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DIEGO EUGENIO CORREDOR BELTRÁN

Magistrado ponente

SP1653-2021
Radicado N° 49157.
Acta 104.

Bogotá, D.C., cinco (5) de mayo de dos mil veintiuno


(2021).

VISTOS

Examina la Corte, en sede de casación, el fallo de


segunda instancia emitido por la Sala Penal del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Cali, el 1 de agosto de
2016, que confirmó la sentencia condenatoria proferida en
contra de HÉCTOR ARBOLEDA BARONA por el Juzgado
Segundo Penal del Circuito Especializado de esa misma
ciudad, el 11 de septiembre de 2014, al hallarlo responsable
en la comisión de las conductas punibles de concierto para
delinquir con fines de extorsión, extorsión y receptación.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

HECHOS

Estima necesario la Corte, para efectos de lo que se


decidirá, transcribir los que fueron relatados por el Tribunal
Superior de Santiago de Cali en el fallo de segundo grado:

A- Por información suministrada el 13 de octubre de


2011 por fuente humana no formal, el grupo de
Automotores de la SIJIN-MECAL logró establecer, a través
de interceptaciones de llamadas telefónicas y seguimiento
a personas, la existencia de una organización delictiva
dirigida por Héctor Arboleda Barona que se dedicaba al
hurto de automotores en esta ciudad y luego exigía dinero
a las víctimas como condición para devolvérselos y, si
éstas no accedían al requerimiento, los vendían por partes
o les hacían cambio fraudulento de placas para
comercializarlos en otras ciudades del país o en el
extranjero. En la investigación se determinó que Arboleda
Barona exigió rescate por la devolución de los siguientes
vehículos:

1- Camioneta KIA Sorento de placas CME-310, la cual


fue hurtada a Liliana Samper Benítez el 10 de marzo de
2012;

2- Vehículo de placas CEM- O34, el cual fue hurtado a


Leonardo Manuel Mora Zambrano mediante la modalidad
de halado;

3- Carro de placas HUB-496 hurtado el 11 de marzo de


2012 a Oscar Darío Carvajal Tabima y,

4- Camioneta de placas MAS-183 la cual fue hurtada


mediante modalidad de halado.

ACTUACIÓN PROCESAL RELEVANTE

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

1. Los días 11, 12, 13 y 14 de julio de 2012 1, ante el


Juzgado Cuarto Penal Municipal con Función de Control de
Garantías de Santiago de Cali, se celebraron audiencias
preliminares concentradas, con los siguientes propósitos:

(i) Se legitimaron las órdenes de registro y allanamiento,


así como su procedimiento, respecto de trece (13) inmuebles,
todos ubicados en la capital del Valle del Cauca.

(ii) Se legalizó el procedimiento de captura de once


personas, entre ellas, a HÉCTOR ARBOLEDA BARONA, a
quien la Fiscalía imputó cargos por la presunta comisión de
los delitos de extorsión y concierto para delinquir, los
cuales no aceptó.

(iii) Finalmente, a ARBOLEDA BARONA le fue impuesta


medida de aseguramiento restrictiva de la libertad en
establecimiento carcelario.

2. La fiscalía presentó escrito de acusación el 5 de


octubre de 20122; correspondió el conocimiento de la
actuación al Juzgado Décimo Penal del Circuito con
Funciones de Conocimiento de Cali.

3. La formulación de acusación tuvo lugar el 11 de


enero de 20133; en ella, el delegado fiscal adicionó que
ARBOLEDA BARONA sería convocado a juicio como
1
Carpeta N° 1, fol. 25.
2
Ibídem, fol. 147.
3
Ibídem, fol. 243.

3
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

presunto coautor de los delitos de extorsión, concierto para


delinquir, con el agregado de los fines de extorsión, más el
agravante consagrado en el inciso 3 del artículo 340 del
C.P. «por ser el líder o coordinador de la banda criminal» .

3.1. Ante la variación de la calificación jurídica


dispuesta por el ente persecutor, específicamente, en
relación con delito de concierto para delinquir con fines de
extorsión endilgado al implicado, el delegado del Ministerio
Público impugnó la competencia solicitando la remisión del
expediente a los Jueces Penales del Circuito Especializados
de Cali, solicitud acogida por el juzgador, quien dispuso el
envío de lo actuado al superior jerárquico, para los fines
pertinentes.

3.2. Así las cosas, la Sala Penal del Tribunal Superior


del Distrito Judicial de Cali, mediante auto de 30 de enero
de ese mismo año4, asignó la competencia de la actuación a
los Jueces Penales del Circuito Especializados de esa urbe.

3.3. El asunto fue repartido al Juzgado Segundo Penal


del Circuito Especializado de Cali, despacho que el 15 de
marzo de 20135 dio continuidad a la audiencia de
formulación de acusación, sesión en la que resolvió de
manera negativa las manifestaciones de nulidad elevadas
por algunos defensores, quienes, a su turno, interpusieron
recurso de apelación, razón por la que el expediente

4
Ibídem, fol. 253.
5
Cuaderno N° 2, fol. 313.

4
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

nuevamente fue remitido al Tribunal, para lo de su cargo,


colegiatura que a través de auto de 30 de abril de 2013 6,
confirmó en su integridad lo recurrido, motivo por el cual el
expediente retornó a su lugar de origen.

3.4. Luego de varios aplazamientos, el 18 de junio de


20137 la juez reinició la audiencia de acusación,
oportunidad en la que la fiscalía elevó algunas aclaraciones
y adiciones al escrito de acusación, entre ellas, en relación
con el implicado HÉCTOR ARBOLEDA BARONA, a quien
enunció que le formulaba cargos como coautor de los
delitos de concierto para delinquir con fines de extorsión
agravado, «en atención a su rol de cabecilla», en concurso
heterogéneo con extorsión en concurso homogéneo « en 4
veces», y en concurso heterogéneo con el ilícito de
receptación en concurso homogéneo en «3 veces».

Posteriormente, la audiencia fue suspendida ante la


manifestación expresa de algunos implicados por celebrar
un preacuerdo con el ente persecutor.

3.5. En la continuación de la audiencia que viene de


desglosarse, sesión de 13 de agosto de 2013 8, la juzgadora
celebró verificación de preacuerdo con otros procesados, por
lo que la audiencia de acusación continuó con HÉCTOR
ARBOLEDA BARONA y dos implicados más.

6
Ibídem, fol. 324.
7
Ibídem, fol. 390.
8
Ibídem, fol. 454.

5
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

3.6. Así las cosas, el 20 de septiembre de 2013 9 se dio


continuidad a la audiencia acusatoria; allí el fiscal delegado
precisó, una vez más, que la calificación jurídica respecto
de las conductas ilícitas endilgadas al procesado,
correspondía a concierto para delinquir con fines de
extorsión agravado «en atención a su rol de cabecilla », en
concurso heterogéneo con extorsión « en concurso homogéneo en
cuatro veces, eventos uno, doce, trece y catorce », en concurso

heterogéneo con el ilícito de receptación « en concurso


homogéneo en tres veces, eventos doce, trece y catorce.»

4. La audiencia preparatoria tuvo lugar el 11 de


septiembre de 201310.

5. El día 25 de ese mismo mes y año, el juzgado


celebró audiencia de aprobación de preacuerdo entre la
fiscalía y otro de los implicados.

6. El juicio oral y público se instaló el 25 de octubre de


201311; en esta oportunidad la juez dispuso la ruptura de la
unidad procesal respecto de otro de los acusados, quien
celebró preacuerdo con la fiscalía, razón por la que la vista
pública continuó, únicamente, con el procesado HÉCTOR
ARBOLEDA BARONA en sesiones de 28 de octubre12 y 6 de

9
Ibídem, fol. 471.
10
Ibídem, fol. 515.
11
Cuaderno N° 3, fol. 546.
12
Ibídem, fol. 566.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

noviembre de 201313; 15 de enero14, 20 de marzo15, 3 de


junio16 y 25 de agosto de 201417, última sesión en la que dio
a conocer el sentido condenatorio del fallo.

7. Mediante sentencia de 11 de septiembre de 2014 18,


HÉCTOR ARBOLEDA BARONA fue condenado (i) a la pena
principal de 29 años de prisión y multa de 1.000 S.M.M.L.V.,
en calidad de autor responsable del delito de extorsión en
concurso homogéneo y heterogéneo con concierto para
delinquir agravado y receptación en concurso homogéneo; (ii)
a la sanción accesoria de inhabilitación para el ejercicio de
derechos y funciones públicas por término de 20 años, y (iii)
no le fueron concedidos los subrogados de la suspensión
condicional de la ejecución de la pena y prisión domiciliaria.

8. Al desatar el recurso de apelación interpuesto por el


implicado y la defensa técnica, la Sala Penal del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Cali, mediante proveído de 1
de agosto de 201619, confirmó integralmente lo decidido por
el A quo.

9. En contra del fallo de segundo grado, el defensor del


ARBOLEDA BARONA elevó recurso extraordinario de
casación.

13
Ibídem, fol. 575.
14
Ibídem, fol. 634.
15
Ibídem, fol. 640.
16
Ibídem, fol. 645.
17
Ibídem, fol. 657.
18
Ibídem, fol. 706.
19
Ibídem, fol. 769.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

10. Mediante auto de 16 de septiembre de 201920 se


admitió la demanda de casación, surtiéndose la audiencia de
sustentación el 25 de febrero de 202021.

LA DEMANDA

Primer cargo – Violación directa de la ley


sustancial (Interpretación errónea del artículo 340 del
C.P.)

Según lo concretó el propio libelista, el error


dilucidado surge de la tergiversación que el Tribunal realizó
del tipo penal que consagra el ilícito de concierto para
delinquir, toda vez que en la actuación no se acreditó la
pertenencia del acusado a la organización criminal, como
tampoco que hubiese tenido un acuerdo previo con ella que
perdurara en el tiempo, circunstancia que no puede
derivarse de su presunta participación en cuatro eventos
delictivos de extorsión y tres de receptación, los cuales se
perciben autónomos y a lo sumo en su comisión se
estructura la figura de la coautoría impropia, finalmente
desarrollada por los juzgadores, que de paso descarta el
señalamiento de cabecilla de una estructura delictiva.

Consecuentemente, solicita el censor casar la


sentencia emitida por el sentenciador de segundo nivel.

20
Cuaderno de la Corte, fol. 15.
21
Ibídem, fol. 31.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Segundo cargo - Violación directa de la ley


sustancial (Interpretación errónea de los artículos 244 y
447 del C.P.)

En relación con el ilícito de extorsión que consagra el


artículo 244 del C.P., reprocha el demandante que los
juzgadores limitaron su demostración a la mera
acreditación de la tipicidad objetiva y la «contradicción
formal del hecho», incurriendo así en un proceso de
«intelección defectuoso» fundamentado en la propia
interpretación de la norma sustantiva indicada.

Precisa que en la actuación no se demostró que el


implicado ejecutara conducta constitutiva de
constreñimiento, así como tampoco se comprobó la
antijuridicidad material del ilícito, dado que no se verificó la
existencia real de alguna víctima, razón por la que el
proceder que se le atribuye deviene atípico.

Y en lo que atañe a la interpretación errónea del


artículo 447 del C.P., que consagra el delito de receptación,
la crítica del censor recae en que los falladores no
esgrimieron argumentación alguna tendiente a demostrar la
tipicidad de la ilicitud, pues, no hicieron alusión a que el
acusado hubiera adquirido, poseído, convertido o
transferido bienes relacionados con vehículos automotores
o sus partes.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Tercer cargo - Violación indirecta de la ley


sustancial por falso juicio de identidad

Se refiere el libelista a la inobservancia de las reglas de


valoración probatoria en que, estima, incurrieron los
juzgadores, yerro que condujo a omitir, como debió ocurrir
la emisión de fallo absolutorio a favor del implicado.

A partir de ese preámbulo, se refiere en concreto a la


declaración vertida por el investigador Jorge Iván Caicedo
Velásquez, quien, contrario a lo advertido en las sentencias,
no puede tenerse como testigo directo de las pesquisas que
adelantó a instancia de las órdenes dadas al interior de la
investigación, pues, solo le consta un evento relacionado
con el señor Carlos Andrés Angola, que no tuvo verificación
que permitiera esgrimirlo en contra del acusado.

Precisa que en la labor de seguimiento al lugar de


trabajo del implicado, descrita por el referido testigo, los
sentenciadores distorsionaron el relato, pues, ni siquiera se
determinó que en la conversación intervenida ARBOLEDA
BARONA actuara como uno de los interlocutores o, en su
defecto, alias «negro Héctor», remoquete que, incluso, fue
impuesto por los policiales involucrados en la investigación.

Adicionalmente, los falladores también distorsionaron


el relato ofrecido por el referido testigo en relación con la
connotación de cabecilla de la organización que se le

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

atribuye al procesado, pues, según se desprende de la


declaración del investigador, ARBOLEDA BARONA apenas
fue ubicado en cuatro eventos extorsivos, sin que en
ninguno de ellos se le endilgara «dirección, subordinación o
liderazgo.»

Con apego a lo narrado por el testigo que viene de


mencionarse, precisa el censor que la judicatura coligió la
participación del acusado en el hurto de vehículos
automotores y la correlativa exigencia de dinero para la
devolución de los rodantes a sus propietarios, pese a que no
existe referente alguno -a partir de las labores de
seguimiento y vigilancia a personas emprendida por los
investigadores, que solo advierten de la presencia de
ARBOLEDA BARONA en una oportunidad en un centro
médico- que dé cuenta de haber sorprendido al implicado
en alguna actividad extorsiva; como también sucede con los
resultados de las interceptaciones telefónicas, en cuanto, no
revelaron que el acusado efectuara, por sí solo o por
interpuesta persona, exigencias dinerarias del algún tipo.

Asimismo, menciona el censor que tampoco se tuvo en


cuenta que en la génesis de la investigación la fuente
humana dio cuenta de que el líder de la organización
respondía al nombre de HÉCTOR FABIO BERMÚDEZ
HENAO, al tiempo que en las interceptaciones telefónicas se
señaló la intervención de “Héctor”, sin que en ninguna de
ellas se mencionara a HÉCTOR ARBOLEDA BARONA, a la

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

par que, reitera, nunca se logró determinar que la voz


correspondiera a este último.

Seguidamente, se refiere el casacionista, bajo la misma


modalidad de error –falso juicio de identidad- al contenido
de las «alocuciones telefónicas como medio probatorio documental »,
en específico, a los resultados obtenidos respecto de la
interceptación del abonado telefónico 3006402368,
enunciado a partir del cual, en confrontación con las
deducciones de los sentenciadores y la literalidad de las
grabaciones, concluye que el contenido de estas últimas fue
distorsionado con base en la declaración rendida por el
investigador Jorge Iván Caicedo Velásquez, pues, ninguna
da cuenta, como se dilucidó en el juicio oral, de que aquél
coordinara «todos los aspectos desde el hurto de los vehículos hasta
su posterior envío a otros lugares del país, incluso al exterior », así

como tampoco se vislumbra su condición de cabecilla en la


comisión de algún ilícito.

En relación con el testimonio de Yilmar Elías Pérez,


estima el libelista que los sentenciadores también
distorsionaron su contenido, en tanto, fue el encargado de
analizar el vínculo existente entre las personas objeto de
interceptación telefónica, producto de lo cual dio a conocer
la frecuencia de las comunicaciones realizadas por los
integrantes de una organización criminal, sin que de ello
necesariamente se desprenda que el acusado hiciera parte

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HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

de ese colectivo, como inapropiadamente lo infirieron los


sentenciadores.

Finalmente, a la luz de la misma modalidad de yerro,


aborda el casacionista las declaraciones rendidas por los
coimputados Jesús Alberto Lasso Sandoval, Richard Cruz
Ortiz, Miguel Ángel Echeverry Sepúlveda, José Eduardo
Rodríguez Cárdenas, Luis Eduardo Cano Morales, Jhon
Edison Arango Zapata y Jesús Alberto Gonzales Piedrahíta,
quienes fungieron como testigos de descargo y declararon
que el acusado ARBOLEDA BARONA no tuvo vínculo
alguno con ellos, afirmación a la cual el juzgador de primer
nivel le restó credibilidad a partir de las interceptaciones
telefónicas que daban cuenta del contacto del implicado con
integrantes de la organización delictiva, solo que,
puntualiza el demandante, tal aserto se desvanece ante la
ausencia de comprobación respecto a que el abonado
3006402668 fuera utilizado por el implicado.

Así las cosas, solicita el demandante que se case el


fallo impugnado y, en su lugar, se profiera sentencia
absolutoria a favor del acusado.

Cuarto cargo - Violación indirecta de la ley


sustancial por falso juicio de existencia por suposición

Censura el libelista que la materialidad del delito de


extorsión en concurso homogéneo y sucesivo, por el cual

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

fue acusado ARBOLEDA BARONA, se encuentra «ausente»


de medios suasorios idóneos y eficaces para establecer su
configuración.

Emprende enconada crítica respecto a la inusitada


credibilidad que los falladores le otorgaron al investigador
Jorge Iván Caicedo Velásquez, quien dio a conocer la
relación del acusado con los cuatro eventos en que se
compromete su responsabilidad, sin reparar que al juicio
oral las víctimas no concurrieron a declarar, así como que,
de las interceptaciones telefónicas no se evidencia
constreñimiento alguno que involucre al implicado. Así que,
precisa, el contexto en que los juzgadores endilgaron
responsabilidad al implicado en esa ilicitud fue totalmente
supuesto, por no existir prueba directa que así lo acredite.

Y en relación con el ilícito de receptación, esgrime el


casacionista que corre la misma suerte, conforme al
análisis precedente; es decir, que los sentenciadores
presumieron su existencia a partir de unos eventos que
encuentran su génesis en el hurto de varios automotores,
con víctimas determinadas que no acudieron al juicio oral,
al tiempo que las pruebas recopiladas no demuestran que el
acusado, en condición de coautor «adquirió, poseía, y/o
transfirió», cada uno de los rodantes que referencian los
casos 12, 13 y 14.

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Finalmente, para el censor también se incurrió en


falso juicio de existencia por suposición en relación con el
testimonio de Leonardo Manuel Mora Zambrano, quien
fuera víctima de extorsión respecto del vehículo de placas
CEM-034, pues, contrario a lo advertido por los
sentenciadores, de su declaración no se desprende la
participación del acusado como intermediario, máxime, que
develó aspectos contrarios a los indicados por el
investigador Jorge Iván Caicedo Velásquez, en relación este
específico suceso.

Así las cosas, solicita a la Corte se case la sentencia


del Tribunal y, en su lugar, se emita una decisión en
respeto a las garantías fundamentales del acusado, en
especial, el principio de in dubio pro reo.

LA SUSTENTACIÓN DEL RECURSO

Del demandante

Reiteró los argumentos y pretensiones esbozadas en el


libelo casacional.

Del delegado de la Fiscalía General de la Nación

En relación con el primer cargo formulado por el


casacionista, señaló el Fiscal Delegado que la prosperidad
pretendida por el censor se desvanece si se tiene en cuenta

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

la concatenación que de los medios suasorios realizó el A


quo, a partir de lo cual fue posible demostrar, no solo la
existencia de los punibles materia de investigación, sino la
responsabilidad de HÉCTOR ARBOLEDA BARONA en la
comisión de los mismos.

En ese derrotero, precisa, los jueces de las instancias


lograron verificar la existencia de una organización
criminal, así como el rol de líder que cumplió el acusado al
interior de la misma, en el giro habitual de actividades
criminales tales como el hurto, la extorsión y la receptación.

En relación con el segundo cargo propuesto por el


demandante, indicó el fiscal que, al margen de las
deficiencias técnicas de la censura, resulta diáfano que el
sentenciador de primer grado efectuó un análisis
pormenorizado de los eventos por los cuales le fue atribuida
al enjuiciado responsabilidad penal por el delito de
extorsión en concurso homogéneo. Producto de ello, se dejó
al descubierto la existencia de una compleja empresa
criminal integrada por una pluralidad de miembros,
quienes ejecutaban las conductas punibles con distribución
de funciones, en la que los intermediarios y demás personas
que fungían como interlocutores con las víctimas tenían
una íntima conexión, a través de lenguaje cifrado, con
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA, líder de la estructura
criminal.

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Así las cosas, se estableció, como lo decantaron los


falladores, la exigencia de cuantiosas sumas dinero a las
personas que fueron víctimas del hurto de su automotor, a
cambio de hacerles devolución del mismo, aspecto que
configura plenamente la descripción típica del delito
contemplado en el artículo 244 del C.P.

Adicionalmente, contrario a la aducida atipicidad que


enuncia el censor respecto del ilícito de receptación, se
comprobó por las instancias que ARBOLEDA BARONA, en
tres eventos específicos, sin participar materialmente en los
delitos de hurto, conocía la movilización de los vehículos a
las viviendas de otros miembros de la organización, así
como del momento en que se contactaban con las víctimas
para solicitarles el rescate o, en su defecto, desarmarlos
para vender las partes de los automotores o falsificar los
guarismos de identificación a fin de trasladarlos a otro país.

Ahora bien, en relación con el tercer cargo formulado


por el demandante, señaló el fiscal delegado que el proceder
delictivo del implicado al interior de la organización criminal
se develó a partir de lo expuesto por investigadores que
declararon en juicio y dieron cuenta de su detallado
proceder, así como de los resultados obtenidos por las
técnicas de interceptaciones telefónicas, análisis link y
seguimientos a personas. De tal manera que, precisa, la
crítica elevada por el recurrente, respecto del contenido de

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las comunicaciones interceptadas, no pasa de representar


un criterio diferente al de los juzgadores.

Finalmente, acerca del último cargo, destaca el fiscal


delegado, que no encuentra asidero, si en cuenta se tiene
que la función de ARBOLEDA BARONA al interior de la
organización era la de coordinación, razón por la cual fue
acusado en condición de coautor en la comisión del delito
de extorsión que, reitera, se compadece con la división de
tareas dentro del grupo criminal, en la que aquél se
encargaba, no de contactar a las víctimas, sino de organizar
los rescates, tal como se desprende de las comunicaciones
interceptadas, en las que habla con los alias «Julián» y «el
loro»,

En ese orden de ideas, el no recurrente solicita a la


Corte no casar la sentencia demandada.

