedad

Esta definición distingue entre la salud definida negativamente - como la ausencia de enfermedad o
tener algún defecto (ambas connotaciones negativas) - y la salud vista positivamente como vinculada a una
cualidad (positiva - bienestar), como ser productivo, tener un propósito de vida, participar activamente en el
desarrollo de su comunidad.
Según Tannanhill (1999), la Promoción de la Salud comprende los esfuerzos orientados a incrementar la
salud positiva y reducir el riesgo de sentirse mal a través de las esferas superpuestas de educación para la
salud, prevención y protección de la salud, en relación con políticas y normas que regulan las condiciones
de vida de las personas.

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MODELO DE PROMOCIÓN DE LA SALUD
TANNANHIL

Modelo de salud: La salud definida positivamente destaca los aspectos de la salud propiamente dicha,
relacionados con bienestar y con todo aquello que contribuye a que las personas tengan un mayor control
sobre su salud. Por ejemplo, el incremento de oportunidades para el logro de aspiraciones personales y
colectivas, favoreciendo la participación y el sentido de pertenencia e identidad comunitaria, el acceso a
la recreación, cultura, educación, y empleo, son aspectos ligados al concepto de salud positiva. La salud
definida negativamente está relacionada con la manera tradicional de concebir la salud, es decir con la
prevención y el control de enfermedades. El modelo de salud que incorpora la salud positiva, plantea la
importancia de entender que la salud está relacionada tanto con la reducción de la salud negativa, como con
el fortalecimiento de la salud positiva. Focalizar solo en una de ellas descuida la otra. Desde esta dimensión
de la salud, las acciones se dirigen tanto a impactar en los determinantes de la salud, como a favorecer el
desarrollo de procesos de empoderamiento y corresponsabilidad social. En estas acciones deben intervenir
no sólo el sector salud, sino otros sectores y actores sociales como educación, economía, interior, así
como líderes y organizaciones comunitarias. La salud definida positivamente, busca promover estilos de
vida sana, más que prevenir el daño. Se asume, sin embargo, que este se reducirá en el largo plazo. En
este escenario, es especialmente importante destacar el papel de la ciudadanía e incorporarla como actor
principal de esta estrategia y como protagonista de ese nuevo modelo, centrado en las necesidades no sólo
de los enfermos, sino también de los sanos.

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MODELO DE SALUD

Desde esta perspectiva la salud positiva tiene dos componentes: bienestar y estar saludable, es
decir estar apto para y sentirse ser capaz de actuar proactivamente. El logro de bienestar puede ser
meramente subjetivo, pero para ser un componente de salud positiva debe reflejar un creciente proceso
de empoderamiento el cual debe ser realzado a través del desarrollo de habilidades sociales y de generar
entornos favorables a la salud. En otras palabras individuos empoderados en ambientes favorables a las
prácticas saludables cierran el círculo. Desde este modelo entonces es necesario tomar en cuenta los
distintos escenarios en los cuales las personas viven el día a día, como son: el ámbito comunitario, el
municipio, los lugares de trabajo, los centros educativos entre otros.

PERSPECTIVA ECOLÓGICA DE LOS PROCESOS DE SALUD Y ENFERMEDAD


La explicación ecológica del proceso salud -enfermedad se ha considerado fundamental para la
planificación y la evaluación de intervenciones en Salud Pública (en general para la gestión de políticas
de salud). Se hace necesario reconocer no solo la explicación clínica de la salud y la enfermedad, sino
también la ambiental para incorporar conocimientos que posibiliten actuar de manera preventiva ante las
enfermedades, y entender y promocionar las prácticas saludables en la población.
Es así como el modelo Ecológico forma parte del proceso de salud y enfermedad, al ser éste el que se
preocupa por TODO el ambiente que conforma a una comunidad determinada y NO por el individuo aislado
únicamente, parte de la idea de que si un individuo interactúa con un medio ambiente y ayuda a mejorarlo,
ayuda a mejorarse a sí mismo.
Bronfenbrenner (1977, 1979) presenta un modelo ecológico del desarrollo humano, en el propone que es
importante considerar el estudio de los ambientes en los que las personas se desenvuelven socialmente.
Bronfenbrenner defiende el desarrollo como un cambio perdurable en el modo en que la persona percibe el
ambiente que le rodea (su ambiente ecológico) y en el modo en que se relaciona con él.

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El autor señala que debe existir una adaptación mutua entre el ser humano y su medio ambiente, en el
que no sólo el ambiente influye en la persona, si no que ésta también influye en él, llegando a cambiarlo
si lo considera necesario. Cuando Bronfenbrenner se refiere al concepto de “ambiente”, éste va más allá
del entorno inmediato y abarca las relaciones entre los distintos entornos y la influencia que reciben de
entornos más amplios. Concretamente propone un modelo teórico que contiene cuatro niveles o sistemas
que actúan en conjunto para afectar directa e indirectamente sobre el desarrollo de las personas:
Microsistema: está referido a las actividades, roles, relaciones interpersonales que la persona establece
en el medio ambiente directo en el que participa. Por ejemplo en el caso de los niños las relaciones que
desarrollan en la familia y en la escuela.
Mesosistema: comprende las interrelaciones entre los sistemas del microsistema en los que la persona
participa (por ejemplo, para un niño, las relaciones entre el hogar, la escuela y el grupo de pares del barrio;
para un adulto, entre la familia, el trabajo y la vida social).
Exosistema: se refiere a la comunidad ampliada, en los que la persona no está incluida directamente, pero
en los que se producen hechos que la afectan. Por ejemplo en el caso de los niños puede ser el lugar de
trabajo de los padres que genera ciertos estados de ánimo, los cuales pueden afectar la relación entre los
mismos, etc..
Macrosistema: comprende todo lo referente a la cultura: las leyes, los valores sociales, las costumbres,
las creencias, el nivel socioeconómico, que afectan a los demás sistemas y que les da cierta igualdad y al
mismo tiempo los hace diferentes a otros entornos.
Para tener una intervención efectiva en el proceso de salud y enfermedad se debe considerar estos
cuatro niveles o sistemas.

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DIFERENCIAS Y SIMILITUDES ENTRE PROMOCIÓN DE LA SALUD Y PREVENCIÓN
DEL CONSUMO DE DROGAS COMO ENFOQUE Y ESTRATEGIAS
El enfoque de promoción de la salud como se ha visto, está orientado a generar mayores oportunidades
para el desarrollo personal y comunitario, identificando principalmente factores que generen una vida
saludable, apoyada en estilos de vida y entornos saludables; la prevención por su parte, centra su atención
en los factores de riesgo y en las acciones para neutralizar sus efectos.
En la siguiente tabla, se presentan de manera esquemática y gráfica algunos ejemplos que permitan
visualizar las diferencias entre promoción de la salud y prevención del consumo de drogas.1

Tabla 2. Diferencias entre la prevención del consumo de drogas y promoción de la salud

Prevención del Consumo de


Promoción de la Salud
Drogas
Objetivos - Actuar sobre los determinantes de la salud. - Reducir los nuevos casos de
consumidores.
- Desarrollar condiciones favorables para
la promoción de estilos de vida y entornos - Controlar los factores de riesgo.
saludables.
- Proteger a los individuos y grupos.
- Impulsar el desarrollo de acciones que
creen mayores oportunidades para el logro de
aspiraciones individuales y colectivas.
Blancos - Población en general incluyendo grupos - Individuos en riesgo de consumo,
particulares. consumidores iniciales y/o habituales.

- Determinantes sociales que influyen en la - Grupos en riesgo.


salud y el desarrollo personal y comunitario
(educación, espacios de recreación y cultura).

- Hacer frente a los patrones de la deprivación


social en los que la estos problemas están
enraizados.

- Actores sociales clave, decisores políticos,


institucionales y/o comunitarios.
Modelos - Ecológico: acción dirigida a sistemas múltiples - Salud pública: Acción dirigida hacia
e interdependientes. los factores de riesgo.

- Ambiental: acción dirigida a cambiar el medio - Clínica: Acción dirigida a evitar los
ambiente social, físico, biogenética, psicológico problemas.
y comportamental.

- Empoderamiento.

- Educación y comunicación para la salud.

1 Cuadro elaborado a partir de la tabla del Ministerio de Salud y Servicios Sociales de Québec. Promoción de la Salud
Mental. Colección Salud y sociedad, 1990

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Estrategias - Educación para la salud. - Mensajes preventivos, informando
acerca de los daños del consumo de
- Comunicación y marketing social. drogas legales ilegales.
-Organización y empoderamiento comunitario. - Política antidrogas efectiva.
- Diagnóstico participativo. - Educación para evitar que nuevos
- Abogacía para la regulación de la disponibili- jóvenes experimenten con drogas así
dad a través de impuestos y licencias de venta. como proveer tratamiento a quien lo
requiera.
- Políticas sociales y económicas de soporte a
las políticas antidrogas. - Comunicación social.

- Cambio organizacional. - Organización comunitaria.

- Políticas Intersectoriales. - Detección temprana.

- Enfoque interdisciplinario. - Orientación y consejería.


Papel de - Redefinición del papel de interventores como - Conducción de procesos
quienes expertos hacia el rol de facilitador de procesos.
intervienen - Realiza el diagnóstico para planificar
(Operadores) - Facilita el diagnóstico participativo. la intervención.

- Compartir las responsabilidades en la identifi- - Tratamiento.


cación de necesidades y soluciones.

- los roles entre la comunidad y los interven-


tores son horizontales.

- Poder de acción de los individuos y las comu-


nidades.

- Enfoque interdisciplinario

Papel de la Empoderamiento y participación activa de la Participación comunitaria dependiente


comunidad comunidad. en parte del experto.

A continuación algunos ejemplos que diferencian los enfoques de Promoción de la Salud y el enfoque de
Prevención aplicada al consumo de drogas:

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Tabla 3. Ejemplos de estrategias o actividades de la prevención del consumo de drogas y la
promoción de la salud

PROMOCIÓN DE LA SALUD PREVENCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS


Abogacía de los facilitadores ante autoridades para el Charlas para transmitir mensajes relativos a los efectos
cumplimiento de la legislación sobre consumo de alcohol del consumo de alcohol adversos para la salud.
en la vía pública
Los niños identifican los síntomas de la dependencia al
alcohol y sus efectos dañinos.
Establecimiento de alianzas estratégicas con actores Las acciones son lideradas por la ONG o los sectores
clave del ámbito local para: salud y educación. El contacto con otros actores clave
está dirigido a buscar su colaboración en el logro de los
 el diseño de acciones coordinadas y de cooperación objetivos de la institución gestora de la iniciativa.
planificada.

 La construcción conjunta de una agenda de trabajo


para impulsar acciones en promoción de la salud a
nivel local
Contactar con líderes comunitarios, adultos y jóvenes, Contactar con líderes comunitarios, adultos y jóvenes,
organizaciones comunitarias y juveniles para concertar organizaciones comunitarias y juveniles para compartir
acciones a llevar a cabo que permitan hacer frente al la perspectiva de la institución en relación a las acciones
problema del consumo de drogas. No se imponen a llevar a cabo que permitan hacer frente al problema
prácticas saludables; lo saludable se construye a partir del consumo de drogas. Se delegan responsabilidades.
del diálogo/intercambio recíproco, en el que tanto el
facilitador como la comunidad aportan, desde sus saberes
(científico y laico/sentido común respectivamente).
Se difunden mensajes preventivos relativos al no uso de
drogas en colegios u organizaciones comunitarias.
Desarrollar talleres con personas jóvenes para identificar Consejería para adolescentes.
de manera conjunta sus necesidades y prioridades y
elaborar una agenda de colaboración. Aplicación de programas de prevención en escenarios
identificados, escuelas, locales comunitarios, etc
Impulsar procesos de empoderamiento que quiebren la
relación tradicional experto / joven pasivo o comunidad
pasiva dependiente (de las indicaciones del experto).
 Abogacía para que la legislación que restringe la Charla sobre los efectos negativos del tabaco.
venta de tabaco y alcohol a menores se cumpla en
el ámbito local.

 Desarrollar estrategias de empoderamiento para


que la propia comunidad busque consensos
respecto a las acciones a tomar para evitar la venta
de alcohol y tabaco a menores de edad en el ámbito
local y establezca a su vez, acciones de vigilancia/
monitoreo local.

 Abogacía con editores de medios y periodistas para


que apoyen estas iniciativas

 Abogacía para involucrar a líderes comunitarios y


políticos en esta iniciativa

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LA ARTICULACIÓN EN ACCIÓN: LA EXPERIENCIA DE FORTALECIMIENTO DE LOS
COMITÉS MULTISECTORIALES DE PREVENCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS,
COMUL. PROGRAMA DE COOPERACIÓN BILATERAL PERÚ – REINO DE BÉLGICA
PARA LA PREVENCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS

Desde 1996 la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas DEVIDA (antes Contradrogas),
ente rector de la formulación y construcción de Políticas, ha asumido el reto de desarrollar procesos
innovadores de prevención en el país. Una de estas experiencias estuvo constituido por la conformación
de los denominados Comités Multisectoriales de Prevención del Consumo Indebido de Drogas “COMUL”,
espacios impulsados para crear sinergia entre instituciones del Estado, la sociedad civil y las organizaciones
comunitarias a favor del desarrollo individual y comunitario.
En este marco, DEVIDA y la Cooperación Técnica Belga han desarrollado durante cuatro años (2003-
2006) el Programa de Prevención del Consumo de Drogas y de Rehabilitación de Toxicómanos como
parte de la cooperación bilateral entre la República del Perú y el Reino de Bélgica, teniendo como marco
la Estrategia Nacional de Lucha Contra las Drogas 2002 -2007; con el objetivo de reforzar la capacidad
nacional de lucha contra el consumo de drogas. El mencionado programa se organizó y ejecutó en tres
áreas: de información y epidemiología, de prevención y promoción y el área de tratamiento y rehabilitación.
Integrando en la estrategia tres componentes básicos: a) en lo social el empoderamiento, la movilización
comunitaria y formación de redes comunitarias y juveniles; b) en lo político: incidencia política y sensibilización
de autoridades locales y regionales en el tema de drogas; y c) en lo técnico: dirigido al fortalecimiento de
capacidades a través de la capacitación y generación de materiales de sensibilización y de capacitación.
En esta oportunidad nos centraremos en la presentación de los objetivos y estrategias desarrolladas
desde el Área de Prevención y Promoción. Se diseñó para ello un modelo de intervención comunitario
orientado a impulsar una política y acciones de prevención del consumo de drogas y promoción de la salud
a través de dos estrategias principales:

1. Desarrollar acciones preventivas y de promoción de la salud directamente con la comunidad. Estas


acciones se orientan a poblaciones en alto riesgo; es decir, a niños y jóvenes en barrios y asentamientos
humanos de estrato bajo

2. Promover redes de cogestión participativa que integren las fortalezas de organizaciones no


gubernamentales, organizaciones gubernamentales y organizaciones de base y permitan que cada
entidad cumpla mejor con el papel que le corresponde. Estas redes se institucionalizarán mediante
la creación y/o fortalecimiento de los Comités Multisectoriales conformados por OGs, ONGs y
Organizaciones de base.

Tipo de programas de prevención y promoción de la salud


La estrategia de reponsabilidad social de los programas se orientó a reforzar la capacidad de gestión
de las comunidades, otorgándoles un rol protagónico que estimule una dinámica social constructiva en
ellas. En ese marco, se promovió muy especialmente el protagonismo de los jóvenes, de manera que su
participación en los programas constituyera una experiencia de empoderamiento y de alternativa gratificante
respecto a comportamientos de riesgo como el consumo de drogas u otros.
Como promotor (capacitado, movilizado y movilizador de las acciones preventivas y de promoción de
la salud), se priorizó en lo posible, al joven en riesgo más que a los jóvenes ya protegidos por su entorno.

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Se seleccionaron preferentemente las acciones susceptibles de favorecer su autoestima y de darle la
oportunidad de ejercer un rol protagónico estimulante y positivo. La finalidad fue brindarles las condiciones
para un liderazgo proactivo ante sus pares y/o menores en riesgo, que los dignifique y les permita impulsar
procesos de cambio.

APORTE DE LA PROMOCIÓN DE LA SALUD A LA PROPUESTA DE MODELO


DE PREVENCIÓN COMUNITARIA IMPULSADA DESDE LOS COMITÉS
MULTISECTORIALES IMPULSADOS POR DEVIDA

Tomando como marco conceptual la promoción de la salud, la propuesta de modelo de prevención


comunitaria, se basó en promover la participación empoderada de los diferentes actores sociales miembros
de una comunidad determinada, con la finalidad entre otras acciones, de involucrarlos activamente, en
favor de la prevención del consumo de drogas y el impulso al desarrollo integral y de la localidad, con plena
participación protagónica de la comunidad.
El modelo de intervención comunitario se diseñó buscando impulsar políticas locales de prevención del
consumo de drogas concertadas, con participación intersectorial, interinstitucional y comunitaria y articulada
al desarrollo integral del distrito. Las estrategias principales fueron:

 Fortalecer el rol de los Comités Multisectoriales de prevención del consumo de drogas en su capacidad
de gestión y articulación con otros espacios y sectores estatales.

 Brindar asistencia técnica para el diseño e implementación de políticas locales concertadas en


Reducción de la Demanda.

 Promover la participación de la comunidad y actores locales en los programas de prevención y


promoción articulados al desarrollo integral.

 Implementar programas de prevención adaptados a las necesidades y características locales.

 Identificar los factores protectores individuales y comunitarios a nivel local, para fortalecerlos y
potenciarlos.

 Establecer alianzas estratégicas interinstitucionales e intersectoriales para el desarrollo de acciones de


prevención del consumo de drogas a nivel local.

PROPÓSITO
1. Lograr niveles de empoderamiento individual y comunitario que contribuyan a un comportamiento activo
de la población objetivo frente a la problemática del consumo de drogas.

2. Poner en la agenda pública el tema de reducción de la demanda, logrando compromisos políticos


y comunitarios a favor de la prevención del consumo de drogas y la promoción de estilos de vida y
entornos saludables.

El modelo propuesto, buscó consolidar espacios de concertación, estableciendo mecanismos de cooperación


alrededor de objetivos de prevención comunitaria del consumo de drogas compartidos y articulados con una

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visión de desarrollo local. Se establecieron condiciones para la generación de compromisos en base al
criterio de corresponsabilidad en el que cada actor social tiene un papel importante que cumplir.
El modelo se apoyó en por lo menos tres aproximaciones conceptuales integradas que podemos resu-
mir de la siguiente manera:

1. Una aproximación psicosocial, la cual incluye la comprensión y análisis de cómo los estilos de
vida, saludables y/o de riesgo, guardan relación con escenarios sociales / contextos particulares. Este
paradigma puede asimismo abarcar perspectivas del desarrollo y enfoques que consideran factores
psicológicos como habilidades de ajuste personal, autoestima, habilidades sociales, soporte social
percibido y la percepción del compromiso social, en las explicaciones de los comportamientos saludables
y de riesgo como el consumo de drogas.

2. Una aproximación de salud pública/promoción de la salud, la cual considera la importancia de


influir sobre los determinantes individuales, sociales y ambientales que subyacen los estados de salud/
enfermedad, desde una aproximación más holística, con el propósito de empoderar a las personas
para que tomen decisiones saludables con mayor facilidad. Este modelo ofrece un marco de trabajo
muy favorable al desarrollo de iniciativas e implementación de estrategias que contribuyan a enfrentar
la problemática del consumo de drogas. Igualmente permite explorar la relación que tienen las
políticas locales, institucionales o de organizaciones en los comportamientos saludables y de riesgo,
particularmente de las personas jóvenes.

La promoción de la salud propone cinco ejes básicos para el desarrollo de iniciativas que impulsen
recursos individuales y colectivos orientados a la promoción de estilos de vida y ambientes saludables:

 Construcción/diseño de políticas públicas saludables: Poner el tema de prevención comunitaria y


promoción, en la agenda de los tomadores de decisiones en todos los sectores y en todos los niveles,
más que colocar el tema en un solo sector.

 Crear ambientes que brinden soporte al logro de aspiraciones individuales y colectivas y al desarrollo
de estilos de vida y ambientes saludables.

 Fortalecer la acción comunitaria, las comunidades deben participar en todos los niveles del diseño
de iniciativas que se propongan en el ámbito de la salud

 Desarrollo de habilidades sociales, estas pueden desarrollarse a través de estrategias de Información,


educación y comunicación, IEC, orientadas al desarrollo de prácticas saludables y preventivas frente a
potenciales riesgos para su salud.

 Reorientación de los servicios. La promoción de la salud no solo focaliza en evitar que existan
enfermedades o comportamientos riesgosos como el consumo de drogas, sino que orienta su quehacer
al desarrollo de esfuerzos orientados a mejorar la calidad de vida y el bienestar individual y colectivo
(estilos de vida y ambientes saludables).
La prevención comunitaria y la promoción de la salud son dos estrategias relacionadas e interdependientes
que tienen por objetivos proteger y promover la salud de las personas e implican intervenciones, en algunos
casos muy poco diferenciadas, particularmente en prevención primordial y primaria.

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3. Una aproximación de prevención comunitaria del consumo de drogas, La participación comunitaria
puede ser concebida de distintas maneras de acuerdo al énfasis que esta desarrolle en su relación con
las estrategias de intervención y la propia comunidad.

Prevención comunitaria, puede ser implementada a través de diferentes actores y con diferentes
implicaciones políticas para la comunidad. La prevención comunitaria para este caso considera:

 La creación de redes locales entre actores clave y grupos con gran nivel de empoderamiento y
pertenencia, basados en iniciativas propias.

 La creación de redes locales entre agencias e instituciones, bajo la idea de constituir un grupo de trabajo
en base al establecimiento de alianzas estratégicas que en la práctica lleva a cabo intervenciones
locales concertadas.

 Liderazgo externo, pero con el propósito de empoderar a la comunidad facilitando sus esfuerzos
orientados a la prevención.
La comunidad puede funcionar impulsando acciones de prevención (estrategias de abajo hacia arriba);
como un escenario de intervención para un proyecto gestionado desde fuera (estrategias de arriba hacia
abajo); y/o puede funcionar en situaciones donde un agente externo inicia un proyecto con la participación
de la comunidad (conectando las dos posibilidades).
Desarrollo Comunitario, teniendo como propósito mejorar la salud de la comunidad o la situación del
abuso de drogas, es un proceso a través del cual la comunidad define sus propias necesidades, considera
cómo pueden ser revertidas y define además las prioridades para la acción. El término se refiere tanto a
acciones que involucren a toda la comunidad como sólo a actores clave, los cuales ayuden al desarrollo
positivo de esa comunidad. Usualmente el propósito es impactar en algún tema particular, por ejemplo, el
consumo de drogas, o focalizar en determinados grupo diana dentro de la comunidad, como por ejemplo,
en personas jóvenes.
Empoderamiento Comunitario, son aquellas intervenciones que impulsan a la comunidad a que desarrolle
un sentido de pertenencia colectivo y un control sobre las decisiones y actividades relativas a su salud.
Para lograrlo, la comunidad debe asimismo ganar control colectivo sobre los factores sociales, políticos
y económicos que influyen sobre sus estados de salud y morbilidad. El empoderamiento es justamente el
proceso de incrementar el poder personal, interpersonal o político, de tal suerte que los individuos puedan
tomar acciones para mejorar sus condiciones de vida y niveles de bienestar.
Las tres perspectivas son importantes para el logro de los objetivos del área siendo a la vez complementarias
y superpuestas. La propuesta de prevención comunitaria y promoción de la salud plantea:

 Impulsar procesos de empoderamiento individual y colectivo conducentes a la toma de decisiones


comprometidas con la prevención y el desarrollo de estilos de vida y ambientes saludables.

 Incidir sobre los aspectos positivos y recursos proactivos individuales y colectivos (factores de
protección) que creen mejores condiciones de vida y bienestar, favoreciendo la creación de ambientes
saludables y disminuyendo las oportunidades hacia el consumo de drogas.

 Fortalecer las organizaciones de base, organizaciones juveniles y la gestión de centros


educativos con la finalidad de desarrollar procesos y mecanismos que favorezcan la implementación
de programas y proyectos de prevención comunitaria y promoción de estilos de vida y ambientes
saludables.

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ACCIONES SEGUIDAS
COMULs

1. Identificar aspectos positivos y puntos críticos en la estrategia de los COMULs (diagnóstico situacional).

2. Establecer criterios que garanticen la mayor representatividad de actores comunitarios, políticos y sec-
toriales en el comité.

3. Establecer roles y funciones para los COMULs

IMPLEMENTACIÓN DE PROYECTOS COMUNITARIOS COMO ESTRATEGIA DE EMPODERAMIENTO

4. Establecer criterios para la determinación de poblaciones objetivo, áreas temáticas y escenarios a ser
priorizados por los proyectos (espacio comunitario, comunidad educativa, barrios, entre otros).

5. Establecimiento de la línea de base en relación a consumo de drogas, factores de protección, factores


de riesgo, recursos políticos y comunitarios disponibles, entre otros.

6. Establecer criterios para el diseño y la ejecución de los proyectos:


 Respecto a los ejecutores:
i. miembros del comité bajo la consigna que los proyectos sean de carácter intersectorial y/o con
participación comunitaria
ii. comunidad (asociaciones, organizaciones, grupos de jóvenes, colegios) con ONGs
iii. porcentaje de proyectos para cada una de las opciones descritas líneas arriba
Para el caso de los proyectos sería posible e inclusive conveniente, tomar la decisión de establecer una
modalidad combinada con las opciones descritas arriba, con la finalidad de realizar una suerte de inves-
tigación operativa, que permita identificar los procesos que mejor contribuyen al éxito de la ejecución del
proyecto.
La primera opción señalada resulta interesante debido a que ofrece la oportunidad de desarrollar meca-
nismos de coordinación intersectoriales que de otra manera, resultaría difícil de conseguir.
 Administración de los proyectos:
i. las ONGs
ii. los sectores involucrados
iii. las municipalidades
iv. la comunidad (asociaciones, organizaciones, grupos de jóvenes, otros)
v. formas mixtas

19
ARTICULACIÓN DE LOS PROGRAMAS Y PROYECTOS DE PREVENCIÓN COMUNITARIA Y
PROMOCIÓN DE LA SALUD CON OTROS PROCESOS DE DESARROLLO EN MARCHA

20
REFERENCIAS

Cardaci D., Peñaherrera, E., Saravia, G., Castro J.M. (2007-2008), (en proceso de publicación): Elementos
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Salud. Universidad de Puerto Rico. OMS/PAHO. Unión Internacional de Promoción de la Salud y Educación
para la Salud, UIPES

Gomez Zamudio M, (1998).Teoría y guía práctica para la promoción de la salud. Montreal: Universidad de
Montreal.

Hawkins, J. D. y Weis, J. G. (1985). The social development model: an integrated approach to delinquency
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Hawkins, J. D., Catalano, R. F. y Miller, J. Y. (1992). Risk and protective factors for alcohol and other drug
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Bulletin, 112, 64-105.

Jessor, R. y Jessor, S. L. (1977) Problem behavior and psychosocial development: a longitudinal study of
youth. New York: Academic Press.

Naidoo, J. (2000). Health Promotion: Foundations for Practice (2nd ed.). Edinburgh: Bailliere Tindall

Peñaherrera, E y Choque R. (2007-2008) (en proceso de publicación). Comunicación Social y promoción


de la salud, capítulo 12. En Fundamentos de la Promoción de la Salud. Universidad de Puerto Rico. OMS/
PAHO. Unión Internacional de Promoción de la Salud y Educación para la Salud, UIPES

Peñaherrera, E. y Palomino, W. (2007). Prevención comunitaria del consumo de drogas en una ciudad de
la Selva Peruana, la Experiencia del Parque Saludable. Promotion & Education, special issue, Community
Health Promotion: Creating the neccessary conditions for Health through community empowerment and
participation. Volume XIV Number 2- 2007.

Tannahill A. (2008). Health promotion: The Tannahill model revisited. Public Health, 122,1387-91.

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EL ROL DE LA FAMILIA EN LA PREVENCIÓN DEL CONSUMO
DE DROGAS: AVANCES Y RETOS DE LOS PROGRAMAS
PREVENTIVOS EN EL ÁMBITO FAMILIAR
Alicia Castro Rivera

INTRODUCCIÓN

En el país existen políticas públicas en materia de infancia y juventud, pero no están articuladas; aún
se implementan de manera sectorial y son poco efectivas, sin mayor impacto, mientras los problemas y
conductas de riesgo vinculados a dicho grupo poblacional se incrementan: consumo de drogas, violencia y
embarazo adolescente, entre otros.
Se ha ingresado al periodo de transición denominado “bono demográfico”, caracterizado por una población
mayoritariamente joven1 y al mismo tiempo el Perú ha sido colocado como un país de desarrollo humano
medio, con el puesto 87 de un total de 177 países respecto al índice de Desarrollo Humano de las Naciones
Unidas, por su crecimiento macroeconómico de los últimos años. Estas son condiciones que deben ser
aprovechadas invirtiendo en la infancia y adolescencia como capital social del país2.
Es una oportunidad única para mejorar las competencias de los más jóvenes asegurando un futuro más
rentable con menor problemática social, que influirá directamente en el desarrollo sostenible del país.

ADOLESCENCIA

La adolescencia es un periodo comprendido entre los 10 y los 19 años y la juventud entre los 15 y los 24
años, según la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud la población
joven se refiere a estos dos grupos. De acuerdo a cada país y contexto esta designación puede cambiar3.
No obstante, con relación al desarrollo adolescente, hay tres características universales: 1) el comienzo de
la pubertad, 2) aparición de habilidades cognitivas más desarrolladas, y 3) la transición a nuevas funciones
en la sociedad (Breinbahuer y Maddaleno, 2008)
Los cambios en la adolescencia se dan en los planos corporal y cerebral, cognitivo, emocional, afectivo
y sexual, social, ético y espiritual, cambios interdependientes, con un carácter global, en donde lo central
es la construcción de la identidad.
La familia es clave para obtener resultados positivos en cuanto al desarrollo, la salud y la educación,
lo afirman expertos de la Estrategia Regional para Mejorar la Salud de los Adolescentes (OPS, 2008), y
alcanzan la siguiente definición:

1 La población peruana: retos y perspectivas. Carlos E. Aramburú y Maria Isabel Mendoza. Investigadores CIES. http://
www.consorcio.org/CIES/html/doc/CAramburuMMendoza.doc
2 Niños de milenio: http://www.ninosdelmilenio.org/pdf/Traduccion_al_Espanol- Resumen_Country_Report.pdf
3 Según la Ley Peruana del Concejo Nacional de Juventud considera jóvenes a quienes tengan edades entre los 15 y 29
años.

