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José-Juan Videla-Rodríguez
University of A Coruña
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All content following this page was uploaded by José-Juan Videla-Rodríguez on 31 March 2016.
ISBN: 978-84-8408-665-9
Depósito Legal: C 3160-2011
1. LA SAGA CREPÚSCULO: LA TRANSMISIÓN DE VALORES TRADICIONALES A LA JUVENTUD DEL SIGLO XXI 9
Carme Agustí
2. LA DIMENSIÓN INTERCULTURAL EN LA CLASE DE E/LE 19
Angélica Alexopoulou
3. DE LA PINTURA AL TEATRO: EL SURREALISMO Y LA ESTÉTICA VISUAL EN EL HOMBRE 27
DESHABITADO DE RAFAEL ALBERTI
Samuel Amell Jr.
4. LA ENSEÑANZA DE IDIOMAS Y LOS ESTEREOTIPOS NACIONALES: CRITERIOS, VALORES Y 41
ACTITUDES
Carlos Aradas Balbás
5. MARUJA TORRES Y ELVIRA LINDO: LAS COLUMNAS DE OPINIÓN COMO PRÁCTICA 51
LITERARIA FEMINISTA
Concepción Bados Ciria
6. LA FEMME FATALE. UN SÍMBOLO DE PODER EN LA PUBLICIDAD AUDIOVISUAL DEL SIGLO XX 61
María José Ballester Maroto
7. “PODER BLANDO” Y LITERATURA DE EVASIÓN: LA PROMOCIÓN DE LA CONCORDIA 67
POLÍTICA EN LA NOVELA GRIEGA ANTIGUA
Eduardo Bangueses Modia
8. “PARÍS NO ERA UNA FIESTA”: MITO Y DES-MITO DE LOS VALORES Y TÓPICOS DEL MAYO 77
PARISINO EN LA NOVELA HISPANOAMERICANA
Ángel Clemente Escobar
9. HACIA EL PLANO TRIDIMENSIONAL: TANGENTES ENTRE PAZ, HERNÁNDEZ Y CERNUDA 87
Claudia Costanzo
10. DE LA INTELIGENCIA AL EMPODERAMIENTO COLECTIVO.CIBERACTIVISMO POLÍTICO Y 95
15-M
Carmen Costa Sánchez y Teresa Piñeiro-Otero
11. LA PROMOCIÓN DEL MULTICULTURALISMO A TRAVÉS DEL CUENTO INFANTIL 107
Pilar Couto-Cantero
12. WALT DISNEY EN EL FRENTE: PROPAGANDA BÉLICA Y ANIMACIÓN 121
Raquel Crisóstomo Gálvez
13. PRENSA, LITERATURA Y SOCIEDAD: ¿CUÁNTO CUESTA ESCRIBIR? 129
Sonia Dalessandro
14. EL CASO DE ITALIA: BERLUSCONI Y LA DICTADURA MEDIÁTICA 137
Andrea Donofrio
15. LA FIGURA FEMENINA EN CONVERSACIONES DE ALCOBA DE CARMEN DOMINGO Y LA 147
NOVELA DE PERÓN DE TOMÁS ELOY MARTÍNEZ
Dimitrios Drosos
16. THE SIMPSONS: UNA RADIOGRAFÍA SOCIAL. DISCURSO TELEVISIVO Y DISCURSO 161
LITERARIO
Gonzalo Enríquez Veloso
17. “LA CAVERNA DE PLATÓN” EN EL CUARTO MUNDO DE DIAMELA ELTIT 167
María Fernández-Babineaux
18. “ESPAÑA ETERNA: HISTORIA Y CIVILIZACIÓN”: UN RELATO DE LA PRENSA GRIEGA (1936- 177
1939)
Dimitris Filippís
19. LA EMIGRACIÓN CLANDESTINA VISA POUR MOURIR DE RAFIA MAZARI 189
Fouzia Derkaoui
20. NARRATIVA Y REVISTAS EN LA FORMACIÓN DEL IMAGINARIO LATINOAMERICANO 199
Dr. Jaime Galgani Muñoz
21. REFLEXIONES SOBRE LA TRANSMISIÓN DE CRITERIOS, VALORES Y ACTITUDES A TRAVÉS DE 209
LA ENSEÑANZA DE IDIOMAS
Helena García Martínez
22. LA POTENCIA DE LA MINIFICACIÓN EN LA LITERATURA ESPAÑOLA CONTEMPORÁNEA: LA 217
ATRACCIÓN POR LO MÍNIMO EN EL TEATRO ACTUAL
Jorge Gómez
23. RELACIÓN NOVELA-CINE EN PROVIDENCE, DE JUAN FRANCISCO FERRÉ 227
Antonio A. Gómez Yebra
24. CAMBIANDO ESTRUCTURAS DE PODER Y NARRATOLÓGICAS EN ‘PECADO DE OMISIÓN’ DE 245
ANA MARÍA MATUTE
David Hervás
25. DIVERSIDAD E INTEGRACIÓN EN EL AULA DE IDIOMAS: CRITERIOS, VALORES Y ACTITUDES 253
Mª Ángeles Iglesias Loriga
26. SOBRE RATONES Y ARTISTAS: ROBERTO BOLAÑO RINDIENDO HOMENAJE A FRANZ KAFKA 263
Ilinca Ilian Ţăranu
27. UNA APROXIMACIÓN TEÓRICA A LOS SUBTERFUGIOS LITERARIOS DE LA POSGUERRA: 277
ESCRITORES Y PERIODISTAS BAJO LA TEORÍA DE LOS CAMPOS DE BOURDIEU
Rubén Jarazo Álvarez
28. BUÑUEL’S MEDIUM OF THE DREAM SEQUENCE: THE OPTICAL AS POLITICAL 287
Assimina Kaniari
29. EL HÚSAR DE ARTURO PÉREZ REVERTE Y EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA DE 297
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
Viktoria Kritikou
30. LAS LETRAS HISPÁNICAS Y LA PROPAGANDA POLÍTICA CONTRA LA DICTADURA GRIEGA DE 303
LOS CORONELES: LA REVISTA EVZYNI
Virginia López Recio
31. ENTRESIGLOS: CRÓNICA DE LA MUERTE Y CRÓNICA NEGRA EN EMILIA PARDO BAZÁN 311
Javier López Quintáns
32. SERIES VIRTUALES, CULTURALES Y SOCIALES: DEL LIBRO A LA “NET” 321
Virginia Lucas
33. LA COMPETENCIA SOCIOLINGÜÍSTICA DE LOS ALUMNOS DE ELE A TRAVÉS DE LOS TEXTOS 331
Nafsiká Alfa y Susana Lugo
34. LA NOVELA DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA Y LA BÚSQUEDA DE UNA NUEVA IDENTIDAD 341
NACIONAL
Eugenio Mancera Rodríguez
35. ESTUDIO TEATRAL Y FÍLMICO DE LA CASA DE BERNARDA ALBA DE FEDERICO GARCÍA 349
LORCA Y MARIO CAMUS
Alexandra Marti
36. LA EDUCACIÓN FÍSICA A TRAVÉS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN: UNA PROPUESTA 359
EN SECUNDARIA
Irene Moya Mata
37. RICORDATI 150 ANNI: COMMUNICAZIONE E RICONSTRUZIONE DI IDENTITÁ 371
Anna Nencioni
38. SITUACIÓN DEL TEATRO EN ESPAÑA A TRAVÉS DEL TESTIMONIO DE LA PRIMERA ETAPA DE 381
LA ESTAFETA LITERARIA
Mª Dolores Nieto García
39. “EL CONEJO” DE MIGUEL DELIBES EN GRIEGO. COMENTARIOS TRADUCTOLÓGICOS Y 389
PROPUESTAS
Anthi Papageorgiou y Eirini Paraskeva
40. LOS ESPEJISMOS DE LA MORALIDAD, EL ÚLTIMO BESO DE JERÓNIMO CORNELLES 401
Marietta Papamichaíl
41. LOS PERSONAJES FEMENINOS EN CARMEN MARTÍN GAITE Y ONELIO JORGE CARDOSO 409
Efthimía Pandís Pavlakis
42. LA PUBLICIDAD TURÍSTICA COMO GENERADORA DE TÓPICOS: LA DESILUSIÓN DEL 423
VIAJERO EN LA ISLA INAUDITA DE EDUARDO MENDOZA
Rocío Peñalta Catalán
43. PAULA REGO: A PROMOÇÃO DE VALORES NA PINTURA E NA LITERATURA 433
Maria do Carmo Pinheiro Silva Cardoso Mendes
44. EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO DE CONTROL Y 443
REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA ANTIGUA ROMA. BREVE RECORRIDO
HISTÓRICO
Ramón P. Rodríguez Montero
45. EL PAPEL DE LA LITERATURA EN LAS ACTITUDES SOCIALES 499
Lourdes Royano Gutiérrez
46. ANÁLISIS DE LOS VALORES Y ACTITUDES DE LA PROTAGONISTA FEMENINA ADOLESCENTE, 509
EN LA OBRA DE ISABEL-CLARA SIMÓ Y GLÒRIALLOBET
Paula Sanchis
47. LA MANIPULACIÓN DE LO SOCIAL Y DE LO ARTÍSTICO EN LA ERA GLOBAL 519
Stella Selvaggi
48. L’IMPAZZIMENTO D’ORLANDO: LA LITERATURA COMO POTENCIA DESTRUCTORA DE LA 527
IDENTIDAD SOCIAL
Alba Teixidó Vilar
49. EL ATENTADO DE GOLPE DE ESTADO EN ESPAÑA EN LA PRENSA GRIEGA 537
María Tsokou
50. MEMORIA DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA EN LAS AUTOBIOGRAFÍAS DE COMBATIENTES 549
EXTRANJEROS
Juan Varela Tembra y Luis Velasco Martínez
51. LA CULTURA DEL NARCOTRÁFICO EN MÉXICO: NARRATIVA, CINE Y CORRIDOS 555
Lourdes Celina Vázquez Parada
52. MASS MEDIA Y MÚSICA: TRANSMISIÓN EFECTIVA DE VALORES Y ACTITUDES SOCIALES: 565
EL CASO DE LIVE EARTH
Loreto Vázquez Chas
53. EL PERIODISMO COMO ACTIVIDAD POLÍTICA. LA MANIPULACIÓN DE LOS MENSAJES Y DE 573
SUS AUTORES
José Juan Videla Rodríguez
54. LA VIDA RELIGIOSA Y LA SEXUALIDAD EN LA LITERATURA 589
Wolfgang Vogt
55. EL CINE Y LOS CRÍMENES INTERNACIONALES 597
Mónica Zapico Barbeito
9
1
LA SAGA CREPÚSCULO: LA TRANSMISIÓN DE VALORES TRADICIONALES
A LA JUVENTUD DEL SIGLO XXI
CARME AGUSTÍ
1 H.P. Lovecraft, El horror sobrenatural en la literatura, Valdemar, Madrid, 2010, pág. 27.
LA SAGA CREPÚSCULO:
10 LA TRANSMISIÓN DE VALORES TRADICIONALES A LA JUVENTUD DEL SIGLO XXI
desde el punto de vista de la autora. La familia perfecta para Meyer es la familia que
vive unida para siempre, con la misma pareja para toda la vida, como las antiguas
familias del pasado donde cada miembro nuevo pasaba a formar parte y a aumen-
tar la familia nuclear, donde la familia era cada vez más extensa y abundante.
Meyer, evidentemente, será contraria al divorcio y se apoyará en las es-
tructuras más tradicionales de la sociedad americana. Defiende una familia que
se asienta en el principio del amor y parece ser que para ella eso solamente puede
conseguirse de la forma más tradicional. Y este es el valor que desde nuestro punto
de vista quiere transmitir a la juventud de la sociedad actual. Un valor, que loable
desde nuestra perspectiva, no sólo podrán conseguir aquellos que comulguen con
las ideas de Meyer, sino todas aquellas clases de familia que para nosotros merecen
el mismo respeto y la misma consideración.
El segundo punto de nuestro análisis, como ya hemos comentado al co-
mienzo de esta comunicación, es el del amor adolescente que Meyer pretende
transmitir a través de su saga. Nos centraremos en primer lugar en la relación de
pareja que se establece entre Bella y Edward y los roles que Meyer definirá en cada
uno de ellos. La historia de amor de Edward y Bella es la de un amor adolescente,
es un amor de instituto relatado con un lenguaje poético, romántico, realista y muy
sencillo. Es una historia que hace que el lector se pregunte constantemente qué
pasará en el próximo encuentro entre Edward y Bella.
Meyer partiendo de la literatura romántica clásica, adaptará características
de sus personajes masculinos a su protagonista Edward, hasta convertirlo en un
modelo de caballerosidad. Como argumenta Kate Cochram,
Edward personifica las características anticuadas de los héroes de Byron
del siglo XIX que aparecen en las novelas románticas favoritas de Bella. Edward
se compara con Darcy de Orgullo y prejuicio, Rochester de Jane Eyre, y Heath-
cliff de Cumbres borrascosas, convirtiéndose en la figura de un clásico caballero
victoriano(Cochram , 2010: 22).
Edward es un caballero victoriano que cumple todas las características i tó-
picos que definirían su comportamiento; tiene una fuerte restricción moral y física,
una sólida conciencia moral, gran lealtad familiar, e intelectualmente tiene una
gran variedad de talentos: sabe tocar el piano, le encanta la música, habla diversas
lenguas, y es un gran lector. Tiene unas formas y una educación exquisitas y opta
por la castidad como modelo de virtud moral. Reúne todas las características del
héroe romántico de la novela rosa tradicional. Para poder entender la devoción y
la pasión que Edward despierta en Bella, hemos de analizar el personaje y mirarlo
con los ojos con que los ve Bella y como bien nos dice Bardola:
CARME AGUSTÍ 13
4 Stephenie Meyer, Eclipsi, Alfaguara, Madrid, 2009, págs. 278-279. (Traducido del catalán.)
CARME AGUSTÍ 15
El vampiro por tradición no puede crear vida, pero ella es humana, la ma-
ternidad le está negada a la mujer vampiro, la inalterabilidad de su naturaleza se
lo impide. Pero como Bella es humana, en ella sí que se cumplirán los ciclos de la
vida y desde el primer momento luchará por la nueva vida que crece en ella. El
amor por su hija la llevará a desarrollar el sentimiento que según Meyer es el más
importante: la maternidad de la mujer. La incredulidad de Edward también será
visible desde el primer momento, y la duda respecto a la criatura que crece en el
interior de Bella hará que en un primer momento, la reacción de Edward no sea
la misma que la de Bella. Edward quiere deshacerse de la “cosa” que él no conoce,
conociendo su naturaleza malévola, desconfía de la criatura. No puede nacer nada
bueno de la naturaleza vampírica. Hay que “extirpar” a Bella aquel ser maléfico.“Te
extirparemos esta cosa antes de que pueda hacer mal. No tengas miedo. No dejaré
que te haga daño”5. La posición de Meyer contraria al aborto justifica plenamente
la reacción de Bella y el amor de madre atrapará la protagonista en una defensa fé-
rrea de su embarazo. La vida que crece dentro de ella evolucionará y el nacimiento
de Remesnée complacerá al final a todo el clan.
Y vivieron felices para siempre… La historia de Crepúsculo, como hemos ob-
servado, es la de un cuento de hadas. Un cuento de hadas del siglo XXI con un final
feliz como conclusión de la historia. Siguiendo los tópicos de los cuentos clásicos
de hadas y analizando lo que caracteriza a las heroínas de estos cuentos, podemos
argumentar que la Bella de la saga de Crepúsculo reúne a la perfección todas las
virtudes de la heroína de los cuentos clásicos. Hay una estandarización de las vir-
tudes/valores morales que tiene que tener una heroína de cuento: tiene que ser de
clase social baja, es bella, silenciosa, retraída, solitaria, trabajadora, de piel pálida, y
callada; obediente y compasiva. Características que observaremos detalladamente
si releemos los cuentos de la factoría Disney. Y es que la visión más estereotipada
que tenemos de estas historias es siempre la misma: chica pobre y bella encuentra
príncipe encantador y se casa con él.6
Meyer beberá de la inspiración de los cuentos clásicos al contarnos su histo-
ria. Bella es la Blancanieves de piel pálida y negros cabellos. Crepúsculo simboliza en
la portada “la muerte dormida” de la manzana, pero también es la tentación del Gé-
nesis, una tentación que en Meyer llevará a la vida eterna. También es la Cenicienta,
5 Stephenie Meyer, Amanecer, Alfaguara, Madrid, 2009, pág. 144. (Traducido del catalán.)
6 Este estereotipo continúa repitiéndose actualmente en la factoría Disney. Encantada: la histo-
ria de Giselle (2007). Llama la atención que Disney recoja de nuevo todos los tópicos tradiciona-
les en un film tan actual. Nos presenta una protagonista candorosa y bella, tímida y obediente,
amiga de los animales, y que canta con ellos, y que sueña con el verdadero amor y su príncipe
azul.
LA SAGA CREPÚSCULO:
16 LA TRANSMISIÓN DE VALORES TRADICIONALES A LA JUVENTUD DEL SIGLO XXI
7 Sara Buttsworth, “La bellacienta: Crepúsculo, cuentos de hadas y el sueño americano del siglo
XXI” en La saga Crepúsculo y su historia, México, 2010, pág. 65.
CARME AGUSTÍ 17
BIBLIOGRAFÍA
2
LA DIMENSIÓN INTERCULTURAL EN LA CLASE DE E/LE
ANGÉLICA ALEXOPOULOU
Hoy en día nadie pone en duda que lengua y cultura son dos realidades indivisi-
bles. La lengua constituye un factor inherente a la cultura. Desde este punto de vis-
ta, no sería una exageración afirmar que es inconcebible desvincular la enseñanza
de la lengua de la enseñanza de la cultura.
El debate cultural nos obliga en primer lugar a interrogarnos sobre qué
se entiende por cultura. De las numerosísimas definiciones que se han propuesto
dentro de distintos campos de investigación interesados por las sociedades hu-
manas y sus sistemas –la Antropología, la Sciología, la Psicología, la Lingüística
y la Pragmática– retenemos la de Fernando Poyatos (1994: 25) quien, desde una
perspectiva antropológica define la cultura como:
“una serie de hábitos compartidos por los miembros de un grupo
que vive en un espacio geográfico, aprendidos, pero condiciona-
dos biológicamente, tales como los medios de comunicación (de
los cuales el lenguaje es la base), las relaciones sociales a diversos
niveles, las diferentes actividades cotidianas, los productos de ese
grupo y cómo son utilizados, las manifestaciones típicas de las
personalidades, tanto nacional, como individuales, y sus ideas
acerca de su propia existencia y la de los otros miembros”
1 En 2004, Lourdes Miquel elabora y profundiza los tres conceptos llegando a la conclusión de
que sería más operativo referirse a esta distinción con los términos cultura legitimada, cultura
esencial y cultura epidérmica.
20 LA DIMENSIÓN INTERCULTURAL EN LA CLASE DE E/LE
“El paraíso es un lugar en el que los policías son ingleses, los co-
cineros son franceses, los fabricantes de cerveza son alemanes, los
amantes son italianos y todo está organizado por los suizos. El in-
fierno es un lugar en el que los policías son alemanes, los cocineros
son ingleses, los fabricantes de cerveza son fraceses, los amantes
suizos y todo está organizado por los italianos.”
BIBLIOGRAFÍA
3
DE LA PINTURA AL TEATRO: EL SURREALISMO Y LA ESTÉTICA VISUAL
EN EL HOMBRE DESHABITADO DE RAFAEL ALBERTI
SAMUEL AMELL JR.
Rafael Alberti se destaca como uno de los grandes poetas de la llamada generación
del ’27 y también, aunque con menos fama, como dramaturgo del mismo periodo.
Sin embargo, su primera vocación artística fue la de dibujante y pintor. Se ha estu-
diado poco esta fase inicial de la obra albertiana a pesar de que fue instrumental en
la formación del joven artista. Como explica José Corredor-Matheos:
1 Entre estas relaciones está la que tuvo con Robert Delaunay, un francés cuyo estilo de pintura
abstracta claramente influyó a Alberti.
2 Sin embargo, Alberti escribió su primer poema en marzo de 1920, con motivo de la muerte de
su padre. Además, como explica Corredor-Matheos, “En 1921, la vocación literaria, que apun-
taba tímidamente desde hacía algunos años, empieza a desplazar a la pictórica, aunque hasta
1923 realiza pinturas de mucho interés. Pero en 1922, cuando por mediación de Juan Chabás
presenta una exposición individual en el saloncillo de Ateneo de Madrid y podría parecer que se
inicia de manera pública su carrera como pintor, tiene ya decidido abandonarla por la poesía”
(75). Vemos que la transición de pintor a poeta no se da de repente; incluso Alberti nunca
abandona por completo su interés en la pintura. No obstante, es claro que Marinero en tierra
marca su primera obra poética de reconocimiento amplio.
DE LA PINTURA AL TEATRO: EL SURREALISMO Y LA ESTÉTICA VISUAL EN
28 EL HOMBRE DESHABITADO DE RAFAEL ALBERTI
3 Por ejemplo, el poema titulado A la pintura: poema del color y la línea (1945-1948) con-
tiene descripciones detalladas de técnicas, colores, estilos de pintura, etcétera. Además, en
este poema Alberti revela la importancia que tuvo la pintura en su juventud y la influencia de
lo visual sobre su poesía. Presento algunos fragmentos aquí: “Mil novecientos diecisiete. /
Mi adolescencia: la locura / por una caja de pintura, / un lienzo en blanco, un caballete” [...]
“diérame ahora la locura / que en aquel tiempo me tenía / para pintar la poesía con el pincel de
la pintura.”
SAMUEL AMELL JR. 29
4 Gregorio Torres Nebrera, en su edición crítica de El hombre deshabitado, sitúa los poemas
escénicos no sólo dentro de la “prehistoria teatral” de Alberti sino como algo que aparece en
varios periodos albertianos. Según Torres Nebrera, la “correlación, intensa, manifiesta, entre
poesía y teatro se traduce, en la literatura albertiana, en la creación de sus conocidos poemas
escénicos, rastreables a lo largo de toda su obra, desde los primerísimos libros hasta las últimas
entregas, sin que tengamos que restringirnos al libro así específicamente titulado, Poemas escé-
nicos (primera serie)” (10). De esta forma, la conexión poema-teatro es similar a la de pintura-
poesía ya que permanece, de una forma u otra, durante toda la obra del escritor.
DE LA PINTURA AL TEATRO: EL SURREALISMO Y LA ESTÉTICA VISUAL EN
30 EL HOMBRE DESHABITADO DE RAFAEL ALBERTI
5 Torres Nebrera recoge una cita de La arboleda perdida ( Seix Barral, pág. 303) donde Alberti
describe la reacción ante el estreno de El hombre deshabitado: “No diré que la de Hernani, pero
sí una resonante batalla fue también la del estreno (26 de febrero). Yo seguía siendo el mismo
joven iracundo –mitad ángel, mitad tonto- de esos años anarquizados. Por eso, cuando entre
ovaciones finales fue reclamada mi presencia, pidiendo el público que hablara, grité, con mi
mejor sonrisa esgrimida en espada: ‘¡Viva el exterminio! ¡Muera la podredumbre de la actual
escena española!’ Entonces el escándalo se hizo más que mayúsculo” (48).
6 Por ejemplo, pienso en el onirismo frecuente en Poeta en Nueva York y Así que pasen cinco
años de García Lorca y en el obvio empleo de sueños en casi toda la obra de Dalí. Mientras que
los dos artistas también emplean imágenes de la niñez, típicamente lo irracional y los sueños se
tratan desde una perspectiva adulta.
SAMUEL AMELL JR. 31
experimenta sus sentidos por primera vez, se ve como éste reacciona ante la nueva
experiencia como un niño impaciente:
EL VIGILANTE NOCTURNO.- Es una flor. Se llama rosa.
EL CABALLERO (tomándola y aspirándola ansioso).- ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Una
rosa, una rosa!
EL VIGILANTE NOCTURNO.- Una rosa blanca.
EL CABALLERO.- ¡Una rosa blanca, una rosa blanca! La quiero. Démela.
(Subrayando las palabras como un niño) – Yo quie-ro una ro-sa blan-ca (151).
7 Pongo esto entre comillas ya que los sentidos no aparecen exactamente con forma humana,
sino con la forma de monstruos. Por ejemplo, la Vista es “un monstruo todo lleno de ojos”; el
Oído, “todo lleno de orejas”; etcétera. Otra vez, la presencia de un mundo juvenil, incluso en la
descripción de estos monstruos, es clara.
8 Como explica Hermans, “También es llamativo el parecido, por cierto ya señalado por Robert
Marrast, de este ballet realizado por los sentidos, con un conocido juego infantil” (82-83).
DE LA PINTURA AL TEATRO: EL SURREALISMO Y LA ESTÉTICA VISUAL EN
32 EL HOMBRE DESHABITADO DE RAFAEL ALBERTI
which, thanks to language, makes them fit to share in communal life, adult cons-
ciousness and reason? (3) Para Lyotard, cuando uno se entrega a la vida comunal
de razón y lógica pierde algo de su capacidad de llegar al estado “inhumano” o
primordial. Por tanto se crea una situación paradójica en el arte donde los artistas
preocupados por expresar esta sensación instintiva/ilógica del ser humano tienen
que usar herramientas (como el lenguaje) prestadas de la lógica. De aquí viene
la frustración implícita en intentar comunicar una visión de lo sublime - algo que
explico en más detalle a continuación.
En El hombre, Alberti presenta su noción de lo sublime mostrando el paso
de un lugar subterráneo y oscuro a un lugar terrenal lleno de luz y vida. Pero
esta “elevación” no es necesariamente algo positivo ya que el Hombre no tiene la
capacidad de negar sus instintos básicos dentro de la sociedad rígida en la que
se encuentra. Por tanto, sufre un conflicto enorme entre sus deseos (el Id) y su
entendimiento de lo que la sociedad considera conducto apropiado (el Ego y el
Superego). La obra abarca este conflicto específicamente desde una perspectiva
“religiosa” pero, en general, se puede considerar El hombre… como una crítica
de la sociedad demasiada reglamentada9 y una investigación de la incapacidad
humana de reconciliar el deseo con estas reglas sociales. El Hombre o está sin
alma, sin sentidos y dormido en el mundo subterráneo o está en el mundo te-
rrenal, consciente de sus deseos pero incapaz de realizarlos sin consecuencias
negativas. La herencia del romanticismo se nota en el planteamiento de este
conflicto pero la exploración del primer mundo subterráneo se acerca más a las
ideas surrealistas de lo sublime. En su artículo, “Presenting the Unpresentable:
The Sublime”, Lyotard describe lo sublime de la siguiente forma: “That which
is not demonstrable is that which stems from ideas and for which one cannot
cite (represent) any example, case in point, or even symbol” (68). Mientras que
Lyotard habla de lo sublime como algo que no se puede representar, sí menciona
la posibilidad (basándose en la teoría de Kant) de representar la imposibilidad de
9 Un año después de escribir El hombre deshabitado (1930), Alberti escribe Fermín Galán. Dice
Torres Nebrera que “Es la primera pieza albertiana de un teatro claramente comprometido,
de agitprop, sobre la figura – saludada con todos los honores tras la proclamación republicana
– del sublevado de Jaca” (16). Por tanto, se ve que Alberti en estos años ya estaba problema-
tizando estructuras de poder social basadas en ideas anticuadas/patriarcales. Se puede notar
que El hombre no sólo critica la noción de un Creador omnisciente y cruel, sino que critica en
general todo sistema donde los deseos del ser humano son suprimidos en manos de una figura
todopoderosa (i.e. el fascismo, etc.) Apunta Hermans que El hombre , “podría ser considerado
como una elaboración teatral de, por una parte una obra surrealista como Sobre los ángeles, y
por la otra, una obra comprometida políticamente” (76).
SAMUEL AMELL JR. 33
expresarlo y mostrar que ese algo inefable existe10. Las artes vanguardistas, den-
tro de las cuales se puede situar el surrealismo y, en cierto modo, El hombre… de
Alberti, proponen hacer exactamente esto.
Es interesante notar que Alberti no presenta tres divisiones (infierno, tie-
rra, cielo) en El hombre… como sería común en obras religiosas tradicionales sino
que hay sólo dos: un lugar oscuro e inexplicable y otro donde domina la lógica.
En esta obra, el umbral o el “limen”11 entre el ámbito racional y el ámbito sublime
toma la forma de una alcantarilla. Al principio del prólogo, el Hombre pasa de un
lugar al otro a través de esta alcantarilla como vemos por las acotaciones: “Vuelve a
escupir la boca de la alcantarilla tres o cuatro adoquines, Y, tras el resplandor mortecino
de una luz de acetileno, asciende, torpe, inflada hasta la exageración su máscara de buzo,
EL HOMBRE DESHABITADO” (146).
En ningún momento se describe directamente el mundo subterráneo. Sólo
se puede inferir sus cualidades infernales a base de lo que sale de la alcantarilla
(figuras, ruidos, olores) y la confusión del Hombre cuando se encuentra en el ám-
bito terrenal. Justo después de salir por la alcantarilla, el Hombre dice al Vigilante
Nocturno: “Yo soy un hombre del subsuelo, una sombra que se ha movido siempre
entre tinieblas y aguas corrompidas. Vienes a despertarme con visiones y palabras
que para mí no tienen sentido: la luz... la memoria... el alma... el alma... el alma...
¿Qué es eso?” (148). Alberti usa nociones fluidas para describir el subsuelo – tinie-
blas, sombras, aguas y al final de la obra, humo – ya que dar a este lugar caracterís-
ticas más concretas sería disminuir la evocación de lo sublime.
La preocupación por lo inquietante que reside debajo de la superficie se
revela también en la figura del pez que aparece en el Acto y en el Epílogo. Este pez
rojo presagia la muerte de la Mujer y, después, del Hombre. Asimismo representa
algo amenazador que se oculta debajo del agua, adquiriendo los mismos aspectos
temerosos que se notan en los peces de Dalí o García Lorca. Pero el pez no es el
único animal inquietante relacionado con la muerte y lo violento, como vemos en
las últimas acotaciones del Acto: “(Seguida de LOS CINCO SENTIDOS, LA TENTA-
CIÓN huye por la puertecilla que da a la playa. Al pasar junto al montón de azufre, se
incendia solo. La luz de la mañana aumenta. Sobre el mar remonta, inmenso, el sol. Una
enorme araña de tentáculos negros baja, lentamente, hasta cubrir la cara de EL HOM-
10 “Therefore one cannot represent the absolute, but one can demonstrate that the absolute
exists – through “negative representation,” which Kant called the “abstract.” The momentum of
abstract painting since 1910 stems from the rigors of indirect, virtually ungraspable allusions to
the invisible within the visible. The sublime is the sense these works draw upon, not the beauti-
ful” (Lyotard 68).
11 origen etimológico de las palabras “sublime”, “subliminal”, etc.
DE LA PINTURA AL TEATRO: EL SURREALISMO Y LA ESTÉTICA VISUAL EN
34 EL HOMBRE DESHABITADO DE RAFAEL ALBERTI
BRE) “ (174). Los miedos más profundos del ser humano se exploran, igual que en
Dalí, de forma chocante. El saltamontes que típicamente cubre la cara de Dalí en
sus pinturas se reemplaza aquí por una araña, pero la idea es la misma: A pesar de
nuestra capacidad de razonar como seres lógicos, nuestros comportamientos más
automáticos tienen raíces en lo irracional. Por tanto, El hombre… trata los aspectos
feos y monstruosos de lo sublime de una forma muy similar a otras obras españolas
clasificadas como surrealistas12 y, al hacerlo, también sigue el planteamiento del
manifiesto de Bretón.
La estética visual en El hombre deshabitado y sus conexiones con la
pintura de Alberti.- Hasta ahora he indagado en los rasgos surrealistas de El
hombre deshabitado, entre los cuales sobresalen la irracionalidad de la niñez y un
tratamiento particular de lo sublime, pero en este momento quiero investigar los
enlaces entre esta obra de teatro y la pintura de Alberti. Ofrezco algunos ejemplos
de su pintura como punto de referencia:
12 Destacan las imágenes violentas en Un chien andalou y las escenas finales de L’Age d’Or
además del empleo de insectos en las dos películas. En una línea similar está El público de
García Lorca donde, al explorar el “teatro bajo la arena” se llega al ataúd y la muerte. La
fealdad y muerte subyacente atraen a estos artistas precisamente por su capacidad de revelar
la verdadera condición humana – algo que, desde el principio, cautiva el pensamiento de los
surrealistas.
13 Aunque Bretón lo veía así (y, por tanto, clasifica a Miró como el más surrealista de todos los
pintores), una definición más amplia del surrealismo permite incluir obras que no son ni ab-
stractas ni automáticas. Podemos tomar a Dalí por ejemplo y ver que aunque sí generaba pintu-
ras a un paso frenético, siempre hay un uso preciso de la perspectiva y luz – algo no posible en
SAMUEL AMELL JR. 35
embargo, la pintura de Alberti es mucho menos abstracta que la de estos otros dos
pintores. Los objetos en su pintura son casi siempre reconocibles (por ejemplo: 1.
el paisaje, 2. el pájaro, 3. el cuerpo femenino y el toro, 4. la representación de los
“elementos”). Además, se ve que la organización de elementos en el lienzo sigue
cierta lógica espacial. Por ello, se puede decir que la pintura de Alberti se aleja del
abstraccionismo puro pero sigue en las líneas del surrealismo, más que nada en la
exploración de lo inconsciente mediante la mente juvenil. Si Miró explora el mun-
do de la niñez en la ausencia de todas las reglas de lógica, Alberti explora la misma
idea desde la perspectiva de una consciencia a medio formar.
Esta estética visual se repite en El hombre… donde Alberti, a través del texto,
retrata muchas de las mismas imágenes. Por ejemplo, emplea colores en El hom-
bre… que contrastan el uno con el otro, frecuentemente con una carga simbólica
(nota las semejanzas con sus pinturas). De esta forma, Alberti diferencia “el frio, el
blanco y la nieve de la Mujer y el calor, el rojo, y la sangre de la Tentación”(Hermans
80). En El hombre... se ve también como Alberti divide el mundo en sus elementos
básicos14; algo que destaca en la pintura 4. En general, hay una combinación de
líneas fluidas y figuras geométricas en el teatro y pintura de Alberti – siempre con
una reducción a lo esencial o elemental – que invoca la imaginación infantil. Es
especialmente evidente en las acotaciones. Por ejemplo, en la siguiente descripción
de la escenografía en el Prólogo:
una pintura “automática”. Además, las imágenes de Dalí a pesar de ser oníricas ser refieren a
personas y objetos concretos y por tanto se alejan del abstraccionismo.
14 agua y nieve (la Mujer), fuego (la Tentación), tierra (el campo y toda la decoración del
Prólogo/Epílogo) y aire (los pájaros)
15 Se suele interpretar esta luz roja parpadeante en medio del triángulo como el ojo de Dios.
DE LA PINTURA AL TEATRO: EL SURREALISMO Y LA ESTÉTICA VISUAL EN
36 EL HOMBRE DESHABITADO DE RAFAEL ALBERTI
la organización de objetos en una de sus pinturas, sólo que con una diferencia que
cabe notar: Las pinturas suelen emplear colores/líneas vibrantes y “felices” (vea las
pinturas 1 y 4, por ejemplo) mientras que en el prólogo y epílogo de El hombre…
las imágenes son más bien de la fealdad. Son escenas que conjurarían la imagi-
nación de un niño al bajar a un sótano oscuro y aterrador. Sin embargo, el Acto
toma lugar en un paisaje de primavera idílico. Se nota que Alberti, en su pintura
y teatro, está buscando una descripción de la ilógica juvenil tanto en su sentido feo
como idealista.
Después del prólogo, la escenificación del Acto cambia drásticamente en
tono, aunque mantiene los elementos geométricos y los colores primarios:
16 De hecho, se ha comparado con frecuencia la obra de Bosch con la de Dalí a pesar de haber
más de 400 años separando a los dos pintores. Dado el conocimiento profundo de la historia
del arte que muestra Alberti en El hombre deshabitado, Noche de guerra en el Museo del Prado,
A la pintura y varias otras obras, seguramente estaba consciente de esta conexión.
SAMUEL AMELL JR. 37
rrealismo está presente en los dos medios artísticos. Alberti quiere deshacerse de
las normas estéticas de la sociedad y provocar al público. De esta forma nos implo-
ra que reelaboremos nuestro concepto del arte y la experiencia humana. Propone
extraer lo más penetrante del ser - lo sublime, la memoria de lo ilógico infantil, el
terror y la inocencia perdida. Aunque la pintura y El hombre de Alberti no caben
perfectamente dentro del movimiento surrealista – la pintura, desviándose en su
mezcla del simbolismo y la abstracción, y El hombre..., careciendo del“automatismo
psíquico puro” – sí se conectan con ello en su propósito artístico.
Esta preocupación de Alberti por lo infantil y lo sublime (y, en torno, por
el surrealismo) se revela ya en su primera vocación artística – la pintura. Atraviesa
toda su escritura vanguardista hasta que empieza a escribir poesía y teatro más
comprometido. Me imagino que estos temas están presentes, aunque reducidas,
hasta en sus textos comprometidos pero haría falta todo un estudio para investi-
garlo. Lo que sí muestra Alberti es un interés constante por las artes plásticas, pro-
cedente de su juventud como pintor y la estética visual que establece incluso antes
de escribir teatro o poesía. Como ya he propuesto, esta estética visual influye a sus
textos escritos de forma destacada. Todas las imágenes que presenta en sus pin-
turas vuelven a reaparecer en El hombre aunque con un tono mucho más sombrío.
Hasta en lo visual, es evidente que Alberti es influido por la vanguardia
europea y el movimiento surrealista. Refleja un fuerte deseo de representar lo
irrepresentable. Se exterioriza este deseo en los colores, figuras, líneas y la indeter-
minación que dominan tanto en la pintura de Alberti como en su obra, El hombre...
Alberti tenía que ver sus ideas en forma de dibujo antes de escribirlas y siempre es-
taba consciente de la capacidad del texto de invocar imágenes para el lector. Es un
lado de Alberti no muy conocido, eclipsado por su carrera poética, pero los que le
conocían bien sabían que siempre estaría presente el Alberti pintor. Esto se revela
en un anécdota interesante: se dice que Picasso una vez le regalo un dibujo con la
siguiente dedicatoria: “Del poeta Pablo Picasso al pintor Rafael Alberti”.
BIBLIOGRAFÍA
41
4
LA ENSEÑANZA DE IDIOMAS Y LOS ESTEREOTIPOS NACIONALES:
CRITERIOS, VALORES Y ACTITUDES
CARLOS ARADAS BALBÁS
Más aún, no ocurre solamente que todos sin excepción utilicemos ese
mecanismo, sino que es lo que más comúnmente utilizamos para intentar entender
a nuestros congéneres, y estoy seguro de que un número considerable de los que
la lean tendría dificultades en admitir esta última afirmación. Sin embargo, me
reafirmo en ella: utilizamos el estereotipo como forma más usual de interpretar
cualquier grupo humano (incluido el nuestro) y de referirnos a él, y lo solemos
hacer con ligereza e irresponsablemente1. Es inevitable: muy poca gente puede
aspirar a tener un conocimiento profundo y poco filtrado culturalmente de la
complejas realidades sociales sobre los distintos grupos humanos de los que tiene
referencias; sin embargo, ineludiblemente, estos son presentados ante nosotros
para que opinemos, con mayor o menor vehemencia o seriedad, de los defectos y
virtudes que supuestamente los caracterizan. Probablemente sea esperar demasiado
de nuestra limitada naturaleza que sistemáticamente nos paráramos a pensar en
las implicaciones de nuestras valoraciones. A modo de confesión ilustrativa, a
pesar de mi concienciación al respecto, yo mismo participo constantemente en
la transmisión de estereotipos. Todos lo hacemos. Ser conscientes de ello es, al
menos, un punto de partida.
Dar tanta importancia al predominio de los estereotipos podría parecer
excesivo en un primer análisis. Al fin y al cabo todos, fuera de contextos fuertemente
regulados tales como el científico o el académico, aceptamos y damos opiniones y
juicios formulados con ligereza sobre prácticamente cualquier otro tema ¿Por qué
entonces deberíamos tratar los estereotipos de forma diferente? ¿Acaso no somos
capaces de abstraernos de su influencia cuando así procede para comprender que
la realidad es más compleja? Pues bien, yo sugiero que mayoritariamente no lo
somos, que como individuos estamos inmersos en un grupo y en una cultura,
y que la imagen que un grupo se forma de sí mismo y de otros resulta siempre
de ser modelada por creencias y valores compartidos de los que no siempre
somos conscientes y que no podemos eludir. Entre estos últimos se encuentran
las impresiones estereotípicas, más o menos institucionalizadas, de aquellos que
son percibidos como diferentes, de los extraños, los que no son como nosotros.
Estos estereotipos, en su variante negativa y en momentos clave de desequilibrio
de poder, pueden incluso decantar con consecuencias dramáticas la actuación
de un grupo hacia otro. De ninguna otra forma se podría explicar la histeria
1 Pensemos, si no, en la última vez que hemos recibido información a través de los medios u
opinado de forma generalizada de cualquier país y sus pobladores o, digamos, de la cuestión
gitana, los funcionarios, los gallegos o los albano-kosovares entre otros, sin plantearnos las razo-
nes de fondo que originan tal información u opiniones, su adecuación o su representatividad.
CARLOS ARADAS BALBÁS 43
5 Una construcción social, en sociología, es un ente o noción inventada por los miembros de
una sociedad específica y que han convenido en actuar como si existiese.
LA ENSEÑANZA DE IDIOMAS Y LOS ESTEREOTIPOS NACIONALES:
46 CRITERIOS, VALORES Y ACTITUDES
6 El título (en latín ‘el hombre que hace o fabrica’) ya indica el carácter del protagonista: un
ingeniero lógico y casi carente de emociones.
CARLOS ARADAS BALBÁS 47
BIBLIOGRAFÍA
5
MARUJA TORRES Y ELVIRA LINDO: LAS COLUMNAS DE OPINIÓN COMO
PRÁCTICA LITERARIA FEMINISTA
CONCEPCIÓN BADOS CIRIA
1 Fundado en 1976, es el periódico español de mayor difusión, con una tirada de cerca de
500.000 ejemplares diarios. Pertenece al grupo PRISA, el mayor grupo mediático español. En el
aspecto formal, El País se caracteriza por su sobriedad expresiva, tanto en el tratamiento de la
información como en lo estético: páginas a cinco columnas en las que predomina el orden y la
clara distribución de los distintos subgéneros periodísticos. No ha cambiado su formato apenas
en todos estos años y cuenta con un suplemento cultural semanal que recoge los más variados
artículos, reportajes y entrevistas realizados por los escritores e intelectuales más prestigiosos
del país, cabría decir, que con una ideología progresista.
CONCEPCIÓN BADOS CIRIA 53
2 Sobre la historia y la repercusión de las columnas de opinión en la sociedad actual, véase Ínsu-
la, donde bajo el subtítulo “El género de columnismo en los escritores contemporáneos (1975-
2005)” diversos expertos tratan de las peculiaridades de este género al que Alex Grhomann
elogia calificándolo de “Escritura impertinente” pp.2-5; por su parte, Antonio López Hidalo,
Ulrich Winter, Félix Rebollo Sánchez e Irene Andrés-Suárez analizan y defienden a ultranza las
cualidades literarias de un género a todas luces en auge en una sociedad necesitada de discur-
sos reivindicativos además de informativos. (Insula, No. 703-704, julio 2005).
3 Maruja Torres ha sostenido diversas polémicas en el ámbito político con el Partido Popular,
así como con el gobierno de Israel, a quien no duda en acusar de masacrar al pueblo palestino
y al libanés. Ha ganado el premio Víctor de la Serna de periodismo en 198, el XLIX Premio
Planeta por la novela Mientras vivimos (2000), Premio Nadal, por Esperadme en el cielo (2009)
y Fácil de matar (2011). Aunque nacida en Barcelona, en el popular barrio del Raval, Torres es
de origen murciano y si bien está relacionada ideológicamente con la llamada “gauche divine
catalana” encarnada en escritores tan variopintos como Terence Moix y Manolo Vázquez Mon-
talbán, ha elegido escribir, como ellos, en castellano.
MARUJA TORRES Y ELVIRA LINDO:
54 LAS COLUMNAS DE OPINIÓN COMO PRÁCTICA LITERARIA FEMINISTA
4 Manolito es un niño de clase humilde que vive en los suburbios de Madrid. Elvira Lindo
lo hizo popular en la radio, donde la propia autora le dio voz. Entre 1994 y 2002 publicó
siete libros con este personaje., que ha sido llevado al cine. Elvira Lindo ha publicado ocho
MARUJA TORRES Y ELVIRA LINDO:
56 LAS COLUMNAS DE OPINIÓN COMO PRÁCTICA LITERARIA FEMINISTA
Comenzó a escribir artículos para El País en 1995, si bien no fue hasta 1998 cuando
sus colaboraciones se hicieron fijas en este medio. En 2001 inauguró la columna
dominical Tinto de verano, siempre en el mes de agosto, y desde septiembre de
2001 escribe en el mismo periódico la columna Don de gentes, que se publica, asi-
mismo, todos los domingos. La crítica italiana Luisa Chierichetti ha estudiado
el registro de las columnas de Elvira Lindo, mencionando algunos de sus rasgos
más destacados: de un lado, predominio de un tono informal y familiar, ausen-
cia de planificación en la exposición, escaso control de la producción hablada; de
otro lado, presencia de reformulaciones, vacilaciones, retrocesos y repeticiones, así
como abuso de modismos, refranes, marcadores discursivos de tipo conversacional
y coloquial (2004: 47-51). Con estos antecedentes, Elvira Lindo ocupa uno de los
lugares más polémicos en el mundo del periodismo, si bien la fecha de 2004 supuso
un cambio en su trayectoria: se trasladó a vivir a Nueva York, y desde esta ciudad
americana continuó contribuyendo con su columna dominical Don de gentes en El
País. A partir de esta fecha, los artículos dominicales de Elvira Lindo se tornan más
informativos, si bien, siempre con el tono personal y autobiográfico propios al co-
lumnista. A su regreso de Estados unidos, en 2007, Lindo ha seguido cultivando la
subjetividad y también la confidencialidad propias del ensayista, pero, a su vez, los
contenidos son más comprometidos en materia sociopolítica. Con ocasión de las
elecciones en Estados Unidos en 2008 y en medio de la tensa pugna para llegar a la
única candidatura demócrata, Elvira Lindo escribía bajo el título El negro y la mujer:
libros infantiles con Olivia, una niña como protagonista, además de varias novelas: Algo más
inesperado que la muerte (2002) y Una palabra tuya (2005), Lo que me queda por vivir (2010).
En 1998 obtuvo el premio de Literatura infantil y juvenil y en 2005 el Premio Biblioteca Breve de
novela.
CONCEPCIÓN BADOS CIRIA 57
tía unos debates entre candidatos rivales—a los cuales, los españoles, debido, qui-
zás, a nuestra joven democracia, o a nuestro carácter—no estamos acostumbrados.
Elvira Lindo ha expresado sus opiniones sobre asuntos tan diversos como
el cante flamenco, la carne de cerdo, el amor a los animales, el aborto, la corrup-
ción, la educación en España, entre otros temas, todos ellos provocados por algún
acontecimiento que afecta al mundo que la rodea a ella y a sus lectores. Uno de los
más impertinentes, por así decirlo—que se aviene bien con los objetivos de este
artículo—es el titulado Esto es algo muy personal, escrito con ocasión del nombra-
miento de Carme Chacón como ministra de defensa del gobierno socialista en abril
de 2008. Comienza así:“Me echaron del trabajo por estar embarazada. Esto ocurrió
en 1985, los socialistas estaban en el poder y yo trabajaba en la radio pública. Los
malos ratos se almacenan, pero no se olvidan” (El país, 04/05/2008). Después de
relatar cómo tuvo que dejar el trabajo porque esperaba un hijo, además de confesar
los avatares más íntimos y personales que rodean este período de la vida de una
joven mujer, Elvira Lindo asienta su premeditada decisión de escribir la columna
en estos términos:
Es una historia muy personal, lo sé, pero la cuento por la parte en-
ternecedoramente común que tiene. ¿Qué queda de todo eso? Una
particular aversión a las ironías que con frecuencia se usan para ha-
blar de las mujeres embarazadas, una convicción de que en España
no hemos superado el arraigado desprecio a lo femenino. Carme
Chacón, embarazada, pasando revista. Y qué. El bombo, se ha lle-
gado a decir. De ese bombo venimos todos. Así que de los bombos
habría que hablar quitándose el sombrero. Un cartel americano an-
tiguo que tengo frente a mi mesa reza: “Ellas traen los votantes al
mundo, déjalas votar” (El País, 04/05/2008).
Resulta evidente que Elvira Lindo se ha vuelto mucho más personal, en los
artículos de su columna dominical Don de gentes dejando, prácticamente de lado,
la retórica ficticia y enfatizando, por el contrario, una retórica autobiográfica en la
que todavía permanece bien presente la ironía y el sarcasmo como artificios de
estilo. Sin duda alguna esta última etapa, con un registro más didáctico y menos
coloquial, responde mejor a las expectativas de los lectores, que conocen bien a El-
vira Lindo, una intelectual madura, bien preparada y muy capacitada para divagar
sobre cualquier asunto de actualidad que tenga interés para los lectores ávidos de
información. En definitiva, Elvira Lindo se ha adherido al ensayo de opinión en el
ámbito de la prensa para afirmar el carácter inquieto y retador, siempre rebelde, del
MARUJA TORRES Y ELVIRA LINDO:
58 LAS COLUMNAS DE OPINIÓN COMO PRÁCTICA LITERARIA FEMINISTA
quehacer literario. Para Lindo, la práctica del ensayo como reflexión sociocultural
y política significa, por un lado, afirmarse en su trayectoria como autora y resistir
frente a las contradicciones y la adversidad que, a menudo, abundan en el mundo
de la escritura; por otro lado, el ensayar, como experimento que abarca un estilo y
un contenido, supone un reto para Lindo, una actitud—en cambio constante— a
la vez que una meditación sobre su particular modo de ver la vida en relación a la
tarea literaria.
En este trabajo he realizado un acercamiento a la particular colaboración de
dos escritoras españolas en la prensa de las últimas décadas. Maruja Torres y Elvira
Lindo gozan de un amplio reconocimiento, tanto del público en general como de
la crítica especializada, por su labor como novelistas, pero son, asimismo, muy
valoradas como columnistas en un periódico de enorme prestigio en España como
El País. Ambas escritoras comparten ideología, inquietudes, preocupaciones y ten-
dencias en lo que se refiere a su labor como colaboradoras en columnas de opinión
que gozan de una enorme popularidad, principalmente desde la década de los
ochenta en España, coincidiendo con el asentamiento de la democracia en nuestro
país. Estas escritoras, mujeres muy activas en la esfera cultural y grandes observa-
doras de todo tipo de acontecimientos, se ofrecen como paradigmas del intelectual
comprometido; por consiguiente, conscientes del peso y del poder de la prensa es-
crita, se erigen, mediante sus artículos, en voces que destapan y exponen todo tipo
de abusos relacionados con la realidad más cercana a los ciudadanos propician-
do—principalmente en lo que se refiere a materia de género—nuevos discursos,
alternativos y reivindicativos, además de informativos. En definitiva, la realidad y la
ficción de la literatura plasmadas en unas columnas periodísticas que promueven
y desencadenan la empatía y la acción en una multitud de lectores apasionados de
la buena escritura, sobre todo si es impertinente y provocadora con tal de obtener
para las mujeres unas libertades más amplias y un modo de vida más justo.
BIBLIOGRAFÍA
6
LA FEMME FATALE. UN SÍMBOLO DE PODER EN LA PUBLICIDAD
AUDIOVISUAL DEL SIGLO XX
MARÍA JOSÉ BALLESTER MAROTO
eterno femenino3. Por lo tanto, y para resumir este primer punto iremos que la
principal característica de nuestro arquetipo es el violento contraste entre el interior
y el exterior.
6 http://youtube.be/hreldHFTnDU
7 http://youtu.be/WuHj4dt0Y6M
LA FEMME FATALE.
66 UN SÍMBOLO DE PODER EN LA PUBLICIDAD AUDIOVISUAL DEL SIGLO XX
8 http://youtu.be/lyD2PReoFYM
9 http://youtu.be/J7yYEubBTSK
67
7
“PODER BLANDO” Y LITERATURA DE EVASIÓN: LA PROMOCIÓN DE
LA CONCORDIA POLÍTICA EN LA NOVELA GRIEGA ANTIGUA
EDUARDO BANGUESES MODIA
tigua aparece con frecuencia, sobre todo asociado al problema del control de sus
efectos disgregadores en el cuerpo social (F. R. Adrados, 1995). En apariencia, en
esta primera escena de Quéreas y Calírroe, bajo la forma del tema de “los amantes
de Verona” (F. Létoublon, 1993: 183-185), volvemos a encontrar el tópico, aunque
elaborado y resuelto de una manera inusual: de modo feliz para los amantes y con
la complacencia de la ciudad. Lo significativo del pasaje es precisamente lo enfático
del tratamiento del tema, a juzgar por la abundancia de términos asociados al tópi-
co y por la mención expresa de los dos aspectos del problema, o sea del Eros, en su
vertiente social o política: Eros como discordia, filóneikos, y Eros como concordia,
demagogós. Ahora bien, ¿debemos tomarnos en serio esta aparente «politización»
del Eros?
El tema amoroso de esta escena de asamblea política parece ‘despolitizarla’.
Llama la atención, en efecto, que en ella todos los ciudadanos se dejen llevar por
la historia de amor de los protagonistas como si no tuvieran asuntos más graves de
los que ocuparse. Para García Gual (1972: 219), esta y otras escenas del estilo que
aparecen en la novela de Caritón, no podrían sino ser acogidas por el lector con
una sonrisa de complicidad. En la sociedad descrita en esas escenas el amor parece
haberse convertido“en el contenido y la escala de la vida”, única ocupación de una
“sociedad inactiva”, trasunto, según G. Gual, de la sociedad real contemporánea de
Caritón, el mundo helenístico del s. I d. C.:
En opinión de Michel Foucault (1987, vol. III, cap. 3), sería inadecuado bus-
car en la pérdida por parte de las ciudades-estado de una parte de su autono-
mía el principio explicativo esencial de los cambios que pudieron producirse en la
reflexión moral y en el comportamiento ético de los individuos. La organización
de las monarquías helenísticas y luego del imperio romano no puede analizarse
simplemente en términos negativos: decadencia de la vida cívica y confiscación
EDUARDO BANGUESES MODIA 71
del poder por instancias estatales cada vez más lejanas. La actividad política local
no fue ahogada por la instauración y el reforzamiento de esas grandes estructuras
de conjunto; la vida de las ciudades, con sus reglas institucionales, sus riesgos, sus
luchas, no desparece a consecuencia del ensanchamiento del marco en que se ins-
cribe. Las monarquías helenísticas trataron mucho menos de suprimir, refrenar o
reorganizar de cabo a rabo los poderes locales que de apoyarse en ellos y utilizarlos
como intermediarios. También el imperialismo romano se orienta a soluciones de
este tipo más que hacia el ejercicio de una administración directa; la política de
municipalización fue una línea bastante constante cuyo efecto fue estimular la vida
política de las ciudades en el marco más amplio del Imperio. “La angustia ante un
universo demasiado vasto que habría perdido sus comunidades políticas constitu-
yentes podría sin duda ser un sentimiento que prestamos retrospectivamente a los
hombres del mundo grecorromano.”
El individualismo, el regreso a uno mismo, la nueva interiorización de la
reflexión moral, “el cultivo de sí”, no son necesariamente la consecuencia de un
solipsismo evasivo, producto de las nuevas condiciones sociopolíticas; tampoco se
proponen, según Foucault, como alternativa a la actividad cívica y a las responsa-
bilidades políticas. Más bien se trata, en la nueva situación, de “definir el principio
de una relación con uno mismo que permita fijar las formas y las condiciones en
las que una acción política, una participación en los cargos del poder, el ejercicio
de una función, serán posibles o imposibles, aceptables o necesarias”. Son preci-
samente las nuevas reglas del juego político, en el que la jerarquización del poder
sitúa casi siempre a los hombres en una situación intermedia entre un poder su-
perior cuyas órdenes hay que transmitir o aplicar y unos individuos y grupos cuya
obediencia hay que conseguir, lo que problematiza la constitución del individuo
como sujeto ético de sus propias acciones. Con excepción del príncipe, la actuación
política se ejercía en el interior de una red donde se ocupaba una posición de goz-
ne. Se era siempre, en cierta manera, gobernante y gobernado. Esa relativización
del juego político en el equilibrio entre instancias subordinantes y subordinadas,
demandarán del individuo la búsqueda del propio ethos como reflejo y garantía
del ethos público. He ahí una de las causas principales, para Foucault, de la nueva
orientación de la “reflexión de sí”.
Junto a las modificaciones en las reglas del juego político, los cambios en
la práctica matrimonial que se observan en la época helenística e imperial contri-
buyeron también, para Foucault, al desarrollo del “cultivo de sí”, produciendo “una
manera nueva de reflexionar sobre uno mismo en la relación que tiene uno con la
mujer, con los demás, con los acontecimientos y las actividades cívicas y políticas...”.
“PODER BLANDO” Y LITERATURA DE EVASIÓN:
72 LA PROMOCIÓN DE LA CONCORDIA POLÍTICA EN LA NOVELA GRIEGA ANTIGUA
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Libros
Caritón de Afrodisias, Quéreas y Calírroe. Jenofonte de Éfeso, Efesíacas. Fragmentos
novelescos, trad. de Julia Mendoza (1979). Madrid: Gredos.
Foucault, M. (1987) Historia de la Sexualidad, I, II, III. Madrid: Siglo XXI Editores.
García Gual, C. (1972) Los orígenes de la novela, Madrid: Anagrama
EDUARDO BANGUESES MODIA 75
Artículos
Barnes, J. (1988).“Filosofía y ciencia helenísticas”, en Historia Oxford del mundo
clásico. Madrid: Alianza Editorial, pp. 407-430.
Hägg, T. (1999).“Callirhoe and Parthenope: The Beginnings of the Historical
Novel”, en Swain, S. (ed.), Oxford Readings in the Greek Novel. Oxford
University Press, pp. 140-157.
Price, S. (1988).“Historia del período helenístico”, en Historia Oxford del mundo
clásico. Madrid: Alianza Editorial, pp. 353-376.
Reardon, J. (1999).“Theme, Structure and Narrative in Chariton” en Swain, S.
(ed.), Oxford Readings in the Greek Novel. Oxford University Press, pp. 163-188.
77
8
“PARÍS NO ERA UNA FIESTA”: MITO Y DES-MITO DE LOS VALORES Y
TÓPICOS DEL MAYO PARISINO EN LA NOVELA HISPANOAMERICANA
ÁNGEL CLEMENTE ESCOBAR
todo se justifica por un motivo vital, descrito en aquél eslogan parisino que rezaba
“cambiar la vida”, al cual acude Cortázar a su encuentro a partir de la revolución en
Latinoamérica de un lado, y de otro a través el arte y la literatura, de los surrealistas
y de un representante modernismo como lo es Rimbaud. Todo ello en una postura
vitalista, una afirmación de la vida en medio de esa escalada de desprecio en la que
se veía envuelto un presente ciertamente convulso como lo es el de aquellos años
en la vida del autor.
Caso muy diferente es el del escritor peruano Alfredo Bryce Echenique y su
novela La vida exagerada de Martín Romaña, publicada en 1981. Como el argentino,
Echenique estaba afincado en París cuando saltó Mayo, ocupando además una pla-
za como profesor en la Universidad de Nanterre, centro de las primeras revueltas
que más tarde ocuparían La Sorbona. Casi diez años separan la una de la otra, y ese
paso del tiempo se refleja en una revisión más sosegada de lo sucedido. El protago-
nista, Martín Romaña, como se ha podido comprobar a través de muchos estudios,
es el trasunto del autor, y algunas de las vivencias son compartidas por ambos. La
novela, que conforma junto con la segunda parte titulada El hombre que hablaba de
Octavia de Cádiz el “Díptico de navegación en un sillón Voltaire” es, como el propio
autor nos confiesa, una reflexión del tipo “a ver qué ha pasado aquí” (Echenique,
2007: 51); véase los avatares del personaje Romaña que deja Lima y se instala en
París con la intención de hacerse escritor, son narrados en primera persona diez
años después, en forma de autobiografía, y cuyo resultado es la novela que tene-
mos entre manos. Es un personaje inseguro, a veces tímido e indeciso, de una“sen-
sibilidad híper”, como él mismo la llama, pero con un gran sentido del humor que
impregna incluso los momentos más dramáticos de la obra, con el cual arremete,
en primer lugar, contra sí mismo, pero que igualmente se extiende a la vida en
París, la sociedad francesa en general, la burguesía limeña, cuyos espacios ocupan
su infancia y primera juventud, la mezquindad del ser humano, la incapacidad que
tenemos de ser libres… es la composición del desencanto sesentayochista llevado
hasta las cotas más altas de pesimismo, pero que aún así vislumbra la senda del
amor como una posibilidad de salvación, último reducto de las ilusiones perdidas.
El amor de Martín, en torno al cual gira la temática de esta primera parte
del díptico, es Inés, de su juventud en Lima, que llega poco después que él a París,
con una beca de estudios, aunque las elipsis y los saltos en el tiempo nos presen-
tan un cuadro más amplio, el de toda una educación sentimental, que comienza,
exageradamente desastrosa, en los años de su infancia. Inés, “luz de donde el sol
la toma”, como la llama cariñosamente, en sus años en Perú “amaba a Dios sobre
todas las cosas” (Echenique, 2007: 59), pero las relaciones que establece en París,
ÁNGEL CLEMENTE ESCOBAR 79
temas que se desarrollan en el seno de ésta. Nosotros nos referimos a ella como el
conjunto de acciones y acontecimientos portadores de un significado cuyo origen
es común, y dentro del espíritu de mayo, a saber: las revueltas, los manifiestos,
las barricadas, las cargas policiales, los happening, etc. Estas acciones se convier-
ten en tópico cuando, carentes de significado devienen un simulacro, tal como
lo entiende Frederic Jameson (1998), y quedan a merced de una intencionalidad
motivada. Aparece entonces la revolución como moda, donde el aspecto más im-
portante, y que es recuperado por la producción cultural posterior, es la dimen-
sión estética del suceso, utilizando esa imagen asociada a n’importe quoi, además
de otros fenómenos como el fetichismo de los objetos e imágenes de mayo, los
estudiantes con flequillo y chicas en minifalda, que canta Ismael Serrano, y en
definitiva, la revolución de primavera que acaba con el verano y las vacaciones1,
como dice sarcásticamente en su novela Bryce Echenique. Su personaje, Martín
Romaña, ya sin su Inés, que como dijimos lo había abandonado en los albores
de mayo, y sin su grupo revolucionario, se lanza a la calle con la intención de
barriquear un rato, y de nuevo aquí le ocurren, o las provoca, las situaciones más
disparatadamente exageradas, como manifestarse sólo, gritando consignas en un
colegio para sordos, mientras todo el mundo lo hace en frente suyo, en el Odeón.
En el otro ejemplo, El libro de Manuel, el argumento gira en torno a un
grupo rebelde denominado La Joda y sus allegados, compuesto por inmigrantes
latinoamericanos, una polaca y algunos franceses. Entre sus actividades se cuentan
pequeños altercados o happenings, a la manera de los estudiantes sesentayochistas,
como dar alaridos en el cine en mitad de una película, rellenar de colillas paquetes
de cigarrillos aparentemente intactos que luego se comercializaban, perturbar las
costumbres parisinas en el autobús, en el restaurante –“Si yo como de pie es porque
vivo de pie desde el mes de mayo” (Cortázar, 2005: 925) entonará en uno lujoso un
personaje–. Pero el gran proyecto del grupo, la“gran Joda”, consiste en el secuestro
de un diplomático para poder pedir a cambio la libertad de presos políticos en cár-
celes latinoamericanas. Estas acciones, que asociamos a la revolución, y de las cua-
les la novela es parte, o partícipe de ellas, se alejan del tópico por ser portadoras en
el relato de una verdad que las justifica, y que en ningún caso resulta estereotipada,
al contrario, la realidad se ve enriquecida con el particular universo del escritor.
1 “Allá por el 68, con ayuda de la primavera y de la masa amorfa que lo envolvía incómoda-
mente con el nombre de sociedad de consumo, con el cual ni siquiera ha quedado bien esta-
blecido cuáles fueron sus verdaderas relaciones, al nivel más antipático y profundo. Lo cierto
es que después llegó el verano y todo el mundo necesitaba partir de vacaciones” (Echenique,
2007: 338).
ÁNGEL CLEMENTE ESCOBAR 81
Unida sin duda a esta etiqueta que hemos querido denominar revolución,
estaría más extensamente la situación política mundial, la realidad latinoamerica-
na, China, Cuba y la URSS, como lugares donde continuaban o se abrían camino
políticas contrarias al capitalismo. La realidad de ese fenómeno, en toda su dimen-
sión, de su verdadero valor, sería un estudio imposible de realizar aquí, que impli-
caría una postura crítica a todos los niveles para no caer en idealización alguna de
las partes en conflicto. Sin embargo, en lo que a la realidad inmediata de su recep-
ción se refiere, notamos que a través de los medios de comunicación “oficiales” oc-
cidentales se filtra una imagen demonizada de los países comunistas, mientras que
una imagen idílica y que obvia o consiente los pecados en nombre de esta ideología
impregna la izquierda europea, ocasionado en gran parte por la propaganda. Es así
como, este hecho unido a la producción cultural del momento confluyen en el uso
de sus emblemas y personajes, y comienzan a proliferar las lámparas con el busto
de Mao Zedong, los póster del Che Guevara y en general los objetos derivados del
tratamiento kitsch, idólatra y fetichista que el pop hace del mito contemporáneo.
En las novelas que nos ocupan este asunto se resolverá de diferente modo.
Por un lado Cortázar, en El libro de Manuel, nos ofrece una visión ambigua de
los aspectos de la revolución, de la que quiere preservar a un espíritu, el suyo,
eminentemente individualista, y al que no pretende renunciar en pos de ninguna
ideología, pero que no le ciega ante el presente ciertamente convulso que le tocó
vivir desde su etapa en París, todo ello a través de Andrés, el protagonista de su
novela. En otras palabras, a Cortázar, de la idealización le salva su individualismo,
el cual le impide “despertar”, metáfora utilizada en el relato, ante la situación po-
lítica de su tiempo.
Echenique lo resuelve como tantas veces a través del humor, y en La vida
exagerada de Martín Romaña caricaturiza a los actores de mayo tanto como a sí mis-
mo, o les atribuye, como en el caso de su adorada Inés, un futuro perfectamente
acomodado y conformista. Pero a través de Romaña, el autor se acerca al tópico
también desde la sensibilidad y la humanidad que le caracteriza, y con los cuales
conecta a los diferentes actores de la realidad que vivió. Después del ’68 el personaje
más triste de Francia es el gochista, dice, de forma amarga el protagonista. La mira-
da de Echenique además no pretende estereotipar, sino que deja abiertas todas las
posibilidades de interpretación que en su momento se dieron, dando a cada una lo
que tuvo de verdad, pero sin olvidar su profundo escepticismo. Sirva como ejemplo
la siguiente cita: “El gochista se bajó del carro de la historia no bien empezó a jo-
derlo el que nada hubiera cambiado al nivel en que él deseó, intuyó, gritó, apedreó,
presintió, cantó, bebió o fumó, Cualquiera de ésas palabras (Echenique, 2007: 339).
“PARÍS NO ERA UNA FIESTA”: MITO Y DES-MITO DE LOS VALORES Y
82 TÓPICOS DEL MAYO PARISINO EN LA NOVELA HISPANOAMERICANA
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2 “La historia nos pisa los talones. Nos sigue como nuestra sombra, como la muerte. La historia,
es decir, una serie de acontecimientos reconocidos como acontecimientos por muchos (Los Beat-
les, el 68, la buerra de Argelia, Vietnam, el 81, la caída del muro de Berlín, la democratización de
los países del Este, la guerra del Golfo, el desmembramiento de la URSS)” (Augé, 2005: 33).
87
9
HACIA EL PLANO TRIDIMENSIONAL: TANGENTES ENTRE PAZ,
HERNÁNDEZ Y CERNUDA
CLAUDIA COSTANZO
de un lado y por Mallarmé del otro1, bastará para tener presentes las impli-
cancias de tal polémica, en especial si consideramos que los propios franceses
la resolvieron dándole al primero la inmortalidad devenida de su condición de
huésped del Panteón y al segundo la gloria de reconocerlo (aunque recién a
partir de los años sesenta del pasado siglo) como proto-gestor de las propues-
tas vanguardistas y. de este modo, como padre de la Literatura Moderna.
En resumen, la contemporánea interdependencia medios-literatura, im-
plica al menos dos grandes asuntos: las posibles responsabilidades políticas del
escritor, por un lado, y las responsabilidades literarias de los medios, por otro. Y
tan trascendentes son ambos asuntos que han promovido la aparición de ciertos
estereotipos de escritor que pueblan el imaginario colectivo, entre los que se en-
cuentran el escritor-héroe, defensor de una causa, a menudo maltratado por un ré-
gimen político abusivo, y el escritor-víctima, el incomprendido por el medio social
y hasta literario en que se desenvuelve. Ambos tipos constituyen figuras mediáticas
muy atractivas, lo que es una suerte de trágica contracara de la corrosiva soledad
sufrida por los seres humanos en cuestión. Del primer tipo, fue ejemplo Miguel
Hernández; del segundo, Luis Cernuda. Paz escribió en distintas revistas literarias
un artículo en ocasión de la muerte de cada uno de estos dos escritores españoles
coetáneos (también coetáneos suyos): “Recoged esa voz” y “La palabra edificante
(Luis Cernuda)”, respectivamente.
En principio, ambos artículos deberían parecerse en tanto fueron escritos
por la misma persona, en espacios mediáticos similares -en Letras de México,“Re-
coged esa voz”(1942) y en Papeles de Son Armadans 2 (1964),“La palabra edifican-
te”- referidos a la misma sociedad española franquista y con el mismo carácter de
obituario que puja por violentar su condición de tal. Sin embargo, ambos escritos
son muy distintos, constituyéndose en piezas de dos diferentes tipos de escritura
(Barthes, 1972). Sería un poco banal explicar sus diferencias en virtud del mero
1 Entre otras muchas, téngase presentes las siguientes declaraciones de Mallarmé a Jean Huret:
¨Pour en revenir au naturalisme, il me paraît qu’il faut entendre par là la littérature d’Émile Zola,
et que le mot mourra en effet, quand Zola aura achevé son œuvre. J’ai une grande admiration
pour Zola. Il a fait moins, à vrai dire, de véritable littérature que de l’art évocatoire, en se ser-
vant, le moins qu’il est possible, des éléments littéraires ; il a pris les mots, c’est vrai, mais c’est
tout ; le reste provient de sa merveilleuse organisation et se répercute tout de suite dans l’esprit
de la foule. Il a vraiment des qualités puissantes ; son sens inouï de la vie, ses mouvements de
foule, la peau de Nana, dont nous avons tous caressé le grain, tout cela peint en de prodigieux
lavis, c’est l’œuvre d’une organisation vraiment admirable ! Mais la littérature a quelque chose
de plus intellectuel que cela : les choses existent, nous n’avons pas à les créer ; nous n’avons
qu’à en saisir les rapports ; et ce sont les fils de ces rapports qui forment les vers et les.¨ (1891).
2 Revista literaria mallorquina funda por Camilo José Cela.
HACIA EL PLANO TRIDIMENSIONAL:
90 TANGENTES ENTRE PAZ, HERNÁNDEZ Y CERNUDA
pasaje del tiempo -22 años separan un texto del otro- e incluso errado, en tanto
no se trata de variaciones que involucran el conjunto de la escritura de Paz. Me
inclino a creer que las diferencias de escritura vienen dadas por la distinta posición
mediática de los dos escritores, tema de los respectivos artículos: Hernández era –y
es– poeta capaz de convocar multitudes; Cernuda un poeta solitario, casi solipsista.
El tono dominante de cada uno de los artículos acompaña ese estado de
opinión, siendo relativamente sencillo, vivencial y hasta anecdótico el referido a
Hernández, y exegético, minucioso y académico el dedicado a Cernuda. Desde el
título esto se evidencia ya a través de la persona de la enunciación. “Recoged esa
voz”es un texto eminentemente conativo (Jakobson, 1963), dirigido primero a una
segunda persona plural (el público, a quien se encomienda abstenerse de su ha-
bitual pasividad trocando el rol de receptor por el de actor) y luego a una segunda
persona singular que es el propio Hernández: “No quiero recordarte, Miguel, gran
amigo de unos pocos días milagrosos.”“Déjame que te olvide, para que en este
olvido siga creciendo tu voz.” En cambio, “La palabra edificante” es un escrito cla-
ramente referencial (ibid) articulado en una tercera persona cuya austeridad llega
al extremo que nos permitimos en español cuando deseamos centrar la atención
en el objeto que, es suprimir hasta el verbo; al faltar el verbo las dos secciones que
constituyen el título (la prótasis -“La palabra edificante”- y lo que en realidad es la
apódosis - “Luis Cernuda”- colocada debajo y entre paréntesis) quedan dispuestas
como una ecuación que, por lo demás fue muy exitosa ya que muchos analistas de
Cernuda han usado desde entonces esta feliz equivalencia de Paz para caracterizar
al poeta andaluz. Es cierto que no faltan en este texto las incursiones de la primera
persona plural y singular, así como la segunda persona velada que encierra la inte-
rrogación; el artículo no deja de ser mediático y de tener, en tanto tal, una intención
performativa (Austin, 1979; 1986).
Pero tal intención, es decir el cambio que trata de operar en la realidad a
través de la palabra, es diferente de la que alienta la semblanza escrita sobre Her-
nández. Para Hernández, Paz escribió una página eminentemente poética (Jak-
obson, 1963), poblada de deliciosos tropos (comparaciones, metáforas, hipálages)
que trasladan la atención del objeto referido a la textura misma del escrito que lo
refiere. Así Paz hace de Hernández un personaje literario: “parecía un soldado o un
campesino”“era ágil, con la agilidad reposada de la carne y los músculos”“árbol de
carne y voz”. Lo recorta pues, del mundo prosaico en que una multitud informe
repite sus versos para darle otro tipo de identidad, la identidad literaria, la de un
habitante más de ese universo de maravillas en el que la mente puede imaginarse
curando una herida a Don Quijote o dando un sensato consejo a Hamlet. A Cer-
CLAUDIA COSTANZO 91
nuda, en cambio, Paz le dedica un extenso análisis que lo coloca en otro plano,
uno eminentemente metalingüístico, que es el de los estudios literarios. Diseña
también para el sevillano una nueva identidad, pero en este caso se trata de una
identidad académica. No lo presenta como alguien que ha escrito versos (tal como
lo había hecho con Hernández) sino como un artista en el más pleno sentido del
término, es decir aquel que no solo es creador de obras, sino de caminos y alter-
nativas literarias, de modos de hacer Literatura. Esto implica situarlo en el entra-
mado histórico del proceso literario, tanto del conjunto de la Literatura española e
hispanófona, como en el más amplio de la Literatura Occidental. Con relación a la
primera, Paz subraya la capacidad de Cernuda de reconocer y trabajar la“densidad”
de la palabra, sabiendo potenciar la potencialidad comunicativa de cada vocablo y,
sobre todo, evitar el ensombrecimiento comunicativo que conlleva la verborragia
lírica: “En una tradición que ha usado y abusado de las palabras, pero que a veces
ha reflexionado sobre ellas, Cernuda representa la conciencia del lenguaje”. Res-
pecto a la segunda, al colocar al autor de Vivir sin estar viviendo en la compañía de
los grandes rupturistas de las pasadas centurias (Eliot, Huidobro, Breton, Laforgue,
Mallarmé) lo dispensa de cumplir con los deberes humanos –cuya omisión, según
el propio Paz anota, mereció reclamos de algunos columnistas españoles, autores
asimismo de notas post-mortem sobre Cernuda. Lo recorta, pues, del mundo por
el que transitamos los comunes mortales, para asignarle un lugar entre los genios.
Cernuda se vuelve también habitante de los libros, pero no personaje, sino perso-
nalidad, no una entidad literaria sino miembro meritorio de los estudios de historia
y de teoría de la Literatura.
Sin embargo, los antedichos cambios cualitativos propuestos por Paz para
ambos poetas son, en buena medida, un ahondamiento en lo sustancial de los
posicionamientos mediáticos de los dos. No obstante, en cada artículo de un modo
diferente, Paz hace un inesperado giro en la línea argumentativa al acercarse a los
respectivos finales. Los dos textos se disponen como una suerte de soneto inver-
tido: a una larga yuxtaposición y concatenación de imágenes y argumentos sigue
la explicitación de la idea central, solo sintetizada en el cierre; pero en el soneto el
cierre está en relación directa y lineal con el desarrollo previo en tanto en estos dos
textos de Paz el cierre plantea exactamente lo contrario de lo expuesto previamen-
te, aunque, oximorónicamente, es también su colorolario. Veamos un poco más
detenidamente cómo opera lo antedicho. En “Recoged esa voz” la mayor parte del
texto consiste en la evocación de Hernández, lo que corresponde a lo anunciado
en sus líneas iniciales. No obstante, en las líneas finales Paz declara el afán opues-
to, el de olvidarlo, potenciado por la epanáfora “déjame que te olvide”, ya citada.
