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4D ÓPTICO

de Javier Daulte

Cuando combinamos la mecánica cuántica con la relatividad general parece haber una
nueva posibilidad que no surgió antes: el espacio y el tiempo juntos podrían formar un
espacio de cuatro dimensiones finito, sin singularidades ni fronteras, como la superficie de la
Tierra pero con más dimensiones. Parece que esta idea podría explicar muchas de las
características observadas del universo, tales como su uniformidad a gran escala y también
las desviaciones de la homogeneidad a más pequeña escala, como las galaxias, estrellas e
incluso los seres humanos. Podría incluso explicar la flecha del tiempo que observamos. Pero
si el universo es totalmente autocontenido, sin singularidades ni fronteras, y es descrito
completamente por una teoría unificada, todo ello tiene profundas implicaciones sobre el
papel de Dios como Creador.
Einstein una vez se hizo la pregunta: “¿cuántas posibilidades de elección tenía Dios al
construir el universo?”. Si la propuesta de la no existencia de frontera es correcta, no tuvo
ninguna libertad en absoluto para escoger las condiciones iniciales. Habría tenido todavía,
por supuesto, la libertad de escoger las leyes que el universo obedecería. Esto, sin embargo,
pudo no haber sido realmente una elección; puede muy bien existir sólo una, o un pequeño
número de teorías unificadas completas, tales como la teoría de las cuerdas heteróticas, que
sean autoconsistentes y que permitan la existencia de estructuras tan complicadas como seres
humanos que puedan investigar las leyes del universo e interrogarse acerca de la naturaleza
de Dios.
Incluso si hay sólo una teoría unificada posible, se trata únicamente de un conjunto de
reglas y ecuaciones. ¿Qué es lo que insufla fuego en las ecuaciones y crea un universo que
pueda ser descrito por ellas? El método usual de la ciencia de construir un modelo
matemático no puede responder a las preguntas de por qué debe haber un universo que sea
descrito por el modelo. ¿Por qué atraviesa el universo por todas las dificultades de la
existencia? ¿Es la teoría unificada tan convincente que ocasiona su propia existencia? O
necesita un creador y, si es así, ¿tiene éste algún otro efecto sobre el universo? ¿Y quién lo
creó a él?
Hasta ahora, la mayoría de los científicos han estado demasiado ocupados con el
desarrollo de nuevas teorías que describen cómo es el universo para hacerse la pregunta de
por qué. Por otro lado, la gente cuya ocupación es preguntarse por qué, los filósofos, no han
podido avanzar al paso de las teorías científicas. En el siglo XVIII, los filósofos consideraban
todo el conocimiento humano, incluida la ciencia, como su campo, y discutían cuestiones
como, ¿tuvo el universo un principio? Sin embargo, en los siglos XIX y XX, la ciencia se hizo
demasiado técnica y matemática para ellos, y para cualquiera, excepto para unos pocos
especialistas. Los filósofos redujeron tanto el ámbito de sus indagaciones que Wittgenstein, el
filósofo más famoso de este siglo, dijo: “la única tarea que le queda a la filosofía es el
análisis del lenguaje”. ¡Qué distancia desde la gran tradición filosófica de Aristóteles a
Kant!
No obstante, si descubrimos una teoría completa, con el tiempo habrá de ser, en sus líneas
maestras, comprensible para todos y no únicamente para unos pocos científicos. Entonces
todos, filósofos, científicos y la gente corriente, seremos capaces de tomar parte en la
discusión de por qué existe el universo y por qué existimos nosotros. Si encontrásemos una
respuesta a esto, sería el triunfo definitivo de la razón humana, porque entonces
conoceríamos el pensamiento de Dios.
Stephen W. Hawking
Historia del tiempo
4D Óptico 2
de Javier Daulte

PERSONAJES:
NOTA: A pesar de que se indica para cada personaje un personaje
alternativo con un también, eso no implica que se trate de personajes
doblados por el elenco. Conceptualmente quienes se desdoblan son los
personajes, no los actores, razón por la que no debe haber ningún intento
de diferenciación compositiva de parte de los actores, salvo quizá en el
caso del personaje de Andy/Ojeda en el que Andy es un disminuido.

Max, físico; también


Senillosa, un asesino a sueldo, contratado por Ojeda.

Paulina, recién graduada en física, pasante de los Laboratorios Roosenvart; también


Angie, secuaz de Ojeda.

Róber, ingeniero en óptica; también


Sordo, chofer, secuaz de Ojeda, amante de Esther.

Julia, matemática; también


Celina, secuaz y amante de Ojeda.

Alma, bióloga, jefa del equipo; también


Esther, falsificadora de joyas.

Rina, médica oftalmóloga; también


Mariana, gobernanta de la Mansión Urkel.

Andy, disminuido, hermano de Róber, meritorio del Laboratorio; también


Ojeda, un mafioso.

Mónica de D’Almessi, matemática y física; también


Gina, cantante pop melódica; también
La Bámbola, una muñeca idéntica a Gina.
4D Óptico 3
de Javier Daulte

4D Óptico se estrenó en versión bilingüe catalán /castellano dentro del marco del Festival
Internacional de Temporada Alta 2003 en la Sala Planeta de Gerona el 9 de noviembre
de ese año. El 13 de noviembre de 2003 inició su temporada regular en el Espai Lliure de
Barcelona. En ambas ocasiones el reparto fue el siguiente:

Max / Senillosa Quim Dalmau / Albert Triola1


Julia / Celina Nies Jaume
Alma / Esther Carbajal Nuria Legarda
Mónica de D’Almessi / Gina /
La Bámbola Sandra Monclús
Paulina / Angie Nora Navas
Rina / Mariana Carme Poll
Andy / Ojeda Jordi Rico
Róber / Sordo David Vert

Traducción al catalán Toni Casares (con la colaboración de los actores)


Diseño de luz Javier Daulte
Vestuario Marian Coromina
Diseño de sonido y
musicalización Raúl Lucea / Javier Daulte
Fotografía Pep Daudé
Tema Harta de ti
Letra Carles Torregrosa / Javier Daulte
Música Carles Torregrosa
Voz Sandra Monclús
Ayudantes de dirección Adriana Roffi / Toni Casares
Producción ejecutiva Sala Beckett
Construcción escenografía Xarli
Producción Teatro Lliure / Sala Beckett / Cía. Familia
Alcovavsky/ con la colaboración de Temporada Alta
2003 (Festival Internacional de Teatro Gerona / Salt)

Dirección Javier Daulte

Después de una gira por Catalunya, 4D Óptico se presentó en el Festival Fronteras 04 de


Londres en Septiembre de 2004.
A partir de octubre de 2004 comienza una temporada en el Teatre Antic de Barcelona.

4D Óptico ha obtenido las siguientes distinciones:


 Premio Butaca al Mejor espectáculo de pequeño formato.
 Premio Butaca al Mejor actor (Jordi Rico)
 Terna Premio Butaca Mejor Actriz (Nora Navas)
 Terna Espectáculo Revelación Premios MAX

1
Albert Triola reemplazó a Quim Dalmau a partir de Septiembre de 2004.
4D Óptico 4
de Javier Daulte

PRIMERA PARTE

1
Luz. Sala de experimentación de los Laboratorios Roosenvart. Dos puertas al fondo, entre
las cuales hay un gran pizarrón. A la derecha, una amplia entrada. Largas mesas
cubiertas de tubos de ensayo, cubetas, recipientes de cristal de las más variadas formas
con líquidos de diferentes colores, termómetros, ordenadores, etc. En el suelo, hacia el
centro del lugar, se yergue un extraño aparato: el Hyperdeep.
Ingresan Max y Róber. Max trae un maletín metálico y viste ropa de calle. Róber lleva
guardapolvo. La conversación ya está iniciada.
Max … imaginate, una expectativa tremenda. Primero estuvimos tres horas, después se
hizo una pausa para almorzar y después casi unas cuatro horas más. No te das una idea de
lo que eran los pasillos esos. Se oían los disparates más increíbles. Con de D’Almessi nos
partíamos de risa. Rogelius Mathews y Aaron Sonenfeld estaban verdes. Sonreían como
tontos a todo el mundo y de verdad era algo que daba miedo. Les faltaba rezar para que
Steve fracasara. Y no sabés; durante la hora del almuerzo se ve que se rompió el aire
acondicionado. Encima, en la segunda parte se sumó gente que vaya a saber cómo se
enteró, no cabíamos ni parados. Un calor insoportable. Steve llenaba de fórmulas los
pizarrones a una velocidad tremenda, era algo increíble; conmovedor que no usara
proyecciones, ningún software. Había dos personas que estaban ahí exclusivamente para
borrar lo que Steve acababa de escribir y el pizarrón se volvía a llenar de gráficos en un
segundo. Steve estaba como drogado; ya sudaba en la primera parte de la exposición,
imaginate lo que era después cuando el aire no funcionaba. Tenía la camisa empapada.
Todos estábamos hechos sopa. Debía haber por lo menos trescientos estudiantes tomando
apuntes. Se escuchaba el ruido de las lapiceras como si fuesen moscas. El murmullo de
fondo era constante, y al mismo tiempo nadie quería perderse ni una palabra de lo que
Steve decía. Hasta ese acento espantoso que tiene al hablar inglés tenía encanto. Lo
adorábamos. Cuando llegó el momento crucial hizo una pausa y dijo “Creo que me
detendré aquí”. En la pizarrón estaba la demostración final. El aula magna parecía que se
había convertido en una iglesia. Nadie decía palabra. Algunos viejos profesores estaban
emocionados hasta las lágrimas. En poco más de siete horas habíamos recorrido la
evolución de la física y las matemáticas desde Pitágoras hasta hoy y hasta se dieron unos
cuantos pasos más delante de nuestros propios ojos. Steve nos había mostrado nuevas
maneras de entender problemas que hasta ayer parecían imposibles de pensar. Todos
éramos conscientes de que estábamos participando de un momento histórico. Rogelius
Mathews y Aaron Sonenfeld estaban no muy lejos de mí. Ni siquiera se miraban entre ellos
y ya no sonreían. Era imposible imaginar qué podían estar pensando; menos todavía lo que
ahora estarán escribiendo para la Royal Maths & Physichs New Research Mag que sale el
jueves próximo. Entonces alguien empezó a aplaudir. Era tonto aplaudir. Pero no había otra
cosa que hacer. Nos fuimos sumando al aplauso hasta que todos estábamos batiendo palmas
como idiotas. El aplauso se debe haber prolongado durante diez minutos, por lo menos.
Sólo se oía el sonido de las palmas. Era para ponerse a llorar. (Hace una brevísima pausa.)
Como juez de la demostración me dieron una copia. Ahora tengo siete días para revisarla.
Son trescientas cincuenta páginas. Un trabajo infernal. Hay que revisar paso a paso todo el
razonamiento. Estoy muerto, me querría dar una ducha. ¿Cómo está Paulina? No pude
contestarle un solo mail. Las líneas estaban saturadas. ¿Sabés con quién me encontré? No
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de Javier Daulte

sé si te acordarás. Uno de los del grupo de becarios de creo que dos años atrás. ¿Cómo era?
El alto, el que hablaba con la “egue”. No me puedo acordar el nombre.
Róber ¿Sandro?
Max No. ¿Sandro? No, el que era increíble cómo comía. Me acordé cuando compré los
bombones. (Deja una caja de bombones sobre unos de los escritorios.)
Róber Creíamos que llegabas mañana.
Max De D’Almessi se enteró de un charter que salía a la madrugada y pudimos colarnos.
¿Sabés algo del Meeting con la Fundación?
Róber Es todo un lío. Rina nos explicó algo, pero yo justo tenía que ordenar los protocolos
de la semana con Julia y quedamos para la merienda de media mañana para que nos termine
de contar bien. Se asociaron con los japoneses según parece y van a agregar gente al equipo
porque quieren que el mercado no se monopolice.
Max (Por la caja metálica) Hay que meter eso en la heladera. ¿Desde cuándo hablan de
Mercado en la Fundación?
Róber No sé si ellos hablaron de Mercado, pero todos sabemos que en definitiva es lo
único que les importa.
Max ¿Pasó algo?
Róber No.
Max Con Julia digo.
Róber Ya sé. No. Y prefiero no hablar del asunto.
Max ¿Pero salieron? ¿Hablaron algo?
Róber Voy a poner esto en la heladera. (Toma el maletín metálico disponiéndose a salir.)
Max Hay que dar un salto. No es paulatino.
Róber Sí.
Max Róber.
Róber ¿Qué?
Max ¿Me oís? No es paulatino. Hay que dar un salto. Si no no va a suceder. No sabés de
qué hablo.
Róber Hablás de mi relación con Julia. Ya sé.
Max Pero crees que estoy diciendo cualquier cosa y que no se te aplica ¿no?
Róber Puede ser.
Max ¿Sos una persona?
Róber ¿Pero qué te pasa?
Max Sos una persona, Róber. Vos también.
Róber Sí.
Max ¿Estás bien?
Róber ¿Por qué preguntás?
Max Es temprano. Nunca estás a esta hora.
Róber Ya vuelvo.
Sale con el maletín metálico. Max queda solo. Entra un hombre vestido con un jardinero.
La cara tapada por un pañuelo. Antiparras. Trae una extraña máquina a la cual va
adosado. En conjunto luce como un Ninja tecnológico. Primero Max no lo ve. Luego se
vuelve y se encuentra cara a cara con él. Se pega el susto de su vida. A su vez el hombre
grita aterrorizado. La máquina a la que el hombre va a adosado se enciende. El ruido es
infernal. El sujeto se asusta aún más. Empieza a moverse sin ton ni son. Con la máquina
rompe algunas cosas. Algo de vidrio cae al suelo y se hace añicos. Una esquirla da en la
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mejilla de Max. Este se toma la cara. En escasos segundos se produce una catástrofe.
Reingresa Róber con prisa.
Róber ¡Andy! ¡Andy! ¡Andy!
Róber trata de detener al sujeto. Este, Andy, un disminuido, no deja de gritar. Los gritos de
Róber parecen asustarlo aún más. Finalmente Róber logra detener la máquina. Le quita a
Andy las antiparras y el pañuelo que le cubre el rostro. La cara de Andy tiene tonalidades
verdes. Sus ojos, desorbitados de miedo, se destacan muchísimo. Róber lo calma.
Róber Está bien, Andy. Está bien. Él es Max.
Max (Notando la sangre de su mejilla en la mano.) Mierda, mierda, mierda, mierda. Me
corté. Me corté. ¿Pero quién mierda…?
Róber Es Andy, mi hermano.
Andy Róber. Róber. Róbeeer.
Róber Esperás un poco ahora. ¿Cómo vas a entrar con la máquina prendida?
Andy Róber, Róber, Róbeeer.
Róber ¡Te callás! (A Max.) Dejame ver eso. (Le mira la herida.) No es nada. Te pongo
algo. (Busca algodón y alcohol para limpiarle la herida a Max.)
Max Es que me pegué un susto de mierda.
Andy No la prendí yo, Róber. Se prendió sola. Se prendió sola, Róber. Te lo juro, se
prendió sola.
Róber Bueno, calmáte. Basta.
Andy Es que se prendió sola.
Róber La debés haber rozado con el guante.
Andy Te digo que no, que se prendió sola; tenés que creerme. Róbeeer…
Róber Bueno, terminala. (A Max) Andy está haciendo algunos trabajos en el edificio (A
Andy.) ¿No es cierto?
Andy Sí, arreglo el jardín. Hoy arreglo el jardín. Me llamo Andy Alcovavsky. Soy el
hermano de Róber y soy meritorio de los laboratorios Roosenvart. Tengo mi credencial.
Róbeeer...
Róber (A Andy.) Callate. (A Max.) Hace distintas cosas según se necesita. Empezó justo el
día después que te fuiste a Bremen.
Max Ah, qué bien.
Róber (A Andy.) Andy, decile hola a Max.
Andy Hola, Max.
Max Hola, Andy.
Róber Max es Físico.
Andy Qué bien.
Róber Y trabaja con nosotros.
Andy Qué bien.
Róber (A Andy.) ¿Necesitás algo? ¿Qué tenés? ¿Por qué me mirás así? (De pronto Róber
advierte lo que ha sucedido.) Pero te measte; ni que fueras una criatura. Sacate eso. Qué
olor, Andy.
Andy Perdón, perdón. No quise. Perdón.
Róber Está bien. (Andy se quita el jardinero rápidamente y queda en calzoncillos antes de
que Róber pueda advertirlo.) Pero acá no. Te vas al baño.
Andy Perdón, perdón. (Va a salir.)
Róber ¡Y te llevás la máquina!
Andy ¡La máquina, sí! Perdón. Perdón. (Cuando está saliendo se cruza con Alma.)
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Alma (Sin escandalizarse demasiado al verlo semidesnudo.) Andy.


Andy Perdón, perdón. (Sale.)
Max Hola, Alma. (A Róber.) Nunca dijiste que tenías un hermano.
Róber Es que me daba vergüenza.
Oscuro.

2
Mismo lugar. Están reunidos Rina, Paulina, Alma, Julia, Róber y Max. La reunión está
avanzada. Se proyecta un vídeo. Rina ha estado en la reunión de la Fundación. Max lleva
un pequeño apósito en la mejilla. Paulina juega distraídamente con un puzzle. Mientras se
desarrolla la informal exposición comen de la caja de bombones que trajera Max en la
escena anterior.
Max ¿Y ese quién es?
Rina Toshiro Makena. Socio de la Corporación Augusta de Tokio. El que está al lado es
Juan Segundo de la EMPSA. Pará ahí. (Róber cliquea su mouse.) Juan Segundo está
perfilándose como el candidato más seguro para presidente de la Fundación. Las elecciones
son en tres días. Es joven, carismático y guapo. Toshiro Makena tiene el dinero suficiente
como para defraudar la votación. Los rumores son que está enamorado de Juan Segundo.
Lo que no se sabe es si va usar su poder para que Segundo sea electo o no.
Julia Lo va a hacer presidente, seguro.
Rina No olviden que para un viejo conservador japonés la homosexualidad es un delito.
Además los protocolos ópticos que pretende impulsar la Corporación Augusta no son los
mismos que la EMPSA promueve. ¿Qué pensás, Alma?
Alma La EMPSA necesita el dinero japonés. Deben estar estudiando una manera de
asociarse.
Paulina El protocolo de Nitidez Submarina de Augusta puede llevar años de trabajo, eso no
puede escapársele a la EMPSA.
Róber ¿Pero Juan Segundo es gay?
Rina Juan Segundo antes que nada es un diplomático. Estaría dispuesto a hacerle creer a
Toshiro Makena lo que sea si eso aceita las relaciones empresariales. Lo que interesa es que
Nitidez Submarina y Cordless Optical Fiber son protocolos incompatibles. Y el talento está
concentrado en un solo espacio.
Max ¿Qué suponés? ¿Que nos van a redistribuir?
Alma O que van a agregar gente.
Rina Que pensaron ambas cosas, estoy segura. Y no me extrañaría que quieran que
nosotros carguemos con las consecuencias de sus especulaciones bursátiles.
Julia Pero saben que somos un equipo.
Rina Saben que tienen un problema. EMPSA no puede demorar el protocolo de las ópticas.
Los estudios marcan una saturación de mercado en apenas cuarenta semanas si no antes. Lo
cual quiere decir que ya es tardísimo. Augusta por su parte tiene agotados los recursos
pesqueros. Los submarinos robotizados están casi listos pero los radares demostraron ser
imprecisos. Necesitan con urgencia el modelo de Visión Hyperdeep. Japón no puede darse
el lujo de tener a la industria pesquera ociosa durante los próximos seis meses.
Róber Claro.
Max Ah. Es eso.
Rina (A Róber.) Avanzá. (Róber cliquea con el mouse. Todos miran.)
Paulina ¿Y esos?
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Rina Unos amigos, visitadores de una droguería venezolana que me encontré de