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Un adolescente o joven sano es alguien que cumple las tareas biológicas, sicológicas y sociales
de desarrollo con un sentido de identidad, autoestima y pertenencia, ve un camino positivo hacia el
futuro, es tolerante a los cambios y a la diversidad, y tiene las competencias para integrarse como
miembro productivo de la comunidad.
Pero la multiplicidad de cambios en la adolescencia sorprende a los propios adolescentes como a sus
padres, que en la mayoría de casos no saben como manejar. Para el adolescente el trayecto que debe
hacer hacia la adultez, con la necesidad de independencia y autonomía, con nuevas responsabilidades, en
un mundo adulto, no es fácil, como no lo es para los padres que descubren nuevas facetas e intereses en
sus hijos/as adolescentes. Estos procesos demandan un acomodamiento de los roles en esta nueva etapa
de vida.
Kumpfer (2007) plantea que un ambiente familiar positivo afirmado en los vínculos familiares, una
supervisión adecuada de los padres al comportamiento de los hijos, una comunicación de los valores
familiares prosociales, son aspectos que protegen a los jóvenes de desarrollar conductas de riesgo, como
el consumo de sustancias, la delincuencia y el sexo precoz o sin protección.

CONSUMO DE DROGAS EN ADOLESCENTES PERUANOS

El Estudio Nacional: Prevención del Consumo de Drogas en Estudiantes de Educación Secundaria


2005 (DEVIDA, 2007), al analizar los factores asociados al consumo de drogas en el nivel familiar, utilizó
la Escala de Padres Involucrados (EPI), para medir los patrones de crianza en los hogares de los escolares
encuestados. Relacionó esta información con la variable de prevalencia del consumo de drogas legales e
ilegales, estableciendo el grado de influencia que ejerce la crianza de los padres en el consumo de drogas
de sus hijos. Los resultados indicaron que los padres involucrados en la crianza de sus hijos previenen
contra el uso y abuso de alcohol, cigarrillos y otras drogas; mientras que los no involucrados, por el contrario,
favorecen el uso de estas sustancias. Los involucrados con sus hijos se caracterizaron por:

 Tener conocimiento del paradero de sus hijos cuando salen del colegio o cuando no están en casa.

 Prestar atención a los programas de televisión que ven sus hijos.

 Prestar atención a lo que hacen sus hijos en el colegio.

 Sentarse a la mesa junto a sus hijos (para almorzar o cenar) al menos cuatro o más días por semana.

 Controlar las salidas de sus hijos los fines de semana.

 Tener conocimiento del lugar al que van sus hijos cuando salen de casa.

 Conocer a los amigos de sus hijos.

En la III Encuesta Nacional de Consumo en Población General del 2006, el análisis de los factores que
influyen en el consumo de drogas en el nivel familiar empleó la Escala de Integración Familiar (EIF), para
medir el grado de cohesión familiar con relación a la calidad de las relaciones familiares. Los resultados
evidenciaron que los bajos niveles de integración familiar se asociaban a porcentajes más altos de consumo:
12% de alcohol, 33% de tabaco, 9 veces más alto en el consumo de marihuana y 34 y 22 veces más alto
respecto a la pasta básica de cocaína y la cocaína, respectivamente. De acuerdo a estos resultados, las

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familias integradas se caracterizan por el dialogo como recurso ante los problemas, buena comunicación
entre los miembros de la familia, bajos niveles de agrevisidad y violencia, atención de unos a otros y tiempo
juntos para conversar de sus asuntos, percepción positiva y confianza de los miembros de la familia, y el
compartir sus preocupaciones en la familia.
Recientemente fueron presentados, los resultados del II Estudio Nacional: Prevención y consumo de
drogas en estudiantes de secundaria- 2007 (DEVIDA, 2009) y ha sido satisfactorio conocer que a nivel
nacional el consumo de alcohol, tabaco y marihuana, han disminuido. Sin embargo, el uso de cocaína y
pasta básica aunque se ha mantenido estable a nivel nacional y con tendencia a la disminución en Lima,
prácticamente se duplicó en 15 regiones, en San Martín alcanza el 250%. Al mismo tiempo, el consumo de
drogas médicas (estimulantes y tranquilizantes) se incrementó a nivel nacional en 216.7%.
Hace más de una década el National Institute on Drug Abuse (NIDA), a través de su departamento de
investigación, promovió 1996 un taller sobre “Measurement Issues for Family Prevention Intrervention”,
participaron investigadores, académicos y responsables de programas. Las recomendaciones a las que
llegaron fueron: necesidad de aumentar la investigación y las medidas de evaluación de los programas,
aumentar el conocimiento de las variables familiares, la utilización de instrumentos de evaluación que
permitan la generalización de resultados entre estudios y posibiliten meta-análisis, la necesidad de tener
en cuenta las realidades y particularidades culturales y étnicas de distintas familias. En ese momento se
señaló que las políticas preventivas no eran elegibles, no porque fallen o impliquen más costes, sino porque
tenían menor “visibilidad”4.
Seis años más tarde, en el 2002, el Centro para la Prevención del Abuso de Sustancias Nocivas de
los Estados Unidos llamó la atención sobre la necesidad de implementar programas preventivos que
se distinguiesen por sustentarse en teorías que combinan enfoques individuales y del entorno, aplicar
estrategias múltiples en entornos diversos y seguir un diseño lógico que incluya el análisis y la evaluación5.
Además de los criterios señalados, de lo que se trataba era de contar con programas de demostrada
efectividad en el ámbito familiar. Por esto, la reunión de consulta de expertos convocada por la Organización
Mundial de la Salud en el 2006 fue exitosa, de allí se desprenden las siguientes recomendaciones para los
programas de ayuda a los padres en la mejora de la salud y desarrollo de sus hijos adolescentes:

 Hacer hincapié en los resultados a obtener en los padres y en los adolescentes.

 Especificar los supuestos que están detrás del trabajo con padres para incidir en la salud de los
adolescentes.

 Planear y diseñar las intervenciones cuidadosamente, basándolas en la teoría,

 Investigar y tener conocimientos apropiados de la cultura y costumbres locales.

 Aprovechar los conocimientos de organizaciones, redes y tradiciones locales para llegar a los padres
a través de canales múltiples.

 Ofrecer un equilibrio de información, desarrollo de capacidades, apoyo y recursos.

 Hacer evaluaciones y compartir experiencias entre proyectos sobre el cuidado de los hijos.

La Estrategia Regional para mejorar la salud de adolescentes y jóvenes (OPS, 2008) señala que los

4 Mendes, J. (2007), Perspectivas sobre la implementación de programas de prevención familiar. ADICCIONES, 2007 •
Vol.19 Núm. 1 • Págs. 27-30
5 Citado por Breinbauer y Maddaleno en Jóvenes: Opciones y Cambios. Promoción de conductas saludables en los
adolescentes. pg.18

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programas dirigidos a la adolescencia no han aprovechado la función central desempeñada por las familias,
y el apoyo de las escuelas y comunidades, como entidades que potencian los factores protectores para la
salud y la educación.
La familia es el entorno donde se establecen por primera vez el comportamiento y las decisiones en
materia de salud y donde se originan la cultura, los valores y las normas sociales. Es la unidad básica de
la organización social más accesible para llevar a la práctica las intervenciones preventivas, de promoción
y terapéuticas. En esta perspectiva, involucrar y empoderar a las familias sólo redundará en beneficios e
intervenciones más eficaces.
Una coincidencia en las diversas iniciativas e intervenciones de carácter preventivo, con población
adolescente y en el ámbito familiar, en países latinoamericanos es que la mayoría no están documentadas,
no tienen marcos teóricos, las metodologías no precisan los resultados que se quieren alcanzar, por esto
no se miden ni conocen sus efectos.
La Oficina de las Naciones Unidas para el Crimen y el delito – UNODC (2009) afirma que los programas
de desarrollo de aptitudes en la familia han demostrado a lo largo del tiempo que son más eficaces que
los programas exclusivos de desarrollo de los jóvenes únicamente, porque cambian el entorno familiar de
manera duradera. Mientras en los programas preventivos con jóvenes el inicio del abuso de sustancias, un
año después del programa disminuye en un 4%, cuando se añade un programa destinado a la familia la
disminución de ese mismo comportamiento llega al 30%576.
A finales del 2007, la UNDOC como resultado de una consulta técnica realizada en base a investigaciones
y experiencias especificas de intervención en el ámbito de la familia, en la Guía para la ejecución de
programas de desarrollo de aptitudes de la familia en materia de prevención del uso indebido de sustancias,
reportó un conjunto de principios para analizar la eficacia de los programas, destacando: el desarrollo
de aptitudes en la familia (en lugar de sólo información), intensa participación y actividades de la familia,
abordaje de temas relativos al abuso de drogas y fortalecimiento de los vínculos familiares.
A la luz de los principios propuestos por UNODC respecto a los programas efectivos, se
presenta y describe el Programa Familias Fuertes – Amor y Límites. Para tal efecto se ha recopilado
información principalmente de publicaciones y presentaciones de la OPS/OMS e informes de procesos de
implementación y evaluación del Proyecto Fomento del Desarrollo Juvenil y Prevención de la Violencia,
iniciativa de la OPS/OMS y la Cooperación Alemana -GTZ en el Perú, que implementaron Familias Fuertes
– Amor y Límites e hicieron su transferencia metodológica a la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida
sin Drogas- DEVIDA.

UN PROGRAMA EFECTIVO: FAMILIAS FUERTES – AMOR Y LÍMITES

Diversos estudios ya habían identificado como un programa efectivo al Strengthening Families Program
(SFP), desarrollado originalmente por el Instituto de Estudio Social y de Conductas de la Universidad Estatal
de Iowa (1992). El SFP se diseñó como una intervención primaria en la prevención del abuso de alcohol y
otras substancias psicotrópicas en adolescentes y ha demostrado su efecto en el corto plazo e incremento
en el tiempo7.
La Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), en

6 Citado en Guía para la ejecución de programas de desarrollo de aptitudes de la familia en materia de prevención del uso
indebido de sustancias. UNDOC: R. Spoth y otros, “Longitudinal substance initiation outcomes for a universal preventive
intervention combining family and school programs”, Psychology of Addictive Behaviors, vol. 16, Nº 2 (2002), págs. 129 a
134.
7 Strengthening America’s Families: Exemplary Parenting and Family Strategies.
www.strengtheningfamilies.org/html/lit_review1999_IV.html

25
coordinación con el Centro de Comunicación en Salud de Harvard School of Public Health adaptó el SFP a
la cultura Latinoamericana, lo que hoy se denomina Familias Fuertes- Amor y Límite.

Fundamento teórico

El objetivo del Programa Familias Fuertes – Amor y Límites es orientar a las familias a mejorar la salud y
el desarrollo de adolescentes de 10 a 14 años y prevenir conductas de riesgo, a través de la promoción de
la comunicación entre padres e hijos.
Es una intervención de prevención primaria, enfocada a la preadolescencia y adolescencia temprana. Se
diseñó para influir en los factores de riesgo y protección, desde un abordaje multinivel, basado en el modelo
ecológico (propuesto por Bonfrenbrener en 1979), de amplio reconocimiento en el campo de la prevención.
El modelo ecológico permite la comprensión dinámica y sistémica en las interrelaciones de los diferentes
sistemas o niveles donde se desarrollan y se modifica la conducta. Actualmente se sabe que los factores
determinantes (causas) y los de riesgo (vulnerabilidad) en los individuos no actúan de forma aislada,
sino que interactúan de manera compleja en los diferentes niveles donde se instauran y desarrollan las
conductas, por esto el abordaje es multinivel. En este abordaje se entiende que entre el individuo y su
entorno se produce una dinámica de influencia y acomodación reciproca. Plantea cuatro niveles: individual,
interpersonal, comunitario y social político.
El Programa reconoce la diversidad de formas de familia e introduce un concepto de padres:
Son aquellas personas adultas que entregan un cuidado significativo a los adolescentes en un
periodo prolongado de la vida de los mismos sin percibir un salario por este cuidado.
El marco teórico que sustenta el Programa se basa en teorías de cambio del comportamiento y plantea
que el tipo de relación de los adolescentes con sus padres es un factor crítico en el desarrollo saludable.
(Breinbauer y Maddaleno, 2008).

 El modelo de crianza eficaz o disciplinada


Modelo de crianza planteado por Baumrind en 1971, que se ubica en un continuo entre la demanda
de cumplimiento de expectativas y la disciplina, con atención a las necesidades y deseos de los
adolescentes. En esta propuesta los padres cálidos, firmes y justos, tienen hijos seguros de sí mismos,
autocontrolados y optimistas.
El Programa promueve este modelo de crianza eficaz en los padres, basado en el afecto y límites
claros, en lugar de modelos de crianza extremos (autoritario o permisivo). A través del Programa se
conduce a que los padres ejerzan mejores prácticas y estrategias en la disciplina y monitoreo, con reglas
claras y expectativas, otorgando confianza para la autonomía, aceptación, valoración y afecto. Se apoya
en cuatro factores:

1) calidez, que tiene relación con el hecho de hacer sentir a los hijos que son amados y aceptados,
2) estructura, cuando se ponen límites claros para proteger a los adolescentes de los riesgos y se
mantienen firmes para proteger a sus hijos de las situaciones negativas,
3) apoyo hacia la autonomía, respeto a la necesidad de independencia gradual,
4) apoyo al desarrollo, padres que fomentan el desarrollo cognitivo y emocional dialogan.

26
 Teoría de definición de metas
Los estudios revelan que individuos que definen metas tienen un mejor desempeño y se esfuerzan
más. El Programa promueve y orienta a los adolescentes a la proyección de objetivos personales y
metas para alcanzarlos.

 Teoría del estrés


La adolescencia es una etapa compleja de múltiples cambios en la cual se producen situaciones
diversas que pueden generar estrés.
La teoría del estrés sostiene que la comprensión de los orígenes del estrés es esencial para poder
enfrentarlo y desarrollar mecanismos adecuados de adaptación. El Programa ayuda a los adolescentes
a identificar las fuentes de estrés y conocer cómo se manifiesta en los diferentes planos de su vida y les
provee de recursos para afrontarlo.

 Teoría de la resiliencia
El Programa esta diseñado con espacios para generar conexión emocional entre padres e hijos,
experiencias positivas, comunicación y empatía, tener logros conjuntos, obtener y otorgar valoración,
entre otros aspectos que van contribuir a la capacidad resiliente en los adolescentes y en la familia.

 Teoría de la organización y movilización comunitaria


La identificación de necesidades y problemas comunes en la comunidad referidos a los adolescentes
promueve en las familias del programa el interés de plantearse estrategias y una actuación conjunta,
favorable a la construcción de redes sociales.

Familias Fuertes – Amor y Límites aplica los conocimientos alcanzados en el informe “Ser Padres de
Adolescentes”, realizado por la Escuela de Salud Pública de Harvard (2001) con el apoyo de la OPS/
OMS. Dicho informe da cuenta del análisis de más de trescientas investigaciones y prácticas en el tema
seleccionando cinco conceptos básicos coincidentes en relación a los padres, las necesidades de sus hijos
adolescentes y la crianza:

1. Amor y conexión: deben desarrollar y mantener una relación con sus hijos/as adolescentes que les
ofrezca apoyo y aceptación, mientras acomodan y afirman su creciente madurez.
2. Controlar y observar: estén al tanto – y les demuestren que lo están – de sus actividades.
3. Guiar y limitar: límites claros pero progresivos, manteniendo las reglas y los valores familiares
importantes, sin dejar de estimular una mayor capacidad y madurez.
4. Dar ejemplo y aconsejar: información permanente y apoyo en su toma de decisiones, sus valores,
habilidades y metas, y que los ayuden a interpretar y transitar por el mundo, enseñándoles con el
ejemplo y el diálogo continuo
5. Proveer y abogar: no sólo brinden adecuada alimentación, salud y educación, requieren que provean
de un ambiente familiar de apoyo y una red de adultos significativos.

De estos 5 conceptos descritos, la Organización Panamericana de la Salud agrupa y desarrolla el ABC


en el rol de ser padres, transversal al trabajo con padres en las sesiones del programa Familias Fuertes –

27
Amor y Límites. El ABC consiste en:

A: Abogar por los recursos necesarios para brindar protección.


Los padres comprometidos con su rol protector van a proveer los recursos necesarios a sus hijos/as y
establecer puentes con la comunidad. Se sabe que los/as adolescentes necesitan padres que no solo
provean nutrición vestuario, hogar, educación y salud sino también un ambiente familiar que brinde
apoyo y una red de adultos significativos que se preocupe por ellos en la comunidad. El Programa ayuda
a los padres a promover la abogacía en la comunidad por sus hijos.

B (Behavior): Supervisión de la conducta, monitoreo, regulación, establecimiento de límites,


respeto a la individualidad.
Los padres deben modelar la conducta de sus hijos/as, estableciendo límites y definiendo las
consecuencias de las conductas inadecuadas, así como deben monitorear, supervisando la conducta
de sus hijos adolescentes. Esta comprobado que el monitoreo esta asociado con la disminución del
riesgo de consumo de alcohol y drogas, el retraso del inicio de las relaciones sexuales y disminución del
embarazo precoz, disminución de la depresión y de los problemas escolares, de la delincuencia y menor
influencia de los pares. El Programa proporciona a los padres estrategias efectivas para establecer
reglas y límites, y monitorear la conducta de sus hijos.

C (Connectedness): Relación significativa, aceptación, calidez y apoyo amor.


Una de las funciones más importantes de los padres es que sus hijos se sientan queridos y aceptados.
No es casual que a menor conexión emocional con los padres es mayor el nivel de hostilidad y agresión,
dependencia, baja autoestima y autoeficacia. Se sabe que las relaciones significativas establecidas con
padres o tutores, es un factor protector importante que se asocia con disminución del uso de cigarrillo,
alcohol y marihuana, así como a la disminución de depresión e ideas suicidas, de violencia interpersonal
y el retraso edad de debut sexual. El Programa ayuda a los padres a encontrar diversas formas de cómo
expresar aceptación, valoración afecto a sus hijos.

DETERMINACIÓN DE NECESIDADES Y NIVEL DE RIESGO DEL GRUPO DESTINATARIO

Familias Fuertes – Amor y Límites coloca el foco de interés en el grupo de pre adolescentes y adolescentes
tempranos, momento en el que aún las conductas de riesgo no se han iniciado o estarían por iniciarse.
La hipótesis del Programa es que el incremento de las habilidades de comunicación y el fortalecimiento
de la relación entre padres e hijos puede prevenir la aparición de conductas de riesgo en los hijos
adolescentes.
Los resultados del análisis de los factores asociados al consumo de drogas en estudiantes peruanos
de secundaria (DEVIDA, 2007), evidenciaron la relación inversa entre el involucramiento de los padres y
el consumo. Es decir, a menor involucramiento mayor tendencia al consumo y viceversa. En la siguiente
gráfica se aprecia la correspondencia de las dimensiones de la escala de involucramiento de padres (EPI)
empleada en el estudio en mención y dos de las 3 dimensiones en el rol de ser padres que desarrolla el
Programa Familias Fuertes- Amor y Límites (Ver figura 1).

28
Figura 1. Correspondencia entre las dimensiones de involucramiento de los padres y las dimensiones
claves en el rol de ser padres

ADAPTACIÓN DEL PROGRAMA

A la edad y nivel de desarrollo del grupo destinatario


El diseño de la metodología del programa, las actividades y recursos técnicos están contemplados para
el grupo de pre adolescentes (10 a 14 años). Las sesiones se plantean con actividades lúdicas, de análisis y
aplicación ligadas a las necesidades, intereses y dificultades propias de su edad. Contemplan el desarrollo
de habilidades de pensamiento abstracto y ejecutivo en la elaboración de un plan de metas, el desarrollo de
habilidades sociales para resistir la presión de pares y la resistencia al estrés.
Las diversas experiencias en Perú han mostrado que la metodología, sus actividades y recursos técnicos
del Programa como esta estructurado funciona bien con los adolescentes. No obstante, funciona mejor
cuando en grupos de adolescentes mujeres de 13 y 14 años no se integra a adolescentes de 10 u 11 años,
especialmente si son adolescentes hombres, porque las diferencias psicológicas y físicas no favorecen la
dinámica de trabajo.

Intensidad y duración adecuadas


El Programa desarrolla una sesión durante 7 semanas continuas. Padres e hijos participan en talleres
simultáneos por una hora y 15 minutos aproximadamente y luego se integran en una sesión familiar, por
aproximadamente 1 hora. En total el programa de sesiones suma un tiempo promedio de 15 horas, tiempo
exclusivo a los contenidos que no incluye la sesión preliminar de sensibilización.

29
Actividades y técnicas interactivas – tamaño de los grupos
Familias Fuertes – Amor y Límites es un programa de carácter educativo:

 No es un programa informativo basado en charlas.


 No es una escuela de padres, es un programa con padres e hijos.
 No es un programa masivo, desarrolla una metodológica para el trabajo con10 familias.

En cada sesión se realizan actividades paralelas de padres y adolescentes, que concluyen con actividades
conjuntas. Se utilizan manuales de enseñanza y videos que ilustran los temas y proporcionan modelos para
desarrollar aprendizajes, que se practican individualmente o en grupo.

Temática desarrollada
Con los padres o tutores, se trabajan las habilidades de conexión emocional, de cercanía, de expresión
del afecto, de valoración, de reconocimiento y aprecio a las cualidades de sus hijos, para generar una
relación significativa. Se lleva a los padres a reflexionar y preveer situaciones de futuro en que sus hijos
requerirán el apoyo para alcanzar sus sueños, se promueve en ellos el desarrollo de una actitud de
“abogacía” necesaria para generar mayores oportunidades para sus hijos a través de redes sociales de
apoyo y adultos referentes. Se suscita el análisis de las formas de disciplinar a fin de optar por la crianza
eficaz o disciplinada, con el aprendizaje de la escuchar, empatía; además de desplegar formas adecuadas
de ejercer el monitoreo de la conducta de sus hijos.
Con los adolescentes, se motiva a la proyección de objetivos y metas, con orientaciones adecuadas
se los induce a elaborar los pasos para alcanzarlos. Además de fomentar el valor de seguir las reglas; y
con diversas actividades se los conduce a entender las vivencias de su adolescencia y el mundo adulto,
generando un mayor aprecio por sus padres. Se los ayuda a que desarrollen habilidades efectivas para
enfrentar el estrés y la presión de grupo, para elegir buenos amigos y alejarse de las situaciones de riesgo.
La sesión familiar, con padres e hijos, fomenta la buena comunicación aprendiendo a escuchar en base
a la identificación de sentimientos, procurando una mejor empatía. Se brindan oportunidades para generar
alegría y sana diversión, se promueve el trabajo en equipo, Se establecen estrategias familiares para
resolver problemas y establecer acuerdos y se recuperan aprendizajes vinculados a las sesiones de padres
e hijos que como familia logran.

30
Captación y retención de las familias
Las diversas experiencias de implementación del Programa en distritos de Lima dejan aprendizajes
importantes que se aplican a la captación y retención de las familias, es necesario:
 Contar con una presentación atractiva para las familias en una reunión preliminar de sensibilización
sobre los beneficios del programa.
 Establecer alianzas con instituciones con imagen positiva en la comunidad y formalizar acuerdos de
colaboración.
 La coordinación estrecha entre equipo interventor y escuelas para un realizar un mejor abordaje a
las familias.
 Convocar a familias de un mismo lugar donde se realizará el Programa.
 Aprovechar espacios locales naturales de la comunidad (iglesias, asociación de vecinos, escuela de
juego, deportivo familiar).
 Que la institución u organización a cargo del lugar brindado para desarrollar el Programa haya incluido
en su agenda institucional el Programa, para evitar dificultades de horario, ambientes y actividades.

Una vez constituidos los grupos de familias la permanencia de las familias guarda relación con:
 Empatía y calidez de los facilitadores.
 Calidad técnica y condiciones en las cuales se desarrollen las sesiones.
 Cumplimiento del horario (de inicio y final).
 Seguimiento a la participación semana a semana, a través de recordatorios y contactos telefónicos.
 Incentivos: refrigerios, distintivos por la gradual participación.
 Contar con un directorio de instituciones y grupos de apoyo según áreas y temas.

Los padres que completan las primeras 3 sesiones proseguirán con las 4 siguientes si ven en la
relación con sus hijos un gradual cambio, que se inicia por el de ellos y éste depende sustancialmente
del cumplimiento de los objetivos de las sesiones, con facilitadores comprometidos, bien entrenados y en
permanente actualización de conocimientos.

GRADO DE EFICACIA COMPROBADA

El programa Familias Fuertes- Amor y Límites, basado en el Strengthening Families Program (SFP), ha
sido destacado por la Cochrane Collaboration8 como una de las más prometedoras intervenciones para la
prevención primaria del consumo de alcohol9.
En 1996 y 1997 SFP fue reconocido en Estados Unidos como una intervención efectiva basada en
evidencia por la Oficina de la Justicia Juvenil y Prevención de la Delincuencia, por el Instituto Nacional de
Abuso de Drogas y por el Departamento de Educación.
En el seguimiento al uso de alcohol alguna vez en la vida, sin permiso parental, a adolescentes entre

8 El enfoque de Medicina Basada en Evidencias, formula recomendaciones a partir de las evidencias de efectividad de las
evaluaciones de los tratamientos y la valoración de la calidad de los diseños de investigación aplicados, se basan en los
trabajos pioneros del profesor Archie Cochrane, a partir de 1972. Sus aportes fueron honrados con la fundación de distin-
tos centros de pruebas basadas en la investigación médica – los Centros Cochrane – y una organización internacional que
difunde la metodología, la Cochrane Collaboration. Citado por Abad (2008).
9 Miguel Abad: Conceptos, aprendizajes y herramientas para la evaluación de resultados en proyectos de desarrollo juvenil
y prevención de la violencia. Organización Panamericana de la Salud Oficina Regional de la Organización Mundial de la
Salud / Cooperación Técnica Alemana. Lima: 2008. OPS/GTZ.

31
6º y 10º grado, con grupo intervenido y grupo control no intervenido con el SFP, se encontró que en 10º
grado, los alumnos intervenidos mostraron menor nivel de consumo de alcohol en un 32% comparado con
el grupo control. Las conclusiones del estudio llevaron a afirmar que el cambio de estilos de crianza de los
padres modifica positivamente los factores protectores y disminuye el consumo de alcohol por eficacia de
la resistencia a la presión de los compañeros, hay un aumento de la orientación hacia el futuro y en los que
inician el consumo tienen curva más lenta de consumo. El beneficio continua dos años más tarde después
de la intervención10.

Gráfico 1. Porcentaje de estudiantes que prueban alcohol por primera vez. Grupo “Familias fuertes”
versus grupo control.

En América Latina, las principales evaluaciones del Programa Familias Fuertes- Amor y Límites adaptado
del SFP han sido realizadas por la Universidad Centroamericana de El Salvador y posteriormente en
Perú, a pedido de la Organización Panamericana de la Salud-OPS y GTZ. Los indicadores evaluados en
estas experiencias regionales incluyen diseños comparativos de familias intervenidas versus familias no
intervenidas con el programa (en El Salvador y Perú), y el seguimiento de casos (hijos adolescentes) hasta
por dos años (en El Salvador)11.
En Perú, en el marco del Proyecto Fomento del Desarrollo Juvenil y Prevención de la Violencia OPS/
GTZ, se realizaron dos evaluaciones utilizando un diseño de tipo cuasi-experimental, comparando los
conocimientos, actitudes y habilidades de comunicación en el contexto familiar de adolescentes y padres
intervenidos (participantes) contra los de adolescentes y padres no intervenidos (no participantes), antes
y después del programa. Los resultados de evaluación del año 2007 de los programas realizados en los
distritos de Comas, Surco, Surquillo, Ventanilla y Villa el Salvador y en el 2008 en los distritos de Ate,
Independencia, Lima y San Miguel, mostraron el incremento de las áreas evaluadas tanto en adolescentes
como padres.
La medición en ambas experiencias, se realizó al inicio del programa (Línea de base o pre test) y otra

10 OPS/OMS-GTZ-ASDI-NORAD, 2007. http://www.extension.iastate.edu/sfp/inside/research.php.


11 Miguel Abad: Conceptos, aprendizajes y herramientas para la evaluación de resultados en proyectos de desarrollo juvenil
y prevención de la violencia. Organización Panamericana de la Salud Oficina Regional de la Organización Mundial de la
Salud / Cooperación Técnica Alemana. Lima: 2008. OPS/GTZ.

32
hacia el final de las intervenciones (post test) en dos grupos de padres e hijos: participante (experimental)
y no participante (control)12. En el caso de la primera experiencia fue complementada con entrevistas
grupales diferenciadas de padres e hijos, la evaluación indagó sobre los efectos del programa respecto de
los conocimientos, actitudes y habilidades de comunicación en el contexto familiar. Un promedio de 150
familias de los 9 distritos participaron en ambas experiencias, de este total 64 familias fueron evaluadas.
De acuerdo al informe de evaluación de impacto, los resultados evidenciaron cambios estadísticamente
significativos aplicables a la intervención del programa:

 El 96% mejoraron sus relaciones de apoyo, cercanía familiar y gratificación al momento de compartir
tiempo con su familia.
 El 97% elevaron la cantidad y calidad de tiempo para compartir actividades en familia.
 El 98% mejoraron sus niveles de exigencia frente al cumplimiento de las normas familiares respecto
a sus hijos adolescentes.
 El 95% de las familias experimentaron una mejora en las relaciones entre los hijos adolescentes y el
resto de la familia, según reportaron los adolescentes consultados

Se evaluaron veinte indicadores cuantitativos entre los hijos adolescentes y seis entre los padres para dar
cuenta del incremento de las habilidades antes descritas y la disminución de algunas conductas de riesgo
o creencias y actitudes desfavorables al desarrollo y la salud de los hijos adolescentes durante el proceso
de crianza. Los incrementos en las habilidades desarrolladas o decrementos en los factores de riesgo
identificados fueron atribuibles a la intervención y no al azar.
Adicionalmente, las diversas experiencias llevadas a cabo han tenido procesos de evaluación participativa
a través de jornadas de evaluación con los diferentes equipos locales, importantes para conocer el desarrollo
de la estrategia y tomar decisiones sobre las mejoras.

ADAPTACIÓN A NECESIDADES CULTURALES Y SOCIOECONÓMICAS DEL GRUPO


DESTINATARIO

El SFP fue desarrollado para su uso en los Estados Unidos, la OPS adaptó el Programa a la realidad
social y cultural Latinoamericana, como Familias Fuertes – Amor y Límites, y ha sido adaptado para:

 Población general, focalizado en padres y preadolescentes de todos los niveles educativos.


 Pone especial atención a la diversidad de composiciones familiares existentes.
 Considera la diversidad cultural.
 Emplea un castellano estandarizado, para las variaciones regionales del idioma.
 Aún no se ha considerado su implementación en áreas rurales.
En el año 2008 el Proyecto Fomento del Desarrollo Juvenil y Prevención de la Violencia OPS/GTZ
transfiere la metodología del Programa a la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas –
DEVIDA, comprometiéndose a la adaptación comunicacional del módulo de vídeos educativos, que usa el
programa, a fin de adecuar y contextualizar comunicacionalmente la propuesta al contexto peruano.

12 La evaluación de las dos experiencias estuvo a cargo de Hugo Morales. Educador y Psicólogo.

33
La adaptación comunicacional realizada por DEVIDA de los videos consideró:

 Respeto por los contenidos.


