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ASESINATO DE PERIODISTAS EN COLOMBIA EN COLOMBIA Y MÉXICO

ENTRE 2000 Y 2023.

Luis Sarmiento, Juan Esteban Amador, Verónica Ramírez y Gabriel Arciniégas.

Entrega final del proyecto de investigación

Pontificia Universidad Javeriana


Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales
Departamento de Relaciones Internacionales
Investigación Cuantitativa
Bogotá D.C., Colombia
2023
Tema: Asesinato de periodistas en Colombia y México entre el año 2000 y 2023.

Objetivos:
Objetivo general: Analizar, desde la teoría de la paz democrática, cuales han sido los actores
que han asesinado a más periodistas en México y Colombia desde el 2000 hasta la actualidad.

Objetivos específicos:
1. Determinar si existe un sistema democrático en Colombia y México y qué tan pcífica
es, desde el año 2000 hasta la actualidad.
2. Clasificar a los tipos de actores que atentan mortalmente a la población seleccionada.
3. Identificar la cantidad de homicidios a periodistas desde 2000 hasta la actualidad.
4. Relacionar el tipo de actor con el número de asesinatos respecto la temporalidad y el
periodo presidencial.

Pregunta problema:
¿Cómo se pueden analizar los actores que han asesinado a más periodistas en
Colombia y México entre 2000 y 2023 desde la teoría de la paz democrática?

Hipótesis:
Hi: Al analizar los actores responsables de asesinatos se pueden encontrar
características que ayudan a describir y a entender mejor los asesinatos a periodistas en
Colombia y México desde el 2000 hasta la actualidad.
Ho: Al analizar los actores responsables de asesinatos, no se pueden encontrar
características que ayuden a describir y a entender mejor los asesinatos a periodistas en
Colombia y México desde el 2000 hasta la actualidad.

Introducción:
Desde 2000 hasta la fecha, tanto Colombia como México han sido testigos de una
masiva cantidad de asesinatos a periodistas. Estos actos de violencia contra los profesionales
de los medios de comunicación representan una amenaza constante para la libertad de prensa
y la democracia en ambas naciones.
En el caso de Colombia, los periodistas han enfrentado riesgos significativos debido a
la prolongada y compleja guerra civil que afectó al país durante décadas. Grupos armados
ilegales, incluyendo guerrillas y paramilitares, han amenazado, secuestrado y asesinado a
periodistas que se aventuraron a investigar cuestiones delicadas como el narcotráfico, la
corrupción y los derechos humanos. A pesar de la firma de acuerdos de paz en 2016 entre el
gobierno colombiano y las FARC, la violencia contra los periodistas aún persiste en algunas
regiones del país debido a la presencia de grupos delictivos y organizaciones armadas.
En el caso de México, la situación es igualmente alarmante. La lucha contra el
narcotráfico y la delincuencia organizada ha creado un entorno peligroso para los periodistas
que informan sobre estos temas. Muchos comunicadores han sido objeto de amenazas,
ataques y asesinatos en un intento por silenciar la denuncia de la corrupción y la violencia. La
falta de una respuesta eficaz por parte de las autoridades para investigar y llevar ante la
justicia a los responsables ha contribuido a un ambiente de impunidad en el que los ataques
contra periodistas quedan sin castigo.
Así mismo, la impunidad que prevalece en la mayoría de estos casos ha generado un
ambiente de temor y autocensura entre los periodistas, quienes viven con el constante temor
por sus vidas y las de sus colegas. Esto tiene un efecto negativo en la calidad de la
información disponible para el público y mina la capacidad de responsabilizar a las
autoridades públicas.
Por su parte, la protección de los periodistas y la creación de un entorno seguro para el
ejercicio del periodismo son desafíos cruciales que Colombia y México deben abordar. Es
necesario que los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad civil colaboren
en conjunto para enfrentar este problema, investigar de manera rigurosa los crímenes y
garantizar la seguridad de aquellos que trabajan arduamente para mantener al público
informado y promover la transparencia en la sociedad. La libertad de prensa representa un
pilar fundamental de cualquier democracia y su preservación es esencial para forjar
sociedades más equitativas y abiertas en ambos países.
Por lo tanto, el diseño de investigación del presente estudio de caso es descriptivo, en
el cual se pretende realizar un análisis sistemático de los sistemas democráticos de Colombia
y México junto a las características de los actores que ejercen los asesinatos selectivos de la
población de los periodistas en su totalidad, incluyendo periodistas, directores, camarógrafos,
columnistas, corresponsales y entre otros. Teniendo en cuenta lo anterior, consideramos que
las variables necesarias para nuestra investigación son el nivel de democracia (establecida
como variable independiente), tanto de Colombia como de México, y el número de asesinatos
a periodistas (definida como la variable dependiente.

