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Jefferson M. KOONCE
Universidad de Massachusetts, Amherst, Massachusetts
Este trabajo presenta una visión general del campo de la psicología aeronáutica desde sus comienzos
antes de la Primera Guerra Mundial hasta los problemas actuales y oportunidades para los psicólogos de la
aviación de hoy.
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Una visión más amplia de la psicología aeronáutica es que es la aplicación del cuerpo de
conocimientos que conciernen a las capacidades humanas de comportamiento y limitaciones al campo
general de la aviación, incluyendo la performance de los miembros de la tripulación, equipos de respaldo,
pasajeros, managers y controladores del sistema de control del tráfico aéreo, personal de aeropueerto, y
aquellas personas implicadas con el diseño, venta y mantenimiento de aeronaves. El siguiente trabajo sale
de un reporte de North and Griffin (1977) y un trabajo mío previo (Koonce, 1979), así como de numerosas
comunicaciones personales.
COMO COMENZO
Con los comienzos de la aviación a principios de este siglo, las capacidades de los operadores
humanos y los efectos del nuevo entorno en los operadores se convirtieron en una preocupación de los
primeros psicólogos de la aviación. De hecho, ellos no eran llamados psicólogos de la aviación pero eran
gente preparada, a menudo entrenadas en campos de medicina, psicología, y/o fisiología, quienes tenían
interés en conseguir a las personas indicadas para las tareas y que estaban interesadas en el efecto de las
tareas sobre las personas. Las demandas de la aviación de los primeros tiempos eran ampliamente
psicofisiológicas, involucrando la adquisición de las habilidades del volar, los particulares requerimientos
perceptuales y los stresses físicos localizados en el cuerpo.
Durante la Primera Guerra Mundial la aviación era usada como una parte activa en el conflicto, y se
ponía gran énfasis en mejorar las capacidades de las primeras máquinas del aire y en seleccionar y entrenar
a las personas que los operaban. Con esto tuvo su inicio la psicología de la aviación tal como la conocemos
hoy. De acuerdo a Paul M. Fitts (1947; sexto presidente de Human Factors Society), el primer centro de
testeo psicológico para las fuerzas armadas se estableció en Alemania en 1915 para la selección de
conductores de transporte a motor. Los tests se siguieron usando en Alemania durante la Primera Guerra
Mundial, particularmente para la selección de pilotos, operadores de detección de sonidos y tiradores
antiaéreos.
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La necesidad de expandir el número de aviadores fue rápidamente prevista, y durante las primeras
etapas de la guerra el Consejo de la Asociación Americana de Psicología estableció un Comité sobre los
Problemas Psicológicos de la Aviación. En noviembre, 1918, ese comité se convirtió en un subcomité del
National Research Council. Dos antiguos miembros, W.R.Miles (40º presidente de la American
Psychological Association; el lector puede estar sorprendido de la cantidad de presidentes de la APA que se
ocuparon de la psicología de la aviación), y L.T.Troland, trabajaron en el desarrollo de tests mentales y
fisiológicos para determinar la aptitud para volar. La evaluación de los tests, 23 en total, se comenzó en
junio, 1917, al dárselos a Cadetes de Aviación de la Armada que concurrían a la escuela de campo del
Massachusetts Institute of Technology.
Más tarde, en el verano de 1917 el comité se expandió para incluir a Edward L. Thorndike (21º
presidente de APA) como secretario ejecutivo, el Mayor John B. Watson (25º presidente de APA), Warner
Brown, Francis Maxfield y H.C.McComas. El presidente del comité era George M. Stratton (17º presidente
de APA), quien había estado trabajando en tests para aviadores en Rockwell Field en San Diego antes de
unirse al comité. Thorndike dirigió un análisis comparativo de los tests en la batería con aquellas personas
que tenían y que no tenían éxito en aprender a volar. Un número de tests fueron seleccionados como
promisorios y los Capitanes Stratton y V. A.C. Henmon los probaron en Rockwell Field y Kelly Field
(Henmon, 1919).
