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LA ECONOMÍA SOCIAL DE MERCADO

Antecedentes
La Economía Social de Mercado tuvo su aparición como concepto en 1946 y su
aplicación práctica dos años más tarde en la Alemania Occidental de la
postguerra, como un sistema económico que, respondiendo a un proyecto
político-económico concreto, buscaba reconstruir al país con miras a alcanzar
un desarrollo económico y social alto, sostenido y creciente que tuviera como
beneficiario último a la persona humana 1. Conceptualmente la Economía Social
de Mercado representa una alternativa al dirigismo estatal y al liberalismo a
ultranza.
Con la introducción del concepto de la Economía Social de Mercado, Ludwig
Erhard y sus seguidores políticos adoptaron las decisiones fundamentales que
permitirían lograr la rápida reconstrucción de Alemania occidental en la post
guerra, una sostenida dinámica económica, un sistema efectivo de
competencia, pleno empleo y un nuevo orden social. La Economía Social de
Mercado se enmarca así en una visión cristiana y liberal del hombre, inspirada
por los principios de libertad y responsabilidad individual, subsidiariedad y
solidaridad. La iniciativa privada y un marco jurídico confiable aseguran el
sistema competitivo, la necesaria equidad social, e impiden un poder
económico excesivo, así como un exagerado intervencionismo estatal. Bajo
estas condiciones fue posible construir una sociedad más humana y lograr una
exitosa gestión económica2.
Fundamentos
La Economía Social de Mercado tiene como fundamentos esenciales la libertad
de la persona, la justicia social y la eficiencia económica. El Estado deberá no
sólo proteger el adecuado funcionamiento del mercado, sino salvaguardar
también el orden social preservando la justicia social, ya que deberá
entenderse que el orden económico es una parte constitutiva del orden social.
La intervención de Estado estará así guiada por la ética, ya que no violará la
dignidad del hombre ni el orden de la economía de mercado 3. Se debe tener en
consideración que para un funcionamiento equitativo de la Economía Social de
Mercado deberá existir, en forma explícita o implícita, un acuerdo social que
permita alterar la distribución del ingreso que resulte del eficiente
funcionamiento del mercado. Sin dicho acuerdo, será muy difícil la preservación
del sistema.
Principios y objetivos
Uno de los principios básicos de la economía social de mercado es el
funcionamiento eficiente del mercado; cuando esto no ocurre, los agentes
1
Fundación Konrad Adenauer; Economía Social de Mercado: alternativa para el desarrollo peruano;
Lima (Primera Edición); Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico; 1991; pp. 39.
2
Konrad Adenauer Stiftung; EL concepto de Economía Social de Mercado: Principios, experiencias y
nuevos desafíos; Buenos Aires (Primera Edición); CIEDLA; 1999; pp. 7.
3
Op. Cit. 49.
económicos resultan perjudicados, de allí la necesidad de establecer
parámetros o regulaciones. No obstante, se acepta que si bien un mercado sin
regulaciones, y donde se cumplan las condiciones básicas para su buen
funcionamiento asigna de manera más eficiente los recursos, también genera
ciclos alternados de crecimiento y recesión4.
Considerando que el Estado debe velar por el bienestar de los ciudadanos, la
economía social de mercado le asigna a éste dos objetivos principales:
 Lograr un mercado eficiente, ya que sólo a través de éste se puede
alcanzar el crecimiento.
 Lograr una sociedad “justa”, tratando de que los beneficios del
crecimiento económico alcancen a la mayoría de la población, pues de
no ser así, se originarán situaciones que frenarán tanto el crecimiento
como el desarrollo.
Para alcanzar los objetivos en mención, deben establecerse ciertos parámetros
o normas que garanticen la viabilidad, tanto económica como social del país.
EL LOGRO DE UN MERCADO EFICIENTE
La economía social de mercado establece que para alcanzar el bienestar de las
mayorías es necesario que el mercado funcione eficientemente y que en este
participen, de manera activa, todos los agentes económicos; vale decir: los
propietarios de los medios de producción y los agentes que demandan y
consumen bienes y servicios. En la medida en que el mercado funcione
adecuadamente, se logrará una más eficiente asignación de recursos y
coordinación económica, y se crearán las condiciones para el imperio de la
máxima libertad política. Frente a dicho propósito, el Estado debe orientar su
acción a conseguir que:
i) Exista libertad de mercado: El mercado le delega al mercado la
función de asignar los recursos de la manera más eficiente posible,
para lo cual le confiere un margen de acción suficiente y, en
consecuencia, no interfiere en el libre juego de la oferta y la
demanda. Sin embargo, a fin de que el mercado funcione
adecuadamente resulta imprescindible protegerlo de todo
menoscabo que pudiera sufrir por parte de cualquier agente
económico o a causa de alguna regulación introducida por el mismo
Estado. De ello se deriva que el Estado, como instancia suprema de
coordinación y regulación en la sociedad debe garantizar la
seguridad de la propiedad privada y asegurar que el acceso al
mercado no sea obstaculizado por aquellos agentes que buscan no
tener competidores.

