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CICLO OVARICO:

Al llegar a la pubertad la mujer comienza a tener ciclos regulares cada mes.


Estos ciclos sexuales están controlados por el hipotálamo. La hormona
liberadora de gonadotropinas (GnRH), sintetizada por el hipotálamo, actúa
sobre las células del lóbulo anterior de la glándula hipófisis (adenohipófisis),
que a su vez secretan gonadotropinas. Estas hormonas, la hormona
estimulante del folículo (FSH) y la hormona luteinizante (LH), estimulan y
controlan los cambios cíclicos en el ovario. Al inicio de cada ciclo ovárico entre
15 y 20 folículos primarios reciben estimulación para crecer bajo la influencia
de la FSH (la hormona no es necesaria para promover el desarrollo de los
folículos primordiales hasta la fase de folículo primario, pero sin ella estos
folículos primarios mueren y se (atresian). De este modo, la FSH rescata entre
15 y 20 de estas células a partir de una reserva de folículos primarios que
están en formación continua. En condiciones normales sólo uno de estos
folículos alcanza la madurez completa y sólo un ovocito se libera; los otros
degeneran y desarrollan atresia.
En el ciclo siguiente otro, sólo uno de ellos alcanza la madurez. En
consecuencia, la mayor parte de los folículos degenera sin alcanzar nunca la
madurez completa. Cuando un folículo sufre atresia, el ovocito y las células
foliculares circundantes degeneran y son sustituidos por tejido conectivo para
formar un cuerpo o folículo atrésico. La FSH también estimula la maduración de
las células foliculares (de la granulosa) que circundan al ovocito. A su vez, la
proliferación de estas células es mediada por el factor de diferenciación del
crecimiento 9 (GDF9), un miembro de la familia del factor de crecimiento
transformante beta (TGF-β). En cooperación, las células de la teca interna y la
granulosa producen estrógenos: las células de la teca interna sintetizan
androstenediona y testosterona, y las células de la granulosa convierten a
estas hormonas en estrona y 17 β-estradiol. Como consecuencia de esta
síntesis de estrógenos:
- El endometrio uterino entra a la fase folicular o proliferativa.
- Ocurre un adelgazamiento del moco cervical para permitir el paso de los
espermatozoides.
- El lóbulo anterior de la glándula hipófisis recibe estimulación para
secretar LH.
A la mitad del ciclo existe un brote de LH que:
- Eleva las concentraciones del factor promotor de la maduración, lo que
hace que los ovocitos terminen la primera división meiótica e inicien la
segunda división meiótica.
- Estimula la producción de progesterona en las células del estroma
folicular (luteinización).
- Induce la rotura del folículo y la ovulación.
OVULACION:
En los días inmediatos previos a la ovulación, bajo la influencia de FSH y LH, el
folículo vesicular crece con rapidez hasta alcanzar un diámetro de 25 mm y se
convierte en un folículo vesicular maduro (de Graaf). A la par del desarrollo final
del folículo vesicular ocurre un incremento abrupto de LH, que hace que el
ovocito primario complete la primera división meiótica y el folículo ingrese a la
etapa vesicular madura preovulatoria. También da inicio la segunda división
meiótica, si bien el ovocito queda detenido en su metafase alrededor de 3 h
antes de la ovulación. Entre tanto, la superficie del ovario comienza a mostrar
un abultamiento localizado y, en su ápice, aparece un centro avascular, el
estigma.
La concentración alta de LH incrementa la actividad de la colagenasa, lo que
da origen a la digestión de las fibras de colágena que circundan al folículo. Las
concentraciones de prostaglandinas también aumentan en respuesta al pico de
LH e inducen contracciones musculares locales en la pared del ovario. Esas
contracciones expulsan al ovocito, el cual es liberado junto con las células de la
granulosa derivadas del cúmulo oóforo que lo rodean (ovulación) y flota para
salir del ovario. Algunas de las células del cúmulo oóforo se reacomodan en
torno a la zona pelúcida para constituir la corona radiada
CUERPO LUTEO
Tras la ovulación las células de la granulosa que permanecen en la pared del
folículo roto, junto con las derivadas de la teca interna, son vascularizadas por
los vasos sanguíneos circundantes. Bajo la influencia de la LH estas células
desarrollan un pigmento amarillento y se transforman en células luteínicas, que
constituyen el cuerpo lúteo y secretan estrógenos y progesterona. La
progesterona, junto con algo de estrógeno, hace que la mucosa uterina ingrese
a la fase progestacional o secretoria, para prepararse para la implantación del
embrión
TRANSPORTE DEL OVOCITO
Poco antes de la ovulación, las fimbrias de la tuba uterina barren la superficie
del ovario, y la tuba misma comienza a contraerse de manera rítmica. Se
piensa que el ovocito, circundado por algunas células de la granulosa, es
llevado hacia el interior de la tuba por estos movimientos de barrido de las
fimbrias, así como por los de los cilios del recubrimiento epitelial. Una vez
dentro de la tuba, las células del cúmulo retraen sus procesos citoplásmicos de
la zona pelúcida y pierden el contacto con el ovocito. Ya que el ovocito se
encuentra dentro de la tuba uterina es impulsado por contracciones musculares
peristálticas de la tuba y por los cilios de la mucosa tubaria, siendo la velocidad
de su transporte regulada por el ambiente endocrino durante y después de la
ovulación. En el humano el ovocito fecundado llega a la cavidad uterina en
aproximadamente 3 a 4 días.
CUERPO BLANCO
Si la fecundación no ocurre, el cuerpo lúteo alcanza su desarrollo máximo
alrededor de 9 días después de la ovulación. Puede reconocerse con facilidad
como una proyección amarillenta en la superficie del ovario. Posteriormente, el
cuerpo lúteo se contrae por la degeneración de las células luteínicas y
constituye una masa de tejido cicatrizal fibrótico, el cuerpo blanco. De manera
simultánea, la síntesis de progesterona disminuye, lo que precipita la
hemorragia menstrual. Si el ovocito es fecundado, la gonadotropina coriónica
humana evita la degeneración del cuerpo lúteo, una hormona que secreta el
sincitiotrofoblasto del embrión en desarrollo. El cuerpo lúteo sigue creciendo y
forma el cuerpo lúteo del embarazo. Al final del tercer mes esta estructura
puede corresponder a entre un tercio y la mitad del tamaño total del ovario. Las
células lúteas de tonalidad amarilla siguen secretando progesterona hasta el
final del cuarto mes; a partir de entonces involucionan con lentitud al tiempo
que la secreción de progesterona del componente trofoblástico de la placenta
se vuelve suficiente para mantener el embarazo. La extirpación del cuerpo
lúteo del embarazo antes del cuarto mes suele desencadenar un aborto.

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