Está en la página 1de 7

1

Discurso de Motivación Reflexiva N° 111

LIBERTINAJE EN LA DEMOCRACIA PERUANA


Por Reynaldo Charres Vargas

Apreciados Conciudadanos:

Dedico este discurso a mi recordada madre Manuela Vargas, al recordarse


10 años de su partida al cielo infinito y cuya alma me cuida de las malas
energías. Dicho esto, quiero referirme a un tema particularmente importante
como son las libertades personales, consagradas en las leyes universales,
nacionales y locales. Todos disponemos del libre albedrío como un preciado
bien, valor y derecho que hay que preservarla tal cual es, ya que constituye el
sostén de la vida y la convivencia en comunidades democráticas.

Las libertades en pensamiento y acción deben guardar coherencia y plenitud,


2 y así debiera ser siempre para garantizar estabilidad social y evitar
desviaciones o perversiones que afecten la normalidad en las sociedades. Por
eso, los estados organizados garantizan el ejercicio libre y autónomo de los
individuos, mediante doctrinas, leyes y normas.

Bajo estas premisas, quiero referirme a la realidad peruana, y lo hago como


un observador independiente no asalariado menos subsidiado tampoco
afiliado ha partido político alguno, por lo mismo estoy obligado a mantener
ecuanimidad y raciocinio al expresar y escribir mis puntos de vista y sobre
todo apegado a la realidad de los hechos antes que a teorizaciones
académicas.

A lo largo de nuestra vida republicana que ya va por más de doscientos,


siempre hemos tenido crisis de valores civiles, porque no hemos podido
encontrar paradigmas ni liderazgos democráticos que ejercieran una
pedagogía política. La vida partidaria hoy es nula, nadie avizora su
importancia por tanto estamos huérfanos de conocimientos y prácticas
sociales, y actuamos casi por instinto como si no hubieran reglas ni límites,
por lo mismo es mucho fácil distorsionar, engañar, traicionar o confundir lo
correcto con lo incorrecto, y las pruebas están a la vista de todos.

Por estas clarísimas falencias y debilidades, mejor dicho ignorancias, las


legítimas libertades individuales se trastocan sin miramientos para
convertirse en LIBERTINAJE, que es una desviación maligna y delictiva, por
eso abundan los libertinos en todas las esferas de la sociedad. Los libertinos
son personas que vulneran sus propios derechos y de los demás, ellos no se
dan cuenta que son humanos vivientes en contextos organizados, por eso
piensan y actúan con desórdenes psicológicos internos. Sus funciones vitales
de raciocinio son extremadamente débiles por tanto se conducen como
individuos fofos o con cerebros llenados de estímulos opuestos a las normas
y leyes.

Los libertinos, en todas partes del planeta, mejor dicho en todas las naciones
democráticas tienen presencia activa aunque son una minoría no dejan de
3 ser individuos que afectan el ordenamiento social. Muchas veces sus
acciones influyen en los demás, y son los que más gastos económicos, tiempo
y normatividad requieren de los Estados para contener los equivocados
paradigmas que manejan. Por ejemplo, el mayor trabajo de los servicios del
orden y de la justicia están sobrecargados de demandas, denuncias, juicios y
apresamientos por una gama de delitos en las cuales incurren los libertinos.

Es común confundir libertad con libertinaje, y la primera diferencia, es que la


libertad tiene parámetros de una doctrina legal que establece límites. En
cambio el libertinaje no tiene doctrina legal, es conducta irregular. Esto
quiere decir que las libertades individuales de pensamiento, acción,
creencias, expresión, saber, creación y decisión son reguladas por leyes y
normas civiles que implican a todos. No pueden existir desbalances ni
distorsiones, para que mientras unos las respetan y los otros las vulneran.

Repito, los libertinos son personas con desordenes internos y con rasgos
adictivos a los vicios, y los vicios se expresan de distintas maneras:
clandestinidad, oscurantismo, patrones con trastornos, deficiencias
mentales, inclinación por el hurto, adicciones incontroladas, falta de
autodominio, ausencia de discernimiento, miserias culturales, y paradigmas
erróneos.