4
Vera La Torre, José Carlos; Economía social de mercado en los sectores sociales: Una propuesta de
reforma del Estado; Lima (Primera Edición); ESAN Ediciones, 2003; pp. 25-34.
ii) Se genere competencia: En la medida que se desarrolle la
competencia entre los agentes económicos habrá mayor eficiencia
en el mercado, y por consiguiente, mayor bienestar social. Es tarea
del Estado impedir concentraciones de poder o hacer que cesen si
llegan a formarse. Ello implica la necesidad de un Estado
suficientemente fuerte y autónomo, política y económicamente que
pueda actuar de manera decidida y eficaz contra el control real o
aparente de alguno de los mercados.

iii) Se construya y difunda información confiable a fin de que todos


puedan tomar decisiones adecuadas: Un mercado funciona
adecuadamente solo cuando, además de no haber control de
precios, oferentes y demandantes pueden confiar suficientemente en
la señales que reciben de los otros agentes económicos, pues de
otra gorma no podrían tomar decisiones racionales con base en ellas.
EL LOGRO DE UNA SOCIEDAD EQUITATIVA
La economía social de mercado reconoce explícitamente que ni siquiera un
mercado altamente eficiente, competitivo y con transparencia en la información
puede satisfacer íntegramente las necesidades de una sociedad y, por ende,
tampoco puede proporcionar bienestar a toda la población. Ello se debe
básicamente a la desigualdad en la asignación de los recursos entre distintos
países o empresas y entre los mismos seres humanos. Es indudable, por citar
un ejemplo, que en un mismo mercado una empresa que posee más activos o
capital tendrá más poder de negociación que otra de menores recursos.
De la misma manera, se acepta que no todos los seres humanos nacen y
crecen con las mismas posibilidades de éxito. Algunas personas, porque
genéticamente son más aptas o porque han recibido una educación de calidad,
tienen mayores posibilidades de sobresalir o de tomar decisiones acertadas
que otras que no han tenido la misma suerte o las mismas oportunidades.
Debido a ello, al Estado no sólo se le atribuye el derecho sino la obligación de
intervenir activamente dondequiera se produzca un deterioro de intereses
sociales legítimos. En estos casos, la intervención del Estado toma las
siguientes representaciones:
i) Restricción de la libertad de mercado, cuando se afectan los
derechos de otros: Una de las razones por la cuales se debe permitir
la regulación del mercado es aquella que los economistas denominan
externalidades de costos. Se dice que hay externalidades cuando
ciertas actividades que generan beneficios para algunos pueden
ocasionar costos para otros. En estos casos, es obligación del
Estado limitar tales externalidades de costos o de otra índole, en aras
del interés público.

ii) Compensación por fallas de mercado: Se intentan superar algunos


inconvenientes o fallas que genera el libre mercado, como puede ser
el surgimiento de monopolios o la insatisfacción de ciertas
necesidades. Estas fallas del mercado se pueden agrupar en tres
categorías: a) Monopolios naturales; b) El hecho de que ciertos
productos o servicios no generan una demanda individual, dado que
se trata de bienes cuyos beneficios no se pueden limitar al
adquiriente de la prestación respectiva, sino que se extienden a toda
una comunidad o a toda una población; y, c) La falta de capacidad
empresarial para responder a los deseos de los consumidores o a las
oportunidades del mercado, tanto interno como externo.

