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Universidad Nacional de Costa Rica

Colegio Humanístico Costarricense


Campus Nicoya

Área de Profundización

Profesores:
Edgar Solís Esquivel
David Muñoz Morales
Francinny Oses Marín.

Título del ensayo:


“La figura del político corrupto desde la perspectiva social en el año 2021”

Estudiante:
David Murillo Rodríguez

10-A

Año:
2021
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“La figura del político corrupto en Costa Rica desde la perspectiva social en el

año 2021”

La historia política de la mayoría de países latinoamericanos se ha visto severamente afectada por un

fenómeno social y económico llamado corrupción, uno de los países cuyo daño ha sido de grandes

proporciones por parte de dicho fenómeno ha sido Costa Rica, sin embargo, la corrupción para ejecutarse

requiere de figuras que la desarrollen; en la mayoría de ocasiones dichas figuras poseen un gran control

político y económico, no obstante, una de las principales características las cuales marcan la pauta es el que

estas figuras presentan ideales antropocentristas, egocentristas y poco éticos, es decir, siempre buscan el

beneficio propio.

Si bien estas figuras representan a la parte deplorable de la política costarricense, no se puede obviar la

existencia de una sociedad cuya perspectiva es completamente distinta, debido a que sufren de forma directa

las consecuencias emocionales y materiales que la corrupción trae consigo, sin embargo, más que por el

desarrollo del concepto de corrupción como tal, el costarricense hoy en día se encuentra ofendido por la

hipocresía y el sarcasmo con el que estas figuras se refieren a la población, beneficiándose de su poder, su

posición económica y su nivel de “educación”.

La figura del político corrupto desde la perspectiva social es deshumanizada, misteriosa y carente de

empatía, como lo menciona Elizondo: “Desnudar su psicología sería tarea para sabios, pero puede decirse

de él que su crimen más repugnante consiste en explotar las ansias de redención de los humildes” (p.199).

Lastimosamente estos personajes traen consigo un complejo de superioridad y un arraigado egocentrismo,

los cuales se encargan de extinguir toda posibilidad de equidad social, ya que para ellos es inimaginable

salir de su zona de confort con poder político y riquezas. Sin embargo, a pesar de haber sufrido en tantas

ocasiones las consecuencias de la corrupción en Costa Rica, el año 2021 ha sido un punto de inflexión en

el panorama socioeconómico nacional, debido al descubrimiento de nuevos casos graves de corrupción en


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el país y el regreso a puestos políticos importantes de personas investigadas por corrupción en el pasado.

Según López en 1968:

La intervención de una persona extraña al paciente de la necesidad tiene también carácter satisfactor. (…)

Las necesidades varían según el clima, grado de cultura y posibilidades económicas, pero hay necesidades

comunes como la habitación, la comida y el abrigo.

Pese a, la figura del político corrupto está acostumbrada a aprovecharse de dichas necesidades para su

propio beneficio con ejemplos que van desde la acción populista de ofrecer beneficios a cambio de un voto

y traficar influencias para poder ser la única empresa aprobada por el gobierno para realizar construcciones,

hasta optar por un puesto para el que no se está preparado, lo cual ha causado irreparables daños a la

economía y política costarricense. Como bien lo decía Jeffrey Sachs en 2012: “De poco sirve tener una

sociedad con leyes, elecciones y mercados si los ricos y poderosos no se comportan con respeto, honestidad

y compasión hacia el resto de la sociedad y hacia el mundo” (p.9)

Sin embargo, es necesario reconocer la responsabilidad que posee la sociedad al permitir que este tipo de

problemáticas se desarrollen de forma progresiva aún en la actualidad, debido a que, si se llegase a escoger

de forma crítica y analítica a los representantes de la nación, existiría la posibilidad de una mejora en el

sistema gubernamental, no obstante, Cortina en 2013 trata de explicar que mucho de lo que ha pasado podría

haberse evitado si estas personas con gran poder económico y político hubiesen actuado con base a las

formas éticas que les corresponden, ya sean explícitas o implícitas. Tomando como punto de partida el que

la ética es una descripción de lo que todos deberíamos hacer. (p.15).

Ahora bien, parte del análisis que requiere el tema de las figuras políticas en Costa Rica, es relacionado con

el sistema educativo, y la necesidad de que el estudiante se involucre en temas de política sin verlo como

un tabú, ya que parte de los factores que colaboran con el desarrollo de la corrupción es la falta de educación

de los costarricenses, eso sumado a su fanatismo con diversos partidos; esa ignorancia ha sido un factor

fundamental para el desarrollo de la corrupción en el país, dejando un escenario exento de intervenciones


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necesarias para el desarrollo del país y un camino libre para personas inescrupulosas cuyo único fin es tener

poder político para el beneficio propio.

Imaginar un escenario en el que la figura del político costarricense no se vea relacionada con temas de

corrupción sería casi imposible, y aún más imposible sería el erradicar la corrupción en el país, sin embargo,

la juventud del país y el sistema educativo, son los encargados de formar a los estudiantes en ética, valores

y profesionalismo, ya que como lo menciona Araya en 1960:“El poder desarrollar estos métodos exige a

los educadores actuar como facilitadores de situaciones en contacto con la otredad, que estimulen la

capacidad de reflexionar sobre aquellos acontecimientos cotidianos que atentan contra la ética y moral.”

(p.56). El ser político en este país y en cualquier otro no es solamente un nombre, es una responsabilidad

que requiere de entrega, compromiso y valores; finalmente, como lo dice Potter Steward: “La ética es saber

la diferencia entre lo que tienes derecho de hacer, y lo que es correcto hacer”

Referencias bibliográficas.

Araya, M. (1960). Hacia una pedagogía del encuentro cultural: discriminación y racismo. Primera

edición. Editorial UCR.

López, R. (1968). Economía política. Decimosétima edición. Editorial Porrúa S.A.

Cortina, A. (2013). ¿Para qué sirve realmente la ética? Primera edición. Editorial Paidós.

Elizondo, H. (1964). Memorias de un pobre diablo. Primera edición. Editorial Costa Rica.

Jeefrey, S. (2012, mayo). El precio de la civilización. Galaxia Gutenber, círculo de lectores.

https://www.marcialpons.es/media/pdf/precio_de_la_civilizacion_web.pdf
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