De la delegada de la Procuraduría General de la


Nación

Solicitó no casar la sentencia emitida por el Ad quem,


tras evidenciar que entre los cargos formulados por el
libelista existe una relación que apunta a enseñar a la Corte
presuntos yerros en la valoración de la prueba, de por si
inexistentes, cuando lo cierto es que los falladores
acertaron en la acreditación de la materialidad de las
conductas punibles objeto de acusación.

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HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Es así como, en relación con el delito de concierto para


delinquir, se logró determinar el acuerdo de voluntades
entre varias personas al interior de una organización
delincuencial que operaba en el Departamento del Valle del
Cauca con el propósito de perpetrar delitos como el hurto,
extorsión y receptación, agrupación que actuó de manera
permanente y ejecutó varias actividades.

Tales acciones al margen de la ley, precisa, pusieron


en peligro, no solo la seguridad pública, sino la autonomía
de las personas, cuando les hurtaban sus vehículos y luego
las extorsionaban para solicitarles dinero a fin de hacerles
devolución de estos, conjunto de circunstancias en cuya
acreditación, contrario a lo sugerido por el censor, no se
exige de tarifa legal probatoria.

Esboza la no recurrente, que para la demostración de


las conductas delictivas endilgadas al implicado, se cuenta
con las declaraciones de Yilmar Elías Pérez y Jorge Iván
Caicedo Velásquez, quienes dieron a conocer aspectos
relevantes sobre el modus operandi de la organización
delictiva, así como de los integrantes y su rol al interior de
la misma, incluyendo al implicado HÉCTOR ARBOLEDA,
alias «el negro héctor»

En relación con los cargos tercero y cuarto, precisó la


delegada del órgano de control, que no tienen vocación de

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

prosperar, tras demostrarse, a través de medios de


convicción directos, que el implicado fungía como miembro
activo de la organización, encargado de entregar los detalles
de los vehículos y solicitar dinero a sus propietarios, para
devolverlos; ello, a partir de la interceptación telefónica de
un abonado perteneciente a ARBOLEDA BARONA,
emergiendo irrelevante el argumento del censor, según el
cual, era necesaria la identificación del propietario de la
línea, a través de certificación emitida por las empresas
prestadores del servicio de telefonía móvil.

Finalmente, atinente a los cargos uno y dos, es el


mismo policial Yilmar Elías Pérez, quien da cuenta del
vínculo del acusado con otros miembros de la organización
que se dedicaban a la materialización, no solo del delito de
concierto para delinquir agravado, sino también los de
extorsión y receptación.

En tal virtud, la interviniente solicitó a la Corte


mantener el fallo condenatorio.

CONSIDERACIONES

Sin desconocer que son evidentes las falencias


argumentativas del libelo casacional, lo cierto es que ellas
se superaron por la Sala desde momento en que fue
admitido, tal como se anotó en el auto respectivo.

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Lo correspondiente sería, entonces, emprender el


análisis de los tópicos planteados en cada uno de los cargos
formulados por el casacionista; no obstante, la Sala
asumirá ese estudio en capítulos posteriores, toda vez que,
inicial y oficiosamente, advierte una causal de nulidad que
impone invalidar parcialmente lo actuado respecto de la
condena emitida en contra del acusado por el concurso
delictual de receptación, pues, estos específicos cargos no
fueron despejados por la Fiscalía en la audiencia preliminar
de imputación, conforme pasa a demostrarse.

De conformidad con el criterio reiterado de la Sala 22,


depurado se tiene que, entre la conducta punible anunciada
en la acusación y la juzgada en el fallo de instancia, debe
prevalecer consonancia personal (identidad en el sujeto,
esto es, que la misma persona que es objeto de acusación,
sea a la que se refiere la sentencia), fáctica (vale decir, que
por idénticos hechos por los cuales se efectuó el acto
acusador, sea emitido el fallo) y jurídica (correspondencia
entre el tipo penal endilgado y por el que se condena), de
modo que la delimitación efectuada en la diligencia de
formulación de acusación se convierte en el límite para el
juzgador al momento de atribuir responsabilidad al sujeto
pasivo de la acción penal.

De las garantías constitucionales y legales al debido


proceso y a la defensa, en su faceta de contradicción,
22
Cfr. CSJ SP4642–2019, 30 oct. 2019, Rad. 52713, por ejemplo.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

asoma el imperativo de comunicar al procesado en qué


consiste el acto persecutorio –en toda su extensión– en su
contra, pues, solo así es dable que éste pueda consolidar
una estrategia defensiva que convenga a sus intereses.

En tratándose de un sistema de enjuiciamiento


criminal con tendencia acusatoria como el previsto en la
Ley 906 de 2004 –que gobierna este asunto–, aquel
postulado de congruencia conlleva al escrito de acusación y
su posterior verbalización en audiencia, debe comportar
coherencia con los cargos explicitados en el escalón
procesal inmediatamente anterior, de ahí que la legalización
de la imputación (artículo 287 y siguientes ibidem) tenga
incidencia determinante en la estructura del proceso penal.

La Corte ha explicado (CSJ SP5897–2016, 10 may.


2016, rad. 44425) que:

[a]unque el principio de congruencia se predica, en estricto


sentido, de la relación sustancial fáctico–jurídica entre la
acusación y la sentencia, y está suficientemente decantado que,
al momento de la acusación bien es posible modificar los
términos de la imputación en su cariz jurídico –dado su carácter
provisional–, no así en los de naturaleza fáctica, es lo cierto que
jamás podría emitirse fallo, en cualquiera de sus sentidos
(absolutorio o condenatorio), sin que el injusto típico, descrito en
su aspecto fáctico relevante, haya sido previamente enunciado,
con claridad, en la audiencia de formulación de imputación,
habida cuenta que el referido acto de comunicación, constituye
una de las bases fundantes del proceso, con efecto sustancial,
que además provee por la salvaguarda del derecho de defensa.
Surge, entonces, la regla adjetivo–sustantiva según la cual sin
imputación no puede haber acusación y mucho menos condena o
absolución. (Subrayado fuera de texto).

22
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Así, la formulación de imputación, además de


mecanismo de vinculación del indiciado al proceso, tiene
como propósito que aquél se percate que el organismo
persecutor estatal lo considera autor o partícipe de unos
hechos jurídicamente relevantes, por lo mismo, que en su
contra se ejercerá la acción penal, cuya finalidad estriba en
verificar la existencia de la ilicitud y la responsabilidad que
en la misma le pueda caber. A partir de aquí, así mismo,
puede adelantar su particular investigación, que tiene como
norte, debe destacarse, esa concreta imputación.

En la a estructura de la Ley 906 de 2004, la audiencia


de formulación de imputación emerge como ámbito
necesario e insoslayable del proceso formalizado, a cuyo
tenor, no es posible formular acusación, dentro del
presupuesto antecedente consecuente que signa el trámite,
sin previa imputación; y, además, los yerros u omisiones
trascendentes ocurridos en ese primer estadio,
necesariamente irradian todo el proceso, al extremo de
invalidarlo.

En este sentido, durante la imputación la Fiscalía está


obligada a expresar con claridad los hechos de connotación
jurídico penal que le son endilgados al imputado, aunado a
las razones por las que, a partir de los medios cognoscitivos
de que dispone, «se pueda inferir razonablemente que… es autor o
partícipe del delito que se investiga » (canon 287 de la Ley 906 de

2004).

23
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

En relación con la trascendencia que la precisión


fáctica posee a lo largo de la actuación procesal, con
incidencia en la preservación del principio de coherencia, la
Sala ha dilucidado (CSJ SP5543–2015, 29 abr. 2015, rad.
43211):

La formulación de imputación se constituye en un condicionante


fáctico de la acusación –o del allanamiento o del preacuerdo–, sin
que los hechos puedan ser modificados, estableciéndose así una
correspondencia desde la arista factual, lo cual implica respetar
el núcleo de los hechos, sin que ello signifique la existencia de un
nexo necesario o condicionante de índole jurídica entre tales
actos.

Con esta perspectiva, la Sala más allá del principio de


congruencia que se materializa desde el acto de acusación al
definir los aspectos material, jurídico y personal del objeto del
proceso los cuales se reflejarán en la sentencia, ha hecho énfasis
en el principio de coherencia a fin que a lo largo del
diligenciamiento se preserve el núcleo fáctico entre los actos de
formulación de imputación y acusación, estándole vedado al ente
investigador adicionar gradualmente hechos nuevos (CSJ SP 8
jul 2009 rad. 31280, SP 1° feb. 2012, rad. 36907, entre otras).

Y es que esa precisión que se exige de la Fiscalía desde la


formulación de imputación de informar al imputado de los hechos
y circunstancias, con las consecuencias jurídicas que aparejan,
habilita el ejercicio pleno de derecho de defensa a fin de planear
la estrategia tendiente a morigerar el poder punitivo estatal, al
punto que le permite optar de manera libre, consciente y
voluntaria por aceptar los cargos con miras a lograr una
sustancial rebaja de la pena o continuar el trámite ordinario para
discutir en el juicio los hechos o su responsabilidad, allegando
pruebas en su favor o controvirtiendo las que se aducen en su
contra.

Cuando surgen nuevas arista[s] fácticas que conllevan la


configuración de otras hipótesis delictivas será necesario ampliar
la formulación de imputación o incluso practicar otra diligencia
de esa índole, a fin de no sorprender al procesado, limitante que
subsiste aun en la audiencia de formulación de acusación, en la
que si bien el Fiscal puede corregir la acusación, no está

24
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

facultado para alterar el aspecto fáctico [subrayado fuera de


texto].

Y, en esa misma línea, la ya citada CSJ SP5897–2016:

Cuando falta el acto formal de imputación respecto de un


determinado delito y en la acusación –escrita y oral– se elevan
cargos contra una persona a la que jamás ellos le han sido
informados, se está ante una lesión severa del derecho al debido
proceso, en términos de estructura procesal y garantía básica de
defensa, pues, además que se le habría cercenado al procesado
la posibilidad de allanarse a los cargos durante la audiencia de
formulación de imputación, se lo estaría sorprendiendo con un
señalamiento incriminatorio del que nunca fue enterado.

Es por esto que, cuando en el ejercicio investigativo en cabeza del


ente acusador –previo a la presentación del escrito de acusación
y posterior al referido acto de imputación– se logra la
aprehensión de diversos elementos cognoscitivos que conducen a
deducir la existencia de otros punibles no considerados en un
principio y, por ende, no comunicados al indiciado, el fiscal del
caso está obligado a suscitar una audiencia de formulación de
imputación adicional, a efecto de consolidar los cargos a
enrostrar al presunto infractor en la acusación a que haya lugar
[subrayado en esta oportunidad].

Así las cosas, si bien, la Fiscalía al momento de


acusar puede adecuar el comportamiento delictivo
inicialmente atribuido en la imputación, a un nomen iuris
diverso que, en su criterio, de manera comprensiva en
punto de circunstancias modales, temporales y espaciales,
subsuma el acto desaprobado en su totalidad, se insiste,
no es dable elevar cargos respecto de un delito cuya
base factual y correspondencia jurídica específica,
previamente no han sido conocidas por el imputado.

25
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Por último, reitérese que la Sala, luego de un análisis


sistemático de las normas que regulan la imputación, a la
luz de la jurisprudencia de la Corte Constitucional y de esta
Corporación, precisó las reglas bajo las cuales es posible
modificar la premisa fáctica en la acusación (CSJ SP2042–
2019, 5 jun. 2019, rad. 51007).

Para lo que al asunto de la especie interesa, en el


anterior pronunciamiento la Corte abordó algunas
situaciones que pueden dar lugar al cambio de los hechos
jurídicamente relevantes incluidos en la imputación. En la
arista de «cambios desfavorables al procesado» y específicamente
en lo relativo a la inclusión de presupuestos fácticos de
nuevos delitos, así se discurrió:

No sobra advertir que se trata de un evento diferente al cambio


de calificación jurídica de los hechos incluidos en la imputación.
Este tipo de cambios es relevante cuando, en la acusación, la
Fiscalía se refiere por primera vez a hechos que,
individualmente considerados, pueden subsumirse en un
determinado tipo penal.

En la decisión CSJSP, 10 dic. 2015, Rad. 45888, la Sala fijó su


postura frente a este evento. En esa oportunidad, se formuló
imputación, entre otros, por el delito de prevaricato, sobre la base
de que el procesado tomó diversas decisiones, que la Fiscalía
consideró manifiestamente contrarias a la ley porque tuvieron
como fundamento un decreto que había sido anulado por la
autoridad judicial competente. En la acusación, la Fiscalía no se
refirió únicamente a los actos administrativos proferidos a la luz
de dicho decreto, sino, además, a que el mismo (el anulado
judicialmente) también era manifiestamente contrario a la ley y,
por tanto, con su emisión se incurrió en el delito previsto en el
artículo 413 del Código Penal.

Bajo este presupuesto, la Sala precisó lo siguiente: (i) no puede


darse por “sobreentendido” un cargo, cuando el mismo no ha
sido planteado expresamente por la Fiscalía, bajo el argumento

26
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

de que podría inferirse de los hechos –lo que coincide con lo


expuesto en la decisión CSJSP, 21 mar. 2007, Rad. 25862, […]–;
(ii) en la acusación no pueden incluirse hechos que tipifican
delitos autónomos; y (iii) en esos eventos, la Fiscalía puede
solicitar la adición de la formulación de imputación. Sobre esta
base, declaró la nulidad de lo actuado, por la violación de las
garantías debidas al procesado.

Sin duda, estas reglas se ajustan a lo establecido en el


ordenamiento jurídico, toda vez que: (i) no puede afirmarse que
los presupuestos f[á]cticos de nuevos delitos puedan ser
catalogados como “detalles”, en los términos expuestos en la
sentencia C–025 de 2010; (ii) aunque el ordenamiento jurídico
consagra expresamente la posibilidad de variar la imputación en
el sentido de incluir nuevos delitos e, incluso, optar por otros más
graves –Art. 351–, también lo es que el mismo texto legal, así
como las reglas establecidas por la Corte Constitucional y el
desarrollo jurisprudencial a cargo de esta Corporación,
establecen que ello debe hacerse a través de la adición a la
imputación; y (iii) lo que mantiene un punto de equilibrio entre las
necesidades de la justicia y la materialización de las garantías
debidas a las partes [Negrilla original del texto,
subrayado en esta oportunidad].

Del caso concreto

Para evidenciar el defecto así enunciado, la Sala


procederá a auscultar lo acaecido en cada una de las fases
procesales: formulación de imputación, acusación y juicio,
en aras de enseñar cómo la fiscalía y los juzgadores
acogieron el hilo factual que finalmente confluyó en la
emisión de sentencia condenatoria en contra de ARBOLEDA
BARONA por la conducta delictiva referenciada.

a. De la formulación de imputación

La contemplación de lo sucedido en la fraccionada


audiencia preliminar consagrada en el artículo 286 de Ley

27
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

906 de 2004, muestra un escenario, por decir lo menos,


caótico, en lo que atiende al necesario presupuesto de
claridad en la exposición de los hechos jurídicamente
relevantes –Art. 288, núm. 2, ibídem-, que le era exigible a
la fiscalía al momento de ejercer el acto de comunicación de
cargos al indiciado ARBOLEDA BARONA.

En efecto, al dirigir la atención a las sesiones de


audiencias preliminares concentradas, producto de la
captura previamente ordenada de once (11) personas,
supuestamente integrantes de una organización delictiva
con incidencia en el hurto de automotores, entre otras
conductas punibles, así como la legalización de múltiples
diligencias de allanamiento y registro, el 11 de julio de 2012
la Fiscal 68 Seccional de Cali adelantó la formulación de
imputación, de la siguiente forma:

1. Como proemio23, hizo relación a toda la actividad


investigativa que dio lugar a la desarticulación de esa
agrupación delincuencial, integrada, entre otras personas,
por quienes fueron capturados en desarrollo de la operación
denominada «Camaleón».

2. Seguidamente, bajo el anuncio de los hechos o


«casos» que comprometían el proceder de cada uno de los
capturados al interior de la organización delincuencial,
específicamente en lo que corresponde a ARBOLEDA
BARONA, indicó:
23
Cd n° 76001600019920110211700_7600114888004_01_01.

28
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

(21´:35”) Señores de la audiencia, señora juez, dentro del


procedimiento a seguir para construir esta formulación de
imputación a los aquí capturados, vamos a relacionar los
casos en los cuales se establece quienes son las personas
que han actuado y cuáles son los hechos en los cuales
están participando.

Como caso No. 1: Tenemos el hurto y extorsión de una


camioneta KIA de placas CME310. A través del abonado
celular 3006402668, autorizando esta interceptación
mediante una orden fecha del 2 de marzo de 2012, con un
término de 90 días, la cual obviamente fue legalizada ante
el juez de control de garantías, se escucharon alocuciones
donde se puede establecer que este abonado es utilizado
por una persona de sexo masculino, a quien nombran y se
auto nombra en las alocuciones como el señor HÉCTOR
ARBOLEDA o HÉCTOR ARBOLEDA BARONA, alias el
Negro Héctor. Bajo esta línea se indica también que esta
persona pernocta en un taller de servicio eléctrico
automotriz de razón «El RELAY», ubicado en la calle 25
17B-27. Esta persona mantiene comunicación directa y
constante con otras dedicadas al hurto de vehículos en
esta ciudad, como son varios de los alias reconocidos en
esta investigación. Se ha podido establecer que HÉCTOR
ARBOLEDA BARONA realiza la labor de intermediario y
coordinador entre las partes, una vez se comete el hurto
de un vehículo mediante cualquier modalidad, y la víctima
ofrece recompensa, la información se difunde entre sus
colegas de este medio delincuencial, como son otros que se
encuentran pendientes y que hacen relación con el señor
HÉCTOR ARBOLEDA y que a la fecha se reconocen
solamente como simples alias, ya que la investigación no
ha logrado individualizarlos e identificarlos con sus
respectivos nombres. Sin embargo, se puede establecer
que estas personas hurtan automotores y que una vez
hurtados estos, inmediatamente contactan al señor
ARBOLEDA para considerar la suma del dinero por el
rescate o “R”, como es lo que se escucha en estas
investigaciones. Sucede que en el caso de los vehículos
que son vendidos o entregados directamente por sus
propietarios también asume, pues, la intermediación para
lograr, pues, el cobro de las correspondientes pólizas de
seguro.

Para el caso en concreto, se evidencia señoría que la


camioneta KIA de placas CME 310 pertenece a la señora
Liliana Samper Benítez. Esta señora identificada con la
cédula No. 31.915.365 de Cali, entregó una entrevista en

29
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

la cual manifiesta todo lo acontecido en relación con el


hurto de su camioneta y con el rescate de la misma, la
cual hizo dentro de una noticia criminal, es decir, ella
formula el denuncio del hurto de su camioneta bajo el
radicado …201200730, además, hace alusión a la
participación de tres personas que estuvieron con ella que,
al parecer, les causó desconfianza ya que estas personas
la presionaron para realizar el rescate de su camioneta y
fueron los que recogieron el dinero.

Estas personas incluidas en este hurto de esta camioneta


responden a los nombres de Didier Fabián Ospina
Azcarate y de la señora Claudia Ximena Sánchez
Arboleda. (Énfasis de la Corte).

2.1. Posteriormente, la fiscal continuó con la


presentación de varios audios, la lectura de la denuncia
formulada por la víctima, así como la enunciación de otros
elementos materiales probatorios, para mencionar que:

(1h:03’:50”) Como quiera, entonces, que estos hechos


facticos han quedado yo creo que muy claros, de
conformidad entonces al art. 244 del C.P., se establece la
siguiente conducta, EXTORSIÓN, artículo 244…Esta
conducta, como se puede apreciar, se imputa de
conformidad al art. 286, al señor DIDIER FABÍAN OSPINA
AZCARATE, identificado…de igual manera, el mismo delito
de extorsión, artículo 244 a la señora CLAUDIA XIMENA
SÁNCHEZ ARBOLEDA, identificada…Tiene, entonces, la
fiscalía para trasladar elementos materiales probatorios
en cada una de sus respectivas carpetas, indicándose que
tiene copia de la respectiva denuncia, información del
vehículo hurtado y los audios que fueron, pues,
escuchados además de las diferentes entrevistas,
reconocimiento fotográfico que fueron realizados por la
víctima en el momento mismo y con posterioridad a
encontrar y ser entregado su vehículo automotor.

3. Enseguida, la fiscal delegada incursionó en la


semblanza del «caso n° 2», correspondiente al hurto de una
motocicleta «XT660 de placas VSE97A», ilícito que comprometía

30
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

la participación de los implicados Jhon Edinson Arango


Zapata y Richard Cruz Ortiz.

4. Culminada la exposición del « caso» precedente, la


directora de la audiencia intervino para suspender la
diligencia, entre otros aspectos, ante la confusión que
reportaba la formulación de imputación, lo que expuso en
los siguientes términos:

(1h:40´) Señora Fiscal, señores de la audiencia por favor,


vamos a hacer un referente que estoy avizorando desde el
inicio en que se realizó la formulación de imputación, con
las notas que estoy tomando aquí, igual con el manifiesto
que me hace el Ministerio Público, pues, este es un caso
que merece orden, no es porque estoy haciendo un
calificante que la fiscalía tiene desorden frente a su
presentación de formulación, pero creo que nosotros
estamos cansados para este momento, la Fiscalía
igualmente necesita organizar y para el día de
mañana espero que así esté, que tengamos bien
clara la información en referente con las 11
personas, una a una; no obstante que su manifestación
de E.M.P. y demás que ha hecho para el amarre de la
imputación lo ha hecho pertinentemente, pero, entonces, sé
que ustedes deben de organizar eso, se está avizorando al
momento de transmitir la exposición, entonces, lo
pertinente es suspender la diligencias, porque la noto
agotada. Como quiera que esta titular del despacho
haciendo una interrupción a la presentación que está
realizando la F.G.N. en referente a su formulación de
imputación, debido a que ya lleva demasiado término esta
diligencia, se hace prudente, entonces, suspender la
misma para efectos de reanudarla, como aviamos
quedado anteriormente convenido con los sujetos
procesales, para el día de mañana a la 8 y media de la
mañana, para efecto de que, entonces, señora fiscal,
nuevamente usted reanude el tercer pedimento que me
había requerido, cuál era la formulación de imputación que
en este momento lo había iniciado y que dejamos,
entonces, suspendida hasta el día de mañana, día 12 de
julio del 2102 a las 8 y media de la mañana . (Énfasis de
la Corte).