Justificación
La presente investigación se enfocará en el estudio de la muerte de periodistas bajo la
modalidad de asesinato en el territorio de colombiano y mexicano. Para este estudio es
importante precisar y delimitar una temporalidad. Por ende, delimitaremos la investigación
desde 2000 hasta la actualidad.
El presente trabajo clasifica los aspectos políticos que se involucran en los asesinatos
a periodistas registrados oficialmente. Consigo, se permitirá mostrar los rasgos distintivos en
torno a la situación política colombiana y mexicana.
El análisis y el registro de las diversas fuentes respecto a los asesinatos de periodistas
en Colombia y México serán de gran utilidad para comprender cuáles son las razones de
fondo del por qué existen tantos asesinatos a periodistas en el país. De este modo, la
investigación presenta un análisis de las dificultades de los periodistas y el miedo que existe
sobre manifestar la libre expresión según el nivel de democracia en ambos casos.
Es de gran importancia entender la trascendencia de los asesinatos respecto a la
imposibilidad de los periodistas para dar a los ciudadanos información veraz y oportuna, para
hacer valer sus derechos ante la sociedad y para transmitir información, opiniones o críticas
que enriquezcan al público. La labor periodística muestra la realidad de los territorios
silenciados por la violencia, algo que no se evidencia con claridad en la vida cotidiana y que
necesita ese impulso para revelar información. El asesinato de un periodista perjudica de una
u otra manera a los ciudadanos; implícitamente es una censura y consigo un blóquese al flujo
de la información que la gente debería recibir. Más allá de los grupos de interés detrás del
asesinato de un periodista, lo que refleja que democráticamente no es funcional. Por ello, es
necesario reflejar la realidad de la censura y sus consecuencias a la ciudadanía.
Así mismo, es relevante distinguir las razones del accionar de los actores causantes de
estos sucesos: sus causas, sus objetivos, sus métodos y sus consecuencias. Por ende, será
posible conocer en mayor medida el comportamiento de los actores causantes propuestos a
analizar.
Siguiendo esta dinámica, es de gran importancia para el desarrollo de la investigación,
identificar cual es el factor principal que causa el tema de investigación, es decir, analizar los
actores causante de asesinatos a periodistas desde la teoría de la paz democrática en
Colombia y México, incluyendo el contexto económico, político y social del agente en
cuestión, para que así se pueda describir respecto a los intereses particulares en llevar a cabo
un asesinato selectivo de tal magnitud.
Esto puede incluir la importancia de campos de estudio tales como la sociología, la
ciencia política, las relaciones internacionales, la psicología criminal, la economía y el
derecho. Por ello, se considera importante tener un enfoque multidimensional para el análisis
y recopilación de datos en torno a una problemática social de este talante. Con ello, la
investigación abre la puerta a futuras investigaciones en torno al problema planteado en la
presente investigación.
Para el desarrollo de nuestro análisis e investigación, es necesario precisar el término
específico que utilizaremos para la teoría de la paz democrática. Es por esto que explicar el
por qué se trae esta teoría a este análisis va de la mano con sus supuestos de limitar la guerra
por medio de la democracia como lo explica Gobetti al decir “la teoría de la paz democrática
se basa en la idea de que es posible limitar algunos aspectos negativos de la situación de
anarquía del sistema internacional. Entre estos aspectos, la guerra es sin duda la más
importante”.
Teniendo esto en cuenta, ahora es necesario entender la guerra como un conflicto,
tanto externo en su política exterior, como interno en su manejo de situaciones dentro del
Estado, y entendiendo que la Paz Democrática se basa en los supuestos liberales, es necesario
anunciar la importancia de las instituciones dentro del estado. “Las explicaciones llamadas
"institucionales" o "estructurales" se caracterizan por la atención a factores internos del
régimen político democrático. En particular, estas explicaciones se concentran en los efectos
que las instituciones de la democracia ejercen sobre el comportamiento de la política exterior
de un Estado” (Gobetti, Z. 2019 ). Gracias a la importancia de las instituciones, la división
interna del poder y la auditoría que el mismo sistema democrático genera en los asuntos
internos de un Estado, se pueden generar las bases para un análisis desde esta perspectiva
teórica.

Marco teórico

Para establecer un análisis desde la teoría de la paz democrática, frente a cuáles han
sido los actores que han asesinado a más periodistas en México y Colombia desde el 2000
hasta la actualidad, consultamos diversas bases de datos para argumentar la información
encontrada. La Flip (2022) creó una base de datos sobre los periodistas asesinados en
Colombia por causas asociadas a su oficio. La base de datos está elaborada por la Fundación
para la Libertad de Prensa es una organización no gubernamental que hace seguimiento a las
violaciones contra la libertad de prensa en Colombia. En esta se recolectan datos desde 1938
hasta 2023, determinando el nombre del periodista, ciudad de origen, medio de comunicación
para el que trabajaba, fecha y descripción del asesinato, posibles causas y/o implicados. En
Colombia han sido asesinados 65 periodistas por razones de oficio desde el 2000 hasta la
fecha. Para el caso de México utilizaremos los datos proporcionados por Article 19 (2023) en
donde está organización fundada en 1987 de ámbito internacional defiende la libertad de
expresión y el derecho a la información. Está recopilación de información va desde el año
2000 hasta el presente. En esta se establece que hasta la fecha en méxico se han registrado
162 asesinatos de periodistas relacionados con su labor. En esta base de datos se determina: el
nombre del periodista, el año de asesinato, durante que periodo presidencial fue asesinado, el
medio y hace una distinción de género pues afirma que el 98% de los periodistas asesinados
en México son hombres.

Adicionalmente, quisimos contrastar los datos encontrados en estas dos bases con la
base de datos de la UNESCO que brinda la información de los periodistas asesinados en
ambos países (Colombia 53 y México con 153) desde 1993 hasta la actualidad. Y con la base
de Reporteros sin Fronteras (2022) que es una organización no gubernamental internacional
y sin ánimo de lucro de origen francés, con sede permanente en París. Su objetivo es defender
la libertad de prensa en el mundo y, en concreto, a los periodistas perseguidos por su
actividad profesional. En su base de datos registran el asesinato a periodistas desde el año
2000 hasta el 2023, únicamente indicando el nombre del periodista y su fecha de asesinato