 La mejora en algunos casos en los guiones y términos, se realizó en comunicación con la OPS en
Washington.
 Los personajes y ambientes recreados en los nuevos videos fueron seleccionados y validados por un
grupo representativo de la red de facilitadores de DEVIDA formados por OPS/GTZ, con experiencias
ganadas en la implementación del Programa.
 El proceso de validación de los videos se realizó en los distritos de Barranco y Cercado de Lima
(entre los meses de mayo a julio del 2009). Los nuevos videos han tenido una buena aceptación,
tienen narradores y actores peruanos en ambientes próximos a las familias de zonas urbanas de
estratos socio económicos C y D.

Complementariamente, DEVIDA ha mejorado el formato del manual del facilitador e incorporado


orientaciones de uso y propuesto algunos juegos o dinámicas en lugar de otras, que en el medio carecían
de atractivo por ser alejadas de la realidad de las familias. Se ha introducido algunas más simples, en
dirección amigable al imaginario de las familias. Se ha respetado estrictamente los contenidos y secuencia
metodológica. Esta versión ha sido revisada por facilitadores experimentados en la aplicación del Programa,
representantes de DEVIDA y de OPS.

FORMACIÓN DE PERSONAL

Las diversas experiencias de entrenamiento y evaluaciones participativas de implementación en Perú del


Programa llevaron a enriquecer la propuesta inicial de capacitación y actualmente ha sido aplicada a otros
países por formadoras peruanas13.
El programa de entrenamiento para quienes van a facilitar el programa con padres e hijos tiene una
duración de 4 días, comprende:

1) Encuadre teórico, desarrolla el marco conceptual, antecedentes y sustento teórico.


2) Encuadre metodológico, se desarrolla con sesiones modelo que muestran el manejo de temas,
técnicas y recursos, y se complementa con el análisis de los procesos que sigue la ruta de implementación:
formación del equipo (perfiles), preparación de sesiones (estructura metodológica), selección de familias y
evaluación.
3) Aplicación, momento en el que los entrenados aplican los conocimientos y ponen en práctica sus
habilidades y uso de recursos en sesiones demostrativas que reciben retroalimentación del equipo de
formación.
A la fecha, en Perú los programas de entrenamiento se han realizado respondiendo a acuerdos
interinstitucionales a personas que directamente trabajan en áreas, programas o proyectos con adolescentes.
La implementación, ejecución, monitoreo y evaluación de FF requiere de un equipo que asegure el éxito
de la intervención.

13 El programa de capacitación ajustado fue realizado por la Dra. María del Carmen Calle y Ps. Alicia Castro en Bogotá bajo supervisión de
la Dra. Martilde Maddaleno – Asesora Regional OPS, experta en adolescencia impulsora de Familias Fuertes – Amor y Límites en Lati-
noamérica. A la fecha y a solicitud de OPS se ha entrenado a facilitadores en Colombia, Brasil y Ecuador entre el 2008 y 2009.

34
 Impulsor / promotor: Promueve y acompaña la implementación del Programa.
 Establece alianzas, moviliza recursos, articula, capacidad de resolver conflictos, acompaña al equipo
interventor.
 Facilitadores: Seleccionan y trabajan con familias.
 Compromiso y conocimiento básico sobre familia y adolescencia: Sensibilidad, empatía y flexibilidad,
experiencia de trabajo con familias, facilidad de comunicación, entrenado en el programa, entre otros
aspectos.
 Equipo de evaluación: Expertos en programas estadísticos elabora la base de datos y analiza la
información del pre y post test.

COMPONENTES SÓLIDOS Y SISTEMÁTICOS DE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN

La hipótesis de evaluación del Programa Familias Fuertes – Amor y Límites plantea que las sesiones
de entrenamiento dirigidas a mejorar las competencias de crianza y comunicación entre padres e hijos
influirían a favor de la salud y el desarrollo de adolescentes. Las unidades de análisis de evaluación son:
las familias y sus cambios.
Siendo el objetivo general del Programa “mejorar la salud y el desarrollo de adolescentes (de ambos
sexos) entre 10 y 14 años de edad”, la evaluación debe mostrar la efectividad de la intervención con
respecto a los cambios atribuibles al Programa de desarrollo de habilidades de comunicación interpersonal
y mejoramiento del clima familiar, variables cuya intervención tendría efecto preventivo sobre la variable
problema conductas de riesgo entre los y las adolescentes.
La evaluación del Programa cuenta con una batería de instrumentos de medición validados al contexto
Latinoamericano para recolectar las evidencias de los cambios producidos por efecto de la intervención.
Estos instrumentos se presentan como cuestionarios de auto reporte para padres e hijos y los responsables
del programa. Los cuestionarios para padres e hijos recogen los conocimientos, prácticas de interacción,
actitudes y habilidades de comunicación en el contexto familiar. Son 21 indicadores de cambio conductual
analizados en los adolescentes y 6 en los padres.
La batería de instrumentos de medición comprende:

 Cuestionarios de evaluación de la capacitación, para los facilitadores.


 Cuestionarios de pre test para padres.
 Cuestionarios de pre test para hijos.
 Cuestionario de post test para padres.
 Cuestionario de post test para hijos.
 Cuestionarios de evaluación de la planificación a los responsables del programa.
 Cuestionarios de proceso y resultados a los responsables del programa.

Antes de iniciar el Programa se aplica el pre test, para establecer a modo de línea de base como ingresan
las familias (padres e hijos) antes de su entrenamiento en el programa. Al completar el Programa se aplica
el post test, que permitirá establecer la comparación del estado actual de padres e hijos respecto a los
resultados iniciales y precisar el nivel de efectividad del programa. En Estados Unidos y El Salvador, se
han realizado mediciones a los seis meses y dos años, mostrando como la intervención del programa ha
mantenido el nivel de comunicación y clima intrafamiliar entre padres e hijos, con efectos en la adolescencia
tardía.

35
Los cambios en las percepciones de padres e hijos se monitorean sesión a sesión, pero los indicadores de
cambio conductual generados por el Programa se evalúan al completar las 7 semanas. Se evalúa entonces
el incremento de las habilidades de comunicación interpersonal, el mejoramiento del clima familiar, el
desarrollo de la autorregulación y el seguimiento de reglas de conducta que el programa pretende promover
para prevenir la aparición de comportamientos de riesgo entre los y las adolescentes participantes.
En el Perú las dos experiencias de evaluación no se planificaron como un estudio de tipo longitudinal para
hacer seguimiento de los casos a través del tiempo. Se basó en evaluaciones anteriores que demostraron
como la intervención del programa sobre la comunicación y el clima intrafamiliar entre padres e hijos, tenía
efectos en la adolescencia tardía, y que estos se potencian con el tiempo, dos años después de finalizada
la intervención (en Estados Unidos y El Salvador).

LA EXPERIENCIA DE FAMILIAS FUERTES – AMOR Y LÍMITES EN EL PERÚ

En el año 2005 la OPS Perú introdujo el Programa Familias Fuertes – Amor y Límites en el Ministerio
de Salud capacitando al personal y avanzando en la formulación de una norma a favor de la incorporación
del programa. Sin embargo, el avance fue difuso y no documentado. Este año 2009, la Estrategia Sanitaria
de Salud Mental ha incorporado Familias Fuertes – Amor y Límites como parte del fortalecimiento de las
competencias de los profesionales del primer nivel de atención en 25 regiones del país.
En el 2007, el Proyecto Fomento del Desarrollo Juvenil y Prevención de la Violencia de la OPS y
la Cooperación Alemana – GTZ incorporó Familias Fuertes- Amor y Límites como una estrategia del
proceso integral de formación y ejecución de proyectos en alianza con gobiernos locales, para el trabajo
de prevención de la violencia que afecta a jóvenes. Entonces, se implementó y evaluó el programa en 6
distritos. Ese mismo año, el Proyecto OPS/GTZ recibió solicitudes de apoyo técnico para implementar el
programa. Se asesoró a la dirección de familia y comunidad del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social
en la implementación y evaluación del programa en 3 distritos.
La Sociedad Peruana de Adolescencia y Juventud desde el año 2008 ofrece a los/as participantes la
capacitación a facilitadores en sus congresos anuales.
En abril del 2008 DEVIDA, a través de la Gerencia de Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas,
suscribió un convenio interinstitucional con OPS y GTZ. Ese mismo año se capacitó y aplicó el programa
en 9 distritos con equipos locales integrados a la Red de Prevención de DEVIDA en el marco de acuerdos
de trabajo con municipalidades y OPS/GTZ transfirió la metodología del Programa Familias Fuertes- Amor
y Límites a DEVIDA. En el 2009 se realizó la formación de formadores. Actualmente, DEVIDA ha adaptado
comunicacionalmente el Set de vídeos al contexto peruano y ha iniciado la expansión del Programa.

2009: DEVIDA
 Formación de facilitadores: Unión Nacional Iglesias Evangélicas del Perú.
 Formación de facilitadores de la Diócesis de Chosica.
 Adaptación comunicacional del set de videos del programa.
 Formación de formadores.

2008: OPS/GTZ /DEVIDA


 Aplicación del programa desde los Programas de Impacto Rápido: Capacitación a equipos locales
de la Red de Prevención y aplicación del Programa en: Miraflores, San Luis, Surco, San Isidro, Lima
y La Punta, San Luis, La Victoria, Surquillo y Villa el Salvador.

36
 Suscripción de Acuerdo de Entendimiento OPS/DEVIDA/GTZ.
 Aplicación del programa en el distrito de Comas – OPS/GTZ

2007: OPS/ GTZ


 Apoyo técnico al MIMDES: aplicación y evaluación del programa en Lima, San Miguel y La Victoria.
 Capacitación, aplicación y evaluación del programa en: Comas, Independencia, Surco, Surquillo,
Ventanilla y Villa el Salvador.

RETOS EN EL AVANCE DE LA ESTRATEGIA EN EL PAÍS

Se requiere de respuestas integradas e integrales, el diseño de intervenciones con sustento teórico


y evidencia para lograr el impacto esperado en el cambio de conductas de los adolescentes respecto al
consumo de drogas.
El Programa Familias fuertes – Amor y Límites es una herramienta efectiva de prevención de conductas
de riesgo, con énfasis en el consumo de drogas, con un alto poder de potenciar y articular intervenciones
para un mayor impacto, no obstante, su avance en el país plantea los siguientes retos:

1. Cuidar la calidad técnica del Programa, sin desvirtuar su metodología personalizada.


2. Contar con una red de formadores que mantenga el nivel de exigencia técnica en la capacitación de los
recursos humanos a fin de transferir el dominio del fundamento teórico y el manejo metodológico. Para
evitar la gradual pérdida de excelencia
3. Establecer los lineamientos para monitorear y evaluar las intervenciones.
4. Formar una red de investigadores para la medición de las intervenciones y contar con evidencias del
impacto por efecto del Programa.
5. Documentar las sucesivas intervenciones y aportar a la construcción de conocimiento en la materia.
6. A partir del conocimiento producido crear estrategias comunicacionales de llegada a los padres en
espacios radiales y televisivos.
7. Promover el establecimiento de estrategias de sostenibilidad de los programas de Familias Fuertes –
Amor y Límites en distintas localidades articulando las diferentes iniciativas en una respuesta integral
local.

37
REFERENCIAS

Abad, J. M. y Gómez, J. A. (2008). Preparados, listos, ya. Una síntesis de intervenciones efectivas para
la prevención de violencia en adolescentes y jóvenes. Washington D.C. Organización Panamericana de la
Salud Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud/ Cooperación Técnica Alemana.

Abad, J. M. (2008).Conceptos, aprendizajes y herramientas para la evaluación de resultados en proyectos


de desarrollo juvenil y prevención de la violencia. Organización Panamericana de la Salud Oficina Regional
de la Organización Mundial de la Salud / Cooperación Técnica Alemana. Documento informe de trabajo
interno.

Abad, J.M. (2006). Estado del arte de los programas de prevención de la violencia en jóvenes. Basados en el
trabajo con la comunidad y la familia, con enfoque de género. Washington D.C. Organización Panamericana
de la Salud Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud/ Cooperación Técnica Alemana.

Breinbahuer, C. y Maddaleno, M. (2008). Jóvenes: Opciones y cambios. Promoción de las conductas


saludables en los adolescentes. Washington D.C. Organización Panamericana de la Salud Oficina Regional
de la Organización Mundial de la Salud/ASDI/NORAD.

Kumpfer, K.L y Jhonson, J.L. (2007). Intervenciones de fortalecimiento familiar para la prevención del
consumo de sustancias en hijos de padres adictos. Utah University. Department of Health Promotion and
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Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el Delito (2009). Guía para la ejecución de programas de
desarrollo de aptitudes de la familia en materia de prevención del uso indebido de sustancias. Nueva York,
UNDOC.

Organización Panamericana de la Salud (2008). Estrategia regional para mejorar la salud de adolescentes
y jóvenes.

Organización Panamericana de la Salud. Familias Fuertes – Amor y Límites. Programa Familiar para
promover la salud y prevenir conductas de riesgo en adolescentes (OPS: 2009). OPS Oficina Regional de
la Organización Mundial de la Salud/ASDI/NORAD/GTZ.

Organización Panamericana de la Salud Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud/


Cooperación Técnica Alemana al Desarrollo (2008). Teach VIP Youth. Módulo de Prevención de la Violencia
que afecta a los jóvenes. Lima: OPS/GTZ.

Simpson, Rae. A. (2001) Una síntesis de la investigación y una base para la acción: Proyecto Ser Padres de
Adolescentes. Centro para la Comunicación de Salud. Escuela de Salud Pública de Harvard. Organización
Panamericana de la Salud Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud/ASDI/NORAD.

38
CONSUMO DE DROGAS Y VIOLENCIA JUVENIL: HACIA
UN MARCO COMPRENSIVO PARA LA GENERACIÓN DE
POLÍTICAS Y PROGRAMAS DE PREVENCIÓN
Roberto Alfonso Gushiken Miyagui

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Un hecho que caracteriza la dinámica actual de las ciudades de América Latina es el incremento de la
incidencia y la diversificación de las modalidades de la violencia1. Entre ellas, la violencia juvenil constituye
–por su impacto en las condiciones de vida de la población, por sus efectos erosivos del tejido social, por las
dificultades y límites que impone a las políticas de desarrollo y lucha contra la pobreza, y sobre todo, por la
impotencia y no-saber frente a ella de los organismos de seguridad, legislativos, judiciales y reeducativos–
objeto de preocupación de los funcionarios del Estado, de los trabajadores sociales y de la salud pública.
En Perú, la proliferación de organizaciones y actividades juveniles violentas siguió al declive de la
violencia política. Según la Policía Nacional del Perú (2009), existen actualmente, en Lima y Callao, más de
400 pandillas que agrupan alrededor de 12 mil jóvenes, responsables de más de cinco mil hechos delictivos
al año.
Sin embargo, más allá de su extensión, genera preocupación el aumento en los niveles de violencia
que demuestran estos grupos, los cuales no sólo han convertido en hechos cotidianos los ataques a
propiedades, los saqueos y asaltos grupales (que desde hace tiempo han vuelto intransitables diversos
sectores de las principales ciudades), sino que vienen causando también un creciente número de muertes
(Peru21, 25 de abril de 2009).
Este fenómeno tiene diversos efectos. En primer lugar, debilita las instituciones y la gobernabilidad
democrática, ya que conforme aumenta la sensación de inseguridad en la población se acentúa la
fragmentación del tejido social y la desconfianza en las instituciones y dirigencias, decae la participación
social y se abren paso demandas de orden y de respuestas más severas, incluso autoritarias y violentas, que
terminan de poner en crisis la gobernabilidad y el estado de derecho. Además, al deteriorarse las instituciones,
los recursos sociales pierden eficacia para contener la agresividad, en especial, la que compromete a los
adolescentes y jóvenes. De este modo, se establece un circuito causal que se retroalimenta a sí mismo.
En segundo lugar, impacta, por sus costos –públicos y privados– y por sus efectos en el ahorro y la
inversión nacional y extranjera, en las posibilidades de desarrollo y la lucha contra la pobreza. Según el
Instituto Apoyo (1998), sólo en la ciudad de Lima, los costos directos de la violencia urbana –en la que el
pandillaje constituye componente importante– representaron, en 1996, el 0.74% del PBI Nacional; por años
de vida saludable perdidos, entre 0.22 y 0.90% del PBI; y el valor de los bienes robados o destruidos, el

1 Una expresión de ello es el aumento sensible de las tasas de homicidio, particularmente de los jóvenes en las áreas urbanas donde,
con algunas excepciones, sobrepasan los dos dígitos. En Bogotá, por ejemplo, entre 1975 y 1994, la mortalidad por homicidios se
quintuplicó, superando los 80 por 100,000 habitantes; en Cali, en el mismo periodo, el factor de incremento fue 8.6, sobrepasando los
130 homicidios por 100,000 habitantes; y en Medellín, de 7.4, superando los 200 por 100,000 (Franco, 1999). En Brasil, las ciudades de
Río de Janeiro y Sao Paulo mostraban, ya en 1994, tasas de 78.1 y 49.1 respectivamente. San Salvador, en 1995, tenía una mortalidad
cercana a 90 por 100,000 habitantes, mientras que Lima, en el mismo año, tenía una tasa de 28.2, y Santiago, de 6.7 (Apoyo, 1999). Sin
embargo, la gravedad del fenómeno no sólo se expresa en la magnitud del número y proporción de los homicidios. Los hurtos son cada
vez más audaces, los atracos comportan cada vez más lesiones a las víctimas y los actos violentos, en general, se perpetran con más saña
y sevicia.

39
0.3%. Sumados, los costos de la violencia en Lima representaron entre 1.27 y 1.95% del PBI Nacional, que,
comparados con el 6.1% que en promedio se asigna al gasto social en el país, resulta inadmisible. Con
todo, quizá sean más importantes para el crecimiento económico, los efectos en la acumulación de capital
humano, en la participación en el mercado laboral, en la productividad y ausentismo, y en los ingresos de
las personas afectadas, que son menos evidentes y cuantificables.
En tercer lugar, algunas investigaciones vienen demostrando que “la violencia afecta más los bienes de
los más pobres (en particular su capital social) que los de otros grupos” (BID, 2003), agravando la pobreza y
la inequidad social, factores que, a su vez, contribuyen a promover la violencia en la ciudad. De este modo,
la violencia, la pobreza y la desigualdad se reúnen en un nuevo círculo vicioso.
Por último, existen evidencias convincentes de que la violencia se perpetúa a sí misma –los niños
víctimas o incluso simplemente testigos de actos de violencia son más propensos que sus pares a tener
comportamientos violentos.
Sin embargo, pese a esta preocupación2, es poco lo que ha podido hacerse de manera eficaz para
frenarla y lo que se ha logrado esclarecer de ella.

EL ESTADO DEL CONOCIMIENTO

Generalmente, cuando se piensan los problemas de seguridad ciudadana y, en particular, la delincuencia


y violencia juveniles, se piensan como problemas de la policía, cuando más, de las instituciones de justicia.
Desde esta concepción, las respuestas que resultan se relacionan con el incremento del número de efectivos
policiales y de su dotación de recursos para combatir el crimen y capturar a quienes lo cometen. Cuando, a
pesar de su despliegue, no se logran los resultados esperados, se exige incrementar las penas, esperando
disuadir, con ello, a quienes pudieran tener la tentación de trasgredir las normas.
Sin embargo, hay, en esto, una suerte de necia insistencia, que hace caso omiso de la experiencia,
que enseña que la prohibición y el riesgo también inducen. No podría entenderse, de otra manera, la
persistencia y hasta el incremento de ciertas conductas cuando más se insiste en advertir su peligro (por
ejemplo, sobre la posibilidad de un desastre, un accidente, un cáncer o el SIDA y, por supuesto, también, el
consumo de drogas), o el comportamiento de niños y adolescentes frente a las prohibiciones de sus padres.
Por lo demás, los resultados logrados demuestran que, en sí mismas, dichas medidas resultan
insuficientes, pues, en algunos casos, la incidencia de los delitos, no sólo no disminuye, sino que aumenta, y
cuando se logra reducirla, disminuye sólo donde son implementadas, desplazándose a las zonas vecinas, y
mientras se sostiene la acción, retornando a menudo con mayor intensidad. Es lo que revelan los resultados
de las políticas de “mano dura” y “super mano dura” implementadas con relación a las maras en diversos
países de Centro América (Aguilar, n.d., Kliksberg, 2008, Martínez, 2009, Thale, n.d.) y los efectos del “Plan
Telaraña”, consistente en el incremento del patrullaje de unidades motorizadas, en diversos municipios de
Lima.
De allí que se imponga la necesidad de comprender las causas que inciden en la generación y en el
mantenimiento o incremento de estos fenómenos.
Una tendencia predominante en la literatura considera la violencia, en general, y la juvenil, en particular,
como fenómenos multicausales en los que participan factores que pueden ser clasificados en cuatro
grandes conjuntos: factores socio-económicos, factores socio-culturales, factores relativos a las relaciones

2 Hoy puede fácilmente constatarse que una de las actitudes más acentuadas del colectivo social tiene relación directa con
la demanda de seguridad ciudadana y con la preocupación por la precariedad de las instituciones públicas encargadas de
prestarla. Expresión de ello es que el tema de la seguridad aparece en el primer lugar de las encuestas sobre preocupa-
ciones públicas en casi todas las ciudades.

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interpersonales y factores de contexto (Krug, 2003, Arriagada, 1999). Estos factores –se señala– se
relacionan entre sí de manera “sumamente compleja” y al mismo tiempo “particular”, de modo que, según
la sociedad, podrán producir o no, unas u otras formas de violencia.
Entre los factores de orden económico, destacan la pobreza, la desigualdad social, el desempleo y, en
general, “la falta de oportunidades de movilidad social o económica en el contexto de una sociedad que
promueve el consumo de manera agresiva” (Centro Internacional para la Prevención de la Criminalidad,
2009, p. 34). Son factores que “atentan contra la integración social y generan marginalidad” (Arriagada,
1999, p. 10) (Hemmati, 2006, Ribando, 2005, Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, 2007,
Santos, 2002, Jimeno, 1990, Bedoya, 1991, Franco, 1999 y Camacho, 1995).
Entre los factores socio-culturales, diversos autores colocan el énfasis en los cambios de los marcos de
referencia producidos como resultado del desarrollo y expansión de la sociedad moderna: entre ellos, el
imperio de una ética hedonista y la dispersión de los referentes de autoridad que promueven la aceptación
del “dinero fácil” y el uso de cualquier medio, entre ellos la violencia, para obtenerlo y para resolver los
conflictos que se presenten. Estos elementos referenciales, que muchas veces son fomentados por los
medios de comunicación, constituyen lo que ha venido a denominarse cultura de la violencia. (Dowdney,
2005, Krug, 2003, Jaramillo, 1998, Arboleda, 1996, Jaramillo 1993, González, 1992, Restrepo, 1992,
Salazar, 1992, Bedoya, 1991, Restrepo, 1991, Henao, 1990, De los Ríos, 1990, Ruíz, 1990 y Salazar, 1990).
Los factores mencionados inciden en las relaciones interpersonales de los niños y jóvenes –con sus
familias, amigos, compañeros y comunidad– generando procesos que influyen fuertemente en el desarrollo
de conductas violentas, entre ellos, la falta de vigilancia y supervisión de los niños por parte de los padres y,
por el contrario, el haber sido objeto o testigo de abuso o castigo físico severo en sus hogares (DeGue, 2009,
Ward, 2007, Hemmati, 2006, Krug, 2003, Smith, 1994, Malinosky-Rummell, 1993, Widom, 1989, McCord,
1979, Shepherd, n.d). Otros factores señalados son: haber vivido la infancia en familias atravesadas por
conflictos entre los progenitores (Krug, 2003, McCord, 1979, Henry, 1996) y familias con bajo nivel educativo
(Arriagada, 1999, Perales, 1995).
Por otra parte, tener amigos en pandillas o delincuentes (Ward, 2007, Widom, 1989) o usuarios de
drogas ilícitas (Krug, 2003, Perales, 1995) también fue asociado con una mayor probabilidad de desplegar
comportamientos violentos. En el mismo sentido abona el hecho de vivir en vecindarios con niveles altos de
criminalidad y violencia (Hemmati, 2006, Ward, 2007) o que carecen de capital social (Ayres, 1998, Moser,
1997).
Finalmente, entre los “factores contextuales de carácter irruptivo” –empleando el término propuesto por
Arriagada (1999)–, los que se asocian más fuertemente a la violencia urbana y juvenil son la postguerra,
en la medida en que las guerras legitiman su uso, el narcotráfico (Arriagada, 1999) y la inoperancia, la
corrupción y el uso ilegal de la violencia por los aparatos estatales encargados de ejercer justicia (Centro
Internacional para la Prevención de la Criminalidad, 2009, Krug, 2003).
La concepción que sirve de fundamento a estas explicaciones es una que concibe la violencia como
un hecho articulado a la lucha por la subsistencia o por el acceso a aquello que la sociedad les impone
como necesidad (patrones de consumo y modelos de ser), en un medio cultural que la legítima y brinda
los elementos para su actuación. En tal sentido, los individuos y, en particular, los jóvenes, quedan, en
relación con sus actos, reducidos a la condición de víctimas de las circunstancias. Serán siempre, desde
este enfoque, factores de la realidad material, externas a las personas, los que expliquen la participación de
los jóvenes en actividades delictivas o violentas, nunca nada que implique una construcción, una elección
subjetiva.
Cabe señalar, con relación a esta concepción, que si bien considera características muy frecuentes, en
algunos casos, distintivas, de los sectores más afectados por el problema, se queda corta para explicar las
“excepciones a la regla”: por un lado, la existencia de pandillas conformadas por jóvenes de clase media,

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y, por otro, que no todos, ni aún la mayoría de los jóvenes procedentes de sectores populares participan en
ellas. Tampoco explica la saña y la sevicia que con frecuencia acompañan sus actos violentos, o las guerras
entre ellos, en no pocas ocasiones, generadas por la posesión de objetos sin valor alguno en términos
de necesidad. Además, que la violencia surja como estrategia de supervivencia cae por su peso al ser
contrastado con el hecho de que, usualmente, el dinero obtenido en actividades delictivas no tenga un uso
definido y termine siendo derrochado, incluso regalado.
Lo anterior, sumado a la enorme variedad de rutas que emprenden los jóvenes de sectores populares –
jóvenes que viven en las mismas o peores condiciones que los pandilleros, muchos que incluso pertenecen
al mismo barrio y hasta al mismo grupo–, en la vía del trabajo o del estudio, impone la consideración de que
otros procesos, más próximos al ámbito subjetivo, estarían concernidos en la explicación del fenómeno.
Por su parte, los programas de prevención o rehabilitación de adolescentes en conflicto con la ley
se basan en esta misma concepción, que piensa estos fenómenos como producto de condiciones
de marginación social y carencia material. En tal sentido, están centrados en la generación de ofertas
tendientes a mejorar sus condiciones de vida –estudio, trabajo, capacitación laboral– y de una amplia
gama de acciones educativas dirigidas a fortalecer su autoestima, a reforzar los lazos afectivos del grupo,
a sensibilizarlos sobre los efectos de la violencia, a prevenir el uso de drogas.
Son ofertas importantes. Sin embargo, se observan, con frecuencia, efectos que resultan paradójicos y
que interrogan su validez:

 Jóvenes que ante la oferta que les hace un programa, por ejemplo, de retomar sus estudios o de
trabajar, y pese a haber manifestado su deseo en tal sentido, cuando se logran, la abandonan sin
explicación alguna.
 Jóvenes que permanecen por años vinculados a la institución e identificados al semblante “pandillero”;
que se presentan, hablan, visten, actúan y se relacionan con los demás como tales, incluso aunque
no participen en actividades delictivas.
 Jóvenes convertidos en tiranos frente a las instituciones, exigiendo cada vez más y mayores
condiciones para involucrarse en los procesos que éstas les proponen. Instituciones en posición de
demanda, persiguiendo a los jóvenes para que se vinculen o no abandonen.
 Efectos de segregación y estigmatización, en el medio social, contra los jóvenes que participan en
el programa, que, por este hecho, se vuelven sospechosos de cuanto problema se presenta en el
colegio o barrio.
 Efectos de segregación contra los que, por no ser pandilleros, se ven excluidos de los programas,
con lo cual se produce un efecto de empuje a serlo. Esto se expresa en el reclamo: “hay que ser malo
para que le tomen a uno en cuenta, para que a uno le vaya bien”.

Son indicaciones que advierten sobre el cuidado que habrá que tener en toda intervención o programa
que busque trabajar con poblaciones “vulnerables” o “afectadas”, por el hecho de serlo; que hay algo de
la violencia y la trasgresión que resulta inaprensible, que se escapa, que se ve incluso inducida cuando se
intenta tratarla directamente.
No significa lo dicho que el número de efectivos policiales, la mejora de su dotación, el incremento
de su eficacia, el funcionamiento del sistema de justicia y la existencia de leyes y penas que regulen la
relación de los ciudadanos entre sí y con la ciudad no sea importante. Tampoco que la oferta laboral,
educativa o recreativa para los jóvenes que participan en actividades delictivas deba dejarse de lado. Lo
que se evidencia es que no son suficientes y que existe la necesidad de comprender mejor sus causas, su
dialéctica.

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RESULTADOS DE LA SISTEMATIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA

En lo que continúa del trabajo pretendo aproximarme a esta pregunta a partir de la sistematización de
mi experiencia en diversos programas de intervención dirigidos a jóvenes inscritos en organizaciones y
actividades disidentes de la ley, en Medellín (Colombia) y en Lima y Chiclayo (Perú), y mediante la revisión y
el análisis de investigaciones y experiencias de diversas ciudades de América Latina, y su contrastación con
la observación de los hechos cotidianos de la vida de la ciudad. Busco identificar los procesos que inciden
en la generación y reducción de los fenómenos violentos, para a partir de ellos pensar posibles respuestas.