31
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

5. Al retomar, entonces, la audiencia preliminar al día


siguiente, esto es, 12 de julio de 2012 24, la fiscal hizo un
recuento de lo acaecido previo a la suspensión,
especialmente, porque en esta oportunidad se presentaron
dos implicados –Jesús Alberto González Piedrahita y Luis
Eduardo Cano Morales- que no asistieron a la sesión
anterior. Acto seguido, continuó su exposición, ya no
siguiendo la dinámica de ilustrar « caso» a «caso» la
participación de los implicados, sino a partir de la
exhibición de un organigrama. Así se expresó:

(23’:23”) Quiero que observemos este organigrama porque


este organigrama nos está representando cuál ha sido o
cuál es la actividad que está desempeñando cada una de
las personas que fue captura, que está indiciada aquí en
la sala, cuáles son las funciones dentro de la
organización, razón por la cual la Fiscalía ha llamado este
organigrama como «el componente de la operación»; ese
componente de la operación, tal cual se puede observar
allí, aparece como componente de hurtos, qué es: toda
organización formada por diferentes personas, están
dedicadas a un objetivo y cada cual tiene una función
determinada. Si estamos hablando de una organización
criminal, obviamente hay los que organizan, los que
comercializan, los que distribuyen y los que actúan, o sea
los que ya vienen a atracar, los que vienen ya a atentar
contra las víctimas para el logro de los objetivos o de los
bienes de los cuales hacen parte esta organización, una
organización bastante lucrativa, puesto que es sencillo
saber que intimidar a una persona con un arma de fuego
para que se baje de su carro o se baje de su motocicleta,
es muy fácil en el sentido de que son personas proclives
para el delito, en consecuencia, atentar contra una
persona de bien o un ciudadano no cuesta mucho trabajo
y si representa económicamente un lucro bastante alto.

Así que en este organigrama podemos observar, entonces


a las personas que se encuentran aquí en la Sala, quiero
24
Audio n° 6001600019920110211700_760014888004_02_01.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

explicarle. En la fotográfica No. 1 tenemos al señor


HÉCTOR ARBOLEDA BARONA que tiene relación directa
con la persona que, esa persona voy a corregir, este señor
Miguel Ángel Cardona, alias Cuato, ya se encuentra
capturado afortunadamente, fue capturado días antes en
que hiciéramos esta audiencia y precisamente fue
capturado por el hurto de un vehículo automotor y también
hace parte de esta organización; esta persona no se
encuentra aquí obviamente. Y el señor Richard Cruz Ortiz,
puede establecer allí la relación también de alias Richard
como coordinador de atracadores. Estamos hablando,
entonces, estas tres personas hacen relación porque son
los que se acompañan en el momento en que ellos realizan
el atentado o el asalto a mano armada de la víctima.
Posterior a ello, entonces, también hay una comunicación
directa con Carlos Andrés Angola Quintero, quien, como
dice allí, este señor también fue capturado en hechos
concretos por hurto de automotor. Tenemos allí que hay
una relación también de Miguel Ángel Echeverry, alias el
gordo, con los anteriores sujetos, lo mismo de José
Eduardo Rodríguez, alias Eladio, lo mismo del señor Luis
Eduardo Cano, lo mismo del señor Jhon Edison Arango.

Estas son entonces las personas que operan en los


diferentes sectores de la ciudad y que son los que
asechan de tal manera el momento en que se pueda
lograr obtener el objetivo. Más abajo, también, hay
unas personas que tienen relación con unos de ellos;
hablemos, entonces, que está el señor Francisco Alberto y
el señor Dairon Antonio que también ya se encuentran
recluidos, de manera que vamos a fijarnos en Manuel y en
la señora María del Pilar, esta señora tiene relación, como
se puede ver allí, con el señor Luis Eduardo Cano, y ahora
vamos a mirar en qué consiste esa relación y cuál es la
función de la señora María del Pilar en el caso.

Ahora, la segunda parte de la componenda, digamos así,


de la organización está en la distribución y la
comercialización. En el primer plano, entonces,
encontramos al señor HÉCTOR ARBOLEDA BARONA que
es la persona que dirige, distribuye, comercializa, tiene
toda esta función o sea que alrededor de él es que gira las
actuaciones y a él llegan todos, la gran mayoría de
resultados ilícitos de las operaciones. Y a su vez dentro de
esta distribución está el señor Jesús Alberto Lasso
Sandoval, quien fue capturado en la ciudad de Ipiales y la
información que tenemos es que los vehículos después de
ser hurtados en la ciudad de Cali, hay un camino, un
corredor, que es hasta la ciudad de Ipiales a donde llevan

33
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

los vehículos hurtados para luego traspasarlos a la


frontera con el Ecuador. Allí, entonces, es donde se ve la
actividad o la función de la comercialización. Tienen
relación directa con el señor Jesús Alberto González, alias
el Grande, quien es un comprador o comercializador, igual
que el señor Jesús Alberto Lasso, alias Cabuyo, y allí
incluimos, pues, a este señor Fernando Gómez,
obviamente también se encuentra capturado, también por
relación a hechos facticos iguales a los que estamos
presentando y lo tenemos allí porque cuando le hablemos
del caso del señor alias el Grande, vamos a explicar bien
por qué razón está allí este personaje. (Énfasis de la
Corte).

6. Para proseguir, la fiscal emprendió la tarea de


dilucidar «los hechos fácticos» que se atribuían a cada una de
las personas capturadas; es así como procedió con: (i)
«Richard Cruz Ortiz» (30’:40”), a quien enunció vincularlo con los
hechos «2,3,6,y10»; (ii) «Miguel Echeverry Sepúlveda» (1h:05´),
vinculado con los hechos que enumeró como «3 y 4»; «José
Eduardo Rodríguez Cárdenas» (1h:16´), la fiscalía le endilgó los

«casos 4 y 5»; Luis Eduardo Cano Morales (1h:27´), lo vinculó la

delegada fiscal con los «casos» que denominó «4, 8 y 9»; «Jhon
Edinson Arango Zapata» (1h:47´), con los «casos 2 y 3» y «María del

Pilar Molina Morales» (1h:54´), la fiscal la relacionó con el «caso

n° 4».

Al término de la exposición concerniente con la última


implicada mencionada, la juez (2h:02´) dispuso de un receso
para continuar la audiencia a las 11 horas y 25 minutos de
ese mismo día. En este punto culmina el audio que viene
de examinarse.

34
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

7. Empero, al auscultar la secuencia de los demás


audios, respecto del que en su orden prosigue en el CD que
los condensa25, cuando se esperaba que la fiscal, al retomar
el curso de la audiencia, continuara con la exposición de
los hechos jurídicamente relevantes respecto de los demás
implicados, entre ellos HÉCTOR ARBOLEDA BARONA, se
escucha un giro en su exposición, al hacer referencia a la
imputación jurídica, la cual consignó de la siguiente forma:

De conformidad al art. 340 del C.P.…Concierto para


delinquir...cada una de ellas será penada por una sola
conducta de prisión de 48 a 108 meses, esta norma fue
modificado por el art. 19 de la ley 1121 de diciembre 29
del 2006...Se imputa este delito a los señores HÉCTOR
ARBOLEDA BARONA; Jesús Alberto Laso Sandoval; señor
Richard Cruz Ortiz, Luis Eduardo Cano Morales , José
Eduardo Rodríguez Cárdenas, Miguel Ángel Echeverri
Sepúlveda, Jhon Edison Arango, María del Pilar Molina
Morales y Jesús Alberto Gonzáles Piedrahita; es decir, se
ha incluido a todas las personas, en consideración a ello,
entonces, se formula esta delito en esta audiencia pública.

Titulo 7°, Delitos contra el Patrimonio Económico, Capítulo


II, de la Extorsión, artículo 244… Se imputa este delito
de extorsión al señor Richard Cruz, en un caso; Miguel
Ángel Echeverri, en un caso; HÉCTOR ARBOLEDA
BARONA...

Delitos contra la eficaz y recta impartición de justicia, del


Capítulo VI, artículo 447, Receptación, modificado por el
artículo 45 de la Ley 1142 de 2007: “El que sin haber
tomado parte en la ejecución de la conducta punible
adquiera posea, convierta o transfiera bienes inmuebles o
muebles que tengan su origen mediato o inmediato en un
delito para, o realice cualquier otro acto para ocultar, verbo
tenido en cuenta para esta imputación, y encubrir su
origen ilícito…Esta imputación para la señora María del
Pilar Morales, en un caso; Jesús Alberto Lasso Sandoval,
en dos casos, concurso homogéneo, y Jesús Alberto
González Piedrahita, en 3 casos, concurso homogéneo.
(…)

25
Audio n° 60016000 19920110211700_760014888004_02_02.

35
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Así entonces, incluidas las conductas que encuentra esta


Fiscalía por los hechos fácticos aquí investigados, y
teniendo en cuenta que los E.M.P. registrados además de
otros elementos materiales que la Fiscalía tiene en su
poder y que en gran mayoría reportan en el almacén de
evidencias, queda entonces, relacionadas las conductas y
de esta manera se da cumplimiento al artículo que
determina la formulación de imputación. (Énfasis de la
Corte).

8. Seguidamente, la juez concedió el uso de la palabra


a las partes e intervinientes para que manifestaran las
observaciones respecto de la formulación de imputación,
oportunidad en la que el representante del Ministerio
Público solicitó a la fiscal informara acerca de las
circunstancias de menor y mayor punibilidad que incidían
en la dosificación punitiva, al tiempo que uno de los
apoderados exigió la exhibición de los antecedentes penales
que reposaban en contra de su prohijado. Comoquiera que
la fiscal no contaba con la información pertinente para
absolver la última solicitud que, incluso, fue respaldada por
la directora de la audiencia, se tomó la decisión de
suspender la diligencia.

Sin embargo, se desconoce de qué manera finiquitó la


audiencia de formulación de imputación, pues, en el
expediente no reposa registro magnético que permitiera su
verificación.

9. Ante esta eventualidad, considerando que las


audiencias preliminares que vienen de desglosarse, no se
acopiaron de manera íntegra en el disco compacto que obra

36
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

en el diligenciamiento, la Sala26dispuso requerir al Centro


de Servicios Judiciales de Cali para que remitiera copia de
los audios y/o videos de la referida vista pública, a lo que
en respuesta, adjunto a un correo electrónico 27, se recibió el
desarrollo de las audiencias de los días 11,12,13 y 14 julio
de 2012, que corresponden a las mismas que reposan en el
expediente; es decir, no se obtuvo la exposición completa de
la delegada del ente persecutor, en relación con la
imputación fáctica de cara a los delitos endilgados al
acusado ARBOLEDA BARONA.

10. De la minuciosa, pero necesaria, semblanza


procesal que antecede, surge evidente, inicialmente, que de
la particular y fraccionada exposición fáctica esbozada por
la delegada de la Fiscalía, no se logra percibir, ni siquiera
por aproximación, de qué manera, en el contexto de los
hechos jurídicamente relevantes atribuidos al implicado,
incursionó en el delito contra la eficaz y recta impartición
de justicia, pues, de lo escasamente revelado, confuso por
demás, ubicó a ARBOLEDA BARONA en el ámbito delictual
de realizar la intermediación y coordinación entre quienes
hurtaban los vehículos y aquellos encargados de realizar la
exigencia dineraria a la víctima, sin que de ello pueda
desprenderse, con la claridad y precisión requeridas, su
incursión en alguno de los verbos rectores que para la
configuración del delito de receptación consagra el artículo
447 del Código Penal.

26
Cuad. de la Corte, fol. 9.
27
Ibídem, fol. 11.

37
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Es más, conforme se transliteró en precedencia, tal


conducta delictiva tampoco fue endilgada a ARBOLEDA
BARONA en la exposición que la Fiscal hizo en relación con
la imputación jurídica a cada uno los indiciados, pues, la
atribuyó a otros coimputados, bajo el verbo rector de
ocultar, desligando de esta actividad al ahora acusado.

Se precisa, entonces, que en esta diligencia preliminar


a ARBOLEDA BARONA le fue comunicada imputación de
cargos por la presunta comisión de los delitos contra el
patrimonio económico –extorsión- y la seguridad pública
–concierto para delinquir-, conforme se consignó en el acta
que registró el resumen de lo acaecido en esa vista pública,
signada por la Juez Cuarta Penal Municipal con Función de
Control de Garantías de Cali, según la cual, la Fiscalía
imputó cargos: «Al señor HÉCTOR ARBOLEDA BARONA, por los
delitos establecidos en los Arts. 244 C.P (EXTORSIÓN) en concurso con

los establecidos en los Arts. 240 CP. -sic- (CONCIERTO PARA


DELINQUIR), en calidad de autor.»

En suma, en la audiencia de formulación de


imputación, al implicado ARBOLEDA BARONA nunca le fue
imputado, ni fáctica ni jurídicamente, el delito de
receptación consagrado en el artículo 447 del C.P.

b. De la formulación de acusación

38
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

1. Retomando el trasegar plasmado en el acápite de


ACTUACIÓN PROCESAL RELEVANTE de esta decisión, se
tiene que la Fiscalía presentó escrito de acusación el 5 de
octubre de 2012, en el que se consignó que el ente
persecutor acusaba formalmente a HÉCTOR ARBOLEDA
BARONA por los delitos de «EXTORSIÓN, previsto en 244 (sic) del
Código Penal, modificado por el Art. 5° de la Ley 733/02; en concurso de
hechos punibles con el delito de CONCIERTO PARA DELINQUIR,
previsto en el Art. 340 del Código Penal, modificado por el Art. 8° de la

Ley 733/2002» (Énfasis del escrito original). Por ende,


correspondió el conocimiento de la actuación al Juzgado
Décimo Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento
de Cali.

2. La formulación de acusación tuvo lugar el 11 de


enero de 2013, oportunidad en la que el Fiscal Delegado
adicionó que, al implicado, en relación con el delito contra la
seguridad pública, le adicionaba los fines de extorsión, más
el agravante consagrado en el inciso 3 del artículo 340 del
C.P. «por ser el líder o coordinador de la banda criminal».

3. En virtud al cambio de competencia de la actuación,


con ocasión de la variación de la calificación jurídica
dispuesta por el ente persecutor, el Juzgado Segundo Penal
del Circuito Especializado de Cali retomó la audiencia de
acusación el 18 de junio de 2013, oportunidad en la que la
fiscalía elevó algunas otras aclaraciones y adiciones al
escrito de acusación, entre ellas, la relacionada con el
implicado HÉCTOR ARBOLEDA BARONA, a quien, además

39
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

de reiterarle los cargos por concierto para delinquir con


fines de extorsión agravado y extorsión en concurso
homogéneo, le agregó el ilícito de receptación en concurso
homogéneo en «3 veces».

3.1. En consecuencia, así procedió la fiscal, valga


precisar, en los eventos que comprometen el presunto
accionar delictivo de ARBOLEDA BARONA:

(18’:25”) Gracias señora Juez. Respecto de la situación


fáctica y para entendimiento de todos, vuelvo y reitero, se
logró establecer la comisión de los 16 eventos durante la
investigación en el siguiente sentido. Evento No. 1.
Extorsión camioneta Kia Sorrento de placas CME 310,
noticia criminal 760016000195201200730, materializado
del 10 al 13 de marzo de 2012, los actos investigativos
lograron establecer la participación activa en esta acción
de Didier Fabián Ospina Azcarate, Claudia Ximena
Sánchez Arboleda y HÉCTOR ARBOLEDA BARONA, entre
otros aun no identificados… Evento No. 12. Receptación
y extorsión del Renault 12, modelo 1978 de placas
HUB496, noticia criminal 760016000193201207389, los
actos investigativos lograron establecer la participación
activa en esta acción de HÉCTOR ARBOLEDA BARONA,
entre otros. (25´:58”) Evento No. 13. Receptación y
extorsión de la camioneta LUV de placas CEM-034, dejé
pasar por alto la noticia criminal, al parecer existe es una
entrevista concedida a la SIJIN, los actos investigativos
lograron establecer la participación activa en esta acción
de HECTOR ARBOLEDA BARONA, entre otros. (26´:20”)
Evento No. 14. Receptación y extorsión de la camioneta
Chevrolet LUV de placas MAS-183, no hubo denuncia por
temor, pero existen llamadas al 123 de la Policía Nacional.
Los actos investigativos lograron establecer la
participación activa en esta acción de HÉCTOR
ARBOLEDA BARONA, entre otros.

Es entonces que conforme al análisis que esta delegada


hizo de los elementos y medios de conocimiento
recopilados, la Fiscalía considera que cuenta con
suficientes elementos materiales probatorios, evidencia
física e información legalmente obtenida, para inferir de
manera racional que existe probabilidad de verdad para

40
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

demostrar en juicio oral la responsabilidad de los


imputados, y que acorde con el acontecer fáctico el
comportamiento desplegado por los acusados se adecuan
sus conductas delictivas a las previstas en el C.P. en el
siguiente sentido:…(37´:29”) HÉCTOR ARBOLEDA
BARONA como coautor de los delitos de concierto para
delinquir, con fines de extorsión, agravado, en
atención a su rol de cabecilla, en concurso
heterogéneo con el delito de extorsión en concurso
homogéneo en 4 veces, y en concurso heterogéneo
con los delitos de receptación en concurso
homogéneo en 3 veces... En atención entonces hasta
aquí señora juez, como el primer punto. (Énfasis de la
Corte).

3.2. Terminada esta primera fase aclaratoria de la


audiencia de acusación y ante la intención de algunos
coimputados de celebrar preacuerdo con el ente persecutor,
la directora de la audiencia decidió suspender el acto
público con esa específica finalidad, la que, en efecto, se
cumplió con varios de los procesados que decidieron
terminar anticipadamente la actuación.

4. De tal manera que, decretada la ruptura de la


unidad procesal, se dispuso la continuación de la audiencia
el 20 de septiembre de 2013, previa presentación por parte
de la fiscalía de otro escrito de acusación en el que,
acogiendo las adiciones y correcciones descritas con
antelación, condensó los hechos jurídicamente relevantes,
en lo que atañe a la situación de ARBOLEDA BARONA, de
la siguiente manera:

El día 13 de octubre del año 2011, se recibió información


de una fuente humana la cual dá (sic) a conocer al Grupo
Automotores de la SIJIN - MECAL la presencia de una
organización delictiva que hace presencia en esta ciudad,

41
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

dedicada al hurto de automotores para su posterior


comercialización, en otros casos deshuace (sic) y venta de
partes, entre tanto, otros más, extorsionan a las víctimas
para devolverle el vehículo hurtado. En el correr
investigativo se logra establecer el accionar de la
organización delictiva en 16 eventos y perfilar el rol
asumido por cada uno de los integrantes y su
participación en cada evento, pues, mientras algunos son
los que abordan a sus víctimas en las calles de la ciudad,
los amedrantan con armas de fuego y los despojan de sus
vehículos, otros se encargan de ocultar los vehículos
mientras deciden su destino final: extorsionar a los
propietarios para su devolución, deshuazarlos (sic) y
venderlos en partes, o hacerle cambio fraudulento de
placas para comercializarlos en otras ciudades,
especialmente el sur del país.

EVENTO NÚMERO UNO - CAMIONETA KIA SORENTO


DE PLACAS CME 310 - NOTICIA CRIMINAL
760016000195201200730.

MATERIALIZADO: 10 al 13 de marzo de 2012.

Los actos investigativos lograron establecer la


participación activa en esta acción de: Didier Fabián
Ospina Azcarate, Claudia Ximena Sánchez Arboleda y
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA, entre otros.

VÍCTIMA
LILIANA SAMPER BENÍTEZ

EVENTO NÚMERO 12. RENAULT 12, MODELO 1978


DE PLACAS HUV496, NOTICIA CRIMINAL
760016000193201207389

Los actos investigativos lograron establecer la


participación activa en esta acción de HÉCTOR
ARBOLEDA BARONA, entre otros.

VÍCTIMA
OMAR DARÍO CARVAJAL TABIMA.

EVENTO NÚMERO TRECE - RECEPTACIÓN Y


EXTORSIÓN CAMIONETA LUV DE PLACAS CEM-034,
EXISTE ENTREVISTA A LA VÍCTIMA Y REPORTE AL 123.

Los actos investigativos lograron establecer la


participación activa en esta acción de HÉCTOR
ARBOLEDA BARONA, entre otros.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

VÍCTIMA: SEÑOR LEONARDO MORA.

EVENTO N° 14. RECEPTACIÓN Y EXTORSIÓN


CHEVROLET LUV DE PLACAS MAS-183 - NO HUBO
DENUNCIA POR TEMOR, HAY LLAMADA AL 123 DE LA
POLICÍA NACIONAL

Los actos investigativos lograron establecer la


participación activa en esta acción de HÉCTOR
ARBOLEDA BARONA, entre otros.

Víctima: JUAN ANDRÉS GARCÍA (Negrillas pertenecen


al texto original).

5. De tal forma que la juez28, luego de auscultar en los


sujetos procesales si habían recibido copia de ese último
escrito, señaló lo siguiente:

Verificada entonces las constancias procesales que obran


en la carpeta del caso, se tiene que en esta acusación se
ha avanzado hasta la modificación y adición que ya la
señora fiscal presentó por lo que corresponde, entonces, es
ahora presentar su acusación. (Énfasis de la Corte).

6. Seguidamente, en el acto de verbalización, en lo


que corresponde a ARBOLEDA BARONA, procedió la fiscal a
darle fiel lectura al escrito reseñado previamente, luego de
lo cual, en relación con la calificación jurídica, señaló:

…HÉCTOR ARBOLEDA BARONA como coautor de los


delitos de concierto para delinquir con fines de extorsión
agravado en atención a su rol de cabecilla, en concurso
heterogéneo con el delito de extorsión en concurso
homogéneo en cuatro veces, eventos uno, doce, trece y
catorce, en concurso heterogéneo con los delitos de
receptación en concurso homogéneo en tres veces, eventos
doce, trece y catorce.
28
7600160000002013003450_760013107002_01_01.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

(…)

Son estos los cargos por los cuales la Fiscalía General de


la Nación, por intermedio de esta delegada, presenta
formulación de acusación en contra de…HÉCTOR
ARBOLEDA BARONA… (Subrayado fuera de texto).

