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*Cecilia Braslavsky
RESUMEN
Introducción
Sin embargo, fue en ese mismo proceso que comenzó a gestarse una lógica de
concertación de nuevas posiciones y políticas educativas y de búsqueda o
creación de nuevas estrategias de acción. Se construyó una nueva lógica que
estuvo representada por la forma en que se resolvió el Congreso en algunas
provincias, y por el grado de elaboración de nuevas posiciones que se alcanzó
en el informe elaborado por su Comisión Asesora Honoraria Nacional 1988,
donde estaban representados sectores hasta entonces fuertemente
enfrentados.
La Ley impone la obligatoriedad del último año del preescolar y de toda la EGB.
Según lo dispuesto en la norma la nueva estructura deberá aplicarse
paulatinamente, después que se llegue a los acuerdos del caso entre el
Ministerio de Cultura y Educación de la Nación y los gobiernos provinciales.
Los documentos de trabajo que se están preparando en el Ministerio de
Educación para avanzar en su expansión progresiva insisten en que no debe
ser un mero avance cuantitativo, sino una oportunidad para un cambio
cualitativo en la educación, aun cuando se reconoce que se deberán seguir
haciendo esfuerzos importantes de incorporación de matrícula.
Esos esfuerzos deberán comenzar por el último año de la educación inicial que
recién ha incorporado algo más del 80% de los niños de la edad
correspondiente, mientras que la tasa de escolarización en el nivel primario
alcanza al 95,3% de los niños de esa edad (véase cuadros Nº 1 y 2).
Hasta ahora el nivel medio está estructurado en dos ciclos y tres modalidades.
Los ciclos son el básico común; y las modalidades, el bachillerato, el comercial
y el técnico. Diversas medidas acumulativas de los últimos 30 años han tendido
a homogeneizar el ciclo básico de las tres modalidades, a la par de la
expansión del nivel, como resultado de la cual actualmente más de la mitad de
los jóvenes de 13 a 17 años asisten a algún establecimiento secundario (véase
cuadros Nº 1 y 2).
Los cambios en las políticas de tránsito entre un nivel del sistema educativo sí
incidieron en cambio fuertemente en el incremento matricular, muy
particularmente en la duplicación de la matrícula de nivel superior y
universitario. Ellos incidieron también en la permanencia de un patrón más
tradicional de relación entre la prestación pública y privada, pues otro efecto del
examen y los cupos en las universidades públicas había sido la iniciación de un
corrimiento matricular hacia un sector privado con menos exigencias
académicas para el ingreso, que se habría luego lentificado.
Pero tal vez la tendencia más nueva en la relación entre los distintos
prestadores educativos sea la emergencia de un mercado desleal para el pago
de salarios y honorarios. Los establecimientos privados pueden pagar a sus
directivos y docentes los honorarios que deciden, mientras que los
establecimientos nacionales y provinciales les pagan salarios fijados por ley y
sujetos a las políticas de ajuste.
Por último, una parte significativa de los sectores no guiados por una lógica
fiscalista, o al menos no exclusivamente por ella, que apoyaron la política de
descentralización y que consideran que la transferencia es un paso
imprescindible de aquélla, evaluaban que la misma facilitaría la participación de
las comunidades educativas en las decisiones (Cincecyt 1986).
Por otra parte, el tipo de políticas de reforma del Estado puestas en práctica,
más orientadas hacia su achicamiento que hacia su redefinición, han
contribuido a vaciar de los mejores equipos a los organismos técnicos de
gobierno, a excepción de algunas provincias. Las funciones que ellos cumplían
o debían cumplir son hoy llevadas a cabo por consultores contratados por
préstamos internacionales, sin ninguna estabilidad laboral y que no garantizan
por consiguiente ninguna estabilidad institucional. Las plantas funcionales
están devastadas.
La situación curricular
Hacia 1984, los diseños curriculares para el nivel primario estaban orientados a
la marginación del saber elaborado o, dicho en lenguaje más corriente, al
oscurantismo y la ignorancia (Braslavsky 1989). El indicador más claro de esta
situación era la prescripción del Diseño Curricular de la Municipalidad de la
Ciudad de Buenos Aires de enseñar sólo 13 letras del alfabeto en primer grado
y de retener el aprendizaje de todo el código gráfico y de la lectura significativa
hasta el tercer grado.
