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La democracia reclama virtud.
El hombre tiene una dimensión individual y otra social. Es uno mismo el
sujeto de la vida pública y privada. Las virtudes públicas y las privadas
están íntimamente ligadas.
La democracia se da donde hay un pueblo mental y moralmente
maduro.
► VIRTUD Y DEMOCRACIA
La sociedad, a través de sus instituciones, sus leyes, sus actividades y
su gobierno, no puede limitarse a impedir que el mal uso de la libertad
por parte de algunos de sus miembros dañe la libertad e intereses de los
otros.
Es propio del esclavo obrar por temor. La virtud es la actitud propia del
hombre libre.
A. – LAS VIRTUDES
Para adquirir el hábito, los actos buenos deben repetirse con cierta
frecuencia.
Cada acto realizado, deja como una huella en el espíritu, cierta facilidad
para ejecutar el acto subsiguiente.
Aunque algunas personas nacen con mayor disposición que otras para
practicar determinadas virtudes, es regla general que las virtudes
morales se adquieren y se consolidan por el esfuerzo personal y la
repetición de actos moralmente buenos.
• IMPORTANCIA DE LA VIRTUD
Así también en la vida moral no es perfecto aquel que lucha con las
dificultades de los principiantes —aunque haya realizado algunos actos
buenos—, sino aquel que ha logrado una disposición constante para
obrar el bien.
• EL HOGAR
• LA ESCUELA
• COLEGIOS Y UNIVERSIDADES
• OTRAS INFLUENCIAS
Según esa teoría, todo aquel que obra el mal, lo hace porque no lo
conoce como a verdadero mal: si lo conociera, no lo cometería.
• PRUDENCIA:
• JUSTICIA:
Justicia es la virtud que inclina a dar a cada uno lo suyo. La justicia pone
orden y produce la paz tanto en la vida individual como en la social.
«Porque, según A. Tanquerey, respeta los derechos de cada uno, hace
que reine la honradez en los negocios, contiene el fraude, defiende los
derechos de los pequeños y de los humildes, refrena las rapiñas y las
injusticias de los poderosos, y pone orden en la sociedad.
• FORTALEZA:
Fortaleza es la virtud que lleva a un comportamiento racional frente al
peligro, para no dejarse arrastrar ni por el temor, ni por la audacia.
• TEMPLANZA:
A. – AUSTERIDAD
Esto puede ser realizado con naturalidad y sencillez, sin faltar al decoro
de su persona ni a sus obligaciones sociales, y sin adoptar poses de
misántropo ni actitudes excéntricas.
B. – VERACIDAD
C. – LEALTAD
Lealtad es aquella virtud por la cual una persona se mantiene fiel en las
relaciones con los demás, y en el desempeño de su oficio o cargo.
Hombre leal es aquel que observa las leyes de la fidelidad,’ del honor y
de la hombría de bien.
Es leal consigo mismo aquel que obra de acuerdo con sus propias
convicciones. La lealtad lleva a no traicionar a los demás, a respetar la
palabra dada, y al cumplimiento de las obligaciones y compromisos, a la
fidelidad recíproca de los esposos.
D. – TOLERANCIA
E. – ESPÍRITU DE TRABAJO
El hombre está sujeto a la ley del trabajo. Unos la cumplen con gusto;
otros, a regañadientes, y otros huyen de todo trabajo.
Estos últimos son los perezosos, los poltrones, los haraganes, parásitos
de la sociedad, que viven a costa del esfuerzo ajeno. La democracia
necesita que los ciudadanos tengan mucho espíritu de trabajo.
Desde niño, cada uno debe adquirir esta virtud que se llama
laboriosidad. La laboriosidad se manifiesta en el estudiante por el amor
al estudio.
Países como Italia y Alemania, que han sufrido los horrores de una
guerra espantosa, se han recuperado en pocos años, merced al espíritu
de trabajo de sus hijos. La Argentina, que se ha visto libre de semejante
flagelo, y que debería nadar en la prosperidad y la abundancia, no logra
aún salir del estado de postración en que se encuentra Falta espíritu de
trabajo y de sacrificio.
Nada más perjudicial que la inconstancia, que impide toda acción seria
en provecho propio y en provecho de la comunidad. Desgraciadamente,
la inconstancia es un mal muy generalizado.
Toda actividad, para que sea eficaz, exige perseverancia: firmeza para
continuar hasta el fin en el camino emprendido, en la obra comenzada.
G. – FRATERNIDAD
H. PATRIOTISMO
Son precisamente las fuerzas morales las que logran superar las crisis y
encauzar a la nación.
A. LOS VICIOS
Dice Boecio (3) que así como la languidez es una enfermedad del
cuerpo, así el vicio es una enfermedad del alma, y que la peor
enfermedad de los hombres es la de entregarse a los vicios.
Todos los vicios son malos. Pero los más perniciosos, más fáciles de
contraer y más difíciles de desarraigar, son: el alcoholismo, la lujuria, el
tabaquismo y la toxicomanía. Los vicios no quedan circunscriptos al
individuo, sino que repercuten en los demás: tienen efectos sociales.
Baste nombrar los enfermos mentales, por ser hijos de alcoholistas, o
los débiles constitucionales, por descender de padres tarados por los
vicios.
B. – FORMAS DE MENTIRA
Las más graves son las mentiras de los gobernantes. Los Estados
totalitarios tienen organizada la mentira, por medio de la propaganda, la
falsificación de la historia, la deformación de los hechos en las noticias,
comunicados, partes oficiales …
C. – DE DESLEALTAD
D. – DE INTOLERANCIA
Los examinadores son intolerantes con los errores que los malos
alumnos dicen en sus exámenes; es intolerante el médico, cuando
prescribe las medicinas que deben devolver la salud; son intolerantes
los jueces, cuando condenan a ladrones, depravados y criminales…
E. – DE EGOÍSMO
Etimológicamente, egoísmo proviene de ego, que quiere decir yo. Egoísmo significa el
amor exagerado de sí mismo. El egoísmo es lo opuesto al altruismo. El egoísta piensa solo
en sí. Su lema es, en los hechos: «Primero yo, después yo y siempre yo».
Expresión de egoísmo es el «individualismo», sistema que pone al
individuo, al propio yo, a la propia persona, como centro y eje de toda la
vida social.
Puede afirmarse que la mayoría de los males que aquejan a la
humanidad, provienen del egoísmo, de esa falta de generosidad que
impide pensar en los demás y buscar el bien común.
F. CARENCIA DE PATRIOTISMO