1. Ofertas sociales inclusivas

Observando el fenómeno de las pandillas, es posible encontrar, con frecuencia, que la salida de la
actividad delictiva no se produce a partir de la solución de una situación deficitaria en el terreno económico
o de las oportunidades de estudio o trabajo, tampoco en razón de una acción educativa. Con frecuencia, la
salida ocurre por el encuentro con una oferta social (una actividad deportiva, cultural o un oficio) que motiva
su interés.
Cierta vez, un joven –señalando la Liga de Boxeo, en Medellín– me dijo “esa puerta me salvó la vida”.
¿Qué había pasado? Un día, caminando con sus amigos por el estadio, encontraron esa puerta abierta y
entraron a ver. Había gente entrenando. Mientras miraban, un entrenador se les acercó a preguntar si les
interesaba, que los entrenamientos eran tales días, que si querían podían ir. Al principio, fueron varios.
Pero, luego, como, a veces, no iban o llegaban borrachos, “nos fueron poniendo condiciones; que si no
nos interesaba, nadie se iba a molestar que no fuéramos. Al final, sólo yo me quedé.” Poco a poco se fue
metiendo y, como cuando había bebido o había trasnochado, no rendía, fue dejando las salidas y se fue
“abriendo de la gallada” (apartando del grupo). Del grupo, ahora, era el único sobreviviente.
La misma historia se repite con otros, lo que cambia son las ofertas, algunas veces, es un deporte, otras,
una banda de música, un grupo de acrobacia o de baile, incluso el haber visto la universidad por dentro.
En todos los casos, se trató de un encuentro “no-previsto”, no esperado, sin la posibilidad de anticipar sus
efectos.
Que sea así, impide que se pueda definir a priori una fórmula eficaz para todos los casos o para un caso
particular. En cambio, se infiere la importancia de generar y mantener abierta una oferta diversa y atractiva,
animada por gente entusiasta y amante de lo que hace, que tome en serio eso y sea exigente, que le den
valor y transmitan su pasión. Pensado de otro modo, se desprende que la pobreza de oferta, su falta de
diversidad y de brillo, constituye una condición que dificulta la inclusión social y favorece la proliferación de
organizaciones y actividades marginales.
Por otra parte, el hecho de que, con cierta frecuencia, los jóvenes decidan salir de la pandilla para ir al
encuentro y sumergirse en una actividad deportiva, cultural o en un oficio, da cuenta de la existencia de
cierta similitud de funciones entre la pandilla y dicha oferta. ¿De qué funciones se trata?
Lo que muestra la experiencia y encuentran algunas investigaciones, es que la participación de los
jóvenes en pandillas, muchas veces, constituye un intento de respuesta a preguntas sobre qué y quién soy
–para mis padres, para mis pares, para las personas del otro sexo–, qué es ser un hombre (Santos, 2002;
Centro Internacional para la Prevención de la Criminalidad, 2009). Son preguntas introducidas, de un lado,
por el despertar de la sexualidad y los cambios en la imagen corporal y el no saber hacer en el encuentro
con una mujer; y, de otro lado, debido a la separación que se produce respecto a las figuras y los ideales
paternos. Son eventos propios de esta etapa, que sitúan al sujeto en un limbo: suspendido, sin respuestas,
con relación a qué soy y qué es ser un hombre; suspendido, sin lugar en el mundo, pues no es más un niño,
pero tampoco un hombre, y el mundo que los padres le deparaban ya no le basta, pero tampoco quiere
perder.

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En estas circunstancias, lo que se evidencia es que las pandillas pueden ser espacios privilegiados
para la construcción de respuestas a dichas preguntas; mientras que el consumo de sustancias, una forma
de eludirlas. Una pandilla, la participación en sus guerras, en las actividades delictivas, proporcionan un
semblante de lo que un hombre es, confieren un lugar en el mundo al brindar el sentimiento de pertenencia a
un grupo y procuran un modo particular de existir y ser reconocido por los demás. Incluso procura situaciones
privilegiadas. Por ejemplo, permite capturar la atención de los padres, incluso de las instituciones. Cuando
esto sucede, dicha participación encuentra un soporte que la sostiene. Esto permite entender los efectos
de identificación al semblante “pandillero” que sostienen las intervenciones centradas en el ofrecimiento de
beneficios a los jóvenes por serlo.
Esto mismo es lo que proporciona la escuela, el deporte, la producción cultural y artística y la actividad
laboral, política o social. Ambas proporcionan aquel semblante y aquel lugar que los jóvenes necesitan.
La diferencia está en lo que pueden propiciar a nivel del deseo por vivir y en la construcción de vínculos
sociales.
No hay razones para pensar que esta dinámica se encuentre ausente en otras etapas de la vida. Cabe
pensar, sí, que las identificaciones sean más sólidas y las elecciones más definidas, en la edad adulta.

2. Impunidad y ejercicio de autoridad

Otra vía de salida posible de la actividad delictiva, es la que se produce a partir de un acontecimiento
que expone al sujeto a la angustia y la culpa con relación a sus actos: la muerte de un amigo o la de un rival
como consecuencia de la participación en una acción del grupo. En otros casos, ocurre a partir de un hecho
que comporta un llamado a hacerse cargo de la existencia: la muerte del padre, el nacimiento de un hijo.
En ambos casos, lo que el acontecimiento produce es, en primer lugar, una puesta en cuestión de las
identificaciones en juego y, por otra parte, un desplazamiento desde una posición reivindicativa, demandante,
que ubica al otro como responsable de lo que le ocurre, hacia otra en la que el sujeto se hace cargo de lo
que le sucede. Estas dos posiciones distinguen los discursos de los jóvenes que sostienen su participación
en pandillas de los de aquéllos que han salido de su circuito.
La pista de esto nos la dio el testimonio de una jovencita inscrita en la periferia de una pandilla, cuya
posición, entonces, era la de demandar para sí, en forma permanente, todo –atención, dinero, permisos,
útiles de colegio que ella perdía o dañaba–, en fin, el derecho a hacer según su capricho. Sucede así hasta
que se asume responsable de la salida del padre de la casa. Una noche, éste llegó borracho, amenazando
hacer explotar la casa con un balón de gas. Ante ello, luego de un forcejeo, la madre “saca” al padre de la
casa, sin que la joven hubiera atinado a hacer otra cosa que encerrarse en su habitación. Sin embargo, en
su relato, ella se atribuía haber expulsado al padre. Es posible que esta versión la construyera a partir del
pedido que hiciera a su madre de no volver a admitir al padre o del contacto que le facilitó con los abogados
del proyecto. Lo cierto es que a partir de este momento –así lo ubicaba ella– la historia cambió: comenzó a
cuidar sus cosas, ahorraba para comprar sus útiles de colegio, ayudaba en las labores de la casa, incluso
visitaba y se preocupaba de cómo estaba su papá. Con ello, también, se fue alejando de la pandilla.
El mismo sentimiento y el mismo efecto se presenta, con mucha frecuencia, en otros jóvenes ante el
anuncio o el nacimiento de un hijo. Cabe señalar que éste es un evento que se señala, con frecuencia,
como decisivo para la salida de muchos jóvenes de las pandillas no sólo en el país, sino en diversas
latitudes. Uno de ellos decía:
“cuando nació mi hijo cambié un poco, ¿no?, ya no me dedicaba a…, olvidaba de eso…, un poco a
trabajar, porque un niño, mi hijo, te obliga…, a veces llora de hambre. Así, lo único que te queda, traerle
comida, ¿no?. Pero yo ya me la buscaba ya, ya no me dedicaba a llorar, me lo buscaba trabajando
honradamente”.

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No obstante, que un acontecimiento tenga el efecto de un llamado a hacerse cargo, depende de la
significación que adquiera para cada sujeto, y ésta tiene múltiples posibilidades. No todos los jóvenes que
echan al padre o ante el anuncio de que van a tener un hijo deciden asumir la responsabilidad y hacerse
cargo de su existencia.
Por otra parte, las respuestas ante ella, también, pueden ser diversas. La emergencia de la angustia
puede dar paso al suicidio, y la culpa, a acciones que pudieran no tener otra finalidad que la búsqueda de
castigo, incluso de la propia muerte.
Un joven, que participó en un programa para adolescentes en conflicto con la ley, refiere que es detenido,
muchas veces, por estar cerca de los hechos, por ser ya conocido. Cuando esto ocurre, curiosamente,
ni siquiera intenta escapar. Tampoco reclama ni denuncia el maltrato que, con frecuencia, recibe de los
policías que lo detienen. Dice: “me lo merezco, yo también hago cosas malas. Por eso, no hago nada, no
los denuncio.” Se hace apresar y golpear en tanto lo merece.
En esta perspectiva, las acciones violentas o delictivas pueden adquirir mayor impulso, en frecuencia
y temeridad. Es lo que muestra el siguiente testimonio de un joven justiciero, integrante de un grupo de
autodefensa, en Medellín, que “siempre va contra el objetivo”, pasando de uno a otro –pandilleros primero,
drogadictos después, malos hijos, malos padres–, sin que pareciera haber algo que lo detenga, salvo la
muerte:
…a veces, cuando no estoy accionando, me coge la pensadera. […] Aunque uno sepa porqué hace
las cosas, uno se pone intranquilo, se siente algo culpable. Yo rezo y le pido a Dios que me perdone.
Piensa uno en la muerte, en la vida que le toca llevar. […] por dentro se mueve la tristeza, la angustia.
Pero como uno tiene conciencia de la justicia de lo que hace, siempre va contra el objetivo. (Salazar,
1990, p.84-5).
La diversidad de los eventos que logran significación, por una parte, y la multiplicidad de respuestas
posibles ante ésta, por otra, dan cuenta de que la eficacia no está dada por los eventos en sí mismos, que
los eventos no operan automáticamente, según un mecanismo de estímulo-respuesta instintivo o aprendido
culturalmente.
Este hecho nos coloca, nuevamente, ante la imposibilidad de establecer, para todos, un modelo de
intervención único, mucho menos garantizar, a priori, su eficacia. Sin embargo, a partir de lo elucidado, se
desprende una pregunta que puede orientar la intervención: ¿cómo producir y sostener, en estos jóvenes,
la disposición a hacerse cargo, a responder por sus actos y elecciones?
En este punto, adquiere cabal importancia la respuesta efectiva de alguien que pueda cumplir la función
de límite, alguien que diga “no” a las extravagancias del adolescente y que, de este modo, lo confronte con
su responsabilidad en lo que le sucede, con lo que hay en ello de una elección propia –por inconsciente que
sea– y propicie, en él, la formulación de una pregunta con relación a ella.
En principio, esta función corresponde a los padres y, luego, a los maestros. Sin embargo, lo que se
puede observar, casi invariablemente, en las familias de los jóvenes pandilleros, cuando no es el silencio
producido por la ausencia, el abandono, la indiferencia o la desidia de los padres, es su impotencia. Con
muchísima frecuencia, los padres o alguno de ellos, se presenta diciendo “no sé qué hacer, ya no puedo con
él”. Se trata de una impotencia en el sentido de no saber hacer para introducir y sostener límites.
Cuando no es el silencio o la queja impotente, lo que emerge, con frecuencia, es la permisividad, el
encubrimiento y la sobreprotección, esgrimidas como estrategias para conquistar o mantener el “amor”
–incluso la presencia– del hijo. Son padres que asumen la defensa o que disculpan cualquier falta del
adolescente, que minimizan sus alcances, pero también que se quejan y amenazan con denunciarlo o
internarlo, por ejemplo, en el Centro Juvenil o en un centro terapéutico para adictos cuando no se allanan a
sus exigencias, y al día siguiente le compran todo cuanto piden y lo complacen más que a otros.

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Ésta es la otra dimensión presente en la dinámica de las familias en cuestión. Bien que se presenten
como impotentes o como sobreprotectoras, muchas veces, se esconde, tras ello, la voluntad de hacer que
sus hijos se sometan y hagan lo que ellos, los padres, caprichosamente, quieren que hagan.
Desinterés, impotencia, permisividad, normas caprichosas, son, todas ellas, situaciones en las que, por
la falta de consistencia o por la inoperancia de sus agentes, la función de límite queda en suspenso.
De otra parte, el hecho de que en la gran mayoría de casos, los actos delictivos sean precedidos por
una secuencia más o menos larga de actos disidentes de las normas que rigen las relaciones en el seno de
la familia, primero, y de la escuela, después, conduce a pensar en una dimensión de llamado a aquél que
debe agenciar la función del límite, en los actos del adolescente; son llamados, piedritas que el sujeto lanza
hacia la ventana de aquél que debe cumplir esta función, y que al no obtener respuesta, suscita que lance
otras, cada vez más grandes, con más contundencia, ingresando en un espiral creciente.
Es el caso de un adolescente que había sido enviado al proyecto por un robo. Se trataba de un evento,
dentro de una serie, entre los que se encontraba la salida de la casa de sus padres, para vivir en la casa
de un travesti –él va y viene de la casa de los padres a la del travesti. Es el hecho que más preocupa a la
madre. Respecto a esta persona, dice no sentir nada y niega haber tenido relaciones sexuales con ella.
Dice que tiene enamorada y que ella no sabe de esta “amistad”. Se trata, además, de un joven sin ninguna
ocupación, que lo único que hace es “dormir y ver películas todo el día”.
Después de varios meses de trabajo, durante los cuales falta repetidamente a sus citas. Se le convoca a
una reunión. Se le plantea que la decisión de participar en el programa era suya, que no era una obligación,
y se le propone que se tome un tiempo para decidir si quiere seguir. Responde, de inmediato, diciendo que
quería continuar, pero solicita que se le cambie el horario de sus reuniones. La psicóloga le preguntó: “¿por
qué no puedes?”. Cabe señalar que las citas eran a las 10 am. –“Porque me acuesto tarde; a las 3 o 4
am”. –“¿Qué puedes hacer para llegar a tu hora?”. Silencio. “Nos vemos, entonces, a la misma hora”. Esta
intervención surte efectos: A partir de entonces, despierta. A la semana siguiente, llegó a su cita a la hora
pactada. Había averiguado un trabajo y dice querer estudiar. Cuando se le indica que estudiar tenía costos,
responde que para ello iba a trabajar.
Días después, dice haber vuelto a la casa de sus padres, pero lamentaba que, ante esto, ellos no le
hubieran dicho nada. La intervención de la psicóloga fue entonces preguntarle qué esperaba que le dijeran.
–“Si tuviera un hijo, yo le hubiera dicho: «Decídete dónde vas a vivir»”. Esta respuesta quedó señalada con
el corte de la sesión. En adelante, el joven se va a comprometer con su trabajo, con sus estudios, con su
pareja; con ello, abandona el programa.
Es claro que vivir con el travesti, no hacer nada, delinquir, son actos dirigidos a propiciar la respuesta
de los padres. La confrontación del joven con sus dichos y su demanda, también con su responsabilidad
en lo que le sucede, le permite rectificar su posición. Entonces, frente a la falta de respuesta de los padres,
decide no insistir, decide responderse.
La intervención institucional –de la policía, los fiscales o los jueces, incluso, de las instituciones de
protección, siempre que no tomen a su cargo la facultad de dar a los jóvenes aquello que necesitan para
salir de la violencia– puede abrir, pues, el espacio para la puesta en cuestión del adolescente, para que
hable y se escuche, y, entonces, para que interrogue y tome posición frente a lo que dice y hace y frente a
lo que le sucede.
Un punto adicional. A partir de lo expuesto, podemos pensar que una respuesta de la autoridad, que
sanciona el acto y pide cuentas de sus razones, tiene efectos de inclusión. Por el contrario, una no-
respuesta, que ignore el acto cometido, excluye, deja sin lugar. Es lo que se evidencia en la queja que, con
frecuencia, emerge cuando los jóvenes comienzan a hablar de sus actos, “mis padres no me dijeron nada”,
y en la pregunta que sigue, “quién soy para ellos”.
De lo desarrollado hasta aquí, una categoría que emerge con relación a la participación de los jóvenes

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–y posiblemente, también, de los adultos– en las actividades y organizaciones delictivas o violentas es
la de inclusión social. Tal vez, esta misma permita explicar el impacto favorable de algunas políticas de
recuperación del espacio público y desarrollo urbano, en términos de seguridad ciudadana.

3. Inclusión de espacios públicos

Una primera observación que se impone, no sólo al investigador acucioso, sino incluso al transeúnte
desprevenido, es que son los espacios públicos excluidos de la ciudad, es decir, aquéllos sin iluminación,
invadidos por la basura, sin vigilancia y, sobre todo, “no habitados” por los ciudadanos, los que se vuelven
inseguros.
Es lo que se demuestra, también, aunque por sus efectos inversos, es decir, de reducción del riesgo y
de mejoramiento de la percepción de seguridad, cuando alguna obra permite recuperar el espacio público
(por ejemplo, la recuperación de un parque o una losa deportiva, la iluminación de una calle, la construcción
de un centro comercial).
Sin embargo, es importante precisar que no basta con reconstruir o iluminar un parque o losa deportiva,
se hace necesario incorporarlo a la vida de la ciudad, como espacio a ser habitado, como espacio para el
encuentro y la interrelación entre sus habitantes. Cuando no ocurre esto, al cabo de cierto tiempo, vuelven
a ser ocupados por la actividad marginal, la oscuridad y la basura. Hay cientos de evidencias de ello.
En Lima, la restauración y embellecimiento de la tradicional bajada a la playa, en Barranco, con el arreglo
de jardines, la reparación del sendero peatonal y la instalación de faroles, cedió rápidamente su lugar, con el
primer farol roto. En el mismo sentido, en diversas zonas industriales de la ciudad, la iluminación y limpieza
de sus calles no consiguen, por ellas mismas, generar tranquilidad en quienes las transitan; son calles que
requieren vigilancia permanente y que, igual que la bajada a la playa, pierden lo conquistado con el primer
descuido.
Contrastan con esto, los resultados logrados cuando la preocupación por su mantenimiento y vigilancia
se combinó con la construcción de espacios y la organización de actividades recreativas y culturales
sostenidas, que permitieron su apropiación por la ciudad.
Es lo que se puede aprender de las experiencias de recuperación de espacios como el Parque Kennedy
o la Plaza Italia, en Lima, El Cartucho, en Bogotá, el Parque de los Pies Descalzos y las zonas circundantes
al Metro, en Medellín, y los Malecones Simón Bolívar y Salado, en Guayaquil. En ellos, a medida que los
vecinos y, en general, los habitantes de la ciudad, convocados por los juegos infantiles, las presentaciones
de grupos de música y teatro, las ventas de artesanías, la exposición de pinturas, los miradores y los
restaurantes al aire libre, los reconquistaban como espacios para encontrarse, para divertirse y pasar el
tiempo, las actividades marginales (la prostitución, el consumo y venta de drogas, la indigencia y el robo
callejero) iban siendo desplazadas y la vigilancia que, al inicio, era fundamental, reduciéndose en número
y horario.

4. Inclusión social de barrios

Pero más allá de la recuperación de los espacios públicos y de su apropiación por la ciudad –que lo que,
aislados, sólo desplazarían los eventos hacia otros lugares–, son las políticas de inclusión de barrios, en los
que dichas acciones estaban inmersas, lo que pareciera haber contribuido, en mayor medida, a la reducción
de los índices de criminalidad y violencia en ciudades como Medellín, Bogotá o Guayaquil.
En estas ciudades, la administración municipal impulsó políticas claras de inclusión de los barrios
marginados a programas de desarrollo y culturales dirigidos, no sólo a ellos, sino a la ciudad toda. En
Medellín, cabe resaltar, a modo de ejemplo de lo que son dichas políticas, tres iniciativas: la construcción
del Metrocable, que está llevando el Metro a los barrios ubicados en los cerros que rodean la ciudad; la
construcción, en estos barrios, de parques-bibliotecas, diseñadas por los mejores arquitectos del país, con

47
la idea de convertirse en “centros culturales y de encuentro ciudadano”, y la carrera de aventura “7 Cerros
Medellín”, que integró dichos barrios como escenarios de competencia y a sus habitantes como anfitriones,
animadores y competidores.
Todas estas iniciativas motivaron que estos barrios marginales fueran visitados por personas de otros
sectores de la ciudad, incluso de altos ingresos, y de otras ciudades; que la gente de dichos barrios reciba
al visitante con orgullo y ofreciéndole su mejor cara, que arreglaran sus calles, fachadas y techos, que lo
acogieran y cuidaran; pero también los motivó a salir, a ir a otros barrios, a recorrer la ciudad. En suma,
fueron iniciativas que posibilitaron oportunidades de socialización y nuevas formas de relación con los
vecinos de otros barrios, y con la ciudad.
Son acciones que, además de estos beneficios, dan cuenta de la existencia de dichos barrios en el
interés de la ciudad y de sus autoridades. Y la calidad y magnitud de las obras testimonian que no se trata
de cualquier lugar. En tal sentido, producen efectos de pertenencia y pacificación. Lo mismo sucedió con
los barrios del Cerro Santa Ana (un lugar parecido al Cerro San Cristóbal o San Cosme) en Guayaquil, que
en otros tiempos era zona vedada y hoy es lugar de paseo, tertulia y diversión para artistas, bohemios,
ciudadanos y turistas de la ciudad.
Cabe señalar, adicionalmente, que en todos estos casos, las acciones fueron acompañadas por “estudios
de impacto social” (encuestas, entrevistas, grupos focales), reuniones y asambleas, que permitieron
incorporar los usos y gustos de la población, su palabra y, con ellos, propiciar su expectativa y entusiasmo
por lo que vendría y su participación en el diseño y ejecución de las obras.
De lo expuesto, es posible inferir que no es la pobreza, en sí misma, la generadora de violencia en los
sectores más deprimidos de la ciudad, sino la exclusión. Es lo que, a la inversa, se desprende del hecho
de que no son los barrios más pobres los más peligrosos y los que mayor tradición delictiva tienen, sino
aquéllos marcados por el estigma y excluidos de la ciudad, al punto de no esperar ni demandar nada a sus
autoridades, de ni siquiera permitir el ingreso de extraños a su interior.
Sin embargo, se desprende, también, que el camino a la inclusión requiere dos movimientos: uno, por
parte de la ciudad, de las autoridades e instituciones, un movimiento de reconocimiento de las personas
como sujetos, con una palabra a considerar, con iguales derechos y responsabilidades frente a las ofertas
sociales que la ciudad genere y ante la ley que regula sus relaciones; el otro, un movimiento por parte
de las personas que viven en ella, movimiento de aceptación a participar en la vida social, que implica el
consentimiento a dicha ley, el consentimiento a su regulación.
Esto conlleva, en la intervención, no la posibilidad de una receta a aplicar indistintamente en todos
los casos, sino de una intervención orientada por este lineamiento, por este principio: cómo propiciar la
aparición, el sostenimiento y la inclusión del sujeto, esto es, de su palabra y su responsabilidad.

48
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51
EL CONSUMO DE DROGAS DESDE UNA PERSPECTIVA
EVOLUTIVA Y SU APLICACIÓN A LAS POLÍTICAS E
INTERVENCIONES PREVENTIVAS
Inés Bustamante Chávez

INTRODUCCIÓN

El consumo de drogas puede ser observado y analizado desde diferentes perspectivas. Un enfoque
a considerarse para entender la ocurrencia del consumo de drogas y para el diseño e implementación de
políticas e intervenciones preventivas es el evolutivo. En el presente artículo se define que implica una
perspectiva evolutiva del consumo de drogas. Se mencionan las principales características de las etapas
de la infancia, adolescencia y juventud y los aspectos que colocan a los individuos en riesgo del consumo
de drogas. Posteriormente se explican algunos modelos conceptuales que dan luces sobre la perspectiva
evolutiva y el consumo de drogas, asi como se describen los factores de riesgo y de protección del consumo
de drogas y se analizan a la luz de los resultados de los estudios epidemiológicos realizados en el Perú.
Finalmente, se discuten las políticas e intervenciones para la prevención del consumo de drogas desde una
perspectiva evolutiva.

PERSPECTIVA EVOLUTIVA

La perspectiva evolutiva implica acercarse al fenómeno del consumo de drogas desde un enfoque de
desarrollo, entendido como los cambios que se manifiestan en los individuos desde la concepción hasta la
muerte. Estos cambios ocurren en los procesos biológicos, fisiológicos, cognitivos, afectivos, sociales, etc.,
que a su vez interactúan entre sí y con un contexto con diferentes niveles, que van desde la familia hasta
los sistemas ideológicos donde crece un individuo. Este contexto también se transforma históricamente y
a lo largo del ciclo vital de las personas.
En otras palabras el desarrollo ocurre como resultado de interacciones entre genes, sistemas internos
(biológico, fisiológico, cognitivo, afectivo), personas y contextos en diferentes niveles (Masten, Faden,
Zucker y Apear, 2008).
Según Papalia (1997) el desarrollo de los individuos también llamado desarrollo humano implica cambios
cuantitativos y cambios cualitativos. Los cambios cuantitativos se refieren a cambios numéricos; por
ejemplo, al aumento de la talla. Mientras que los cambios cualitativos se refieren a niveles más complejos de
operaciones o vivencias que integran estadios anteriores. Por ejemplo, el cambio que ocurre del pensamiento
concreto al pensamiento abstracto, que permite a las personas poder pensar sobre preposiciones, el hacer
inferencias, entre otros procesos mentales.
Asimismo, el desarrollo humano se caracteriza por continuidades y discontinuidades, los primeros
implican estabilidad, mientras los segundos revelan grandes transformaciones.

52
Es así que si bien el desarrollo es progresivo, no es uniforme en cuanto a velocidad y tiempo, hay
periodos rápidos de transición, reorganización, de grandes saltos, pero también de latencia y consolidación
(2004/2005).
Es importante mencionar que tanto la herencia como el medio ambiente influyen en el desarrollo. Hace
algunos años se discutía sobre cual de los dos aspectos era el que influía en el desarrollo. Actualmente, se
reconoce que ambos tienen un rol muy importante, y que incluso hay interacciones entre el ambiente y los
factores genéticos que se traducen en características, conductas, etc.
Entre las influencias ambientales en el desarrollo cabe resaltar las normativas y no normativas (Papalia,
1997). Las primeras se refieren a factores que impactan a los individuos de un grupo de edad, mientras que
la segunda son eventos circunstanciales que influyen en la vida de una persona, y que es raro que esa
circunstancia ocurra a esa edad. Por ejemplo, la muerte de la madre en la primera infancia, evento que va
a tener repercusiones importantes en el desarrollo de ese niño o niña.
Con respecto a las influencias ambientales, es necesario tener una perspectiva ecológica del desarrollo,
de tal manera que se reconozcan las diferentes influencias tales como las relaciones más cercanas con
los familiares, asi como influencias del ambiente laboral de los padres, del colegio, de los medios de
comunicación, de la ideología y valores de una comunidad y de una cultura.
Finalmente, el desarrollo se puede dividir en etapas (pre-natal, infancia, adolescencia, etc.), cuyos límites
son variables en función a aspectos culturales e históricos. Cada etapa incluye tareas del desarrollo que
el individuo debe lograr, que son definidas como las expectativas o estándares que se espera que un
individuo debe alcanzar en una etapa de la vida para tener un desarrollo positivo. Algunas de estas tareas
son universales, mientras otras, sobre todo aquellas relacionadas con logros sociales, son especificas a
determinadas culturas (Masten, Faden, Zucker y Spear, 2008).

CARACTERÍSTICAS DEL CONSUMO DE DROGAS DESDE UNA PERSPECTIVA


EVOLUTIVA

El consumo de drogas no ocurre al azar, si no que sigue patrones determinados según la edad, sexo, nivel
socio-económico, lugar de residencia, época, entre otros, que pueden analizarse desde una perspectiva
evolutiva, es decir tratando de entender el consumo de drogas en el contexto de los cambios que ocurren
en las personas durante el ciclo vital.
La epidemiología categorizada en cinco rubricas por Anthony y Van Etten (1998) y desde una mirada del
desarrollo, permite 1) cuantificar el consumo de drogas, en las diferentes etapas de la vida; 2) identificar que
características de las personas, lugares y tiempo están asociadas a este; 3) que posibles factores de riesgo
y de protección se hallan asociados al consumo de drogas que son recientes o que se ubican en estadios
o edades anteriores; 4) cuales son los mecanismos que explican la iniciación, asi como la progresión hacia
un consumo mayor, y hacia la dependencia y abuso; 4) diseñar y evaluar medidas de control, de prevención
y de tratamiento del consumo de drogas.
Asimismo, el consumo de drogas desde una perspectiva evolutiva, implica dos posibles aproximaciones:
1) identificar las características de las personas y de su ambiente que aumentan la probabilidad de
consumir drogas (factores de riesgo) o que disminuyen la probabilidad de este (factores de protección) en
una etapa específica de la vida o en momentos de transición que tienden a ser periodos de vulnerabilidad u
oportunidad. 2) Analizar el consumo de drogas en un estadio específico desde los factores de riesgo y de
protección que estuvieron presentes en etapas anteriores.

53
La mayoría de estudios epidemiológicos se han realizado siguiéndose la primera aproximación, por lo
que han utilizado un diseño transversal. Por ejemplo, en estos estudios se ha encontrado que el inicio del
consumo de sustancias psicoactivas usualmente ocurre en la adolescencia, y se han hallado una serie de
factores individuales y ambientales que pueden explicar el consumo de drogas en este grupo de edad.
Desde hace algunas décadas en países desarrollados se están realizando con mayor frecuencia
investigaciones desde la segunda aproximación, que implica la realización de estudios longitudinales,
observándose que la exposición a determinados factores aumentan o disminuyen la probabilidad de consumo
de drogas a través del tiempo. Por ejemplo, se ha encontrado que niños que han sido diagnosticados
con déficit de atención e impulsividad cuando llegan a la adolescencia tienen mayores probabilidades de
consumir drogas. Asimismo, una intervención aleatorizada que se realizó con salones de clase de primer y
segundo grado de primaria de colegios de Baltimore, EE.UU, en la que hubo salones (grupo experimental)
en que las docentes fueron entrenadas para aplicar una estrategia de manejo de la disciplina en clase en
que los niños eran premiados cuando no mostraban comportamientos agresivos o mal comportamiento,
mientras que en los salones que eran el grupo control los docentes aplicaron las estrategias de disciplina
usuales. Cuando se hicieron evaluaciones de los niños cuando estaban en sexto grado se encontró que
el grupo de niños que recibió la intervención tuvo menos probabilidades de tener un trastorno de conducta
en comparación a los que no recibieron la intervención. Cuando se los siguió en segundo de secundaria
era menos probable que hubieran iniciado el fumar cigarrillo, que hayan probado cocaína o heroína en
comparación al grupo control.
Cabe mencionar que el consumo de drogas entendido como la iniciación o experimentación en el uso de
sustancias psicoactivas, el uso regular y la dependencia a drogas, ocurren en individuos que se encuentran
en desarrollo. El curso del desarrollo con respecto al consumo de drogas puede tomar diferentes trayectorias,
entre la experimentación, el consumo regular o no y la dependencia o no a drogas.
Masten, Faden, Zucker y Spear (2008) mencionan dos principios en el desarrollo, que puenden aplicarse
al consumo de drogas, el de equifinalidad y multifinalidad. El primero se refiere a que varias trayectorias
pueden llevar por ejemplo a la dependencia a drogas, y el segundo a que varios trastornos pueden tener
el mismo origen.
Asimismo, se debe prestar atención a los periodos del desarrollo que implican transiciones, por ejemplo: el
ingreso a la adolescencia, el entrar a la universidad, etc., debido a que los individuos presentan vulnerabilidad
y que si no cuentan con mayor soporte social, pueden encontrarse en mayor riesgo del consumo de drogas.