7. La particular actuación de la Fiscalía en esta fase


procesal, revela que, en lo que corresponde al delito de
receptación, casi de manera subrepticia lo insertó como
una adición al escrito de acusación, pues, aparejado con la
inserción de las circunstancias de agravación punitiva
respecto del delito de concierto para delinquir endilgado al
implicado, agregó, incluso sin sustento alguno, la presunta
comisión de un nuevo delito, sin que, ni siquiera, de la
particular exposición fáctica que hiciera del conjunto cabal
de punibles a él endilgados, lograse detallarse cuál fue su
concreto proceder respecto de esa novedosa ilicitud.

c. De la fase de juzgamiento

Bastaría con reseñar que los juzgadores de primero y


segundo grados, emitieron sentencia condenatoria en
contra del acusado, entre otras conductas, por el concurso
de delitos de receptación.

Empero, de esta fase procesal resulta relevante


destacar que ni siquiera el juez de conocimiento guardó
correspondencia con la súbita pretensión incriminadora de

44
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

la Fiscalía, plasmada tanto en el escrito de acusación como


en la audiencia en la que lo verbalizó.

El sustento que el juzgador singular esbozó para


determinar la materialidad y responsabilidad de esta ilicitud
a ARBOLEDA BARONA, confirmado por el Tribunal,
colegiatura que, valga señalarlo, no desarrolló
consideración específica sobre el particular, fue consignado
en los siguientes dos párrafos:

Inescindiblemente vinculado con el trasegar delictivo


revelado en el juicio, se presenta también el delito de
Receptación, suficientemente acreditado a partir de los
detalles dados a conocer por el investigador Jorge Iván
Caicedo Velásquez en su testimonio, en cuanto con
claridad manifiesta señaló (sic) que una vez ejecutado el
asalto y apropiados del automotor objeto de latrocinio, el
mismo se movilizaba a las viviendas de varios miembros
de la organización donde se ocultaban para impedir la
acción de las autoridades, mientras tomaban contacto con
el propietario para doblegar su voluntad a través de una
exigencia económica como requisito para devolverle el
automotor o en su defecto despiezarlo para vender sus
partes o falsificar sus guarismos de identificación para
trasladarlo al vecino país de Ecuador.

Por ejemplo, puede observarse el caso 1 en el cual el


acusado habla con alias Julián, quien le indica que él
tiene la camioneta hurtada; el caso 6 en el que Héctor
habla con alias “Cabuyo” sobre la ubicación de una
camioneta Fortuner de placas KIP-032, la cual mantenía
oculta este último hasta que pudiera ser vendida en el
Ecuador; y el caso 15 en el que el acusado da con el lugar
y la persona que tiene la camioneta de placas MAS-183
durante el tiempo que dura la negociación. Eventos que
acreditan que en todos los casos en que intervenía conocía
de entrada el lugar donde se encontraba el vehículo
hurtado y en poder de qué persona se hallaba, acto del
que tomaba parte de su ejecución y del cual se beneficiaba
al obtener lucro del rescate exigido a las víctimas para su
recuperación.

45
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

De esta escueta sustentación, se destaca como la


juzgadora emitió condena por hechos diversos a los que
enmarcaron la pretensión incriminadora de la Fiscalía,
pues, mientras esta última convocó a juicio a ARBOLEDA
BARONA por su proceder receptador respecto de los eventos
doce, trece y catorce, que en su orden corresponden a los
vehículos de placas HUB-489, CEM-034 y MAS-183, la
falladora emitió sentencia por los casos uno, seis y quince
que, siguiendo el mismo orden consecutivo dispuesto por el
ente persecutor, hacen relación, los dos primeros, a los
automotores de placas CME-310 y KIP-032, pues, en
cuanto al tercero, la funcionaria incurrió en un lapsus
calami, toda vez que al especificar que se trató del
automotor de placas MAS-183, sí guardó coincidencia con
la acusación en la que se determinó que esa camioneta se
relacionaba con el evento número catorce.

En suma, aunado a que la materialidad y


responsabilidad en la comisión del delito de receptación fue
acreditada por la juzgadora tan solo «a partir de los detalles
dados a conocer por el investigador», al tiempo que no
desligó esa ilicitud de la comisión del delito de hurto, lo que
no resulta posible conforme a la descripción típica del
artículo 447 del Código Penal, endilgó al procesado
conductas, eventos uno y seis, que no fueron imputados
por la Fiscalía ni en la fase preliminar ni en la acusación.

Conclusiones

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

De la anterior sinopsis procesal es dable definir que:

(i) Al procesado HÉCTOR ARBOLEDA BARONA, única


y exclusivamente, le fueron imputados, en lo fáctico y
jurídico, los delitos de concierto para delinquir agravado
y extorsión.

(ii) Ello obedeció a la comprensión que, respecto de los


hechos, en ese momento tuvo la fiscal que se encargó del
«juicio de imputación»29.

(iii) En la formulación de imputación no se hizo


alusión a hechos independientes, constitutivos de
receptación, tampoco se determinó, de manera explícita o
implícita, un cargo atendible por esta conducta en contra de
ARBOLEDA BARONA.

(iv) Aunque el fiscal, al que posteriormente le fue


asignado el caso, consideró que debía llamar a juicio a
ARBOLEDA BARONA, por el mencionado delito, no adicionó
la imputación ni introdujo dicho aspecto factual y jurídico
en la acusación, como especie de adición.

(v) En primera y segunda instancias se emitió condena


por los cargos incluidos en el pliego acusatorio, sin que, por
29
En la ya citada sentencia CSJ SP2042–2019, 5 jun. 2019, rad. 51007, se dejó
sentado que aquél consiste en el análisis que debe realizar la fiscalía, orientado a
establecer si se cumplen o no los requisitos legales para la formulación de cargos en
audiencia preliminar, en los términos de los artículos 286 y siguientes de la Ley 906
de 2004.

47
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

demás, guardara armonía con la súbita pretensión


incriminadora del ente persecutor.

De esta manera, deviene indiscutible que se lesionó el


debido proceso, el principio de coherencia y el derecho a la
defensa del encausado, toda vez que los cargos (hechos y
denominación jurídica) incluidos por primera vez en la
acusación por la presunta comisión del delito contra la
recta y eficaz administración de justicia, dieron lugar al
llamamiento a juicio por un delito adicional a los
inicialmente imputados en la fase preliminar al
enjuiciamiento.

Por lo expuesto, a fin de salvaguardar las comentadas


garantías se impone casar parcialmente la sentencia
emitida en contra de HÉCTOR ARBOLEDA BARONA, para
resolver en consonancia con la imputación, cuya operación
no deja otro camino que anular parcialmente lo actuado a
partir de la audiencia de formulación de acusación, solo en
lo que compete a los varios delitos de receptación allí
despejados, lo que conduce, además, a revocar la condena
emitida por este concurso de delitos , deducida por los
falladores de instancia, lo que genera l a consecuente
redosificación, labor que se realizara en el acápite
pertinente.

Así las cosas, se ordenará la expedición de copias de


todo el proceso, con destino a la Fiscalía General de la

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Nación, para que, dentro de su órbita de competencia,


adelante el trámite a que haya lugar respecto del punible
que aquí se excluye.

Del recurso casacional admitido

Corresponde ahora a la Sala entrar a resolver los


tópicos planteados en cada uno de los cargos formulados
por el casacionista, quien, se retoma, acusa la sentencia
condenatoria emitida en contra de ARBOLEDA BARONA, de
construirse sobre yerros derivados de la violación directa de
la ley sustancial, específicamente, por la interpretación
errónea de los presupuestos normativos que estructuran
cada una de las conductas concursales por las cuales fue
convocado a juicio (cargos primero y segundo de la
demanda casacional), así como también por errores de
hecho (cargos tercero y cuarto del mismo texto) a partir de
los que cuestiona la forma en que los juzgadores valoraron
las pruebas con las que asintieron en dar por acreditada la
materialidad de las conductas punibles y la atribución de
responsabilidad del implicado en su comisión.

Por tal motivo, para cumplir con la debida


comprobación de las presuntas falencias advertidas por el
casacionista, la Sala abordará su estudio siguiendo el
mismo orden argumentativo emprendido por los falladores,
quienes, en primer lugar, asumieron el análisis del delito
contra la seguridad pública -concierto para delinquir con

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

los fines extorsivos-; seguidamente, el ilícito contra el


patrimonio económico -extorsión-, para finalizar con el
punible contra la eficaz y recta impartición de justicia
-receptación-, secuencia que, por demás, observa
coincidencia con la ruta de cuestionamientos desarrollada
por el libelista.

Del delito de concierto para delinquir agravado

Inicialmente, ha de mencionarse, conforme a la


pacífica jurisprudencia de la Sala, que la conducta punible
de concierto para delinquir tiene lugar cuando varias
personas se asocian con el propósito de cometer delitos
indeterminados, ya sean homogéneos, como cuando se
planea la comisión de una misma especie de punibles, o
bien heterogéneos, caso en el cual se concierta la
realización de ilícitos que lesionan diversos bienes jurídicos;
desde luego, su finalidad trasciende el simple acuerdo para
la comisión de uno o varios delitos específicos y
determinados, en cuanto, se trata de la organización de
dichas personas en una sociedad con vocación de
permanencia en el tiempo.

Acorde con lo consagrado en el artículo 340 del Código


Penal, modificado sucesivamente por los artículos 8 y 19 de
las Leyes 733 de 2002 y 1121 de 2006, respectivamente,
esta ilicitud contempla como modalidades la simple y la
agravada. En la primera se tipifica la voluntad de la

50
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

asociación criminal permanente para cometer delitos


indeterminados, al tiempo que en la agravada la misma
voluntad apunta a perpetrar los hechos punibles
expresamente reseñados en el inciso segundo del citado
canon normativo, valga señalar, el homicidio, el
secuestro extorsivo, la contaminación ambiental, la
extorsión, etc.

Las dos alternativas descritas son comportamientos de


peligro y mera conducta, para cuya configuración basta el
acuerdo con dicho propósito sin necesidad de su ejecución;
y, autónomas de los delitos cometidos en virtud del mismo,
en razón a la existencia de un concurso material y efectivo
de tipos penales en los términos del artículo 31 del Código
Penal, en el que los concertados responderán con sujeción
al grado de contribución o aporte en cada uno de los delitos
distintos al de la asociación criminal.
Adicionalmente, es de mencionar, hace parte de los
tipos penales llamados plurisubjetivos, debido al número
de personas requeridas para su configuración, quienes
responden a título de autores por haber acordado la
comisión de los delitos.

Así las cosas, para la demostración de esta ilicitud no


se demanda el registro de su constitución ni documentos
donde conste la aquiescencia de la conformación del grupo
ilegal, sino la constatación del lugar donde hace presencia,
modus operandi, integrantes, hechos ejecutados, lazos con

51
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

las comunidades, etc., dado que, «generalmente, deviene por vía


de inferencia, a partir del análisis de las actividades, elementos,
armas, procedimientos, contactos o situaciones objetivas atribuidas a
la organización delictiva, más no de un contrato o acto de aprobación

expreso de sus miembros.»30.

Ahora bien, como lo ha precisado la Sala, las


organizaciones delincuenciales para evitar su
desmembramiento por las autoridades, generalmente se
integran de manera compartimentada, lo cual conduce a
que todos sus integrantes a pesar de no conocerse actúen
bajo el mismo propósito, sin que por dicha conformación
pueda predicarse la inexistencia del ánimo o la voluntad de
asociación de sus integrantes para la comisión de los delitos
que llevaron a su conformación con vocación de
permanencia.

Bajo tales presupuestos, en el caso que ocupa la


atención de la Sala, la condena del acusado por el delito de
concierto para delinquir agravado se torna indiscutible por
estar probada, más allá de toda duda, su asociación con
otras personas para cometer el delito de extorsión, razón
por la cual el fallo de segunda instancia, en lo que toca con
este ilícito, no será casado. Veamos:

Con ocasión de la información suministrada por una


fuente humana en el mes de octubre de 2011, las labores
investigativas coordinadas por la fiscalía, dispuestas desde
30
Cfr. CSJ SP, jul. 22 2009, Rad. 27852 y AP, 30 ag. de 2012, Rad. 39759, entre
otros.

52
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

ese mes hasta el de mayo del año siguiente, tales como


interceptación de comunicaciones y seguimiento a
personas, lograron detectar el modo operacional de un
grupo de individuos que se dedicaba al hurto de
automotores en la ciudad de Cali, mediante el atraco o el
halado, para luego dejarlos a disposición de otras personas
quienes, a su turno, se encargaban de ubicar a los
propietarios de esos vehículos y exigirles, a modo de
«rescate», la entrega de una suma de dinero para su
devolución.

Como gerente en la ejecución de los actos de


investigación estuvo a cargo el perito profesional en
identificación de automotores e Investigador Judicial Jorge
Iván Caicedo Velásquez, adscrito a la Policía Nacional, el
cual, en el juicio oral, en condición de testigo de cargo,
sesiones de 28 de octubre de 2013 y 14 de enero de 2014,
se refirió a los resultados de la operación denominada
«Camaleón», consignados en el informe ejecutivo -FPJ-3- de
5 de julio de 2012, indicando, inicialmente, que a través del
análisis de las llamadas interceptadas, respecto de los
abonados telefónicos revelados por el informante, se logró
identificar los componentes de la actividad delictiva y a
algunos de sus integrantes, quienes fueron ubicados en un
organigrama, que explicó de la siguiente manera:

(…) en primera instancia se pone de presente el componente


de hurtos que van concadenados con el coordinador de
ventas o rescates, en este caso, el señor Héctor Arboleda
Barona o alias el negro Héctor como lo conocen en el medio.

53
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Los encargados de los hurtos de los automotores, el señor


Miguel Ángel Cardona Ruiz, alias cuato, Richard Cruz Ortiz,
alias Richard, Carlos Andrés Angola Quintero, que ya
anteriormente lo mencioné, este muchacho además de
atracar era el que utilizaba su medio de transporte de
servicio público para movilizar a estos delincuentes;
igualmente el señor Miguel Ángel Echeverry Sepúlveda,
alias el gordo. Igualmente, también, el componente de
atracadores que era el encargado de movilizar los
vehículos, al igual que el señor José Eduardo Rodríguez
Cárdenas, alias Eladio, Luis Eduardo Cano Morales, alias
el feo, Jhon Edison Arango Zapata, alias la momia, este
además de coadyuvar al hurto de automotores, prestaba su
residencia para guardar los automotores, más que todo
motocicletas de alto cilindraje, al igual que la señora María
del Pilar Molina, alias la prima, familiar del señor Luis
Eduardo Cano Morales, que prestaba su residencia, al igual
que su hermano Manuel Lisandro Cano Morales que
también prestaba su lugar de residencia para guardar
estos elementos hurtados; en el componente de hurtos
también nos aparece el señor Francisco Alberto Castillo,
alias Pacho que también es taxista y cumplía la misma
función que el señor Carlos Andrés Angola Quintero y el
señor Dairo Antonio Victoria, alias Dairo, que también se
movilizaba con este taxista haciendo las veces del hurto o él
era el que llegaba con el arma de fuego y despojaba a estas
víctimas de sus rodantes.

En cuanto al componente de distribución y comercialización


se puede observar que en su parte superior aparece el
señor Héctor Arboleda Barona, alias el negro Héctor,
coordinador de ventas o rescates que tenía conexión con
Jesús Alberto Lasso Sandoval, alias cabuyo, comprador o
comercializador que se ubicaba en el municipio de Ipiales,
frontera con el vecino país de la República de Ecuador, al
igual que el señor Jesús Alberto González Piedrahita, alias
el grande, este sujeto también comprador o comercializador
de vehículos de alta gama…Al igual, Fernando Gómez de la
Cruz, este señor tiene conexión con el señor Jesús Alberto
González Piedrahita, alias el grande, el cual en el mes de
febrero se encontró dos vehículos de alta gama…
(Subrayado fuera de texto).

A partir de esa semblanza que, en oposición a la


inconformidad del casacionista, emana de la percepción
directa que tuvo el policial de los actos investigativos a

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

cargo, vale decir, registra lo que contenían las


interceptaciones, más no porque los sentenciadores lo
ubicaran como testigo presencial de las conductas ilícitas
desarrolladas por la asociación criminal, surge como obvia
consecuencia que la actividad desplegada por quienes
fueron identificados como integrantes del segundo
componente delincuencial, guardaba estrecha relación con
el primer colectivo encargado del hurto de los vehículos,
pues, solo respecto de los bienes materia de esa ilicitud se
abría la posibilidad de solicitar su «rescate» a las víctimas.

Así lo reafirmó el testigo, cuando al referirse a la


cadena delincuencial detectada, señaló:

Dentro del análisis de estos abonados telefónicos se puede


determinar y se puede hablar de la cadena delincuencial,
toda vez que, en varias ocasiones, en muchas ocasiones, en
las interceptaciones se data de la persona quien es el
encargado o quien es el responsable de haberse hurtado
ese vehículo. Posteriormente, aparece la persona que es el
mal llamado intermediario o gestor que toma contacto con la
víctima y le dice que para recuperar el vehículo tiene que
aportar cierta suma de dinero, toda vez que, si no lo hace a
tiempo, de manera inmediata, el vehículo puede ser sacado
de la ciudad o, posteriormente, desguazado o despiezado.

Aparece también, la persona o el encargado de ubicar a


estos sujetos que se dedican a hurtar en la modalidad de
halado o en atraco, él toma contacto con esas personas y
les manifiesta de que al ciudadano lo contactaron y que le
están haciendo una exigencia de dinero que si va a
devolver el vehículo. La persona que lo hurta pone un valor,
quien toma contacto con el que lo hurta le pone otro valor,
quien sirve de intermediario o que contacta a la víctima le
pone otro valor y así sucesivamente se da la cadena, en
últimas el que termina perdiendo es la víctima que fuera de
que le hurtan su vehículo le toca pagar por el mismo.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Se evidencia, entonces, la coexistencia de dos


agrupaciones delictivas cuyo accionar se nutría del mismo
bien, es decir, los vehículos automotores, los cuales, en la
«cadena delincuencial», pasaban por diversos estadios de
ilicitud, siendo el primero su desapoderamiento a las
víctimas para, seguidamente, como una alternativa,
negociarlo con quienes, a la postre, ubicaban al propietario
para exigirle una suma de dinero por su devolución so pena
de ser desarmados y vendidos por partes o trasladados a
zona fronteriza a fin de comercializarlos en otro país.

Es cierto, eso sí, como lo infiere el casacionista, que se


evidencia un yerro en lo adverado por los juzgadores
respecto de lo depuesto por el investigador, pues,
parcialmente incurrieron en falso juicio de identidad por
tergiversación, toda vez que la correcta audición de su
exposición enseña que al acusado no se le detectó como
«parte de una agrupación dedicada al hurto de automotores…», y
tampoco se «ubicó a Héctor Arboleda Barona alias “Negro Héctor”,
como el coordinador de los hurtos...», falencia que, valga
destacarlo, fue propiciada por la manera ambigua en que la
Fiscalía abordó la secuencia fáctica, desde la misma
formulación de imputación.

Empero, el error de hecho despejado no alcanza la


fuerza requerida para exonerar de responsabilidad al
acusado, como lo sugiere el censor, pues, de manera
diáfana, se itera, el testigo deslindó dos grupos, liderados e

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

integrados por personas diferentes; uno de ellos, para lo


que interesa a esta actuación, el encargado de ejecutar el
«rescate» de los vehículos hurtados, en el que ARBOLEDA
BARONA tuvo un papel protagónico, cuestión fáctica que ha
guardado el mismo hilo conductor en el discurrir del
proceso.

La interceptación de las líneas telefónicas


comprometidas apuntó, en particular, a la número
3006402668, lográndose establecer que era usada por
ARBOLEDA BARONA, lo que fue corroborado a través del
procedimiento técnico y la actividad de vigilancia y
seguimiento de la que fue objeto el implicado.

Así lo precisó el testigo Caicedo Velásquez en sesión de


28 de octubre de 2013:

De acuerdo a las interceptaciones, a las labores de


vigilancia y seguimiento, de acuerdo a los medios técnicos
que poseemos en estos momentos, de acuerdo a la
interceptación, una vez ingresa una llamada, o sale una
llamada del abonado interceptado, él indica un rango o una
dirección de acuerdo a la posición de la antena para
indicarnos a nosotros o guiarnos el lugar donde esta
persona en el momento se encuentra. Como teníamos orden
de vigilancia y seguimiento, se pudo ubicar su lugar de
trabajo, un taller de repuestos de razón social El Relay, al
igual que en otras alocuciones él manifiesta, eso fue para
los primeros días de abril -año 2012-, él manifiesta en
unas alocuciones que no puede hacer ningún trámite ese
día porque se encuentra en una cita médica en el seguro
social. Se dispone el personal a trasladarse hasta el lugar
y efectivamente, de acuerdo a la minuta o el informe de
vigilancia y seguimiento se puede determinar que
efectivamente el señor Héctor Arboleda Barona se
encontraba en ese sitio asistiendo a una cita médica, toda
esta información quedó documentada en solicitudes previas

57
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

tanto al Seguro Social y quedó también insertada en la


minuta de vigilancia y seguimiento.

En efecto, el audio que registró la llamada a la que


hizo alusión el deponente, respalda no solo la información
atinente al lugar en que se ubicaría al acusado en
cumplimiento de una cita médica, sino que, además, su
interlocutor lo llamó a él por su nombre, aspecto que
fortalece el procedimiento para su identificación. Así se
desarrolló aquella conversación que se generó por una
llamada recibida al abonado de ARBOLEDA BARONA el 2
de abril de 2012:

N.N.: Que hubo Héctor, hablas con Luis.


Héctor Arboleda Barona: Que hubo, mijo.
N.N.: Que le iba a decir, ¿al fin qué?
Héctor Arboleda Barona: No, pues, estoy por acá en una
cita médica y no he podido hablar con este muchacho hoy,
ahora que me desocupe de acá yo lo llamo y después te
marco a ver que ha resuelto para hoy.
N.N.: Ah, entonces yo más ratico lo llamo para ver que
hay.
Héctor Arboleda Barona: Después del medio día porque
acá me desocupo tarde acá del Seguro Social.

