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Prácticas de oficio.

Investigación y reflexión en Ciencias Sociales, n°9 abril de 2012

constelación de problemáticas que los


Poder, convocan con un sentido de unidad. De uno u
otro modo, los autores presentan la
Marginación y concepción eliaseana del poder,
marginaciones y la cultura. Todos, además,
las

cultura en la exploran las potencialidades de la sociología


de las figuraciones para dar cuenta de los
procesos y las relaciones en que nos
sociología encontramos insertos. Veremos,
continuación, cómo la perspectiva figuracional
a

figuracional de conlleva una concepción dinámica


cambiante de los equilibrios de poder que
y

bien puede dar cuenta de las desigualdades y


Norbert Elias las marginaciones sociales,
producción las ideas juegan un papel
en cuya

fundamental.

Carlos Belvedere El poder como equilibrio


Doctor en Ciencias Sociales (UBA/ UNGS)
Mail: cbelvedere@ungs.edu.ar
dinámico de las tensiones al
interior de una figuración
Los artículos que presentamos tratan,
en apariencia, de temas diversos. Lorena Aún a riesgo de caer en generalidades,
Bottaro1 describe cómo el estigma facilita el vale decir que para Elias el poder es un
proceso de constitución y reafirmación de atributo de toda figuración. Ciertamente, toda
identidades y colabora en la conservación de figuración es intrínsecamente un sistema de
un orden social establecido por el grupo relaciones e interdependencias recíprocas que
hegemónico. A su vez, Adrián Cammarota2 da implican diferenciales de poder en el sentido
cuenta de la oposición Kultur - Zivilisation en de una mayor o menor capacidad de incidir
base a cuatro ejes: los orígenes de esta en el control global de su desarrollo y en el
antítesis; la conformación de la burguesía posicionamiento relativo de otros en relación
alemana; las características del “ser alemán”; con ella definido a partir de la propia
y los “enemigos de la Kultur”, identificados posición.
por los catedráticos alemanes de la Primera El trabajo de Cáceres ilumina este
Guerra. Por último, Verónica Lucía Cáceres3 aspecto de la obra de Elias, al recordarnos
analiza las complejas y traumáticas lecciones que toda figuración da cuenta de los lazos
que dejó el colapso de la civilización que entre individuos, mostrando su
significó el nazismo, cuestionando las interdependencia recíproca y las tensiones
interpretaciones racionalistas y alertando entre sus dinámicas posiciones; lo cual
sobre la importancia de instituir mecanismos redunda en que no hay figuraciones sin
de gestión de los conflictos y antagonismos antagonismos dado que ellas se caracterizan
inherentes a toda figuración. por ser un equilibrio fluctuante de poder. Así
No obstante la aparente diversidad de es que los conflictos sociales, políticos y
temáticas abordadas en los textos aquí económicos emergen en todas las sociedades,
reunidos, el ojo atento descubrirá una pues toda figuración implica antagonismo.
Toda figuración, entonces, presenta
1
Cfr. “El Estigma en las relaciones sociales entre ‘grupos uno o varios centros de poder relativo,
divergentes’. Algunas reflexiones a partir de Norbert Elias entendido –según se dijo- como una mayor
y Erving Goffman”. capacidad de incidir en el desarrollo global del
2
Cfr. “La antítesis Kultur y Zivilisation en Norbert Elias y
proceso de una figuración, relegando a
Thomas Mann”.
3
Cfr. “El proceso de civilización, descivilización y la posiciones subalternas a otros grupos. Ahora
regulación de los conflictos. Una mirada desde Elias”.

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A propósito de Norbert Elias