ETAPAS DEL DESARROLLO HUMANO Y EL CONSUMO DE DROGAS

Las etapas del desarrollo usualmente se dividen en las siguientes: prenatal, primera infancia, infancia
intermedia, adolescencia, juventud y adultez.
Asimismo, existen una serie de características que pueden presentarse en el desarrollo que pueden
predisponer a las personas al consumo de drogas en etapas actuales o posteriores de su ciclo de vida.
A continuación se explicara algunas características de las etapas del desarrollo que son más importantes
para explicar el consumo de drogas desde una perspectiva de prevención, es decir, las etapas de la niñez
o infancia, adolescencia y juventud.
Durante la primera infancia de 3 a 6 años (Papalia, 1997), los niños y niñas empiezan a tener mayor
autocontrol e independencia. No obstante, no todos los niños aprenden por igual a controlar su agresividad.
Asimismo, es una etapa cuya tarea de desarrollo según Erikson es lograr la iniciativa y no sucumbir ante
la culpa. En este periodo los niños y niñas también se identifican con las personas de su entorno y de
su grupo social, cultural; adoptando características, creencias y valores, que luego pueden exponerlos al

54
consumo de drogas.
En la infancia intermedia que transcurre de los 6 a los 10 años, de acuerdo a Papalia (1997) se presenta
el desarrollo del autoconcepto, el pensamiento concreto y el grupo de amigos influye en el desarrollo de
habilidades sociales, el sentido de pertenencia y de identidad. En esta etapa los niños tienen el reto de
resolver un sentido de laboriosidad versus inferioridad, lo cual se relaciona con las tareas académicas que
les exige la escuela primaria. Muchos niños en esta etapa son diagnosticados con el trastorno de déficit
de atención e hiperactividad (ADHD), siendo el pronóstico mixto, de tal manera que algunos cuando llegan
a adolescentes tienen mayor probabilidad de consumir drogas en comparación a aquellos que no tuvieron
ADHD.
En la adolescencia definida como la etapa que ocurre entre los 10 a 19 años (OMS), se caracteriza por
la búsqueda de identidad y de lograr autonomía. La influencia de los pares juega un rol muy importante,
asi como la de los padres que puede moderar la influencia de los amigos. La experimentación con las
drogas ocurre con mayor frecuencia en la adolescencia debido justamente a la búsqueda de identidad, a la
necesidad de pertenecer a un grupo, de explorar experiencias nuevas y el de demostrar autonomía a través
del ejercicio de conductas que significan para los adolescentes adultez.
La juventud que transcurre entre los 20 y 24 años, según Papalia (1997) se caracteriza por decisiones que
se toman acerca de las relaciones íntimas y de la vocación. Si bien en esta etapa muchas veces aumenta la
frecuencia y la cantidad de consumo de drogas. Usualmente cuando los individuos tienen que asumir roles
adultos como la paternidad o maternidad y el trabajar ocurre un descenso del consumo de drogas.

ENFOQUES CONCEPTUALES SOBRE EL CONSUMO DE DROGAS DESDE UNA


PERSPECTIVA EVOLUTIVA

Existen varios enfoques conceptuales sobre el consumo de drogas que presentan una perspectiva
evolutiva o a los que se les puede incluir este enfoque. En la tabla No.1 se muestran algunas de las teorías
que han sido útiles para entender y modificar diversos comportamientos bajo un enfoque de promoción
de la salud en diferentes niveles (individual, interpersonal, comunitario y del desarrollo de lineamientos de
política), las cuales pueden utilizarse en las intervenciones e investigaciones sobre el consumo de drogas.

Tabla 1. Teorías según nivel de influencia y fuente (OPS, 2005)

55
Fuente: OPS (2005)

Además de las teorías que se presentan en la tabla 1, hay otras que son útiles para entender el consumo
de drogas desde una perspectiva evolutiva. A continuación se explicaran algunos modelos conceptuales
como son el ecológico de Bronfebrenner, el psicopatológico del desarrollo de Glantz, el enfoque psicosocial
de Jessor y Jessor, la teoría de la acción razonada de Fishbein y Ajzen, la teoría de la conducta planificada
y el aprendizaje vicario de Bandura.
El modelo ecológico de Bronfebrenner (1987), presenta una perspectiva ecológica del desarrollo. Se trata
de un ambiente ecológico que afecta el desarrollo y en este caso influye en el consumo de drogas, que se
manifiesta en diversas trayectorias como se ha mencionado anteriormente. Este ambiente esta conformado
por estructuras concéntricas, interrelacionadas, donde cada nivel contiene al otro y depende del otro. Estas
estructuras son el microsistema que abarca el ambiente más inmediato al individuo, por ejemplo la familia;
el mesosistema que incluye contextos con los que el individuo tiene una relación indirecta, por ejemplo:
el trabajo de los padres; el exosistema que abarca contextos más amplios e incluye organizaciones e
instituciones, por ejemplo: los medios de comunicación, la Iglesia, etc.; y el macrosistema que abarca la
cultura (normas, valores, ideología), la organización social, los sistemas de creencias y estilos de vida.
El modelo psicopatológico del desarrollo de Glantz (Becoña), se basa en que los factores de riesgo del
consumo de drogas presenta una perspectiva de desarrollo. Este modelo señala una serie de características
que desde el nacimiento hasta la niñez tardía colocan en vulnerabilidad a las personas para el consumo de
drogas. En la primera infancia el poco apego, problemas de autocontrol, la baja capacidad de frustración,

56
mayor afecto negativo son características que aumentan la probabilidad que las personas que las poseen
consuman drogas en la adolescencia. En la infancia intermedia y tardía, características tales como: la
ausencia de relaciones estrechas, baja calidad de las relaciones con amigos, escasas habilidades sociales,
mayor afecto negativo, impulsividad, bajo rendimiento académico, aumentan la probabilidad de que los niños
se afilien con amigos con conductas desviadas y que consuman drogas posteriormente en su desarrollo.
El enfoque psicosocial de Jessor y Jessor, es un modelo que esencialmente se basa en las características
del desarrollo durante la adolescencia. De tal manera que plantea que los adolescentes que presentan
conductas de riesgo lo hacen luego de un proceso de evaluación de costo-beneficio, en que estiman la
capacidad de satisfacer necesidades de desarrollo tales como el lograr mayor autonomía, el tener un
status adulto, el pertenecer a un grupo si se consume drogas. Este modelo señala que el consumo de
drogas puede ser una conducta funcional para los adolescentes en la medida que les permite satisfacer
necesidades o tareas del desarrollo. Asimismo, plantea que se pueden observar patrones organizados
de conductas de riesgo, que se establecen a manera de estilos de vida que comprometen la salud y
vida de los adolescentes. Es decir, por ejemplo que un adolescente pandillero es muy probable que
consuma drogas, que presente conductas violentas y tenga relaciones sexuales sin protección. Asimismo,
Jessor y Jessor proponen que los factores de riesgo y factores de protección de las conductas de riesgo
pueden ser organizados en cinco categorías que son las siguientes: biológica-genética, ambiente
social, percepción del ambiente, personalidad y conducta. Los factores agrupados en estas categorías
predicen las conductas de riesgo en los adolescentes tales como el consumo de drogas, las cuales tienen
consecuencias múltiples y negativas para la salud, roles sociales, desarrollo personal y preparación para
asumir roles de la adultez.
La teoría de la Acción Razonada de Fishbein y Ajzen (Ver Figura Nº 1), si bien no es en esencia una teoría
que contemple una perspectiva evolutiva, propone un modelo de predicción de la conducta basado en la
intención conductal. Esta última a su vez es influida por la actitud hacia, por ejemplo el consumo de drogas,
y por las normas subjetivas (Glanz, Lewis, Rimer, 1997). Las normas subjetivas son muy importantes para
entender la influencia de los amigos en el consumo de drogas en la adolescencia, en razón que señalan lo
que los otros significativos esperan de la conducta de uno.

Figura 1. Modelo de la Teoría de la Acción Razonada de Fishbein y Ajzen

57
La teoría de la Conducta Planificada, además de incluir los mismos constructos que la teoría de la Acción
Razonada, contempla también el concepto de control conductual percibido, que predice la intención de
conducta y también directamente el comportamiento. El control conductual se refiere a la percepción de
sentirse capaz o no de realizar la conducta, por ejemplo el consumo de drogas. Este constructo es similar
al concepto de autoeficacia que propone Bandura y que se explicara posteriormente. Rodriguez-Kuri y et al.
(2007) realizaron un estudio que incluía como variables estos constructos aplicados al consumo de drogas
para evaluar el valor predictivo de esta teoría en el consumo de drogas en adolescentes escolares de
secundaria de la ciudad de México. Hallaron que la teoría de la conducta planificada tiene valor predictivo,
sin embargo, se trato de una muestra no probabilística, lo cual limita la posibilidad de generalizar los
resultados a la población.
Finalmente, la teoría del aprendizaje vicario de Bandura propone que hay un determinismo o influencia
recíproca entre el ambiente, la persona y la conducta y que el aprendizaje ocurre en un contexto al
observase las consecuencias del comportamiento de modelos. Los modelos son personas similares a
uno que tienen prestigio y que reciben algún reforzador positivo al realizar una conducta. Esta teoría
plantea la presencia de varios procesos cognitivos los cuales son los siguientes: atención al modelo y al
comportamiento, retención, reproducción motora de la conducta que puede ser en el momento o varios
años después, motivación para llevar a cabo la conducta, autoeficacia, que es la creencia en que uno es
capaz de realizar el comportamiento con éxito y autorregulación que implica el control de la conducta, entre
otros procesos. Esta teoría es muy importante para entender como los padres desde la infancia y los
amigos en la adolescencia influyen en consumo de drogas de los adolescentes, al haber sido modelos de
consumo, un ejemplo cotidiano es el consumo de alcohol por los padres en reuniones familiares.

EL CONSUMO DE DROGAS DESDE UNA PERSPECTIVA EVOLUTIVA

Desde una perspectiva evolutiva el inicio del consumo de drogas usualmente ocurre en la adolescencia
por ser un periodo caracterizado por la búsqueda de identidad y autonomía y por que el establecer
relaciones cercanas y de pertenencia a un grupo de amigos son tareas del desarrollo a lograse. Además,
el uso de alcohol y tabaco es socialmente aceptado especialmente por los pares o amigos de la misma
edad. Siendo de alguna manera el consumo de alcohol y tabaco normativo en este momento del desarrollo,
especialmente en la juventud.

Magnitud del Consumo de Drogas

En el Perú, las edades promedio de inicio del consumo de las distintas drogas, según el reporte de
adolescentes de 12 a 18 años, fluctúa entre los 14 y 15 años, con excepción del éxtasis que es de 18 años
aproximadamente (DEVIDA, 2006).
Además, el mayor consumo de tabaco y de drogas ilegales ocurre en adolescentes y jóvenes, mientras
que en el caso del alcohol se evidencia en estos grupos de edad similares proporciones que en los grupos
de edad de 26 a 45 años (Ver tabla Nº 2). Es así que al compararse con otros grupos etareos, la mayor
proporción de consumo de tabaco se evidencia en el grupo de 19 a 25 años (46.9%), y de las drogas
ilegales en el grupo de 12 a 18 años, seguido por el grupo de 19 a 25 años (DEVIDA, 2006).

58
Tabla 2. Prevalencia del último año del consumo de drogas en las personas de 12 a 64 años que
residen en ciudades de 20,000 y más habitantes, según grupos de edades
PREVALENCIA DEL AÑO DEL CONSUMO DE DROGAS
Tipo de Droga Grupos de edades
12-18 19-25 26-35 36-45 46 y más
Drogas Legales
Alcohol 36.0 71.8 74.0 70.0 58.5
Tabaco 21.8 46.9 40.0 36.5 28.0
Drogas Ilegales
Marihuana 1.2 1.2 0.5 0.3 0.3
Cocaína 0.4 0.3 0.1 0.1 0.4
PBC 0.5 0.3 0.3 0.2 0.4
Inhalantes 0.2 0.0 0.0 0.0 0.0
Éxtasis 0.2 0.1 0.0 0.0 0.0
Drogas Médicas
Estimulantes 0.1 0.3 0.3 0.1 0.1
Tranquilizantes 1.1 2.3 3.6 3.7 3.5

Fuente: DEVIDA. Tercera Encuesta Nacional de Consumo de Drogas en Población General en el Perú-2006.

Asimismo, se aprecia una mayor prevalencia del consumo de drogas legales por adolescentes entre 10 a
18 años, tanto alguna vez en la vida, en el último año y último mes, así como una mayor incidencia del uso
de estas sustancias psicoactivas en comparación a las drogas ilegales y médicas. El 51.2% de la población
escolar ha consumido por lo menos una vez en su vida una droga legal, alcohol o tabaco, el 36.7% en el
último año y el 19.6% en el último mes. La edad promedio de inicio del consumo de alcohol es 12.8 años y
de tabaco 13.1 años (DEVIDA, 2007).
Sobre el consumo de drogas ilegales; marihuana, cocaína, PBC, inhalantes, éxtasis, alucinógenos y otras
drogas; el 7.0% de los escolares adolescentes reportó haber consumido alguna de estas drogas en su vida,
el 3.9% en el año y el 1.6% en el mes. De estas drogas la que presenta mayor incidencia de consumo entre
los escolares es la marihuana. La edad promedio de inicio del consumo de drogas ilegales fluctúa entre
12.6 y 13.8 años (DEVIDA, 2007).
El 12.0% de escolares reportó haber consumido alguna vez en su vida alguna droga médica, estimulantes
o tranquilizantes, el 4.9% en el último año y el 1.7% en el último mes. La edad promedio de inicio del
consumo de estimulantes es 11.9 y de tranquilizantes 11.8 años (DEVIDA, 2007).
En el caso de los universitarios, el 90% ha consumido alcohol alguna vez en su vida, 75.8% tabaco,
19.1% marihuana, 5.2% cocaína, 2.4% éxtasis y 2% cocaína (DEVIDA, 2005).
En resumen, el alcohol sigue siendo la droga legal más consumida por adolescentes y jóvenes, y la
marihuana la droga ilegal.

59
Consumo de Drogas según Sexo

En relación al consumo de drogas en escolares peruanos según sexo, en la tabla Nº 3 se evidencia que el
consumo de drogas legales e ilegales es mayor en varones que en mujeres, aunque en el caso del alcohol
y tabaco las diferencias son pequeñas, mientras que para las drogas legales la proporción de varones que
han consumido drogas en el último año con respecto a la proporción de mujeres es el doble. Sin embargo,
los tranquilizantes son consumidos en mayor proporción por las adolescentes mujeres.
El mismo patrón se observó en los resultados hallados en el estudio con estudiantes universitarios de la
ciudad de Lima, en que los varones reportaron las mayores prevalencias de consumo de alcohol, tabaco,
marihuana, cocaína y éxtasis, alguna vez en la vida, aunque las diferencias para el alcohol no fueron
significativas (DEVIDA, 2005).

Tabla 3. Prevalencia del último año del consumo de drogas en la población escolar de secundaria,
según sexo
PREVALENCIA DEL AÑO DEL CONSUMO DE DROGAS
Tipo de Droga Sexo
Hombre Mujer
Drogas Legales 38.5 34.1
Alcohol 31.1 28.7
Tabaco 27.4 18.6
Drogas Ilegales 5.0 2.8
Marihuana 2.6 1.2
Cocaína 1.3 0.6
PBC 1.1 0.4
Inhalantes 2.1 1.6
Éxtasis 0.9 0.3
Otras drogas 0.7 0.4
Drogas Médicas 4.6 5.2
Estimulantes 2.1 1.7
Tranquilizantes 3.7 4.3
Fuente: II Estudio Nacional: Prevención y Consumo de Drogas en Estudiantes de Secundaria 2007

Desde una perspectiva evolutiva las diferencias en el consumo de drogas ilegales según sexo se
relacionan más con aspectos de contexto y de socialización que ocurren en el desarrollo. De tal manera
que las mujeres interactúan en contextos en los que se encuentran menos expuestas al consumo de drogas
ilegales, debido a que tienen menores probabilidades que les ofrezcan estas sustancias en comparación
a los varones que interactúan en contextos donde la presión de los pares para el consumo sobretodo del
alcohol se relaciona con la afirmación de su masculinidad y en que las drogas ilegales se encuentran más
disponibles.

60
FACTORES DE RIESGO Y DE PROTECCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS DESDE UNA
PERSPECTIVA EVOLUTIVA

La mayoría de factores de riesgo y de protección identificados como asociados al consumo de drogas


se han estudiado con población adolescente. No obstante, como se ha mencionado anteriormente factores
tales como la agresividad o conductas problema que se presentan en la niñez y continúan en la adolescencia
de manera persistente son predictores del consumo de drogas.
Zucker y et al. (2008) señalan que hacia los diez años de edad, varios sistemas adaptativos del organismo,
tanto los que son internos como aquellos que están insertados en relaciones y conexiones con el mundo
social se han desarrollado y han logrado cierta estabilidad. Es asi que los niños cuando ingresan a la etapa
de la adolescencia llegan con un record de logros y fracasos con respecto a las tareas de desarrollo de la
infancia y niñez.
Cabe mencionar que los factores de riesgo y de protección del consumo de drogas pueden clasificarse en
individuales, por ejemplo: genéticos, rasgos de personalidad, conducta antisocial; en interpersonales, que
incluyen la influencia de los padres y amigos a través de las normas que ellos presentan sobre el consumo
de drogas y de su conducta, de tal manera que se convierten en modelos a seguir y que facilitan el acceso
a las drogas. Y el ambiente, que se refiere a las características del colegio, vecindario, disponibilidad de
drogas, leyes de control del consumo, etc.
Asimismo, algunos factores de riesgo y de protección no varían a lo largo del ciclo de vida, como el sexo,
mientras otros cambian, por ejemplo, el rol de los padres, de los amigos, etc.
A continuación basándonos en Becoña (1999) que utiliza el modelo de Hawkins, se presentan algunos
factores de riesgo que se han hallado asociados el consumo de drogas:

 A nivel de la comunidad:
– Leyes y normas favorables hacia el uso de drogas.
– Disponibilidad de drogas.
– Deprivación económica y social.
– Bajo apego en la crianza y desorganización comunitaria.
– Transiciones y movilidad.
 En la familia:
– Historia familiar de alcoholismo.
– Problemas de manejo en la familia.
– Uso de drogas por los padres y actitudes positivas hacia su uso.
– Conflictos familiares.
– Bajas expectativas para el éxito.
 En la escuela:
– Fracaso académico.
– Bajo compromiso con la escuela.
 A nivel de los pares
– Consumo de drogas.
– Conducta antisocial.
– Actitudes positivas hacia el consumo de drogas.

61
Factores de Riesgo del Consumo de Drogas a Nivel del Ambiente

Según lo presentado anteriormente a nivel del ambiente existen una serie de factores de riesgo para
el consumo de drogas, entre los que analizaremos en este artículo son los relacionados con la exclusión
social, la pobreza, y la disponibilidad de las drogas.

a) Exclusión y consumo de drogas


Al analizarse la variable inclusión en el sistema educativo, los adolescentes excluidos del sistema escolar
presentan mayor prevalencia de consumo en casi todas las sustancias (legales, ilegales y médicas), alguna
vez en la vida, en el último año y último mes (uso reciente), ver tabla Nº 4.

Tabla 4. Prevalencia de vida, año y mes del consumo de drogas legales, ilegales y médicas en ado-
lescentes incluidos y excluidos del sistema escolar
PREVALENCIA DE VIDA, AÑO Y MES DEL CONSUMO DE DROGAS
Tipo de Droga Adolescentes incluidos en el Adolescentes excluidos del
sistema educativo sistema educativo
PV PA PM PV PA PM
Drogas Legales 49.6 36.9 16.3 79.6 53.3 33.7
Alcohol 45.8 32.6 13.1 77.4 48.1 29.9
Tabaco 25.2 19.2 8.1 59.2 34.6 23.0
Drogas Ilegales 1.7 1.0 0.4 11.9 6.1 3.3
Marihuana 1.2 0.7 0.3 11.9 6.1 3.2
Cocaína 0.5 0.3 0.2 4.6 3.3 3.3
PBC 0.4 0.4 0.2 7.7 3.2 0.0
Inhalantes 0.1 0.1 0.1 3.3 3.3 3.3
Éxtasis 0.1 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Drogas Médicas 2.5 1.0 0.3 8.1 2.7 0.5
Estimulantes 0.2 0.1 0.1 0.0 0.0 0.0
Tranquilizantes 2.4 0.9 0.2 8.1 2.7 0.5
Fuente: DEVIDA. Tercera Encuesta Nacional de Consumo de Drogas en Población General en el Perú-2006.

El uso reciente de drogas legales, alcohol y tabaco, en los adolescentes excluidos es el doble que aquellos
que asisten al colegio. El uso reciente de drogas ilegales es ocho veces más alto en los adolescentes
excluidos que en los incluidos. Y el uso reciente de tranquilizantes es 1.6 veces más alto en los adolescentes
excluidos del sistema educativo en comparación a los que asisten al colegio.
La mayor prevalencia de consumo de drogas, alguna vez en la vida, en el último año y mes, en
adolescentes excluidos del sistema educativo en comparación a escolares, señala que la situación de
exclusión implica una serie de condicionantes que conducen a una vulnerabilidad social y que revelan
patrones no normativos del desarrollo; en la medida que se espera que los adolescentes vivan un periodo
de moratoria social, que se traduce en prepararse para asumir los roles adultos, adquiriendo conocimientos
y destrezas en instituciones educativas.

62
b) Pobreza y consumo de drogas
En la tabla Nº 5 se observa que el consumo de las drogas legales en el último año es mayor en los
escolares no pobres que en los pobres y pobres extremos, y que el consumo de drogas ilegales y médicas
es menor. La diferencia más importante es en el consumo de alcohol, siendo la prevalencia anual para los
no pobres de 38% en comparación al pobre extremo que es de 29%.

Tabla 5. Prevalencia del último año del consumo de drogas en la población escolar de secundaria,
según nivel socioeconómico
PREVALENCIA DEL AÑO DEL CONSUMO DE DROGAS
Tipo de Droga Nivel Socioeconómico
Pobre extremo Pobre No pobre
Drogas Legales 29.0 33.0 38.7
Alcohol 22.2 25.6 32.1
Tabaco 19.2 21.3 23.8
Drogas Ilegales 4.0 3.7 3.6
Marihuana 2.5 2.1 1.8
Cocaína 2.2 1.0 0.8
PBC 2.0 0.9 0.6
Inhalantes 3.1 2.1 1.6
Éxtasis 1.4 0.6 0.5
Otras drogas 1.6 0.6 0.4
Drogas Médicas 7.2 5.1 4.6
Estimulantes 3.5 2.2 1.6
Tranquilizantes 5.6 4.2 3.8
Fuente: II Estudio Nacional: Prevención y Consumo de Drogas en Estudiantes de Secundaria 2007

Los hallazgos anteriores se corroboran con los resultados del estudio en escolares de secundaria a nivel
nacional (DEVIDA, 2007) y de la investigación con universitarios de la ciudad de Lima (DEVIDA, 2005) en
los que se estimó el consumo de drogas según institución privada y pública, que usualmente se asocia
con nivel socio-económico. En estos se encontró que el consumo de drogas legales (alcohol y tabaco) es
más alto en colegios privados que en los públicos, y que el consumo de tabaco es mayor en estudiantes
de universidades privadas. Asimismo, se hallaron menores proporciones de consumo de drogas ilegales
(marihuana, cocaína) en colegios y universidades privadas, aunque las diferencias fueron pequeñas. No
obstante, en el caso del alcohol no se hallaron diferencias entre universitarios provenientes de ambos tipos
de instituciones, tampoco se observaron diferencias entre la proporción de estudiantes de universidades
públicas (47.1%) y privadas (45.4%) que reportaron haberse embriagado por lo menos alguna vez en el
último mes.
Este último dato es muy importante porque revela como el consumo de alcohol de manera regular y
probablemente problemático se presenta en la adolescencia tardía o juventud, época en que la dependencia
al alcohol puede también establecerse.
Estudios en EE.UU. han encontrado que en la transición hacia la universidad aumenta el consumo
problemático del alcohol.

63
c) Acceso, disponibilidad y oportunidad de consumo de drogas
En relación a la facilidad de acceso a las drogas ilegales, de acuerdo a la encuesta de DEVIDA (2006),
el 13.6% de adolescentes de secundaria manifestaron que les sería fácil conseguir marihuana, el 8.9%
cocaína, 7.6% PBC y 7.2% éxtasis (tabla Nº 6).
Asimismo, los estudiantes que manifestaron que les sería fácil conseguir marihuana presentaron ocho
veces mayores probabilidades de consumir alguna droga ilegal en comparación a aquellos que señalaron
que no podrían conseguirlas (DEVIDA, 2006).
Con respecto a los universitarios, el 58% reportaron que le seria fácil conseguir marihuana, el 23.5% PBC
y el 31% éxtasis. Porcentajes que son preocupantes porque indican que estos alumnos tienen mayores
probabilidades de consumir estas drogas (DEVIDA, 2005).
Además, se observa desde una perspectiva evolutiva que los jóvenes universitarios tienen mayor acceso
a drogas ilegales que los escolares, lo cual puede relacionarse con los niveles de autonomía logrados por
los primeros, que les permite interactuar en diferentes contextos sociales, que aumentan las oportunidades
que les ofrezcan drogas.

Tabla 6. Facilidad de acceso de drogas ilegales en estudiantes de secundaria


FACILIDAD DE ACCESO DE DROGAS ILEGALES EN ESTUDIANTES DE SECUNDARIA

Tipo de Droga
Facilidad de acceso
Marihuana Cocaína PBC Éxtasis
Me sería fácil conseguir 13.6 8.9 7.6 7.2

Me sería difícil conseguir 14.5 16.4 14.4 13.8

No podría conseguir 21.4 24.9 25.5 25.1

No se si es fácil o difícil conseguir 50.4 49.8 52.3 53.9

Fuente: II Estudio Nacional: Prevención y Consumo de Drogas en Estudiantes de Secundaria 2007

En cuanto la oportunidad de uso en escolares de secundaria que es un predictor muy importante del con-
sumo de drogas (Van Etten y Anthony, 2001), en la Gráfica Nº 1 se observa que la proporción de estudiantes
que refieren que les han ofrecido marihuana es mayor que otras drogas ilegales en el último mes y año (4
y 4.7% respectivamente), lo cual coincide con la mayor prevalencia de consumo de marihuana alguna vez
en la vida reportada por los adolescentes en comparación a otras drogas ilegales.
Asimismo, el consumo de alcohol y tabaco es dos veces más alto en aquellos adolescentes que les
han ofrecido drogas ilegales en el último mes y año, y el consumo de drogas ilegales es 18 veces más
alto si reportan que les han ofrecido marihuana en comparación a los que no les han ofrecido (DEVIDA,
2006).

64
Gráfica 1. Oportunidad de consumo de drogas en escolares de secundaria

Fuente: II Estudio Nacional: Prevención y Consumo de Drogas en Estudiantes de Secundaria 2007

Además, Anthony y Wagner (2002) hallaron en una muestra de adolescentes y jóvenes americanos de
12 a 25 años de edad, que aquellos que consumieron tabaco y alcohol tuvieron mayores oportunidades
de probar marihuana y de usarla si era el caso. De igual manera la oportunidad de uso de cocaína estaba
asociada al consumo de marihuana.
La hipótesis de puerta de acceso (gateway), inicialmente propuesta por Kandel, postula que hay una
secuencia ordenada en la experimentación de drogas por los adolescentes, que empieza con el consumo
de alcohol seguido del tabaco, en un tercer momento se inicia el consumo de marihuana y en uno cuarto
el de otras drogas ilegales consideradas como más fuertes, como la cocaína (Tarter y et. al, 2006). No
obstante, la evidencia es contradictoria con respecto a esta secuencia en el inicio del consumo de sustancias
psicoactivas, en el sentido que se ha demostrado que este patrón no es universal, pero que ocurre en gran
proporción de los adolescentes que han reportado consumo de marihuana o drogas ilegales. Es así que
en un estudio realizado por Suris y et al. (2007) con estudiantes suizos de 16 a 20 años, el 6% de los
que consumieron marihuana reportaron que lo hicieron sin consumir tabaco y un quinto de los que fuman
marihuana declararon que nunca habían usado tabaco. Además, se propone que puede haber un efecto
reverso de esta “puerta de acceso” o “gateway” en el que el uso de marihuana puede aumentar el consumo
de tabaco (Fergusson, Boden y Horwood, 2008).

Factores de Riesgo del Consumo de Drogas a Nivel del Colegio

Los factores relacionados al colegio que influyen en el consumo de drogas son el rendimiento académico
y el compromiso con la escuela, entre otros. Con respecto al logro académico y consumo de drogas,
en la tabla Nº 7, se observa mayores proporciones de consumo de drogas legales, ilegales y médicas en
los adolescentes peruanos que manifiestan tener un rendimiento académico por debajo del promedio en
comparación a por encima del promedio de su clase.

65
Tabla 7. Consumo de drogas en el último año según autoevaluación de logro académico
CONSUMO DE DROGAS EN EL ÚLTIMO AÑOS SEGÚN AUTOEVALUACIÓN DEL LOGRO
ACADÉMICO
Categorías Drogas Legales Drogas Ilegales Drogas Médicas
Por encima del promedio 30.5 2.6 3.9
En el promedio 42.1 4.2 4.9
Por debajo del promedio 43.1 9.0 8.8
Fuente: DEVIDA. Tercera Encuesta Nacional de Consumo de Drogas en Población General en el Perú (2006).

El bajo rendimiento académico es un factor de riesgo que aumenta la probabilidad de consumir drogas
dado que usualmente se relaciona con problemas de conducta y de tener amigos que consumen drogas.
Asimismo, desde una perspectiva ecológica, siguiendo el modelo de Bronfenbrenner, que considera a
la escuela como una institución, en la tabla Nº 8 se observa la prevalencia anual del consumo de drogas
según el nivel de protección del ambiente escolar, medida por niveles de exigencia, disciplina, grado de
agresividad, confianza con profesores, orientación sobre consumo de drogas y actitud de los docentes
hacia el consumo de drogas. Se observa que a menor nivel de protección existe mayor prevalencia anual
del consumo de drogas tanto legales como ilegales en los escolares.

Tabla 8. Prevalencia del consumo de drogas en el último año, según nivel de protección del ambiente
escolar
PREVALENCIA DEL ANUAL DEL CONSUMO DE DROGAS, SEGÚN NIVEL DE PROTECCIÓN DEL
AMBIENTE ESCOLAR
Tipo de Droga Escala de Protección del Ambiente Escolar
(0: Baja protección 7: Alta protección)
Bajo Medio Alto
0 1 2 3 4 5 6 7
Drogas Legales
Alcohol 43.6 40.2 38.4 35.7 34.7 33.5 30.7 27.9
Tabaco 35.8 30.9 29.1 25.9 24.7 23.3 20.2 17.4
Drogas Ilegales
Marihuana 5.8 3.9 3.5 2.6 2.1 1.6 1.2 0.9
PBC 2.8 1.1 1.3 0.8 0.6 0.4 0.3 0.2
Cocaína 3.4 1.7 1.6 1.0 0.8 0.5 0.3 0.1
Inhalantes 5.4 2.7 2.9 1.9 1.8 1.4 1.2 0.8
Éxtasis 1.8 1.1 1.0 0.6 0.5 0.4 0.2 0.2
Fuente: DEVIDA. Estudio Nacional: Prevención y consumo de drogas en estudiantes de secundaria 2005.

En este sentido el colegio cumple un rol importante en brindar soporte y orientación a los adolescentes
que se encuentran en una etapa de cambio, donde adquieren mayores niveles de autonomía, que no
necesariamente se acompañan de un monitoreo parental y en que los amigos ejercen una influencia
importante en sus comportamiento, pudiéndolos exponer al consumo de drogas.

