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El adulto no existe, encontramos diferentes modos de encarnar siempre de un

modo más o menos precario, más o menos consistente la posición de adulto

Por estas razones parece más riguroso hablar del fin de la adolescencia, del fin
Del yo ideal al ideal del yo. La construcción de un horizonte en tiempos de
más como causa y finalidad que como finalización.
distopías”
Fin como punto de partida de un trayecto que se construirá a lo largo de la
vida en cierta continuidad y no sin rupturas con lo vivido y no como final de
Prof. Lic. Néstor Carlos Córdova una etapa para acceder en otra.

El fin es causa porque implica el acto de asumirse como responsable de un


deseo y un proyecto. Podemos referirnos entonces al fin de la adolescencia o
“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el los fines de las adolescencias en tanto causas más que finales.
horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía?
Para eso, sirve para caminar.” Eduardo Galeano Si bien algo de lo anterior debe morir, ese final nunca es inexorable , algo de
lo vivido habrá de retornar para recordarnos su inexorable vigencia.

¿Hay un verdadero acto simbólico que inaugura un pasaje subjetivo como fin
de la adolescencia o tal vez una sucesión de actos y pasajes a lo largo de la
El fin de la adolescencia no es un final. vida?

La adolescencia tiene su momento inaugural en el despertar de los sueños de El ideal del yo. Pasaje de lo familiar a lo social
la infancia ante lo real de la pubertad.

La pubertad impone una serie de procesos que propician el pasaje subjetivo La constitución definitiva del ideal del yo se define durante la adolescencia.
del trauma puberal inaugural a l acto de asunción de la adolescencia como Esta instancia tiene como función señalar al yo un horizonte hacia el cual
acontecimiento. . sublimar y orientar el poderoso flujo pulsional genital y para genital provisto
Si el inicio de la adolescencia es la respuesta que cada adolescente da a un por el ello.
suceso como la pubertad, la adolescencia no tiene un final, esto es, no hay un Afirma Juan Mitre “Freud, sobre el final de “Introducción al narcisismo”,
final de la adolescencia, porque en este caso no hay un suceso del orden de lo señala que además del componente individual, el ideal, tiene un componente
real como la pubertad que pueda señalar un final. social. Tomo esta afirmación freudiana como punto de partida para pensar la
La adolescencia es terminable e interminable, al menos esto es observable en cuestión del ideal en la adolescencia. Ya que la adolescencia sobre todo es: un
los sujetos denominados adultos. Lo cual impone preguntas que nos interpelan tiempo de pasaje de lo familiar a lo social” 1
como analistas en esta cultura actual del goce generalizado: ¿existen lo 1
Mitre, Juan El ideal del yo en la adolescencia El sigma http://www.elsigma.com/colaboraciones/el-ideal-
adultos? ¿Qué es ser un adulto? del-yo-en-la-adolescencia/12249
Ese componente social del Ideal del yo es el que posibilita al joven incluirse de sostener una espera activa, que le permitirá en el momento oportuno
en el lazo social. construir metas vitales y desplegar su potencialidad creativa.

Cada adolescente debe hacer de la pubertad y sus transformaciones un El futuro es un horizonte a crear e investir, una promesa del Ideal del yo hacia
acontecimiento, los adolescentes son hacedores de acontecimientos y los la cual partir desafiando la adversidad.
acontecimientos tienen una dimensión soacial.

Es por medio de un duelo que denomino historizante que el adolescente


Del Yo ideal al Ideal del yo
asume la infancia como tiempo pasado y se lanza a la conquista de un futuro
tras la promesa que brinda el Ideal del Yo.