casualidad. Me dieron a probar unas pastillas fabulosas, después les cuento. Avanzá,
avanzá. (Róber cliquea.)
Max Pará. Pará. (Róber cliquea.) ¿Esa no es de Mónica de D’Almessi?
Rina ¿Cuál?
Max Retrocedé un poco. (Róber cliquea.) Ahí. Pará. (Róber cliquea.)
Alma ¿Quién es esa?
Max Vos la conociste, Julia. Cursaba Cuántica IV con nosotros. Después se perdió de vista.
Julia Por supuesto que me acuerdo. Se cogía a todos los profesores. ¿Terminó la carrera?
Róber ¿De D’Almessi? ¿Pero no me contaste que estuvo con vos en la demostración de
Steve?
Max (A Rina.) ¿Estuviste con ella?
Rina ¿Con quién?
Max Con de D’Almessi.
Rina No sé ni quién es.
Max No, no; es imposible. ¿Cuándo grabaron esto?
Rina Ayer, ahí tenés la fecha. (Señala la proyección.)
Max Es idéntica. Si no fuese porque estuvimos juntos en Bremen, juraría que es ella.
Julia (A Rina.) ¿Algo más, Rina?
Rina Creo que eso es todo. A ver, avanzá. (Róber cliquea.) Sí, es todo, es todo, es todo...
Este fue el cocktail de despedida. (Ríe, algo avergonzada.) Ay, pero le dije que no filmara
eso. (A Róber.) Bueno, basta. Ya está. Pará. (Todos miran la proyección y ríen.)
Róber (Riendo.) ¡Pero Rina!
Paulina ¡Epa!
Rina Pará. ¡Pará ya! Ya está. ¡Róber, pará eso te digo! (Finalmente Róber cliquea y hace
desaparecer la imagen.) Gracias. (A Max.) Prendé las luces, por favor. (Max lo hace. Rina
mira a todos.) ¿Qué dicen?
Silencio.
Julia Perdón, pero todo esto me parece una idiotez.
Rina ¿Qué?
Julia ¿Qué estás tratando de hacer, Rina?
Rina ¿De qué hablás?
Julia (A los demás.) Perdón ¿soy la única que se da cuenta?
Paulina ¿Que se da cuenta de qué?
Julia Alma ¿qué decís vos?
Alma Creo que sos vos la que quiere decir algo. Decilo.
Julia Nosotros tenemos que trabajar para quién nos subvenciona y punto. No entiendo qué
estás queriendo demostrar, Rina.
Rina Yo no estoy queriendo demostrar nada.
Julia ¿Es que creés que podemos elegir? ¿Alguno cree que de verdad podemos elegir?
Rina Sentí la obligación de decirles qué pasó en la reunión.
Julia No, no. Estás suponiendo cosas, que es diferente. No lo que pasó en la reunión.
Rina ¿Por qué me hablás así?
Julia ¿Cómo?
Rina Como si yo estuviese intrigando.
Julia ¿Estás intrigando?
Róber ¿Pero qué decís, Julia?
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Julia Vos te callás. Ahora hablamos de intrigantes. Quizá estemos todos intrigando sin
darnos cuenta. ¿Eso es lo que estás diciendo?
Rina Creo que te lo estás tomando muy a pecho. Y por lo que se refiere a lo de la
Fundación, deberías preocuparte. Que no quieras tener problemas no quiere decir que no
los haya. Además te estás poniendo irónica y no te cuadra. (A Paulina, que desde el
comienzo no ha dejado de jugar con un puzzle.) ¿Y vos querés parar con eso? (Paulina
deja el juego.)
Max Está bien, Rina. Creo que estamos todos un poco nerviosos.
Julia Acá nadie está nervioso. Vos sos un cobarde que te cagás cuando tenés que decir lo
que pensás, eso es todo. (A todos.) Hay fechas, hay protocolos con los que cumplir.
¿Adónde nos puede llevar suponer cosas? Tenemos trabajo, hay que trabajar. Nosotros no
tenemos ningún poder de decisión.
Rina ¿A qué le tenés miedo?
Julia Alma, ¿no vas a decir nada?
Alma Estás hablando vos.
Julia Paulina.
Rina No metas a Paulina en esto. Ni siquiera entiende tu planteo.
Paulina Sí que lo entiendo. Se refiere a...
Julia (Interrumpiendo a Paulina.) Yo no estoy haciendo ningún planteo. Vos estás
haciendo un planteo, a ver si te enterás. Y nos preguntaste qué pensamos. Yo estoy
diciendo lo que pienso. ¿Qué piensan los demás? ¿Nadie va a decir nada? (Silencio
incómodo. Finalmente Julia toma unas carpetas de encima de un escritorio.) En una hora
hay que empezar con la prueba. Estamos muy atrasados. (Sale ofuscada.)
Permanecen en silencio durante un momento. Luego se echan a reír todos menos Róber.
Reaparece Julia en el marco de la puerta. Los observa. Cuando los otros advierten que
Julia está allí de nuevo hacen silencio.
Julia (Impertérrita.) Róber ¿podés venir?
Róber sale con Julia. Silencio.
Rina Cómo estamos.
Alma Bueno. (Hace un gesto como desestimando el incidente entre Rina y Julia.) El
dieciocho me tiene algo preocupada. (A Max.) ¿Los prototipos te parecen confiables?
Max Tendrías que verlos.
Alma Rina, ¿me acompañás? (A todos.) Empezamos en cincuenta con el diecisiete, el
dieciocho y el treinta y dos.
Paulina ¿En ese orden?
Alma Sí.
Max (A Alma.) Preguntale a Róber en qué góndola los puso a enfriar. (Ofreciendo la caja
de bombones.) Vamos, que no comieron ni uno.
Alma No, no. Gracias.
Paulina ¿Hago correr ya el programa?
Alma Dame diez minutos.
Rina ¿Hay café hecho?
Paulina La máquina está lista pero me olvidé de encenderla. Y lo filtros también están a
punto de terminarse.
Alma Decile a Róber que le dé plata a Andy para que compre.
Rina Y que compre papel higiénico también. (Rina y Alma salen.)
Max No sé cómo voy a hacer para llegar al miércoles con esto.
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Paulina ¿La demostración de Steve? Dije que te iba a ayudar. Dejame ver.
Max ¿Sos tan buena? Mirá. (Abre la carpeta.) Hay cuarenta y tres puntos que más o menos
son obvios, nada más hay que darles un repaso, controlar que ningún argumento lógico esté
salteado. Seguro que te va a entretener. Yo voy a revisar desde el cuarenta y cuatro que es a
partir de donde se complica. Voy a tener que pedirle a Rina algo para poder trabajar de
noche.
Paulina ¿Vas a almorzar?
Max No voy a hacer tiempo, voy a comerme un sandwich mientras hago las fotocopias.
¿Te las dejo en tu habitación?
Paulina Como quieras.
Max Mirá. (Le muestra la carpeta.) Tildás con lápiz lo que esté bien acá en esta columna.
¿Me pasás el lápiz que está ahí encima de mi mesa? (Paulina va hasta la mesa indicada y
regresa.) Y la goma. Está en el cajón. (Paulina obedece y regresa junto a Max. Max le
muestra.) Así, ¿ves? Y ponés referencias para las anotaciones que hagas al dorso de cada
página. (Max le hace un gesto como dando a entender que ya le ha explicado todo. Paulina
va a su asiento.)
Paulina ¿Te acostaste con esa Mónica?
Max No. ¿Por qué preguntás?
Paulina Es linda.
Max Sí ¿no? Lo pasamos genial en Bremen. Nos moríamos de risa por cualquier idiotez.
Vos también estás muy linda, Pauli. ¿Te hiciste algo?
Paulina Me corté un poco el pelo.
Max Te queda precioso. A ver si hablás un poco con Julia. Con nosotros se mosquea por
nada y el pavo de Róber no es capaz de ponerle un límite. Julia lo tiene de sirviente ¿viste?
Róber vení para acá, Róber andá para allá, y ahí está Róber yendo y viniendo todo el día.
Con vos se pone menos paranoica. Quizá sea porque sos Pasante. Hablale. De verdad que
estás preciosa.
Paulina Gracias. (Sonríe.)
Max Al fin sonreís, mujer. ¿Estás celosa?
Paulina ¿Celosa?
Max De de D’Almessi.
Paulina No, para nada.
Max ¿Sabés qué se cuchicheaba por los pasillos del Palacio en Bremen? Que yo era el
Físico más buen mozo del Congreso. No sabés lo excitado que me ponía eso. A ver si te
llevo al próximo que me inviten. Hay que salir un poco de acá. Tomar aire. Verse con otra
gente. Si no todos vamos a terminar como Julia.
Paulina Se te va a hacer tarde. Ya escuchaste a Alma.
Max Es verdad.
Paulina Te veo en un rato.
Max Sos un cielo, Pauli.
Paulina Bonito. (Max sale. Paulina es presa de la angustia. Max regresa. Paulina intenta
disimular.)
Max Pauli.
Paulina ¿Qué?
Max ¿Vos conocías a de D’Almessi?
Paulina Concursamos juntas para las Pasantías.
Max También te pareció que era ella ¿no?
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Paulina ¿La del video? No me pareció. Era ella. (Max se queda en silencio.) ¿Qué pasa?
Max Pero en Bremen estuvimos juntos casi todo el tiempo. Si hubiera estado en la reunión
de la Fundación me lo hubiera dicho.
Paulina Quizá fue sólo al cocktail.
Max ¿Y después volvió a Bremen?
Paulina ¿Por qué no?
Max Pero son más de ochocientos kilómetros.
Paulina Max, para algo se inventaron los aviones.
Max (Piensa.) No entiendo. (Vuelve a pensar. Se ríe.) No entiendo. (Hace un gesto como
quitándose el problema de la cabeza.) Nos vemos. (Sale. Paulina sigue con lo suyo.)
Oscuro.

3
Mismo lugar. Desarrollo del protocolo. Alma, Róber, Paulina y Julia están atentos a una
reacción entre sustancias y luz. Llevan antiparras. Julia está manejando un artefacto
lumínico que apunta a la mesa de trabajo sobre la que están inclinados los otros. El
Hyperdeep es protagonista absoluto del experimento.
Julia ¿Lo subo?
Róber Apenas.
La luz que maneja Julia se mueve.
Julia ¿Así?
Róber Menos.
Alma Menos, menos.
Julia mueve.
Julia ¿Ahora?
Paulina El croma no termina de definirse.
Róber Yo lo veo nítido.
Alma Pongan la óptica. A ojo no sirve.
Paulina obedece.
Julia Si no se apuran se pasa de temperatura.
Alma ¿A cuánto estamos?
Julia Pasando los setenta.
Alma Paulina, la óptica, por favor.
Paulina Estoy en eso.
Alma ¿Me secás la frente, Róber? (Róber la rasca.) Y rascame la oreja también por favor.
(Róber lo hace.) Un poco más abajo. (Róber obedece.) Ahí. Gracias.
Paulina Óptica lista.
Alma Dame un número.
Paulina Esperá. (Breve pausa. Paulina observa un monitor.) Ahora en cero ocho.
Alma ¿Qué piensan?
Róber Para mí está bien.
Alma ¿No podés mejorarla?
Paulina Dejame ver. (Lo intenta.) No. Julia. Mové ahí un grado.
Julia Por favor, estamos cerca del ochenta.
Alma (A Paulina.) ¿Ahora?
Paulina Cero seis.
Alma No es perfecto.
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Julia Se acaba el tiempo.


Alma Vamos. Prepará, Róber.
Róber Listo.
Alma ¿Julia?
Julia Cuando digas.
Alma Paulina.
Paulina Esperen, esperen. Se me fue a cero nueve.
Alma Ayudala, Róber.
Róber (Corre hasta donde está Paulina.) No; esto no está bien. Cae el nivel del Cuatro y
sube el del Mapeo.
Paulina El Mapeo es el que falla.
Alma Pero tendría que bajar.
Paulina Es que no baja.
Róber ¿Qué tocaste?
Paulina Pero yo no moví nada.
Róber Corregí los tres vectores en simultáneo.
Paulina ¿Los tres?
Róber Sí, vamos.
Paulina lo hace.
Paulina Ahí. Creo que hay una falla en la lectora. Abríme el diafragma, Julia.
Julia Se termina el tiempo.
Paulina ¡Abrí te digo!
Julia Abierto.
Róber Rápido, Alma. ¿Estás lista?
Paulina Voy con los tres. Mierda, me está temblando la mano.
Róber Relajá, relajá. Respirá con la panza. Ahí va.
Paulina Lo hago.
Julia ¡Vamos!
Alma ¿Destapo?
Róber (A Alma) Esperá. (A Paulina.) ¿Tenés los tres, Paulina?
Paulina Sí. Tengo los tres… Los sostengo… Los sigo sosteniendo. Destapá ahora.
Alma destapa algo.
Paulina Va. Va. Va…
Un líquido de color recorre una delgada tubería flexible y transparente. Alma observa el
indicador de nivel.
Alma Veinte.
Todos observan con tensión pero con entusiasmo el desarrollo hasta acá exitoso de la
operación.
Róber Tranquila, Paulina.
Alma Estamos llegando a cuarenta. (Breve pausa.) ¡Cuarenta!... Cin… cuenta…
Paulina Creo que voy a estornudar.
Alma Aguantate.
Paulina No puedo. Róber, por favor.
Róber ¿Qué querés que haga?
Alma Sesenta.
Paulina Agarrá el pick.
Róber No.
4D Óptico 13
de Javier Daulte

Paulina Agarralo, por favor.


Julia Agarralo, Róber.
Paulina Suelto. En tres. Uno, dos, tres. Ahora.
Paulina suelta el mouse. Lo toma Róber. Paulina estornuda.
Alma Ochenta…
Julia Bien, Róber.
Alma Salud. Noventa...
Paulina Gracias.
Alma Ya casi estamos. Cúbranse. (Todos refuerzan la protección de sus antiparras. Se
alejan del sector de la reacción, que es inminente. Alma continúa haciendo el conteo.)
Noventa y dos… Noventa y cinco… Noventa y seis… Noventa y siete... Noventa y ocho...
Noventa y nueve...
Está por producirse la reacción final cuando aparece Andy. Al descubrirlo todos le gritan
y le hacen señas. Andy parece no comprender nada.
Julia ¡Andy! ¡Es Andy!
Paulina ¡Andate, Andy!
Andy Perdón, pero me preguntaron qué número de filtros necesitaba…
Julia ¡Andy, cubríte! ¡No mires ahí! ¡No mires ahí!
Róber ¡No mires ahí, Andy!
Alma ¡Salí!
Róber ¡Andate, Andy!
Paulina ¡Andate, andate, Andy!
Se produce la reacción. Un potentísimo resplandor invade el lugar. Andy cae al suelo
enceguecido. La reacción se prolonga. Ruidos. Más resplandores. Finalmente todo vuelve
a la normalidad. Todos se quitan las antiparras. Corren a socorrer a Andy.
Julia Andy ¿estás bien?
Alma ¿Pero cómo pudo entrar? Róber.
Róber No sé.
Alma ¿Quién dejó sin seguro la puerta?
Andy Estoy bien.
Alma ¿Quién fue el último en entrar?
Todos miran a Róber.
Róber ¿Y qué sabía yo que había más gente en la planta?
Alma Eso no es una respuesta. (A Andy.) ¿Estás bien?
Andy está sentado. Pestañea. Trata de hacer foco con su vista.
Andy Sí.
En simultáneo por un lado, Andy, Róber y Alma; por otro, Paulina y Julia:
Alma (A Róber.) Que lo vea Rina. Julia (A Paulina.) ¿Me ayudás con esto?
Róber Está bien. Paulina Sí, claro. No entiendo cómo pudo
Alma No importa. Que lo vea igual. pasar.
Róber (A Andy.) Vení. Julia Hace meses que vengo diciendo que
Alma No; la buscás y que lo venga a ver tienen que idear un sistema.
acá. Paulina Una chicharra ¿no?
Andy (A Róber) ¿Hiciste algo malo? (A Julia Claro. Se pone una chicharra que vale
Alma.) ¿Hizo algo malo? dos con cincuenta en una tienda de segunda
Róber No. mano para que suene cuando la puerta
Andy ¿Te portaste mal, Róber? queda sin seguro. Es lo más fácil del
4D Óptico 14
de Javier Daulte

Róber Te dije que no. mundo. ¿Pero quién me escucha a mí?


Alma No le grites. Querría ver si en Alemania pasan estas
Andy Róber se portó mal. cosas.
Alma (A Julia.) ¿Tenés el número y el código?
Julia (A Alma.) Triple cero, noventa y seis, cuarenta y ocho, setenta y dos, ABB barra L.
Alma ¿Ya empezamos con la L? (A Róber, saliendo con Julia.) Ah, y ya que ves a Rina,
que te dé dos de los formularios verdes con copia rosa y me los dejás ahí. (Alma, Julia y
Paulina salen.)
Andy ¿Por qué no cerraste la puerta, Róber?
Róber Vos me esperás acá.
Andy Róber se portó mal.
Róber Callate.
Andy Róber es malo. Sí, sí.
Róber Ahora vengo.
Andy Hasta luego, Róber.
Róber sale. Andy queda solo. Sufre una convulsión. Aparecen Rina y Julia; que ahora son
Mariana y Celina. Van vestidas de calle aunque no sin cierta natural elegancia y vienen
conversando animadamente. Estamos en la Mansión Urkel.
Celina Ah, Dior mismo decís.
Mariana Sí, Dior en persona me lo regaló.
Celina Bueno, parece Armani.
Mariana Es Armani. Cristhian lo compró.
Celina ¿Cristhian Dior compró un Giorgio Armani y te lo regaló?
Mariana Exacto. Cuando de vestidos se trata prefiere Armani. De toda su línea de
producción, su mayor debilidad son los perfumes.
Celina Armani.
Mariana Dior.
Celina Mirá vos. (De pronto, notando el lugar donde están y tras hacer una pausa.) ¿Es
acá?
Mariana Sí.
Celina No está mal. (A Andy, que ahora es Ojeda.) ¿Qué pensás?
Ojeda (Mirando hacia fuera por una de las ventanas.) Deberían taparse las ventanas.
Cualquier francotirador podría hacer de las suyas desde el rosedal.
Mariana Me parece que están exagerando un poquito…
Ojeda ¡No! Como jefe de seguridad del concierto no puedo darme el lujo de dejarme
deslumbrar por la belleza.
Celina ¿Tenés cortinas?
Mariana Debería buscar. Creo que en el altillo debe haber algo.
Celina Tendrían que ser de un material grueso. Para que la luz no pase. (Silencio.)
Mariana Estoy tan contenta de que estén acá. Las noches son espléndidas. Cuando no hay
nubes aquel cielo es como un cuadro. (Señala.) Ya van a ver. Bueno, los dejo solos. (Está
por salir. Regresa.) Por cierto. ¿Quieren tomar algo?
Celina Yo nada, gracias.
Ojeda ¿Tenés cerveza?
Mariana Te traigo.
Celina Y si podés ir viendo lo de las cortinas. Sino tendríamos que conseguirlas de algún
otro modo y estamos un tantín ajustados de tiempo.
4D Óptico 15
de Javier Daulte

Mariana Sí, sí; no te preocupes. Creo que algo voy a encontrar. Pónganse cómodos por
favor. (Sale.)
Celina ¿Creés que le va a gustar?
Ojeda El lugar no está mal; pero vos la conocés mejor que yo. (Le hace un gesto a
Celina.)
Celina (Le arroja a Ojeda un celular.) Habrá que disimular las manchas de humedad del
techo. Cuando canta levanta la mirada. No me gustaría que se encuentre con eso.
Ojeda Todo depende de dónde se pongan las luces.
Celina (Celina hace una seña dando a entender que Mariana se ha perdido de vista.
Cambia el tono.) Ya está.
Ojeda Vení acá. (Se besan breve y apasionadamente con Celina.) Cubríme. (Ojeda marca
en el celular. Mientras aguarda ser atendido.) Hay que rediseñar algunos aspectos del plan;
el parque… (Se interrumpe. Al teléfono.) Hola. (...) Yo. (...) El lugar es adecuado. (...) Pero
hay que rediseñar. (…) Lo tengo en mente. (…) Perfecto. (...) Adiós. Muy bien. Bueno.
Adiós. (Corta.) Celina, pienso en el siguiente equipo. Ayudame. (Sacan sendos
anotadores.)
Celina Decime.
Ojeda Angie y Senillosa tendrían que pasar por matrimonio. El Sordo sería el chofer.
Habrá que encandilar bien al pianista porque Andrade lo quiere vivo. El problema va a ser
la gargantilla de Gina. Andrade no va a pagar si no se la entregamos.
Celina No va a ser fácil. Habría que hacer el reemplazo antes de que Gina salga a escena.
Ojeda Una réplica. ¿En quién pensás para que la haga?
Celina Black & Carbajal. Son los mejores.
Ojeda Esther trabaja con ellos. ¿Creés que va a poder tenerla lista en menos de cuarenta y
ocho horas?
Celina La llamo.
Ojeda Si acepta, contactá al Sordo para que pase a buscarla.
Celina Perfecto.
Ojeda ¿Y el modelo?
Celina En mayo Gina posó para la Elle en una mansión alquilada de Los Ángeles.
Apostaría que llevaba la gargantilla.
Ojeda Bien. La falsificación tiene que ser exacta. Quizá Angie pueda deslizarse en la
habitación de Gina antes de que empiece el concierto y reemplazar la original. ¿En qué
dormito/…? (Se interrumpe al ver a Mariana que regresa.)
Mariana (Ingresando con una cerveza sobre una bandeja de metal. Tras un silencio.)
¿Iguana está bien?
Ojeda Gracias. (Toma el porrón de la bandeja.)
Mariana A veces me pregunto por qué tomamos cerveza mejicana estando tan cerca.
Ojeda ¿Cerca?
Mariana Nosotros.
Ojeda ¿De dónde?
Mariana ¿Qué?
Ojeda ¿Tan cerca de dónde?
Mariana Bueno… De todo. (Pausa.) Era un comentario.
Ojeda Sobre cerveza.
Mariana Sí.
Ojeda Ah.
4D Óptico 16
de Javier Daulte

Mariana (A Celina.) Celina ¿podés subir conmigo un momento? Hay unas rojas que están
bien y otras negras. Pero me gustaría que las vieras vos misma. (Sale seguida de Celina. Su
voz se va perdiendo.) Lo bueno del negro es que disimula los defectos de la tela. Están un
poco viejas y…
Ojeda (Hacia fuera.) Creo que van a quedar mejor las rojas. (Pausa.) ¡Y también
deberíamos pensar en algunos manteles que hagan juego!
Ojeda sufre una convulsión y vuelve a ser Andy. Rina reingresa presurosa con
guardapolvo seguida de Róber. Vienen conversando.
Rina ¿Y a cuántas descargas decís que estuvo expuesto?
Róber Creo que a todas.
Rina ¿A todas? (A Andy.) Bueno, vamos a ver, Andy. Sentáte acá. (Le indica una silla. A
Róber.) ¿Pero cómo pudo pasar?
Andy Róber se portó mal.
Róber Sh. Ya le expliqué. (A Andy.) ¿Con quién hablabas? (Quitándole la cerveza de la
mano.) ¿Qué hacés con esto? Dame.
Andy (Mientras se sienta donde Rina le indicara.) ¿Eh?
Róber Que con quién estabas hablando hace un momento pregunto.
Andy No sé. Con nadie.
Róber No mientas. Vos lo escuchaste, Rina.
Rina Bueno, dejalo. Yo también hablo sola a veces.
Róber Es que al final no sé para qué conseguí que entraras a trabajar acá. Todo mal hacés;
todo mal. A la mañana entrás con la bordeadora prendida, ahora esto…
Rina (A Andy.) No le hagas caso, Andy; no hacés todo mal.
Andy Róber se portó mal. Róber dejó abierta la puerta. Alma lo retó. Lo retó a Róber.
Pobre Róber. ¿Te van a despedir?
Rina (Revisando los ojos de Andy.) Tiene muy dilatadas las pupilas.
Andy Yo entré para preguntar el número de filtros para el café. Hoy hago los mandados.
Esta mañana arreglaba el jardín.
Rina (Pone el dedo índice delante de la nariz de Andy.) ¿Ves mi dedo?
Andy ¿Cuál?
Rina Este.
Andy Sí. Y también veo los otros.
Rina Muy bien.
Andy Y los de Róber también los veo.
Rina (Señalando un dedo índice con el otro.) Perfecto. Pero ahora vas a mirar este.
Andy ¿Cuál de los dos?
Róber (Señalando el dedo de Rina.) Éste.
Andy (Señalando el dedo con que Róber señala el dedo de Rina.) ¿Éste?
Róber No. Éste. El de ella.
Andy ¿El dedo índice de la mano derecha de ella?
Rina Ése, sí.
Andy Pero ésa es la izquierda.
Rina Bueno. Entonces mirá el dedo índice de mi mano izquierda.
Andy Rina se equivocó, Róber. Se equivocó de mano. ¡Uh, uh!
Rina Sí; Rina se equivocó. Ahora, mirá.
Andy ¿Alma te va a retar? Pobre Rina.
Rina No, Andy. Alma no me va a retar.
4D Óptico 17
de Javier Daulte

Andy Yo no le voy a decir nada. No le voy a decir que confundiste la mano derecha con la
mano izquierda. Porque eso a cualquiera le puede pasar ¿no es cierto, Róber? Vos dejaste la
puerta abierta, y Rina se confundió la mano derecha con la mano izquierda y Andy no tiene
la culpa de nada ¿verdad?
Rina ¡Andy!
Andy ¡¿Qué?!
Rina ¡Basta!
Andy Basta, Róber.
Rina Ahora mirame el dedo y seguilo sin mover la cabeza. (Andy gira la cabeza.)
Róber Que no muevas la cabeza, te dijeron. (Andy se toma la cabeza con las manos.)
Rina Así. Bien… Bien… Ahora cerrá este ojo. El derecho. (Lo observa.) Ahora el
izquierdo. (Lo observa.) ¿Sentís mareos?
Andy No.
Rina ¿Náuseas? ¿Ganas de vomitar?
Andy No.
Rina ¿Dolor de cabeza?
Andy No, no, no.
Rina ¿Sueño?
Andy No.
Rina Muy bien. A ver. Parate y caminá derecho para allá. (Andy lo hace. al pasar junto a
Róber lo saluda.)
Andy Róber...
Róber Andy...
Rina Ahora volvé. (Andy lo hace.)
Róber ¿Cómo lo ves?
Rina En principio bien. Lo de las pupilas es normal. Tendría que verlo dentro de un par de
horas. (A Andy.) ¿Pasás a las cinco por mi consultorio?
Andy Bueno.
Rina Muy bien. Ahora volvés al mercado y traés los filtros. Número cuatro.
Andy Número cuatro. Filtros número cuatro.
Rina Y hasta que me vengas a ver a las cinco no tenés que dormir, aunque te dé sueño.
¿Está claro?
Andy Sí.
Rina Bueno. Podés irte.
Andy ¿Ya está?
Rina Sí.
Andy ¿Lo hice bien?
Rina Muy bien.
Andy Rina, si querés puedo mirarte los dedos de los pies.
Rina No, ahora no. Más tarde.
Andy Muy bien. (Se marcha mirándose un dedo. Rina sonríe. Oímos la voz de Andy
fuera.) Filtros número cuatro, filtros número cuatro, filtros número cuatro...
Rina cambia su expresión y mira a Róber.
Oscuro.

