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CODIGO: 8.027.934
GRUPO 109004_18
TUTOR
NATALIA JIMENA
MONCADA
PROYECTO DE GRADO
2021
5.1. Introducción
Por lo anterior, cada sector del gobierno ha asumido distintas tareas y compromisos
encaminados a salvaguardar a esta población, sin embargo, la situación sigue siendo
preocupante ya que el número de homicidios sigue aumentando.
El gobierno debe garantizar que quienes lleven a cabo ataques enfrenten consecuencias
judiciales y priorizar la seguridad de las comunidades, particularmente al ejecutar
operaciones militares. Debería ampliar los programas de desmovilización para grupos
armados, y a largo plazo, llevar a cabo reformas rurales para reducir el alcance de las
economías ilícitas.
Frente a estos hechos de violencia, el Estado colombiano y sus instituciones han adoptado
una posición muy pasiva por no decir omisiva, lo que ha permitido que esas prácticas de
agresión contra las y los defensores de derechos humanos se intensifiquen y se mantengan a
lo largo de estos años.
El asesinato de líderes sociales en las diferentes regiones del país pero específicamente en
el departamento Cauca, es motivo de preocupación en todas las esferas sociales al no haber
suficiente medidas por parte del actual gobierno nacional de Iván Duque, para mitigar estos
hechos violentos a través de políticas públicas. Cada tres días, sin falta, sale la misma
noticia: asesinan a un líder social en Cauca. Según el Instituto de Estudios para el
Desarrollo y la Paz (Indepaz), solo en 2020 las disidencias de las Farc, el ELN y el Clan del
Golfo han matado a 59 personas que ejercían algún tipo de liderazgo comunitario.
Desde la firma de este acuerdo, los líderes, lideresas sociales y defensores de derechos
humanos, quienes defienden los derechos de las poblaciones vulnerables y su territorio,
están siendo asesinados sistemáticamente y el Estado colombiano, pese a tener una
normativa interna que refleja la interiorización de normas de derechos humanos
internacionales, no ha otorgado reconocimiento suficiente a esta problemática, como
tampoco ha realizado los esfuerzos ni las acciones correspondientes para ponerle un alto a
estos crímenes.
Al menos 753 líderes sociales fueron asesinados en Colombia de 2016 a 2020, informó el
19 de febrero de 2021, la Defensoría de Pueblo, tras destacar que el año pasado fue el más
violento contra los defensores de derechos humanos con 182 crímenes. El organismo señaló
en un informe que entre 2016 y 2020 también hubo "4.281 conductas vulneratorias" contra
líderes sociales, entre estas 3.184 amenazas, 753 homicidios, 193 atentados, 31
desplazamientos forzados, 26 detenciones arbitrarias, 13 desapariciones forzadas y 13
secuestros. Igualmente fueron víctimas de "otro tipo de hechos violentos que afectan sus
derechos a la vida, libertad, integridad personal y seguridad", añadió el documento.
El presidente de la Comisión de la Verdad, el sacerdote Francisco de Roux, mostró su
preocupación por que "hay una destrucción de la confianza generalizada" porque "al
asesinar a un líder social la comunidad se rompe, se refugia y se generan los
confinamientos que estamos viviendo, y esto se sigue repitiendo".
Las poblaciones más afectadas por estas situaciones viven en los convulsos departamentos
de Norte de Santander, Antioquia, Chocó y Nariño y, según De Roux, "llevan a que muchos
regresen a las armas, a que los campesinos por falta de oportunidades tomen el camino de
la guerra porque se sienten seguros en ella".
Los estudios existentes enfocados en los asesinatos de líderes sociales están concentrados
en el conteo y visibilización de los riesgos que sufren las personas involucradas en
liderazgo comunitario, por lo que aún es importante ahondar en las complejidades que la
dinámica y la realización de políticas públicas para contrarrestar estos hechos violentos.
Todo esto permitirá que desde la academia y otros espacios de reflexión social se pueda
avanzar en la comprensión de la victimización, más aún cuando esta es un elemento central
en la construcción de paz en Colombia.
Albarracín, Juan, Milanese, Juan Pablo, Wolf, Jonas, Valencia, Inge y Navarro de Arco,
Margarita (2020). LA LÓGICA POLÍTICA DE LOS ASESINATOS DE LÍDERES
SOCIALES: AUTORITARISMO COMPETITIVO LOCAL Y VIOLENCIA EN EL
POSACUERDO, realizaron un trabajo sobre la violencia ejercida contra líderes y lideresas
sociales después del Acuerdo de paz no solo es el resultado de la presencia de grupos
criminales y economías ilegales. Estos autores llegaron a la conclusión de que:
“la protección de líderes sociales requiere no solo de la presencia armada del
Estado en la periferia para “desmantelar” estructuras criminales. Requiere
asimismo de acciones –desde las fuerzas de seguridad pública hasta la
administración de justicia– que desarticulen las densas redes que unen actores
políticos con grupos armados (criminales) y facilitan procesos reales de
participación e inclusión política local. Ausente esto, cualquier esfuerzo de
protección a los líderes y lideresas no será sostenible”.
