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Lía Galán

Virgilio. Eneida. Una introducción crítica

I – Introducción

Segunda mitad del SXX (Luego del 60):


-Vehementes discusiones críticas: “Pro-augusto” o “Anti-augusto”.
- Controverrsia entre la visión positiva (Eneas, héroe mesurado o racional) o negativa
(Héroe débil vencido por el furor, es decir estado de enajenación o pérdida de los parámetros
racionales, a causa de la pasión como Dido, o la ira, como Turno).

II – Análisis de la obra

Transmisión del texto: larguísima, extraña y compleja, hasta hoy. Abundantes copias,
destinadas especialmente a estudios gramaticales, lingüísticos y exegéticos. En el renacimiento,
deja se der material solo gramatical y léxico, y crece el interés por su contenido alegórico y
mixto.

La presentación
Libro I
“Yo”, impropio de la época. Desde el inicio (“Yo soy aquel que en otro tiempo). 33
versos iniciales, en una especie de prólogo, parecido a las tragedias, que funciona como una
síntesis inicial. El prólogo, Cartago y Juno en primer plano.
. Luego, la musa, reafirmando la condición autoral; se la invoca como Mnemosine
(memoria).
Troya odiada por Juno, por juicio de Paris y rapto de Ganimedes (descendente de
Dárdano, hijo de Tros, que da su nombre a Troya. Ancestro de Eneas). Cartago (fundada por
emigrantes fenicios de Tiro a finales del siglo IX a. C, Tras la caída de Tiro en poder de los
asirios, ciudad africana elegida por Juno para gobernar). Troya debía fundar roma: eso dictaba el
fatum. Juno solo pretendía postergarlo.
Fatum: lo dicho, dictaminado en la eternidad del verbum o del logos (deriva del verbo
latino faor, que significa hablar, decir. Por ello, fatum significa "lo dicho"). En el escudo de
Eneas está proyectado, como Ekphrasis (“ek” fuera “phrasis” explicar con signos: relato en
imágenes, como descripción que nos presenta el objeto de manera visual).