4
Mismo lugar. Paulina y Alma. Paulina ha estado llorando.
4D Óptico 18
de Javier Daulte

Alma Bueno, bueno. Basta mujer, que me vas a hacer llorar a mí. Estás bajo mucho estrés.
Tenés que hablar con él.
Paulina No, Alma. No puedo.
Alma ¿Y qué vas a hacer? No podés irte ahora, Paulina. Ya te integraste al equipo, te
necesitamos. Me gusta tu manera de trabajar. Sos desinteresada, segura, arriesgada, precisa.
Paulina No, Alma. No sirvo. Me desconcentro. Cometo errores. Uno tras otro. Duermo
mal.
Alma ¿Pero Rina no te dio unas pastillas?
Paulina Sí, las de los venezolanos; pero se ve que no tenía muy clara la composición. La
cosa es que me colocan de un modo tremendo. Me paso la noche jugando al Pinball de la
computadora. Hace dos noches que estoy así. Ya no puedo ni pensar. Max me pidió que lo
ayudara con la demostración. Tengo que revisar cuarenta y tres puntos y apenas voy por el
número cuatro. De sólo pensar en él me pongo hecha una idiota. Le digo que sí a todo y no
escucho nada de lo que dice. Y me aprecia, yo sé que me aprecia. Me pregunta a cada rato
cómo estoy y yo no sé ya qué contestarle. Entonces viene, me toca la mejilla, me dice que
estoy linda, me agarra de las manos y me habla de ella. (Pausa.) Alma. ¿Es imposible evitar
que venga?
Alma ¿Quién?
Paulina Mónica de D’Almessi.
Alma ¿Pero qué decís?
Paulina ¿Es imposible?
Alma Sabés que sí.
Pausa.
Paulina ¿Dónde va a dormir?
Alma Paulina…
Paulina ¿Dónde?
Suena el celular de Alma.
Alma Ala sur. Habitación seis.
Paulina ¿Podés ponerla en el ala norte?
Alma ¿Qué estás planeando?
Paulina ¿Podés?
Alma (Atendiendo.) ¿Sí? (…) Sí, sí; páseme. (…) Mónica ¿qué tal? (…)
Paulina Ah. ¿Es Mónica?
Alma (Al teléfono.) Bien, bien. ¿Cómo estás vos? (…)
Paulina (En voz baja y ayudándose con señas.) Decile lo de la habitación…
Alma (Al teléfono.) Ajá.
Paulina Alma, lo de la habitación.
Alma (Al teléfono, haciéndole señas a Paulina de que la deje tranquila.) Aja, sí. (…)
Paulina (Muy rápido y en voz muy baja.) No, digo, es que si vas a cambiarla de habitación
es muchísimo mejor que se lo digas ahora. Porque después va a ser complicadísimo…
Alma (Al teléfono.) Ajá, claro.
Paulina Alma…
Alma (Que no puede concentrarse en ambas cosas, sigue hablando con Mónica mientras
intenta ignorar a Paulina) Mirá, lamentablemente no vamos a poder ir a buscarte al
aeropuerto…
Paulina Alma, escuchame un momento a mí y después hablás con ella…
Alma (Al teléfono.) Pero hacés así…
4D Óptico 19
de Javier Daulte

Paulina Alma, decile que…


Alma (Al teléfono.) … tomás un taxi, le pedís el ticket y después te damos la plata …
Paulina Alma, por favor, un segundito.
Alma (Al teléfono.) Un tiempo precioso, sí…
Paulina Decile que espere un momentito...
Alma (Al teléfono.) Por la noche refresca bastante, claro. (…) No, no mucho; la calefacción
está bien, además…
Paulina Decile que espere un momento y atendeme a mí.
Alma (Al teléfono.) ¿Traje de baño? (…) No, pileta climatizada no tenemos acá. (…)
Paulina Alma…
Alma (Al teléfono.) Sí, un abrigo liviano. (…)
Paulina Alma…
Alma (Al teléfono.) ¿Algo más grueso? Puede ser. (…)
Paulina Alma, por favor…
Alma (Al teléfono.) No, guantes no creo que vayas a necesitar...
Paulina Alma…
Alma (Al teléfono.) A ver ¿me perdonas un segundo? (Silencia el teléfono. A Paulina)
Basta, Paulina.
Paulina ¿Cuándo llega?
Alma Mañana a la mañana.
Paulina ¿Y quién va a pasar a buscarla?
Alma Ya me oíste. Va a tomar un taxi.
Paulina Decile que la voy a ir a buscar yo.
Alma No.
Paulina Decile.
Alma Acabo de decirle que nadie podía pasar a buscarla.
Paulina Decile que cambiaste de opinión. No, decile que vine yo y te lo dije. No, no le
digas que voy a ir yo. Decile que alguien va a pasar a buscarla y listo; pero no le digas que
voy a ir yo. O sí, decíselo; hacé como te parezca. No, mejor decile que….
Alma (Con firmeza.) Basta. (Paulina calla. Silencio. Alma vuelve al teléfono) Disculpame,
pero me… (…) No, Maximiliano no. En este momento no está. (…) Mirá, vamos a hacer lo
siguiente. Alguien va a pasar a buscarte. (…) No, no. No te preocupes, no es ninguna
molestia. Decime el número de vuelo. (…) Y la hora. (…) Ocho treinta y cinco. Perfecto.
(…) Nos vemos mañana. (…) Hasta mañana. (…) Muy bien. (…) Adiós. (Cuelga.)
Paulina No le aclaraste el tema de la habitación.
Alma Creo que vas a tener tiempo para aclarárselo vos misma mañana en el camino desde
el aeropuerto. Paulina; nadie excepto Max está contento de que Mónica de D’Almessi esté
con nosotros. Es evidente que su incorporación es producto de una negociación entre Juan
Segundo y la Fundación. Pero justamente por eso este es el momento en el que más
tenemos que mantener la sangre fría. Es muy probable que Mónica quiera obtener pruebas
de negligencia por parte del equipo para así justificar un cambio completo del personal de
planta. Eso nos va a poner tensos y vamos a ser muy propensos a cometer errores. Sé lo que
te pasa y te entiendo. Pero no quiero torpezas innecesarias. ¿Está claro? Y un consejo. Que
Max no se entere de lo que sentís por él.
Paulina (Asintiendo.) Alma. (Alma atiende.) Necesito que me prestes el auto. Para ir a
buscarla.
Max (Entrando.) ¿A quién?
4D Óptico 20
de Javier Daulte

Alma Acabo de hablar con de D’Almessi. Llega mañana a la mañana.


Max ¿Ya le asignaste habitación?
Alma Alguna en el ala norte.
Max Ah. Pensé que estaría en la sur. (Alma sale. Max se dirige a Paulina.) Está muy bien
que la vayas a buscar. Me gusta que se hagan amigas.
Paulina ¿Ah sí?
Max ¿Por qué esa cara? ¿Qué pasa?
Paulina Nada, nada...
Max Alma ya te estuvo haciendo la cabeza ¿no?
Paulina Sí, un poco...
Max No le hagas caso. De D’Almessi no es una espía.
Paulina No, claro; si eso ya lo sé...
Max Alma está celosa; es eso.
Paulina Claro...
Max No se lo digas a nadie...
Paulina No...
Max Pero Alma y yo tuvimos algo hace un par de años.
Paulina Ah.
Max Ella me confesó que estaba enamorada de mí o por lo menos es lo que creí entender.
Nos acostamos.
Paulina Ah, mirá vos.
Max Después me di cuenta de que lo hice por lástima.
Paulina Ajá.
Max Nunca se lo dije, claro; pero en el fondo ella lo sabe y no me lo perdona.
Paulina Claro...
Max ¿Si no por qué le daría a Mónica una habitación en el ala norte?
Paulina No me lo explico.
Max Las visitas siempre se alojan en la sur.
Paulina Siempre.
Max No me gusta que esté abusando así de su posición.
Paulina Horrible.
Max ¿Crees que debo hablar con ella?
Paulina ¿Con... Alma?
Max No. Mejor no.
Paulina Mejor no, mejor no.
Max Sino va a creer que todavía estoy enganchado con ella.
Paulina Exacto.
Max ¿No creés que hay que estar muy enfermo o ser un idiota rematado para seguir
enamorado de alguien que no te hace caso?
Paulina Una barbaridad.
Max ¿Vos pensás que estoy enamorado de de D’Almessi?
Paulina No... sé...
Max Bueno, bueno, bueno. Te voy a confesar otra cosa, Pauli; pero esto tampoco tenés que
decírselo a nadie. (Pausa.) Sí. (Silencio. Paulina no puede reaccionar) ¿Te sorprende? Yo
estoy más sorprendido que ninguno; el primero. No puedo pensar en otra cosa. No sé si ella
está enamorada de mí. Pero no te preocupes que no voy a hacer ninguna tontería.
4D Óptico 21
de Javier Daulte

Ingresan Rina y Julia. Entran presurosas trayendo un equipo de monitoreo bastante


sofisticado. Las sigue Alma.
Max ¿Qué?
Rina Andy.
Julia Está en el corredor siete. Viene para acá.
Rina (A Paulina.) Ayudame a conectar acá.
Max y Paulina también se ponen en acción. Es evidente que en parte saben de qué se trata.
Conectan monitores.
Rina Róber me comentó que escuchó algo anoche. Pero no quise hacerle caso. ¿Cómo va,
Paulina?
Paulina Mal.
Rina Probá con estas. (Le da unas pastillas.) Después me contás qué tal fueron.
(Enciende los monitores. Se coloca auriculares.) Es prodigioso. Oí. (Le pasa los
auriculares a Max.) Ahí está. (Muestra un monitor.)
Paulina ¿Lo están grabando?
Rina Es el circuito cerrado.
Paulina Vamos a grabarlo. Necesito una cinta.
Julia Una cinta. (Todos buscan.)
Max Acá hay una. (Le entrega una cinta de vídeo a Paulina. Ésta la pone en una
grabadora.)
Alma ¿Róber dónde está?
Julia Ahí. (Señala un monitor.) Con él.
Alma ¿Creés que tiene que ver con las radiaciones que recibió?
Rina Muy probablemente.
Max Un nivel alucinatorio muy fuerte. ¿Le diste algo para tomar?
Rina Nada. Estaba perfectamente.
Max Y Róber dice que empezó anoche con esto.
Rina Dice que oyó algo.
Max ¿Algo como qué?
Julia No sabía explicarlo. Primero creyó que era la tele, pero después reconoció que era la
voz de su hermano.
Max Miralo, miralo.
Rina De verdad es increíble.
Max ¿Querés que lo amplifique?
Rina ¿Podés?
Todos observan a Andy a través de los monitores.
Julia ¿Pero adónde se está metiendo ahora?
Max No va a poder abrirla. Esa puerta lleva combinación.
Julia No parece querer abrirla.
Paulina Es como si estuviera con alguien.
Voz Andy/Ojeda (Amplificada.) Es p/…r/quí. La puer/... scar/ata. (Todos miran a la
puerta.) Ven… an/ /… an.
Julia Ya está acá.
Max Va a entrar.
Todos miran hacia la entrada. Ingresa Róber como impulsado por una gran fuerza que lo
tumba en el suelo.
Róber (Levantándose.) No lo miren a los ojos.
4D Óptico 22
de Javier Daulte

Ingresa Andy/Ojeda. Todos evitan mirarlo directamente a los ojos.


Andy/Ojeda Es …/cá.
Alma lo mira.
Róber ¡No lo mires!
Pero la advertencia llega tarde. Las miradas de Alma y Andy/Ojeda se han encontrado y
Alma sale despedida lejos de él. Cae al suelo inconsciente. Comienza a convulsionar.
Paulina, Rina y Julia van donde está Alma. Max va hacia Róber.
Rina ¡Alma!
Róber ¡Cuidado!
Paulina ¡Algo para que muerda! ¡Rápido!
Andy / Ojeda habla. Su discurso es confuso. El efecto es en todo similar al que se produce
con una defectuosa comunicación por celular en la que la voz del interlocutor aparece
entrecortada por fracciones mínimas de silencio que parcializan la emisión. Mientras tanto
los demás se ocupan de Alma.
Róber (Por Andy) Es como un campo electromagnético descentrado. La fuerza es aleatoria.
Rina (Por Alma a quien ausculta improvisadamente.) Por Dios, esto no es una taquicardia;
no sé qué es, está a punto de darle un infarto.
Paulina Necesito adrenalina; un miligramo.
Max Róber, ayudame, las cubetas.
Róber No puedo agarrarlas.
Rina ¿No me oíste, Róber?
Julia (A Paulina, tratando de arrastrar a Alma.) Acá, acá, abajo de la mesa. Ayudame.
Paulina Róber, vamos.
Róber No puedo.
Róber mueve sus brazos pero no puede tomar la cubeta con las ampollas que le pide
Paulina. Es como si no pudiera calcular las distancias.
Paulina ¡Max, ayudalo!
Rina (Por Alma.) ¡Se muere!
Julia (A Rina.) Dejame.
Hace a un lado a Rina. Golpea con ambos puños en el pecho de Alma.
En ese momento Andy/Ojeda pasa al lado de Paulina y sus miradas se encuentran. Paulina
sufre el mismo shock que Alma y cae en convulsiones.
Rina ¡Max, Róber!
Max (A Julia y Rina.) ¡No lo miren!
Andy/Ojeda está en medio de las mujeres, quieto. Mirando fijo hacia un punto en el
espacio. Luego se vuelve. Prácticamente está cara a cara con Rina.
Max Quieta, Rina.
A continuación se producen tres situaciones simultáneas. Por un lado Andy/Ojeda; por
otro la situación de Julia y Rina casi rozando a Andy/Ojeda, quietas, obedeciendo las
premisas de Max; y finalmente Róber que intenta infructuosamente preparar un inyectable
para Paulina y Alma que yacen en convulsiones en el suelo.
Rina Despide calor. (…) Me está quemando, Max.
Max Cuando te diga, te tirás al suelo. Todavía no.
Julia Algo raro pasa con la mano.
Max (A Róber.) ¿Lo tenés?
Róber ha logrado tomar una cubeta metálica y se la pasa a Max.
Róber (A todos.) Está generando una distorsión perceptiva.
4D Óptico 23
de Javier Daulte

Julia (A Max.) Rápido, Max.


Max (A Róber.) Acá, acá. Dámelo.
Toma las jeringuillas y las ampollas que le tiende Róber. Prepara rápidamente un
inyectable.
Max ¡Rina, despacio, atrás!
Rina comienza a inclinarse hacia atrás en la medida en que Andy/Ojeda se inclina hacia
adelante.
Max (A Julia.) Lo tengo. ¿Podés hacerlo, Julia?
Julia (Desde su lugar, a Max.) Dámelo.
Max (Le extiende la jeringa. Pero Julia está inmóvil de espaldas a él, sin poder moverse.)
Agarralo. (La guía.) Más a la derecha. Ahí está.
Julia toma la jeringa.
Rina Me caigo.
Max Sostenéla, Julia.
Julia (A Rina.) Apoyate en mi mano.
Max (A Róber.) ¿Cómo estás?
Róber Los planos se me confunden. Tengo la percepción visual desordenada.
Julia (Por Andy/Ojeda.) Si no se mueve no voy a poder hacerlo.
Róber Esperá. (Con esfuerzo se pone de pie.) Hay algo. Algo alrededor de él. (Camina a
una distancia alrededor de la escena.) Y se está estabilizando.
Max ¿Pero qué dice?
Róber No sé.
Las convulsiones se Alma y Paulina son mucho más leves ahora. Quietud y silencio
mientras Andy/Ojeda continúa hablando.
Andy/Ojeda No/… antes la/… oz ¿/…eres? (Pausa.) Tengo/… l/… lata. (Pausa.) /…í,
será/… í. /…í/… arán las m/… /ará por esa pu/… /…pera.
Andy /Ojeda comienza a moverse por el lugar.
Max ¡Ahora!
Rina y Julia se mueven.
Julia (A Rina.) Desabrochale.
Rina obedece y desabrocha la chaquetilla de Paulina. Julia inyecta primero a Alma, luego
a Paulina.
Rina Acá abajo.
Julia y Rina arrastran a Alma y Paulina debajo de mesas.
Andy/Ojeda sufre una violenta y prolongada convulsión. Andy vuelve a ser él mismo. Es
como si hubiese despertado de una horrenda pesadilla. Se echa a llorar como un bebé. Se
vuelve y se marcha.
Róber ¡Andy!
Julia Esperá.
Róber Voy con él. ¡Andy! (Sale por donde lo hizo su hermano.)
Silencio. Los que quedaron comienzan a recomponerse.
Max ¿Esto se grabó?
Rina Creo que sí.
Max y Julia corren a comprobarlo.
Max Sí.
Todos respiran aliviados.
Oscuro.
4D Óptico 24
de Javier Daulte

5
Mismo lugar. Alma, Rina, Julia, Max y Róber. Es de madrugada. Se los ve extenuados.
Julia y Róber regañan a Alma.
Julia No, Alma, es tu responsabilidad si la seguridad de los protocolos falla.
Róber Y Mónica de D’Almessi ya tiene un pie acá dentro.
Max (A Julia y a Róber) Basta. (Julia y Róber callan. Max se dirige a Rina.) Rina.
Rina Hasta donde puedo entender el campo de influencia de la lente iónica del protocolo
del Hyperdeep generó un campo magnético alrededor de las terminaciones micronerviosas
de las pupilas. A nivel cortical se produjo una descarga masiva que afectó a todas las
fuentes motoras, y en especial a la del habla.
Alma Como una epilepsia.
Rina El mecanismo es el mismo. Pero el efecto en este caso es expansivo. La red neuronal
chocó y absorbió la descarga de partículas del Hyperdeep a nivel cuántico modificando la
estructura preprimaria de las células. La energía disipada en un modelo mecánico tiene una
organización previsible. Ahora, el mismo fenómeno sobre tejido orgánico se mueve por
saltos con patrón inclasificable.
Róber Pero si la lente iónica estimula como suponemos partículas inteligentes que
envuelven a la lente, Andy tendría que haberse quedado ciego.
Julia Esa es la versión optimista. En un campo así de intenso las partículas tienden a
anularse entre sí o a colapsarse sobre ellas mismas. En tal caso más que la ceguera de Andy
lo esperable hubiera sido una fisión positrónica con la que en este momento estaríamos en
el centro de un cráter atómico de aproximadamente un par de kilómetros de diámetro.
Rina A menos que el ojo tenga la capacidad de sintetizar químicamente las partículas de
espín cero uno y dos, como si se tratase de proteínas, lo cual teóricamente no es imposible y
sin duda es lo que sucedió.
Róber Aún así no se explica la estabilidad del fenómeno.
Rina Lo explicaría el Teorema de Unificación.
Max ¿El Teorema de Unificación? En ese caso...
Julia El nervio óptico se comporta como si fuese un tubo catódico y devuelve la energía en
sentido opuesto.
Róber O sea que es eso lo que deforma la percepción.
Rina Exacto. Se alteran los centros perceptivos desde afuera y no desde dentro. No es que
desaparezca la percepción, sino que cambian sus leyes.
Max ¿Cómo?
Rina A ver, Max; es como si tuvieses que manejarte en un mundo reflejado en un espejo.
El adelante se vuelve atrás y el atrás adelante. Si estás frente a un espejo y detrás de vos hay
un sillón, para sentarte en el sillón del espejo no tenés que acercarte a sillón real, sino
alejarte.
Todos piensan un segundo.
Todos Ah, claro.
Silencio.
Julia Por eso Róber no podía agarrar la cubeta.
Rina Por otro lado, el campo de influencia del fenómeno es aparentemente de radio
variable.
Alma ¿Y eso de qué dependería?
Rina Si la excitación neuronal es la clave de todo, depende de la Triple Curva de Giraux.
4D Óptico 25
de Javier Daulte

Alma O sea que estamos hablando del estado de ánimo. El de Andy en este caso.
Julia Como un virus que se activa a través del estado emocional del portador.
Alma En conclusión puede volver a pasar.
Rina Me parece que sí.
Alma ¿Creés que puede revertirse?
Max No, no, no; esperen, esperen un momento. Están hablando de esto como si se tratara
de un fenómeno regular normalizado. Y no podemos rescatar ahora el Teorema de
Unificación que sabemos es obsoleto.
Róber Es cierto. Según tengo entendido el Teorema nunca terminó de desarrollarse.
Rina La cosa es así. En los ‘70 la Unión Soviética interrumpió la investigación por
considerar que sus contenidos tenían base teológica y que por lo tanto se trataba de basura
anticomunista. Pero dicen que Khalatnikov siguió trabajando en secreto y que de algún
modo enviaba sus manuscritos a la Cátedra Newton de Cambridge, donde fueron
considerados grosera propaganda comunista. Sea como sea, si hubo algún avance en la
teoría de Khalatnikov, los resultados nunca fueron publicados.
Max Y con razón. Ese Teorema es una fantasía romántica de raíz post medieval. Galileo lo
esbozó sin querer como justificación ante la Inquisición, argumentando que el
conocimiento se movía en el mismo sentido que el pensamiento de Dios.
Alma Es lógico que el Buró Soviético lo considerara improcedente.
Róber Eso no quiere decir que sea obsoleto.
Max Lo que digo es que para hacer encajar el fenómeno que sufrió Andy dentro de las
teorías físicas conocidas tendríamos que admitir que el universo y sus leyes fueron creados
para que ESO fuese posible.
Rina ¿Y cómo lo explicarías vos entonces?
Max Como una aberración. Después de todo fue un accidente; y es fundamental tomar en
cuenta eso a la hora de las consideraciones ulteriores. Las variables que pudieron intervenir
en el fenómeno son infinitas. Fue lo que se llama un Protocolo Descontrolado de la Familia
de los Espontáneos de Roos. (Todos asienten.) Y además Andy es un idiota lo cual suma un
nuevo múltiple de múltiples de variables. Perdoname, Róber, pero tenemos que llamar a las
cosas por su nombre.
Julia Es un fenómeno concreto. Sucedió y lo vimos. Las matemáticas no pueden quedar
indiferentes a la física.
Max La física no es nada hasta que no se la explica matemáticamente.
Julia Bueno.
Max El nacimiento de un bebé con dos cabezas no explica a la biología, Julia. Es la
biología la que tiene que hacerse cargo de esa aberración. Ahora las deformaciones
congénitas están dentro del campo de la biología, muy bien; pero eso es muy distinto de
suponer un propósito en la naturaleza genética de producir un mundo con gente de dos
cabezas. Según Rina, estaríamos frente a un fenómeno de ilusión óptica con fuerza
gravitacional aleatoria ¿sí?
Rina Algo así.
Max Y sostenés que hubo como una perforación en el campo perceptivo ¿verdad? ¿Es más
o menos esa tu teoría?
Rina Sí.
Max Bien. ¿Por qué no me afectó a mí? Yo estaba acá también. ¿Por qué no sufrí el calor,
la deformación perceptual?
Alma Quizá porque no estabas dentro del radio de influencia.
4D Óptico 26
de Javier Daulte

Róber O pude ser yo, que estaba cerca de vos, que concentré el campo gravitatorio y lo
desvié.
Julia Eso sólo podría explicarse si volvemos a la Triple Curva de Giraux de excitación
neuronal.
Max Si todo lo vamos a terminar explicando por la Triple Curva de Giraux entramos en un
terreno indecidible. Psicosis colectiva, histeria por contagio, lo que sea. Que seamos
científicos no quiere decir que todo lo que se produce a nuestro alrededor sea ciencia. Y
todavía no estamos en condiciones de traducir los fenómenos psicológicos en longitudes de
onda. No me miren con esa cara. La subjetividad es EL OBSTÁCULO y estamos tratando
de integrarlo al fenómeno para poder encontrar algo que nos explique lo que pasó con
Andy. No nos olvidemos que si bien Giraux descubrió la paradoja y eso lo hizo famoso,
tampoco pasó de ahí. Con su propia demostración llegó a un callejón sin salida. Si por eso
no le dieron el Nóbel. Para demostrar que estaba en lo cierto tuvo que demostrar que estaba
equivocado. Si por eso dicen que se suicidó.
Julia Se suicidó porque su mujer lo dejó por un banquero.
Max ¿Ves? Ahí lo tenés otra vez: LA SUBJETIVIDAD ES EL OBSTÁCULO. Es la
misma demostración de Giraux la que dice que el asunto es indecidible. ¿Vamos a tomar en
cuenta todo lo que está pasando acá? ¿Qué prueba mensurable tenemos de las peleas entre
Rina y Julia, o de la tensión de Alma por las presiones de la Fundación?
Julia ¿O del hecho de que estás enamorado de Mónica de D’Almessi?
Silencio.
Max Eso sí que no podés probarlo.
Alma ¿Entonces?
Rina ¿Sugerís que lo cataloguemos como un error?
Róber Eso seguiría siendo científico.
Max O que generemos una comparación para que empiece a serlo.
Alma ¿Con qué? Por favor, Max. No estarás pensando en repetir la experiencia. (A los
demás que la miran sugestivamente.) No, no, no. No podemos volver a abordar un avión
que estuvo a punto de estrellarse. Son las seis de la mañana. Y hay prioridades. De
D’Almessi va a estar acá en menos de tres horas. Es obvio que no vamos a poder resolver
nada en ese lapso. Tenemos que descansar. Y aunque suene a frivolidad lo más importante
ahora es que de D’Almessi no tenga noticias de lo que está pasando acá. Róber, lo lamento,
pero Andy tiene que seguir encerrado.
Rina Está bajo el efecto de sedantes. No tenés de qué preocuparte.
Alma (A Max, tendiéndole las llaves de un auto.) ¿Podés darle esto a Paulina? Son las
llaves de mi coche. En un rato debería salir para el aeropuerto para buscar a Mónica. A las
nueve y media los quiero acá con sus mejores caras. Róber, vení conmigo. Si hacemos el
treinta y dos después del desayuno… (Sale seguida de Róber.)
Max ¿Apago todo?
Rina Esa computadora no. Paulina dejó corriendo el programa procesando el video que se
grabó de Andy.
Max Nos vemos en un rato. (Sale.)
Rina Que descanses, Julia. (Va a salir.)
Julia Rina.
Rina (Deteniéndose.) ¿Qué?
Julia Lo de la otra mañana. Quería pedirte disculpas.
Rina Está bien. (Está por salir otra vez.)
4D Óptico 27
de Javier Daulte

Julia Rina. (Rina se vuelve.) ¿Qué pensás de mí?