Esos trabajos evalúan que la propuesta de integración tal como está siendo
puesta en práctica puede conllevar riesgos mayores de deterioro de la calidad
de la educación, porque no siempre se han ponderado los requerimientos de
dominio de las disciplinas a integrar por parte de todos los docentes, previsto
las actividades necesarias de capacitación docente, ni analizado la
disponibilidad de material didáctico adecuado.
Por otra parte, en una de las últimas reuniones del Consejo Federal de Cultura
y Educación se aprobó un documento que puede orientar la imprescindible
revisión previa a los acuerdos de objetivos y contenidos mínimos que según la
nueva Ley Federal de Educación debe acompañar a la puesta en marcha de la
nueva estructura educativa. Ese acuerdo toma posición en el sentido de
orientar la transformación curricular hacia la formación de competencias
básicas. Se evidencian en el mismo la adopción de un nuevo enfoque para la
transformación curricular, pero también las limitaciones conceptuales y técnicas
que aún existen en el país para avanzar en esa dirección. Ese acuerdo es, sin
embargo, un paso importante para superar otro de los problemas del proceso
de cambios curriculares que tiene lugar en la Argentina, su carácter
desarticulado.
Sin embargo, ese mejoramiento dista mucho de ser satisfactorio. Aún hoy casi
muchos niños de las escuelas primarias no pueden cursarlas en la cantidad de
años previstos. Pero el problema se agrava decididamente en las provincias
más pobres y en las áreas rurales (véase cuadro Nº 11), donde la baja
eficiencia se constituye en un factor más para potenciar la falta de equidad.
Por último puede señalarse que la baja eficiencia del sistema recorre todos sus
niveles, ya que también en las universidades los altísimos índices de
desgranamiento y una duración de los estudios de 2, 3 y hasta 5 años más de
lo previsto son fenómenos frecuentes.
Aquella investigación fue uno de los puntos de partida para una de las más
sólidas, modernas y sostenidas transformaciones curriculares del país, que se
acompañó a lo largo de dos gestiones con diversas políticas complementarias
orientadas a garantizar su éxito, por ejemplo un programa de capacitación
docente semipresencial para los maestros de primero y segundo grado, que
abarcó a 2.000 maestros. Lamentablemente luego de 8 años de continuidad, es
nuevamente la práctica desarticuladora de actores políticos no involucrados en
un proceso de concertación ni fuertemente presionados por la opinión pública,
la que podría imponer una primera parálisis y el riesgo de retroceso a todo ese
proceso.
Primeras conclusiones
En tercer lugar cabe señalar que uno de los ámbitos más débiles de políticas,
en relación con las propuestas CEPAL-UNESCO es impulsar la creatividad en
el acceso, difusión e innovación científico-tecnológica en el propio sistema
educativo. Las trabas principales para ello son los diseños curriculares y los
modelos y estilos docentes. Por otra parte, cuando en el marco del ejercicio de
su autonomía algunos establecimientos adquieren equipamiento de punta, no
saben cómo utilizarlo, ni hay quien enseñe a hacerlo. Por último algunos
programas interesantes en este sentido como uno impulsado en el marco de
los proyectos de préstamos del Banco Mundial para la organización de Centros
de Recursos para el Aprendizaje, fueron interrumpidos al cambiar una gestión
por otra. Dentro de este mismo ámbito, a lo largo del texto se han ofrecido al
menos dos ejemplos de desarticulación del sistema científico y universitario de
los otros niveles del sistema educativo: en la formación docente y en el
desarrollo de programas y proyectos. A ellos se agregan las metodologías
endogámicas utilizadas para la elaboración de nuevos diseños curriculares y de
planes y programas de formación y capacitación docente, que tienden a dejarla
en manos de los docentes en ejercicio y de funcionarios y técnicos
ministeriales, sin una adecuada retroalimentación con los ámbitos de
producción científica y tecnológica ni de aplicación de conocimientos a la
producción.
En séptimo y último lugar puede agregarse que desde 1984 hasta ahora en la
Argentina se ha incentivado la cooperación regional e internacional, pero la
misma no abarca todos los ámbitos posibles y puede tener efectos curiosos, tal
como generar fantasías de fortalecimiento de la capacidad de operación del
Estado Nacional y de algunos Estados Provinciales a través de inyecciones
coyunturales de recursos frescos, que no revierten en procesos de genuino y
permanente fortalecimiento institucional del sector.
NOTAS
BIBLIOGRAFÍA
_____. 1993b. El nivel medio del sistema educativo argentino. Buenos Aires:
FLACSO-MCE.