De una batería de 10 tests, aquellos que mostraban la relación más grande hacia la performance del
entrenamiento de vuelo eran la estabilidad emocional, la percepción de la inclinación y el alerta mental. El
término estabilidad emocional no tenía el significado que tiene hoy. Los tests de estabilidad emocional
tanto en los Estados Unidos como afuera eran tests para medir las respuestas de un individuo ante la
excitación súbita, típicamente de un ruido fuerte tal como el disparo de una pistola. En términos del
agotamiento, aproximadamente el 50% al 60% de los aplicantes fueron eliminados por los examinadores,
otro 15% se "desvaneció" de la escuela de campo, y todavía hubo por lo menos un 6% que fue eliminado
durante el entrenamiento de vuelo por inaptitud.
El Departamento de Guerra autorizó al Medical Research Board en octubre, 1917, para investigar
las fases del vuelo contemplando los aspectos médicos y físicos de los aviadores. La investigación del
Mayor Knight Dunlap (1919; 31º presidente de APA) en la sección de psicología del Medical Research
Laboratory en Hazelhurst Field, Long Island, llevó al desarrollo de una serie de tests psicológicos para
predecir la habilidad de un candidato de aviación para lidiar con el vuelo de gran altitud. Bagby (1921)
reportó que usaron el Aparato de Respiración Henderson para simular los efectos de la altura y
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administraron una batería de tests sensoriales, de performance motriz, memoria y atención. El resultado fue
un test estandarizado enviado a las unidades de campo para ser administrado a los Cadetes de Aviación.
Muchos otros proyectos relativos a la selección de candidatos para entrenamiento de pilotos y los
efectos de agentes estresantes sobre los pilotos fueron realizados en los Estados Unidos durante la Primera
Guerra Mundial. En el verano de 1917 el Mayor John B. Watson fue asignado para organizar métodos para
la selección de personal. También ensambló un grupo de psicólogos que trabajaron con oficiales médicos y
fisiologistas para estudiar los problemas de la aviación en el Bureau of Mines en Washington (Kellogg
1921). Otro psicólogo, Robert Yerkes (1919), quien más tarde ganó fama investigando la inteligencia de los
primates (y como 26º presidente de APA), también estuvo involucrado en el desarrollo de tests para la
selección de candidatos de aviación.
SIMILITUDES Y DIFERENCIAS
DURANTE LA PAZ
Hacia el final de la guerra y luego del armisticio, oficiales del Medical Research Laboratory unidos
a las American Expeditionary Forces en Europa, administraron muchos tests a aviadores para identificar las
características de aquellos que tenían éxito. Muchos de esos esfuerzos fueron para validar tests que habían
sido desarrollados en los Estados Unidos en pilotos en entrenamiento y para ver cómo algunos de los tests
desarrollados por los aliados de EE.UU. se comparaban con aquellos originados en los Estados Unidos.
El capitán Dockeray realizó búsquedas para tener una visión interior de la personalidad de los
aviadores, haciendo el entrenamiento y siendo asignado al servicio de vuelo. Acerca de la personalidad de
los aviadores, observó que no se podía establecer ninguna ley general, pero aventuró la conclusión de que
"Lo que parece más necesario para el aviador es la inteligencia, es decir, el poder de adaptarse rápidamente
a una nueva situación y el buen juicio" (Dockeray and Isaacs,1921,p.147)
Alemania Poco después de la Primera Guerra Mundial Alemania comenzó a reconstruir sus fuerzas
militares, y en 1920 el Ministro de Guerra expidió una orden para desarrollar la psicología en la Armada.
Para los últimos años de la década del '20, el testeo psicológico y los procedimientos de selección estaban
bien establecidos. De hecho, hacia 1927 a todos los candidatos al entrenamiento de oficiales se les hacía
examen psicológico. Paul Metz era el director de un equipo de psicólogos que desarrollaron un programa de
testeo para el nuevo Luftwafe en 1939, y continuó siendo usado hasta 1942. El programa estaba basado en
el que ya estaba en uso en la Armada. Ansbacher (1941) ofrece una reseña del programa de psicología
militar alemán desde 1925 hasta 1940, y Fitts (1947a) da un recuento del desarrollo y aplicación de la
psicología en Alemania durante este período y el que siguió hacia la Segunda Guerra Mundial.