Rina Julia, tenemos que descansar.
Julia ¿Creés como Max que soy una… amargada? Yo… yo amo mi trabajo y… y también
lo amo a Róber… Si esas cosas no me importasen sería todo mucho más fácil. Vos sos una
persona práctica, Rina. Te envidio eso. Yo no. Yo soy torpe. Y me enojo con mucha
facilidad, pero es porque quiero que todo sea bueno. Yo creo que… la ciencia es buena, o
que debería ser buena y… Sé que lo que más me importa en este mundo tiene en parte que
ver con lo que nos ocupa acá todos los días, y sé que tenemos que trabajar duro, sin
descanso para que exista la remota posibilidad de algún día ver convertida en realidad
aunque no sea más que una ínfima parte de lo que, como científicos, soñamos o
imaginamos. Pero también sabemos que lo más importante (vos entendés a lo que me
refiero cuando digo LO MÁS IMPORTANTE ¿no?); bueno, eso, sabemos que no lo vamos
a ver. Quiero decir que ya no vamos a estar acá cuando suceda, si es que sucede. Max tiene
razón, la vida es EL OBSTÁCULO, pero también es el único vehículo; quiero decir ¿quién
haría todo esto sino? Por eso digo que la ciencia tiene que ser buena; sino nada tendría
sentido. No sé muy bien qué quiero decir. Perdoname.
Rina Julia, no sé si la ciencia es buena. Pero que da mucho trabajo, de eso estoy segura.
Julia Sí, da trabajo; como los hombres.
Rina Ahora hay que dormir.
Julia Soy una tonta. Nos vemos en un rato.
Rina Hasta luego. (Sale.)
Oscuro.

6
Mismo lugar, unas horas más tarde. Mónica de D’Almessi habla por un celular.
Mónica No, el vuelo estuvo bien. El dolor de cabeza es por el vodka. (…) No, en el avión.
O por las pastillas esas que me diste. (…) Sí, en horario. Quería desayunar en la cafetería
del aeropuerto; no sé, tomarme un jugo, leer alguna revista, pero ahí estaba esta chica,
Paula, Paola, no sé cómo se llama, que me estaba esperando. Una puntualidad exasperante.
Además dice que me conoce de no sé donde, que concursamos juntas para unas Pasantías.
Carlos, decime ¿yo concursé alguna vez para algo que fuera legal? (…) ¿Ah sí? ¿Y cómo
salí? (…) ¿De verdad? (…) Bueno, por supuesto que la saludé abrazándola como si fuese
mi hermana gemela. Debe suponer que la recuerdo mejor que a mi madre y que la adoro.
Después se quedó muda durante todo el camino desde el aeropuerto hasta acá, no creo que
esté bien esa chica. Este lugar es espantoso, Carlos. Parece un asilo, el paisaje es
deprimente, no hay donde ir a tomar una copa de noche y hay que llevar guardapolvo.
Quiero estar de vuelta en dos días. Ya sé que no podés hacer nada. Pero a alguien tengo que
decírselo. (…) ¿Ahora? Estaba desayunando con todo el equipo. (…) No, puse una excusa
y me escapé un segundo. (…) No, no estoy en mi habitación; no me hables de mi
habitación, mi ventana está enfrentada a la de la chica, la tarada esta que me vino a buscar,
Paola, sí. Estoy en… (Mira el lugar.) No sé. Un laboratorio. Claro que acá todo es como un
laboratorio. Para colmo está ese otro pesado de Max, sí, el que me encontré en ese congreso
decadente de Bremen, el que te dije que me seguía para todos lados. Cometí el error de
reírme de un par de chistes malos que hizo y ahora cree que estoy dispuesta a recorrer el
mundo con él. No puedo ni mirarlo que me sonríe como un imbécil todo el tiempo. Esto me
va a costar un mes de depresión, yo sé lo que te digo. Adoran trabajar, se levantan
tempranísimo. (…) Va a ser dificilísimo encontrar irregularidades por acá. Y tengo que
4D Óptico 28
de Javier Daulte

mandar a la Fundación tres informes diarios. (…) Encontrar algo, cualquier cosa que los
hunda. Y ya te lo digo; no va a ser fácil. (…) Por supuesto que si no hay más remedio voy a
tener que inventar algo. (…) Ahora tengo que dejarte. (…) Que tengo que dejarte. Te llamo.
(Corta. Se acerca a la puerta del costado. Es como si hubiese escuchado algo que viene de
allí. De pronto ingresa Paulina con una taza de té. Mónica se sorprende.) Ah, Paula.
Buscaba el baño y me perdí. Esto es como un laberinto. Todos los pasillos son iguales. No
entiendo cómo los arquitectos pueden ser tan sádicos.
Paulina Estamos acá al lado. Supuse que preferirías tomar acá tu té. El encuentro de la
mañana es en veinte minutos. (Va hasta una caja y saca de ella una bata blanca.) Acá
tenés un guardapolvo. Calculo que es tu talle. Si necesitás algo más…
Mónica ¿Tienen cama solar?
Paulina ¿Eh?
Mónica Cama solar. Cama solar. ¿O creés que nací negra?
Paulina (Pausa.) No.
Mónica Era un chiste.
Paulina Ah.
Mónica ¿Tienen?
Paulina ¿Qué?
Mónica Cama solar.
Paulina ¿No dijiste que era un chiste?
Mónica Ése no. En fin. ¿Qué es eso? (Señala la puerta.)
Paulina Una puerta.
Mónica No estás colaborando, Paola.
Paulina Pau... lina.
Mónica Pau... lina…
Paulina ¿Qué?
Mónica ¿Qué está pasando acá?
Paulina Nada.
Mónica ¿Y esto qué es? (Se acerca a la computadora de Paulina.)
Paulina Sabemos a qué viniste.
Mónica ¿Ah sí? ¿A qué? (Por la computadora.) Este programa ya terminó de correr.
¿Vemos el resultado?
Paulina No.
Mónica (Por la computadora.) Es una grabación. (Se sienta frente a ella.) Intentaste
mejorarla, pero por lo que veo acá, no se ha logrado mucho con ese programa. Hay que
estirarlo para que aparezca el revés de esos pliegues que hay ahí. Es mucho más sencillo si
usás el BOOF Univérsal. Acaba de aparecer en California. (Saca de su cartera un CD y lo
inserta en el lector de la computadora de Paulina.) La Universal Studios (de ahí lo de
BOOF Univérsal) subvencionó el desarrollo. Sirve para mejorar el sonido directo de los
rodajes. Discrimina hasta diecisiete mil bandas simultáneas. Con los pliegues visuales no
vamos a tener tanta suerte porque no se ha inventado aún un programa para las imágenes,
pero algo es algo ¿no te parece?
Paulina No podés tocar esa computadora.
Mónica ¿Por?
Paulina Porque no es mía.
Mónica ¿Y por qué dice “Paulina” acá? Vamos, no seas tímida, lo único que quiero es
ayudarte. (Mientras trabaja en la computadora de Paulina sin que esta atine a hacer
4D Óptico 29
de Javier Daulte

nada.) Si obtengo un buen resultado de esto, el mérito será sólo tuyo, te lo prometo. No te
olvides que sos una Pasante y es tu trabajo sacar ventaja. ¿O creés que alguno de ellos te va
a dar algo? No, cariño. Ellos creen que eres una buena colaboradora y nada más. Suponen
que están haciendo ciencia pero nada más aprietan botones. Ya no quedan científicos en
este mundo. Se jactan de llevar sus cuadernos llenos de apuntes incomprensibles hechos en
lápiz. Viejos dinosaurios conservadores. Creen que la verdadera ciencia es difícil. La
ciencia es un juego o no es nada. Lo difícil es defender viejas ideas cuando el mundo
cambió. No sé si oíste hablar de la Chicago Seak & Search Fundation que invierte millones
desde hace años para construir una máquina que domine la flecha del tiempo y pueda
predecir el futuro. El dinero de esa Fundación proviene en un noventa por ciento de
compañías aseguradoras americanas; buscan naturalmente evitar pérdidas inútiles. Ustedes
trabajan para que una mega pesquera japonesa encuentre nuevas e insospechadas
variedades de pecado en las profundidades inexploradas del océano y obligarnos a comer
sushi hasta hacernos perder la razón. La teoría del caos continúa desarrollándose para saber
si va a llover o si habrá un sol radiante el domingo próximo y así prevenir de millonarias
pérdidas a las empresas de turismo. La ciencia no está al servicio de hacer un mundo mejor
sino para hacer más rentable éste. Y los beneficios son sólo para algunos. (Pausa.) Para
probar la existencia de eso que algunos llaman CIENCIA PURA o VERDADERA, debería
descubrirse algo tan asombroso como inútil. Aunque algo que no cotice en la bolsa
difícilmente pueda hoy en día considerarse asombroso ¿no creés? La imaginación del siglo
XXI está muy por debajo de cualquier desafío económico. Podemos resentirnos y ser un
dinosaurio más o apreciar la ironía del tiempo que nos toca vivir. (Por la computadora,
sobre el cual Mónica no ha dejado de trabajar durante toda su tirada.) Esto ya está. Y veo
que nos va a dar una interesante sorpresa… A menos que quieras que lo deletee. Y que
volvamos atrás. No creo que te de lo mismo. Algún tipo de curiosidad debe esconderse
detrás de tanta torpeza (y lo digo con cariño, no con malicia). Decime qué tecla presiono.
¿Enter o Delete?
Paulina ¿Qué querés?
Mónica Vamos, Paulina; ¿qué esconden detrás de esa puerta?
Paulina Nada.
Mónica ¿Nada?
Paulina Quiero decir que no hay nada que ocultar.
Mónica Decime qué hay entonces.
Paulina No puedo.
Mónica Pero querés decírmelo.
Paulina ¿Por qué querría hacer eso?
Mónica Para pedirme algo a cambio.
Paulina ¿Qué querés?
Mónica ¿Yo? Si ya lo sabes. Eso me dijiste hace un momento. El asunto es qué querés vos.
Paulina Quiero hacer lo correcto.
Mónica Mentís. Querés negociar.
Paulina No es cierto.
Mónica Y diste con la persona indicada.
Paulina No deberías estar acá.
Mónica ¿A qué viniste?
Paulina Sos vos la que viniste.
4D Óptico 30
de Javier Daulte

Mónica ¿A qué viniste hace un momento a molestarme con ese té, para qué me buscabas?
Querías hacerme algún tipo de proposición ¿creés que soy estúpida?
Paulina No te acerques a Max.
Silencio.
Mónica Estamos empezando a ser sinceras. ¿Lo amás? Voy a apretar Escape, Paulina.
¿Qué más? ¿Qué están ocultando?
Paulina No sé si lo amo.
Mónica ¿Y yo lo amo?
Paulina Espero que no.
Silencio. Se miran detenidamente. Mónica finalmente sonríe. Paulina también. Es como si
existiese algún tipo de entendimiento entre las mujeres.
Mónica Bien. Veo que vamos a poder ser amigas. Noté que nuestras ventanas están
enfrentadas, será difícil esconder los secretos la una a la otra. (Por la computadora.) ¿Estás
lista?
Paulina Sí.
Mónica (Le da unos auriculares especiales a Paulina y se pone otros ella.) Se va a oír por
los parlantes, pero la frecuencia mejora notablemente si nos ponemos estos auriculares.
Paulina se pone los auriculares. Mónica aprieta Enter. Se oye la voz de Andy/Ojeda
amplificada. Mónica y Paulina, debido a los auriculares deben gritar para comunicarse entre
sí.
Voz de Andy/Ojeda Es por acá.
Vengan. Vengan. Mónica Ahí está. ¿Ves? El plano sonoro
estaba plegado, como te dije. (Trabaja con
(La voz de Andy/Ojeda entrecortada.) el mouse y hace una demostración práctica
para que Paulina comprenda.)
Plegado…
Es …/cá. (Mouse.)
(La voz de Andy/Ojeda normal.) Desplegado…
¿Qué opinan?
Pausa. (Mouse.)
(Entrecortada.) Plegado…
Mar/…nos … tó su /… oria que todos sin
/udas co/…emos, (Mouse.)
(normal) Desplegado…
pero a medias. (Se oyen ruidos en la
grabación.) Ahí va. (Señala la pantalla de proyecciones
Su apodo se debía a que a pesar del hecho donde supuestamente se proyecta el vídeo
de no poder tener hijos su esposa quedó de Andy.) ¿Ves lo que te decía? Los
embarazada siete veces y aún sabiendo que pliegues visuales son apenas como
no eran suyos reconoció a los bastardos y manchas; en cambio los pliegues sonoros
les dio el apellido. son notables ¿cierto? ¿Ves ahí? (Señala
(Ruidos, hasta que Mónica ajusta la señal a ahora la pantalla de la computadora.) Esos
través de la computadora; cuando dice ruidos que se escuchan corresponden a estas
“Ahora sí” escuchamos nítida una nueva rayitas que aparecen acá; son otras voces,
voz.) pero si levantamos el nivel de los pliegues...
(Utiliza el mouse para trabajar.) ¿Sabés lo
de los pliegues? Se les dice pliegues en
4D Óptico 31
de Javier Daulte

homenaje a los pliegues que intuyó Einstein


cuando planteó la curvatura del universo;
más tarde... (Por la computadora.) Ahora sí.
Escuchan.
Voz de Rina/Mariana …hizo cambiar su
testamento y la Mansión fue donada al
Estado Alemán para funcionar como Paulina ¿Pero qué es eso?
orfanato a partir de 1929. Mónica Lo que te decía. Otras voces.
Voz de Andy/Ojeda Fue por eso que Paulina ¿Pero querés decir que ya estaban
cuando Robert Wise la visitó en el 37 y se ahí?
quedó prendado de ella no pudo adquirirla. Mónica Todo el tiempo. Parece ser una
Voz de Paulina/Angie Imaginó entonces el conversación que estaba semioculta entre
argumento de The Baroness. El musical los pliegues del campo sonoro. El programa
tuvo un éxito rutilante en Broadway duranteBOOF funciona como una planchadora.
la guerra pero en el 46 fue tácitamente ¿Sabés exactamente cuál es el origen de
censurado por sus supuestos contenidos esto?
pronazis. Paulina Fue un accidente que se produjo
Sonido de celular. mientras ejecutábamos el protocolo del
Hyperdeep.
Mónica ¿Un accidente?
Paulina Sí, que afectó a Andy, un
Voz de Andy/Ojeda Si me disculpan. disminuido, hermano de Róber, que ahora
(Ruidos.) está bajo el efecto de sedantes encerrado ahí
dentro. (Señala la puerta por la que
preguntaba Mónica.)
Mónica Ah. (Por la grabación.) Se ve que
se trata de una conversación cualquiera y
más allá de su peculiaridad no parece
demasiado relevante ¿no creés?
Paulina (Feliz de ver los resultados.) No,
claro.
Sí, él habla. (…) ¡Esther! En la grabación, se oyen Mónica (Por la pantalla de
¿Cómo estás? (…) Sí, se ruidos simultáneos a la voz la computadora.) Mm…
escucha bastante mal. (…) de Andy/Ojeda hasta que Acá hay algo raro. Sí, ¿ves?
Estamos en medio del son reemplazados por las Los pliegues son todavía
campo, claro; la señal se voces de Rina/Mariana y más delgados, la densidad es
pierde. (…) ¿Estás Max/Senillosa como mucho mayor. Hay que
viniendo? (…) Ah ¿ya? (…) aparece a continuación. ampliar. A veces los
pliegues son detectados por
la máquina pero no aparecen
en el gráfico. Pero si
ponemos el zoom al 7000
¿Acá mismo? ¿Acá mismo Voz de Rina/Mariana … por uno… Ahí. Y ahora
dónde? (…) ¿Cómo? (…) cinematográfico a la levanto estos tres de acá.
¿Acá en la puerta de Paramount. Y se construyó Ahí va ¿ves? Había una
entrada? (…) Ah, sí claro. una réplica de la Mansión en simultaneidad. Bueno con
(…) No, es que estamos en unos estudios de este programa podemos
4D Óptico 32
de Javier Daulte

la otra punta. (…) La Hollywood. Después se hacer cualquier cosa;


Mansión es grande, Esther, utilizó como atracción separar las bandas,
sí. (…) Podés estacionar el turística pero la Mansión fue juntarlas…
coche ahí mismo debajo de devorada por el fuego en
1979. Hay versiones que
dicen que el siniestro fue…
También hay más pliegues
allí… Si los agigantamos…
Se agregan más Voz de
voces. Rina/Mariana
Voz de (Continúa de
Róber/Sordo segunda columna
Decile que nos bajen anterior) …urdido
las glicinas. a abrir. por el último Mónica Ahí los
Voz de sobreviviente de los tenés. (Señala en el
Alma/Esther Urkel desheredados, monitor.) Una, dos,
¿Puede alguien Justo Bonifacio tres, cuatro voces…
bajar? Urkel. Un joven
inescrupuloso y Es bastante
cruel quien tras la incomprensible…
muerte de su padre
devino en oficial del
Voz de Andy/Ojeda Tercer Reich y Mónica y Paulina
En seguida te van a Voz de finalizada la guerra escuchan.
buscar y te hacen Róger/Sordo huyó a la Argentina
llegar hasta acá. Decile que subo con donde fue asesor del
vos. primer período de la
Voz de dictadura militar de
Alma/Esther ese país. Desde allí
¡Callate! Perfecto. dicen que urdió el
Gracias. plan que produjo el
incendio que
terminó con la
Voz de Andy/Ojeda réplica de la
Hasta ahora. Y Mansión en
bienvenida. Hollywood.
Voz de
Max/Senillosa
Según parece tenía
contactos en los Mónica Acá aparece
Estados Unidos. una quinta voz…
Voz de Bueno, y por lo que
Rina/Mariana En acá se puede ver
definitiva América sigue así y así… Acá
es una sola. Por más se simplifica un
farsa que hagan poco. ¿Querés seguir
saben defenderse escuchando?
4D Óptico 33
de Javier Daulte

entre ellos. Paulina (Que no


sale de su
desconcierto.)Eh…
Además California no. Creo que está
es un paraíso bien.
fascista. Quién lo
ignora.
Mónica cierra el programa. El concierto de voces, sonidos e imágenes cesa abruptamente.
Silencio.
Mónica Ya está. (Pausa.) Lo guardamos entonces.
Paulina Sí.
Mónica Abrimos una carpeta… Le ponemos… ¿DESCUBRIMIENTO DE PAULINA te
suena bien?
Paulina No sé, bueno, está bien...
Mónica Bueno, ya está. (Apaga la computadora. Silencio.)
Paulina Nos esperan.
Mónica (Cerrando su cartera.) ¿Quiénes eran?
Paulina ¿Qué?
Mónica ¿Quiénes eran? Las voces de la grabación.
Paulina No tengo idea.
Mónica Tenés el ceño fruncido.
Paulina ¿Eh?
Mónica (Le toca la frente.) Muchas preocupaciones. Es lo que produce las peores arrugas.
Te voy a dar una crema.
Paulina Ah, qué bien.
Mónica Nos esperan, decías.
Paulina Sí.
Mónica Vamos entonces. (Mirando las puertas.) ¿Por cuál...?
Paulina Ahí.
Le señala una puerta. Mónica sale por allí. Paulina se demora. Cuando Mónica ha salido,
toma de la computadora el CD y sale por otro lugar. El lugar permanece vacío durante un
prolongado momento. De pronto ingresa presurosa Paulina, seguida de Alma, Julia y
Róber. Paulina se abalanza contra la computadora.
Paulina Yo voy a entretener a Mónica. Ustedes vayan escuchando esto. (Le da a Róber el
CD.)
Róber ¿Pero qué es?
Paulina La grabación de Andy planchada.
Róber ¿Cómo planchada?
Paulina Abran TUTORIAL, OTRAS CARPETAS, DESCUBRIMIENTO DE PAULINA.
(Sale por donde saliera antes Mónica. De inmediato vuelve a entrar.) ¡Rápido! (Sale. Los
otros se miran.)
Alma ¿Cómo fue que dijo?
Róber TUTÓRIAL, OTRAS CARPETAS…
Julia DESCUBRIMIENTO DE PAULINA.
Róber Exacto.
Alma Abrílo.
4D Óptico 34
de Javier Daulte

Róber (Que se ha sentado frente a la computadora.) Esperá. (Abre ventanas.) Acá, éste es.
¿Dónde está Rina?
Alma Max fue a buscarla.
Róber ¿Los esperamos?
Julia Empecemos sin ellos. No sabemos cuánto tiempo podrá Paulina entretener a Mónica.
Alma Dijo rápido.
Róber Lo hago correr desde el inicio.
Alma Sí.
Por los parlantes se oye la voz de Andy/Ojeda.
Voz Andy/Ojeda Vengan, vengan.

A partir de aquí la escena adopta el siguiente procedimiento: Julia, Róber y


Alma están atentos al audio generado por el programa que instaló Mónica; es
decir sólo OYEN la grabación. Supuestamente las imágenes proyectadas en la
pantalla grande son sólo manchas de color, lo que las vuelve confusas. Sin
embargo, los personajes involucrados en la situación grabada efectivamente
APARECEN y ejecutan la escena. Es decir que a partir de aquí, en la columna
izquierda estamos en la Mansión Urkel, mientras en la columna de la derecha
permanecemos en los Laboratorios Roosenvart. Las entradas y las salidas de
los actores se coordinan CASUALMENTE para hacer posible la presencia de
los personajes indicados cada vez en cada ámbito.
IMPORTANTE: los personajes del laboratorio NO VEN a los personajes de la
Mansión, es decir que para ellos son invisibles. Para los personajes de la
Mansión, el laboratorio NO EXISTE en absoluto.

Aparecen Ojeda, Mariana, Angie y


Senillosa. Alma, Róber y Julia escuchan atentos.
Ojeda Es acá.
Róber ¿Qué es esto?
Alma ¿Esa era la voz de Andy?
¿Qué opinan?
Róber No sé. Puede ser.
Julia Sh.
Angie Un lugar amplio e íntimo a la vez.
Los felicito. Muchas veces oí hablar de la
Mansión Urkel. Cuando Ojeda me dijo que
era el lugar que habían elegido no pude
esperar ¿no es cierto?
Senillosa Me obligó a hacer las reservas de
inmediato.
Róber Ése no es él.
Ojeda Mariana nos ha contado su historia,
que todos sin dudas conocemos,
Alma Ahora sí, ahí está.
pero a medias.
Angie Fue Urkel El Bueno quien la mandó
construir en el siglo XVIII ¿verdad?
4D Óptico 35
de Javier Daulte

Mariana Así es.