HACIA EL PLANO TRIDIMENSIONAL:
92 TANGENTES ENTRE PAZ, HERNÁNDEZ Y CERNUDA
Es, pues, una escritura que se vuelve sobre sí misma para autoborrarse, como la
de Sade; pero cuyo efecto es el opuesto porque en vez de anular los mundos que
diseña, en vez de estar marcada por el afán destructor de Sade, está alentada por
un impulso vital que, al diluir la escritura en tanto tal, refuerza la intensidad de las
entidades por ella vehiculizadas. Solo una cosa resiste a las oscilaciones de baja y
pleamar, a las marchas y contramarchas de recuerdos y olvidos: Hernández per-
sonaje, un ser vibrante, alguien que es para los otros “como una ráfaga de sol, de
pan”. En “La palabra edificante” la argumentación se centra en dos rasgos de
Cernuda que se presentan como complementarios: su condición de solitario y su
práctica tendiente a la destrucción del stablishment. Pero cuando ya casi estamos
convencidos de pensar a Cernuda como un eremita, nuevamente sobre el final, Paz
retrovierte también aquí su rumbo diciéndonos:“La verdad de todos no está reñida
con la conciencia del solitario ni es menos subversiva que la verdad individual. Esta
verdad, que no puede confundirse con las opiniones mayoritarias o minoritarias,
está oculta y toca al poeta revelarla, liberarla”. Con lo que, finalmente, la imagen
que nos ofrece de Cernuda se desembaraza de toda asociación con un poeta “raro”
o extravagante, para convertirse en un poeta de todos. En el mismo tenor se dispo-
ne la conclusión del estudio, señalando que la destrucción de la palabra practicada
por Cernuda fue, en realidad, constructiva: “Edificó con tiempo vivo y su palabra
fue piedra de escándalo. Nos ha dejado, en todos los sentidos, una obra edificante.”
Es decir, al tiempo que destruye, la obra de Cernuda se erige como una“arquitectu-
ra” (es la palabra de Paz) literaria y que, a la vez, tiene un hondo contenido moral.
Aquí la anáfora forma una especie de anadiplosis invertida en la que el texto se
abre y se cierra con el mismo vocablo; un vocablo cuyo pleno significado se obtiene
al cargarlo no solo con sus semas (HJELMSLEV, L. 1980) propios sino también con
los de su antónimo.
Lo expuesto nos lleva a dos conclusiones de distinto grado de generalidad.
En el grado que podríamos considerar micro, anotamos que Paz parte de las imáge-
nes dominantes de Cernuda y Hernández, las hegemónicas, que eran, coincidente-
mente, las mediáticas, retomándolas y desarrollándolas para acabar invirtiéndolas.
Hernández, cuya identidad personal se deslíe en la percepción hegemónica tras sus
coplas y su ícono de héroe-víctima, es transformado en personaje, siendo la vitali-
dad de su personalidad lo que predomina. Cernuda, el extravagante, el destructor,
el marginado, se convierte en un iluminado que nos ilumina, en el poeta que habla
a todos y que todos han de comprender para comprenderse a sí mismos.
En un nivel más macro, veamos qué nos aportan estos dos artículos sobre el
problema marco, es decir la relación prensa-literatura. Por una lado tienen, como
CLAUDIA COSTANZO 93
BIBLIOGRAFÍA
10
DE LA INTELIGENCIA AL EMPODERAMIENTO COLECTIVO.
CIBERACTIVISMO POLÍTICO Y 15-M
CARMEN COSTA SÁNCHEZ Y TERESA PIÑEIRO-OTERO
todos los medios disponibles, “de ahí la importancia simbólica y real de las ciber-
turbas, manifestaciones espontáneas convocadas mediante el ‘pásalo’, blog a blog,
boca a boca y SMS a SMS” (De Ugarte, 2007: 95).
En la red, siguiendo a Varela (2007, 40), el mito de la apatía política da paso
a los superusurarios: consumidores intensivos de información, que participan en la
red y fuera de ella. Papel que asumen los nuevos líderes de comunidades virtuales
y que está sustentado en el hecho de que –tal como subraya Moares (en Buffa-
rah Junior, 2004, 6), en Internet no hay espacio para receptores pasivos. Cuando
se alcanza un determinado umbral de personas que, además de querer cambiar
las cosas, cree que puede conseguirlo; la participación se sitúa en los términos de
profecía autocumplida.“Por eso los nuevos discursos parten del empowering people,
de relatos de individuos o pequeños grupos con causa que transforman la realidad
con voluntad, imaginacion e ingenio. Es decir, los nuevos discursos definen el acti-
vismo como una forma de ‘hacking Social’”. (De Ugarte, 2007)
El activista web 2.0 es un ciudadano interesado en una participación polí-
tica activa para la que se vale de las diversas herramientas que las TICs disponen
para conseguirla (Caldevilla, 2009).
Siguiendo esta línea Ugarte define ciberactivismo como aquella estrategia
que persigue el cambio de la agenda pública, la inclusión de un nuevo tema en el
orden del día de la gran discusión social, mediante la difusión de un determinado
mensaje y su propagación a través del ‘boca a boca’ multiplicado por los medios
de comunicación y publicación electrónica personal. (De Ugarte, 2007: 126). Para
Schuschny, (2009) un ciberactivista experimentado es capaz de utilizar las poten-
cialidades de Internet para difundir un discurso y, con él, dota a las personas de las
herramientas y mecanismos necesarios para recuperar el poder monopolizado por
las instituciones formales. En este sentido Rheingold (2005) se refiere a las smart
mobs o multitudes inteligentes autorganizadas con capacidad de establecer nuevas
formas de acción colectiva de carácter descentralizado. Unas multitudes inteligen-
tes que, siguiendo a este autor, serán los protagonistas de la adhocracia del futuro.
De la calle al ciberespacio, del ciberespacio a la calle. El movimiento
15-M.- El hecho de que Internet y las TICs hayan permitido la creación de una nue-
va arena de juego social y político no implica que ésta constituya una asíntota de
la realidad, sino que ambas arenas –la ‘real’ y la ‘virtual’- suponen dos espacios a la
vez interinfluyentes e interinfluidos. En el ámbito concreto de la política española
el precedente al movimiento 15-M lo podemos encontrar en el 13-M, en vísperas
de las elecciones generales de 2008. Movimiento que se puede considerar el primer
referente de ciberturba en nuestro país.
DE LA INTELIGENCIA AL EMPODERAMIENTO COLECTIVO.
100 CIBERACTIVISMO POLÍTICO Y 15-M
Aquella noche, que ya ha sido bautizada como ‘la noche de los mensajes
cortos’, cientos de personas, sin un mismo convocante que las uniera, coincidieron
protestando frente a la sede del Partido Popular (…). El mensaje que desencadenó
la concentración se expandió primero por teléfono móvil y finalmente invadió los
foros de internet para movilizar a la población y ‘echarla a la calle’ en contra del te-
rrorismo y la falta de información: ‘¿Aznar de rositas? ¿Lo llaman jornada de reflexión
y Urdaci trabajando? Hoy 13-M, a las 18 h. Sede PP, C/ Génova 13. Sin partidos. Silencio
por la verdad. ¡Pásalo!’.
El 13-M fue la primera manifestación de un nuevo orden mediático que,
por su organización, asegura una nueva forma de acceso en nuestro país. Con la
ruptura de emisores y receptores se creó una nueva estructura de información;
un verdadero swarming al margen de los medios tradicionales que se ha vuelto
a revivir con motivo del reciente 15-M. Siguiendo a Dans (2011) el germen de
este movimiento fue la aprobación de la Ley Sinde. Aprobación que suscitó una
rebelión en la red, el #nolesvotes que, poco antes de las elecciones contaba con al-
rededor de 700.000 usuarios únicos y 641.000 resultados en Google (Castells, 2011).
El #nolesvotes pronto llegaría a converger con otros movimientos sociales como
JuventudSinFuturo o DemocraciaRealYa, que lograron autoorganizarse traspasan-
do su movilización del ciberespacio a la calle.
El domingo 15 de mayo, una semana antes de la llamada a las urnas, miles
de personas se manifestaron por la situación social y política en las principales ciu-
dades españolas. Lejos de terminar ahí supuso el inicio de una movilización social
sin precedentes, que no cedió ante las diversas presiones recibidas (órdenes de
desalojo gubernamentales, enfrentamientos con las fuerzas del orden, prohibición
de la Junta Electoral etc.). La ciberturba se hacía con las calles mientras alimenta-
ba el colectivo en Internet y, en particular, en las redes sociales. Un ejemplo de la
importancia que adquirió la red y los dispositivos portátiles (smartphones, tablets,
etc.) en la movilización fueron los mapas de acampadas como http://www.ikimap.
com/map/2CYF. Además de situar los asentamientos puestos en marcha a lo largo
y ancho de nuestra geografía ofrecía datos de interés como el hashtag de la acam-
pada, los principales twitteros en la acampada concreta o el punto de acceso de
Internet gratuito más cercano.
Uno de los elementos característicos del movimiento 15-M ha sido la au-
sencia de un dirigente o de un colectivo al frente de la movilización social. Como
ciberturba se trataba de un movimiento autoorganizado no jerárquico y, como tal,
carente de líderes. Una ausencia que se condensa en una frase recogida por Tai-
bo (2011: 22): “No conozco a nadie”. Autores como Castells o Taibo señalan que,
CARMEN COSTA SÁNCHEZ Y TERESA PIÑEIRO-OTERO 101
1 http://www.lavanguardia.com/local/madrid/20110520/54157175688/el-movimiento-15-m-
CARMEN COSTA SÁNCHEZ Y TERESA PIÑEIRO-OTERO 103
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consigue-200-000-seguidores-en-facebook-y-500-tuits-a-la-hora.html
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CARMEN COSTA SÁNCHEZ Y TERESA PIÑEIRO-OTERO 105
11
LA PROMOCIÓN DEL MULTICULTURALISMO A TRAVÉS DEL CUENTO
INFANTIL
PILAR COUTO-CANTERO
Este trabajo ha sido concebido básicamente para dar a conocer al lector/a la vida y
obra literaria de una escritora afincada en las antípodas: Patricia Grace (1937 -). En
segundo lugar, es también mi intención promover y desarrollar habilidades lecto-
ras en el ámbito de la Literatura Infantil tanto en la lengua materna como en otras
lenguas. Para ello es necesario que el profesor o profesora de lenguas, actuando de
mediador1, en las etapas de Educación Infantil y Primaria, se involucre por comple-
to dando a conocer textos de ficción sencillos, atractivos y motivadores y, por su-
puesto, adaptados a las edades de enseñanza-aprendizaje anteriormente citadas.
Huelga decir que esta parcela de la educación literaria para niños no está
únicamente restringida al profesorado en el ámbito de la escuela, sino que los pa-
dres o tutores tienen también el deber, sino la obligación, de fomentar y actuar de
mediadores en este tipo de actividades en el ámbito familiar2. Por último, aunque
el receptor de este texto probablemente ya lo sabe, considero oportuno apuntar
que existiendo tantas posibles lecturas como lectores hay, tras un texto de ficción
para niños, con frecuencia subyace un segundo nivel de lectura más profundo
para adultos, en el que se puede descubrir otro significado resultante del mensaje
emitido3.
Uno de los elementos más interesantes y novedosos de la obra literaria de
Patricia Grace estriba en que sus escritos están repletos de compromiso social y
muchos de ellos tienen que ver con aspectos socio-culturales entre los cuales des-
tacan, principalmente, las relaciones interpersonales entre aborígenes y europeos,
siempre desde el punto de vista de una escritora maorí, hecho que no se había
producido hasta la fecha. Grace escribe sus textos de una forma diferente y muy
personal porque su principal interés, tal y como ella misma afirma, está puesto en
los propios personajes como entes de ficción con voz propia: “The stories happen
because of the characters, the language belongs to the characters, the settings, the
environment, the moods... everything. The characters are central to all that. People
are very important to me, but also communities”. (Fresno, 2000:115).
Revisión de la obra literaria de Patricia Grace.- Patricia Grace nació en
Wellington en el año 1937, estudió en la Universidad de Victoria obteniendo el
título que la habilitaría para ser profesora de lengua inglesa como segunda lengua.
Comenzó a escribir a los veinticinco años mientras trabajaba enseñando inglés
como lengua extranjera en North Auckland además de compaginar su trabajo con
la dura tarea de educar a siete hijos. Años más tarde se trasladó a Plimmerton, cerca
de Wellington donde todavía vive. Patricia Grace es una escritora neozelandesa con
una voz propia y diferente. Fue la primera que se atrevió a escribir una colección
de relatos cortos desde la perspectiva de una mujer maorí. A través de sus escritos
siempre ha tratado de demostrar el derecho de los maoríes a hablar con una voz
narrativa diferente. Para ello, en numerosas ocasiones ha utilizado como fuente de
inspiración la tradición y la cultura orales de su pueblo, mostrando que la diversi-
dad de aquellas gentes es tan ilimitada como lo es la el resto del mundo. Por éstas y
otras muchas razones, Patricia Grace ha sido galardonada en numerosas ocasiones
con los más prestigiosos premios nacionales e internacionales y sus novelas, histo-
rias y cuentos infantiles han sido traducidos en varias lenguas.
Tal y como ella misma afirmaba en la entrevista que P. Fresno Calleja le hizo
en el año 2000 en la Biblioteca Nacional de Nueva Zelanda:
ferente y sepa quiénes son los maoríes en realidad. Se puede leer como una línea
progresiva que comienza con “Hera” la inocente escolar que apenas balbucea en
el primer relato: “A way of talking” hasta llegar al canto Maorí que cierra el último
relato en: “Parade”. Tanto el comienzo como el final de la colección establecen un
patrón: “The first stories that I wrote for Waiariki were mostly set in rural areas.
They were about old and young people going about their daily lives”. (Fresno:
2000, 113).
Mutuwhenua: the moon sleeps fue su primera novela publicada en 1978. Trata
sobre las relaciones europeo-maoríes a través de la experiencia de una joven mujer
maorí que se casa con un Pakeha (Europeo). Esta es la primera vez que se tratan
este tipo de relaciones desde la perspectiva de una maorí y escritas igualmente por
una maorí. Esta novela está centrada en el esfuerzo de Ripeka/Linda por encontrar
su propia identidad así como el amor. De este modo, la protagonista se va compro-
metiendo a sí misma con su procedencia, familia y nombre maoríes.
Los relatos en The Dream Sleepers and Other Stories (1980), su segunda
colección de relatos cortos, tratan la diversidad de voces maoríes existentes y mu-
chos aspectos de la vida maorí, incluyendo personajes variados que van desde ni-
ños pequeños hasta distintos tipos de madres como las que Grace representa en: ‘It
Used to be Green Once’ o la que podemos apreciar en el relato: ‘Between Earth and
Sky’, donde hallamos un monólogo que se ha convertido en un verdadero icono de
referencia para el resto de textos neozelandeses.
En 1985, Grace obtuvo una beca para escribir en la Universidad de Victoria,
dejó la enseñanza y terminó la que sería su segunda y más exitosa novela: Potiki
(1986), que ganó el “Premio Literario de Nueva Zelanda” y quedó de tercera en el
“Premio Wattie al mejor libro del año”. Potiki constituye una especie de síntesis de
las técnicas desarrolladas en sus primeros escritos, ha sido traducida a varias len-
guas y en 1994 ganó otro premio literario en Frankfurt, Alemania. Con esta novela,
Grace demuestra el tipo de escritora subversiva que puede llegar a ser incluyendo
en sus textos una gran cantidad de palabras escritas en maorí sin la presencia de
un glosario. Un lector europeo que no sepa maorí se perderá en algunos momentos
cruciales de la novela incluso dentro del formato cultural de la ficción inglesa.
Su tercera colección, Electric City and Other Stories (1987), está centrada
en las experiencias personales de una niña llamada Mereana. Los cuentos más
interesantes de esta colección son los de adultos como “Hospital”, pero también
hay cuentos para niños como“The Lamp”o“Going for the bread”. Muchos de ellos
están basados en experiencias personales o experiencias de “segunda mano” como
afirma la propia Grace.
110 LA PROMOCIÓN DEL MULTICULTURALISMO A TRAVÉS DEL CUENTO INFANTIL
La niña Mereana (Grace) quería ir a buscar el pan por el camino más largo
para evitar pasar por delante de unas niñas que estaban jugando en el jardín de su
casa. La insultan llamándola “sucia” y la amenazan para que no siga pasando por
delante de su casa, incluso le dicen que están dispuestas a hacerle un corte con un
trozo de cristal. “You’re not allowed past here... We’ll take your bag and through it
in the bushes if you go past here... Leave it (the bag) there. If you get it we’ll cut
you with glass” (Grace, 1991:167). Con Selected Stories (1991) se recogen en una
compilación los primeros escritos de la escritora neozelandesa. Un año más tar-
de, en 1992, sale a la luz su tercera novela: Cousins en la que se pueden observar
además de personajes de mujeres maoríes con una fuerte personalidad, algunos
cambios en la cultura insular. Al no estar suficientemente contenta con el número
de personajes-voces creados en esta novela, Grace decide inventar una voz y un
punto de vista totalmente diferentes. Crea un nuevo tipo de narración a la vez que
un nuevo personaje: el hermano gemelo no nacido de Missy.
I decided that there was not enough variety, that I wanted to find a
way to use different voices, different points of view. So it occurred to
me to write Missy’s story from the point of view of the twin that had
not been born... the twin had an overall view of everything... Tawe-
ra having a voice before he was born. I like that, I enjoyed writing
about the relationship between him and his sister. (Fresno Calleja,
2000:117).
Los textos de ficción de Grace pueden tener, a menudo, una doble interpre-
tación. Cuando escribe sobre temas relacionados con la pérdida, el aislamiento o el
maltrato social siempre suele encontrarse, al final de los mismos, una parte positiva
que mira hacia un futuro esperanzador. Aunque su cuarta recopilación de historias:
The Sky People (1994) tiene más que ver con la primera que con la segunda de
las interpretaciones. Baby No-eyes (1998) es una novela que mezcla sucesos que
transcurren en la actualidad con historias de familia. De nuevo, un incidente que
tuvo lugar en la vida real fue el desencadenante de otra de sus historias, que como
PILAR COUTO-CANTERO 111
I didn’t really know how I was going to start it. I started it off with
a woman walking, and the point of view of the baby that she was
carrying inside her. I thought that was going to be Baby, not Tawera.
But I needed Tawera. I needed the real life, physical baby presence.
So that voice became the brother to Baby. That was a very important
relationship for the telling of the story. (Fresno Calleja, 2000:117).
Dogside Story (2001). El poder de la tierra, la fuerza del clan familiar, el
humor y el amor de la comunidad son factores muy importantes para preservar la
vida. Pero hay un conflicto en el clan que deberá ser solucionado a la vez que se
acerca el nuevo milenio y con este los cambios. La siguiente novela que Patricia
Grace escribió es Tu (2004), en este caso se narran historias acerca del complejo
mundo al que se tuvieron que enfrentar los hombres del “Maori Battalion” en Italia
durante la Segunda Guerra Mundial. Tres hombres de la misma familia estaban
en el Batallón Maorí, pero sólo uno regresó de vuelta a casa. Cuando sus sobrinos
le preguntan qué pasó durante aquella Guerra, Tu, el protagonista, se reencuentra
cara a cara con el pasado. Todo lo acontecido a sus dos hermanos y a él se halla re-
flejado en su diario de guerra celosamente guardado que Tu, al final decidirá regalar
a sus sobrinos. Grace se inspira, de nuevo, en experiencias vividas por miembros
de su familia relacionadas con el mundo de la guerra y los soldados. Esta novela
ganaría la medalla: “Deutz Medal for Fiction” y también el premio: “Montana New
Zealand Book Awards” en la categoría de ficción en el año 2005.
Patricia Grace y la Literatura Infantil.- A principios de los ochenta Grace
comenzó a escribir para niños intentando elaborar historias en las que los niños
maoríes pudiesen verse reflejados. La primera de ellas fue ‘The Kuia and the Spi-
der’ publicada en 1981 y premiada en ese mismo año con el “Children’s Picture
Book of the Year Award”. Este cuento fue ilustrado por Robyn Kahukiwa y trata de
una competición amistosa entre dos tejedoras muy especiales: una anciana mujer
maorí y una araña que vive en su casa. De este texto de ficción trataremos en pro-
fundidad más adelante.
El segundo de los libros de cuentos que escribió para niños se titula Water-
cress Tuna and the Children of Champion Street / Te Tuna Watakirihi me Nga Tamariki o
te Tiriti o Toa, en el año 1984 también ilustrado por Kahukiwa, que pone de relieve
el tema del multiculturalismo y fue publicado también en samoano. Un atún con
poderes mágicos sale de su medio natural en los cañones de Porirua (Cannons
112 LA PROMOCIÓN DEL MULTICULTURALISMO A TRAVÉS DEL CUENTO INFANTIL
Creek) y vuela entrando y saliendo de las casas de los niños de la calle Champion
(Champion Street) ofreciéndoles regalos que provienen de la cultura maorí y de
las islas del Pacífico. Una tercera colección de cuentos fue publicada en 1993 con
título: The Trolley. Tania, la protagonista, no tiene dinero para comprarles regalos
de Navidad a sus hijos y decide hacerles un carrito usando trozos de madera y un
antiguo carrito de bebés.
Además de novelas, relatos infantiles e incluso algunos guiones de cine,
también ha publicado libros de imágenes para niños maoríes, por ejemplo: Maraea
and the Albatross del año 2008, un libro para niños ilustrado por Brian Gunson.
En el año 2006, Grace fue premiada por sus obras de ficción en la de edición
de los premios: “Prime Minister’s Awards for Literary Achievement” que confieren
su mayor reconocimiento a aquellos escritores cuya obra supone una contribución
significativa a la Literatura neozelandesa. Un año después, recibiría la Orden del
Mérito de la Distinguida Compañía de Nueva Zelanda por sus servicios prestados a
la literatura de ese país. En 2008, fue nombrada como candidata al Premio Interna-
cional de Literatura Neustadt, que constituye uno de los premios más importantes
después del Premio Nobel de la Literatura, para el que también ha sido nombrada
como posible candidata y que, particularmente, no me sorprendería que en un
futuro no muy lejano llevase su nombre.
Ilustración 1: The Kuia and the Spider (ilustrado por Robyn Kahukiwa)
PILAR COUTO-CANTERO 113
Once there was a kuia who made mats and baskets. In the corner of her kit-
chen lived a spider who made webs. One day the spider called out to the kuia, “Hey
old woman, my weaving is better than yours”. The kuia called back to the spider,
“Spider, your weaving is koretake, it´s only good for catching flies”. “Yours is only
good for sitting on,” called the spider. And they argued and argued. At last the spider
said to the kuia, “I´ll tell you what, we´ll have a weaving competition”. “Yes,” said the
kuia. “And when our grandchildren come on Saturday they´ll tell us whose weaving
is best”. So the spider and the kuia stopped arguing and got to work. The kuia made
mats to sit on and mats to sleep on. She made kits for kumara, kits for seafood, kits for
shopping, and kits for giving away to her family and friends. The spider made webs
for catching flies in, and webs for wrapping food in. He made webs for climbing up,
and webs for swinging on. He made an enormous web over the window that looked
beautiful when the sun shone on it. The kuia and the spider worked every day and
every night until it was Saturday. On Saturday morning the kuia´s grandchildren
came, and the spider´s grandchildren came. “Whose weaving is best?” asked the kuia.
But the kuia´s grandchildren did not answer. They sat on the mats and sang songs.
They lay on the mats and talked. They took kits to the garden and got kumara. They
took kits to the beach and got pipis. They took kits to the shop and got coffee. They
found kits with their names on them and held on to them tightly. “Whose weaving is
best?” asked the spider. But the spider´s grandchildren did not answer. They caught
flies in the webs and had a party. They wrapped flies’ heads in the webs and hid them
away. They went climbing all over the kitchen on the climbing webs. They went swin-
ging from wall to wall on the swinging webs. They sat and stared at the enormous web
over the window that shone in the sun. Then the kuia´s grandchildren went to sleep
on the sleeping mats. And the spider´s grandchildren went to sleep in the enormous
web over the window. “You see, my weaving is better than yours,” said the kuia. “If my
grandchildren went to sleep in your weaving they would fall and hurt themselves”.
“No, no, my weaving is better than yours,” said the spider. “If my grandchildren slept
on your weaving someone would tread on them and squash them.” And they argued
and argued until the kuia said to the spider, “Spider, I´m sick of you, I think I´ll go and
live out in the wash-house”. But she didn´t, she went to sleep by her grandchildren.
And the spider said to the kuia, “Old woman, you make me mad, I think I´ll go and
live in someone else´s kitchen”. But he didn´t, he went to sleep by his grandchildren.
The next morning the all woke up, and the spider called out to the kuia, “Hey, you,
old woman, my grandchildren are better than yours”. “Hoha,” yelled the kuia. “Your
grandchildren are HOHA. My grandchildren are much better than yours”. And they
argued and argued for the rest of their lives.
114 LA PROMOCIÓN DEL MULTICULTURALISMO A TRAVÉS DEL CUENTO INFANTIL
The Kuia and the Spider fue el primer cuento escrito para niños por Grace
en el año 1981. Como ya he citado anteriormente, a la escritora le gusta contar
historias desde el punto de vista de la propia voz de los niños, pero también está
interesada en escribir tomando prestada la voz de los adultos. El personaje prin-
cipal de este cuento es una anciana/kuia que accede al desafío de competir contra
una araña que vive en su casa para saber quién de las dos teje más y mejor. Am-
bas mantienen una estrecha relación de amor-odio tratando de demostrar quién
es la mejor en todo. A simple vista, el argumento parece interesante tal y como
se plantea, pues una competición siempre atrae a un público infantil, y si ade-
más le añadimos elementos “mágicos”, que parecen propiamente extraídos de las
tendencias del realismo-maravilloso, como por ejemplo: una araña que habla con
un ser humano; una disputa y unas ilustraciones bien cuidadas, entonces es muy
probable que tengamos el éxito asegurado. Pero si realizamos una segunda lectura
para adultos cuidadosa y detenida podemos comprobar que, a través de esta ficción
para niños, la escritora logra transmitir muchos detalles relacionados con la cultura
maorí: sus tradiciones, sus costumbres, su comportamiento, etc.
En pocos párrafos y con unas buenas ilustraciones, el lector que nada sabe
de esta cultura, enseguida reconoce el modo en que viven las familias aborígenes,
cómo utilizan las esteras y los cestos para todo, qué comen (pipis y kumara), cómo
se reúnen los clanes o comunidades para hablar, cantar y bailar, cómo duermen...
Incluso se puede hacer una lectura crítico-reflexiva en la que la araña negra (pake-
ha) y la anciana (maorí) representan dos culturas diferentes que hartas de competir
para demostrar cuál es la mejor, finalmente deciden convivir en paz y armonía, eso
sí, manteniendo su espacio bien diferenciado cada una de ellas.
Las ilustraciones4 de Robyn Kahukiwa son enormemente significantes
como ya adelantaba anteriormente. Constituyen la ayuda visual perfecta para de-
mostrar lo que la escritora pretende transmitir en este cuento. Gracias a ellas po-
demos ver ejemplos claros de los modos de vida de los maoríes. No tenemos que
imaginar cosas lejanas porque lo que nos cuenta la autora son cosas cotidianas
que suceden todos los días en la cultura maorí y que el ilustrador ha sabido reflejar
perfectamente.
La comunidad neozelandesa constituye una sociedad multicultural y tal y
como afirma la propia Grace, ella misma es muy consciente de su doble herencia:
4 Toda ilustración que se precie deberá proponer de forma visual una síntesis expresiva del
texto ficcional al que acompaña. El ilustrador/a deberá captar la idea central de la historia y ser
capaz de plasmarla en la ilustración.
PILAR COUTO-CANTERO 115
“You just get used to the way you grow up. I’ve always found it very
easy to understand what Maori are talking about and what Pakeha
are talking about and that has been important for me. So in some
ways I have been able to see myself as a communicator between
two groups of people. All Maori people are of mixed ethnicity”.
(Fresno, 2000:114-115).
La competición entre las tejedoras refleja, por tanto, la lucha constante en-
tre las dos culturas citadas. Es una cuestión de aprender a sobrevivir entre dos
etnias totalmente diferentes aunque sigan “discutiendo y discutiendo por el resto
de sus vidas”.
Ilustración 2: The Kuia and the Spider (ilustrado por Robyn Kahukiwa)
5 Nótese que en el texto original se describe a la araña con el rasgo masculino: “But he didn´t,
116 LA PROMOCIÓN DEL MULTICULTURALISMO A TRAVÉS DEL CUENTO INFANTIL
SU OBRA
Hoha = tontería.
Koretake = inútil.
Kuia = anciana.
118 LA PROMOCIÓN DEL MULTICULTURALISMO A TRAVÉS DEL CUENTO INFANTIL
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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http://christchurchcitylibraries.com/Kids/ChildrensAuthors/PatriciaGrace.asp
Consultada el 13 del 11 de 2010.
121
12
WALT DISNEY EN EL FRENTE: PROPAGANDA BÉLICA Y ANIMACIÓN
RAQUEL CRISÓSTOMO GÁLVEZ
dibujante Karl Newmann (Vidal González, 2006: 33.). Conscientes del éxito que
generaban las películas Disney, desde este organismo se intentó alcanzar la mis-
ma popularidad copiando el formato de sus historias, pero a través de argumentos
maniqueístas como el de la Armer Hans (1944), animación que cuenta la historia
de un canario ario que es perseguido por águilas judías. Estos cortometrajes nazis
donde los ciudadanos alemanes eran acosados por los judíos, estaban sobre todo
pensados para
ser difundidos en los territorios ocupados del este y así fomentar el
antisemitismo en estas zonas.
Mientrastanto, desde 1931 en Alemania ya se intenta prohibir una de las
imágenes más representativas de la animación estadounidense, la de Mickey
Mouse, por ser un personaje político representante de la decadencia judía, pero
no se consigue debido a su gran popularidad. Cabe decir que al ratón también se
le intentará vetar en Yugoslavia de manera infructuosa por considerarlo una figura
revolucionaria demasiado atractiva. De hecho, se le intenta prohibir en diferentes
contextos históricos relacionados con regímenes autoritarios o dictatoriales en el
poder. Por ejemplo, durante el golpe fascista de Chile en septiembre de 1973 Mic-
key también fue censurado: “To the amazement of his listeners he announced that
Walt Disney is to be banned in Chile. The government propaganda experts have
come to the conclusion that Chilean children should not think, feel, love or suffer
through animals.” (Dorfman, 1975: 28)
1 Esta editorial nazi se reimprimió en el número de octubre de 1931 de The Living Age (Boston),
183. La fuente que cita es “uno de los diarios Nazis de Pomerania” (Shale, R, 1982: 141).
RAQUEL CRISÓSTOMO GÁLVEZ 123
representativas por su fuerte y directo ataque contra el nazismo son Education for
Death y Der Fuehrer’s Face o Donald Duck in Nutzi Land.
El cortometraje Education for Death narra la historia de Hans, un niño naci-
do y criado en la Alemania nazi, educado para convertirse en un despiadado sol-
dado. El narrador explica que los nazis controlan a los niños alemanes desde el
momento en que nacen. Se muestra como una pareja va a registrar el nacimiento
de su hijo Hans, y como sólo después de mostrar los papeles que acreditan su raza
aria, el registro es finalizado exitosamente, acompañado de inmediato por la entre-
ga de un ejemplar del Mein Kamp. El corto prosigue ejemplificando la educación de
los niños alemanes a través de la versión que se les enseña del cuento de la bella
durmiente: en el que en este caso, la malvada bruja es llamada Democracia; la don-
cella que espera dormida es Alemania; y el príncipe azul es Hitler.
La idea que plantea el corto no es casual, ya que esta imagen de Hitler
como caballero medieval proviene de su autoidentificación con Lohengrin, el pro-
tagonista de la exitosa ópera romántica de Wagner (1850). Esta historia narra un
pasaje de la vida de Lohengrin, caballero del Grial e hijo de Parsifal, que viaja al
reino de Brabante para defender la princesa Elsa, acusada de un crimen que no
cometió por la bruja Ortrud y su marido, el usurpador Telramund. Recordemos
por ejemplo como se hacía ya esta identificación en la célebre pintura que muestra
a Hitler como caballero andante encontrada por el ejército norteamericano en su
intervención en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial; y como la músi-
ca de Lohengrin acompañaba el baile con la bola del mundo en El gran dictador
de Charles Chaplin (1940). El cortometraje termina con Hans marchando vestido
como un soldado nazi, a lo que el narrador sentencia: “Ahora, es un buen nazi. Ve
sólo lo que el partido quiere que vea, dice sólo lo que el partido quiere que diga, y
hace sólo lo que el partido quiere que haga”.
En el caso de Der Fuehrer’s Face se trata de un cortometraje de animación
protagonizado por el Pato Donald, de carácter propagandístico antinazi y dirigido
a alentar a la población civil durante la Segunda Guerra Mundial. El corto ganó un
Oscar a mejor corto de animación (short subjects) en 1942. Se trata de una parodia
crítica contra el nazismo y sus preceptos, que originariamente se llamaba Donald
Duck in Nutzi Land, en un juego de palabras humorístico basado en la semejanza
sonora entre nazi y nutzi (que en inglés significa tonto). En el film podemos ver
como una banda musical alemana, compuesta por los líderes del Eje, Hiro hito al
saxofón, Göring al flautín, Goebbels al trombón y Mussolini de bombo, marchan a
través de un pequeño pueblo alemán, donde todo, incluso las nubes y los árboles,
tienen forma o están decorados con la cruz gamada, mientras van cantando las
RAQUEL CRISÓSTOMO GÁLVEZ 125
virtudes de la doctrina nazi. Al pasar por la casa del Pato Donald, unas bayonetas
lo despiertan para ir a trabajar. Debido a la guerra y el racionamiento, su desayuno
se compone de sucedáneo de pan, café colado de un solo grano, y un spray con
perfume de bacon y huevos. A continuación, la banda le pone obliga a leer el Mein
Kampf rápidamente y, a continuación, le escoltan hacia el trabajo en una fábrica.
Al llegar a la fábrica (a punta de bayoneta), Donald comienza su jornada
laboral de veinticuatro horas diarias enroscando tapas de obús en una cinta de
montaje. Mezclado con los proyectiles pasan retratos del Führer, teniendo que ha-
cer, para su disgusto, el saludo nazi cada vez que aparece un retrato, a la vez que no
puede dejar de atornillar las tapas en los proyectiles. Cada nuevo lote de proyectiles
es de un tamaño diferente, que van desde munición diminuta hasta los enormes
proyectiles, tanto o más grandes que Donald. El ritmo de la cadena de montaje se
intensifica (como en la comedia clásica Tiempos Modernos de Chaplin) y Donald
encuentra cada vez más dificultades para completar todas las tareas. Al mismo
tiempo, es bombardeado con mensajes de propaganda que hablan de la superiori-
dad de la raza aria y de la gloria de trabajar para el Führer.
Después de unas “vacaciones pagadas”, que consisten en hacer gimnasia
imitando la forma de la esvástica con su cuerpo durante unos segundos ante un
paisaje alpino, a Donald se le obliga a trabajar horas extraordinarias. El Pato ter-
mina teniendo un colapso nervioso que deriva en alucinaciones de proyectiles de
artillería por todas partes, algunos de los cuales cantan y tienen la misma forma de
la banda de música del principio, con música y todo. Cuando las alucinaciones ter-
minan, el Pato se encuentra en su cama -en Estados Unidos- y se da cuenta de que
toda la experiencia ha sido una pesadilla. Al levantarse, Donald abraza emocio-
nado una miniatura de la Estatua de la Libertad, dando gracias por su ciudadanía
estadounidense. La última escena es una caricatura de Hitler a la que se le lanza
un tomate. La salsa de tomate escribe las palabras ‘The End’. La película en todo
momento envía claramente un mensaje contra el dictador alemán y se hizo muy
popular en Estados Unidos. Sobre todo su canción protagonista, que se convirtió
en otra gran arma por propagandistas además del propio corto, traduciéndose en
numerosos idiomas, y que llegó a ser incluso más poderosa que el propio film: de
hecho, incluso se lanzaron copias detrás de las líneas alemanas para que las usaran
los grupos de resistencia.
Antes del estreno de la película, la popular banda de Spike Jones and His
City Slickers, conocidos por sus parodias de canciones populares de la época, dio
a conocer una versión del tema musical Oliver Wallace Der Fuehrer’s Face. A dife-
rencia de la versión en dibujos animados, la versión de Spike Jones era aún más
126 WALT DISNEY EN EL FRENTE: PROPAGANDA BÉLICA Y ANIMACIÓN
BIBLIOGRAFÍA
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129
13
PRENSA, LITERATURA Y SOCIEDAD: ¿CUÁNTO CUESTA ESCRIBIR?
SONIA DALESSANDRO
Cada vez se irá haciendo más evidente que, en la época de la reproductividad téc-
nica, el aura del arte y del artista se precipita a la caída, y el poeta debe renunciar
a su torre de marfil. En 1852, Baudelaire ve a Poe como una víctima de “las so-
ciedades democráticas (en las que) la opinión pública es un dictador sin piedad”
(en Calinescu, 1991:64), o más aún: una “chusma de compradores y vendedores, la
criatura sin nombre, ese infinito monstruo…” (en Calinescu, 1991:65).
En el Río de la Plata, el mismo hecho se viene constatando más o
menos desde las mismas épocas. Desde mediados del siglo XIX, una enorme
masa de lectores crecía rápidamente. La extensión de la escuela pública, la
profusión de publicaciones periódicas, la modernidad incipiente que exigía
lecturas rápidas y más “fáciles”, llevó a un desarrollo amplísimo de diarios
y folletines, no siempre al gusto del público más “culto”. Y es que “cuando el
folletín y la prensa periódica introducen un segundo espacio –popular o masi-
vo- la élite tiende a leer su sola existencia como un gesto de insubordinación”
(Legras, 2006:24)
En 1886, Aníbal Laitano, escribía, desde en “La Época”, de Santiago:
de noticias”, a una dinámica de lectura, y también a una edición, que1 puede mezclar
la propaganda de un detergente, o el poema, con la noticia rápida que llama la aten-
ción fácilmente. Junto a la novela por entregas, un texto de Gautier, desplegando una
dinámica que el Rubén Darío periodista ya había detectado:
El periodista actual se basa en el reportaje, en las novedades. Hay que lla-
mar la atención, hay que hacer grande la tirada del diario, que poner en vistosas
letras, en llamativos títulos, noticias frescas, aunque ellas tengan por base el dolo y
la mentira (Darío, en Rama, 1970, 69).
En definitiva, el periódico y el folletín, para el que escribían y de los que
vivían Poe, Darío y Arlt y Quiroga, y tantos más, se vuelven un aparato cultural
nuevo, distinto del libro en su formato y en su lectura2. Y también en su público, y
que, siguiendo a Juan Poblete,“representaban la existencia de un renovado contra-
to cultural nacional que aceptaba la necesidad y la existencia de públicos también
nuevos, y sobre todo, heterogéneos” (Poblete, 2006:12)3
1 “Lo que denomino sistema misceláneo del magazine consiste en la yuxtaposición de textos
que responden a retóricas, poéticas y objetivos diferentes: desde una información sobre el
curso de las guerras europeas, al casamiento o funerales de su realeza (…), desde poemas
sentimentales a relatos costumbristas, fantásticos o diálogos porteños. Esta variedad de textos
tiene en común su brevedad, y su mera yuxtaposición es puntuada mediante el intercalado de
material gráfico” (Sarlo, 2000, 37)
2 “Buenos Aires, en el nudo neurálgico de un sistema por el que se canalizaban todos los signos
del progreso, disponía ya de una industria impresora capaz de proveer millares de copias diarias
de material destinado a la lectura. Pero era para las necesidades de la prensa periódica como se
había constituido esa industria, y los nuevos contingentes de lectores parecían destinados para
responder a los incentivos de la prensa periódica. Ante estas circunstancias, el libro no aparecía
ya como relegado por la indiferencia de unos cuantos lectores en una sociedad básicamente
iletrada. Era el gran marginado en una sociedad en la que el dominio de los códigos de lectura y
escritura se volvía mayoritario”. (Prieto, 44)
3 Poblete destaca dos procesos simultáneos: por un lado, el relacionado con la ‘generificación’,
o diferenciación de la lectura como masculina o femenina. El periódico y el folletín terminarían
por “mediar la distancia” entre estas formas. Por otro lado, lo afectado parecería ser “la organi-
zación aristocrática de las sociedades nacionales latinoamericanas. Es en relación a esta anterior
cultura patricia que resulta posible hablar de una protomasmediatización relativa de la cultura
escrita en la América Latina decimonónica” (Poblete, 2006:12)
SONIA DALESSANDRO 131
Por unos años más, “el negocio” seguirá marchando bien, y Quiroga podrá
asegurarse un sueldo suficiente. Podrá vivir de lo que escribe. Podrá aspirar a ser
un escritor profesional. O casi, porque también espera una jubilación que el Estado
uruguayo promete pero no termina de pagar.
En carta de 1911, también a Fernández Saldaña, le dice: “Vivo de lo que
escribo. En Caras y Caretas me pagan $ 40 por página, y endilgo 3 páginas o más o
menos por mes. Total: $ 120 mensuales. Con esto vivo bien. Agrega además $ 400
de folletines por año, y la cosa marcha” (en Rocca, 1998, 174). En esa correspon-
dencia que se puede ver como el balance de su vida, constata: escribe por dinero:
Lo que Quiroga reconoce al final de sus años, ya los percibe Arlt desde sus
inicios como escritor. En su prólogo a Los lanzallamas (1931), dice “escribir, para mí
132 PRENSA, LITERATURA Y SOCIEDAD: ¿CUÁNTO CUESTA ESCRIBIR?
Ninguno de los dos deja de añorar la “Literatura” con mayúsculas, los dos
reconocen el nuevo mundo que se les presenta como algo mecanizado, alienado,
un mundo que no incluye el espíritu ni la virtud. Silvio Astier vive la misma vida
puerca de Roberto Arlt, y la de Quiroga
(…) el mundo actual, y su vida, y la vida que nos obliga a vivir como
puercos autómatas, no puede ser peor. Algo debe de haber profun-
damente equivocado en el existir actual, cuando Ud. y yo, hombres
de corazón y de espíritu, apartamos como una pesadilla la expresión
literaria. (Quiroga, 1959: 86-87)
BIBLIOGRAFÍA
14
EL CASO DE ITALIA: BERLUSCONI Y LA DICTADURA MEDIÁTICA
ANDREA DONOFRIO
1974, el escritor Primo Levi escribía sabiamente que “cada época tiene su fascismo”
advirtiendo, con gran clarividencia, que “se puede llegar a esta situación de muchas
formas, no necesariamente mediante el terror y la intimidación policial, sino también
a través de la ocultación o de la manipulación de la información, la corrupción del
sistema judicial y la parálisis del sistema educativo”1. Por su parte, Umberto Eco afir-
maba que cada época tiene sus mitos y que, hoy en día, el mito del Hombre de Estado
(al estilo de Mussolini) ha sido sustituido por el Hombre de Televisión: por lo tanto,“en
nuestro tiempo, si dictadura ha de haber, será una dictadura mediática y no política”2.
Pero, ¿qué es una dictadura? Según el diccionario de la Real Academia es-
pañola, una dictadura es “un gobierno que, bajo condiciones excepcionales, pres-
cinde de una parte, mayor o menor, del ordenamiento jurídico para ejercer la au-
toridad en un país (…); Gobierno que en un país impone su autoridad violando la
legislación anteriormente vigente”. Asimismo, según una definición internacional-
mente reconocida, una dictadura “no está autorizada por reglas constitucionales:
se instaura de facto o de todas maneras trastorna el orden político preexistente.
La extensión de su poder no está predeterminada por la constitución: su poder no
sufre límites jurídicos (…). No está subordinada al fin de defender de un peligro
inminente el sistema político del que forma parte”3. Aunque parece que de mo-
mento el “régimen” de Berlusconi no presente algunos de estos requisitos, resulta
manifiesto su deseo de “desentrañar” un plan para conseguirlo: el primer ministro
italiano anhela no someterse al poder judicial4 y librarse de sus procesos; tiene en
jaque al poder legislativo e impone su agenda política a los intereses reales del
país; desafía e intenta establecer la supremacía del Ejecutivo sobre el poder judicial
y el legislativo; muchas veces justifica su decisión de lanzarse a la arena política
por la amenaza del comunismo, presentándose como el paladín capaz defender
la democracia italiana del peligro rojo. Por eso, suele repetir “no dejaremos Italia
en manos de los comunistas”. A lo largo de su acción política, parece manifiesto el
deseo del Gobierno Berlusconi de provocar un desequilibrio de poder a su favor,
abogando por la existencia de una jerarquía, en contra de la independencia de cada
figura institucional.
7 Harvey, David: Crisi della modernità, EST, Milano, 1997, pág. 414.
ANDREA DONOFRIO 141
8 http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=564391
9 Pellizzetti, Pierfranco: Fenomenologia di Berlusconi, Manifesto libri, Roma, 2009, pág. 23.
10 Ginsborg, Paul: Berlusconi. Ambizioni patrimoniali in una democrazia mediatica, Einaudi,
Turín, 2003, pág. 9-10.
11 http://www.elimparcial.es/mundo/berlusconi-el-peor-valorado-como-siempre-29067.html#
142 EL CASO DE ITALIA: BERLUSCONI Y LA DICTADURA MEDIÁTICA
15 http://blogs.elpais.com/lluis_bassets/2011/05/berlusconi-ha-ganado-la-partida.html
ANDREA DONOFRIO 145
16 Stille, Alexander: The Sack of Rome, Penguin Press, New York, 2006, pág. 351. El autor le
define como “una inquietante figura de vanguardia, una suerte de Ciudadano Kane atiborrado
de esteroides”.
147
15
LA FIGURA FEMENINA EN CONVERSACIONES DE ALCOBA DE CARMEN
DOMINGO Y LA NOVELA DE PERÓN DE TOMÁS ELOY MARTÍNEZ
DIMITRIOS DROSOS
cuya tercera edición fue quemada en la plaza del III Cuerpo de Ejército, en Córdoba, por la
dictadura militar; además las novelas La novela de Perón (1985) y La mano del amo (1991) y
Santa Evita (1995), la novela argentina más traducida de todos los tiempos. En 1996, publicó Las
memorias del general, una crónica sobre los años 70 en la Argentina. Es también autor de diez
guiones para cine, tres de ellos en colaboración con el novelista paraguayo Augusto Roa Bastos.
Le han otorgado numerosos premios literarios, de festivales de cine y de becas internacionales.
Murió al inicio del Febrero de 2010. En
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Fallece/Tomas/Eloy/Martinez/
elpepucul/20100201elpepucul_2/Tes, http://sololiteratura.com/tom/tomaseloy.htm y en
http://www.fnpi.org/maestros/tomas.htm.
4 Más informaciones sobre el período peronista y en general sobre el siglo XX en Argentina se
pueden encontrar, entre otros, en
1. C. Malamud, I. Sepúlveda Muñoz, R. Pardo y R. Martínez Segarra, Historia de América,
Temas didácticos, (Madrid: Editorial Universitas, S.A., 2001)
2. C. Malamud, Historia de América, (Madrid: Alianza editorial, 2005)
3. A. Fox, Latinoamérica, Presente y Pasado, 2ª Edición, (Upper Saddle River, New Jersey:
Pearson Education, Prentice Hall, 2003)
4. E. Chang Rodríguez, Latinoamérica, su civilización y su cultura, 4ª Edición, (Boston:
Thomson Heinle, 2008)
5. M. Lucena, Breve Historia de Latinoamérica, De la independencia de Haití (1804) a los
caminos de la socialdemocracia, (Madrid: Ediciones Cátedra, Historia, Serie Menor,
2007)
5 Más informaciones sobre los períodos de la 2ª República y la Guerra Civil se pueden encontrar,
entre otros, en:
a. J. Aróstegui, La Guerra Civil Española, (Madrid: Biblioteca básica de Historia, Dastin
Export, S.L., 2004)
b. J. Paredes, dir., Historia de España Contemporánea, nueva edición actualizada,
(Barcelona: Ariel, 2010)
c. J.-L. Martín, C. Martínez y J. Tusell, Historia de España, 2. La Edad Contemporánea, 4ª
edición, (Madrid: taurus, Santillana Ediciones Generales, 2005)
d. Mª T. Pérez Picazo, Historia de España del siglo XX, (Barcelona: nuevos instrumentos
universitarios, Crítica, 1996)
DIMITRIOS DROSOS 149
6 Para más informaciones sobre la Falange Española y las Juntas Ofensivas Nacional-Sindicalistas
consúltense, entre otras, las paginas web que siguen:
a. www.fideus.com/partis%20-20falange%20-%20espanyola.htm
b. www.falange.es
c. www.lafalange.es
d. www.filosofia.org/his/h1933al.htm
7 Para más informaciones sobre Francisco Franco, su vida y su gobierno consúltense los libros
de historia antes citados y
A. Palomino y P. Preston, Francisco Franco, (Barcelona: cara y cruz, Ediciones B, Grupo
Zeta, 2003)
8 http://www.carmendomingo.com/press/alcoba/Estrella%20digital.es.html
9 Los elementos constitutivos de una obra narrativa y los detalles sobre la estructura y los
personajes se pueden encontrar, entre otros, en
E. Pandís Pavlakis, C. A. Crida Álvarez y D. Drosos, Introducción a la literatura: Narrativa, Poesía,
Teatro, (Madrid: Ediciones del Orto, 2010)
LA FIGURA FEMENINA EN CONVERSACIONES DE ALCOBA DE CARMEN DOMINGO Y
150 LA NOVELA DE PERÓN DE TOMÁS ELOY MARTÍNEZ
14 C. Domingo, Conversaciones de alcoba, La novela de las tres mujeres más influyentes del
falangismo, p. 26.
15 Juan Domingo Perón llegó a la Presidencia de su país por primera vez en 1946, con las
elecciones celebradas el febrero del dicho año. En 1951 consiguió reelegirse gracias a la nueva
constitución que permitía la reelección del presidente. Un golpe militar, en 1955, lo obliga
a renunciar su cargo e irse a exilio que iba a durar 17 años. Pero la nostalgia del peronismo
triunfó en 1973 y Juan Domingo Perón, de 78 años, se eligió presidente por tercera vez. Más
informaciones se pueden encontrar en los libros de historia antes mencionados.
16 Durante su 3er período presidencial su mujer, María Estela Martínez, fue elegida
vicepresidenta. Más informaciones se pueden encontrar en los libros de historia antes
mencionados.
LA FIGURA FEMENINA EN CONVERSACIONES DE ALCOBA DE CARMEN DOMINGO Y
152 LA NOVELA DE PERÓN DE TOMÁS ELOY MARTÍNEZ
lado Isabelita se asemeja a Carmen Polo ya que “Isabelita, la viuda, era por fin la
presidenta de la República. Actuaba con estudiada gravedad, para estar a la altura.
Cada dos o tres horas daba una vuelta por la capilla ardiente, custodiada por los
edecanes militares. Rezaba un padrenuestro, acomodaba el pelo del difunto y con
un pañuelito negro le secaba la saliva.”17 La primera esposa de Perón no presenta,
en la novela, aspiraciones propias por lo tanto es muy difícil compararla con los
personajes femeninos de la obra de Carmen Domingo. Pero el hecho de que actúa
como una mujer de familia con único objetivo el agrado de su esposo y la formación
de una atmósfera acogedora en su casa nos permitiría, en líneas muy generales,
compararla con la esposa de Onésimo Redondo. Aunque Mercedes representa la
inteligencia y la energía femenina, rasgos que no aparecen en Potota, es la única
que, por lo menos en la novela, se presenta formando una familia tradicional
teniendo tres hijos y perdiendo el cuarto al escuchar la noticia del asesinato de su
esposo durante su embarazo.
Para realizar esta comparación entre las figuras femeninas de ambas novelas
hemos tenido en cuenta por un lado las características que Tomás Eloy Martínez
ha atribuido a sus personajes y por otro, las propias palabras de la autora Carmen
Domingo y los comentarios que se hicieron sobre sus protagonistas.18 “Respecto
a la personalidad y la forma de actuar de cada una de ellas si existen grandes
diferencias, por ejemplo Pilar Primo de Rivera es una mujer muy tradicionalista,
altiva, orgullosa, déspota a mi parecer, con una gran animadversión hacia la clase
obrera y una imagen idealizada de su hermano José Antonio Primo de Rivera.
Mercedes Sanz Bachiller es todo lo contrario, abierta, inteligente, prudente y que
comparte ardientemente los ideales por los que su marido luchará hasta el final.
Y por último tenemos a Carmen Polo, ambiciosa, egocéntrica, gran devota y de un
cinismo insuperable.”19 En la presente comunicación nos centraremos solo en una
de las mujeres presentadas en cada una de las novelas elegidas; Pilar Primo de
Rivera y Eva Duarte quienes comparten como ya se ha mencionado anteriormente
algunas características comunes.
Pilar Primo de Rivera y Sáenz de Heredía nace en 1907 y muere el año
1991 en Madrid. Fue hermana de José Antonio Primo de Rivera e hija del dictador
Miguel Primo de Rivera. Durante la guerra civil perdió a dos de sus hermanos,
Fernando y José Antonio, pero ella ha podido sobrevivir y mantuvo su prestigio
20 C. Domingo, Conversaciones de alcoba, La novela de las tres mujeres más influyentes del
falangismo, p. 261.
21 C. Domingo, Conversaciones de alcoba, La novela de las tres mujeres más influyentes del
falangismo, p. 10
22 C. Domingo, Conversaciones de alcoba, La novela de las tres mujeres más influyentes del
falangismo, p. 11.
23 C. Domingo, Conversaciones de alcoba, La novela de las tres mujeres más influyentes del
falangismo, p. 46.
24 C. Domingo, Conversaciones de alcoba, La novela de las tres mujeres más influyentes del
falangismo, pp. 45-46.
LA FIGURA FEMENINA EN CONVERSACIONES DE ALCOBA DE CARMEN DOMINGO Y
154 LA NOVELA DE PERÓN DE TOMÁS ELOY MARTÍNEZ
25 C. Domingo, Conversaciones de alcoba, La novela de las tres mujeres más influyentes del
falangismo, p. 235.
26 C. Domingo, Conversaciones de alcoba, La novela de las tres mujeres más influyentes del
falangismo, p. 237.
27 C. Domingo, Conversaciones de alcoba, La novela de las tres mujeres más influyentes del
falangismo, p. 240.
28 C. Domingo, Conversaciones de alcoba, La novela de las tres mujeres más influyentes del
falangismo, p. 43.
29 C. Domingo, Conversaciones de alcoba, La novela de las tres mujeres más influyentes del
falangismo, p. 45.
DIMITRIOS DROSOS 155
puede aceptar: “y como no hay más que dos mejillas que ofrecer tendremos
que dispararles a la cabeza... -¡hermana! ¿Te has vuelto loca? Eso ni pensarlo –
contestó... José Antonio. –José... no hago más que repetir lo que dices en tus textos
–afirmó Pilar. -... No espero que nadie se las tome al pie de la letra y las transforme
todas en violencia a la ligera. Y mucho menos tú, Pilar. Son una forma de hablar.” 30
Su verdadera actuación política empieza al final del tercer capítulo cuando
se forma la sección femenina de la Falange: “-José hemos estado hablando y a
nosotras también nos gustaría asistir al mitin- dijo Pilar ... -¡Por la patria, el pan y
la justicia!, ¡por el emblema del yugo!, ¡por las flechas de Isabel la Católica, y por
España!- dijo Pilar ... muy seria, para demostrar a todos su convencimiento y su
conocimiento de los textos de su hermano... Nosotras no iremos a discutir ni a
opinar, sólo queremos escuchar, para saber qué debemos hacer- concluyó Pilar,
confirmando de este modo que aceptaban sin discutir su papel de comparsas. -¡Por
las muchachas de Falange!- dijo Miguel. –Por las señoritas de Falange- le corrigió
Pilar-,... -¡Por la sección femenina de Falange!- brindaron todos.”31 La intervención
en los asuntos políticos cambia el rumbo de la vida de Pilar; viaja por toda España
para encontrar y matricular a mujeres luchando para la Sección Femenina. No
obstante su conservadurismo y tradicionalismo no cambia durante su militancia
en la Falange: “¡Mercedes, por Dios!, eso de fumar no es de señoritas, es cosa de
rojas.”32 Pilar participa en los actos políticos por el nombre de la Patria y Dios pero
bajo las órdenes de su hermano aceptando así la superioridad del pensamiento
masculino. Ejemplo característico es el hecho de que Pilar obedeciendo a las
órdenes de José Antonio se queda en Madrid para luchar por la causa falangista y
no lo visita en las cárceles de Alicante, donde al final lo fusilan.
En cuanto a la obra de Tomás Eloy Martínez La novela de Perón se centra
en la vida del general argentino y a través de distintos episodios se nos presenta
no solamente su propia vida sino también la de los personajes que han tenido
un papel importante en la evolución de su carácter y su pensamiento. Por los 22
capítulos de la obra desfilan todos los personajes que han tenido importancia en
su vida. El autor utiliza la técnica de la retrospección para completar el puzzle de
la existencia del general argentino. La figura de Evita aparece desde las primeras
30 C. Domingo, Conversaciones de alcoba, La novela de las tres mujeres más influyentes del
falangismo, p. 69.
31 C. Domingo, Conversaciones de alcoba, La novela de las tres mujeres más influyentes del
falangismo, pp. 72-74.
32 C. Domingo, Conversaciones de alcoba, La novela de las tres mujeres más influyentes del
falangismo, p. 78.
LA FIGURA FEMENINA EN CONVERSACIONES DE ALCOBA DE CARMEN DOMINGO Y
156 LA NOVELA DE PERÓN DE TOMÁS ELOY MARTÍNEZ
mejorar las condiciones de vida de los desgraciados a los que encontraba por las
calles. “Quiero alquilar un cuarto para estas pobres criaturas, le dijo. Pagarles la
comida. El abandono en que viven no me deja dormir tranquila… Eva gastó casi
medio sueldo en acaroinas, colchones y ajuares de enanos, y no pasó mañana sin
que los visitara en el nuevo hogar… Tan orgullosa estaba de los leves progresos de
sus fenómenos, que no bien conoció al General, Eva lo guió hasta la bohardilla de
la pensión para que los viese.”39 El autor pone aún más de relevancia esa actitud
de Evita al incluir una conversación con Carmen Polo, la esposa del general Franco
que tuvo lugar durante un viaje oficial de Evita a España. En esa ocasión, en una
fiesta que había organizado el general Franco, Evita pregunta a Carmen: “-Decime
tú, ¿Cuántos huérfanos de la guerra quedan todavía en España? –Dos cientos mil,
calculo. Tal vez algunos más. -¿Y por qué, con tantos cuartos vacíos como los que
tienen aquí, no les ofrecen un lugar decente? A doña Carmen se le encasquilló la
lengua.”40
El amor y el interés que Evita siente hacia el general Perón se hace evidente
a través de sus propias palabras. Lo que hace Evita lo hace no por ambición propia
sino por el orgullo y el éxito de su marido: “Soy apenas la mensajera, dijo.”41 Como
contrapunto, en la narración encontramos ocasiones en las que el mismo Perón
intenta disminuir la talla de la personalidad de Evita, cuando admite: “Eva Perón
es un producto mío. Tenía un corazón enorme y una noble imaginación. Cuando
un hombre sabe cultivar esas cualidades, la mujer aprende a servirlo mejor que el
más sofisticado de los instrumentos... con Eva no era fácil. Rechazaba todo lo que
oliese a barniz.”42
Los últimos acontecimientos transcurridos antes de su muerte se describen
de una manera chocante. Después de las elecciones que llevaron a Perrón en la
presidencia del país por segunda vez consecutiva, Evita quería estar presente en
la investidura del General, aunque su enfermedad no le permitía levantarse de la
cama. Los médicos, dada la gravedad de su situación le negaron el permiso, pero
ella contestó:“¡Quiero ver a mi pueblo por última vez y morir tranquila! ... ¿Por qué
no me dejan ver a mi gente, a mi pobrecita gente?”43 En ese momento Evita no
pesaba más de 37 kilos. Es el último episodio de la vida de la segunda esposa de
Perón que se describe en la novela de Eloy Martínez.
BIBLIOGRAFÍA
Malamud, Carlos, Sepúlveda Muñoz, Isidro, Pardo, Rosa y Martínez Segarra, Rosa,
Historia de América, Temas didácticos, (Madrid: Editorial Universitas, S.A., 2001)
Malamud, Carlos, Historia de América, (Madrid: Alianza editorial, 2005)
Fox, Arturo, Latinoamérica, Presente y Pasado, 2ª Edición, (Upper Saddle River, New
Jersey: Pearson Education, Prentice Hall, 2003)
Chang Rodríguez, Eugenio, Latinoamérica, su civilización y su cultura, 4ª Edición,
(Boston: Thomson Heinle, 2008)
Lucena, Manuel, Breve Historia de Latinoamérica, De la independencia de Haití (1804)
DIMITRIOS DROSOS 159
16
THE SIMPSONS: UNA RADIOGRAFÍA SOCIAL. DISCURSO TELEVISIVO Y
DISCURSO LITERARIO
GONZALO ENRÍQUEZ VELOSO
Es curioso y digno de análisis los motivos por los cuales una cadena televisiva de
extrema derecha como es la FOX, propiedad del magnate Rupert Murdoch, emite
series de contenido diametralmente opuesto al de, por ejemplo, la línea editorial
de su informativo FOX News. Puede suponerse que el motivo sean las cuotas de
audiencia. De ahí que emita series como House, cuyo protagonista es un médico
ácrata y ateo; como Family Guy o American Dad, series de animación que ridiculi-
zan no solo los principios y la moral cristianos y conservadores, sino también a sus
líderes; o Californication, serie con clara y reconocida influencia literaria de autores
como Bukowski o Nabokov, plagada de secuencias con un contenido erótico explí-
cito, tanto en su lenguaje como en su estética llena de desnudos, cuyo protagonista
es un escritor rebelde e inconformista.
Sin embargo, este estudio no versa sobre estos motivos, ni sobre la función
de la televisión ni los medios de comunicación en la transmisión de valores, sino
que trata sobre otra serie liberal, creada y escrita por guionistas progresistas, en su
mayoría afines al Partido Demócrata, producida y emitida en dicha cadena esta-
dounidense tanto en su país como en decenas por todo el mundo, traducida a un
sinfín de idiomas, con más de 20 años en antena y, finalmente entramos en mate-
ria, con una temática compleja y rica, de perspectiva poliédrica, que afronta todos
los temas posibles en la sociedad occidental y, concretamente, en la norteamerica-
na, autoerigida como icono –debido a su condición de superpotencia económico-
militar de esencia imperialista– de las demás sociedades capitalistas.
La radiografía social.- El pilar fundamental de este pequeño estudio versa
sobre la temática de la serie. No me resulta posible analizar en este trabajo ni la
totalidad de los temas tratados ni profundizar con exhaustividad en uno transver-
salmente a través de todos o varios capítulos. En su lugar, he optado por un acerca-
miento crítico a algunos aspectos de algunos temas que, a mi parecer, son de mayor
importancia. De este modo puedo ofrecer al lector trabajo breve y directo, aunque
riguroso, de lo que será en un futuro un estudio integral y pormenorizado. Para este
trabajo, pues, he escogido tres temas: política, religión y ecología.
Política.- Se establece una dicotomía no carente de ser un elemento, en sí
mismo, caricaturizado, pues se reduce en alguna ocasión a los personajes a “bue-
THE SIMPSONS:
162 UNA RADIOGRAFÍA SOCIAL. DISCURSO TELEVISIVO Y DISCURSO LITERARIO
nos” y “malos”. Los más claramente marcados como “malos” son los que aparecen
en las reuniones del Partido Republicano de Springfield, las cuales tienen lugar en
una mansión que vemos como una clara referencia a la mansión Drácula, donde
predominan los claroscuros, los tonos fríos y una estética lúgubre. Entre los miem-
bros de este partido, cabe destacar a Montgomery Burns, un anciano fascista, cola-
borador del régimen nazi, dueño de la central nuclear del pueblo, personaje coro-
lario de la maldad del ser humano; el doctor Hibbert, médico local que representa
a la clase alta, que defenderá como sea sus privilegios; Kent Brockman, periodista
y presentador del informativo (el cuarto poder visto como elemento de control);
Krusty, payaso judío, presentador de un show que lleva su nombre, hombre que
solo piensa en medrar y lucrarse a toda costa. Junto con Brockman, representan
a los medios de comunicación televisivos: corruptos, manipuladores (son en cier-
to modo una parodia a la propia FOX); el Texano rico, estereotipo del retrógrado
empresario del estado de Texas, con férreos valores confederados; Lindsey Naegle,
alta ejecutiva con pocos escrúpulos, etc.Tenemos así personificados a las grandes
empresas y sus magnates, las clases altas y los medios de comunicación.
A pesar de las filiaciones políticas de los guionistas, todo es susceptible
de ser criticado o burlado. De este modo, el pueblo está gobernado por el demó-
crata Joe Quimby, un alcalde incompetente, inmoral y extremadamente corrupto.
Son innumerables los episodios en los que aparece este personaje y en ninguno
supera el suspenso (algo que no sucede con los anteriormente marcados como
“malos”, ya que sí hay ocasiones en las que actúan con cierta humanidad). Este
alcalde puede verse como el menor de los males o tal vez como el resultado de
un sistema defectuoso. Esto lo vemos cuando se convocan elecciones anticipa-
das debido a su corrupción, pero se presentan tantas candidaturas que ninguno
de los candidatos consigue la representación mínima, de modo que, sin ganar,
Quimby sigue en el poder.
Religión.- La fe mayoritaria es la cristiana, en concreto, la rama occidental
del presbiluteranismo estadounidense reformado. El reverendo Lovejoy es un per-
sonaje que aparece en una gran cantidad de episodios y se muestra como un per-
sonaje complejo como la sociedad en la que vive, capaz de lo mejor y de lo peor: lo
vemos capaz de sacrificarse por su comunidad, como de tener por norma quedarse
para sí las limosnas de la iglesia.
El cristianismo radical aparece personificado en Flanders, hombre que vive
siguiendo al pie de la letra su doctrina, amando al prójimo y ayudando a todo
aquel al que puede, aunque su fe llega a manifestarse de manera obsesiva, irra-
cional y patológica en ciertos momentos, como se muestra en un episodio en el
GONZALO ENRÍQUEZ VELOSO 163
que lo vemos pasarse noches enteras sin dormir anotando series televisivas que
transgredan sus valores morales para después denunciarlas.
Además de ésta, prácticamente todas las religiones aparecen representadas
de una u otra forma. La católica aparece con cierta relevancia y grandes dosis de
sarcasmo y crítica en un capítulo en el que Bart es matriculado en un colegio católi-
co, acabando convertidos mediante los profesores del centro, tanto él como Homer.
Lisa, así como Lenny y Carl y algunos famosos que aparecen en alguna ocasión,
son budistas; Krusty y su padre: judíos; Apu es hindú; aparecen también religiones
primitivas en tribus indígenas, las cuales están siendo evangelizadas por Occiden-
te; en un capítulo incluso vemos la llegada al pueblo de una secta manipuladora;
etc. Todas las religiones son fuente de mofa, aunque también son defendidas y se
exige respeto por parte de ciertos personajes.
El ateísmo está también presente a lo largo de la serie y en concreto, un epi-
sodio en el que Homer es sometido a una operación cerebral, tras la cual recupera
su cociente intelectual, mermado durante toda su vida debido a un accidente que
sufrió de pequeño, y podemos observar que, realmente, es superdotado. Gracias
a su nuevo estado cambia en todos los aspectos de su vida y afirma que Dios no
existe y que todas las religiones son un fraude, mostrando las evidencias y conclu-
siones incluso por escrito (sin que lleguemos nunca a ver el razonamiento). Cuan-
do le enseña a Flanders sus estudios, éste da la razón de su vecino, pero opta por
comerse el papel y lo informa de su intención de mantener su credo. El ateísmo es
el pensamiento que parece prevalecer en la ideología de sus creadores, ya que es el
pensamiento escogido por Homer, el personaje más representativo de la serie, en
el momento en que tiene las cualidades de la inteligencia y la razón. Sin embargo,
como vemos, esto no significa que tengan que ser eliminadas las religiones en la
ficción, puesto que no pretende ser una serie aleccionadora, sino representar a la
sociedad con fidelidad, además de que no tendría sentido prescindir ni de la te-
mática ni del juego que podrían obtener, como de hecho sucede, al emplear a los
diversos dioses como personajes, así como los demás elementos religiosos en sus
parodias y tramas.
Ecología.- Es un tema presente constantemente en la serie. Dentro de la
familia, la única ecologista es Lisa, si bien su madre accede en colaborar con ella,
pues hace todo lo posible por la felicidad de su familia. Lisa, además de ecologista,
es vegetariana. Como sucede con el ateísmo de Homer, estos pensamientos de Lisa
están asociados a un personaje principal y también asociados a una inteligencia su-
perior a la media (no olvidemos que Lisa es también superdotada). Esta técnica de
recurrir a la inteligencia como argumento de autoridad, como tesis refrendada por
THE SIMPSONS:
164 UNA RADIOGRAFÍA SOCIAL. DISCURSO TELEVISIVO Y DISCURSO LITERARIO
la razón y la ciencia es, a mi juicio, el medio que hayan los guionistas para poner
sus pensamientos personales en boca de sus personajes.
Como elemento exógeno a la familia, la temática ecologista aparece en
diversos episodios. Sin ir más lejos, la industria energética local (como he dicho
antes) es una central nuclear, siendo este pretexto tema central de diversos ca-
pítulos, como el caso del pez mutante con un tercer ojo –que aparece ya en la
primera temporada–, la problemática de los residuos, fugas radioactivas y otros
problemas de seguridad. Aunque con cierto humor, estos asuntos son tratados con
extrema preocupación debido a su importancia, ya que aunque exista un sector
de la población que apoye este tipo de energía, no hay más que mirar lo sucedido
estos días en Japón para observar el grandísimo riesgo que supone. También son
tratados otros asuntos de ecología, como el cambio climático, la deforestación, la
contaminación de los océanos, etc.Podemos ver que se hace responsables a las
grandes corporaciones y a los gobiernos de todos los problemas medioambientales
y climáticos, como por ejemplo el episodio en el que un senador corrupto participa
en una operación ilegal en la que intenta vender una reserva natural protegida a
una constructora.
Se puede observar en la serie un gran tratamiento de los asuntos socioló-
gicos, puesto que junto a estos temas ya vistos, se abordan tales como las drogas,
la muerte, el sexo y la homosexualidad, la inmigración y prácticamente todos los
temas de actualidad y/o de cierto calado social. Los creadores, a pesar de dejar
trascender ciertos posicionamientos ideológicos, no pretenden crear un producto-
doctrina, sino más bien reflejar en su diégesis el mundo real. Es el texto, por ello,
un espejo en el que mirarnos las naciones occidentales ya que, además de ser una
serie que busca entretener, es también un vasto texto lleno de conocimiento, tanto
artístico, mediante las referencias intertextuales, como del mundo, en general, en
que vivimos.
Resulta interesante tomar la serie en su conjunto, con sus más de 400 epi-
sodios y más de 8000 minutos de duración, como un hipertexto, como si de una
realidad virtual se tratase, una realidad virtual y paralela a la nuestra, que le sirve
como modelo y como fuente de donde tomar cualquier elemento. Nuestro mundo,
mediante un proceso de volcado dilatado durante tantísimas horas de producto,
es reflejado en la animación, sin descuidar los detalles y con una clara intención
semiótica. Ya no solo habla de nuestros asuntos, sino que codifica nuestro universo
cultural en su animación. Tenemos, pues, nuestra literatura, nuestro cine, nuestra
música, nuestra política, nuestra actualidad, nuestras guerras, nuestros deportes,
nuestro pasado, nuestra historia... En cierto modo, la serie se ha convertido en una
GONZALO ENRÍQUEZ VELOSO 165
BIBLIOGRAFÍA
17
“LA CAVERNA DE PLATÓN” EN EL CUARTO MUNDO DE DIAMELA ELTIT
MARÍA FERNÁNDEZ-BABINEAUX
lugar se gestan las primeras luchas entre los mellizos incestuosos y sus primeros
encuentros y conflictos, ejemplificando de esta manera la lucha fraternal entre los
seres humanos y sus continuas pugnas. La luz exterior que luego verán al nacer es el
mundo/sociedad que los circunda dentro de la caverna del claustro materno.
La madre como matriz u origen del nacimiento, la procreación y la produc-
ción humana juega un rol crucial en este encierro primero en el espacio uterino. En
lo social, la madre es el eje del núcleo familiar ya que tiene la capacidad biológica
de gestar y parir; esta condición la hace el bastión y fundamento de la nación hu-
mana, y también como nota La Torre como arquetipo de la “madre” como nación
(608). En la novela de Eltit se muestran dos representaciones de la madre; una la
antítesis de la otra. En la primera parte de la novela, la madre es representada de
manera arquetípica. Según la cultura cristiana, la Virgen María, es el paradigma de
la madre. La sumisión, pasividad y tolerancia que emula a la Virgen es el modelo a
seguir y la única posición de la mujer en el entorno privado y público.Uno de los
conceptos que engrana es la concepción y actividad sexual únicamente como me-
dio y fin de procreación según los dictados cristianos. Esta falta de acceso al placer
sexual por parte de la madre se observa al inicio de la novela, la cual se abre con
el relato de la relación sexual de la madre con el padre de los mellizos. La madre
enferma y afiebrada es tomada abruptamente y obligada por el padre a tener rela-
ciones sexuales:
la casa/prisión. Las pocas experiencias que los mellizos tienen en el exterior son
causa de tensión: “Nuestra salida al exterior fue verdaderamente estremecedora
[...] esos curiosos y opulentos hombres sudacas parecían a punto de estallar por
la presión de la ciudad.” (Eltit, 1988: 176). El fuego de la caverna platónica se
paralela con las “hogueras” que se levantan en toda la ciudad y que circundan
la casa: “Afuera las hogueras empiezan a levantarse en la ciudad, rodeándola de
llamas. Los reflejos enrojecen las ventanas y nos inundan de espesas y móviles
sombras” (Eltit, 1988: 228). La sombra es otra figura que permea el texto de Eltit.
Al igual que los prisioneros platónicos quienes solamente pueden observar las
sombras que provienen el exterior, los personajes encasillados en la casa/prisión
también ven solamente sombras. Así lo indican los mellizos: “Obligados a yacer
en la misma cuna, percibimos fragmentariamente las sombras y las voces que nos
aludían” (Eltit, 1988: 157). En el mito de la caverna los prisioneros observan estas
sombras móviles que resultan de la manipulación de títeres en el exterior de la
cueva, frente al fuego. La luz brillante y abrasante del fuego es emblemática del
“saber” que se encuentra en el exterior y al que no tienen acceso. Otro punto que
encierra la “caverna” o espacio oscuro (la oscuridad en el sentido físico, sexual,
emocional e ideológico) son los sueños como elemento recurrente en la novela.
La madre y los hijos sueñan. Los sueños como representación del inconsciente,
también difuso, crean formas no claras, vagas, imprecisas. Esto se paralela con
los prisioneros en la caverna, quiénes sólo son capaces de ver las formas o imá-
genes en la pared que pueden captar de espaldas a la luz (la iluminación, el co-
nocimiento, el descubrimiento interior). Estas formas son las sombras de figuras
sostenidas por alguien que maneja figuras de títeres. Lo que los prisioneros ven
son la réplica (la sombra) de una réplica (el títere) que es mostrado. En ambos
casos lo que se ve es una proyección o simulacro de lo “real”. El mundo del sueño
es presentado así como reflejo o doble distorsionado. En El cuarto mundo, todos
los habitantes de la casa sueñan, con excepción del padre. Sueña la madre, María
Chipia, la melliza y María de Alava. Las imágenes que ven los prisioneros son las
sombras de los títeres, lo que ven son solamente espectros, ya que la imagen que
reciben es doblemente distorsionada; primero por la vista indirecta a los objetos y
segundo porque el objeto mostrado está manejado por otro. En consecuencia no
es el objeto “real”. El padre está inscrito en el campo simbólico, el padre es la “ley
social”; por lo tanto, aunque está dentro de la caverna no es capaz de percibir ni
las imágenes difusas de la realidad. Para el padre el simulacro de lo real no cons-
tituye una forma imprecisa; para él, no hay duda que el espacio y sus constructos
son la realidad.
MARÍA FERNÁNDEZ-BABINEAUX 171
En otro nivel espacial que envuelve a estos dos niveles está el país, en el
tercer mundo. Este espacio se encuentra colonizado y configurado por los países
del “primer mundo” con el poder económico y político. El país también se prefigu-
ra como el arquetipo de la madre y también la patria (pater: padre). El arquetipo
jungiano del senex coincide en la representación del padre en El cuarto mundo.
Senex en latín significa hombre viejo. Este arquetipo se describe en dos caracteri-
zaciones; en la antigua Roma, por ejemplo el título se daba a los padres de familia
que conformaban la villa. En el arquetipo del senex existe una forma positiva y
otra negativa: el hombre sabio o mago y el padre que devora a su prole, como el
dios griego Cronos. En este sentido, el padre en El cuarto mundo es el arquetipo
de absoluta autoridad y también al padre que anula y domina a la madre, quien
es el espacio matriz u original. Es decir, al aniquilar la voluntad y deseo de la
madre, aniquila también la fuente del origen que sólo podrá reproducir muecas/
sombras del original humano anulando la capacidad de formarse desde la razón
y no desde la reproducción de proyecciones de imágenes difusas. La madre tam-
bién emula al país, pero en este caso es una madre que no nutre ni protege sino
que ofrece un espejo invertido de la figura arquetípica de ésta; la madre en este
sentido, es también un espacio de tipo social, sexual y político. En la primera parte
de la novela la madre es representada de manera arquetípica, según la cultura que
la ha formado. La madre en la novela, como María, se somete a la voluntad y al
deseo del padre también emulando al mito judeo-cristiano del mandato de dios
al elegirla como madre de su hijo. Los nombres de los hijos son emblemáticos.