iii) Corrección de resultados generados por el mercado, sobre todo


cuando el bienestar no alcanza a las mayorías o cuando los menos
favorecidos no pueden participar en mercados que le son
fundamentales para obtener una calidad de vida adecuada: En la
economía social del mercado el logro del bienestar social no se deja
librado enteramente a los mecanismos del mercado. Muy por el
contrario, se establece la vigilancia permanente sobre los resultados
del mercado y, eventualmente, se plantea la corrección de los
efectos distributivos de éste con miras a proporcionar el mayor
bienestar a la población, el cual se concibe parcialmente
independiente del mercado.
Asimismo, Luis Gallegos Molina sostiene que en el terreno concreto de la
política económica y social existen otros seis principios que caracterizan el
estilo de la Economía Social de Mercado5:
1. El Principio de la Libertad de la Persona, que señala que es ella a quien
a partir de su libertad, con la participación subsidiaria del Estado, debe
construir la historia. Asimismo, para que la libertad se manifieste en el
ámbito económico, es necesario unidades microeconómicas
descentralizadas, con iniciativa y capacidad potencial para dinamizar el
proceso productivo y de mercados capaces de funcionar, lo cual se
logrará si se crean las condiciones marco necesario para que los
procesos de mercado pueden desarrollarse como procesos de
competencia.
2. El Principio de Conformidad en el Mercado, que establece que toda
intervención del Estado es válida en tanto no distorsione u obstaculice
su funcionamiento.
3. El Principio Político de la Compensación Social, el cual se sustenta en el
reconocimiento de que los procesos de mercado no benefician a todo el
conjunto de la sociedad. Por lo tanto los problemas y tensiones sociales
deben resolverse a través de una política social que favorezca a los
sectores más débiles de la sociedad.
5
Gallegos Molina, Luis; Economía Social de Mercado, medio ambiente y responsabilidad social
empresarial, Lima (Primera Edición); Instituto de Estudios Social Cristianos y Fundación Konrad
Adenauer Stiftung; 2008; pp 35-40.
4. El principio de la Compatibilidad Ecológica, tiene por finalidad garantizar
la sustentabilidad de las actividades económicas. La política ambiental
está sujeta a las mismas reglas de decisiones que las demás políticas,
es decir debe hacerse con los instrumentos de mercado. También la
ecología debe responder a los criterios de efectividad y eficiencia.
Concepto y Características Principales
La Economía Social de Mercado busca construir orden económico con ventajas
en el mercado pero también capaz de producir resultados positivos en el logro
de la justicia social.
Asimismo, se basa en dos principios de liberalismo económico: i) el
individualismo, que postula la libertad del hombre y comprende el derecho de
disponer libremente de su propiedad y ii) el principio de que la competencia es
un instrumento rector.
Por otro lado, se diferencia porque el mercado está organizado de manera
consciente bajo un sistema de reglas o instituciones, con un objetivo
determinado, sin desconocer que la libertad es la que rige las decisiones
económicas; y, en segundo lugar, porque los objetivos sociales se encuentran
en le mismo nivel que los objetivos económicos de la eficiencia, lo que fomenta
la participación activa de los trabajadores en la decisiones de cierta maginitud 6.
En ese sentido, Las características esenciales de la economía social de
mercado son las siguientes (Tietmeyer, 1979, p. 30) 7:
 El mercado y la competencia no deben ser concebidos como privilegio
de los empresarios, sino como elementos para garantizar la libertad de
los consumidores, empleadores y trabajadores y también como
instrumentos para aumentar el rendimiento.
 Sus funciones pueden peligrar por la formación de carteles y la
concentración de poder económico, por lo que es pertinente una
legislación anti-trust
 El mercado y la competencia funcionan de manera óptima cuando el
Estado establece normas claras e inequívocas por intermedio de su
sistema monetario y su ordenamiento jurídico, y no interviniendo en el
proceso económico de manera permanente
 Lo anterior demanda un Estado fuerte e independiente de los grupos de
poder económico. A ello debe sumarse un aparato administrativo y
judicial independiente y libre de corrupción.
 Su práctica se refuerza por dos principios: el de solidaridad, que exige
un equilibrio político social y la promoción del bien común; y el de
subsidiaridad, en virtud del cual lo que el individuo puede hacer por
propia iniciativa no debe hacerlo la comunidad o el Estado.