Ojeda Su apodo se debía a que a pesar del
hecho de no poder tener hijos su esposa
quedó embarazada siete veces y aún
sabiendo que no eran suyos reconoció a los
bastardos y les dio el apellido.
Ríen. Alma (Señala la pantalla de la
computadora.) La frecuencia es idéntica.
Julia ¿Y qué son esas otras voces?
Alma No tengo la menor idea.
Mariana Nadie sabe qué fue lo que
sucedió, pero en el lecho de muerte hizo
cambiar su testamento y la Mansión fue
donada al Estado Alemán para funcionar
como orfanato a partir de 1929.
Ojeda Fue por eso que cuando Robert Wise
la visitó en el ‘37 y se quedó prendado de
ella no pudo adquirirla.
Angie Esperen, esperen. ¿Fue entonces
cuando imaginó el argumento de The
Baroness?
Mariana Así es.
Comienza a sonar el celular de Ojeda.
Angie El musical tuvo un éxito rutilante en
Broadway durante la Segunda Guerra pero
en el 46 fue tácitamente censurado por sus
supuestos contenidos pronazis.
Por su celular.
Ojeda Si me disculpan. (Se aparta.)
Mientras tanto, Mariana,
Angie y Senillosa continúan
con la charla.
Mariana Recién en el 62
Ojeda Hammerstein se arriesgó a
(Al teléfono.) llevarle el proyecto
Sí, él habla. cinematográfico a la
(…) Paramount. Y se construyó
¡Esther! ¿Cómo estás? una réplica de la Mansión en
(…) unos estudios de
Sí, se escucha bastante mal. Hollywood. Luego se utilizó
(…) como atracción turística
Estamos en medio del pero la réplica de la
campo, claro; la señal se Mansión fue devorada por el
pierde. fuego en 1979. Hay
(…) versiones que dicen que el
¿Estás viniendo? siniestro fue urdido por el
(…) último sobreviviente de los
4D Óptico 36
de Javier Daulte

Ah ¿ya? Urkel desheredados... Róber (Mirando la pantalla


(…) Señala un óleo en la pared de proyecciones.) ¿Por qué
¿Acá mismo? ¿Acá mismo que tiene enfrente. Senillosa esas manchas? No se
dónde? y Angie se vuelven para distingue nada.
(…) observarlo. Alma (Por las manchas.)
¿Cómo? ¿Creés que hay alguna
(…) relación entre las manchas y
¿Acá en la puerta de las voces?
entrada? Róber No sé.
(…) Mariana Justo Bonifacio
Ah, sí claro. Urkel. Un joven
(…) inescrupuloso y cruel quien
No, es que estamos en la tras la muerte de su padre
otra punta. devino en oficial del Tercer
(…) Reich y finalizada la guerra
La Mansión es grande, huyó a la Argentina donde
Esther, sí. fue asesor del primer
(…) período de la dictadura
Podés estacionar el coche militar de ese país. Desde
ahí mismo debajo de las allí dicen que urdió el plan
glicinas. que produjo el incendio que
(…) terminó con la réplica de la
En seguida te van a buscar y Mansión en Hollywood.
te hacen llegar hasta acá. Senillosa Según parece
(…) Justo tenía contactos en los
Hasta ahora y bienvenida. Estados Unidos.
(Corta) Mariana En definitiva
América es una sola. Por
más farsa que monten saben
defenderse entre ellos.
Además California es un
paraíso fascista. Quién lo
ignora.
Ojeda Era Esther. Acaba de llegar y está
frente a la puerta principal.
Angie ¡Esther!
Mariana ¿Quién es Esther?
Ojeda Esther Carbajal, una coleccionista,
esponsor del concierto de mañana y una
excelente amiga. ¿Te molestaría mucho?
Mariana Sí, sí. Voy ya mismo a abrirle.
Angie Te acompaño. ¿Venís, Senillosa?
Ojeda No. (Pausa.) Quiero mostrarle a
Senillosa el balcón.
Angie ¿Luego bajan?
Ojeda No, decile a Esther que suba, quiero
que vea el lugar. Y si te cruzás con Celina
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de Javier Daulte

decile por favor también que se acerque.


Angie Muy bien. (Salen Angie y Mariana.)
Silencio.
Senillosa ¿Va a ser acá?
Ojeda Cerrá la boca. Vení acá.
Senillosa ¿Qué?
Ojeda Que vengas. Más cerca. Sentate.
Julia Viene alguien.
Róber (Por la grabación.) Pongo el
PAUSE.
Senillosa y Ojeda CONGELAN SUS
MOVIMIENTOS.
Julia (Abriendo una puerta y mirando al
otro lado.) Son ellas.
Aparecen Rina y Paulina.
Julia (A Rina.) ¿Mónica?
Rina Con Max. (A Alma.) ¿Y?
Alma Muy extraño. Aparentemente lo de
los pliegues que Mónica le contó a Paulina
es cierto. Sólo aparecen claros en el campo
sonoro. Mirá.
Rina mira la pantalla de la computadora.
Róber (Por la pantalla de proyecciones.) Y
respecto de las imágenes, vean. Ahora hay
dos manchas nada más. Y aparentemente las
manchas se corresponderían con las voces.
Había más manchas hasta hace un
momento, pero ahora desaparecieron las
otras voces y quedaron nada más que dos
voces y dos manchas.
Rina ¿Y ahora lo tienen en PAUSE?
Róber Sí. ¿Seguimos?
Rina Sí. Ponélo.
Róber quita la PAUSA. Todos atienden.
La escena vuelve a ponerse en movimiento.
Ojeda ¿Me querés decir por qué tenías que
hablar con Celina?
Senillosa ¿Tenés…?
Ojeda Dejame terminar. Nadie acá habla a
mis espaldas.
Rina (Mira la hora.) Me olvidaba. Que
alguien vaya a fijarse cómo está Andy.
Ni siquiera con Celina.
Senillosa ¿Pero quién mierda…?
Ojeda No levantes la voz ¿querés?
Julia Voy yo.
Róber Te acompaño. (Salen.)
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de Javier Daulte

Paulina, Alma y Rina escuchan.


Senillosa A Celina le preguntaba por lo
mío.
Ojeda Tengo la plata.
Senillosa ¿Va a ser acá?
Ojeda Sí, va a ser acá. Acá van a estar las
mesas con unos manteles color bordó. Va a
haber unas lámparas haciendo juego
también. Gina va a entrar por esa puerta…
Esperá. (Se acerca a la puerta. La abre un
poco. Ingresa Celina.)
Celina Llegó Esther. Vi su coche
estacionado.
Ojeda Angie y Mariana bajaron a abrirle.
Oigan. Ahí va a estar el piano. (A
Senillosa.) Y vos te vas a sentar con Angie
en la mesa esta, cerca de la ventana.
Senillosa Son por lo menos nueve metros
hasta abajo.
Ojeda Hay una gruesa enredadera que trepa
hasta el balcón. El Sordo te va a estar
esperando en el coche del otro lado de la
fuente, cruzando el parque. Son apenas
cincuenta metros.
Senillosa Todavía no me dijiste cuál va a
ser la canción.
Celina Aún no está completamente definido
el repertorio. Pero si no es la cuarta va a ser
la quinta entrada.
Senillosa ¿Entrada es lo mismo que
canción?
Ojeda La quinta canción, entrada, sí, es lo
mismo, hombre.
Senillosa ¿Y sigue siendo la canción que
me diste para escuchar?
Ojeda Claro que la canción es la misma,
pero no sabemos todavía cuáles van a ser
las anteriores, así que puede ser la cuarta o
la quinta, te lo acabo de decir.
Senillosa ¿Y si a ella se le ocurre
improvisar el orden de las canciones?
Ojeda Voy a estar yo para hacerte la señal.
Senillosa ¿Dónde?
Ojeda Acá. Cuando yo abra la cigarrera, te
levantás, disparás, guardás el arma y te
deslizás por atrás de las cortinas.
Róber se asoma por la puerta.
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de Javier Daulte

Róber Andy está despertando. ¿Qué hago?


Rina Abríle el gotero. Dieciséis por minuto.
Róber sale.
No te olvides que tiene que ser un solo
disparo.

Róber vuelve a asomarse.


Róber Alma; Mónica acaba de preguntar
por vos.
Alma ¿Qué quiere?
Róber No sé. Pero es mejor que vayas.
(Sale.)
¿Qué mirás?
Senillosa ¿Y el pianista?
Ojeda El pianista va a estar encandilado por
los focos; por eso no tenés que preocuparte.
No te va a ver.
Alma (A Paulina.) Vení conmigo. Si hace
preguntas no quiero entrar en contradicción
con lo que le hayas dicho.
Paulina Pero si no le dije nada.
Alma Vamos.
Senillosa Dame los cinco mil. Paulina y Alma salen. Rina permanece
Ojeda ¿Cinco mil ahora? sola.
Senillosa Fue el arreglo, Ojeda. De pronto, presa de una fuerte inspiración,
Ojeda No, hombre. Acá tengo dos mil nada toma su cuaderno de apuntes y comienza a
más. Los agarrás o los dejás. Mañana te doy escribir a toda velocidad.
el resto. (Le entrega un sobre color
marrón.) A ver, contalo. (Senillosa lo hace.
Va a guardarlo en el bolsillo de la
chaqueta.) En el bolsillo del pantalón.
(Senillosa obedece y coloca el sobre con el
dinero en el bolsillo del pantalón.) Andate
ahora.
Senillosa ¿Adónde querés que vaya?
Ojeda Al pueblo, a caminar por la montaña,
a donde te de la gana, pero andate. No
quiero verte por acá. Ponés nervioso a todo
el mundo. (Abre la puerta; allí están Angie,
Esther y Sordo que viste llamativamente.)
Angie Esther, él es Senillosa. Se supone que
es mi marido y que lo conocés desde hace
años.
Esther ¿Qué tal?
Angie ¿Adónde vas?
Senillosa Me recomendaron salir a caminar.
Angie La cena es a las seis y media.
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Senillosa Voy a estar de vuelta a esa hora.


(Sale.)
Ojeda (A Sordo.) ¿Y vos qué hacés así
vestido?
Esther Fue idea mía.
Ojeda Se supone que es el chofer.
Esther Sí, sé que fue lo convenido, pero de
camino acá nos enrollamos y preferiríamos
pasar por amantes. Ya que lo somos va a ser
fácil hacerlo creíble. Y esta ropa se la
compré yo.
Ingresa Max.
Max Mónica está haciendo demasiadas
Te lo quise anunciar cuando te llamé, pero preguntas.
ya viste lo defectuosa que es la señal. No Rina le hace una seña para que atienda a la
quería alarmarte inútilmente. grabación. Max lo hace.
Celina No podemos estar haciendo cambo Rina pone su cuaderno de notas ante los
de planes a cada instante. ojos de Max. Max lee.
Esther ¿Estoy hablando con vos?
Angie ¿Lo trajiste?
Esther ¿Qué creés? ¿Qué vine a pasar unas
vacaciones?
Angie Tal vez.
Esther Que esté trabajando con ustedes no
quiere decir que les tenga respeto. Mientras
simulemos los voy a tratar como si
fuésemos iguales, pero detrás de escena voy
a procurar no olvidarme que son unos
criminales.
Celina ¿Y vos qué?
Esther Yo soy una artista. Le vendo mi
trabajo a quien se me antoja.
Ojeda ¿Se calman todas un poquito?
Esther Ella empezó.
Ojeda Esther.
Esther ¿Sí?
Ojeda ¿Serías tan amable de dejárnoslo
ver?
Esther coloca sobre una mesa el maletín
que trae con ella. Lo abre. Quita un
terciopelo negro que hay dentro. Se aparta.
Todos se acercan. No pueden menos que
permanecer absortos.
Ojeda Buen trabajo. A las seis y media
estaremos cenando. (Salen Angie, Sordo y
Esther. Celina y Ojeda se miran
satisfechos.) Bien. Muy bien. (Se besan.
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de Javier Daulte

Celina sale. Ojeda permanece solo,


pensativo. Silencio.)
Max ha leído los apuntes recién hechos por Rina. Está vivamente impresionado.
Max (Por la grabación.) Bueno, parece que es todo.
Rina ¿Qué pensás?
Max No sé. Es posible. Todo indica que sí, que es posible que sea un R.A. Pero sin
contraprueba no se puede avanzar.
Rina Bueno. Creo que habrá que repetir la experiencia entonces.
Max ¿Vos sabés lo que significa esto?
Rina asiente. Ingresan Róber, Alma, Paulina y Julia.
Paulina Mónica ahora está en su habitación, deshaciendo la valija.
Alma (A Max y Rina.) ¿Y?
Rina Parece que es todo. (Atienden al silencio en la grabación, que parece definitivo. Rina
observa la pantalla de la computadora.) ¿Cierro?
Róber (Mirando la pantalla de proyecciones.) Esperen. (Todos miran la pantalla de
proyecciones.) ¿Ven? Ahora hay sólo una mancha.
Rina Pero no hay sonido.
Róber No. Y no parece moverse. (Ojeda se mueve un poco. Róber detecta algo en la
proyección.) ¡Ahí! Ahí se movió ¿no? (Pero Ojeda no vuelve a moverse. Aguardan en
silencio observando la pantalla de proyecciones.) No. No es nada. Me había parecido, pero
no.
Rina ¿Cierro ahora?
Alma Estamos todos pensando lo mismo ¿verdad? (Todos asienten. A Rina.) Cerrálo. (A
Róber.) Róber. Pasálo a un disco y borrálo de la computadora, va a ser más seguro. (Róber
obedece.) De D’Almessi está haciendo preguntas muy extrañas.
Paulina Les juro que no le dije nada.
Alma Sin embargo actúa como si estuviésemos ocultando algo.
Julia Bueno, es lo que estamos haciendo ¿no?
Alma Punto uno. Hagamos lo que hagamos respecto de esto, la Fundación no debe
enterarse, por lo cual Mónica no debe saber más de lo que ya sabe.
Paulina Pero yo no le dije nada, de verdad ¿por qué no me creen?
Alma Dos: si están de acuerdo vamos a trabajar en esto de noche. Si alguien está en
desacuerdo que lo diga ahora. (Todos asienten.) Bien. Max ¿vos tenés la llave del
dispensario?
Max Sí, acá… (Mete su mano en el bolsillo del pantalón.)
Róber (Por la computadora.) Está. (Saca un CD de la computadora y se lo da a Alma.)
Alma (A Max.) Lo voy a guardar bajo llave.
Pero Max ha notado en su bolsillo algo que le llama la atención. Saca de él el mismo sobre
que Ojeda le diera a Senillosa, cosa que obviamente ninguno de ellos puede reconocer. En
este momento ingresa Mónica pero nadie lo nota. Permanece detrás de todos ellos,
observando.
Alma ¿Qué pasa?
Max No, que… (Abre el sobre, mira el contenido.)
Róber Max ¿qué pasa?
Max Nada. Es plata.
Rina ¿Y?
Max Son dos mil euros.
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Rina ¿Y qué?
Max No, es que no sé de dónde salió esto…
De pronto, para sorpresa de todos, Mónica habla.
Mónica Perdón. (La miran.) ¿No tendrán algunas perchas de más? Estoy deshaciendo la
valija y no puedo terminar de organizar el armario. Me parece que traje demasiada ropa.
Todos intentan responder. Están desconcertados.
Paulina Yo creo que tengo algunas.
Max Yo creo que también.
Julia Y yo.
Róber Yo tengo que...
Rina Yo no tengo...
Van saliendo todos, algo torpemente. Dejan a Mónica sola. Aunque Ojeda sigue allí.
Cuando Mónica comprueba que todos se han alejado, su expresión cambia. Marca en su
celular. Se la nota alterada.
Mónica Carlos, yo. (…) Acá hay mucho más de lo que pensaba. (…) No te rías y
escuchame. No sé cómo hicieron pero tienen registro de pliegues sonoros de una R.A. (…)
R.A. (…) Sí; ya sé que a lo de la realidad alternativa se lo tiene por un mito científico.
Escuchame. Si hubiese alguna posibilidad de planchar los pliegues espaciales ¿sabés con
qué se estaría lidiando acá? (…) Sí, Carlos, aunque te cueste creerlo acá está a punto de
probarse que el mundo material no existe. (…) No tengo idea, pero creo que ellos no lo
saben todavía. Fue accidental según parece. (…) ¡El mundo material, Carlos, el mundo
material! Eso es donde vivís, tu casa, tus padres, tu perro, yo. (…) Sí, también esta
conversación. (…) Te aseguro que no es gracioso. (…) No, a la Fundación no le voy a
informar nada todavía. Necesito un whisky, estoy demasiado excitada. (…) No te rías,
imbécil. ¿Qué clase de sensibilidad tenés? (…) Qué me importa eso. Si mis sospechas se
confirman, dentro de poco tendremos que la profesión del futuro va a ser la teología, habrá
que decidir un dios y creer en él. (…) No, no puedo. Porque tengo que terminar de deshacer
la valija. Adiós.
Corta y sale. Ojeda, que sigue allí, saca su celular del bolsillo y marca.
Ojeda Yo. (…) Ya estamos todos acá. (…) Comenzamos con la fase dos. (…) Estamos en
contacto.
Corta, se levanta, abre las puertas de par en par y sale.
Oscuro.

INTERVALO
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de Javier Daulte

SEGUNDA PARTE
Si (como el griego afirma en el Cratilo) (El cabalista que ofició de numen
El nombre es arquetipo de la cosa, A la vasta criatura apodó Golem;
En las letras de rosa está la rosa Estas verdades las refiere Sholem
Y todo el Nilo en la palabra Nilo. En un docto lugar de su volumen.)

Y, hecho de consonantes y vocales, El rabí le explicaba el universo


Habrá un terrible Nombre, que la esencia “Esto es mi pie; esto el tuyo; esto la soga.”
Cifre de Dios y que la Omnipotencia Y logró, al cabo de años, que el perverso
Guarde en letras y sílabas cabales. Barriera bien o mal la sinagoga.

Adán y las estrellas lo supieron Tal vez hubo un error en la grafía


En el Jardín. La herrumbre del pecado O en la articulación del Sacro Nombre:
(Dicen los cabalistas) lo ha borrado A pesar de tan alta hechicería,
Y las generaciones lo perdieron. No aprendió a hablar el aprendiz de hombre.

Los artificios y el candor del hombre Sus ojos, menos de hombre que de perro
No tienen fin. Sabemos que hubo un día Y harto menos de perro que de cosa,
En que el pueblo de Dios buscaba el Nombre Seguían al rabí por la dudosa
En las vigilias de la judería. Penumbra de las piezas del encierro.

No a la manera de otras que una vaga Algo anormal y tosco hubo en el Golem,
Sombra insinúan en la vaga historia, Ya que a su paso el gato del rabino
Aún está verde y viva la memoria Se escondía. (Ese gato no está en Scholem
De Judá León, que era rabino en Praga. Pero, a través del tiempo, lo adivino.)

Sediento de saber lo que Dios sabe, Elevando a su Dios manos filiales,


Judá León se dio a permutaciones Las devociones de su Dios copiaba
De letras y a complejas variaciones O, estúpido y sonriente, se ahuecaba
Y al fin pronunció el Nombre que es la Clave, En cóncavas zalemas orientales.

La puerta, el Eco, el Huésped y el Palacio, El rabí lo mira con ternura


Sobre un muñeco que con torpes manos Y con algún horror. ¿Cómo (Se dijo)
Labró, para enseñarle los arcanos Pude engendrar este penoso hijo
De las Letras, del Tiempo y del Espacio. Y la inacción dejé, que es la cordura?

El simulacro alzó los soñolientos ¿Por qué di en agregar a la infinita


Párpados y vio formas y colores serie un símbolo más? ¡Por qué a la vana
Que no entendió, perdidos en rumores Madeja que en lo eterno se devana,
Y ensayó temerosos movimientos. Di otra causa, otro efecto y otra cuita?

Gradualmente se vio (como nosotros) En la hora de angustia y de luz vaga,


Aprisionado en esta red sonora En su Golem los ojos detenía.
De Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora, ¿Quién nos dirá las cosas que sentía
Derecha, Izquierda, Yo, Tú, Aquellos, Otros. Dios, al mirar a su rabino en Praga?
El Golem
Jorge Luis Borges
de El Otro, el Mismo

7
Gran sala de la Mansión Urkel. Cortinas rojas en las ventanas. Mesas tapizadas con
finísimos manteles. Importantes candelabros de plata con todas sus velas encendidas. La
luz es cálida. El clima luce señorial. Suena imponente música. Angie y Senillosa en una
mesa; Sordo y Esther en otra; Celina de pie. Todos visten con elegancia menos Sordo que
va de ropa deportiva. En un momento determinado, acorde a la música, la puerta principal
se abre de par en par. Aparecen Ojeda y Gina tomados del brazo. Ojeda sonríe. Gina luce
una importante gargantilla de brillantes; no se mueve ni hace gesto alguno. Después de
que han traspasado la puerta, Celina la cierra. Ojeda besa la mano de Gina y retrocede
unos pasos dejándola en el centro del salón. La música se vuelve más suave. Ojeda
observa a Esther que está distraída.
Ojeda Esther.
Esther lo mira sin entender. Ojeda hace una seña a Celina que sale rápidamente. La
música se interrumpe. Todos se distienden. Celina vuelve a ingresar. Advertimos
claramente que Gina es una muñeca.
Ojeda (A Esther.) ¿Qué pasa?
Esther Ah, perdón, ¿me tocaba?
Ojeda (Verificando en una pequeña libreta que saca de su bolsillo.) “Oh, Gina; hermosa
Gina. Aplaudamos a Gina. Bravo, Gina.”
Esther “… aplaudamos a Gina. Bravo, Gina.” Sí, sí. Disculpen. Lo sé ¿eh?
Ojeda ¿Estás bien?
Esther Sí, sí. No se preocupen.
Angie Soltáme, Senillosa, no me toques.
Ojeda Angie, por favor.
Angie Es que no estamos ensayando ahora. (A Senillosa.) No me metas más el dedo en la
axila ¿estamos?
Esther ¿Repetimos?
Ojeda No, no; no hay tiempo. Seguro que esta parte la tienen clara ¿no?
Todos Sí.
Ojeda Vamos entonces a… (Revisa la libreta.) “… está terminando la canción…” “Vienen
los mozos, sirven una copa más…”
Celina Las copas. (Todos buscan copas que están preparadas debajo de las mesas y las
colocan sobre los manteles.)
Ojeda (A todos que están consultando sus respectivas libretitas.) ¿Lo de la flor creen que
hay que volver a probarlo? (Gestos negativos del resto.)
Senillosa No, no.
Angie Esperen. ¿A ver? (Consulta en su libretita.) No, está bien.
Ojeda Bien. Entonces justo antes de que empiece el tema “Harta de Ti”. (Todos aprueban
y guardan sus libretitas.) Vamos a las posiciones. (Todos se mueven. Ojeda lleva a Gina
hasta un lugar en el espacio. A Celina.)
Senillosa (A Celina.) ¿Cómo era que no me acuerdo?
Celina (Canta.) “Te adoro, te idolatro te necesito. Harta de tiiiiiii.” Repite dos veces.
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de Javier Daulte

Senillosa (Repite.) “Harta de tiiiiiii... Tú quieres ser mi amigo, mi castigo...” Sí, está.
Angie ¿No te la sabés todavía? La escuchaste mil veces.
Senillosa Es que son todas iguales.
Angie Ésta no.
Ojeda (A Celina.) ¿Tenés lista la música?
Celina (Revisando unos CD.) “Harta de Ti” no está.
Ojeda ¿Cómo que no está?
Celina No está.
Ojeda Bueno, poné algo, cualquier cosa; es un ensayo.
Celina A ver, esperá… (Elige.) Bueno, esto va a estar bien creo.
Ojeda Muy bien. Esperá mi señal. (A todos.) ¿Estamos? Bien… (Narra.) Termina la
canción anterior… Aplausos. (Todos aplauden. Ojeda hace que Gina salude.) Silencio
expectante. Angie.
Angie (A Gina.) ¡“Harta de ti”, Gina!
Ojeda Bien. (Narra.) Gina sonríe. Se acerca al pianista. (Mientras habla lleva a Gina
haciéndole hacer lo que él mismo indica.) Conversan en voz baja... El pianista sonríe y
hace que sí con la cabeza... (Ojeda mismo hace de pianista por un segundo y le sonríe a
Gina.) Empieza la introducción musical... Celina. (Celina acciona el equipo de música.
Suena los primeros acordes de The Sound of Music interpretado por Julie Andrews.
Ojeda va hasta donde están los comandos de iluminación y baja la luz general. Se acerca a
los otros y les da explicaciones en voz baja. Le hace una seña a Celina.) Celina, subí un
poco el volumen… (Celina sube el volumen. Ojeda finalmente regresa junto a la muñeca,
que ha quedado de espaldas.) Gina se acomoda. (Ojeda acomoda a la muñeca.) Recuerden.
Cuando reconozcan el tema, aplausos discretos... ¡Gina canta! (Ojeda va hasta su asiento.
En la grabación se oye la voz de Julie Andrews. Al reconocer el tema todos aplauden
vivamente.)
Sordo ¡Bravo!
Ojeda Vos no, Sordo. Angie.
Angie Bravo.
Todos miran a la muñeca y escuchan extasiados. Ojeda va a su sitio junto a Celina.
Senillosa lo mira de vez en cuando. La situación parece en todos los sentidos verdadera,
salvo por el hecho de que Gina es un maniquí inmóvil en actitud de cantar. En un momento
Ojeda saca de su bolsillo una cigarrera. Encandila con la luz reflejada en el metal de la
misma la cara de Senillosa. Senillosa se pone de pie. Saca un arma.
Senillosa ¡Pum!
Revuelo. Senillosa sale de escena por detrás de una cortina. Celina apaga la música.
Ojeda ¡Un médico! ¡Que alguien llame a un médico!
Sordo ¡Yo voy, yo voy! (Sale.)
Angie ¡Está muerta!
Celina ¡No! ¡Dios mío! ¡Dios mío!
Ojeda (Fuera del juego.) Bien. Bien. Bien. (Consulta su libretita.) “Escena de pánico. Los
invitados gritan.” Ah, acá está. “El personal de seguridad se arremolina alrededor de mí. Yo
grito:” (Grita.) “¡Los mozos! ¡Ha sido uno de los mozos! ¡A la cocina!” (Lee.) “Señalo la
puerta de la cocina y salimos todos corriendo para ahí.” (Simula salir trotando.)
Celina (Viendo a Esther que no se mueve.) Esther… ¡Esther! (Llama la atención de Ojeda
para que deje el juego.) Ojeda.
Ojeda ¿Qué pasa?
4D Óptico 47
de Javier Daulte

Esther Estoy un poco mareada. (Sus piernas flaquean y cae al suelo.)