Ambos contienen el nombre de María: María Chipia, el gemelo y María de Alava,
la hija mejor. Diamela, el nombre de la melliza y el que sólo conocemos al final de
la novela significa además de “gemela” (Pope, 2000: 46), flor de jazmín de Arabia,
cuya particularidad es la de injertarse sobre el jazmín común para multiplicar la
especie. diamela (en minúscula) es la encargada de poblar y multiplicar la especie
humana marginal. Diamela también se convierte en la madre que da a luz a una
niña. Esta Eva será la encargada de continuar la especie de individuos “sudacas”.
María Chipia lo confirma refiriéndose a la madre:“Sin duda, su profundo pudor le
impidió gestar el terrible lastre de la pareja humana que nosotros ya éramos desde
siempre” (Eltit, 1988: 160).
El tema de la capacidad de razonar es ejemplificado por Platón en el mito
de la caverna, donde simbólicamente representa la situación en que se encuentra el
ser humano respecto del conocimiento y la razón. En El cuarto mundo, la oscuridad
de la caverna en la que vive la familia es simbólica de la oscuridad en la que vive el
individuo. La llamada raza sudaca en la novela de Eltit es un grupo que reactúa un
172 “LA CAVERNA DE PLATÓN” EN EL CUARTO MUNDO DE DIAMELA ELTIT
1 El ganador de premio Nóbel de Medicina del año 1971 llamó al ser humano: “el asesino
desorganizado” en su obra The Study of Instict (1951). En ella explica cómo el hombre mata
por matar a diferencia de los animales con inteligencia supuestamente inferior a la de él,
quienes matan por instinto de supervivencia. Según los estudios de Tinbergen, el hombre
no tiene las barreras naturales instintivas que impiden al animal matar a sus congéneres.
Esta falta en el hombre lo lleva a crear otras formas de control como las leyes sociales o
mandamientos religiosos por los que se rige y que necesita.. A pesar de ello, estos disuasivos
carecen de eficacia para inhibir en el hombre el deseo de eliminar a otro de su misma
especie, lo que sí funcionan en el resto de los animales.
MARÍA FERNÁNDEZ-BABINEAUX 173
griego explica que el ser humano percibe dos mundos: el mundo sensible (conoci-
do a través de los sentidos) y el mundo inteligible (alcanzable a través de la razón).
La mente pensante intenta organizar el caos y saber discernir entre lo pequeño y lo
grande, lo importante y lo nimio. En el caso de los prisioneros de la caverna, estos
al ver finalmente la luz y los objetos tal como son, sufren un choque tanto físico
como emocional. Han estado por tanto tiempo en la oscuridad que no pueden ver
más, la luz los ciega (como en la epidemia de “ceguera blanca” en Ensaio sobre a
ceguera de Saramago). Del mismo modo en El cuarto mundo, los habitantes de la
casa se encuentran en tinieblas reactuando la situación de falta de conocimiento
(la diferencia entre enlightment u obscurantismo) en la que se mantienen alejados
a la percepción de meras imágenes. Los únicos habitantes de la casa que salen al
mundo externo son los mellizos y la madre. El padre y María de Alava, quienes
según Cruz Martes (2005: 606) representan el espacio simbólico, no ven el exterior,
confirmando la idea de que ambos están inscritos en el ámbito que rige el poder
social y refuerza los paradigmas o arquetipos. La melliza y María Chipia notan la
fuerza de la ley social/ley del padre: “’Un padre no se rompe, ¿ves?’, me decía rea-
lizando el juego del padre indestructible.” (Eltit, 1988: 171).
La narración de El cuarto mundo está comprendida en dos partes. García-
Corales afirma que estos dos segmentos narrativos integran la temática de la no-
vela: “These titles represent the incestuous twins whose fluctuating identity and
obsession disturb even the verbal re-creation of their own life” (1997: 106). De
hecho, los mellizos y su creación/recreación en estas dos partes del texto instan a
la reflexión sobre la condición humana representada en ellos. Los apartados “Será
irrevocable la derrota”y“Tengo la mano terriblemente agarrotada”hacen referencia
a los seres humanos vencidos, sin rumbo ni camino en un mundo de apariencias
y formas quienes están destinados a desaparecer sin remedio. La derrota y la in-
movilidad del ser humano que no ve en el sentido simbólico, ni percibe y que
camina ciego organizado a través de ideas arcaicas enraizadas y sedimentadas en
lo cultural hacen eco en estos apartados. Los arquetipos como paradigma y conte-
nido del inconsciente colectivo que determina cómo los sujetos operan aparecen
representados en la novela de Eltit como bastiones y fundamento de esta ceguera
o ignorancia colectiva. El resultado: la raza sudaca destinada al fracaso.
En suma, el texto de Elit muestra el “inconsciente colectivo” a través del
arquetipo de la madre como eje pivotal. La madre como matriz/centro/origen en
la novela temática y estructuralmente es representada arquetípicamente, como la
creación del imaginario social y la consciencia colectiva. Estudiosos como Uribe,
La Torre, Breckenridge, Lértora, Krauel, Sotomayor ven el cuerpo de la madre en
174 “LA CAVERNA DE PLATÓN” EN EL CUARTO MUNDO DE DIAMELA ELTIT
El cuarto mundo como un lugar de resistencia escritural y/o genérica. Otros como
Sara Cooper la examinan como alegoría de la familia/nación “disfuncional”. Este
ensayo, también expone una disfunción pero a nivel macro, analizando a la ma-
dre metafóricamente como la matriz que reproduce el discurso sedimentado en
lo cultural, repitiéndolo y emulándolo. La madre como origen produce una prole
defectuosa según la norma social en el micromundo de la casa, a nivel de la
madre como nación, a nivel de madre como país o madre patria y a nivel macro
espacial, el mundo. La obra muestra numerosos espacios matrices (maternales)
centrales como alegoría de un mundo desgastado, distópico e infernal destinado
a la autodestrucción, donde los espacios “sudacas” son simples reproductores de
la opresión, el encierro y la ceguera del ser humano. Diamela eltit, la melliza lo
afirma: “Ha sido nuestra mala conducta sudaca la que ha precipitado esta es-
pantosa catástrofe” (Eltit, 1988: 215). Hacia el final de la novela el eje temático se
desvela mediante una revelación: “quiero hacer una obra sudaca y molesta” – la
obra, como mafiesto, provoca un llamado a la reflexión de la pobre condición
humana representada en ella. Ella, la autora, también se incluye como elemento
parte de la humanidad sudaca y mediocre, destinada inexorablemente a su “ven-
ta” y desaparición. La frase de María Chipia en medio de convulsiones: “¡Qué
hicimos! ¡Qué hicimos!” (Eltit, 1988: 212) hace eco al grito desesperado de Taylor,
el protagonista de The Planet of the Apes (Schaffner , 1968), al final del film: “…
We finally really did it. You maniacs! Oh damn you! You blew it up. God, damn
you all to hell!”
BIBLIOGRAFÍA
18
“ESPAÑA ETERNA: HISTORIA Y CIVILIZACIÓN”: UN RELATO DE LA
PRENSA GRIEGA (1936-1939)1
DIMITRIS FILIPPÍS
1 Esta comunicación ha sido redactada al hilo de la preparación de las ediciones que el autor
publicará en breve de cada uno de los estudios aquí mencionados.
2 Según los datos proporcionados por la Universidad Capodistriaca de Atenas, el
Departamento de Lengua y Literatura Española empezó a funcionar en 1999, mientras que
el otro departamento de Lengua y Civilización Española de la Universidad Abierta de Grecia
(EAP –es una universidad a distancia) empezó a funcionar un par de años más tarde. Los
primeros licenciados en hispánicas salieron en 2003, por la Universidad de Atenas. Pero este
departamento es autónomo a partir de septiembre de 2009 (hasta esta fecha funcionaba como
Departamento de Lengua y Literatura Española e Italiana). Por otra parte, el Departamento
de Lengua y Civilización española de la EAP se incluye en la Facultad de Humanidades de esta
universidad. Ambos departamentos aceptan anualmente unas 100 matrículas cada uno. Por
lo referente al Instituto Cervantes de Atenas, en número de alumnado, se considera el mayor
Instituto de los Balcanes y de toda Europa y el segundo en el mundo (después de los de China
y Brasil, teniendo en cuenta el tamaño del país); por ejemplo, y según los datos oficiales del
año 2007 –para referirse a un periodo mucho antes de la crisis económica actual– , el IC de
Atenas gestionó un volumen de los diplomas DELE, del español como lengua extranjera, que ha
alcanzado los 6.778 candidatos, lo cual suponía un 20 % de los DELES de todo el mundo, detalle
que refleja la gran resonancia de la lengua y cultura española en Grecia.
3 Por lo referente a los congresos, nos limitamos a hacer referencia representativa al IV
Congreso Internacional de la Asociación de Cervantistas en Lepanto en 2000 [véanse, Actas
(2001)/Bernant Vistarini, ed., y al XIV Congreso de la Federación Internacional de Estudios
sobre América Latina y el Caribe (FIEALC) en 2009 (véanse, Actas (2011)/Pandís Pavlakis, ed.].
Por lo demás, hace falta subrayar que algunas de las editoriales más importantes de Grecia
tienen o han tenido sus secciones de letras hispánicas. El lector español interesado en tener
una idea general sobre dichas ediciones puede dirigirse a la Biblioteca del Instituto Cervantes de
Atenas (que tiene una sección de obras hispánicas traducidas al griego, http://atenas.cervantes.
es/gr/library).
“ESPAÑA ETERNA: HISTORIA Y CIVILIZACIÓN”:
178 UN RELATO DE LA PRENSA GRIEGA (1936-1939)
7 Sobre este tema de los corresponsales extranjeros en la guerra civil española, véanse ambos
catálogos (el español del 2006, el griego de 2010) de la exposición fotográfica internacional
organizada por el Instituto Cervantes en diversas ciudades europeas con motivo del
septuagésimo aniversario de la guerra civil. Y más precisamente sobre Kazantzakis corresponsal
en la guerra de España, véanse nuestros trabajos (2008, 2009 y 2010) y el de Stasinakis, 2005. El
lector interesado puede consultar también nuestra página web, www.dfilippis.gr
8 Como se ve en el Esquema de las 25 ilustraciones, en su mayoría de pintura, sólo cuatro se
referían a la época anterior a 1500.
9 El 25 de marzo es fiesta nacional en Grecia. Se conmemora el comienzo de la guerra de
independencia contra los turcos otomanos en 1821. Al igual que en España en el siglo XIX, con
“ESPAÑA ETERNA: HISTORIA Y CIVILIZACIÓN”:
180 UN RELATO DE LA PRENSA GRIEGA (1936-1939)
las novelas por entregas publicadas en los diarios, en Grecia esta costumbre siguió vigente
hasta una época más reciente. Otro estudio histórico que empezó por las mismas fechas en las
páginas de Proía tenía el título, “Favier, el general de la revolución”.
10 El mismo Proía, a veces escribía los términos españoles a la francesa o a la italiana (por
ejemplo, chitanos, en vez de “gitanos”). Según parece la bibliografía en que se basaba era
francesa. Sobre este aspecto daremos más detalles en una próxima publicación.
11 La cita es de la primera secuencia de 25 de marzo 1937.
12 Por ejemplo, entre las ilustraciones, que no eran de obras de arquitectura y pintura,
destacaban algunas de paisajes áridos y otras de procesiones o costumbres religiosas y paganas
de “cierta crueldad medieval”.
DIMITRIS FILIPPÍS 181
14 Se trata de un artículo, traducido por Unamuno, que había escrito el mismo Melás, el 19
de aquel mes de marzo, el día de la muerte del antiguo primer ministro de Grecia, el liberal
Elefcerios Venizelos, en el periódico griego Eléfceron Vima (es decir, Tribuna Libre). Hoy véanse
también en Quimette, 1984: 271-273.
15 De la carta de M. Menéndez Pelayo a Antonio Rubió y Lluch enviada el 19 de noviembre
1881.
16 Aprovechamos la ocasión para mencionar las jornadas científicas de Atenas en 2006, “1936:
España y Grecia” (Actas, 2007).
“ESPAÑA ETERNA: HISTORIA Y CIVILIZACIÓN”:
184 UN RELATO DE LA PRENSA GRIEGA (1936-1939)
los dos libros que, según opinamos, reactivaron el interés por España tanto a nivel
literario como científico: en 1966 se publicó, Ispanikí Spudí (es decir, Ensayo espa-
ñol) del escritor e hispanista Costas Tsirópulos, mientras que en 1969 apareció el
estudio del historiador Ioánnis Hassiotis, Relaciones entre griegos y españoles durante
la dominación otomana traducido ya al español (Hassiotis, 2008: 37-72).
BIBLIOGRAFÍA
Bernant Vistarini, Antonio (Ed.), (2001). Volver a Cervantes. Actas del IV Congreso
Internacional de Asociación de Cervantistas, Lepanto, 1&8 de octubre de 2000, τ.1&2.
Palma: Universitat de les Illes Balears
García Santa Cecilia, Carlos (Coord.), (2006). Corresponsales en la Guerra de
España. Madrid: Fundación Pablo Iglesias-Instituto Cervantes.
Filippís, Dimitris (2000).“Grecia frente a la guerra civil española”, en España y la
cultura hispánica en el sureste europeo. Atenas: Dirección General de Relaciones
Culturales y Científicas-Ministerio de Asuntos Exteriores de España; páginas 188-
200.
Filippís, Dimitris (2001). “Mijaíl Chervantis, Servantis, Kervantis, Kervantes,
Cervantés, Cervantes. Datos sobre la difusión de la obra cervantina en Grecia”, en
Volver a Cervantes-Actas del IV Congreso Internacional de Asociación de Cervantistas,
Lepanto, 1&8 de octubre de 2000. τ.1, Palma: Universitat de les Illes Balears; páginas
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Filippís, Dimitris (2006).“Federico García Lorca: I proslipsi ke i diadosi tu ergu tu
stin Elada” (“Federico García Lorca: Asimilación y difusión de su obra en Grecia”),
en Diavazo (Leer), n. 466 (septiembre); páginas 116-118.
Filippís, Dimitris (2008). Historia y Literatura: La Guerra Civil Española en Grecia.
Madrid: Ed. Del Orto; páginas 16-28.
Filippís, Dimitris (2009). ‘‘La última guerra romántica vista desde Grecia’’, en Letra
Internacional, n. 105 (Invierno), páginas 62-70.
Filippís, Dimitris (2010). Profasismós, ekfasismós, pseudofasismós. Elada, Italia ke
Ispanía ston mesopólemo (Prefascismo, fascismo y pseudofascismo. Grecia, Italia y
España en el periodo de entreguerras). Salónica: Ed. University Studio Press; páginas
253-270.
Hassiotis, Ioannis (2008).“Relaciones históricas hispano-griegas desde la caída de
Constantinopla hasta la creación del Estado Neohelénico”, en Ioannis Hassiotis,
Tendiendo puentes en el Mediterráneo. Estudios sobre las relaciones hispano-griegas
DIMITRIS FILIPPÍS 185
ANEXO
ESQUEMA
(Ilustraciones de obras de arte hasta el año 1500)
Proía
obras
leyendas
Nea Estía
obras y leyendas
San Clemente de Tahull, 1123: mural de ábside “La parábola del hombre rico y
del mendigo Lázaro” (detalle), Museo de Barcelona.
19
LA EMIGRACIÓN CLANDESTINA VISA POUR MOURIR DE RAFIA
MAZARI
FOUZIA DERKAOUI
620 emigrantes que organizaban travesías hacia Cerdeña y Sicilia fueron detenidos
durante 2006 por los guardacostas en las costas occidentales de Argelia.
Durante el decenio sangrienta de los noventa, cuando el terrorismo sacudía
el país, apenas hubo emigración hacia Europa salvo los francófonos amenazados
por los islamistas. En este contexto, Faysal Ukazi, periodista del periódico franco
árabe Argelia News dice: « Durante los años 90, en medio de la deriva terrorista,
apenas había emigración y “Muchos no se marchaban porque tenían mala con-
ciencia de abandonar a la familia en un país prácticamente sumido en la guerra
civil “, explica Yasmina Khadra, el escritor argelino más vendido y que publica bajo
este seudónimo de mujer.
Actualmente Argelia padece esta plaga, y el problema ha vuelto una verda-
dera obsesión para miles de jóvenes desesperados, que tienen una sola y única idea:
marcharse, pisar la tierra de Europa. La emigración clandestina desde Argelia, es
un fenómeno que está adquiriendo proporciones dramáticas. Hoy, el fenómeno de
“Harragas”ha tomado proporciones trágicas y alarmantes, ante el flujo creciente de
estos que “van al suicidio” sobre verdaderos ataúdes flotantes intentando alcanzar
las costas de España o Italia por mar. A bordo de destartaladas embarcaciones,
estos jóvenes intentan“quemar”las fronteras. A decir verdad no se trata solamente
de personas desesperadas. Es cierto que muchos atraídos por la aventura se en-
cuentran en paro. Pero muchos otros son universitarios, y otros muchos tienen
incluso un trabajo. Pero rechazan la situación en la que se encuentran. La tentación
es cada vez más grande de los jóvenes argelinos de irse a Europa.
“En 2007, cerca de 1 500 argelinos han estado detenidos sobre el litoral, y
83 otros murieron en el momento de sus tentativas. Las autoridades registraron la
repatriación de 761 nacionales argelinos de España en el momento del primer se-
mestre 2007.”A todo el mundo le preocupa el tema de la emigración ilegal; el pro-
blema ha sido el centro de interés del Estado argelino en primer plano que no cesa
de buscar medidas par erradicar esa plaga o a lo menos aliviarla, así como de los
periodistas, investigadores, políticos, historiadores directores de cine como Tarek
Takia, Merzoug e incluso de escritores como Boualem Sansal, Ziane Mohamed,
Mehdi El djazair, y nuestra autora Rafia Mazari que ha podido concretar muy de
cerca en su obra el drama de la emigración clandestina y el tráfico ilegal de seres
humanos. En ese espacio entra con mucha fuerza en la escena literaria, la autora
Rafia Mazari, que contribuye de modo notable al desarrollo literario dedicándose
a realizar criticas a la sociedad en que vive. Y para nuestro trabajo hemos elegido
su novela que es una obra perfectamente estructurada, y que nos atrae desde la
cubierta del libro al leer su titulo « Visa pour mourir » cuyo argumento es:
192 LA EMIGRACIÓN CLANDESTINA VISA POUR MOURIR DE RAFIA MAZARI
Visa pour mourir que en español es Visado para morir, es una obra que rela-
ta la historia de tres jóvenes, Whari el protagonista, Said y Meys la vecina. Los tres
son hijos de pescadores, nos hablan de su vida cotidiana, de sus aburrimientos,
sus necesidades, sus sufrimientos, las desapariciones de sus seres queridos y de su
sueno despierto. Ellos se quejan de la sociedad que reniega y rechaza a sus propios
hijos hasta llevarles bien más allá del mar, hacia la muerte, Hacia lo que parece un
suicidio disfrazado. Una inmolación masoquista.
La novela nos embarca en un viaje sin rumbo donde cobran una gran
importancia las tragedias humanas del día a día en la orilla de una de las playas
paradisíacas del oeste de Argelia donde se suceden las acciones y que es “Cáp.”.
Los dos primos Whari y Said junto a la vecina Meys, van a hacernos vivir la angus-
tia, la emoción de una historia tristemente de moda: La emigración clandestina;
vamos a seguirlos en su lucha en el examen de la vida para salir de la pesadilla.
Los dos jóvenes Whari y said, primos gemelos de veinte anos, dos adolescentes,
pasan el tiempo pescando en la orilla del mar, trabajan y pertenecen a un núcleo
familiar con dificultades económicas y sociales; viven del pescado, que cada día
traen del mar y que pescan por medios rudimentarios no sólo para alimentar a sus
familias, sino vender el resto para cubrir otras necesidades y ahorrar para realizar
sus sueños. El mar continúa alimentándolos y los niños de pescadores sacan de
su abundancia y abusan de su genorisidad como si se tratara de una herencia. Sus
productos son esperados y apreciados por una clientela que viene para sacar de la
fuente fresca. Pero, las cosas empiezan a cambiar con la aparición de unos clientes
bien vestidos, en preciosos coches que dan a sonar y que representan una ver-
dadera agresión moral. Los guardias que les prohíben la venta clandestina de su
pescado fuera en la calle, les complica también la vida.
Ahogado en sus problemas, Said decide desaparecer dejando a su primo
Wahri solo frente a una gran responsabilidad: tiene que ayudar a Mina su tía, que
se persuade de que Said su hijo esta aun vivo, y subvenir a las necesidades de sus
pequeños hermanos y primos. La muerte supuesta de ese último, ahoga al pro-
tagonista y lo incita a pensar en crear una asociación para frenar a esos jóvenes
de emigrar ilegalmente, hablando de las consecuencias de ese tipo de viaje. “El
círculo de los rescatados”, se realizó pues en presencia de un grupo de personas
arrepentidas o rescatadas que viene a contar sus diferentes aventuras, intentando
entre sollozos y confesiones de hablar del misterio de la llamada del “gran azul”,
Tiene cada uno su historia, su coartada, su argumento, y su pudor.
Pronto empezaron a ser numerosas “Las madres huérfanas” madres de los
jóvenes que han elegido vivir una aventura que fue para muchos un viaje sin llegada
FOUZIA DERKAOUI 193
y sin retorno. viaje que terminó sepultando en el mediterráneo la juventud y los sue-
ños de centenas de jóvenes. Las madres de los desaparecidos han declarado la guerra
a la emigración clandestina que continúa haciéndose víctimas. El objetivo de esas
mujeres es hacer algo para evitar que los demás jóvenes arriesguen la vida en el mar.
Meys, una joven de veinte anos también, pertenece a una familia mas o
menos mas acomodada que la de Whari y Said. Enfrenta diversas situaciones, so-
bre todo amorosas, que las ayuda a madurar y a participar en la asociación de los
recatados. Por amor a Whari, La estudiante más filántropa que presuntuosa, los
problemas no la desaniman; cree que ella tiene resoluciones, pero ella también
cede al amor, por el mar.
Estudio del titulo “Visa pour mourir”
El primer paratexto de la novela, su titulo Visa pour mourir, se manifiesta
como primera información que el lector recibe acerca de la obra. Puede ser defini-
do como un micro texto, una unidad discursiva restringida. Aquí, desempeña varias
funciones; en primer lugar la función apelativa que designa a la obra a la que se
refiere, luego la referencial que informa al lector sobre el contenido del texto y otra
aproximadota y que consiste en la capacidad que tiene el titulo para acercar al lector
mas intensamente a la obra literaria como artefacto que afecta la sensibilidad. Por ello,
concluimos que entre el titulo y el texto que tenemos, existen relaciones estrechas.
El titulo de nuestra novela, ha despertado en nosotros, el deseo de profun-
dizar nuestro estudio ya que pone de relieve las limitaciones que afectan los deseos
vitales ahogados del individuo
El titulo viene compuesto de “Visa”“pour”y “mourir”. Según el diccionario
Real academia española: visa (visado) es: acción y efecto de visar la autoridad un
documento. Para: Denota el fin o término a que se encamina una acción. Morir:
Llegar al término de la vida. Con “visado” se entiende pues, la acción de autorizar,
reconocer el derecho de una persona para salir legalmente de su territorio nacional
e dirigirse hacia otro extranjero. De derecho, la autorización es un acto realizado
por una autoridad, a través del cual se permite a un sujeto una cierta actuación,
que en otro caso, no estaría permitida, si tal es la definición de visado, pues la
pregunta fundamental que se pueda plantear es: De qué viaje se trata? y quien de
esos inhumanos autoriza a esos viajadores a darse la muerte? O de otra manera,
la muerte tiene permiso?
El titulo Visa pour mourir aparece aquí como referente de una escritura que
presenta detalles existenciales. Es importante, intrigante y frustrante a la vez ya
que opone el morir que es dejar de vivir. El visado se dibuja pues en toda la
obra como símbolo de lo fronterizo, limítrofe entre las dos orillas norteafricana y
194 LA EMIGRACIÓN CLANDESTINA VISA POUR MOURIR DE RAFIA MAZARI
triste desde la desaparición de said, y suena con hacer una asociación que se llama
“el circulo de los rescatados” para participar en el alivio de esta plaga. El numero
de los cuerpos de rescatados aumenta cada día mas, en este contexto whari declara
que siempre están sorprendidos por noticias macabras : “ Tous les quotidiens nous
surprennent par des nouvelles macabres!” P.49.
Alarmado ante el número creciente de los jóvenes muertos, Whari aterrori-
zado intenta reunir a muchos rescatados para contar su drama y sensibilizar a los
que quieren emigrar clandestinamente.
La frustración.- Whari y su primo Said viven sometidos a una situación
critica, La muerte de sus padres siendo aún niños y un duro entorno familiar
influyó drásticamente en la vida de los dos jóvenes que no consiguen alcanzar
llevar una vida fácil sin luchar porque tuvieron que trabajar para mantener a Mina
la viuda, la madre de Said y a los hermanos y primos. Se dedicaron pues a pescar
y llevar lo necesario para subsistir, pero la aparición del guardia perturba otra vez
la vida de ambos muchachos y provoca en ellos cierta frustración “seule la peur du
gendarme les agaçait. Y» El miedo de ser detenidos les incita también a tomar
otras medidas, se trasladaban difícilmente con sus cajas llenas de pescado y que
no es nada fácil para evitar al control, en ese contexto la autora dice: “Un ou deux
cageots à trimbaler en jouant à cache cache, n’est pas du tout de repos!” (p.17).
Conviene señalar que con esa persecución, el guardia aplica la ley, ya que las ven-
tas que están hechas sin autorización sobre los bienes del dominio público es decir
sobre la acera, las calzadas, en las plazas están prohibidas en Argelia.
Said acaba por ser detenido y su mercancía destrozada, las contradicciones
interiores crean en este personaje, un malestar psicológico. Said perturbado ante
ese evento doloroso, no cesa de repetir: “Courir tant et se cacher comme des la-
rrons... tout cela, juste pour manger et ne pas voler” (p.17). Quema sus papeles y
desaparece dejando a su madre con sus penas.
El contrabando.- En la novela, la autora alude también a un grave pro-
blema que atenta, principalmente, la economía del país: El contrabando conse-
cuencia de la pobreza y del desempleo. Su problema financiero, Whari suena con
resolverlo por sus propios medios. Llegando a un mutuo acuerdo con extranjeros
que tienen arrastreros, Decide vender su mercancia y ganar mas dinero lo mas
pronto posible: « Whari avait décidé de ne plus vendre à terre ! Dorénavant, il ira
livrer sa moisson toute fraiche, et meme plus chère, là-bas, sur les bateaux du large.
Des chalutiers étrangers poussaient la ballade ou plutot ...le dépècement des biens
halieutiques, jusqu’au rives. » (p.23). Ávido de dinero, Whari se mete en la pesca
de coral para venderlo clandestinamente a unos cargos españoles que lo compran
FOUZIA DERKAOUI 197
sin negociar el precio; es claro que se lo venden a precio muy barato: « Dans une
complicité vesperale, il vogua sans peur jusqu’au cargo espagnol. Des matelots ha-
pèrent comme des proies, ses casiers touffus et lui lancèrent sa prime sans meme la
négocier ! Dans un discours gestuel, il crut comprendre qu’ils chercherent encore...
du corail ! »P. 43
La inmigración clandestina es a menudo fuente de tragedias humanas. El
fenómeno implica, generalmente, a personas que podemos calificar de mafiosos
especialidados en el tráfico de seres humanos en Argelia, así como en otros países
del Magreb. Un responsable le declaró a Magharebia bajo anonimato: « Estos in-
migrantes afirmaron que para la travesía del Mediterráneo, debían pagar cada uno
una suma comprendida entre 10 000 y 15 000 dinares.» La autora de Visa pour mou-
rir alude a ese agudo problema, refiriéndose a Said, que se ha dedicado al trafico de
seres humanos en la meta de ganar dinero y ayudar a sus familiares
Para concluir, podemos decir que la elección del tema y sobre todo
la manera escribir sucesos sobrepasan todas las fronteras, acertando una vez mas
la universalidad de la creación literaria. Rafia Mazari, saco sistemas de la realidad
cotidiana, se intereso a lo que la rodeo, intentando llamar la atención de los demás
sobre los problemas existenciales.
De todo lo dicho, creemos también que el mensaje de esta novela es infi-
nitamente importante y ofrece un campo de investigación inextinguible dentro del
marco universal.
BIBLIOGRAFÍA
ESTUDIOS TÉORICOS
FUENTES ELECTRÓNICAS
http://www.magharebia.com/cocoon/awi/xhtml1/fr/features/awi/
features/2008/01/13/feature-01
http://www.economias.com/2009-03-03/1761/desempleo-en-espana-sigue-
creciendo/
199
20
NARRATIVA Y REVISTAS EN LA FORMACIÓN DEL IMAGINARIO
LATINOAMERICANO
DR. JAIME GALGANI MUÑOZ
Reyles, La gloria de Don Ramiro (1908), de Enrique Larrea). América Latina ne-
cesita mostrarse en su pluralidad descomunal, la que constituye su riqueza al
mismo tiempo que su debilidad. Hace algunos años, viajando desde el Cusco a
Macchu Picchu en el tren popular, sentado en medio de sacos de legumbres que
llevaban los lugareños, cerca de mí un alemán leía en su lengua Cien años de so-
ledad. Imaginé entonces el imaginario que debía rondar en la mente de ese joven
europeo que, por allá por los años 80, esperaba encontrar la América exótica que
probablemente había consumido leyendo las narrativas del boom. Así también a
nosotros, los latinoamericanos, nos había pasado con nuestro propio continente.
Lo habíamos conocido leyéndolo. Primero con las novelas de inicios del siglo XX,
herederas del naturalismo francés y del realismo ruso, luego con la novela de los
grandes fundadores de la narrativa contemporánea y, finalmente, con la misma
narrativa del boom que leía en el tren ese accidental compañero de viaje. Quizás
los dos íbamos al encuentro de una misma magia, quizás a ambos se nos había
inculcado que en algún lugar de América residía la exótica presencia de una rea-
lidad que se confundía con lo mágico y en donde los helechos creían a nuestra
vista. García Márquez, en su discurso a la Academia Sueca, cuando recibió el
Premio Nobel, hizo ver, con variadas notas documentales, que esa visión mágico
realista la heredamos de nuestros primeros visitantes europeos, partiendo por
Antonio Pigafetta, el cronista que acompañaba a Hernando de Magallanes. He
ahí nuestro imaginario: la mirada del Otro. Necesitábamos del ‘otro’ para cono-
cernos. Sin embargo, es inevitable que esa mirada, por generosa y complaciente
que sea, adolezca del principio que da inicio a todos los estereotipos. Cholos,
rotos, huasos, indios, gauchos, compadritos, llaneros, afroamericanos, desfilan
por nuestra novelería comunicándonos a veces una mirada compasiva, otras des-
preciativa, otras condescendiente, pero a menudo tamizada por el ‘color local’ que
no pocas veces termina en la foto que el turista quiere sacarse junto a una india
y una llama, a ser posible con el imponente macizo andino como telón de fondo.
Esa no es la realidad.
Pero, ¿qué es lo real? Borges, el neonominalista por excelencia, nos libera
del trabajo que supone esta pregunta, enseñándonos que todo es ficción: la histo-
ria, la filosofía, la teología, y la novela por supuesto; podríamos agregar: incluso el
periodismo. Lacan nos enseñó que por medio de lo simbólico no tenemos acceso
a lo real sino sólo al imaginario. El rostro verdadero de lo que somos permanece
como un misterio detrás de la palabra. Sin embargo, siguiendo al mismo Lacan,
habría que decir que lo real se asoma como síntoma, como erupciones que de vez
en cuando el subconsciente hace aflorar sobre la capa del lenguaje.
DR. JAIME GALGANI MUÑOZ 207
América Latina recibió la escritura como algo dado y parece que siempre la
escritura pesará sobre nosotros como una norma a la que debemos ajustarnos. Sin
embargo, desde los inicios de la Conquista, la adoptamos y quisimos, con ella, ha-
blar de nuestro mundo como de los otros mundos que nos circundaban. También
nosotros hemos pecado de exotismo al hablar de otros continentes y costumbres.
El problema no está en los europeos ni en los escritores europeizantes que definie-
ron las características de nuestra identidad. El problema está en la huella de la voz
que queda en la escritura. El problema es no asignar a la voz su primera valencia.
Eso lo entendieron mejor varios de nuestros poetas populares (Violeta Parra, por
ejemplo) que comenzaron a recorrer territorios con una grabadora en mano para
escuchar la voz más genuina de los cantares varios que han prevalecido como una
sombra tras el día claro del canon literario. Ahí están los cantos, las adivinanzas, los
dichos, las ceremonias, las voces otras en donde se asoma la diversidad cultural de
la cual nos gusta hacer gala.
Sin embargo, también aquí puede haber una trampa. El cineasta Raúl Ruiz,
en su producción La recta provincia, presenta a un periodista que va por los campos
buscando un relato que sea verdaderamente original. Cuando ya estaba cansado
de su empresa, escuchó un cuento que sí le pareció puro y único. Preguntó si su
interlocutor lo había inventado. Y este le respondió: “-No, lo escuché en la radio
OK”. Queda como conclusión, entonces, que así como no existen las razas puras,
tampoco existen los relatos identitarios totalmente originales. Bajtín lo supo decir
mejor. Nosotros lo podemos resumir diciendo que toda cultura, por muy alejada
que sea, participa de un patrimonio dialógico. Es necesario acusar, entonces, a la
empresa culturalista fundacional de nuestras repúblicas de esa falta de dialogismo.
Ni americanos, ni europeos, ni asiáticos ni africanos; somos más bien una especie
de oleaje cultural que se manifiesta de maneras diversas en medio de las turbulen-
cias y calmas chichas que tiene la mar del lenguaje.
BIBLIOGRAFÍA
21
REFLEXIONES SOBRE LA TRANSMISIÓN DE CRITERIOS, VALORES Y
ACTITUDES A TRAVÉS DE LA ENSEÑANZA DE IDIOMAS
HELENA GARCÍA MARTÍNEZ
más recurrente es la transmisión de los valores que nos aporta la cultura fran-
cesa en forma de ‘tópicos’ o ‘clichés’. Suelo partir de las ideas preconcebidas de
los miembros de cada grupo sobre la cultura francesa, sobre todo en los niveles
básicos. En clase, hacemos una puesta en común de los diferentes tópicos (¡a lo
largo de este proceso, nos damos cuenta de que muchos de ellos son erróneos
o netamente falsos!) y los vamos comentanto en función del bloque temático
que abordemos correspondiente a la unidad que estamos dando en el manual o
también, por qué no, tópicos que surgen de forma espontánea por la curiosidad
de los alumnos o motivados por alguna noticia de actualidad. En este apartado,
invito al lector a reflexionar sobre estos tópicos conocidos por todos (¡o por casi
todos!) a lo largo de un recorrido que espero que le resulte interesante, con el fin
de que se haga una idea de la enorme cantidad de información que nos ha sido
transmitida desde el país vecino.
La inmensa mayoría de los alumnos de francés se sorprenden cuando
aprenden que, en francés, ‘mesa’ se dice ‘table’. El primer comentario, suele ser:
‘¡Anda! Se escribe como en inglés’. Y mi contestación siempre es: ‘Noooo, en in-
glés como en francés’. Qué quiero decir con esto: según los expertos, entre el 60%
y el 80% del léxico inglés es de origen francés. No olvidemos que Inglaterra fue
conquistada en el siglo XI por el Duque de Normandía, que se convertiría en Gui-
llermo I de Inglaterra. Esto motivó que se pusiera de moda el francés entre los
miembros de la corte inglesa. Recurro a este cliché con muchísima frecuencia, por
ejemplo, cuando vemos el léxico de la alimentación, más concretamente, los dife-
rentes tipos de carne. En inglés, existe un nombre, de origen sajón para el animal
(‘pig’=cerdo, ‘cow’=vaca), mientras que para la carne que se come, el nombre es
de origen francés (‘pork’, del francés ‘porc’; ‘beef’, del francés ‘boeuf’). Este dato
es muy revelador, ya que indica que las personas que se ocupaban de cuidar a los
animales pertenecían a un extracto social bajo que hablaba la lengua autóctona,
mientras que quienes ‘se comían’ la carne eran los nobles, es decir la gente de la alta
sociedad, que hablaba francés. Siempre aludo a las grandes personalidades feme-
ninas que nos ha dejado la historia y la literatura francesas, ya que son un modelo
de independencia y valentía que se enfrentaron al mundo de los hombres y, gracias
a ello, perduraron en la memoria.
Un personaje relevante que nos ha llegado desde Francia es la reina Leo-
nor de Aquitania (1122-1204)1, considerada por muchos la primera feminista de la
1 A partir de este momento, los años que figuren entre paréntesis se referirán, en el caso de
personas, a la fecha de nacimiento y de fallecimiento y, en el caso de obras literarias o cinema-
tográficas, al año de publicación.
REFLEXIONES SOBRE LA TRANSMISIÓN DE CRITERIOS, VALORES Y ACTITUDES
212 A TRAVÉS DE LA ENSEÑANZA DE IDIOMAS
historia. Fue educada por su padre, Guillermo X, duque de Aquitania, tal y como se
educaba a un varón en la época: en el arte de leer y escribir, la cetrería, la caza y la
estrategia militar. Siendo una rica heredera, contrajo matrimonio con el rey Luis VII
de Francia, en 1137. Con él, participó en la Cruzada de 1144. Tras dos hijas, Maria y
Alix, y muchos enfrentamientos entre ambos, su matrimonio fue anulado en 1152.
Unos meses después, se casó con Enrique II de Plantagenet, rey de Inglaterra, con
quien tuvo 8 hijos, entre los cuales figuran Ricardo Corazón de León y Juan Sin
Tierra. El abuelo de Leonor, Guillermo IX, fue considerado el primer trovador de
la historia y la reina Leonor, desde su corte de Poitiers, siguió la tradición familiar
difundiendo el tema del amor cortés, fundamental en la lírica trovadoresca. Este
personaje ha dejado su huella en el cine, en el largometraje de 1968, El león en
invierno, protagonizada por Katherine Hepburn y Peter O’Toole.
Leonor de Aquitania tuvo 2 hijas con su primer marido. La mayor, María de
Champagne , mantuvo una corte muy cultivada y fue la protectora de numerosos
escritores, de los cuales el más destacado es Chrétien de Troyes (hacia 1135 – hacia
1190). Este autor introdujo la leyenda del Santo Grial, en el siglo XII, en la obra
titulada Perceval o el cuento del Graal (hacia 1180). En esta obra, Chrétien de Troyes
refundió la leyenda del Grial, el cáliz que usó Cristo en la Última Cena y en el que
José de Arimatea recogió su sangre después de la crucifixión, con otra leyenda de
origen inglés, la leyenda del Rey Arturo, de todos conocida. La difusión del mito del
Grial, tuvo tal repercusión en toda Europa, que hoy en día aún perdura y muchos
sitios sagrados reclaman la autenticidad del Grial allí custodiado, como ocurre en O
Cebreiro. Esta leyenda ha sido inspiración de muchos autores de muchos ámbitos
diferentes entre los que cabe destacar la ópera Parsifal de Richard Wagner, estre-
nada en 1882, el best-seller El código Da Vinci (2003) de Dan Brown y numerosas
películas, como Los caballeros de la Mesa Cuadrada (1975), del grupo humorístico
inglés Monty Python o Excalibur (1981).
Otro personaje histórico, célebre por su frase ‘Si no tienen pan, que co-
man pastel’ (‘S’il n’ont pas de pain, qu’ils mangent de la brioche’) al que re-
curro con frecuencia es María Antonieta (1755-1793). Esposa del rey Luis XVI
de Francia, María Antonieta, de origen austríaco, es desprestigiada por la corte
francesa desde su llegada al trono, al parecer, por celos y envidia de su largo árbol
genealógico y su alta alcurnia. A su alrededor, surge todo tipo de acusaciones: es
acusada de tener amantes, tanto masculinos como femeninos y de despilfarrar el
dinero público en caprichos. Se le reprocha que mande construir en Versalles una
aldea en miniatura para su exclusivo disfrute recreando la vida campestre. Es víc-
tima de una falsa acusación de encargar un collar de brillantes al joyero Bohmer,
HELENA GARCÍA MARTÍNEZ 213
valorado en una fortuna, cargo del que no se hace responsable. Como es bien sa-
bido, en los años posteriores a la Revolución Francesa (1789), es juzgada por alta
traición. Posteriormente, es condenada a muerte y guillotinada públicamente.
Existe una filmografía importante sobre este personaje. Una de las películas más
recientes es Marie Antoinette (2006), dirigida por Sofia Coppola y protagonizada
por Kirsten Dunst.
El medio de difusión de la cultura, por excelencia, es el libro. Muchas co-
rrientes literarias tuvieron su origen en Francia. En el apartado anterior, mencioné
a dos mujeres que fueron esenciales en la creación y difusión de las letras france-
sas, en la Edad Media. Pero Francia destacó en las letras en todas las épocas. Con
frecuencia, los alumnos se sorprenden al saber que personajes tan conocidos como
Gargantúa y Pantagruel, tienen su origen en el Renacimiento, de la mano de su
autor, François Rabelais (1494-1553), y que no son unos ogros malísimos, sino,
simplemente, unos gigantes ávidos de comer y de beber, lo que da pie a multitud
de episodios cómicos. De hecho, en español, utilizamos con frecuencia la expresión
‘una comida pantagruélica’ como sinónimo de ‘abundante’.
A todo el mundo le suena Molière (1622-1673), englobado dentro del Cla-
sicismo. Autor dramático por excelencia, cuyo verdadero nombre era Jean-Baptiste
Poquelin, quien dedicó su obra a la crítica de la alta burguesía y de la aristocracia,
como queda reflejado en obras como Tartufe (1664), que simboliza la figura del hi-
pócrita o El avaro (1668), cuyo tema no necesita explicación. El llamado ‘siglo de las
luces’ francés, o sea, el siglo XVIII, también llamado Ilustración está marcado por la
publicación de la Enciclopedia, obra de gran magnitud que recogía un compendio
de los conocimientos científicos, artísticos y filosóficos de la época, publicada por
D’Alembert y Diderot entre 1751 y 1780, que conoció gran popularidad entre la
aristocracia gracias a las tertulias que se celebraban en los salones de los palacios,
en los que se recibía a los literatos e intelectuales de la época.
El siglo XIX, nos legó 3 corrientes literarias fundamentales. El Romanticis-
mo llegó a Francia desde Inglaterra y Francia y, en él, se exaltan las pasiones y los
sentimientos, en una palabra, lo subjetivo. Fue la época de George Sand (1804-
1876), autora que firmó sus obras con nombre masculino, aunque en realidad se
llamaba Aurore Dupin, y se disfrazó de hombre para poder vivir con mayor liber-
tad. De ella, es archiconocido el romance que mantuvo con el compositor Frédé-
ric Chopin. El Romanticismo también engloba autores de gran éxito como Victor
Hugo (1802-1885), quien cultivó prácticamente todos los géneros literarios además
de dedicarse a la política. ¿Qué niño no conoce al famoso Quasimodo, el joroba-
do de Notre-Dame? Es el personaje principal, junto con Esmeralda, de su novela
REFLEXIONES SOBRE LA TRANSMISIÓN DE CRITERIOS, VALORES Y ACTITUDES
214 A TRAVÉS DE LA ENSEÑANZA DE IDIOMAS
como una adaptación al español del término francés, que deriva de la preposición
francesa sur, ‘sobre’. Es decir, que la traducción exacta sería ‘superrealista’, aunque
este término no ha tenido aceptación. Esta corriente filosófica se centra en el aná-
lisis de la condición humana y el significado de la vida, que viene determinado por
los actos de cada uno. Se caracteriza por la ruptura con las corrientes de pensa-
miento tradicionales. Sus máximos representantes son Albert Camus (1913-1960),
Jean-Paul Sartre (1905-1980) y la que fue su amante, Simone de Beauvoir (1908-
1986), conocida por ser una defensora a ultranza de los derechos de la mujer, tal y
como refleja en su obra El segundo sexo (1949).
El Nouveau roman o novela nueva es una corriente literaria que rompe con
la novela decimonónica. Se caracteriza por el rechazo de la descripción de persona-
jes, a favor de la exploración de la conciencia. Muchos son sus representantes pero,
quizá, la más conocida sea Marguerite Duras (1914-1996) con su novela El amante
(1984), adaptada al cine, con el mismo título en 1991. La lista de tópicos a la que
recurro es interminable y no se limita a cuestiones relativas a la lengua o a la litera-
tura, sino que incluye todos los ámbitos que considero que pueden ser relevantes,
como arte, política, economía, trabajo, sucesos, tecnología, actualidad... Además
estos tópicos pueden variar de un curso para otro, en función del tipo de alumnado,
del nivel que imparto y de otros factores que siempre dependen del azar, como por
ejemplo, el premio otorgado a Jean-Marie Gustave Le Clézio (1940) en 2008; el
fallecimiento del director de cine Claude Chabrol en 2010; la crisis política de los
países del norte de África, en 20; y de todos aquellos acontecimientos que, desde
Francia y los países francófonos, tienen cierta relevancia en el mundo.
217
22
LA POTENCIA DE LA MINIFICACIÓN EN LA LITERATURA ESPAÑOLA
CONTEMPORÁNEA: LA ATRACCIÓN POR LO MÍNIMO EN EL TEATRO
ACTUAL
JORGE GÓMEZ
Menos es más
MIES VAN DER ROHE
3 Que para Habermas no es más que una postura contra la moderninidad, es decir, la posmo-
dernidad se presenta claramente como antimodernidad (Habermas, 1988, Modernidad versus
postmodernidad, J. Picó [ed.], p. 87).
JORGE GÓMEZ 219
y otra más grotesca, vinculada con los orígenes carnavalescos del género. Para am-
bas actitudes, dos tendencias ideológicas: la primera, más moralista y reformista,
cuya risa será más moderada; la segunda, en cambio, más transgresora, cuya risa
será abierta. Pero en ambos casos la comicidad puede no excluir elementos trágicos
(Huerta Calvo, 2008: 26-27).
Lo destacable de todo esto, tal vez, no es tanto la transformación sustancial,
temática o estética de estas piezas breves, que desde finales del siglo XX y comien-
zos del XXI se hace cada vez más evidente, sino más bien una apreciación distinta
por parte de los creadores y estudiosos (y, posteriormente, del público) de estos
géneros ʻmenoresʼ. Así, durante toda su trayectoria, el género dramático breve ha
sido un teatro de la marginalidad, subsidiario o parasitario del teatro largo en un
principio, o, incluso, ya emancipado de éste, se lo ha considerado como un género
de menor categoría. Algo parecido ha sucedido, aunque con ciertas diferencias,
respecto a la novela y el cuento o el relato. También, salvando las distancias, se ha
podido percibir en un principio una mayor“valoración”por el largometraje que por
el cortometraje.
Es decir, se observa cierto prejuicio que identifica y equipara lo extenso con
lo grave o importante, y lo corto con lo intrascendente o secundario. Este prejuicio
puede que no haya desaparecido del todo y aún siga vigente no ya con los tradi-
cionales géneros cortos (teatro breve o relato breve, por ejemplo), sino con la apa-
rición o repunte de la microtextualidad o microficcionalidad (recordemos también
los “videominuto” o “cine comprimido” que se cuelgan en internet). En este caso, la
exacerbación paroxística por la brevedad puede llegar a reducir un microtexto a una
sola palabra4 —aproximándose temerariamente al grado cero de la escritura—,
o una minipieza teatral sostenerse casi con una sola frase, como en La pluma de
Alfonso Zurro:
La Pluma
(Entra el Hombre. Ve una pluma en el suelo. La coge)
Hombre. —La pluma de un Ángel. ¡Qué suerte!
(Sale corriendo.) (Zurro, 1994: 85)
La Gata
Acto único
El escenario carece de decoración.
(En el centro, una torre inexpugnable.
Aparece una gatita de pelo negro aterciopelado.
Levantando su prepotente cola roza su lomo una y otra vez
en las estructuras de la torre. Esta se desploma. Es el cadáver de un hombre.
La gata, provocadora e “ingenua”, se dispone a abandonar el escenario. A
punto de salir, su sombra se proyecta sobre el fondo, semejando la negra
silueta de una mujer… Y sale. Ronroneo. Cae el telón.) (Moreno Arenas,
2003: 37)
lizan estas obritas dramáticas bien definidas desde al menos el siglo XVI hasta la
actualidad.
Nuestro teatro breve, como ya se ha apuntado más arriba, tiene una serie
de características que van cambiando a medida que la sociedad y la época varían,
aunque conserva una serie de rasgos que lo identifica como un género común.
Tanto el humor como el carácter ʻpopularʼ tal vez sean dos de los rasgos que, con
matices y diferencias, se hacen perceptibles hasta el siglo XX.
Sin pretender precisar demasiado, grosso modo, se pueden distinguir cin-
co etapas en el teatro breve7: a) etapa fundacional o renacentista (autos, églogas,
5 Atendemos a la distinción establecida por Lauro Zavala del cuento corto, muy corto y ultra-
corto, para establecer un paralelismo respecto al teatro breve y sus posibles distinciones según
sea su extensión (El cuento ultracorto: Hacia un canon literario; en www.ciudadseva.com).
6 Para una rápida panorámica del teatro breve, véase Gutiérrez Carbajo, 2006: 224-229.
7 Cf. Huerta Calvo, 2008: 19-26.
JORGE GÓMEZ 221
8 Respecto a la temática, a grandes rasgo, del teatro breve en general, refleja, como dice María
Jesús Orozco Vera: “las inquietudes del hombre y de la mujer del siglo XXI. En sus obras se
plasman los efectos de un mundo caótico, deshumanizado y sumamente violento; un espacio
inhóspito que se proponen mejorar los escritores, los creadores de textos dramáticos, entregan-
do su mensaje, en clave de comedia, tragedia o drama, a sus lectores o espectadores. Por otra
parte, con respecto a las preferencias estéticas, cabe reseñar la variedad, la heterogeneidad que
caracteriza a este teatro breve que retoma la tendencia neorrealista y cultiva también la experi-
mentación trazada por el surrealismo, sin olvidar el simbolismo y el teatro del absurdo”. “Teatro
breve del nuevo milenio: claves temáticas y artísticas”; en Tendencias escénicas al inicio del siglo
XXI, ed. José Romera Castillo, Madrid, Visor, p. 729.
9 Teatro breve (1992-2004), de Rafael Gordon, (2006), edición de Santiago Trancón, Madrid,
Fundamentos.
10 Ibíd., p. 43.
11 Cf. recogido en Teatro breve entre dos siglos, ed. Serrano, Virtudes (2004). Madrid, Cátedra,
pp. 117-135.
LA POTENCIA DE LA MINIFICACIÓN EN LA LITERATURA ESPAÑOLA
222 CONTEMPORÁNEA: LA ATRACCIÓN POR LO MÍNIMO EN EL TEATRO ACTUAL
hasta el final. Esta extensión es, quizá, la más usada por nuestros dramaturgos.
Todas las obritas dramáticas que se recogen en la antología de Virtudes Serrano12
pertenecen a esta categoría (aunque algunas de ellas, como El buen vecino de Juan
Mayorga, se aproximan mucho al teatro que aquí hemos designado como muy
breve). También estarían en este grupo algunas de las piezas mínimas que vienen
apareciendo anualmente (desde 1987) en la revista valenciana Art teatral13, dirigida
por Eduardo Quiles (que publica también piezas mínimas suyas). Revista que gira
en torno al teatro corto, cuyo objetivo es la difusión del autor teatral contemporá-
neo publicando sus obras breves. Además de editar un promedio de diez obras por
número, se publican también estudios sobre la importancia de los géneros breves
en la historia del teatro y en la obra de un autor teatral. Hasta la fecha, la revista lle-
va publicadas un total de doscientas obras cortas, incluidos monólogos y un buen
número de ensayos.
El teatro muy breve actual.- La extensión normal de este teatro suele
estar entre las dos y las cuatro páginas más o menos. Su reducido tamaño no
le permite más que ir a lo sustancial directamente; el final puede ser abrupto o
sorpresivo, aunque no necesariamente. Se recurre a veces al monólogo. Cuando
hay más de un personaje, no suelen pasar de dos. Éstos suelen ser descritos con
nombres genéricos o diferenciados por sus oficios o trabajos (Él, Ella; Joven, Viejo;
Alto, Bajo; Camarero, Cliente; etc.). El título de estas minipiezas dramáticas suele
ofrecer pistas o indicar el tema, aunque no parece del todo imprescindible. Sólo
da tiempo a construir una escena altamente significativa. Un ejemplo de este tipo
de teatro brevísimo lo encontramos, muchas veces con reminiscencias cinema-
tográficas, en algunos de los Cuadros de amor y humor, al fresco14, de José Luis
Alonso de Santos.
En este grupo también se encontrarían muchas de las minipiezas dramáti-
cas publicadas en la citada revista valenciana Art teatral. A modo de ejemplo, citare-
mos unas pocas de dicha revista: Herida, de Itziar Pascual (nº 15, año 2001. 3 págs.);
Buterfly, de Pedro Catalán (nº 17, 2002. 3 págs.); A la puerta del mercado, de Eduardo
Quiles (nº 15. 4 págs.); Soledad en un banco, de Margarita Reiz (nº 17. 2 págs.); Vivir
en paz, de Martínez Ballesteros (nº15. 4 págs.), etc.
El bello durmiente
Suenan las doce. A mitad de las campanadas el príncipe se despierta. Se
incorpora.
Mira el reloj de pulsera. Se levanta, mira por una ventana, luego por la otra.
A toda
prisa, se vuelve a acostar. Se hace el dormido y vuelve a roncar estruendo-
samente.
Por una ventana entra una DAMA. Por la otra un CABALLERO. Se miran,
se escrutan.
EL PRÍNCIPE deja de roncar.
CABALLERO. (Con aire afeminado) —¿Y tú qué haces aquí?
15 De cualquier forma, pese a nuestra división tripartita, basada sobre todo en la extensión,
dentro del teatro breve, coincidimos con lo que dice Eduardo Quiles: “Una minipieza no lo es
por el reducido tiempo que dura una acción dramática, sino porque contiene sustancia teatral y
pasó por el filtro de la síntesis”. Teatro corto. ¿Cuestión de folios o de síntesis? en www.artteat-
ral.com (Nº 15, año 2001).
LA POTENCIA DE LA MINIFICACIÓN EN LA LITERATURA ESPAÑOLA
224 CONTEMPORÁNEA: LA ATRACCIÓN POR LO MÍNIMO EN EL TEATRO ACTUAL
BIBLIOGRAFÍA
23
RELACIÓN NOVELA-CINE EN PROVIDENCE, DE JUAN FRANCISCO FERRÉ
ANTONIO A. GÓMEZ YEBRA
Juan Francisco Ferré1 fue finalista del Premio Herralde de Novela en 2009 con
su novela Providence, publicada en noviembre del mismo año por Anagrama.
La obra, según algunos críticos, bien podría haber obtenido el premio princi-
pal, hasta el punto de proclamarlo sin ambages. Así J.E.A.-D en el suplemento
“Babelia” de El País, cuando comentaba: “Ahora leo Providence, finalista (¿y por
qué no ganadora junto con la de Gutiérrez Aragón2?) del Premio Herralde, y
tengo la sensación de haber leído una novela mayor, independientemente de
que se comparta o no su soporte ideológico, una moral o no-ideología en sentido
nietzscheano”3. No era su primera novela, pues previamente había publicado La
vuelta al mundo4, I love you Sade (2003) y La fiesta del asno5, esta con prólogo de
Juan Goytisolo6.
Uno de los primeros pasajes de Providence, la “Toma 2: El principio Delphi-
ne”, puede hacer referencia a su anterior novela, que no fue bien recibida por parte
de la crítica: “Mi segunda película, un desastre titulado La fiesta grande, concursaba
en la Selección Oficial”7 (del Festival de Cannes). Y hasta es posible que haga una
velada alusión a un comentario de quien se ocupó de ella en las páginas de El País,
el mismo crítico que vuelve a hacerlo con Providence, años más tarde. Este mismo
crítico reiteraba su mala opinión sobre La fiesta del asno en la reseña donde se ocu-
pa elogiosamente de Providence8.
1 Juan Francisco Ferré, Málaga, 1962, además de novelista, es doctor en Filología Hispánica,
profesor-investigador en la Universidad de Brown (Estados Unidos) y crítico literario.
2 La vida antes de marzo, B., Anagrama, 2009.
3 J.E.A.-D., “Finalista mayor”, El País, “Babelia”, 19/12/09, pág. 15.
4 Sevilla, Ed. Jamais, 2002.
5 Barcelona, DVD ediciones, 2005.
6 Es también autor de relatos, como los contenidos en Ajuste de cuentas, Homenaje a Blanca-
nieves y Metamorfosis (2006). Asimismo es autor de las antologías El Quijote. Instrucciones de
uso (Benalmádena Costa –Málaga-, e.d.a.,2005), y MUTANTES. Narrativa española de última
generación (2007) y acaba de publicar Mímesis y simulacro. Ensayos sobre la realidad (Del Mar-
qués de Sade a David Foster Wallace, (Benalmádena Costa –Málaga-, e.d.a., 2011).
7 J.F. Ferré, Providence, B., Anagrama, 2009, pág.14.
8 “Hace cinco años, en estas mismas páginas, critiqué agriamente una novela de Juan Francisco
Ferré. Se trataba de la para mí fallida La fiesta del asno. He vuelto a leerla y me sigue parecien-
do fallida”. J.E.A.-D., cit.
228 RELACIÓN NOVELA-CINE EN PROVIDENCE, DE JUAN FRANCISCO FERRÉ
Esta novela, finalista del Premio Herralde, tiene 587 páginas, densas pá-
ginas, que han de leerse con cierta cautela y con no poca atención si se quiere
comprender la trama, y si se quiere seguir con provecho el hilo que la vertebra.
Un breve resumen de la misma, el elaborado por Santos Sanz Villanueva, puede
servir de preámbulo: “Un vanguardista director de cine español, Álex Franco, sirve
de nexo a la constelación de dispersos componentes narrativos que se encajan en
el artefacto novelesco Providence. La trayectoria de Franco se reconstruye desde
un momento vital conflictivo hasta el desenlace en una apoteosis visionaria que
incluye su disolución. Con este recurso, Juan Francisco Ferré (…) ensarta un nu-
trido bagaje tanto de sucesos como de reflexiones de corte ensayístico. La base
convencional del procedimiento se dispone al servicio de una ideación novelesca
fracturada: estampa costumbrista, fanta ficción, libro de viajes, recreación histórica,
descenso a ultratumba, alegato socio político, novela ensayística intelectual cultu-
ralista, novela erótica o relato psicologista. (…) Es asimismo –la novela- un extraño
guión cinematográfico que llega a manos de Franco por caminos misteriosos9. La
historia de un lugar imaginario llamado como la ciudad centra el proceso narrativo
de un estudiante. Providence es también motivo de la reconstrucción biográfica de
su hijo más conocido, el escritor Lovecraft. Ampara igualmente un videojuego bajo
un título con especial grafía de la ciudad”10.
Providence es eso, y, desde luego, mucho más. El mismo Sanz Villanueva
admite unos párrafos después que “se plantea como un discurso deliberadamente
flexible que admite motivos múltiples. Aislados, destacan las incisivas reflexiones
sobre el cine, el análisis ácido de la sociedad americana y por extensión del planeta
globalizado”11. En Providence es difícil encontrar un momento en que el lector –y
por supuesto el protagonista- esté seguro de cuál es el género por el que transita, de
cuál es la manifestación artística contemporánea en la que se desarrolla, incluso de
quién es el protagonista, quién está dirigiendo el decurso de la acción, y quién habla.
A veces nos dará la impresión de que el protagonista es Álex Franco, que
avanza por la novela intentando triunfar con un guión cinematográfico cuyas claves
9 Finalmente, un manuscrito que le pasa uno de sus alumnos americanos, Mike Ryan, parece
constituirse en el guión que él mismo hubiera deseado escribir: “Al poco de llegar, ya está
embebido en la lectura de un insólito artefacto titulado ZODIACO. Se trata de un presunto guión
compuesto de una constelación de historias que van conectándose a través de personajes,
elementos o imágenes que sólo parecen tener en común el hecho de organizarse conforme al
patrón simbólico de los signos astrológicos, reiterados a lo largo de los años como un calendario
ficticio. Sin embargo, el guión parece cubrir varias décadas en la historia de un lugar imaginario
llamado Providence”.
10 S. Sanz Villanueva, “Providence”, Novela Letras, s/p.
11 Ibid., id.
ANTONIO A. GÓMEZ YEBRA 229
desconoce, pero que convertirá en película cuando acabe la misión que le han en-
comendado. Álex Franco es un director de cine bastante descerebrado, incapaz de
crear un guión medianamente bueno, que se deja encandilar por los cantos de sire-
na de Delphine, una ex actriz que conoció tiempos mejores, pero que no ha sabido
adaptarse a la dura realidad: ya no es la joven actriz por quien sorbió los vientos un
afamado productor que intentó inmortalizar su carne.
En los primeros compases de la novela Álex Franco se deja seducir por Del-
phine, y accede a su capricho: copular con una muñeca de silicona que reproduce
fielmente a la actriz cuando ella estaba en su máximo esplendor:
Esta cópula fetichista puede ser crítica del cine porno, pero puede tener un
lejano antecedente literario en las muñecas de cera de tamaño natural que Gómez
de la Serna tenía en sus famosos estudios, a las cuales, desde luego, había vestido
con ropas de la época y con las cuales dialogaba después de cada noche en la tertu-
lia del Pombo. Muñecas con las que se fotografió en numerosas ocasiones.
Desde los primeros instantes Álex Franco, el protagonista, tiene la impre-
sión de estar siendo filmado por una cámara13 que bien pudiera formar parte de
algún programa que se sirve de las cámaras invisibles para utilizar las imágenes
grabadas como motivo de risa ante un público televisivo dispuesto a contemplar
la burla y el ridículo a que son sometidos quienes se sienten grabados sin previa
advertencia: “Tampoco me pregunten si me importó hacerlo teniendo a Delphine
como testigo sobreexcitada, o si me afectó saber que me estarían filmando mien-
tras lo hacía”14. Siendo como es un director de cine, Álex Franco bien debería estar
al acecho de este tipo de grabaciones que pueden ridiculizarlo, pero no parece
importarle, autodefiniéndose como un personaje que vive el momento presente, y
que no selecciona, entre varias opciones, la que puede convenirle, evitando las in-
convenientes: “Los directores, con las excepciones de rigor, somos demasiado ino-
centes en el fondo. Pasivos, mirones, vanidosos, conquistadores, según los gustos
de cada cual, de actrices, actores y demás aspirantes a la prostituida profesión de
farsante universal”15.
La inocencia de que hace gala en esos pasajes primeros lo llevará a aceptar
la propuesta sexual de Delphine, que conlleva otra de tipo profesional: involucrarse
enla dirección de una película cuyo borrador de guión ha sido preparado por unos
productores rusos de poca monta, borrador que ella le proporciona, aunque está
por desarrollar. Delphine lo cautivará con una invitación que se siente incapaz de
desatender:
Es decir, Álex Franco vende su alma al diablo por dirigir una película que
supuestamente puede conducirlo a la fama definitiva, al estrellato. A partir de ese
momento, Álex Franco avanzará con mucho dinero en los bolsillos, y con muy poca
consistencia mental para elaborar un guión, intentando completar este para Del-
phine y para alguien que se esconde detrás de la ex estrella de Hollywood.
La novela se divide en tres apartados a los que no cabría denominar capí-
tulos y una especie de epílogo: El primero lleva como encabezamiento: “PROVI-
DENCE NIVEL 1. EL PRINCIPIO DELPHINE (mayo-septiembre)”, que ocupa 118
páginas y que se complementa con el subapartado “Terminal 3 Caso PVD, Informe
# 1” de 8 páginas.
El segundo es “PROVIDENCE NIVEL 2. EL MOVIMIENTO BROWNIA-
NO (septiembre-noviembre)”, de 250 páginas, complementado con el subapartado
“Yo soy Providenz Caso PVD, Informe # 2”, de 23 páginas.
El tercero es “PROVIDENCE NIVEL 3. LA CORPORACIÓN CTHULHU
(noviembre-diciembre)”, de 153 páginas.
Si en este pasaje salen mal parados los escritores, los directores de pe-
lículas y los guionistas en general, en otros momentos lo harán directores con
nombre propio, como Almodóvar o Amenábar19. Para el de Calzada de Calatrava
guarda una crítica bastante ácida en la “Toma 39”: “que no sea como Almodóvar
y contrate un puto guionista”20. El apellido del protagonista, desde luego, invita
a consideraciones de tipo político. Es evidente que tras el nombre de Álex Franco
están Jesús Franco21, posiblemente también su sobrino Ricardo Franco -director
Mucho más adelante, se afirmará, con evidente doble sentido: “El mensaje
es escueto y ponzoñoso. Sólo afirma que el profesor Franco es un dictador de la
peor especie, que su afán de tener la razón en todo le ha llevado a criticar y denun-
ciar la censura de las películas en televisión como práctica cotidiana de este país”24.
En la novela, tienen cabida no pocos nombres de directores de cine y títulos
de películas. Entre aquellos, destacan el listado de los que asisten a la presentación
–durante un sueño- de la nueva película de Álex Franco: Magnolia. Así los refleja:
no hay ningún director real en quien me haya inspirado. Pero como creador quien me inspira es
Buñuel. Uno de los grandes artistas españoles de todos los tiempos, para mí solo empatado con
Cervantes”. Palabras de J.F. Ferré en Mario Virgilio Montañés, “Juan Francisco Ferré escritor y
finalista del Premio Herralde”, Sur, 26/12/2009, pág. 42.
22 Alejandro de la Iglesia Mendoza que obtuvo un sonoro éxito con su segunda película, El día
de la bestia (1995), donde acertó al incorporarse al género de terror bien adobado de humor, y
que lo catapultó a la dirección en Hollywood de Perdita Durango.
23 Providence, págs. 42-43.
24 Id., pág. 385.
25 Id., pág. 225.
ANTONIO A. GÓMEZ YEBRA 233
26 Mateo, 4, 10: “Apártate, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a Él solo
darás culto”.
27 Providence, pág. 151.
28 En otro momento de la novela se califica a Truffaut como “el monaguillo del moderno cine
francés”. Pág. 327.
29 Id., pág. 162.
30 Id., pág. 167.
31 Id., pág. 172.
32 Samuel Shepard Rogers. La cita es de Providence, pág. 174.
33 Providence, pág. 177.
34 En 1958, se convirtió en un Boy Scout, y cumplió un requisito para la insignia de mérito de
234 RELACIÓN NOVELA-CINE EN PROVIDENCE, DE JUAN FRANCISCO FERRÉ
Por otra parte, tras una clase universitaria en que se había visionado Tibu-
rón, el protagonista advierte: “A continuación tuve una discusión desagradable con
alguno de ellos que defendían el cine experimental e independiente y atacaban el
cine industrial de Spielberg y compañía y el régimen dictatorial que la industria
había impuesto a la creatividad”36. Poco después defiende el significado de la obra
que acaban de ver, frente a la intransigencia de sus alumnos: “No he dicho en nin-
gún momento que Tiburón o este tipo de películas se cuenten entre mis favoritas,
sólo he tratado de explicarles lo que significaron en el panorama sociológico de
un cine que corría el riesgo de perecer por asfixia, de una parte, la más creativa, y
mediocridad, de otra parte, la del cine mayoritario”37.
Los apuntes y notas sobre Spielberg y su filmografía con continuos en la
novela. Entre otras cuestiones, Álex incluye esta: “El tercer postulado del sistema
Spielberg de concebir el cine, como me gusta calificarlo, se podría llamar pruden-
cia, se podría llamar capacidad de adaptación, se podría llamar coherencia, se po-
dría llamar sentido de la oportunidad […] pero yo […] prefiero llamarlo realismo.
El realismo que consiste en mostrar desde la plataforma de un producto concebido
para las masas esta gran verdad del negocio”38.
Michael Powell39 también ocupa uno de esos lugares de privilegio, acaso
por producir una serie de clásicos del cine inglés que todavía se recuerdan. Y, desde
luego, Bernardo Bertolucci40, reconocido universalmente por El último tango en París
y El último emperador, galardonada esta con nueve estatuillas en 1988. Lo suyo es
el cine de autor, con un esmerado uso de la cámara y del montaje, y el trabajo de la
fotografías, por lo que filmó un corto de 9 Minutos de 8mm llamada El Duelo Final.
35 Providence, pág. 211.
36 Id., págs. 261-262.
37 Id., pág. 263.
38 Id., pág. 290.
39 Michael Latham Powell. En Providence, pág. 182.
40 Providence, pág. 185.
ANTONIO A. GÓMEZ YEBRA 235
Junto a Leni Riefenstahl aparece la figura de Spike Lee47, que comparte con
el protagonista (y el autor) haber sido profesor de cine en una universidad, en este
caso la de Nueva York. Reconocido especialmente por Malcolm X (1992). Tiene cabi-
da también Douglas Sirk48, tras un comentario sobre una de las numerosas aman-
tes ocasionales de Franco –Shirley- de quien asegura que “el amor le parece poco,
demasiado metafísico quizás”. Tras el título de su obra más reconocida, Imitación
a la vida, de 1959, aparece el reticente Vade retro. Finalmente tiene cabida Stanley
Kubrick49, considerado por muchos como uno de los mejores y más influyentes
cineastas del siglo XX, destacando por la gran estilización de sus cintas y su mar-
cado simbolismo. A Kubrik se deben cintas como Lolita, o La naranja mecánica. En
la novela, Álex Franco llama a una de sus protagonistas “Lolita”, y cita La naranja
mecánica entre sus filmes preferidos:
Todos estos filmes y todos estos motivos no solo tienen cabida en Providen-
ce, sino que varios pasajes de la novela parecen estar inspirados en ellos.
De uno de ellos señalará Franco: esto, entre otras cosas, es lo que quiso ex-
presar Antonioni con Blow Up y nadie pareció entenderlo en su momento, aquellos
años sesenta de tan deplorable recuerdo para muchos51. Pero además, Providence
recurre continuamente al cine y a todo lo referido con el séptimo arte. A veces es un
pequeño guiño lo que llama la atención del lector, como cuando, en los primeros
compases de la obra, se incluye una frase que recuerda El mago de Oz: “Nos indicó
el camino de baldosas blancas”52.
En otras ocasiones se cuestiona a los críticos de cine, que pontifican aun-
que se hayan quedado desfasados, o aunque no se atrevan a cambiar el punto de
mira y el objeto de su devoción: “El crítico de retaguardia, admirador servil de Clint
Eastwood y Mel Gibson a partes iguales”53. A veces se incide en los aspectos más
sórdidos de la contratación de las actrices que quieren abrirse paso en el mundo del
cine:“En su versión distorsionada de lo sucedido, yo la había chantajeado para que
se hiciera mi amante a cambio de aumentar su presencia en la película, contradi-
ciendo lo previsto en las páginas del guión aprobado por la productora”54.
Álex Franco tiene siempre en los labios nombres de actrices que le sir-
ven como múltiples referencias. Así, para efectuar el retrato de una de sus
partenaires, dirá:
Para hacer lo propio con otra de las jóvenes con las que mantiene una rela-
ción sentimental más intensa, dirá:
que atesora en su memoria. Así cuando es abordado por la mujer policía de color,
con la que tendrá una nueva aventura sexual: “Y, sobre todo, comencé a revivir mis
húmedas fantasías con la inflexible y escultural Angie Dickinson encarnando a Su-
zanne Anderson, la sargento de policía más conocida como <<Pepper>> entre sus
colegas de sexo masculino”57.
Y, aunque sea utilizándola como ejemplo, encontrará la ocasión para dar
cabida a Julia Roberts y su película más emblemática: “Tienes que cotizarte más,
aprende de las actrices de Hollywood. Aprende de Julia Roberts, por ejemplo. Pretty
woman”58. Con todo, aunque sean menos, se abre paso también en la obra algún
que otro actor:
Por otra parte, los hay defensores de cualquier tendencia, hasta el punto
de que Zack, uno de los más fieles, “Mostraba un gran interés en el cine queer, se
declaraba fan de las películas de Gus van Sant y Todd Haynes, antiguos alumnos
de la universidad, y se extasiaba analizando los planos más candentes de Un chant
d´amour, de Jean Genet”68.
Providence, resultado de esa filosofía, lo aglutina todo, para Ferré, “lo alto y
lo bajo, lo perdurable y lo efímero se confunden”72, o por lo menos se equiparan y
se visten con ropas de gala, y esto se advierte también en su protagonista, capaz de
relacionarse con cualquier personaje, capaz de irse a la cama con mujeres de muy
diversa categoría social, intelectual y física. Aunque a veces se siente confundido,
porque abusa de una droga que encuentra al alcance de la mano73, a Álex Franco le
sirve todo, y por eso graba todo con su pequeña cámara.
Y como Álex lo ha grabado todo, se convierte en un disco duro que almace-
na sin orden ni concierto, en busca de hilvanar más tarde ese guión incomprensible
donde él mismo formará parte del elenco principal. Así era el guión que le propor-
cionó Delphine, y así será el que empezó a pergeñar durante su breve estancia en
Marruecos y, desde luego, durante la más duradera en la localidad americana de
Providence, a donde se dirigía para enseñar un curso de dirección cinematográfica
invitado por su universidad.
En Marrakesh, a cuyo festival de cine fue invitado para proyectar Amo Te
Amo, mediometraje que es montaje provisional de La fiesta grande (alusión a la
primera novela de Ferré), había contactado con Gaspard Guimard, el único que
lo felicitó por su obra, a quien le había sorprendido en especial “el modo en que
la película afrontaba la identidad española y, al mismo tiempo, la sacaba de sí,
la desquiciaba y obligaba a transitar por derroteros absolutamente extraños a esa
identidad tan definida por siglos de historia”74.
Más adelante, instalado en casa de los Klingon, en Providence, durante uno de
sus sueños producto del cansancio y de la droga, volverá a tener unas palabras, puestas
en la boca de Buñuel, para el cine español, nada ameno según el director de Viridiana:
En aquel caso, tanto como en este, probablemente está criticando una for-
ma de hacer cine en España76, que todavía se vende en la gran pantalla y que es
celebrado de vez en cuando con algún premio de talla internacional.
Esta crítica se concreta en unos comentarios nada cariñosos por parte del
protagonista, cuando está en Marrakesh, señalando a la Ministra de Cultura cuyo
nombre no cita:
Y, desde luego, cuando Álex vende su alma al diablo por unas cuantas mo-
nedas, que al parecer son más que considerables, momento en que su interlocutor
advierte: “Es usted más prisionero de la cultura clásica, o, en su defecto, de los vul-
gares estereotipos de las películas de serie B que tanto le gustan, de lo que habría
imaginado por los informes que he tenido ocasión de leer sobre su personalidad
y carácter”78.
Tras su fracaso en el festival de Cannes, el protagonista había adquirido una
noción del cine absolutamente peyorativa:
El lector no sabía muy bien a esas alturas de la obra qué era verdad dentro
de la ficción literaria y qué era ficción dentro de la ficción literaria. Probablemente
Franco estaba dentro de un videojuego, interactuando, porque la vida se ha hecho
similar a una película, de modo que a éstas solo les queda convertirse en videojue-
gos82. Mucho más adelante se confirmará esta suposición:
80 Como es mi caso, un titiritero del celuloide con fama de suplir las deficiencias artísticas con
excesos eróticos. Providence, pág.149.
81 Id., pág. 135.
82 “si la vida se ha vuelto similar a una película, qué les queda a las películas por hacer. ¿Pare-
cerse a un videojuego? Providence, pág. 119.
244 RELACIÓN NOVELA-CINE EN PROVIDENCE, DE JUAN FRANCISCO FERRÉ
Álex Franco ha ido dando tumbos por la novela, como un antihéroe cual-
quiera, un nuevo perdedor, que solo se llevará lo disfrutado en Providence, aunque
también ha tenido que pasar por momentos nada felices. Se ha movido dando
tumbos por el escenario de “una comedia de situación con una fuerte base de te-
lerrealidad” cuyo fin último no descubrirá hasta los compases finales, cuando se le
advierte: Lo que está en curso es una conspiración para imponer el mundo virtual
al mundo real”84. Una conspiración en la que él ha sido una simple pieza movida
por una mano invisible que lo ha convertido en títere y víctima propiciatoria. Álex
Franco y Providence han servido a Juan Francisco Ferré para impartir un curso ace-
lerado de Historia del Cine, y para poner en solfa no pocos movimientos y, sobre
todo, directores de todos los tiempos. Providence se convierte así en un revisionado
del cine hecho en Europa y Estados Unidos, cuya caducidad parece próxima, pues
es posible que sea suplantado por los videojuegos.
24
CAMBIANDO ESTRUCTURAS DE PODER Y NARRATOLÓGICAS EN
‘PECADO DE OMISIÓN’ DE ANA MARÍA MATUTE
DAVID HERVÁS
‘Pecado de omisión’ es un relato corto escrito por Ana María Matute incluido en
su volumen de colección de relatos breves ´Historias de la Artámila´, publicado
en 1961.
Este ensayo analizará el relato desde un punto de vista narratológico para
demostrar cómo el uso de elementos narrativos confluye llamativamente en un
punto de la historia. En dicho momento de la narración, ambos el plano estructu-
ral del relato en sí y el plano social retratado revierten el orden seguido hasta ese
punto. De tal manera que la narración cambia estilísticamente, al mismo tiempo
que en la propia historia se presenta un fugaz momento de derribo del poder esta-
blecido, donde la dinámica patrón/subordinado perpetuaba la condición servil del
subordinado respecto al patrón.
Teniendo en cuenta los aspectos narratológicos de la estructura argumen-
tal, el narrador, el tiempo narrado, y el discurso literal o figurado, este ensayo pre-
tende examinar cómo los componentes narrativos delinean el contenido de la pro-
pia historia.
