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Mecanismos fisiológicos y moleculares de la anticoncepción

Durante la maduración de los folículos, los folículos primarios aumentan de tamaño debido al
incremento del volumen del ovocito y del número de células foliculares. Se constituye la
llamada membrana granulosa que delimita a las células de la granulosa. Una vez que la
granulosa consta de dos o tres capas de células, se diferencia la teca folicular. Dicha teca
consta de una teca interna de naturaleza glandular y muy vascularizada y una teca externa de
naturaleza conjuntiva. A partir de la pubertad, la maduración del folículo requiere la acción
hormonal de la FSH (hormona folículo-estimulante) y LH (hormona luteinizante). FSH actúa
sobre las células de la granulosa que constan de los receptores necesarios

El paso siguiente en la maduración del folículo primario es la aparición progresiva de cavidades


que acaban fundiéndose en una cavidad única denominada antro y ocupada por un líquido
denominado líquido folicular. Mientras se está consolidado el antro el folículo pasa a
denominarse folículo secundario. Las células de la granulosa proliferan y el folículo aumenta su
tamaño. La proliferación se debe a la actividad de una proteína llamada activina potenciada
por la hormona hipofisaria. Los folículos secundarios fabrican considerables cantidades de
hormonas esteroideas. La influencia de la FSH sobre las células de la granulosa induce a la
producción de la enzima aromatasa que produce estrógenos a partir de los andrógenos
procedentes de la teca interna. Las células foliculares secretan factores de crecimiento que
permiten crecer al ovocito I.

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