Ingresan Róber, Max y Rina con las antiparras protectoras puestas. Se acercan a
Esther/Alma.
Rina Alma.
Róber Dejala.
Max El ritmo cardíaco está cayendo.
Rina Alma.
Max No, no le hables. Todavía no te puede oír.
Esther No veo nada.
Ojeda ¿Qué le pasa?
Rina ¿Qué dijo?
Max No sé. No se entiende.
Angie Dice que no ve nada. Le bajó la presión.
Ojeda Angie, llevala a su habitación.
Angie ayuda a Esther a levantarse. La conduce fuera. Ojeda la sigue.
Ojeda (A Celina, antes de salir.) Llevate la bámbola. (Sale.)
Celina se lleva a Gina/Muñeca. De inmediato vuelven a ingresar Paulina y Julia (con
antiparras protectoras) siguiendo a Alma que viste un insignificante batín. Va enchufada a
unos aparatos de medición portátiles que llevan Paulina y Julia, como sensores
estratégicamente distribuidos por distintas zonas del cuerpo de Alma. Estamos nuevamente
en los Laboratorios Roosenvart. Alma parece ir recuperando el sentido.
Rina (Corroborando con su reloj) Diecinueve minutos cincuenta y un segundos.
Julia ¿Alma?
Alma tiene reacciones lentas. Pero todo parece indicar que está recuperándose.
Róber Alma ¿me oís?
Alma ¿Zí?
Con cuidado Max se quita las antiparras protectoras. Nada malo sucede. Los otros, al
comprobarlo, hacen lo propio. Le quitan los cables.
Róber Voy a poner a procesar la cinta. (Va hasta la computadora de Paulina y pone a
procesar la cinta.)
Rina Traéle un vaso de agua. (Paulina obedece.)
Alma (Aún dopada.) Da ban a azezinar.
Max Está todavía en estado confusional.
Rina Las funciones básicas están regularizándose. Tiene un poco dormida la lengua.
Alma ¿Dina?
Julia ¿Qué dice?
Alma ¿Dina?
Max “Dina”... “Dina”... ¿Rina? Te llama.
Rina Acá estoy, Alma.
Alma Da ban a azezinad.
Rina Sh. Descansá, descansá, Alma.
Alma Ez que da van a azezinad. La ban a azezinad ezta mizma nozche. ¡La gadgantiza…!
Celina Se está excitando.
Paulina Acá tenés un poco de agua. (Tiende un vaso de agua y la ayuda a beber. El agua
se le derrama por las comisuras de los labios.)
4D Óptico 48
de Javier Daulte

Alma Diquízimo, diquízimo. Muchaz gdazias. (Eructa.) Espeden, espeden... (Empieza a


señalar en el ámbito.) Acá había unoz mandelez codor bordó... ¿dónde eztán? ¿Dónde
eztán todoz?
Max ¿Todos quiénes?
Rina Dejala, Max. (A Paulina.) Dame cuatro milímetros de Plunitrazepán… (Paulina
prepara un inyectable.)
Alma Había uda mudieca dambién… Y múzica... Eztábamoz todoz acá.
Max ¿Todos quiénes?
Róber Dejala, Max.
Alma Elloz.
Max ¿Quiénes son ellos?
Alma Tdodoz elloz. Loz que da ban a azezinad.
Paulina Acá tenés. (Le da el inyectable que preparó a Rina.)
Rina Agarrala.
Paulina y Róber la sujetan. Rina la pincha. Alma se agita.
Alma Zuédtenme, zuédtenme. ¡No, zuédtenme, zuédtenme! (Cada vez más débil debido al
efecto instantáneo de la droga.) Zuétdtenme… zuédtenme… Oh, ya me zotadon, qué
bien… (Se queda dormida sentada donde está. Su respiración suena fuerte. Enseguida
despierta. Alza la mirada. No podría asegurarse que sabe donde está.) Hola.
Rina Hola.
Róber ¿Cómo te sentís?
Alma Me ziendo… ¿Pod qué habdo azí?
Rina Se te durmió la lengua. Se te va a pasar en un minuto.
Alma Ah. Ze me dumió da dengua. ¿Y pod qué?
Rina (A Róber.) Róber, hacele el chequeo.
Róber Alma. Alma.
Alma (Lo mira.) ¿Zí? Ay, qué dado cómo habdo.
Róber Alma, te voy a hacer el chequeo de rutina. Ahora te voy a hacer algunas preguntas.
¿Estás lista?
Alma Zí.
Róber Decime tu nombre completo.
Alma Adma de das Medzedez Bizagdán Eztded Cadbajad.
Róber ¿Ese es tu nombre completo?
Alma Eze, eze.
Róber ¿A qué te dedicás?
Alma (Pausa.) Do me acuedo.
Róber ¿Tus padres viven?
Alma Zí. ¿A qué te dedicáz voz?
Róber ¿Ambos? Tus padres. ¿Ambos viven?
Alma Zoy biódoga. Ahoda me acodé.
Róber ¿En qué año estamos?
Alma ¿Pádez? Do, miz padez ya do viven máz. Pobdezitoz...
Róber Alma. (Alma lo mira.) ¿En qué año estamos? (Alma no responde.) Alma. ¿Qué año
es?
Alma Doz mil… y adgo.
Róber ¿Sabés quién soy yo?
Alma Pod zupuezto.
4D Óptico 49
de Javier Daulte

Róber ¿Quién soy?


Alma Voz zoz… mi amande.
Róber (Pausa.) Alma. Mirame.
Alma Te mido, te mido.
Róber ¿Cómo es mi nombre?
Alma (Hace un esfuerzo.) ¿Dóber? Voz zoz Dóber.
Róber ¿Dónde estás?
Alma ¿Acá? Zí, eztoy acá.
Róber Si. ¿Y qué es ACÁ?
Alma (Observa el lugar.) Padeze un dabodatodio.
Róber ¿Y tenés idea de cuál es el nombre de este laboratorio?
Alma (Pausa.) ¿Udkel… Dósenbadt?
Róber ¿Udkel o Roosenvart?
Alma (Piensa.) Dósenbadt… Sí, Dósenbadt... (Observando el ámbito y reconociéndolo.)
Ezte ez el Dabodatodio Dósenvadt. (A todos.) Eztoy en caza ¿vedad?
Róber Sí, Alma; estás en casa. (Todos sonríen aliviados.) Tranquila.
Fade out: Oscuro. Música.

Fade in: Mismo lugar. Misma situación. Minutos más tarde. El diálogo ha avanzado.
Max A ver si entendí bien hasta acá. Los sucesos de la Realidad de la Mansión Urkel se
organizan según sus reglas internas, que son aleatorias. (Comienza a hacer un dibujo sobre
el pizarrón) Pero los vectores temporales caen dentro del cono de sucesos de la realidad
paralela, o sea nosotros. Es decir que se produjo un pliegue en el espacio tiempo para hacer
posible esta coincidencia como si el universo se comportase en esta singularidad como una
banana flexible cuya cara interna es la dimensión temporal. (Muestra en el gráfico.) ¿Ven?
Mansión Urkel, Nuestra Realidad. (Hace otro dibujo.) El doble presente sólo se explica si
pensamos los dos tiempos como presentes siameses.
Julia Es decir que... (Se acerca al pizarrón y agrega notas sobre los gráficos hechos por
Max.) ...la distancia infinita que existe conceptualmente entre dos situaciones paralelas, se
redujo en este caso particular casi a cero. (Todos se miran. Pausa.) Si no existiera ese CASI
no existiríamos nosotros.
Paulina ¿Por qué?
Julia Las posibilidades de que un universo exista, es decir, que existan leyes coherentes
que sostengan la materialidad del universo tienen que ver con el DESPLIEGUE de la
curvatura del universo. Un REPLIEGUE completo anularía cualquier conjunto de leyes
físicas, y por lo tanto toda posibilidad de existencia material.
Paulina En un repliegue completo podrían existir otro tipo de leyes. Sería una física
impensable o algo así.
Julia En la que no estaríamos incluidos. El universo existe en la medida en que sus leyes
permiten que haya una inteligencia capaz de preguntarse por SU EXISTENCIA.
Paulina ¿Y qué hay en un universo completamente plegado?
Julia Ni siquiera hay espacio para la inexistencia. (Breve pausa.) En mi opinión, hay una
vinculación indeterminada de hechos y que esos hechos deberían alinearse dentro de una
estructura deformable…
Suena música que comienza a tapar las voces.
Rina Planos topológicos, decís.
Julia Sí, aunque yo tendería más a pensarlo como Sistema de Cuerdas Heteróticas…
4D Óptico 50
de Javier Daulte

El diálogo se pierde en un fade out. Oscuro.

Fade in: Mismo lugar. Misma situación. Minutos más tarde. Julia ha terminado su
exposición. La música va desapareciendo.
Julia …determinación barra indeterminación. Es por eso que creo que la toma de contacto
con la situación de la Mansión Urkel es fundamental, para poder componer luego la Triple
Curva de Giraux en ambas realidades. Róber.
Róber Vamos a ver. Lo que pude deducir gracias a las dos cintas que obtuvimos es lo
siguiente. La Mansión Urkel habría sido alquilada por una discográfica alemana para hacer
la grabación en vivo del recital pop-melódico de una tal Gina. La Mansión Urkel es donde
habría transcurrido el argumento de The Baroness, un largometraje que la madre de Gina
habría protagonizado en los años sesenta y que le valiera un premio que se llamaría...
(revisa sus notas) Oscar. Pero la sospecha es que el gasto y el esfuerzo para organizar el
concierto y lanzar la placa no sería nunca compensado por las ventas, porque la hija de la
diva habría sido hace ya rato olvidada y es debido a eso que la misma discográfica
(representada por uno de sus socios accionistas, un tal Andrade) habría ideado un plan para
asesinarla de un balazo durante el mismo recital, lo cual sí haría de la grabación del
concierto un éxito discográfico seguro. Andrade ha contratado para tal fin a este tal Ojeda,
que se hace pasar por jefe de seguridad del evento, y quien habría armado un equipo
formado por cinco personas. Sordo, cuyo rol es de chofer. Esther, famosa en el mundo del
hampa por sus falsificaciones de alhajas. Celina, una inútil a toda prueba pero consentida de
Ojeda. Angie, una experta en combinaciones y cerraduras. Y Senillosa, el francotirador.
Entre ellos además está Mariana, gobernanta de la Mansión Urkel y que según parece está
completamente al margen del macabro plan. (A Paulina que tiene la mano levantada para
hacer una pregunta.) Sí.
Paulina ¿Qué es todo ese asunto de la gargantilla?
Róber Ah, sí, la gargantilla. Un capricho. Andrade querría el original. Piensa hacerla
circular por el mercado negro para acrecentar el mito del asesinato. (Señala a Julia que
también tiene la mano levantada.)
Julia ¿Y la “bámbola” esa que mencionan?
Róber Ah, eso no se entiende. Se refieren a una muñeca, pero no tengo idea de lo que
puede ser. (Se pone de pie y va hasta la pizarra y empieza a hacer dibujos según explica.)
Aparentemente el mapa desiderativo de la Mansión seguiría unos patrones relativamente
simples. Celina y Ojeda son amantes. Otro tanto para Sordo y Esther. Mariana es la
gobernanta de la Mansión y hace años que vive ahí sola de modo que sus curvas deben ser
bastante poco pronunciadas. Y Senillosa, en la medida en que tiene que hacerse pasar por
marido de Angie terminó enamorándose de ella.
Paulina ¿Y esta Angie?
Róber Detesta a Senillosa (después de todo es un matón a sueldo sin ninguna clase) y,
atención, Angie ADMIRA a Gina; aunque no sé qué clase de amor puede ser ése.
(Concluye.) Y bien. Eso es todo lo que tengo.
Rina (Revisando el croquis que sostiene Róber.) Yo lo veo bien. ¿Ustedes? (Asentimiento
general.)
Alma Buen trabajo.
Rina Hiciste un buen trabajo, Róber. (A los otros.) Bueno. Ahora nos toca a nosotros.
(Revisando unos apuntes.) Vamos a ver. El mapa desiderativo planteado por Giraux trae
unos cuadros para que llenemos… (Lee.) “Complejos y traumas”… “Excitación”… “Deseo
4D Óptico 51
de Javier Daulte

imperante”... “Apetitos sexuales”… “Elección de objeto”… “Tendencias sadomasoquistas


o incestuosas”… Acá están las planillas...
Paulina Yo… prefiero no participar.
Rina ¿Qué decís?
Paulina De verdad. Prefiero no participar…
Róber Paulina…
Paulina Es que… yo no estoy bien…
Julia ¿Y creés que si la realidad se psicotiza vas a sentirte mejor?
Max Julia, por favor.
Julia Pero es que ya lo discutimos.
Max Paulina… Tenemos que evitar que las realidades se superpongan. Existe una sola
teoría que nos ayuda…
Rina Nadie está muy convencido de ella pero es la única que tenemos.
Max Tenemos que evaluar las coincidencias y diferencias de las curvas de ambas
situaciones y sólo entonces vamos a tener los elementos para proponer una solución. (Toma
el rostro de Paulina entre sus manos.) Paulina, vos sabes cómo te quiero. ¿Lo harías por
mí? (Paulina lo rechaza y sale corriendo. Max mira a los demás.) ¿Qué dije?
Mónica (Ingresando en camisón.) ¿No sabés?
Róber Ah, Mónica, justo estábamos…
Alma Queríamos…
Mónica observa a todos. Observa el pizarrón lleno de garabatos. Sale. Max y Róber
intentan borrar lo que hay escrito en el pizarrón. Rina, Julia y Alma intentan ocultar los
papeles con los que estaban trabajando. Mónica vuelve a entrar seguida de Paulina.
Max Bueno. Nos desvelamos todos parece y…
Mónica Sí, y están estudiando la manera de evitar que el universo se colapse en una mega
psicosis.
Róber No, mujer, para nada…
Max Nada que ver…
Mónica Perdón. ¿Qué creen que soy yo?
Silencio.
Julia Bueno, Mónica, vos…
Mónica ¿Qué? ¿Creen que porque soy tan linda no puedo pensar? Sé que pusieron
somníferos en mi tila de la noche para poder trabajar tranquilos. Pero soy fármaco
dependiente; los somníferos me excitan en vez de sedarme. Sé exactamente lo que está
pasando acá. (Todos miran a Paulina.) No, Paulina no me dijo nada. (Hacia fuera.) ¡Andy,
podés venir!
Ingresa Andy comiendo chocolate con el ceño fruncido. Mónica le da un chocolate más
que saca de su bolsillo que Andy acepta gustoso; comienza a comerlo antes de terminar el
anterior.
Andy (Con la boca llena.) Me porté muy mal. ¡Andy se portó muy mal! ¡Róber!
Mónica (A Andy.) Querés ir con tu hermano. Andá. (Andy va junto a Róber. Lo abraza.)
Alma Bueno. Bueno. Ya está. Se terminó. Yo misma voy a llamar a la Fundación. Voy a
asumir toda la responsabilidad. Vamos. (Se dispone a salir, seguida por todo su equipo.)
Mónica No, Alma. En la Fundación no tienen por qué saberlo.
Rina ¿Qué? ¿No diste parte ya?
Mónica No. No lo hice.
Alma Pero lo vas a hacer.
4D Óptico 52
de Javier Daulte

Mónica Tal vez no.


Alma Vamos. ¿No es por lo que te pagan?
Rina Algo te habrán prometido si les das elementos para anular nuestros contratos por
irregularidades.
Mónica Más de lo que se imaginan.
Rina ¿Y creés que somos tan ingenuos como para pensar que vas a actuar contra tus
propios intereses?
Mónica Ustedes no pueden hacer nada sin mí. (Algunas risas.) Ya estoy acá. Me necesitan
para esa bendita Triple Curva.
Paulina No es cierto. No te necesitamos.
Mónica ¿Ah no? ¿Y cómo es que estás tan segura? (Mira a Max. Todos lo hacen.) Creo
que las curvas de mi amiga Paulina resultan bastante obvias.
Paulina Lo que vos querés es confundirnos. Que cometamos errores y después hundirnos.
(Se abalanza sobre Mónica como para pegarle. La detienen los otros.)
Mónica ¿Errores? Errores es lo que no dejan de cometer. Y respecto de hundirlos, eso lo
dejo para después, si es que todavía queda universo donde hacerlo. Me ven como un
estorbo, y casi todos me tienen miedo o me detestan, o las dos cosas. Ya pueden ir anotando
eso para las Curvas de Giraux. Yo en cambio los envidio. Es más fácil odiar en equipo que
en soledad. Eso les da fuerza. Son como una familia, gris pero unida. Yo siempre trabajé
sola. Ustedes creen que llegué donde llegué por hacer favores sexuales a las personas
indicadas. ¿Y qué culpa tengo yo de que me atraigan los hombres influyentes? ¿o sus pijas
no son tan buenas como las de cualquier otro imbécil? (Andy aplaude feliz. Todos lo
miran.) No me es fácil. Nunca me fue fácil. Pero con el tiempo aprendí a conocer a la gente
y a manejarla. Sé, Julia, que estás enamorada de Róber y que detestás a Alma… Sin duda
de chica admirabas a tu hermano varón…
Julia (Interrumpiéndola.) Mónica. (Mónica la mira.) Prefiero decirlo yo. (Pausa.) Creo
que es algo que ya todos saben. Como dijo Mónica, amo a Róber…
Rina Julia.
Julia Dejame. (A Róber.) Te amo, Róber. Y bueno, no sé si vos me amás a mí. Eso me hace
sentir insegura y odiar casi todo...
Rina Julia.
Julia Dejame, Rina. (A Alma.) ... especialmente a vos Alma, de quien muchas veces pensé
cosas muy feas, sobre todo cuando coqueteabas con Max y todos sabíamos que en realidad
lo despreciabas, y...
Rina Julia. Que no hace falta que lo digas. Sólo tenemos que llenar unas planillas.
Julia Ah.
Rina reparte papeles. Todos observan. Los van llenando.
Fade out: Oscuro. Música.

Fade in: sigue música.


Llenan las planillas. Se los ve cada vez más angustiados. Miran de reojo a los otros. Se
sienten observados.
Fade out: Oscuro. La música continua.

Fade in: sigue música.


Todos han terminado de rellenar las planillas. Todos están emocionalmente destrozados.
Mónica y Róber estudian los resultados. Van haciendo los gráficos.
4D Óptico 53
de Javier Daulte

Fade out. Continúa la música.

Fade in. Los mismos. Más tarde. Han terminado de analizar la situación a través de la
Triple Curva de Giraux. Róber muestra un gráfico. La música cesa.
Róber ... acá es donde las realidades se vuelven siamesas. (Señala en el gráfico.)
“GINA”… “MÓNICA”, ¿pueden verlo? El recelo que sentimos por Mónica se adecua
demasiado al plan de asesinar a Gina en la Mansión Urkel.
Max Sí, es cierto.
Julia Evidentemente.
Róber Claro.
Silencio. Todos piensan.
Alma Entonces hay que evitar el asesinato. (Todos la miran. Alma se pone de pie y va
hasta el pizarrón y explica con un croquis.) Dada la coincidencia de los picos de ambas
curvas, si Gina muriese en la Mansión Urkel, se produciría un agujero entre ambas
realidades.
Róber ¿Cómo UN AGUJERO?
Alma Un agujero. Un agujero. Un agujero que comunicaría ambas realidades entre sí. Por
ahora el pasaje de una a otra cara de la banana requiere de un forzamiento. Si quedase un
hueco podría colarse cualquier cosa y en cualquier momento.
Róber ¿Decís que eso sucedería si Gina muriese?
Alma Teóricamente, sí.
Todos piensan.
Rina Está bien. ¿Pero cómo vamos a hacer para evitar el asesinato?
Mónica (Por las curvas dibujadas.) Acá. ¿Ven? Acá hay un punto débil. En la relación
Ojeda / Celina.
Róber Sí ¿y?
Mónica Todo hace pensar que esa pareja no es feliz. ¿Qué opinás, Alma?
Alma Es posible.
Mónica Y siendo Ojeda la cabeza visible del complot, desestabilizándolo a él, se
desestabiliza el mapa desiderativo de la Mansión, con eso el plan de asesinar a Gina, el
puente entre ambas realidades quedaría clausurado y el universo ya no se colapsaría.
Max Sugerís entonces que intervengamos en la relación Ojeda Celina.
Asentimiento general. Comienza a sonar la música.
Mónica Afianzando ese vínculo o poniéndole fin. Me inclino, obviamente por la segunda
opción; después de todo es a lo que tienden todas las relaciones. Leí no hace mucho una
investigación que se hizo en Palo Alto acerca del comportamiento en aislamientos...
Fade out. Oscuro.