En el relato se cuenta la breve vida de Lope, el protagonista. La historia
transcurre en la España rural en un espacio atemporal. Lope es huérfano a la edad
de trece años. Así, queda a cargo de un primo de su padre, Emeterio Ruiz Here-
dia, quien además de tener una explotación ganadera, es el alcalde del pueblo.
Este accede acogerlo por compromiso. Inmediatamente, haciendo caso omiso de
consejos sobre el potencial intelectual del muchacho, Lope es enviado a trabajar
como pastor del ganado de Emeterio.Toda la adolescencia y primera juventud la
pasa prácticamente en soledad pastoreando el ganado de Emeterio. Uno de los
escasos días que bajaba del monte donde pastoreaba, para las fiestas del pueblo, se
encuentra con un antiguo compañero de escuela. Lope compara su situación con
la del otro, y como resultado, mata a Emeterio en medio de la plaza del pueblo. A
continuación es llevado preso ante la sorpresa tanto propia como general por el
hecho acontecido.
Esquema de los recursos narrativos y su uso en la estructura argumental
del relato.
CAMBIANDO ESTRUCTURAS DE PODER Y NARRATOLÓGICAS EN
246 ‘PECADO DE OMISIÓN’ DE ANA MARÍA MATUTE
Visión
centrífuga Discurso
Estructura Tiempo
o centrípeta Narrador literal y Título
argumental narrado
de la figurado
estructura
Análisis del discurso literal y figurado.- El uso que la autora hace del
discurso en el relato se encuentra en ambos niveles literal y figurado. Este aspecto
también se encuentra condicionado por la estructuración argumental y por el uso
de la voz narrativa. ‘Pecado de omisión’ es una historia donde abunda el discurso
literal principalmente. El discurso figurado que se encuentra vuelve a coincidir con
la parte del clímax, exactamente donde el narrador limitado pasaba a ser omni-
siciente. Una vez más en el texto, se encuentra que los recursos utilizados en la
narración confluyen en una parte concreta del relato.
Emplear metáforas en un momento tan significativo de la historia entron-
ca con la necesidad de usar el lenguaje figurado cuando el inviduo, según Mei-
chenbaum, precisa de construir una realidad para describir la propia realidad a la
que no le encuentra términos objetivos adecuados. De acuerdo con este autor, es
un recurso habitual cuando se trata de relatar hechos con alto contenido emocio-
nal, de tal manera que el uso del lenguaje figurado facilita dicha labor además de
que se tiene la impresión de que el uso de lenguaje literal le concede una apariencia
trivial a hechos que han marcado al individuo. En esa línea, el clímax en ‘Pecado de
omisión’ corresponde a un momento de alto contenido emocional para Lope. En
el clímax, Lope habla con su antiguo compañero de escuela, Manuel. Cada gesto
y cada palabra de Manuel son juzgados por Lope. El lector tiene esta información
gracias al narrador omnisciente que nos revela qué piensa Lope. Y lo que Lope
piensa se transmite con metáforas y símiles. Por esta razón, se puede decir que el
uso del lenguaje figurado coincide con un momento de alto contenido emocional.
El lector entiende mejor toda la frustración de Lope y toda la determinación que
repentinamente le entra para cambiar su destino.
Las figuras que retratan a Lope y la opinión que se hace de Manuel en el
clímax tienen que ver con la voz y con las manos. Lope sólo acierta a decir “eh”, y
Manuel habla con palabras que Lope no entiende, con lo que la boca pasa a ser un
oscuro agujero. Mientras los dedos de Lope son inflexibles y duros como un trozo
de cecina, precisamente un componente básico en su alimentación según se expli-
ca en el desarrollo de la historia, los dedos de Manuel son como gusanos largos,
ágiles y flexibles. Ni las mujeres tienen manos como esas. El texto también estable-
ce una conexión entre el recorrido de la sangre en el cuerpo de Lope y su razonar.
La sangre se iba espesando en las venas de Lope según escuchaba a Manuel. Más
tarde, la sangre se detiene entre las cejas de Lope, se hace una bola, se queda ahí, y
fermenta. Lope aplasta el cigarrillo que Manuel le había ofrecido y se va sin poder
detenerse a pesar de que Manuel le llama por su nombre. A partir de ese punto, se
produce el desenlace a la historia. De acuerdo a la teoría de la metáfora conceptual
CAMBIANDO ESTRUCTURAS DE PODER Y NARRATOLÓGICAS EN
250 ‘PECADO DE OMISIÓN’ DE ANA MARÍA MATUTE
que pueda beneficiar a otro. En dicho sentido, el título está anticipando la explica-
ción que encontramos al porqué de la reacción de Lope. Una reacción que es un
pecado de comisión, pues él sí comete un acto sancionado según la Iglesia. El pe-
cado de Emeterio ha sido cometido a lo largo de todos los años que ha compartido
con Lope, y ha sido no ayudarle a realizarse como persona cuando tenía todos los
medios. El análisis de la importancia del título nos lleva directamente al mensaje
que el lector pueda extraer de la obra. Al igual que en los aspectos anteriormente
analizados, el contenido temático que encierra la omisión y la comisión de un acto,
también se ajustan a la estructuración argumental. Si durante todo el tiempo, Lope
sufre la exclusión social y la injusticia cometida por la figura de poder, el momento
de subvertir ese orden no le ha conducido a la situación que quizás esperase, por-
que a continuación vuelve a un periodo de omisión. Omisión que esta vez va a ser
mayor, pues probablemente va a abarcar a exclusión total de la sociedad además
de a la incomprensión por parte de otros que quizás se encontrasen en la misma
situación de vasallaje que él, pues según es llevado preso le recriminan su falta de
gratitud con aquel que hizo de él un hombre, que le recogió cuando Lope más lo
necesitaba.
Este ensayo ha tratado de analizar cómo los recursos narrativos en el relato
‘Pecado de omisión’ han guardado un paralelismo con el contenido temático. La
interpretación de la alteración del orden de los recursos es paralela a la alteración
de la relación servil del subordinado respecto al patrón. De este modo, como si se
tratase de un mensaje subliminal, la composición de dichos recursos narratológi-
cos, como aquí han sido analizados, ha servido para dar énfasis a la idea principal
que el texto presenta al lector. La secuenciación cronológicamente lineal de la vida
del personaje muestra de forma objetiva una serie de hechos dando a todo el relato
una sensación de informe. El lector llega a saber que el informe no es tal ni es tan
objetivo cuando descubre el porqué de las acciones del protagonista. La configu-
ración de criterios y las actitudes sociales ha sido puesta de manifiesto en la obra
para señalar que tanto unos como otros deben ser renovados para no repetir más
la historia de Lope y Emeterio.
BIBLIOGRAFÍA
25
DIVERSIDAD E INTEGRACIÓN EN EL AULA DE IDIOMAS: CRITERIOS,
VALORES Y ACTITUDES
Mª ÁNGELES IGLESIAS LORIGA
1 La educación formal es intencional por parte del individuo y la proporciona una institución
(desde la escuela hasta la universidad) que al final certifica los conocimientos adquiridos. La
educación no formal comprende todas aquellas actividades educativas organizadas al margen
de las instituciones educativas. No conduce a la obtención de un certificado final pero es inten-
cional desde el punto de vista del que aprende. Por último, la educación informal tiene lugar a
lo largo de la vida de cada uno. No es necesariamente intencional y no está estructurada, a dife-
rencia del primer tipo. Supone un proceso de adquisición de actitudes, valores, habilidades y co-
nocimientos a través de las distintas experiencias vitales y los recursos educativos del ambiente.
DIVERSIDAD E INTEGRACIÓN EN EL AULA DE IDIOMAS:
254 CRITERIOS, VALORES Y ACTITUDES
puesto que solo se paga una tasa inicial al matricularse (vid. Decreto 147/2006). Su
interés radica más bien tal vez en la curiosidad por aprender una lengua y su cul-
tura (ya sea por razones personales o profesionales), en relacionarse socialmente
o en mantenerse activo/a en un plano intelectual, más que en obtener un diploma
oficial que acredite su nivel de dominio del idioma. Por otra parte, y dejando al
margen su carácter institucional, la EOI también está en contacto con el ambiente
que rodea al alumnado. Las EEOOII suelen desempeñar un papel dinamizador en
su entorno ya que organizan actividades ‘extraescolares’ en las que participan no
sólo estudiantes, sino muchas veces todo aquel que muestra interés (ej: representa-
ciones teatrales, charlas, conciertos, degustaciones de productos típicos de los paí-
ses cuyos idiomas se enseñan en la escuela, etc.). Dichas actividades contribuyen a
favorecer la vinculación comunidad-EOI.
En este artículo partimos de la base de que el aprendizaje que se produce
en estos centros está relacionado incuestionablemente con temas culturales, y no
solo con aspectos académicos. En este sentido, cabría hablar de educación informal
puesto que el aprendizaje es comparable al que se podría llevar a cabo en distintas
fases de la vida, sin que medie necesidad de un programa didáctico oficial previo.
La importancia de este tipo de educación estriba, pues, en que se adquieren una
serie de valores, habilidades, actitudes y conocimientos a través de las experiencias
vividas en el ambiente que nos rodea. Es un tipo de educación que no es metódica,
no está estructurada y tampoco tiene que ser consciente ni intencional.
En una EOI se realizan, como vemos, actividades académicas, de formación
a lo largo de la vida (lifelong learning) y, por qué no, de promoción de los idiomas
propios de la escuela. En general, vemos que la impresión es que se espera algo
más de la EOI que el hecho de que sea solo un centro de educación formal y, en
esta dirección, Sturtridge (1977) acierta al señalar que en el aula de idiomas se
pueden recrear las condiciones de una situación real.
Otra particularidad es el tipo de alumnado. Evidentemente, cualquier cen-
tro de enseñanza reglada cuenta normalmente con grupos bastante heterogéneos,
pero esta variedad se acentúa aún más en el caso de las EEOOII. Por ejemplo, en
la Comunidad Autónoma de Galicia, los únicos requisitos para matricularse son
haber cumplido 14 años (16 si se trata de la misma lengua que estudian en el
instituto) y tener como mínimo el Graduado Escolar o equivalente (vid. Circular
3/2010). Así, en una misma clase podemos encontrarnos con un crisol de indi-
viduos de distinto origen geográfico y socio-cultural, con diferentes grados de
formación académica y con gustos e intereses que varían en función de su edad.
Por citar algún ejemplo, en algunos grupos se matriculan hijos de emigrantes,
Mª ÁNGELES IGLESIAS LORIGA 255
nacidos en otro país pero que conservan sus orígenes en nuestra comunidad; pero
encontramos también inmigrantes cuya lengua materna no es el castellano junto
con otros procedentes de Hispanoamérica. Alumnos de distintas nacionalidades
y hábitos que han de enfrentarse a veces a un doble proceso de integración (en
nuestra cultura y en la cultura de la lengua que aprenden en el aula), lo que puede
conducir a situaciones de inadaptación. Además, como ya sugeríamos con ante-
rioridad, acuden a clase por distintos motivos. Todas estas circunstancias acentúan
más los diferentes ritmos a los que se produce su aprendizaje de la nueva lengua,
por lo que la profesora2 tendrá que tener en cuenta consideraciones específicas a
la hora de planificar el curso.
Indudablemente, la diversidad va asociada a la atención que la docente ha
de prestar a las necesidades especiales. Cabe destacar que, aunque a día de hoy
no existe una reglamentación específica en cuanto a la atención a esta diversidad
para las EEOOII gallegas, la Ley Orgánica 2/2006 de Educación (LOE) garantiza
la calidad de la educación universal, independientemente de las circunstancias y
condiciones de cada uno, siendo así la atención a la diversidad un principio fun-
damental. Con todo, el primer problema que se le plantea a la profesora no es otro
que el de la masificación en el aula. No es extraño tener grupos de entre 20 y 30
alumnos, por lo que la atención personalizada se presenta casi como una utopía. El
profesorado de EEOOII también está condicionado a la hora de enfrentarse a gru-
pos de características tan variables sin haber pasado previamente por un período
de formación específico3.
Frente a este panorama, la profesora tiene que plantearse cómo acercar e
integrar toda esa diversidad de raíces, gustos, intereses y motivaciones. En mi opi-
nión, la inclusión de aspectos culturales de la lengua objeto de estudio en clase va a
resultar muy ventajoso. Pero, antes de continuar con la exposición, hemos de dejar
claro cuáles son los papeles que desempeñan tanto la docente como el alumno en
el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por una parte, la administración demanda que se imparta un temario que para
el alumnado no siempre resulta atractivo, motivador o incluso provechoso, lo que suele
frustrar sus expectativas. Por otra parte, la profesora es la encargada de hacer no solo
que el alumno progrese, sino de que las clases le resulten atractivas y provechosas. Es
Una vez superado este primer escollo, descubrimos que las dificultades no
terminan ahí. Más graves parecen las reticencias a explicar o tratar ciertos contenidos:
Una programación demasiado extensa y ambiciosa puede ser, más que una
dificultad, una excusa para no impartir ciertos contenidos en clase. A veces nos es-
cudamos en el pretexto de que hay terminar de dar el temario para que los alumnos
lleguen mejor preparados al examen. Los contenidos gramaticales y el backwash
effect que producen los exámenes hacen que los contenidos culturales queden rele-
gados a un segundo plano (vid. Guijarro 2006). Es innegable que, en ocasiones, la
actitud del alumno tampoco ayuda pues rechaza de plano una cultura ajena, bien
porque no encaja en su modo de pensar y actuar, o bien porque considera que “no
importa de dónde venga uno ni cuál sea su origen, porque todos somos seres hu-
manos y las equivalencias culturales y lingüísticas son tantas que hacen innecesa-
rio el conocimiento de un país, su cultura e idioma”(Gómez, 2006: 20). Otras veces
la profesora pospone la introducción de dichos contenidos hasta que considera que
el alumno domina el idioma lo suficientemente bien para entender los conceptos
abstractos y no abstractos que forman parte de ese acervo cultural. Sin embargo, es
necesario hacer un esfuerzo colectivo y entender que en el currículo el conocimien-
to lingüístico (savoir) va de la mano con las habilidades (savoir-faire) y la capacidad
de aprender (savoir-apprendre). Indudablemente, los aspectos culturales se pueden
tratar a la par que se trabaja con estos conceptos.
Por otra parte, el miedo de la docente a introducir contenidos culturales con
los que no está totalmente familiarizada puede provocar que el tratamiento de la
cultura quede relegado a un segundo plano. ¿Qué puede hacer la profesora para
superar esos temores? En primer lugar, no hay que tener miedo a contestar ‘no lo
sé’ a las preguntas de los alumnos. De hecho, esa confesión se puede ver como una
oportunidad para invitarlos a resolver sus propias dudas y cuestiones buscando
información en internet, libros, revistas, etc. También cabe el socorrido recurso de
consultar con amigos nativos, con otros colegas, e incluso, si el centro cuenta con
una auxiliar de conversación, resultará muy instructivo pedirle que imparta una
charla/clase para compartir información y experiencias con los alumnos.
En este contexto, la elección del material que se va a utilizar desempeña un
papel de crucial importancia en el proceso de enseñanza-aprendizaje. El tipo de ac-
tividades ha de enfocarse también hacia un trabajo que resulte motivador tanto para
la docente como para sus alumnos. Llegados a este punto, sería conveniente resaltar
que a día de hoy el mercado editorial aún condiciona el campo de enseñanza de len-
guas extranjeras. Si bien el uso de un manual en clase puede ser interesante y útil4,
4 Algunos alumnos se sienten menos ‘perdidos’ si tienen un libro que pueden usar en caso de
que no puedan asistir a clase con regularidad. Otros no están acostumbrados a nuevos métodos
de aprendizaje y prefieren tener un manual de referencia con ejercicios, explicaciones y textos.
DIVERSIDAD E INTEGRACIÓN EN EL AULA DE IDIOMAS:
258 CRITERIOS, VALORES Y ACTITUDES
no podemos olvidar que aún hay muchas carencias que dificultan la introducción
en clase de ciertos contenidos, especialmente los culturales. Por ejemplo, muchas
aulas no están adaptadas para poder prescindir totalmente del libro y emplear otros
materiales y recursos más innovadores (pizarra digital, etc). Afortunadamente, estas
carencias suelen suplirse con un poco de imaginación (por ejemplo, simplemente
conectando un ordenador portátil al televisor del aula). En el mundo actual, la tec-
nología de la información nos permite acceder a una fuente inagotable de recursos
(realia) que se pueden utilizar en clase.
Con el fin de promover los valores integradores y de suscitar la con-
ciencia intercultural Dörnyei propone una lista de recomendacio-
nes que van desde la utilización de materiales reales de la cultura
extranjera dentro del aula tales como revistas, periódicos, música,
etc. hasta organizar viajes de estudios e intercambios con el país
extranjero. (García, 2010: 10).
5 Estas cuatro destrezas son reading (comprensión escrita), listening (comprensión oral), writing
(expresión escrita) y speaking (expresión oral).
Mª ÁNGELES IGLESIAS LORIGA 259
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
26
SOBRE RATONES Y ARTISTAS: ROBERTO BOLAÑO RINDIENDO
HOMENAJE A FRANZ KAFKA
ILINCA ILIAN ŢĂRANU
exigencias ideales que el high modernism imponía al arte: el arte debe ser universal,
porque nutre la ambición secreta de crear un acervo cultural igual al dejado por la
Antigüedad; el arte debe ser difícil, pues el lector debe estudiar las obras y ”trabajar”
tanto como el artista; el arte debe ser redentor, porque se considera que sólo el arte
rescata una existencia sin sentido y da forma duradera a un caos de vivencias in-
conexas [Bernstein, 2000]. Las repetidas declaraciones de Bolaño de que “sus libros
son legibles, pero no accesibles” y sobre todo sus ensayos “Literatura + Enfermedad
= Literatura” y “Los mitos de Chtulhu” incluidos en El gaucho insufrible, delatan su
apego a una literatura impulsada sólo por la incesante búsqueda de “lo nuevo”, en
la línea de Baudelaire, a una literatura que precaria pero tercamente se opone a la
inexorable caída en el olvido, en el aburrimiento, en lo repetitivo. El menosprecio
que siente por Arturo Pérez-Reverte, Isabel Allende, Luis Sepúlveda, Ángeles Mas-
tretta y el desagrado que le producen las figuras mediáticas de Vargas Llosa y García
Márquez, cuyas últimas novelas le parecen rotundamente fracasadas, derivan de su
odio por una literatura que no busca sino reflejar lisonjeramente el espíritu adoce-
nado del burgués medio, que lee para relajarse sanamente y al que sólo le interesa
“el éxito, el dinero y la respetabilidad” [Bolaño, 2003: 176].
No es de extrañar, entonces, la atracción de Bolaño por Kafka, una de las
máximas encarnaciones del high modernism, el creador de una “literatura menor”
según la célebre expresión de Deleuze y Guattari, el escritor que nunca ha cono-
cido una gran fama literaria en su vida y ha ignorado las presiones mediáticas (a
diferencia de un Thomas Mann, por ejemplo), el autor, en fin, de unos textos en
gran medida herméticos y que necesitan la paciencia, la movilización intelectual y la
extrema sensibilidad del lector. Bolaño prolonga la línea de los grandes autores la-
tinoamericanos que se declararon adeptos fervorosos del escritor praguense, de un
Borges que declaraba que“yo he escrito también algunos cuentos en los cuales traté
ambiciosa e inútilmente de ser Kafka” [Borges, 1983], de un García Márquez que
confesaba que el despertar de su vocación de escritor sobrevino con la lectura de La
metamorfosis, de un Vargas Llosa que rinde un homenaje insólito al mismo cuento
en El hablador cuando lo “traduce” interculturalmente al machiguenga, de un Au-
gusto Monterroso que escribe un conocido microrrelato en La oveja negra y demás
fábulas [Monterroso, 1990: 49]1, etc. Lejos de compartir con Ángel Flores la famosa
tesis sobre el realismo mágico latinoamericano como derivación directa del mundo
1 “Érase una vez una Cucaracha llamada Gregorio Samsa que soñaba que era una Cucaracha lla-
mada Franz Kafka que soñaba que era un escritor que escribía acerca de un empleado llamado
Gregorio Samsa que soñaba que era una Cucaracha” [Monterroso, 1990: 49].
ILINCA ILIAN ŢĂRANU 265
literario creado por Kafka [Flores, 1990], está fuera de cualquier duda la huella deja-
da por el escritor judío en la entera literatura occidental de la posguerra en general y
por ende en aquella parte de ella representada por el boom latinoamericano.
Si en Bolaño permanecen rastros de la proyección universalista, de la con-
cepción sobre la literatura como empresa sumamente ardua y de la visión sobre ella
como vía de salvación ante la insignificancia de la vida prosaica, es cierto también
que estos principios del high modernism sufren una distorsión evidente en la épo-
ca en que escribe el escritor chileno, lo cual se debe principalmente a la inflación
de la “buena literatura” hecha por un sinnúmero de “buenos escritores”. Estos, sin
duda, siguen el último principio señalado, pero lo distorsionan, ya que el arte está
visto como redención pero personal, y transigen bastante con los principios de uni-
versalismo y dificultad. Centenares de páginas de las más de dos mil escritas por
el escritor chileno están dedicadas a la vida de los escritores y muchas de ellas dan
voz a una ironía demoledora acerca de la“pose”del escritor profesional, que escribe
según un horario fijo, tiene amistades exclusivamente literarias y casi nunca se ve
excluido del reparto del éxito literario consistente en premios, becas y publicidad
editorial [Bolaño, 1998: 484-500]. El tema de la condición del artista, que florece
junto con la modernidad – en su acepción amplia, que incluye el romanticismo –, y
que deriva del conflicto entre los burgueses progresistas y los artistas contestatarios
[Calinescu, 2002], necesita un tratamiento completamente distinto en un momen-
to en que el arte en general y la literatura en especial ha sido domesticada, o sea
desvirtuada de su potencial agresivo y vejatorio acerca de una sociedad de consu-
mo. Bolaño, apegado sin reservas a todos los tres imperativos del high modernism,
sigue defendiendo un arte enraizado en lo oscuro y lo malo, y la profunda admira-
ción que le profesa a Kafka procede de esta tenacidad de salvaguardar un terreno
del arte no maculado por las orientaciones sanas y optimistas de la sociedad em-
borrachada por la publicidad y el shopping. Es sugestivo también que, para rendirle
homenaje, no elige de las obras del escritor checo La metamorfosis, transformada
para bien o para el mal en producto de consumo cultural y banalizada por los es-
lóganes publicitarios, sino que se acerca a un cuento menos conocido, Josefina la
cantora o el pueblo de los ratones, al cual dará una continuación magnífica en el
cuento El policía de las ratas incluido en uno de sus libros más logrados (tal vez su
obra maestra), El gaucho insufrible de 2003. Ese cuento retendrá nuestra atención
en calidad de hipotexto del cuento de Kafka, después de una concisa discusión
sobre las bases conceptuales del hipertexto kafkiano2.
3 Carta a Felice de 1.11.1912: “hay que sobrevivir con toda clase de tretas cuando uno no lo
consigue con una hermosa vida recta” [Kafka, 1974: 141].
SOBRE RATONES Y ARTISTAS:
268 ROBERTO BOLAÑO RINDIENDO HOMENAJE A FRANZ KAFKA
sus inmejorables expresiones literarias en los autorretratos hechos con una ironía
suicidaría en los cuentos Un artista del hambre, Investigaciones de un perro, Josefina
la cantora o el pueblo de los ratones. El tema del ayunador que reconoce en su agonía
no merecer ninguna admiración por su insólito arte porque este ha sido sólo la
consecuencia de una predisposición monstruosa consistente en el asco que le da la
humana comida [Kafka, 2006: 275] se puede sintetizar también en la disquisición
del perro investigador: “cuando uno pregunta qué quieren en definitiva los perros
aéreos, recibe siempre la misma respuesta, a saber: que aportan mucho a la ciencia.
«De acuerdo», puede responder uno; «pero sus aportaciones no tienen valor y son
fastidiosas»” [ídem: 580].
Kafka expresa en su registro propio, que supone la minimización, la ba-
jada a lo animalesco, al inframundo, lo que Thomas Mann en Doctor Faustus o
Hermann Broch en La muerte de Virgilio trataban a la grandiosa escala de unas
novelas polifónicas impresionantes: el reprobable divorcio entre el artista y la so-
ciedad, el cariz diabólico del trabajo artístico. En Josefina la cantora o el pueblo de
los ratones se tematiza de la forma más ejemplar la repulsa por el artista abstraído
en sus exhibiciones formales y en un virtuosismo hueco, incapaz de producir efecto
alguno sobre un público preocupado exclusivamente por su propia supervivencia.
El narrador ratonil reflexiona sobre Josefine, la única artista de un pueblo humilde
que no tiene otro apoyo que la solidaridad:
“Nuestra vida es muy intranquila; cada día nos depara sorpresas, temores,
esperanzas y sustos, de forma tal que cada uno de nosotros no podría soportar todo
esto si no contase con el respaldo de sus camaradas, pero aun así, a veces resulta
bien difícil” [Kafka, 2006: 281].
“Sabía que nada volvería a ser como antes. Sabía que sólo era cues-
tión de tiempo. Nuestra laboriosa, nuestra larga marcha colectiva
en pos de una felicidad que en el fondo sabíamos inexistente, pero
que nos servía de pretexto, de escenografía, de telón para nuestras
heroicidades cotidianas, estaban condenadas a desaparecer, lo que
equivalía a que nosotros, como pueblo, también estábamos conde-
nados a desaparecer” [ídem, 84-5].
La búsqueda exitosa de las raíces del mal no puede acabar con el mal y el
suicidio parece la única salida decente: disfrazándolo en acción heroica de salva-
ción de unas ratas atacadas por una comadreja, el policía se dispone a enfrentar al
enemigo exterior, convencido no obstante que su muerte ya está sentenciada desde
antes y que el enemigo interior, revelado primero por Josefina y luego por su insó-
lito seguidor sanguinario, es invencible. Lo diferente, lo singular ha introducido la
posibilidad de habitar el miedo, de aceptarlo en vez de huirlo, y con eso ha provo-
cado una mutación que es equivalente al abandono de las reacciones naturales, de
la lucha ciega por la supervivencia y no en último lugar de las ilusiones respecto a
una paz y felicidad alcanzables. Con quitar este suelo firme en que se enraizaban
las acciones, lo único que queda es una clarividencia terrorífica, que corrobora el fin
inexorable del individuo y de la especie por causa de la expansión de un mal que,
después de haber sido revelado, se vuelve imposible de vencer y parar.
El homenaje que Bolaño rinde a Kafka se debe más que a la profunda ad-
miración que le provoca la perfección del arte forjado por el escritor praguense y lo
que exalta el escritor chileno es la lucidez de un artista acerca de la imposibilidad
de separar el arte del mal, el sufrimiento y la infelicidad, o sea de todas aquellas ca-
tegorías negativas que si bien son capaces de impulsar la búsqueda por “lo nuevo”,
o sea la singularidad opuesta a lo consuetudinario, banal, repetitivo, no pueden
al fin y al cabo sino desatar las fuerzas infernales que poco a poco acabarán con
un orden antropológico en cuya fibra está inscrito el mal. La finalidad que Bolaño
concede al arte debe mucho a su formación a la escuela de los grandes modernos y
su pesimismo acerca del destino del homo occidentalis, cuya agonía reflejan los fi-
lósofos desde Nietzsche y los poetas desde Baudelaire, no deja lugar a dudas. En el
penúltimo ensayo de El gaucho insufrible,“Literatura + Enfermedad = Literatura”,
Bolaño expresa sin rodeos su adhesión a la perspectiva del high modernism sobre
el arte como espejo de lo horrendo enterrado en el hombre, perspectiva concen-
trada en el inmortal verso de El Viaje de Baudelaire “¡En viajes de tedio, un oasis
de horror!”:
ILINCA ILIAN ŢĂRANU 273
La dualidad es insalvable: por una parte el mal revelado por los artistas
capaces de internarse en el centro del miedo y del horror del abismo no sólo les
traerá la infelicidad a los hombres sino además se extenderá como una enfermedad
letal que acabará con la especie, por otra parte la felicidad prometida por el arte
kitsch, promocionada activamente en el mercado editorial, convertirá la sociedad
en una masa infame, no muy distinta del pueblo de las ratas, que evitará por todos
los medios las arduas pruebas del abismo a fin de entregarse a una felicidad atroz
construida sobre la base de la indiferencia total, este “ mar helado en nosotros”.
Después de las anteriores reflexiones, el citado epígrafe de El gaucho insufrible, to-
mado de Kafka, se entiende pues como una puesta en tela de juicio de la función
tradicionalmente atribuida a los artistas de ennoblecer la condición mortal. A este
epígrafe le responde el último párrafo del libro de Bolaño, que ilustra el máximo
pesimismo de un artista que ve tergiversados al nivel planetario los únicos fines
válidos que podría tener el arte moderno, esto es la lucha, a través de “lo nuevo”,
contra la uniformización, la repetición y lo reemplazable:
BIBLIOGRAFÍA
27
UNA APROXIMACIÓN TEÓRICA A LOS SUBTERFUGIOS LITERARIOS DE
LA POSGUERRA: ESCRITORES Y PERIODISTAS BAJO LA TEORÍA DE LOS
CAMPOS DE BOURDIEU
RUBÉN JARAZO ÁLVAREZ
sus consumidores. No obstante, pocos son los críticos que han aplicado esta teoría
a la realidad social y profesional de los literatos y periodistas de la posguerra. Qui-
zá, los escritores a los que más se les ha aplicado esta teoría, son aquellos que por
su posición ideológica tan polémica durante el Franquismo necesitaban de mayor
refrendo por parte de una teoría que encaja perfectamente la producción literaria
en el contexto social que la ve nacer. Es el caso de escritores como Álvaro Cun-
queiro (González-Millán, 1991; Figueroa, 2001), Camilo José Cela (Vidal-Beneyto,
2002: n.pag.), o Gonzalo Torrente Ballester (García Blanco, 2008: 12).
Curiosamente, otro concepto relevante que entra en juego en esta dinámica
de fuerzas opuestas durante el Franquismo, afecta a estos tres últimos escritores: el
concepto de comunidades interliterarias. En un nivel de análisis similar, teóricos de
literatura comparada desarrollan a finales del pasado siglo este concepto que permite
estudiar las relaciones literarias y culturales presentes en más de un sistema literario a
la vez. Si en el conjunto del estado español existen cuatro lenguas con sus respectivas
literaturas, resulta necesario aplicar el concepto de comunidad interliteraria que explica
en parte por ejemplo, porqué un escritor que escribe en castellano, es catalogado como
escritor gallego. Debemos tener en cuenta así mismo, que a pesar de que en la actua-
lidad es muy común que escritores de gran tirada como Manuel Rivas o Suso de Toro
publiquen parte de sus obras en castellano, gallego o en ambos idiomas, esto no era
tan común en una época en la que las editoriales españolas gozaban de una actividad
limitada a causa de las restricciones ideológicas y económicas, por lo que los escritores
de la posguerra publicaban una obra en un único idioma, salvo casos muy concretos
como el de Álvaro Cunqueiro, por ejemplo. De este modo, ya bien a través del concepto
de sistema interliterario (Bassel 1991), o comunidad interliteraria (Çurišin 1995), las
posibilidades para estudiar la realidad profesional de estos escritores de la posguerra
superan con creces a las posibilidades de estudio de hace veinte años.
En lo que se refiere al primer concepto - comunidad interliteraria - Naftoli
Bassel establece un puente de análisis entre literaturas de diversos sistemas so-
brepasando barreras, antes infranqueables, como los conceptos de nación, estado
o literatura nacional. En base a todo ello, Bassel establece la teoría de los sistemas
interliterarios:
Our starting point is the claim that any national literature is a system
characterized by the following features: an organic connection to the
historical destiny of its ethnic group; a national language as the basic
medium of its existence; rootedness in the folklore and mythology
of its ethnic group; stability and dynamism as an aesthetic system;
RUBÉN JARAZO ÁLVAREZ 281
Concluyendo con las palabras de Francisco Umbral, las tensiones que ex-
plican la teoría de Bourdieu no son más que el resultado de la intensa actividad de
unos escritores nacidos para ser periodistas por circunstancias históricas y persona-
les. Unas tensiones que explican y dan respuesta a la situación de muchos escritores,
que se vieron durante la Guerra Civil española y la posterior posguerra, en una situa-
ción precaria tal, que su única salida dentro del ámbito cultural consistía en aceptar
algún puesto o colaboración en prensa escrita, y aceptar las tensiones que este puesto
conllevaba. Gracias a todas estas colaboraciones literarias en prensa, podemos con-
siderar hoy en día, a la comunidad interliteraria española como un sistema literario
innovador. Un sistema que ve un aumento y reestructuración de los elementos dia-
logantes en su repertorio literario y periodístico, gracias a la militancia en prensa de
tantos y tantos escritores durante la posguerra española, que con el tiempo lograrán
posicionar a estas literaturas en el centro del macropolisistema literario europeo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
28
BUÑUEL’S MEDIUM OF THE DREAM SEQUENCE: THE OPTICAL AS
POLITICAL
ASSIMINA KANIARI
1 For a most recent treatment of Buñuel’s Un Chien Andalou see Malcom Turvey’s recent book
on avant garde film (Turvey, 2011).
2 I discuss Buñuel’s The Discreet Charm of the Bourgeoisie (1972) and Un Chien Andalou (1929)
written jointly with Salvador Dalí.
3 For this point see Nikos Daskalothanassis (2004) and Brandon Taylor (2005).
4 For examples of conceptual artists’ statements involving discussions on phenomenological
aspects of art see Daskalothanassis (2006).
288 BUÑUEL’S MEDIUM OF THE DREAM SEQUENCE: THE OPTICAL AS POLITICAL
The locations of the grid and of the flat canvas were elements in the con-
ceptual critique of the modernist art work but also in Buñuel’s critique that gives
form to a new understanding of the surrealist art work. In the latter, film, as a visual
but also irrational-cognitive object, the idea of the plot and the boundaries of na-
rrative are subverted. Giving rise to a new filmic visual, verbal and cognitive expe-
rience, Buñuel’s plot revisits, critiques and theoretically asserts his notion of the su-
rrealist art work. The plot is both a theoretical problem, pertinent to the definition
of the surrealist art work as a cognitive thing, a question that explores in his work
the meanings and boundaries of what an irrational-artistic idiom in film might
look like. Buñuel’s solution is an optical one. Such a sensibility, in constructing the
surrealist plot into a cognitive one, I argue, proposes a politically specific solution.
The dream sequence contained solutions to the question of social order. The
polarity between irrational and rational contained also a political polarity, specific
to the politic of surrealism that Niki Loisidi has discussed as an ethically specific
discourse grasped against the notions of good and evil5. In The Discreet Charm of
the Bourgeoisie, the dream sequences materialize on the surface of the film against a
predominantly optical register and as a surrealist-cognitive solution. Optical struc-
tures that seem evasive or conflicting to what seems like a rationally anticipated
order take the shape of forms that are pasted on the film seemingly interfering or
indeed causing optical and cognitive disruptions to the plot. Their location appears
to be random; or having emerged in an autonomous or self organised manner. In
this light the dream sequences and their location in Buñuel’s film plot replicate the
cognitive aesthetic most often associated with one of the most common surrealist
artistic strategies pertaining to the uses of the dream and kind of cognitive work
that the mediations of the dream in the art work imposes and demands from the
viewer. The uses of the dream in the film plot delivers, at the same time, a critique,
that concerns both the visual and the conceptual, and which is concerned with the
very theoretical and visual object of the plot if the latter becomes disassociated from
the notion of a linear and rational visual and verbal but also cognitive narrative.
Buñuel’s disrupted and incongruous theorization and object of the plot
in this light is clearly compatible with an artistic strategy at the core of the su-
rrealist project. The latter is concerned with the making of new forms of art, and
new filmic objects in Buñuel’s case, by revisiting both the question of narrative
and form in proposing non linear and impossible to anticipate in logical terms,
sequences of images and meaning. Buñuel’s optically pasted filmic realities of the
5 See Loisidi, 2011. Ideological aspects of surrealism in relation to De Chirico are discussed in
Loisidi (1987) and Daskalothanassis (2001).
ASSIMINA KANIARI 289
dream sequence comprise an example of this strategy giving rise to filmic objects
that express a communicably consensual reality comprised out of impossible to be
anticipated in logical terms sequences of events. While empirically accurate and an
object that may be collectively witnessed in the filmic plot, the reality of Buñuel’s
film allowed by the mediation of the dream sequences points to an irrational for
of reality. The latter is attuned also to the behaviour of the actors characterized by
a failure to comply with social expectations regulating behaviour within a society.
The optical reality of the dream sequences pasted on the film plot suggests and de-
picts an unrealistic at the social level reality that comprises the filmic object, in turn.
During the dream sequences the behaviour of the actors does not appear
to be socially conscious; dictated that is by expectations derived from one’s specific
place or position in a social group and by norms of behaviour defined in relation to
ideas of social hierarchy broken down into idea of class or rank. As a consequence
and against the optical presence of the dream sequence in the plot, notions of
social hierarchy and particular configurations of social order specific to the idea of
class collapse as unifying principles in Buñuel’s filmic image of the society.
The failure of the actors to comply with social expectations during the
dream sequences communicates and is inscribed in the film in psychological terms,
conveying a sense of the uncanny that is amplified surprisingly by the ultra realis-
tic, at the visual level, register that Buñuel uses to shoot irrational behaviour as so-
cially unconscious or nonconformist action. Such a seemingly ‘unconscious’ at the
level of social etiquette behaviour as it may be encountered at the core of Buñuel’s
use of the dream sequence as an optical, cognitive and conceptual foundation for
his filmic image of an irrational reality expresses, at the same time, a temporally
impossible, on a collective level, reality.
Buñuel’s plot, and the kind of experiences that the dream sequences des-
cribe as part of a filmic whole attest to a social reality, that may be experienced at
a psychological level only; or only as a critique of the current and understood as
‘collectively real’ dominant solution to the question of social order that describes
the hierarchical class system where Buñuel’s dream sequences intersect optically in
the film plot and only. Such an optical use of the dream sequence, not only revisits
the relation between plot, narrative and reality, in this light, but describes also a te-
chnique whereby the visual, and solutions to the visual, contain also consequences
that articulate a critique that may be very well extend to the political.
Buñuel’s optical use of the dream sequence not only forms a critique of the
very notion of the plot, but articulates a critique that is also concerned with the very
idea of socially prescribed patterns of behaviour as defined and regulated by one’s
290 BUÑUEL’S MEDIUM OF THE DREAM SEQUENCE: THE OPTICAL AS POLITICAL
affinity to an individual social group. The latter is particularly clear in the choice of
his title from the 1972 film on behavioural patterns associated with the Bourgoui-
sie. During this film Buñuel explodes the filmic plot of a dinner party including
upper middle class guests and authority figures, towards uncanny possibilities via
his uses of an optical collage-like technique of pasting the scenes on the plot. Such
a visually legible object describes at one and the same time a socially uncanny
object. Buñuel’s filmic reality as an extraordinary social thing comprises a series of
events consisted of socially uncanny incidents. Buñuel’s filmic uncanny becomes
most readily observed in the scenes of the dream sequence that subvert the idea of
a linear plot as well as the boundaries of filmic and non filmic reality.
The dream sequence as an element of Buñuel’s visual world describes an
event external to the film sequence and the ordinary plot. This ambiguity extends
into the domain of social manners and social etiquette that the dream seems to
unleash in the film. What commences as a moment of confusion about the boun-
daries between past and present in the filmic plot unfolds into what may be des-
cribed in the plot as a behavioural anxiety. The beginning of the film comprises a
scene where the theme of the plot, the dinner party, begins by its failure to begin.
This failure is conveyed as a simple scheduling mistake. Such a temporal ambiguity
is followed up by social disquiet. Social disquiet as the effect of the dream sequence
marks the psychological state of the viewer and is provoked by the failure of the
dreaming subject to comply with the behavioural pattern that the presence of a so-
cial hierarchy associated with the film’s topic, the upper class dinner party, imposes
and demands.
What appears as visually real in the film and could be expressing at a psy-
chological level a reality, the reality of the dreaming subject’s fears for example, at
a social level might be dismissed or seem as unrealistic given its failure to comply
with the social order and the behavioural patterns that the latter imposes. This last
nuance of reality and realism becomes finally challenged, as is a filmic sense of
socially realist behaviour, in Buñuel’s turn to ethics, and the dilemmas he engages
with filmically.
The latter occurs via his allusions to psychology in the scenes that address
moral implications of a dreaming subject’s socially questionable psychological and
filmic realities. Buñuel’s uses of temporal ambiguity is on the one hand part of a
broader strategy that aims to construct a filmic reality that defies rational explanation.
The latter gives rise to an essentially fragmented and incongruous synthesis
of events and actions that comprise the filmic plot. The irrational as socially non
conformist behaviour in the film materialises in the plot against a series of optically
ASSIMINA KANIARI 291
pasted narrations that construct the plot itself into an essentially non linear form
of narration. Against the disrupted and inhomogeneous film plot which Buñuel
produces, the dream sequence seems to emerge as an optically pasted reality on
the visual matrix of the film in a way that defies the necessity of uniformity in the
principles, formal and conceptual that govern Buñuel’s surrealist notion of film.
The discrepancy between what can be empirically witnessed as a form of
reality and the social significations of this reality against questions of social order,
behaviour etiquette but also moral entanglements of the latter, is at the core of
Buñuel’s strategy of producing a critical filmic account of reality and a visual reality
that is critical to the uses and boundaries of the filmic medium itself. This undoing
of boundaries as a strategy crucial to Buñuel’s re-making of what a filmic reality
might possibly be, look like or concern at a level of critique, has to do as much with
the distinction between reality as a series of events witnessed and reality as a series
of psychological states or experiences, but as much with a series of consequences
of each vision of reality as a filmic object.
Such consequences include issues concerned with the political as ethi-
cal. Solutions to the question of social order as a filmic event and a filmic plot in
Buñuel’s film entail, he argues via his films, distinct solutions to ethical questions
such as his filmic imagery of socially unconscious behaviour as psychologically real
yet morally dubious shows, in the case of the dreaming soldier’s sequence. The
dream as a social and ethical uncanny forms a location in the filmic strategy which
Buñuel uses to build his visual world, often alluding to thoughts, events and emo-
tions that while expressing a psychologically exact reality seem to be in conflict not
only with norms of social behaviour but with ethical questions underpinning the
latter, or ethical considerations that emerge from the association between social
action and moral behaviour. The dream sequence of a young soldier’s dream of his
mother is a most characteristic, in this light. In his dream, his mother while hidden
in a closet informs him that his father is not his real one, and that as a consequence
he must kill him. Irrational behaviour, as morally questionable action, as socially
unconscious behaviour, emerges however in more than one example in the film.
In another dream sequence, the acting group’s own connection to reality, if
only a filmic one for the spectator’s eyes, becomes challenged during the film plot.
While sitting at a dinner table, a curtain suddenly opens to reveal their position
and unconscious role as actors in a play witnessed by a full audience occupying the
seats of the theatre revealed behind the withdrawing current while the audience
shouts: “they don’t know their lines!”The failure of the dining act to take place as a
necessary element of the film plot itself however seems to engage and materialise
292 BUÑUEL’S MEDIUM OF THE DREAM SEQUENCE: THE OPTICAL AS POLITICAL
in the film with other forms of critique and uncanny experiences at the same time
that equally challenge the boundaries between reality experienced at a psychologi-
cal level and filmic reality as a visual world of material facts.
It is the uses of extreme realism and realism as a boundary for the dis-
tinction between the two types of experiences that Buñuel takes advantage of in
the case of the restaurant scene, for example. What may be seen as the nature the
food itself as cast by its material behaviour comprises the centre of this particular
scene in Buñuel’s film. In the scene one’s rational expectation of the food’s form
and physical behaviour as the location for an experience of the latter as a form of
reality becomes subverted by the food’s own dream like behaviour in the example
when the group is served chicken that seems to bounce off the floor looking real
yet being made off rubber in reality.
While Buñuel’s optical use of the dream sequence can be seen as a conti-
nuation of earlier avant garde experimentations, the temporally, visually and ratio-
nally incoherent space that his dream sequences imply is reminiscent particularly
of collage. Un Perro andaluz or Un Chien Andalou of 1929, his most well-known
surrealist film as well as the first one, written jointly with Salvador Dalí presents
strong ties with the 1920s avant garde. Like The Discreet Charm of 1972, his 1929
film introduces a surrealist perspective to the idea of film form via plot experimen-
tation. In this direction the use of the dream sequence is crucial. Temporal ambi-
guity and the questioning of distinct boundaries concerned with ideals of social
order, unconscious and conscious behaviour emerges in the plot that acts as a te-
chnique strongly reminiscent of collage itself in the visual arts. The latter would
not necessary entail viewing Buñuel’s sequences of sleep, or other examples like
Warhol’s Sleep as filmic re-makings of avant garde forms of visual arts. Despite the
emphasis on the optical, the dream sequence in the surrealist film if above all a
material entity. The materiality of the film becomes a location for avant garde expe-
rimentation that follows similar techniques used in the visual arts. Literary sources
as well could enlight our understanding of the surrealist filmic plot in this light. As
Sara Thornton argues in the book on subjectivity, the 19th century novel and the
language of the walls many techniques which surrealists used were derived from
Victorian games and aspects of 19th century visual and literary cultures; the ‘ex-
quisite corpse’ being a prominent example (Thornton, 2009). The exquisite corpse,
she argues, can be used as a location for both the theorizing of the 19th century
novel as well as connections, art historical or historical between surrealism and
19th century literary and visual cultures, and by extension, the history of sight, vi-
sion and perception as a cultural object and the object of cultural history. The crisis
ASSIMINA KANIARI 293
in perception that 19th century visual cultures engaged with privileged the optical
sensibility, the latter being a political one that embodied and entailed novel solu-
tions to the question of social order via the new hierarchy of the visual and vision
that it proposed, she argues. In this light, Buñuel’s dream sequences, in disrupting
the order of vision associated with the modernist work provided a solution to the
optical that extended into the symbolic, being a political solution. In the films, the
optically pasted scenes disrupt the order of class division, military discipline and
social hierarchy, leaving the spectator uncertain about the boundaries or norms
that the surrealist world contains. It the norms associated with the Bourgeoisie that
Buñuel explores in his political and visual use of the dream sequence in the film.
Such a use becomes conveyed via the ‘ordinary’ in surrealist terms strate-
gy of the dream and irrational forms of cognition such as imagination itself con-
nected to the game of free association which the dream was thought to simulate
in psychoanalytic theory. As Niki Loisidi writes, by 1929 such a use was seen as
an integral part of a surrealist political ethic, as the latter becomes articulated by
Walter Benjamin (Loisidi, 2011; Benjamin, 1929). Benjamin’s text approached the
surrealist political ethic in a way reminiscent of Buñuel’s visual use of the filmic
plot. Both Benjamin’s text and Buñuel’s visual work address the necessity for criti-
cal content in the surrealist art work concerned also with the political function of
the work and its ethical implications. Both critiqued the moral entanglements that
definitions, notions and ideals of socially and politically conscious action contained
in the social domain of the middle class associated, as Loisidi has argued, with the
left French middle class in particular. Written in relation to Georges Duamel’s Le
Voyage de Moscou, Benjamin’s 1929 article, she notes, was published in Literarische
Welt and was entitled ‘Surrealism’, its subtitle being ‘The last instance of European
Intelligence’ (Loisidi, 2011; Benjamin 1929;1971). According to Loisidi (2011: 1), the
paper marks a turn in the way in which surrealism became to be thought about by
surrealists, a turn concerned with the way in which surrealists positioned them-
selves towards political discourse and ideas seen as related to their practice. In
engaging with moral-ideological entanglements as a location for its political criti-
que, the surrealist art work, Loisidi argues, produced a kind of critique that drew
on counter images of the moral and in particular on nuances, aesthetic, visual and
literary, of the evil itself.
Counter images of moral behaviour abound in French literature and in the
writings most notably of Rimbaud and Lautreamont, which writings on the one
hand might be seen to have been influenced by the fictive-moral entanglements
common in children’s moral tales up to the second part of the 19th century, being,
294 BUÑUEL’S MEDIUM OF THE DREAM SEQUENCE: THE OPTICAL AS POLITICAL
at the same time, a location very dear to surrealist tactics of appropriation. If moral
tales had long acted as a key ‘educational’ apparatus that aimed to condition and
restrict behaviour via the presence and promise of fear and punishment often cor-
poreal, including in literary form a repertoire of irrational and fantastic forms of
punishment, metamorphosis itself being one of them, the surrealist counter image
of moral tales in 1929 materialised as a form of political resistance.
The latter took explicitly the more cerebral form of a conceptual critique that
materialized in both text and image. Loisidi notes, for example, that the publication
of Benjamin’s paper on surrealism coincided with the date in which Un Perro anda-
luz was released, the latter being Buñuel’s first film and the second surrealist film
following La Coquille et le Clergyman of 1927 by Germaine Dulac based on a script
by Antonin Artaud (Loisidi, 2011: 2). While the script of Buñuel’s film had been
written jointly with Salvador Dalí, Dalí’s visual imaginary, in turn, is peculiar to an
aesthetic of cruel metamorphoses that has often been narrowly read in the context
of psychoanalytic references.
Buñuel’s 1929 and 1972 films, like Benjamin in his 1929 paper, equally out-
lined a surrealist aesthetic as pertaining to a surrealist politic the latter cast in film
and text as a revolutionary political ethic that challenged middle class left idea-
lizations of political action as morally conditioned behaviour. If solutions to the
question of visual order in Buñuel’s film and via the uses of the dream sequence
expressed a disruption in hierarchies of vision, such hierarchies were cognitive as
well as material; they were embodied in the use of the optical. Such disruptions,
in turn, brought in the fore matters of social cohesion and coherence, visualized
in the film against hierarchies of social order articulated via symbolic-cognitive-
visual filmic objects of social status, class division and hierarchy. Such filmic objects
as surrealist things delivered both solutions to the visual as well as the political as
Loisidi has argued with regard to Benjamin’s text.
In pasting dream sequences onto the plot, Buñuel not only produced visual
and cognitive objects attuned to the surrealist ideals of form but objects guided
also by a surrealist political ethic as outlined by Benjamin in his 1929 paper. In this
light, Buñuel’s medium of the dream sequence not only delivered a solution to a
visual problem embodied in the optical, but a theoretical statement as well. The
latter talked about or visualized the surrealist art work as a political and optical
thing, at one and the same time. Referencing the same critique that Benjamin’s
revolutionary political ethic used to address but, at the same time, historiographi-
cally reformulate, the surrealist art work, Buñuel’s medium of the dream sequence
equally redefined the boundaries visual, cognitive and conceptual, of the surrealist
ASSIMINA KANIARI 295
film. Being a critical project as much as a visual thing, Buñuel’s surrealist object of
film seemed however surprisingly resistant and persistent against time as the affi-
nities between his early film and later work show. Having revolutionalized film in
1929, Buñuel’s uses of the dream sequences continued to define what a surrealist
film form ought to look like, feel like, or indeed behave like well into the 70s, being
consistent rather than critical with his 1929 revolutionary in filmic terms principles.
BIBLIOGRAFÍA
29
EL HÚSAR DE ARTURO PÉREZ REVERTE Y EL CORONEL NO TIENE QUIEN
LE ESCRIBA DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
VIKTORIA KRITIKOU
Arturo Pérez Reverte y Gabriel García Márquez son dos destacados escritores con-
temporáneos. Su obra toca aspectos históricos y sociales. El primer libro de Pérez
Reverte, El húsar (1983), es una novela histórica que refleja episodios de su expe-
riencia como reportero.1 El coronel no tiene quien le escriba (1961), también una de
las primeras obras de García Márquez, fue escrita en 1956 cuando el novelista se
encontraba en París como corresponsal del periódico colombiano El Espectador.2 En
ambas novelas los protagonistas viven experiencias trágicas, como la guerra y sus
consecuencias, y obligados por la cruda realidad redefinen su sistema de ideas y
valores. El objetivo de este trabajo es estudiar la personalidad y la conducta de los
personajes principales de las dos obras anteriormente mencionadas con el propó-
sito de señalar la crisis psicológica y moral que padecen.
Los personajes de la novela El húsar viven y actúan dentro del marco histó-
rico de la Guerra de la Independencia Española, el 1808. El protagonista, Frederic
Glüntz, es un subteniente del ejército napoleónico de 19 años, recién llegado al
campo de batalla en Andalucía. El narrador de omnisciencia limitada enfoca en el
protagonista y presenta detalladamente su personalidad y su conducta.
La narración empieza las vísperas del primer combate, en el que va a par-
ticipar Frederic, un día gris y lluvioso. Él se siente orgulloso porque pertenece a
la caballería ligera francesa, “el cuerpo más elitista”, y busca la gloria en las haza-
ñas bélicas como los demás oficiales del 4º Regimiento de Húsares (Pérez-Reverte,
1999: 17).
Durante la larga espera antes de la batalla, los recuerdos y los diálogos
entre el entusiasta Frederic y sus compañeros revelan la personalidad y el modo
de pensar del protagonista y de los demás jóvenes militares. El protagonista con la
arrogancia e ignorancia de la juventud, habla con su amigo, Michel de Bourmont,
del honor y la gloria. Contentos con su uniforme, sienten admiración mutua y son
felices porque forman parte del ejército francés, tan famoso en esa época. Los dos
hablan y actúan como corresponde a un húsar valiente antes del gran combate.
1 http://es.wikipedia.org/wiki/Arturo_P%C3%A9rez-Reverte.
2 http://www.monografias.com/trabajos68/analisis-obra-gabriel-garcia-marquez/analisis-obra-
gabriel-garcia-marquez.shtml
EL HÚSAR DE ARTURO PÉREZ REVERTE Y
298 EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
Ellos no son cobardes, pero desean morir como héroes en el combate, entre “ca-
maradas, de un limpio sablazo o de un tiro en el pecho, de pie, con las espuelas en
su sitio, el arma en la mano y la boca llena de sangre, como mueren los hombres”
(Pérez-Reverte, 1999: 36).
No obstante, expresan desprecio por los guerrilleros españoles, que, siendo
campesinos sin formación militar adecuada, luchan sin disciplina por su libertad
“con hoces, palos y navajas” (Pérez-Reverte, 1999: 170). Con expresiones como
“chusma informe”, “bestias”, “hijos de perra”, “canalla inculta y fanática” el autor
aclara sus sentimientos hacia los guerrilleros. Los franceses, incapaces de entender
los motivos de su resistencia, creen que para vencerlos, deben someterlos a casti-
gos duros.
El narrador presenta los oficiales franceses como seres humanos insensi-
bles y egoístas, fieles al ideal napoleónico de una Europa unida, que tratan de im-
ponerlo por la fuerza sin respetar los ideales y la idiosincrasia del pueblo español.
Sin embargo, el diálogo de Frederic con don Álvaro de Vigal, un noble español, des-
vela las causas profundas de la oposición española. Don Álvaro, aunque comparte
las ideas progresistas franceses y admira a Napoleón, conociendo la mentalidad
española, trata de explicarla al joven Frederic:
España es una nación muy, muy vieja, orgullosa y leal a sus mitos,
estén justificados o no. Bonaparte está tan acostumbrado a ver arro-
dillarse a los pueblos, que no puede concebir, y ese es el error de
apreciación, que al sur de los Pirineos hay una raza resuelta a no
aceptar su voluntad. No porque las ideas que la mueven sean bue-
nas o malas, cuidado, sino simplemente porque intenta aplicarlas
sin contar para nada con la opinión de quienes están destinados a
recibirlas… (Pérez-Reverte, 1999: 103)
Los españoles resisten porque odian a los franceses que, para lograr su pro-
pósito, no respetan nada, saquean ciudades, violan mujeres y fusilan sacerdotes. Por
eso, el anciano aristócrata dice que “Los españoles no son, no somos, gente que se
deje salvar a la fuerza. Nos gusta salvarnos nosotros mismos, poco a poco, sin que
ello significa una renuncia a los viejos principios en los que para bien o para mal,
nos han hecho creer durante siglos” (Pérez-Reverte, 1999: 106). El escritor, con las
palabras sabias de don Álvaro, da una explicación razonable de la derrota de las tro-
pas napoleónicas y, a la vez, explica las causas de los conflictos de la humanidad en
general, que se deben a intereses económicos, la incomprensión entre los pueblos
VIKTORIA KRITIKOU 299
y tiene miedo: “Frederic estaba enloquecido por el pánico. Era un miedo cerval,
espantoso, atroz”(Pérez-Reverte, 1999: 151). Olvida las ideas heroicas de la muerte
gloriosa en el combate y obedece al instinto de supervivencia: “Quería vivir. Vivir a
toda costa, aunque fuera mutilado, ciego, inválido…” (Pérez-Reverte 151). En ese
momento, la desesperación y el terror le hacen llorar. Herido lucha por su vida. El
frío, el dolor, el hambre y la sed le atormentan. Se siente “como un anciano que
hubiese envejecido cincuenta años en pocas horas” (Pérez-Reverte, 1999: 156). Al
final se da cuenta que la gloria y la guerra son“mierda”y maldice a los que no están
de acuerdo.
El momento más revelador para Frederic es el último encuentro con el hú-
sar veterano herido, que, consciente de su muerte inevitable, se decide suicidarse,
ofreciendo al protagonista una valiosa lección: lo único que le queda es aceptar con
calma su propia muerte.
Al contrario, el protagonista de la novela El coronel no tiene quien le escriba,
de García Márquez, es un viejo veterano que ha dado su último combate en el
campo de batalla cincuenta y seis años atrás, durante la Guerra Civil. La historia se
desarrolla en un pequeño pueblo, bajo régimen dictatorial. Los personajes princi-
pales son el coronel y su esposa, unos seres humanos tristes y viejos, que viven en
extrema pobreza. El coronel y su esposa son dos personajes diferentes. El coronel
vive en su mundo de ilusiones y la mujer en el mundo de la realidad (Oviedo,
2005: 305-6). Desde hace quince años, el coronel espera en vano su jubilación por
los servicios ofrecidos al país. La única esperanza de mejorar su situación mise-
rable está depositada en un gallo de pelea que heredó de su hijo, asesinado por
repartir información clandestina. Esta novela de García Márquez es una obra con
elementos simbólicos, como la carta que nunca llega, el gallo de pelea, el tiempo
y la espera, etc.3
La acción empieza un octubre lluvioso, causa del malestar físico del coro-
nel. Su esposa también sufre de asma y está en cama. El coronel se prepara para
asistir al entierro del “primer muerto de muerte natural que tenemos en muchos
años” (García Márquez, 2001: 12). Otros elementos también, como la censura ci-
nematográfica, la prohibición de circulación y la acción clandestina del médico,
muestran que el pueblo está oprimido por un gobierno autoritario. Los pobres
habitantes, como el coronel, viven esperando algo mejor. Todos creen que el gallo
es su única salvación y quieren apostar por él. Por eso, los compañeros de Agustín
se encargan de darle comida.
3 http://www.monografias.com/trabajos68/analisis-obra-gabriel-garcia-marquez/analisis-obra-
gabriel-garcia-marquez.shtml
VIKTORIA KRITIKOU 301
Por otro lado se encuentra don Sabas, el compadre del coronel, un hombre
rico que sufre de diabetes. Es un personaje que se caracteriza por una actitud hipó-
crita porque finge ignorar la situación miserable del coronel.
El protagonista se mueve dentro de este ambiente y a pesar de su pobreza
es un hombre digno y respetable. Parece decepcionado porque su jubilación no lle-
ga y está profundamente triste por la muerte de su hijo. Se apena por el sufrimiento
de su mujer, pero es incapaz de ofrecerle una vida mejor. Ella enfrenta la situación
de un modo más práctico y le propone vender el reloj para comprar comida, pero
el coronel tiene vergüenza. Sin embargo, ante la situación alarmante de la salud de
su esposa decide vender el gallo a don Sabas que le da un adelanto que necesita
con urgencia. Parece que los problemas económicos de la pareja se han resuelto
hasta el momento en que el coronel ve a su gallo en la gallera el día de los entrena-
mientos y entiende lo que significa para él y el pueblo. Para él, el gallo es algo vivo
que despierta su esperanza y también la del pueblo:“Desde hacía mucho tiempo el
pueblo yacía en una especie de sopor, estragado por diez años de historia. Esa tar-
de –otro viernes sin carta- la gente había despertado” (García Márquez, 2001: 90).
Todo el pueblo está unido a través del gallo que representa el orgullo de los pobres
habitantes y su lucha en contra de los ricos. El coronel entiende que no puede ven-
derlo, porque de este modo traicionaría a todo el pueblo, que está por encima de
todo. Entonces anuncia a su esposa: “El gallo no se vende” (García Márquez, 2001:
92). El coronel seguro de su decisión, no tiene remordimientos. Para él, todo está
claro en este momento crucial de su vida: “El coronel necesitó setenta y cinco años
–los setenta y cinco años de su vida, minuto a minuto- para llegar a ese instante.
Se sintió puro, explícito, invencible, en el momento de responder: -Mierda”(García
Márquez, 2001: 99).
El relato acaba con la palabra “mierda” que el coronel pronuncia con tran-
quilidad y sin enfado, porque expresa así la simple aceptación de su situación eco-
nómica lamentable y se siente justificado de su vida. Al coronel no le importa su
propio bienestar, sino la esperanza del pueblo.
Para sintetizar, se puede señalar que ambas novelas aunque breves y fáciles
de leer, presentan interés en cuanto a su temática. Tratan principalmente el tema
universal del sentido de la vida. Además analizan los motivos del honor y de la
dignidad en contraposición con la desesperación y la muerte. Ambas describen la
personalidad y la conducta humana en un estado de crisis moral. Al final Frederic
y el coronel enfrentan sus dilemas y aceptan su destino.
Frederic mucho más joven que el coronel desconoce el sentido verdadero
de la guerra. Está entusiasta con la primera batalla porque cree que así conseguirá
EL HÚSAR DE ARTURO PÉREZ REVERTE Y
302 EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
BIBLIOGRAFÍA
García Márquez, Gabriel (2001). El coronel no tiene quien le escriba. Barcelona: Plaza
& Janés.
Oviedo, José Miguel (2005). Historia de la literatura hispanoamericana. 4. De Borges
al presente. Madrid: Alianza.
Pérez-Reverte, Arturo (1999). El húsar. Madrid: Akal.
http://es.wikipedia.org/wiki/Arturo_P%C3%A9rez-Reverte
http://www.monografias.com/trabajos68/analisis-obra-gabriel-garcia-marquez/
analisis-obra-gabriel-garcia-marquez.shtml
303
30
LAS LETRAS HISPÁNICAS Y LA PROPAGANDA POLÍTICA CONTRA LA
DICTADURA GRIEGA DE LOS CORONELES: LA REVISTA EVZYNI
VIRGINIA LÓPEZ RECIO
manos de militares no siempre aptos para desempeñar dicha tarea, resultó precaria
e ineficaz, siendo iteradamente burlada. Eso sí, focalizó su trabajo en lo que consi-
deraba su máxima amenaza: el comunismo4. Así, a sus militantes no sólo les pro-
hibió la circulación de sus obras, también los vigiló de cerca, los encarceló y, otras
veces, los deportó a islas desiertas del Mar Egeo como Makrónisos, donde fueron
duramente torturados, incluso hasta morir.
En la Dictadura de los coroneles distinguimos dos periodos principales: 1.
El “periodo de silencio”, que se extiende de 1967 a 1969, se caracteriza por la dura
represión militar y la escasa resistencia al Régimen. Los intelectuales enmudecen y
numerosos escritores conocidos, en su mayoría de izquierdas, temerosos a posibles
represalias por parte de los militares, dejan de publicar sus obras. Otros escritores
-como Patrikios, Vretakos, Ploritis y Tsirópulos-, optan por abandonar el país. Mien-
tras tanto, los límites de lo lícito y lo ilícito, según los censores, quedan confusos.
Lo único evidente una lista que recoge el organismo censor con más de mil libros
censurados “por contribuir a la depravación del pueblo griego”5. Entre los autores
repudiados se hallaba Federico García Lorca. 2. En el segundo periodo dictatorial
que podríamos denominar “periodo de resistencia”, el cual se prolonga de 1969 al
término del Régimen, la situación de enmudecimiento y escasa oposición a los dic-
tadores, la cual había ido crispando el ánimo popular, se rompe en marzo de 1969
ante una declaración que el Nobel griego Yorgos Seferis manda a la BBC oponiéndo-
se con rotundidad al régimen autoritario al que estaban sometidos sus compatriotas
griegos6. La gran resonancia que tuvo su opinión fuera de Grecia, provocó, siete
meses más tarde, por temor a represalias europeas, el cese de la“censura preventiva”
que se convirtió luego en una teórica “libertad condicionada”. Seguidamente, en
que pocos días después del golpe militar pronuncia el coronel Papadópulos en rueda de prensa.
Este dictador militar presentó a Grecia como ”enferma”, por lo que consideraba que debía
“curarla” “enyesándola”. De este testimonio se hizo buen eco la prensa internacional. Para más
detalles, vid. F. Tomaí (To Vima, 18/07/2010).
4 En efecto, la labor del aparato censor no hubo de ser precisa ni rigurosa. En general, se mostró
especialmente beligerante con quienes a priori estaban caracterizados de izquierdistas y radica-
les. Así, mientras que las oficinas de la edición Revista de Arte (Επιθεώρηση Τέχνης), vinculada
al partido de izquierdas EDA, fueron desde el primer día de la Dictadura forzadas y confiscadas,
las de Nea Hestía (Νέα Εστία) o Evzyni, a pesar de la clara posición anti-dictatorial que -como
veremos más adelante- adoptó la última, apenas tuvieron reprobación por parte de los órganos
censores. (Argiríu, 2000: 98-99).
5 Vid. en Vradyní (Η Βραδυνή, 28/07/1974) el artículo: “Qué escritores, qué libros estaban en la
lista negra durante los siete años”.
6 La declaración de Seferis, que sin razón fue caracterizada por la Dictadura de “órgano del
comunismo internacional”, fue publicada únicamente en la revista Nea Hestía (1003) el 15 de
abril de 1969.
VIRGINIA LÓPEZ RECIO 305
julio de 1970 aparecían publicados Los dieciocho textos, un tomo con obras literarias
y objetivos políticos en el que “escritores liberales actuaban como “militantes”. Su
difusión espectacular –ni más ni menos que 16.000 ejemplares vendidos al poco de
salir- alentó al resto de escritores que desde aquel momento, aún a riesgo de sufrir
posibles castigos, darían rienda suelta a su pluma mostrando su cada vez más im-
petuosa oposición al Régimen7.
Las letras hispánicas en el ámbito editorial griego durante la Dicta-
dura: Kostas E. Tsirópulos y la revista Evzyni (Ευθύνη)8.- Hacia el año 1970, el
escritor, editor9 e hispanista Kostas Tsirópulos (Lárisa 1930- )10 pierde su trabajo
como colaborador del periódico Kazimeriní (Καθημερινή) y decide marcharse a Bar-
celona con una beca concedida por el Instituto de Estudios Hispánicos ofrecida
previamente por el entonces Embajador español en Atenas11 para la realización de
una tesis doctoral en Historia del Arte. En los dos años que pasa en la capital barce-
lonesa, el joven e incipiente hispanista, a la par que investiga, se pone en contacto
con figuras importantes de las letras y el pensamiento españoles. En 1972, que
termina con su investigación doctoral, vuelve a Grecia a seguir colaborando junto
a Andonis Tsakiris en ”Ediciones de los Amigos”12 y en la reanudación del que
bueno mártir de Unamuno, Don Juan Tenorio de Tirso de Molina, Poesías de Antonio Machado,
Paradox rey de Pío Baroja y Romancero gitano de Lorca. (Para más detalles, remitimos a
I. García Gálvez (2009). La citada serie editorial, más allá de una oposición a la Dictadura,
responde al compromiso social adquirido por el intelectual Tsirópulos, no ajeno a la influencia
que recibe de los filósofos de la Generación del 98 y de sus discípulos (Unamuno, Azorín,
Baroja, Maeztu y Laín Entralgo, entre otros). En este sentido, cabría señalar que Tsirópulos
podría perfectamente engrosar la lista de la citada Generación. No ha de ser casual que en
1965 publique Grecia como problema, un ensayo filosófico que abraza la idea de la decadencia
y el regeneracionismo. Su mismo título evoca escritos conocidos de los noventayochistas,
tales como La España invertebrada de Ortega y Gasset, el título homónimo del ensayista Laín
Entralgo (1908-2001) España como problema (1949), así como el que surge como respuesta
a este último: España sin problema (1949) de Rafael Calvo Serer. Asimismo, en las páginas de
Evzyni hallamos textos que se refieren a la obligación del intelectual de tomar parte en los
problemas políticos. Vid., por ejemplo, el ensayo de Unamuno: “Los antipolíticos”, en Evzyni 19
(1973: 375-377).
13 En La Vanguardia (11/10/1972): “Costas Tsirópulos, gran conocedor de España y su literatu-
ra. Ha difundido en Grecia a gran número de nuestros escritores”.
14 Por ejemplo, la revista El tranvía (Το τραμ), tras un año de estar en circulación, fue cerrada
en 1972 y sus responsables condenados a varios meses de prisión por un texto que había
encolerizado a colaboradores del Régimen. Vid. Argiríu, 2007: 96-97.
15 Tsirópulos, junto a su alto idealismo patriótico, tiene su mirada también puesta en Europa.
Por ello, los pensadores españoles desempeñarán un papel importante en las páginas de Evzyni,
como también, aunque en menor medida, los franceses, entre los que destacan: Paul Valéry,
Marcel Proust y Eugene Ionesco. Y no faltarán tampoco ensayistas de otras nacionalidades:
ingleses como Arthur Koestler y alemanes como Thomas Mann, entre otros. Sobre el filo-euro-
VIRGINIA LÓPEZ RECIO 307
21 En Evzyni 19 (1973: 382), bajo el título “Acción mortal”, Tsirópulos increpa con severidad al
entonces metropolita de Alexandrúpolis por una carta que escribe en la cual conecta la Iglesia
al Régimen. En el mismo escrito, Tsirópulos reprueba al conjunto de metropolitas nombrados
desde 1967, vinculados a hechos políticos del país. Además, hace referencia a las Iglesias de
Rusia y España, las cuales “sufrieron por entremezclarse en los asuntos políticos de sus países”.
Y pone de ejemplo el caso de España que “con tal desacierto, perdió una generación completa
del pueblo español que la odió y negó allí donde la encontrara”.
22 Tras copiosas publicaciones de textos ensayísticos en contra de los regímenes autoritarios
y de la imposición de la censura, en 1973 Tsirópulos expresa su oposición a la Dictadura griega
vigente de manera directa, firmando con su puño y letra. Un ejemplo, el siguiente comentario:
“Una cosa es segura, algo que ya hemos escrito y lo referíamos como emblema de nuestro
intento: el espíritu, y sobre todo el espíritu griego, para florecer necesita verdadera libertad
que no puede en nuestra época existir sin libertad política. […] Como personas espirituales,
los colaboradores de Evzyni expresan su deseo de que surja una clase social libre de hombres
pensadores y autogobernados que sin miedo puedan expresar sus reflexiones y dialogar
libremente y sin peligro con cuantos no coincidan con ellos”. (Evzyni 18, 1973: 332).
23 Un paradigma de las ideas anti-dictatoriales que se introducen en Evzyni en boca de Ortega,
es el texto ensayístico “Socialización del hombre” (Evzyni 9, 1972: 233-235) el cual termina
diciendo: “El odio al liberalismo no procede de otra fuente. Porque el liberalismo, antes que una
cuestión de más o menos en política, es una idea radical sobre la vida. Es creer que cada ser
humano debe quedar franco para henchir su individual e intransferible destino”.
24 Vid., a modo de ejemplo, el texto de Aranguren: “Democracia y cultura” (Evzyni 3, 1972: 105-
109).
25 Vid., entre otros, el texto “Patología de un extremista”, en Evzyni 14, 1973: 53-57.
VIRGINIA LÓPEZ RECIO 309
BIBLIOGRAFÍA
En español:
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310 XII CONGRESO INTERNACIONAL DE LITERATURA ESPAÑOLA CONTEMPORÁNEA
En griego:
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Europeo de Traducción).
311
31
ENTRESIGLOS: CRÓNICA DE LA MUERTE Y CRÓNICA NEGRA EN EMILIA
PARDO BAZÁN
JAVIER LÓPEZ QUINTÁNS
El auge de los medios de comunicación en las tres últimas décadas del siglo XIX y
principios del XX evidencia la construcción de una herramienta de uso de masas
y cultivo de textos pensados para un público heterogéneo, ávido de actualidad,
deseoso de una sustitución rápida y sustancial de la noticia. En este contexto, gozó
de predicación singular lo que catalogamos de forma genérica en este trabajo como
crónica de la muerte, díganse reflexiones de contenido dispar sobre la mortali-
dad, como esencia indisoluble del ser humano. A su lado, en compañía íntima e
insoslayable, emerge una creciente tendencia a dar cuenta y exégesis de sucesos
truculentos de la actualidad social, conformándose cierta inclinación morbosa a
su recreación. Hablamos pues de la crónica negra, género en sí mismo que logra
paulatinamente el favor del público hasta configurar una tendencia indiscutible y
necesaria.
En este panorama de entresiglos, una autora incansable colabora en publi-
caciones diversas, algunas de prestigio e influencia notables. Hablamos de Emilia
Pardo Bazán y sus trabajos en medios como La España Moderna o La Época. Pero,
pues deber obliga y el tópico propuesto acota unos márgenes precisos, en el cultivo
de la reflexión sobre crónica negra ostenta papel preponderante La ilustración artís-
tica (en adelante, IA), y en forma menor en otras publicaciones que abordaremos,
como el Diario de la Marina o La Nación de Buenos Aires. Proponemos, por el indis-
cutible papel de estos medios en la publicación de artículos próximos al género que
nos interesa, más de setenta artículos que se desperdigan entre la década de los 90
del siglo XIX y el año 1920. Artículos en suma que ofrecen una plástica estampa de
la sociedad más sórdida y truculenta del momento. Un espéculo de la condición
humana más perversa, teñida de sangre en crímenes de resonancia dispar.
1 IA: 25 de enero de 1897, número 787, página 66; 6 de septiembre de 1897, número 819,
pág. 578; 1 de enero de 1907, número 1.305, página 2; 17 de octubre de 1910, número 1.503,
página 666; 28 de abril de 1913, número 1.635, página 282. “Crónicas de la condesa”, Diario de
la Marina, 21 de noviembre de 1909; “Crónica”, en La Nación de Buenos Aires, 11 de noviembre
de 1909, pág. 7, y “De la condesa de Pardo Bazán”, 12 de abril de 1921, pág. 3.
JAVIER LÓPEZ QUINTÁNS 313
que recurra a sus propias creencias para atraer a su público, un público partícipe de
ese mismo pensar (IA, 14 de noviembre de 1898, número 881, página 730).
Quebradiza es la existencia humana, por lo que nada puede ser mejor que
perder la vida (si opción hubiese) por un hecho glorioso. Tal idea aparece razona-
damente expuesta en la colaboración del 1 de agosto de 1898, en la que la autora
desglosa varios puntos de interés: el respeto por las víctimas, la inevitabilidad de
la muerte y la gloria del que afronta ese trance final en una actividad sublime (IA,
número 866, pág. 490). Debe tomarse este trabajo como botón paradigmático de la
concepción pardobazaniana en tanto que reflexiona sagazmente sobre la sugestión
que la muerte ejerce, provocando interés y rechazo a partes iguales. Pardo Bazán es
consciente del“tirón”popular de un tema de estas características (así lo entrevemos
en extractos como el que se sugiere) y lo aprovecha para recurrir a una captación
evidente del interés de sus lectores.
Sirvan las líneas precedentes como excurso introductorio de lo que se ave-
cina, pues presentan a la muerte como asunto central, como preocupación humana
de fácil enganche en la cosmovisión del lector pardobazaniano. Autora ella que
participa en publicaciones de distribución notable, y por tanto al alcance de un
público popular, y aborda temáticas afines a las inquietudes de su lector. La muerte,
metamórfica e inesperada, arremete contra el individuo más desprevenido. Y es
quizás ese elemento azaroso el que atrae singularmente al lector, consciente de su
exposición a cualquier desgracia. Tal interés parece justicar la inclinación pardoba-
zaniana a recurrir a la crónica de la muerte.
Crónica negra: Madrid.- Cuestión diferente supone la crónica negra en la
sociedad española. Se convierte esta en motivo inspirador en abundantes crónicas
periodísticas, en tanto que caudal digresivo que aporta a la autora, como elemento
de actualidad de interés para el lector, argumentos expositivos de innegable al-
cance popular. A ello dedicamos las líneas que ahora se presentan, crónica a su
vez de algunos de los asuntos dolosos de impacto mayor en la sociedad española
de entresiglos. Avanzados los años con respecto a los sucesos que se explicitaban
en el apartado previo, ya a finales de siglo, Pardo Bazán se detiene en un delito de
resonancia notable, el conocido como crimen de la calle Pierre Lerroux (IA, 23 de
enero de 1899, número 891, página 58). La importancia de este trabajo se destila
en la reflexión sobre la justicia española. Justicia que decae en una inoperancia
peligrosa, falta de rigor y de reformas legales que permiten que delincuentes apro-
vechen escurridizos recovecos legales para quedar sin pena. Muestra la autora otra
constante en su producción periodística, a saber: el interés por la figura del criminal
y su empeño en desentrañar cierto análisis de conciencia que explique conductas
ENTRESIGLOS:
314 CRÓNICA DE LA MUERTE Y CRÓNICA NEGRA EN EMILIA PARDO BAZÁN
(IA, 18 de septiembre de 1916, número 1.812, página 602). Peculiar es, además, la
constatación pardobazaniana del fervor popular en lo que afecta al conocimiento
de delitos de sangre. Fervor que muestra a veces una inclinación perniciosa a cier-
ta justificación de conducta, como ocurre con las venganzas por adulterio (IA, 18
de marzo de 1901, número 1.003, página 186). Justificaciones que acaban siendo
el desenlace pernicioso desde una visceral oposición al crimen, pasando por una
búsqueda incansable de explicación a lo que en esencia no lo tiene (IA, 23 de no-
viembre de 1908, número 1.404, página 762).