La imagen del Dux (en plural, duces; caudillo, cuya etimología deriva del
verbo ducere, cuyo significado es mandar. Posteriormente, el término derivaría en
el título de duque), lo hace responsable de un destino que oculta desolación y
angustia, se le suma a VIr insigne pieta), que irrumpe en el relato con su propia
voz, lamentando su negra suerte.
La respuesta de Júpiter es un momento culminante del libro I, expresando
la voluntad de Júpiter.
En la hierofanta (del griego hieros (ἱερός) = sagrado y faneia (φαίνειν)=
manifestar, es el acto de manifestación de lo sagrado). Eneas se revela así en su
lado divino, exaltado por Venus, y disolviéndose la nube que lo cubría.
La actitud de Eneas es dudosa: agradece, luego se marcha, y luego llora
ante indiferencia de Dido. En realidad, habla como Dux, es decir, como caudillo de
un asunto público, no privado, en nomrbe de todos. Busca un pacto de concordia y
buena voluntad. Eneas no falla por no ceder al Furor de Dido (arrebatada por la
sobredosis de amor divino de Venus, por medio de su hijo Cupido, que toma la
forma de Ascanio, al que rapta momentáneamente), porque sigue el Fatum, sin
prometer nada.
Eneida está más cerca de la novela que de la epopeya en el arte
compositiva, porque presenta transiciones coherentes, sin exageraciones, en
planos simultáneos. Un Cosmos verbal, con recorridos hermenéuticos infinitos.
Libros II y III – Cambio ode voz narrativa: de reina a voz de Eneas (Yo –
Eneas), que ahora es narrador y protagonista, metiendo sentimientos e
inversiones. Engaño de Sinón (Griego cautivo entre troyanos, que cometen un
error por sed de poder y dominio). Ignorar a Lacconte muestra que encarna una
metáfora y símbolo del destino de Troya, adverso por designios de dioses y por
propio error. Eneas, transformado en narrador ubicuo, que sabe más de lo que vio.
Recibe luego, al descansar, primera profecía (Héctor). Venus revela que la
culpable de Troya no es Helena, sino la inclemencia de los dioses. Lo heroico es:
Lo patrio (matar a Helena), y lo filial (no abandonar al poder).
El escape presenta una tríada masculina: tres adelante, una detrás. El
Gens es el núcleo de religiosidad arcaica: hay un culto a la gens (agrupación civil
o sistema social de la Antigua Roma. Cada gens comprendía a varias familias que
se identificaban a través del cognomen de los individuos, por lo que sus
integrantes eran agnados o gentiles entre sí y estaban dirigidos por varios pater
familias. En este sentido, la gentilidad era sobre todo un título de nobleza que
daba fe de la antigüedad e ingenuidad del grupo, algo en principio exclusivo de las
familias patricias). El paterfamilias es la cabeza civil, religiosa, del hogar: señor y
sacerdote. El hogar es el fuero central. El sacerdote, hereditario. La mujer, tuene
un culto doméstico, no tiene cognomen, sino nomen, sólo como asociada a un
varón: presenta un carácter subsidiario. “Sacerdocio hereditario”.
Los valores de supremacía masculina y de base parental se asentaban en
la religiosidad o Pietas. De Creúsa sólo queda una sombra.
Todo sucede por designio divino.
Libro III – Años de viaje marítimo y luego huída a Troya.
El viaje se da bajo la guía de los dioses, y revela el destino que le aguarda
a la nueva civilización futura.
Una posible lectura es que es un viaje de aprendizaje. La Eneida como un
libro de iniciación y aprendizaje: Eneas sería un neófito con revelaciones
progresivas de los Hados. Anquises tiene una función sacerdotal.
EL libro III es emocional, con cambios en las modalidades narrativas,
combinando con maestría. La tierra prometida no es sólo Roma, sino toda Italia.
Anquises Muere en Drépano.
Libro IV – Historia sentimental, de amor desdichado, con una economía