Seguidamente, el testigo señaló:

Para el 02-04-2012, en atención a la llamada que le


ingresa al abonado telefónico del señor Héctor, donde
manifiesta que se encuentra en el Seguro Social, en una
cita médica, se hace el desplazamiento para allá, y se
logra ingresar al Seguro Social donde se observa en la
sala de espera, cuarto piso, de la Clínica Rafael Uribe
Uribe, antiguo Seguro Social, este señor viste una
camiseta amarilla con rayas blancas, jean azul y tenis
blancos, este se encontraba a la espera de ser atendido

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

para que le realizaran junta médica para un inconveniente


médico en el cerebro, según lo manifestado en las
alocuciones de la línea interceptada. Con esta información
se pudo determinar, previa solicitud al Seguro Social para
determinar si el señor, del cual estoy manifestando, era el
mismo que se encontraba a la espera de una cita médica,
a una junta médica, una situación de salud que
presentaba en ese momento.

Y, en correlación con ello, el mismo declarante


identificó al implicado en la vista pública como la persona
que pudo apreciar en cumplimiento de aquella cita médica.
Así se desarrolló este apartado de su interrogatorio:

Fiscal: ¿Quiere usted decirnos señor investigador, si la


persona que usted vio ese día y a esa hora donde usted
acaba de decirnos, de acuerdo a la vigilancia y
seguimiento, se encuentra en esta Sala?

Jorge Iván Caicedo Velásquez: Sí señora fiscal, se


encuentra a mi izquierda, el primero de izquierda a
derecha.

Fiscal: Señora Juez, solicito de su venia para que la


persona que está señalando el investigador se ponga de
pie.

Juez: Proceda, por favor.

Juez: Es conveniente que, como asistimos varias personas


a esta audiencia, por lo menos, nos lo describa con la
vestimenta que tiene la persona que usted indica
corresponde a la misma que vio en la sala de espera del
hospital Rafael Uribe Uribe.

Jorge Iván Caicedo Velásquez: Si señora Juez. Es una


persona de aproximadamente unos 48 o 52, 53 años, tez
morena, de 1,80 de estatura, contextura gruesa, cabello
corto con canas, esas son las características.

Jueza: Dejamos constancia, entonces, que el testigo se


está refiriendo justamente al acusado Héctor Arboleda, a
quien se le hizo colocar de pie para los efectos que pidió la
Fiscalía.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Esta sinopsis es lo suficientemente ilustrativa para


tener como acreditado que el portador e interlocutor de la
referida línea interceptada no era otra persona distinta al
acusado ARBOLEDA BARONA, descartando así la ausencia
de acreditación de este tópico, como en su oportunidad lo
cuestionó la defensa, pues, el principio de libertad
probatoria establecido en el artículo 373 del estatuto
adjetivo penal de 2004, según el cual «los hechos y
circunstancias de interés para la solución correcta del caso, se podrán
probar por cualquiera de los medios establecidos en este código o por

cualquier otro medio técnico o científico, que no viole derechos humanos »,

conduce a predicar que en el cotejo técnico de voces la


identificación se puede llevar a cabo por cualquier otro
medio, incluso, como en el presente caso, mediante prueba
testimonial.31

En efecto, el reconocimiento realizado por el


investigador judicial fue confirmado mediante su testimonio
rendido en el juicio, por lo que, en cumplimiento de los
requisitos de publicidad, inmediatez y contradicción dejó
sin soporte la incertidumbre confeccionada por el censor a
partir de la disconformidad creada por la fuente humana,
quien, si bien, respecto del implicado suministró un nombre
diverso al del implicado –Héctor Fabio Bermúdez Henao-,
fueron las necesarias labores de corroboración realizadas en

31
CSJ SP del 7 de noviembre de 2012, radicado 37394; SP del 27 de octubre de 2004,
radicado 22639; AP490-2014 del 12 de febrero de 2014; radicado 39069 y SP del 28 de
septiembre de 2016, radicado 46432.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

el marco de la investigación, liderada por el testigo policial,


las que permitieron depurar y establecer el nombre preciso
del acusado.

Ahora bien, el «análisis link» efectuado a las


interceptaciones de múltiples abonados telefónicos,
evidenció la permanente interacción del acusado con otros
integrantes de los dos grupos delincuenciales, algunos de
ellos individualizados en la investigación en la comisión de
delitos de hurto, extorsión, receptación y porte ilegal de
armas de fuego, entre otros, quienes, a la postre, fueron
vinculados a este proceso, solo que en instancias procesales
precedentes decidieron, vía preacuerdo, dar por terminada
la actuación adelantada en su contra.

De tal manera, que la asidua comunicación entre los


integrantes de las estructuras criminales fue tema
desarrollado en el juicio oral por cuenta del testigo de cargo
Yilmer Elías Pérez Gómez, Técnico Analista de la Sijin
-sesión de 6 de noviembre de 2013-, quien, al referirse al
informe de 19 de julio de 2012, elaborado en el curso de la
investigación, dio cuenta de la frecuencia con que el
acusado sostenía comunicación, bien con quienes se
determinó participaban de los hurtos, ora en relación con
aquellos que se encargaban, dentro del ramo por él
liderado, de ubicar a las víctimas para solicitar el «rescate»
de sus vehículos.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Explicó el deponente, que la «llave link es una herramienta,


la cual lo que hace es organizar información ya sea de texto,
documentos, sábanas de líneas telefónicas, videos, fotografías y

demás.», cuyo uso permitió evidenciar, según los gráficos

que fueron descubiertos en su oportunidad a la defensa,


que en un lapso comprendido entre el 26 de octubre de
2011 y 30 de abril de 2012, del abonado usado por
ARBOLEDA BARONA, esto es el 3006402668, se
presentaron contactos de forma directa e indirecta (a través
de intermediarios), detallados de la siguiente forma:

Hay 22 registros, donde hay comunicación con alias


Julián del 3168320694 de forma directa; así mismo 354
coincidencias registradas en el sistema del 3004435353
de Cabuyo (Jesús Alberto Lasso Sandoval) con alias
Héctor y 36 coincidencias de Héctor hacia alias El Viejo
del 3014186145 y del 3014186145 37 registros al
3006402668, esto en forma directa.
(…)

Del 3006402668 hay 36 y 37 coincidencias con el


3014186145 que es intermedio de alias Caliche con 10
registros y 9 registros; así mismo, de alias El Viejo,
intermedio con alias Cuato, se encuentran 108 y 109
registros; con alias caliche se encuentra 1 registro y con
alias Richard (Richard Cruz Ortiz) se encuentra también 1
registro; otro intermedio es alias Héctor del 3006402668
con el 304435353 de alias Cabuyo, intermedio de 3
abonados: 58 registros con alias Cuato entre Cabuyo y
Cuato, hay 58 registros, 51 registros entre Cabuyo y
Caliche y 9 registros entre Cabuyo y otro abonado de
Caliche. De forma directa hay 22 registros con alias
Julián, 3168320694, que este a su vez tiene 32 registros
con alias Cabuyo de llamadas salientes y 3 registros de
llamadas entrantes y a su vez de Julián con alias El Indio
o Pastuso con 6 registros encontrados.

Al acompasar la anterior información con la exposición


vertida por el investigador líder, Jorge Iván Caicedo

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Velásquez, se tiene que, durante esa misma línea de tiempo


logró identificarse el accionar de la cadena delincuencial en
veinticuatro (24) eventos, precisando que fueron muchos
más, solo que por falta de recursos no fue posible
consolidar su judicialización, lo que sí aconteció, cuando
menos, respecto de cuatro casos en que los resultados de la
interceptación telefónica ilustran la participación del
acusado en el rol específico de coordinar la exigencia de
dinero a las víctimas, para hacerles devolución de sus
vehículos.

De tal manera que, en la audiencia de juicio oral,


sesión de 23 de octubre de 2013, a instancia de la Fiscalía,
en desarrollo del interrogatorio formulado al referido testigo,
se exhibieron algunos audios del plexo global que
previamente fuera descubierto a la defensa, los cuales, a
partir de la explicación ofrecida por el deponente, permiten
dar cuenta de las conversaciones sostenidas entre el
acusado y otros individuos, en el rol de ubicar los
automotores hurtados, negociarlos con el delincuente que lo
tuviera en su poder y, simultáneamente, a través de
intermediarios, contactar a los propietarios para exigirles
una suma de dinero a cambio de la devolución del bien.

En específico, se refirió a los siguientes vehículos: (i)


camioneta marca Kia de placas CME-310, de propiedad de
Liliana Samper Benítez; (ii) Renault 12 de placas HUB-489,
de propiedad del señor Oscar Darío Carvajal Tabima; (iii)

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Chevrolet Luv de placas MAS-183, de propiedad del señor


Juan Andrés García y (iv) camioneta Chevrolet Luv de
placas CEM-034, cuyo propietario es el señor Leonardo
Manuel Mora Zambrano; automotores de los que, como
común denominador, se tuvo noticia que habían sido
previamente hurtados, bien por denuncia, ora por llamada
a la línea 123 de la Policía Nacional, según las labores de
verificación indicadas por el citado investigador.

Así las cosas, el testigo señaló que, de acuerdo con la


información suministrada por el analista de la sala de
interceptaciones, para el mes de marzo de 2012 se tuvo
conocimiento del hurto de una camioneta, razón por la que
debía estarse a la espera de la denuncia que formulara la
víctima, pues, según los audios captados, el propietario
sería contactado para exigirle dinero por su devolución.

En relación con esa información la Fiscalía exhibió la


interceptación telefónica n° 308 de 12 de marzo de 2012 32,
que atañe a una conversación en la que ARBOLEDA
BARONA, no solo es indagado por su interlocutor acerca del
paradero de uno de los vehículos comprometidos en esta
actuación, sino que, a su turno, él también intenta la
localización de otra de las camionetas que igualmente
conforma el grupo de ilicitudes que le fueron endilgadas.
Así se desarrolló ese diálogo:

32
Interceptación n° 308, hora 8:25 p.m.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Juan Pablo, alias «Apa»33: Que hubo señor


Héctor Arboleda Barona: Que hubo patrón, usted se me
pierde, no?
Juan Pablo, alias «Apa»: Le he estado llamando ayer todo
el día y no me contestó.
Héctor Arboleda Barona: No, si se me quedaron los
celulares en el taller…
Juan Pablo, alias «Apa»: Se le quedaron los teléfonos?
Héctor Arboleda Barona: Si ayer en el taller.
Juan Pablo, alias «Apa»: Viejo, colaboráme con un
favorcito ahí hombre, que es de la casa: Un R-12, ahí del
Paso del Comercio, azul, una break.
Héctor Arboleda Barona: ¿Un break azul?, ¿número?
Juan Pablo, alias «Apa»: 489.
Héctor Arboleda Barona: ¿Cuándo fue eso?
Juan Pablo, alias «Apa»: Ayer
Héctor Arboleda Barona: 489, renoleta 12, listo.
Héctor Arboleda Barona: Yo también lo estaba llamando
porque era que un Atos taxi en Juanchito 531…
Juan Pablo, alias «Apa»: Cuándo?
Héctor Arboleda Barona: El sábado. Y estaba llamando
también a ese Diego, a ver si de pronto una Sorrento de
Siboney, 310, el sábado por la noche.
Juan Pablo, alias «Apa»: Yo tengo ya línea directa con
estos manes ya…
Héctor Arboleda Barona: ¿Ah sí?
Juan Pablo, alias «Apa»: Si
Héctor Arboleda Barona: Entonces, pregúntela que de
pronto la tiene el Julián.
Juan Pablo, alias «Apa»: Voy a llamarlo.
Héctor Arboleda Barona: Si de Siboney, 310.
Juan Pablo, alias «Apa»: Vé colaboráme con ese azul,
pues…
Héctor Arboleda Barona: ¿Cómo es el número?
Juan Pablo, alias «Apa»: 489.
Héctor Arboleda Barona: Listo, ya voy a averiguar esa
vuelta.

Según las explicaciones dadas por el investigador en el


juicio oral, se tiene que el número 310 es un dato que
corresponde a la información numérica de la placa CME-
310, perteneciente a una camioneta marca Kia, color gris,
modelo 2005, de propiedad de la señora Liliana Samper
33
El nombre de este interlocutor es extraído del Cd que contiene el cúmulo de
interceptaciones del abonado telefónico usado por el implicado -3006402668-.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Benítez, quien, en efecto, según lo corroboró en su actividad


investigativa (entrevista a la víctima), fue despojada de ese
automotor mediante la modalidad de halado y,
posteriormente, canceló una suma de dinero para que le
fuera devuelto.

Empero, debe precisar la Sala, esa no fue la única


alocución captada al acusado en relación con su
participación en este específico evento delictivo, pues, del
cúmulo de interceptaciones incorporadas válidamente a la
actuación, se encuentran otras más -según fueron
relacionadas en el escrito de acusación- que contribuyen a
evidenciar cuál fue su modo operacional al interior de la
organización delictiva. Veamos:

(i) Interceptación n° 313 de 12 de marzo de 2012, hora


8:47 a.m.:

N.N. Daiby: Habláme viejo, dame buenas noticias.


¿Cuánto?
Héctor Arboleda Barona: 65 me pidieron
N.N. Daiby: Uf, eso es viejo ¿no?, es 2005 ¿no?
Héctor Arboleda Barona: Que es diésel, ¿verdad? Yo
había dicho que era 2007, y por allá estaban haciendo la
vuelta, no sé si es verdad o será mentira, pero que no le
han salido con nada.
N.N. Daiby: Eso es mentira.
Héctor Arboleda Barona: Entonces, verifique usted
modelaje y yo le digo.
N.N. Daiby: No, eso es mentira, más verificado si eso es
un CME, un 2004 un 2005.
Héctor Arboleda Barona: Vea, entonces ¿qué hablo?
¿qué digo?…
N.N. Daiby: Entonces, esperáte yo hecho la llamadita,
entonces, y ahorita te aviso.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

(ii) Interceptación n° 333 de 12 de marzo de 2012,


hora 5:05 p.m.:

Julián N.: ¿Qué hay para hacer o qué?


Héctor Arboleda Barona: Pues ahí estoy hablando sobre
una zorra allá de Siboney, una gris, que eso es como
modelo 2005…
Julián N.: Vení yo te digo una cosa, ¿y cuánto te pidieron
a vos?
Héctor Arboleda Barona: Pidieron disque 6 pesos…
Julián N.: No marica, si esa es mía, a qui entre nos ¿no?
Héctor Arboleda Barona: ¿En cuánto la va a dejar?
Julián N.: A usted si me trae la plata ya se la dejo en 4 y
medio…
Héctor Arboleda Barona: Para serle sincero a esos
manes les dije que están dando 4 pesos por esa mierda.
Julián N.: No, por eso, y ¿ustedes qué?

(…)

Julián N.: Yo se la dejo en 4 y medio, sino yo arranco con


eso por la noche.
Héctor Arboleda Barona: Estoy diciendo que están
ofreciendo 4 pesos…
Julián N.: No, dígales que en cuatro y medio para que se
gane 500, ¿qué más quiere?
Héctor Arboleda Barona: Yo le dije a este marica eso…
Julián N.: Vaya dígale que este es mi número.
Héctor Arboleda Barona: Y quedó de llamarme ese
huevón y no me ha llamado
Julián N.: ¿Con quién está haciendo la vuelta? ¿con
Daiby?
Héctor Arboleda Barona: Con Daiby estoy haciendo yo la
vuelta.
Julián N.: Yo al único que le he salido es a Juan Pablo,
Juan Pablo desde ayer me tiene que sí, que sí, y no me ha
salido con nada.
Héctor Arboleda Barona: Yo llamé y los que tienen la
vuelta me dijeron que tenían 4 pesos.
Julián N.: No, dígales que le pasen 4 y medio y ya, eso es
todo.
Héctor Arboleda Barona: Que porque no habían reunido
más, eso me dijeron, que no habían reunido más.
Julián N.: No, dígales que le pasen 4 y medio y se la paso
a usted.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Héctor Arboleda Barona: Pero eso es una lora vieja


huevón.
Julián N.: ¿Lora vieja?, por la noche arranco para Bogotá
en ella mijo.

(iii) Interceptación n° 339 de 12 de marzo de 2012,


hora 6:49 p.m.:

N.N. Daiby: Parcerín tin, tin, háblame.


Héctor Arboleda Barona: Ya hablé con ese caballo, le
dije hermano no hay sino esos 45, entonces yo le dije:
nosotros que nos vamos a ganar, que tales; me dijo no, a
mi tráigame 45 y de ahí para allá rebúsquese usted.
¿Cuánto se demora usted en traer eso?
N.N. Daiby: No, pues, yo estoy aquí con el amigo sentado
esperando, y pues, si usted me habla en ese tono yo le
digo que tin…

(iv) Interceptación n° 384 de 13 de marzo de 2012,


hora 3:05 p.m.:

Julián N.: Al fin qué hubo


Héctor Arboleda Barona: Acá…esperando
Julián N.: Yo creo que es mejor que no haga nada…
Héctor Arboleda Barona: No esperáte, esperemos a que
llegue la plata.
Julián N.: Pero es que desde ayer esa vieja que sí, que sí,
y a mí no me gusta es maricada…
Héctor Arboleda Barona: Estoy esperando la plata de la
otra, entonces…
Julián N.: Llame a ese man y dígale que no mejor dicho…
ya me pasó un cacharro así.
Héctor Arboleda Barona: No te va a pasar nada porque
la vuelta la estoy manejando yo. (Énfasis de la Corte).

(v) Interceptación n° 400 de 13 de marzo de 2012, hora


3:24 p.m.:

N.N.: Contámelo todo


Héctor Arboleda Barona: Descartemos eso, entonces…
descartemos porque ustedes se ponen a hacer cosas en

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

las que no tienen confianza ni nada, cuando no tiene


confianza ni sabe con quién está haciendo las cosas mejor
uno no las hace, ni se pone a abrir la jeta, ¿si me
entiende?, eso es lo que tiene que hacer uno, entonces,
descartemos eso.
N.N.: Lo que usted diga.
Héctor Arboleda Barona: Porque ustedes por meterse,
por ganarse un hijueputa peso, se meten en un chicharrón
bien hijueputa que eso a la hora del té, cuando menos
siente lo cogen a uno y va es parad allá papucho.
N.N.: A ninguno le ha pasado nada.
Héctor Arboleda Barona: Por eso, pero resulta que
cuando uno se mete a hacer esas cosas, cuando no tiene
confianza con la gente y sabe que es lo que está haciendo
las cosas, mientras usted no sepa con quién está haciendo
las cosas no se meta no abra ni la boca.
N. N.: Bueno patrón.
Héctor Arboleda Barona: Entonces descartemos eso. Así
desvíen la plata, ya no pasa nada.

De las conversaciones precedentes, contrario a la


crítica elevada por el casacionista, refulge el rol de
coordinador y de director que ARBOLEDA BARONA ejercía
en la actividad delictiva dispuesta por la organización
criminal, pues, además de constatar la ubicación del
vehículo del cual, incluso, develó un ítem relevante para la
identificación del mismo (audio n° 313), y ser él quien
negociaba el precio del automotor con el delincuente que lo
tuviera en su poder (audios n° 333 y 384), ello con el
propósito de mejorar la suma por solicitar a la víctima para
la devolución del mismo y obtener así mayores dividendos
(audio n° 339), determinaba en qué momento se proseguía o
no con la operación de «rescate» (audio n° 400), como
aconteció en el evento que viene de relacionarse, toda vez
que, según se extrae de otros audios interceptados en esta
misma secuencia, debido a la sospecha de que la persona

69
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

afectada quería ponerlos en evidencia ante las autoridades,


es que el implicado, inicialmente, dispuso descartar la
exigencia económica, por lo que su interlocutor no tuvo
alternativa diversa que obedecer. Ello, aunado a que,
expresamente, se adjudicó el liderazgo de esta «vuelta»,
(audio n° 384) para ofrecerle tranquilidad a quien, en
principio, tenía en su poder el vehículo.

Empero, finalmente fue la entrega del dinero por parte


de la víctima, seguramente por la persuasión de los
malhechores, lo que les hizo retomar el rumbo de su
accionar delictivo, en tanto, de los audios interceptados se
extrae que ARBOLEDA BARONA, luego de recibir el parte
positivo sobre la recepción del dinero, toma contacto con la
persona que en su poder tiene la camioneta para entregarle
la suma pactada y así hacerse al rodante que finalmente
sería devuelto a su propietaria. Así se desprende de los
siguientes audios captados el 13 de marzo de 2012:

(i) Interceptación n° 434, hora 6:55 p.m.:

N.N. Daiby: Ve, tengo esa plata acá encima, la tengo.


Héctor Arboleda Barona: Entonces ya llamo a ese man…
N.N. Daiby: ya es ya.

(ii) Interceptación n° 434, hora 8:06 p.m.:

70
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Héctor Arboleda Barona: Bueno, ya tengo eso en mi


poder…
N.N.: ¿A dónde estás?
Héctor Arboleda Barona: Cuánto me vas a abonar
pues…
N.N.: Tenga cuidado que estoy como cabreado para recibir
esa plata
Héctor Arboleda Barona: Usted sabe que yo soy un man
serio, cómo me voy a poner con esa maricada, no ve que le
estoy anunciando que yo ya la tengo encima, entonces,
tómese su tiempito y me dice a dónde le llego y me llama.

(iii) Interceptación n° 461, hora 9:37 p.m.:

Héctor Arboleda Barona: Apenas le acabo de entregar la


plata a ese man.
N.N.: ah bueno, ¿qué dijo?
Héctor Arboleda Barona: No pues, que me esperara.
N.N.: Ya se despreocupó?
Héctor Arboleda Barona: No me quería llegar, que ¿dónde
estás?...no, vieras…

(iv) Interceptación n° 463, hora 9:53 p.m.