En suma, otros crímenes pueblan la agitada urbe madrileña, como los en-
venenadores María Ángeles y Ramón, responsables de la muerte del esposo de la
primera (“Crónicas de Madrid”, en La Nación de Buenos Aires, 25 de diciembre de
1917, pág. 4); o el crimen del hotel del Paseo de Rosales, con la muerte de un tiro
de la esposo a manos de su pareja (“Crónicas de España”, en La Nación de Buenos
Aires, 18 de septiembre de 1918, pág. 5).
El crimen, siempre.- Hemos visto la importancia de Madrid (que la es-
critora apodaba como “la ciudad de los crímenes espeluznantes”, IA, 9 de febrero
de 1903, número 1.102, pág. 106) como germen imparable de delitos. No en vano,
la autora pasaba largas temporadas en la ciudad, de ahí que conociese de primera
mano los hechos; a la vez, era asidua lectora de prensa, circunstancia que favorecía
aún más su puesta al tanto de los sucesos del momento. Como decíamos, pese a
que es Madrid el protagonista esencial de sus crónicas, otras miradas merecen su
atención. De las reflexiones de Pardo Bazán sobre la temática propuesta, quizás
una de las más conocidas sea “Recuerdos de un destripador” (IA, 29 de noviembre
de 1897, número 831, página 770). Conocida por lo popular del tema que jugaba
con dos ingredientes de peso notable en la imaginería popular: el sacamantecas3
y el lobishome. Conocida asimismo por las resonancias literarias del hecho, dado
que desde muy temprano tales sucesos se vincularon con el texto Un destripador de
antaño de la propia Pardo Bazán, vínculo que la creadora se apresuró prontamente
a desmentir. Parte la escritora de la rememoración fugaz del destripador francés
Vacher, para centrarse de inmediato en la figura del asesino gallego Manuel Blanco.
Este último, en los años 50 del siglo XIX, conmocionó a la sociedad ga-
llega tras confesar varios crímenes, aduciendo estar poseído por una maldición
procedente de su padre, un hechizo que provocaba que se creyese lobo. Lobo que
después asesinaba y mutilaba a las víctimas, no sin olvidarse, por supuesto, de
despojarlas de los bienes de valor que estas portaban. Singular es el trabajo porque
4 IA, 24 de junio de 1901, número 1017, página 410), el joven que asesina a la mujer que
persigue después de haberlo anunciado públicamente (IA, 22 de julio de 1901, número
1021, página 474), el esposo que maltrata hasta la muerte a su cónyuge (IA, 2 de mayo de
1904, número 1.166, pág. 298), el esposo que ejecuta venganza sobre el amante de su mujer
(“Crónica de España”, en La Nación de Buenos Aires, 16 de octubre de 1910, pág. 8). Crímenes
que vienen a ser exponente innegable de una sociedad indocta (IA, 11 de marzo de 1907,
número 1.315, página 170.
JAVIER LÓPEZ QUINTÁNS 319
BIBLIOGRAFÍA
32
SERIES VIRTUALES, CULTURALES Y SOCIALES: DEL LIBRO A LA “NET”
VIRGINIA LUCAS
evidenciando, sin lugar a dudas, que los “contextos” son esencialmente, en el decir
de J. Bultler, unidades postuladas que sufren cambios temporales y exponen su
falta de unidad esencial (J. BUTLER, 2001:21).
De esta manera, y concluyendo, en América Latina, y durante el siglo XIX,
señala A. Rama que la elite movible de “intelectuales no ligados al terreno” tuvo
una inclinación universalista y cosmopolita que en los hechos consistió en una
imitación de las más modernas corrientes europeas. Tal fue el caso de la élite de la
burguesía mercantil de 1810, formada en la ideología del enciclopedismo francés,
con su nítido cuño racionalista y universalista; o la elite del modernismo de 1895,
conformada por la lección sensorial, individualista y cosmopolita de la literatura
europea postromántica. A esta formación, y como respuesta histórica, se le opusie-
ron, para A. Rama, las elítes de la generación romántica que intentaron la adopción
descriptiva y pintoresca de las realidades nacionales, o las de la generación regional
de 1910 con su primera valoración social de la realidad zonal americana (A. RAMA:
1982, 43). Si marco esto, es para precisar que una vez organizado un mercado con-
sumidor literario, aumentó a la par, la presión ejercida sobre el narrador para que
mejorara su productividad “asunto estrechamente vinculado a la profesionaliza-
ción del escritor” (A.RAMA: 1982, 271).
Durante el siglo XX, volviendo al planteo inicial, y tras ennumerar una serie
de problemas con los que tuvo que lidiar el narrador latinoamericano, señalaba A.
Rama que uno de los grandes problemas planteados al novelista en América Lati-
na, tuvo que ver con su implantación dentro de una élite cultural. En tal sentido, el
conjunto de intelectuales fue entendido como grupo social, y su importancia fue
enorme en Latinoamérica a los efectos de la obra de creación. La debilidad cultural
que durante un siglo caracterizó el medio social, diluyó la existencia de un público
consumidor específico, y transformó a los mismos intelectuales en productores y
consumidores simultáneos, organizándose un circuito cerrado de la cultura que
sólo comenzó a ceder ya entrado el siglo XX, cuando el ingreso de las clases medias
a la vida cultural (A. RAMA:1982, 41).
Series sociales.- Fue durante el transcurso de los años sesenta que en
América Latina, al ampliarse los mercados nacionales para organizar un merca-
do continental (abierto mediante las traducciones a un mercado internacional)
comenzó a organizarse la expansión del Boom latinoamericano, favorecido, es-
pecialmente por el traslado de escritores latinoamericanos a otras regiones del
mismo continente con mayores posibilidades de difusión en editoriales, diarios,
revistas, conferencias a Europa y marcando una diferencia común con el modelo
de profesionalización anterior (A. RAMA: 1982, 272). Una vez consolidado el
324 SERIES VIRTUALES, CULTURALES Y SOCIALES: DEL LIBRO A LA “NET”
Poesía, estética y formacion.- Para Octavio Paz, y desde otra mirada, Ho-
mero es el origen de Grecia y de nuestra poesía. Su poesía, sus héroes, y su moral
fueron los arquetipos de griegos y de romanos. En la Edad Media, la función forma-
tiva de la Eneida fue similar a la de los poemas homéricos. Todos los gobernantes o
ciudadanos en la edad antigua eran educados y modelados según la tradición poéti-
ca que inspiraba sus actos y discursos. En tal sentido, los poetas fueron considerados
vates o adivinos porque como conocían el pasado podían predecir el futuro.
¿Para quién escribe entonces el escritor? Mientras el lector ideal aparece me-
diatizado por la intención editorial que presupone un lector masivo que anularía la
noción misma de “interlocutor válido”. La lógica del mercado no responde a esta
regla, y si bien Eduardo Galeano no tiene un blog, Stephen King tiene una pagina
web y seria un buen ejercicio relevar el número de traducciones y ediciones vigentes
de los últimos premios nóveles, entre los que destaco que once de los autores galar-
donados con el premio Novel son de habla hispana: los españoles José Echegaray
(1904), Jacinto Benavente (1922), Juan Ramón Jiménez (1956), Vicente Aleixandre
(1977) y Camilo José Cela (1989); los chilenos Gabriela Mistral (1945) y Pablo Neruda
(1971); el guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1967); el colombiano Gabriel García
Márquez (1982); el mexicano Octavio Paz (1990) y el peruano Mario Vargas Llosa
(2010), para saber, a ciencia cierta, cuantas ediciones, reediciones, o traducciones de
estos escritores se realizan anualmente y para poder cotejar la circulación de los li-
bros de estos autores. Aunque, convendría, a mi juicio, distinguir entre estos elemen-
tos y la circulacion libre, o no, de textos de estos autores en internet y en bibliotecas
latinoamericanas y europeas para llegar a alguna conclusión acertada.
Mientras también, quizá convendría precisar que, junto a la circulación
editorial, se destaca la creación de premios que acompañan la legitimidad de las
circulaciones de textos, y evidencian un estado de la cuestión del negocio edito-
rial, en el uso y desuso o liquidación de textos de forma casi inmediata, una vez
aparecido en el mercado, la novedad, en distintas Ferias Latinoamericanas, para
poder verificar esta presunción. Mientras Octavio Paz señalaba que la inscripción
326 SERIES VIRTUALES, CULTURALES Y SOCIALES: DEL LIBRO A LA “NET”
Pero mientras Octavio Paz señala esto, tambien sostiene que el poema “es
un organismo verbal rítmico, un objeto de palabras dichas y oídas, no escritas ni
leídas” (O.PAZ: 1989, 122), y por eso mismo presenta la mejor posibilidad de vol-
ver o de continuar con la tradición oral, a través de la pantalla de televisión. En la
pantalla, para Paz confluyen las dos grandes tradiciones poéticas, la escrita y la
hablada. Diagrama más complejo que el ideado por Mallarmé, además del color y
del movimiento, y aunque, sin dudas O. Paz no conoció el impacto sensorial que
el uso de distintas herramientas en internet puede favorecer al respecto, O. Paz
confiesa haber empezado a experimentar con estos recursos y a creer que esta es la
aparición de una nueva forma poética en literatura.
Concluyendo, para O. Paz, el mercado es impersonal, no ama a la literatura
ni al riesgo, su censura no es ideológica, no tiene ideas. Sabe de precios, y no de
VIRGINIA LUCAS 327
valores.Entre la revolución y la religión, la poesía es, para O. Paz La otra voz (1989),
porque es la voz de las pasiones y las visiones, es de este mundo y del otro, de hoy
y de la antiguedad sin fechas, y en este sentido, sin dudas, su visión es teleológica.
Series virtuales: la NET.- Hoy en día la escritura en la red y en muchos
lugares, sean virtuales. como el correo electrónico, salas de chat, mensajes en los
foros, telefonía móvil en modo mensajeria, o incluso en trabajos de escuela para
estudiante, hace tiempo ya que hizo olvidar la vieja polémica de los años sesenta
sobre alta cultura y cultura de masas. En tal sentido, pensar la elite intelectual en la
que se inscribe el escritor como parte de una serie cultural y pensar en su produc-
ción, no agota, a mi juicio, la posibilidad de pensar la literatura también como una
serie cultural, con su lógica correspondencia con su serie social. Siguiendo lo an-
terior, conviene interrogarse sobre cuál es la función social, hoy en dia, y año 2011,
de la literatura en su estrecha o amplia relacion territorial. En un contexto donde
habría que preguntarse por quiénes son los que leen en una serie cultural ligada a
la tradición de sus procesos sociales, convendria, articular la noción empleada por
Fischer, cuando señala la existencia de “comunidades interpretativas” compartien-
do un codigo linguistico y cultural comun para pensar la agrupacion social, nocion
que desintegra un criterio hegemonico totalizante para las afinidades.
Sin dudas, la capacidad de crear realidades a través de distintos lenguajes
genera opinión pública, y en tal sentido, la literatura tiene la capacidad de creacion
sobre un hecho concreto o un recorte de lo real, transmitiendo ese recorte como es
pensado. Sin embargo, y continuando la lectura de M. Barbero:
BIBLIOGRAFÍA
33
LA COMPETENCIA SOCIOLINGÜÍSTICA DE LOS ALUMNOS DE ELE A
TRAVÉS DE LOS TEXTOS
NAFSIKÁ ALFA Y SUSANA LUGO
ADECUACIÓN SOCIOLINGÜÍSTICA
Sigue con cierto esfuerzo el ritmo de los debates e interviene en ellos aunque
B2 se hable con rapidez y de forma coloquial.
Se relaciona con hablantes nativos sin divertirles o molestarles
involuntariamente, y sin exigir de ellos un comportamiento distinto al que
tendrían con un hablante nativo.
Se expresa apropiadamente en situaciones diversas y evita errores
importantes de formulación.
Por su parte, el Plan Curricular del Instituto Cervantes no cuenta con un único
epígrafe o apartado relacionado con la competencia sociolingüística, sino que los
saberes y habilidades que configuran esta competencia aparecen repartidos entre
sus diversos inventarios bajo distintas denominaciones: los marcadores lingüísti-
cos de relaciones sociales aparecen en el epígrafe “relacionarse socialmente” del
apartado de Funciones así como bajo el epígrafe “relaciones interpersonales”, del
apartado Saberes y comportamientos socioculturales. En el apartado Tácticas y estraté-
gias pragmáticas son tratadas las normas de cortesía, en el epígrafe “conducta inte-
raccional” y algunas variedades dialectales, en lo que se refiere a los rasgos fónicos,
aparecen reflejadas en la parte de Pronunciación y prosodia.
Nos gustaría mencionar que el MCER (2002: 153) nos invita a reflexionar
en cuanto a que el desarrollo de la competencia sociolingüística del alumno puede
transferirse desde su propia experiencia de la vida social o también, se le debe
facilitar: a) mediante la exposición a la lengua auténtica, b) a través de contrastes
sociolingüísticos entre la sociedad de origen y la sociedad meta, c) explicando y
discutiendo tales contrastes, d) analizando errores y dando el uso correcto.
Nosotros en este estudio nos centraremos en el apartado a), es decir, hare-
mos un escrutinio sobre las muestras de lengua que aparecen en los manuales y para
ello haremos un inventario de los textos que incluyen contenidos sociolingüísticos.
Análisis del corpus.- Dado que es imposible abarcar todo el componente
sociolingüístico en el análisis de estos manuales, por la simple razón que, en primer
lugar, dicho componente puede encontrarse en todos los textos y actividades que
propone un manual por formar parte integral de la lengua y, en segundo lugar,
porque en muchos casos el componente sociolingüístico se solapa con el compo-
nente pragmático y cultural, es importante definir el corpus de nuestro trabajo. En
LA COMPETENCIA SOCIOLINGÜÍSTICA DE LOS ALUMNOS DE ELE
336 A TRAVÉS DE LOS TEXTOS
el presente estudio hemos limitado nuestro análisis a los textos escritos y orales,
entendiendo como texto macroestructuras léxico-sintácticas que posean un senti-
do completo por encontrarse en un contexto, no solo listas de palabras o cuadros
con nombres, frases sueltas, etc5. y a dos de los contenidos que se trabajan en la
competencia sociolingüística: registro y variedades geolectales.
Para los fines de este trabajo hemos seleccionado dos manuales de ELE de
formato compacto (incluyen libro del alumno y cuaderno de ejercicios6), número
reducido pero representativo si tenemos en cuenta que Aula Internacional es am-
pliamente utilizado en Grecia y ¡Vamos! se encuentra dentro de la lista de libros
que propone el Ministerio de Educación griego para el Liceo (2010-11). Asimismo
hemos elegido estos manuales porque son de reciente elaboración, lo que supone
que están adecuados al MCER. 7
Niveles A1 (2005, pp. 165) A2 (2005, pp.192); B1 (2006, pp. 192); B2 (2007, 208).
5 Para delimitar los textos hemos tenido en cuenta un criterio contextual, esto es,
cuando cambia el tema o el contexto de situación los consideramos textos diferentes
independientemente de que se encuentren en un mismo ejercicio.
6 Dadas las limitaciones de este trabajo, hemos analizado solamente las lecciones del Libro del
Alumno, no los cuadernos de ejercicios.
7 Edición realizada en Grecia del libro original Caminos (A1-B1) y Avenida (B2) de la editorial
alemana Klett.
NAFSIKÁ ALFA Y SUSANA LUGO 337
A1(2006, pp. 227) A2 (2007, pp. 225); B1 (2007, pp. 232); B2 (2009, pp.
Niveles
303).
Para el análisis de los datos nos hemos basado en los contenidos sociolin-
güísticos tal y como se definen en MCER y hemos presentado de modo más extenso,
previamente, en el apartado 2. Además, hemos optado por presentar los datos en
una tabla con el fin de facilitar su exposición y, al mismo tiempo, su comprensión.
Para nuestra categorización hemos clasificado los textos según su soporte:
escritos/ orales8. En cuanto a la clasificación de las variedades del habla, contamos
con tres subdivisiones: el registro formal, aquellos textos en los que hay un uso de
recursos lingüísticos diversos y elaborados, con un léxico variado y preciso amén
de una estructura más cuidada (textos científicos, judiciales, conferencias, conver-
saciones entre hablantes cuya relación es asimétrica, etc.); el registro informal, que
se caracteriza por la falta de planificación y la preferencia por estructuras simples,
el uso de la expresividad, modismos, exclamaciones, abreviaciones, etc., es el que
suele darse en la comunicación interpersonal (chat, mail, conversaciones, etc.) y el
registro neutral, un nivel estandar de lengua donde se respeta las normas de co-
rrección pero sin extremar las exigencias cultas (programas de radio, transacciones,
anuncios de megafonía, folletos...).
En la clasificación realizada para las variedades dialectales y de acento he-
mos tenido en cuenta si la lengua utilizada es la hablada en las zonas de la España
peninsular e insular, o cualquier variedad del español de ultramar9, e incluso si los
textos escritos muestran en su gramática, léxico, estructura, esta diversidad.
Formal 3 6 2 3 9 7 1
Informal 8 6 13 12 15 17 8
8 Dentro de esta categoría colocamos todos los textos auditivos, independientemente de que
también aparezcan como texto escrito en el manual, lo que significa que no aparecerán dentro
del apartado de textos escritos.
9 En caso de encontrarnos con textos conversacionales en los que aparecen estas dos
variedades al tiempo, se anotan como español de Latinoamérica.
LA COMPETENCIA SOCIOLINGÜÍSTICA DE LOS ALUMNOS DE ELE
338 A TRAVÉS DE LOS TEXTOS
Neutro 24 24 47 36 62 47 63 26
TOTAL 35 36 62 51 86 70 64 34
Formal 3 55 4 11 5 1 25
Informal 5 45 6 33 8 23 20 22
Neutro 21 27 33 23 36 22 91 26
Español de
España
20 1 40 50 14
Español de
Hispanoamérica
16 4 11 1 20 20
TOTAL 36 5 51 1 70 34
¡Vamos más
¡Vamos! A1 ¡Vamos! A2 ¡Vamos! B1
DIALECTOS alto! B2
ACENTOS
escrito oral escrito oral escrito oral escrito oral
Español de
112 44 32 24
España
Español de
2 14 18 14 2 21
Hispanoamérica
Extranjeros 3 5 3
TOTAL 2 129 67 46 2 48
NAFSIKÁ ALFA Y SUSANA LUGO 339
CONLUSIONES
Hemos podido observar que ambos manuales dedican unidades y tareas
específicas al desarrollo de la competencia sociolingüística (cortesía, mo-
dismos, comunicación no verbal, etc.)
En cuanto a las variedades geolectales, suele hacerse una presentación
implícita, más bien de modo informativo que instructivo o didáctico, y
siempre en relación a la fonología. Asimismo, como indica el MCER y
el PCIC, esta aproximación sistemática se aplica a los niveles más altos.
Es de destacar, asimismo, el gran número de textos orales que incluye el
manual ¡Vamos!
Las variedades de habla si bien se trabajan desde los niveles iniciales,
no obstante el control sobre el registro aparece a partir del nivel B2. El
elevado número de textos formales orales en el nivel A1 se debe a que se
trabajan en dicho nivel la cortesía y los marcadores de relaciones sociales.
Pero, sin duda, es el nivel neutro o estándar el que predomina a lo largo
de todos los niveles.
En definitiva, si bien los manuales empiezan a hacer referencia explícita a la
competencia sociolingüística, promoviendo la reflexión sobre el aprendizaje de la
lengua extranjera, no obstante, el profesor sigue teniendo un papel fundamental
a la hora de desarrollar la competencia sociolingüística en el aula de E/LE, pues si
a la luz de los resultados de nuestro estudio, ciertamente el alumno está expuesto
a gran cantidad de input, no siempre son trabajados estos contenidos en las activi-
dades y tareas de los métodos. Así pues, la formación del profesor es determinante.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
34
LA NOVELA DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA Y LA BÚSQUEDA DE UNA
NUEVA IDENTIDAD NACIONAL
EUGENIO MANCERA RODRÍGUEZ
1 Mariano Azuela, Los de abajo, La novela de la Revolución Mexicana, T.I, México, Aguilar, 1978, p.
73.
LA NOVELA DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA
346 Y LA BÚSQUEDA DE UNA NUEVA IDENTIDAD NACIONAL
afán por exaltar la figura del nuevo poder surgido de la derrota del oligarca, la
novela acaba por acusarla; por mostrar, no una realidad ficticia, panfletaria; no
una imagen promotora de un sentido falso de la nacionalidad y de la identidad
social mexicanas: muestra el rostro verdadero del ser mexicano, el sentido ar-
bitrario de una guerra civil carente de ideología, animada siempre por la sola
necesidad de justicia; del afán reivindicador y de justicia de un sector, el de los
campesino o peones de la las haciendas; el de los indígenas, deseosos de una
libertad que no es la misma que la de los inversionistas del ferrocarril o la de
los dueños de las fábricas de hilados y tejidos que se introducen en México a lo
largo del siglo XIX.
La Revolución, promovida por una nueva burguesía deseosa del poder, la
burguesía agrícola e industrial del norte del país, muestra la dimensión ambiciosa
y arbitraria del nuevo grupo de poder. No obstante, es posible también leer en las
imágenes del arte, en los cuadros revolucionarios de la novela, la verdadera identi-
dad del mexicano, pobre, 2miserable, víctima siempre del abuso del poder. El título
de la novela más conocida de Azuela, Los de abajo, refleja el sentido mismo de ese
afán reivindicador y justiciero. Sin embargo, la novela no transige con el régimen
triunfante. Reconoce, primero, la falta de una ideología política que anime a los
revolucionarios y, después, el fracaso de la Revolución “institucionalizada”:
-¡Qué hermosa es la Revolución, aun en su misma barbarie!-pronunció
Solís conmovido. Luego, en voz baja y con vaga melancolía: -Lástima que lo que
falta no sea igual. Hay que esperar un poco. A que no haya combatientes, a que no
se oigan más disparos que los de las turbas entregadas a las delicias del saqueo, a
que resplandezca diáfana, como una gota de agua, la psicología de nuestra raza,
condensada en dos palabras: ¿robar, matar! …¡Qué chasco, amigo mío, si los que
venimos a ofrecer todo nuestro entusiasmo, nuestra misma vida, por derribar a
un miserable asesino, resultásemos los obreros de un enorme pedestal donde pu-
dieran levantarse cien o doscientos monstruos de la misma especie!...¡Pueblo sin
ideales, pueblo de tiranos!... ¡Lástima de sangre!3
Los de abajo de Azuela muestra, en la derrota de los hombres de Demetrio
Macías, en el Cañón de Juchipila, el desencanto de la Revolución: “Soldados man-
cos, cojos, reumáticos y tosigosos dicen mal de Demetrio. Advenedizos de banque-
ta causan alta con barras de latón en el sombrero, antes de saber siquiera cómo se
coge un fusil […].4
3 Ibid. , p. 83.
4 Ibid. p., 109.
LA NOVELA DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA
348 Y LA BÚSQUEDA DE UNA NUEVA IDENTIDAD NACIONAL
35
ESTUDIO TEATRAL Y FÍLMICO DE LA CASA DE BERNARDA ALBA DE
FEDERICO GARCÍA LORCA Y MARIO CAMUS
ALEXANDRA MARTI
vueltas atrás o mostrar el futuro, acelerar o ralentizar la acción. A pesar de estas di-
vergencias entre ambas disciplinas y siguiendo a Diez Mediavilla no hay que con-
siderar el cine y el teatro como enemigos sino como “modelos complementarios
que pueden y deben ayudarse, apoyarse…” (Diez Mediavilla, 1996: 21). Nuestro
dramaturgo opinaba probablemente eso en su época ya que sintió, como afirma
Moncho Aguirre, “una fuerte atracción por el cine, compartida con muchos de sus
amigos de Generación y compañeros de la Residencia de Estudiantes, desde su
llegada a Madrid en 1919, una época en que empezaban a fructificar las aproxima-
ciones entre literatura y cine” (2001: 251).
La casa de Bernarda Alba es la cumbre del teatro lorquiano caracterizado por
su función social y su aspecto moralizador. En esta obra, Lorca aborda con maes-
tría temas como la frustración personal y vital, el amor imposible y condenado a
la soledad o a la muerte, el deseo insatisfecho y la falta de realización personal…
Cabe destacar que en todas las obras lorquianas la mujer es su protagonista rele-
vante. En La casa de Bernarda Alba, su protagonista, Bernarda, tras la muerte de su
segundo marido, impone a sus cinco hijas, como luto, una larga y rigurosa reclu-
sión. El catalizador de las fuerzas encerradas en la casa será la figura de Pepe el
Romano, pretendiente o novio de Angustias, hija mayor y heredera, pero atraído
por la juventud y belleza de Adela, la menor, y amado, a su vez, por Martirio. Tal es
la situación de la que arranca Lorca para dar cuerpo dramático a su temática más
personal y profunda.
La casa de Bernarda Alba de Mario Camus realizada en 1987 es la primera y
hasta el momento la única adaptación al cine de la obra teatral homónima. Cabe
señalar que Mario Camus es un director de cine con mucha experiencia en el cam-
po de la adaptación cinematográfica de la literatura. Su película La casa de Bernarda
Alba resulta fiel a la obra lorquiana y respeta el argumento y la estructura de su
acción. No obstante, como veremos en el análisis de nuestro estudio, aparecen
transformaciones y alternancias de escenas; mejor dicho, visualizaciones de lo que
sólo estaba sugerido en el texto dramático. Además, cabe destacar la presencia de
elementos añadidos y supresiones de algunos diálogos.
Estudio comparativo de la obra teatral y la obra fílmica.- Resaltare-
mos en primer lugar los puntos comunes entre ambas obras que son los símbolos.
En la obra teatral, el lenguaje poético, que va aumentando in crescendo, tendrá do-
bles valores, alusiones a otras cosas, dobles entendimientos y múltiples significa-
dos que convierten las palabras en símbolos. Estas imágenes en el lenguaje no son
símbolos de valor exterior o universal sino símbolos que existen más bien dentro
de la obra y sólo funcionan en virtud del lenguaje.
ALEXANDRA MARTI 351
Alba, el cambio de acto nos indica un cambio de tiempo definido de manera muy
precisa: el primero transcurre por la mañana, el segundo por la tarde y el tercero
por la noche. Mediante los diálogos, a lo largo de la obra sabemos que la acción
transcurre en verano. Según Martínez-Salanova Sánchez:
fiel al original, ya que representa la autoridad y tiranía. Es fría y seca, pero podemos
advertir que el director de la película destaca también sus momentos de debilidad,
ocultos a los demás. Se trata sobre todo de una breve escena después de una de las
disputas con sus hijas. Bernarda se encierra en su habitación para llorar en soledad.
Otro personaje también interpretado con mucha fidelidad es Poncia, cuya actriz,
Florinda Chico, proporciona a este personaje mucha naturalidad y adecuación física,
con lo que consigue crear la figura de una criada muy convincente y conforme al
texto de García Lorca. La interpretación de las hijas parece incitar más polémica. Se
trata sobre todo de la elección de Ana Belén para el papel de Adela:
Según el autor (de la obra teatral) esta hija tiene veinte años, mien-
tras que la actriz en el momento de rodaje ya era una mujer de
treinta y siete. Demasiada diferencia como para que no incida en la
caracterización de una Adela cuya juventud es un elemento funda-
mental, como lo es la edad en el conjunto de los personajes según
dejo bien claro García Lorca. Supongo que la calidad de una actriz
tan reconocida como Ana Belén puede compensar otros aspectos y
mejorar la suerte de cara a la taquilla. (…) Pero los simbólicos veinte
años de Adela desaparecen al elegir una actriz cuya edad casi es la
de su rival, Angustias (Ríos Carratalá, 2000: 182).
A causa de la elección inadecuada de las actrices que interpretan a las hijas
de Bernarda la diferencia de edad entre ellas no es suficientemente visible. Aún
más, el personaje de Amelia, que tiene veintisiete años, parece ser más joven que
Adela. En cuanto a la figura de Pepe el Romano, su presencia es solamente sugeri-
da en la obra lorquiana, o sea, nunca aparece físicamente. Por el contrario, el error
de la película de Camus, según Ríos Carratalá, opinión que compartimos, es que
su presentación como “un señorito andaluz a caballo y con su sombrero cordobés”
particulariza una región de la Península Ibérica: “El error es que en el drama lor-
quiano hay una voluntad de no particularizar en un sitio determinado un conflicto
que, en lo fundamental, es universal, aunque por eso mismo también sea andaluz”
(2000: 178).
Hilo conductor de la obra teatral con su adaptación fílmica.- En el tea-
tro lorquiano, la escena representa un lugar de expresión para la mujer. En una
época en la cual la mujer no tenía todavía una gran libertad de expresión, Federico
García Lorca ofrece a la mujer del pueblo, y del pueblo andaluz en particular, con-
tar a través de su voz de poeta su vida con todo lo bueno y malo que ocurre en ella.
Lorca tiene como objetivo denunciar las condiciones de vida de las mujeres a través
ESTUDIO TEATRAL Y FÍLMICO DE LA CASA DE BERNARDA ALBA
356 DE FEDERICO GARCÍA LORCA Y MARIO CAMUS
del teatro. Se expresa mediante la mujer, a quien venera tanto. No hay que olvidar
que fue su madre quien lo crió y sabemos que estuvo muy ligado a ella. Pero si se
expresa a través de la voz femenina lo hace también con la intención de sensibilizar
a su público. Por tal razón, el espacio escénico lorquiano y su adaptación represen-
tan un lugar de expresión de la mujer.
En cuanto a la recepción de la película de Camus por los críticos, hay que
notar que no ha sido unánime ya que la mayoría de las reseñas cinematográficas
fue negativa. Según Sánchez Noriega, el referente lorquiano y el grado de fideli-
dad al texto teatral son los criterios con que la crítica ha juzgado la película de un
modo diverso y hasta contradictorio (1998: 178). Ríos Carratalá explica una notable
diferencia entre la recepción de la adaptación por parte de los críticos y del público
según la obra adaptada sea conocida o no. Si el original se ha quedado olvidado,
no se producen comparaciones entre los diferentes medios de expresión artística,
y la crítica se concentra más en el análisis del mismo film. En cambio, si la obra
adaptada es tan conocida como el drama lorquiano, no es posible evitar compa-
raciones de la adaptación con el original dramático. Esta circunstancia constituye
un inevitable desafío del cual el director cinematográfico debe ser consciente (Ríos
Carratalá, 2000: 172-183). Para la mayoría de la crítica la tragedia lorquiana apa-
rece descompuesta en la adaptación cinematográfica con “situaciones añadidas e
innecesarias”, como ejemplos, citaremos, como ya hemos dicho anteriormente, las
“secuencias eróticas”. Sin embargo, no todos creen que las escenas añadidas en la
vida cotidiana de las mujeres sean un fallo. En suma, las opiniones de los críticos
respecto al grado de fidelidad al texto de García Lorca son muy diferentes, pero
en general, cabe subrayar que los críticos valoran positivamente los elementos de
puesta en escena, el decorado, la interpretación y la dirección de las actrices.
Se puede concluir que este estudio demuestra que la adaptación de Camus
intenta ser fiel al original en cuanto a los diálogos que casi no están modificados,
a la representación de los personajes y de la acción. La adaptación es correcta, es
decir, no cambia de manera significante el drama ya que el director intenta, en ge-
neral, conservar en su película los símbolos lorquianos. Sin embargo, el bastón de
Bernarda con el que golpea a Angustias no está tan presente como en la obra. Este
cambio, aunque no afecte a la acción del drama lorquiano, empobrece su dimensión
simbólica y universal. Los colores de la película hacen también desaparecer el con-
traste entre blanco y negro, tan importante en la obra dramática. A pesar de estas
divergencias, queda claro que tanto en la obra como en la película la mujer aparece
como gran protagonista de la historia sometida a las normas y leyes patriarcales.
Setenta años después de la creación de La casa de Bernarda Alba podemos ver des-
ALEXANDRA MARTI 357
graciadamente que numerosas mujeres viven aún bajo el dominio del patriarcado.
Por tanto, esta obra lorquiana sigue siendo de actualidad. En efecto, se trata de una
problemática universal y aunque la situación haya evolucionado en nuestros países,
no hay que olvidar, por ejemplo, a las mujeres afganas, que aún viven bajo la repre-
sión de las tradiciones. Así pues deseamos que pronto estos escritos de Federico
García Lorca queden obsoletos. No por la calidad de su obra sino por la descripción
que se nos ofrece de las Mujeres en ella.
BIBLIOGRAFÍA
36
LA EDUCACIÓN FÍSICA A TRAVÉS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN:
UNA PROPUESTA EN SECUNDARIA
IRENE MOYA MATA
sino también la política deportiva. Es decir, cómo las entidades políticas manejan el
deporte a su antojo para conseguir beneficios políticos (como por ejemplo a través
de extremados nacionalismos, etc.); convirtiendo de esta manera el deporte en un
mero fin político.
El currículo de Secundaria.- Estos cuatro temas de trabajo no tendrían
sentido en nuestra propuesta educativa, sino apareciese reflejada en el currículo
de Secundaria. Para ello nos hemos basado en el Real Decreto 1631/2006, de 29 de
diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas correspondientes a la
Educación Secundaria Obligatoria, en donde se refleja que:
4º curso. Criterios de evaluación: Manifestar una actitud crítica ante las prácticas
y valoraciones que se hacen del deporte y del cuerpo a través de los diferentes medios de
comunicación. Con este criterio se pretende que el alumnado, a partir del análisis de la
información que ofrecen los medios de comunicación: prensa, revistas para adolescentes,
Internet, radio, TV, aborde temáticas vinculadas al deporte y al cuerpo, vigentes en la so-
ciedad y analice de forma crítica temas como la imagen corporal, los estilos de vida en
la sociedad actual, los valores de las diferentes vertientes del deporte o la violencia
y la competitividad.
Propuesta educativa.- Es por ello, por lo que decidimos elaborar una
propuesta en la cual, los medios de comunicación y todo lo que envuelve al depor-
te, pudiera ser trabajado desde el inicio; es decir, desde el primer curso de Educa-
ción Secundaria.
Ascensión social.
Conflicto y violencia.
Publicidad deportiva.
LA EDUCACIÓN FÍSICA A TRAVÉS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN:
366 UNA PROPUESTA EN SECUNDARIA
2. POLÍTICA DEPORTIVA
Nacionalismos.
Ámbito público y privado.
BIBLIOGRAFÍA
37
RICORDATI 150 ANNI: COMMUNICAZIONE E RICONSTRUZIONE DI
IDENTITÁ
ANNA NENCIONI
italiana e, nel loro formare un tassello nella composizione del paesaggio, assu-
mono ormai, anche per i contenmporanei, una quotidianeità identitaria:
a una storia del territorio, a nomi riconosciuti forse solo nella toponomasti-
ca e che si invitano a conoscere come persone con una non facile egenerosa
traiettoria di vita :
“E’importante capire cosa rappresentavano per le migliaia e mi-
gliaia di giovani che rinunciavano a una tranquilla sicurezza e sce-
glievano di agire, accettando il rischio della prigione e dell’esilio.
Più ancora: accettando il rischio di perder la vita e quello, ancor più
grave, di toglierla ad altri.
Non bisogna mai dimenticare che quelle idee erano innanzitutto
idee da scoprire:non imparate per obbligo, a scuola o in famiglia.
Nascevano da letture individuali e da discussioni, dagli stimoli che
venivano dalle associazioni segrete o dall’esperienza di altri paesi.
Ed erano alimentate da una forte insofferenza morale per “lo stato
di cose presente”, dal rifiuto del dispotismo e del conformismo.”
(Guido Crainz, Repubblica, 17 marzo 2011).
Dalle pagine dello stesso giornale si chiede la collaborazione dei lettori per
ripensare ai luoghi comuni che definiscono, anche in negativo, gli italiani ( e l’arte
di arrangiarsi continua a considerarsi caratteristica patria) e alle parole chiave della
storia che ne determinano una certa solidità ( e ‘Costituzione’ è di gran lunga la più
votata e rispettata) e si promuove un concorso “:A 150 anni dall’Unità d’Italia che
significa sentirsi italiani oggi?”.
Attraverso la rubrica Dal nostro inviato dal Risorgimento il finto inviato a ri-
troso rilegge i giornali dell’epoca e, tra piccola e grande storia, racconta i giorni
incredibili che porteranno all’Unità del Regno, con dovizia di apparato iconografico
nella versione cartacea del giornale.
Sullo speciale del Corriere della sera, http://www.corriere.it/unita-italia-150/
la sezione A passeggio lungo la storia consente un percorso verticale che si snoda
nell’arco dei 150 anni, con immagini corredate da una breve didascalia che ricorda
personaggi e fatti salienti.
Visoni d’Italia è l’etichetta che raccoglie contributi di diversi autori sui temi
che riguardano l’interpretazione dei fatti storici e la continua ricerca di una dimen-
sione identitaria: nella lingua, nella letteratura, nelle produzioni artistiche come
il cinema, la musica, con una rassegna di opere significative in cui ritrovarsi come
italiani. E che si riallaccia a quella pluralità di aspetti che orienta anche il solenne
discorso in parlamento di Giorgio Napolitano del 17 marzo:
376 RICORDATI 150 ANNI: COMMUNICAZIONE E RICONSTRUZIONE DI IDENTITÁ
1 Per il testo completo del discorso e di tutti gli interventi appositamente riuniti, si rimanda al
sito
http://www.quirinale.it/qrnw/statico/eventi/150italia-unita/150anni.htm
2 È ormai una tendenza diffusa e frequenti sui giornali la richiesta di mettere in circolazioni i
propri documenti familiari per una ricostruzione della storia attraverso le immagini. I reperto-
ri che si vanno costruendo, e che si rivelano preziosi per una storia del costume, raccolgono
testimonianze di momenti soprattutto rituali, di ricorrenze festive quasi canoniche o di istanti
eccezionali di cui solo una documentazione grafica poteva attestarne l’importanza. E per una
storia della ricezione di grandi momenti celebrativi, è illustrativo il sito degli amici di Italia 61,
http://www.italia61.it/., fornitori di lucidi dettagli sul primo centenario, nella consapevolezza
che i festeggiamenti di allora, alla luce del tempo trascorso, diventano mito condiviso.
ANNA NENCIONI 377
RIFERIMENTI BIBLIOGRAFICI
38
SITUACIÓN DEL TEATRO EN ESPAÑA A TRAVÉS DEL TESTIMONIO DE LA
PRIMERA ETAPA DE LA ESTAFETA LITERARIA
Mª DOLORES NIETO GARCÍA
La Estafeta Literaria es una revista que aparece en España en el año 1944, dirigida
por Juan Aparicio, Delegado Nacional de Prensa entre 1941 y 1946, y que prolonga
su existencia hasta 2001, si bien es cierto que quedará interrumpida en dos largos
periodos: uno, de 1946 a 1956, y otro, de 1983 a 1997. En total saldrán a la luz 716
números, a lo largo de siete etapas. Durante todos esos años, la revista abre sus
páginas a las figuras más prestigiosas del panorama cultural del momento, que van
a ir testimoniando, gracias a sus colaboraciones, tendencias estéticas, novedades
literarias y otros aspectos artísticos.
La primera época de la Estafeta Literaria abarca los primeros 40 números,
publicados entre mazo de 1944 y enero de 1946. El mayor interés de esos años está
en servir de enlace entre el antes y el después de la guerra civil española, ya que, a
las jóvenes figuras del momento, se unen los autores que ya tenían un gran peso en
el panorama cultural antes del conflicto. Además, como antes señalaba, no se plan-
tean en la revista solo cuestiones literarias, aunque sean las más importantes, sino
que también entran en juego otras facetas del mundo de la cultura como la música,
la danza, el cine o el circo y, desde luego, se presta una gran atención al teatro.
La poesía ocupa, sin duda, en estos dos primeros años de La Estafeta Lite-
raria, un lugar destacado. Este hecho resulta extraño, a primera vista, pues, en unos
momentos tan difíciles como los que se vivían en la España de los años cuarenta,
cabría esperar una tendencia más orientada a lo pragmático que a los lirismos o a
las ensoñaciones. Sin embargo, viene a ser el género favorito de autores y lectores.
La razón es clara si pensamos que se daba entonces en la sociedad española una
necesidad de desahogo espiritual y de exorcizar los demonios del pasado reciente,
muy vivo aún en el recuerdo de los que presenciaron la guerra.
Colaboradores como Dámaso Alonso o Gerardo Diego, entre otros mu-
chos, que ya gozaban de reconocido prestigio antes del treinta y seis, recogerán
y continuarán el legado cultural y artístico de la preguerra, y servirán de vínculo
de unión con los nuevos tiempos. Se restablecen conexiones con los movimien-
tos vanguardistas europeos, cuyos lazos habían quedado cortados por la guerra,
sin perder nuestros legados tradicionales más genuinos gracias a esos autores
consagrados.
SITUACIÓN DEL TEATRO EN ESPAÑA A TRAVÉS DEL TESTIMONIO DE LA PRIMERA
382 ETAPA DE LA ESTAFETA LITERARIA
Dentro de ese género lírico, La Estafeta Literaria, en esta primera etapa, ten-
drá el honor de dar, en primicia, noticia de la aparición de poemarios tan significa-
tivos en nuestras letras como Oscura noticia e Hijos de la irá, de Dámaso Alonso, La
estancia vacía de Leopoldo Panero, Canciones del suburbio, de Pío Baroja o Sombra de
paraíso de Vicente Aleixandre. Todos ellos hitos en la poesía española de posguerra.
Tampoco podemos olvidar las voces de otros poetas en la revista, como Luis
Rosales, Gabriel Celaya, José García Nieto o Ángel González. Se quiere, además,
que figuras como Federico García Lorca o Miguel Hernández, víctimas de la guerra,
permanezcan vivas en el recuerdo.
Un importante aliciente de “La Estafeta” es la independencia que, en gene-
ral, manifiesta, ajena a ideologías políticas que pudieran distorsionar la realidad;
hecho que resulta imprescindible para formarnos un juicio objetivo del panorama
artístico y cultural del momento en España, y, además, algo asombroso dado que se
trata de una publicación vinculada al patrocinio del Estado. Incluso en sus páginas
se llega a denunciar, en ocasiones, el contraste y disparidad de datos que ofrecían
la España oficial y la real.
Tras esos preliminares, que obedecen al deseo de poner de relieve la impor-
tancia e interés de esta revista, la atención de mi comunicación va centrarse en la
situación concreta del teatro en esos años posteriores a la guerra civil.
En estos primeros cuarenta números, casi todo lo relacionado con el mundo
del teatro aparece en la sección TROTERAS Y DANZADERAS. Entre las cuestiones
relevantes que, con más frecuencia, plantea La Estafeta Literaria sobre las artes
escénicas a lo largo de estos dos primeros años, destacan: las deliberaciones sobre
el teatro como género y su futuro, su situación en España, la competencia entre el
teatro y el cine, el resurgimiento de la polémica Echegaray, etc.
“¿Cómo ve usted el teatro del porvenir?” es el título de un apartado que
empieza en el número 3 de la revista (p.10), donde hablan directores, críticos, auto-
res y actores que van a dictar sus respuestas. Víctor Ruiz Iriarte, a través de las pá-
ginas de esta sección de la revista, lanza esa pregunta a intelectuales competentes
en la materia que van a reflexionar en voz alta y opinar al respecto.
Cayetano Luca de Tena contesta, sentado en su despacho de director del
Teatro Español:
Yo aseguraría que ante todo subsistirá eternamente el módulo de la gran
tragedia. Sí, la tragedia en su sentido más amplio y clásico, con su protagonismo,
su coro, su enorme y maravillosa simplicidad expresiva, y su gran fuerza plástica.
[…] Y esta será la gran tragedia del porvenir: el hombre eterno con su perple-
jidad y su angustia a través de un sentido de la vida que ni siquiera presentimos […]
Mª DOLORES NIETO GARCÍA 383
falso, cuyo auge cerraba el paso a los noveles, con Jacinto Benavente a la cabeza:
“Aquel manifiesto más que una protesta contra Echegaray, fue la consagración de
un nombre: el de Jacinto. Ese fue el significado de mi firma”..El conocido crítico
teatral Alfredo Marqueríe se muestra optimista con el futuro de nuestro teatro,
como lo manifiesta en el número 12 (p.10) de La Estafeta Literaria, pues tiene una
gran fe en su renacimiento. Cita a Benavente, Marquina, Jardiel Poncela, Luca de
Tena, Cossío, Pemán, Luis Escobar, Pérez de Ossa, Agustín de Foxá, Tono, Mihura;
todos ellos dentro de una larga lista de treinta primeras figuras.
Pero, en el número 28 de la revista, bajo el título “La realidad teatral espa-
ñola”, el crítico Ginés Calvo hace un análisis bien distinto, y muy crítico y esclare-
cedor, de la situación real del teatro en España. Define el teatro como el modo de
expresión y enseñanza más bello y sólido de todos los tiempos, y precisa que en
España se necesita hablar con claridad de la realidad teatral. Señala, por ejemplo,
que entre obras originales y versiones y adaptaciones comprometidas a estreno
se cuentan 742 en 1944; el número de obras teatrales que figuran en los archivos
oficiales como en explotación (cifra exacta al día 1 de mayo de 1945) es de 5.590;
hay 868 teatros y son 50 compañías como promedio anual, al menos en 1944. Pues
bien, teniendo en cuenta estos datos, se pregunta: ¿cómo hablar de crisis en el
teatro español? Sencillamente porque la realidad teatral está falseada conscien-
temente. Afirma que nuestro teatro no tiene autores ni en número ni en calidad
para afrontar un resurgimiento. Nuestros autores escriben por encargo y carecen
de independencia. De esas 742 obras escritas en 1944, solo se salvarán 30 de no
estar hechas a medida de un actor o de un teatro. Tampoco todos los directores
artísticos tienen suficiente preparación, cuando ellos deberían ser los encargados
de dar auge a la escena española. De los más de 800 edificios que se llaman teatro,
solo 300 se destinan a ello y el resto al cine u otos espectáculos. Lo mismo suce-
de con los actores, tampoco hay suficientes. Eso, por no hablar de problemas de
arrendamientos o subarriendos de los locales. Estas cuestiones se podrían empezar
a remediar, según Calvo, con la creación del Instituto Nacional de Teatro y mayores
dotaciones municipales.
Como vemos, el panorama cambia, según el cristal con que se quiere mirar.
Pero, ahí queda el testimonio. La Estafeta Literaria ofrece una verdadera cantera de
informaciones, testimonios y debates interesantes, y cada vez más cercanos según
avanzan sus números. He querido abarcar motivos muy concretos de estos dos pri-
meros números, pero hay muchos más que comentar, y más ampliamente. Espero
hacerlo más adelante.
SITUACIÓN DEL TEATRO EN ESPAÑA A TRAVÉS DEL TESTIMONIO DE LA PRIMERA
388 ETAPA DE LA ESTAFETA LITERARIA
BIBLIOGRAFÍA
39
“EL CONEJO” DE MIGUEL DELIBES EN GRIEGO. COMENTARIOS
TRADUCTOLÓGICOS Y PROPUESTAS
ANTHI PAPAGEORGIOU Y EIRINI PARASKEVA
Miguel Delibes, es bien sabido, es uno de los más importantes escritores españoles
de la posguerra con una abundante producción que comprende novelas, cuentos,
libros de viaje, libros de caza, ensayos y artículos traducidos a más de 30 países.
Dos de sus mejores novelas se encuentran traducidas también al griego, lengua
en la que durante las dos últimas décadas se nota un incremento notable de las
traducciones de obras hispánicas. Esas novelas son los Santos Inocentes y El hereje.
La primera fue escrita en 1982 y traducida por Déspina Markou para la editorial
Govostis, donde apareció en 2001. La segunda, escrita en 1998, es El hereje; fue
traducida por Kriton Iliópoulos y editada en la editorial Opera en 2003. Cabe
mencionar que con esa novela Delibes obtuvo el Premio Nacional de Narrativa en
1999. En este trabajo, hemos emprendido la traducción de su cuento “El conejo”,
escrito en 1963, y nos hemos ocupado de los puntos de mayor interés que han
surgido de esta traducción al griego.
Presentación del cuento (temática, argumento, lenguaje).- En primer
lugar, haremos una breve presentación de la temática de este cuento. Se podría
decir que aquí se reúnen los tres temas más recurrentes de la cuentística delibesiana:
la infancia, la muerte, que aparece en dos ocasiones, y la naturaleza. Además, el
mismo Delibes había afirmado que al hablar de las constantes de su obra solía
asociar a la infancia, la muerte y la naturaleza (Miguel Delibes, 1995: 11). Incluso
podríamos decir que la muerte, que en este cuento se extiende a un animal, lo que
no es raro en la obra de Delibes, se relaciona indirectamente con otro elemento
que encontramos con frecuencia en su obra y que se debe a experiencias vividas
durante su infancia: el agua (María Isabel Vázquez Fernández, 2007: 77).
En cuanto al argumento, dos hermanos de corta edad, Luis y Adolfo,
durante sus vacaciones en el campo adquieren un conejo que al final del verano se
pone malo y muere porque ha comido lecherines que, siendo mojados por la lluvia,
se transforman en comida veneno. Al final, se presenta la reacción diferente de
casi todos los miembros de la familia ante la muerte cuya función describe María
Isabel Vásquez Fernández: […] la muerte anticipa el proceso de maduración: suele
tratarse de niños para quienes el enfrentamiento con la muerte cercana les conduce
a reflexiones que marcan el paso al umbral de la edad adulta (2007: 82).
“EL CONEJO” DE MIGUEL DELIBES EN GRIEGO.
390 COMENTARIOS TRADUCTOLÓGICOS Y PROPUESTAS
La segunda opción que tal vez confiera más naturalidad al discurso aunque
se pierda el efecto de la reduplicación es traducirla de manera más libre, repitiendo
llovía pero sin guardar el asíndeton. Έβρεχε; Τι θα πει έβρεχε; ‘¿Llovía? ¿Qué
“EL CONEJO” DE MIGUEL DELIBES EN GRIEGO.
392 COMENTARIOS TRADUCTOLÓGICOS Y PROPUESTAS
quiere decir llovía?’. En las dos reduplicaciones más que se registran, el elemento
que se repite es un infinitivo. Aquí también caben dos posibilidades: traducirlas
literalmente o sustituirlas por una oración introducida por la conjunción si con
valor enfático.
Volar, volar….(145)
Αν θα πετάξει;
Curar, curar –dijo el herrador-. (145)
Αν θα γιατρευτεί; είπε ο σιδεράς.
Antroponimia.- A continuación nos ocuparemos de la función de los
nombres propios, los hipocorísticos y de su traducción. La elección de los nombres
propios es uno de los elementos que condicionan el estilo. Según J.M. Fernández
Romero, los nombres propios empleados para designar a sus personajes es uno
de los aspectos más significativos y curiosos de su antroponimia, pues con ellos
consigue impregnar su narrativa de un profundo realismo, con ellos permite
localizar la época en que se desarrolla la trama argumental (1992: 958).
Más concretamente, tanto los nombres completos como los hipocorísticos
que se usan para designar a los campesinos eran mucho más frecuentes en el
pasado que hoy en día y se encontraban más en el campo que en la ciudad p. ej.
Evelio, Eulalia, Secun, Boni, Melchorín. Al contrario, los nombres de la familia que
vive en la ciudad son los que se usan hoy día en todo el territorio español y no
tienen ninguna connotación: Juan, Adolfo, Luis. Por desgracia, esta contraposición
y el valor connotativo de los nombres no se puede transferir y no se pueden
compensar. Esta información se podría dar en una nota explicativa.
Otro aspecto formante del lenguaje coloquial, común en varias obras de
Delibes, y que hay que tener en cuenta en una traducción, es el abundante uso
de hipocorísticos formados por apócope o sufijación en los nombres propios. Los
hipocorísticos de esta obra podrían clasificarse en dos categorías. Por una parte
tenemos los diminutivos Puri, Secun, Ficu y Melchorín que se usan para designar
los personajes campesinos y su forma de hablar rústica. Por otro lado, tenemos los
hipocorísticos empleados por los niños, recurso muy frecuente en el habla infantil
cuando se trata de nombres largos. La traducción de los hipocorísticos es uno de
los asuntos que ha preocupado a varios investigadores. En las obras literarias, los
antropónimos, a menos que tengan una función semántica particular, se suelen
quedar en su forma original. Sin embargo, los hipocorísticos de los nombres propios,
dependiendo de sus matices expresivos, a veces obligan al traductor a recurrir a
ANTHI PAPAGEORGIOU Y EIRINI PARASKEVA 393
el caso de los nombres propios, sin embargo hemos preferido esta perdida parcial
que una compensación que actuaría en detrimento del estilo. En general, este texto
no presentó dificultades insuperables para su traducción y el resultado nos parece
bastante satisfactorio porque creemos que hemos podido transponer el estilo de
Delibes en mayor medida.
BIBLIOGRAFÍA
To κουνέλι
Και κάθε φορά που έβλεπε τον σιδερά, ο Χουάν του έλεγε:
- Πότε θα μου δώσεις το κουνέλι, Μπόνι;
Κι ο Μπόνι, ο σιδεράς, απαντούσε ρωτώντας τον:
- Θα το φροντίζεις;
Κι ο Χουάν, το αγοράκι, απαντούσε:
- Αμέ.
Αλλά, ο Αδόλφο, ο πιο μικρός, μπήκε στη μέση, κοιτάζοντάς τον έντονα με τα αθώα
γαλανά του ματάκια:
- Τι κάνει ένα κουνέλι;
Κι ο Χουάν απαριθμούσε υπομονετικά:
- Λοιπόν…τρώει, κοιμάται, παίζει…
- Όπως κι εγώ; – ρωτούσε όλο απορία ο Αδόλφο.
Κι ο σιδεράς, χωρίς να σταματήσει να κτυπά το πέταλο, συμπλήρωνε:
- Και επίσης κάνει κι άλλα μικρά κουνελάκια.
Ο Χουάν έπιανε τον μικρό από το χέρι:
- Το κουνέλι που θα μας δώσει ο Μπόνι θα κάνει κι άλλα κουνελάκια κι όταν θα
έχουμε πολλά θα δώσουμε ένα και στον Φίκου.
- Ναι – έλεγε ο Αδόλφο.
Ο Μπόνι, ο σιδεράς, παρόλο που κοίταζε τα παιδιά, δεν αστοχούσε ούτε σ’ ένα καρφί
Κι όταν τα παιδιά κατηφόριζαν στον καρόδρομο, πιασμένα χέρι χέρι, τους φώναξε:
- Κι αν το φροντίσετε καλά, θα σας δώσω κι ένα πιτσούνι.
Κι ο Αδόλφο είπε στον Χουάν:
- Ένα πιτσούνι; Τι είναι το πιτσούνι;
- Ένα περιστέρι – απάντησε ο Χουάν.
- Και πετάει; - ρώτησε ο Αδόλφο.
- Όλα τα περιστέρια πετάνε – είπε ο Χουάν.
Φτάνοντας στην πλατεία του χωριού, είδαν τον κόσμο μαζεμένο και τον Σεμπαστιάν
και τον Ρουμπέν με κεριά στα χέρια και μια γυναίκα που έκλαιγε με λυγμούς.
Κι ο Εβέλιο, ο πανδοχέας, είπε:
- Το ΄χε από καιρό, αλλά δεν είπε τίποτα στον γιατρό για μην του δείξει τα στήθια της.
Ο Εστέμπαν, ο μυλωνάς, έξυσε το σβέρκο του:
- Σε μια γεροντοκόρη, το καταλαβαίνει κανείς.
Ο Χουάν κι ο Αδόλφο, πιασμένοι από το χέρι, τριγύριζαν ανάμεσα στο πλήθος, χωρίς
κανένας να τους δίνει σημασία, μέχρι που έφτασε ο παπάς και άρχισε να αραδιάζει
ένα ακατάληπτο κατεβατό, κι οι γυναίκες σταυροκοπήθηκαν, κι οι άντρες έβγαλαν
“EL CONEJO” DE MIGUEL DELIBES EN GRIEGO.
396 COMENTARIOS TRADUCTOLÓGICOS Y PROPUESTAS
τις τραγιάσκες τους και τις κρατούσαν στα χέρια στριφογυρίζοντάς τες, συνέχεια,
ανάμεσα στα δάκτυλα. Κι ο Χουάν άφησε το χέρι του αδελφού του και έβγαλε κι
αυτός το καπέλο του και άρχισε να το στριφογυρίζει όπως έβλεπε να κάνουν κι οι
άντρες. Και μόλις είδε να βγάζουν εκείνο από το σπίτι, είπε στον Αδόλφο ψιθυριστά:
- Είναι ένας πεθαμένος.
- Πού είναι ο πεθαμένος; - φώναξε ο Αδόλφο.
Κι οι άντρες είπαν:
- Ησυχία, μικρέ!
Κι ο Αδόλφο άνοιξε ακόμα περισσότερο τα γαλανά του μάτια και χαμήλωσε τη φωνή
του κι είπε στον Χουάν:
- Που είναι ο πεθαμένος, Χουάν;
Κι ο Χουάν απάντησε:
- Μέσα σ’ εκείνη την κάσα.
Κι ο Αδόλφο κοίταξε πρώτα τη λευκή κάσα, κι έπειτα τον αδελφό του, κι έπειτα τη
λευκή κάσα και πάλι, και τέλος άπλωσε το χεράκι του κι έπιασε το χέρι του αδελφού
του, κι οι δύο άρχισαν να περπατούν πίσω από την πομπή, όσο ο παπάς συνέχιζε να
μουρμουρίζει ακατάληπτες φράσεις. Και μπροστά από’ κει που έδεναν τα άλογα,
έστεκε ο Μπόνι ακίνητος, με την τραγιάσκα ανάμεσα στα δάχτυλα, κοιτάζοντας την
πομπή που περνούσε. Και βλέποντας πίσω πίσω τον Χουάν, του έκλεισε το μάτι και
του είπε:
- Που πάτε εσείς;
- Στην κηδεία – είπε ο Χουάν - . Είναι ένας πεθαμένος.
- Και το κουνέλι;
- Αύριο – είπε το αγοράκι.
Ο σιδεράς ξανάβαλε την τραγιάσκα, έσφιξε με προσοχή το καπίστρι, έπιασε το σφυρί
και είπε στον Χουάν κοιτάζοντάς τον ανάμεσα από τα σκέλια του ζώου, δείχνοντας
του με το κεφάλι την πομπή που χανόταν στη γωνιά:
- Για να δούμε θα το φροντίζεις καλά ή θα πάθει ό, τι κι η Εουλάλια.
Ο Αδόλφο σήκωσε τα γαλανά του μάτια:
- Ήξερε κι η Εουλάλια να πετάει; - ρώτησε.
- Σουτ! – απάντησε ο Χουάν και χώθηκε στον κόσμο.
Η πομπή βρισκόταν στην πρώτη στάση κι ο παπάς μουρμούριζε κάτι παράξενες
φράσεις με ένα πολύ σοβαρό ύφος, κι οι άντρες πήγαιναν ο ένας μετά τον άλλο
και έριχναν χρήματα στο δίσκο που κρατούσε ο Μελτσορίν, όλο και περισσότερα
χρήματα, και τα νομίσματα κουδούνιζαν πάνω στο μέταλλο, κι ο Αδόλφο γούρλωνε
τα μάτια του κι έλεγε:
- Χουάν, γιατί δίνουν λεφτά στον Μελτσορίν;
ANTHI PAPAGEORGIOU Y EIRINI PARASKEVA 397
πώς χτυπούσε η καρδιά στα πλευρά του. Μετά έπιασε από το χέρι τον Αδόλφο και
πήγε στον πατέρα του.
-Μπαμπά –είπε-, τι τρώνε τα κουνέλια;
Ο πατέρας γύρισε προς το μέρος του έκπληκτος:
-Ξέρω’ γω! -είπε-. Κάτι πράσινο, μάλλον.
-Ναι –είπε τρομοκρατημένος ο Χουάν, κι έτρεξε προς το μέρος της μητέρας του και
της είπε:
-Μαμά, τι είναι πράσινο;
-Χριστέ μου, τι κουραστικό παιδί –είπε η μητέρα-. Πράσινο, τι πράσινο;
- Ο μπαμπάς λέει ότι τα κουνέλια τρώνε πράσινο κι εγώ δεν ξέρω τι είναι το πράσινο.
- Α, πρασινάδα! –απάντησε η μητέρα-. Χορτάρι θα εννοεί .
Το απόγευμα το παιδί κατέβηκε στον σιδερά.
- Μπόνι - του είπε-, τι τρώνε τα κουνέλια σου;
Ο Μπόνι, ο σιδεράς, σηκώθηκε βαριεστημένα, κρατώντας την μέση του και χωρίς να
ισιώσει τελείως το κορμί του.
- Λοιπόν για να δούμε – είπε- τα κουνέλια τρώνε τα πάντα. Οτιδήποτε. Για αρχή,
μπορείς να του δώσεις καμιά λαχανίδα ή τίποτα τρυφερές γαλατσίδες1. Κι αν είναι
φρόνιμο, δώσ’ του ένα καρότο για επιδόρπιο. […]
40
LOS ESPEJISMOS DE LA MORALIDAD, EL ÚLTIMO BESO DE JERÓNIMO
CORNELLES
MARIETTA PAPAMICHAÍL
La sociedad, como si fuera el cuerpo de una persona mayor y, por lo tanto, difícil
de moverse, es más reacia a los cambios. «—¿Por qué mantener con vida a una
persona cuando en realidad está muerta?»1 se pregunta Erika. El espinoso asun-
to de la eutanasia: ¿delito o bendición? Un autor muy importante de la escena
valenciana —Jerónimo Cornelles— en su obra, El último beso, hace una llamada
a los espectadores: reflexionar ante este suceso tan importante para la víctima y
sus familiares. La obra nos presenta una mujer indecisa, en la sala de un hospital,
frente al documento que da la orden «fatídica»: desconectar las máquinas que dan
vida a su marido que está en coma irreversible. El hecho de autorizar la eutanasia
¿convierte a la persona que la firma en verdugo? y ¿cuál es lo correcto según la
ética? El tema se complica más cuando aparece la amante de su marido, Laura, que
estuvo con él durante los dos últimos años. Laura es un hombre que ha cambiado
de sexo. Pero entonces ¿quién tiene derecho de firmar la autorización legalmente y
quién moralmente? y ¿cuál es la reacción de Erika al ver que la amante de su ma-
rido es un transexual? Este espectáculo cuestiona los tabúes y el amor se valora en
su noción pura, liberado de cánones impuestos por la cultura. En pocas palabras, la
eutanasia, la homofobia, el amor, son los temas que plantea, entre otros, esta obra
maestra de Cornelles, en la que sus personajes parecen perdidos en los espejismos
de una moralidad vertiginosa.
Antes de seguir con el análisis de la obra, me gustaría presentar un poco al
autor, Jerónimo Cornelles que ha ganado varios premios por sus obras teatrales.2
visión personal de la realidad que le rodea y percibe del cine, la literatura, la pu-
blicidad y, sobre todo, de su propia vida.6
Igualmente, en cuanto a los personajes, le gustan mucho, como él dice: «las
mujeres que no tengan pudor a expresar sus sentimientos, que se ponen a llorar, o
que expresan su amor hacia otros».7 Por ejemplo, en la obra Decir adiós cinco veces
hay una mujer que ama a un hombre casado, sabe que no tiene ninguna posibili-
dad con él, no obstante le cita una última vez en la carretera, vestida de novia, para
expresarle su amor y despedirse antes de suicidarse.
El lenguaje que elige para los personajes de sus obras es un lenguaje sen-
cillo, que puede ser entendido por todos los públicos, independientemente de su
condición social: «Me apasionan los ritmos rápidos, diálogos accesibles y compre-
sibles para cualquier estrato social» afirma Cornelles.8 Por consiguiente, sus diálo-
gos son vivos, reales, extraídos de la vida diaria. Él opina que no es un intelectual;
quiere que sus obras lleguen a los espectadores y que se sientan identificados con
los personajes. Gabriele John escribe sobre él:
Los argumentos de sus obras principalmente hablan, como ya he-
mos apuntado, del amor y todo lo que él conlleva. Otros temas que
aborda dentro de este, los más comunes, son la soledad, la alie-
nación entre las personas y también consigo mismo, los callejones
sin salida que se presentan en la vida, la eutanasia, la violencia, las
relaciones humanas en general... Y muchas veces el tema está tra-
tado en su versión trágica. Él mismo confiesa que intenta retratar
emociones con las que todos podamos sentirnos identificados, en
mayor o menor grado.9
Y añade Cornelles: «creo también que escribo más con el cuerpo que con la
cabeza y sobre todo más con mis experiencias personales y sentimentales acumu-
ladas que con la razón».10
En sus obras unos rasgos comunes —como motivos repetitivos— son los
viajes (que algunas veces no llegan a realizarse) o fetiches del amor: vestidos, ani-
llos, flores, vestidos de novia, etc.
6 Según la entrevista que Gabriele John realizó a Jerónimo Cornelles el 9 de mayo del 2009.
Parte de ella se publicó en (2010) Anales de la literatura española contemporánea, vol. 35, nº 2,
pp. 235-261, con el título: «Catorce voces emergentes del teatro español actual».
7 A partir de la entrevista realizada por la escritora del presente a Jerónimo Cornelles en julio
2009.
8 Según la entrevista realizada por Gabriele John el 9 de mayo de 2009.
9 Ibídem.
10 Gabriele, John (2010): Ob. Cit., p. 247.
404 LOS ESPEJISMOS DE LA MORALIDAD, EL ÚLTIMO BESO DE JERÓNIMO CORNELLES
los tres personajes de Cornelles sin que por eso se pierda la dignidad. La cabeza, sí,
desde luego, pero no la dignidad».12
Igualmente, la problemática de los homosexuales o los travestís que nacen
en un cuerpo equivocado, es vigente en los diálogos de los protagonistas. Los ho-
mosexuales o travestidos nacen con una identidad que no está de acuerdo con su
género, aunque eso no es siempre genético, sino que también existe la opción de
elegir las preferencias sexuales. De todas maneras, se enfrentan con un problema
de identidad, aunque más adecuado sería llamarlo un choque, un conflicto con la
sociedad: ellos tienen una identidad distinta que no acepta la sociedad. Crecen
como si fueran unos bichos raros, por así decirlo, y se enfrentan con una sociedad
cerrada y cruel en la que ellos no tienen lugar. Entonces, hay un contraste entre la
naturaleza y la moralidad, si podemos llamar moralidad el hecho que uno tiene que
aceptar como es y no cambiar lo que heredó de la naturaleza en casos de problema
genético. ¿Pero qué sucede si la naturaleza se equivoca? como por ejemplo, en ano-
malías patológicas y otras enfermedades. Y en los casos de elegir conscientemente
la identidad y las preferencias sexuales, entonces el tema alude a la libertad de
elegir cada uno su propia vida y por eso no ser juzgado negativamente por la so-
ciedad. Está claro que la moralidad está hecha según la mentalidad de cada época
y por eso no tiene un valor transcedental, como es el hecho de no matar o no robar,
etc. La obra solo incita a unas reflexiones, las que están descritas aquí son las que
surgieron a mí personalmente.
En relación con lo anterior, vemos a Erika que cuando descubre que el
psicólogo es también homosexual, exclama pidiendo «[...] ¡un ‘Tranquimacín’13
algo! Estoy rodeada de maricones»14 los espectadores nos reímos escuchándola;
sin embargo, nos reímos ante un hecho que nos debería alarmar y que refleja el
rechazo por la sociedad, la homofobia, otro tema que aborda esta obra. Escucha-
mos a Erika diciendo a Laura: «—qué asco15» o cuando se dirige a ella: «Ustedes,
es decir, los de su especie, gremio, colectivo o como prefieran que se les llame...».
Por último, los insultos que recibe el pobre Dimas donde más le duele: «A mí
nadie me llama ignorante, maricón»� le espeta Erika. Sin embargo, la homofobia
no es un elemento constructivo para los miembros de la sociedad, no ayuda nada
en las relaciones entre sus sujetos y lo único que produce es dar infelicidad a las
gislación del estado para que todos los miembros de la sociedad pudieran disfrutar
de la igualdad ante la ley.
Y para seguir: Erika se pregunta: «¿Por qué mantener con vida a una per-
sona cuando en realidad está muerta?».16 Esta pregunta revela la incomprensión
de Erika y resume el sufrimiento de los familiares de la víctima en casos parecidos.
¿Es un crimen desconectar las máquinas y dejar morir a una persona que ya está
clínicamente muerta? Cuando no hay ninguna esperanza que se despierte de este
coma ¿podríamos pensar en el sufrimiento de los familiares y poner fin a esta tor-
tura, de hacer visitas todos los días con la esperanza que algún día se despierte?
Todas estas preguntas es el espectador el que tiene que contestarlas, reflexionar y
tomar una postura o no.
Valoración de la obra.- El argumento de la obra es muy original e in-
teresante con sus giros en los puntos necesarios para no ser una obra aburrida.
Un argumento que está sacado de la vida diaria, y se presenta con realismo. Es lo
que dice Cornelles: «No es la ficción que supera a la realidad, sino la realidad que
supera a la ficción». En la trama, encontramos asuntos sociales sobre los cuales el
espectador tiene que reflexionar y opinar y eso promueve los cambios en la men-
talidad de una sociedad.
Luis Miguel González Cruz añade en su comentario sobre cómo escribir
teatro que hay que crear un teatro de símbolo para poder hablar directamente al
subconsciente del espectador, ya que él, viviendo en una sociedad tan consumista
y frívola no podría captar la esencia del teatro de otra forma:
El público es el que come palomitas, el que pertenece a una engreí-
da casta social y pasa por intelectual, el que se queja por todo, el
inteligente que solo busca el error, el que llora o se ríe con todo... El
teatro simbólico no puede dirigirse a este público comunicante: se-
miótico. Espectadores-semáforo. El teatro simbólico debe dirigirse
a otro público que no consuma el cáliz comunicante de palomitas
y coca-cola. Un público adecuado para la ficción, para aceptar el
símbolo. Pero como este público no existe, o está escondido detrás
del público que ocupa las butacas, hay que saltárselo para llegar al
sujeto que descifre el símbolo. Para crear un teatro simbólico hay
que dirigirse al inconsciente del público.17
16 Cornelles, Jerónimo (2005): El último beso, Colección textos en escena 6, Generalitat Valen-
ciana, Valencia, p. 29.
17 González Cruz, Luis Miguel: «El teatro: manual de instrucciones», en Escribir para el teatro
(2007): vv.aa., de la Colección Laboratorio Teatral 02, Muestra de teatro español de autores
408 LOS ESPEJISMOS DE LA MORALIDAD, EL ÚLTIMO BESO DE JERÓNIMO CORNELLES
Y es verdad que esta obra con los símbolos que contiene (cuyo análisis no
cabe en este trabajo) como también la amena presentación de los hechos (la músi-
ca, las divertidas discusiones entre las mujeres, etc) hace que estos asuntos graves
y el mensaje para el cambio en la sociedad hable directamente al subconciente del
espectador. Cada sociedad tiene sus leyes, y estas cambian según las épocas y los
años, por eso, es hora que nos demos cuenta que hay que avanzar a un futruro
mejor y más prometedor para los miembros de la sociedad.
41
LOS PERSONAJES FEMENINOS EN CARMEN MARTÍN GAITE Y ONELIO
JORGE CARDOSO
EFTHIMÍA PANDÍS PAVLAKIS
Carmen Martín Gaite, de España, y Onelio Jorge Cardoso, de Cuba, escritores en-
marcados dentro del movimiento neorrealista, han compuesto su obra cuentística
en situaciones históricas y sociales similares, más o menos en la misma época, esto
es, en los años que van de 1950 a 1960. Ambos presentan en su creación cuentística
figuras femeninas, ya como protagonistas ya como personajes secundarios, prove-
nientes en su mayoría de las capas más bajas y menos privilegiadas de la sociedad:
“La chica de abajo” (1953),“Los informes” (1954) y “La conciencia tranquila” (1956)
de Martín Gaite y “Después de los días” (1955), “Leonela” (1956) y “En la ciéna-
ga” (1961) de Onelio Jorge Cardoso son algunos ejemplos representativos. Martín
Gaite retrata personajes femeninos de la ciudad (“La chica de abajo” y “La con-
ciencia tranquila”), pero también mujeres del campo que migran a la ciudad para
encontrar un mejor futuro trabajando como sirvientas (“Los informes”), mujeres
que sufren por la falta de comunicación, el desamparo, la soledad y frecuentemente
por la escasez económica. Por su parte, Jorge Cardoso retrata personajes femeninos
exclusivamente de la zona rural, víctimas de la pobreza extrema, que condiciona su
vida y su posición en la sociedad en la que viven (“Después de los días”,“Leonela”
y “En la ciénaga”).
Carmen Martín Gaite proviene de una familia de la alta sociedad española
que simpatizaba con las ideas liberales, hecho que le acarreó penosas consecuen-
cias durante la Guerra Civil (Lluch Villalba, 2000:28). Fue en la escuela donde por
primera vez tuvo contacto con chicas de capas sociales menos privilegiadas (Lluch
Villalba, 2000:28). Su padre era un gran aficionado a la literatura que incluso es-
cribía versos, fomentando en ella desde temprano su gusto por las letras (Lluch
Villalba, 2000:28). CMG realizó sus primeros estudios en la Universidad de Bar-
celona y sus estudios de doctorado en Madrid. En 1953 se casó y se fue a Roma,
donde vivió algunos años. En Italia, además de conocer la literatura italiana y obras
de relevantes autores de la época como Ítalo Calvino y otros, tuvo contacto directo
con las tendencias literarias y artísticas del momento, como p. ej. el neorrealismo
(Lluch Villalba, 2000:31). En la década de los 50, cuando escribió la mayoría de sus
cuentos, todavía España trataba de cicatrizar las heridas de la Guerra Civil así como
de la Segunda Guerra Mundial. En esta época, la política económica de Franco
LOS PERSONAJES FEMENINOS EN CARMEN MARTÍN GAITE
410 Y ONELIO JORGE CARDOSO
Con estas palabras la autora señala la falta de contacto de los jóvenes escri-
tores españoles con la tradición literaria internacional, quienes se vieron así priva-
dos de los nuevos movimientos literarios.
EFTHIMÍA PANDÍS PAVLAKIS 411
Su propósito no es mostrar la lucha del hombre contra el medio natural, sino pre-
sentar su vida cotidiana en una dimensión universal (Pandís Pavlakis, 1996:34).
Tanto Carmen Martín Gaite como Onelio Jorge Cardoso escogen los he-
chos presentados en sus cuentos directamente de su entorno inmediato y registran
lo que ven a su alrededor. Moviéndose en el marco del neorrealismo, ambos escri-
tores creen que el cuento,“un género caracterizado esencialmente por su brevedad
[…] [se] considera como el más idóneo para hacer un retrato fiel y objetivo de la
realidad circundante.” (Lluch Villalba, 2000:59).
Carmen Martín Gaite en su cuentística intenta recrear aspectos de la rea-
lidad española de su época. Registra un mundo gris, triste e incomprensible. Cri-
tica la vida de su época y los valores sociales y morales establecidos que la rigen
(Carballo-Abengózar, 2004: 21). Sus personajes son seres cínicos, fracasados, es-
piritualmente frustrados, que sufren angustia, desamparo, hastío, soledad y falta
de comunicación. Los personajes femeninos tienen una presencia constante en
los cuentos de la escritora. Estos personajes, principales o secundarios, habitantes
de la ciudad, del suburbio o del campo, se convierten en figuras arquetípicas que
representan ciertos valores y conductas característicos de la época de la autora. Son
figuras femeninas de diversas capas sociales y de distintas edades; marginadas, hu-
milladas y discriminadas; víctimas de la situación histórico-social del medio siglo
en España. A pesar de que Martín Gaite se mantuvo alejada de una lucha abierta
contra el sistema franquista, los hechos y personajes creados en sus cuentos son
vistos con ojo crítico. Ejemplos característicos tenemos en los personajes femeni-
nos de los cuentos “La chica de abajo”, “Los informes” y “La conciencia tranquila”
(Martín Gaite, 2002:280-331).
En “La chica de abajo”, el lector logra comprender la personalidad y com-
portamiento de Paca, la joven protagonista, a través de sus acciones y sus pensa-
mientos, principalmente por medio de los diálogos que mantiene con los otros
personajes de la obra. Paca, la hija de la portera, es una niña de 14 años que vive
en un ambiente urbano limitado, esto es, en la portería de un edificio ubicado en
un barrio de gente pudiente, en “una habitación alargada que tenía el fogón en
una esquina y las alcobas pequeñas mal tapadas con cortinillas de cretona. […] El
suelo era de baldosiles colorados y casi todos estaban rotos y se movían.” (Martín
Gaite, 2002:295). Huérfana de padre (“Había en la habitación un armario, con la
foto de un militar metida en un ángulo”), no tuvo la oportunidad de ir a la escuela;
al contrario, tuvo una educación familiar sencilla y humilde, adquirida a través de la
vida de su madre, quien le enseñó la necesidad del trabajo sin descanso y de la dis-
ciplina: “-Aguarda un poco, hija. Termina de fregar. Que esperen” le dice la mamá
EFTHIMÍA PANDÍS PAVLAKIS 413
cuando la llama su amiga Cecilia para que la acompañara a hacer los deberes de la
escuela. (Martín Gaite, 2002:284).