Es asombroso, hasta casi incomprensible ver el cómo se confunden los


valores, los principios y las propiedades de las cosas y los hechos, y a modo
de recreación paso a enunciar algunas de las graves desviaciones que están
presentes en las actividades cotidianas, los mismos que corroboran el lado
perverso y sucio del libertinaje, vivo y presente en la sociedad peruana.
Muchos investigadores dicen que el libertinaje es un complejo modo de vida
de naturaleza delictiva y extremista, muy difícil de entender y solucionar. La
intromisión del libertinaje en la cotidianidad significa pérdida de valores
civiles, éticos, morales y culturales, y hoy cuando el país sufre una nueva
crisis social, económica y política post pandemia Covid, ya se puede
considerar como un problema social de gravedad cuya contención parece
tarea imposible.

4 En resumen, el libertinaje se ha convertido en la peor amenaza social y en


enemigo que frena la consolidación del régimen democrático, y para mayor
ilustración y reflexión, veamos algunos de los hechos más notorios del
libertinaje delictivo en los recintos del poder y la conducta humana en la
democracia peruana.

-Libertinaje mediático; el ejercicio de esta noble actividad que maneja los


medios de comunicación e información ha sido invadida por libertinos por
eso abundan maniobras impropias como: manipulación, ofensas, des-
culturización, inopia, publicidad engañosa, mensajes subliminales racistas,
lenguaje peyorativo, sectarismo, corrupción, venta y compra de líneas
editoriales, medias verdades, oscurantismo, empaquetados banales, actores
improvisados, e irrespetuosidad a niños y familias. Sus propietarios no son
capaces de auto regular sus contenidos y mensajes en función de las
aspiraciones democráticas de bienestar y prosperidad de la población.

-Libertinaje económico-empresarial; los actores de estas actividades


también tienen prácticas libertinas tales como: monopolios abusivos,
negociaciones ilícitas, contrabando, informalidad, evasión tributaria, robos,
sobornos, coimas, usura, lavado de activo, dinero clandestino,
irrespetuosidad a consumidores, embuste comercial, despojo de bienes,
productos alterados, contaminación ambiental, sobrevaloraciones, entre
otros.

-Libertinaje Político; es quizás uno de los vicios más influyentes en la


sociedad porque los actores son quienes toman decisiones y promulgan
leyes, por tanto debieran dar un ejemplo de probidad, honestidad y fidelidad
al régimen jurídico en la administración pública, sin embargo no es así, pues
hay evidencias de desviaciones y transgresiones así tenemos: tráfico de
influencias, dictamen de leyes a favor de particulares, decisiones
incongruentes, lobbies, traición y farsa política, injerencia de terceros y
fuerzas foráneas, contubernio, sabotaje, obstrucción, entre otros.

-Libertinaje Profesional; el 70% de personas con títulos académicos


pulverizan la ética y los juramentos de fidelidad y ejercen su profesión sin
5 decencia guiados por el capricho personal, es decir con libertinaje en el
ejercicio, pues para ellos prevalece la “ley personal arbitraria” so pretexto ser
profesiones liberales. En la reciente emergencia sanitaria por Covid se ha
revelado cuán corrompida es el desempeño de los profesionales de la salud
pública y privada pues no han tenido miramientos para imponer sus reglas
muchas de ellas de clara afectación a las personas y a las familias sufrientes
que clamaban una atención humana oportuna.

Ha sido el lucro económico, el fin supremo, y esta misma conducta han


seguido los dueños se las proveedoras de medicamentos y equipos
necesarios usados en la emergencia de la salud pública. Y quienes operaron
estas desviaciones viciosas son individuos que olvidaron sus compromisos y
conductas correctas.

-Libertinaje Institucional; es realmente incomprensible, mejor dicho anti-


democrático tener a una institucionalidad burocrática corrompida,
inoperante, y hasta cruel con los gobernados, pues sus integrantes caen con
facilidad ante los asechos de la ilegalidad. Hoy, la ineficiencia gubernamental
se ha extendido en todo el aparato estatal que involucra a los tres poderes
principales: ejecutivo, legislativo y judicial.

