Universidad Católica Andrés Bello

Stefany Guevara
CI: 25.774.422

ESTADO y MERCADO

El Estado y el mercado han sido temas de discusión desde sus creaciones, se

han generado diferentes opiniones de cómo debe ser la relación entre ambos, cual
es el más capacitado en temas económicos, cual satisface mejor y eficientemente
las necesidades de la sociedad, entre otras, en este ensayo se estudiaran los
elementos a los cuales cada uno le ha dado más importancia a la hora de ejecutar
acciones en determinado momento.

Las relaciones entre el Estado y el mercado abarcan un capítulo significativo en

las ideologías políticas. Las izquierdas radicales tienden a anular el mercado y las
ultraderechas a desconocer las facultades gubernativas del Estado sobre el
mercado. Las dos visiones son inconvenientes: la primera frena el dinamismo de la
producción y la segunda afecta gravemente la equidad económica y la paz social.

En la actualidad, plantear una relación entre Estado y mercado parece una labor
relativamente fácil. En consecuencia, vivimos en un tiempo en el que la única excusa
para una intervención (moderada) del Estado se presenta cuando el mercado ha
demostrado "fallar" en (o estar inhabilitado para) el ejercicio de alguna actividad
determinada.

Por otra parte Pfaller comenta que:

El Estado le confiere al mercado un margen de acción suficiente y

que por principio no interfiere en el "juego" de la oferta y la demanda.
La decisión en favor de un régimen de economía de mercado
implica, por lo tanto, de manera esencial una limitación del Estado.
Sin embargo, hay que proteger la libertad del mercado también
contra cualquier menoscabo que pudiera sufrir por parte de
transgresores. Es el Estado como instancia suprema de
coordinación y regulación en una sociedad (puesto que goza del
monopolio del ejercicio legítimo de la coacción física) quien debe
garantizar la seguridad de la propiedad privada en contra de robo,
extorsión, etc. y quien debe asegurar que el acceso al mercado no
sea obstaculizado por aquellos a quienes no les gusta tener
competidores, monopolistas locales o carteles mafiosos. Esto implica
que el Estado es suficientemente fuerte para imponer la ley tanto a
nivel nacional como a nivel local y que no está ligado a intereses
privados poderosos.
 La corrección de las llamadas fallas del mercado ha inspirado otro capítulo de
acciones estatales. Se ha planteado que la existencia de competencia imperfecta,
externalidades o información imperfecta son fallas –apartamientos del modelo de
mercado perfectamente competitivo- que requieren algún tipo de corrección por
parte del Estado.

El problema no es, como en muchos ámbitos se llegó a plantear, una

justificación de propuestas escapistas tales como cada vez más mercado y menos
Estado. Estas soluciones, así como las soluciones de un sistema central planificado,
parecen basarse en la búsqueda de atajos para impedir el encuentro con la
complejidad del problema de delimitación en las relaciones mercado y Estado por
medio de la eliminación de una de sus partes. Como ya hemos visto, el mercado
facilita las apuestas individuales y, sobre todo, promueve la innovación, haciendo del
desequilibrio su carácter esencial. Sin embargo, el pensar convencional al
absolutizar el mercado como mero mecanismo de asignación, niega el hecho de que
la función más importante es la innovación.

Por supuesto, los derechos deben ser garantizados y las redistribuciones de

riqueza tienen que regularse; el mercado colapsaría en ausencia del Estado.

El Estado no debe verse como el órgano encargado de hacer todo por un país, al
contrario opino que deberíamos dejar de un lado el pensamiento que si algo no
funciona bien es por culpa del Estado, si bien es un motor principal para el buen
funcionamiento de una nación no lo es todo, por lo tanto los demás órganos ligados
a este deben también buscar el bien común, es por ello que el mercado tiene una
parte tan importante en el ejercicio de la economía de un país.

En conclusión el Estado y el mercado deben ir hacia un sistema de economía

mixta que abra espacios para el sector público y el privado en las tareas del
desarrollo, un trabajo en conjunto para lograr el bienestar social.
 BIBLIOGRAFÍA

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Keynes, J. (1926). El final del LAISSEZ-FAIRE. Ensayo publicado como opúsculo.

Oxford.

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línea]. Disponible: http://library.fes.de/fulltext/stabsabteilung/00074.htm
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