La adolescencia es un tiempo decisivo de reorganización del narcisismo y


realineamiento de las formaciones ideales del yo.
Un horizonte más allá de las distopias
Esta reorganización supone la declinación del yo ideal de raigambre infantil
para dar lugar a la conformación definitiva y puesta en funciones del ideal del
La época plantea la caída de los ideales y proyectos vitales que requieren yo como instancia que señala al yo un horizonte a investir.
tiempo para dar lugar a una cultura de la urgencia y la inmediatez.
El yo ideal tiene una marcada presencia durante la primacía de lo originario
Las utopías de otrora parecen ceder en una época caracterizada por las puberal, con el supuesto de la complementariedad sexual e ilusión de
distopias, escenas hiper realistas de un mundo corroído por la declinación de restablecimiento de la unidad narcisista originaria.
Eros y la primacía de la pulsión de muerte puesta en acto en una carrera
El Ideal del yo se terminará de constituir con la resolución del complejo de
desenfrenada del consumo hacia la devastación de la naturaleza.
Edipo y tendrá una función decisiva en cuanto a la orientación y sublimación
El malestar actual de la civilización no es el escenario más propicio para por parte del yo del poderoso flujo pulsional.
proyectar horizontes hacia los cuales partir. El futuro tiende a desdibujarse por
Esta instancia ideal tiene una creciente presencia durante el progreso los
la primacía de la premura e inmediatez.
procesos adolescentes y la juventud.
La preocupación por el futuro en el contexto de una sociedad adulta
Lerner sostiene sobre el Ideal del yo: “El narcisismo tiene una clara relación
infantilizada por los goces del consumo, es una pesada carga para los
con el ideal del yo, se corresponde potentemente con el investimento del
adolescentes actuales.
futuro, con la posibilidad de generar un proyecto.” 2
Ante la abdicación de sus mayores, algunos adolescentes, en lugar de sobre-
Laplanche define al yo ideal: “Formación intrapsíquica que algunos autores,
adaptarse o hundirse en el sufrimiento y la desesperanza, se unen para hacer
diferenciándola del ideal del yo, definen como un ideal de omnipotencia
oír sus voces y fijar posiciones ante problemas dramáticos que amenazan las
narcisista forjado sobre el modelo del narcisismo infantil.” 3
expectativas de vida en el planeta como el cambio climático.

La esperanza, como lo expresara Fromm, no es una posición pasiva e ilusoria.


2
Lerner, Hugo Más allá de las neurosis p 34 Lugar Editorial Buenos Aires 2019
Si la particularizamos en la adolescencia, es el logro paulatino de la capacidad
“Para J. Lacan, el yo ideal constituye también una formación esencialmente Una x que representa lo que debería añadirse al Yo actual para coincidir con
narcisista, que tiene su origen en la fase del espejo* y que pertenece al registro el Yo futuro.
de lo imaginario”4
Por la castración el sujeto debe aceptar la diferencia entre lo que el Yo es y lo
En cuanto al Ideal del yo, encontramos en Laplanche la siguiente definición: que aspira llegar a ser. Esa diferencia debe persistir aunque queda en pie la
esperanza narcisista de un encuentro entre el Yo y su ideal, dicho de otro
“Término utilizado por Freud en su segunda teoría del aparato psíquico:
modo, la esperanza de alcanzar la coincidencia con el ideal en un tiempo
instancia de la personalidad que resulta de la convergencia del narcisismo
futuro.
(idealización del yo) y de las identificaciones con los padres, con sus
substitutos y con los ideales colectivos. Como instancia diferenciada, el ideal Para ser, el Yo debe conservar el anhelo narcisista de una coincidencia futura,
del yo constituye un modelo al que el sujeto intenta adecuarse.”5 pero una vez alcanzado ese tiempo futuro, ese anhelo deberá ser la fuente de
un nuevo proyecto.
El Ideal del yo es al sujeto y su yo, lo que las estrellas a los antiguos
navegantes en la noche más oscura. El punto de referencia que permite fijar Uno de los efectos de la prueba de castración se manifiesta en la asunción por
un rumbo hacia el cual navegar. parte del sujeto de un saber sobre su propia muerte, pero esta asunción
requiere como condición la apropiación de un proyecto identificatorio.

“Proyecto en el que sigue presente el sueño de un mañana siempre diferido,


Proyecto identificatorio e ideal del yo
que permitiría a la postre que el deseo encontrase el objeto de su búsqueda,
que el Yo pudiera anular la carencia que lo separa del ideal con el que sueña” 8

Piera Aulagnier6 afirma que el Yo tiene la posibilidad de ir más allá del El ideal del yo poco mencionado por Piera Aulagnier estaría presente en la
discurso de un único otro y catectizar emblemas identificatorios portados por madre desde su deseo de hijo, dado que este incluye un anhelo de realización
el discurso del conjunto. Es así como, superado el complejo de Edipo surgirán futura de ese hijo/hija, un horizonte, un proyecto trascendente.
nuevas referencias para modelar la imagen a la que el Yo espera adecuarse.
En síntesis:
“El futuro no puede coincidir con la imagen que el sujeto se forja acerca de él
El proyecto identificatorio de Piera Aulagnier tiene una relación implícita con
en su presente.” 7
el ideal del yo.
3
Laplanche, J y Pontalis B Diccionario de Psicoanálisis p 472 Para Aulagnier es una autoconstrucción del yo por el yo, construcción de una
4
imagen ideal que el yo se propone a sí mismo como meta; esto lo impulsa a
Laplanche, J y Pontalis B Diccionario de Psicoanálisis p 472
investir el futuro.
5
Laplanche, J y Pontalis B Diccionario de Psicoanálisis p 180
El proyecto supone la aceptación de una distancia/diferencia continua,
interminable entre el yo y el ideal.
6
Aulagnier, Piera La violencia de la interpretación. El Yo y la conjugación del futuro: acerca del proyecto
identificatorio y de la escisión del Yo p.168 Amorrortu Buenos Aires 2001

7 8
Ibidem p 171 Ibidem p 175
Requiere la constitución de una temporalidad que articule pasado, presente y El yo ideal es siempre proyectado en una figura que pasa a ser idealizada.
futuro.
Es una instancia inconsciente del psiquismo.

