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MANOS. CONSAGRADAS LA HISTORIA DE Ben CARSON Ben Carson AONE fS8S. a ancommen os anos consagradas Ben Carson Tilo del orginal: ited Hands. The Ben Carson Story, Review and Herald Publishing Associa, Hagerstown, WD, Estados Unidos, 1900. Diecién: Aldo D.Orego “Taduccién: Claudia Blah Disefio de intro: Veténica Leaniz Disefio dela apa: Rosana Blasco Lub de edisin argentina IMPRESO EN LA ARGENTINA - Printed in Argentina Primera ein ‘Undésmareimpresion ‘Mev — 204 Es propiedad, © 1980 Revow and Herald Publishing Associaton (© 2005 ACES. ‘Queda hecho el depésito que mara aay 11.723, ISBN 978-987-567-171-3 ‘aren, Ben ‘Maas ena: a istora de Ben Carson / Ben Carson / igi par ‘iD. Onaga "ed, 1! emp, Faia: Aseciain Casa Eto Suara, 2016, 256.21 x14. “eau poe Cau Bit son 976 907-c7-101-9 1 big | Ore, AD Bia, Claus, wad Th, coo 920 Se taminé de imprimi el 20 de mayo de 2016 en tare propos (Gra. Jest de San Marin 4555, B160400G Fla Oeste, Buenos Aes), Prohibda la reproouecn ftao pari de esta pubsicacitn (et, imagenes y dist), su ‘maniplacén informa y transmis ya sea electric, mecca, por otoconia u aos ‘medi, sn priso previo del ettr 4109188- PL. -109189-S 109160- STK \Dedicatoria Este libro esta dedicado a mi madre, SONYA CARSON, quien fundamentalmente sacrificé su vida pata garantizar que mi hermano y yo corrigramos con ventaja, Indice Capitulo 1 Capitulo 2 Capitulo 3 \Capitulo 4 “Adi6s, papa”. 9 Cémo llevé la carga... 16 Ocho afios de edad .... . 23 Dos factores positivos .. . 33 \Capitulo 5 Capitulo 6 Capitulo 7 Capitulo 8 \Capitulo 9 )Capitulo 10 Capitulo 11 El gran problema de un chico... 48 Un temperamento tettible nnn. 58 El triunfo del ROTC . . 66 Elecciones universitarias ... 8 Cambio de reglas . 88 Un paso setio . 101 Otro paso hacia adelante .. iNDICE (Capitulo 12 El verdadero rendimiento wavue 129 \Capitulo 13 ~~ Un afio especial . 143 Capitulo 14 "Una nifia llamada Maranda ..... 156 (Capitulo 15, Congoja .. . 166 \Capitulo 16 La pequefia Beth .. 180 (Capitulo 17 Tres nifios especiales sanianewnn 191 {Capitulo 18 Craig y Susan . . 201 Capitulo 19 La separacién de los gemelos .. 219 (Capitulo 20 El resto de la historia .. (Capitulo 21 Asuntos familiares .. 240 \Capitulo 22 Piensa en grande Introduccién | Por Candy Carson Ms sangret at El silencio de Ia sala de operaciones se interrumpié con la orden increfblemente calma. Los gemelos habjan recibido 50 unidades de sangre, jpero la hemorragia no habia cesado! ~Ya no hay més sangre del grupo especifico —fue la respues- ta. La utilizamos toda. Como resultado de este anuncio, estallé un pénico contenido en la sala, Se habfa agotado hasta el tiltimo litro de sangre tipo AB negativo* del banco de sangre del Hospital Hopkins. Sin em- bargo, los pacientes gemelos de 7 meses de edad, que desde su nacimiento estaban unidos en la parte posterior de sus cabezas, necesitaban mAs sangre o morifan sin siquiera tener una opor- tunidad de recuperarse. Esta era su tinica oportunidad, su tnica opci6n, para tener una vida normal. Su madre, Theresa Binder, habia buseado por todo el mundo de la medicina y s6lo hallé un equipo que estuviera dispuesto a siquieta intentar separar a sus gemelos_y preservar ambas vidas. Otros cirujanos le dijeron que no podria hacerse; que uno de los bebés tendria que ser sactificado. gPermitir que uno de sus preciosos bijos muriera? Theresa ni siquieta podia soportar pensar en eso. “1 gro sanguinea fv cambinda para mantener a privacidad 8 MANOS CONSAGRADAS Aunque estaban unidos por la cabeza, incluso a los siete meses de edad tenfan su propia personalidad: uno jugaba mientras el otto dormia 0 comfa. jNo, no podia hacet eso en absoluto! Después de meses de biisqueda descubrié al equipo del Johns Hopkins. Varios del equipo de 70 miembros comenzaron a ofrecerse para donar su propia sangre, al percibir la urgencia de la situa- cién. Las 17 horas de ardua, tediosa y meticulosa operacién en pacientes tan pequefios transcurrieron bien, y todos los detalles fueron tenidos