Según Fitts (1947a ,p.156), "Tan tarde como en 1942 el programa para seleccionar a los oficiales de
la Fuerza Aérea Alemana era esencialmente aquel establecido para los oficiales de campo en 1927." Había
unos pocos tests especializados para los miembros de la tripulación más allá de aquellos usados para los
oficiales de campo. Luego de que el programa fuera discontinuado, la selección de pilotos se llevaba a cabo
en las estaciones de reclutamiento locales por los oficiales de reclutamiento y los examinadores médicos.
Usaban algunos tests de lápiz y papel junto con tests de deportes, pero parece que el énfasis mayor se ponía
en entrevistas y materiales personales traídos por los aplicantes para atestiguar sus habilidades,
personalidad, intelecto y carácter en general.
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Estados Unidos En los EE.UU. la aviación después de la guerra se presentaba como un espectáculo
ambulante por los pueblos. Pero esa no era toda la aviación. En los años siguientes, los records de velocidad
y altura se sucedían los unos a los otros. En el volumen de 1937 del Jornal de Psicología Comparativa,
Ross Mc. Farland (14º presidente de The Human Factors Society) había publicado varios artículos sobre los
efectos de la altura en las personas. La aeronave también cobró importancia por las más útiles tareas de
entregas de correos y viajes aéreos comerciales.
Otras reseñas de la investigación que había tenido lugar durante esta era fueron publicadas en
jornales psicólogicos. Los miembros de la sección de investigación del Departamento de Psicología en la
Escuela de Medicina Aeronáutica (1944) publicaron los resultados de su programa de investigación en tests
psicomotores. Morris Viteles (1945a, 1945b) reseñó cinco años de investigación sobre el piloto de
aeronaves, dando detalles del test Alpha de la Armada y el testeo psicomotor que se había llevado a cabo
durante ese tiempo. Otra reseña del trabajo en psicología aeronáutica durante la II Guerra Mundial fue
presentado por Viteles en A History of Psychology in Autobiography, Volumen 5, de Boris y Lindzey
(1967) (Edwin G. Boring y Gardner Lindzey fueron el 37º y el 73º presidente de APA, respectivamente).
MADURANDO
Después de la Segunda Guerra Mundial la psicología aeronáutica estaba aquí para quedarse, tal
como lo evidenció una proliferación de libros y artículos sobre el tema (Varney, 1950). El Coronel Paul
Fitts permaneció como jefe de la Filial de Psicología del Aero Medical Laboratory hasta 1949. Arthur B.
Melton y Charles W. Bray construyeron el Air Force Personnel and Training Research Center (
comunmente llamado "Alpatrick") como la organización militar de investigación psicológica más grande
hasta ese momento (y posiblemente hasta hoy). La investigación en ingeniería humana y su aplicación en la
Marina se centró en el Naval Electronics Laboratory en Bolling Field cerca de Washington, D.C., bajo el
liderazgo de Franklin W. Taylor y el genio de Henry P. Birmingham (Birmingham and Taylor,1954).
Similar al modelo después de la Segunda Guerra Mundial, algunos de los profesionales que
trabajaban con las fuerzas armadas permanecieron en servicio de uniforme o civil luego de la guerra,
mientras que muchos otros salieron y fueron a la escuela en el GI Bill. Algunos, los que habían completado
su educación después de la guerra, se fueron para aplicar su conocimiento como miembros de facultades
universitarias. Así, las experiencias militares de la aviación fueron llevadas a los campuses de las
universidades y poco después a la industria.
El Laboratorio de Psicología Aeronáutica del Estado de Ohio fue abierto en 1949 bajo la dirección
de Paul Fitts. Fitts dejó el programa de psicología e ingeniería de la Fuerza Aérea en las capaces manos de
Walter F. Grether. La investigación en psicología aeronáutica también se llevó a cabo en la Universidad de
Pennsylvania y en la Universidad de Purdue. El entusiasmo de los investigadores en estos laboratorios, el
glamour del vuelo, el apoyo de contratos de investigación, y el nuevo conocimiento ganado con sus
esfuerzos avivaron las llamas para hacerlos continuar. Los laboratorios de investigación en los estados de
Ohio e Illinois han tenido sus altibajos, pero ambos son todavía muy activos en este momento.