66
Factores de Riesgo del Consumo de Drogas a Nivel de la Familia y los Pares

Los padres y los amigos son agentes de socialización que influyen de manera muy importante en el
desarrollo de los adolescentes y jóvenes contribuyendo o no a que estos logren las tareas de desarrollo que
les permitan un desenvolvimiento positivo.

a) La influencia de los pares en el consumo de drogas


Desde una perspectiva evolutiva los pares o amigos cobran mayor importancia durante la adolescencia,
siendo una necesidad imperante para los adolescentes el sentirse parte y valorados por un grupo de amigos,
asi como el establecer relaciones estrechas con un mejor amigo o amiga. Existe evidencia sólida que los
pares influyen en el consumo de drogas tanto de los adolescentes como de los jóvenes.
Brown y et al. (2008) señalan que los amigos influyen en el uso y abuso de alcohol a través de tres
maneras: 1) Modelando procesos o alentando el uso de alcohol. 2) Teniendo un rol de mantenimiento de la
conducta de consumo. 3) Sobreestimando el consumo de alcohol por sus pares. Es así que el uso percibido
de drogas por los pares predice el inicio y el escalamiento en el consumo (D´Amico y McCarthy, 2006).
Asimismo, la influencia de los amigos en el consumo de drogas puede ser entendida a la luz de las normas
percibidas descriptivas acerca del consumo de drogas en universitarios, en la forma de sobrestimación. En
un estudio realizado por Bustamante y et al en estudiantes de las ciencias de la salud de una universidad
de Lima, se halló que los universitarios tienden a sobreestimar el consumo de tabaco, marihuana y cocaína
por sus compañeros y a tener una percepción casi exacta del consumo de alcohol (Ver Gráfica Nº 2).

Gráfica 2. Norma percibida del uso de drogas y consumo reportado (norma real) en el último año (%)

Fuente: Bustamante y et al. (2009)

Fegusson, Boden y Horwood (2008) también mencionan que los pares pueden influir en el consumo de
drogas ilegales de diferentes formas que son las siguientes: 1) siendo una fuente de información sobre las
drogas ilegales, 2) siendo una fuente de abastecimiento de estas, 3) brindando un sistema de soporte social
que alienta el consumo de drogas ilegales.

67
En el estudio de DEVIDA (2006) si se observa el contexto en que los adolescentes se inician con el
consumo de drogas (ver tabla Nº 9), se observa que los escolares iniciaron el consumo de alcohol en un
41% con familiares, seguido de los compañeros de estudio (27.6%) y amigos de barrio (25.8%).
Los amigos de barrio (34.4%) y compañeros de estudio (29.3%) son los principales entornos del inicio del
tabaco. En el caso de la marihuana, cocaína y éxtasis los amigos de barrio juegan un rol muy importante
en el inicio (49.3%, 29.2%, 28.3% respectivamente).
Es así que en el caso del alcohol la familia juega un rol muy importante en el inicio, y los amigos en la
experimentación de alcohol, tabaco y drogas ilegales, siendo el barrio el contexto que favorece el inicio del
consumo de drogas ilegales.

Tabla 9. Entorno del inicio de consumo de drogas en escolares de secundaria


ENTORNO DEL INICIO DE CONSUMO DE DROGAS EN ESCOLARES DE SECUNDARIA

Entorno de inicio

Tipo de Droga Familia


Compañeros Compañeros Amigos de No
Solo
de estudio de trabajo barrio Padres y/o Otros recuerda
hermanos familiares
Drogas Legales

Alcohol 3.9 27.6 1.6 25.8 24.6 16.5 0.0


Tabaco 17.5 29.3 2.1 34.4 5.1 11.7 0.0
Drogas Ilegales

Marihuana 11.1 21.3 5.1 49.3 1.7 2.5 9.0


Cocaína 18.1 21.7 7.0 29.2 3.0 2.4 18.6
PBC 24.1 13.7 6.5 23.7 2.3 1.2 28.5
Inhalantes 32.1 17.8 5.6 18.8 5.8 3.8 16.2
Éxtasis 14.5 21.4 9.7 28.3 3.8 1.8 20.3

Fuente: II Estudio Nacional: Prevención y Consumo de Drogas en Estudiantes de Secundaria 2007

Asimismo, la actitud de los amigos frente al consumo de drogas es muy importante porque se relaciona
con las normas subjetivas, que son constructos que forman parte de las Teorías de la Acción Razonada y de
la Conducta y Planificada, que influyen a su vez en la intención de conducta e indirectamente en la conducta
de consumo por parte de los adolescentes.
En la tabla Nº 10, se observa mayores proporciones de consumo de drogas legales, ilegales y médicas
en los adolescentes que reportan que sus pares o amigos no les harían algún reproche o no les dirían nada
si se enteraran que consumen marihuana u otra droga ilegal.

68
Tabla 10. Consumo de drogas en el último año según la actitud de los pares frente al consumo de
drogas
CONSUMO DE DROGAS EN EL ÚLTIMO AÑO SEGÚN LA ACTITUD DE LOS PARES FRENTE AL
CONSUMO DE DROGAS

Si se enteraran que consume


Si se enteraran que
otra droga (PBC, cocaína,
consume marihuana
Actitud de los amigos éxtasis, etc.)
Drogas Drogas Drogas Drogas Drogas Drogas
Legales Ilegales Médicas Legales Ilegales Médicas
Le harían algún reproche/ 39.7 2.6 4.2 40.4 2.6 4.3
le dirían que no lo hicieran
Algunos le harían 48.4 8.2 6.8 45.8 8.3 6.7
reproche; otros no
No le dirían nada 52.4 12.9 9.1 48.0 12.9 9.7
No saben lo que harían 29.0 2.8 4.4 29.9 2.9 4.5

Fuente: II Estudio Nacional: Prevención y Consumo de Drogas en Estudiantes de Secundaria 2007

b) La influencia de los padres en el consumo de drogas


Los padres juegan un rol muy importante en promover un desarrollo positivo en sus hijos adolescentes,
quienes se encuentran en una etapa de búsqueda de identidad y autonomía, y de cambios físicos, cognitivos
y afectivos que los colocan en una situación de vulnerabilidad hacia el consumo. Por lo que el soporte extra
que ellos pueden brindarles es muy importante para que los adolescentes logren las tareas de desarrollo
de una manera saludable.
Existe evidencia que los padres influyen en el consumo de drogas a través de las normas o reglas que
tienen con respecto a este, de su conducta en relación al consumo, los estilos de crianza, que incluye la
supervisión, monitoreo y las relaciones afectivas que establecen con sus hijos e hijas.
El monitoreo de los padres es muy importante para la prevención del consumo de drogas en adolescentes.
Este se define como la medida en que los padres saben dónde están sus hijos, qué actividades realizan,
y con quiénes están cuando ellos no están presentes. Existe evidencia sólida en estudios longitudinales
y transversales que los niveles de supervisión paterna se hallan inversamente asociados al consumo de
drogas, mala conducta y comportamiento violento (DeVore y Ginsburg, 2005).
Pilgrim y et al. (2006) encontraron que el involucramiento paterno se asocia al consumo de drogas en
adolescentes de manera directa, pero también a través del éxito escolar y del tiempo que los adolescentes
pasan con los amigos; señalando que los resultados encontrados son consistentes con otros en que la
ineptitud de los padres y las pobres relaciones familiares conducen a adolescentes sin habilidades y con
bajo rendimiento académico, a pasar más tiempo con amigos “desviados”, quienes aprueban y alientan el
consumo de drogas.
En la tabla Nº 11 se muestra la proporción de consumo de drogas en adolescentes escolares peruanos
según el nivel de involucramiento de los padres, que fue medido a través de preguntas que miden si conocen
a los amigos de sus hijos, si controlan las salidas y los programas de televisión, si conocen el paradero
cuando han salido de casa, si comen juntos, etc. Se observa que los adolescentes que reportan un menor
involucramiento de los padres presentan mayores proporciones de consumo de drogas legales e ilegales; lo

69
cual es consistente con otros estudios. Por ello es muy importante diseñar programas de prevención en los
cuales se trabaje con los padres para que puedan ejercer mejor su rol y establecer relaciones más cercanas
con sus hijos e hijas.

Tabla 11. Prevalencia del consumo de drogas en el último año, según nivel de involucramiento
paterno
PREVALENCIA DEL CONSUMO DE DROGAS EN ÚLTIMO AÑO, SEGÚN NIVEL DE
INVOLUCRAMIENTO PATERNO
Tipo de Droga Escala de Padres Involucrados

(0: Padres no involucrados 7:Padres altamente involucrados)


Bajo Medio Alto
0 1 2 3 4 5 6 7
Drogas Legales
Alcohol 50.1 51.3 47.9 42.7 36.0 31.2 26.7 25.6
Tabaco 46.6 45.9 39.2 32.2 26.2 20.9 16.2 13.7
Drogas Ilegales
Marihuana 8.6 6.9 4.8 3.2 1.9 1.4 0.9 0.7
PBC 4.4 2.1 1.6 0.8 0.4 0.4 0.3 0.2
Cocaína 5.4 3.3 1.7 1.0 0.6 0.6 0.3 0.3
Inhalantes 8.2 4.5 3.2 2.6 1.7 1.3 1.0 0.8
Éxtasis 4.6 1.8 1.2 0.6 0.4 0.4 0.2 0.2
Fuente: DEVIDA. Estudio Nacional: Prevención y consumo de drogas en estudiantes de secundaria 2005.

Factores de Riesgo del Consumo de Drogas a Nivel Individual

Entre los factores individuales para el consumo de drogas se han encontrado los factores genéticos,
conducta antisocial temprana y persistente, la búsqueda de sensaciones a nivel de la personalidad, entre
otros.
Además, existen evidencias que algunas características del desarrollo en la niñez se hallan asociadas al
consumo de drogas en adolescentes.
Andrew y et al. (2008) hallaron que los prototipos o imágenes positivas acerca de los que consumen
drogas en niños de segundo a quinto grado de primaria predicen la voluntad de consumo de alcohol y el
uso cuando son adolescentes.
Asimismo, existe evidencia que los problemas conductuales en la niñez se hallan asociados con el
consumo de drogas en adolescentes. Fergusson, Horwood y Riddler (2007) hallaron que los problemas de
conducta tempranos ejercen una influencia débil aunque persistente en el consumo, abuso y dependencia
a drogas. Zucker y et al. (2008) señalan que hay convergencia en los hallazgos que muestran que los
síntomas externos, tales como la agresividad, impulsividad y la falta de control; y que en menor grado
los síntomas internos (ansiedad, tristeza y depresión) que se presentan tempranamente en la niñez son
predictores del trastorno de abuso de drogas después de 15 a 20 años de su aparición.

70
En el Perú, en la encuesta de DEVIDA (2006), se estimó el nivel de agresividad (violencia física, verbal y
exclusión social de sus compañeros, es decir, que no dejaron participar a sus compañeros) y su relación con
el consumo de drogas. En la tabla Nº 12 se observa que en el caso de drogas legales tanto los escolares que
presentan mayores niveles de agresividad (alto e intermedio) son los que consumen en mayor proporción
alcohol y tabaco en el último año en comparación a los reportan bajos niveles de agresividad. En el caso
de las drogas ilegales y médicas el consumo de estas es significativamente mayor en los adolescentes con
niveles de agresividad altos, seguido por los que presentan agresividad media en comparación a los que
evidencian niveles bajos.
Desde una perspectiva evolutiva se conoce que la agresividad usualmente tiene un desarrollo que se
remite a la infancia, en que los niños no pudieron aprender a controlar de manera adecuada sus emociones
e impulsos. Por lo que es importante que los programas de prevención consideren como estrategias
el enseñar a los niños y también a los adolescentes a manejar de manera adecuada sus impulsos. Un
ejemplo, fue el programa de prevención, llamado “Good behavior game”, implementando en EE.UU. con
escolares de primaria, en los que las maestras aplicaban como estrategias del manejo de la disciplina, el
reforzamiento positivo de las conductas que mostraban baja agresividad y buen comportamiento.

Tabla 12. Consumo de drogas en el último año según nivel de agresividad escolar
CONSUMO DE DROGAS EN EL ÚLTIMO AÑO SEGÚN NIVEL DE AGRESIVIDAD ESCOLAR
Tipo de Droga Nivel de Agresividad Escolar Promedio Rho
Baja Media Alta Nacional Spearman

Drogas Legales 32.4 51.7 49.8 36.7 0.686


Alcohol 26.1 45.1 38.2 29.9 0.432
Tabaco 19.2 33.6 37.1 22.9 0.846
Drogas Ilegales 2.3 6.1 12.4 3.9 0.971
Marihuana 1.1 3.3 6.1 1.9 0.902
Sustancias 0.6 1.8 5.3 1.2 0.932
cocaínicas
Éxtasis 0.2 0.7 3.3 0.6 0.891
Drogas Médicas 4.1 5.8 9.6 4.9 0.925
Fuente: DEVIDA. Tercera Encuesta Nacional de Consumo de Drogas en Población General en el Perú-2006.

Otros Factores de Riesgo del Consumo de Drogas

a) Pubertad temprana
La pubertad temprana tanto en adolescentes mujeres y varones se hallado asociada al consumo de
drogas, en la medida que los cambios físicos se relacionan con cambios en las relaciones interpersonales.
Además, el haber logrado un mayor desarrollo físico no significa que también los púberes hayan logrado un
desarrollo cognitivo y emocional que les permita tomar decisiones planificadas y controlar sus emociones
e impulsos.
Es así que las chicas que maduran temprano tienden a tener enamorados y amigos varones mayores
que las exponen al consumo de drogas, mientras que los varones que maduran temprano tienden a tener
amigos mayores del mismo sexo.

71
Westling y et al. (2008) encontraron que las chicas que maduran temprano tuvieron mayores probabilidades
de afiliarse con pares con conductas problemas, mientras que en el caso de los varones la pubertad temprana
no se relaciona con tener amigos con conductas “desviadas”. Asimismo, encontraron que el monitoreo de
los padres moderó el consumo de alcohol asociado a una pubertad temprana, tanto en varones como en
mujeres.

b) La edad de inicio temprano en el consumo de drogas


Diversos estudios han demostrado que el consumo de drogas a una edad temprana se relaciona con
un mayor riesgo de consumo persistente y con la dependencia a drogas (Palmer y et al., 2009). Asimismo,
estos autores encontraron que es posible que los consumidores tempranos usen varias drogas a la vez,
lo cual aumenta la probabilidad del abuso y dependencia a drogas. Además, mencionan que los posibles
mecanismos que se hayan involucrados son trayectorias neuronales que se desarrollan, así como
características ambientales que colocan a los adolescentes en riesgo de un mayor consumo.
Chen, Storr y Anthony (2009) encontraron también un exceso de riesgo de desarrollar las características
clínicas asociadas con la dependencia a drogas en adolescentes que utilizaron drogas médicas antes de
los 18 años de edad, concluyendo que la edad de inicio puede ser una manifestación de una vulnerabilidad
de fondo para el desarrollo de la dependencia a drogas.

POLÍTICAS, PLANES E INTERVENCIONES DE PREVENCIÓN DEL CONSUMO DE


DROGAS

Lineamientos de Política e Intervenciones sobre Prevención de Drogas en el Perú


En el Perú existen una serie de documentos de política y planes que se relacionan con la prevención del
consumo de drogas, tales como el Plan Nacional de Acción por la Infancia, liderado por el MIMDES, que
convoca a varios sectores e instituciones públicas y privadas, que tiene por uno de sus objetivos la reducción
del consumo de drogas en adolescentes. También se cuenta con los lineamientos de salud mental y salud
del adolescente; instrumentos de política del Ministerio de Salud que proponen una atención integral que
incluye la prevención del consumo de drogas y la atención a los factores de riesgo y de protección. En el
sector educación se cuenta con planes de prevención del consumo de drogas en la Dirección de Tutoría
y Orientación Educativa (DITOE). Asimismo, la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas
(DEVIDA) cuenta con políticas y planes cuyo objetivo es reducir la demanda de drogas.
Entre las intervenciones realizadas para la prevención del consumo de drogas, cabe resaltar que DEVIDA,
dirige la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2007-2011, en la que propone como uno de sus
tres programas el Programa de Prevención y Rehabilitación. Entre las principales intervenciones realizadas
por DEVIDA se encuentran las siguientes: intervenciones familiares y comunitarias a través de ferias
implementadas en el periodo 1997 -2002, inclusión de contenidos de prevención de drogas en el currículo
educativo, la capitación a docentes para la inserción de acciones de prevención del consumo de drogas en
el Currículo. Además, DEVIDA en el periodo 2003 – 2006 ha fortalecido a 27 Comités Multisectoriales para
la prevención del consumo de drogas (DEVIDA, 2006).
Asimismo, DITOE del Ministerio de Educación, asi como ONGs tales como CEDRO desde hace varias
décadas que vienen implementando acciones de prevención del consumo de drogas. No obstante, cabe
señalar que los programas de prevención en el Perú han tendido a centrarse en población adolescente, a
través de campañas y actividades en las instituciones educativas y en la comunidad. Pocos son los que han
presentado una perspectiva evolutiva. Y no se han realizado programas con niños de primaria que trabajen
temas como el manejo de la agresividad.

72
Asimismo, la mayoría de programas han sido de prevención universal, que rara vez se han fundamentado
en modelos teóricos acerca del consumo de drogas y algunos se han basado en resultados de estudios
en países desarrollados. Sin embargo, ninguno se ha implementado utilizándose los resultados de
investigaciones locales que muestren los factores de riesgo y protección asociados al consumo de drogas en
la población a desarrollar el programa de prevención. Además, los programas de prevención implementados
no han sido evaluados, desconociéndose su efectividad e impacto.

Las Políticas e Intervenciones de Prevención de Drogas basadas en Evidencia desde una Perspectiva
Evolutiva
Es necesario que el diseño, implementación y evaluación de lineamientos de política y de intervenciones
para la prevención del consumo de drogas se basen en modelos conceptuales o teóricos acerca del consumo
de drogas y en la evidencia de estudios realizados en la población objetivo. Por lo que es fundamental el
fomentar y apoyar el desarrollo de investigaciones.
Asimismo, es importante el reconocimiento que los factores de riesgo y de protección asociados al
consumo de drogas no aparecen en la adolescencia, si no que se pueden identificar desde la niñez.
Es así que desde una perspectiva evolutiva es necesario trabajar con los padres y maestros para que
ayuden a los niños a desarrollar la autorregulación, es decir, a alcanzar mayores niveles de atención y de
control de su impulsividad de acuerdo a su edad, a lograr las tareas de desarrollo propias del estadio en que
se encuentran como el buen rendimiento académico, el tener amigos, etc.
Los programas de prevención para padres deben implementarse antes que los niños nazcan, especialmente
en el caso de aquellos padres o madres que presenten problemas de consumo de drogas (Zucker y et al.,
2008).
Petrie, Bunn y Byrne (2007) encontraron en una revisión de intervenciones de prevención con padres,
que los programas más efectivos para reducir el consumo de drogas fueron aquellos que promovieron
el involucramiento activo de los padres y el desarrollo de habilidades para la competencia social, la
autorregulación y para ejercer su paternidad o maternidad.
Adicionalmente las intervenciones familiares deben tener como objetivos los siguientes: sensibilizar a los
padres acerca de los riesgos que involucran las drogas, incluido el alcohol; a comunicarse y a establecer
relaciones cercanas con sus hijos; a clarificar sus expectativas y establecer reglas acerca del uso de drogas;
y a monitorear y supervisar las actividades de sus hijos e hijas.
Asimismo, los establecimientos de salud tienen un rol muy importante en la prevención de drogas, por
lo que es necesario preparar a los profesionales de salud que atienden a niños y a sus padres, para que
puedan identificar, por ejemplo problemas de conducta e impulsividad, asi como ansiedad o depresión, para
derivarlos para que reciban tratamiento oportuno y que los padres puedan participar en orientaciones o
talleres acerca de cómo manejar la disciplina sobre todo si tienen niños con déficit de atención e impulsividad
(Simkin, 2002; Zucker y et al., 2008).
Según Skim (2002), los colegios también tienen un rol importante en diagnosticar y derivar para su
atención problemas de bajo rendimiento académico o altos niveles de agresividad.
En cuanto los programas de prevención de drogas a nivel del colegio, los que han mostrado mayor
efectividad son aquellos que se basan en los modelos de influencia social, incluyen un enfoque evolutivo,
promueven el establecimiento de normas, trabajan la resistencia a presiones sociales y la competencia
social a través del desarrollo de habilidades y utilizan una metodología interactiva (Botvin y Griffin, 2007).
En relación al ambiente macro en el que ocurre el consumo de drogas, es importante regular el acceso
a los adolescentes a drogas legales a través de leyes que prohíban su comercialización a menores y que
sean monitoreadas en su aplicación, y que también regulen el mercadeo del alcohol y tabaco. También es

73
importante implementar medidas de control que reduzcan el acceso de los adolescentes y jóvenes a las
drogas ilegales.
Finalmente, es necesario el diseñar intervenciones de prevención dirigidas a niños y niñas, adolescentes
en mayor riesgo de consumo como son por ejemplo, los que han experimentado de manera temprana con
tabaco o alcohol, o los adolescentes que presentan una pubertad temprana.

CONCLUSIONES

La perspectiva evolutiva acerca del consumo de drogas implica identificar y analizar los factores de riesgo
y protección del consumo en las primeras etapas de la vida, asi como durante la adolescencia y juventud.
Esta perspectiva también indica que los programas de prevención para niños, adolescentes, universitarios
y sus familias deben basarse en modelos teóricos, que reconozcan las características evolutivas de las
etapas de desarrollo, asi como las necesidades que surgen en cada estadio de la vida.
Es necesario en el Perú, fomentar la investigación de los factores de riesgo y de protección del consumo
de drogas desde una perspectiva evolutiva para el diseño de intervenciones de prevención del consumo de
drogas en los ámbitos familiar, escolar, de servicios de salud y comunitario, asi como para la formulación de
políticas de prevención de drogas.Es importante que los programas de prevención no sólo estén dirigidos a
adolescentes, sino también a niños y a universitarios, asi como también a los padres y docentes. Asimismo,
es necesario el poder implementar programas de prevención en poblaciones o grupos con mayor riesgo de
consumo y no sólo en población general.

74
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77
EL ROL DE LA INVESTIGACIÓN EN EL DISEÑO,
IMPLEMENTACIÓN Y EVALUACIÓN DE PROGRAMAS
PREVENTIVOS DEL CONSUMO DE DROGAS
Marina Piazza

INTRODUCCIÓN

El objetivo de esta presentación es plantear formas en las que la investigación puede orientar el diseño,
implementación y evaluación de intervenciones preventivas. Para ello se presentan algunas preguntas de
investigación que se considera especialmente relevantes para estos tres momentos del trabajo preventivo:
el diseño, la implementación y la evaluación de programas.
Asimismo, para cada pregunta de investigaron planteada se presenta algunas reflexiones en torno al
avance del conocimiento y la necesidad de información en el Perú. A continuación enumeramos estas
preguntas de investigación:

1. Aportes de la investigación en el diseño de programas preventivos


¿Consumo de cual/es droga/s queremos prevenir?
¿En qué momento del desarrollo es mas eficiente intervenir: niños, púberes, adolescentes,
jóvenes, adultos?
¿Qué característica/s de esa población queremos modificar?
¿Qué metodología es eficiente para lograr ese cambio?
¿Cómo puede la comunidad evaluar el nivel de riesgo para el abuso de drogas?
2. Aportes de la investigación en la implementación de programas preventivos
Al tomar modelos preventivos desarrollados en otros contextos, ¿qué estructura básica
debemos conservar? que aspectos adaptar?
Retos en la traducción y diseminación de los resultados de investigación en el trabajo en
prevención
3. Aportes de la investigación en la evaluación de programas preventivos
¿Cómo puede la comunidad evaluar el impacto de su programa sobre el abuso de drogas?

APORTES DE LA INVESTIGACIÓN EN EL DISEÑO DE PROGRAMAS PREVENTIVOS

¿Consumo de cual/es droga/s queremos prevenir?

Un criterio importante para decidir que droga priorizamos en los programas de prevención es definir la
magnitud del problema en poblaciones generales como escuelas y hogares. Esta área de investigación en
drogas es la que mas hemos desarrollado con encuestas poblacionales de DEVIDA y CEDRO elaboradas

78
desde los 80s. Estos estudios han contribuido a posicionar el tema de reducción de demanda.
Con el apoyo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) Naciones Unidas
y la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) de la Organización de Estados
Americanos se ha estandarizado metodología que permite comparar nuestros indicadores con los de otros
países de la región. Esta estandarización también permite comparar resultados de distintos estudios en el
tiempo y así establecer tendencias.
En el Perú hace falta desarrollar estudios de población general a nivel distrital para orientar el trabajo de
los gobiernos locales. Asimismo es necesario conocer mas acerca del consumo de poblaciones especificas,
como por ejemplo adolescentes embarazadas, consumo en bares, discotecas, consumo en conductores,
consumo y sexo desprotegido, etc. Existen algunos estudios en estos temas publicados, por ejemplo en la
Revista Peruana de Drogodependencias. Por ejemplo un estudio de consumo de drogas en conductores
de transporte público en Lima, encontró el 87.6% consumía de 1 o 2 veces al mes, el 11.3% 1 o 2 veces
a la semana. El grupo de mayor consumo de alcohol correspondió a los conductores jóvenes (25 a 29
años) y los conductores de microbús . Entre los que conducían después de haber consumido alguna
bebida alcohólica, uno de cada cinco estuvo implicado en algún accidente de tránsito. Los análisis de orina
revelaron positividad para consumo de cocaína en el 2.25% de los conductores (DEVIDA, 2007).
Otro estudio que fue financiado por DEVIDA estudio el consumo en pacientes atendidos en un servicio
de emergencia en Lima. El estudio encontró que 13.67% de los sujetos reportó consumo en las 6 horas
previas de alcohol, 3.6% para drogas ilícitas inhalantes, y 4.12% para tranquilizantes/sedantes. En 6.9%
de las personas atendidas existió la impresión clínica de que el motivo de la emergencia tuvo relación con
el consumo de algún SPA siendo esto de mayor magnitud entre los varones. En conclusión, muchas de
estas personas estarían aún en etapas tempranas de su consumo problemático por lo que el desarrollo de
intervenciones breves con esta población en servicios de emergencias podría resultar estratégico (DEVIDA,
2007).

¿Qué características de esa población queremos modificar?

Los factores de riesgo incrementan la posibilidad de consumo de sustancias y los factores de protección
lo inhiben en presencia del riesgo. El riesgo de convertirse en un abusador de drogas depende del número
y el tipo de los factores de riesgo. Los factores más prometedores en la reducción del uso de sustancias
pueden ser agrupados en 5 dominios: 1. comunidad (p.e. disponibilidad de la droga); 2. familia (p.e.
disciplina, conflicto, aptitudes, comunicación); 3. pares/individuo (p.e. delincuencia, percepción del riesgo,
aptitudes y uso de drogas de los amigos); 4. colegio (p.e. disciplina, asistencia); 5. factores generales (p.e.
participación en actividades, creencias religiosas) (Hawkins et al., 1999).
Entre las variables individuales, diversos estudios han encontrado evidencia de una fuerte asociación
entre las conductas problema y el consumo de drogas, especialmente entre el comportamiento agresivo y
antisocial (Anthony y Petronis, 1991).
A nivel familiar y escolar, las relaciones con los padres y pares y las normas que estos establecen
con respecto al consumo de drogas son variables importantes para explicar el consumo de drogas en
adolescentes (Fite et al., 2005; Bahr et al., 2005; Nash et al., 2005). La supervisión de los padres es
un factor protector para el uso de sustancias psicoactivas en adolescentes (Gosebruch, 2003; Chilcoat
et al., 1995). Griesler y Kandel (1998) encontraron que la cercanía entre padres e hijos y el monitoreo
parental reducen la prevalencia del uso de tabaco en grupo de adolescentes afro-americanos. Asimismo, la
percepción de los adolescentes de normas paternas que rechazan el fumar se han hallado asociadas con
la disminución en el inicio del fumar cigarrillos (Sargent y Dalton, 2001). Factores –como la disponibilidad
de las drogas, los patrones del narcotráfico, y las creencias acerca del abuso de drogas – son riesgos que

79
pueden influenciar a la gente joven a que comiencen a abusar de las drogas. Asimismo, los factores que
explican el comienzo del consumo de drogas, no son los mismos que aquellos que explican el consumo
persistente y la dependencia.
En el Perú, Vallejos (2004), reportó que los principales factores de riesgo en escolares fueron: Percepción
de daño de la droga, la familia, el no participar en actividades de prevención, ausencia de habilidades
sociales y no percibirse con buena salud física y mental; y estimó que de la muestra estudiada, de 3% a
7% estarían en alto riesgo. Entre los factores de protección se encontraron los sistemas de recreación, la
escuela, relación con pares y la convicción de no consumo de drogas.
En el Perú, se ha incorporado en los estudios poblacionales, de manera progresiva, la medición de
factores de riesgo en distintos contextos. En este sentido, el trabajo de validación de instrumentos para
nuestros contextos para identificar factores de riesgo para las que ya se han desarrollado intervenciones
exitosas en otros países, resulta especialmente importante. Un ejemplo de este tipo de investigación es un
estudio realizado por Dishion y colaboradores de la Universidad Peruana Cayetano Heredia para determinar
si eran válidos en Lima los instrumentos, utilizados en un programa de prevención en Oregon para medir
la conducta problema, prácticas paternas y relación con pares con conductas problema (DEVIDA, 2007).

¿En qué momento del desarrollo es más eficiente intervenir: niños, púberes,
adolescentes, jóvenes, adultos?

El impacto potencial de factores específicos de riesgo y de protección cambia con la edad. Una intervención
temprana en los factores de riesgo a menudo tiene un impacto mayor que una intervención tardía al cambiar
la trayectoria de la vida del niño alejándole de los problemas y dirigiéndolo hacia conductas positivas.
Se puede cambiar o prevenir los riesgos de los años preescolares, tales como una conducta agresiva,
con intervenciones familiares, escolares, y comunitarias dirigidas a ayudar a que los niños desarrollen
conductas positivas apropiadas. Si no son tratados, los comportamientos negativos pueden llevar a riesgos
adicionales, tales como el fracaso académico y dificultades sociales, que aumentan el riesgo de los niños
para el abuso de drogas en el futuro (Ver Gráfica 1).

Gráfica 1. Relación entre dependencia a sustancias y edad

80
Desde el punto de vista del desarrollo de los circuitos neruronales existe evidencia de que en los adultos, el
circuito neuronal que regula las emociones comprende varias regiones pre-frontales y estructuras límbicas
subcorticales. Durante la adolescencia la conexión entre la emoción y lo cognitivo se encuentra en pleno
desarrollo mayor respuesta y menos control (Beauregard et al., 2001).
Asimismo, es efectivo trabajar durante las transiciones de la vida. Tales fases involucran circunstancias
biológicas, psicológicas, y/o sociales que pueden incrementar el riesgo del abuso de drogas; ya sean las
esperadas (la pubertad, adolescencia, o graduación escolar), o las inesperadas (la muerte repentina de un
ser querido). Siempre que sea factible, estos momentos deben ser atendidos antes de que se presenten o
tan pronto como sea posible.