N.N. Daiby: Patrón, de patrones


Héctor Arboleda Barona: Vé, cuéntamelo…
N.N. Daiby: Yo me voy a ir para la casa, como eso se
demora, entonces, yo espero a que vos me llames, ¿no?
Héctor Arboleda Barona: Yo te llamo y tan, tan, tan, en
tal parte recogés…
N.N. Daiby: Eso, y usted nos hace el favor de ponerle
cuidado mientras tanto, mientras lo recogen en un
momentico.
Héctor Arboleda Barona: Vea, usted tiene es que estar
alerta.
N.N. Daiby: Yo estoy alerta, pero como usted es el amigo
de ellos y todo, y a usted le van a decir dónde está, usted
puede hacer el favor, así como nosotros, usted y yo
hemos hecho, que nos hemos ido y hemos esperado
hasta que recogen, ¿si o no? (Énfasis de la Corte).
Héctor Arboleda Barona: De pronto la meten a un
parqueadero y ya la entregan, hay que esperar, no sea
acelerado.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

N.N. Daiby: Eso, entonces, el favor que te estoy pidiendo


es que vos le pones cuidado.
Héctor Arboleda Barona: Aguanten ahí, esperen que yo
los llamo.

(v) Interceptación n° 465, hora 10:41 p.m.

Julián N.: Vea, póngale cuidado. Usted viene por toda la


primera, y la primera entrada a Alcázares a mano
derecha, ahí voy a dejar esa gallina.
Héctor Arboleda Barona: ¿En un parqueadero?
Julián N.: No, afuera.
Héctor Arboleda Barona: ¿Cómo así afuera?
Julián N.: Pues en la calle.

(vi) Interceptación n° 468, hora 10:43 p.m.

Héctor Arboleda Barona: Vea mijo, coja de una vez el


carro y arranque.
N.N. Daiby: ¿A dónde está?
Héctor Arboleda Barona: Por toda la primera, en la
primera entrada a los Alcázares, pero por la primera.
N.N. Daiby: En la primera entrada a los Alcázares…ahí
tirado, y ¿por qué no lo metieron a un parqueadero?
Héctor Arboleda Barona: Arranque para allá…pero no se
demore.

(vii) Interceptación n° 469, hora 10:46 p.m.:

Julián N.: ¿Ya llamo?


Héctor Arboleda Barona: ¿Si ya van para allá?
Julián N.: Ah bueno, la primera entrada a mano
derecha...ahí está al lado del vigilante, ahí le dije que le
echara ojo.
Héctor Arboleda Barona: Entonces ahí estamos
pendientes para lo otro, porque de pronto no salió nada
para lo otro, yo creo que para mañana habría que
hacerle a la otra. (Énfasis de la Corte).
Julián N.: Bueno, hágale, todo bien.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

(viii) Interceptación n° 472, hora 11:30 p.m.:

N.N. Daiby: Listo parce.


Héctor Arboleda Barona: ¿Todo bien?
N.N. Daiby: Todo bien.

Adicionalmente, apréciese como, en oposición a lo


esbozado por el casacionista, este evento no corresponde a
un suceso esporádico o aislado en el proceder delictivo del
acusado, pues, como se infiere de los apartes resaltados en
las conversaciones, se denota que ésta ya era una práctica
delictiva de asidua reiteración entre los integrantes de la
asociación criminal.

Ahora bien, continuando con la semblanza del


investigador líder, retómese que en la interceptación
telefónica n° 308 de 12 de marzo de 2012 -transliterada
líneas atrás- también el acusado es relacionado con el
vehículo Renault 12 Break de placas HUB-489, evento
respecto del cual fueron reproducidos en juicio algunos
otros audios que, aunados a aquellos acopiados en el CD
descubierto a la defensa, evidencian su accionar delictivo,
razón por la cual deviene relevante traerlos a colación:

(i) Interceptación n° 332 de 12 de marzo de 2012, hora


3:56 p.m.:

Héctor Arboleda Barona: Ya encontraste eso, ese 489 es


que me dices.
Juan Pablo, alias «Apa»: Si ya.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Héctor Arboleda Barona: ¿Cuánto?


Juan Pablo, alias «Apa»: Están pidiendo disque uno, pero
yo le mande a ofrecer 500 huevón.
Héctor Arboleda Barona: A mí también me hablaron de
uno.
(…)
Juan Pablo, alias «Apa»: Le pidieron uno, pero yo les dije
que no huevón, eso no vale eso, ese carro bien gonorrea que
está huevón, que, si quiere quinientas luquitas; es que
parce, a lo bien, es del pintor aquí huevón, donde el cucho
huevón, entonces, ese marica lo dejó botado y lo compró en
eso, en 800 mil pesos, huevón. No tiene nada, ni tarjeta
tiene.
Héctor Arboleda Barona: El man si me dijo que, por ahí,
en 900, que un millón o un nueve, me dijo así.
Juan Pablo, alias «Apa»: Dígale que 500 luquitas, que, si
quiere colaborar, sino que gracias huevón. Usted sabe que
no se les puede obligar tampoco.
Héctor Arboleda Barona: Claro, sí.

(ii) Interceptación n° 498 de 14 de marzo de 2012,


hora 4:35 p.m.:

Héctor Arboleda Barona: Vea, ahí me volvió a llamar el


man de ese podrido.
Juan Pablo, alias «Apa»: ¿Pero esta mañana no me dijo
que no? ¿Al fin qué?
Héctor Arboleda Barona: Si, pero él me volvió a llamar
ahorita que eso allá donde está, pues… no tiene. Por eso
me preguntó que si tenía denuncio, yo le dije que sí.
Juan Pablo, alias «Apa»: Por los dos lados está eso.
Héctor Arboleda Barona: Entonces para que pasen esa
basurita, lo que sea, para decirle donde está eso y todo.
Juan Pablo, alias «Apa»: ¿Qué?, ¿unos 300 o qué?, ¿qué
digo? No, es que ese man estaba diciendo que yo le estaba
cogiendo eso, que si yo lo había ido a recoger, que no sé
qué.
Héctor Arboleda Barona: ¿Cómo así que lo había ido a
recoger?
Juan Pablo, alias «Apa»: Que yo lo había ido a recoger,
que yo soy el que está haciendo la maldad, hace como un
año, dos años, le robaron una moto y yo se la ayudé a
encontrar. Entonces, esta vez está diciendo: “ah vos mismo
me sacaste el duplicado y fuiste por ese carro que no sé
qué”…el cucho tiene un taller allá, voy a llamarlo a ver.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Héctor Arboleda Barona: Llámelo a ver y que dé cualquier


cosa…
Juan Pablo, alias «Apa»: ¿Que consiga cualquier esquirla,
o qué?
Héctor Arboleda Barona: Dígale a ver.

(iii) Interceptación n° 502 de 14 de marzo de 2012,


hora 5:43 p.m.:

Héctor Arboleda Barona: Cuénteme, ¿cómo le fue?


Juan Pablo, alias «Apa»: Vea, yo llamé ahí a ese marica,
usted sabrá si le dice que reciba 200 lucas, yo le voy a
regalar esa plata a ese huevón.
Héctor Arboleda Barona: ¿Cuánto?, ¿cuánto?
Juan Pablo, alias «Apa»: Yo le regalo 200 lucas a ese man,
ese marica dice que yo le cogí eso huevón, ¿qué hago? Que
le digiera la verdad. Yo le dije parce, yo no he cogido nada
huevón. Entonces, yo le digo no papi, hágale, yo le regalo
eso…
Héctor Arboleda Barona: ¿Le regala 200?
Juan Pablo, alias «Apa»: Yo le regalo a él 200. Ósea, el
man que nos va a hacer el favor, yo le regalo 200.
Héctor Arboleda Barona: Espere yo hablo con él a ver.

(iv) Interceptación n° 503 de 14 de marzo de 2012,


hora 5:46 p.m.:

Héctor Arboleda Barona: Este man dice que no justifica,


que le consiga cuando sea 300 hermano.
Juan Pablo, alias «Apa»: Bueno, voy a ver qué hago,
entonces.
Héctor Arboleda Barona: Y que me los dé de una vez me
dijo para de una vez entregarle esa vuelta.
Juan Pablo, alias «Apa»: Bueno señor.
Héctor Arboleda Barona: Hágale, pues.

(v) Interceptación n° 507 de 14 de marzo de 2012, hora


6:28 p.m.:

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Héctor Arboleda Barona: Que hubo mijo, se le acabó el


día.
Juan Pablo, alias «Apa»: Vea, no papi ahí hay 200 lucas,
ese marica no tiene plata huevón. Mejor dicho, tengo los
200 para llevárselos huevón. Para ayudarle a ese viejo
huevón.
Héctor Arboleda Barona: Meterle por lo menos 250…
Juan Pablo, alias «Apa»: No tengo viejo, por Dios que no
tengo huevón, tengo 200 mil pesos huevón, no tengo ni un
peso más huevón.
Héctor Arboleda Barona: No, hijueputa qué tristeza…
Juan Pablo, alias «Apa»: ¿Qué hacemos huevón? Debería
no haberte llamado para molestarte para eso.
Héctor Arboleda Barona: No, pues, traerlos yo le digo: vea
no hay sino eso y usted verá que más hace…
Juan Pablo, alias «Apa»: Bueno, todo bien.

(vi) Interceptación n° 515 de 14 de marzo de 2012,


hora 8:15 p.m.:

Héctor Arboleda Barona: Contá...


Juan Pablo, alias «Apa»: Ya.
Héctor Arboleda Barona: ¿Ya consiguió eso?
Juan Pablo, alias «Apa»: Si, pero dígale al otro viejo, al
amigo suyo, que suave por acá oyó.
Héctor Arboleda Barona: ¿Por qué?
Juan Pablo, alias «Apa»: Eso ya estaba caído acá viejo, le
tienen la placa y todo en el carrito que andaba oyó.
Héctor Arboleda Barona: ah, bueno, bueno.
Juan Pablo, alias «Apa»: Dígale que el de él es 370, que sí
es esa, entonces, que mucho cuidado con andar por acá en
eso, que por acá le tienen apuntado eso.
Héctor Arboleda Barona: ah, bueno, bueno.
Juan Pablo, alias «Apa»: Estaban esperando era que
viniera a recogerlo, ahí mismo nos echaron mano.
Héctor Arboleda Barona: ¿sí?, no jodas.

Así las cosas, lo develado en los audios precedentes


coincide con la explicación dada por el investigador, en
cuanto a que respecto de ese automotor, al parecer, de
propiedad del señor Omar Darío Carvajal Tabima, el

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

acusado hizo la gestión con la persona que lo tenía en


posesión para así poder hacer la exigencia económica a la
víctima; precisó, además, que la solicitud de dinero
efectuada a su propietario fue mínima, por cuanto se trata
de una persona de escasos recursos; el vehículo le es
devuelto en un parqueadero ubicado en el sector de
Candelaria, previo a la entrega de 200 mil pesos.

Asimismo, precisa la Sala, también en esta


oportunidad se aprecia la función de coordinación del
acusado, en tanto, fue quien se encargó de la mediación
para establecer la cantidad de dinero exhibible a la víctima
y así persuadir a quien lo tenía en su poder para que lo
entregara por esa suma.

Seguidamente, el investigador se refirió al evento que


involucró la camioneta de placas CEM-034, color blanca, de
propiedad del señor Leonardo Manuel Mora Zambrano,
quien reportó a la línea 123 de la Policía Nacional el hurto
del rodante, evento acaecido el 20 de marzo de 2012, en la
carrera 19 # 34-33, barrio Santafé de Cali, según se
escuchó del audio que registró la llamada al ente policivo y
que fuera exhibido en la audiencia de juicio oral por la fiscal
delegada. Asimismo, señaló que es la segunda vez que la
víctima fue afectada por la misma operación delictiva.

Para enseñar cuál fue la participación del acusado en


este tercer evento, la Fiscalía también procedió a la

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

presentación de algunas interceptaciones del abonado


usado por ARBOLEDA BARONA el 21 de marzo de 2012
que, aunadas a otras de la misma fecha, condensadas todas
en el CD en que fueron acopiadas, evidencian su vínculo
con las circunstancias que enmarcaron la exigencia
económica elevada a la víctima, a fin de devolverle su
vehículo. Veamos:

(i) Interceptación n° 839, hora 12:25 p.m.:

N.N. Intermediario: ¿Qué hubo mijo?, contáme.


Héctor Arboleda Barona: 35 pesos, mentiras, 30 pesos
están pidiendo por eso.
N.N. Intermediario: Vos te acordás que yo te conté que ya
la había hecho la otra vez, ¿sí o no?
Héctor Arboleda Barona: ¿Ah si?
N.N. Intermediario: Y en esa se hizo, ya me acordé con
quien fue que la hice, con Pacho, huevón.
Héctor Arboleda Barona: Eso no es roja sino blanca.
N.N. Intermediario: No es roja, huevón
Héctor Arboleda Barona: Blanca, 034, de Santafé.
N.N. Intermediario: De Santafé, sí, blanca, blanca, es eso,
034 con laso.
Héctor Arboleda Barona: Sí, 30 pesos están pidiendo por
ella.
N.N. Intermediario: Papi, esa es lora vieja, ¿cuánto
sacamos eso?
Héctor Arboleda Barona: No, pues, eso me pidió ese
marica…usted puede pedir por lo menos 40 o 35 por eso.
¿Cuánto lo hizo la otra vez?
N.N. Intermediario: No, pues, ese marica la sacó en 22.
Héctor Arboleda Barona: Ese man me dice que eso está
como nuevo, no sé si será verdad. Y me dijo no es rojo sino
blanco.
N.N. Intermediario: No, eso es viejo huevón.
Héctor Arboleda Barona: De todas maneras, él dijo que
está nueva, que está como nueva…
N.N. Intermediario: Voy a pedir 40 a ver qué me dicen…yo
la hice hace un año en 3 huevón.

(ii) Interceptación n° 848, hora 1:23 p.m.:

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

N.N. alias Loro:34 Aló.


Héctor Arboleda Barona: Cuéntame lorillo.
N.N. alias Loro: ¿Qué más mijo?
Héctor Arboleda Barona: ¿Qué ha pasado?
N.N. alias Loro: Pues, hermano, el señor se acuerda muy
bien cuánto fue que pagó la otra vez ¿no?, ahoritica que
hable con él, que le colabore que él se puede conseguir 25.
Héctor Arboleda Barona: Ah no, bueno, échele tierra
entonces.
N.N. alias Loro: ¿Será? Reduzca dos mijo.
Héctor Arboleda Barona: No…yo para que otro hijueputa
gane, yo no.

(iii) Interceptación n° 900, hora 5:33 p.m.:

N.N.: Aló.
Héctor Arboleda Barona: ¿Qué hubo mijo?
N.N. Intermediario: ¿Qué hubo mijo?, ¿cómo va?
Héctor Arboleda Barona: Ahí me llamo ese sujeto, que
esta es la segunda vez que hace esa vuelta ¿no? Y que el
hombre tiene dos pesos.
N.N. Intermediario: ¿Por cuál?
Héctor Arboleda Barona: Por la blanca esa 034.
N.N. Intermediario: Ah no, no la dejan.
Héctor Arboleda Barona: Esta es la segunda vez que le
hacen el proceso a él.
N.N. Intermediario: Llámeme en 10 minuticos.

(iv) Interceptación n° 901, hora 5:42 p.m.:

N.N.: No, que muy suave dijeron.


Héctor Arboleda Barona: ah bueno, listo.
N.N. Intermediario: ¿Entonces?
Héctor Arboleda Barona: Esperemos a ver porque eso fue
lo que me dijeron.
N.N. Intermediario: Que muy salido de la margen me
dijeron.
Héctor Arboleda Barona: Que esta es la segunda vez que
la hacen.
N.N. Intermediario: Si yo ya les dije.

34
El nombre de este interlocutor es extraído del Cd que contiene el cúmulo de
interceptaciones del abonado telefónico usado por el implicado -3006402668-.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Héctor Arboleda Barona: Si no se puede, no se puede.


N.N. Intermediario: Hágale, si algo me timbra.

(v) Interceptación n° 906, hora 5:53 p.m.:

Héctor Arboleda Barona: El man dice que le llevara 25, le


dije no pues 25, si tienen dos no más. Entonces dijo
tráigame 22 pero me los trae ya, porque para mañana no
aguanta porque toca pagar más parqueadero. Pero que
sean ya.
N.N. alias Loro: ¿Qué hacemos ahí…?
Héctor Arboleda Barona: Eso ya está en su criterio, pero
que tiene que ser ya me está diciendo.
N.N. alias Loro: Pero es que 250 no aguanta… ¿por qué no
dejan esa mierda en dos pesos?
Héctor Arboleda Barona: Por eso, pero si no quieren ¿yo
qué hago?
N.N. alias Loro: Voy a recoger eso a ver si lo maquiniamos
(sic) allá.
Héctor Arboleda Barona: Eso, dígale al man que le dé un
poquito más.
N.N. alias Loro: Que fuera en 26 a ver.
Héctor Arboleda Barona: O en 28, pero haga algo.
N.N. alias Loro: Ya te llamo.

(vi) Interceptación n° 911, hora 6:27 p.m.:

N.N. Arnold:35 Si, ¿qué hubo?


Héctor Arboleda Barona: Habláme
N.N. Arnold: No lo pude llamar, no he tenido con qué hacer
una hijueputa llamada. Ve, por ahí me preguntaron por un
visajecito (sic) a ver si de pronto usted lo tiene. Una Luv,
disque blanca, 034.
Héctor Arboleda Barona: ¿Y usted no disque la tenía más
barata?, ¿no me dijeron?
N.N. Arnold: Si, pero, entonces, a ver si de pronto usted
también la tenía.
Héctor Arboleda Barona: ¿En cuánto la tiene usted?
N.N. Arnold: No, todavía no me han confirmado bien.
Héctor Arboleda Barona: ah no, usted no tiene nada.
35
El nombre de este interlocutor es extraído del Cd que contiene el cúmulo de
interceptaciones del abonado telefónico usado por el implicado -3006402668-.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

N.N. Arnold: Si está, sino que a ver si usted…


Héctor Arboleda Barona: Por eso, pero ¿cuánto?, a mi
cuando me dicen está, es porque me tienen que decir
¿cuánto?
N.N. Arnold: No me han dicho el precio.
Héctor Arboleda Barona: A mi me pidieron 30 pesos.
N.N. Arnold: Pero ¿usted va ahí o todavía no?
Héctor Arboleda Barona: No, pues, a mí me pidieron 30
pesos, hay que sacar ahí lo de uno, aunque sea.
(…)
Héctor Arboleda Barona: A mí ya me habló fue el que la
tiene. El que la tiene es que el habla a uno.
(…)
Héctor Arboleda Barona: Yo estoy hablando con el que la
tiene.
(…)
Héctor Arboleda Barona: Entonces, traiga usted la plata.
Están pidiendo 3 pesos, démosle 25. Recíbales los 30 y
partimos los 500.
N.N. Arnold: Listo.

(vii) Interceptación n° 930, hora 9:36 p.m.:

Héctor Arboleda Barona: Vea, que estos muchachos lo


esperan ahí en Juanchito, adelantico de Baracoa
N.N. alias Loro: ¿No jodas? ¿adelantico? ¿muy adelante?
Héctor Arboleda Barona: …por ahí por la bomba.
Entonces, yo ya voy para allá.
N.N. alias Loro: Bueno papi, entonces yo voy para allá
entonces
Héctor Arboleda Barona: Ahí al frente de la bomba de
Juanchito.
N.N. alias Loro: Entonces, yo me meto a la bomba.

(viii) Interceptación n° 933, hora 9:52 p.m.:

Héctor Arboleda Barona: Cuénteme, confírmeme mijo ¿por


qué me tiene en ascuas.?
N.N. alias Loro: Ya voy llegando papi, estoy aquí.
Héctor Arboleda Barona: Yo pensé que ya la había cogido
hermano.
N.N. alias Loro: Pero, ¿ya llegó el man?

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Héctor Arboleda Barona: No, eso está ahí para que le


vaya usted echando muela de una vez.
N.N. alias Loro: Yo estaba esperando la llamada suya
para llamar a esa gente de una vez… la otra vez te acordás
¿cuántas veces nos quedamos ahí?, ¿cuántas horas nos
quedamos por allá? ...ya llego allá a la bomba.
Héctor Arboleda Barona: Por eso, al frente de la bomba…
ahí está colocadita, le pones cuidado que ahí está.

(ix) Interceptación n° 934, hora 9:58 p.m.:

N.N. alias Loro: ¿Es una blanca que está ahí al lado de…
Héctor Arboleda Barona: Hermano, mírele el número 034.
N.N. alias Loro: No, pues, para no asomarme hasta allá le
estoy diciendo.
Héctor Arboleda Barona: Vaya pasando suave…yo ya voy
para esos lados también…mírele el número.

(x) Interceptación n° 939, hora 10:41 p.m.:

N.N. alias Loro: Como siempre las quejas hermano, que se


le llevaron la herramienta, que el cojín, (risas).
Héctor Arboleda Barona: Antes le apareció eso por nada.
N.N. alias Loro: (Risas) que sufrimiento tan hijueputa…
Llegaron los caballos ahí, la panel, eso llegaron como en las
películas…Ve ¿y esa 369?
Héctor Arboleda Barona: ¿Qué es?
N.N. alias Loro: Roja, una 22.
Héctor Arboleda Barona: Esa está ahí también.
N.N. alias Loro: ah bueno, esa también me la preguntaron
ahora huevón, esa fue de anoche.
Héctor Arboleda Barona: ¿De platón o de estacas?
N.N. alias Loro: De estacas, roja.
(…)
Héctor Arboleda Barona: Listo, ya llamo.

De los audios ns°. 839 y 848 transliterados, se colige


que, previo a la mención de datos coincidentes que
identificaban al vehículo involucrado, el acusado HÉCTOR
ARBOLEDA, inicialmente, funge como puente -coordinador-

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

entre (i) el delincuente que tiene contacto directo con la


víctima despojada de su vehículo, para hacerle la exigencia
económica y devolverle el mismo, y (ii) quienes en su poder
tienen el rodante (audios ns° 900 y 901); rol en el que
asume el liderazgo para determinar, incluso, cuál es la
suma a solicitar con el fin de tener un mejor precio y así
sacar la mayor ganancia de la operación delictiva.

Adicionalmente, se percibe cómo, ratificando así lo


expuesto por el testigo investigador, se refieren a que no es
la primera vez que el señor Mora Zambrano es víctima de
tal proceder delincuencial, razón por la que él solicita la
disminución de la exigencia económica, a lo que
ARBOLEDA BARONA antepone su afán de querer ganar
más dinero, pues, solicita al intermediario que le pida la
mayor cantidad posible e incluso sugiere la cifra a
requerirle (audio n° 906).

