Está en la página 1de 4

Shulevitz, Uri (2005). ¿Qué es un libro álbum? En Parapara Clave.

El libro álbum: invención


y evolución de un género para niños. (pp.8-13). Caracas: Banco del Libro.

¿Qué es un libro-álbum?

Al echar un vistazo a los anaqueles de libros para niños en una librería, o


en una biblioteca, el lector encontrará que muchos de estos libros están
clasificados como "libros-álbum". Están profusamente ilustrados —una ilustración
o más por doble página—, usualmente tienen menos texto que una novela juvenil,
se encuentran escritos en un lenguaje simple y su tipografía es de gran tamaño.
También son más pequeños, o más grandes que un libro estándar. Su
clasificación como libro-álbum se basa en su apariencia, en su formato.
Sin embargo, creo que este modo de clasificación resulta un tanto confuso.
No diferencia, por ejemplo, entre Hector Protector and As I Went Over the Water:
Two Nursery Rhymes (Héctor Protector y cuando yo iba por el mar) 1965, un
verdadero libro-álbum, y The Fool of the World and the Flying Ship, un cuento
folklórico profusamente ilustrado con formato de libro-álbum. Esta clasificación
pasa por alto la diferencia entre el formato del libro-álbum y el libro-álbum como
concepto.
Pero, ¿cuál es la diferencia entre ambos? El primero es un libro-álbum, el
segundo es un libro de cuentos. En un libro de cuentos —como su nombre lo
indica— el énfasis está en la anécdota. La anécdota se narra con palabras (y
puede ser perfectamente entendida sin las ilustraciones), las ilustraciones la
enriquecen. La dependencia de las palabras en los libros de cuentos es parte de
una tradición literaria que se remonta a los siglos XVIII y XIX. La narración, como
fue planteada en las novelas del siglo XIX, utiliza descripciones extensas que
consisten, básicamente, en contar lo visto y oído:
—¡Ah! —dijo el viejo, mientras se daba vuelta hacia mí suspirando como
si no le hubiera hablado sino hasta ese momento— no sabes lo que dices
cuando aseguras que no la estimo—. (Charles Dickens, Master
Humphrey´s Clock).

Esta descripción (o representación con palabras) consiste esencialmente en


imágenes visuales: "mientras se daba vuelta hacia mí", y en sonido: " ¡Ah!...no
sabes... ". Tanto lo visto como lo escuchado se expresa con palabras:
—Ahora sólo quedamos nosotros dos; y como lo sirves a él, me servirás a
mí— gritó girando violentamente—. (Hernan Melville, Omoo).

—No, gracias— replicó Inquieta (la ardilla) en un tono muy dramático


frotando sus patas violentamente hasta desprender mechones de su
pelaje (Jan Wahl, Pleasant Fieldmouse ).

El señor McGregor, que estaba en cuatro patas plantando repollos


nuevos, saltó y echó a correr tras Peter, haciéndole señas con un rastrillo
y gritando: “Detente, ladrón’". (Beatrix Potter, The Tale of Peter Rabbit).

