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Características de un emprendimiento social

Las características de un emprendimiento social no son tan distintas a las de un


emprendimiento tradicional, pero cuando hablamos de un emprendimiento social, es
porque este pone en el centro a la sociedad y a los problemas que quiere
resolver. No decimos que no genere rentabilidad, eso por supuesto, pero si
hiciéramos una lista de las características de un emprendimiento social, la
encabezaría su foco por transformar una realidad de manera positiva.

El emprendimiento social surge para responder a una necesidad social o


ambiental, y al mismo tiempo generar una rentabilidad económica. Se basa en
un modelo empresarial para alcanzar fines sociales, ambientales, éticos y financieros
en respuesta a una problemática.  En otras palabras, consiste en el uso de
estrategias de mercado para solventar carencias en un sector de la sociedad.

Existen diferentes modelos de emprendimientos sociales. Puede ser un proyecto


que surge con la necesidad de resolver un problema social, como por ejemplo Fresh
Water que busca mejorar la calidad de vida de las personas sin acceso a agua
potable. Pero también puede ser una empresa que crea un spin off en el que destina
parte de sus recursos para colaborar con su entorno de manera rentable, e incluso, y
más interesante aún, una organización que decide vincular su negocio y tener
un lado más B, entonces su finalidad ya no es solo la económica, sino la
generaración de un triple impacto:

 Beneficio social.
 Impacto medioambiental positivo.
 Rédito económico y financiero.

Este triple impacto es lo que verdaderamente diferencia al emprendimiento


social del de tipo meramente comercial. Este plano es el que predomina y se ubica
como centro de las acciones y decisiones de la organización.

Nótese, sin embargo, que esta afirmación no significa que se trate de


asociaciones sin fines de lucro, más bien,  hace referencia a que los beneficios
económicos pasan a un segundo plano, pero desde luego que siguen existiendo
porque son los que le van a dar a la idea o al proyecto, un futuro sostenible y
exponencial.
Características de un emprendimiento social
Queda claro que un emprendimiento social demanda —y a su vez refleja— un cierto
grado de compromiso social de una persona o empresa. Ahora bien, ¿qué ventajas
pueden aportar este tipo de acciones a los que lo llevan a cabo?   las
características de un emprendimiento social de la mano de los beneficios que les
deja tenerlas.

Tiene una finalidad ética y social que va por encima de todo

Este es —o al menos debería ser— el motivo número uno por el cual los
emprendedores, las empresas u organizaciones deciden desarrollar un
emprendimiento social. Se busca, a través de esta figura, solventar una carencia
en la sociedad o en el entorno, a través de un esquema empresarial que rige la
estructura del conjunto de individuos abocados a su realización.

Para ser más concretos, se puede destacar por ejemplo que los emprendimientos
sociales se encargan de no solo mitigar un problema de la sociedad, sino
comunicar de su existencia, hablar de él, ponerlo en la agenda pública,  por lo
que asumen funciones educativas, medioambientales y de concienciación sobre
problemas de salud o adicciones, entre muchas otras. También, como cualquier otro
emprendimiento, suponen un ingreso económico para muchas familias, muchas
veces asentadas en zonas de vulnerabilidad.

Suelen estar en el Top of heart de los consumidores

Que los consumidores perciban el compromiso de una compañía para lograr una
sociedad más equitativa y un mundo más sustentable es otro de los beneficios
principales de un emprendimiento social, que hace cada vez más parte importante de
las decisiones de compra de los consumidores. Esto juega un papel día a día más
importante en la construcción de la imagen de una marca, aunque sea en el
subconsciente de los clientes.

Son rentables, lo que los hace ser escalables y generar más impacto

Más allá del fin ético que mencionamos previamente, un


emprendimiento social necesita de ingresos, así como
también ha de tener perfectamente controlados sus gastos
e inversiones. En ese sentido, no es ningún pecado vender
productos o servicios, de hecho, es todo lo contrario. Los
emprendimientos sociales tienen la característica de ser
sostenibles en el tiempo de manera económica.

En realidad, las ofertas de un emprendimiento social despiertan una mayor


empatía en la gente, a sabiendas de que gran parte de lo generado está enfocado
en hacerse cargo de un problema en la sociedad, como podría ser la lucha contra el
calentamiento global, la falta de acceso a agua potable en un lugar, o la optimización
en el sistema de reutilización de los desechos de una empresa, que a largo plazo
podrán generar un impacto social, ambiental y económico.
¿Por qué surge un emprendimiento social?

Como tantas otras cosas, el emprendimiento social nace como respuesta a un


modelo socioeconómico que genera muchas carencias en ciertos sectores de la
sociedad. Es decir, buscan ser una solución a los problemas que los gobiernos no
han podido resolver (por diversos factores) y parte del supuesto de que en una
sociedad cada vez más compleja, no puede ser un solo organismo el que se haga
cargo de solucionar las cosas que no andan bien.