¿Qué metodología es eficiente para lograr ese cambio?

Ámbito Familiar: Las investigaciones confirman los beneficios cuando los padres proporcionen reglas y
disciplina consistentes, hablándoles a los hijos sobre las drogas, vigilando sus actividades, conociendo a sus
amigos, comprendiendo sus problemas y preocupaciones, e involucrándose en su educación. El monitoreo
y la supervisión de los padres son esenciales para prevenir el abuso de las drogas. Se pueden mejorar estas
habilidades con entrenamiento de cómo establecer reglas; técnicas para el monitoreo de actividades; el elogio
por conducta apropiada; y la disciplina moderada y consistente que hace respetar las reglas de la familia
anteriormente definidas. Se puede capacitar a los padres para brindar apoyo a los hijos, en habilidades de
comunicación entre padres e hijos, y la participación de los padres en actividades con sus hijos.
La educación y la información sobre las drogas para los padres o los cuidadores refuerza lo que los
niños están aprendiendo sobre los efectos dañinos de las drogas y brinda la oportunidad para la discusión
familiar sobre el abuso de sustancias legales e ilegales. Las intervenciones cortas enfocadas en la familia y
dirigidas a la población en general pueden cambiar positivamente conductas específicas de los padres que
pueden reducir los riesgos futuros para el abuso de drogas.
Ámbito Escolar: Se puede diseñar los programas de prevención para una intervención tan temprana
como en los años preescolares que enfoquen a los factores de riesgo para el abuso de drogas tales como
el comportamiento agresivo, conducta social negativa, y dificultades académicas. Los programas de
prevención para los niños de la primaria deben ser dirigidos al mejoramiento del aprendizaje académico y
socio-emotivo para tratar factores de riesgo para el abuso de drogas como la agresión temprana, el fracaso
académico, y la deserción de los estudios. La educación debe enfocarse en las siguientes habilidades:
auto-control; conciencia emocional; comunicación; solución de los problemas sociales; y apoyo académico,
especialmente en la lectura.
Los programas de prevención para los estudiantes de la escuela secundaria deben aumentar la
competencia académica y social con las siguientes habilidades: hábitos de estudio y apoyo académico;
comunicación; relaciones con los compañeros; auto-eficacia y reafirmación personal; habilidades para
resistir oportunidades de consumo las drogas; refuerzo de las actitudes anti-drogas; y fortalecimiento
del compromiso personal contra el abuso de las drogas. De ser posible, los programas de prevención
basados en la escuela deben ser integrados al programa académico escolar, ya que el fracaso escolar
está fuertemente asociado con el abuso de drogas. Los programas integrados fortalecen los lazos de los
estudiantes con la escuela y reducen la probabilidad de que abandonen la escuela.
La mayoría de los materiales de prevención de las escuelas incluyen información sobre cómo corregir
la percepción errada de que muchos estudiantes abusan de las drogas. Los programas en escuelas con
uso de reforzamiento positivo en la clase ayudan a fomentar la conducta positiva, el rendimiento escolar,
la motivación académica, y la formación de lazos fuertes con la escuela. Los programas de prevención son
más eficaces cuando emplean técnicas interactivas, como discusiones entre grupos de la misma edad y

81
jugando a desempeñar el papel de los padres, lo que permite una participación activa en el aprendizaje
sobre el abuso de drogas y en el refuerzo de habilidades.
Otro tipo de intervenciones incluyen programas para toda la escuela, que afectan el ambiente escolar
en su totalidad. Todas estas actividades pueden servir para fortalecer los factores de protección contra el
abuso de drogas.
Los programas de prevención dirigidos a las poblaciones en general en puntos de transición clave,
como la transición a la escuela secundaria, pueden producir efectos beneficiosos aún entre las familias y
los niños que tienen un alto riesgo. Tales intervenciones promueven los lazos fuertes con la escuela y con
la comunidad.
Ámbito Comunitario: Los programas de prevención comunitarios que combinan dos o más programas
eficaces, como los basados en las familias y los basados en las escuelas, pueden ser más eficientes
que un programa individual. Los programas de prevención comunitarios dirigidos a las poblaciones en
varios ambientes, por ejemplo, en las escuelas, los clubes, las organizaciones religiosas, y los medios de
comunicación son más eficaces cuando se presentan a través de mensajes consistentes en cada uno de
los ambientes a lo largo de toda la comunidad. Muchos programas coordinan los esfuerzos de prevención
a través de los diferentes ambientes para comunicar mensajes consistentes en la escuela, el trabajo, las
instituciones religiosas y los medios de comunicación.
Las investigaciones han mostrado que los programas que llegan a los jóvenes a través de diversos
ambientes pueden impactar fuertemente las normas comunitarias. Los programas basados en la comunidad
generalmente también incluyen el desarrollo de políticas o el cumplimiento de las regulaciones, esfuerzos
de los medios de comunicación masiva, y programas para crear conciencia en toda la comunidad.

¿Cómo puede la comunidad evaluar el nivel de riesgo para el abuso de drogas?


Experiencia de los de comités multisectoriales

Para evaluar el nivel de riesgo de que la juventud se involucre en el abuso de drogas, es importante: medir
la naturaleza y la extensión de los patrones y las tendencias del abuso de drogas; recolectar datos sobre
los factores de riesgo y de protección en toda la comunidad; e identificar los esfuerzos preventivos ya en
marcha para tratar el problema.
También es importante consultar con los líderes comunitarios claves para comprender la cultura de la
comunidad. Los investigadores han desarrollado muchos instrumentos que están disponibles a los
planificadores comunitarios para evaluar la extensión del problema de drogas en la comunidad.
En el Perú existe una experiencia, generada por DEVIDA en el 2004, llamada REVIC, red de vigilancia
comunitaria. Esta estuvo orientado a fortalecer la capacidad local para identificar y monitorear la magnitud
y cambios de patrones de consumo de drogas, a partir de la información proveniente de múltiples fuentes
en el contexto local y nacional para responder a las necesidades de los gobiernos e instituciones locales, de
contar con insumos de información para planificar, dirigir, monitorear y evaluar sus estrategias de prevención
y políticas relativas al tema de drogas.
Este modelo de trabajo fue inspirado a partir de experiencias de vigilancia comunitaria en varios contextos.
Una es la de Red de Trabajo Comunitario en Drogas de Estados Unidos, que ha provisto mecanismos
útiles para el avance del conocimiento sobre el abuso de drogas y sus consecuencias, y ha alertado a
proveedores de servicios y tomadores de decisiones sobre problemas y necesidades (CEWG, 2003). El
modelo REVIC también recoge la experiencia de Hugo Míguez en Argentina que aporta una visión de
desarrollo de capacidades locales generando una cultura de valoración de la información adaptándose a las
necesidades de información y capacidades existentes (Míguez, 1998; Míguez, 2002).

82
Este modelo corresponde además a la lógica de descentralización que está desarrollando nuestro país
por la cual los gobiernos locales requieren insumos de información adecuados para la toma de decisiones.
Se implementó la REVIC, como experiencia innovadora en 3 distritos de Lima que cuentan con Comités
Multisectoriales para la prevención y el control del consumo de drogas-COMUL. En dichos comités existe la
presencia descentralizada de diversos sectores como salud, educación, policía, así como de organizaciones
no gubernamentales, comunitarias y en algunos casos empresas locales. Este Comité Multisectorial es
sensibilizado respecto a la necesidad de contar con información para la adecuada planificación de sus
actividades. Se identifica al interior del COMUL a representantes comprometidos con el trabajo y con
capacidad y disposición para conformar el Equipo Técnico. Usualmente forman parte de este personal
técnico del Ministerio de Salud, Educación, Interior, el Municipio. Este Comité es liderado por el gobierno
local, en donde se instala físicamente equipos de computación y donde se designa un espacio físico para
la implementación de una Sala Situacional sobre el problema de Drogas.

La metodología de recojo de información de REVIC se desarrolla por fases:

 Puntos de venta y de consumo de drogas, y problemas asociados como son ejemplo, pandillaje y
prostitución: Se aplica una encuesta a un residente por cada manzana del distrito. Se seleccionó
a un vecino por manzana para reportar de acuerdo a los siguientes criterios: ser poblador del
distrito y habitar en la manzana, no participar en venta o consumo de drogas ni verse involucrado
en problemas de seguridad ciudadana, ser mayor de edad y no mostrar signos aparentes de
discapacidad mental. Se usaron mapas digitalizados actualizados a nivel de manzanas de cada uno
de los distritos. ii) Oferta de intervenciones preventivas y terapéuticas: se realizaron encuestas a
las instituciones del distrito indagando acerca de las actividades, tipo de intervenciones, cobertura,
beneficiarios, etc. Se incluyo a todas las instituciones del distrito que realizan trabajo en el tema de
prevención del consumo, tratamiento y recuperación de consumidores de sustancias psicoactivas.
Los reportantes fueron los representantes de las instituciones.

 Percepción sobre problema y propuestas de solución de parte de diferentes grupos de la


población: Se desarrollaron grupos de discusión con niños, adolescentes, padres de familia,
promotoras de salud, dirigentes vecinales, adictos en recuperación, etc. Se recogió información
acerca de la percepción del problema que tenía cada grupo frente a partir de la presentación de
resultados obtenidos en las dos primeras fases del trabajo. De igual manera se indagó acerca de
las oportunidades y capacidades con que contaba el distrito y sus organizaciones para revertir el
problema.

 Con los insumos recogidos en las cuatro fases, la REVIC desarrolla el análisis de situación del
problema de las drogas, que se traduce en un informe georeferenciado en un plano del distrito que
se expone en una Sala de Situación Municipal. Esta es un espacio físico generalmente ubicado en
la municipalidad. En éste se presenta la información acerca de la ubicación espacial en los mapas
de los puntos de venta, consumo, lugares frecuentes de inseguridad ciudadana (robos, pandillaje,
prostitución, etc.), se presenta además estadísticas acerca de las características demográficas
de los grupos de consumidores. También se muestra el lugar en donde se encuentran las
intervenciones preventivas y terapéuticas del distrito.

83
Esta información es discutida en el COMUL y nutre los planes estratégicos y operativos de seguridad
ciudadana y lucha contra las drogas, los temas de regulación y control en la venta y consumo de drogas
lícitas e ilícitas y las estrategias de prevención comunitaria.
Entre las principales estrategias utilizadas para la implementación de REVIC se incluye:
 Reconocimiento por parte de los actores locales de la necesidad de contar con información para
planificar políticas y planes de acción.
 Participación de instituciones del distrito todo el proceso de recojo, análisis y difusión de la información.
 Participación de las actores locales en el recojo de información.
 Conformación de un Comité Técnico de personas comprometidas con la comunidad.
 Que las instituciones brinden apoyo y facilidades a sus delegados miembros del Comité Técnico.
 Difusión de resultados en diferentes audiencias: autoridades locales, miembros del COMUL,
organizaciones de base, a nivel central (DEVIDA), a otros distritos, etc,
 Capacitación, acompañamiento y retroalimentación al Comité Técnico.

APORTES DE LA INVESTIGACIÓN EN LA IMPLEMENTACIÓN DE PROGRAMAS


PREVENTIVOS

¿Cómo puede la comunidad implementar y sostener programas de prevención


eficaces?

Después de elegir su plan de prevención, la comunidad debe comenzar a implementar los programas
que llenen sus necesidades. En muchas comunidades, las coaliciones formadas durante el proceso de
planificación continúan involucradas en la supervisión, pero la responsabilidad de manejar los programas
individuales generalmente corre a cargo de organizaciones locales, públicas o privadas, basadas en la
comunidad.
Operar un programa eficaz con bases científicas a menudo requiere recursos humanos y financieros
extensivos y un compromiso serio al entrenamiento y a la asistencia técnica. Los esfuerzos de alcance
comunitario para atraer y mantener a los participantes del programa interesados e involucrados son
importantes, especialmente en las poblaciones difíciles de alcanzar.
Las investigaciones han mostrado que ese esfuerzo adicional para proveer incentivos, horarios flexibles,
contacto personal y el apoyo público de líderes comunitarios importantes, ayuda a atraer y a mantener a los
participantes de los programas.

Al tomar modelos preventivos desarrollados en otros contextos, ¿Qué estructura


básica debemos conservar? ¿Qué aspectos adaptar?

Cuando las comunidades adaptan los programas a sus necesidades, normas comunitarias, o diferentes
requerimientos culturales, deben mantener los elementos básicos de la intervención original basada en la
investigación, que incluyen:
 la estructura (cómo está organizado y compuesto el programa);
 el contenido (la información, las habilidades, y las estrategias del programa); y
 aspectos de implementación y evaluación del programa.

84
Al adaptar los programas para que se ajusten a las necesidades de la comunidad, es importante retener
estos elementos esenciales para asegurar que las partes más eficaces del programa se mantengan intactas.
El cuadro a continuación ofrece ejemplos de estos elementos esenciales de los programas de prevención
por tipo de programa modelo, por ejemplo, Comunidad (Universal), Escuela (Selectivo), y Familia (Indicado).

La estructura tiene que ver con el tipo de programa, la audiencia, y el ambiente. Varios tipos de programas
han mostrado ser eficaces para prevenir el abuso de drogas. Los programas basados en las escuelas,
los primeros que fueron totalmente desarrollados y probados, se han convertido en el enfoque primario
para alcanzar a todos los niños. Los programas basados en la familia han mostrado ser eficaces para
alcanzar tanto a los hijos como a sus padres en una variedad de ambientes. Los programas de medios de
comunicación y tecnología informática están comenzando a demostrar eficacia en alcanzar a las personas
tanto a nivel comunitario como individual. Las investigaciones también han demostrado que la combinación
de dos o más programas eficaces, tales como los programas familiares y escolares, puede ser aún más
eficiente que un solo programa. Estos se llaman programas de múltiples componentes.
El contenido está compuesto por la información, el desarrollo de las habilidades, los métodos y los
servicios. La información incluye los datos sobre las drogas y sus efectos, así como las leyes y las políticas
antidrogas. Por ejemplo, en una intervención en la familia, los padres pueden recibir educación e información
sobre las drogas que refuerza lo que sus hijos están aprendiendo sobre los efectos dañinos de las drogas
en el programa de prevención de su escuela. Esto abre la puerta a discusiones entre la familia sobre el
abuso de las drogas legales e ilegales.
Sin embargo, la información sobre las drogas por sí sola no ha demostrado ser eficaz en desalentar el
abuso de las drogas. La combinación de la información con las habilidades, los métodos y los servicios
produce resultados más eficaces.
Los métodos están encaminados hacia el cambio, como el establecimiento y el refuerzo de las reglas
sobre el abuso de drogas en la escuela, en la casa, y dentro de la comunidad. Los servicios pueden incluir
consejería y asistencia en la escuela, consejería paritaria, terapia en familia, y cuidados de la salud. La
vigilancia y supervisión de los padres se pueden mejorar con entrenamiento sobre uso de reglas; métodos

85
para supervisar las actividades de los hijos; alabanza por la conducta apropiada; y una disciplina moderada
y consistente que haga cumplir con las reglas de la familia.
Durante el proceso de selección del programa las comunidades tratan de ajustar los programas eficientes
con bases científicas a sus necesidades comunitarias. Una revisión estructurada de los programas existentes
puede ayudar a determinar los vacíos que existen. Entonces se puede incorporar esta información en el
plan de la comunidad que guía la selección de nuevos programas con bases científicas.
La adaptación involucra moldear un programa para que se ajuste a las necesidades de una población
específica en varios ambientes. Para suplir las necesidades de una comunidad, los científicos han adaptado
muchos programas con bases científicas. Para aquellos programas que aún no han sido adaptados en un
estudio de investigación, es mejor seguir el programa según fue diseñado, o incluir los elementos básicos
para asegurar los resultados más eficaces.

¿Qué indicadores nos permiten establecer que estamos implementando


adecuadamente la intervención?

Monitorear y evaluar los programas, debe ser parte regular en la operación, para verificar si los objetivos
y metas son alcanzados o bien hacer ajustes que incrementen su efectividad cuando no se logren.
Las investigaciones sobre la prevención sugieren que un plan comunitario bien construido:
 Identifica las drogas específicas y otros problemas de los niños y adolescentes en la comunidad;
 Construye con los recursos existentes (Ej., los programas actuales para la prevención del abuso de
drogas);
 Desarrolla metas a corto plazo relacionadas con la selección e implementación de los programas de
prevención y estrategias con bases científicas;
 Proyecta metas a largo plazo de manera que los planes y recursos estén disponibles para el futuro; e
 Incluye evaluaciones continuas del programa de prevención.

Retos en la traducción y diseminación de los resultados de investigación y para el


trabajo en prevención

El paso final de la investigación, es su capacidad para comunicar la información y conocimiento generado


a quienes tienen la capacidad de aplicarlos. Aun existen dificultades inherentes al proceso de traducción
y diseminación de los hallazgos de investigación a la cultura y operatividad de las comunidades que
implementan los programas. Existen características programáticas, organizacionales y características
locales que representan un desafío para la implementación efectiva de programas de prevención en
comunidades, escuelas y organizaciones que proveen servicios.
La pregunta es: como se puede mejorar la implementación de intervenciones que conocemos? NIDA ha
iniciado una iniciativa de investigación que incluye:
Investigación Básica en Prevención que busca entender por ejemplo formas de mejorar las estrategias
para jóvenes con gran necesidad de exploración de experiencias fuertes (high-sensation-seeking) que
tienen mayor riesgo para abusar de consumo. Estos programas se focalizan en el estilo motivacional de
estos jóvenes, sus formas de reforzamiento y las que utilizan para evitar el daño. Se trata de comprender
como estos jóvenes responden a los mensajes de programas de prevención a través de medios de
comunicación.

86
Otro ejemplo de investigación es la evaluación de cómo como la capacitación presencial y capacitación
y asistencia técnica a distancia, puede afectar el costo, validez y efectividad de la implementación de
programas en escuelas secundarias. Examinar las barreras a la implementación exitosa de un programa
para padres de familia a través de programas de salud en 435 municipios en Noruega. Se trata de entender
como la adaptación cultural afecta el programa y si estos programas pueden capacitar a trabajadores
sociales, psicólogos y personal de salud en gran escala para implementar el programa con precisión y
efectividad.

APORTES DE LA INVESTIGACIÓN EN LA EVALUACIÓN DE PROGRAMAS


PREVENTIVOS

¿Cómo puede la comunidad evaluar el impacto de su programa sobre el abuso de


drogas?

Evaluar los programas de prevención comunitarios puede ser un reto. Los líderes de la comunidad a
menudo consultan a expertos en evaluación, como las universidades locales o agencias estatales, para que
ayuden en el diseño de la evaluación. El plan comunitario debe guiar las acciones preventivas a largo plazo
ya que la comunidad necesita un cambio. Por lo tanto, es importante verificar el progreso del programa y
decidir si se están cumpliendo las metas originales. Las evaluaciones pueden ofrecer la oportunidad para
cambiar los planes y los métodos para tratar mejor los problemas comunitarios actuales.
Una evaluación debe contestar las siguientes preguntas:
 ¿Qué se logró con el programa?
 ¿Cómo se llevó a cabo el programa?
 ¿Cuánto del programa recibieron los participantes?
 ¿Hay alguna conexión entre la cantidad del programa recibida y los resultados?
 ¿Se realizó el programa según se planeó?
 ¿Logró el programa lo esperado en el corto plazo?
 ¿Produjo el programa los efectos deseados a largo plazo?

Vamos a presentar en mayor detalle algunos diseños que sirven para responder a la pregunta acerca de
la evaluación de resultados.

1.- Realizar comparaciones entre grupos y/o en el tiempo que permitan ver diferencias y anular el posible
efecto de variables explicativas alternativas.

2.- Utilizar el análisis estadístico para averiguar el efecto del programa sobre el consumo de drogas (o variable
relacionada con el consumo), manteniendo constante o controlando el efecto de posibles explicaciones
alternativas.

Una forma de desarrollar una evaluación es trabajar solo con el grupo que recibe la intervención
comparando distintas mediciones, por ejemplo antes y después de desarrollar el programa de prevención.
Otro diseño es comparando dos grupos, uno en el que aplicamos el programa de prevención y otro de
comparación. Este debe similar al que recibe el programa (edad, género, clase social, curso...).

87
Para saber en qué aspectos los grupos deben ser comparables, debemos conocer que tipo de variables
podrían distorsionar la medida de asociación o impacto de la intervención preventiva en el consumo. En
otras palabras que factores podrían tener un efecto “confusor”. Este conocimiento nos va a permitir iden-
tificar las variables que hay que controlar. Una vez identificadas, debe recogerse información sobre las
mismas para, por último, buscar una técnica de análisis multivariado que permita separar los efectos de
unas y otras variables.

Algunos diseños son:


1.- Diseños experimentales
2.- Diseños cuasi experimentales con pretest-postest y grupo de comparación no equivalente, que es uno
de los diseños a los que más se recurre en evaluación de programas de prevención. El grafico a continu-
ación presenta un diseño experimental.

88
La mejor manera de tener un buen grupo de comparación es distribuir un grupo grande al azar asignando
unos a la intervención preventiva u otros al grupo de comparación. La aleatoriedad tiende a controlar
factores, aísla el efecto de la intervención y nos brinda mejor evidencia de relación causa-efecto. En
ciertas situaciones, no resulta ético aplicar el programa a un grupo y no a otro, entonces podemos aplicar
el programa primero a un grupo y luego a otro. Normalmente puede haber: pretest (o medición antes
de aplicar el programa), mediciones a mitad de la aplicación, y postests (o mediciones después de la
aplicación).

Una vez realizado el experimento y analizada la implementación, contaminación, etc., el análisis de


resultados implica, básicamente:

• Comparación entre Grupo al que se aplica el Programa (G-P) y Grupo Control (G-C) en el pretest para
asegurar la igualdad.
• Comparación entre G-P y G-C en el postest para ver las diferencias debidas al Programa. No deben
utilizarse las ganancias entre pretest y postest en el análisis.

89
Al igual que en los diseños 1 y 2, hay que presentar resultados sobre implementación.

90
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92
IMPACTO DE LOS PROGRAMAS PREVENTIVOS DEL
CONSUMO DE ALCOHOL
Musayón-Oblitas, Yesenia,
Salazar-Silva, Fernando

INTRODUCCIÓN

El consumo de drogas es un problema que cada vez alcanza dimensiones de repercusión mundial, no
solo contra la salud sino contra la sociedad y la economía de un país. El consumo de alcohol se presenta
en cerca de 2 billones de personas y 76,3 millones tienen diagnosticado algún desorden por consumo de
alcohol (WHO, 2004).
La estimación de los costos derivados de ese consumo ha sido motivo de atención para el Mecanismo
de Evaluación Multilateral (MEM), de la Organización de Estados Americanos (OEA). En este sentido, la
Tercera Cumbre de las Américas (2001), determinó como uno de sus mandatos “establecer un mecanismo
básico y homogéneo para estimar los costos sociales, humanos y económicos del problema de las drogas
en las Américas” (CICAD, 2007).
Sin embargo, a pesar de su utilidad reconocida los estudios de costos de consumo de alcohol presentan
limitaciones principalmente en realidades donde la información económica es insuficiente o imprecisa.
Aproximarse al conocimiento de las pérdidas económicas por consumo de alcohol implica cuantificar
costos de prevención, tratamiento, costos legales originadas por personas bajo los efectos del alcohol,
pérdidas de productividad por morbilidad y mortalidad, la pérdida de años de vida ajustados por calidad
(García-Sempere, 2002), entre otros.
En el año 1998, Estados Unidos estimó que los costos originados por consumo de alcohol ascendían
a 143,411 millones de dólares, los mismos que incluían gastos en salud, perdidas productivas y otros
costos (policiales y legales) (ONDCP, 2001), el mismo estudio proyectaba para el año 2000 una pérdida
de 160,664 millones de dólares. Para el año 2006, sólo en Oregon los costos por las mismas dimensiones
evaluadas ascendieron a 5.93 billones de dólares (Whelan, 2008).
En el año 2000 el NIH ubicaba al consumo de alcohol y su dependencia como la primera causa que
generaba mayores costos para el país, haciendo un total de 184.6 billones de dólares para el año 1998
(NIH, 2000). Por su parte la Oficina de Fiscalización Nacional de Drogas (Office of National Drug Control
Policy) encontró que para el año 2002 el abuso de alcohol generaba un costo de 180 billones de dólares por
año (ONDCP, 2004). Mientras que en el año 2003 el costo económico del abuso de sustancias en EEUU se
calculaba en más de 484 mil millones dólares por año, incluido 185 mil millones dólares imputables al mal
uso del alcohol (Glen et. al, 2003).
En la actualidad, las investigaciones sobre estudio de costos para el consumo de alcohol son todavía
escasas y se necesita más para cubrir las lagunas existentes. Para ello es necesario adoptar una metodología
común de evaluación de costos, de manera que pueda tenerse estimaciones estables que permitan la toma
de decisiones informadas para la asignación de recursos (Barbosa et.al, 2009).
Para el caso de América Latina, el costo total estimado atribuible al consumo de alcohol en Argentina para
el año 2006 fue de $3.535,7 millones pesos (1.151,69 millones de dólares), lo que corresponde a cerca de

93
98 pesos per cápita (U$S 32). La magnitud relativa del problema representó un 1,07% del Producto Bruto
Interno (OAD, 2008).
Reportes recientes, estiman que en Perú, el consumo de alcohol ha ocasionado para el año 2005 un
promedio de 42 millones y medio de nuevos soles anuales, mientras que considerando el PBI per cápita,
el país pierde aproximadamente cerca de 790 millones de nuevos soles anuales. Estos cálculos fueron
obtenidos a partir de los casos registrados por muerte prematura (Musayón, 2009).
Las pérdidas económicas cuantificadas hacen evidente la necesidad de aplicar programas preventivos o
de control de consumo de alcohol, sin embargo a lo largo de los años, muchos países han hecho esfuerzos
diversos por poner en marcha planes y proyectos que aseguraban éxito en sus resultados, pero difícilmente
se conocen evidencias contundentes que señalen cuál es la intervención más exitosa y sobre todo bajo que
condición y para que grupo poblacional.
Las evidencias en salud restringen la posibilidad del trabajo intuitivo y experiencias no sistemáticas,
tomando como base el análisis de investigaciones previas como herramienta esencial para la toma de
decisiones (Grupo de trabajo de Medicina basada en evidencia, 1992). En este sentido, los niveles de
evidencia se organizan jerárquicamente, de acuerdo a su fortaleza o solidez metodológica (ver tabla 1).
Adicionalmente a ello, es necesario tomar en cuenta que para la evaluación del impacto de programas
sociales el Banco Mundial (BM) coincidentemente recomienda usar diversas metodologías (como evidencia)
que entran principalmente en dos categorías generales: diseños experimentales (aleatorios) y diseños
cuasi experimentales (no aleatorios) (Baker, 2000). En consecuencia, un estudio riguroso sobre impacto
debe tener la posibilidad de identificar cualquier cambio entre las personas sometidos a un programa
específico de intervención, utilizando la metodología más apropiada y pertinente (Iniciativa Internacional
para la Evaluación de Impacto, 2008).

Tabla 1. Niveles de evidencia*


Nivel de Evidencia Terapia/Prevención, Etiología/daño

1a
Revisión sistemática (con homogeneidad) o ensayos clínicos.
1b Ensayo clínico individual (con intervalo de confianza estrecho).

1c Experiencia clínica con respuesta igual en todos los expuestos a ella


(todo o nada).
2a Revisión sistemática de estudios de cohorte (con homogeneidad).

2b Estudio de cohorte individual (incluye ensayos clínicos de baja calidad,


por ejemplo, <80% de seguimiento).
2c Resultados de estudios ecológicos.
3a Revisión sistemática de estudios caso control (con homogeneidad).
3b Estudios Caso-Control Individual.
4 Serie de casos (Estudio de cohorte y caso-control de baja calidad).
5 La opinión de expertos sin valoración crítica explícita, o basada en la
fisiología, la investigación teórica o “primeros principios”.

* Phillips B et. al. Oxford Centre for Evidence-based Medicine - Levels of Evidence (2009)

94
En el año 2002 la OMS presentó un estudio de evidencias en prevención del consumo de alcohol,
donde los estudios fueron agrupados en función a: regulación de la disponibilidad física y económica
de alcohol, uso de medios masivos de comunicación, iniciativas basadas en la comunidad y educación
en la escuela. En esta última, las intervenciones se centraron en el cambio de conocimientos,
comportamientos, de actitudes, mejora de habilidades, educación por pares, el desarrollo de resiliencia,
entre otros (Pérez, 2003), por su parte, desde el campo de la psicología, los abordajes para la prevención
del consumo de drogas se clasificaron en: bio-conductuales, entrenamiento de habilidades sociales y
afrontamiento (Secades-Villa et.al, 2007).
La teoría de la prevención ha sufrido mejoras y reajustes en lo que va de los últimos años. Así tenemos
que la prevención referida a aplicar intervenciones para evitar la presencia de algún daño es trabajada
actualmente como prevención universal, la cual puede centrarse en el sujeto como en el contexto. Esta
centrada en el sujeto, cuando abarca todas aquellas intervenciones preventivas orientadas a evitar que
los individuos no queden expuestos a los factores de riesgo, por definición entonces se trata de sujetos
sin el problema de salud presente, y sin ninguna vulnerabilidad identificada. Por su parte la prevención
universal centrada en el contexto, pretende intervenir sobre el ambiente o contexto socio material donde
se desenvuelven los sujetos. De esta manera se evitan los factores de riesgo ambientales que afectan
a la mayoría de la población. La prevención selectiva, interviene a sujetos que presentan alto riesgo de
enfermar, la idea es que si se dá la exposición las personas estén preparados para enfrentarla, esto es
que sean sujetos competentes para afrontarla. Finalmente la prevención indicada trabaja con sujetos
que ya han presentado los primeros indicios del problema de consumo (Shinke, 2002).
El objetivo del presente artículo es presentar algunas evidencias que den cuenta del impacto de los
programas preventivos de consumo de alcohol según clase de prevención.

MATERIAL Y MÉTODOS

Se realizó la búsqueda en bases de datos como Cochrane, PubMed, PubMed Central, Scielo, Bireme, de
artículos originales que dieran cuenta del impacto de programas preventivos del consumo de alcohol prefer-
entemente, en los diferentes niveles de evidencia, entre el año 2000 y 2009. Se utilizó para la captura de
artículos operadores boleanos y palabras claves como “preventive program” + alcohol, “alcohol consump-
tion” + preventive, “preventive care” + “alcohol consumption”.
Se identificaron un total de 35 artículos, de los cuales 14 cumplieron con los criterios mencionados. Luego
de ser leída la información se sistematizaron los hallazgos, para su análisis, de acuerdo a los siguientes
criterios: Nivel de evidencia, objetivo del estudio, población intervenida, escenario de intervención, tipo de
intervención, teoría en la que se basó para el abordaje preventivo y hallazgos principales.