Ahora bien, para obtener una comprensión más amplia sobre esta problemática
empezar abordando el panorama actual del asesinato a periodistas. Busquets (2018) propone
la elaboración de un enfoque analítico global exhaustivo para abordar el desafío de la
violencia dirigida hacia los profesionales de la información en los primeros años del siglo
XXI. A través de una investigación de naturaleza cualitativa, que se esfuerza por establecer la
premisa de que la violencia contra los periodistas no puede ser vista como un evento aislado y
excepcional. Más bien, esta triste realidad se manifiesta de manera generalizada en naciones
de todo el mundo, caracterizada por el sombrío fenómeno de la impunidad que rodea los
fallecimientos de comunicadores pertenecientes a diversas plataformas mediáticas. Esta
perturbadora situación no solo resulta en crímenes sin castigo, sino que también desencadena
un impacto adverso en la relación entre la información y la comunidad. Al perpetuarse estos
actos violentos, se erosiona la perpetuación de la libertad de expresión, la operatividad y el
propósito fundamental de los medios de comunicación, la confianza en la labor periodística y
los límites de aprensión. Consciente de la profunda gravedad de esta coyuntura, Busquets
(2018) explora en detalle en esta obra diez organizaciones internacionales dedicadas a la
defensa de la libertad de expresión. Lo hace mediante una metodología de investigación
cualitativa que hace uso de herramientas como el análisis documental, la evaluación de
contenido y la entrevista estructurada. En un mundo altamente interconectado, el periodismo
ha trascendido las barreras de las fronteras nacionales y los contextos locales. Ahora, su papel
y operación repercuten a nivel global, y las ramificaciones resultantes de su silenciamiento
emergen como una cuestión que reclama la comprometida implicación y responsabilidad de
toda la humanidad. Es relevante categorizar este texto en la principal área de estudio de la
violencia contra los periodistas, dividiéndola a su vez en dos subáreas fundamentales: las
organizaciones internacionales que se dedican a salvaguardar la libertad y las distintas
modalidades de violencia, junto con sus dimensiones y connotaciones intrínsecas.Por otra
parte, Rendond (2013) nos propone examinar de manera crítica el riesgo inherente a la
práctica del periodismo en el contexto del conflicto armado en Colombia. En esta dinámica,
diversos actores extralegales, el Estado y grupos emergentes comprometen los derechos
fundamentales como la libertad de expresión y de prensa. Este fenómeno impacta
negativamente en la diversidad de opiniones en torno al tratamiento de grupos marginados, la
influencia de los anunciantes en el contenido, la politización e ideologización de los medios,
y pone en tela de juicio la independencia, responsabilidad y ética de las entidades
periodísticas, lo que a su vez conduce a dilemas éticos para los profesionales del campo.
Numerosos casos de violencia contra periodistas que han denunciado injusticias desde ambos
lados de la legalidad han resultado en una autocensura impulsada por el temor a represalias,
generando una pérdida de rigor y responsabilidad social en la información. Esto conlleva a un
menoscabo de los principios del contrato social y el diálogo diverso propuesto por McBride.
Además, se evidencia que la libertad en esta profesión se convierte en un privilegio para
pocos, estableciendo una distinción entre la libertad de prensa y la libertad de expresión.

En el contexto colombiano, los actores que amenazan la libertad de prensa pueden ser
categorizados en tres grupos: grupos extralegales, paramilitares, guerrilleros y
narcotraficantes; organismos estatales y los gobiernos a nivel nacional, regional y local; y
finalmente, actores internos de los medios, como anunciantes, propietarios y directores,
quienes, a menudo, se apartan de los principios periodísticos para decidir qué información se
divulga y cuál no. Según los registros de Fecolper, las agresiones físicas se han reducido de
35 a 19, la desaparición forzada ha disminuido de 1 a 0 casos, la detención ilegal se ha
reducido de 9 a 1, la persecución laboral se ha reducido de 2 a 1, los ataques a instalaciones
de medios de 4 a 3, el hostigamiento del trabajo periodístico ha bajado de 43 a 22, y el cierre
de medios ha pasado de 1 a 0. Sin embargo, el acoso judicial sigue siendo una herramienta
utilizada para intimidar a los periodistas.

En este contexto, surge la idea propuesta de que la comunicación del terrorismo es una
consecuencia más que una causa. Esto conlleva a cuestionar la teoría de Luis Trejos (s.f), que
sugiere que la violencia actúa como una forma de comunicación en el conflicto armado
colombiano. Aunque en medio de la guerra, paramilitares, guerrilla y militares buscan
instrumentalizar a los periodistas como portavoces, la interacción entre medios y terrorismo
no necesariamente lleva a la propagación generalizada del terrorismo.En este escenario, el
ejercicio libre del periodismo se ve gravemente afectado, con violaciones recurrentes a la
libertad de expresión e información, además de ataques directos contra periodistas y medios,
obstaculizando el trabajo de los comunicadores y la divulgación de denuncias hacia el
público. Esta situación también provoca que muchos profesionales amenazados, al huir,
cambien radicalmente de tema al regresar a su labor periodística, abandonando
completamente la cobertura del conflicto armado, las violaciones a los derechos humanos y la
corrupción local.

Garcés-Prettel (et.al, 2018) nos permite comprender un concepto muy importante para
este análisis y es la autonomía. La evaluación de los niveles emergentes de autonomía
periodística en Colombia revela que los profesionales del periodismo perciben la autonomía
de manera diferenciada en las etapas de producción y publicación de noticias. En este
contexto, el aspecto de la publicación brinda una perspectiva adicional al enfoque
convencional de la autonomía, que se enfoca en la selección y enfoque de las noticias. La
disminución de la violencia política en Colombia durante la última década, derivada de la
desmovilización de los paramilitares y el proceso de paz con las FARC, ha influido en que
los periodistas perciben cierto grado de autonomía para producir y publicar información sobre
temas como las guerrillas, las víctimas, las minorías, la minería, el orden público y los
problemas de desigualdad. Esto representa un avance en términos de libertad de prensa, dado
que en años anteriores las voces de las víctimas y las violaciones al derecho internacional
humanitario recibieron poca atención en los medios colombianos Sin embargo, las
restricciones a la autonomía percibida persisten en áreas como la publicación de noticias
relacionadas con el gobierno, las fuerzas armadas, las élites, la corrupción, las organizaciones
criminales y las iglesias. En Colombia, al igual que en otros lugares, los gobiernos son
identificados como actores que amenazan la libertad de prensa (Reporteros sin Fronteras,
2014). Las influencias de las élites políticas y económicas en el periodismo están
estrechamente ligadas a la baja percepción de autonomía en los periodistas, no solo en
democracias inseguras como la colombiana y la mexicana , sino también en democracias
estables como España y Chile. En este último, la mayoría de los medios están controlados por
élites y existen regulaciones que limitan la libertad de prensa, lo que afecta la autonomía
periodística en la investigación del poder real. Las organizaciones criminales en Colombia,
relacionadas con el narcotráfico, también representan una fuerte restricción a la autonomía
periodística. Estas organizaciones tienen vínculos con antiguos grupos paramilitares
desmovilizados, y su aparición ha estado marcada por asesinatos de periodistas, masacres y
otras formas de violencia en el conflicto armado colombiano.