Otro programa académico en psicología aeronáutica digno de mención especial es el del Heidelberg
College en Tislin, Ohio (Wise, 1979). No es tan antiguo como los otros mencionados, habiendo empezado
en los últimos 1960's, pero se cree que es el único programa de pregrado en psicología aeronáutica en los
Estados Unidos. El programa fue desarrollado y es todavía dirigido por Leon Wise. Ofrece a los alumnos de
pregrado la experiencia única de examinar el campo antes de que "se convierta en un compromiso de
carrera".
PROSPECTUS
La mayoría de las investigaciones en psicología aeronáutica se enfocó en los controles y displays en
el cockpit y en la selección y entrenamiento de los miembros de la tripulación de vuelo. Pero cambios
recientes en el comportamiento social y en el clima político internacional causaron una ampliación en el
campo de algunos psicólogos aeronáuticos. Por ejemplo, los psicólogos aeronáuticos se han conectado con
el estudio e identificación de personas involucradas en actividades terroristas, y cada vez más están
sirviendo como testigos expertos en litigios por accidentes de aviación.
Un problema que ha aparecido como potencialmente más grande que los del cockpit es la
comunicación, o la falta de ella, en el ambiente de la aviación. En una selección de trabajos editada por
Billings y Cheaney (1981), se discuten muchos problemas en la transmisión de información: el
acortamiento de controles de alivio en el suelo, las comunicaciones entre los controladores y las aeronaves
que controlan y entre los mismos miembros de la tripulación, y las comunicaciones aire-tierra de
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emergencia. Tan inocuas como pueden parecer estas áreas, una breve reseña de contratiempos aéreos
(Jackson, 1983) indica que tales áreas son críticas para la operación segura del sistema de aviación y que
están en gran necesidad de estudios más prolongados.
Aún más lejos del cockpit que estas áreas está una que ha tenido poca atención sistemática en años
recientes, a pesar de que el problema crece cada día. Esa área es la terminal aérea en pleno: desde pasajeros,
equipaje, y el procesamiento de la carga hasta el mantenimiento de aeronaves, manejo de combustibles y
respaldo de sistemas. A pesar de la multitud de problemas en estas áreas, el campo de la psicología
aeronáutica parece responder como si esos problemas estuvieran demasiado lejos del cockpit y de la torre
de control como para prestarles atención.
Los controladores de rutas aéreas han recibido la atención de los psicólogos aeronáuticos en el área
de los agentes estresantes y su impacto en el manejo eficiente y seguro del ambiente del vuelo.(Fisher,
1984). No sólo son los controladores de interés en sí mismos, sino que los avances que la tecnología nos ha
dado han impactado en el ambiente de los controladores con nuevos tipos de displays y el uso de
computadoras para ayudar en la división de la carga de trabajo.
Los problemas de la selección y entrenamiento del personal de la aviación continúan con nosotros.
Aunque uno podría preguntarse por qué, 40 años después de establecerse el programa de psicología
aeronáutica de la Armada, todavía necesitamos realizar investigación en la selección y entrenamiento de
pilotos. A pesar de esto, considerando los dramáticos cambios que han tenido lugar en la industria de la
aviación y en las fuerzas aéreas y en las aerolíneas del mundo, por no mencionar un robusto programa
espacial, uno puede ver los desafíos en la selección de personal, tanto como en el entrenamiento, que son
encarados por los psicólogos aeronáuticos hoy.
Los rápidos avances de la tecnología han impactado en el ambiente del cockpit con displays
proyectados en el parabrisas o en el visor del casco del operador, paneles de instrumentos de “vidrio” con
displays electrónicos multifunción, teclados con los cuales los pilotos ingresan información en sus
computadoras de a bordo, sistemas interactivos de voz que permitirán a los pilotos escuchar y hablar a sus
computadoras, sistemas de control de vuelo por cable, y la habilidad de las computadoras para compartir la
carga de trabajo de los operadores. Parece que el futuro promete oportunidades sin límites para los
psicólogos aeronáuticos.