argumental. Similar al dos, pero predominio amatorio. La “tragedia narrativa”
romántica, aproximada a lo contemporáneo. Los sentimientos personales, ligados
a lo social, político o religioso, afectan a los pueblos de ambos: uno es fundar
Cártago, que sería el proyecto matriarcal de Juno, y Roma, el patriarcal de Júpiter.
El gran problema (la tragedia) de la Eneida es la tensión entre los
sentimientos y razones humanas, y el Fatum, de orden trascendente. Se mezcla lo
humano y lo divino. Eneas se va “Templando”.
Dentro del Cosmos poético, la Mímesis traduce la concepción de los
universales como Macrocosmos, como un todo ordenado por leyes divinas,
movidas por una relación de causa y efecto, organizado según principios de la
analogía.
La Univira, era la condición de la mujer Romana respetable (Era
importante que una mujer fuera univira, esto es, que se hubiese casado solo una
vez. La modestia en la autopresentación indicaba pudicitia. Pudicitia ("modestia"
o “virtud sexual”) era la personificación de la modestia y la castidad. Su
equivalente griego era Aidôs. Se esperaba que los romanos, tanto hombres como
mujeres, mantuvieran la virtud de la pudicitia. En la época imperial, César
Augusto procuró desarrollar un programa de reforma moral para animar a los
ciudadanos romanos a cultivar la pudicitia). Una situación rara, porque Juno era
reina y podía haber tenido poder sobre Cupido, viendo lo que pasaba. Esto
supone que la determinación de permanecer en la Pudictia de Dido no era muy
fuerte. Su hermana, especie de tentadora, la persuade por la necesidad de hijos,
de herederos y por la conveniencia de la unión con los troyanos. Lo hace con
preguntas retóricas y razones sociopolíticas. Lo que realmente hay detrás: el
riesgo del poder femenino, de alguien que se enajena en su pasión, la ciudad que
no avanza, la juventud que permanece inactiva en armas. Todo en consonancia
con el contexto de Marco Antonio y de Julio César.
El problema con las nupcias en la caverna: No responde a ortodoxia
ceremonial. El rito matrimonial se da por Juno en condición de prónuba (madrina),
y la presencia de Hymen, que preside este rito, así como las ninfas que dan
alaridos, extraño coro del epitalamio. (¿Boda real?). Juno propone a Venus un
pacto, pero con mutuo intento de engaño: Venus sabe que no ocurrirá, porque se
lo confirmó Júpiter, y Juno piensa en someter el futuro troyano (de Italia) a una
reina oriental.
El conflicto central está en la primera parte: el dilema de Eneas, entre
epicureísmo o estoicismo, dilema sobre el cual no vacila. Aquí hay ecos
nuevamente de Marco Antonio y Octavio. Eneas ama, pero sin furor, lo que le
permite razonar para elegir: se lo ve constituyendo Cártago, con Luxuriosus
(lujurioso, amante del lujo), como noble oriental, con espada, fastuosos regalo de
Dido. La referencia es Marco Antonio, contemporáneo. La victoria es moral:
Eneas, su fuerza, su capacidad de doblegar sus sentimientos más entrañables;
quedarse sería una traición a Troya. Hay parquedad del narrador y del personaje,
por el profundo dolor de abandonar Magnus amor.
Dido se parece a Ariadna de Catulo: niega la paz, y desea un vengador de
su estirpe.
Hay una subordinación al destino, cediendo lo supra individual, entrega
total que lo hace romano. Se desprende el “yo”, con sentimientos, gustos y
apetitos, disolviendo lo individual e inmanente. Piedad, privilegio del bien común
sobre el interés particular. El destierro de las pasiones, es el ideal virgiliano,
primero romano.
El fatum le otorga el imperio a Roma, y valida la importancia de sus
guerras, como las guerras púnicas. Es la fuerza que lo supera todo.
El relato escatológico, funde mito, leyenda e historia.