Paca es el arquetipo de la chica pobre que crece en un ambiente cerrado, en
contacto exclusivamente con el mundo insensible y frío de su barrio. Su conducta
refleja la de cada joven de su misma clase social, mientras que Cecilia es el típico
personaje de la alta sociedad “Con la piel tan blanca y rosada, con las uñas comba-
das como husos y los dedos tan finos, tan graciosos […]” (Martín Gaite, 2002:282).
Desde muy pronto Paca experimentó en carne propia los diferentes aspectos de la
vida en la España de mitad del siglo XX. Primero conoció la vida dura pero honesta
de su madre, de la que aprendió a trabajar, a ser paciente y fuerte a la vez. Luego,
sintió de cerca la vida de la gente acomodada a través de la familia de Cecilia, su
mejor amiga, representante de la discriminación social existente, lo cual está per-
fectamente expresado en el personaje de la madre de esta, quien no pierde oportu-
nidad en destacar su superioridad en relación con el mundo de la hija de la portera:
entorno, como consecuencia de los falsos valores sociales de su ambiente, que per-
miten las injusticias contra las mujeres pobres y débiles.
En “La conciencia tranquila”, también Milagros trabaja como sirvienta o
fregona en una casa acomodada de la ciudad. Ella es, igualmente, una figura mar-
ginada y solitaria, “sumida en la soledad (no tiene parientes y el padre de la niña
no vive con ellas) y de condición humilde (…), que lucha por salvar su hija”(Jurado
Morales, 2004:94). Ella ha visto solo el lado duro de la vida. Vive en un suburbio
pobre bajo condiciones inhumanas:
logra sobrepasarlo todo, afrontar las dificultades; acepta ser lo que es y alcanza la
felicidad; el cariño del joven Alfredo le da ánimo para dejar atrás todo lo negativo
y lograr la dicha; lucha consigo misma, desoyendo el destino que otros le quieren
imponer: ve los deberes de la portería como una parte de su vida y se alivia con la
otra parte de su vida, la vida de la chica buena, orgullosa, bondadosa y trabajadora;
intenta no dejar que los representantes de la clase social alta le hagan daño, a pesar
de que la hace sufrir y le cuesta gran esfuerzo superarlo; al final sale vencedora y
consigue ser feliz. Concha, víctima de los valores establecidos en su entorno y de la
falta de educación, no logra escapar de la soledad y la desesperación; sin protestas,
acepta con paciencia su destino porque no tiene el apoyo de nadie. Milagros tam-
bién está totalmente sola y desamparada, por eso el huracán de la vida cotidiana
la devora; la situación social con los falsos valores y las instituciones hipócritas no
le inspiran confianza, por eso se niega recurrir al apoyo de la Iglesia. Mili tampoco
logra resistir ante los contratiempos que le depara la vida. Todo la empuja a la pros-
titución: su hija, la única fuerza para luchar en esta vida, muere; no tiene razón, ni
ánimo para luchar contra las contrariedades y vicisitudes de su tiempo; huye hacia
la prostitución. En estos tres cuentos, Martín Gaite acusa directamente a la sociedad
que aniquila a las pobres y nos descubre aspectos de la vida íntima de la mujer, opri-
mida por los valores predominantes de la época y sus representantes.
Onelio Jorge Cardoso en su producción cuentística narra episodios relaciona-
dos con la realidad cotidiana de su época. Retrata la vida de “las capas explotadas por
los regímenes dictatoriales de su país.”(Pandís Pavlakis, 1996:241). Sus personajes son
configurados dentro de una atmósfera que refleja la realidad cotidiana. Son hombres,
mujeres y niños, habitantes de la provincia cubana, que luchan contra su ámbito físico
y social para sobrevivir. Los personajes femeninos, principales o secundarios, de carac-
terísticas diversas, tienen una presencia constante en su obra y se convierten en tipos
representativos de la sociedad cubana contemporánea de él (García Ronda, 1975:32).
Son seres humanos pobres y olvidados en un mundo injusto y hostil, que“luchan por
necesidad económica que forma la causa esencial de su infelicidad” (Pandís Pavlakis,
2007:241).“Después de los días”,“Leonela”,“En la ciénaga”son algunos de los cuentos
más emblemáticos, cuyas figuras femeninas se convierten en víctimas a causa de la
extrema pobreza y la injusta estructura social del momento.
Susana y Manuela son las dos figuras femeninas del cuento“Después de los
días”. El narrador/personaje, Daniel, como una cámara cinematográfica presenta
al lector su personalidad y su conducta. Ellas trabajaban como sirvientas para una
familia acomodada (la de Daniel). La primera se dedicaba a las labores del hogar y
la segunda a las del campo. Son seres solitarios que sufren por razones diferentes
EFTHIMÍA PANDÍS PAVLAKIS 417
cada una. Susana sola y desamparada, con tres hijos, se ve obligada a robar comida
de la casa donde trabaja para poder mantenerlos. Ella es el símbolo de la pobreza
que el autor mismo había experimentado en carne propia, como aclara en su ensa-
yo “Algunos días recorridos”:
Adolescencia de traje de saco de harina, de maquinita de made-
ra de confección casera para elaborar cigarros con hojas de tabaco.
Advenimiento del vaso de guarapo y del pan de Caracas, el origi-
nario, el lleno de cavernas donde se refugiaba el guarapo para dar
al estómago una provisional sensación de almuerzo. Zapatos con
cartones entre el hueco de la suela y el pie sin medias. (Jorge Car-
doso, 1970:72)
[…] sin aquella cosa dulce que había en los ojos de Julián, el viejo de
los Perales se le atravesó una tarde en la puerta:
-¡Cómo me gustas muchacha! ¡Te vas a casar conmigo!
Fue una cosa de espanto lo que sintió la pobre. El hombre estaba
ubicado en los acontecimientos de ella como lo fuerte y lo respe-
table. Le vio la cara que no le miraba la suya, sino los ojos que la
recorrían sin pudor y del zafón que dio fue a parar a la sala, y de la
sala al llanto, porque de pronto entendió todo lo que le faltaba por
entender. (Jorge Cardoso, 1975: 153-54)
Con estas preguntas retóricas del narrador, el autor protesta ante el abuso
físico –del marido- y sicológico –del padre- al que es sometida la mujer y critica la
realidad socioeconómica de la república, que rebaja la posición de la mujer campe-
sina en la sociedad, impide la realización de sus sueños y permite su explotación
por el hombre. La metáfora central del cuento es la nueva esclavitud de la mujer,
aceptada por la propia familia para evitar la prostitución.
En“En la Ciénaga”, el autor retrata episodios de la vida trágica de otra joven
mujer campesina. El personaje femenino de este cuento es una mujer joven, sola y
desesperada porque su esposo está lejos y no tiene a nadie que la lleve a Jaguay don-
de tienen los medios para curar a su niño gravemente enfermo. En el sitio donde vive
está aislada. No hay médico ni siquiera camino o medio de transporte que la lleve a
su destino. Así, forzada por el desamparo, el amor de madre y la desesperación por
salvar a su niño y consciente de la solidaridad que caracteriza a la gente de la Ciéna-
ga, acude al primer hombre que encuentra en su camino –Gallego- y le pide ayuda.
Su enorme necesidad le hace tolerar la dureza con la que la trata Gallego:
-¡Carijo!, ¿yo voy a ser aquí el padre de todo el mundo?
[…]
-Aquí se muere uno, el que nace y el que está nacido. ¿Entonces
para qué sacarle el cuerpo a las cosas?
[…]
-La gente que tiene hijos debe tener una pata en la lancha y otra
pata en la casa.
(Jorge Cardoso, 1975: 203)
Estas palabras de Gallego son duras para una madre, pero siendo ella una
mujer de la ciénaga conoce bien la dureza de esa vida y la lucha inhumana de los
hombres, lo que los vuelve crueles fácilmente. Ella entiende que no es simple lo
que le pide a Gallegos, pues él tendría que abandonar su horno de carbón y luchar
420 XII CONGRESO INTERNACIONAL DE LITERATURA ESPAÑOLA CONTEMPORÁNEA
contra la naturaleza durante un largo recorrido para auxiliar a una mujer descono-
cida. Por eso se calla y lo aguanta todo con paciencia: “La mujer tampoco contestó.
Comprendía todo lo que dicen los hombres de la Ciénaga, porque ella misma era
de allí […]”. (Jorge Cardoso, 1975: 204). No obstante, la mujer anónima de la cié-
naga se convierte en figura trágica cuando llegan a Jaguey y el niño ya ha muerto.
A pesar del esfuerzo de la madre y la generosidad latente de Gallegos por salvar al
niño, la dura realidad con los obstáculos antes mencionados condicionan su vida.
En estos cuentos situados en la época de la República, los personajes feme-
ninos son seres trágicos que sufren, no logran dirigir su vida y realizar sus sueños
pero asumen distintas actitudes (Pandís Pavlakis, 2007:241). La mujer anónima de
la Ciénaga, Manuela y Susana aceptan sin protestas su destino y no reaccionan
ante las condiciones de la vida agraria. No hay ninguna rebeldía o inconformidad
en ellas. Son víctimas pasivas. Leonela también acepta un matrimonio no deseado
y no se rebela contra la voluntad de los hombres de su familia, pero rechaza implí-
citamente el matrimonio cuando recibe a Julián.
No obstante, en estos cuentos como en la gran parte de la cuentística de
Onelio Jorge Cardoso encontramos personajes representativos de la mujer explo-
tada y discriminada en esa sociedad injusta, los cuales se caracterizan por ser una
viva estampa de amargura, dolor y sufrimiento. La alegría y la felicidad son cuali-
dades ajenas a ellos. Son pobres, pero no miserables. Vienen determinados desde
el principio del cuento. Jorge Cardoso estudia la posición de la mujer en la sociedad
republicana, sus conflictos y traumas sicológicos debidos a la explotación y los pre-
juicios de esa sociedad. Sus personajes están bien definidos y logrados, tienen un
sentido simbólico y cada uno interpreta el papel que le corresponde en la situación
en que está inserto, aunque con diferentes límites de profundización.
Carmen Martín Gaite, si bien en los cuentos analizados presenta perso-
najes femeninos representativos de la época franquista -ciertos estereotipos de la
mujer pobre, víctima pasiva de los valores establecidos en esa época- no toma po-
sición política, simplemente registra su mundo y sus problemas e indirectamente
logra una crítica sutil de la situación histórico-social del momento. Onelio Jorge
Cardoso habiendo vivido en carne propia la pobreza en el campo cubano y con
la experiencia propia de los males sociales que azotaban a las capas sociales más
bajas, especialmente en el campo, estudia y critica el orden establecido. Tanto los
personajes de Carmen Martín Gaite como los de Onelio Jorge Cardos tienen valor
diacrónico. No son simplemente tipos representativos del entorno de su país. Son
seres humanos desdichados o trágicos, que se pueden encontrar en cualquier lugar
del mundo y en cualquier época.
EFTHIMÍA PANDÍS PAVLAKIS 421
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Carbayo-Abengózar, Mercedes.“Lo raro no es sólo vivir, Lo raro es también
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(ed.) Coloquio
sobre la cuentística de Onelio Jorge Cardoso. La Habana: Ediciones Unión, páginas
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García Ronda, Denia (1975).“Onelio en su tiempo”, Prólogo en Onelio Jorge
Cardoso Cuentos: La
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Jorge Cardoso, Onelio (1975). Cuentos. La Habana: Editorial Arte y Literatura.
------------------ (1970).“Algunos días recorridos”, en Casa de las Américas,
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Jurado Morales, José (2004).“La narrativa breve de Carmen Martín Gaite: Algo
más que cuentos de
Mujeres” en Alicia Redondo Goicoechea Carmen Martín Gaite. Madrid: Ediciones
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Martín Gaite, Carmen (1982).“Un aviso: ha muerto Ignacio Aldecoa” en La
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--------------- (2002). Cuentos completos. Madrid: Alianza Editorial (10ª ed.).
Nieto, José (2010). Historia de España. Madrid: Editorial LIBSA.
Pandís Pavlakis (1996). Onelio Jorge Cardado en el cuento cubano. México: Claves
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----------------.“‘Isabelita’ de Onelio Jorge Cardoso”, en Efthimía Pandís Pavlakis
(ed) Cervantes,
Lorca, Jorge Cardoso y Leopoldo Zea. Madrid: Ediciones del Orto, páginas 241-246.
423
42
LA PUBLICIDAD TURÍSTICA COMO GENERADORA DE TÓPICOS:
LA DESILUSIÓN DEL VIAJERO EN LA ISLA INAUDITA DE EDUARDO
MENDOZA
ROCÍO PEÑALTA CATALÁN
Cada año son cientos de millones de personas las que viajan al extranjero. En 2010,
según los últimos datos de la Organización Mundial del Turismo, se han producido
935 millones de desplazamientos internacionales (OMT, 2011: 1), de los cuales
más del 50% son viajes de ocio, recreo y vacaciones (OMT, 2010: 3). Italia es uno
de los destinos más visitados del mundo, concretamente ocupa el quinto puesto
como país receptor por número de turistas internacionales –por detrás de Francia,
Estados Unidos, España y China– y el cuarto puesto en cuanto a ingresos por tu-
rismo internacional. En 2009, Italia recibió 43,2 millones de turistas (OMT, 2010:
6). Venecia –el caso que nos interesa en este estudio– recibe cada año unos 20
millones de visitas.
El éxito de Venecia como destino turístico se debe a diversas causas, entre
otras, su peculiaridad geográfica, su patrimonio artístico y museístico, su riqueza
arquitectónica, su belleza urbanística, e incluso el haber sido un destino preferido
por los viajeros desde hace siglos, lo que ha generado gran cantidad de informa-
ción sobre la ciudad publicada en guías turísticas, libros de viaje, diarios, etc., que,
a su vez, despierta el interés de nuevos viajeros. La publicidad, como veremos más
adelante, también tiene un papel importante en el desarrollo del turismo, aunque
con algunas peculiaridades en el caso de Venecia.
Esta continua afluencia de turistas tiene unos efectos negativos que reper-
cuten a distintos niveles en el medio ambiente urbano de Venecia y, directa o indi-
rectamente, en sus habitantes. En más de una ocasión se ha planteado incluso la
posibilidad de limitar el número de visitas diarias a la ciudad para paliar el impacto
negativo del desbordamiento turístico (Troitiño Vinuesa, 2002: 45). Durante más
de la mitad del año, la capacidad de acogida de Venecia se ve superada, de lo que
se derivan una serie de consecuencias que afectan tanto a la congestión de las
vías urbanas, como a la conservación del patrimonio o a la percepción del turismo
como algo negativo por parte de los habitantes de la ciudad (García Hernández,
2000). También los propios turistas sufren estas aglomeraciones, la insuficiencia
de servicios que cubran sus necesidades o satisfagan sus expectativas, etc., lo que
disminuye la calidad de su experiencia.
LA PUBLICIDAD TURÍSTICA COMO GENERADORA DE TÓPICOS:
424 LA DESILUSIÓN DEL VIAJERO EN LA ISLA INAUDITA DE EDUARDO MENDOZA
En el caso de las ciudades históricas, que en los últimos años se han con-
vertido en objetivo privilegiado del turismo cultural –tras haber permanecido “lar-
go tiempo eclipsadas por los destinos de sol y playa” (López López, 2005: 338)–,
estos problemas afectan fundamentalmente al casco antiguo, donde se concentra
el patrimonio histórico y cultural. En Venecia estos problemas son más graves y de
mayor alcance, teniendo en cuenta que toda la “ciudad insular” puede ser conside-
rada centro histórico (Mancuso, 2010: 137).
En los estudios sobre sostenibilidad turística y capacidad de acogida de las
ciudades, se contempla, entre otras técnicas para gestionar el flujo de visitantes, la
aplicación de medidas disuasorias que actúen sobre la demanda potencial en su lu-
gar de origen. En este sentido, la publicidad y la información podrían desempeñar
un papel importante para concienciar a los viajeros de la necesidad de restringir la
entrada a determinados“hitos monumentales”(García Hernández, 2000: 143-144).
Sin embargo, el marketing turístico no siempre cumple estos objetivos, sino que
persigue un crecimiento constante, sin tener en cuenta las limitaciones del destino
ofertado, dando lugar a un turismo insostenible (Esteban Curiel y López López,
2009: 39).
La imagen previa que los viajeros tengan de una ciudad influye en la plani-
ficación del propio viaje (García Hernández, 2000: 144) y esta imagen se transmite,
fundamentalmente, a través de la publicidad. Las campañas promocionales de las
agencias de viajes venden, en muchas ocasiones, imágenes tópicas o desvirtuadas
de los destinos turísticos. En muchos casos, como el de Venecia, que ahora nos ocu-
pa, la imagen turística está asociada a leyendas y estereotipos transmitidos, perpe-
tuados y potenciados a lo largo del tiempo, tanto por los propios viajeros como por
la publicidad turística (Muñoz Carrobles, 2008: 44).
En este artículo trataremos de poner en relación esa imagen de Venecia di-
fundida por la publicidad y la percepción que de la realidad de esta ciudad tiene el
viajero; en este caso, nos basaremos en las opiniones del protagonista de la novela
de Eduardo Mendoza La isla inaudita (1989). A pesar de que se trata de una obra
paródica y humorística, las situaciones que vive este personaje, el señor Fábregas,
bien pueden aplicarse a cualquier turista que visite la ciudad de los canales hoy en
día, siempre teniendo en cuenta que las descripciones de Mendoza están adereza-
das con la hipérbole y la ironía que caracterizan su estilo.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que la promoción oficial –es decir,
la generada por los órganos encargados de la promoción turística de la ciudad o la
región– es escasa en el caso de Venecia. Venecia es un destino consolidado, que no
necesita publicitarse para suscitar el interés de los turistas (Muñoz Carrobles, 2008:
ROCÍO PEÑALTA CATALÁN 425
44). De esta manera, la mayor parte de los ejemplos propuestos proceden de las
campañas publicitarias de agencias de viajes y, sobre todo, de compañías aéreas.
En estas campañas Venecia se anuncia frecuentemente como la ciudad del amor,
la ciudad del arte, la ciudad de los canales o la ciudad del Carnaval. Así, la máscara
o la góndola se convierten en símbolos de Venecia y su nombre, prácticamente en
una marca (cfr. Muñoz Carrobles, 2008: 44).
El poder de atracción turística de Venecia es enorme, tanto que supera su
capacidad de acogida, lo que –como ya hemos señalado– influye en la opinión del
visitante acerca de la ciudad y en la calidad de su estancia. Esto es lo que reitera-
damente pone de manifiesto el protagonista de La isla inaudita, ofreciendo una
visión más bien negativa de la ciudad –y del turismo, en especial– y encargándose
de deshacer los mitos que en torno a la Serenissima han generado y difundido la
publicidad y la literatura. Así pues, vamos a analizar y comentar algunos de estos
tópicos, ejemplificándolos en distintos anuncios y campañas publicitarias, y com-
parándolos con las experiencias del protagonista de la novela de Mendoza.
La ciudad del amor.- Venecia es considerada una de las ciudades más
románticas del mundo y –al igual que París, Praga y Verona– reivindica el título de
“ciudad del amor”. No está muy claro el origen de este tópico. Tal vez se deba a la
gran cantidad de cortesanas que residían en la ciudad de los canales, cuya belleza
y celebridad eran motivo de orgullo para los venecianos (Diehl, 1961: 230), o a las
conquistas que Giacomo Casanova realizó en esta ciudad en el siglo XVIII. El caso
es que esta imagen ha sido explotada por las agencias de viajes para vender estan-
cias románticas a las parejas de recién casados, e incluso el Comune di Venezia, en
su página web, consagra un apartado especial a los matrimonios, dirigido a todas
aquellas parejas que quieran celebrar su enlace en “la città più romantica del mon-
do” (Comune di Venezia, 2010).
Tiziano Scarpa trata de explicar este fenómeno en su guía Venecia es un pez
(2000). Según Scarpa, el entorno es un elemento fundamental para la seducción, y
en Venecia, el decorado es inmejorable.
Así, las agencias de viajes aprovechan este tópico para ofrecer “escapadas
románticas” a la Serenissima, y las compañías aéreas diseñan su publicidad y sus
promociones en torno a esta manida idea. Por ejemplo, Air France ofrece la posibi-
lidad de participar en el concurso“Palabras de amor que te harán volar”escribiendo
un poema de amor original e inédito; los concursantes premiados ganarán viajes
para dos personas a París y Venecia, destinos románticos por excelencia. EasyJet,
en una de sus últimas campañas, anunciaba sus ofertas en vuelos a Venecia con el
siguiente eslogan: “¿Por qué San Valentín tiene que ser el 14 de febrero?”, estable-
ciendo una evidente relación entre el día de los enamorados y la ciudad del amor.
La visión que presenta Eduardo Mendoza es bien distinta, pues durante la
temporada alta, con la mayor afluencia de turistas a la ciudad y como consecuencia
de los crímenes que cometen los maleantes, los enamorados que celebran su boda
o su luna de miel en Venecia sufren alguna experiencia desagradable.
2011: 23-24; Morris, 2008: 146-147; Mancuso, 2009: 16). Estos datos podemos en-
contrarlos repetidos una y otra vez en las guías de viaje y es una de las primeras
frases que pronuncian los gondoleros cuando una pareja o un grupo de turistas
suben a su embarcación.
La publicidad, por supuesto, también ha explotado esta imagen de la ciu-
dad de los canales, e invita a todos los viajeros a realizar un paseo en barco por
el Gran Canal, pues es “la mejor manera de captar la magia veneciana” (Viator).
La compañía Logitravel explica a sus clientes que “navegar el Gran Canal e ir
descubriendo los palacios que bordean la laguna será el viaje en ‘autobús’ más
hermoso de su vida”. Y una guía de Venecia recientemente publicada por la edi-
torial El País-Aguilar asegura que “muchos de los edificios y palacios familiares
más importantes de Venecia sólo se pueden ver desde el agua” (Gómez de las
Cortinas, coord., 2011: 22). Por supuesto, no hay embarcación más adecuada para
realizar este recorrido que la típica góndola veneciana, que se ha convertido en
un emblema de la ciudad.
La simple imagen de una góndola remite enseguida a Venecia. Así, en la ca-
becera de la página web de la Azienda di Promozione Turistica di Venezia no podía
aparecer otra imagen que la de una góndola navegando por la laguna. También las
compañías aéreas utilizan esta imagen en sus anuncios: Spanair nos recuerda lo
romántico que resulta un paseo en góndola al mostrarnos a una pareja de enamo-
rados navegando por los canales de Venecia. Easyjet, en sus carteles publicitarios,
anuncia que el vuelo a Venecia “te saldrá más barato que un paseo en góndola” y
Vueling disfraza a su mascota de gondolero para vendernos vuelos a Venecia por
diez euros el trayecto. La agencia de viajes Viator ofrece paseos en góndola priva-
dos o en grupo, incluso con serenata incluida si es necesario. Ni siquiera el Papa,
como veíamos antes, se priva de dar un placentero paseo en góndola por la ciudad
de los canales.
Por el contrario, la experiencia del señor Fábregas con góndolas y canales
parece no tener nada que ver con la idílica visión ofrecida por la publicidad turís-
tica. Para empezar, cuando se acerca el verano y suben las temperaturas,“las aguas
quietas de los canales emp[iezan] a desprender efluvios mefíticos”(Mendoza, 2008:
97) lo cual no resulta muy agradable; y“aquellos edificios majestuosos”construidos
a orillas del Gran Canal –ese panorama tan elogiado por las guías de viaje– que
Fábregas contempla desde el vaporetto “le parecían erigidos con el propósito exclu-
sivo de burlarse de él. Un decorado tan falaz como [sus] propias ilusiones” (Men-
doza, 2008: 90). La subida de la marea le obliga a mojarse los pies, y el paseo en
góndola no resulta ser una buena experiencia:
LA PUBLICIDAD TURÍSTICA COMO GENERADORA DE TÓPICOS:
430 LA DESILUSIÓN DEL VIAJERO EN LA ISLA INAUDITA DE EDUARDO MENDOZA
BIBLIOGRAFÍA
43
PAULA REGO: A PROMOÇÃO DE VALORES NA PINTURA E NA
LITERATURA
MARIA DO CARMO PINHEIRO SILVA CARDOSO MENDES
Embora viva e trabalhe em Inglaterra desde 1976, a pintora portuguesa Paula Rego
mostra-se persistentemente interessada pelo seu país natal. Como afirma Ruth
Rosengarten (2009: 11-12), “Paula Rego continua a elaborar as questões da for-
mação da identidade em torno do país onde nasceu”. Problemáticas como a po-
lítica, a sexualidade e as diferenças de género marcam a sua carreira pictórica. Na
reflexão da artista sobre Portugal, o longo período de vigência da ditadura ocupa
também um lugar privilegiado.
A minha análise centra-se num conjunto de quadros de 1997-1998 inspirados
no romance O Crime do Padre Amaro (versão definitiva: 1880), do escritor realista por-
tuguês Eça de Queirós. Algumas das 16 pinturas de Paula Rego relacionam-se directa-
mente com o romance oitocentista, estabelecendo um vínculo entre a sociedade provin-
ciana apresentada por Eça e a sociedade do Estado Novo. Outros quadros parodiam a
imagem do ditador António de Oliveira Salazar e a política colonial portuguesa.
Se Eça de Queirós ridiculariza a decadência ética da Igreja num momento
específico da sua história, Paula Rego opta pela paródia de alguns vectores da obra
realista que, apesar do distanciamento temporal, não se afasta substancialmente
dos valores que orientaram Portugal durante quase todo o século XX1.
Tal questionamento de episódios da História portuguesa revela o compro-
misso político dos quadros da pintora. Seleccionei apenas três quadros inspirados
no romance de Eça de Queirós – “Entre as Mulheres”, Mãe” e “O Anjo” – e outros
tantos criados a partir do conto de Charles Perrault –“A Mãe a usar a pele do lobo”,
“Capuchinho Vermelho no canto” e “O lobo engata o Capuchinho Vermelho”.
Fig. 1
Paula Rego,“Entre as mulheres”
Fig. 2
Paula Rego,“Mãe”
436 PAULA REGO: A PROMOÇÃO DE VALORES NA PINTURA E NA LITERATURA
Nesta pintura, Paula Rego volta a substituir a batina do padre por uma saia,
que feminiliza a personagem e a recoloca numa posição de vulnerabilidade e de
dependência de três mulheres. O olhar e a posição da cabeça do sacerdote refor-
çam essa subjugação ao poder feminino.
Importa ainda considerar nesta pintura a apreciação ao regime do Estado
Novo e, em particular, à sua política colonial: a miniatura de uma caravela que
repousa num divã e o horizonte azul entrevisto longinquamente sugerem o termo
do império colonial português, distante e reduzido a um significado mínimo que
contrasta com a época áurea das Descobertas.
E olhando para os rostos das três mulheres – uma europeia (a que segura
a saia de Amaro), uma africana (aquela que parece reter a mão do padre junto do
seu seio) e uma oriental (quase oculta) –, conclui-se que a europeia é a única mul-
her que mantém contacto visual com o padre. A africana nem o encara nem reage
emotivamente ao gesto de toque no seio, e a oriental está ausente do primeiro
plano, semi-adormecida e semi-escondida por uma cortina transparente. Rodeado
por três mulheres, ou seja, mais uma vez ocupando um espaço por elas dominado,
este Amaro poderá ser, como defende Isabel Pires de Lima (2001: 14), “o Portugal
pós-imperial, mãe e madrasta, perdido entre a memória da aventura marítima im-
perial que hoje se reduz parodicamente a esse ridículo barquinho, à rejeição agreste
dos povos que colonizou”.
No romance de 1880, Amélia, uma jovem educada numa cidade provin-
ciana portuguesa, partilha o protagonismo com o padre Amaro. Dos vários qua-
dros dedicados à figura feminina, comento apenas “O Anjo”, sobre o qual afirma
Agustina Bessa Luís (2001: 72):“Amélia, empunhando um gládio, verdadeiramente
a figura castradora e redentora ao mesmo tempo, pronta a hostilizar e a perdoar,
como explica a esponja na mão esquerda”.
Fig. 3
Paula Rego,“O Anjo”
MARIA DO CARMO PINHEIRO SILVA CARDOSO MENDES 437
Fig. 4
Paula Rego,“A mãe a usar a pele do
lobo”
Fig. 5
Paula Rego, “O lobo engata o
Capuchinho Vermelho”
Fig. 6
Paula Rego,“Capuchinho Vermelho
no canto”
440 PAULA REGO: A PROMOÇÃO DE VALORES NA PINTURA E NA LITERATURA
REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
44
EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO
DE CONTROL Y REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA
ANTIGUA ROMA. BREVE RECORRIDO HISTÓRICO
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO
la gravedad del caso, podían ser multas, destierro o muerte. Aún a pesar de su amplitud,
el concepto de asébeia volvió a experimentar una notable ampliación de su esfera con la
aprobación de un decreto, probablemente en el año 430 a.C., mediante el que se estableció
que “debían ser denunciados quienes no creyeran en las cosas divinas o dieran explicaciones
sobre los fenómenos celestes”. Vid. Gil Fernández, Censura en el mundo antiguo, 3ªed., Madrid,
2007, p. 69 ss. Este magnífico y muy sugerente libro del autor ahora indicado es el que hemos
tomado como referencia fundamental para la elaboración del presente trabajo.
2 Lo que se resume en la frase atribuida por Tácito (Annales, I. 73) a Tiberio: deorum iniuriae diis
curae (“las injurias hechas a los dioses son de la incumbencia de éstos”).
3 Sobre la íntima conexión existente en la antigua sociedad romana entre política, religión
y derecho, especialmente en las fases iniciales de su desarrollo histórico y con particular
referencia a la vinculación de la legislación pública con el mundo religioso, vid. Andrés Santos,
“El elemento religioso en la legislación romana republicana”, en Actas del XXVII Congreso
Internacional Girea-Arys: “Jerarquías religiosas y control social en el mundo antiguo. (Valladolid
7-9 nov., 2002), (eds. Hernández Guerra y Alvar Ezquerra), Valladolid, 2004, p. 395 ss.
4 Dentro de ésta, la piedad, las creencias personales y las relaciones del individuo con la
divinidad no están en primer plano, y sí, en cambio, el culto, cuya principal manifestación
es el sacrificio, la ofrenda que el hombre hace a los dioses para recibir a cambio de ella lo
que necesita. La religión romana es, pues, en última instancia, un do ut des, un intercambio
sometido a rigurosas reglas que prescriben minuciosamente los más mínimos detalles del
sacrificio y de la plegaria, según el tipo de favor que se pretende obtener de los dioses.
5 Cicerón en De divinatione I. 72, por ejemplo, habla de unos haruspicini et fulgurales et rituales
libri de los etruscos; por su parte, Arnobio en Adv. Nat. II. 62, cita los libri Acherontici, también
de origen etrusco; y Amiano Marcelino XXIII. 5.10, alude a unos libri exercituales.
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 445
registrados los hados o destinos del Pueblo romano. Estos escritos, como es de
suponer, constituían un patrimonio sagrado que se custodiaba con gran celo. Su
contenido constituía un secreto, cuya divulgación se penaba con extremo rigor, y
su consulta era de la exclusiva competencia del Colegio quindecemviral, en neta
oposición al carácter público de los oráculos griegos. Tampoco tenían libre acceso
a los mismos los encargados de su custodia y exégesis; tan sólo, en casos de suma
gravedad, se les permitía su consulta, previa aprobación por un senadoconsulto.
Con todas estas prohibiciones se intentaba no sólo conservar íntegro el
texto, sino también salvaguardar la seguridad interior y exterior del Populus, impi-
diendo que un conocimiento de su destino pudiese ponerse al servicio del enemigo
o de ambiciones particulares. No obstante, al tenerse que sustituir los ejemplares
antiguos por otros nuevos, ello no evitaba que en las sucesivas copias los citados
libros sufrieran corrupciones, ni tampoco que algún miembro poco escrupuloso
del Colegio, realizase en los textos interpolaciones, lo que provocó la necesidad de
revisarlos periódicamente.
A pesar del gran interés por mantener en su pureza e integridad los textos,
el número de escritos “santos” del Pueblo romano, aumentó con el transcurso del
tiempo, dada la natural tendencia de la literatura de semejante índole a proliferar.
Con la finalidad de controlar la admisión de nuevos escritos dentro del canon ofi-
cial, se estableció un procedimiento riguroso, que se iniciaba con un senadocon-
sulto mediante el que se ordenaba a los decemviros la consulta de los libri Sibyllini;
seguidamente aquellos emitirían una respuesta favorable o no a su admisión; y, fi-
nalmente, en caso de que su respuesta fuese favorable, se emitiría otro senadocon-
sulto con la finalidad de sancionar su reconocimiento oficial. Los libros de dudosa
autenticidad eran destruidos, prohibiéndose su tenencia a los particulares.
Es importante resaltar que la señalada censura tenía un carácter excepcio-
nal y sólo se llevaba a cabo cuando se planteaba una innovación importante en el
culto del Populus romano, o cuando estaba en juego la transmisión del legado reli-
gioso de los antepasados. Si no mediaban estos altos intereses, la censura religiosa,
como ya se ha avanzado, se realizaba por los magistrados civiles en el ejercicio de
sus funciones.
Conforme Roma fue incrementando su Imperio y entrando en contacto con
nuevos pueblos, se produjo una difusión de nuevos cultos exóticos –externa supers-
titio- en los que sus habitantes pretendían encontrar la nota emotiva, intimista y
personal que la antigua religión romana no podía ofrecerles.
Precisamente en los momentos difíciles –tiempos de sequía, de guerra o
epidemia, por ejemplo- la externa superstitio trascendía al exterior, provocando
EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO DE
CONTROL Y REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA ANTIGUA ROMA.
446 BREVE RECORRIDO HISTÓRICO
9 Respecto a la extensión de las penas previstas por la lex Cornelia de sicariis al ejercicio de las
artes mágicas, vid. la referencia al senadoconsulto extensivo de la misma, contenida en Coll.
15.2.1. Cfr. Santalucia., Diritto e processo cit., p. 209, nt. 78.
10 Sobre la necromancia, entendida como la acción de predecir el futuro por medio de la
comunicación con los muertos, vid. en relación a algunos casos de textos antiguos del mundo
romano en los que se narra la devolución de un cadáver a la existencia para consultarle, Pérez
Fernández y Seguido Aliaga, “Suscitación de cadáveres con fines adivinatorios en el mundo
romano”, en Sexo, muerte y religión en el mundo clásico (Alvar, Blánquez y Wagner eds.),
Ediciones Clásicas S.A., Madrid, 1994, p. 171 ss.
11 Respecto a este proceso, desarrollado ante tribunales extraordinarios, cfr., además de
EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO DE
CONTROL Y REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA ANTIGUA ROMA.
448 BREVE RECORRIDO HISTÓRICO
Uruela, “La represión de las Bacanales en Roma en 186 a.C.”, en Hispania Antiqua. Revista de
Historia antigua, nº 4, Valladolid, 1974, p. 49 ss., el elenco bibliográfico citado por Santalucia,
en Derecho penal romano cit., p. 73, nt. 4.. Particularmente interesantes resultan también
las apreciaciones que en relación al culto dionisíaco en el ámbito griego y romano realiza
Murga en Rebeldes a la República, 2ª ed., Universidad de Sevilla, Sevilla, 1994. Según éste
autor, la agitación urbana de las bacanales del año 186 a.C., fue en realidad un movimiento de
naturaleza muy peculiar. La protesta no procedía ya tan sólo de la sufriente clase servil, sino
de un extraño movimiento juvenil, ungido todo él con un no menos extraño tinte religioso,
una exaltación nueva entre frenética y espiritual, en parte pacífica y en parte violenta. Los
jóvenes romanos y más aún los más cultivados debieron llegar bien pronto a una toma de
conciencia, tal vez no del todo reflexiva, de la necesidad de una generosa apertura de Roma
frente al exagerado nacionalismo quiritario, en aquellos tiempos de grandeza y corrupción, de
levantamientos serviles, de represalias y castigos ejemplares. En opinión de Murga, aunque
pueda haber algo de real en todas las acusaciones contenidas en el relato que Tito Livio hace
del escándalo (desórdenes sexuales, placeres libidinosos en medio de la embriaguez más
escandalosa, desvaríos lujuriosos, testigos falsos, falsificación de testamentos, envenenamientos
y asesinatos secretos, unido todo ello a una mística frenética y alocada que ahogaba los gritos
de los que eran muertos o estuprados en las reuniones nocturnas, junto con la presencia de
la homosexualidad en las ceremonias dionisíacas), ni posiblemente hubo esos crímenes, ni
fueron ciertas esas falsificaciones de testamentos, ni tampoco tuvo seguramente la revuelta
ningún carácter especial de coniuriatio, como parece querer decirnos el historiador Livio. Más
bien estaríamos, en opinión de Murga, en presencia de un fenómeno social complejo y poco
comprendido, y en donde el terror de los senadores –como componente adulto de la sociedad-
extremará las medidas rigurosas y durísimas del senadoconsulto castigador. Según Murga, el
culto de Dionisios (Baco), al que los jóvenes se sintieron naturalmente atraídos porque en él
se encontraría la vida pletórica en toda su bella barbarie y porque en el mismo se entreveía
una especie de futuro de la humanidad, más optimista y más alegre, atravesó primeramente
una fase mágico-animística, para evolucionar posteriormente, como todas las religiones de la
antigüedad, hacia una antropomorfización, y desembocar en su última fase de madurez mística
en un frenesí orgiástico. Frente a las viejas religiones raquíticas y nacionalistas, el movimiento
báquico ofrecía a sus adeptos una cosmovisión que los vinculaba con todos los hombres
del mundo. Así, frente a las injustas concepciones de la sociedad conservadora, las nuevas
generaciones vieron tal vez en Baco un Salvador y detrás de él un mundo sin clases sociales
y sin guerras, un dios cercano que sufre y goza con los iniciados en su culto. Para Murga, una
sociedad cansada del escepticismo y madurada en la fragua del dolor es la madera seca en la
que prende con voracidad el fuego de esos cultos y religiones monolátricas. La idea de una
divinidad hecha a imagen y semejanza del hombre no es en realidad más que la plasmación de
un vivo deseo de paz, de unidad y de individuación salvadora. Cada persona, libre o esclavo,
maduro o joven, patricio o plebeyo, es absolutamente igual ante un dios joven que no entiende
ya de privilegios de clase ni de religiones nacionalistas. Tal vez habría que pensar, según Murga,
que, al menos en un principio, las reuniones de los iniciados en el culto de Baco no tuvieron
las características de lascivia e inmoralidad con las que se nos presentan en el discurso político
del foro, pareciendo presidir esas primeras reuniones una tranquila paz campesina, con ritos
esencialmente religiosos, madres acompañadas de sus hijos y gentes “como movidas por un
dios”. Posiblemente los excesos y la corrupción aparecieron, en opinión de Murga, en mayor
o menor medida, mucho más tarde, quizá originados por aquella canalización de la inquietud
juvenil, en donde la rebeldía iría dando un tono cada vez más acre y amargo a las reuniones; las
reuniones báquicas debieron sufrir una progresiva evolución, acelerada tal vez por los mismos
fenómenos políticos y sociológicos de la historia de Roma. Tras los primeros momentos de
castigos ejemplares a consecuencia del senadoconsulto de Bachanalibus, cuya repercusión
fue gravísima, rápida y eficaz, la doctrina del culto báquico, con su claro sentido mesiánico,
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 449
contagiaría, años más tarde, a los filósofos e ideólogos de Roma en momentos de expansión
pre-imperial. En el año 181 a.C., el Senado ordenó una pública quema de libros –denominados
por los historiadores con el insólito nombre de “libros de Numa”- por entenderlos como
claramente peligrosos. Según Murga, esos libros no eran sino tratados doctrinales de carácter
neo-pitagórico, una especie de filosofía mística eterealizada. Años más tarde, entre el 173 y
el 161 a.C., siendo cónsules Fabio Estrabón y Valerio Mesala, los pensadores considerados
peligrosos fueron expulsados de la ciudad por disposición del Senado. Finalmente, para Murga,
en esta evolución que traza, la nueva burguesía romana, nacida al calor de un mayor nivel
económico post-bélico, probablemente contaminaría con un virus de perversión a un sector
joven que intentaba luchar buscando a ciegas visiones ecuménicas. Ello, si fue realmente lo que
ocurrió, explicaría, según Murga, el rápido malogro y la íntima degradación sufrida en la etapa
final del culto dionisíaco, vieja religión de la esperanza, convertida con el paso de los siglos -tal
y como sus contemporáneos la ven y nos la transmiten- en un vulgar reducto de nigromantes,
espiritistas, falsos taumaturgos y damas histéricas, es decir, como una sombra de lo que, en
opinión de Murga, efectivamente fue.
EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO DE
CONTROL Y REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA ANTIGUA ROMA.
450 BREVE RECORRIDO HISTÓRICO
peregrino Cn. Cornelio Híspalo expulsó de Italia a los caldeos por el daño que
causaban en el vulgo con la engañifa de sus horóscopos, y, con ellos, también a los
judíos, por tratar de introducir el culto de Júpiter Sabazio. Otros dos casos impor-
tantes de delitos contra la religión, con sus matices políticos, y relacionados más o
menos con la literatura, de que se dan cuenta en las fuentes, son, respectivamente,
los de Q. Valerio Sorano, tribuno de la plebe, que en el 82 a.C. fue asesinado en Si-
cilia, probablemente por orden del Senado, por haber revelado el nombre secreto
de Roma en su obra Epoptides, y el de Nigidio Fígulo, senador y pretor el año 58
a.C., desterrado por César y que murió en el año 45 a.C., al que se consideró como
sacrilegus por la maledicencia de la gente y sus enemigos políticos, a consecuencia
de sus conocimientos de adivinación, astrología e interpretación de los sueños.
En el ámbito de la libertad de expresión, durante la República, como se
puede comprobar a través de las noticias que nos transmiten Cicerón y los literatos
de finales de aquella época12, existió una amplia libertad de palabra y pluma para
expresar el pensamiento propio. El Italum acetum se vertía tanto en reuniones de
tipo privado, como público. Además, circulaba una enorme cantidad de panfle-
tos políticos en forma de discursos, epístolas, opúsculos y versos con las injurias
y calumnias más atroces, dirigidas a los jefes de los diferentes partidos13, siendo
válido utilizar cualquier medio para desacreditar al enemigo, por entrar en las re-
glas admitidas dentro del juego político14. En cualquier caso, según un sector de
la doctrina, el sistema republicano contó desde muy antiguo con las bases legales
suficientes para poder llevar a cabo una enérgica represión de esos excesos; bases
legales que el Principado no tuvo más que volver a retomar, para cortar dichos
excesos de raíz.
Entre esas bases legales se cita un precepto de la ley de las XII Tablas, en
concreto, el VIII.1.b.15, en el que aparentemente se distinguirían dos delitos: la oc-
centatio (interpretado como “cantar contra alguien”), y el carmen condere quod infa-
mian facet flagitiumve alteri (“componer una canción”)16. Para ambos se establecía la
costumbre que, con el paso del tiempo, se transformó en una mutación decadente, pues los
versos que antes alababan al amigo se pusieron después al servicio de las infamias, injuriando
al prójimo inocente. Marrone cree que este comportamiento de los romanos se fundaba no
tanto en la intención de dañar la fama de la persona a la que se dirigían como en la exigencia
de restablecer el equilibrio turbado, por lo que podría pensarse que la falta de represión era
consecuencia de la ausencia del elemento subjetivo (intención de ocasionar la ofensa) en el
ofensor. Pero, como indica Marrone, las fuentes literarias recogen alusiones y frases lesivas de la
personalidad moral de la víctima, no pronunciadas con ocasión de motivos felices; así, aparecen
frases lesivas del decoro de las personas pronunciadas durante banquetes (Hor., Sat. 1.4.86-
89), en los baños públicos o en el foro (Hor., Sat. 1.4.75), en salas de tribunales en el curso de
procesos privados (Hor. Sat. 1.7.20 ss.) y públicos (Suet., Caes. 22.49), etc., supuestos en los que
la presencia de la gente era causa de incomodación para la persona que era objeto de escarnio.
Estos comportamientos lesivos de la reputación y el honor de otras personas comienzan a ser
reprimidos gradualmente por la intervención del pretor desde finales del siglo II a.C.
15 Tab. VIII 1.b: nostrae XII tabulae cum perpaucas res capite sanxissent, in his hanc quoque
sanciendam putaverunt: si quis occentavisset sive carmen condidisset, quod infamiam faceret
flagitiumve alteri (Cic., de rep. 4.10.12 (ap Aug. de civit. Dei 2.9). Vid. Rascón García y García
González, op. cit., p. 21. En sus observaciones al precepto indicado, así como al párrafo anterior
(Tab. VIII 1.a: qui malum carmen incantassit), p. 83, señalan que “algunos autores interpretan
el primer fragmento como represión de los actos de encantamiento tendentes a atraer el mal
sobre una persona, y otros como la de los libelos infamantes o deshonrosos. El segundo párrafo
(1.b) parece más claro al tratar de proteger la estima pública de las personas de los versos o
composiciones ignominiosas”. En relación a estos textos, cfr. bibliografía citada, entre otros,
por Santalucia, Derecho penal romano cit., p. 61 nt. 3; Id., Diritto e processo penale cit., p. 59
y nt. 45; Fernández Prieto, La difamación en el Derecho romano, Valencia, 2002, p. 156 n. 390
y s. Para la noción de iniuria en las XII Tablas, y su evolución histórica, con particular atención
al cometido del pretor –mediante la creación de una serie de acciones similares con fórmula
aestimatoria (en sustitución de la pena pecuniaria fija de los preceptos decenvirales, que
habría devenido irrisoria como consecuencia de la devaluación monetaria ocurrida en época
republicana), tipificadas cada una de ellas por un factum ilícito y lesivo distinto, no referido
sólo a lesiones físicas, sino principalmente a lesiones morales- y de la Jurisprudencia –que, a
través de su interpretatio y generalización agrupó los diversos comportamientos lesivos del
honor, la fama y la dignidad de las personas, junto con las lesiones físicas, bajo la rúbrica general
de iniuriae, y extendió el primer edicto (edictum generale de iniuriis aestimandis), en origen
referido sólo a las lesiones físicas, a todos los casos de iniuriae- para adaptar la letra de la ley
a la concreta realidad social a la que aquella debía de ser aplicada, cfr., por todos, Fernández
Prieto, op. cit., p. 43 ss., con amplias referencias bibliográficas.
16 Así lo entiende, por ejemplo, Fraenkel (en la reseña a la obra de Beckmann del año 1923,
Zauberei und Recht in Roms Frühzeit), publicada en Gnomon 1, 1925, p. 185 ss.), apoyándose
en un texto del Digesto de época posterior, D. 47.10.15.27, en cuyo último inciso se hacía
EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO DE
CONTROL Y REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA ANTIGUA ROMA.
452 BREVE RECORRIDO HISTÓRICO
señalar que los acusadores no desempeñaban su función pensando solamente en la utilidad que
reportaban a la res publica, sino que, tanto la defensa como la acusación, en las causas
importantes, era solicitada por los motivos más diversos: acusadores que trataban de inferir daños
a sus adversarios utilizando el proceso; acusadores excesivamente jóvenes, con lo que ello
implicaba de imprudencia al acusar; ciudadanos que deseaban medrar solamente mediante las
acusaciones; acusadores deseosos de obtener una participación en los bienes de sus reos. Ante
éste panorama, a través de la lex Remmia se creó, mediante su regulación, el proceso criminal por
calumnia, en el que era posible respetar el derecho a la libre acusación y sancionar a posteriori los
abusos de los acusadores. El citado procedimiento por calumnia, regulado por la lex Remmia, que
fue introducido por la vía de la práctica procesal en el derecho local y provincial, hipotéticamente
se iniciaría o bien a instancia del reo calumniado, o bien por el propio magistrado o por un tercero
ajeno al proceso principal, si bien estos dos últimos casos no pueden estimarse más que como
meras conjeturas. La solicitud por parte del reo calumniado para que se juzgase la calumnia de su
acusador debía realizarse antes de que finalizase el proceso principal, y posiblemente en el inicio
mismo del procedimiento principal. Dicho proceso por calumnia tenía lugar praesente accusatore,
pues también en él regía el principio ne absens damnetur. También en relación con el reus, pese a
la inicial solicitud (de realización de dicho proceso por calumnia), el proceso criminal contra el
acusador sólo tenía lugar cuando el reo resultaba efectivamente absuelto; si era condenado decaía
su solicitud de una poena calumniae para el acusador. La absolución del reo, que no implicaba la
condena automática del acusador, al menos mientras que la calumnia se mantuvo en su originario
sentido subjetivo doloso, se configuraría por la lex como una condicio iuris a la que se subordinaba
la instauración de un proceso por calumnia contra el acusador. En cuanto a la competencia para
entender de estos asuntos, la lex Remmia no creó una quaestio específica para juzgar los
supuestos de calumnia, siendo el mismo tribunal ante el cual se había producido la acusación
pretendidamente calumniosa el llamado a resolver la calumnia accusatoris. En provincias la
competencia para sancionar la calumnia se atribuía al praeses provinciae. Mediante la sentencia
del proceso de calumnia únicamente se resolvía la quaestio facti, es decir, el tribunal únicamente
se limitaba a efectuar un pronunciamiento sobre la existencia o no existencia de la calumnia en
aquella acusación que el acusador –convertido en reus del proceso por calumnia- no había logrado
demostrar; la pena era cuestión legal y venía fijada por la lex Remmia. Respecto a la naturaleza
jurídica del proceso criminal de calumnia, sobre su posible calificación como juicio público o
extraordinario, cabe indicar que la calumnia cometida en un proceso público se juzgaba en un
proceso también público; mientras que la cometida en un proceso extraordinario se juzgaba –y
sancionaba- también de forma extraordinaria. Sólo en el primer supuesto sería de aplicación la lex
Remmia, sin que deba excluirse la posible influencia de esta ley sobre los procesos extraordinarios
de calumnia. Por lo que se refiere a la sanción establecida por la lex Remmia, es de indicar que la
poena calumniae consistiría en la “retorsión de la pena”, es decir, que el condenado por calumnia
lo era a sufrir aquella misma pena que tendría que padecer el reus calumniado, en el supuesto de
que hubiera resultado condenado por el crimen que le imputó el calumniador. A los
calumniadores se les privaba por la lex Remmia del derecho a acusar, salvo en aquellos supuestos
en los que con la nueva acusación tratasen de perseguir una ofensa personal o la muerte de un
pariente próximo. Para asegurar la eficacia de esta prohibición, y al mismo tiempo denunciar
públicamente la calidad moral y social del calumniador, la lex Remmia habría previsto que el
condenado por calumnia fuese marcado con una “K” en la frente, quedando la imposición de esta
pena accesoria a la discrecionalidad del magistrado. Como consecuencia de la condena por
calumnia, a los calumniadores se les irrogaba la infamia. Probablemente el régimen de la lex
Remmia se mantuvo vigente durante la época imperial. La regulación establecida por dicha ley fue
desarrollada y completada por el senadoconsulto Turpilano, del año 61 a.C., incluyendo también
como sancionables con la misma pena prevista para el acusador calumnioso una serie de
supuestos nuevos, que no aparecían contemplados en la ley, pero que eran aproximables al
concepto de calumnia, en concreto, los del fautor y el instigador de la acusación calumniosa. La
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 455
interpretación posterior del senadoconsulto, por presumible obra de los juristas, habría extendido
la sanción de éste a los supuestos en que el instigador o el fautor se servían de una persona
interpuesta para solicitar al accusator. En todos los supuestos estas conductas eran sancionadas
cuando el acusador-mandatario no lograba probar la acusación intentada, y ésta, posteriormente
era declarada calumniosa en el correspondiente proceso. Respecto a las personas que podían
figurar como acusadoras sin incurrir en el riesgo de calumnia –las denominadas personae
exceptae- se pueden apreciar dos categorías: la primera, basada en la relación personal y directa
del acusador con la víctima del crimen acusado, en la cual se encontrarían los supuestos del padre
o de la madre que acusan la muerte de su hijo, o del hijo que persigue la muerte de sus padres, así
como el supuesto del heres extraneus que persigue la muerte del causante sobre la base de la
sospecha que él mismo le comunicó acerca de su propia muerte; la segunda, la de aquellos
supuestos en los que el crimen acusado afectaba personalmente al acusador, como ocurría en el
caso del padre y el marido de la mujer presuntamente adúltera, que podían acusar el adulterio de
ésta –intra dies sexaginta divortii- sin incurrir en riesgo de calumnia. Estas excepciones
probablemente aparecerían recogidas en el senadoconsulto Turpiliano, tratándose con ellas de
atemperar los riesgos de la calumnia en aquellos casos en que se reconocía justamente que el
acusador no había podido valorar fría y reflexivamente su acusación. En relación a la calumnia y la
lex Remmia, cfr., además el elenco bibliográfico citado por Santalucia en Derecho penal romano
cit., p. 95 nt. 6, 129 nt. 10 y 144 nt. 2, los trabajos de Centola titulados Il “crimen calumniae”.
Contributo allo studio del proceso criminale romano, Napoli, 1999 (recensión de Garofalo en Labeo
48, 2002, p. 121 ss.), y “Alcune osservazioni in tema di “calumnia” nel proceso privato romano
dalla repubblica al principato”, en SDHI, 66, 2000, p. 165 ss. Sobre la posible relación entre el título
edictal de calumniatoribus con la lex Remmia de calumniatoribus, consideradas como dos medidas
complementarias que se enmarcan en una misma política de represión de la calumnia –puesto
que con la última se sanciona el crimen calumniae, y con la acción edictal el lucrum que podía
mediar en la acusación calumniosa-, que probablemente fueran introducidas en torno al año 91
a.C., cfr. García Camiñas, Ensayo de reconstrucción del título IX del Edicto perpétuo: De
calumniatoribus, Monografías de la Universidade de Compostela, nº 182, Santiago de Compostela,
1994, p. 71 ss. En relación con esta obra, cfr., entre otras, la recensión de Hans-Dieter Spengler,
publicada en ZSS, 1997, p. 593 ss. Según Fernández Barreiro, en su prólogo al mencionado Ensayo
cit., de García Camiñas, p. 12 s., “el concepto de calumnia con que opera la lex Remmia se refiere
al hecho de que un acusador plantee ante una quaestio dolosamente una acusación infundada
contra el reo de que conoce su inocencia; la absolución del reus proporciona, así, el elemento
objetivo de la calumnia, al quedar patente la falta de fundamento de la acusación, pero la
condena del falso acusador como calumniador sólo se produce si en el iudicium calumniae
correspondiente se aprecia que hubo dolo en su comportamiento procesal al plantear la
acusación, con el propósito de causar un perjuicio al acusado. Los componentes éticos en que se
sustenta la normatividad sustantiva y procesal en la política del derecho que impulsa la
jurisdicción pretoria, apreciados en materia de dolo procesal, condujeron a trasladar al ámbito del
proceso privado el concepto de calumnia, siendo a tal efecto introducidas en el Edicto diversas
medidas para su represión. El edicto de calumniatoribus (EP. Tit. IX) debía contener el anuncio de
la actio que Gayo presenta como iudicium calumniae, el iusiurandum calumniae y la actio in
factum contra quien actuó calumniae causa por percibir alguna ventaja económica, única acción
que se conserva en el Digesto (3.6)”.
EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO DE
CONTROL Y REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA ANTIGUA ROMA.
456 BREVE RECORRIDO HISTÓRICO
De la época de Sila datan dos leyes importantes en las que, según un sector
de la doctrina, se trataba la cuestión de la persecución de los libelos desde los pla-
nos privado y público: la lex Cornelia de iniuriis, y la lex Cornelia maiestatis.
Por lo que se refiere a la primera21, se suele citar en relación a la misma, un
comentario de Ulpiano, que aparece recogido en D. 47.10.5.9-1122, en los que, en opi-
nión de algunos autores23, claramente se hace referencia a los libelos difamatorios,
aunque en un lenguaje jurídico propio del Imperio, indicándose que los términos
de la ley son precisos y rigurosos respecto a la pena establecida de“intestabilidad”24,
que entrañaba no sólo la incapacidad para deponer como testigo, sino también la de
hacer testamento, tanto para el escriba, como para su autor, y para quien lo entrega-
se al escriba para ser copiado (“scripserit”,“composuerit”, “ediderit”).
Tanto esta ley, como la actio iniuriarum –para manifestaciones verbales; sus-
ceptible también para las befas de la comedia25- servirían para proteger en aquél
21 Respecto a esta ley, vid Santalucía, Derecho penal romano cit., p. 84, y referencias
bibliográficas en p. 94 nt. 4; Id., Diritto e proceso cit., p. 151 ss, y 212.; Fernández Prieto,
La difamación cit., 116 ss. Precisamente con la lex Cornelia se produjo el problema de la
concurrencia de los dos medios de sanción: la actio iniuriarum pretoria –acción privada del
edicto- y la quaestio de iniuriis –juicio público de la ley Cornelia-, planteándose la cuestión de
determinar si los supuestos de hecho previstos por la ley Cornelia podían igualmente hacer
nacer la acción pretoria de injurias y, en caso afirmativo, si se podría sucesivamente obtener el
pronunciamiento de una pena por la jurisdicción criminal y la condena del demandado a una
indemnización por los tribunales civiles. Para esta cuestión, vid. Fernández Prieto, La difamación
cit., p. 132 ss. y 380 ss., con referencias doctrinales.
22 Para las distintas interpretaciones doctrinales ofrecidas en relación a estos textos, remitimos
a Fernández Prieto, La difamación cit., p. 221 ss.
23 Como por ejemplo es el caso de Manfredini, “L’iniuria nelle XII Tavole. Intestabilis ex lege
(Cornelia de iniuriis?)”, en Derecho de obligaciones. Homenaje al profesor Murga Gener, Madrid,
1984, p. 809 ss.; Id. Contributi allo studio dell’iniuria in etá republicana, Milano, 1977, p. 230
ss.; Id., La diffamazione verbale cit., p. 205 ss.; y Muciaccia, “In tema di repressione delle opere
infamanti (Dio 55,27)”, en Studi in onore di Arnaldo Biscardi, 5, Milano, 1984, p. 71 ss., que,
basándose en D. 47.10.5.9., entienden, con distintas matizaciones, que la lex Cornelia, además
de los tres casos que se nos señalan en las fuentes (pulsare, verberare y domum vi introire),
habría contemplado también el supuesto de la difamación escrita, disponiendo, en caso de
condena, la pena accesoria de intestabilidad. Sin embargo, la doctrina mayoritaria entiende,
también con distintas matizaciones, que no fue la ley Cornelia, sino un senadoconsulto posterior
el que estableció o extendió la pena de intestabilitas. Cfr. al respecto Lapuerta Montoya, Estudio
sobre el edictum de ademptata pudicitia, Valencia, 1999, p. 63, nt. 126.
24 Respecto a la polémica doctrinal sobre la cuestión relativa a la pena prevista por la ley
Cornelia, vid. Fernández Prieto, La difamación cit., p. 128 nt. 302.
25 En relación con la difamación escrita –ilícito éste que fue en origen subsumible en el
edicto ne quid infamandi causa fiat, y, por tanto, objeto de represión ordinaria privada-, es
frecuente encontrar en los testimonios literarios de la última época republicana argumentos
apologéticos y legitimantes de la difamación –no dar publicidad a los escritos difamatorios,
emplear la difamación como legítima defensa, derecho a decir verdades sobre el indignus, etc.-;
argumentos que, teniendo en cuenta que la actio iniurarum ex edicto ne quid infamandi causa
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 457
período histórico tanto el honor de los particulares, como de los magistrados que
hubieran sufrido críticas insultantes tras salir del cargo desempeñado.
Mediante la lex Cornelia maiestatis26 se penalizaría el delito de lesa majes-
tad . Aún a pesar de la falta de testimonios suficientes, algunos autores suponen
27
que probablemente serviría para castigar de algún modo en época republicana las
injurias verbales o escritas vertidas contra las autoridades públicas.
Siguiendo el concepto que de lesa majestad proporciona Cicerón, al se-
ñalar que “disminuir la majestad es suprimir algo de la dignidad o del prestigio
o de la potestad del pueblo o de aquellos a quienes el pueblo dio la potestad”28,
fiat era concedida por el pretor tras una animadversio o causae cognitio y el carácter in bonum
et aequum concepta de aquélla, probablemente fueran apreciados por el pretor para conceder
o denegar la acción y por el juez privado para absolver al difamador cuando se verificase que el
difamado era un culpable. Vid. Fernández Prieto, La difamación cit., p. 220 s. Sobre algunos de
los argumentos apologéticos y legitimantes de la difamación, cfr. Manfredini, La diffamazione
cit., p. 178. Según éste autor, op. cit., p. 203 s., es posible que en la aplicación de estas reglas
se favoreciesen los personalismos y se protegiesen intereses particulares y de clase, y que se
otorgase la máxima tolerancia a la difamación, no recogiéndose en las fuentes ningún caso de
aplicación de la actio iniuriarum ex edicto ne quid infamandi causa fiat por difamación escrita.
Para Manfredini, la actio dirigida contra el difamador podría prosperar cuando el escrito
difamatorio presentase las siguientes características: “no circulaba en ámbitos restringidos,
sino que era vendido en librerías; no era recitado en privado, sino en público; se trataba de un
escrito a cuya licentia el autor no pudiese contraponer su virtus, ni ésta a la improbidad del
difamado; que se tratase de un escrito que no fuese respuesta a una precedente difamación; o
un escrito cuyo autor no pudiese alegar la protección de los prudentes. Otros casos sancionables
se encontrarían recogidos en Gai. 3.220, que concedería acción cuando un libellus o carmen
era compuesto ad infamiam alicuius; D. 47.10.5.9-11 (ya citados), y D. 47.10.6, que se refieren
al supuesto de escritura, composición o publicación de un liber ad infamiam alicuius pertinens
o de epigrammata aliudve quid in notam aliquorum; y D. 47.10.15.44, que para el caso de
un esclavo infamatus sit vel facto aliquo vel carmine scripto, dispone que el pretor tendrá
en cuenta, para conceder o denegar la acción, tanto la injuria que se dice cometida como la
persona del esclavo contra quien se dice cometida.
26 A través de esta lex Cornelia de maiestate se amplió y precisó el alcance de la quaestio de
maiestate, instituida por la lex Appuleia, que prohibía bajo amenaza de pena capital diversas
especies de atentado cometido por cualquiera contra la independencia, la seguridad, el
prestigio del populus Romanus y de sus órganos fundamentales, incluyendo algunas violaciones
contenidas en los términos de la antigua perduellio y de la misma proditio. Vid. Santalucia,
Derecho penal romano cit., p. 83, y referencias bibliográficas en p. 93 nt. 4; Id., Diritto e proceso
cit., p. 143 s.
27 Sobre el crimen de lesa majestad en época republicana, que solía acompañar como
acusación accesoria a otras, cuando no era ella misma la principal, cfr. Gundel, “Der Begriff
maiestas im politischen Denken der römischen Republik”, en Historia. Revue d’histoire ancienne,
12, 1963, p. 263 ss.; Bauman, The crimen maiestatis in the Roman Republic and Augustean
Principate, Johannesburgo, 1967; Guizzi, “Sul crimen maiestatis”, en Labeo 19, 1973, p. 219
s.; Gaudamet, “Maiestas populi Romani”, en Synteleia V. Arangio-Ruiz, 2, Napoli, 1964, p. 699
ss.; De Castro-Camero, El crimen maiestatis a la luz del Senatus consultum de C. Pisone Patre,
Sevilla, 2000.
28 De invent. II 17.53.
EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO DE
CONTROL Y REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA ANTIGUA ROMA.
458 BREVE RECORRIDO HISTÓRICO
29 Así lo entiende Gil, op. cit., p. 153 ss. Según éste autor, op. cit., p. 154 s., “la maiestas no
es en su origen un concepto de derecho público, sino un sentimiento, y como tal impreciso
y flotante, del honor y dignidad del pueblo romano. Como tal es muy probable que tenga un
origen aristocrático y no popular en contra de lo que creía Mommsen, para quien este sentido
de la ‘mayor consideración’ o ‘elevada posición’ lo habría recabado el pueblo para sí y sus
representantes, los tribunos de la plebe, frente a la potestas de los magistrados, habiéndose
extendido a éstos a partir de la lex Hortensia (286 a.C.). Lo más verosímil, empero, es el proceso
inverso: la maiestas correspondería en un principio a los magistrados, y así en un pasaje de Tito
Livio (459 a.C.) –III 24.9- los cónsules aluden a su maiestas frente a los tribunos de la plebe, y de
ellos se extendería al pueblo y al estado romano, conforme se fueron agrandando sus fronteras
y adquiriendo sus gentes conciencia de superioridad frente a las demás naciones”.
30 Sobre la evolución de la libertad y de su concepto en Roma, cfr. von Luebtow, Blüte und
Verfall der römischen Freiheit, Berlin, 1953; Wirszubski, Libertas as a Political Idea at Rome
during the Late Republic and Early Principate, Cambridge, 1950; Beringer, s.v. “Princeps”, en PW,
p. 2080 ss.
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 459
Según el anónimo autor, la pax Romana, que aparece como resultado del
régimen imperial, al hacer desentenderse a los ciudadanos de los negocios públi-
cos, los vuelve egoístas, los induce a concentrarse en sus vidas privadas, y favorece
el afán de placeres y riquezas, el cual, por someter a los hombres del momento
al yugo de sus pasiones y corromper sus naturalezas, completa el círculo vicioso,
haciendo de ellos seres más dignos de ser mandados, que de mandar. De ahí que
su servidumbre pueda llamarse “justa”.
Las palabras transcritas se escribieron quizá poco después de la muerte de
Calígula, momento de gran exaltación ante las nuevas perspectivas de libertad, en el
que se pensó incluso en restaurar el antiguo régimen republicano.Ya a finales del si-
glo I, tras el largo período de opresión y tiranía de Domiciano, todos los ciudadanos
eran plenamente conscientes de las renuncias que implicaba el sistema imperial.
También en sentido crítico, Tácito, en el prólogo de sus Historias, se queja
de que, después de la batalla de Acio, el desconocimiento de la política, unida al
odio y a las simpatías partidistas, indujese a los nuevos historiadores a atentar
contra la verdad31.
El antiguo historiador encuentra asimismo en la pax Romana el origen de
la decadencia de la retórica32, señalando de forma expresiva y clara: “De la misma
manera que nuestros cuerpos crecen lentamente y se extinguen con rapidez, se
puede oprimir a los talentos y a los estudiosos con mayor facilidad que darles vida.
Pues el placer de la inercia acaba por apoderarse de uno, y se termina amando la
desidia que en un principio resultaba odiosa”33. En definitiva, la “inertiae dulcedo”
sería la verdadera causa de la decadencia de las letras en el Imperio.
Otro autor, Plinio, contemporáneo y amigo de Tácito, se pronunció en sen-
tido parecido en algunas de sus cartas34. Según Plinio, durante aquellos tristes años
de tiranía, los hombres no podían vivir con autenticidad su propia naturaleza, ni
desarrollar sus facultades, ni saber siquiera cuáles eran sus aspiraciones.
31 Tácito, Hist. I 1.
32 Tácito, Dial. de or. 36-37.
33 Tácito, Agrícola, cap. III.
34 Plinio, Ep. VIII 8-10: “Nosotros también hemos visto la curia, pero una curia temblorosa y
sin lengua, puesto que el decir lo que se quería era peligroso, y triste decir lo que no se quería.
¿Qué es lo que entonces se pudo aprender, si al Senado se le pedía o una pasividad extrema
o una extrema injusticia; si, manteniendo como juguete o como víctima, jamás deba decretos
serios, con frecuencia los daba tristes?. Los mismos males los hemos visto como senadores,
y llevando ya nuestra parte de desgracias durante muchos años, en los que nuestros ingenios
quedaron para el futuro embotados, rotos, deformados. Breve es el tiempo –pues tanto más
breve resulta, cuanto más feliz es- en el que deseamos saber qué somos y practicar lo que
sabemos”.
EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO DE
CONTROL Y REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA ANTIGUA ROMA.
460 BREVE RECORRIDO HISTÓRICO
A la referida acción indirecta sobre los hombres de letras hay que sumar
la acción censoria desarrollada por los emperadores, que, mutatis mutandis, pro-
sigue por los cauces trazados en época republicana en materia religiosa y social,
con la importante salvedad de la aparición –y esta es la novedad del siglo en el
tema que nos ocupa- de una censura política, implicada en ciertos aspectos con
las anteriores, hasta el punto de no poderse separar bien. La lex maiestatis35,
tanto más temible ahora al haber acaparado el princeps en su persona toda la
maiestas36, se empleará implacablemente para ahogar en germen cualquier opo-
sición al régimen. Toda crítica oral o escrita a los agentes de la autoridad imperial
o a los personajes de la Corte imperial podrá ser cortada de raíz mediante la
lex Cornelia de iniuriis, aplicada con gran rigor, por cuanto interesa al princeps
justificar su severidad contra las lesiones a su persona. La censura religiosa, al
revestir el emperador carácter divino37, se irá haciendo cada vez más estricta, a
la par que la represión de la adivinación y las artes ocultas, cuyos peligros polí-
ticos se ponen de relieve más que nunca. Por ello, la consulta de principis salute
a los adivinos, será penada con la muerte, y los astrólogos serán una y otra vez
objeto de destierros y persecuciones. El emperador recabará para sí, amparado
en su título de pontifex maximus, el alto control –ejercido anteriormente por el
35 Cfr. Bauman, “Impietas in Principem. A Study of Treason against the Roman Emperor with
special Reference to the First Century A.D.”, en Münchener Beiträge zur Papyrusforschung und
antiken Rechtsgeschichte, 57, 1974. Para la lex de maiestate en esta época concreta, cfr. las
referencias bibliográficas cit. por Santalucia en Derecho penal cit., p. 124, nt. 2.
36 El crimen maiestatis, que surgió como un delito “contra el pueblo romano y su seguridad”,
fue asumiendo con el cambio operado en la realidad política el carácter de delito contra
el príncipe, supremo depositario del imperium y personificación del estado mismo.
Naturalmente, la aplicación del concepto de maiestas, vago e indeterminado, sufrió toda
una serie de variaciones en el curso de la edad imperial, según la actitud asumida por los
particulares príncipes y las tendencias dominantes en las diversas épocas. Así, se incluyeron
progresivamente dentro de esta figura, además de los atentados a la vida del emperador y las
conjuras o sediciones dirigidas a derrocarle (cfr. Paul. Sent. 5.29.1), las ofensas a su dignidad
con palabras o con escritos ultrajantes o difamatorios (cfr. Paul. Sent. 5.29.1), la violación de
las estatuas y de las imágenes que le representaban (cfr. D. 48.4.6; D. 48.4.7.4; D. 48.4.4.1; D.
48.4.5); el uso de prácticas mágicas para conocer su futuro o el de su familia (cfr. Coll. 15.2.3;
Paul. Sent. 5.21.3), el rechazo a realizar sacrificios a su efigie y de prestar juramento per genium
principis (hipótesis ésta que constituía el normal fundamento de persecución de los cristianos).
Vid. Santalucia, Derecho penal romano cit., p. 118 s., con referencias bibliográficas en p. 128
nt. 10; Id., Diritto e proceso cit., p. 256 s.; Duplá Ansuategui, Videant consules. Las medidas de
excepción en la crisis de la República romana, Zaragoza, 1990, p. 195 ss.
37 Desde Augusto, maestro de la propaganda y del uso de los recursos que ofrecía la religión en
su favor, se construyó un modelo de divinización progresiva del emperador y sus antepasados,
que se institucionalizó en el culto imperial. Cfr. al respecto, Zanker, Augusto y el poder de las
imágenes, Madrid, 1992; Id., “Il mondo delle immagini e la comunicazione”, en Storia di Roma
dall’antichitá a oggi. Roma antica, (a cura di Giardina), Roma-Bari, 2000, p. 211 ss.
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 461
Senado- sobre los libros adivinatorios del estado romano. De ahí, la realización
de nuevos expurgos, negativas a ampliar el canon oficial y una rigurosa custodia
de los oráculos sibilinos.
La magia, al ir en aumento la superstición, se castigará con creciente dureza,
siendo curioso observar cómo los procesos de lesa majestad se implican con frecuen-
cia con acusaciones de ejercicio de malas artes.Y como el concepto de magia, al igual
que el de lesa majestad, es muy elástico, se puede comprobar que puede ampliarse
hasta constituir un delito de tipo religioso, que a su vez se deja sin definir con preci-
sión, para poder, llegado el caso, recurrir a él cuando interese atajar la propagación
de religiones nuevas, peligrosas para la seguridad del estado. Así, en época de los
Severos, la lex Cornelia de sicariis et veneficiis se aplicará a los fundadores y propagan-
distas de religiones nuevas.
Todo este mecanismo represivo quedará al arbitrio del emperador.
No obstante lo indicado, las formas se guardarán ocasionalmente, y
corresponderá al Senado ordenar –por sugerencia directa o indirecta del em-
perador- la pública cremación de escritos, así como dictar la sentencia corres-
pondiente contra sus autores, siguiendo el procedimiento tradicional, aunque
estas atribuciones censorias eran más aparentes que efectivas, versando la
auténtica censura senatorial, por una ironía de los tiempos, sobre la perso-
na misma del emperador ante el inapelable tribunal de la Historia, realizada
a través de la damnatio memoriae, decretada respecto de los emperadores de
execrable recuerdo38.
Si nos preguntamos por la política censoria concreta seguida a grandes
rasgos por los emperadores más significativos del siglo I, cabe señalar que Au-
gusto, por una parte, alentó la literatura oficial con la finalidad de alabar las exce-
lencias del nuevo régimen por él instaurado, que se concretaban en la paz imper-
turbable, la prosperidad general, la consolidación del Imperio, y la restauración
de la “ancestral y antigua forma de República” por la que quería hacer pasar su
nuevo sistema de gobierno39; por otro, intentó impedir que se alabase la antigua
libertad perdida, o que se llamase la atención sobre las particularidades del nuevo
régimen que pareciesen encontrarse en pugna con lo que hasta aquel entonces
fue tenido como esencia misma de lo romano40.
Durante la primera etapa del principado de Augusto se puede apreciar la
existencia de ciertas libertades, aunque suavemente controladas, permitidas a de-
terminados círculos literarios41, en los que la añoranza de las viejas tradiciones se
dejaba sentir con fuerza. También circulaba, aún sin restricciones, toda la literatura
panfletaria anterior al año 33 a.C. No obstante, la actuación de Augusto encubrió
una firme política de represión literaria, que marcaría la pauta a seguir por los em-
peradores siguientes.
Augusto, al igual que sus sucesores, se encontró con un importante proble-
ma a resolver, que se concretó en intentar dotar al Imperio de una cierta unidad
religiosa, dada la complejidad de pueblos, razas y religiones que abarcaba, con la
finalidad de garantizar la cohesión del sistema. Para ello procedió a llevar a cabo el
remozamiento de las viejas tradiciones religiosas romanas.
Consciente de los riesgos políticos derivados de la adivinación y la magia,
Augusto asumió el pontificado, y, en virtud de las atribuciones que le confería el
cargo, realizó una requisa de libri fatidici, cuyos autores entendió que no ofrecían
suficientes garantías, ordenando su entrega a los pretores para que se procediese a
su quema. En los últimos años de su gobierno se prohibió a los adivinos que res-
pondiesen en privado o en público sobre la muerte de alguna persona.
Quizá el problema principal de Augusto se concretó en intentar imponer
silencio suavemente a las voces discrepantes de la oposición política. Para enfren-
tarse a los excesos de sus enemigos puso en vigor algunas leyes cuyo cumplimiento
parecía haberse olvidado: reforzó mediante un senadoconsulto42 la lex Cornelia de
iniuriis; estableció que la persecución de los libelos anónimos o escritos bajo nom-
bre supuesto se realizase de oficio por parte del Senado, y no a instancia de parte43;
40 Sobre las características del nuevo régimen cfr., entre otros, Kunkel, “Ueber das Wesen des
augusteischen Prinzipats”, en Gymnasium. Zeitschrift für Kultur der Antike und humanistiche
Bildung, 68, 1961, p. 353 ss; Fadinger, Die Begründung des Prinzipats. Quellenkritische und
staatsrechtliche Unterschungen zu Cassius Dio und der Parallelüberlieferung, Bonn, 1969; Jones,
Augustus, London, 1970; Sirago, Principato di Augusto. Concentrazione di propietà e di poteri
nelle mani dell’imperatore, Bari, 1978; Guizzi, Il principato tra “res publica” e potere assoluto,
1974, reimp. Napoli, 1989; Id., Augusto. La política della memoria, Roma, 1999; Levi, Augusto e
il suo tempo, Milano, 1986; Tondo, Crisi della Repubblica e formazione del Principato in Roma,
Milano, 1988; Id., Aspetti del Principato e dell’ordinamento in Roma, Milano, 1991.
41 Como los de Asinio Polón –que en sus libros enaltecía la memoria de héroes republicanos
como Cneo Pompeyo, Escipión, Afranio, Casio y Bruto- y Mesala Corvino –que llamaba en
público a Casio “su general”-.
42 Tal vez citado en D. 47.10.5.
43 Como parece desprenderse de D. 47.10.6, en el que se señala: “quod senatus consultum
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 463
y se volvió a utilizar la lex maiestatis para castigar las ofensas contra el emperador,
puesto que al aplicarse la lex Cornelia para la difamación privada, la iniuria contra
un magistrado con imperium o potestad tribunicia pasaba automáticamente a con-
vertirse en un caso de maiestas44. Además fue el primero en perseguir, en virtud de
dicha lex maiestatis, los libelos difamatorios45.
Tiberio, que estableció un sistema de gobierno ya declaradamente tiránico,
comprendió inteligentemente la necesidad de seguir la misma política represiva
de su predecesor Augusto con la finalidad de dar cohesión y unidad al Imperio.
Los problemas con que se encontró durante su gestión fueron sensiblemente los
mismos: el religioso y el político.