Los estudios fueron organizados de acuerdo a tipo de prevención abordada, esto es:
 Prevención universal centrada en el ambiente.
 Prevención universal centrada en el sujeto.
 Prevención selectiva.
 Prevención indicada.

95
RESULTADOS

En relación a evidencias sobre programas o intervenciones de prevención universal centrada en el sujeto,


se presentan 3 estudios, de los cuales 1 de ellos estaba orientado al desarrollo de cambios conductuales
o de conocimiento (evidencia 1b), y otro estaba orientado al cambio de habilidades sociales (evidencia 2b)
ambos estudios con eficaces, sin embargo al analizar las intervenciones en revisión sistemática (evidencia
1a), tanto las intervenciones psicosociales como educativas dieron cuenta de su ineficacia en la prevención.
Sólo la intervención en familias fue eficaz.
En relación a evidencias sobre programas o intervenciones de prevención universal centrada en ambiente,
se presentan 3 estudios, dos de los cuales abordan la prevención desde medios de comunicación masiva
y demuestran efectividad limitada para prevenir el consumo de alcohol, pero si demuestran el desarrollo
de conciencia respecto a los riesgos del consumo de alcohol (evidencia 2c y 1a). Mientras que el último
estudio presentado denota la relación inversa entre la fuerza de las políticas de prevención de consumo y
el consumo de alcohol en el respectivo país (evidencia 2c).
En relación a evidencias sobre programas o intervenciones de prevención selectiva, se presentan 2
ensayos controlados basados en teorías sociales (evidencia 1b), ninguno de los cuales demostró efectividad
en la reducción del consumo de alcohol, por el contrario o se mantuvieron o incrementaron, aunque los
jóvenes intervenidos informaron aumentos menores que el grupo control.
Finalmente en las intervenciones para realizar prevención indicada, en todos los niveles de evidencia
presentados (evidencia 1a, 1b, 2b, 2c) demostraron ser efectivos en la reducción del consumo de alcohol en
bebedores. Estos estudios utilizaron intervenciones breves motivacionales e intervenciones educacionales
(ver tabla 2,3,4 y 5).

96
Tabla 2. Impacto de programas preventivos proactivos universales dirigido a sujetos (2000 — 2009)
Nivel de Autores Titulo Objetivo Sujetos Intervención Modelo de abordaje Resultado
evidencia involucrados
2b - Ensayo Botvin, G.J., Griffin, Drug abuse Demostrar la 29 escuelas de El programa de La intervención estuvo Los resultados de este
controlado no K.W., Diaz, T., Ifill- prevention among efectividad de un Nueva York. 2144 prevención enseña basada en el desarrollo estudio muestran que un
aleatorizado Williams, M. minority adolescents: programa de escolares destrezas para el rechazo de habilidades sociales, programa de prevención del
post-test and one- prevención en minorías de drogas, las normas intervenciones uso indebido de drogas es
year follow-up of a de Nueva York. contra las drogas, el yo educacionales y eficaz en una muestra de
school-based personal, habilidades de motivacionales. minorías, en desventaja
preventive gestión, y en general las económica.
intervention habilidades sociales en un
esfuerzo por proporcionar
a los estudiantes con las
habilidades e información
para resistir a las ofertas
de drogas, para reducir las
motivaciones para
consumir drogas, y reducir
la vulnerabilidad al
consumo de drogas
sociales.
1b - Ensayo Morgenstern M, School-based alcohol Examinar los efectos 30 escuelas públicas La intervención consistió Estudio basado en La intervención se asoció
controlado Wiborg G, Isensee B, education: results of de una intervención en Alemania. en cuatro lecciones intervención breve para con un conocimiento más
Hanewinkel R a cluster-randomized escolar de educación 1686 estudiantes. interactivas realizadas por el cambio de general sobre el alcohol y
controlled trial. sobre el alcohol. profesores, folletos para conocimiento. los niveles más bajos
los estudiantes y folletos consumo. No se
para los padres. encontraron efectos
adversos en actitudes e
intenciones de beber.
Los resultados indican que
la intervención breve tuvo
un pequeño efecto a corto
plazo de prevención sobre
el uso indebido de alcohol.
1a - Revisión Foxcroft D, Ireland D, Primary prevention Identificar y resumir las 24 estudios Los estudios incluidos Las intervenciones Los estudios demostraron
sistemática de Lowe G, Breen R for alcohol misuse in evaluaciones rigurosas informaron sobre las evaluaron intervenciones psicosociales se definen pruebas de ineficacia. No
ensayos young people de las intervenciones intervenciones psicosociales o educativos como aquellas hay conclusiones firmes
controlados psicosociales y dirigidas destinados a prevenir el intervenciones dirigidas sobre la efectividad de las
educativas de tres años específicamente a inicio del consumo de específicamente a intervenciones de
dirigidas a la las bebidas alcohol o abuso de alcohol desarrollar habilidades prevención en el corto y

97
prevención primaria del alcohólicas. Se en los jóvenes. psicológicas y sociales mediano plazo.

98
abuso de alcohol entre trabajó con niños, de los jóvenes de En el largo plazo, el
los jóvenes. adolescentes y manera que sean menos Programa de
adultos jóvenes propensos a abusar del Fortalecimiento de Familias
hasta los 25 años de alcohol. (SFP) es una intervención
edad Las intervenciones de prevención eficaz. El
educativas son definidas número necesario a tratar
como aquellas (NNT) para el SFP durante
intervenciones dirigidas 4 años para prevenir tres
específicamente a comportamientos de
aumentar la conciencia iniciación de alcohol
de los peligros (consumo de alcohol,
potenciales del abuso de consumo de alcohol sin
alcohol para que los permiso y primera
jóvenes tengan menos embriaguez) fue 9.
probabilidades de Un estudio destacó el valor
abusar del alcohol. potencial de las técnicas
centradas en la formación
cultural a largo plazo.
Tabla 3. Impacto de programas preventivos proactivos universales dirigido al ambiente (2000 — 2009)
Nivel de Autores Título Objetivo Sujetos Intervención Modelo de abordaje Resultado
evidencia involucrados
2c - Wood MD, Dejong W, Common Ground: Incrementar la Estudiantes La Fase 1 de la campaña La intervención se basa Se logró aumentar la
Experimento Fairlie AF, Lawson An Investigation of participación del universitarios de los medios de en el establecimiento de conciencia de los
natural BAD, Lavigne AM, Environmental estudiante en la comunicación dirigida a coaliciones para estudiantes respecto a los
Cohen F. Management prevención de consumo, instrumentar la resistencia trabajar con eficacia en riesgos del consumo de
Alcohol Prevention reducir el acceso al de los estudiantes al la implementación de alcohol.
Initiatives in a alcohol en el medio medio ambiente. estrategias de gestión Incrementaron las
Community College ambiente Fase 2 informó acerca de ambiental que reduzcan probabilidades de
universitario. las leyes estatales, las el consumo excesivo de aprehensión sobre los
políticas universitarias, y alcohol, conducir riesgos de beber.
las iniciativas de medio después de beber y Se incrementó la percepción
ambiente. La evaluación otros problemas sobre las consecuencias del
fue realizada en base a relacionados con el alcohol en conductores, y
encuestas telefónicas. alcohol. Combinando las mejoraron las prácticas de
estrategias de servicio responsable sobre
prevención y medio el consumo de alcohol.
ambiente se ejecutaron La policía informó que los
campañas de salud y incidentes a causa del
comunicación para consumo de alcohol
prevenir conductas de disminuyeron con el tiempo,
riesgo bajo los efectos sin embargo, las
de alcohol. Sin embargo consecuencias percibidas
es necesario identificar por fuera del campus no
la combinación óptima disminuyó.
de estos enfoques. No se observaron cambios
fuera del campus
universitario.
1a — Revisión Moreira MT, Smith LA, Social norms Determinar si las Veintidós estudios La intervención incluyó un Se agruparon 5 subtipos La retroalimentación a
sistemática de Foxcroft D. interventions to normas sociales reduce con inclusión de componente universal de intervenciones: 1) vía través de la web y la
ensayos reduce alcohol el abuso de alcohol en 7275 participantes. personalizado con correo, 2) información retroalimentación individual
controlados misuse in University estudiantes existencia de comentarios web, 3) información son probablemente eficaces
or College students. universitarios. hacia las normas, donde individual, 4) cara a cara para reducir el abuso de
todos los estudiantes son y 5) campaña de alcohol.
invitados a participar, mercadeo social. La retroalimentación a
independientemente de la través de la web brinda
condición de bebedor o, resultados más amplios y es
la intervención específica menos costoso Los efectos
centrada en los miembros significativos fueron más

99
de un grupo particular, evidentes para los
como los estudiantes de resultados a corto plazo

100
primer año, los miembros (hasta tres meses).
de la fraternidad y la La retroalimentación por
hermandad, atletas, correo y por el grupo, así
miembros de una clase como las campañas de
académica, o las personas marketing sobre normas
que se consideran con sociales brinda resultados
mayor riesgo de no significativos y por lo
problemas de alcohol. tanto no puede ser
recomendado.

2c - Brand DA. Saisana M, Comparative Evalúa la solidez del Políticas Centrado en 16 temas de Uso de fuerza y poder a La fuerza de las políticas de
Experimento Rynn LA, Pennoni F, Analysis of Alcohol índice de medición de la dictaminadas en 30 políticas de control del través de reglamentos control del alcohol, según lo
natural Lowenfels AB. Control Policies in fuerza de la política países de Europa, alcohol, se excluyeron para respetar los estimado por el Índice de la
30 Countries aplicada, y su relación Asia, América del aquellas que no estaban derechos de los política de alcohol, varía en
con el consumo per Norte y Australia. siendo utilizados en individuos a consumir los 30 países. El estudio
cápita de alcohol. cualquiera de los 30 alcohol con moderación. reveló una clara relación
países. inversa entre la fuerza
política y el consumo de
alcohol. El índice
proporciona una herramienta
sencilla para facilitar las
comparaciones
internacionales.
Tabla 4. Impacto de programas preventivos selectivos (2000 — 2009)
Nivel de Autores Título Objetivo Sujetos Intervención Modelo de abordaje Resultado
evidencia involucrados
1b — Ensayo Schinke S, Schwinn Preventing Alcohol Explorar las Niños entre 10 y 12 Se establecieron tres El enfoque de En los primeros 3 años de la
controlado T, Abuse among Early expectativas de la años de Los grupos: uno basado en prevención se basó en investigación, los jóvenes de
aleatorizado Cole K Adolescents familia sobre jóvenes fueron intervención con CD-ROM, la teoría del aprendizaje los tres grupos de estudio
through enfoques mediados por reclutados de las otro con CD-ROM e social y las teorías de reportaron un mayor uso de
Family and el computador para agencias involucramiento familiar y los problemas de alcohol, tabaco y marihuana,
Computer-Based prevención de consumo comunitarias en el grupo control. comportamiento. De la aunque los jóvenes del
Interventions: Four- de alcohol entre los mayor ciudad de Los jóvenes fueron teoría del aprendizaje grupo de intervención
Year Outcomes jóvenes de las minorías Nueva York. expuestos a contenido social, el programa informaron de aumentos
and Mediating pobres. apropiados para el incluye componentes de menores que los jóvenes de
Variables desarrollo de riesgos en la corrección de la control.
teóricos y empíricos para norma, la alfabetización A 3 años de seguimiento, el
el consumo de alcohol. mediática, destrezas consumo de alcohol fue
para el rechazo, fijación menor en el grupo que
de metas, y la toma de empleó CD-ROM y
decisiones. Desde participación familiar
la teoría de la conducta Los jóvenes de los dos
problema, el enfoque de grupos con intervención
prevención incluyen presentaron mejores
componentes para resultados en los niveles de
impartir más la negativa influencia de los
funcionamiento positivo pares y hacia el uso de
(la superación, la sustancias.
asertividad, Los jóvenes del grupo
establecimiento de experimental con CD-ROM
metas, resolución de informaron niveles más
problemas, entre otros). positivos de la participación
de la familia que los jóvenes
en el grupo de control.
1b — Ensayo Schinke SP, Schwinn Alcohol Abuse Examinar la viabilidad Los participantes Se establecieron tres Fundamentada en el En comparación con el
controlado TM, Ozanian AJ. Prevention Among de un CD-ROM de del estudio fueron grupos: uno basado en marco de la teoría control de los participantes,
aleatorizado High-Risk Youth: intervención para 489 jóvenes de la intervención con CD-ROM, cognitiva social, la teoría los jóvenes
Computer- prevenir el abuso de mayor ciudad de otro con CD-ROM e de la conducta en el grupo de intervención
Based Intervention. alcohol entre jóvenes de Nueva York, y involucramiento familiar y problema, la teoría de tuvieron un incremento
alto riesgo. partes de Nueva el grupo control. los clusters y la teoría positivo en el daño percibido
Jersey y Delaware El CD-ROM hace hincapié de redes. Las sesiones del consumo de alcohol y el
cuyos ingresos del en las estrategias de cubrieron temas aumento de
hogar de la familia prevención temáticamente asociados al habilidades de asertividad.

101
se encontraban en a través de un problema establecimiento de En la prueba posterior, las
o por debajo de específico de solución de metas, alfabetización tasas de consumo para el

102
de la línea de secuencia. mediática, presión de control y la intervención de
pobreza. Los jóvenes del grupo de grupo, y fortalecimiento los participantes eran
intervención recibieron el de la autoconfianza, así iguales sin cambio desde el
CD-ROM del programa de como estrategias pre-test.
intervención. preventivas vinculadas a Los hallazgos sugieren que
las normas percibidas la tecnología de CD-ROM
de consumo, toma de ofrece un medio para lograr
decisiones y la participación de jóvenes
comunicación efectiva. de alto riesgo en la
prevención del abuso de
alcohol. En comparación con
el grupo control los jóvenes
del grupo de intervención
tuvieron un incremento
positivo en el daño
percibido por el consumo de
alcohol y un incremento de
las habilidades de
asertividad.
Tabla 5. Prevención secundaria reactiva indicada (2000-2009)
Nivel de Autores Título Objetivo Sujetos Intervención Modelo de abordaje Resultado
evidencia involucrados
1b — Ensayo Borsari B, Carey KB. Two Brief Alcohol Demostrar que las 11.500 estudiantes Las intervenciones Varios estudios Tanto los estudiantes que
controlado Interventions for intervenciones de pregrado, y motivacionales breves publicados indican que recibieron la intervención
aleatorizado Mandated College motivacionales Campus B, de consideraron cuatro las intervenciones motivacional como los que
Students (BMI) logran mejores jesuitas principios: (a) expresar motivacionales están recibieron las sesiones
resultados en la con 2.000 empatía, (b) desarrollar diseñadas para educativas disminuyeron el
reducción del consumo estudiantes de discrepancia, (c) resistirse involucrar a los consumo de alcohol
de alcohol y problemas pregrado. al consumo, y (d) apoyar estudiantes en acciones después de la intervención,
relacionados con la la auto-eficacia. Las de información sin embargo, intervenciones
bebida que las sesiones opciones para el cambio educativa sobre las motivacionales redujeron
educacionales sobre se desarrollaron durante la drogas combinándolas problemas relacionados con
alcohol (EA). reunión, y la colaboración con aspectos de el consumo de alcohol en un
del estudiante y se alentó evaluación de las mayor grado que el grupo
la cooperación. normas percibidas de que recibió sesiones
La educación sobre consumo, promoviendo educacionales.
alcohol fue diseñada para así discrepancias que Los resultados se
presentar el tipo de motiven la reducción de identificaron a los seis
información que se utiliza riesgos. El estilo de meses de la intervención.
actualmente en los entrevista motivacional
grupos de educación cultiva la colaboración
sobre el alcohol: activa y refuerza la libre
información sobre el autodeterminación y la
alcohol y sus efectos y las libertad de elección
estrategias de reducción entre los participantes.
de riesgos comunes.

2c - Saltz RF, Welker LR, Evaluating a Evaluar el efecto de un 2,500 estudiantes Las intervenciones se Se sustenta en una La prevalencia del consumo
Experimento Paschall MJ, Feeney Comprehensive proyecto integral de pregrado centraron en la teoría basada en la pesado de alcohol episódico
natural MA, Fabiano PM. Campus— universitario para participación comunitaria: combinación de fue significativamente más
Community reducir la prevalencia de educar a los estudiantes prevención de consumo baja en las escuelas de
Prevention episodios de consumo sobre los derechos y las de alcohol, medidas de intervención.
Intervention to pesado de alcohol fuera responsabilidades control y campañas de Los resultados sugieren que
Reduce Alcohol- del campo universitario. asociadas con la vida en educación dirigidas a las medidas de control de
Related la comunidad. informar a los alcohol pueden ser eficaces
Problems in a Se desarrolló una web estudiantes de las para reducir el consumo
College Population educativa para facilitar el disposiciones legales problemático en la
diálogo entre los pertinentes a fin de universidad.
estudiantes sobre temas hacer a los estudiantes Estos hallazgos apoyan

103
perturbadores y otros más conscientes de las firmemente la realización de
asuntos del vecindario. normas relacionadas una réplica con mayor

104
La educación se completó con la comunidad. potencia y un diseño más
con las intervenciones de riguroso.
integración a los
estudiantes en las
organizaciones vecinales y
otras actividades.
Algunos profesores
ampliaron el número de
cursos en el barrio basado
en proyectos de
aprendizaje-servicio.
Por último, el Programa de
Mediación pretendía
aumentar la capacidad de
resolver conflictos del
barrio.
1a - Carey KB, Scott- Individual-Level Resumir el estado actual 62 estudios La mayoría de las Los estudios se basaron Las intervenciones
Metaanálisis Sheldon LAJ, Interventions to de la literatura que publicados entre intervenciones fueron en teorías individuales demostraron
Carey MP, Reduce College evalúa las 1985 y principios realizadas cara a cara por educacionales de reducir el consumo de
DeMartini KS. Student intervenciones en del 2007, con un facilitador para un cambio de conducta y alcohol.
Drinking: A Meta- prevención del abuso de 13,750 participantes individuo o un grupo consejería psicológica. Este mismo resultado se
Analytic Review alcohol en bebedores y 98 condiciones de (70%), con una minoría aplica para el grupo de
universitarios. aplicación. usando la computadora o bebedores universitarios.
la entrega de material
impreso (22%) o una
combinación de ambas
(7%).
2b - Ensayo Amaro H, Trial of the El objetivo de este Los participantes La intervención fue una La intervención se basó El Programa de Asistencia
controlado no Ahl H, Matsumoto A, University estudio fue investigar la fueron 265 consulta de seguimiento en sesiones Universitaria fue más eficaz
aleatorizado Prado G, Assistance Program efectividad de una judicialmente de los miembros del motivacionales breves e en la reducción del consumo
Mulé C, Kemmemer for Alcohol Use intervención breve para sancionados por la equipo de investigación intervenciones basadas de alcohol y sus
A, Larimer ME, Masi Among Mandated estudiantes del oficina judicial de la con una amplia en estudiantes consecuencias, mientras
D, Mantella P. Students Programa de Asistencia universidad por uso experiencia en abuso de detenidos. Algunas que aumenta las conductas
Universitaria. alcohol o las drogas sustancias, reducción de instituciones de protección y el desarrollo
relacionadas con daños, y la entrevista académicas han de habilidades para hacer
violación. motivacional. adaptado este modelo frente al consumo.
Además, se entregaron para Programas de No hubo diferencias
una lista de cada Asistencia Estudiantil significativas entre las dos
componente de la para abordar los condiciones de intervención
intervención para cada problemas psicosociales en cuanto a concentración
sesión. y de comportamiento sanguínea de alcohol, el
que pueden interferir consumo total de alcohol, o
con el desempeño el consumo de fin de
académico. semana.
La intervención fue evaluada
a los 90 días.
1a - Kaner EFS, Dickinson Effectiveness of Evaluar la eficacia de la 24 ensayos clínicos La intervención breve Psicológicamente, la En general, las
Metaanálisis HO, Beyer FR, brief alcohol intervención breve para de intervención comprende una sola intervención breve está intervenciones breves
Campbell F, interventions in reducir el consumo de breve en atención sesión, y hasta un máximo basada en el cambio de redujeron el consumo de
Schlesinger C, primary care alcohol. Evaluar si los primaria. de cuatro sesiones, se comportamiento para alcohol. Cuando se dispone
Heather N, Saunders populations. resultados difieren entre brinda consejería al reducir el consumo de de datos por género, el
JB, Burnand B, los ensayos de paciente y se le provee alcohol o problemas efecto es evidente en
Pienaar ED. investigación y los de información y relacionados con él. Es hombres en un año de
práctica rutinaria. asesoramiento. La probable que ocurra en seguimiento, pero no en las
intervención está diseñada la práctica habitual, por mujeres. Probablemente la
para lograr una reducción razones de duración o mayor duración de la
en el consumo de alcohol intensidad, una orientación, tenga poco
de riesgo o problemas intervención prolongada. efecto adicional.
relacionados al alcohol. Falta evidencias para
determinar diferencias entre
los resultados de ensayos
clínicos y el cuidado
rutinario. La literatura actual
es pertinente al cuidado de
atención primaria.
Los ensayos futuros deben
centrarse en las mujeres y
en delinear los componentes
más eficaces de las
intervenciones.

1a — Revisión Spoth R, Greenberg Preventive Poner de relieve 29 estudios Las intervenciones fueron Se abordaron desde 1) Esta revisión indicó que una
sistemática M, Turrisi R. Interventions razones de peso para seleccionados. personalizadas y se educación / serie de intervenciones
Addressing una mayor atención a realizaron por correo, en sensibilización preventivas, en particular,
Underage Drinking: intervenciones basadas equipo de motivación, con (información y universal y selectiva, redujo
State of the en pruebas preventivas retroalimentación a los programas de significativamente la tasa de
Evidence and Steps para menores de edad participantes sobre sus conocimiento, consumo de alcohol por
Toward Public bebedores. percepciones y tendencias clarificación de valores, menores de edad en las
Health Impact de consumo. y la reeducación poblaciones estudiadas. Se
También se trabajó en el normativa), (2) reforzaron factores de

105
desarrollo de habilidades cognitivo-conductual protección en los niños. En
para la vida. basada en cambio, no se encuentra

106
competencias apoyo para entrenamiento
(programas reto general de preparación para
esperanza, autocontrol, la vida, programas de
habilidades de y aclaración o de información
preparación para la vida o programas basados en el
en general), y (3) conocimiento.
motivación basada en
intervenciones breves.
DISCUSIÓN

La prevención del consumo de alcohol es un compromiso social del estado y sociedad civil, ejecutado por
profesionales de salud y áreas sociales. Los esfuerzos por prevenir el consumo de sustancias psicoactivas
y en este caso el alcohol son desarrollados en diferentes escenarios y centrados en diferentes grupos
poblacionales.
A lo largo de los años se viene buscando evidencias que denoten la efectividad de las intervenciones
preventivas realizadas, de modo que los esfuerzos logren resultados favorables con el control de costos
necesarios, principalmente en países pobres.
A nivel de los programas preventivos universales centrados en la persona puede notarse, en el presente
documento, que los estudios seleccionados tienen impacto sea la intervención de influencia social o basada
en el cambio de conocimiento. Básicamente el objetivo de estas intervenciones era favorecer a que el sujeto
a través de sus habilidades sociales y el conocimiento de los riesgo reduzca su probabilidad de exposición
a la bebida, pero nótese que ambas intervenciones a pesar de evaluarse a través de ensayos son únicas y
aisladas, sin embargo cuando son evaluadas a través de revisión sistemática, nivel más alto de evidencia,
los resultados no son favorables, sólo se rescata como favorable el fortalecimiento de la familia.
Es probable que los resultados de estudios individuales estén sujetas a condiciones propias
medioambientales no controladas ni reportadas en los estudios de manera individual o se incluyan sesgos
de medición que el investigador no logra controlar.
Al respecto es necesario comentar que si bien es cierto el presente documento se basa en estudios
ya publicados, imposibles de evaluar su calidad, sin embargo se podría pensar que dicha variable está
controlada en la medida que son artículo son publicados en revistas indexadas con evaluación por pares
(peer review), lo que garantiza un mínimo de revisión de la calidad del estudio antes de su publicación final.
En cuanto a los programas preventivos universales centrados en el ambiente, en su totalidad están
enfocados al cumplimiento de normas sociales, leyes o políticas de prevención del consumo y ligadas con el
despertar de la conciencia social para evitar peligros derivados del consumo. Los programas aquí analizados
demuestran evidencia de efectividad, pero destacan para ello las retroalimentaciones individuales y no
grupales o el uso exclusivo de medios de comunicación masiva.
De hecho es importante tomar en cuenta que los estudios presentados son el resultado de experimentos
naturales de muy poca fuerza de evidencia, por lo que es necesario tomarlos con cautela. Definitivamente por
tratarse de la magnitud del abordaje de una política es casi imposible poder establecer ensayos controlados
y aleatorizados, por tal motivo estas evidencias aunque básicas aportan una aproximación significativa a la
comprensión de las intervenciones universales dirigidas al ambiente.
Como síntesis de este grupo de intervenciones, es posible decir que los programas que han demostrado
evidencias en prevención universal son aquellos centrados en el ambiente, orientados a mejorar la práctica
de normas sociales (estudiantes universitarios o de la población en general) que evitan el consumo o alguna
conducta de riesgo. Si la intervención tiene algún componente personalizado la eficacia, será mejor. En
cuanto a las evidencias de programas preventivos centrados en los sujetos, solo el trabajo con familias
presenta resultados positivos.
Resultados diferentes pueden notarse en los estudios seleccionados sobre prevención selectiva, esto
es dirigida a población en riesgo. A pesar que ambos estudios seleccionados se apoyaron en herramientas
interactivas, y comunicación informática; medio de desenvolvimiento actual en la población adolescente y
joven, no pudo lograrse reducción del consumo. Por el contrario hubo incremento y en el mejor de los casos
no hubo cambios en la evaluación basal y final.

107
La presencia de resultados negativos, o efectos iatrogénicos de algunos programas de intervención es
un hecho que está siendo últimamente estudiado (Werch et. al, 2003). Sin embargo es importante tener en
cuenta que no se trata de decir que las estrategias de prevención sean “malas”, sino que en la medida que
algunas actividades preventivas intentan modificar la conducta humana, es posible que se logren efectos
indeseables no controlados adecuadamente (Rhule, 2005). Rhule manifiesta que estos efectos tienen
implicancias éticas que requieren de un control oportuno para evitarlos.
En este sentido, para el caso de prevención selectiva, ejecutada en jóvenes en riesgo, no hay ninguna
evidencia que de cuenta que algún programa de intervención sea efectivo, sin embargo para poder proponer
nuevas intervenciones es importante tomar en cuenta algunas consideraciones.
Primero, plantear estrategias de intervención que cuenten con evidencias suficientes de su forma de
aplicación (Jarrett, 2008) y sus posibles resultados, además de tener una sólida argumentación teórica para
llevar a cabo las intervenciones de manera adecuada. Segundo, pero no menos importante, se requiere
de planteamientos metodológicos consistentes, y estrategias de medición confiables y válidas. Tercero, la
gestión de todo programa: planeamiento, la ejecución y el monitoreo del programa son puntos clave que
podrían estar involucrados en resultados adversos, si no se tiene un buen control de ellos.
Cuarto, los programas de deben ser pertinentes a cada realidad donde se ejecutan, en tal sentido un
diagnóstico de partida sería prioritario. Sumado a ello la focalización en una sola droga permitiría concentrar
las estrategias al control de variables específicas en tanto cada problemática de consumo tiene una historia
natural específica.
Como quinto punto, Londoño et.al, manifiesta que los programas de prevención de consumo de alcohol
“deben incluir una variedad de métodos de intervención para asegurar su impacto en todos los niveles”.
Y finalmente como sexto punto, los futuros estudios podrían explorar sus propias realidades como
punto de partida antes de aplicar cualquier intervención convencional conocida hasta el momento. Algunos
estudios concluyen que cuando las intervenciones son aplicadas en jóvenes sin educación normativa, las
habilidades de resistencia que podrían ser impartidas resultan generando efectos negativos de consumo
(Werch et. al, 2003). Parece ser que cuando las intervenciones se basan en teorías sociales o aplicación
de modelo de influencia social y son expuestos a pares de alto riesgo, los programas llevan a efectos
iatrogénicos, lo que demostraría que jóvenes en alto riesgo son vulnerables al conjunto de pares que
refuercen el comportamiento de consumo (Dishion, 1999).
Por su parte, los programas preventivos dirigidos a sujetos que consumen, esto es prevención indicada,
demuestran en su totalidad que son efectivos, independientemente si se trabaja con cambios conductuales,
intervenciones motivacionales, o educacionales; probablemente porque todos ellos trabajaron cara a cara
con los sujetos involucrados.
Estos resultados fueron obtenidos de ensayos controlados y aleatorizados como también de metanálisis, es
decir que a través de los metanálisis puede considerarse que existe evidencia suficiente que los programas
de prevención indicada basada en intervenciones breves, enfoque educacional o consejería psicológica
logran reducir el consumo de alcohol en la población afectada si se trabaja de manera personalizada.
Las intervenciones breves y consejería psicológica estuvieron orientadas a mejorar la comunicación
empática, resolver discrepancias, resistirse al consumo, y autoeficacia. Mientras que las intervenciones
educacionales apuntaron a dar a conocer los daños, riesgos y consecuencias del consumo de alcohol.
La clarificación de valores fue otra intervención con resultados favorables. Sin embargo, es necesario
tomar en cuenta que ninguna de estas intervenciones realizadas en adolescentes y jóvenes universitarios,
se desarrollaron aisladamente, las evidencias encontradas fueron por la combinación de una o más
intervenciones.
Todos estos programas demostraron efecto al desarrollarse por un periodo aproximado de dos a tres

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años, y algunos investigadores manifiestan que no existe ninguna justificación para ampliarlos por más
tiempo, pues al parecer los resultados no denotan ningún cambio después de este periodo. Los programas
preventivos deben ser dosificados de tal manera que no se ponga en riesgo ni su intensidad, duración
calidad y cantidad de tiempo (Londoño, 2005), por ello la base teórica o el modelo de donde se desprendan
debe ser sumamente conocida y argumentada al momento de plantear el proyecto de intervención (Werch
et. al, 2003).
Es importante tomar en cuenta que la mayoría de estudios publicados en revistas indexadas, con cierto
nivel de calidad metodológica, pertenecen a realidades diferentes a la nuestra. Se hace necesario entonces,
plantear investigaciones realizadas en poblaciones peruanas o latinoamericanas que intenten demostrar el
impacto de las diversas intervenciones que se realizan, pero lo más importante es publicar los hallazgos
existentes, sean estos favorables o no.
Este esfuerzo es necesario, para evitar exportar intervenciones que no se conoce su efectividad en
realidades como la nuestra. Es necesario que aquellas instituciones o profesionales que realizan esfuerzos
preventivos en el área, evalúen y publiquen sus resultados de modo que pueda contarse con evidencias
suficientes para intervenir en el contexto propio.

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