en cuenta, Los bebés habian sido anestesiados con éxito después de algunas horas, un procedimiento complejo ya que compartian los vasos sanguineos. La preparaciGn para el bypass cardiovascular no les habfa llevado mucho mas tiempo de lo esperado (los cinco meses de planificacién y los numerosos ensayos generales valieron la pena). A los jovenes aunque expe- simentados aeurocirujanos tampoco les resulté particularmente dificil Hegar hasta el lugar de la unién de los gemelos. Peto, como resultado de los procedimientos del bypass cardiovascular, la san- gre perdié sus propiedades de coagulacién. Por consiguiente, todo lugar de la cabeza de los pequefios que podia sangrar, jsan- grabal Afortunadamente, en poco tiempo el banco de sangre de la ciudad pudo localizar la cantidad exacta de unidades de sangre «que se necesitaban para continuar la cirugia. Al usar todas las ha- bilidades, trucos y dispositivos conocidos en sus especialidades, los cirujanos pudieron detener la hemorragia en un par de horas. La operaci6r. continud. Finalmente, los cirujanos plisticos sutu- raron las iiltimas capas de piel para cerrar las heridas, y termind la operacién. jLos gemelos siameses (Patrick y Benjamin) estaban sepatados por primera vez en la vidal Elextenuado neutocirujano que habfa disefiado el plan de la operacién eta hijo de un gueto de las calles de Detroit. Capitulo 1 “ADIOS, PAPA” ~Y tu papé ya no vaa vivir més con nosotros. —ePor qué no? —volvi a preguntar, conteniendo las lagrimas, Simplemente no podia aceptar la extrafia finalidad de las palabras de mi madre-. ;Amo 2 mi papal —Hl también te ama, Bennie... pero tiene que irse. Para siem- pre. ~¢Peto por qué? No quiero que se vaya. Quiero que se quede aqui con nosotros. —Tiene que irse. ~2Yo hice algo para que él quiera dejarnos? —jOh, no, Bennie! Para nada. Tu padre te ama, Me largué a lorar. —Entonces haz que vuelva. —No puedo, Simplemente no puedo. Sus fuertes brazos me abrazaban fuertemente, tratando de confortarme, de ayudarme a dejar de lorar. Gradualmente mis sollozos cesaron, y me tranquilicé, Pero tan pronto como ella dejé de abrazarme y me solté, comencé otra vez con las pregun- tas. 10 MANOS CONSAGRADAS ~Tu papi... —mamé hizo una pausa, y, chico como era y todo, yo sabia que ella estaba tratando de encontrar las palabras apto- piadas pata hacerme entender lo que yo no queria aceptat. —Bennie, tu pap’ hizo algunas cosas malas. Cosas realmente malas. Me pasé la mano por los ojos. Puedes perdonarlo entonces. No dejes que se vaya. Es més que sdlo perdonatlo, Bennie... Pero yo quiero que esté aqui con Curtis, conmigo y conti- 20. Una vez mas mamé traté de hacerme entender por qué papa se habia ido, pero su explicacién no tenfa mucho sentido para mi alos 8 afios, Al mirar hacia atris, no sé cufinto de la explicacién de la partida de mi padse asimilé en mi razonamiento. Incluso Jo que entendi, querfa rechazarlo. Tenia el coraz6n roto porque mamA me dijo que papa nunca mas volverfa a casa. Y yo lo ama- ba. Papé era catifioso. Muchas veces no venia a casa, pero cuando estaba me sentaba sobre sus todillas, feliz de jugar con- migo cada vez que se lo pedia. Tenia mucha paciencia conmigo. Especialmente me gustaba jugar con las venas de la parte de atris de sus grandes manos, porque eran muy grandes. —|Miral [Volvieron a su lugar! Yo me tea, y trataba de hacer toda la fuerza posible con mis manitos para que las venas no subieran. Papa se quedaba sentado y callado, y me dejaba jugar todo el tiempo que quisiera. ‘Avveces me decia: Me parece que no tienes demasiada fuerza. ‘Y yo presionaba atin més fuerte. Por supuesto que nada de eso fancionaba, y pronto perdia el interés y me ponfa a jugar con otra cosa. ‘Aunque mama decia que pap’ habia hecho algunas cosas malas, no podia pensar en mi padre como “malo”, porque él “ADIOS, PAPA” n siempre habia sido bueno con mi hermano, Curtis, y conmigo. A veces papa nos hacfa regalos sin que hubiera alguna raz6n espe- cial. —Pensé que te gustarfa —decia indiferente, y me guifiaba sus oscuros