Los más decididos enemigos del régimen imperial eran por aquel entonces
los profesores de retórica, que aludían insistentemente al tema del tirano y del tira-
nicidio como acto de heroísmo. Quizá mayor aún era la gravedad que presentaban
los carmina probosa y libelos difamatorios que circulaban por toda Roma, así como
las poco recatadas alusiones al princeps en el teatro, ovacionadas fervorosamente
por el pueblo.
Donde se puede apreciar con más nitidez la actuación censoria de Ti-
berio es en la línea seguida en su política religiosa, tendente a recuperar los
cultos tradicionales, y a reprimir los nuevos que pudiesen ocasionar daños al
Imperio romano. Así, entre las diversas medidas tomadas al respecto, en el
año 19, Tiberio ordenó una persecución contra los cultos egipcios y judíos en
Roma46; en los años 16 o 17 se dictó un senadoconsulto contra los mathematici
y magi47; aplicó la lex Cornelia de sicariis et veneficis con rigor; mediante otro
senadoconsulto se expulsó de Italia a magos y adivinos, con la importante
innovación de prohibir al vulgo cualquier trato con los últimos; y se estableció
la pena de muerte también para el hariolus, haruxpes o vacinator que diera res-
puesta sobre la futura suerte del emperador.
Esta política de persecución a los adivinos, al tiempo que paradójicamente
se hacía uso de sus servicios, fue continuada por los emperadores que sucedieron
a Tiberio. Como es de suponer, la represión de la adivinación llevaba implícita en
sí una censura accesoria de los libros adivinatorios, cuyo objetivo habría de ser –
como ocurrió en el Bajo Imperio- su destrucción total. No obstante, es importante
resaltar que en época de Tiberio, frente a lo que ocurriría en períodos posteriores,
se distinguió entre una magia y un arte adivinatoria de efectos beneficiosos, casti-
gándose sólo el ejercicio de la misma con fines perniciosos, y no el conocimiento
teórico –scientia- de estas cuestiones.
Si bien la política religiosa de Tiberio se caracterizó por la prudencia, no
cabe decir lo mismo en el caso de la represión de los escritos políticos, en la que el
46 Se crucificó en Roma a los sacerdotes del templo de Isis, se arrojó la imagen de la diosa al
Tiber, y los cónsules reclutaron cuatro mil jóvenes judíos en edad militar para luchar contra
los bandidos en Cerdeña, sufriendo un buen número de ellos la última pena por no querer
transgredir la ley mosáica, y el resto de los miembros de la comunidad judía fue expulsado de
Italia. La orden de destierro fue acompañada de una cremación de las “vestiduras religiosas con
todos los instrumentos”, en la que hay que sobreentender la destrucción de los libros Santos del
judaísmo.
47 Recogido en Coll. XV, II 1-3.
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 465
caducorum”, en Labeo, 15, 1969, p. 221 ss. Respecto a los incapaces ex lege Iulia et Papia, cfr.
Voci, Diritto ereditario romano I, Milano, 1960, p. 420 ss. En cuanto al beneficium Traiani, cfr.
Provera, La vindicatio cit., p. 85 ss. Sobre las medidas tomadas por los diversos emperadores en
relación con los delatores –manifestando al respecto un comportamiento indulgente o severo-,
que aparecen indicadas en los Scriptores Historiae Augustae, vid. García Camiñas, Delator cit.,
p. 25 ss.
52 En relación a la controvertida figura de Nerón, cfr. Warmington, Nero. Reality and Legend,
London, 1969; Cizek, L’èpoque de Neron et ses controverses idèologiques, Leiden, 1972.
53 Sobre diversos aspectos biográficos del emperador Vespasiano, cfr. Pérez López, El poder del
Príncipe en Roma. La lex de imperio Vespasiani, Valencia, 2006, p. 26 ss.
54 Además de las fabulae togatae, las tragedias, como vehículo de oposición al régimen, y las
conferencias en el Foro o extemporáneas manifestaciones en el teatro de las nuevas doctrinas
democráticas defendidas por filósofos cínicos como Demetrio, Hostiliano, Diógenes o Heras.
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 467
55 A la misma precedieron los procesos de Helvidio Prisco (hijo), acusado de lesa majestad
en el Senado por Publicio Cesto, y que fue condenado a muerte por escribir un exordium
dramático; Herennio Seneción, acusado de impietas -por primera vez para calificar el delito
de lesa majestad, demostrando hasta qué punto se avanzó en el gobierno de Domiciano en
el camino del despotismo teocrático- y también condenado a muerte y su obra a las llamas;
EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO DE
CONTROL Y REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA ANTIGUA ROMA.
468 BREVE RECORRIDO HISTÓRICO
y Junio Aruleno Rústico, asimismo condenado a muerte, y cuyos escritos fueron quemados
públicamente por los triumviros capitales. A dichos procesos siguieron otros por motivos afines
contra diversos filósofos, cuyos nombres ignoramos, hasta que se dictó el señalado decreto de
expulsión de finales del año 93.
56 Con la finalidad de evitar estos acontecimientos, Adriano estableció un sistema de policía
secreta –los denominados frumentarii- mediante el que tenía un perfecto conocimiento de la
vida privada de los que le rodeaban. Sobre los frumentarii, cfr. Sinnigen, “The Roman Secret
Service”, en The Classical Journal, 57, 1961, p. 65 ss.; Id., “The Origins of the Frumentarii”,en
Memoirs of the American Academy in Rome, 27, 1962, p. 211 ss.; Baldacci, “Negotiatiores e
mercatores frumentarii nel periodo imperiale”, en Rendiconti dell’Istituto Lombardo, Classe
di Lettere, Scienze morali e Storiche, 101, 1967, p. 273 ss.; Clauss, “Frumentarius Augusti”, en
Epigraphica. Rivista italiana di Epigrafia, 42, 1980, p. 131 ss; Martini, “I milites frumentarii”, en
Atti dell’Istituto Veneto di Scienze, Lettere ed Arti, Classe di Scienze morali e Lettere, 139, 1980-
81, p. 143 ss.
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 469
No obstante, ello no quiere decir que no se ejerciese un control sobre las es-
peculaciones y trabajos de los intelectuales, que se practicó en ese período de una
forma más rigurosa que nunca, mediante procedimientos que se habían ensayado
de forma embrionaria durante el siglo I: el mecenazgo imperial y la estatalización
de la enseñanza.
Así, todos los emperadores del siglo II, con excepción de Cómodo y Trajano
–quizá por estar más preocupados por otros problemas de tipo militar y administra-
tivo- acogieron bajo su alto patrocinio a intelectuales y artistas57. La posición de estos
literatos y profesores oficiales, que presentaba cierta similitud con la de sus colegas de
las monarquías helenísticas ilustradas, lógicamente era inestable y dependía del agrado
o desagrado que su actuación producía en quienes les daban sustento.
Otra cuestión importante a tener en cuenta en este siglo II -calificado como
una de las épocas más felices de la Historia de Occidente, no sólo por la prospe-
ridad económica, sino por el liberalismo político que, dentro de un orden público
estable, supieron conservar sus gobernantes- es la de que durante el mismo apa-
recieron los primeros síntomas inquietantes de una escisión espiritual entre los
súbditos del Imperio.
El problema religioso amenazaba muy seriamente algo tan importante para
el Imperio como el culto oficial58. Una nueva oleada de religiones orientales invadió
el Imperio. Algunas de ellas entraban en colisión con otras más antiguas, planteán-
dose algunos problemas de orden público que a los emperadores interesaba resol-
ver. Entre las diversas religiones hubo una difusión arrolladora del judaísmo y el
59 Para una exposición sobre las instituciones y formas sociales de vida de la Iglesia cristiana de
la época imperial y de la Antigüedad tardía, con bibliografía relativa, sobre todo, a las fuentes,
y abundantes citas de textos antiguos, cfr. Markschies, Estructuras del cristianismo antiguo. Un
viaje entre mundos, Madrid, 2001. Respecto a las actitudes adoptadas durante los tres primeros
siglos del Imperio frente al poder público por los distintos grupos cristianos que centraban su fe
en Jesucristo, sin excluir los que más tarde (y algunos ya entonces) fueron considerados como
heterodoxos, vid. Churruca, “Actitud del cristianismo ante el Imperio romano”, en Poder político
y derecho en la Roma clásica (dirigido por Paricio), Editorial Complutense, Madrid, 1996, p. 139
ss.
60 En relación a las raíces del cristianismo, y la emergencia e influencia de las religiones
mistéricas, vid., recientemente, Morán García, Comunidad política y religiosa. Claves de la
cultura jurídica europea. Vol. I. El legado cultural que recibe Europa: De la Antigüedad al
paradigma imperial cristiano, La Coruña, 2008, p. 299 ss.
61 Sobre el concepto de “superstición” y otras cuestiones relativas a la misma a lo largo del
tiempo, cfr. Alonso Del Real, Superstición y supersticiones, Madrid, 1971.
62 Antonino Pío dio un rescripto a Pacato, legado de la provincia Lugdunense, muy extenso, y
relativo a los adivinos y a los magos, del que tenemos conocimiento a través de Coll. 15.2.1.4,
pero cuyo contenido ignoramos. También durante su mandato tuvo lugar el famoso proceso de
Apuleyo por artes mágicas.
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 471
63 Flavio Vopisco, desde la perspectiva histórica temporal que le proporcionaban los tres
siglos de Principado transcurridos, escribía en Aurel. 43 estas significativas frases respecto a
los emperadores: “Y se pregunta qué cosa hace malos a los príncipes: en primer lugar, amigo
mío, el abuso de poder, después la abundancia de recursos, luego los amigos deshonestos,
los satélites detestables, la grandísima codicia de los eunucos, los cortesanos necios y
despreciables; y lo que no se puede negar, el desconocimiento de los asuntos públicos. Le oí
yo contar a mi padre que el príncipe Diocleciano, una vez retirado a la vida privada, dijo que no
había cosa más difícil que el ser emperador. Se reúnen cuatro o cinco individuos, se ponen de
acuerdo para engañar al príncipe y le dicen lo que ha de aprobar. Éste, encerrado en palacio,
desconoce la verdad. Por fuerza no sabe más que lo que ellos dicen: hace jueces a quienes no
convenía hacerlos, separa de la administración pública a quienes debiera retener en ella. Para
qué seguir: según decía el propio Diocleciano, incluso un emperador bueno, cauto y excelente
es vendido”.
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 473
64 Respecto a los Acta urbis cfr. Mastino, Il giornalismo nell’antica Roma. Gli Acta Urbis, Urbino,
1978.
65 Entre otras actuaciones tiránicas, fue tal el cúmulo de calumnias que Septimio Severo
puso en circulación sobre sus nuevos rivales, que a los historiadores inmediatos les resultó
sumamente dificultoso desentrañar la verdad de los hechos de su mandato. En sentido
parecido, el historiador Elio Esparciano, biógrafo de Pescenio Nigro, expuso en un prólogo breve
y significativo de su obra (Pescen. Nig. 1-2) las dificultades con que se encontró en su trabajo,
en los siguientes términos: “Es algo poco frecuente y difícil que sean tratados favorablemente
en los escritos aquellos a quienes convirtió en tiranos la victoria de otros, hasta tal punto que
a duras penas están completas las noticias sobre ellos en los documentos y en los anales. En
primer lugar, los escritores minimizan las cosas que pueden redundar grandemente en honor
suyo; en segundo lugar suprimen otras, y por último, no investigan con escrupulosidad su linaje
y su vida, contentándose con exponer su audacia, la guerra en que fueron vencidos, y el castigo
que recibieron”.
EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO DE
CONTROL Y REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA ANTIGUA ROMA.
474 BREVE RECORRIDO HISTÓRICO
Por otra parte, las nuevas religiones inasimilables habían adquirido, y se-
guían adquiriendo progresivamente, un grado de difusión sin precedentes. Aún así,
dentro del cristianismo, pese a la acción unificadora de la jerarquía eclesiástica, se
multiplicaban los heterodoxos67.
Ortodoxos y herejes tenían como característica común, al igual que los ju-
díos, la de adorar a una Divinidad celosa que impedía toda participación en las
ceremonias del culto oficial. Por sus creencias los cristianos quedaban excluidos
a priori de todos los actos solemnes comunitarios en los que se exteriorizaban los
vínculos de unión de los ciudadanos, tanto en la vida civil como militar.
La costumbre de componer escritos apologéticos perduró en ésta época,
aunque los tiempos fuesen otros, pero con la salvedad de que, conscientes de su
derecho y de su fuerza, los cristianos ya no suplicaban, sino que exigían algo que
66 Según su biógrafo, Elio Lampridio (Alex. Sev. 3,4), Alejandro Severo, temeroso de las posibles
recriminaciones de los escritores, reunía, en algo parecido a una “rueda de prensa”, a aquellos
que estimaba “dignos” de conocer sus acciones, y les notificaba, uno por uno, los distintos
aspectos de su vida pública y privada, con objeto de que la escribieran, si no habían sido
testigos presenciales de los hechos, en caso de comprobar la veracidad de sus asertos.
67 Durante el siglo II apareció un gnostcismo cristiano, pretendiendo combinar las enseñanzas
de Cristo con la astrología y las creencias órficas; se propagó arrolladoramente el movimiento
profético del montanismo, expectante ante la llegada inminente del reino de Dios sobre la
tierra; y también surgieron otras herejías menores como la de los ebonitas y marcionitas. En
la segunda mitad del siglo III, además de la continuación de las herejías debeladas por san
Epifanio, se produjo el nacimiento y rapidísimo desarrollo de las doctrinas dualistas de Maní.
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 475
les era debido, denunciando con gallardía la opresión y las persecuciones de que
eran objeto68.
Desde el punto de vista oficial el cristianismo era una amenaza interior que
requería una solución perentoria. Aparte de la religión del Imperio quedaban con dicha
religión seriamente comprometidas la disciplina en el ejército69 y la buena marcha de la
administración civil en lo referente al posible desempeño de las magistraturas.
Lo cierto es que, durante el siglo III, el intento de represión imperial fracasó
frente a la fuerza arrolladora de la nueva religión.
La política imperial respecto al cristianismo70 osciló a lo largo de todo ese
siglo. La actitud personal de los emperadores moderados se vio, no obstante, des-
bordada por un estado de opinión en el seno del ejército y del Senado cada vez más
hostil a los cristianos, que provocó reacciones violentas en la política oficial seguida
por aquellos, como, por ejemplo, ocurrió en el caso de Decio (año 249), que, de
acuerdo con los sentimientos generales de las fuerzas vivas del paganismo, ordenó
que todos los habitantes del Imperio realizasen un sacrificio público a los dioses
en presencia de las autoridades, bajo el apercibimiento de la aplicación de severísi-
mas penas en caso de no hacerlo. Esta decisión del emperador supuso un cambio
brusco en la actitud del poder público frente a la nueva religión, puesto que hasta
entonces los cristianos no habían sido públicamente declarados como criminales, y
su persecución siempre partió de los poderes de coercitio de las autoridades provin-
ciales, y no de los emperadores, ni tampoco se llevó a cabo de manera general en el
Imperio71. De esta forma, a lo que inicialmente había sido un problema de policía,
se dieron entonces las dimensiones de un problema nacional72.
68 Llegando a formular teorías peligrosas para el funcionamiento del Imperio. Así, Orígenes,
en su conocida obra Contra Celsum, reclamó, por ejemplo, la exención del servicio militar para
los cristianos, por ser sus oraciones más eficaces que las armas, y exigió de los fieles, puesto
que su patria no era la terrenal, que no aceptasen desempeñar cargo civil alguno. Por su parte,
Tertuliano, especialmente en el capítulo 11 de su De Corona llevó aún más lejos el sentirse
extranjero frente a los restantes súbditos de Roma, amenazando con una secesión de los
cristianos en caso de persistir la actitud hostil contra ellos por parte de las autoridades paganas.
69 Surgieron así, por primera vez en la historia, los “objetores de conciencia”, entre los que
figuran, por ejemplo, los mártires Maximiliano y Marcelo. En relación a esta cuestión, cfr.
Crescenti, Obiettori di coscienza e martiri mliitari nei primi cinque secoli del cristianésimo,
Palermo, 1966. Sobre el cristianismo y el servicio militar, vid. Blázquez, en AA.VV., Cristianismo
primitivo y religiones mistéricas cit., p. 313 ss.
70 Sobre las relaciones de los diversos emperadores con respecto a los cristianos, vid. Blázquez,
en AA.VV., Cristianismo primitivo y religiones mistéricas cit., p. 251 ss.
71 Respecto a las persecuciones sufridas por los cristianos, vid. Blázquez, en AA.VV.,
Cristianismo primitivo y religiones mistéricas cit., p. 251 ss.
72 Sobre la política seguida por los emperadores sucesivos en relación al cristianismo y la actitud
mantenida respecto al mismo por el movimiento pagano durante el siglo III, cfr. Gil, op. cit., p. 269 ss.
EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO DE
CONTROL Y REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA ANTIGUA ROMA.
476 BREVE RECORRIDO HISTÓRICO
Lograr la unidad religiosa de los súbditos del Imperio implicaba atajar por
parte de los emperadores la difusión de las ideologías disolventes, cuyo vehículo de
expresión eran los libros y la enseñanza oral. Los libros –en los que se contenía la
palabra escrita, cuya importancia era conocida universalmente a comienzos del siglo
III- eran vistos con reverencia, y, al propio tiempo, con un temor casi supersticioso
por su carácter, en algunos casos,“santo”, al ser depositarios de revelaciones divinas
y preceptos de culto de las diversas religiones, además de un cúmulo ingente de
saberes ocultos y misteriosos.
Puestos en manos ambiciosas, los libros eran unos formidables instru-
mentos de poder. También el más firme sustentáculo de ciertas religiones, como
es el caso del judaísmo, basadas en el estricto cumplimiento de lo escrito. El
mismo cristianismo, a comienzos del siglo III, contaba no sólo con sus Sagradas
Escrituras, sino también con una considerable tradición literaria que las nece-
sidades de culto, apologéticas y exegéticas, habían hecho imprescindible. Este
detalle, de no poca importancia, no fue desconocido por los emperadores roma-
nos, que tomaron drásticas providencias para impedir la circulación de las obras
“prohibidas”. Así, en el siglo III y comienzos del IV tuvieron lugar importantes
destrucciones de libros de ésta índole, destacando los mandatos de Septimio Se-
vero y Caracalla con los de Diocleciano y los tetrarcas por su actividad censoria;
los primeros a través de la legislación, y el último por la vía de los hechos.
También en este período se produjo una notable difusión de las ciencias
ocultas en todos los estamentos sociales.
La magia suponía un peligro para el emperador no menos grave que las
maquinaciones e intrigas políticas. Con ella se confundían todas las doctrinas se-
cretas y ritos misteriosos, cuya significación no era clara para los profanos.
Desde estas premisas, Septimio Severo, en el año 200, realizó en Egipto, en
los distintos santuarios, una requisa general de libros “sagrados” que contenían al-
guna doctrina secreta, y, entre ellos, probablemente también las Sagradas Escritu-
ras de los cristianos y judíos. Preocupado seriamente por la labor evangelizadora de
las jerarquías eclesiásticas y las actividades proselitistas de los judíos y cristianos, el
mencionado emperador prohibió en el año siguiente, mediante el correspondiente
edicto, las conversiones a una y otra religión bajo severísimas penas, y simultá-
neamente persiguió de modo especial a los miembros de la escuela catequética de
Alejandría, con rango ya de universidad cristiana.
La política religiosa de Septimio Severo fue continuada por su hijo Caraca-
lla, en cuya época se perfila en la legislación un delito religioso, no conocido hasta
entonces. A principios de su mandato, el jurista Ulpiano probablemente elaboró
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 477
una compilación de los edictos dictados por los emperadores anteriores referentes
a los cristianos73 –de la que no se ha conservado documentación alguna en las
recopilaciones posteriores-, que habría servido de base para futuras actuaciones
de las autoridades. Durante el mandato de Caracalla aparecieron nuevas normas
jurídicas dirigidas a reprimir las artes adivinatorias y mágicas. De las mismas tene-
mos conocimiento a través del libro V de las Sentencias de Paulo. Tanto el capítulo
XXI – titulado “De vaticinatoribus et mathematicis”-, como el XXIII – bajo la rúbrica
de “Ad legem Corneliam de sicariis et veneficis”- del mencionado libro, presentan un
interés extraordinario por la luz que arrojan sobre el confusionismo de la época en
torno a los problemas religiosos y el endurecimiento de la actitud oficial respecto
a los mismos.
En el primero de los capítulos indicados74 se señala que los profetas serán
expulsados de las ciudades, y los fundadores de nuevas religiones castigados con
la deportación en caso de ser honestiores, y con la pena capital si son humiliores.
Asimismo se establece la pena de muerte para quien pregunte o responda sobre la
salud del emperador, y para el esclavo que consulte a un adivino sobre la vida de su
amo. También se establece la prohibición implícita de leer tratados de adivinación.
El capítulo XXIII75 se ocupa de las prácticas, los libros y los remedios má-
gicos, estableciendo la pena de crucifixión, o la de ser arrojados a las fieras, para
cuantos se entreguen a prácticas mágicas, así como la muerte en la hoguera para
los magos. También se señala que los libros de magia serán quemados pública-
mente y los bienes de sus poseedores confiscados, siendo condenados a muerte
los humiliores en cuyo poder se encontrasen, y relegados a una isla en caso de ser
honestiores. El parágrafo referente a los libros, resulta interesante por contener un
comentario del jurista Ulpiano que refleja la nueva concepción jurídica del delito de
magia76. Los antiguos tan sólo reprimieron la exposición de esta doctrina en públi-
co, es decir, la enseñanza de sus prácticas, el despacho de sus recetas y la atención a
las consultas de los particulares, pero ahora no es sólo el ejercicio de esta profesión
lo que está prohibido, sino su mismo conocimiento: Non tantum huius artis profes-
sio, sed etiam scientia prohibita est.
Diocleciano, al asumir la púrpura imperial, se encontró con una situación
muy similar a la que tuvo que hacer frente Septimio Severo, con la diferencia de
82 Respecto a la reacción pagana ante el cristianismo, por parte del vulgo, de los intelectuales y
personas cultas durante el Imperio, vid. Blázquez, en AA.VV., Cristianismo primitivo y religiones
mistéricas cit., p. 157 ss.
83 Sobre las obras propagandísticas que desde el campo pagano aparecieron simultáneamente
con la persecución, cfr. Gil, op. cit., p. 299 ss. En relación a los turbios procedimientos seguidos
por la propaganda oficial para desacreditar al cristianismo y exacerbar en contra suya al
populacho, ibid., p. 302 s.
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 481
87 Sobre la situación social en general, cfr. Dill, Roman Society in the last Century of the Western
Empire, III, Nueva York, 1958, p. 242 ss.; Jones, The Later Roman Empire. A Social, Economic and
Administrative Survey, Oxford, 1964; Vogt, La decadencia de Roma. Metamorfosis de la cultura
Antigua. 200-500, Madrid, 1968; Alföldy, Historia social de Roma, (2ªreimp.), Madrid, 1992, p.
212 ss. y 246 ss. Respecto a la economía, cfr. Rostovtzeff, Historia social y económica de Roma,
(2ªed.), 2 vols., Madrid, 1962; Beck, “Problémes économiques de l’empire Romain au 3º siècle,
de l’époque des Sevères à Diocletien. Rèpercussions des mesures prises par les empereurs sur
les dones de la vie èconomique”, en Bulletin des antiquitès luxembourgeoises, 8, 1977, p. 159
ss.; Bravo Castañeda, Coyuntura sociopolítica y estructura social de la producción en la época
de Diocleciano. Salamanca, 1980; Petino, “Crepusculo e crollo dell’economia antica”, en Bulletin
de l’Institut historique belge de Rome, 33, 1961, p. 115 ss.; Bernardi, “The Economic Problem
of the Roman Empire at the Time of its Decline”, en Studia et Documenta Historiae et Iuris,
31, 1965, p. 110 ss.; De Martino, Historia económica de la Roma antigua, vol.II, Madrid, 1985,
p. 279 ss. Más específicamente sobre determinados aspectos relativos a las devaluaciones,
inflación y circulación monetaria, cfr. Corbier, “Svalutazioni, inflazione e circolazione monetaria
nel III secolo”, en Societá romana e Impero Tardoantico, vol I, Istituzioni, ceti, economie, (a cura
di Giardina), Roma-Bari, 1986, p. 486 ss., con notas a partir de la p. 772 ss.; Torrent, “Moneda
crédito y Derecho penal monetario en Roma (s. IV a.C-IV d. C.)”, en SDHI, 73, 2007, p. 111 ss.;
Id., “Actividad bancaria e inflación en época dioclecianea-constantiniana”, en IVRA, 57, 2008-
2009, publ. 2009, p. 49 ss.
88 Como es sabido, el consejo que asiste al emperador es denominado sacrum consistorium,
sus acuñaciones sacra moneta, el gran chamberlán de palacio praepositus sacri cubiculi.
Los súbditos le deben el homenaje de la proskýnesis o adoratio. La etiqueta y el ceremonial
cortesano se hacen cada vez más complicados y estrictos; las apariciones en público del
emperador son cada vez más escasas y están rodeadas siempre de gran pompa y solemnidad.
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 483
89 Vit. Const. I 24
90 El mismo Constantino, en una epístola remitida a los provinciales de Asia (recogida por
Eusebio en Vit. Const. II 28), señala: “Dominando tal y tan grave impiedad al género humano,
y estando el estado a punto de perecer por completo por una especie de peste mortal, y
requiriendo un gran remedio salvador, ¿qué alivio ideó Dios, qué liberación de males?. (…)
Buscó mi servicio estimándolo adecuado a sus designios (…), tanto para inducir al género
humano a la observación de la más Santa Ley, educado por mi ministerio, como para que
tomara incremento la beatísima fe conducida por la mano de Cristo”.
EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO DE
CONTROL Y REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA ANTIGUA ROMA.
484 BREVE RECORRIDO HISTÓRICO
91 Vid. De laud. Const. 3 y 4. Por polyarchia habría que entender en éste caso no “igualdad
democrática de poder”, sino “pluralidad de mandos”, puesto que Eusebio al escribir estas
palabras tenía en la mente la tetrarquía de Diocleciano, con la persecución y guerras civiles a
que dio lugar.
92 Sobre el cesaropapismo, cfr., Genakoplos, “Church Building and Cesaropapism, A.D. 312-
565”, en Greek, Roman and Byzantine Studies, 7, 1966, p. 167 ss.; Coleman-Norton, Roman
State and Christian Church. A Collection of Legal Documents to A.D. 535, London, 1966.
93 C. Th. 16.5.40.
94 C. I. 1.11.8
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 485
las primitivas medidas censorias de los pretores republicanos, pasa por la política
religiosa de Augusto y Tiberio, se concreta en Marco Aurelio y en la legislación de
los Severos, y tiene una plena expresión en Diocleciano. De esta forma, el Imperio
cristiano, velis nolis daba su tácita aprobación a la política religiosa de los tetrarcas.
Además de que las circunstancias favorecían la política intervencionista de
los emperadores en los asuntos religiosos, existía un especial interés por parte del
poder público en mantener la unidad religiosa y la paz interior. Todo ello dio lugar a
que se produjese una cierta confusión entre las respectivas esferas de competencia
del poder civil y el poder religioso, especialmente en la parte oriental del Imperio,
puesto que en la occidental dicha confusión jamás fue completa95.
Así las cosas, la legislación penal se hizo severa hasta extremos inhuma-
nos96. La lex maiestatis volvió a emplearse en ese período con redoblada energía97.
El poder público se volvió proclive a prestar crédito a las denuncias y a la
difamación, dando lugar a los que han sido calificados como los dos males endé-
micos del siglo IV: el régimen policíaco y la abundancia de delatores en todos los
estamentos sociales98.
95 Para una aproximación a las doctrinas cristianas sobre las relaciones Iglesia-orden político,
y la política imperial seguida por los diversos emperadores respecto a la Iglesia, vid. nuestro
artículo “Poder político y religión en Roma: notas para la descripción histórica de una
interrelación”, en Anuario da Facultade de Dereito da Universidade da Coruña, 5, 2001, p. 1113
ss.
96 Sobre las influencias de la política y de las ideologías sociales en el ordenamiento jurídico
del Bajo Imperio, con especial referencia al Derecho penal, vid. Murga, “Ideologías y políticas
del Bajo Imperio y su influencia en los delitos”, en Poder político y derecho en la Roma clásica,
(dirigido por Paricio), Madrid, 1996, p. 191 ss.
97 Como indica Santalucia, Derecho penal romano cit., p. 137; Id., Diritto e proceso cit., p. 287
s., en el período del Bajo Imperio, en relación al crimen maiestatis, las constituciones imperiales
muestran la tendencia a extender la tutela antes reservada a la persona del príncipe a otros
distintos aspectos del aparato estatal. Así, quedan ahora atraídos al ámbito y a las sanciones
de la lesa majestad la celebración de sacrificios y ceremonias paganas (cfr. C. Th. 16.10.12), el
uso de cárceles privadas (cfr. C. Th. 9.11.1), la fabricación de moneda falsa (cfr. C. Th. 9.21.9),
turbar el orden público tras disputas teológicas (cfr. C. Th. 16.1.4), o la conspiración en daño de
altos oficiales del estado (cfr. C. Th. 9.14.3). Los acusados de maiestas pueden ser sometidos
a tortura sin distinción de clases cfr. C. Th. 9.35.1=C. I. 9.8.4; C. Th. 9.35.2=C. I. 9.41.16), y los
esclavos están autorizados para acusar a sus amos (cfr. C. Th. 9.6.2). Las penas son las mismas
que en la época precedente: pero en casos de especial gravedad (conspiración contra illustres)
la condena se hace recaer también sobre los hijos y sobre los descendientes del reo, los cuales
son declarados incapaces de suceder no sólo respecto al padre o al ascendiente, sino respecto
a la madre y a cualquier otra persona, y quedan excluidos a perpetuidad de los honores y de la
milicia (cfr. C. Th. 9.14.3.pr=C. I. 9.8.5.1).
98 Sobre los distintos estamentos sociales de la época, cfr. Dupont, “Sujets et citoyens sous
le Bas-Empire romain de 312 à 565 après Jèsus-Christ”, en RIDA, 20, 1973, p. 325 ss.; Teja,
“Honestiores y humiliores en el Bajo Imperio. Hacia la configuración en clases sociales de una
división jurídica”, en Memorias de Historia antigua, 1, 1977, p. 115 ss.; Garnsey, Social Status
EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO DE
CONTROL Y REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA ANTIGUA ROMA.
486 BREVE RECORRIDO HISTÓRICO
and Legal Privilege in the Roman Empire, Oxford, 1972; Arsac, “La dignitè sènatoriale au Bas-
Empire”, en RHDF, 47, 1969, p. 198 ss; Alföldy, Historia social de Roma, cit., p. 212 ss. y 246 ss.
99 Los vigiles, de carácter apolítico, tendrían el cometido subsidiario de actuar como brigada
de incendios. Los stationarii se encontrarían situados en puestos o stationes a lo largo de Italia,
teniendo por cometido mantener la popularium quietem e informar al emperador de cuanto
sucediera en su demarcación. Los irenarchae eran funcionarios municipales, establecidos
en Egipto y Oriente desde Trajano y que Antonino Pío reguló y delimitó en cuanto a sus
atribuciones (cfr. D. 48.3.6), cuya misión era la de buscar y arrestar a los criminales fugitivos,
teniendo a su disposición unos agentes de policía a pie y a caballo denominados diogmitae
(“perseguidores”). Además de todos los indicados, que formaban parte de las fuerzas de
orden público, en el Imperio existió una policía secreta militar en estrecho contacto con el
emperador, integrada por los speculatores (“espías”), que en el siglo I formaron una especie
de cuerpo de élite dentro de la guardia pretoriana, y que eran empleados como mensajeros, o,
en su caso, en servicios de información. A los mismos sucedieron en el siglo II los frumentarii,
que, si bien en un principio, debieron ser los encargados del abastecimiento de las legiones,
desempeñaron cometidos similares a los anteriores, transmitiendo mensajes y actuando como
policía secreta, aparte de ocuparse del transporte y vigilancia de presos y del mando de las
cárceles, minas o canteras donde se realizaban trabajos forzados, sirviéndose ampliamente
de ellos, como hombres de confianza, los emperadores de los siglos II y III, encomendándoles
misiones delicadas. Diocleciano disolvió este cuerpo de frumentarii a consecuencia de los
abusos cometidos por el mismo, creando probablemente en su lugar el de los agentes in rebus,
bajo el mando directo del magister officiorum, cuya misión principal habría seguido siendo
la de llevar cartas y órdenes del emperador, juntamente con la de vigilar la posta imperial,
cumpliendo aparte el mismo servicio informativo que sus predecesores, y, especialmente, los
curiosi, que eran enviados anualmente a las provincias en el número de dos por cada una (uno
desde el año 395) y se elegían entre los más destacados miembros del cuerpo. Las importantes
inmunidades y exenciones –entre ellas la del decurionato- de que gozaban, les convertían en
personas especialmente temibles, que pronto adolecieron de los mismos defectos que los
frumentarii. El chantaje y el soborno, las venganzas personales y las delaciones, estaban entre
ellos a la orden del día. Hasta tal punto eran odiosos que Roma obtuvo el privilegio especial
de que ningún agens in rebus entrara en ella sin un cometido específico. Sobre la policía en
la antigua Roma, cfr. Arias Bonet, “Los agentes in rebus. Contribución al estudio de la policía
en el Bajo Imperio”, en AHDE, 27-28, 1957-58, p. 197 ss.; W.G., “The Roman Secret Service”,
en The Classical Journal, 57, 1961, p. 65 ss.; Davies, “Police Work in Roman Times”, en History
Today. A monthly magazine, 18, 1968, p. 700 ss.; Blum, Curiosi und Regendarii. Untersuchungen
zur geheimen Staatspolizei der Spätantike, Bonn, 1969; Morosi, “Il princeps oficii e la schola
agentum in rebus”, en Humanitas. Revista do Instituto de Estudos Clássicos, 31-32, 1979-80,
p. 23 ss.; Giardina, Aspetti Della burocrazia nel basso impero con una prosopographia degli
agentes in rebus, Roma, 1977.
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 487
libelos difamatorios, no recibieran castigo alguno las personas mencionadas en ellos. En el 319
también promulgó un edicto sobre los acusadores en el que estatuía la obligación de forzar a
los autores de los famosi libelli a demostrar la veracidad de lo escrito en ellos bajo severísimas
penas en caso de no poderlo hacer (cfr. C.I.L. III 12043). En otras constituciones de los años 320
(cfr. C. Th. 9.34.3), 328 (cfr. C. Th. 9.34.4), 335 (cfr. C. Th. 9.34.6) y 338 (cfr. C. Th. 9.34.5) insistió
en que si estos escritos no llevaban la firma de su autor no debían de leerse, teniendo que
ser destruidos. Valentiniano y Valente (cfr. C. Th. 9.34.7) establecieron la pena de muerte para
quien recogiera o leyera escritos difamatorios, en lugar de quemarlos inmediatamente, y en el
368 (cfr. C. Th. 9.34.8) recordaban, una vez más, que no había por qué temer las acusaciones
de ésta índole. Valentiniano II, Teodosio y Arcadio en el 386 (cfr. C. Th. 9.34.9), aparte de la
obligación de destruir tales escritos, prohibieron a quien hubiera leído un libelo difamatorio
comunicar su contenido a otros. Finalmente, en una constitución del 406, firmada por Arcadio,
Honorio y Teodosio II (cfr. C. Th. 9.34.10), se avisa no sólo a los autores de los libelos, o a
quienes sin destruirlos los hacen circular, sino incluso a los que no denuncian a quienes los
han leído que deben temer “la espada vengadora”. Para un examen más detallado del Título
9.34 del Código Teodosiano, cfr. Manfredini, “Osservazioni sulla compilazione teodosiana (C.
Th. 1.1.5.6 e Nov. Theod. 1) in margine a C. Th. 9.34 (de famosis libellis)”, en Atti dell’Accademia
romanística Constantiniana, 4, Perugia, 1981, p. 412 ss. Sobre el problema de las delaciones,
cfr. Condurachi, “Un problème d’Etat au IVº siècle, les dèlations”, en Nouvelles études d’histoire
publièes à l’occasion du XIº Congrès des Sciencies historiques, Stokholm-Bucarest, 1960, p. 83
ss.; Gaudemet, “La rèpresion de la dèlation au bas-empire”, en Philias charin. Miscellanea di
Studio classici in onore di Eugenio Manni (a cura di Fontana et alii), Roma, 1980, tomo III, p.
1065 ss.
103 C. Th. 9.16.1=C. I. 9.18.3.1.
104 C. Th. 9.1.4.
105 Vid. D. 48.4.1. Por ello se perseguía por el concepto de asébeia en época de los Severos –en
época de Domiciano se utilizó por primera vez el término impietas- a quienes destruyesen o
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 489
atentado contra los dioses constituía un crimen de lesa majestad, puesto que el em-
perador, de un modo u otro, entraba en el número de los mismos. Paralelamente,
el procedimiento procesal y las penas impuestas a los reos fueron aumentando en
rigor. La pena de muerte, aplicada ya en la época de Tiberio, se hizo preceptiva, en
lugar de la antigua interdictio aqua et Igni de la época de los Severos106.
La evolución lógica de la lex, dado el carácter “sagrado” de la persona del
emperador y de cuanto le rodeaba fue la de hacer extensiva su maiestas a sus
colaboradores inmediatos, y la de castigar no ya los hechos o los dichos lesivos,
sino los meros pensamientos hostiles. Así, en la famosa lex Quisquis, promulgada
por Arcadio en el año 397, se estatuyó la pena de muerte no sólo para cuantos
hubiesen eliminado mediante conjura a un miembro del sacrum consistorium, un
senador, o cualquier agente imperial, sino incluso para quienes hubieran “pen-
sado” hacerlo –es importante resaltar que el texto no se refiere al intento fallido,
a la complicidad o a los preparativos del asesinato, sino al puro acto mental de
concebir una idea semejante-. Subsidiariamente se establecía la confiscación de
los bienes del difunto y de sus hijos, que quedaban asimismo incapacitados para
heredar a su madre, a sus parientes, y a los extraños107.
En una sociedad como la del siglo IV, frívola y sin lecturas, cuya única
preocupación era el placer, la superstición alcanzó su apogeo.
Durante el período se puede constatar el afán de ennoblecer y sublimar por
parte de los cultivadores de la astrología una actividad sospechosa desde antaño,
intentando en algunos casos trazar el cuadro del astrólogo ideal108.
110 En tres primeras constituciones (cfr. C. Th. 9.16.1 –la primera recogida en C. I. 9.18.3.1-) que
regulaban la adivinación, se prohibía a los arúspices entrar en las casas privadas, y se condenaba
al exilio a quienes les llamasen a ellas, pero, sin embargo, se permitían los ritos públicos de la
aruspicina. En el año 320 se prescribió (cfr. C. Th. 16.10.1) que siempre que un rayo cayese en
palacio u otros edificios públicos, los arúspices deberían de hacer una investigación sobre el
significado del hecho y remitir sus conclusiones a la Cancillería imperial, recordándose una vez
más la prohibición de realizar sacrificios privados. Por otra parte, aún dentro de la prohibición
general de la magia, mediante otra constitución se permitieron los “remedios ideados para el
cuerpo humano” (cfr. C. Th. 9.16.3, recogida en C. I. 9.18.4).
111 Vid. C. Th. 9.16.4 y 5. En el mismo se señalaba: “que nadie consulte a astrólogo ni adivino,
que nadie consulte a “ariolo”. Que enmudezca la perversa confesión de los augures y vates.
Que los caldeos, los magos y los demás a quienes llama el vulgo maléficos por la magnitud
de sus crímenes, no maquinen nada en este sentido. Que se les calle para siempre a todos
la curiosidad de adivinar. Pues ciertamente sufrirá la pena capital, abatido por la espada
vengadora, quien deniegue el cumplimiento a lo mandado”.
112 Vid. C. Th. 9.16.6.
113 Vid. C. Th. 9.16.7. Mediante una constitución del año 370 (cfr. C. Th. 9.16.8) se prohibió
la enseñanza de la astrología, estableciendo para su incumplimiento la pena capital. Dicha
prohibición fue atemperada por otra del 371, firmada por Valentiniano, Valente y Graciano (cfr.
C. Th. 9.16.9), permitiendo la aruspicina y declarando la libertad de cultos. Asimismo, mediante
una disposición de 10 de diciembre del mismo año 371 (cfr. C. Th. 9.16.11), se prescribió que
los procesos de magia fuesen juzgados por el praefectus urbi, salvo en caso de duda, en el que
cabría entonces recurrir ante el emperador, implicándose nuevamente con la causas de esta
índole las de lesa majestad.
EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO DE
CONTROL Y REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA ANTIGUA ROMA.
492 BREVE RECORRIDO HISTÓRICO
114 En una constitución del 16 de agosto del 389 (cfr. C. Th. 9.16.11) se calificaba a los adivinos
como “enemigos de la salvación común”, pero no se volvían a mencionar como posibles penas
la muerte, la tortura, ni el fuego.
115 Vid. C. Th. 9.16.12. Castigándoles, en caso de que así no lo hiciesen, con la expulsión
de Roma y de todas las ciudades, o con la deportación, en caso de haberse introducido
subrepticiamente en éstas con la finalidad de ejercer su oficio.
116 En relación al celo desplegado por la intelectualidad pagana con la finalidad de debelar el
cristianismo, cfr. Gil, op. cit., p. 363 ss.
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 493
los medios posibles para desacreditarse mutuamente, así como a todas las argucias
posibles de la propaganda para dar ánimo a sus correligionarios abatidos.
En el siglo IV, salvo en Atenas, donde la escuela neoplatónica era una
fundación privada, la docencia había pasado al control de los gobernantes, lo
que permitía mediatizar por la presión económica la libertad de magisterio de
los docentes, bien fuesen rétores o filósofos. Ello tuvo unas repercusiones for-
midables con Juliano el Apóstata (361-363), que se empeñó en llevar a cabo una
restauración pagana a fondo, sin seguir una política sangrienta de persecución
al cristianismo.
El 17 de junio del 362, Juliano promulgó un edicto, con un texto supues-
tamente inocuo117, agregando con el mismo una circular a las autoridades loca-
les que contenía normas suplementarias para su ejecución, en las que declaraba
abiertamente su pensamiento educativo, que suscitaba problemas sobre la li-
bertad de enseñanza e idoneidad de los maestros para desempeñar la función
docente, al hacer referencia al absurdo que suponía para un pagano convencido,
como era su caso, el que explicasen a los clásicos gentes como los cristianos, que
no creían en los dioses de un Homero o un Hesíodo, que eran los guías de la
educación118. La negativa de Juliano a que los cristianos explicasen los “santos
textos del paganismo” radicaba en una firme convicción religiosa. La religión, las
tradiciones culturales y las especulaciones de los filósofos se habían tejido inex-
tricablemente en las creencias del paganismo tardío. De esta forma, el emperador
puso a los maestros cristianos en la disyuntiva de renunciar a sus puestos, o de
predicar con el ejemplo, practicando la verdadera piedad hacia las divinidades
de la tradición. El Apóstata, en cambio, no les vetó la entrada a las escuelas a
117 Vid. C. Th. 13.3.5; C. I. 10.53.7. “Conviene que los maestros de escuela y los profesores
se distingan, primero, por su honestidad, luego por su elocuencia. Pero como no puedo estar
presente en todas y cada una de las ciudades, ordeno que no se precipite a esta carrera
repentina y temerariamente todo el que quiera enseña. Antes bien, obtenida la aprobación de
los curiales, ha de merecer en un decreto, dado con el consentimiento unánime de los mejores.
Luego, éste decreto me será entregado para su examen, con objeto de que los elegidos se
incorporen a las escuelas de las ciudades con el mayor honor que supone nuestra aprobación”.
118 “La buena educación, según pensamos, no reside en la preciosa armonía de la palabra y
de la lengua, sino en la sana disposición de un modo de pensar sensato, y en tener opiniones
verdaderas sobre lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo. Así, pues, quien piensa una cosa y
enseña otra a sus discípulos da la impresión de estar tan lejos de educar, como de ser hombre
honrado… Sería, por tanto, menester que cuantos prometen enseñar cualquier materia fueran
honestos de carácter y no tuvieran en el fondo de sus almas opiniones en pugna con lo que
enseñan públicamente. Pero más que nadie, creo yo, estar en la obligación de ser así cuantos
dan lecciones de literatura a los jóvenes, comentando las obras antiguas, tanto los rétores,
como los gramáticos, y sobre todo los sofistas. Pues, aparte de sus otras enseñanzas, pretenden
ser maestros de modos de conducta”. Vid. Ep. 61 c Bidez (cit. Por Gil, op. cit., p. 368).
EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO DE
CONTROL Y REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA ANTIGUA ROMA.
494 BREVE RECORRIDO HISTÓRICO
los jóvenes cristianos, pareciendo más bien inclinarse a hacer su asistencia a las
mismas obligatoria119.
Al edicto de Juliano siguió una depuración en todos los grados de la ense-
ñanza, quedando despojados de sus rangos cuantos docentes cristianos antepusie-
ron su fe al ejercicio profesional.
La actitud del cristianismo vencedor respecto al paganismo fue la de com-
batirlo con redoblado ardor. Mientras que los emperadores tolerantes le prestaron
un trato de favor, y tomaron determinadas medidas perjudiciales para la que había
sido religión tradicional, los restantes emperadores del siglo IV abrazaron la causa
de la intolerancia y fueron dando con rigor creciente normas represivas del paga-
nismo, que se concretaron en la proscripción de sacrificios nocturnos, prohibición
de prácticas de magia y adivinatorias, eliminación de subvenciones oficiales a los
cultos paganos, clausura y destrucción, o, en su caso, confiscación de templos pa-
ganos, prohibición de celebración de ceremonias paganas, etc.120
La opinión general de los Padres de la Iglesia, salvados los escrúpulos de
conciencia impuestos por el espíritu ascético de los tiempos, era que el legado de
la tradición debía conservarse y utilizarse, si bien con tiento, y realizando en él una
selección previa. De ahí que las constituciones de los emperadores no prescribie-
sen la destrucción de obra literaria clásica alguna, y el que, salvo una prohibición
aislada de los Obispos de leer obras de los gentiles, no existiesen normas negativas
al respecto.
No obstante, había un cierto tipo de obras paganas que por el mal que ha-
cían en algunos cristianos, induciéndoles a apostatar, como en los mismos gentiles,
por impedir su definitiva conversión al cristianismo, constituían mayor peligro que
los textos “sagrados” de la gentilidad. Estas eran las obras polémicas de los neopla-
tónicos. Precisamente por el peligro indicado, los emperadores tomaron medidas
censorias contra estos libros anticristianos, ordenando quemarlos. Justiniano acabó
de una vez con todas las supervivencias paganas en el Imperio, atacando el mal en
su raíz121.
119 “Para los profesores y maestros quede así establecida esta norma general. En cambio,
no queda excluido el joven que quiera frecuentar la escuela. Pues ni es natural ni razonable
cerrarles el mejor camino a los niños que aún no saben hacia dónde inclinarse, precisamente
por temor a llevarles a la fuerza hacia las tradiciones patrias. Es más, lo justo sería curarles
contra su voluntad como a las frenéticos, con la salvedad de que se les perdone a todos por tal
enfermedad, porque a mi entender, se debe enseñar y no castigar a los insensatos”. Vid. Ep. 61 c
Bidez (cit. Por Gil, op. cit., p. 369).
120 Cfr. al respecto, por ejemplo, las siguientes disposiciones contenidas en el Código
Teodosiano: C. Th. 16.10.4; 16.10.10; 16.10.11; 16.10.12; 16.10.16; 16.10.25.
121 Poco después de acceder al trono, además de revalidar las prohibiciones establecidas por
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 495
sus antecesores para los cultos gentiles, denegó las donaciones y legados que sirvieran “para
sustentar la impiedad de los paganos” (cfr. C. I. 1.11.9), castigó con la pena de muerte a los
apóstatas, obligó a todos los paganos a hacerse instruir con sus mujeres e hijos en la doctrina
cristiana, so pena de confiscación de sus bienes, e incapacitó a los paganos para desempeñar
toda clase de magisterio, con la finalidad de que no corrompiesen las almas con el pretexto de
enseñar (cfr. C. I. 1.11.10). A consecuencia de esta legislación, se cerró la Escuela neoplatónica
de Atenas (529) y todas las Escuelas de derecho, salvo las de Berito y Constantinopla.
122 Vid. C. Th. 16.1.7: “Que tal género de hombres nada tenga en común con los demás, ni en
las costumbres, ni en las leyes. Queremos ciertamente que sea (la herejía) un delito público,
porque el atentado cometido sobre la Divina Religión redunda en daño de todos”.
EL EJERCICIO DE LA CENSURA POR EL PODER POLÍTICO COMO MEDIO DE
CONTROL Y REPRESIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA ANTIGUA ROMA.
496 BREVE RECORRIDO HISTÓRICO
123 Así, los primeros libros condenados al fuego por la autoridad civil fueron los de Arrio en el
año 332. Constantino, en una carta dirigida a los obispos y al pueblo, determinó la infamia del
heresiarca y de sus secuaces, además de la cremación de todos sus escritos “con objeto de que
desapareciesen no sólo los errores de su doctrina, sino incluso su recuerdo”, prohibiéndose
su tenencia hasta el extremo de condenarse a muerte a quien ocultase un ejemplar. Teodosio
ordenó por un edicto la cremación de los escritos de Eunomio, jefe de la iglesia de los
eunomianos. Los hijos de Teodosio volvieron a condenar a las llamas, en el 398, las obras del
indicado Eunomio, junto con las de los montanistas, y repitieron el castigo de Constantino
para sus ocultadores (cfr. C. Th. 16.5.34). El 3 de agosto del 435, a raíz del Concilio de Éfeso,
Teodosio II ordenó la cremación de las obras de Nestorio (cfr. C. I. 1.1.3). Igualmente, el propio
Teodosio II y Valentiniano III, mediante un edicto dictado en el 448, al que pretendieron dar una
validez general en lo relativo a los libros heréticos, ordenaron nuevas cremaciones de las obras
de Nestorio y Porfirio (cfr. C. I. 1.1.3). Por último, el año 529, Justino y Justiniano ordenaron la
cremación de los escritos de los maniqueos, advirtiendo que sus poseedores ilícitos quedaban
sometidos a la pena correspondiente (la muerte), que ni siquiera se citaba, por ser de sobra
conocida (cfr. C. I. 1.5.16).
124 No obstante, ésta legislación se matizó algo con una constitución de los emperadores
Valentiniano III y Marciano, mediante la que se prohibió dictar, editar, escribir, o sacar al
conocimiento público escritos en pugna con el concilio de Calcedonia, y se castigó con la
deportación perpetua a quien cometiese alguno de estos delitos, o tuviese en su poder libros
heterodoxos. Quienes por amor al estudio escuchasen enseñanzas heréticas eran multados con
diez libras de oro, y los que las impartieran eran condenados a la pena capital. Finalmente, se
ordenaba la cremación de las obras de Éutiques y Apolinar “para que los propios vestigios de su
RAMÓN P. RODRÍGUEZ MONTERO 497
Paralelamente a los edictos dictados por los emperadores, válidos para todo
el Imperio, las autoridades eclesiásticas, dentro de sus respectivas demarcaciones,
prohibieron la lectura de ciertos libros a sus feligreses, y realizaron también sus
cremaciones particulares.
Finalmente, a través del Decretum Gelasianum, asignado por la tradición al
Papa Gelasio (años 492-496), se estableció una lista de los libros apócrifos y otras
obras condenadas de los herejes, desde Simón Mago hasta Acacio de Constantino-
pla, con el fin de precaver de su lectura a los incautos.
45
EL PAPEL DE LA LITERATURA EN LAS ACTITUDES SOCIALES
LOURDES ROYANO GUTIÉRREZ
1 Sin embargo, el crítico de Yale Harold Bloom afirma: “Sin duda, los placeres de la lectura son
más egoístas que sociales. Uno no puede mejorar de manera directa la vida de nadie leyendo
mejor o más profundamente. No puedo menos que sentirme escéptico ante la tradicional
esperanza social que da por sentado que el crecimiento de la imaginación individual ha de
conllevar inevitablemente una mayor preocupación por los demás, y pongo en cuarentena toda
argumentación que relacione los placeres de la lectura personal con el bien común.” (Bloom
2000: 18-19)
LOURDES ROYANO GUTIÉRREZ 501
Esta novela en fin está llena de detalles emblemáticos, como los nombres
de los animales domésticos del edificio: los perros tienen nombres mitológicos
“Athena” y “Neptune” y los gatos de la política “Constitución” y “Parlamento”.
Frente a estos, los nombres de los gatos de Renée y Kakuro son un homenaje a los
protagonistas y el autor de Anna Karenina: León, Kitty y Levin.
María Dueñas y el espejo literario: El tiempo entre costuras.- La otra
novela que hoy nos ocupa, El tiempo entre costuras apareció el 9 de junio de 2009. Es
una obra que nos muestra un recorrido por la España del siglo XX, una novela his-
tórica podríamos decir, por las referencias a hechos y personajes reales que forman
parte de nuestro pasado, pero que además incluye una trama verosímil sobre una
mujer que acaba siendo espía. La obra se desarrolla al mismo tiempo que la vida
de su protagonista, Sira Quiroga. Asistimos al relato de su infancia en Madrid, al
proyecto de boda con Ignacio, a su enamoramiento de otro hombre, Ramiro Arri-
bas, y al viaje que hace por este amor a un Marruecos colonial, donde transcurrirá
la mayor parte de la novela para concluir con el Madrid pro-alemán de la primera
posguerra. La obra describe tipos sociales de ese tiempo como los oportunistas,
los espías o los refugiados sin rumbo. Como afirma la editorial, “Una apasionante
mezcla de ficción y realidad en la que las conspiraciones clandestinas se funden
con el glamour de los talleres de costura, los casinos y los grandes hoteles, y con
la lealtad hacia aquellos a quienes queremos”. Independientemente de su género
literario3 es un fresco social de la España del siglo XX.
Veamos con más detalle este mundo social. La protagonista, Sira Quiroga,
es una joven modista con pocos medios económicos, hija de una madre soltera,
Dolores, quien le enseña el oficio de costurera y de un padre de alta posición so-
cial, Gonzalo Alvarado, al que no conoce hasta que cumple 24 años. Por amor a
un hombre se va de Madrid, -justo en el momento que estalla la guerra civil- y se
instala en Tánger, una ciudad exótica y vibrante donde mantiene un alto nivel de
vida. Pero, como un espejismo, este mundo desaparece y se ve sola, traicionada
y cargada de deudas. Sira se traslada accidentalmente a Tetuán, capital del Pro-
tectorado Español en Marruecos. En este momento, la protagonista tendrá que
madurar, tomar sus propias decisiones y hacerse cargo de su vida. Espoleada por la
necesidad de salir a flote, con argucias inconfesables y gracias a la ayuda de nuevas
amistades –Candelaria, una mujer generosa que trapichea con diversos artículos
3 A pesar de que su autora no la adscribe a ningún género: “Cuando comencé a escribir esta
novela, tenía perfilados los ingredientes que iba a contener, los personajes que la iban a
transitar y las sensaciones que quería transmitir, pero me sentía incapaz de asociarla con un
género concreto. Veintisiete meses y más de seiscientas páginas después, aún no sé cómo
clasificarla.”
506 EL PAPEL DE LA LITERATURA EN LAS ACTITUDES SOCIALES
El tiempo entre costuras es una novela que se relaciona con la narrativa es-
pañola contemporánea que hemos presentado, brevemente, en el primer punto de
este trabajo. Una literatura que recoge una época y da testimonio de la sociedad
que vivió en ella. La novela de Dueñas es un tipo de realismo recreado por la na-
rradora.
Respecto a la novela de Muriel Barbery, La elegancia del erizo, -al igual que
la narrativa hispanoamericana-, ha creado un gran impacto literario con la descrip-
ción de actitudes sociales no siempre ejemplares. Unas protagonistas fuera de lo
normal que sorprenden al lector con sus pensamientos e ideas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Alborg, Juan Luis (1991). Sobre crítica y críticos. Historia de la literatura española.
Madrid: Gredos.
Barbery, Muriel (2007). L’Élégance du hérisson. La elegancia del erizo. Traducción:
Isabel González-Gallarza, Seix Barral, 2009.
Bloom, Harold (2000). Cómo leer y por qué. Barcelona: Anagrama; páginas 18-19.
Brown, Gerald (1983). Historia de la literatura española 6/1. El siglo XX. Barcelona:
Ariel
Dueñas, María (2009). El tiempo entre costuras. Madrid: Planeta, Temas de Hoy.
Rico, Francisco (2000). Historia y crítica de la literatura española. Barcelona: Ariel
Royano Gutiérrez, Lourdes (1992).“La función del lector”. Investigaciones
Semióticas IV. Madrid, Visor, Vol. 1 ; páginas 229-235.
Royano Gutiérrez, Lourdes (1995).“La educación en el próximo milenio: la
investigación sobre la lectura”. Simposio Internacional La educación: el reto del
tercer milenio. Barcelona, Institución familiar de Educación; páginas 388-398.
Royano Gutiérrez, Lourdes (1995).“La duplicidad como creación. Revalorización
de una hipótesis de lectura” Género y sexo en el Discurso artístico. Caramés /
González (Eds.). Universidad de Oviedo: Servicio de Publicaciones; páginas 467-
481.
Royano Gutiérrez, Lourdes (2000). (ed.) Fuera del olvido. Los escritores
hispanoamericanos frente a 1898. Santander, Servicio de Publicaciones de la
Universidad de Cantabria.
––––––––––––––––– (2010). “Identidad y cambio social en la poesía femenina
del siglo XX” La imagen de la mujer y su proyección en la literatura, la sociedad y la
historia. Mercedes González de Sande (ed.) Sevilla: Arcibel; páginas 259-280.
508 EL PAPEL DE LA LITERATURA EN LAS ACTITUDES SOCIALES
46
ANÁLISIS DE LOS VALORES Y ACTITUDES DE LA PROTAGONISTA
FEMENINA ADOLESCENTE, EN LA OBRA DE ISABEL-CLARA SIMÓ Y
GLÒRIALLOBET
PAULA SANCHIS
Nuestra propuesta para este Congreso versa sobre el papel de la literatura y los
valores de trasmisión respecto al campo de la literatura juvenil catalana, a partir
del análisis y comparación de dos autoras y dos de sus obras: Raquel de Isabel-
Clara Simó y El diari de la Neus de GlòriaLlobet. En estas dos obras, es funda-
mental el papel de la protagonista adolescente, quien domina completamente
el relato de la historia en primera persona. En ambos relatos podemos observar
los valores y las actitudes de estas dos jóvenes respecto al mundo adolescente
en el que viven y además cómo lo viven. Un punto de vista que a la vez está
íntimamente relacionado con lo que hoy en día les preocupa y viven nuestras
adolescentes femeninas. Estas dos obras ponen de manifiesto el comportamien-
to, los valores, los temas y los tópicos de una etapa tan complicada como es la
adolescencia. Hay quienes califican este tipo de literatura como bildungsroman;
en cambio, otros prefieren calificarla de “novela de aprendizaje”, porque, en ella,
son los mismos personajes quienes construyen su propio yo a medida que dejan
atrás la infancia para entrar en el mundo de los adultos. Hemos creído oportuno
dejar en la lengua original (catalán) las notas que explican nuestro análisis de
las obras escogidas, traduciéndolas al español, lengua de esta comunicación, tal
como aparecen en las notas a pie de página.
En primer lugar, se abordará qué es y cómo Delagrave autor de Adolescen-
tes. Manual de instrucciones, 1999, entiende la etapa de la adolescencia. Además
esta obra nos permitirá relacionar el análisis de la adolescencia, con las obras que
hemos seleccionado, y ver si, en realidad, nuestras protagonistas adolescentes fe-
meninas pasan por todo aquello que aquí se analiza y se describe como grandes
rasgos del período adolescente.
En cuanto a la definición de la adolescencia, el autor nos habla de este pe-
ríodo de la siguiente manera:
1 Es interesante ver el artículo: de Mercè Otero Vidal I.E.S Santa Eulàlial’hospitalet de Llobregat;
Ni Alícia, ni Lolita. www.ub.edu/cdona/Bellesa/OTERO.pdf.Sobre las escritoras femeninas de
literatura infantil y juvenil que han incluido en sus obras a protagonistas femeninas adolescentes
que viven la belleza y los problemas que esto les conlleva. Las escritoras que han seleccionado
son mujeres que pertenecen, en general, a generaciones marcadas por el feminismo de los años
sesenta y setenta y que centran sus obras niñas protagonistas con problemas y preocupaciones
respecto a su cuerpo y la belleza.
PAULA SANCHIS 511
enfermedad y Raquel tendrá que aprender a vivir con el vacío que supone perder
a una mejor amiga en la época de la adolescencia. Se dará cuenta de que su vida
familiar no es la vida que ella creía, pues está llena de engaños y falsas apariencias.
Sus padres acabarán separándose y Raquel decidirá quedarse al lado de su madre,
ya que la considera la víctima de todo este asunto: su padre es quien se ha marcha-
do de casa con una mujer mucho más joven que él.
Esta obra nos permite hablar de un personaje redondo; es a través de la
protagonista femenina donde se observa toda la psicología del mundo interior de
Raquel, además de toda una serie de valores que podemos analizar a partir de su
comportamiento, la forma de entender la vida y de vivirla.
En primer lugar la joven se preocupa por su aspecto físico, se compara con
otra chica a quien ella misma dice envidiar por su cuerpo, decide hacer dieta, gim-
nasia y no morderse las uñas. Raquel decide mejorar en muchos aspectos físicos
de su vida:
2 No me gusto a mi misma. Para empezar, estoy demasiado gorda (¡como siempre!). Y nunca he
conseguido hacer régimen. Está claro, en mi casa no me ayudan, pero la conversación que tuve
el otro día con Oriol me ha demostrado que me obstino demasiado. Si quiero hacer régimen es
cosa mía. Porque no tengo volundad. Por ejemplo, la gimnasia. Me había propuesto hacer cada
día solo media hora y lo he cumplido a medias. [...]
Soy un desastre. Tengo demasiado culo, y barriga, y el cuerpo demasiado corto. Cuando veo
aquel cuerpo ¡tan largo, tan estilizado de Oriana!... ¡Qué suerte que tiene! [...]
PAULA SANCHIS 513
A lo largo del libro, nos damos cuenta de los profundos cambios que va su-
friendo la joven a lo largo de los días, que escribe su diario. Altos y bajos propios de
una adolescente. Hay ocasiones en las que la vida le parece fantástica; otras veces
se le hace insoportable. En general, esta obra trata los problemas de una adolescen-
te desde su perspectiva, ya que, al tratarse de un diario personal, el punto de vista
está focalizado sobre su propia vida.
Como hemos visto Raquel, se enfrenta a la enfermedad de su mejor amiga
Montse, a superar la ausencia de la muerte, lo cual la lleva a reflexionar sobre el
sentido de la vida. En resumen, leyendo Raquel, la adolescente ve reflejado su mun-
do, y percibe una joven fuerte, decidida, con ideas claras y muy inteligente. El tema
del dinero también aparece en la obra. Para la joven, los medios materiales son una
vía de escape a la libertad para poder hacer aquello que a ella le gusta: dejar de
estar bajo el control de sus padres.
1. El diari de la Neus de Glòria Llobet.-Neus es una joven de catorce
años y, como su título indica, la obra nos narra sus vivencias personales des-
de su perspectiva. En este diario, igual que en el de Raquel, encontramos una
protagonista femenina que decide escribir su vida en un momento lleno de
dificultades, amores, desamores, amistades, en general todo lo que comporta
ser adolescente.
Los capítulos, al igual que en la obra de Isabel-Clara Simó, están fragmen-
tados por días. El diario comienza el veintiocho de enero y acaba un siete de febre-
ro, una fecha clave, igual que en la obra de Raquel, porque en ambas obras, significa
el final de una etapa por parte de sus protagonistas.
Para Raquel, empieza la vida adulta y la matricula en la Facultad de biolo-
gía, y para Neus el cierre del diario es justo un año desde que Lluís tuvo el acci-
dente de moto. Pero para ambas, es mucho más que todo eso; es darse cuenta de
que han crecido, que han madurado y que han dejado atrás una fase importante
de sus vidas.
En general, en la obra del Diari de la Neus, su protagonista nos relata sus
vivencias, los exámenes, la menstruación, las fechorías y travesuras de su hermano
pequeño, las amistades, el amor y el accidente de moto de Lluís, hecho que pertur-
bará la vida de la joven apenas ha cumplido los quince años. Neus nos cuenta que
sus padres están separados, que el padre las abandonó cuando ella era pequeña,
y que apenas sabe de él. La relación con su madre es buena y Neus confía plena-
mente en ella.
Aviat faré catorze anys i encara no m’ha vingut la regla. Ahir vaig
dir a la mare que la majoria de les meves amigues ja la tenen i em
va voler tranquil·litzar explicant-me que encara que no m’ha passat
l’edat i millor per a mi si tarda.[..] Sí, ja sé que és una llauna, però
em fa sentir molt incòmoda quan les altres parlen d’aquest tema i jo
no puc ficar-hi cullerada. (Glòria Llobet, 2008: 9)5
4 Mi madre me ha comprado un jersey de color naranja, ancho y largo, tal y como yo quería. Ya
sé que lo que se lleva es ir con blusas ceñidas y cortas, enseñando la barriga y el ombligo. Pero
yo me siento mejor con ropa ancha que disimule mis imperfecciones. He quedado con Mariona
para ir a correr. ¡Tengo que perder quilos como sea!
5 Pronto cumpliré los catorce años y todavía no me ha venido la regla. Ayer le dije a mi madre
que la mayoría de mis amigas ya la tienen y me quiso tranquilizar explicándome que todavía no
me ha pasado la edad y mejor para mí si tarda.[…] Sí ya sé que es una lata, pero me hace sentir
muy incómoda cuando las demás hablan de este tema y yo no puedo meter baza.
6 ¡Me encanta estar enamorada! He pasado el día como en un sueño, recordando sus
movimientos, sus ojos, sus palabras... Me siento... No sé cómo decirlo..., como sonámbula,
ANÁLISIS DE LOS VALORES Y ACTITUDES DE LA PROTAGONISTA FEMENINA
516 ADOLESCENTE, EN LA OBRA DE ISABEL-CLARA SIMÓ Y GLÒRIALLOBET
Tinc molt clar que l’estimo i em causa una tristesa immensa el que li
ha passat, però, ho sé, no estic preparada per a superar aquest pes.
Em sento fatal. Després de la conversa (amb sa mare) he arribat a la
conclusió que haig de seguir al costat d’en Lluís, que l’haig d’ajudar
a superar aquesta situació horrible, que no puc deixar-lo plantat en
aquests moments que li seran tan durs. I, més endavant, quan hagi
acceptat la seva invalidesa, ja veurem com me’n sortiré”. (Glòria
Llobet, 2008: 36)7.
Pero poco a poco, las cosas vuelven a su cauce. Y Neus, después de mucho
pensar, meditar, y reflexionar sobre su situación, llega a una conclusión: no se
puede amar por obligación y que no está preparada para enfrontarse a una si-
tuación así de dura. Al principio, el hecho de querer dejar a Lluís la hace sentirse
como un monstruo, cruel, despiadada, la martiriza, la oprime, pero un día con-
versando con él, la joven le confiesa todo lo que realmente siente. Luís aceptará
su decisión sin más.
Así son sus palabras de todo lo que se construye finalmente entre
ellos dos:
“I d’un l’amor immadur de l’adolescència naixerà tota una amistat
sòlida i indestructible, irrenunciable que ni en Lluís ni ella canvia-
ríem per res... perquè podem mirar-nos de dret al fons dels ulls per
descobrir-hi uns sentiments que mai no es veuran enterbolits per
l’engany.” (Glòria Llobet, 2008: 126)8
9 Pensemos en la obra de Isabel-Clara Simó que editada por primera vez en 1991, y ya en el
año 2006 se llega a la 22ª edición. Y en el caso de Glòria Llobet, se trata de una obra leída y
recomendada en el ámbito de la Educación Secundaria Obligatoria.
10 Sobre la base de ORBIOLS SUARI, Núria (1998): Cómo desarrollar valores a partir de la
literatura. Propuestas prácticas para los tres ciclos de Educación Primaria. Barcelona, Ceac, Col.
Aula práctica.
ANÁLISIS DE LOS VALORES Y ACTITUDES DE LA PROTAGONISTA FEMENINA
518 ADOLESCENTE, EN LA OBRA DE ISABEL-CLARA SIMÓ Y GLÒRIALLOBET
BIBLIOGRAFÍA
47
LA MANIPULACIÓN DE LO SOCIAL Y DE LO ARTÍSTICO EN LA ERA
GLOBAL
STELLA SELVAGGI
Deberíamos adueñarnos de esta frase de Neruda para comprender con más sen-
tido de responsabilidad la mutación que los nuevos medios de comunicación
están llevando adelante en nuestra sociedad contemporánea. Esta misma cita
que en tiempos no demasiado remotos hubiera dado la vuelta al mundo, hoy se
convierte en un aforismo desconocido para la mayoría de las nuevas generacio-
nes, cada vez más atraidas por lo que trasmiten los media que por lo que custodia
la cultura.
El papel que desempeñan los media es tan abyecto como los programas
carentes de contenidos culturales que suelen proporcionar. De esta forma los me-
dia son los poseedores de la anticultura.1 Esta tangible consideración que parece
marcar aún más la divergencia entre aristocracia y muchedumbre2 nos impone una
reflexión sobre las raices de estos vertiginosos cambios que, según algunos estu-
diosos, tienen que buscarse en la Revolución Industrial3, período en el cual riqueza,
notoriedad y bienestar permitieron el ingreso de estos vehículos de información
que pasaron a sostener, al cabo de poco tiempo, toda la vida socio-cultural. Dicho
de otra forma, el holocausto informativo corrió parejo a las necesidades del perío-
do industrial que para desarrollar un sistema de producción y consumo de masa,
necesitaba de instrumentos para enviar mensajes masivos.4
La trayectoría de esta monopolización tecnológico-social fue lenta como
una enfermedad y a la par de una enfermedad trató de llevar a la sociedad hacia
la hecatombe cultural. El resultado fue la pérdida de autenticidad del concepto de
5 José Luis Martínez Albertos, La información en una sociedad industrial. Función social de los
mass media en en universo democrático, Tecnos, Madrid, 1981, p.15.
6 Agata Piromallo Gambardella, Ricostruzione della sfera pubblica e utopia del linguaggio, in
Quaderno di comunicazione-rivista di dialogo tra culture, La variazioni grandi, 8/2008, Meltemi,
p.54.
STELLA SELVAGGI 521
Los mass media continúan, hoy más que ayer, a desbancar el pensamiento7 y a
volcar mensajes idénticos sobre millones de individuos adueñándose de sus vidas
y más aún de sus intelectos. Este manejo mediático, consecuencia de un influjo
voluntario, somete nuestro ser a la irresponsabilidad vital: seguimos escuchando
sin entender, adoptamos comportamientos estandarizados e, incluso, hablamos
sin discernir.
Eso demuesta que los media no solo han continuado a tejer la red de la vida
colectiva sino a adueñarse de las sinapsis del cerebro porque el hombre se les ha
otorgado este privilegio.
Seguramente la responsabilidad humana consistió en considerar a los me-
dia como la creación de nuevas posibilidades que no se encontraban en la natu-
raleza humana8 y verse a sí mismo como un ser para quien lo superfluo resultaba
necesario9.
Aunque no lo parezca, en un momento dado, el hombre decidió abandonar
el concepto de áskesis en favor de una vida como factum.10 Ese mismo participio
que en los años Treinta hizo que el hombre tendiera el oído hacia las dictaturas, es-
cuchara la“voz de su amo”y siguiera sus directivas hoy, en la sociedad capitalista, le
permite ser captado por la voz de aquellos ciudadanos que quieren compartir con
él lo que sienten, ven y adoran.11
Eso demuestra cómo todas las generaciones, con motivos diferentes, qui-
sieron tender el oído e imitar al famoso perro del gramófono.
Esta igualdad generacional da prueba que tanto hoy como ayer, los new
media desarrollan una refinada función de control de la sociedad imponiendo un
sentido común.
Por unanimidad y de manera indistinta, convierten al individuo en un robot
totalmente dependiente de ellos, monopolizándole, deslumbrándole, engañándo-
le, y evitándole cualquier tipo de reflexión sensible.
Estos efectos devastadores que llevan a una fusión con la circunstancia12
muestran la fuerza con la que la tecnología continúa abriéndose camino entre la
7 Herbert Marcuse, L’uomo a una dimensione. L’ideologia della società industriale avanzata,
Torino, Einaudi, 1967, p. 191.
8 José Ortega y Gasset, Meditación de la técnica, Collección Austral, Espasa- Calpe, Madrid, 1965,
p. 27.
9 Ivi, p. 39.
10 Lorenzo Infantino, Ortega y Gasset. Una introduzione, Armando editore, Roma, 1990, p. 72.
11 Herbert Marcuse, ob.cit., p.253.
12 José Ortega y Gasset, Meditación del Quijote, in Obras Completas, vol. I, Alianza Editorial,
Revista de Occidente, Madrid, 1983, p. 322.
522 LA MANIPULACIÓN DE LO SOCIAL Y DE LO ARTÍSTICO EN LA ERA GLOBAL
gente tanto que hoy es impresionante constatar cómo su contacto disminuye las
relaciones y anula el enfrentamiento o feedback13.
Siendo los artífices de la desinformación y de la deshumanización, siendo
los promotores de valores incontrolados, los media asedian a la sociedad ejercien-
do su poder sobre los individuos14 y obnubilando a la mayoría.
Su difusión ya generalizada en los siglos pasados se extiende ahora como
una mancha de aceite hasta hechizar a la gente embrujada por tener satélites, in-
ternet y digitales terrestres.
Queramos o no, estamos en el centro de este torbellino que se jacta de su
carácter anti-pedagógico, una vorágine que, como una aspiradora, traga nuestras
existencias.
Sin embargo, con esta tecnología al alcance de la mano resulta difícil abste-
nerse de los programas impactantes y no cazar al vuelo los mensajes de las publi-
cidades persuasivas o branding15; más fácil, en cambio, abstenerse de la lectura de
un buen libro o de la reflexión educativa.
El mirar no cansa como el leer, el escuchar no requiere esfuerzos particu-
lares; ésa es la diferencia: los media son sin compromisos, no requieren ninguna
participación humana16.
Naturalmente, la inmensa penetración ideológica, la impresionante rapidez
con la que continúan avanzando en la sociedad y, más en general la cohesión social
no nos afectan a la unanimidad.
En los años se ha comprobado que las fauces de estos instrumentos de
divulgación de la industria cultural no pueden devorar a las mentes más brillantes
porque no todos se supeditan a la manipulación.
Es la minoría selecta formada por psicólogos, profesores, educadores e inte-
lectuales la que rechaza convertirse en productos de la sociedad de consumo y que
resiste a las tentativas de persuasión17.
Paradójicamente, esta forma de rebeldía hace que se advierta un sentido
de impotencia y que se perciba el total Apocalipsis18; la toma de conciencia de que
13 Hans Magnus Enzensberger, Elementos para una teoría de los medios de comunicación,
Barcelona, Anagrama, 1974, p. 11.
14 Herbert Marcuse, ob.cit., p. 203.
15 Naomi Klein, No Logo, Flamingo, Great Britain, 2000, pp. 11-121.
16 Franco Ferrarotti, Ego e Alter in Quaderno di comunicazione-rivista di dialogo tra culture, La
variazioni grandi, ob.cit., p.21.
17 Denis McQuail, Sociologia dei media, Società editrice il Mulino, Bologna, 2001, p.80.
18 Umberto Eco, ob.cit., p. 11.
STELLA SELVAGGI 523
la mayoría nunca renuncie a ser dependiente del contexto vuelve difícil cualquier
forma de intervención pedagógica.
En efecto, la impresión que se tiene al confrontarse con las nuevas gene-
raciones es la de una vehemente resistencia frente a los mensajes que exaltan la
pureza artística; en cambio hay una aceptación total de los códigos estereotipados
que los media proponen.
En tales circunstancias resulta demasiado difícil transmitir la idea de que
los mass media no deben estimarse por su espontaneidad sino condenados por su
planificación y aún más complicado inculcar este mensaje a oyentes ineptos que en
lugar de programas culturales se complacen del Gran Hermano, que en vez de leer
Cervantes se hunden en las novelas de Moccia y que remplazan a Lady Oscar con
Los Simpson o Los Griffin cuyo valor económico choca contra el vacío intelectual
que les crean.
De aquí se nota cómo el lenguaje, la presión y la propiedad concentrada de
los media tienen el mérito y el enorme acierto de influenciar la autonomía del arte
que hoy, más que ayer, quiere realizarse bajo su completa tutoría.
Nos duele admitir que para sobrevivir, lo artístico ha elegido fundirse con la
modernidad ocasionando una cultura de consumo que es una drogadicción19 para
sus consumidores. Justo por esto, creemos que la literatura que se ha abandonado
a la agencia mediática ha perdido su autonomía hasta tener implicaciones socioló-
gicas y psicológicas20 devastadoras.
A pesar de todo, esa opinión nuestra choca contra el parecer de aquellos
que creen en la era de los moist media21 (nuevas mentes).
El mismo autor del libro Tres metros sobre el cielo, declaró que el hecho de
que su obra se ha encomendado a los media ha significado saber construir actitu-
des de apertura a la diversidad social y ha demostrado que los valores no pueden
ser canonizados ni la escritura estereotipada.
Según el mismo Moccia, Tres metros sobre el cielo, ha dado paso a un aire
de frescura en el panorama literario engendrando un recorrido en espiral para la
literatura sucesiva. ¡Y éste es el problema!