Ahora bien , para el caso de México Urrutia y Amaia (2018) nos sitúan en la
comprensión sobre los últimos quince años, el papel desempeñado por el periodismo en
México ha experimentado una transformación marcada. A medida que la violencia generada
por los cárteles de narcotráfico aumentaba, los periodistas mexicanos se adentraron cada vez
más en la cobertura de temas relacionados con el narcotráfico. Sin embargo, esta incursión en
un terreno peligroso ha traído consigo una oleada de violencia dirigida hacia los periodistas,
proveniente tanto de grupos organizados de narcotraficantes como del Estado. Esta violencia
no solo ataca el derecho fundamental de los periodistas a expresar y divulgar sus ideas, sino
que también ejerce un efecto atemorizante sobre sus colegas en el ámbito periodístico.
Además, estas agresiones vulneran los derechos de la población en su conjunto al dificultar el
acceso a la información. La crisis de seguridad y la impunidad que prevalecen en el país han
arrebatado a los ciudadanos no solo el derecho constitucional y humano a la libre expresión,
sino incluso el derecho a la vida. En este contexto sombrío, donde numerosos periodistas han
sido víctimas de asesinato y muchos más han enfrentado amenazas, extorsiones o
desapariciones, el papel social del periodismo como contrapeso ante el poder y como
herramienta para ejercer el derecho a la libertad de expresión y acceso a la información
adquiere una importancia crucial. Según el autor, el Estado debe asumir medidas efectivas y
necesarias para asegurar la seguridad de aquellos individuos que enfrentan riesgos especiales
debido al ejercicio de su derecho a la libertad de expresión. Tanto las amenazas provenientes
de funcionarios estatales como de particulares deben ser abordadas con seriedad. Es esencial
comprometerse con la realización de investigaciones imparciales, rápidas y eficaces en
respuesta a los asesinatos, agresiones y amenazas dirigidas contra periodistas y medios de
comunicación. La labor de documentación y análisis de esta clase de violencia realizada por
organizaciones de la sociedad civil ha sido esencial para llevar a cabo este trabajo. A pesar de
los intentos por silenciar, este esfuerzo permite narrar una historia fundamental que merece
ser contada y escuchada.

De igual forma Guerra (2016) nos ayuda a comprender cuales han sido los actores
protagonistas en estos casos de asesinato pues a llevado cabo un análisis preliminar centrado
en las circunstancias y el contexto en el que tuvieron lugar los fallecimientos de periodistas
en México durante el periodo comprendido entre diciembre de 2006 y noviembre de 2011. El
enfoque se ha orientado hacia la descripción de los datos proporcionados por la base CIDE-
PPD. Para lograrlo, se ha seguido un proceso en tres etapas. En primer lugar, se ha
examinado la posible relación entre la fragmentación de las organizaciones criminales a nivel
regional y el aumento de la violencia dirigida a los medios de comunicación. El segundo paso
ha implicado la búsqueda de cualquier vínculo entre los cambios de gobierno a nivel
municipal y los asesinatos de periodistas. Finalmente, el tercer paso se ha enfocado en
detectar cambios cualitativos en la manera en que los periodistas han sido asesinados,
empleando una matriz de datos con descripciones detalladas sobre los homicidios. Los
resultados obtenidos señalan una conexión interesante entre el incremento en la
fragmentación de las organizaciones criminales en una región determinada, el aumento de la
violencia (medida por el número de ejecuciones) y la ocurrencia de homicidios de periodistas.
De igual manera, se ha encontrado evidencia que sugiere una relación entre los cambios en el
gobierno municipal y la incidencia de asesinatos de periodistas. En lo que respecta a los datos
cualitativos, se ha observado un cambio en la modalidad de asesinato de periodistas, pasando
de una forma impersonal y funcional a una más personal y funcional, evidenciada por un
aumento en la brutalidad de los métodos utilizados en los homicidios. Adicionalmente, se han
identificado casos de violencia extrema sobre los cuerpos, que no encajan en ninguna de las
dos categorías previamente mencionadas, lo que podría reflejar un proceso subjetivo de
construcción de significado.

No obstante, este estudio es solamente preliminar, y los hallazgos obtenidos hasta ahora
sirven para establecer líneas tentativas de investigación que necesitan un análisis más
profundo. Un aspecto relevante es que se ha utilizado una base de datos inédita, la Base
CIDE-PPD, que proporciona los elementos necesarios para realizar análisis posteriores. Esta
base de datos ha servido de base para la generación de diversos trabajos que complementarán
el análisis que aún se encuentra en proceso. En este contexto, resulta de interés la posibilidad
de profundizar en la comprensión de la violencia contra la prensa, investigando con mayor
detalle la naturaleza de la fragmentación en las organizaciones criminales, su vinculación con
cambios políticos y la descentralización administrativa de las fuerzas de seguridad.
Asimismo, sería necesario investigar a fondo las circunstancias específicas de cada uno de los
asesinatos de periodistas, lo que podría proporcionar indicios valiosos sobre las motivaciones
y los factores involucrados en esta problemática. Por último, sería beneficioso llevar a cabo
una comparación y homogeneización de las diversas bases de datos existentes, con el fin de
construir un registro más preciso sobre la crisis de seguridad que afecta al periodismo en
México.