Fade in. Más tarde. Los mismos. Paulina luce un insignificante batín como tenía Alma al
“salir” de la Mansión Urkel. Todos, menos Mónica y Alma se están preparando para el
protocolo. La música se pierde.
Rina ¿Estás lista?
Paulina Sí. Un poco nerviosa.
Rina Va a pasar rápido. El efecto es estable por veinte minutos nada más.
Paulina Alma. ¿En qué medida voy a dejar de ser yo misma?
Alma Uy, es muy raro. Ya vas a ver.
4D Óptico 54
de Javier Daulte

Róber Mónica logró colocar un sistema de monitoreo de alta velocidad. A través de esos
auriculares el planchado de los pliegues sonoros se realiza de manera instantánea. (Señala
los auriculares que lleva Mónica.)
Max ¿Por qué no amplificar directamente a través de los parlantes?
Mónica No es seguro. Un acople podría producir pliegues artificiales y el programa
intentaría desplegarlos de manera automática generando un círculo vicioso.
Max Comprendo.
Julia (A Paulina.) Fuerza.
Róber (A Paulina.) Suerte, Paulina.
Max Te vamos a cuidar.
Rina Alma, Mónica, Andy.
Alma Ya nos vamos. Adiós, Paulina.
Mónica (A Paulina.) Vos podés.
Andy Paulina, tené mucho cuidado con eso ¿eh? (Señala el aparato del Hyperdeep. Los
otros ríen un poco.) Pobre Paulina... (A Róber.) ¿Me puedo quedar?
Róber No.
Alma Vení, Andy, que tenés que ir a juntar las hojas del jardín.
Andy ¿Puedo usar la máquina?
Alma Sí.
Andy ¿Y ponerme el traje?
Alma Sí.
Andy (A todos.) Adiós. Me voy a juntar hojas al jardín.
Todos Adiós, Andy.
Andy Hasta luego, Róber.
Róber Adiós, Andy.
Salen Mónica, Andy y Alma.
Rina (A Paulina.) Cuando vos digas.
Paulina Vamos.
Rina A sus lugares.
Todos ocupan sus lugares como en la situación inicial de la escena 3.La luz baja.
Comienzan a trabajar.
Julia Subido.
Róber Perfecto.
Rina Croma definido.
Róber Acá está nítido.
Rina (A Max.) Óptica.
Max lleva la óptica.
Julia Estamos en sesenta y seis.
Max Óptica lista. Cero cinco.
Rina Excelente.
Julia Cerca del setenta.
Rina Róber.
Róber Listo.
Rina ¿Julia?
Julia Cuando digas.
Rina Max.
Max Estoy.
4D Óptico 55
de Javier Daulte

Rina ¿Mapeo?
Max Estable.
Rina Diafragma.
Julia Abierto y salgo.
Rina Bien. (Julia sale. A Róber.) Destapo...
Róber Ahora.
Rina destapa.
Rina Veinte. (Silencio.) Cuarenta... Cincuenta… (Silencio.) Ochenta… (Silencio.)
Cúbranse. (Todos se cubren y se alejan del lugar de la reacción donde quedó Paulina
expuesta.) Noventa y seis... Noventa y ocho…
Se produce la reacción. Sonidos y luces extrañas. Finalmente Paulina pasa a la otra
dimensión: La Mansión Urkel. En uno de los resplandores de luz aparecen Esther, Ojeda y
Celina. La situación es igual a la del ensayo de la escena 7, al comienzo de la Segunda
Parte. Rina, Max y Róber observan a Paulina / Angie que va conectada con electrodos
distribuidos en su cuerpo. Max lleva puestos los auriculares que le diera Mónica.
Angie ¡Está muerta! ¡Está muerta! ¡Está muerta!
Max (Por oír a través de los auriculares.) Que está muerta, dice.
Rina Es lo que ya escuchamos. Están ensayando.
Róber Tranquilo.
Celina ¡No! ¡Dios mío! ¡Dios mío!
Ojeda (Fuera del juego.) Bien. Bien. Bien.
Max Tenés razón. Sólo están ensayando.
Ojeda (Consulta su libretita.) “Escena de pánico. Los invitados gritan.” Ah, acá está. “El
personal de seguridad se arremolina alrededor de mí. Yo grito:” (Grita.) “¡Los mozos! ¡Fue
uno de los mozos! ¡A la cocina!” (Lee.) “Señalo la puerta de la cocina y salimos todos
corriendo para ahí.” (Simula salir trotando.)
Max Esta parte ya la oímos. (Por Paulina.) Igual se la nota excitada.
Celina (Viendo a Esther que no se mueve.) Esther… ¡Esther! (Llama la atención de Ojeda
para que deje el juego.) Ojeda.
Ojeda ¿Qué pasa?
Esther Estoy un poco mareada. (Sus piernas flaquean y cae al suelo.) No veo nada.
Ojeda ¿Qué le pasa?
Angie Dice que no ve nada. Le bajó la presión.
Ojeda Angie, llevala a su habitación.
Angie ayuda a Esther a levantarse. Comienza a conducirla fuera. Ojeda la sigue.
Ojeda (A Celina, antes de salir.) Llevate la bámbola. (Celina sale con Gina/Muñeca.)
Róber ¿Adónde va?
Max No sé.
Rina Vamos con ella.
Róber Ah, no, no. Ya vuelve.
Angie (Regresando. Muestra la gargantilla.) Acá la tenés. (Se la entrega a Ojeda.) ¿Qué
tal el ensayo?
Ojeda Perfecto.
Max Ojeda dijo perfecto.
Rina ¿A qué se refieren?
Róber No tengo idea.
Max Es como si estuvieran mirando algo.
4D Óptico 56
de Javier Daulte

Róber (Mirando la proyección) Aparentemente están solos. Miren. Hay dos manchas nada
más.
Ojeda ¿Necesitás algo?
Max “¿Necesitás algo?”
Róber ¿Quién dijo eso?
Max Ojeda.
Angie No.
Róber Ahora.
Max No. Esperá. Ella dijo no.
Róber ¿No a qué?
Max No sé a qué. Dijo “no, no”.
Rina Vamos, ahora.
Ojeda ¿Eh?
Max Esperen.
Angie ¿Mn?
Róber Vamos. No nos queda mucho tiempo.
Rina Es como ir a ciegas.
Rina maneja a Angie con el aparato que lleva conectado. Se trata de una especie de
Joystick.
Rina ¿Cómo es esto? ¿Así es adelante y atrás?
Róber Esperá, que te lo pongo en analógico. “L” Uno es para girar a la izquierda.
Rina ¿“L” Uno?
Róber De “left”. “R” UNO es para la derecha.
Rina ¿Así?
Rina acciona el Joystick. Angie avanza violentamente hacia la izquierda. Choca contra
una mesa.
Róber No, no. Atrás. Atrás.
Rina acciona el Joystick. Angie retrocede violentamente un paso y da contra otra mesa.
Max No, a ver. A la izquierda un poco.
Rina acciona el Joystick y Angie gira un poco hacia la izquierda.
Róber Para adelante. Despacio.
Rina Despacio...
Angie da dos pasos.
Róber ¡Ya! (Rina detiene a Angie.) Hacela girar ahora.
Angie comienza a girar en el lugar. El cable del Joystick que lleva Rina empieza a
enroscarse en el cuerpo de Angie. Rina gira alrededor de ella.
Róber Ay, no, no no.
Max Basta, basta. (Angie se detiene.) Ahora. Para adelante.
Rina Va.
Hace que Angie se tope con Ojeda.
Ojeda ¡Angie!
Angie Perdoname. No sé qué me pasa.
Ojeda ¿Te sentís bien?
Angie Sí.
Silencio.
Rina (A Max.) ¿Y?
Max Nada.
4D Óptico 57
de Javier Daulte

Rina (A Róber.) Estimulala.


Róber le masajea un pezón a Paulina. Angie se excita.
Angie Me siento un poco... Ojeda, vení.
Ojeda No, Angie.
Angie No sé qué me pasa.
Rina ¿Y?
Max No sé. Dice que no sabe qué le pasa.
Rina Más, más.
Róber masajea el otro pezón de Paulina. Angie se excita más.
Angie Ojeda.
Ojeda Angie, por favor. Yo... quiero mucho a Celina, ya sabés. No puedo...
Angie Perdoname.
Ojeda Siempre me gustaste, Angie; quiero decir, sos muy hermosa... pero... Me estás
confundiendo, Angie.
Max Dice que lo está confundiendo.
Róber ¿Eso es bueno o malo?
Rina Es bueno, es bueno.
Róber ¿Cómo sabés?
Rina Lo sé. Vamos. Que lo bese. Que lo bese.
Róber ¿Ahora?
Rina Sí, ahora es el momento.
Hacen que Angie se acerque nuevamente a Ojeda. Pero éste la detiene.
Ojeda Esperá.
Max Esperen.
Angie ¿Qué pasa?
Rina (A Max.) ¿Qué pasa?
Ojeda ¿No sentís algo?
Max ¿No sentís algo?
Angie ¿Qué?
Rina (A Max.) ¿Qué?
Max No, que Ojeda dice que siente algo.
Rina Ah.
Ojeda Como si... Como si hubiese algo.
Angie ¿Algo como qué?
Ojeda No sé. Algo. Como si no estuviésemos solos.
Angie ¿Querés decir que alguien nos espía?
Ojeda No. No sé.
Max Dice que siente que hay más gente en la habitación.
Ojeda Vení.
Toma a Angie de la mano y va hasta una de las puertas. La abre. Está allí la bámbola. Se
sobresalta y cierra la puerta de un golpe.
Ojeda ¡Mierda! (Intenta tranquilizarse.) Es la bámbola. (Pausa.) Estoy muy nervioso.
¿Creés que todo va a ir bien?
Angie No es momento para dudas, Ojeda. Gina está por llegar.
Ojeda Preferiría no conocerla ¿sabés? Es muy raro. Todo es muy raro. Vamos a asesinar a
Gina. ¿Por qué lo vamos a hacer? Por un poco de plata. Hay que vivir. Hay que vivir. Suena
gracioso. Dicho acá y ahora, suena gracioso.
4D Óptico 58
de Javier Daulte

Rina ¿Qué pasa?


Max Dice que es gracioso.
Rina ¿Qué cosa?
Max No sé. No se entiende. Estos auriculares no funcionan muy bien.
Róber Habrá hecho un chiste. A ver. Dejame a mí. (Max le pasa los auriculares a Róber.)
Ojeda ¿Qué pensás de mí, Angie? ¿Creés como Celina que soy un....?
Angie (Le tapa suavemente la boca con los dedos.) Ojeda. Basta.
Ojeda Perdoname. No sé muy bien qué quiero decir.
Se miran en silencio.
Max ¿Qué pasa?
Róber Sh. No sé. Oigo sus respiraciones nada más.
Rina (Ausculta a Angie.) Aumentan las pulsaciones. (Ojeda y Angie se besan. El beso se
vuelve pasional.) Siguen acelerándose.
Ojeda se separa abruptamente de Angie.
Ojeda ¡Mierda!
Angie ¿Qué pasa?
Ojeda ¿No sentiste?
Angie ¿Qué?
Ojeda Acá hay algo. Acá hay algo. Vení, vení; vámonos de acá.
Róber Le dice que se vayan.
Rina Vamos entonces. Quedan diez minutos hasta que pase el efecto del protocolo.
Salen Ojeda y Angie, seguidos de Rina, Max y Róber. Ingresa Celina. Notamos que lo ha
escuchado todo. Por otra puerta ingresa Esther.
Celina Esther. ¿Cómo te sentís?
Esther Horrible. ¿No sentís vos también extraña la energía de este lugar? A vos no se te ve
bien.
Celina No estoy bien.
Esther Te advierto que no soy muy buena escuchando melodramas ajenos.
Celina Quería pedirte disculpas por lo de ayer.
Esther Está bien.
Celina Esther. ¿Qué pensás de mí?
Esther No hay mucho que pensar. No parecés muy feliz que digamos. Supongo que Ojeda
te hace sufrir. No hay que ser un genio para darse cuenta. (Se acerca a Celina.) Ay,
perdoname. ¿Estás tratando que nos hagamos amigas? No pierdas el tiempo. No tenemos
nada en común vos y yo. Debés sentirte demasiado sola y desgraciada para apelar a mí.
(Breve pausa.) Perdoná ¿qué creías que sería esto? ¿que por estar un par de días en la
Mansión Urkel te ibas a convertir en Baronesa o algo por el estilo? Esto es una mierda.
Pero hay que trabajar. Mucamas, choferes, asesinos, somos todos lo mismo. Esto no es la
gran intriga palaciega, sólo mierda de criados. En cuanto todo termine me voy. Yo lo hago
sólo por la plata. Vos no. Vos lo hacés por él. Te compadezco.
Ingresa Mariana.
Mariana ¿Lo vieron a Ojeda?
Celina ¿Para qué lo necesitás?
Mariana ¿Lo vieron?
Celina No.
Senillosa y Sordo ingresan conversando.
Mariana (A Senillosa y Sordo.) ¿Ojeda?
4D Óptico 59
de Javier Daulte

Senillosa Ni idea. ¿No estaba acá?


Mariana No, no está. (A Celina.) Celina, vení conmigo. (A los otros.) Tampoco puedo
encontrar a Angie por ningún lado. Si la ven que por favor vaya preparando el bouquet.
Llegó Gina.
Celina y Mariana salen. Sordo se acerca a Esther. Pero esta lo rechaza con un gesto.
Esther Ay, no, no, hombre.
Sordo se queda mirando por donde salió Esther.
Senillosa ¿Qué tal?
Sordo ¿Con Esther? Cogemos de puta madre.
Senillosa ¿La amás?
Sordo (Ríe.) ¿Por qué preguntás?
Senillosa Por nada.
Sordo ¿Pasó algo?
Senillosa No.
Sordo Con Angie, digo.
Senillosa Ya sé. No. Y prefiero no hablar del asunto.
Sordo ¿Pero le dijiste algo?
Senillosa Voy a limpiar el arma. (Se dispone a salir.)
Sordo ¿Sabés qué? Hay que dar un salto. No es paulatino.
Senillosa Sí.
Sordo Senillosa.
Senillosa ¿Qué?
Sordo ¿Me oís? No es paulatino. Hay que dar un salto. Si no no va a pasar. No sabes de
qué hablo.
Senillosa Hablás de mi relación con Angie. Ya sé.
Sordo Pero creés que estoy diciendo cualquier cosa y que no se te aplica ¿verdad?
Senillosa Puede ser.
Sordo ¿Sos una persona?
Senillosa ¿Pero qué te pasa?
Sordo Sos una persona, Senillosa. No sólo un asesino.
Senillosa Sí.
Sordo ¿Estás bien?
Senillosa ¿Por qué preguntás?
Sordo Te tiemblan las manos. Acordate que es un solo disparo.
Senillosa Ya vuelvo. (Sale.)
Ojeda (Ingresando. Va acomodándose la ropa.) ¿Qué hacés acá?
Sordo Gina llegó.
Ojeda Ya sé. Y no hay nadie en su lugar.
Sordo Sí. Ni siquiera vos.
Ojeda ¿Senillosa?
Sordo Fue a limpiar el arma.
Ojeda ¿No querés decirlo más fuerte así lo escuchan los jardineros en el parque también?
Angie, trayendo un sofisticado bouquet floral, ingresa seguida de Max y Rina. Aún está en
batín y conectada al aparato que lleva Rina y a los auriculares que lleva Max.
Sordo (A Angie.) Mariana te estaba buscando. Dijo que te hiciera acordar no sé qué de un
bucle.
Angie Bouquet.
4D Óptico 60
de Javier Daulte

Sordo ¿Cuándo vamos a tener nuestra guita?


Ojeda ¿Pero qué pasa con todos ustedes? ¿Qué creen que soy? ¿Un puto tesorero?
Angie Ojeda.
Ojeda ¿Qué?
Sordo No sos el único que está nervioso.
Ojeda Andrade va a pagar cuando el trabajo se haya hecho. Todos vamos a tener nuestra
plata para entonces.
Sordo De acuerdo.
Celina (Entrando junto a Esther.) Ya está acá.
Ojeda Vamos. Andá, Sordo. Todos a sus posiciones.
Todos se acomodan para recibir a Gina.
Rina (Por el aparato que lleva conectado a Angie.) Se está terminando el tiempo. Hay que
desconectarla, Max.
Max No, no. Esperá.
Rina Es que estamos en... (Haciendo el conteo.) dieciséis... quince... catorce...
Mientras tanto Ojeda, Angie, Celina y Esther miran hacia la puerta. El momento se
demora. Pero la puerta que todos observan expectantes no se abre. En cambio se abre
otra, que está por detrás de ellos. Ingresa Gina tímidamente. Nadie nota su presencia. Es
una muchacha joven, menuda y tímida. Viste informalmente una falda sencilla, lleva un
bolso y coletas en el cabello.
Gina Perdón.
Rina Trece...
Gina ¿El señor Ojeda?
Todos se vuelven. Ven a la muchachita. Silencio.
Rina Doce...
Ojeda ¿Gina?
Rina On...
Max ¡Sh!
Gina Sí. Hola a todos. (Angie, Celina y Esther la saludan con un gesto.) Eh... (Muestra un
papel que lleva en la mano.) Acabo de recibir un anónimo. Dice que hay un complot para
asesinarme durante el recital. (Angie, Celina, Esther y Ojeda murmuran.) Esperen. Si
llaman a la policía reforzarán el operativo de seguridad y me obligarían a cantar. Vamos a
hacer lo siguiente. Les pido que hagan como si no les hubiese dicho nada. Así todo seguirá
su curso como si nada sucediese y a último momento el concierto se cancelará. (Sale con
Ojeda.)
Rina (Terminando el conteo.) Uno... ¡Cero! (Desconectan a Angie, que empieza a
convulsionar. Rina la sostiene.)
Max Justo.
Rina (Hacia fuera.) ¡Róber!
Esther ¡Mierda! Mi trabajo ya está hecho. Espero que Ojeda no tenga el mal gusto de no
pagar.
Ingresa Róber; ayuda a Rina a sostener a Paulina.
Rina Llevatela y hacele el chequeo de rutina.
Róber (Que empieza a llevarse a Paulina.) ¿Está bien?
Rina Creo que sí.
Esther Me pregunto quién pudo enviar ese anónimo. (A Angie que “sale”.) ¿Adónde vas?
¡Angie! (Sale tras ella. Celina permanece en el lugar un momento. Luego sale.)
4D Óptico 61
de Javier Daulte

Rina (Hacia donde salió Róber.) ¡Róber! Deciles a los otros que ya pueden venir.
Max Creo que lo tenemos.
Rina ¿Vos creés?
Max (Poniendo a punto la grabación que acaban de registrar.) Vení. Escuchemos. Me
parece que es por acá. Vamos a ver.
Ingresan Mónica, Alma y Julia.
Alma ¿Cómo fue?
Max Creo que bien. Vamos a ver. Hice una selección de un par de momentos clave.
Escuchemos. (Acciona el play. Ingresa Ojeda. Se coloca en la posición del momento que
viene. Aparece Angie.)
Angie (Muestra la gargantilla.) Acá la tenés. (Se la entrega a Ojeda.) ¿Qué tal el ensayo?
Ojeda Perfecto. (Silencio.) ¿Necesitás algo?
Silencio.
Angie No.
Silencio.
Ojeda ¿Eh?
Alma ¿Y?
Angie, como cuando viéramos esta escena Max Esperen. Hicimos que Angie seduzca a
intervenida por Max, Rina y Róber avanza Ojeda para desestabilizarlo emocionalmente.
hacia la izquierda y choca contra una mesa. Rina Fue muy sutil.
Ojeda mira sorprendido. Angie retrocede un Julia ¿Pero qué pasa ahora?
paso y da contra otra mesa. Angie da dos Mónica (Por las manchas en la pantalla de
pasos hacia Ojeda. Se detiene. Comienza a proyecciones.) Es como si estuvieran
girar en el lugar. Se detiene. Avanza hacia bailando.
Ojeda y choca con él. Max No. No creo. No había música.
Ojeda ¡Angie!
Max Ahora.
Angie Perdoname. No sé qué me pasa.
Max ¿Oyen? Empiezan a sentirse confundidos.
Ojeda ¿Te sentís bien?
Angie Sí. (Se excita.) Me siento un poco... Ojeda, vení.
Ojeda No, Angie.
Angie No sé qué me pasa. (Silencio. Angie está cada vez más excitada.) Ojeda.
Ojeda Angie, por favor. Yo... quiero mucho a Celina, ya sabés. No puedo...
Mónica Muy bien, muy bien.
Angie Perdoname.
Ojeda Siempre me gustaste, Angie; quiero decir, sos muy hermosa... pero... Me estás
confundiendo, Angie.
Julia Oh.
Silencio. Angie avanza hacia Ojeda.
Ojeda Esperá.
Angie ¿Qué pasa?
Ojeda ¿No sentís algo?
Angie ¿Qué?
Silencio.
Ojeda Como si... Como si hubiese algo.
Angie ¿Algo como qué?
4D Óptico 62
de Javier Daulte

Ojeda No sé. Algo. Como si no estuviésemos solos.


Angie ¿Querés decir que alguien nos espía?
Ojeda No. No sé.
Silencio. Toma a Angie de la mano y va hasta una de las puertas. La abre. Está allí Róber
que ingresa.
Róber ¡Móni...!
Ojeda se sobresalta y cierra la puerta.
Todos ¡Sh!
Ojeda Es la bámbola. (Pausa.)
Róber (Bajando la voz.) Perdón.
Julia Ahí está otra vez lo de la bámbola esa.
Ojeda Estoy muy nervioso.
Rina Muy bien, Max.
Ojeda ¿Creés que todo irá bien?
Angie No es momento para dudas, Ojeda. Gina está por llegar.
Ojeda Preferiría no conocerla ¿sabés? Es Róber (En voz baja..) Paulina está bien.
muy raro. Todo es muy raro. Vamos a (Por Mónica.) Pero dice que quiere hablar
asesinar a Gina. ¿Por qué lo vamos a hacer? con vos.
Por un poco de plata. Hay que vivir. Hay que Se miran.
vivir. Suena gracioso. Dicho acá y ahora, Mónica Voy. (Sale.)
suena gracioso. (Silencio.) ¿Qué pensás de Róber ¿Por dónde va?
mí, Angie? ¿Creés como Celina que soy Rina Angie está seduciendo a Ojeda.
un....? Róber Ah. Ya.
Angie (Le tapa suavemente la boca con los dedos.) Ojeda. Basta.
Ojeda Perdoname. No sé muy bien qué quiero decir.
Se miran en silencio. Se besan. De pronto Ojeda se separa abruptamente de Angie.
Ojeda ¡Mierda!
Angie ¿Qué pasa?
Ojeda ¿No sentiste?
Angie ¿Qué?
Ojeda Acá hay algo. Acá hay algo. Vení, vení; vámonos de acá. (Angie y Ojeda salen.)
Max detiene la grabación. Todos se lanzan a opinar.
Róber Claro, Angie lo hace dudar a Ojeda...
Rina No, se ENAMORA de Ojeda.
Alma No, Ojeda se enamora DE ELLA.
Julia Le gusta que no es lo mismo.
Rina Estaba excitada. El ritmo cardíaco crecía...
Róber Hablás como si fuera fisiológico.
Rina Es que es fisiológico.
Alma Psicofisiológico.
Julia Emocionalmente es un caso…
Max Esperen, esperen, que todavía falta la parte más importante que es cuando llega Gina.
Julia ¿Gina llegó?
Max (Trabaja en la computadora.) Sí. Estoy intentando aislar a Gina y a Ojeda para que
oigamos más nítidamente... (Cliquea.) Ya está. Atención. (Vuelve a accionar play.)
Ingresan Ojeda y Gina.
Gina ... ierto se cancelará.
4D Óptico 63
de Javier Daulte

Gina y Ojeda salen. Los otros miran a Max sin comprender.


Max Ay, no. Me parece que me pasé un poco. (Hace retroceder la grabación un poco.)
Ahora. (Acciona play.)
Vuelven a ingresar Gina y Ojeda.
Gina Perdón. ¿El señor Ojeda?
Ojeda se vuelve.
Ojeda ¿Gina?
Gina Sí. Hola a todos. (Pausa.) Eh... (Muestra el anónimo.) Acabo de recibir un anónimo.
Dice que hay un complot para asesinarme durante el recital. (Ojeda murmura.) Esperen. Si
llaman a la policía reforzarán el operativo de seguridad y me obligarían a cantar. Vamos a
hacer lo siguiente. Les pido que hagan como si no les hubiese dicho nada. Así todo seguirá
su curso como si nada sucediese y a último momento el concierto se cancelará.
Max detiene la grabación. Gina y Ojeda congelan.
Max ¿Qué dicen?
Celina Uff.
Alma Dejame escuchar una vez más esto último.
Max ¿Todo?
Alma No, esto último nada más. Lo de Gina.
Max Te hago un loop. (Max vuelve a poner la grabación.) Ahí.
Gina ... Vamos a hacer lo siguiente. Les pido que hagan como si no les hubiese dicho nada.
Así todo seguirá su curso como si nada sucediese y a último momento el concierto se
cancelará… (sin pausa alguna, repite en loop.) … Vamos a hacer lo siguiente. Les pido que
hagan como si no les hubiese dicho nada. Así todo seguirá su curso como si nada sucediese
y a último momento el concierto se cancelará… (Loop.)
... Vamos a hacer lo siguiente. Les pido que Max (Señalando en las Curvas de Giraux.)
hagan como si no les hubiese dicho nada. Si el recital se cancela ya no hay necesidad
Así todo seguirá su curso como si nada de asesinar a Gina.
sucediese y a último momento el concierto Rina El plan de Ojeda fracasó.
se cancelará. (Loop.) ... Vamos a hacer lo Max (Mostrando en las curvas.) Lo que
siguiente. Les pido que hagan como si no les deduzco es que el anónimo que recibió Gina
hubiese dicho nada. Así todo seguirá su lo envió Celina, quien movida por los celos
curso como si nada sucediese y a último por lo de Angie, se decidió a traicionar a
momento el concierto se cancelará. (Loop.) Ojeda.
... Vamos a hacer lo siguiente. Les pido que Róber (Acercándose al pizarrón.) Mónica
hagan como si no les hubiese dicho nada. tenía razón. La relación Ojeda / Celina era el
Así todo seguirá su curso como si nada punto débil del mapa desiderativo de la
sucediese y a último momento el concierto Mansión.
se cancelará. (Loop.) ... Vamos a hacer lo Silencio. Se miran. Aún no pueden creer que
siguiente. Les pido que hagan como si no les han tenido éxito. Alguno atina quizá a batir
hubiese dicho nada. Así todo seguirá su palmas.
curso como si nada sucediese y a último Max Bueno, creo que nos merecemos un
momento el concierto se cancelará. (Loop.) festejo. No todos los días se salva el
Vamos a hacer lo siguiente. Les pido que Universo ¿no les parece?
hagan como si no les hubiese dicho nada. Los demás sonríen. Max detiene la
Así todo seguirá su curso como si nada grabación.
sucediese y a último momento el concierto Julia (A Rina.) Vení. Vamos a darles la
se cancelará. (Gina y Ojeda salen.) buena noticia a Mónica y a Paulina.
4D Óptico 64
de Javier Daulte

Julia y Rina comienzan a salir.