La única cosa que no necesitamos es una literatura que marque en nega-
tivo la conciencia social. Se trata, según nuestro modo de ver, de un puro ultraje
22 Mauro Wolf., Gli effetti sociali dei media, Bompiani, Milano, 1992, p. 87.
STELLA SELVAGGI 525
BIBLIOGRAFÍA
23 Maria Gabriella Pettigiani, Salvatore Sica, La comunicazione interumana, Ed. Franco Angeli,
Milano 1993, p. 24.
24 Herbert Marcuse, ob.cit., p.238.
526 LA MANIPULACIÓN DE LO SOCIAL Y DE LO ARTÍSTICO EN LA ERA GLOBAL
48
L’IMPAZZIMENTO D’ORLANDO: LA LITERATURA COMO POTENCIA
DESTRUCTORA DE LA IDENTIDAD SOCIAL
ALBA TEIXIDÓ VILAR
La primera fase de este ardid literario, se inicia por lo tanto, con la elabora-
ción de unos hipertextos (notas, símbolos y un poema) en el interior del hipotexto
al que pertenecen y refieren (el Furioso)3. De este modo, al producir literatura en
el interior de su mundo ficcional, ambos se convierten en una instancia narrativa
cuyos destinatarios directos no son los lectores de Ariosto. Son particulares coau-
tores de unos escritos que recogen lo sucedido en el decurso de su propia trama,
con el objetivo de que el mensaje pueda ser leído por el resto de personajes de su
universo ficcional. Un acto de escritura especular que otorga además una identidad
a ‘esos árboles’, a ‘esa cueva’ y a ‘ese albergue’, que de ahora en adelante, se distin-
guirán de los demás del poema por ser aquellos en los que se han amado Angélica
y Medoro. Una distinción que Ariosto reconoce y de la cual advierte al lector del
Furioso, cuando el ‘inocente’ Orlando llega al lugar convirtiéndose en el lector acci-
dental (pero también receptor ideal) de los amorosos mensajes:
Una puntualización en los cuatro últimos versos que permite al lector del
Furioso obtener una posición privilegiada: la del conocimiento. Con este guiño de
Ariosto, mediante la intratextualidad, identificamos de inmediato el lugar, los es-
critos y lo que es más importante, los hechos a los que estos remiten, que son sin
embargo absolutamente ignotos para el recién llegado Orlando.
Por este giro inesperado de la historia el conde desempeñará un rol doble:
será actor y receptor simultáneo de la trama en la que participa, siendo él el único
que desconoce lo sucedido, así como también lo que va a suceder. Salvo él, tanto el
narrador-poeta (Ariosto), como los coautores del texto (Angélica y Medoro), como
el pastor del albergue y los lectores del Furioso están al corriente de lo sucedido.
Segundo estadio: La hermenéutica y la negación.- Así es como Orlando,
que ha recorrido todo el poema buscando a su desdeñosa amada, la encuentra
finalmente en el C.XXIII transformada en literatura. Por doquier está inscrito su
nombre. Orlando, golpeado por el desconcierto, se adentra en el maculado bosque
plagado con decenas de signos lingüísticos que contienen el nombre de Angélica,
y que lo asaltan y lo fuerzan a la lectura.
En esta segunda fase del impazzimento tiene lugar, en consecuencia, una
nueva transformación de los roles de los personajes en relación con el proceso
de escritura y recepción. Si en el primer estadio hemos visto cómo Angélica y
Medoro se convertían en coautores voluntarios de un hipotexto, ahora Orlando
L’IMPAZZIMENTO D’ORLANDO:
530 LA LITERATURA COMO POTENCIA DESTRUCTORA DE LA IDENTIDAD SOCIAl
4 A partir del análisis del término ‘nodi’, atendiendo a un sentido literal y a su carácter
explícito y figurativo, Millicent propone la siguiente lectura: “We might therefore call her
inscriptions ‘coitograms’ in their calligraphic mimesis of the love act they represent.” (1993:
39), entendiendo las inscripciones más que como grafías, como trazos. Cfr. Donato (1986: 53) y
Moog-Grünewald (1999: 114).
5 Cfr. (XXIII, 108-109). Cabe puntualizar que el poema está escrito en árabe. Así, mientras para
cualquier otro caballero cristiano el mensaje hubiera permanecido oculto, manteniéndose
por tanto el autoengaño; no es así para Orlando, conocedor de la lengua sarracena. Un
conocimiento que anteriormente había sido su aliado entre las tropas enemigas (IX, 5) y que
ahora traicionero es cómplice de la verdad que él niega (XXIII,110).
6 En los tres casos de locura amorosa que los expertos identifican en el Furioso, aparece como
detonante el relato oral. Cfr. Weaver (1977: 399) y Giannetti Ruggiero (2001: 156).
L’IMPAZZIMENTO D’ORLANDO:
532 LA LITERATURA COMO POTENCIA DESTRUCTORA DE LA IDENTIDAD SOCIAl
7 OF (XXIII, 123).
8 El papel de la palabra como desencadenante directo de la locura de Orlando no podemos
desvincularlo del contexto filosófico-cultural en el que la obra se insiere y la concepción que
éste tenía de la magia y el poder performativo del lenguaje: “La magia […] allude sempre
al potere creativo dell’uomo rinascimentale, alla sua posibilità di intervento sul mondo.
L’uomo è criatura di Dio ma è anch’egli creatore, in quanto repropone nella sua realtà l’atto
divino della creazione del mondo, che avvenne per mezzo di parole. L’aspetto forse più
precipuamente umano della creatività si esplica infatti nel linguaggio, nell’uso della parola, nella
communicazione; molti umanisti elaborarono una nuova concezione della lingua, mutevole e
versatile, vedendola come il luogo per eccellenza in cui si estrinsecava la creatività umana. […]
Secondo Picatrix, le parole in sé hanno potere magico, sono in grado di trasformare il mondo.
[…] [y de hecho, ya ] un’infinità di miti dell’antichità trasmettono proprio l’efficacia della stretta
connessione tra la parola e la magia nonché la sua origine semi-divina. […] Al centro esatto
del poema, nell’episodio del furioso Orlando, il narratore spinge infine la rappresentazione del
potere magico delle parole, scritte ed orali, fino alla loro associazione con la pazzia” (Giannetti
Ruggiero, 2001:150-151). Hemos de tener presente, por lo tanto, esta vinculación existente
entre magia y lenguaje cuando examinamos las consecuencias que supone para Orlando la
lectura de los escritos y la escucha del relato oral, entrañando en cierto modo el sentido de
hechizo o encantamiento, no pudiendo pasar por alto que “al tempo dell’Ariosto la distinzione,
che si opera modernamente, tra la magia e la scienza o la magia e la conoscenza razionale non
era così ovvia. Le due si intersecavano e si confondevano […]” (159); equiparando, por ejemplo,
al mago con el hombre sabio.
ALBA TEIXIDÓ VILAR 533
Pero por más que suprima los signos y las palabras, queda intacta la entidad
de lo sucedido, puesto que el lenguaje no sólo describe el mundo, sino que también
lo modifica irreversiblemente gracias a su poder performativo. Orlando, es abatido
por el conocimiento. Su raciocinio, incapaz de procesar la información percibida a
través del relato, entra en suspensión. Pierde el juicio, y se arroja finalmente a la
locura9.
Ante este fracaso cognitivo, se produce entonces la fatal metamorfosis: el
héroe, víctima de un furor descontrolado, queda reducido a irreconocible ‘bestia
furibunda’, privado de juicio, de identidad y de humanitas10. En efecto, Orlando
deja de ser un caballero para convertirse en un uomo selvaggio11. Es en oposición al
hombre civilizado y se retiran a vivir a los bosques donde pierden la mayoría de los atributos
que se consideran humanos.” (Martín del Pino, 2006: 237-244).
12 Para un análisis detallado de todos los casos de folie littéraire medieval cfr. Borràs Castanyer
(2007).
13 Estos dos primeros gestos simbolizan y exteriorizan de modo especial la dispersión y la
disgregación de la identidad del individuo; dado que en la literatura medieval tanto las armas
como la armadura (del mismo modo que el caballo), no sólo gozaban de nombre e identidad
propios, sino que además eran atributos indispensables para la construcción de la identidad
social del caballero, permitiendo el reconocimiento de su persona y su valía. Cfr. Cirlot (1995).
14 Cfr. Segre (1985: 91-93).
ALBA TEIXIDÓ VILAR 535
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
49
EL ATENTADO DE GOLPE DE ESTADO EN ESPAÑA EN LA PRENSA GRIEGA
MARÍA TSOKOU
El atentado de golpe de estado en España del 23-F1 de 1981 es un hecho que marcó
la historia de la transición española y la consolidación de la democracia en la con-
ciencia del pueblo español. En la presente comunicación se estudia la actitud de la
prensa griega hacia ese hecho a través de cuatro periódicos de diferentes posturas
políticas: Rizospastis (El Radical),2 Macedonia3, Apogevmatiní4 y Vradiní5.
• Rizospastis es órgano oficial del partido comunista griego.
• Macedonia expresa, en ese período, una ideología de centro-izquierda.
• Apogevmatiní se caracteriza como periódico de centro-derecha.
• Vradiní adopta una ideología aún más conservadora que la de la derecha popular.
1 Para más informaciones históricas sobre el período y las circunstancias bajo las cuales se
realizó el atentado de golpe de estado en España consúltense también:
• Cantarino, Vicente, Civilización y Cultura de España, Cuarta Edición,(Upper Saddle River,
New Jersey, Estados Unidos, Ed. Prentice Hall: 1999), pp. 435-436.
• Kattán Ibarra, Juan, Perspectivas Culturales de España, Segunda Edición, (Illinois,
Estados Unidos, National Textbook Company: 1989), pp. 234-235.
• Pérez Picazo, Mª Teresa, Historia de España del siglo XX, (Crítica, Grijalbo Mondadori,
Nuevos Instrumentos Universitarios, Barcelona: 1996), pp. 265-273.
• Paredes, Javier (Dir.), Historia de España Contemporánea, Nueva Edición Actualizada,
(Ariel, Barcelona: 2010), pp. 913-922.
y como bibliografía en griego se recomienda:
• Τσώκου Μαρία, «Ισπανία: Τα πρώτα χρόνια της Μεταπολίτευσης. Η απόπειρα
πραξικοπήματος την 23η Φεβρουαρίου 1981», Αθήνα, 2011,(υπό δημοσίευση). Tsokou
María, “España: Los primeros años de la Transición. El intento de golpe de estado del
23 de febrero de 1981.” (en prensa).
2 ΡΙΖΟΣΠΑΣΤΗΣ, Όργανο της Κεντρικής Επιτροπής του Κομμουνιστικού Κόμματος Ελλάδας,
Τρίτη 24 Φλεβάρη 1981, Νέα Περίοδος-Αριθμός Φύλλου 1937, Διευθ. Γρηγόρης Φαράκος, σελ.
1 και 11. (Rizospastis – El Radical-, Órgano oficial del partido comunista griego, Martes 24 de
febrero del 1981, Dir. Grigoris Farakos, Nueva Época, Nº 1937, pp. 1 y 11.)
3 ΜΑΚΕΔΟΝΙΑ, Η Πρώτη Πρωινή Εφημερίς εν Θεσσαλονίκη, Τρίτη 24 Φεβρουαρίου 1981, Έτος
70º, Αριθμός Φύλλου 20518, σελ. 1 και 7. (Macedonia, El primer diario matinal en Salónica,
Martes 24 de febrero del 1981, Año 70º, Nº 20518, pp. 1 y 7.)
4 ΑΠΟΓΕΥΜΑΤΙΝΗ, Ανεξάρτητη Εφημερίδα των Ειδήσεων, Τρίτη 24 Φεβρουαρίου 1981, Διευθ.
Χρήστος Πασαλάρης, Αριθμός φύλλου 8488, σελ. 1 και 14. (APOGEVMATINÍ- Diario de la tarde,
Diario Independiente de Noticias, Martes 24 de febrero del 1981, Dir. Christos Pasalaris, Nº
8488, pp. 1 y 14)
5 Η ΒΡΑΔΥΝΗ, ΘΑΡΣΕΙ Τ’ ΑΛΗΘΕΣ ΛΕΓΩΝ ΟΥ ΣΦΑΛΛΗ ΠΟΤΕ, Τρίτη 24 Φεβρουαρίου 1981,
Διευθ. Γ. Αθανασιάδης, Αριθμός Φύλλου 19504, σελ. 1 και 7. (LA VRADINÍ- Diario de la
noche- Quien con valentía dice la verdad, nunca falla, Martes 24 de febrero del 1981, Dir. G.
Athanasiadis, Nº 19504, pp. 1 y 7.)
538 EL ATENTADO DE GOLPE DE ESTADO EN ESPAÑA EN LA PRENSA GRIEGA
6 Para más informaciones sobre el período sobre la 2ª República Española, la Guerra Civil y el
Régimen de Franco consúltense también los libros de la historia y civilización española antes
mencionados (cita nº1) y para la historia griega:
Ιστορία του Ελληνικού Έθνους, Σύγχρονος Ελληνισμός από το 1941 έως το τέλος του αιώνα,
Τόμος ΙΣΤ΄(Εκδοτική Αθηνών ΑΕ, Εταιρεία Ιστορικών Εκδόσεων Αθήνα: 2000)
Historia de la Nación griega, Helenismo Contemporáneo desde 1941 hasta el fin del siglo, Tomo
XVI, (Ed. Ekdotiki Athinon SA, Ediciones Históricas, Atenas: 2000).
7 España y Grecia se vieron divididas en dos frentes; por un lado los que en España se llamaron
Frentepopulistas o Republicanos y en Grecia izquierdistas o comunistas que estaban a favor del
llamado Gobierno de la Montaña. Por otro lado los nacionalistas en España coinciden con los
de derechas o los que están a favor del gobierno legal de Grecia. La gran diferencia entre las
dos guerras civiles es que en España hay un gobierno electo de izquierda y contra él se rebelan
oficiales y pueblo de derechas, mientras que en Grecia hay un gobierno electo legal de derecha
y los sublevados eran sobre todo de izquierdas. Véanse capítulos correspondientes de las
fuentes mencionadas.
8 Pero hay que tener en cuenta que la dictadura de Franco duró más de 35 años mientras que la
dictadura de los coroneles en Grecia duró solamente 7 años. Véanse capítulos correspondientes
de las fuentes mencionadas.
9 El último rey de Grecia fue Konstantino, hermano de la Reina Sofia de España.
10 En Grecia en las elecciones de octubre del 1981 el partido socialista griego (ΠΑΣΟΚ- PASOK)
recibió el 48,1% y 172 de los 300 escaños mientras que el Partido Socialista Obrero Español
consiguió el 48,43% y 202 de los 350 escaños. Historia de la Nación Griega, p. 354 y Historia de
España del siglo XX, p. 277.
MARÍA TSOKOU 539
ocupará del golpe de Estado español según propuesta del partido socialista. Todos
los partidos menos el partido nacional desaprueban el atentado”, se presentan las
reacciones de los partidos políticos griegos; expone las declaraciones de los parti-
dos popular, socialista, comunista, comunista europeo y de la juventud del partido
comunista. Además habla de la negación del embajador de España en Atenas a
recibir la delegación de la Juventud Comunista.
El 25 de febrero, Rizospastis17 incluye un artículo con el título “La reacción
del pueblo español condujo al aislamiento y reducción de los golpistas”, en el cual
presenta la evolución de los hechos en el Parlamento español. En otra columna
comenta la reacción de los partidos comunistas europeos en un artículo titulado“El
partido comunista de la Unión Soviética solidario con los comunistas y el pueblo
republicano de España. La lucha contra el fascismo es un acto sagrado para los co-
munistas soviéticos.” En este se presentan manifestaciones del partido comunista
italiano y del Secretario General del partido comunista portugués. Además en un
párrafo corto agrega que “representante del comité de la Comunidad Económica
Europea afirma que el Comité expresa su convicción de que los hechos de ayer no
son más que un incidente que no va a suponer obstáculos en la aceptación de Es-
paña en la Comunidad Económica Europea. Manifestaciones similares fueron he-
chas por parte de los gobiernos de Portugal, de Inglaterra, de Holanda, Dinamarca,
Alemania del Oeste, de Austria y de otros países.”
Los dos periódicos de ideología conservadora, en sus ediciones del 25 de
febrero, incluyen caricaturas que ridiculizan el atentado en España. En Apogevmati-
ní18 un toro -que representa el sistema democrático- tiene en sus cuernos al coronel
Tejero. El título humorístico de la caricatura es“el coronel quería formar dictadura”.
Por otro lado en el Vradiní19 el torero representa las instituciones democráticas y
durante la corrida mata al toro que insinúa el golpe de estado. Ambas caricaturas
son de los más famosos caricaturistas griegos de la época.20
emplea un discurso más complicado y fiel a las normas del idioma culto. Los
dos periódicos del centro –centro izquierda y centro derecha- se expresan de una
manera moderada. No llegan a los dos extremos opuestos.
Al leer los artículos de Rizospastis y Macedonia, los periódicos de izquierda y
de centro izquierda respectivamente, lo que atrae la atención es que ambos carac-
terizan la guardia civil como un cuerpo paramilitar. Si bien no tenemos datos que
nos permitan interpretar dicha calificación, según nuestra opinión la justificación
más probable del uso de ese término se remonta al hecho de que en Grecia no ha
existido el cuerpo de la guardia civil (como un cuerpo policial o de las fuerzas ar-
madas). La policía se dividía en dos cuerpos: la policía urbana y la guardia regional;
la primera tenía jurisdicción en solamente tres ciudades, en Atenas, Corfú y Patras,
y la segunda en todas las demás regiones de Grecia. El termino guardia civil se uti-
lizó durante periodos de emergencia o de tensión de la vida política para designar
a civiles que actuaban como policías, bajo las órdenes de oficiales, para proteger al
pueblo. Durante la guerra civil griega se utilizó con frecuencia el término por eso
en la conciencia de la gente de la izquierda está más ligado con una organización
paramilitar que con un cuerpo policial o de las fuerzas armadas.21
21 Según el Diccionario Enciclopédico Gran Enciclopedia Griega guardia civil significa un cuerpo
de civiles sin educación militar quienes se ocupan de la seguridad interna en situaciones
cruciales. En Grecia se utiliza más el término guardia nacional que guardia civil. Según el
Reglamento del 1876 parte de la guardia nacional pueden ser todos los hombres que pueden
llevar armas menos de dieciocho o más de cincuenta años. Μεγάλη Ελληνική Εγκυκλοπαίδεια,
Τόμος Κ, Έκδοση Β’, Εκδοτικός Οργανισμός ο Φοίνιξ, Αθήνα, σελ. 460. (Gran Enciclopedia
Griega, Tomo XX, Segunda Edición, Ed. Finix, Atenas, p. 460.)
Según el Diccionario Enciclopédico “Del Sol” el término guardia civil no se explica y se da como
sinónimo de la guardia nacional. El artículo termina: “Durante los tres años del levantamiento
comunista desde el marzo de 1946 hasta su derrota final el 1949 civiles armados – guardias
nacionales bajo el nombre “cuerpo de defensa del campo” se utilizaron junto al ejército
y la policía regional como defensa de regiones pobladas del campo contra las agresiones
comunistas”. ΝΕΩΤΕΡΟΝ ΕΓΚΥΚΛΟΠΑΙΔΙΚΟΝ ΛΕΞΙΚΟΝ, Τόμος ΣΤ’, (‘Έκδοση της Εγκυκλοπαιδικής
Επιθεωρήσεως Ήλιος, Αθήνα, σελ. 395. (Nuevo Diccionario Enciclopédico, Tomo VI, Ed. Editorial
Enciclopédica “El Sol”, Atenas, p. 395)
A lo mejor basada en esta definición se debe el uso del término paramilitar para la designación
del término.
En la enciclopedia de Papiros Larousse Britannica tampoco se explica el término guardia civil
que lo presenta como sinónimo también de la guardia nacional. En este artículo se da una
más detallada historia del término tanto en Europa como en Grecia. Se presenta su evolución
y el intento de establecer un cuerpo militar o policial bajo el nombre guardia nacional. Ese
diccionario presenta dos términos que se pueden traducir como guardia nacional; el término
εθνοφρουρά con su traducción en francés garde nationale y el término εθνοφυλακή sin otra
traducción. Parecen ser términos sinónimos porque el artículo de εθνοφρουρά empieza con
la frase “εθνοφρουρά con el sentido de εθνοφυλακή se formó en Francia por el voluntario
llamado a las armas de los civiles en 1789. ΕΓΚΥΚΛΟΠΑΙΔΕΙΑ ΠΑΠΥΡΟΣ LAROUSSE BRITANNICA,
Τόμος 18, (Εκδοτικός Οργανισμός Πάπυρος, Αθήνα, 2007, σελ. 499-502. Papiros Larousse
Britannica, Enciclopedía, Tomo 18, (Ed. Papiros, Atenas, 2007), pp. 499-502.
546 EL ATENTADO DE GOLPE DE ESTADO EN ESPAÑA EN LA PRENSA GRIEGA
BIBLIOGRAFÍA
Αθανασιάδης. (LA VRADINÍ- Diario de la noche- Quien con valentía dice la verdad,
nunca falla, Dir. G. Athanasiadis)
Ιστορία του Ελληνικού Έθνους, Σύγχρονος Ελληνισμός από το 1941 έως το τέλος του
αιώνα, Τόμος ΙΣΤ΄(Εκδοτική Αθηνών ΑΕ, Εταιρεία Ιστορικών Εκδόσεων Αθήνα:
2000) Historia de la Nación griega, Helenismo Contemporáneo desde 1941 hasta
el fin del siglo, Tomo XVI, (Ed. Ekdotiki Athinon SA, Ediciones Históricas, Atenas:
2000)
ΕΓΚΥΚΛΟΠΑΙΔΕΙΑ ΠΑΠΥΡΟΣ LAROUSSE BRITANNICA, Τόμος 18 και 50
(Εκδοτικός Οργανισμός Πάπυρος, Αθήνα, 2007. (Papiros Larousse Britannica,
Enciclopedia, Tomo 18 y 50, (Ed. Papiros, Atenas, 2007)
Μεγάλη Ελληνική Εγκυκλοπαίδεια, Τόμος Κ, Έκδοση Β’, Εκδοτικός Οργανισμός ο
Φοίνιξ, Αθήνα. (Gran Enciclopedia Griega, Tomo XX, Segunda Edición, Ed. Finix,
Atenas)
ΝΕΩΤΕΡΟΝ ΕΓΚΥΚΛΟΠΑΙΔΙΚΟΝ ΛΕΞΙΚΟΝ, Τόμος ΣΤ’, (‘Έκδοση της
Εγκυκλοπαιδικής Επιθεωρήσεως Ήλιος, Αθήνα. (Nuevo Diccionario Enciclopédico,
Tomo VI, Ed. Editorial Enciclopédica “El Sol”, Atenas)
549
50
MEMORIA DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA EN LAS AUTOBIOGRAFÍAS
DE COMBATIENTES EXTRANJEROS
JUAN VARELA TEMBRA
LUIS VELASCO MARTÍNEZ
BIBLIOGRAFÍA
51
LA CULTURA DEL NARCOTRÁFICO EN MÉXICO: NARRATIVA, CINE Y
CORRIDOS
LOURDES CELINA VÁZQUEZ PARADA
1 de junio 2011
Matan a niña en Chihuahua; iban por su mamá.
Hallan narcofosa en Michoacán con cuatro cadáveres.
Ejecuciones:
En el sexenio: 37817. Ayer 27.
Periódico El Occidental de Guadalajara. Primera plana.
viste pantalón de mezclilla y camisa tipo polo de color verde. Inmediatamente des-
pués, todas las camisetas similares fueron compradas en las tiendas y mercados,
por personas a quienes el personaje debe parecerles un héroe. La moda del narco
se basa en el estilo de vestimenta norteño que ha sido exportado a todo el mundo:
bota picuda, pantalón de mezclilla, camisa de marca, cinto piteado y gorra brillosa.
Esta vestimenta ya la observamos a través del cine, en otros países donde las redes
de narcotráfico se han expandido, como Rusia o la India.
El estilo de vida narco, o “buchón”, asimila la estética de las grandes pasa-
relas internacionales y la moda norteamericana. La figura femenina de la muñeca
Barbie se convierte en el prototipo de mujer, que siendo novia o amante de un
narco norteño o “buchón”, tiene todo el dinero a su disposición para “arreglar su
cuerpo”y ajustarlo a los patrones y las proporciones de esta muñeca. La cultura bu-
chona genera así un amplio mercado para la cirugía estética que se practica princi-
palmente en ciudades de los Estados Unidos y muy recientemente en Guadalajara.
Está cimentado en valores que las nuevas generaciones han aprendido de
manera inconsciente a través de la televisión estadounidense; los jóvenes de hoy
pertenecen a una generación que creció dedicando varias horas del día a matar
personajes en los videojuegos, y que ha interiorizado una visión de la muerte como
algo simple e insignificante. Una generación que ha crecido con la idea del máximo
beneficio con el menor esfuerzo; donde el éxito en la vida se mide por el dinero que
se tiene, pero más por el que se gasta; un estilo de vida altamente competitivo que
genera prepotencia y desprecio a la alteridad. Donde el fin (la ganancia) justifica
todos los medios, incluyendo la muerte violenta.
Este “negocio” global, que genera su propia cultura globalizada, está apo-
yado en los otros dos grandes “negocios” del mundo actual: el tráfico de armas y la
esclavitud de mujeres y niños en el comercio de la prostitución. Se trata de las acti-
vidades que generan un mayor rendimiento, que logran mover sus“mercancías” por
todo el mundo, burlando las políticas y las leyes nacionales e internacionales, utili-
zando todos los recursos previsibles e imprevisibles. Ningún país les es ajeno; nin-
guna sociedad inmune. Obviamente las experiencias de vida de los narcotraficantes
o de los sicarios no se conocen abiertamente por todo el mundo, pero se transmiten
por diversos medios: entrevistas a periodistas, quienes lo difunden a través de los
medios o logran novelarlo en interesantes obras; de voz en voz difundiendo me-
diante rumores lo que se convierte después en conocimiento de sentido común, y
finalmente, los recursos cada vez más difundidos de la narrativa, el cine y la música.
Como producto de las estructuras económica y política, el narcotráfico ha
generado su propia cultura, que es reflejo de lo que sucede en estos campos. La
558 LA CULTURA DEL NARCOTRÁFICO EN MÉXICO: NARRATIVA, CINE Y CORRIDOS
cultura del narco genera y produce sus propios valores, sus propios prejuicios; sus
estilos de vida y sus recursos culturales, sus héroes y sus leyendas, las cuales se di-
funden a través de los medios masivos de comunicación. Ha generado sus propios
códigos, moda, gustos y lenguaje; los que encontramos en las siguientes expresio-
nes lingüísticas extraídas de entrevistas a narcotraficantes o a buchonas (Alejandro
Almazán 2008), y que se van popularizando entre los jóvenes:
• Malandrín sin arma es como una puta sin cliente
• Todo eso te da poder y la gente te mira con miedo, con respeto
• Matar para no morir.
• Vivir poco y vivir deprisa
• Todo buchón que se precie de serlo, cuando tiene dinero debe acabárselo.
Eso vale madre con una buena camioneta
• Mujer que ha subido a la Hummer, mujer con la que termino en la cama.
• Un malandrín nunca, nunca, debe sentirse apretado a la hora de los bala-
zos.
• Con toda esta ropa de marca, atraes a cualquier mujer
• Gastó decenas de dólares por segundo porque supo que iba a morir pronto.
Y así fue
• Los cuatro puntos cardinales de Sinaloa son el narco, la impunidad, el so-
borno y las mujeres
• Todo —“el asesinato de un cura marica o la muerte accidental de un
niño”—, se puede pagar con arrepentimiento
• Ahora por un cigarro de mota o una dosis de cristal contratas a un sicario
• Uno de plebe quiere que le hagan un corrido, pero cuando te exhibes más
de la cuenta, eres hombre muerto
• Las armas no son para guardarse, sino para matar.
• A las mujeres hay que vestirlas bien y enjoyarlas para cogértelas. Ya cuando
las dejas, si tienes hijos con ellas, sólo ves por los plebes. No vas a vestir a
la polla y tenerla al pedo para que otro cabrón se la tire.
• A las mujeres les gusta lo prohibido, son interesadas, quieren estar al puro
pedo, bonitas. Y a nosotros nos gustan así, buenotas, nalgonas, piernudas,
guapas y valemadristas para estar a tono con los otros compas.
• Un bandido de verdad no se retira, sólo hace una pausa.
• “¡Un chingo de billete, bato, un chingo!”,
• Buscan respeto y eso, en este país, sólo se gana siendo un malandrín pe-
sado.
• No da miedo morir sino vivir demasiado.
LOURDES CELINA VÁZQUEZ PARADA 559
• Tener muchas esposas porque les gusta rodearse de mujeres, cada una más
guapa que la otra.
• Mejor cinco años como rey que toda una vida como buey.
La buchona:
• Si andas con un buchón también caes con él
• Sólo debe andar con uno.
• La buchona es de quien la trabaja.
• Las buchonas no trafican, sólo se benefician de las ganancias.
• Entre buchones no se arrebatan las mujeres.
• Debe estar dispuesta a todo.
• Gastar en una buchona es inversión
• Somos como los perros: nos acostumbramos muy rápido a los nuevos amos
• Las buchonas siempre deben brillar.
• Espera en Dios que siempre siga “bien buenota”.
del estereotipo del capo tomado de la realidad: la vestimenta, las actitudes, los
desplantes, su religiosidad católica, la defensa a toda costa de sus valores como la
lealtad (entre ellos) la protección y respeto a la familia (la suya); el apoyo econó-
mico a quienes invitan a sus núcleos, etc. Pero muestran también la realidad de la
sociedad mexicana y sus políticos: gobiernos corruptos aliados en las esferas más
altas; líderes religiosos que los perdonan y les son incondicionales a cambio de
fuertes cantidades de dinero (narcolimosnas); capos machos, muy violentos que
degüellan a sus enemigos sin ningún temor, y mujeres que los someten y los do-
minan frente a todo mundo. El infierno presenta al prototipo de migrante mexicano
a USA que es expulsado por las autoridades migratorias. Al cruzar la frontera los
militares mexicanos le roban sus ahorros y cuando llega finalmente a su pueblo lo
encuentra abandonado y desolado. Su hermano menor ingresó al narco y murió
acribillado por su jefe; para él no hay más alternativa que integrarse a la mafia y
se vuelve leal y violento. Al perder todo, decide vengarse matando al capo mayor
y sus cómplices en un acto público, y lo logra. Luego lo matan a él. Pero la mafia
resurge con su sobrino, quien siempre admiró la valentía de su padre y su tío, y los
hijos de los sicarios, en una nueva generación que nació en la violencia y no tiene
el mínimo resquemor para utilizar medios mucho más violentos. Este final es el
que muestra la realidad del narcotráfico y la inutilidad de una guerra que desde el
gobierno pretende enfrentar a un sector de narcotraficantes sin atender la proble-
mática económica, política, social y cultural que está en el fondo.
Rescatando al soldado Pérez, parodia al nuevo tipo de maleante mexicano
logrando una muestra irreverente de la realidad del narco, que finalmente resulta
muy divertida. Muestra los valores entre sicarios, como la lealtad, la unidad de la
familia, el amor filial, el respeto entre la madre y sus hijos y entre el capo y sus hijos.
Valores tradicionales en México muy difundidos por la iglesia católica.
Los narcocorridos.- Son el recurso utilizado por los narcotraficantes para
difundir sus hazañas; el propio narco paga para que le escriban su historia y lo con-
viertan en héroe popular, haciendo una apología de la criminalidad y la violencia
que está detrás de este estilo de vida. Es el género más gustado entre los jóvenes,
que buscan definir su propia identidad y encuentran en las hazañas de los narcos
una forma arriesgada y retributiva de vida. Convierten las hazañas de los narco-
traficantes -un sector que trabaja en la ilegalidad y se vale de la ilegalidad para
hacerse difusión- en leyendas. Comprenden el 70% de los discos pirata vendidos
en el mercado.
El gobernador de Chihuahua emitió un decreto que prohíbe transmitir
narcocorridos en las emisoras de radio y lugares públicos. El objetivo es, dice, mer-
LOURDES CELINA VÁZQUEZ PARADA 563
mar la fuerte influencia que tienen en la transmisión de antivalores. Entre las reac-
ciones, se critica limitar con esto la libertad de expresión. La pregunta que debemos
hacernos es si a través de este tipo de medidas se puede lograr disminuir la influen-
cia del narcotráfico en la cultura.
El fondo del asunto está en cómo percibir la cultura en relación con las
otras esferas de la vida económica y política. Mi punto de vista es que la cultura
es un reflejo de lo que sucede en la estructura económica y la problemática social
derivada de ella. En este sentido no es posible pretender regular la cultura como
si con ello resolviéramos la terrible situación de marginación, desigualdad, corrup-
ción y pobreza en que se ha sumido nuestro país durante las últimas décadas. Las
manifestaciones culturales son expresión de esta situación; los narcocorridos cuen-
tan la visión de la problemática social desde el punto de vista de sus actores. Y en
estas historias cantadas se señalan políticos, hechos, modas, etc., donde también
se involucra a personajes de la más alta esfera de poder. El narcocorrido “El circo”
plasma de una manera plástica y elocuente cómo el ex presidente Carlos Salinas
y su hermano Raúl, se comprometieron y favorecieron con estos negocios. El co-
rrido obviamente fue prohibido, pero sigue circulando ampliamente por internet.
Esta situación también es referida en la novela de Pérez Reverte, La reina del sur,
y en otros testimonios de narcotraficantes, que son ampliamente aceptados por el
común de la gente. A diferencia del caso italiano que describe Saviano, en México
la relación de los gobernantes con los cárteles es muy difundida y asimilada como
conocimiento de sentido común en nuestra cultura; y no sólo en los casos de los
gobiernos anteriores, sino también en la actual lucha abierta del presente régimen.
¿Por qué no al Chapo?, dice la vox populi, restando credibilidad al discurso presi-
dencial.
BIBLIOGRAFÍA
52
MASS MEDIA Y MÚSICA: TRANSMISIÓN EFECTIVA DE VALORES Y
ACTITUDES SOCIALES: EL CASO DE LIVE EARTH
LORETO VÁZQUEZ CHAS
bién productores y otro gran cambio es que mientras los demás medios se digitali-
zan, Internet se convierte en el medio de transmisión para todos los demás medios,
lo que significa que cada medio está al lado de cada uno de los otros medios. Ya no
son sólo fuente de información, si no también lugar de coordinación (Shirky, 2011).
Música.- Las estructuras y procesos sociales encuentran su expresión en las
estructuras y procesos musicales. Tal y como Adorno argumenta, los compositores
deben inevitablemente orientarse hacia un sistema preexistente de expresión mu-
sical, representativo del proceso histórico y las fuerzas sociales a través de las que
ha sido desarrollado y reformulado, además de las características universales de la
mente humana. Por lo tanto, en un buen trabajo artístico veremos representada,
en su propia moda, a la totalidad social, con todos sus conflictos y contradicciones
(Martin, 1995: 90). Además, la música tiene la capacidad de fomentar conciencia
crítica porque sus materiales están organizados de modo que pueden hacer frente
a convención y hábitos. Es una fuerza en la vida social, un material de construcción
de conciencia y estructura social. Como dice Frith, la música se utiliza para reflejar
a la sociedad o al grupo social que la crea.
Siguiendo a Cohen, vemos que concentrarse en la gente y en sus prácticas
y procesos musicales permite ver las maneras en las que la música es utilizada y
el importante papel que juega en la vida diaria y social en general (DeNora, 2000:
1-20). A través de los párrafos anteriores queda claro que la música es, y ha sido
siempre, una fuente capaz de aportar y modificar valores y actitudes sociales. No
obstante, la actual sociedad, en la que se habla de música creada especialmente
para amplios públicos y de medios de comunicación de masas hizo necesario un
cambio en el mundo musical y una redefinición de su relación con los medios de
comunicación. En este sentido, hay que destacar en primer lugar dos ámbitos en
los que aparecen las nuevas tecnologías: las innovaciones con nuevos instrumen-
tos para la producción de nuevos sonidos y que la música deja de ser inseparable
del lugar y momento en que es producida (Adell, 1997: 53-54). En segundo lugar, y
más relevante para este trabajo, encontramos la relación entre música e imagen, en
donde los medios de comunicación de masas tienen un peso específico, especial-
mente en términos de difusión.
Mass media y música.- La relación entre música e imagen no es nueva,
pero la forma en que interactúa con los mass media sí que es más novedosa. Ob-
viamente hablamos de música pop y pop/rock destinada a amplios públicos, que
es la que se relaciona en mayor medida con los medios ya sea por medio de la
televisión, de la prensa escrita, de la radio o de Intenet, de una combinación de
varios o de todos.
LORETO VÁZQUEZ CHAS 567
Gráfico 21.- Lo primero que hemos dejado claro es que sociedad y músi-
ca se retroalimentan: la música impulsa, cambia e incluso crea valores y actitudes
sociales, pero a su vez los valores y actitudes influyen en la creación musical, en el
sentido de que la música se crea en un contexto determinado. Por otro lado en el
mismo nivel aparecen los mass media que tienen poder sobre los valores y actitudes
sociales y éstos sobre ellos.
Aquí nace uno de los trabajos comunes entre música y medios de co-
municación de masas, y es que teniendo en cuenta unos determinados valores y
actitudes deben ya sea crear, ya sea promover una imagen concreta para que un
determinado single, álbum etc, funcione, potenciar la imagen del artista para que
BIBLIOGRAFÍA
53
EL PERIODISMO COMO ACTIVIDAD POLÍTICA. LA MANIPULACIÓN DE
LOS MENSAJES Y DE SUS AUTORES
JOSÉ JUAN VIDELA RODRÍGUEZ
Este trabajo se ocupa del papel del periodismo como actividad fundamental en el
funcionamiento de las sociedades, en la medida en que son instrumento para la
formación de la opinión de los miembros de la comunidad, de los periodistas como
sujetos profesionales, de los medios de comunicación en los que se encuadran los
profesionales, de los políticos como protagonistas del proceso comunicativo, y los
ciudadanos, receptores últimos de la actividad de los tres grupos anteriores. La
evolución de la actividad informativa en la última década ha seguido unas pautas
de progresiva polarización que ha acabado por afectar a la credibilidad de los me-
dios ante la ciudadanía. Tal deriva ha sido ejecutada de forma consciente por las
empresas, en ella ha participado voluntariamente la élite periodística y, de forma
obligada, el resto de profesionales. En este proceso tienen un papel fundamental
los grupos e individuos políticos en la medida en que tratan de aprovechar la co-
municación para distribuir sus consignas y, al mismo tiempo, pretenden establecer
barreras e implementar mecanismos destinados a mitigar los efectos perturbadores
para sus objetivos que pueden provocar los informadores y las empresas de comu-
nicación.
La relación entre el periodismo y los políticos no es nuevo; al contrario,
desde la aparición de los medios de comunicación de masas ha existido la llamada
“prensa de partido”. Hoy en día, el desarrollo tecnológico y el valor económico
de la comunicación confieren especial relevancia a tal relación; para unos, los pe-
riodistas, debe estar presidida por la transmisión de la información aplicando los
criterios deontológicos propios, y para otros, los políticos, por la utilización de los
medios de comunicación como plataforma de difusión de sus propuestas y obje-
tivos en orden a alcanzar o mantener el poder. Periodistas, políticos y ciudadanos
son actores de un sistema de medios que tiene carácter institucional (Álvarez Tei-
jeiro, 2004:100-101) en las sociedades democráticas.
El periodismo y los periodistas.- El periodismo es una actividad fun-
damental en las sociedades contemporáneas desde una doble vertiente: social y
económica. El trabajo de los periodistas constituye una intermediación entre los
individuos, que tienen derecho a estar informados para participar plenamente
de su condición de ciudadanos, y los diferentes actores sociales y políticos que
EL PERIODISMO COMO ACTIVIDAD POLÍTICA.
574 LA MANIPULACIÓN DE LOS MENSAJES Y DE SUS AUTORES
códigos profesionales que necesariamente deben formar parte del bagaje del pro-
fesional antes del ingreso en las redacciones. Tal pretensión es rechazada de plano
por las empresas y por una parte de la elite periodística, que sigue entendiendo su
trabajo como una la aplicación del derecho universal a la información y a la difusión
libre de hechos y opiniones, ciertamente fundamental en los sistemas democráticos,
que no puede ser tutelado por el Estado (Buxarrais, Prats, Tey; 2004:72); sin embar-
go, desde nuestra óptica, esto no debe ser confundido con el ejercicio profesional de
un trabajo que incide sobre la acción política y social de los ciudadanos.
La empresa periodística elabora un producto con una doble vertiente: co-
mercial y social (Galán Gamero, 2002:310). Tiene efectos sobre la sociedad y es
garantía para los ciudadanos. No estamos ante la fabricación de un bien o servi-
cio cualquiera; se trata del conocimiento y la difusión de noticias y opiniones que
sirven a las personas para conformar sus puntos de vista sobre lo que acontece
a su alrededor, transmiten pautas de comportamiento y valores no cuantificados
económicamente, pero que influyen en las formas de convivencia y ordenamiento
de la sociedad.
Esto es especialmente significativo en el caso de las televisiones, el medio
de comunicación de masas más poderoso por lo que su capacidad de difusión y pe-
netración de los mensajes de los que es portadora. Comprenderemos así la preocu-
pación con la que se observan la emisión de contenidos de baja calidad que agre-
den las bases de un ejercicio correcto del periodismo y la comunicación en general.
La política y los políticos.- En el epígrafe anterior nos hemos referido a la
importancia del periodismo y de la comunicación en general en el funcionamiento
de las sociedades, singularmente en las que se rigen por sistemas de representa-
ción democrática, en las cuales los dirigentes políticos y de las instituciones de
gestión social son elegidos por los representados. Todos ellos son conscientes del
papel de los periodistas, ya sea para que les ayuden a difundir sus mensajes, ya sea
para controlarlos, tanto a nivel individual como empresarial.
Los intereses de los políticos y de los periodistas son diferentes, salvo que
éstos últimos trabajen al servicios de los primeros. En este punto debemos advertir
que la colaboración entre políticos e informadores no es intrínsecamente mala.
Sólo lo es en la medida en que el objetivo sea espurio. Los comunicadores pueden
desarrollar tareas de asesoramiento que no devienen en prácticas manipuladoras.
Esos profesionales se mueven en un territorio singularmente delicado: tienen que
dirigir el mensaje hacia los receptores, pero no pueden emplear medios o difundir
contenidos que alteren la realidad de las cosas; en definitiva, hay libertad para es-
coger lo que transmiten, pero lo que se difunde tiene que ser cierto.
EL PERIODISMO COMO ACTIVIDAD POLÍTICA.
576 LA MANIPULACIÓN DE LOS MENSAJES Y DE SUS AUTORES
línea editorial y su posición ante las cuestiones de las que tiene que informar. Es un
signo distintivo y un instrumento para hacer saber a los lectores cuál es el modelo
político, social y económico que preconiza. A partir de esa“constitución”informati-
va se puede desarrollar un periodismo de excelencia profesional, independiente de
las presiones del entorno y libre de manipulaciones.
Para concluir este apartado podemos afirmar que en el negocio de la infor-
mación no se ha parado de evolucionar hacia una interrelación entre los intereses
de los políticos y de los medios de comunicación. El límite fijado por la empresa
informativas, la preservación de su libertad de actuación y su resistencia a las pre-
siones por parte de todo tipo de poder es diferente en cada caso, y depende de la
fortaleza del medio, de su capacidad para proteger su identidad ajena a la influen-
cia de los coyunturales propietarios y del nivel de exigencia deontológica que se
marque. Pero, como veremos más adelante, un medio de comunicación es un ne-
gocio que tiene que ofrecer un balance de resultados positivo al final del ejercicio.
Es una realidad de la que son conscientes los profesionales, pero que no es la única
forma de enfocar la información, ya que también es un derecho del ciudadano
recogido constitucionalmente (Caballero Fernández, 2009:357).
A lo largo de los últimos veinte años hemos asistido en España al naci-
miento de numerosos medios de comunicación de todo tipo, a su ascenso y a las
dificultades por las que han atravesado por mor de su gestión o de las sucesivas
crisis económicas. La calidad, entendida como la oferta de información elaborada
desde la honestidad profesional y opinión escrupulosamente diferenciada del rela-
to de los hechos, es una de las causas de su supervivencia.
Un análisis económico.- Nadie invierte su dinero en un negocio si no
espera obtener una rentabilidad, sea del tamaño que sea una empresa. Pero en el
caso de la comunicación, la actividad del negocio lo dota de unas peculiaridades
que inciden directamente en la estrategia que se sigue para obtener beneficios. Es
posible que cualquier actividad de producción de bienes o servicios esté sujeta a li-
mitaciones particulares, pero en lo que a la acción informativa respecta intervienen
variables sociales y políticas de especial relevancia.
La premisa fundamental es que no se puede ganar dinero a cualquier pre-
cio. Un somero análisis de las cuentas de resultados de los grupos multimedia o de
las emisoras de televisión ofrecen unos números que indican la compleja actividad
que se requiere para obtener beneficios al final de año. Durante el año 2010, los
ingresos netos de Antena3 fueron de 805 millones de euros; Telecinco facturó 855
millones de euros; el grupo Prisa tuvo un ingreso bruto de explotación de 596
millones de euros. La consecución de esos ingresos tiene que ser compatible con
EL PERIODISMO COMO ACTIVIDAD POLÍTICA.
578 LA MANIPULACIÓN DE LOS MENSAJES Y DE SUS AUTORES
atípicas, conscientes de que les une el interés por alcanzar para España un régimen
democrático. Esta peculiar relación se mantendrá durante los primeros años de
gobierno socialista presidido por Felipe González y es una de las explicaciones
del clima que se creó en torno a la clase dirigente y los medios en la década de los
años ochenta. En los noventa asistimos a una normalización de la relación entre
los informadores, los dueños de los medios y los gobernantes o aspirantes a serlo.
Se adoptan modelos propios de las democracias consolidadas, con unos medios de
comunicación posicionados ideológicamente que fiscalizan la acción de gobierno
desde su concepción de la sociedad. Por otra parte, el desarrollo empresarial de
los grupos de comunicación hace que sus dirigentes aprovechen sus relaciones de
amistad con los políticos de la Transición para obtener ventajas en la reforma de los
mercados audiovisuales a través de la legislación y de las decisiones sobre reparto
de frecuencias en radio y televisión.
El sistema de medios actual.- Han pasado más de treinta años desde
que se empezaron a dar los primeros pasos para reformar el modelo de medios de
comunicación en España. Las transformaciones del corpus legal y empresarial han
sido profundas. Desde la década de los años ochenta se ha liberalizado el sector
televisivo, las televisiones públicas se han implantado de forma generalizada en
las comunidades autónomas, la transmisión de los contenidos televisivos se hace
por diferentes soportes, los grupos de comunicación tienen carácter multimedia y
están participados por inversores extranjeros o la radio sigue gozando de una alto
porcentaje de penetración.
En toda esta panoplia de cambios ha jugado un papel fundamental el de-
sarrollo tecnológico basado en la digitalización de la producción y la distribución
de los contenidos. Su influencia se deja sentir en la estructuración del mercado,
con la constitución de ámbitos globales de negocio, en la distribución de la oferta,
que afecta a la radio, la televisión y a la prensa, y a la elaboración del producto, que
ahora tiene que ser pensado para múltiples soportes.
A pesar de todos esos cambios, la relación entre el periodismo y los políti-
cos adolece de viejos vicios, sobe todo en lo que respecta a los medios de titularidad
pública. Las corporaciones de radiotelevisión gestionadas por la administración
están todavía buscando su ubicación después de tres décadas de democracia repre-
sentativa. Constatado el fracaso del Estatuto de Radio y Televisión que rigió RTVE
hasta hace seis años, el gobierno Zapatero aplicó una reforma para convertir a la
televisión pública estatal en un medio ajeno al control de los gobiernos de turno;
retiró la publicidad y estableció un sistema de financiación cuyo objetivo principal
era evitar los permanentes déficits en los que venía incurriendo el fenecido ente.
EL PERIODISMO COMO ACTIVIDAD POLÍTICA.
582 LA MANIPULACIÓN DE LOS MENSAJES Y DE SUS AUTORES
1 El artículo 36.1 establece que “ninguna persona física o jurídica podrá adquirir una
participación significativa en más de un prestador del servicio de comunicación audiovisual
televisiva de ámbito estatal, cuando la audiencia media del conjunto de los canales de los
prestadores de ámbito estatal considerados supere el 27 por 100 de la audiencia total durante
los doce meses consecutivos anteriores a la adquisición”.
2 Para la radio, el artículo 37 señala en sus puntos 1 y 2 que “una misma persona física o jurídica
no podrá, en ningún caso, controlar directa o indirectamente más del cincuenta por ciento
de las licencias administrativas del servicio de radiodifusión sonora terrestre que coincidan
sustancialmente en su ámbito de cobertura. En todo caso, una misma persona física o jurídica,
no podrá controlar más de cinco licencias en un mismo ámbito de cobertura. En una misma
Comunidad Autónoma ninguna persona física o jurídica podrá controlar más del cuarenta por
ciento de las licencias existentes en ámbitos en los que sólo tenga cobertura una única licencia”.
JOSÉ JUAN VIDELA RODRÍGUEZ 583
El 11-M sirvió también para que el gobierno se diera cuenta de que no basta
con llamar a los directores de los grandes medios nacionales con el fin de “colocar”
el mensaje que se pretende. Internet permite a cualquier persona conocer lo que se
está publicando en cualquier parte del mundo sobre un tema de relevancia mun-
dial. Los atentados del 11-M fueron un hito en relación entre los periodistas y los
políticos y un ejemplo de la forma en que el poder pretende manejar a los medios
con el fin de que trabajen a favor de sus objetivos. Además, agudizó tendencias
profesionales que se aplicaban en mayor o menor medida por diversos medios.
Desde el punto de vista del poder, los atentados que costaron la vida a 191
personas el 11 de marzo de 2004 supuso un intento de control de la información
concebido aún con premisas “analógicas”, si así podemos denominar lo que existía
antes de la convergencia de la informática, las telecomunicaciones y la información.
Por una parte, el mensaje dirigido desde el poder político pretendía usar los medios
convencionales como único canal de propaganda. Por ello se quiso convencer a
los responsables de los medios privados de que la versión de los acontecimientos
propalada desde el gobierno era la verdadera; al mismo tiempo, los medios de
titularidad pública se afanaron a distribuir la versión oficial o, a medida que ésta
iba siendo desmentida, a retardar el pleno conocimiento de las investigaciones que
apuntaban en otra dirección. Asistimos, de esta manera, a un intento de control de
la información y de los informadores.
Apuntábamos con anterioridad que los sucesos del 11-M incidieron tam-
bién la praxis profesional, fundamentalmente en una doble dirección: por una par-
te se ejecutaron prácticas deontológicamente deficientes y, por otra, estableció para
el futuro un periodismo de trinchera con altas dosis de partidismo, con la consi-
guiente pérdida de calidad. En el periodo que transcurre entre el jueves 11 de mar-
zo y el día 14 del mismo mes, fecha en la que se celebran las elecciones generales,
diversos medios de comunicación, singularmente las dos principales emisoras de
radio, se lanzaron a una campaña de información en la que lo menos relevante era
la veracidad de los datos o la fundamentación de las opiniones, sino la proximidad
o lejanía con las versiones que se pretendiera apuntalar. Se vulneraron las fronte-
ras entre la información y la opinión y, lo que es más grave, se transmitieron datos
erróneos amparados en la credibilidad del medio que los difundía.
El 11-M puede ser considerada como la fecha fundacional del periodismo
de trinchera al que nos hemos referido con anterioridad. Un periodismo en el
cual el informador actúa fuertemente polarizado en torno a una ideología con-
creta, cuando no es mera correa de transmisión de las consignas de los partidos.
Esa forma de analizar la realidad impregna cualquier análisis, de tal manera que
JOSÉ JUAN VIDELA RODRÍGUEZ 585
no cabe esperar una disección neutral de lo que acontece. Los estándares deon-
tológicos se relajan o son directamente ignorados porque los que prima es el
posicionamiento partidista.
Esto es especialmente significativo en las tertulias políticas de radio y te-
levisión que tanto han proliferado en los últimos años. En el caso de las televisio-
nes, su puesta en escena ha adquirido características propias de un programa es-
pectáculo de entretenimiento. En muchos casos, junto a los periodistas se sientan
políticos en ejercicio que aprovechan la plataforma que se les presta para lanzar
sus consignas o criticar al rival. Con todo, lo grave es que en ese escenario no se
cuente con el oponente político porque las tertulias estén fuertemente escoradas
en una dirección concreta. Esta es la prueba de que no se pretende analizar lo que
acontece, sino adoctrinar, o en palabras de Díaz Nosty (2011:22), la muestra de que
la polarización política “ha trasladado al seno de los medios tensiones y prácticas
partidistas que alteran su función social, es restan credibilidad y desatienden el
derecho a una información verificada”.
Una máxima del periodismo afirma que los hechos son sagrados y las opi-
niones libres; sin embargo, la mezcla de información y opinión dentro de una mis-
ma noticia se ha convertido en una práctica habitual, tanto en la prensa como en
los medios audiovisuales. Además, se connota una información con un sentido
peyorativo utilizando un nivel de lenguaje determinado, sobre todo en las noticias
radiofónicas. Es decir, se emite opinión mediante la utilización de un determinado
tipo de lenguaje, cuando no se apostilla directamente unas declaraciones después
de emitirlas
En los últimos años predomina el llamado periodismo de declaraciones, que
evita el análisis y concede relevancia a todo tipo de declaraciones realizadas por los
políticos sobre los más diversos temas. Como señala Lorenzo Vilches (1989:329-
330) en su análisis de la información audiovisual, pero que se puede extrapolar a
otro tipo de medios de comunicación, las declaraciones de los políticos se emiten o
publican sólo por el hecho de quién las pronuncia, sin tener en cuenta su relevan-
cia informativa. Se olvida la exigencia profesional de valorar el interés y buscar la
información detrás de lo que se nos ofrece de forma oficial.
Otro de las imposiciones de los políticos que afecta a la práctica profesional
de los periodistas son las declaraciones sin derecho a preguntas. Esto significa que
el personaje en cuestión, desde un líder político de primer orden hasta el alcalde de
un pequeño pueblo, se sitúa delante de los informadores, lee lo que quiere decir y
se marcha. Los informadores se convierten en meros transcriptores de las palabras,
sin derecho a obtener los datos que ellos consideren necesarios para elaborar la
EL PERIODISMO COMO ACTIVIDAD POLÍTICA.
586 LA MANIPULACIÓN DE LOS MENSAJES Y DE SUS AUTORES
información. Es una costumbre admitida por los responsables de los medios que
sólo en el último año ha comenzado a ser contestada con una campaña de protesta
iniciada por las organizaciones profesionales de periodistas. Los responsables de
los medios audiovisuales también han admitido que se les prohíba la captación de
las imágenes de los actos organizados por partidos. Tienen que conformarse con la
señal realizada que le sirve el partido en cuestión, con lo que eso supone de control
del mensaje.
Conclusiones:
• Las relaciones entre los gobernantes y los informadores son anteriores al
desarrollo de la prensa de masas.
• Los dirigentes de todas las épocas han intentado influir en el trabajo de los
informadores, controlando sus contenidos o mediatizándolos.
• La actividad de los periodistas es fundamental para el correcto desarrollo
de las sociedades democráticas, ya que intermedian entre las elites gober-
nantes y los ciudadanos para que éstos se forme opinión sobre los sucesos
y cuestiones que interesan a la sociedad.
• El periodismo independiente no quiere decir que carezca de ideología. To-
dos los medios tienen una orientación determinada, lo que no impide que
se puedan acercar a los hechos con honestidad profesional, sin manipular-
los, pero analizándolos a la luz de una determinada concepción política y
social.
• La presión de los políticos sobre los medios de comunicación se ejecuta
mediante la potestad que tienen de elaborar leyes que ordenan el funcio-
namiento del mercado.
• Los grandes grupos multimedia están interesados en mantener una buena
relación con el poder político con el fin de que sus intereses sean tenidos en
cuenta a la hora de legislar sobre el negocio de la comunicación.
• Cuanto más solvente es un medio de información, en mejor disposición
está para resistir las presiones de los políticos.
• Los medios de comunicación públicos en España son formalmente inde-
pendientes del poder político, pero en realidad están controlados y media-
tizados.
• El periodista ha tenido en España una peculiar relación con los políticos
como consecuencia de la Transición de la dictadura a la democracia. Hoy en
día ha desparecido lo que en otros tiempos puede ser caracterizado como
una conjunción de interés con el fin de fortalecer el sistema democrático.
JOSÉ JUAN VIDELA RODRÍGUEZ 587
BIBLIOGRAFÍA
54
LA VIDA RELIGIOSA Y LA SEXUALIDAD EN LA LITERATURA
WOLFGANG VOGT
y por esta razón tiene relaciones sexuales prohibidas. Julien es sólo un advenedizo
sin escrúpulos quien usa a la iglesia para hacer carrera social. Lo que lo lleva a la
perdición son precisamente las relaciones sexuales prohibidas con señoras de la
alta sociedad.
También Honoré de Balzac, quien admira y ama a la iglesia católica, descri-
be y condena las intrigas y ambiciones de algunos clérigos.
En 1832 publica la pequeña novela El cura de Tours que en la primera edi-
ción lleva el título Los celibatarios. Balzac no habla en su novela de problemas
sexuales, pero expresa la convicción de que el celibato tiene el defecto de acentuar
el egoísmo. Víctima del egoísmo de uno de sus colegas, quien gracias a sus intrigas
logra ser nombrado obispo, es el abate Birotteau, un hombre ingenuo y bonachón
quien ama la vida tranquila y cómoda en compañía de sus amigos. Por motivos
egoístas, su rival logra exiliarlo en un lugar alejado del centro de Tours, donde ya
no goza de las comodidades de antes y está separado de sus amistades.
Balzac es un precursor de los novelistas católicos del siglo XX quie-
nes, según Vicente Leñero: “retoman al sacerdote como persona-
je dramático situado entre la carne y el espíritu, entre el pecado
y la gracia. Los curas de Graham Greene, de Francois Maurial, de
Georges Bernanos ilustran como querían los escritores liberales del
diecinueve, una conflictiva vida religiosa, pero ésta ya no se limita
ahora a la percepción naturalista de una conducta de crisis, sino que
ahonda en las preguntas metafísicas sobre la fe y la moral.” (Leñero
Vicente, 2003: 10.)
En el movimiento naturalista que se desarrolla durante la segunda mitad
del siglo XIX surgen muchas novelas que tratan el tema de relaciones sexuales pro-
hibidas de sacerdotes. La mayoría de sus autores se pronuncia en contra del celiba-
to. Las novelas más importantes que dan forma literaria a esta problemática son El
pecado del abate Mouret (1875) de Emilio Zola y El crimen del padre Amaro (1875) de
José María Eca de Queiroz. También queremos mencionar La Regenta (1884/85) de
Leopoldo Alas Clarín donde las relaciones sexuales de una mujer con un sacerdote
no son el tema central de la novela, pero sí ocupan un lugar importante.
El número de novelas naturalistas y de otras corrientes literarias sobre rela-
ciones sexuales de sacerdotes es muy grande y varias de ellas leyó y comentó Zola
antes de escribir El pecado del abate Mouret. Acerca de la novela “Un cura casado”
del narrador católico Jubes Barbey d´ Aurévilly dice Zola en un artículo de prensa
con el título El católico histérico que para el autor, las bodas del sacerdote son un
gran sacrilegio, pero comenta que se trata de un “hecho natural, muy humano en
WOLFGANG VOGT 591
sí mismo y que se da en las religiones, sin que los intereses del cielo sean afecta-
dos.” (Zola Emil, 1998: 472) Zola y Barbey d´ Aurévilly son enemigos; sobre todo
el último tiene un odio terrible al primero quien no comparte su posición católica
conservadora. Cuando aparece El pecado del abate Mouret descalifica Barbey este
libro como un producto de un “naturalismo de la bestia, pero sin vergüenza y por
debajo de la noble espiritualidad cristiana.” (Zola Emil, 1998: 482)
Con simpatía comenta Zola en 1864 la novela Aurélien de Gaston Lavalley,
autor hoy día olvidado. Le gusta que éste se pronuncie en contra del celibato y Zola
exige una reconstrucción de la iglesia sobre nuevas bases “de acuerdo a las ideas
de nuestro tiempo.”
El misionario de Ernest Daudet es una novela sobre un cura cuya madre
había sido una actriz de cascos ligeros que no sabía frenar sus pasiones. Cuando el
padre quiere llevar a una mujer al buen camino, siente hervir en sus venas la sangre
pecaminosa de su madre, pero jamás se deja vencer por la tentación. Zola critica
este final como poco natural y dice que el autor “a fuerza quiere un desenlace con
el triunfo de la fe.” Desde la perspectiva actual podríamos decir que se trata de un
final al estilo de Carlos Cuahutémoc Sánchez.
De más calidad literaria es“La confesión del abate Passereau.”Este sacerdo-
te es víctima de una pasión amorosa y embaraza a una joven. Como ella muere no
le causa mayores problemas. Arrepentido, el abate se va de misiones y después se
convierte en candidato a obispo. Zola elogia la ironía mordaz del libro.
Un cura de provincia de Héctor Malot es, según Zola, un estudio del “hom-
bre en el sacerdote, pero del hombre deformado por la sotana.” (Zola Emil, 1998:
477) Hay otras novelas de la época que Zola no comenta como El maldito del abate
J.-H Michon, las tentaciones de un cura de campo de Joseph Doucet El castillo de Issy
o las memorias de un sacerdote de Alphonse Esquiros. Todos estos autores con excep-
ción de Barbey d´ Aurévilly hoy día están olvidados, pero sus novelas nos permiten
entender mejor el contexto en el cual Zola escribió El pecado del abate Mouret que
forma parte del ciclo “Los Rougon Macquart.”
Zola es un autor repudiado por los sectores conservadores de la iglesia y la
alta sociedad francesa de su tiempo. Pero él no se ve como un enemigo de la fe que
respeta y de los mecanismos de poder de la iglesia. El pecado del abate Mouret de
ninguna manera es un ataque a la iglesia como lo es por ejemplo la novela Doña
Perfecta del joven Galdós, sino un libro que recomienda la abolición del celibato
que le proporcionaría una vida más natural y humana a los sacerdotes.
El tema central de la novela es la oposición entre la naturaleza y la vida
ascética de los religiosos, un conflicto que entra a la literatura occidental con el
592 LA VIDA RELIGIOSA Y LA SEXUALIDAD EN LA LITERATURA
a sus lectores con una trama policíaca muy bien armada, pero lo que más atrae
en esta novela es la visión de la iglesia católica de nuestros días que en el campo
moral aspira a la perfección, pero descuida los aspectos meramente humanos de
nuestra sociedad. El libro empieza con un epígrafe del narrador católico Graham
Greene quien en su novela El tercer hombre afirma: “Los principios están hechos
para ser violados. Ser humano es también un deber.”
El papa Juan Pablo II es famoso por haber canonizado muchos santos y
una de ellos es la monja belga que durante toda su vida se había dedicado a los
marginados de la sociedad y que como santa se convirtió en una gloria nacional.
Por eso Monseñor Van Camp, obispo de una diócesis del sur de Bélgica (todo indica
que se trata de Namur) se desconcierta al recibir un correo electrónico, en el cual se
acusa a la santa de haber mantenido relaciones sexuales. La burocracia eclesiástica
se pone en movimiento para averiguar quien es esta persona poseedora de docu-
mentos que mancillan el honor de la monja. Sólo ofreciéndole una fuerte cantidad
de dinero para que entregue los papeles comprometedores, sería posible evitar
el escándalo. La iglesia, o mejor dicho el papa, es infalible y por eso es imposible
anular la canonización de la monja.
Sor Freya, la madre superiora de un convento, ya durante su vida tenía
fama de santa. Atendió sobre todos madres solteras y prostitutas. Una mañana la
encuentran apuñalada en su cuarto. La asesina fue una mujer pobre que se sintió
traicionada por ella. A Monseñor Van Camp le llegan copias de cartas, de las cuales
se desprende que la monja había tenido relaciones sexuales con esta mujer. Ade-
más de eso se entera de que había sido violada en el antiguo Congo belga. No le
fue posible continuar su vida de monja teniendo un niño y por lo tanto abortó. El
autor se pregunta, si desde su punto de vista moral un aborto es realmente tan
grave y comenta: “¿San Agustín y luego Santo Tomás mismo, el doctor angélico, el
príncipe de los teólogos no afirmaron que no hay alma durante los primeros tiem-
pos de la concepción y que por lo tanto no hay ser humano? ¿Se bautiza un feto?”.
Un periodista liberal le pregunta a un representante del obispo si una mujer
que abortó realmente se ensució. La respuesta tajante es que una santa jamás aborta.
“¿Pero por qué las santas no serían en primer lugar mujeres?,” replica el
periodista.“No estoy seguro que lo que le ocurrió a Freya escandalizaría tanto a las
mujeres. Más bien son ustedes, los hombres de la Iglesia, la jerarquía masculina
que se sienten ofendidos.”
El periodista cita el caso de una santa norteamericana, Dorothy Gray, que
también abortó. Pero como Dorothy había abortado antes de su conversión, la iglesia
la canonizó. Utilizando la voz de uno de sus personajes el autor acusa a la iglesia que
WOLFGANG VOGT 595
para ella lo más importante no es el amor al prójimo, como el magisterio nos enseña.
“La ley suprema es la castidad…, la virginidad, la represión del sexo.”
El caso de Sor Freya, según plantea esta novela, era todavía peor, porque
ella tenía relaciones con lesbianas, lo cual“no era solamente una relación antinatu-
ral, sino la subversión de la familia que causa pesadillas a la Iglesia.”La obsesión de
la iglesia es el “mito de la pureza absoluta, la virginidad, la concepción sin pecado.”
Las preocupaciones principales de la iglesia no dejan de ser“el sida, los per-
sevativos, los homosexuales, la fecundación artificial y el aborto. Siempre la misma
canción. Parece que Cristo era sexólogo.”Pero no es así. José Saramago en su nove-
la El evangelio según Jesús Cristo nos dibuja un Cristo libre de todas estas obsesiones.
El padre Turquin, representante del obispo en las negociaciones en asuntos
relacionados con Santa Freya que obviamente es una figura inventada por el nove-
lista, empieza a dudar de la santidad de la monja, cuya canonización él promovió.
Pero para salvar el honor de la iglesia ya no se puede dar marcha atrás. Como no
sabe qué hacer pide la ayuda de un santo realmente autentico, San Josémaria Es-
cribá de Balaguer. Tal vez ignora que para Hans Küng, uno de los teólogos católicos
más destacados de nuestros días, el fundador del Opus Dei no tiene las caracterís-
ticas de un santo. Pero Turquin como miembro del Opus Dei le tiene plena confian-
za igual que los miembros de los Legionarios de Cristo hasta hace poco estaban
convencidos de la vida ejemplar de Marcial Maciel, su fundador.
En realidad no es tan fácil saber quien era realmente santo. En una plática
le recuerda el obispo a Turquin que los milagros no siempre hacen a un santo. Cita
el caso del santo cura de Ars quien creía haber sido curado por Santa Filomena
antes de descubrir que ésta nunca había existido.
Armel Job en su novela no quiere criticar la veneración a los santos, sino
solamente cuestiona los conceptos estrechos de la jerarquía católica con respecto a
la santidad que está reservada a los castos. Santa Freya, igual que Santa Dorothy de
Estados Unidos, fue una santa ejemplar que dedicaba su vida a las mujeres pobres
y marginadas. Pero cualquier desliz en el campo sexual no se perdona a una santa.
El autor critica que para el clero la castidad es más importante que la caridad. Ar-
mel Job se identifica con Graham Greene para quien “Ser humano es también un
deber.” No nos aferremos tanto a los principios y demos más importancia al amor.
Este es el camino que nos indican muchos santos.
Las citas son tomadas de:
Leñero, Vicente, (2003).El Padre Amaro, México, D.F.
Zola, Emil, (1998).La Faute de l´abbé Mouret, París (contiene anexos).
597
55
EL CINE Y LOS CRÍMENES INTERNACIONALES
MÓNICA ZAPICO BARBEITO
de los derechos humanos está presente nos permite profundizar en la sociedad que
nos muestra, en las relaciones de poder que existen en ella, en el contexto social
y político, en las mentalidades y valores de la concreta sociedad y del momento
histórico en el que se desarrolla la película, de tal suerte que lo importante no es
la historia que se cuenta, sino todo el contexto que la rodea. Ya sea ensalzando
o encumbrando determinadas actitudes y comportamientos, la película transmite
una serie de valores y contravalores que nos ofrecen una determinada visión del
mundo.
La ficción narrada se convierte así en un poderoso e interesante medio para
permitir ver lo que no se ve a simple vista, transmitiendo valores y creencias que
a veces no resultan tan convincentes y poderosos si los ponemos en boca de un
educador, un psicólogo o un pensador humanista9. El cine nos permite asomarnos
a una realidad, muchas veces lejana en el espacio o en el tiempo, con el propósito
de comprenderla, estudiarla y actuar sobre ella para alcanzar una transformación
personal y social.
Son muchos los ejemplos del cine que refleja los derechos humanos Así, las
películas han tratado profusamente el tema del derecho a la vida, a la integridad
física y moral, a la libertad, a la igualdad, etc., de manera que, por cada artículo de
la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se pueden encontrar cientos
de películas que traten del derecho que sea10. Así a modo de ejemplo, la igualdad
de todos los seres humanos (art. 1) en Europa, Europa (Agnieszka Holland, 1998);
contra la discriminación (art. 2) en American History X (Tony Kaye, 1990); el derecho
a la vida la libertad y la seguridad personal (art. 3) en Pena de muerte (Tim Robbins,
1995); contra la esclavitud (art. 4) en Amistad (Spielberg, 1997); contra la tortura y
los malos tratos (art. 5) en El crimen de Cuenca (Pilar Miró, 1979); igualdad ante la
ley (art. 7) en Grita libertad (Richard Attenborough, 1987); contra las detenciones
arbitrarias (art. 9) en Desaparecido (Costa Gavras, 1982); derecho a un tribunal im-
parcial (art. 10) en Las trece Rosas (Verónica Vigil y José María Almela, 2004); dere-
cho a la presunción de inocencia (art. 11) en En el nombre del padre (Jim Sheridan,
1993); derecho a la libre circulación y a la emigración (art. 13) en En este mundo
(Regne Unit, 2003); derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión (art.
18) en La vida es bella (Roberto Begnini, 1997); derecho a la libertad de expresión
(art. 19) en Ágora (Alejandro Amenazar, 2009) o el derecho a la educación (art. 26)
en La lengua de las mariposas (Jose Luis Cuerda, 1999).
El cine y los crímenes internacionales.- Como decimos, el reflejo de los
derechos humanos a través del cine se ha llevado a cabo de muy diversas formas
y, aunque en alguna ocasión se ha mostrado como actúan en la conciencia de mu-
chos seres humanos como criterio de enjuiciamiento de la realidad, la mayor parte
de las veces son mostrados a través de las violaciones de las que estos son objeto
en todas partes del mundo. De todas los tipos de violaciones hacia los derechos
humanos, son especialmente deleznables aquellos que se producen en el contexto
de los crímenes internacionales y, como no podía ser de otra forma, el cine se ha
encargado de reflejar su comisión a lo largo de la historia. Es por ello que el cine
se muestra como una herramienta indispensable para el conocimiento y la ense-
ñanza, no sólo del derecho y los derechos humanos, sino particularmente de los
crímenes internacionales.
Los crímenes internacionales (genocidio, crímenes contra la humanidad,
crimen de guerra y crimen de agresión) se han producido a lo largo de toda nues-
tra historia y mucho antes de que los crímenes internacionales fuesen tipificados
como tal, su comisión se producía a lo largo del planeta. El cine nos ha mostrado
los conflictos y crímenes contra la humanidad cometidos en el pasado más o me-
nos lejano. La Misión (Roland Joffé, 1986) o 1492: La conquista del paraíso (Ridley
Scout, 1992) nos acercaron a la barbarie de los crímenes cometidos por los con-
quistadores sobre los pueblos indígenas de Latinoamérica, un autentico genocidio
en el que decenas de tribus fueron masacradas hasta la extinción o esclavizadas,
películas que ayudaron a desmitificar el proceso de conquista del Nuevo Mundo y
que mostraron la realidad de cómo ésta se llevó a cabo.
Especialmente importante es toda la filmografía que relata los crímenes
cometidos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. El holocausto judío
supuso un antes y un después en la justicia penal internacional, no sólo por las di-
mensiones del genocidio judío (se calcula que más de 6.000.000 de personas fueron
asesinadas), sino por la reacción internacional consciente de la necesidad de tratar
de evitar que estos crímenes se reprodujesen en el futuro.
Películas como El pianista (Roman Polanski, 2002) La vida es bella (Roberto
Begnini, 1997), El niño con el pijama de rayas (Mark Herman, 2008) y un largo etc.,
nos mostraron desde distintas ópticas las atrocidades cometidas durante la Segun-
da Guerra Mundial.
Pero el cine también nos ha aproximado a los conflictos que se han ido pro-
duciendo a lo largo de la historia más reciente. Las dictaduras argentina y chilena
MÓNICA ZAPICO BARBEITO 601
la forma de enfocar la justicia. Dos son las películas que quisiéramos destacar por-
que en ambas se refleja las problemáticas más interesantes que se han presentado
con respecto a la persecución de crímenes internacionales: El juicio de Nuremberg:
Vencedores o vencidos (Stanley Kramer, 1961)12 y The reader (El lector) (Stephen Dal-
dry, 2008)13.
El juicio de Nuremberg: Vencedores o vencidos (Stanley Kramer, 1961), drama-
tiza un suceso real como fueron los Juicios de Nuremberg en los que los aliados,
vencedores tras la Segunda Guerra Mundial, juzgan a los principales responsables
de las atrocidades cometidas por los nazis. La película se centra en el juicio contra
los juristas nazis, que efectivamente tuvo lugar en Nurenberg durante el año 1947,
lo que permite al director explorar la responsabilidad de los jueces alemanes en los
sucesos ocurridos y, al mismo tiempo, la de toda la ciudadanía alemana. Se plan-
tean pues varias cuestiones: la responsabilidad del juez que simplemente aplica la
ley que existe o, dicho de otro modo, en que medida el juez está limitado por la
letra de la ley o debe negarse a aplicarla cuando esta es manifiestamente injusta,
con la tensión que subyace entre la seguridad jurídica y la justicia; la legitimidad
de los Tribunales militares de Nuremberg, tribunales de excepción creados por los
“vencedores” tras la guerra para juzgar a los “vencidos”, al mismo tiempo que los
crímenes cometidos por los aliados permanecían, y aun permanecen, impunes; el
principio de legalidad e irretroactividad de las leyes penales desfavorables al reo
que es obviado durante los juicios de Nuremberg, ya que conceptos como “críme-
nes contra la humanidad” o “genocidio” no existían aun en la legislación penal na-
cional ni internacional; la justicia transicional y la “lucha” entre la paz y justicia tras
un conflicto o, como adelantábamos, la culpabilidad del pueblo alemán, que sa-
biendo lo que estaba ocurriendo en los campos de concentración, nunca hizo nada.
The reader (El lector) (Stephen Daldry, 2008), también aborda de manera
muy interesante muchas de estas cuestiones jurídicas que rodean la comisión de
12 Vid., sobre esta comentada película, Muñoz Conde, F. / Muñoz Aunión, M. (2003)
¿Vendedores o vencidos? Valencia: Tirant lo Blanch. Colección Cine y Derecho; San Miguel
Pérez, M. (2003) Historia, Derecho y Cine. Madrid: Editorial Centro de Estudios Ramón Areces
S.A; páginas 143 a 145; Zapico Barbeito, M. / Ferreiro Baamonde, X. (2010). “As orixes da
Xustiza internacional: Os xuízos de Nuremberg. Vencedores ou vencidos?”, en AA.VV. (Ferreiro
Baamonde, X., (coord.) (2010), O ensino do Dereito a través do cinema: unha perspectiva
interdisciplinar II. Materiais didácticos para un sistema ECTS, Universidade da Coruña, A Coruña:
Servicio de Publicacións da Universidade da Coruña (en formato CD); páginas 166 a 182.
13 Vid. Zapico Barbeito, M. / Ramos Vázquez, J. A. (2010). “Atreverse a xulgar o pasado: The
reader (o lector)”, en Revista Proyecto DeCine, Publicacion on-line de la Red de Profesores para
Elaboración de Materiales Didácticos para la Enseñanza del Derecho a través del Cine, mayo
2010.
MÓNICA ZAPICO BARBEITO 603
14 Vid. sobre las críticas de Imre Kertész, premio Nobel de literatura y sobreviviente de los
campos de concentración nazis, García Amado, J. A. (2003). La lista de Schindler. Abismos que el
derecho difícilmente alcanza. Valencia: Tirant lo Blanch, Colección Cine y Derecho; páginas 17 y
ss. También, sobre esta interesante película, Lozano Aguilar, A. (2001). Steven Spielberg. La lista
de Schindler. Barcelona: Paidós.
604 EL CINE Y LOS CRÍMENES INTERNACIONALES
Como hemos visto, el cine no es sólo una herramienta para el ocio sino que
puede y de hecho es, una potente herramienta para la educación, la educación en
derecho y, particularmente, un instrumento sumamente útil para la enseñanza de
los crímenes internacionales y todas aquellas cuestiones jurídicas que los envuel-
ven. Y ello es así porque las películas no se han limitado a mostrar, sino que bajo la
narración cinematográfica se traslucen aquellas cuestiones que afectan a la defensa
de los derechos fundamentales, la lucha contra la impunidad de los crímenes inter-
nacionales y, en definitiva, la búsqueda de la justicia penal internacional.
BIBLIOGRAFÍA