A su turno, del audio n° 911, se acentúa la labor de


dirección que asume ARBOLEDA BARONA en este tipo de
operaciones, pues, es contactado por otro delincuente
-intermediario- con el propósito de efectuar una mejor
negociación por el mismo vehículo, ante lo cual el acusado
es enfático en señalar la manera en que se procede en estas
circunstancias, recalcando que la negociación se emprende
con quien tiene en su poder el vehículo despojado a la
víctima; aun así, le propone a su interlocutor otro negocio
sobre el mismo bien.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Pero, finalmente, como se desprende de los audios ns°


933, 934 y 939 reseñados, es con el primer intermediario
que finiquita la operación, al punto que el delincuente
encargado de devolver la camioneta, con desfachatez, le
informa a ARBOLEDA BARONA la reacción adoptada por la
víctima y demás detalles que circundaron su proceder.

Es que, aunado al análisis de las interceptaciones de


comunicaciones precedentes, en este específico evento
también se contó con la declaración rendida en el juicio oral
por el señor Leonardo Manuel Mora Zambrano, sesión de 15
de enero de 2014, quien corroboró los aspectos centrales
develados en los audios desglosados.

Finalmente, el investigador Caicedo Velásquez se


refirió al automotor de placas MAS-183, evento del que la
Fiscalía exhibió las siguientes alocuciones interceptadas,
del 19 de abril de 2012:

(i) Interceptación n° 2404, hora 11:04 p.m.

N.N.: Bueno, te llamo por lo siguiente, resulta que me llamó


un socio ayer, de una cosita de los álamos, una verde, una
Luv 2300, que se la llevaron de escape ahí en los álamos, a
ver si de pronto hay forma.
Héctor Arboleda Barona: ¿Cuándo?
N.N.: Anoche.
Héctor Arboleda Barona: ¿Qué número es?
N.N.: 158, verde, más sin embargo voy a volver a llamar
para confirmar el número.
Héctor Arboleda Barona: Bueno, listo.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

(ii) Interceptación n° 2406, hora 11:08 p.m.

N.N. Ve viejo, poné cuidado. Verde, estacas, en los álamos,


eso es mango, Alex, sapo, 183…Que no vayan a pedir
demasiado pues para que nos ganemos alguito.
Héctor Arboleda Barona: El precio no lo pongo yo, el precio
lo ponen es ellos.
N.N.: Bueno patrón, vamos a ver si no lo pones vos.
Héctor Arboleda Barona: Vos sabes que yo soy neutro.

(iii) Interceptación n° 2421, hora 17:31 p.m.

N.N. Como va?


Héctor Arboleda Barona: Ya esperando para ir a recoger.
N.N.: Ah bueno.

(iv) Interceptación n° 2431, hora 20:31 p.m.

N.N. Habláme, patrón de patrones.


Héctor Arboleda Barona: Aquí mijo...
N.N.: Ah bueno.
Héctor Arboleda Barona: Aquí estoy esperando la llamada
millonaria.
N.N.: Debías de pegar una llamadita.
Héctor Arboleda Barona: Pero cógela suave que eso es un
hecho.
N.N.: No, no, sino como como dijiste que ya te llamaban...
Héctor Arboleda Barona: Bueno, pues, vamos a hacerlo
N.N.: Me haces la perdida que te la devuelvo.

(v) Interceptación n° 2434, hora 20:44 p.m.

N.N. Entonces, contámelo todo.


Héctor Arboleda Barona: Calle 26 T -121, potrero grande,
frente al supermercado El Jardín de allá.
N.N.: Cómo se llama el detalle, o está tirado ahí.
Héctor Arboleda Barona: Allá está al frente de ese
supermercado, váyanse de una vez para allá.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

N.N.: Cómo así, vos no colaboras un culo, ¿si ves?


Héctor Arboleda Barona: Dígale al man que vaya para
allá.
N.N.: Autoservicio El Jardín, eso no queda ahí en la 101,
121
Héctor Arboleda Barona: 26 T con 121…
N.N.: Pero, entonces, deciles que no lo vayan a desamparar
porque… vos sabes.
Héctor Arboleda Barona: …te estoy diciendo que te vayas
rápido que yo tengo amparado eso allá.

En relación con este grupo de interceptaciones, el


testigo de cargo dio cuenta de que se trataba de una
camioneta marca Chevrolet Luv, cuya identificación fue por
ellos develada cuando se refirieron a la expresión « mango,
Alex, sapo, 183», de donde surge evidente que la letra inicial de

cada una de esas palabras revela la información


alfanumérica de la placa que la distingue, es decir, MAS-
183.

Asimismo, rememoró el deponente que el nombre del


propietario es Andrés, pero no recuerda el apellido, a quien
escuchó en entrevista, por lo que notó que podría estar
intimidado por los delincuentes, lo que es normal en este
tipo de ilicitudes, producto de lo cual manifestó que no
había sido objeto de exigencia dineraria alguna, al paso que
dio un sitio diferente al del lugar en el que recuperó su
vehículo, pues, las interceptaciones telefónicas dieron
cuenta de lo contrario, con lo que, supone, fue una persona
conocida la que elevó la exigencia dineraria.

86
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Empero, lo relevante de este específico evento, es que


también refulge el papel protagónico, de líder, asumido por
el implicado.

Así las cosas, como se anticipó al inicio de este


capítulo, resulta evidente la estructuración material y
jurídica del delito de concierto para delinquir agravado, en
tanto, existió: (i) un acuerdo de voluntades entre varias
personas; (ii) para crear y darle existencia a una
organización delictiva que tuvo como propósito la comisión
de delitos indeterminados en su número y ejecución,
aunque específica en la especialidad; (iii) con vocación de
permanencia y (iv) liderada por el acusado ARBOLEDA
BARONA.

Adicionalmente, es de precisar que si de algunos de los


comportamientos extorsivos atribuidos al acusado, no se
devela su cabal materialización, como se analizará en el
capítulo siguiente, cabe reiterar que el punible de concierto
para delinquir es un delito de mera conducta, pues, no
precisa de un resultado, o mejor, de la cabal materialización
de los delitos objeto de acuerdo; se entiende que el peligro
para la seguridad pública tiene lugar desde el mismo
momento en que los asociados fraguan la lesión de bienes
jurídicos36.

De tal manera que, la contundencia de los medios


suasorios analizados hasta este punto, despojan la fuerza
36
CC C-241/97.

87
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

defensiva que el censor quiso imprimir a los testigos de


descargo, con los que pretendió probar la ajenidad del
acusado, como integrante de la asociación delictiva, y, por
supuesto, su condición de líder en la misma.

Ello, por cuanto, se recuerda, aquellos declarantes,


inicialmente fueron vinculados a la presente actuación,
junto con ARBOLEDA BARONA, solo que decidieron
finiquitar su proceso anticipadamente, mediante la
celebración de preacuerdos con el ente persecutor; por
ende, sus deponencias, en franca contravía con la realidad
procesal, decayeron en una mentira orquestada para
favorecer al acusado, tal cual lo revela la exhibición de la
prueba técnica en el juicio -análisis link-, que demostró la
asidua comunicación -de manera directa e indirecta- entre
ellos y el acusado.

Por ello, con acierto, la juzgadora de primer grado


concluyó:

Es cierto que en la sesión de audiencia de fecha 20 de


marzo de 2014, la defensa convocó a RICHARD CRUZ
ORTIZ, quien fue sentenciado por unos hechos en los que
ninguna participación tuvo HÉCTOR ARBOLEDA BARONA,
en similar sentido MIGUEL ÁNGEL ECHEVERRY
SEPULVEDA, JOSÉ EDUARDO RODRÍGUEZ CÁRDENAS,
LUIS EDUARDO CANO MORALES, JHON EDISON
ARANGO ZAPATA, JESÚS ALBERTO LASSO SANDOVAL,
JESÚS ALBERTO GONZÁLEZ PIEDRAHITA, quienes
además añadieron que el acusado lo conocieron con
ocasión de sus capturas en las audiencias preliminares y
luego en virtud de su privación a la libertad dentro del
penal.

88
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Testimonios que tal como se anunció en precedencia


ningún grado de credibilidad ameritan, pues los fluidos
diálogos que fueron escuchadas (sic) en juicio fruto del
rastreo de que fue objeto tanto la línea del acusado como
la de varios de los declarantes sentenciados, muestra una
realidad completamente diversa. De manera que solo
concurrieron a juicio a procurar el mayor beneficio para su
líder, faltando a la verdad, y obviamente en contravía de
la solida evidencia que presentó la Fiscalía en Juicio…

De otro lado, aunque la precedente semblanza es


suficiente para descartar la tesis del casacionista referida a
que en el proceder de ARBOLEDA BARONA, respecto de la
posible comisión de cuatro delitos de extorsión y tres de
receptación, se estructuró una coautoría impropia y no el
delito contra la seguridad pública, pertinente deviene traer
a colación la postura que de tiempo atrás la Sala 37 ha
consolidado para diferenciar este punible del grado de
participación aludido:

No necesariamente el simple y llano concurso de personas


en la comisión de uno o varios delitos, o el concurso
material de dos o más punibles estructuran un concierto
para delinquir, pues, tales circunstancias pueden ser
también predicables del instituto de la coautoría, motivo
por el cual se impone precisar el ámbito de ambas figuras
a fin de evitar que se viole el principio non bis in ídem al
asumir indebidamente a los coautores de cualquier delito
como sujetos activos del concierto para delinquir, temática
central de la demanda de casación promovida por la
defensa en este asunto.

(…) tanto en la coautoría material como en el concierto


para delinquir media un acuerdo de voluntades entre
varias personas, pero mientras la primera se circunscribe
a la comisión de uno o varios delitos determinados
(Coautoría propia: Todos realizan íntegramente las
exigencias del tipo. O Coautoría impropia: Hay división de
trabajo entre quienes intervienen, con un control
compartido o condominio de las acciones), en el segundo
37
Cfr., entre otras, CSJ SP2772-2018, Jul. 11 de 2018, Rad. 51.773.

89
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

se orienta a la realización de punibles indeterminados,


aunque puedan ser determinables.

A diferencia del instituto de la coautoría material, en el


que la intervención plural de individuos es ocasional y se
circunscribe a acordar la comisión de delitos determinados
y específicos, en el concierto para delinquir, a pesar de
también requerirse de varias personas, es necesario que la
organización tenga vocación de permanencia en el objetivo
de cometer delitos indeterminados, aunque se conozca su
especie. V.g. homicidios, exportación de estupefacientes,
etc.

No es necesaria la materialización de los delitos


indeterminados acordados para que autónomamente se
entienda cometido el punible de concierto para delinquir,
mientras que en la coautoría material no basta que medie
dicho acuerdo, pues si el mismo no se concreta, por lo
menos, a través del comienzo de los actos ejecutivos de la
conducta acordada (tentativa), o bien, en la realización de
actos preparatorios de aquellos que por sí mismos
comportan la comisión de delitos (como ocurre por ejemplo
con el porte ilegal de armas), la conducta delictiva
acordada no se entiende cometida (principio de
materialidad y proscripción del derecho penal de
intención), es decir, el concierto para delinquir subsiste con
independencia de que los delitos convenidos se cometan o
no, mientras que la coautoría material depende de por lo
menos el comienzo de ejecución de uno de los punibles
convenidos.

Adicionalmente, en tanto la coautoría no precisa que el


acuerdo tenga vocación de permanencia en el tiempo, pues
una vez cometida la conducta o conductas acordadas
culmina la cohesión entre los coautores, sin perjuicio de
que acuerden la comisión de otra delincuencia, caso en el
cual hay una nueva coautoría, en el concierto para
delinquir la durabilidad de los efectos del designio
delictivo común y del propósito contrario a derecho, se
erige en elemento ontológico dentro de su configuración, al
punto que no basta con el simple acuerdo de voluntades,
sino que es imprescindible su persistencia y continuidad.

En la coautoría material el acuerdo debe ser previo o


concomitante con la realización del delito, pero nunca
puede ser posterior38. En el concierto para delinquir el
acuerdo o adhesión a la empresa criminal puede ser
previo a la realización de los delitos convenidos,
38
Cfr. CSJ SP, 15 feb. 2012. Rad. 36299.

90
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

concomitante o incluso posterior a la comisión de algunos


de ellos; en este último caso, desde luego, sólo se
responderá por el concierto en cuanto vocación de
permanencia en el propósito futuro de cometer otros
punibles, sin que haya lugar a concurso material con las
conductas realizadas en el pasado.

Por antonomasia el concierto para delinquir es ejemplo de


delito de carácter permanente, pues comienza desde que
se consolida el acuerdo de voluntades para cometer
delitos indeterminados y se prolonga en el tiempo hasta
cuando cesa tal propósito ilegal.

A diferencia del anterior, por regla general la coautoría


material al ser de índole dependiente de la realización del
delito pactado, comienza y se agota con la comisión de
dicho punible.

En suma, el delito de concierto para delinquir requiere:


Primero: Un acuerdo de voluntades entre varias personas;
segundo: Una organización que tenga como propósito la
comisión de delitos indeterminados, aunque pueden ser
determinables en su especie; tercero: La vocación de
permanencia y durabilidad de la empresa acordada; y
cuarto: Que la expectativa de realización de las
actividades propuestas permita suponer fundadamente
que se pone en peligro la seguridad pública39.

Así las cosas, contrario a la inconformidad del


casacionista, no existe margen de duda acerca de la
dinámica interacción entre el acusado y quienes integraban
ese andamiaje delincuencial, así como del recorrido delictivo
destinado a elevar exigencias económicas a las víctimas,
para la devolución de sus vehículos, proceder que, como se
comprobó con las interceptaciones de comunicaciones,
perduró por un espacio importante de tiempo; máxime
cuando, como lo referenciaron los propios interlocutores en
algunos apartes transliterados, su actuación trascendió de
los cuatro específicos eventos que vienen de mencionarse.
39
Cfr. CSJ AP, 25 jun. 2002. Rad. 17089, CSJ SP, 23 sep. 2003. Rad. 19712 y CSJ SP, 15
jul. 2008. Rad. 28362, entre otras. CC C-241/97.

91
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Por ello, para la Corte es claro que no se trató, como lo


expuso el casacionista, de conductas ilícitas autónomas,
perpetradas bajo la figura de la coautoría, sino de una
verdadera estructura criminal que se materializaba hacia
delitos concretos, cuya comisión, en lo que corresponde al
componente liderado por el acusado, iniciaba con la
ubicación del sujeto que en su poder tenía el bien hurtado,
con el que acordaba el precio para tener la disposición del
automotor, negociación inicial en la que era factible
coordinar, con otros miembros de la organización, la suma
que se le exigiría a las víctimas para devolvérselo, eso sí,
cuidando siempre que la cifra permitiera obtener algún
margen de ganancia.

Proceder delictivo que, incluso, perduró hasta cuando


se logró la desarticulación de la agrupación delictiva, y que,
según el análisis del investigador, a partir de la información
que reportaron las líneas interceptadas a diversos
miembros de la organización, azotó al conglomerado social
de la ciudad de Cali en un prolongado espacio de tiempo.

Por tal motivo, se descarta el error de interpretación


normativo aducido por el casacionista al amparo de la
causal primera del artículo 181 de la Ley 906 de 2004, toda
vez que, finalmente, con acierto, los juzgadores
estructuraron la comisión del delito de concierto para
delinquir agravado por el cual fue acusado el implicado.

92
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Del delito de extorsión

La crítica primordial del censor estriba, esencialmente,


en la deficiencia probatoria que encarna la atribución de
responsabilidad de esta ilicitud al acusado ARBOLEDA
BARONA, dado que, dice, el acervo probatorio construido en
el juicio no demuestra que el implicado ejecutara
constreñimiento alguno sobre las víctimas, de quienes,
incluso, no se constató su fehaciente existencia. Así las
cosas, precisa, la aplicación objetiva de los elementos
estructurales del tipo penal consagrado en el artículo 244
del C.P., deja inmersos a los juzgadores en una violación
directa de la ley sustancial, por interpretación errónea,
conforme su entendimiento de las causales de casación.

A pesar de la evidente desarmonía de la causal


propuesta –violación directa de la ley-, con lo argumentado,
deficiencia probatoria, la Corte examina de fondo lo
propuesto, con el propósito de determinar si, en efecto, los
sentenciadores fundamentaron el fallo condenatorio en
prueba inexistente.

En este cometido, necesario deviene auscultar,


especialmente, el fallo de primer grado, no solo porque así
lo permite el principio de inescindibilidad, según el cual las
sentencias de primera y segunda instancias conforman una
unidad jurídica, sino porque la decisión del juez singular

93
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

abarcó con mayor amplitud los tópicos que ahora son objeto
de disenso por el libelista.

Así las cosas, en relación con la conducta extorsiva


endilgada al acusado, la falladora, en primer lugar, resaltó
la información suministrada por el investigador Jorge Iván
Caicedo Velásquez, consignada en el informe ejecutivo de 5
de julio de 2012, el cual, puntualizó, hizo parte de la
«prueba ofrecida por la Fiscalía»; en él se sintetizaron las
conversaciones sostenidas entre el acusado y miembros de
la organización liderada por ARBOLEDA BARONA, con lo
que determinó su participación directa en los cuatro
eventos objeto de acusación, cuya acreditación precisó de la
siguiente manera:

…La primera de las extorsiones, la ejecutada sobre el


vehículo de placas CME-310, el investigador narra que
Héctor dialoga con alias “Julián”, quien le manifiesta que
él tiene la camioneta y que está para el rescate, que se
están haciendo contactos con su propietaria, de quien se
dice, estaba tendiéndoles una trampa al exigir que la
entrega del dinero se haga en “Galerías”, donde hay
cámaras, y posteriormente haría presencia el GAULA.
Síntesis originada en la entrevista recepcionada a la
víctima Sra. Liliana Samper en la que le efectuó a su
entrevistador un relato pormenorizado del hurto de su
vehículo y las exigencias realizadas por tres personas
para su devolución; además de la efectiva identificación
de estas tres personas y los reconocimientos fotográficos
llevados a cabo por la ciudadana.
(…)

En relación con la segunda extorsión, identificada como


evento 12, se registraron todas las diligencias ejecutadas
por la Policía Judicial para determinar la verdadera
ocurrencia del hurto del vehículo marca Renault 12 de
placas HUB-496, así como las exigencias realizadas para
proceder a su devolución. En este orden, se describió la

94
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

forma como éste fue hurtado al señor Omar Darío Carvajal


Tabima, y recuperado por él luego de pagar una cantidad
de dinero. Síntesis elaborada por el Policía Judicial con
fundamento en la noticia criminal y entrevistas rendidas
por la víctima con las que no sólo queda clara la verdadera
ocurrencia de ese ilícito sino la participación de Héctor
Arboleda Barona en su ejecución.

El tercer acto extorsivo, fue el ejecutado sobre el señor


Leonardo Manuel Mora Zambrano, quien recuérdese que
en audiencia de Juicio Oral narró ser el propietario de una
camioneta LUV, modelo 1996, hurtada en 3
oportunidades. Relatando, en relación con la última, que
se la llevaron de su casa, a las 4 de la mañana, aun que
tenía alarma y le había quitado uno de los cables del
motor, recibiendo una llamada a medio día para decirle
que debía pagar 5 millones, en la noche, en el sector
conocido como Juanchito.
(…)

Relato que coincide con la síntesis plasmada en el Informe


de Policía Judicial aludido, en el que se condensaron los
hechos a partir de la entrevista a la víctima, solicitudes a
la Policía Nacional del reporte de hurto del vehículo y la
noticia criminal vinculada al caso.

Suceso delictivo al que la Fiscalía se ha referido como caso


No. 13 que involucra el hurto de la camioneta Chevroleth
(sic) LUV CEM O34.
(…)

Finalmente, en relación con el hurto y extorsión de la


camioneta marca LUV de placas MAS-183, se narró en
ese documento el informe recibido por Héctor Arboleda
Barona sobre el hurto, en la modalidad de halado, de ese
vehículo, a efectos de que contactara a quienes lo hurtaron
para coordinar el rescate, hecho que se consolidó el 19 de
abril de 2012 en el barrio Potrero Grande y cuyos
destalles quedaron registrados en las alocuciones
telefónicas interpretadas por el investigador…(Énfasis de
la Corte).

A partir de la anterior semblanza, concluyó la


juzgadora que «se puede colegir, sin lugar a equívocos, que en
realidad las extorsiones imputadas al acusado tuvieron lugar en
distintos momentos, y en todas ellas se exigió a personas a quienes se

95
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

les habían hurtado sus vehículos la entrega de cuantiosas sumas de


dinero a cambio de que éstos le fueran devueltos; aspectos estos que
configuran integralmente la descripción típica que efectuada por el
legislado n el artículo 244 del Código Penal, y que permite sostener, en

el caso concreto, la materialidad de estas conductas .».

Nótese, entonces, como la argumentación esbozada


por la sentenciadora para acreditar la materialidad del
concurso de conductas extorsivas que endilgó al procesado,
primordialmente, encontró asidero en el informe del policía
judicial que lideró la investigación, quien, a su turno, adujo
valerse de las entrevistas que recibió a las víctimas, así
como de las denuncias que ellas habrían formulado con
ocasión del hurto de sus vehículos –documentos estos que,
valga señalarlo, no fueron incorporados a la actuación-,
para complementar así el análisis que emanó de las
interceptaciones de comunicaciones y precisar la manera en
que los propietarios de esos automotores habrían sido
objeto de las exigencias dinerarias de las que participó el
implicado.

Es decir, salvo lo acaecido con el automotor de placas


CEM-034, cuyo propietario, el señor Leonardo Manuel Mora
Zambrano acudió al juicio oral como testigo de la Fiscalía,
para deponer, entre otros aspectos, acerca de las
circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se desarrolló
el actuar delincuencial que confluyó en la entrega de una
suma dineraria en aras de recuperar su camioneta, la
información de estos precisos aspectos, respecto de los

96
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

otros tres vehículos, estuvo a cargo del investigador quien,


en su informe insertó lo aducido por las víctimas, personas
que, se precisa, no comparecieron a la audiencia pública de
juzgamiento.