Libro V – Juegos en honor de Anquises
Paralelo al canto XXIII de la Illíada, con el caso Patroclo. Es diferente,
pero utilizado por Virgilio para fundar Romanidad: remedo homérico utilizado para
impulsar en Augusto la reimplantación de juegos para competir con grandes
festivales panhelénicos de Olimpia, Delfos.
La descripción concluye con Iusus Troiae (“Troiae”, Más relacionada con
Movimiento que con “Troya. Es
un evento ecuestre celebrado en la antigua Roma. Estaba entre los ludi ("juegos"),
celebrados en funerales imperiales, fundaciones de templos o en honor a una
victoria militar. El lusus se presentaba ocasionalmente en los Juegos Saeculares,
pero no se adjuntaba regularmente a un festival religioso en particular. La
participación fue un privilegio para los niños de la nobleza (nobiles). Era una
muestra de habilidad comunal, no un concurso). Singular importancia en el
proyecto de Augusto de impulsar organizaciones para entrenamiento de jóvenes
en toda Italia. Esta ya estaba, sólo la regularizó.
El sustrato mítico de las prácticas presentes y augusteas presentando
asociación “Victoria sobre Dido”, “Juegos en honor de Anquises”, “Victoria sobre
Cleopatra y juegos Actios”. Un relectura del pasado asociando a Iusus Troiae con
Eneas, y Anquises, con el origen de la fundación de Roma.
Los juegos de Anquises tienen una relación directa con la Pietas de
Eneas, uno de los aspectos centrales: el afecto y el respeto religioso hacia su
padre.
Anquises guía a Eneas, y se mantiene la función Post-mortem. Luego, los
juegos, la visión que se la l cadena semántica, entre hombres y dioses, con culto
romano que enlaza por intermediarios. El nexo humano y divino, por el custos
(custodio) del destino trazado por Júpiter. En vida, la función sacerdotal; luego,
muerto y tutelar de nueva progenie.
Libro V – Libro de Anquises – Preparación de la revelación final que
vendrá luego. En el Libro Vi, pasa a ser su portavoz, guía e instructor, hasta en los
campos elíseos.
Virgilio ratifica el poder patriarcal, luego de la determinación de Eneas de
vencer el poder femenino y seguir su destino. El culto romano antiguo es muy
diferente al griego: crece y se expande por costumbres patriarcales. Toda su vida
en manos masculinas (Venus y Eneas, como filiación maternal). Los que
constituyen con guerra y sangre los imperios son los varones (vir). Las mujeres
secundan, como esposas o madres. Esto se ratifica con que Iuturna y Camila
están a favor de los rútulos, y en contra de los romanos.
La Pietas es la línea dominante en este libro, y su religiosidad desplegada
en el ámbito cívico – familiar romano. El episodio de las naves, en que Juno
provoca el incendio de las naves impulsada por su Pathos, mientras se celebran
los juegos, enviando a Iris para arengar a las mujeres incitandolas a la rebelión. El
Furor del incendio es una demencia inducida para los actos sacrílegos. Ascanio lo
desbarata y Eneas es sacerdote, implorando a Júpiter, otra vez tentado de ignorar
el fatum quedándose en Sicilia. La deposición del destino es disuadida por
anciano(Náratos), que luego ratificará Anquises.
Sicilia tiene ancestros troyanos que se radicarán en el sur. Abandona
ancianos, matronas e inválidos o temerosos de lo venidero. A Italia sólo deberán
llegar los más fuertes, sacrificados y piadosos.
La Pietas es una forma de racionalidad de los hombres, frente a lo
irracional de las mujeres, desde la ira de Juno frente a la racionalidad de Júpiter,
pasando por Dido y el incendio de las naves. Las mujeres, trastornadas y
enajenadas por divinidades. La idea proviene de la vieja Atenas de Pericles, en la
que no debían operar en el orden público, a riesgo de extensos desastres; luego,
el triunfo del Actium.