Carreño Vega, M. A., García Burgos, J. S., Gómez Calderón, J. S., & Mateus Ariza, C.
Asesinatos de líderes sociales en Colombia, en este trabajo se presenta la urgencia de que
el Estado colombiano haga una mayor presencia en las zonas más afectadas por los grupos
armados al margen de la ley, lo cual no se puede reducir a la presencia de la fuerza pública,
sino de otros agentes como los de la procuraduría, la contraloría, la fiscalía, defensores del
pueblo y demás, que evidencien el interés del Gobierno nacional por recuperar la confianza
para con el Estado. Igualmente, aunque no solucione todo el conflicto en los territorios
tanto la búsqueda del bien común como una buena educación ambiental, pueden ser dos
grandes estrategias para contrarrestar los daños sufridos a causa de la violencia.
[ CITATION Per18 \l 8202 ] En su artículo, “los enemigos del desarrollo” sobre los asesinatos
de líderes sociales en Colombia, analiza las causas que hay detrás de estos crímenes bajo la
teoría del “epistemicidio” entendida como ese discurso que estigmatiza a los líderes
sociales como enemigos del desarrollo, lo que hace “justificable” este delito. Ahora bien,
para Pérez, la perspectiva capitalista trae consigo la visión de que todo se puede
comercializar y mercantilizar, en este sentido el autor ve a Colombia como un país que le
interesa más exportar y vender materia prima a los países del norte global, que proteger
territorios ancestrales y poblaciones enteras de la miseria que trae la explotación masiva de
recursos naturales.
5.5. Hipótesis
La firma del acuerdo de paz incentivó el surgimiento de otros grupos armados residuales, lo
que atomizó la detención del poder en determinados municipios y regiones de Colombia y a
su vez aumentó la disputa entre estos grupos ilegales por el territorio y la tierra. Así, las
agresiones a líderes sociales aumentan, ya que los actores armados buscan eliminar del
escenario a aquellos opositores que les impiden la consecución de sus objetivos.
Los líderes sociales se encuentran distribuidos en la mayoría del territorio nacional, con
mayor incidencia en las zonas rurales. (Datasketch, 2019) reporta:
“El departamento del Cauca es el que más presenta número de víctimas. Desde
el 2016, en este departamento han sido asesinados 118 líderes. El único
departamento que le sigue es Antioquia, con 75 líderes. La situación del Cauca
se agrava por la presencia de bandas criminales, minería ilegal y cultivos
ilícitos. El municipio con más líderes asesinados es Tumaco, ubicado en el
departamento de Nariño, en este hay presencia de bandas criminales, minería
ilegal y cultivos ilícitos, que agravan el conflicto. Los siguientes son Corinto y
Caloto en Cauca. La mayoría de los líderes asesinados son aquellos que por sus
labores de liderazgo defienden más de una causa, como es el caso de los líderes
comunitarios, que a la vez son líderes campesinos o agrarios, entre otros. Le
siguen aquellos que pertenecen o son directivos de Juntas de Acción Comunal
o Juntas Administradoras Locales”.
Estándares establecidos por SIDH.
Las obligaciones del Estado en relación con las personas defensoras y el derecho a
defender los derechos humanos tienen una relación directa con el goce de los derechos
contenidos en la Convención Americana sobre los Derechos Humanos (San José, Costa
Rica 7 al 22 de noviembre de 1969). Esto es, el derecho a la vida, a la integridad personal,
a la libertad de expresión y de asociación, las garantías judiciales y la protección judicial,
los cuales, en su conjunto, permiten un ejercicio libre de las actividades de defensa de los
derechos humanos y se materializan en el ejercicio del derecho a defender los derechos
humanos.[ CITATION Jes20 \l 8202 ]
15).
El Gobierno presentó en noviembre del año pasado el Plan de Acción Oportuna (PAO) para
Defensores de Derechos Humanos, una estrategia que, a través de la articulación de todas
las instituciones del Estado, busca garantizar la vida y los derechos de los líderes sociales,
defensores de derechos humanos.[ CITATION MAT19 \l 8202 ].
5.8. Bibliografía