Ahora bien, para nosotros es importante tener en cuenta que existen diferentes teorías
en el campo de las Relaciones Internacionales que nos permiten analizar nuestro tema de
distintas maneras según nuestra guía de investigación y marco teórico. Esto nos permite
además de delimitar nuestro campo de información, darle sentido al problema de
investigación. Según Federman Rodriguez, “la pertinencia y la viabilidad de cualquier
investigación en este o en otro campo depende tanto de su grado de concreción como su
capacidad para responder los criterios que definen el campo de conocimiento en el que dicha
investigación se formula.” Es por esto que la elección de la perspectiva teórica y/o analítica
para realizar la investigación es fundamental para el éxito de nuestro problema, como se
demuestra en los seis consejos expuestos por Federman Rodríguez en el estudio de las
relaciones internacionales; algunos consejos para delimitar problema de investigación:
1. Comprender la especificada de la investigación en el campo de las Relaciones
Internacionales.
2. Definir el tipo de interacción que se pretende estudiar.
3. Identificar los actores cuya interacción se pretende estudiar.
4. Establecer el nivel de análisis en el que se plantea la investigación.
5. Delimitar el periodo histórico de la investigación.
6. Elegir la perspectiva teórica y/o analítica que le imprime sentido al problema de
investigación.
En este caso, es necesario precisar en el consejo número seis (Elegir la perspectiva
teórica y/o analítica que le imprime sentido al problema de investigación), y para esto se van
a presentar dos teorías que hacen referencia a nuestro problema de investigación inicial, por
un lado, se va a tratar la hipótesis o teoría de la Paz democrática y por otro, la teoría de los
Actores no Estatales y la Violencia. La teoría de la Paz democrática encuentra sus principios
o bases filosóficas en el liberalismo, precisamente en el razonamiento de la obra Perpeual
Peace de Immanuel Kant. Su característica principal recae en la idea de que los estados
democráticos son más pacíficos entre ellos, y para esto podemos encontrar ejemplos desde la
literatura en Sudamérica como el caso Ecuador - Perú hasta los ejemplos de los gobiernos
republicanos y los regímenes autocráticos en 1795 (Martin, F. 2002).
Para nuestro caso específico, gracias a los supuestos de esta teoría, podremos analizar
las tasas de homicidios de periodistas en estados democráticos comparándola con las mismas
tasas en estados “no democráticos” en Sudamérica, incluso Latinoamérica. Además de esto,
incluyendo el consejo número cuatro (Establecer el nivel de análisis en el que se plantea la
investigación) podemos establecer una correlación soportada por la estadística entre el nivel
de democracia y la seguridad de los periodistas en los estados a analizar. Por último, es
importante tener en cuenta dinámicas propias de las democracias como por ejemplo: la
rendición de cuentas, y su influencia en la seguridad y protección de los periodistas.
Dicho lo anterior y siguiendo con el consejo número seis, encontramos otro enfoque
distinto que sirve para analizar nuestro problema de investigación. Este enfoque es la teoría
de la Dependencia que surge en Latinoamérica a mediados de los años sesenta, en un
contexto de impulso al cambio social que cuestiona la teoría de la modernización expuesta
por teóricos estadounidenses. Esta teoría se enfoca en la creación de relaciones disparejas
entre los estados desarrollados y aquellos en vía de desarrollo. Entre los postulados de la
teoría encontramos que el subdesarrollo está directamente ligado a la expansión de los países
industrializados, que el desarrollo y subdesarrollo son dos aspectos diferentes del mismo
proceso, que el subdesarrollo no es ni una etapa en un proceso gradual hacia el desarrollo ni
una precondición, sino una condición en sí misma que la dependencia no se limita a
relaciones entre países, sino que también crea estructuras internas en las sociedades
(Blomström y Ente, 1990).

Para abordar nuestro problema de investigación, es de vital importancia la Paz


democrática, con las lecturas recopiladas, además de hacer una relación con algunos
conceptos que consideramos que aportan a nuestro marco teórico.

Al contrastar la información de las lecturas acerca de los asesinatos en la región de


Suramérica con las tres teorías de relaciones internacionales que seleccionamos para nuestra
investigación encontramos que respecto a la teoría de la paz democrática, que sostiene que
los estados democráticos tienden a ser más pacíficos, podemos realizar un análisis que busque
establecer una descripción sobre los casos específicos de México y Colombia, respecto a sus
regímenes democráticos. Además, se podría investigar variables como la rendición de cuentas
y la transparencia (características de países democráticos) y su impacto en la seguridad y la
protección de periodistas, haciendo preguntas tales como: ¿Los periodistas en países
democráticos tienen menos miedo a represalias debido a la rendición de cuentas? Todo lo
anterior para tratar de determinar si la teoría de la paz democrática juega un papel en la
protección de la libertad de prensa.

Para el desarrollo de la presente investigación, se usará transversalmente elementos de


la teoría de la paz democrática cómo lo son los actores no estatales, debido a que los
asesinatos a periodistas son llevados a cabo por grupos que poseen diligencia de la violencia
no estatales, como lo son las guerrillas en Colombia o los grupos narcotraficantes en México,
se puede estudiar la presencia, influencia y el poder de estos actores para ver cómo afectan a
la seguridad del ejercicio periodístico. Esta variable se podría decir que es la que está más
presente en los textos revisados, por lo que podríamos complementarlo con los datos de la
teoría anterior para poder analizar el factor del nivel de democracia.

Respecto a los diversos conceptos como el de Estado desde Webber, la violencia y sus
tipos: estructural, directa y cultural, de Johan Galtung, comunicación del terrorismo,
autonomía, derechos humanos, libre expresión y libertad de prensa, para de esta forma hacer
una selección clara de ideas, teorías y conceptos relacionados con el problema de
investigación que planteamos que nos ayude a establecer un rumbo claro.