- La desaparición de Palinuro, contradicción, Cap V y (¿); Muerte o


desaparición?

Libro VI –Hades

Importancia fundamental, lugar vital y culminante en el ámbito


sobrenatural. Muchos ven una imitación con el canto XI de Odisea, en realidad, es
más que diferente. El viaje es maravilloso y prodigioso desde el inicio.
Una sacerdotisa, en trance, anuncia segundo Aquiles y los males de Juno.
Eneas, el estoico, no se amedrenta, si no que pide llegar con su padre. En los
Campos Elíseos, que es la meta final, hay una peregrinación previa sólo, por los
mundos infernales, de los que regresará.
Los posibles antecedentes son muy discutidos. : *Escuelas iniciáticas:
misterios órficos, Pitagorismo, misterios de Eleusis); Homero y la Nekuia, del
canto XI de la Odisea; Platón, Catulo, Píndaro, Lucretio, Ento, Cicerón. Todos
esos son posibles fuentes. Pero Eneas no es un héroe individual, sino la cabeza
de una progenie, a diferencia de Odiseo, Hércules o Teseo. Él deberá regir con
virtud, en una convergencia entre propósito nacional, moral y lo religioso filosófico.
El Yo de Eneas se revela despojado ya del amor, del que no quería
desprenderse para ceder paso a la voluntad divina.
El encuentro con Dido presenta dos aspectos centrales:
1 – Histórico temporal: Lealtad e integridad moral del héroe. La
Benevolentiae (Buena voluntad) respecto a las acciones, aunque sean injustas
para otros. Un modelo proto – romano que obedece a leyes divinas, deponiendo el
“yo” para privilegiar el nosotros, alineado a la voluntad divina
2 – Filosófica – metafísica: Dimensión de renuncia del héroe y el precio de
su sacrificio, que implica dolor profundo y abandono de satisfacción personal, en
amor de mujer dina. La tentación del yo, de placer y felicidad por impulsos,
vencido por la vocación de sacrificio y el abandono personal y emotivo para la
gloria futura.
El llanto marca la primera parte del viaje y culmina en el encuentro con
Dido. Resume el estado del héroe al encontrarse con el pasado y funciona como
catarsis y purificación de tensiones emocionales del yo. El camino se recorre
llorando (Flendo).
La etapa siguiente, breve, el tártaro.
EL tercero y último, los campos elíseos, donde no hay aire, sino Ether, un
quinto elemento. La luz del sol y las estrellas, llena de ancestros troyanos. El
encuentro con Anquises es contrapuesta al del héroe con Dido. Sombras y
tinieblas (luz, pasado que se aleja amor pasional, pasado al porvenir y amor filial.
La revelación de Anquises está en el centro de la Eneida. Se divide en dos
partes:
- Cosmología: doctrinas tradicionales combinadas: Espíritu (spiritus), y
“mente” (mens), poniendo en movimiento todo el universo como anima
mundi, una idea estoica. La Mens o ratio universal genera toda la
realidad como manifestación y expansión del principio ígneo, que cada
hombre contiene como vestigio de luz celeste, opacada por la cárcel
del cuerpo celeste. Esto presenta una relación con la doctr4ina de
almas cíclicamente aprisionadas en la ,atería corporal y los procesos
de purificación, ya presente en Platón y en Pitágoras. En Virgilio, al
separarse, se purifica de miserias terrenales del yo y sus apetencias, y
debe someterse a diversas etapas. En el caso del bienaventurado, los
vestigios que están por el sólo hecho de habitar un cuerpo: “Todos los
manes sufrimos algún castigo, recuperados a su condición de esencia
etérea y puro fuego de su origen”.
- Hados de Eneas y la gloria futura de la prole de Dárdano : El resumen
del narrador de las profecías: Anquises enuncia guerras en el Lacio y
los pueblos que encontrará. Le da consejos sobre cómo proceder en el
reino de Latino. Luego, dos puertas, una de cuerno, de donde salen los
sueños verdaderos, y otra de marfil, por donde salen los falsos.
Anquises los hace salir por esta última (¿?)Discutido (Eneas, sueño
falso de Augusto; o los humanos viven un sueño falso o de sombras).

SEGUNDA PARTE
Libro VII, Nuevo comienzo
Reinicio, repetición de esquema inicial, yo reaparece invocando a la musa.
Síntesis de la historia del pueblo que encontrarán. El acercamiento pacífico entre
pueblos, y la acción en tierra itálica, hasta el final. El poeta se dispone a narrar
horrendas batallas, matanzas, porque llega el ejército teucro extranjero, ya
anticipado con canto.
El furor de Juno sigue la misma estructura que el canto I. Juno se queja de
su impotencia. La recurrencia a fuerzas sobrenaturales, antes a Eolo, uno de los
dioses celestiales, y ahora a Ínferi, del averno, del reino de Plutón. Alecto y la
desconfianza a la eficacia de lo celestial.
La Furia es equivalente a la Erinia griega: Alecto, Tisífone y Megara. EN
esta versión, castigan a criminales y malvados y corrigen el orden
social(*Euménides, amables, benévolas). Su modo de actuar es como la discordia
(discors). Alecto, la que no descansa, a la que no le promete nada como Eolo, sólo
le permite desenvolverse. Ataca a Amata, Juno y a Perros, para que persigan a
ciervo que Julo mata. Todo se da en tres acciones Infundir el deseo furioso de
guerra a los itálicos (Amata y Turno), en los países del Lacio, que quieren castigar
la injuria de Silvia. Los troyanos buscan la paz y prosperidad, furor y cólera de
otros. Guerra, mal que se debe afrontar, pero no provocar, para reponer el orden,
la justicia y la civilización.
Todo se dispone para la guerra.
La anti-ilíada comienza en este libro, como ruptura romana a las victorias
cantadas por Homero, o si se quiere la venganza de Troya. No como los griegos,
que llegan para invadir la ciudad, sino que resultan agredidos los que llegan como
augurios de paz y prosperidad. Al final, el libro VII encabalga con el comienzo del
VIII. Hay un continuum con la secuencia que produce la impresión de bloque y
acelera sucesos de modo diferente. La idea es mantener una visión sobre las
huestes itálicas.