bien, estos centros de poder no son estáticos (sus valores, sus conductas, etc.) y los
sino dinámicos; están en continuo cambio, de califican como “humanamente inferiores”,
igual manera que las figuraciones en cuyo carentes de las virtudes que los establecidos
seno surgen. Esto significa, entonces, que se autoatribuyen al considerarse
pueden ser desafiados, por más que sus “humanamente mejores”. Es –podemos decir-
detentores lo vivan como natural e una diferenciación entre humanos e
incuestionable. No extrañará, entonces, que – infrahumanos. Los atributos humanos son
como recuerda Cáceres- “las buenas tenidos por los “poderosos” como exclusivos
sociedades” busquen mantener su posición en de su grupo y no como cualidades propias del
la cima del poder constituyendo círculos de género. No ha de sorprender que los
relaciones entre personas pertenecientes al derechos del hombre le hayan sido
propio estamento. arrancados por la Revolución a la monarquía,
Elias ilustra esto mediante un estudio pues reconocer al otro como humano no algo
de caso (Winston Parva) retomado por que espontánea y gentilmente surja de las
Bottaro, en el cual el grupo establecido basa élites.
su diferencial de poder en la antigüedad de su Por sorprendente que resulte para
formación, lo que le permite alcanzar un algunos, esta tesis es central en Elias, para
elevado grado de cohesión grupal, quien la civilización va generando una
identificación colectiva y mancomunidad de progresiva disminución de las desigualdades,
normas que une a sus miembros y los en cuyo proceso las clases subalternas van
diferencia de otros. Puede decirse, entonces, pasando de ser consideradas un pedazo de
que el poder de los “establecidos” proviene naturaleza (como la pertenencia de los
en gran medida de su grado de organización campesinos al paisaje descriptos por
interna y del control comunal sobre los determinadas estéticas del medioevo), a ser
miembros del grupo. tenidos por sujetos sociales capaces de
Así es también como surgen las interactuar en pie de igualdad con quienes
marginaciones sociales, según lo muestra el mantienen una mayor capacidad de control
análisis de Cáceres: el grupo de los sobre la propia figuración.
marginados es tolerado por el grupo de los En lo que respecta a las modalidades
establecidos siempre y cuando se mantengan concretas en que se plasma el ejercicio de la
en el lugar “inferior” que les fue asignado, hegemonía al interior de una figuración,
adopten comportamientos sumisos y no Bottaro se detiene especialmente en la
cuestionen su exclusión respecto de las estigmatización. Así nos muestra que es el
instancias de toma de decisión. Cuando esto miedo a la imprevisibilidad del otro lo que
no ocurre sino que, por el contrario, los incentiva que se lo constituya como un
marginados expresan aspiraciones de peligro eventual, llevando a los “establecidos”
equiparación legal y social, el grupo que se a adoptar mecanismos de defensa a fin de
considera a sí mismo como “superior”, ya no conjurar una potencial desarticulación del
tolera estas pretensiones e intenta reafirmar orden social que los privilegia, y a esgrimir la
su poder a toda costa. Esta reacción puede exclusión y estigmatización de los
tomar diversas modalidades, entre ellas la de marginados para preservar su identidad,
estigmatizar al otro, como en Winston Parva, reafirmar su arrogada superioridad, y
y la de suprimirlo físicamente, al modo en mantener en su lugar a “los otros”. Así, la
que procedieron los Nazis. exclusión y la estigmatización funcionan como
mecanismos de control social.
Estos mecanismos no siempre son
abiertamente violentos –es decir, pueden no
Marginaciones, estigma y
involucrar el ejercicio de la fuerza física sobre
control social los cuerpos- sino que a menudo operan bajo
otras formas como la del estigma, que carga
El modo en que operan las al individuo de sentimientos de vergüenza
marginaciones sociales ha recibido particular que regulan su vida impulsiva y afectiva e
atención en el trabajo de Bottaro, quien impone a la atención de los demás una
señala que el grupo de establecidos interpela consideración unilateral, anclada en aquellos
a los marginados en su “calidad humana” rasgos vergonzantes que los llevan a alejarse