Innumerables casos de corruptelas, deshonor y delitos cometidos están a la


vista de la población, sin embargo no se pueden corregir ni auto-corregirse
porque en el corazón y cerebro de las instituciones subyace una conducta
delictiva que quedará impune gracias al juego perverso de artimañas y
triquiñuelas jurídicas. Allí está la hartamente conocida frase peruana:
“otorongo no come otorongo”, la cual significa que un corrupto no puede
corregir ni sancionar a su colega igualmente corrupto.

Si las instituciones oficiales cuyo rol principal es: normar, prevenir, vigilar,
controlar y sancionar no funcionan qué podemos esperar de los terceros.
Muchas oficinas de supervisión apenas son mesas de partes que reciben
denuncias de la población pero no toman resoluciones ni soluciones sabias
pues en su interior tienen operadores con negligencia e ineficacia, cuyas
6 funciones y prácticas se vuelven impropias al ordenamiento jurídico.

-Libertinaje Cultural; en nuestra democracia duele creer, saber y comprobar


que las políticas culturales no son efectivas ni reales debido y muchas veces
pasan desapercibidos en la población. De este modo, las actividades
culturales, recreativas y las expresiones populares quedan contaminadas por
el libertinaje de los operadores, veamos algunos de ellos: a) La apología al
fútbol como deporte estrella que despierta pasiones masivas actúa como una
droga subliminal de parálisis del progreso intelectual, ya que tal actividad
ahora es un gran negocio frívolo y lucrativo. Entonces se descuida el fomento
de otros deportes saludables y formativos. b) Las creencias religiosas que
siendo de libre adopción y práctica, también exhiben sus propias leyes con
una notoria desviación de su esencia, pues ahora es actividad lucrativa y de
bonanza material de quienes las impulsan, y c) La denominada cultura
popular urbana, se ha convertido en una alternativa de expansión masiva
nefasta donde impera la “ley de la informalidad extrema” pues está copada
de delincuencia, alcoholismo, drogadicción y peleas callejeras impulsadas por
jóvenes libertinos.
-Libertinaje Social, esta desviación se expresa en múltiples manifestaciones
colectivas de protesta y reclamos en contra diversas falencias de la gestión
pública, sin embargo los protestantes no pueden controlar sus impulsos y
pasan a usar la fuerza bruta para lograr sus propósitos. Muchas veces los
conflictos y las conductas sociales colectivas se orientan a la destrucción de
bienes públicos y privados, veamos algunos: invasiones de propiedades
ajenas, hedonismo, perversiones conductuales, criminalidad, y perturbación
de la paz social, que desde luego afectan a la convivencia democrática.

Estos signos visibles de las conductas humanas extendidas en todas las


esferas de la sociedad sólo confirman el mal uso de las libertades, ya que al
adoptar procedimientos ilegales se corroen los valores y componentes de la
sociedad. Entonces, surge la pregunta: ¿es aceptable el libertinaje en la vida
democrática, o es una transgresión anti-democracia?. La respuesta salta a la
vista, es una desviación irregular anti-democrática que debe ser corregida.
Aunque no haya democracia perfecta, lo sensato es luchar por una drástica
7 reducción de los actos y obras delictivas.

El respeto y cuidado de la normatividad y de la institucionalidad son


fundamentales para la estabilidad de los gobiernos y sus mandatos. Por
tanto, todos estamos obligados a preservar las libertades individuales dentro
el marco jurídico vigente. Hoy más que nunca tenemos la responsabilidad de
unir ideas y propuestas para minimizar el libertinaje.

En mis próximos discursos comentaré y compartiré algunas de mis


sugerencias y que llevará como título Cómo Combatir la Corrupción en el
Perú, en cuya descripción ofreceré propuestas novedosas.

Muchas gracias

Perú, 23 de Mayo 2021

Reynaldo Charres Vargas

https://reynaldocharresvargas.blogspot.com

También podría gustarte