Libro VIII – Evandro


Básicamente patriota, central en el proyecto de Roma rectora.
Sobrecargado de dramatismo. Éste es el origen del discurso civilizatorio europeo
del SXIX: “Si quieres la paz, haz la guerra”. Una superioridad sobre los
antepasados que legitima el dominio. La configuración institucional de un hombre
de destino es el reflejo del orden divino y debe resguardarse de la barbarie y del
salvajismo, indígena o extranjero. Eneas es descendiente de Dárdano, lo que lo
hace legítimo, haciendo a los italianos troyanos y a los griegos itálicos. Italia tiene
más de una historia, y el derecho va más allá de lo divino (Saturno, dios proscrito,
antiguo y primordial, con leyes para la edad de oro).
Escudo – última parte
Entronca con el escudo de Aquiles.
Ekhprasis: El poeta formaba en Eneas el tipo ideal augusteo. Un nuevo
dramatismo, especialmente en Actium. Augusto, el nuevo Apolo, nuevo Eneas.
Los poetas augusteos presentan una guerra civil entre Marco Antonio y Augusteo,
como la guerra de Italia contra las pretensiones extranjeras.
Octavio representa a los pueblos itálicos capitaneados por un heredero
legítimo troyano, cuando se romanizaron. Marco Antonio, afeminado traidor
refugiado en Egipto. La imagen de la guerra como defensa que enlaza a Eneas y a
Augusto. La historia de Italia que culmina con el triunfo augusteo que lleva anuncia
Eneas, futura glorai consagrada por Apolo.

Libro IX – Gerras del Lacio: Niso y Euríalo

Uatro libros últimos: guerra del Lacio y más cercanos al tono homérico de
Ilíada. Las resonancias homéricas surgen por la aresteia (muestra de excelencia
heroica) de Niso y Euríalo, y también cómo fue diseñada la situación general de
los enfrentamientos bélicos. El paralelo con Homero, en la Aresteia y en los
enfrentamientos bélicos.
Dea Frigia Cibeles, nacionalizada romana en la seguda guerra púnica,
interviene y salva las naves (con Venus, diosa femenina, potente, inquietante pero
leal, cívica y patriótica). EL Fatum, dado por la desaparición y tansformación de las
naves que rubrica el establecimiento definitivo en el Lacio, tuerra que se
engrandecerá con los extranjeros y con las tierras locales. Turno, del lado de
Juno, lo interpreta de otra manera, de forma errónea, como desamparo a los
troyanos.
La Aresteia está en un segundo momento. Se muestra el sentimiento
maternal personal, diferente al paternal, que es el principio de organización social,
religioso e institucional. (Creusa, ni en el Hades se la recuerda con cariño)
El episodio de Niso y Euríalo presenta valor y arrojo de jóvenes con
entrañable amistad, afecto y lealtad mutuas. Para algunos, fallan por complacerse
en jactancia homérica individualista, en lugar de actuar por la el bien mayor de la
comunidad.
Libro x – Palante, hijo de Evandro