ojos. ‘Muchas tardes la molestaba a mi madre o miraba el reloj has- ta que sabia que era la hora en que papa salia de trabajar. Luego salia corriendo a esperarlo, y me quedaba mirando hasta que lo vefa venit caminando por nuestro callején. Papal jPapé! -gritaba, corriendo a su encuentro. Fl me tomaba entre sus brazos y me llevaba hasta la casa. Eso se acabé en 1959, cuando tenia 8 afios y papa dejé la casa para siempre. Para mi coraz6n joven y adolorido el futuro se me hacia eterno. No podia imaginar la vida sin pap, y no sabia si Curtis, mi hermano de 10 afios, 0 yo lo volverfamos a ver. kok No sé por cuanto tiempo seguf lorando y haciendo pregun- tas el dia en que papa se fue; sdlo sé que fue el dia mas triste de mi vida. Y mis preguntas no cesaron con las lagrimas, Por semanas bombardee incesantemente a mi madre con cualquier argumento posible que mi mente podfa concebir, tratando de encontrar al- guna forma para lograr que ella hiciese que papa regrese a casa. =2Cémo podemos arreglirnoslas sin papa? ¢Por qué no quieres que se quede? -El estara bien. Estoy seguro. Pregintaselo a papa. No vol- verii a hacer cosas malas otra vez. Mis ruegos no marcaron ninguna diferencia. Mis padres ha- bian decidido todo antes de hablat con Curtis y conmigo. Se supone que las madres y los padres deben estar juntos —persistia~ Se supone que ambos deben estar con sus hijitos. Si, Bennie, pero a veces simplemente no sale bien. 12 MANOS CONSAGRADAS ~Todavia no veo por qué -decia. Pensaba en todas las cosas que papa hizo con nosotros. Por ejemplo, casi todos los domingos papa nos sacaba a paseat en el auto a Curtis y a mi. Generalmente haciamos visitas, y muchas veces pasébamos a ver a una familia en particular. Papa hablaba con los mayotes, mientras mi hermano y yo jugabamos con los chicos. Sélo después supimos la verdad: mi padre tenia otra “es- posa” y otros hijos de los que no sabfamos nada. No sé cémo se enter mi madre de su doble vida, porque nunca nos scbrecargé ni a Curtis ni a mi con ese problema. De hecho, ahora que soy adulto, la tinica queja que tengo contra ella es que haya luchado sola para protegernos de saber cuan malas eran las cosas, Nunca se permitié compartir con nosotros cuén profundamente dolida estaba. Pero en ese entonces, ésa fue la ‘manera que tuvo mamé de protegernos, pensando que hacia lo cortecto, Y muchos afios después finalmente comprendi lo que ella llamaba las “traiciones con mujeres y drogas” de él Mucho antes que mi madre se enterara de la otra familia, yo percibia que las cosas no estaban bien entre mis padres. Mis pa- des no discutian; en lugar de eso, mi padre simplemente se iba. Se habia estado ausentando de la casa cada vez més; y cuando se iba, tardaba cada vez més en regresar. Yo nunca sabia por qué. Sin embargo, cuando mi madre me dijo: “Tu pap4 no va a regtesar”, esas palabras me hicieron trizas el corazén. No le conté a mami, pero todas las noches cuando me iba a dormir oraba: “Querido Sefior, ayuda a mamé y a papé para que vuelvan a estar juntos otra vez”. En mi coraz6n sabia que Dios podia ayudarlos a arreglar las cosas para que pudiéramos ser una familia feliz. Yo no queria que estuvieran separados, y no podfa imaginarme tener que enfrentat el futuro sin mi padre. ero papa nunca més volvié a casa. ‘A medida que pasaban los dias y las semanas, aprendi que podiamos arreglirnoslas sin él. Eramos més pobres aun, y podia “ADIOS, PAPA” B notar que mamé estaba preocupada, aunque no nos decia mucho a Curtis y a mi. Al adquirir mAs experiencia (a decir verdad, cuan- do tenia 11 afios), me di cuenta de que en realidad los tres éramos nis felices de lo que habiamos sido con pap4 en casa. Teniamos paz. No habia periodos de un silencio mortal que llenaba la casa. ‘Ya no me quedaba duro de miedo ni me acurrucaba en mi cuarto, pregunténdome qué pasaba cuando mamé y papé no hablaban. Fue alli que dejé de orar para que ellos volvieran a estar jun- tos. —Es mejor que ellos estén separados le dije a Curtis.

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