Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ferrer - El Regreso Del Neoliberalismo
Ferrer - El Regreso Del Neoliberalismo
Desde el fin de la segunda guerra mundial la economía argentina alterna entre dos modelos de
desarrollo que podemos denominar “nacional y popular” y “neoliberal”. Ambos modelos – el
“nacional y popular” y el “neoliberal”- se despliegan dentro de la economía de mercado. El
primero se caracteriza por el protagonismo del Estado, el impulso soberanista y énfasis en la
inclusión social. El segundo por su confianza en las virtudes del mercado, la apertura
incondicional al orden mundial y la prescindencia en la distribución del ingreso.la
industrialización por sustitución de importaciones predomina en el modelo nacional y popular; el
énfasis en la producción y las exportaciones primarias y las finanzas en el neoliberal.
La alternancia en la historia
En los poco más de ochenta años transcurridos desde el inicio de la Organización Nacional en
1862, con la presidencia de Bartolomé Mitre, hasta la crisis mundial de 1930, predominó el
modelo primario-exportador, con una relación privilegiada con Gran Bretaña. El cambio del
orden conservador al gobierno de Yrigoyen fue sólo en el plano político. En lo fundamental, la
política económica se mantuvo. Lo mismo sucedió desde el golpe de Estado de 1930 hasta el
ascenso de Perón.
1
En nuestro país, la alternancia refleja la dificultad para construir un proyecto de desarrollo
hegemónico viable y de largo plazo. Ninguno logró consolidar se y prolongarse en el tiempo,
pero la comparación de sus resultados es ampliamente favorable al “nacional y popular”. El
PBI, en los 22 años de este último, registró un aumento anual de 5%, frente a menos de 2% en
los 17 años del modelo neoliberal. La brecha es significativa en todos los otros indicadores
económicos y sociales, así como en el problema de la corrupción. En el modelo nacional y
popular la corrupción es vernácula: se manifiesta principalmente en ilícitos vinculados a
transacciones en el mercado interno. En el neoliberal es cipaya, porque tiene lugar
principalmente a través de la especulación financiera con el exterior y la extranjerización de la
explotación de los recursos naturales y los servicios públicos. Es decir, agrede la soberanía.
Por su magnitud y consecuencias colaterales, la corrupción y el “capitalismo de amigos”
propios del modelo neoliberal son mucho más graves que los ilícitos vernáculos característicos
del nacional y popular.
Por otro lado, las dos experiencias neoliberales culminaron con severas crisis y endeudamiento
extremo. Los factores económicos explican su derrumbe. En cambio, el fracaso de las
experiencias nacionales y populares responde más a factores políticos que a la situación
económica, que puede estar en una encrucijada pero razonablemente controlada y con bajo
endeudamiento externo.
En conclusión, la actual alternancia es un caso más de la historia de los últimos 70 años, pero
se da en condiciones absolutamente inéditas. Es la primera vez que se produce como
consecuencia de elecciones bajo la Constitución. Las alternancias anteriores fueron
provocadas por golpes de Estado, retornos a la democracia o estuvieron enmascaradas en otro
encuadre político, como en el peronismo menemista. Este último, sin embargo, fue relegitimado
en 1995, cuando ya estaba plenamente comprometido con la convertibilidad y el proyecto
neoliberal. Del mismo modo, en 1999 De la Rúa y Eduardo Duhalde compitieron prometiendo
sostener la convertibilidad. Es decir que ya en otros momentos el proyecto neoliberal contó con
apoyo mayoritario.
La acumulación de capital requiere, en primer lugar, la inversión productiva del ahorro interno.
En la economía mundial el ahorro de los países financia más del 90% de la acumulación de
2
capital, y las inversiones extranjeras menos del 10%. La movilización del ahorro interno es, en
consecuencia, esencial. El cambio estructural descansa en la eficacia de las políticas públicas,
el protagonismo del empresariado nacional y la participación de inversiones extranjeras que
incorporen tecnología, exporten y generen al menos las divisas que demanda su propia
operatoria. La capacidad de gestión del conocimiento revelada en el desarrollo de actividades
de frontera (energía nuclear, satélites, agro-tecnologías, etc.), la dimensión, riqueza y variedad
de recursos del territorio nacional, configuran el potencial de medios necesario para el
desarrollo nacional.
El proyecto Neoliberal
3
tecnológica, es realizada por una filial o una empresa de capital nacional. Desconoce que el
control de la innovación por parte de las casas matrices de las corporaciones transnacionales
limita el avance tecnológico de las economías extranjerizadas y las reduce a una posición
periférica.
Inclusión y bienestar social. El ingreso de capitales extranjeros y las fuerzas del crecimiento,
liberadas de la intromisión del Estado, “derraman” al conjunto de la sociedad, a través del
aumento del empleo y los salarios. Complementariamente, las políticas focalizadas en los
sectores vulnerables contribuyen al bienestar social y la erradicación de la pobreza.