Por otro lado, también se ve favorecido por un cambio de paradigma. En la


actualidad, la sociedad es mucho más empática, proactiva y emprendedora;
probablemente, la globalización y la posibilidad de vivir cotidianamente las
desgracias ajenas a través de los medios de comunicación hayan despertado este
costado social en muchísimas personas, y seamos ahora más concientes de lo que
pasa en nuestro entorno.

Debido a esto, que una entidad privada asuma este tipo de roles es muy bien visto,
lo que supone un beneficio para la reputación de los emprendedores. Todo este
pack ha generado las circunstancias ideales para que estas organizaciones
afloren y ganen cada vez más terreno en las comunidades.

En definitiva, se trata del surgimiento de nuevos actores en la sociedad. Con tácticas


similares a las que priman en el mundo capitalista, incluso emulando las técnicas
productivas, comunicativas y distributivas, las empresas y organizaciones
públicas y privadas ponen manos a la obra para crear un mundo mejor.  ¿Te
gustaría convertirte en un emprendedor social? Entra a comunidad.socialab.com y
revisa los desafíos de emprendimiento que tenemos activos.

Tipos de emprendimientos sociales

Un emprendimiento social no es más que un proyecto de una empresa u


organización con o sin fines de lucro que tiene como finalidad mejorar la
comunidad en la que está inserta. Existen diferentes tipos de emprendimientos
sociales; a continuación, veremos los más importantes.
En primer lugar, vale hacer un breve repaso de las que son las cualidades
esenciales de un emprendimiento social. Además del fin social, ético, ambiental y
también financiero, lo distingue su forma de accionar. Pese a no tener como
objetivo central la generación de ganancias, usa un modelo estratégico de mercado
para lograr sus fines.
En otras palabras, actúa como una compañía, pero pretende contribuir a
resolver una problemática social. Por supuesto, necesita de recursos para
subsistir, por lo que vende bienes y servicios sin que esto vaya en detrimento de su
naturaleza.

¿Qué tipos de emprendimientos sociales existen?

Aunque en todos ellos predomina un nivel alto de conciencia social, lo cierto es


que se pueden percibir diferencias notables entre las diferentes clases de
emprendimientos sociales. Estos son los tipos que más se pueden encontrar:

1. Emprendimiento profesional
En este primer caso, incluimos a los expertos que dedican sus conocimientos y
capacidades a la resolución de una carencia o problemática en una comunidad.
Pueden ser parte de un emprendimiento propio, de una organización o incluso de un
proyecto privado; lo que los distingue es su aptitud.

Por ejemplo, podemos hablar de una psicopedagoga que ofrece actividades para
niños y jóvenes de un barrio carenciado, o una organización o compañía que dispone
de un profesional en higiene para que brinde charlas de capacitación en escuelas y
entidades públicas.

2. Emprendimiento de concienciación

De seguro te topas más a menudo con ellos de lo que crees. Estos emprendimientos
están conformados por personas con ideales muy firmes, quienes buscan
convencer y persuadir a los demás de sus argumentos para que cambien una
determinada conducta o estilo de vida.
Aquí podríamos citar como ejemplo a los grupos ambientalistas, quienes no
pretenden (mayoritariamente) vender un bien o un servicio, sino que buscan
impulsar un cambio para mejorar la sustentabilidad de los recursos y la calidad de
vida en el planeta.

3. Emprendimiento social que nace de un privado

Cuando una empresa de refrescos decide hacer un descuento a sus clientes por
llevar un envase ya utilizado para reciclarlo posteriormente, estamos en presencia de
un emprendimiento social de este tercer tipo.
Lo característico aquí es que una empresa se dedica a hacer un bien de modo
directo a la sociedad, pero no necesariamente sus empleados o clientes deben
compartirlo. Ellos son simplemente actores ‘secundarios’ del proceso, ya que
podrían incluso no estar de acuerdo o no interesarse por la acción social que sus
empleadores promueven.
Entonces, no se pretende convencer, sino que se le ofrece un beneficio a
alguien para que aporte a la causa. Lo mismo ocurre con los trabajadores que
participen en la producción: lo que se busca de ellos es eficacia para cumplir
objetivos. Claro está, se necesita un equilibrio; cuanto más fuerte es el impacto
social, más disminuye el rédito financiero.

4. Emprendimiento dependiente de un modelo corporativo

En este tipo de emprendimiento social, no es dicha organización la que se encarga


de producir sus propios recursos y al mismo tiempo beneficiar a la comunidad, sino
que recibe aportes de una empresa, a modo de padrinazgo.

Sería el caso, por ejemplo, de una multinacional de comida rápida que asesora y
financia a una organización sin fines de lucro para la construcción de viviendas en
zonas de bajos recursos.

En este caso, la finalidad de la compañía no es otra que la ganancia económica,


mientras que el fin social se cumple a través de la colaboración con una
segunda parte involucrada en el proceso. Es un modelo que se ve con mucha
asiduidad hoy en día.

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