Tal panorama deja al descubierto que, parcialmente, le


asiste razón al censor, pues, con excepción del vehículo de
propiedad del señor Mora Zambrano, los demás eventos de
connotación extorsiva no encuentran cabal demostración
con los medios suasorios aducidos por la sentenciadora.

Al respecto, la más reciente postura de esta


Corporación, entre otros aspectos, delimitó el alcance
probatorio de las entrevistas recibidas por el investigador y
consignadas en los informes de policía judicial, para lo cual
sentó las siguientes bases40:

1. Los informes de Policía Judicial no son, en sí mismos,


documentos que como tales puedan ingresar a juicio solo
con soportar su pertinencia.

2. Es posible que los informes de Policía Judicial contengan


información directamente percibida por quienes los
signan. Pero en este caso, para permitir la confrontación,
es necesario que los funcionarios acudan al juicio oral a
dar a conocer eso que percibieron de primera mano.

3. Igual sucede con las entrevistas o información que de


terceros recibe el funcionario de Policía Judicial,
plasmados en el informe, que obligan de la presencia de
la fuente en el juicio, a excepción de los casos de prueba
de referencia debidamente certificados y aceptados por el
juez.

40
CSJ SP1967-2019, Jun. 5 de 2019, Rad. 54227.

97
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

4. El informe de Policía Judicial puede utilizarse en el juicio


para refrescar la memoria del testigo o impugnar su
credibilidad. En el primer caso, no ingresa ningún
apartado del mismo; y, en el segundo, solo los aspectos
objeto de impugnación.

5. Los anexos documentales que se insertan a los informes


de Policía Judicial, no se integran con estos y, entonces, si
busca hacerse valer los mismos, es necesario que se
cumplan los presupuestos procesales establecidos para
cualquier tipo de prueba, entre otros, efectuar el
descubrimiento previo a la contraparte, presentar la
solicitud oportunamente en la audiencia preparatoria y,
allí mismo, explicar su pertinencia.

6. Dependiendo del objeto que se pretende cubrir con la


evidencia, opera su autenticación, referida a la
demostración de que el elemento es lo que la parte dice
que es. (Subrayado fuera de texto).

Así las cosas, sin que se tuviera conocimiento de


ninguna de las excepciones que facultan la incorporación
de prueba de referencia, pues, la Fiscalía no esbozó en su
oportunidad sustento sobre el particular que ameritara
aceptación por parte de la juzgadora, resultaba un
imperativo que las víctimas comparecieran a la vista
pública –a no ser, se aclara, que se contara con otros
medios de prueba encaminados a determinar similar objeto-
con el propósito de conocer, cuando menos, aspectos tales
como que (i) en realidad ostentaran la relación de
titularidad o tenencia respecto del bien objeto de las
conductas delictivas; (ii) el contacto que tuvieron con
quienes realizaron las exigencias económicas para la
devolución de sus vehículos, luego de que fueron
despojados de los mismos; (iii) la cantidad de dinero
solicitada y la finalmente entregada para su «rescate», y (iv)

98
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

demás circunstancias que permitieron la recuperación de


los automotores.

Ello, por cuanto, debe relevarse, las interceptaciones


de comunicaciones a la línea telefónica usada por el
acusado, transliteradas en el capítulo precedente dedicado
a analizar el punible contra la seguridad pública, solo
fueron indicativas de una negociación ilícita y simultánea
entre (i) ARBOLEDA BARONA y quien tuviera en su poder el
rodante hurtado, y (ii) el mismo implicado con el
intermediario encargado de requerir a la víctima para que
entregara el dinero con el garantizaba su recuperación.

Es decir, ninguno de los audios de las interceptaciones


da cuenta de un contacto directo con la víctima para
exigirle una suma dinero por la recuperación de su
vehículo, como tampoco demuestra, en concreto, a cuánto
ascendió el rubro entregado para su devolución o la forma
en que esta se realizó.

Se insiste, tal información tan solo llegó al


conocimiento de la juzgadora a través de la exposición del
investigador, quien señaló haber entrevistado a quienes
fueron despojados de los rodantes, reportando así lo que
ellos le confiaron.

Es claro que la funcionaria soportó su decisión de


condena a partir de lo consignado en el informe de policía

99
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

judicial, que insertó solo elementos referenciales, que


tampoco fueron adecuadamente introducidos –si se pasara
por alto la abierta inadmisibilidad que encierran-, dado que
los documentos que consignan las entrevistas en cuestión
solo fueron utilizados para refrescar memoria, evento en el
que, como lo ha precisado la Sala, los mismos no ingresan,
en todo o en parte, como prueba.

Las incertidumbres que subyacen en la constatación


del concurso de delitos contra el patrimonio económico
atribuido al acusado, por cuanto, se soportaron en medios
de convicción con ineficacia demostrativa, cobran mayor
fuerza, por ejemplo, cuando respecto del automotor de
placas HUB-489, cuyo propietario, según lo reportó el
investigador, es el señor Omar Darío Carvajal Tabima, de
las interceptaciones telefónicas surge una realidad diversa a
la establecida por los falladores y el propio gerente de los
actos de investigación Jorge Iván Caicedo Velásquez.

Si bien, según se desprende de los audios n° 332 y


498, transliterados en precedencia, se muestra palpable
cómo el acusado desplegó su labor para negociar el vehículo
hurtado e, incluso, sugirió la suma a solicitar a la víctima
para la devolución, es su propio interlocutor e integrante de
la organización delictiva, Juan Pablo, alias «Apa», quien
finalmente se encargó de pagar los 200 mil pesos requeridos
por quien tenía en su poder el automotor del señor Carvajal
Tabima; ello, por el temor que sintió con el señalamiento

100
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

que la víctima le hizo de haber sido él quien se apoderó de


su camioneta (Audios n° 502 y 507, transcritos en el
acápite antecedente), lo que, a la postre, se tornó como un
favor, solicitado por alias «Apa», entre delincuentes.

Así las cosas, el señor Carvajal Tabima no habría


alcanzado a ser objeto de la exigencia económica para el
reintegro de su automotor, pues, a ese efecto solo tuvo que
dirigirse a alias «Apa», quien finalmente hizo la gestión
dirigida a ubicar el vehículo y asumió el rubro solicitado por
quien se apoderó del mismo.

Ahora bien, la misma indeterminación respecto de la


materialidad de la conducta punible, reluce en relación con
la camioneta de placas MAS-183, evento del que el
investigador Caicedo Velásquez, como procedió en todos los
casos, se refirió a la entrevista tomada a la víctima, de
quien tan solo recordó que respondía al nombre de Andrés,
persona que, según le informó, negó haber cancelado suma
de dinero alguna para su recuperación, lo que, aunado a
que dio una ubicación diversa al lugar en el que recuperó el
automotor, lo condujo a suponer que el propietario fue
objeto de alguna intimidación, razón por la que no quiso
revelar datos precisos de la conducta extorsiva de la que fue
objeto.

Contrario a lo afirmado por la sentenciadora, la


interceptación de la línea telefónica del acusado, respecto

101
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

de este evento, no ofrece los «detalles» de la perpetración de


esta ilicitud, pues, los audios n° 2404, 2406, 2421, 2431 y
2434, desglosados en el capítulo anterior, que fueron
escuchados en el juicio oral, solo registran la relación del
acusado en la negociación de ese automotor, con quien lo
tenía en su poder, luego de ser hurtado a la víctima, al
parecer, con el ánimo de solicitar el «rescate» a su dueño.

Es que, como fue habitual en la presentación de los


audios en el juicio oral, la Fiscalía no auscultó en el testigo
investigador la identificación de quien interactuaba con el
acusado en cada uno de los diálogos escuchados, así como
tampoco, respecto de esas interlocuciones, el deponente
ofreció la explicación esperada respecto del tema de
conversación, en tanto, más allá de que en algunas de las
pláticas claramente se perciba el sentido específico de los
tópicos abordados, en este puntual evento, frente a la
insuficiente información que reportan los audios, el
declarante se limitó a dar por sentado que los delincuentes
efectivamente elevaron la exigencia dineraria al propietario
del vehículo.

En todo caso, de los referidos audios, respecto de este


evento, no se extrae si en verdad la víctima fue objeto de
alguna exigencia dineraria, al punto que el monto de la
misma ni siquiera fue mencionado, ni se sabe de la
existencia de negociaciones, pago de dinero o entrega
efectiva del automotor.

102
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

En ese orden de ideas, se recalca, respecto de los


automotores de placas CME-310; HUB-489 y MAS-183,
acorde con lo esbozado por el casacionista, no existe en la
actuación prueba que le ofrezca soporte a la acusación y,
por ende, el fallo por este conjunto de ilicitudes incursionó
en errores de derecho –en particular, falso juicio de
legalidad, por entregar al informe del investigador un efecto
del cual carece-, y de hecho –dando por supuesto lo que
efectivamente debería demostrarse, vicio de raciocinio- en la
valoración probatoria, que le impidió a los juzgadores
reconocer a favor del implicado la duda en relación con este
conjunto de ilicitudes.

Sin embargo, como se ha venido enunciando a lo largo


de esta disertación, no es la misma situación que acontece
en relación con el vehículo de placas CEM-034.

Ello, por cuanto, en primer lugar, el conjunto de


alocuciones interceptadas al abonado telefónico del
acusado, son lo suficientemente dicientes del cabal
proceder delictivo del acusado y de sus subordinados.

En efecto, la verificación de los audios respectivos,


conforme fueron detallados en el capítulo precedente,
muestra que el acusado (i) se encargó de ubicar el
automotor, precisando los datos de identificación de la
placa, con quien lo tenía en su poder, luego de ser hurtado

103
Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

a la víctima, (ii) coordinó con el sujeto encargado de exigir al


señor Mora Zambrano el monto de dinero para devolverle su
camioneta, precisando su interlocutor que era la segunda
vez que ese ciudadano se veía inmerso en el mismo
proceder delictivo, (iii) se cercioró de que, en efecto, el bien
le fue reintegrado a la persona extorsionada, razón por la
que (iv) se refirió a la ubicación precisa en la que sería
entregado el automotor.

Aunado al análisis de las interceptaciones de


comunicaciones precedentes y supliendo la deficiencia
probatoria detectada respecto de los otros tres rodantes, en
este específico evento sí se contó con la declaración rendida
en el juicio oral por el señor Leonardo Manuel Mora
Zambrano, sesión de 15 de enero de 2014, quien, en
condición de víctima y propietario del vehículo objeto de
ilicitud, corroboró los aspectos centrales develados en los
audios desglosados, señalando inicialmente que, en efecto,
en dos ocasiones, fue objeto de la modalidad extorsiva en
relación con su camioneta.

Refiriéndose a la última oportunidad en que le fue


hurtado el rodante, suceso acaecido en su casa en el año
2012, a eso de las 4:00 a.m., precisó que horas después, al
mediodía, recibió la llamada de un sujeto, quien,
inicialmente, le pidió 5 millones de pesos para devolvérselo,
pero, finalmente, logró disminuir esa cifra a 4 millones de
pesos (monto que, en efecto, según el audio n° 839, fue

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

señalado por ARBOLEDA BARONA y acogido por su


interlocutor), dinero que entregó a un individuo en una
«bomba» en el sector de Juanchito, delincuente que le
manifestó actuar en condición de intermediario.

Posteriormente, dos horas y media después, precisó


que recibió otra llamada en la que un sujeto le informó que
su vehículo estaba ubicado en esa misma localidad,
Juanchito, rodante que efectivamente encontró, pero
desvalijado. Asimismo, señaló que, dado el miedo que le
asistió en ese momento, no observó al sujeto al que le
entregó el dinero, razón por la que no pudo identificarlo.

Adviértase, además, que en la conversación


interceptada según el audio n° 930, transliterado en
precedencia, se corrobora la exposición del señor Mora
Zambrano en cuanto a que fue el sector de Juanchito, « al
frente de la bomba», el sitio al que lo direccionaron para que

recogiera su vehículo luego de pagar el « rescate».

La precedente correlación entre la información


reportada en la interceptación de las comunicaciones
sostenidas por el acusado y la deposición que en el mismo
sentido rindió la víctima, descarta el presunto error de
hecho por falso juicio de existencia, por suposición, que
advirtió el censor.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Ello por cuanto, tal yerro lo situó el libelista respecto


de la convalidación que los falladores efectuaron de la
información reportada por el policía judicial Caicedo
Velásquez, para darle soporte a la exposición del señor
Mora Zambrano, pero, como ya se indicó, las
manifestaciones del investigador tuvieron como apoyo la
entrevista a él recepcionada, sin que esta pueda
anteponerse a la declaración rendida por la víctima en
desarrollo de juicio oral.

Así las cosas, de la precedente exposición surge como


necesaria consecuencia que, respecto del concurso de
conductas punibles de extorsión atribuidas al implicado, la
Sala casará parcialmente el fallo de Tribunal para absolver
a ARBOLEDA BARONA de los eventos relacionados con los
vehículos de placas CME-310; HUB-489 y MAS-183, al
tiempo que, en lo que atañe al automotor de placas CEM-
034, la sentencia condenatoria se mantendrá incólume.

Por tal motivo, en el acápite subsiguiente de esta


determinación, se procederá a ajustar la pena
correspondiente.

De la redosificación punitiva

Acorde con los efectos que trae consigo: (i) la


invalidación parcial de la actuación que, como
consecuencia, conduce a extraer de la sentencia emitida en

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

contra de ARBOLEDA BARONA la atribución de


responsabilidad por el concurso de delitos de receptación, y
(ii) la absolución respecto de tres punibles de extorsión, lo
concerniente es proceder con la redosificación punitiva que
finalmente corresponde imponer en su contra por los delitos
que determinaron compromiso penal, según se estableció
en precedencia.

Así las cosas, acorde con los parámetros consagrados


en los artículos 60 y 61 de la Ley 599 de 2000, los extremos
mínimos y máximos para la individualización de la pena
respecto de cada una de las conductas punibles
concursales, en esta primera fase de la dosimetría punitiva,
arroja los siguientes resultados:

EXTORSIÓN
Pena de prisión
Art. 244 del Código 192 a 288 meses
Penal. (16 años) (24 años)
Rango de: 96 meses
Cuartos de: 24 meses
Mínimo de: 192 a 216 meses
Medios de: 216 meses, 1 día a 264 meses
Máximo de: 264 meses, 1 día a 288 meses
Pena de multa
Extremos 800 a 1.800 s.m.l.m.v.
Rango de: 1.000 s. m.l.m.v.
Cuartos de: 250 s.m.l.m.v.
Mínimo de: 800 a 1.050 s.m.l.m.v.
Medios de: 1.050 s.m.l.m.v. a 1.550 s.m.l.m.v.
Máximo de: 1.550 s.m.l.m.v. a 1.800 s.m.l.m.v.

CONCIERTO PARA DELINQUIR CON FINES EXTORSIVOS


Pena de prisión

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Art. 340, inc. 2°, del 96 meses a 216 meses


Código Penal. (8 años) (18 años)
Incremento Art. 340, 144 meses 324 meses
inc. 3, del Código (12 años) a (27 años)
Penal.
Rango de: 180 meses
Cuartos de: 45 meses
Mínimo de: 144 a 189 meses
Medios de: 189 meses, 1 día a 279 meses
Máximo de: 179 meses, 1 día a 324 meses
Pena de multa
Extremos 2.700 s. m.l.m.v. a 30.000 s.m.l.m.v.
Rango de: 27.300 s. m.l.m.v.
Cuartos de: 6.825 s.m.l.m.v.
Mínimo de: 2.700 s. m.l.m.v. a 9.525 s.m.l.m.v.
Medios de: 9525 s.m.l.m.v. a 23.175 s.m.l.m.v.
Máximo de: 23.175 a 30.000 s.m.l.m.v.
s.m.l.m.v.

Se evidencia, entonces, que el delito que reporta mayor


gravedad es el de extorsión, conforme lo precisó la juez de
conocimiento, quien partió del mínimo punitivo del primer
cuarto dispuesto para esa ilicitud.

Ahora bien, con el propósito de preservar la proporción


de los incrementos punitivos determinados por la falladora
de primer grado, a tono con lo dispuesto en el artículo 31
del C.P., conveniente deviene traer a colación la exposición
que para el efecto se consignó en la sentencia:

…en el caso concreto se tiene como pena más grave la de


la Extorsión que contempla 192 meses a los que
aumentamos otro tanto de 48 meses por el delito de
Concierto para Delinquir con fines extorsivos, más 36
meses por el delito de Receptación, lo que arroja un
total o una suma de 276 meses.

Cantidad a la que se sumarán 54 meses por el concurso


homogéneo de delitos de Extorsión (18 meses por
cada uno), más 18 meses, por el concurso homogéneo

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

de delitos de Receptación (9) meses por cada uno.


(Negrillas fuera de texto).

Así las cosas, para la determinación de la pena


privativa de la libertad a imponer al implicado, basta con
sustraer de la operación precedente los incrementos
punitivos resaltados: (i) los 54 meses (36 más 18) impuestos
por lo concerniente al delito de receptación -en virtud de la
nulidad parcial de la presente actuación- y (ii) los 54 meses
por el concurso de tres delitos de extorsión -18 por cada
uno-, en atención a la absolución que por igual número de
estas ilicitudes se determinó a favor del acusado.

Significa lo anterior, que a los 192 meses que


corresponden al extremo mínimo dispuesto para el primer
cuarto en el delito de extorsión, punible más grave, se
incrementan 48 meses, definidos por el juzgador en razón al
concurso con el delito de concierto para delinquir con fines
extorsivos; es decir, la pena privativa de la libertad a
imponer a HÉCTOR ARBOLEDA BARONA se fija en
definitiva en 240 meses o, lo que es lo mismo, 20 años de
prisión.

Ahora bien, en lo que corresponde a la pena de multa,


el juzgador singular realizó el siguiente cómputo:

En relación con la pena de multa, siguiendo el derrotero


fijado para la imposición de la pena de prisión, se parirá
del mínimo de ochocientos (800) salarios mínimos
mensuales legales vigentes establecido para el delito de

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Extorsión, y a ese monto se sumarán doscientos (200)


salarios mínimos más, por el concurso heterogéneo y
homogéneo de delitos.

Refulge la equivocación en que incurrió la funcionaria


en la determinación de esta sanción, pues, desconoció que
en virtud de lo consagrado en el artículo 39, numeral 4, del
Código Penal, modificado por el artículo 46 de la Ley 1453
de 2011, «En caso de concurso de conductas punibles o acumulación
de penas, las multas correspondientes a cada una de las infracciones
se sumaran, pero el total no podrá exceder del máximo fijado en este

artículo para cada clase de multa», es decir, 50.000 salarios

mínimos legales mensuales vigentes, según el numeral 1 del


último canon normativo que viene de citarse.

En tales condiciones, en el hipotético caso que el


sentenciador hubiese acatado la anterior regla, la pena
pecuniaria a imponer al sentenciado, por las dos conductas
punibles finalmente endilgadas, ascendería a 3.500 salarios
mínimos legales mensuales vigentes, respetando con ello,
incluso, la intención del funcionario de partir del extremo
mínimo determinado para el delito castigado con mayor
severidad.

Empero, en respecto de la no reformatio in pejus, no


puede la Sala desbordar el quantum de 1.000 salarios
mínimos legales mensuales vigentes, que el juzgador
determinó bajo su particular criterio.

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Casación acusatorio N° 49157
HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Ahora bien, como quiera que ese incremento de 200


salarios mínimos legales mensuales vigentes, incluye la
tasación respecto de seis (6) delitos que, bien por la
nulidad, ora por la absolución dispuestas en este proveído,
fueron excluidas del proceso dosimétrico punitivo, se estima
necesario ajustar ese monto a esta nueva realidad procesal.

En ese sentido, a los 800 salarios mínimos legales


mensuales vigentes que corresponde al delito de extorsión,
se incrementaran 28,57141 s.m.m.l.v., respecto del único
delito concursal subsistente, concierto para delinquir con
fines extorsivos agravado, motivo por el que, en definitiva,
se impondrá al procesado la pena de multa de 828,571
salarios mínimos legales mensuales vigentes.

Finalmente, en lo demás, considera la Sala que la


sentencia confutada conserva su firmeza.

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Penal, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE

Primero: CASAR oficiosa y parcialmente la sentencia


proferida el 1 de agosto de 2016 por la Sala Penal del

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Cifra que resulta de dividir 200 s.m.l.m.v. entre los siete delitos concursales.
(200/7=28,571).

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HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali, para anular


el trámite procesal adelantado a partir de la formulación de
acusación, únicamente, en relación con el concurso de
delitos de receptación, atendiendo lo expuesto en la parte
motiva de este proveído.

En consecuencia, Ordenar la expedición de copias de


todo el proceso, con destino a la Fiscalía General de la
Nación, para que, dentro de su órbita de competencia,
adelante el trámite a que haya lugar respecto del conjunto
de ilicitudes contra la eficaz y recta impartición de justicia
que aquí se excluye.

Segundo: CASAR, parcialmente, la sentencia objeto


de censura y, en su lugar, ABSOLVER a HÉCTOR
ARBOLEDA BARONA de la comisión de tres (3) delitos de
extorsión por los que fue acusado, atendiendo los
argumentos expuestos en el cuerpo motivo de este proveído.

Tercero: Como consecuencia de lo dispuesto en los


numerales precedentes, CONDENAR a HÉCTOR
ARBOLEDA BARONA a la pena principal de VEINTE (20)
AÑOS DE PRISIÓN y MULTA equivalente a 828,571
s.m.m.l.v., como autor responsable del delito de concierto
para delinquir con fines extorsivos en concurso heterogéneo
con el punible de extorsión en calidad de coautor.

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HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

Cuarto: Advertir que, en lo demás, la providencia


impugnada conserva su firmeza.

Quinto: Informar a las partes e intervinientes que


contra la presente decisión no procede recurso alguno.

Cópiese, notifíquese y cúmplase.

GERSON CHAVERRA CASTRO

JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

DIEGO EUGENIO CORREDOR BELTRÁN

EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA

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HÉCTOR ARBOLEDA BARONA

FABIO OSPITIA GARZÓN

EYDER PATIÑO CABRERA

HUGO QUINTERO BERNATE

PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR

Nubia Yolanda Nova García


Secretaria

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