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La autonomía del lector.

Alumna: Esquer Rocio.


Curso: 4to 2da
Instituto: I.S.F.D y T Nro 56 (subsede)

1. La autonomía es la capacidad de un sujeto de poder obrar según su criterio de forma


independiente y es un propósito indelegable de la educación obligatoria.
Poder cumplir con este propósito no es algo sencillo, debido a la dependencia que
suele conllevar el rol de alumno. Entonces, se genera cierta tensión entre la
autonomía y la dependencia cotidiana, ya que generalmente quien lleva la iniciativa
en situaciones de enseñanza es el docente y al alumno corresponde aplicar lo
solicitado, esperar a recibir el permiso para hacerlo y que se le indique como.

2. Como ya se mencionó, existen ciertas tensiones vinculadas a la autonomía. ante ello


surge la necesidad de prestar atención a la distribución de responsabilidades, en
este caso en relación a la lectura.
Asumir la responsabilidad de comprender es un rasgo esencial de todo lector
autónomo y como enseñantes, tenemos la responsabilidad de propiciar que eso
suceda. En algunos casos los docentes logramos que los alumnos tomen esta
responsabilidad y en otros no. En ocasiones, la responsabilidad asumida por el
docente en relación con el aprendizaje de sus alumnos suele ser tal que la
responsabilidad de los aprendices queda desdibujada y eso no es lo correcto, ya que
si los estudiantes no asumen responsabilidad, no habrá autonomía.
Frente a esto, se nos presenta el desafío de crear condiciones didácticas que
contribuyan de manera efectiva a cumplir dicho propósito.

3. Las condiciones didácticas que serán capaces de posibilitar la autonomía de los


estudiantes deben ser pensadas en relación con cada contenido y al planificar cada
secuencia didáctica, debido a que es necesaria una re-creación constante de esas
condiciones. Algunas de ellas son:
● Otorgar a los alumnos cierto poder sobre el tiempo didáctico e instalarlos en la
duración.
● Favorecer la construcción de una memoria de la clase –y la participación de los
niños en dicha construcción–.
● Distribuir las funciones del docente y los alumnos de tal modo que estos últimos
puedan asumir la responsabilidad de comprender y de validar sus interpretaciones,
que tengan la oportunidad de construir los conocimientos y estrategias necesarios
para hacerlo .
● Articular el trabajo colectivo, grupal e individual de tal modo que todos los alumnos
puedan beneficiarse con los aspectos productivos de la interacción cognitiva al
mismo tiempo que asumen la responsabilidad del proyecto de aprendizaje y, en
particular, la responsabilidad de comprender lo que leen.

4. Las fases que propone la autora son las siguientes:


● Lectura compartida y orientada por el maestro.
● Lectura de los chicos en pequeño grupo, con ayuda del docente.
● Lectura en pequeño grupo o individual, con posibilidades restringidas de
consultar.
● Lectura independiente por parte de cada niño.

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