6
Kresalja Baldo y Ochoa César; El Régimen Económico de la Constitución de 1993, Lima (Primera
Edición); Fondo Editorial PUCP 2012; pp. 99

7
Op cit. 99
Como refiere el profesor Hernandez – Mendible, será reconocida una economía
como social de mercado, no solo la que cuente con libre empresa, iniciativa
privada y libre competencia, es también un ingrediente importante la
intervención del Estado como “instrumento de justicia social”.
Este ejercicio del Estado, se traduce en la forma como este interviene cuando
lo que se conoce como interés general, que no es de especial responsabilidad
del Estado sino también de los particular, no es alcanzado por el desequilibrio
que hay los derechos y libertades. E adición podemos decir, que existen
conflictos sociales que finalmente no serían el mejor terreno sobre el cual se
construye una economía social de mercado.
La Económica Social de Mercado en el Perú
Como fruto del acuerdo entre el socialcristianismo del partido Popular Cristiano
y la socialdemocracia del APRA, el concepto de “economía social de mercado”
se incluyó en la Constitución Política del Perú en el año 1979, hecho que no fue
fácil. Asimismo, fue incluida nuevamente en la carta magna de 1993.
El artículo 58° de la Constitución Política de 1993 señala textualmente: La
iniciativa privada es libre. Se ejerce en una economía social de mercado. Bajo
este régimen, el Estado orienta el desarrollo del país, y actúa principalmente en
las áreas de promoción de empleo, salud, educación, seguridad, servicios
públicos e infraestructura.

La Constitución política no se refiere al mercado en términos expresos, solo


hace referencia a la economía social de mercado, al cual tampoco le da un
contenido definido y preciso. Según Baldo Kresalja y César Ocho, la reconoce
indirectamente como institución y como el lugar en el que se realizan las
transacciones comerciales. Para ambos autores, se trata de una clausula
abierta que ha tenido éxito y que hace entender que las reglas de la economía
debe regirse fundamentalmente por los mecanismos que proporciona el
mercado, pero que también el Estado tiene deberes ineludibles que cumplir.

Adicionalmente, los referidos autores señalan que la Economía Social de


Mercado debe hacer posible la concreción del derecho de los individuos y sus
asociaciones a participar en la vida económica y propiciar un sistema
competitivo, en el cual los actores tengan en sus manos las decisiones
fundamentales, penalizando los abusos de las prácticas restrictivas para
beneficio, en primer lugar de los consumidores pero también de los agentes
económicos y del propio sistema.

Finalmente, resulta oportuno rescatar lo señalado por Cruces Burga, cuando


refiere que en el marco de la conceptualización de la “economía social de
mercado” en los preceptos constitucionales peruano, se construyó conceptos
opuestos, uno de ellos basados en la solidaridad social, mientras que el otro
encuentra sentido en la subsidiariedad. Sobre dicha oposición de conceptos,
resulta oportuno, siguiendo señalado por Cruces Burga, considerar que no
existe oposición entre ellos sino una complementariedad con el único propósito
de lograr el bienestar general.
Bibliografía
1. Vera La Torre, José Carlos; Economía social de mercado en los
sectores sociales: Una propuesta de reforma del Estado; Lima (Primera
Edición); ESAN Ediciones, 2003.
2. Fundación Konrad Adenauer; Economía Social de Mercado: alternativa
para el desarrollo peruano; Lima (Primera Edición); Centro de
Investigación de la Universidad del Pacífico; 1991.
3. Konrad Adenauer Stiftung; EL concepto de Economía Social de
Mercado: Principios, experiencias y nuevos desafíos; Buenos Aires
(Primera Edición); CIEDLA; 1999.
4. Gallegos Molina, Luis; Economía Social de Mercado, medio ambiente y
responsabilidad social empresarial, Lima (Primera Edición); Instituto de
Estudios Social Cristianos y Fundación Konrad Adenauer Stiftung; 2008.
5. Kresalja Baldo y Ochoa César; El Régimen Económico de la
Constitución de 1993, Lima (Primera Edición); Fondo Editorial PUCP
2012.
6. Víctor Rafael Hernández – Mendible, “Hacia un régimen común de los
servicios públicos competitivos”; el Derecho Administrativo y la
Modernización de Estado peruano – ponencias presentadas en el tercer
congreso nacional de Derecho Administrativo (Lima-2008); Editorial
Grijley 2008.
7. Alberto Cruces Burga, ¿Qué significa la economía social de mercado en
el Perú?; Revista: Gaceta Constitucional y Procesal Constitucional Nro
79, Editorial Gaceta Jurídica, Julio 2014.

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