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de él, anulando así sus demás atributos. particularidad idiosincrática. De ahí que el
Cuando el estigma tiene un efecto valor sociológico de una idea radique en la
paralizante –sostiene Bottaro-, mengua sus posición relativa del grupo que la produce, la
capacidades defensivas y activas, de modo tal sustenta, o la combate. De ahí, también, que
que el estigmatizado suele aceptar a una idea haya de juzgársela según el
resignadamente su pertenencia a un grupo entramado de interacciones e
menos valorado y respetado. Entonces el interdependencias reciprocas en que va
estigma genera en él sentimientos de implicada.
vergüenza e inferioridad, pudiendo incluso Esto puede advertirse en el uso que
llegar a aceptar la marginación como Elias hace de las fuentes, nunca traídas en
condición “natural”. Pero también pueden calidad de meros textos autocontenidos ni de
surgir reacciones de “contra-estigmatización” simple expresión de comunidades
cuando los marginados reaccionan, ya sea de hermenéuticas sino como marcadores de la
manera agresiva y anárquica –esto es, del conformación, persistencia y disputa entre los
modo en que se espera que lo hagan-, ya sea grupos humanos. Así es que, por ejemplo, allí
afirmando las conductas “divergentes” en donde Thomas Man ve filósofos y escritores
términos de los valores “establecidos”, (según argumenta Cammarota), Elias ve el
produciendo un efecto contrario al esperado. ascenso o la caída de una clase, de una
La variabilidad de resultados posibles fracción de clase o de un grupo de poder.
evidencia, entonces, la ductilidad del poder y Bien podríamos abrir aquí un
su trastocamiento. Así cómo los paréntesis concerniente al carácter, literario o
“establecidos” esperan que los “marginados” no, de las fuentes citadas, contrastando las
mantengan su posición subordinada para que posiciones de Elias y Mann. Si seguimos el
el juego del poder se sea sustentable, cuando análisis de Cammarota, este último se
ello no ocurre porque los éstos cuestionan enfrenta a las “ideas” y “doctrinas” francesas
con un mínimo de efectividad la distribución enfrentándose con el occidente romano-
del poder que los margina, esa misma literario desde el mundo alemán,
respuesta altera per se el orden social, que “categóricamente no literario” y asolado por
no es pensado por Elias como estático sino el temor a una “desgermanización a través de
dinámico –lo que quiere decir, contingente y la literaturización”. En cambio, el primero
mudable-. siempre alude a la confrontación entre los
literatos e intelectuales alemanes con la
El carácter intersticial de las cultura y civilización francesa en términos de
una confrontación nacional, de clase, de
ideas estamentos, pero nunca en tanto simple
proyecto literario, filosófico, o moral. A
En el contexto de estas diferencia del Thomas Mann que nos presenta
consideraciones sobre el poder y las Cammarota, Elias nunca usó el término
marginaciones sociales, Elias muestra que las “burgués” despojado de sus connotaciones
ideas trabajan como marcadores que ofician socioeconómicas; lo mismo que no concibió
de parteaguas: que no son meras síntesis jamás la cultura en un sentido meramente
conceptuales sino también instrumentos de “moral” y “estético”.
producción y reproducción de articulaciones y Para Elias, entonces, los textos ofician
divisiones sociales. Es decir que ellas tienen de indicadores de las relaciones de poder
un carácter performativo pues hacen llegar a entre los grupos, de un modo similar -
-o dejar de- ser a los grupos humanos. En podríamos decir- a como las sucesivas
definitiva, la cría humana es la única incapaz ediciones y traducciones del Manifiesto
de subsistir sin cultura; por eso el hombre es comunista son consideradas por Marx y
el ser biológicamente determinado por la Engels un indicador del avance de la lucha de
cultura, lo cual implica que lo universal de la clases en los diferentes países. Así es
condición humana radica en la necesidad de también que Elias trae a consideración un
producir modos de vida particulares: es la libro como De civilitate morum puerilium, de
universal determinación bajo la forma de la Erasmo de Rotterdam, o la Genealogía de la

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moral, de Friederich Nietszche, no en tanto


unidades argumentales ni como sola
expresión de una época sino en tanto
ilustración del modo en que un grupo (una
clase, una fracción de clase o un estrato
social) se constituye, existe e interactúa
como tal. Es decir que Elias considera a las
ideas en tanto y en cuanto son gestadas,
adoptadas y portadas por los grupos
humanos imbricados en un complejo
dinámico y cambiante de relaciones de poder.
Elias, entonces, no considera a las
ideas como entes autárquicos pues no nacen
ni se propagan si no hay un grupo humano
que las sustente. En este sentido, la esfera de
la idealidad no tiene plena autonomía;
aunque lo mismo vale en sentido contrario:
su dependencia de una supuesta “base
material real” tampoco es absoluta. Luego,
por más que –según lo muestra Bottaro- las
condiciones materiales de existencia sean
importantes para comprender el diferencial
de poder entre los grupos, no son lo único ni
lo más importante ya que Elias incorpora
otras dimensiones de poder generadas en la
interacción misma. Así, lo que subtiende a
todo encadenado conceptual no es otra cosa
que el entramado de interdependencias
reciprocas en el que surge y en el cual se
encuentra imbricado: aquello que Elias llama
“figuración”. Las ideas tienen, por lo tanto, un
emplazamiento intersticial en el juego del
poder, que no es otro que el juego de las
relaciones humanas.

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