Estas citas son ejemplos del mismo enfoque descriptivo. Tale of Peter
Rabbit, de Beatrix Potter y Pleasant Fieldmouse de Jan Wahl, aunque más cortos
y sencillos, están enraizados en la misma tradición literaria que las citas de
Dickens y Melville. Los dibujos de Potter enriquecen la anécdota, pero Peter
Rabbit puede ser perfectamente comprendido sin ellos. La historia en su totalidad
está contenida en las palabras, que no sólo aportan la información necesaria, sino
que también engloban a las ilustraciones ("El señor McGregor estaba en cuatro
patas..."). Lo mismo sucede en Pleasant Fieldmouse ("frotando sus patas
violentamente hasta desprender mechones de su pelaje"). Pleasant Fieldmouse y
Peter Rabbit, aunque distintos en extensión y nivel de complejidad, utilizan el
mismo enfoque verbal. Por consiguiente, ambos son libros de cuentos.
En un verdadero libro-álbum, las palabras no se sostiene por si solas. Sin
las ilustraciones el contenido de la historia se vuelve confuso. Son las imágenes
las que proporcionan la información que omiten las palabras. De hecho, el libro-
álbum no sólo depende de las ilustraciones para ampliar aquello que dicen las
palabras, sino que también requiere de ellas para esclarecer el texto e, incluso, a
veces, para tomar su lugar. En un libro-álbum tanto las palabras como las
imágenes son leídas. Y, naturalmente, este enfoque conlleva a usar menos
palabras, o a no usarlas del todo.
Sin las ilustraciones, la información de Hey Didle Didle de Randolph
Caldeccott quedaría incompleta. Las palabras "Hey, didle didle", carentes de
sentido a no ser que se les tome como simples sonidos, son como una suerte de
banda sonora que acompaña a las ilustraciones, las cuales llevan realmente el
peso narrativo de la anécdota. Los libros-álbum de Caldecott, creados entre 1878
y su muerte en 1886, son, posiblemente, los primeros en manejar el concepto de
libro-álbum y en desarrollar éste en todas sus posibilidades.
En Hector Protector and As I Went Over the Water: Two Nursery Rhymes
1965 de Maurice Sendak no son las palabras sino las imágenes las que cuentan la
historia. Se trata de un acercamiento muy diferente al de los libros de cuentos.
También se cumple en Where the Wild Things Are (Donde viven los monstruos)
1963, otro libro de Sendak. Las palabras por sí solas no nos dicen de qué tipo de
travesura ha cometido el personaje principal del cuento. Sin las ilustraciones la
información queda inconclusa. El clímax del libro, la parte de la "juerga monstruo",
se expresa mediante imágenes, sin usar ni una sola palabra.
La frase "un lunes por la mañana" (en mi libro que lleva el mismo título, One
Monday Morning 1987), podría referirse a un día soleado en el campo, pero la
imagen dice otra cosa: muestra un día lluvioso en Nueva York en el que las gotas
caen sobre sombríos edificios de inquilinos. Esta descripción, que habría sido
representada con palabras en un libro de cuentos, está contenida aquí en la
imagen. Las palabras "un lunes por la mañana" son apenas una presentación
general, un titular, si se quiere. Son las imágenes las aportan los detalles
específicos. De hecho, las palabras no repiten lo que muestra la ilustración y
viceversa. Su relación es de contrapunteo: se complementan y se completan unas
a otras.
Cuando las palabras sirven de banda sonora a las ilustraciones, también se
trata de un contrapunteo. Tal es el caso de "One Monday Morning" basado en una
canción folclórica, Hey Didle Didle, que es una rima infantil o Where the Wild
Things Are con su prosa rítmica.
Cuando en Where the Wild Things Are, "ellos rugieron rugidos terribles, y
crujieron sus dientes terribles, y movieron sus ojos terribles y mostraron sus garras
terribles ", sería erróneo interpretar estas palabras como una simple descripción.
Tampoco repiten lo que puede verse en la imagen. Además de servir de banda
sonora, estas palabras hablan de lo que no se muestra en la ilustración: el
movimiento de los ojos y la acción de mostrar las garras.
Al estar limitado en su número de páginas, el libro-álbum no suele disponer del
espacio necesario para enfocarse en detalles determinados y enfatizarlos. A
diferencia de una película, un libro álbum con sus ilustraciones estáticas, no está
en capacidad de transmitir sensación de movimiento. Pero es allí donde las
palabras pueden ayudar a enfatizar el detalle, clarificar una acción o conectar dos
ilustraciones. A diferencia de un libro de cuentos, que expresa imágenes y sonidos
por medio de palabras, un libro-álbum separa ambos elementos, representando la
imagen mediante la ilustración y el sonido mediante palabras. Pero como un libro-
álbum es leído a niños pequeños que aún no saben leer, éstos deben ver las
ilustraciones y escuchará las palabras.

Dicho de otra modo, el libro-álbum retoma una premisa original: ver y oír
directamente sin la mediación de la palabra escrita. Al representar visualmente, en
vez de hacerlo con palabras (describiendo), un libro álbum se transforma
naturalmente en una experiencia teatral: directa, inmediata, activa y conmovedora.
Uno puede percibir la importancia de leer en voz alta el texto del libro álbum: es
más importante el efecto de las palabras al ser escuchadas que al ser leídas. El
parentesco de los libros-álbum con el teatro y el cine, en especial el cine mudo, se
hace evidente. Muchas veces el texto del libro-álbum se asemeja al estilo de las
baladas populares o las rimas infantiles, como en los libros-álbum de Caldeccott.
No es una mera coincidencia que el concepto del libro-álbum haya sido
desarrollado en mayor medida por artistas visuales que por escritores.

A juzgar por los anaqueles repletos de libros clasificados como libros-


álbum, no hay tantos libros-álbum verdaderos como se nos hace creer. Muchos
libros para niños inconscientemente confunden los conceptos de libro-álbum y
libro de cuentos. La prueba fundamental, es por supuesto, si el libro funciona o no,
aunque uno no sea necesariamente mejor que el otro. Sin embargo, comprender
la diferencia entre ambos y aplicarla inteligentemente puede ser de considerable
ayuda en la elaboración de mejores libros-álbum o de cuentos.

En definitiva, el significado de las palabras en un libro álbum no está claro o


queda incompleto sin las ilustraciones. Por ejemplo, no es posible leerles a los
niños un libro álbum a través de la radio porque no sería comprendido. La
diferencia entre un libro de cuentos y un libro álbum no tiene que ver con calidad o
la cantidad de palabras o ilustraciones, su esencia es diferente. Un libro-álbum
responde a un concepto exclusivo y es un género único.

También podría gustarte