Primeramente, la definición de Estado por parte Webber, esta dice que el Estado es una
comunidad de personas que dentro de un territorio determinado reclaman el monopolio
legítimo de la violencia. (Weber, Max. 1994). Respecto a la violencia pensamos que no es
suficiente para nuestro trabajo de investigación el uso de la concepción básica que realizan
diversos autores acerca de esta es por esto que nos centramos en la definición y el triángulo
que da el sociólogo Johan Galtung. Este autor define primeramente la violencia como "el uso
o la amenaza del uso de la fuerza física o psicológica para causar daño o perjuicio a otra
persona o grupo", pero además realiza unas distinciones pues menciona que existe la
violencia directa, estructural y cultural. La primera consiste en el uso intencional de fuerza de
tipo física o psicología para hacer daño, la segunda en el resultado de desigualdades sociales
y económicas y por último la tercera, consiste en la que se da como consecuencia de los
valores, símbolos y creencias de una cultura (Mouly, Cecile. 2022).
Por otra parte, la comunicación del terrorismo surge de una idea planteada por Miguel
Rodrigo, que consiste en la utilización de medios por parte de grupos terroristas para difundir
mensajes y objetivos, infundir miedo y terror, esta idea se puede ver mucho en el caso de
países latinoamericanos como Colombia. Respecto a los derechos que nos ayudan a
comprender un poco más la importancia del derecho a desarrollo de las actividades de prensa
tenemos: Autonomía, por este concepto se entiende “la capacidad de una persona para actuar
libremente, sin interferencias externas” (Bisbal Torres, M. 2006). Derechos humanos, son
derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción de raza, sexo, nacionalidad,
origen étnico, religión o cualquier otra condición. Estos derechos son universales, indivisibles
e inalienables (ONU,2023), siguiendo la línea del derecho, la libre expresión se refiere a la
capacidad o condición que permite a las personas explorar y cuestionar sus propias ideas, sin
temor a tener represalias en contra (Bisbal Torres, M. 2006). Por último, la libertad de prensa
se fundamenta en un principio que garantiza la libertad de los medios de comunicación de
buscar información e informar libremente sobre acontecimientos de carácter público sin tener
ningún tipo de restricción ni censura que socave su imparcialidad (Santa Cruz, L. 1986).

¿Democracia?, asesinatos a periodistas desde la teoría de la paz democrática.

Figura 1

Periodos de asesinatos a periodistas en Colombia y México.


Nota. Eje x representa los años, eje y representa la cantidad de asesinatos.

Fuente: Elaboración propia.

De acuerdo con el Global Democracy Index, creado por el diario The Economist,
estableceremos una descripción entre el índice de democracia para el año 2022 en Colombia
y México respecto a los asesinatos a periodistas. El índice de democracia, busca medir el
nivel de democracia de los países a través de cinco categorías: procesos electorales y
pluralismo, funcionamiento del gobierno, participación política, cultura política y libertades
civiles.
En la siguiente gráfica tomada de EIU (2003) se representan los resultados de este
estudio:
Figura 2
Índice de democracia de democracia global
Nota. Fuente: The Economist (2022).
Colombia fue ubicada como ¨Flawed democracies¨o Democracias defectuosas, esto
quiere decir que Colombia es un país que cuenta con instituciones democráticas, pero que
tienen ciertos problemas que afectan su funcionamiento efectivo, es decir, que existen unas
falencias respecto a la integridad de los procesos electorales y la participación ciudadana, en
la eficacia del gobierno, la calidad de la administración pública y la capacidad de
implementar políticas, en el de participación política de los ciudadanos en el proceso
democrático, en la existencia y la fuerza de las actitudes democráticas en la sociedad y
finalmente una falta de garantías en términos derechos individuales y las libertades civiles. Es
decir que Colombia tiene elecciones regulares, pero puede haber deficiencias significativas en
otros aspectos, como corrupción, limitaciones a la libertad de prensa, falta de participación
ciudadana efectiva, entre otros problemas.
En el caso de México, este se categoriza como un ¨Hydrid Regime¨o un Régimen
Híbrido. Este hace referencia a un tipo de sistema político que exhibe características tanto
democráticas como autoritarias. A pesar de mostrar elementos propios de la democracia,
como elecciones periódicas y cierto grado de participación política, estos regímenes también
presentan deficiencias notables que restringen la auténtica competencia política y la
involucración ciudadana. En México, la competencia política es limitada por prácticas tales
como el fraude electoral, la manipulación de la legislación o la intimidación política, a pesar
de la existencia de procesos electorales. Además, la libertad de prensa y otros derechos
civiles pueden encontrarse restringidos, impactando así en la calidad global de la democracia.

Ahora bien, desde el año 2000 al 2023, el asesinato a periodistas se ha vuelto muy
común en México y Colombia. En la figura 2, se muestran los datos de ambos países y es
notorio que respecto a los años analizados, hay una preponderancia de la tasa de asesinatos a
periodistas en México a diferencia de Colombia a partir del año 2003, y con una diferencia
significativa. La tendencia desde 2003 no ha tenido fluctuaciones respecto a la diferencia de
asesinatos en ambos países.

En México durante este periodo de tiempo, han asesinado a 162 periodistas, mientras
que en Colombia, 65 periodistas. Los periodos de violencia más fuertes en ambos países
varían, pues en Colombia el mayor índice de violencia es en el 2001 mientras que en México
varía entre el 2006 a 2010 y 2016 a 2022, siendo el 2022 con más asesinatos en el país centro
americano. Esto se soporta con los datos de periodistas asesinados y la limitación del flujo de
información sobre la libertad de prensa, teniendo en cuenta que en algunos casos no hay
archivo sobre toda la trayectoria periodística de cada asesinato y frente a la investigación de
los crímenes, la justicia ha sido negligente en la mayoría de los casos. Es necesario entender
que, según la teoría de la paz democrática, las democracias tienden a ser más pacíficas y
respetuosas de los derechos humanos, lo que debería extenderse a la protección de la libertad
de expresión y la seguridad de los periodistas. A partir de la clasificación de la figura 1 y de
los altos índices que tiene México sobre el asesinato a periodistas, podemos determinar que a
menor indice de democracia en los Estados, hay un mayor número de asesinatos a periodistas,
en comparación con un régimen al menos más democráticos según los índices como es el
caso de Colombia. Esto apoyado por factores exógenos a la teoría de la paz democrática tales
como el narcotráfico o el conflicto armado interno, pero que no son objeto de estudio en la
presente investigación.

Figura 3

Actores que asesinan a periodistas en Colombia y México.


Nota. Eje x representa los actores, eje y representa la cantidad de asesinatos perpetrados.