Julia Pobre Celina. Me pregunto qué pasaría si Ojeda descubriese que fue ella quien lo
traicionó.
Rina No sé, pero te aseguro que no te gustaría estar en su lugar.
Salen divertidas. Han quedado Max, Róber y Alma.
Alma Te felicito, Max.
Max Fue un trabajo de equipo. Yo los felicito a ustedes.
Alma Eh... Respecto de todo lo que apareció con las Curvas de Giraux...
Max No hablemos de eso. Voy a buscar algo para que podamos brindar.
Róber Decile a Andy que venga también.
Max ¿Dónde está?
Alma Lo mandé a juntar hojas al jardín. Supongo que debe estar ahí.
Róber Le encanta usar ese traje. Dice que se siente como un astronauta.
Max sale. Al hacerlo se cruza con Ojeda y Celina que entran. Ojeda cierra la puerta.
Silencio.
Ojeda (Enarbola el anónimo que recibiera Alma ¿Y ahora qué?
Gina.) ¿Por qué, Celina?
Celina sale tras un silencio. Ojeda sale tras Róber Bueno. Tenemos que plantear la
ella. hipótesis científica de la R.A., redactar una
sesuda demostración, cuidarnos de que no
nos la refuten y acostumbrarnos a ser
famosos.
Alma No. Te pregunto por Julia.
Róber Ah. Sí. (Piensa.) No sé. ¿Vos qué
pensás?
Alma Que no hay que pensarlo tanto.
Róber Lo mismo me dice Max siempre.
Alma ¿Y bueno?
Róber ¿Y bueno qué?
Alma ¿Qué esperás?
Róber ¿Qué querés decir? ¿Que hable con
Celina vuelve a ingresar violentamente ella ahora?
empujada por Ojeda. Alma Sin pensarlo.
Ojeda ¡¿Por qué?!
Celina ¿No lo sabés?
Ojeda No era la manera.
Celina ¿Ah no? ¿Y cuál era entonces?
Róber Ahora vengo.
Ojeda Quiero decir que si me tenías que Sale.
castigar a mí, los demás no tenían por qué Alma permanece sola un momento.
cargar también con las consecuencias.
Celina Vamos, Ojeda. ¿Esperás que crea que
los demás te importan algo, aparte de Angie
por supuesto?
Ojeda Me conocés muy poco.
Celina Sí, de eso estoy segura.
Ojeda Este es mi trabajo. Es lo único que sé
4D Óptico 65
de Javier Daulte

hacer. ¿Tenés idea de las consecuencias que


tiene esto para mí? Tengo una carrera
aunque te cueste creerlo. ¿Quién va a dar la
cara ante Andrade? ¿Vos? (Celina le da una
cachetada. Silencio.) Si me quisieras de
verdad me habrías dado una oportunidad.
Celina va a salir, pero se detiene. Luego ingresa Mónica. Se miran.
Celina Lo único que te interesa es salvar tu
culo. No esto. Esther tiene razón. No había
que ser muy inteligente para darse cuenta de
que me usaste.
Ojeda No es cierto.
Celina Supongo que Angie no será tan tonta
como yo. (Va a salir.)
Ojeda ¡Celina! (Celina se detiene.)
Mónica Alma.
Dame otra oportunidad.
Mónica Creo que te debo una disculpa.
Alma Y yo a vos. ¿Amigas?
Mónica Amigas.
Silencio. Ingresan Senillosa y Angie.
Alma Vení. Vamos a ver cómo está Paulina
y a celebrar.
Ojeda Escuchen. Tenemos que convencer a Salen juntas.
Gina de que está fuera de peligro y...
Senillosa ¿Ah sí? ¿Y cuánto nos vas a pagar
por eso?
Ojeda ¿Podés dejarte de joder con la guita?
Además vos ya tenés los dos mil que te di de
adelanto.
Senillosa Sí, dos mil que no encuentro por
ninguna parte. ¿No me los habrás robado vos
de casualidad?
Ojeda Senillosa; estamos juntos en esto. Si
Andrade no paga estamos todos cagados. Por
igual.
Senillosa ¿Es que no te das cuenta?
Fracasaste, Ojeda. Y eso te hace estar en
deuda con todos nosotros. (Sale.)
Ojeda (Saliendo tras él) ¡Senillosa!
¡Senillosa, vení acá!
Senillosa (Off.) Dejame.
Ojeda (Off.) ¡Somos un equipo! ¡Todavía
somos un equipo!
Sale tras Ojeda. Por otra puerta entra
Esther con una maleta, seguida por el
Sordo.
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de Javier Daulte

Sordo Esther, escuchame. Ingresan Max, Rina y Julia. Max trae un par
Esther ¿Es que no vas a dejarme tranquila? de botellas de champagne.
Max Y copas.
Rina No sé dónde puede haber. Ah, ya sé.
Sí. Donde guardamos las ópticas. Al lado
hay un armario pequeño donde hay unos
catéteres. Me parece haber visto ahí una caja
con unas de plástico.
Max Perfecto.
Esther Despedime de los demás. Max sale. Es como que las mujeres estaban
Angie ¿Te vas? esperando a quedarse solas.
Esther Por supuesto. Esta casa está maldita.
No es extraño que hayamos fracasado. El
resentimiento de los Urkel ronda por todas
partes.
Sordo Al menos dejame llevarte hasta la
estación.
Esther Prefiero caminar. (Sale.)
Sordo ¡Esther!
Sale tras ella. Rina ¿Róber se te declaró?
Julia Sí.
Rina ¿Pero cuándo fue?
Julia Ahora mismo. Hace un momento.
Rina ¿Pero y qué te dijo?
Julia (Con excitación y nervios.) Que él
siempre me había querido, que yo era la
mujer de su vida, qué sé yo, cosas...
Rina ¿Y vos?
Julia Salí corriendo.
Rina ¿De verdad?
Julia Rina, Rina; ¿te puedo pedir un favor?
Rina ¿Qué?
Julia No se lo cuentes a nadie.
Rina ¿Por qué?
Julia No, no, en serio. Es que me da mucha
vergüenza... Además si después no es…
Entra Alma.
Alma (A Julia.) Felicitaciones, linda.
Julia ¿Pero qué es esto? ¿Ya lo sabe todo el
mundo?
Alma Lo publican el jueves próximo en el
Por otra puerta vuelven a entrar Senillosa Muy Interesante. (Ríen.) Te lo merecés,
seguido de Ojeda. Julia. (Se abrazan.)
Ojeda Te juro que todo va a salir bien.
Todavía tenemos la gargantilla de Gina.
Angie Esther se fue. Y supongo que con la
gargantilla.
4D Óptico 67
de Javier Daulte

Ojeda ¿Adónde?
Angie ¿Es que eso interesa tanto ahora?
Ojeda Angie, Senillosa. Mantengámonos
calmados. Ahora más que nunca.
Angie Voy a hacer la valija. (Empieza a
salir.)
Ojeda ¡Angie! (Pero Angie sale. Silencio.) Ingresa Róber.
Róber ¿Pero qué es todo este cotorreo?
¡Mierda, mierda, mierda!
Rina Me voy a ayudar a Max a encontrar las
copas. (Sale.)
Alma Yo también. (Sale.)
Senillosa Si querés seguir con esto, hacélo Róber y Julia quedan solos. Se miran. La
vos mismo. (Saca la pistola y la deja sobre sonrisa se desvanece en sus rostros. Julia
la mesa. Por el lugar.) Hay algo que no está asiente levemente con la cabeza.
bien acá.
Ojeda permanece solo un momento. Ingresa Julia Vamos. Que no nos dejarán en paz.
Mariana. Comienza a quitar los manteles de Sale con Róber.
las mesas.
Ojeda ¿Qué hacés?
Mariana ¿Qué te parece? Se terminó la
fiesta. ¿O es que se te ofrece algo más?
Deberías estar haciendo la valija ahora
mismo vos también. No entiendo cómo pude
confiar en ustedes. Desde el primer instante
supe que no eran de fiar. (Ojeda intenta
intervenir.) Silencio. Esta es mi casa, por si
no te enteraste. Ustedes son unos farsantes y
de muy poca monta. ¿Querían asesinarla?
Bueno, lo hubieran hecho. Lo hubieran
hecho. Pero ni para eso sirven. La Mansión
Urkel es mi territorio. Les dejé creer que
estaban en su propia casa. Quería un poco de
publicidad. ¿Es mucho pedir? Poco me
importa lo que pase acá. Pero esta patética
situación, no. Quiero un poco de clase, la
que se merece la Mansión para su
decadencia. Les seguí el juego porque creí
que tendría algo de gracia. ¿O pensaban que
estaba de verdad entusiasmada por un
concierto pop de dudosa calidad? Pero un
asesinato no estaba mal. No estaba nada mal.
Pero lo echaron a perder. Y ahora andate.
Quiero estar sola. ¡Que te vayas!
Ojeda sale. Mariana queda sola. Advierte el Entran Alma, Julia, Róber y Max. Todos
arma que dejara Senillosa sobre la mesa. Se llevan copas con champagne. Entra Paulina.
acerca a ella. La aplauden.
4D Óptico 68
de Javier Daulte

Todos ¡Bravo, Pauli!


Paulina ¿Fue bien?
Alma Muy bien.
Róber Estamos salvados.
Julia Somos los mejores.
Paulina sonríe.
Róber ¿Te sentís bien?
Paulina Sí. Es un poco raro haber estado
ahí. Estaban todos tan vivos. (Suena
música.)
¿Y eso?
Max ¿Eso qué?
Paulina Una música. ¿No oyen?
Max No. (Silencio. De pronto ríen todos.)
No, mujer, es una broma. Sí que la oímos, no
Ingresa Gina. te preocupes. Mónica y Rina se las
ingeniaron para poner un poco de música.
Vamos. (Salen todos.)
Gina Mariana. Perdón. Yo...
Mariana No te preocupes.
Gina ¿Los demás?
Mariana Haciendo las valijas, supongo. Sé
lo del anónimo.
Gina Ya me comuniqué con el pianista y le
dije que no viniera. Se alegró. No nos
llevamos muy bien. Sé que te tomaste
muchas molestias para nada. Gracias.
Mariana ¿Estás triste?
Gina Me hace sentir muy rara pensar que alguien quiera matarme. ¿Por qué lo harían? Por
lo demás, lo prefiero así. No me gusta cantar. Cuando yo era chica mi madre obligó a
Andrade a firmar un contrato absurdo. Eran amantes y Andrade no sabía negarle nada a
ella. Estoy obligada a cantar las canciones que ella cantaba, cosa que detesto y Andrade
está obligado a obligarme a cantarlas. Soy muy desgraciada.
Mariana Estamos iguales.
Gina ¿Cómo?
Mariana Las dos estamos obligadas a vivir algo que no nos pertenece. (Canta Harta de ti.)
“Es dura la realidad
me dices que no aguantas este sufrimiento.
... Lo lamento.”
Las canciones cobran sentido en los momentos más inesperados ¿no creés?
Gina No entiendo.
Mariana No importa. (Se vuelve. Encuentra el arma que dejara hace unos momentos
Senillosa. La agarra.) Lo lamento tanto, Gina. Pero es mi última oportunidad para que esto
vuelva a tener algo de... (No encuentra la palabra.)
Gina (Observando sin comprender el arma que tiene Mariana entre sus manos.) ¿Te sentís
bien?
Mariana No. (Le apunta con la pistola.)
4D Óptico 69
de Javier Daulte

Gina Mariana.
Mariana Lo iban a hacer de todos modos.
Gina No, Mariana.
Gina intenta huir, pero Mariana dispara. El disparo alcanza a Gina, que cae muerta. Un
agujero se abre en la pared. Mariana deja la pistola sobre la mesa y sale. Silencio. De
pronto se oyen corridas y voces que vienen de fuera. “¿Qué fue eso?” “Por acá.” “El
salón escarlata.” Ingresan Ojeda, Sordo, Angie, Celina y Senillosa.
Celina ¡Gina!
Angie ¿Pero quién fue?
Sordo (Tomando el arma de encima de la mesa, a Senillosa.) Es la tuya.
Todos lo miran.
Senillosa Yo no fui.
Mariana (Ingresando con un inalámbrico en la mano.) Acabo de llamar a la policía. Están
viniendo para acá. Sin quieren evitarlos, los invito a irse sin demora.
Todos se miran.
Ojeda Vamos.
Salen todos. Pero ya fuera, Sordo advierte el agujero que se produjo en la pared y se
detiene ante él.
Sordo (Off.) Senillosa.
Senillosa (Off.) ¿Qué pasa?
Sordo (Off.) ¿Y este agujero?
Senillosa (Off.) ¿Qué agujero?
Sordo (Off.) Este.
Senillosa (Off.) No sé.
Sordo (Off.) Mirá.
Se agacha y mira al otro lado (que es la escena). Ve un lugar completamente nuevo para
él: el laboratorio. Pasa de este lado.
Sordo ¿Pero qué es esto?
Senillosa (Off.) Vamos, Sordo. No nos podemos quedar acá. (Pero se asoma y queda
pasmado ante lo que ve.) ¿Qué es esto?
Sordo Es un laboratorio.
Ingresa. Se agacha y mira hacia el otro lado. Ninguno de los dos comprende nada.
Comienza a caminar por el lugar.
Senillosa Vámonos, Sordo.
Sordo Ya voy. No te preocupes. Ya voy.
Senillosa Dos minutos. Estamos en el coche.
Sordo Ya voy.
Senillosa se aleja. Sordo está como hipnotizado por el lugar. Cuando se vuelve hacia
donde está el pizarrón descubre las Curvas de Giraux donde está, entre otras muchas
cosas, apuntado su nombre. Su desconcierto no puede ser mayor. De pronto ingresa por el
fondo Andy tal como apareciera detrás de Max en la primera escena. Sordo se vuelve y lo
ve. Ambos quedan inmóviles. Andy se acerca con la máquina de cortar el césped. Sordo se
pone muy nervioso.
Sordo No te acerques.
Andy ¿Qué?
4D Óptico 70
de Javier Daulte

Sordo ¡Alejate! ¡Alejate o disparo!


Andy ¡¡¿Qué?!!
Sordo, sintiéndose amenazado dispara repetidas veces. Andy cae muerto. El agujero en la
pared se cierra de golpe. Sordo mira hacia allí. Va hasta donde estaba el agujero, pero ya
no hay modo de pasar. Abre las puertas. Pero no conducen ya a ningún otro lugar más que
al laboratorio.
Sordo ¿Dónde estoy? ¿Dónde estoy? ¿Dónde estoy?
Sale por una de las puertas. Se oye la voz de Sordo en off.
Sordo (Off.) ¡Senillosa! ¡Ojeda! ¡¡Ojeda!!
Van entrando todos. Max, Paulina, Mónica, Julia, Alma, Rina.
Mónica ¡Andy! ¡Andy!
Julia Dios mío. Está muerto. Está muerto...
Paulina ¡No!
Ingresa Róber. Ve el cadáver de Andy. Todos lo miran.
Oscuro.

Epílogo
Laboratorios Roosenvart. Sordo está sentado en una silla. Tiene todo el aspecto de un
autista. Paulina le da de comer una papilla con una cuchara.
Paulina A ver, a ver... Una cucharada para Rina. (Pero Sordo no come.) ¿Para Paulina?
(Sordo no come.) ¿Una cucharada para Róber? (Sordo come.)
Rina Muy bien.
Paulina Muy bien. Muy bien, Sordo. Ahora viene Róber. Ahora viene. Si te comés la papa
viene; si no te comés la papa, no va a venir. (Sordo come.) Muy bien.
Rina Es notable el cariño que le tomó.
Paulina ¿A Róber? Muchísimo.
Rina Y Róber a él. Además los veo bastante parecidos.
Paulina ¿A él y Róber?
Rina ¿No te parece?
Paulina No. Bueno, un poco puede ser. ¿Creés que va a volver a hablar?
Rina Quién sabe. Imaginate que sin previo aviso tu realidad desaparece como por arte de
magia y no hay ninguna posibilidad de volver a ella.
Paulina Lo oí llamando a Esther en sueños.
Rina Ay, pobrecito. Es lógico ¿no? Para él nosotros debemos ser un sueño.
Paulina A ver si entendí bien. Entonces... el agujero se abrió cuando mataron a Gina y se
volvió a cerrar con la muerte de Andy.
Rina Según parece sí. Es la única explicación posible.
Paulina Pobre Andy.
Rina Sí, pobre.
Ingresan Alma, Julia, Mónica y Max. Estos dos últimos, vestidos de viaje. Vienen
conversando animadamente.
Paulina (Ofreciéndole más papilla a Sordo.) ¿Una para todos? (Pero Sordo no come.)
Alma Buenas noticias. Mónica acaba de hablar con Juan Segundo en la Fundación y nos
aumentan el presupuesto para trabajar sobre las R.A en un... (Suspense. Muestra con los
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de Javier Daulte

dedos. Primero uno. Luego dos. Finalmente tres. Nadie puede creerlo.) ¡Sí! ¡Un CERO
COMA CERO TRES POR CIENTO!
Rina ¿De verdad?
Alma Sí.
Aplausos y chiflatina. Mónica hace la V de la victoria.
Julia ¡Por Mónica!
Todos aplauden.
Mónica ¡Por el presidente Juan Segundo!
Todos ¡Por el presidente!
Más aplausos y vivas.
Mónica Bueno. Es cierto también que Juan me debía un par de favores.
Max Moni...
Risas.
Alma ¿Y Róber?
Max Que venga ya este hombre que se nos va a hacer tarde.
Julia (Hacia fuera, por una de las puertas, llama..) ¡Róber, amor! ¡¿Podés venir?!
Alma (A Mónica y Max.) ¿Los llevo al aeropuerto?
Paulina ¿Puedo llevarlos yo... (se acerca a Max) ... a este guapo y a (por Mónica) esta roba
hombres? (Todos ríen.)
Mónica Paulina...
Alma (Entregándole las llaves de su coche.) Los dejás y volvés en seguida que tenemos
mucho trabajo que hacer.
Paulina (Hace la venia.) ¡Sí, señor!
Rina Que tengan una hermosa luna de miel.
Mónica ¿Luna de miel? No nos casamos todavía.
Rina Bueno. Pero cuando lo hagan no se olviden invitarnos.
Ingresa Róber.
Max Róber. Al fin, hombre. Pensé que no vendrías a decirnos adiós.
Róber Acá estoy. Acá estoy.
Julia Y cada día más hermoso. (Lo besa.)
Rina ¿Ya sabés lo de la Fundación?
Róber Una excelente noticia ¿cierto? Un cero coma cero tres por ciento.
Max Bueno, que nos vamos.
Julia A ver cuándo me llevás de viaje vos.
Róber Cuando me quede con dos mil euros de alguna Mansión Urkel nos vamos a ir donde
vos quieras.
Max ¿Qué insinuás? Esos dos mil euros aparecieron en el bolsillo de mi pantalón y nadie
hizo ningún reclamo. Ni siquiera el Sordo.
Róber (A Sordo.) ¡Sordo! ¿Cómo estás?
Todos lo miran. Sordo continúa impertérrito.
Max Hay que ver cómo se anima cuando te ve.
Róber (A Paulina.) ¿Comió?
Paulina Dos cucharadas de puré.
Róber (A Sordo.) ¡Muy bien! ¡Muy bien, Sordo!
Mónica Adiós Rina. Fue un placer conocerte.
4D Óptico 72
de Javier Daulte

Rina Lo mismo digo.


Max Róber.
Róber Max.
Se abrazan.
Alma Bueno. Vamos saliendo. Vamos saliendo, que los despedimos afuera.
Salen todos. Mónica y Max se retrasan un poco.
Max ¿Tenés todo?
Mónica Creo que sí.
Max Me siento muy feliz, Mónica.
Mónica Y yo SOY muy feliz, Max. (Se dan un dulce beso.) Bueno ¿vamos?
Max Mónica.
Mónica ¿Qué?
Max Hay una cosa que desde hace rato quiero preguntarte.
Mónica Decime.
Max Cuando nos conocimos en Bremen ¿te acordás?
Mónica Por supuesto. Eras el hombre más insoportable que había visto en toda mi vida.
Max Ese mismo día se celebró el Meeting en la Fundación. Y te vimos en el video que
Rina nos mostró del cocktail.
Mónica ¿Cuál es la pregunta?
Max Nada. Que cómo es posible que estuvieras en dos lugares al mismo tiempo.
Mónica Ah. Eso. (Pausa. Ríe.) Es un secreto. (Lo empuja para ir saliendo.) Vamos,
vamos. Fuera.
Max sale. Mónica va a cerrar la puerta, pero antes de hacerlo se queda observando el
lugar por un momento. Su sonrisa se desvanece. Finalmente cierra. En el lugar queda
Sordo solo, sin reacción, mirando hacia el frente.
Apagón.

Créditos
Mientras el público abandona la sala, en off suena la voz de Angie tal como la
escucháramos en la primera secuencia de la segunda parte.
Angie “Harta de ti, Gina.”
Se oye el tema Harta de ti2.
Gina canta.

Gina
Es dura la realidad
Me dices que no aguantas este sufrimiento
... lo lamento.
Yo nunca supe la verdad
Y lo que dicen de ti por ahí, lo lamento
Pero es cierto.

No voy a escuchar más tonterías


No tienes ni dignidad
Rompiste un amor a sangre fría

2
Tema Harta de ti. Música de Carles Torregrosa. Letra de Carles Torregrosa y Javier Daulte.
4D Óptico 73
de Javier Daulte

Y ahora yo, te trataré igual

Te amo, te idolatro, te necesito.


Harta de ti, harta de ti.
Tú quieres ser mi amigo, mi castigo.
Harta de ti.
No puedo amarte más.

Que te de una oportunidad


Que quieres verme aunque sea un momento
... no te entiendo.

Que tú me quieres de verdad


Que debo confiar en ti y no tener miedo.
Estás ciego.

No voy a escuchar más tonterías


No tienes ni dignidad
No habrá un adiós, no habrá despedidas
Ahora estoy yo harta de amar.

Te amo, te idolatro, te necesito.


Harta de ti, harta de ti.
Tú quieres ser mi amigo, mi castigo.
Harta de ti.
No puedo amarte más.

Te llamo y no estás
Yo vengo y tú vas, harta de ti...
Me quiero entregar
Me quiero escapar, voy a mentir...
Harta de ti.

Javier Daulte
Barcelona, 9 de Noviembre de 2003

Tacuarí 850 4° B (C1071AAR)


Ciudad Autónoma de Buenos Aires
REPÚBLICA ARGENTINA
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