-Está siempre representado por un ser vivo.


Yo ideal e ideal del yo en la teoría y clínica de Dolto
El yo ideal es seductor para el sujeto y sostén de la organización pulsional
autoerótica.

Dolto afirma: “El ideal del yo, que ha surgido de los escombros del deseo El ser humano que lo representa es investido de un estado de perfección, de
incestuoso , atrae y estimula al yo para que produzca realizaciones culturales poder.
valiosas en la sociedad extrafamiliar.”9
El yo ideal es una imagen narcisista del sujeto, una imagen ideal de sí mismo
Para Dolto la función del ideal del yo es más eficaz cuanto más coincidencia representada en un adulto con un cuerpo más desarrollado.
entre los ideales del niño o adolescente con los valores de sus pares, esto es
El yo ideal es ejemplar:
con los valores del grupo.
Ser como, tener como, hacer como.
Las realizaciones a las que aspira el ideal del yo son imposibles pero
representan una aspiración que permite sublimar y orientar el poder pulsional El yo ideal es un modelo vivencial.
hacia metas valorables por los otros.
El ideal del yo
Dolto concibe un eje continuo de flujo pulsional que parte del ello y se dirige
Permite al sujeto alcanzar la plenitud genital y desarrollar competencias
al ideal del yo.
laborales y satisfacciones sociales y sexuales.
Durante la pubertad ese ideal del yo puede ser “pervertido”, desviado en sus
funciones por la persistencia y atracción de un yo ideal demasiado presente
encarnado por la persona de los padres. Atrae y estimula al Yo hacia las producciones culturales extra familiares a la
salida del Edipo.
Cuando no se resuelve adecuadamente el Edipo, las pulsiones infantiles en
confluencia con las genitales en lugar de canalizarse a través de un proyecto Orienta al yo y limita la seducción incestuosa del yo ideal, al cual el niño se
de realización amorosa y cultural orientado por el ideal del yo, son captadas puede someter.
por el yo ideal y el sujeto se pierde un una “bruma de fantasías” que
distorsionan su percepción de la realidad y lo conducen al fracaso y Es portador de una ética del deseo genital
dependencia o captura en aquellos que encarnan el yo ideal. Es la instancia que cohesiona y guía las pulsiones del Ello mediadas por el Yo,
Síntesis sublimándolas hacia metas culturales, ideales compartidos con otros,
realizaciones sociales.
9
Dolto, F El caso Dominique p 238 Siglo XII editores mexico 1985
Cuando se resuelve adecuadamente el complejo de Edipo, el adolescente logra
tener a disposición sus pulsiones genitales de las cuales asume su
responsabilidad. De este modo se facilita el flujo de libido desde el ello al
ideal del yo pasando por el yo bajo la tutela del superyó depositario de la ley
introyectada.

En este sistema de funciones y relaciones entre instancias, el superyó tiene


como función señalar al yo las pulsiones a inhibir que podrían apartar, detener
o desviar al sujeto de las metas propuestas por el ideal del yo.

Señala Dolto: “El deseo se focaliza sin pérdida de fuerzas y acompañado de


una sensación de libertad hacia el éxito.” 10

De no alcanzar una meta, el sujeto no experimentará una herida narcisista ni


sentimientos de culpa. El fracaso se aquilata como experiencia de la realidad
que beneficia al yo y le permite, articulado con el ideal del yo, reorientar la
energía pulsional hacia el objeto de deseo con la finalidad de obtener placer.

La “salud” libidinal para Dolto se logra de este modo por medio de una
adecuada alineación y funcionamiento de las formaciones del yo (Yo ideal,
Ideal del yo y Superyó) respecto de las pulsiones que emanan del ello y deben
ser encauzadas hacia realizaciones amorosas y culturales.

El Ideal del yo permite al sujeto alcanzar la plenitud genital y desarrollar


competencias laborales y satisfacciones sociales y sexuales.

10
Dolto, F El caso Dominique p 242 Siglo XII editores México 1985

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