Nota. Fuente: Elaboración propia.

La gráfica acerca de los actores que asesinan a periodistas en Colombia y México


desde el año 2000 al 2023, nos permite evidenciar lo siguiente:

1. En Colombia, la violencia se reparte de manera más homogénea entre actores a


comparación que en México. Aunque en Colombia se puede observar que muchos de los
asesinatos desde el 2000 fueron llevados a cabo por paramilitares, registrando 11 asesinatos
atribuidos, 9 por guerrillas, 6 a bandas criminales, y 1 asesinato al narcotráfico, la gráfica nos
muestra que una proporción muy grande de actores, tanto individuales como entidad, que
eran encargados de garantizar la vida y el ejercicio periodístico, cometieron un total de 18
asesinatos, siendo identificados los actores políticos, la fuerza pública y los funcionarios
públicos. Por otra parte las muertes que no tienen un actor identificado suman 17, estas bien
podrían ser por grupos al margen de la ley como por el Estado lo cual hace el panorama de
violencia aún más complicado.
2. Respecto a México la situación es aún peor, púes desde el 2000 hasta este año en el
país se han registrado asesinatos dos veces y media mayor que la registrada en Colombia,
estos asesinatos han sido realizados a manos de 4 actores: Político, bandas criminales y
narcotraficantes, así como existe un gran número de muertes que se desconoce su actor. Lo
que más preocupa de la situación del país es que la mayoría de las muertes se le atribuyen a
actores políticos, existiendo más de 60 hechos, mientras que por otro lado el narcotráfico y
las bandas criminales son las encargadas de aproximadamente un poco más de 50 muertes por
lo que se puede afirmar han existido más víctimas a manos del Estado que a comparación de
grupos ilegales, que siguen teniendo un número elevadísimo. Lo anterior, sin tener certeza a
qué actor se le atribuyen los casi 40 asesinatos.

Colombia

Figura 4

Asesinatos a periodistas de acuerdo al periodo presidencial en Colombia.

Nota. Eje x representa los periodos, eje y representa la cantidad de asesinatos.

Nota. Fuente: Elaboración propia.

La actitud y compromiso de cada presidente respecto a los derechos humanos y la


libertad de prensa son factores cruciales. Las administraciones que promueven y protegen
estos derechos pueden contribuir a un entorno más seguro para los periodistas. A lo largo de
los años, varios gobiernos en Colombia han implementado medidas para proteger a
periodistas y prevenir ataques contra ellos. Es importante tener en cuenta el contexto entre los
diferentes periodos presidenciales.

El periodo analizado comienza en la mitad de la gestión de Andrés Pastrana y es el


periodo en el cual se evidencian más asesinatos. El gobierno de Pastrana fue conocido por sus
esfuerzos para buscar un acuerdo de paz con las FARC. Estos esfuerzos se materializaron en
el proceso de paz conocido como "Caguán", el cual no se consolidó. Sin embargo, este
enfoque también refleja la complejidad del contexto en el que se buscaba abordar la violencia
en Colombia. grupos como las FARC, cometieron asesinatos a periodistas a los cuales
consideraban como adversarios debido a sus actividades. En ese intento de enfrentar los
desafíos del conflicto armado interno, pasó todo lo contrario en términos de asesinatos a
periodistas y refleja la cifra más alta entre todos los gobiernos a analizar, esto en parte por la
falta de mecanismos gubernamentales específicos destinados exclusivamente a la protección
y prevención de ataques contra periodistas, como los que se implementaron en
administraciones posteriores.

En el gobierno de Álvaro Uribe, la política de seguridad democrática fue la directriz


del gobierno; durante este se buscaba combatir grupos armados ilegales y fortalecer la
seguridad en el país. Sin embargo, algunas de estas estrategias también generaron
preocupaciones sobre violaciones a los derechos humanos. El recrudecimiento del conflicto
armado generó situaciones peligrosas para periodistas que informaban sobre temas
relacionados con el narcotráfico, los grupos armados y la corrupción.

Durante la administración de Juan Manuel Santos en los dos periodos presidenciales,


se implementaron medidas para mejorar la protección de periodistas y defensores de derechos
humanos. Se crearon programas y unidades especializadas para abordar las amenazas y
ataques contra estos profesionales. Respecto a los diálogos y el proceso de paz, se destacó el
aporte de este en términos de la búsqueda de un proceso consolidado y efectivo Aunque el
proceso fue significativo, también hubo preocupaciones sobre la seguridad de periodistas que
cubrían temas relacionados con el proceso y la transición. Irónicamente, los datos de la figura
4 lo demuestran, siendo aún un número mayor de asesinatos a diferencia del gobierno de
Uribe.
El gobierno de Iván Duque ha continuado algunas de las medidas implementadas
durante la administración anterior para proteger a periodistas y defensores de derechos
humanos. Respecto al enfrentamiento a grupos armados y el crimen organizado, se evidencia
una ralentización del proceso de paz, en el cual la administración de Duque ha buscado
enfrentar grupos armados ilegales y el crimen organizado. Sin embargo, esto ha generado
desafíos y riesgos para periodistas que informan sobre estos temas, aunque no de la magnitud
que se evidencia durante los periodos presidenciales de Santos.

En el actual gobierno de Gustavo Petro, no se puede llevar a cabo un análisis


exhaustivo, pues ha cumplido un año y medio (aproximadamente) de gobierno y las cifras de
su mandato pueden variar drásticamente en los próximos años. Esto es un reflejo de que, por
la misma dinámica de la democracia, no se puede llevar a cabo un análisis causal de la
principal razón de asesinatos a periodistas en Colombia, pero al menos si clasifica la cantidad
de asesinatos a esta población, transversalmente a los actores que ejecutan este tipo de
homicidios durante los gobiernos mencionados.

México

Figura 5
Asesinatos a periodistas de acuerdo al periodo presidencial en México.

Nota. Eje x representa los periodos, eje y representa la cantidad de asesinatos.

Nota. Fuente: Elaboración propia.

La situación de los periodistas en México ha sido preocupante debido a la violencia y


las amenazas que enfrentan en el ejercicio de su labor, incluso más que en Colombia. En el
caso mexicano, se han implementado diversas medidas para proteger a los periodistas y
prevenir ataques contra ellos durante un contexto distinto.

El gobierno de Vicente Fox fue el primero en reconocer la gravedad de la violencia


contra periodistas. En 2004, creó el Programa de Protección para Periodistas, que ofrecía
asistencia económica, capacitación y servicios de seguridad a los periodistas en riesgo. Sin
embargo, el programa fue criticado por ser ineficaz y por su falta de transparencia.

Durante el gobierno de Felipe Calderón, se intensificó la lucha contra el c0rimen


organizado, lo que llevó a un aumento de la violencia en todo el país. Como resultado, los
asesinatos contra periodistas también aumentaron. En 2010, el gobierno creó el Mecanismo
de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas; un sistema más
integral de protección a diferencia del programa anterior. Sin embargo, el mecanismo
también ha sido criticado por su falta de eficacia, materializado en la gran cantidad de
asesinatos a periodistas en dicho periodo.

Posteriormente, en el gobierno de Enrique Peña Nieto, se continuó con las políticas de


seguridad del gobierno anterior, lo que llevó a un aumento aún mayor de los asesinatos contra
periodistas. En 2017, el gobierno creó la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos
cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), que es una unidad especializada en la
investigación de los asesinatos de periodistas. Aún así, la FEADLE ha tenido un éxito
limitado en la investigación y sanción de los responsables de estos asesinatos.

El actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha prometido tomar medidas


más contundentes para proteger a los periodistas. En 2020, el gobierno creó el Instituto
Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales
(INAI), que tiene la responsabilidad de coordinar las acciones de protección a periodistas.
Este gobierno también ha aumentado el presupuesto del Mecanismo de Protección para
Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas. Empero, los asesinatos contra
periodistas continúan aumentando en México. Solamente en 2022, se registraron 10
asesinatos de periodistas, la cifra más alta desde 2011.

Transversalmente, las medidas de protección y prevención de asesinatos contra


periodistas en México han sido insuficientes para detener la violencia. Los gobiernos de todos
los partidos políticos han adoptado medidas, pero estas medidas han sido ineficaces por
diversos motivos, entre ellos la falta de voluntad política para investigar y sancionar a los
responsables de los asesinatos de periodistas, la corrupción y la ineficacia de las instituciones
encargadas de la protección a periodistas y la falta de cooperación entre las autoridades
federales, estatales y municipales.

Conclusiones

La teoría de la paz democrática se centra en las relaciones entre Estados democráticos;


la calidad de la democracia interna no siempre se traduce directamente en la promoción de la
paz externa. A partir de la teoría, efectivamente se evidencian ciertas características, según el
contexto, que ayudan a describir y a entender mejor los asesinatos a periodistas en Colombia
y México desde el 2000 hasta la actualidad.
En el caso de Colombia, la situación de los periodistas puede estar más vinculada a
factores internos como la violencia interna, el crimen organizado y el conflicto armado que a
las relaciones internacionales específicas con otros Estados democráticos. A pesar de ser una
democracia, Colombia ha enfrentado desafíos internos significativos, incluida la violencia
asociada con el conflicto armado y el crimen organizado. Estos desafíos han tenido un
impacto directo en la seguridad de periodistas y defensores de derechos humanos.

En el caso de México, la teoría de la paz democrática sostiene que las democracias


son menos propensas a la guerra entre sí que las autocracias. Esta teoría se basa en la idea de
que las democracias tienen un mayor interés en la paz y la cooperación, ya que comparten
valores y principios comunes. En este orden de ideas los asesinatos de periodistas en México
pueden interpretarse como una amenaza a la paz democrática. La violencia contra periodistas
también es un resultado de la débil democracia mexicana.

Desde esta perspectiva, encontramos la seguridad institucional que presenta una


democracia, lo que nos brindaría un elemento clave para afirmar que la seguridad de los
periodistas tendría que ser una prioridad, cosa que como nos dicen los datos no lo es. Por otro
lado, la libertad de prensa es una característica fundamental de las democracias como se
menciona en el artículo Libertad de prensa y democracia, al afirmar que “resulta
incuestionable la íntima relación que existe entre la libertad de prensa y la democracia. Los
países que alcanzan un desarrollo social equilibrado y estabilidad democrática son aquellos
que respetan derechos humanos vitales como las libertades de expresión y de prensa”
(Dumas, R. 2022). Es por esto que luego de presentar los datos de asesinatos de periodistas
tanto en México como en Colombia, se evidencia que la democracia no necesariamente está
ligada a la libertad de prensa, ya que los principales actores responsables de dichos asesinatos
están ligados específicamente a otras variables intervinientes evidenciadas a lo largo del
estudio, que son problemas que afectan la sociedad de ambos países como lo son el
narcotráfico, el paramilitarismo, bandas criminales y las dinámicas propias de la política
interna.

Por último, mientras que con Andres Pastrana (específicamente durante los años 2000
y 2002) las cifras de asesinatos de periodistas fueron más altos, en México con Ernesto Ponce
en el mismo periodo resultaron ser las cifras más bajas. Mientras que con Álvaro Uribe las
cifras fueron las más bajas en el 2006, con Felipe Calderón en la misma época fueron las
cifras más altas en México. Estos datos nos brindan explicaciones casi que históricas, pero al
mismo tiempo nos dejan ver que cada periodo presidencial en una democracia debe lidiar con
los problemas sociales de Estado, y principalmente en el tema de la seguridad de los
periodistas y su libre expresión que por definición construye democracia y esto es
fundamental en el liberalismo y en la paz democrática. Gracias a lo presentado anteriormente
podemos aceptar nuestra hipótesis, ya que por medio del análisis de los responsables de
asesinatos tanto en México como en Colombia, encontramos características históricas,
políticas y sociales que nos permiten entender mejor el problema principal de investigación.

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