Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Las marcas y sus funciones: propiedad, estado, ubicación, etc. Marcas comerciales.
Función de identificación en el ámbito comercial. Necesidad de diferenciación de
marcas. Resolución de conflictos. El nacimiento de internet y los dominios como
marcas. Función de los dominios. ICANN y NIC. Conflictos de dominios y sistemas de
resolución. Derecho a la marca y derecho al dominio.
LAS MARCAS
Si tenemos varios objetos iguales, ¿cómo podemos diferenciar uno de otro? Por
ejemplo, cada uno de los círculos de esta rueda. Por la posición, pero si la rueda
girara velozmente, ya no los podríamos diferenciar.
Una marca es una señal realizada por cualquier procedimiento, que nos permite
diferenciar un objeto o una clase de objetos de todos los otros.
Sin marcas viviríamos en lo indiferenciado. Por esa razón, el mundo está totalmente
marcado. Las madres hacen marcas en los sacos de sus hijos antes de que vayan al
colegio, el ganado es marcado, los automóviles, las calles, los vestidos, el mismo
lenguaje es un sistema enorme de marcas. Si caminamos por una ciudad, lo que
vemos son marcas y marcas.
1
© Universidad de Palermo Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos.
Las marcas siempre sirven para diferenciar o distinguir, pero además de esa, que es la
función genérica, tienen un objetivo para el que diferencian o distinguen, como por
ejemplo:
a) Las marcas de los sacos y útiles escolares, las marcas que lleva el ganado, etc.
cumplen la función de hacer conocer la propiedad de un objeto.
b) Las marcas de las calles (nombres o números), los números de los edificios,
etc. obviamente no cumplen función de propiedad. Ellas señalan la ubicación
(del latín ubi, dónde) o localización (del latín locus, lugar).
2
© Universidad de Palermo Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos.
Estas no son las únicas marcas, existen muchas más con otras funciones. En general,
marcar es el procedimiento para distinguir y la vida se desarrolla a fuerza de
distinciones que se modifican a lo largo del tiempo.
MARCAS COMERCIALES
Es necesario aclarar una cuestión. Las marcas comerciales han tenido un enorme
desarrollo y dentro de las disciplinas de la economía, el marketing, la
comercialización, la publicidad, etc. se ha generado una destacada literatura -
interesantísima- sobre la importancia del uso de las marcas, sobre el significado
psicosocial, sobre sus funciones en las empresas, etc. A tal punto que actualmente se
suele llamar “marca” al producto mismo.
¿Existen productos en un mercado sin marca? Por supuesto, nada lo impide, más allá
de que comercialmente sea una mala idea. ¿Podemos realizar actividades
profesionales sin diferenciar nuestras tareas a través de una marca? Por supuesto.
La ley argentina (ley 22.362) reglamenta el uso de las marcas en forma similar a como
la realizan las legislaciones de todos los países.
3
© Universidad de Palermo Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos.
1. La titularidad de una marca se obtiene con el otorgamiento que haga el registro
correspondiente (Instituto Nacional de Propiedad Industrial, INPI). Históricamente
ha habido dos sistemas. El derecho a la marca como consecuencia de su uso durante
determinado tiempo y el sistema de registro. En la sociedad actual, son su dinámica
comercial, el primer sistema ha sido desplazado a favor del segundo.
3. Se establecen una serie de requisitos para los nombres, palabras o signos que se
pueden usar como marcas, prohibiendo algunos. Por supuesto, todos aquellos que
atenten contra la moral y las buenas costumbres, pero también aquellos que lleven
a confundir el producto o servicio con otros. Obviamente, si el objetivo es
diferenciar el criterio de otorgar o no una marca será si es adecuada para cumplirlo.
4. Tampoco pueden otorgarse marcas con el nombre genérico del producto o del
servicio. No podría existir entonces la marca “helados” para vender helados ni
“libros” para identificar libros. Desde que el titular tendría el monopolio de uso ese
nombre sus competidores en el mercado no lo podrían usar.
Quien posee una marca tiene un derecho indudable: usarla, es decir, marcar sus
productos o servicios con los signos sobre los que ha obtenido el derecho otorgado por
el organismo de aplicación de la ley.