Un cambio de escenario, con la narración en el Olimpo, como preludio de


lo que sigue en la tierra, para la segunda parte. Júpiter lamenta y reprueba las
guerras civiles entre los dioses y anuncia destrozos de Cártago sobre Roma. Las
guerras con pueblos no romanos significan el enfrentamiento del panteón olímpico
y aledaños con los extranjeros.
Entre Juno y Venus, un gran ejemplo de elocuencia en los argumentos,
con reminiscencias a Cicerón y Salustio. Júpiter se declara imparcial, en el fatum,
indeclinable.
Palante tiene un gran peso, por premeditación y alevosía. Es separado por
Júpiter antes, para morir a manos de Turno. Su muerte será el estandarte de
Eneas hasta el final. Palante es diferente a Patroclo, porque es un príncipe, no un
guerrero mayor. Si está el tema de los despojos vestidos. Es el principal aliado
itálico de los troyanos, como príncipe. Para Turno no hay Aresteia al matarlo, si
porque su ciudad está en el Lacio, y tiene leg{itimos derechos de gobernar ahí. El
matrimonio es una cuestión de estado, por eso, con Lavinia, sin profundidad
amorosa. Eneas es despertado por su muerte, se vuelve implacable como Aquiles,
impulso que se mueve a voluntad de manes y hados de estirpe que se abren paso
por sí mismos.
Libro XI – Camila

Muere al final. Eneas y evandro, en su discurso, presentan principios


genuinamente romanos y augusteos, que equiparan y asemejan a ambos
personajes: veneración y obediencia a los dioses y a la familia (Gens), por una
cuestión de Pietas, la amicitia (amistad), concordia y bien común La lealtad (fides),
por la que Evandro mantiene alianza con los troyanos.
Camila, una amazona, un personaje sutil y alejandrino, que sigue a un
sacerdote guerrero vestido de singular magnificencia, “ardiendo de mujeril
codicia”.
Libro XII – EL gran combate

Un cierre casi drástico, el gran candado de la epopeya romana: “Aprende,


hijo mío, de la virtud y del verdadero trabajo; de otros, la fortuna”. La herencia
espiritual del héroe que Virgilio transforma en idiosincrasia fundamental del futuro
pueblo romano. La última escena de la obra que los sermones morales de la
crítica han relevado como “la clave de la Eneida” Turno se extralimita por el placer
de matar a Palante, y Eneas siente ira pero racional *Ética Aristotélica.
Los dioses griegos son diferentes a los romanos. El Fatum es diferente a
la Moira, que es algo impersonal. EL fatum es dictado por Júpiter, asimilado al
Logos, que es dicho por alguien. Júpiter es el artífice del destino romano. Júpiter
tiene la prerrogativa de saberlo todo. La Eneida es fatum en acción, y Júpiter,
racional y ordenado. Juno, potencia pasional y destructiva, que dinamiza el relato,
como fuerza del Pathos, con rencor, ira y venganza. EL desafío es el poder, la
lucha por ocupar la función de Júpiter como agente del fatum, adaptado a sus
intereses; al igual que DIdo yTurno, se muestra empecinada; puede verse como
personificación del caos y su potencia destructora, la renuncia de Juno representa
el sometimiento de las fuerzas del caos, algo que corresponde a Júpiter, Eneas y
Augusto.
Venus secunda vaticinios de Júpiter y los decretos del fatum, elevada a
insoslayable significación para los romanos: divinidad netamente propiciatoria:
palabras de filtración venusiana: Venerari (“Venerar” el llamado de la divinidad) y
venta (aceptar o ausencia, respuesta que recibe el orante), personifica la cualidad
de mujer, en su sentido mágico - religioso.
En algún punto, Venus itálica entra en conjunción con Afrodita griega y se
une a la leyenda troyana. Su virtud propiciatoria se vuelve certeza doctrinal, para
los romanos. Progresivamente, ingresa en la vida cívico – militar de la república y
se vuelve diosa de la victoria, hacia el siglo I a.c, durante las primeras guerras
civiles: una potencia activa, material y política.
En la Eneida, los poderes eróticos están enfocados en el proyecto
fundacional. Se involucra en guerra. Ahora es una “diosa política”.
Conclusión: Entre la lectura “optimista” y “pesimista”, optamos por la
primera, aunque no se ignora el dolor, el peligro, las heridas de las recientes
guerras civiles y que busca mostrar la fuerza de las virtudes humanas en la
adversidad y narrar, como revitalización del modelo heroico en el marco de la
reforma augustea.

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