Pero también tiene el derecho de que nadie más que él sin su autorización designe
productos o servicios con el símbolo sobre el que mantiene el monopolio marcario.
En torno a esta cuestión se produjo una discusión doctrinaria que pareció bizantina o
inútil. Hubo quien sostuvo que en realidad no se trataba de dos derechos, sino de uno
solo el que obtenía el titular de la marca. Porque derecho a marcar tendrían todas las
personas porque lo que no está expresamente prohibido está permitido, según dice la
Constitución Nacional. Lo que obtendría el titular de la marca en realidad sería
solamente el derecho de impedir que los otros la usen. Como veremos este
razonamiento con el tiempo y con internet cobró importancia.
Suele afirmarse que Internet nació como un proyecto militar y en vista de los
conflictos de la guerra fría que sostenían EE UU y la U.R.S.S. La idea habría sido la
creación de un sistema de comunicaciones de características tales que seguiría
funcionando pese a un ataque nuclear. La importancia podría residir en que al
momento de nacer una tecnología lo hace con ciertas características que luego se
mantienen a lo largo del tiempo.
Esas marcas deben tener un requisito para funcionar: no deben existir dos iguales, es
decir, deben ser unívocas. Lo mismo sucede con las direcciones de una ciudad: no
pueden existir dos calles con el mismo nombre con casas con el mismo número.
5
© Universidad de Palermo Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos.
Ahora veamos que es difícil recordar los números que designan los nodos, como
“127.074.133.123” y quisiéramos darles nombres más simpáticos y, pensando que son
computadoras, las llamemos “Arquímedes”, “Ulises”, “Desdémona”, “Kepler”,
“Gauss”, Hobbit”, etc. Podríamos reemplazar los números por estos nombres con un
procedimiento técnico no muy complicado y nos serían mucho más fáciles de
recordar.
Estos nombres nuevos entonces también son marcas que cumplen una función de
reemplazo y facilitación mnemónica de aquellos números. Serían marcas que cumplen
la función de designar marcas que cumplen la función de localizar.
Pero luego se observó que poseer un nombre de dominio podría ser de gran interés
para algunos y como el otorgamiento se realiza al primero que lo pide y es posible
también transferirlo onerosamente, podría llegar a ser un gran negocio.
Así, se solicitaron nombres, no ya para usar en internet, sino como medio para
realizar un negocio en ocasiones sumamente lucrativo. Esto iba muy en contra del
espíritu de los creadores y primeros usuarios lo que fue expuesto en las primeras
reuniones académicas que en el mundo se realizaron. Dos corrientes, dos
mentalidades. Una de investigación científica y de cultura y otra que llegó con los
criterios tradicionales del derecho y la economía contemporánea.
6
© Universidad de Palermo Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos.
dominios y buscaron la forma de exigirlos elaborando argumentaciones jurídicas y
concurriendo a los tribunales.
Los procedimientos de solución de controversias han sido muy variados. En una época
tuvo destacada intervención la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual
(OMPI), pero siempre las decisiones quedaron sujetas a lo que se resolviese en los
estrados judiciales de cada país.
7
© Universidad de Palermo Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos.
Este argumento atiende a las necesidades de una sola de las partes en conflicto
dejando afuera los que pueden ser legítimos intereses de titulares de dominio cuya
intención no haya sido simplemente especular con ese nombre de dominio.
Las sentencias judiciales han sido de lo más variadas con marcadas diferencias en los
distintos países.
En internet, la localización se realiza a través del nombre de dominio a partir del cual
se construyen los distintos servicios, fundamentalmente web y correo electrónico. El
dominio es la piedra sobre la que se sostienen los emprendimientos y en consecuencia
las inversiones. Si la piedra no es segura, todo puede caerse.
Los dominios pueden ser atacados no solamente por las marcas comerciales, sino
también por los llamados “nombres de fantasía” que son símbolos con los cuales se
identifican productos o servicios pero que no han llegado a ser marcas por su falta de
registración. El uso continuado de ese símbolo otorga el derecho exclusivo de seguir
usándolo. Por supuesto es mala idea no registrar los símbolos ya que perderlos puede
constituir toda una desgracia.
También pueden ser atacados por nombres de personas cuando se trata de artistas de
renombre (en ocasiones poco renombre).
8
© Universidad de Palermo Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos.