Está en la página 1de 20

1

TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI

Sala de Decisión Penal

Magistrada Ponente

MARÍA CONSUELO CÓRDOBA MUÑOZ

Proyecto discutido y aprobado según acta No. 187

Santiago de Cali, julio diecisiete (17) del año dos mil diecisiete (2017)

1. OBJETO DE LA DECISIÓN

Desatar el recurso de apelación postulado por el abogado de confianza Julián


García Buitrago, contra la Sentencia ordinaria No.015 de agosto 3 de 2015 por
medio de la cual el Juzgado Octavo Penal del Circuito de Cali con funciones de
Conocimiento1, condenó a BRAIN ARLES RUIZ CALDERON como autor del
punible de HOMICIDIO simple a la pena principal de 208 meses de prisión, por
hechos ocurridos en noviembre 9 de 2011 en detrimento de la integridad del señor
RODRIGO JOSÉ ARENAS NARANJO.

2. HECHOS

Fueron redactados por el Juez a quo en la providencia que se revisa, en los


siguientes términos:

“…Tuvieron ocurrencia el 09 de noviembre de 2011, momento en que


el señor Rodrigo José Arenas Naranjo, salía de su residencia ubicada
en la Carrera 35 No.4 C-22 de ésta ciudad, cuando fue abordado por
el señor BRIAN ARLES RUIZ CALDERON, quien con un arma corto
punzante lo hirió a la altura del cuello, hecho que motivó al señor
Rodrigo, con el objeto de salvaguardar su vida, emprendiera la huida
hasta una funeraria ubicada en la Calle 4D No.35 – 17, donde al
ingresar cayó muerto. Hasta dicho lugar fue seguido el occiso por el
señor BRIAN ARLES CALDERÓN RUIZ, quien una vez advirtió que el

1
A cargo del doctor Julián Rivera Loaiza.
2
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

señor Rodrigo cerró la puerta y siendo que había personas alrededor


que pedían llamar a la policía, huyó del lugar…”.

3. ACTUACIÓN PROCESAL

3.1.- En diciembre 27 de 2013, ante el Juzgado 3 Penal Municipal de Control de


Garantías de Cali, se legalizó el procedimiento de captura por orden judicial, se
adelantó el acto de formulación de cargos y se impuso medida de aseguramiento
privativa de la libertad en establecimiento carcelario contra el joven BRIAN ARLES
RUIZ CALDERON como presunto autor del delito de HOMICIDIO con
circunstancias de agravación punitiva.

3.2.- En febrero 24 de 2014, la representante de la Fiscalía 23 Seccional presentó


escrito de acusación en los términos de la imputación, conforme a lo dispuesto en
los artículos 103 y 104 numeral 7 del Código penal, siendo repartida la actuación
al Juzgado 8 Penal del Circuito de Cali que en abril 22 siguiente, llevó a cabo la
audiencia de rigor al tenor de lo dispuesto en el artículo 339 C.P.P.

3.3.- En junio 3 de 2014 se dio trámite a la audiencia preparatoria y en julio 2 se


dio inicio al juicio oral con la declaración de inocencia del acusado y la
presentación de la teoría del caso por parte de la fiscalía y la defensa.

3.4.- En octubre 24 de 2014, se dio apertura a la etapa probatoria con los


testimonios de cargo de Diego Fernando Nupan Morales, Edward Antonio Sarasty
Morales, Wilson Rivas Montaño, José Antonio Méndez Sánchez, Jaime Canizalez
Pérez, Armando Álvarez y Carlos Hernán Herrera Jaramillo. En febrero 19 de 2015
se continuó con el ejercicio probatorio, previa manifestación de la fiscalía, avalada
por la defensa, de haber estipulado únicamente la identidad de la víctima,
escuchándose bajo el rigor del juramento a Sergio Efraín Buitrago Lozano, José
Arbey Osorio Escarpeta y María Cristina Mañosca Camacho. Finalmente, en abril
3
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

30 de 2015, las declaraciones de Johana Andrea Villegas Rico, Armando Álvarez y


Orlando Solano Mattos.

Enseguida se dio paso a las pruebas ofrecidas por la defensa, concurriendo al


estrado Gonzalo David Enciso, Jorge Enrique Valencia Barona, Sandra Inés
Salazar Arenas, Diego Fernando Reyes Campo y el acusado Brian Arles Ruiz
Calderón.

3.5.- En junio 3 de 2015, fiscalía y defensa presentaron sus alegatos de cierre,


haciendo uso de la réplica y al día 12 siguiente, se direccionó el sentido del fallo
condenatorio por la conducta de homicidio simple.

3.6.- En agosto 3 de 2015 previo el rito procesal que impone el artículo 447 C.P.P,
el Juzgado 8 Penal del Circuito dio lectura a la Sentencia ordinaria No.15 de la
misma fecha, a través de la cual condenó a BRIAN ARLES RUIZ CALDERON
como autor del delito de HOMICIDIO simple, condenándolo a la pena principal de
208 meses de prisión, además de la accesoria de Inhabilitación de derechos y
funciones públicas por periodo igual a la sanción corporal, no teniendo derecho a
los beneficios post-delictuales.

Notificadas las partes en estrados, la defensa material y técnica interpusieron


recurso de apelación, no obstante, como al acusado le fue declarado desierto y el
apoderado se permitió sustentarlo por escrito dentro del término previsto en la ley
1395 de 2010, a éste último le fue concedido en el efecto suspensivo.

4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

La parte motiva del fallo, se puede sintetizar de la siguiente manera:


4
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

La primera instancia consideró que conforme a la prueba aportada por las partes y
analizadas bajo los criterios de la sana crítica, obtuvo la convicción no solo de la
existencia del hecho, sino también de la configuración de los presupuestos de la
responsabilidad penal.

Frente a la materialidad de la conducta, no encontró reparo porque si bien no fue


estipulado el hecho de la muerte de la víctima, éste quedó suficientemente
acreditado con los testimonios de DIEGO FERNANDO NUPAN MORALES,
EDWARD ANTONIO SARASTY MORALES, WILSON RIVAS MONTAÑO Y
ORLANDO SOLANO MATTOS, siendo los dos primeros quienes fungieron como
primer respondiente, el tercero como perito fotógrafo, y el último como médico
forense, quienes dieron cuenta que RODRIGO JOSÉ ARENAS NARANJO, falleció
como consecuencia de una herida infringida con arma corto punzante en el cuello
y unas lesiones a nivel vascular, con presencia de hemitórax, cantidad de sangre
en dicha cavidad, la cual le generó choque hipovolémico secundario a pérdida
masiva de sangre.

Acorde con el testimonio de la señora JOHANA ANDREA VILLEGAS RICO,


persona con la cual el acusado sostuvo una relación sentimental, dedujo el juez a-
quo el temperamento agresivo y violento del enjuiciado, siendo esta la razón por la
cual ella dio por terminada dicha relación afectiva, sosteniendo posteriormente otra
relación sentimental con el señor RODRIGO JOSÉ ARENAS NARANJO a quien
describió como una persona muy linda con ella, calmado, pasivo, dedicado al
trabajo, el cual se fue a vivir con ella al apartamento ubicado en el mismo edificio
donde vivía el señor BRIAN ARLES RUIZ, afirmando que solo tuvieron contacto un
día en que ella iba saliendo con RODRIGO, y BRIAN iba subiendo, momento en
que este ultimo la insultó y le decía que le iba a dañar esa relación, exigiéndole su
pareja RODRIGO JOSÉ respeto hacia ella, hechos de los cuales el sentenciador
infirió los motivos que tuvo el procesado para cometer el hecho delictivo, quien en
efecto según esta testigo, la celaba mucho, no la dejaba salir, y al terminar el
noviazgo la buscaba, la acosaba, la seguía al apartamento, al cual le tenía mucho
miedo pues le cortó su cabello, lo que aunado a lo referido por el investigador
5
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

RUIZ CALDERÓN, sobre los episodios de violencia intrafamiliar en los que estuvo
implicado el acusado, permitió deducir el patrón de conducta del señor RUIZ
CALDERÓN.

Analizando detalladamente el juez de conocimiento los medios de conocimiento


presentados en las audiencias de juicio oral, tales como los testimonios de los
investigadores, lo narrado por la compañera sentimental de la víctima y por el
mismo implicado, quien aceptó haber cometido el hecho delictivo, pero amparado
en una presunta legítima defensa, a la cual no le dio credibilidad, por no
estructurarse los requisitos de dicho instituto, considerando que la prueba permitía
colegir la existencia el hecho y la responsabilidad penal del señor BRIAN ARLES
RUIZ CALDERÓN.

Sostuvo que si bien la fiscalía acusó y solicitó condena por la conducta de


homicidio agravado por el estado de indefensión de la víctima, la sentencia se
dictó por el tipo penal básico en el entendido que la fiscalía no probó que en su
ejecución el agresor hubiese estado en una situación de preponderancia o de
prevalencia sobre la actitud psicofísica del ofendido que implicara
aprovechamiento de una circunstancia de inferioridad física o psíquica.

Aunque la defensa demandó absolución ante la existencia de causal de ausencia


de responsabilidad habida cuenta que el acusado actuó en legítima defensa,
ninguno de los testigos de cargo o descargo se refirió al hecho por cuanto solo
presenciaron los momentos posteriores a la agresión, encontrando en su dicción
coincidencias en aspectos que el acusado, pretendió desconocer cuando decidió
renunciar a su derecho de guardar silencio.
6
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN

.- Abogado JULIÁN GARCÍA BUITRAGO, defensor de confianza del acusado:

Luego de leer sin afanes el memorial de alzada, bien puede decirse que los
argumentos de la defensa se concretan en lo siguiente:

Como lo indicó al exponer su teoría del caso, insiste en que su representado actuó
en legítima defensa de su propio derecho ante un ataque injusto, actual e
inminente por parte de la víctima que sin razón lo atacó con arma corto-punzante,
teniendo aquel que reaccionar, como persona experta en artes marciales, de una
manera proporcionada con el único propósito de desarmarlo y cesar el riesgo de
agresión. Y como ninguno de los testigos que concurrieron, se reputa presencial
del hecho, es la declaración del acusado la que merece mayor atención y
credibilidad respecto de los pormenores de lo sucedido.

Suma el hecho que la señora JOHANA ANDREA VILLEGAS faltó a la verdad al


deponer situaciones que no se acompasan con la realidad, sin embargo, el
sentenciador empezó a estructurar su juicio de reproche a partir de sus
atestaciones, sin dar crédito a los otros deponentes colegidos por la defensa, que
también tuvieron la oportunidad de compartir y conocer el patrón de conducta del
señor RUIZ CALDERÓN. Solicita en ese orden, se imparta sentencia absolutoria.

6. CONSIDERACIONES DE LA SALA

6.1.- COMPETENCIA

La Sala de Decisión Penal es competente para asumir el conocimiento del asunto, al


tenor de lo dispuesto en el artículo 34 numeral 1° de la Ley 906 de 2004, por lo que
7
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

se procede a desatar el recurso de apelación interpuesto por el representante de la


defensa, en lo que atañe a su interés de opugnación dado el principio de limitación
que como regla general rige a la segunda instancia

Asunto que ahora se revisa, luego de atender otros de carácter urgente tanto de
primera como segunda instancia, que en vigencia de la ley 600 de 2000 y la ley 906
de 2004 ingresaron a despacho con anterioridad al presente, y que por su
complejidad y prioridad respecto de los términos y la situación jurídica de los
procesados -que como acontece en autos también se encontraban privados de la
libertad en establecimiento carcelario-, fueron fallados en su turno, sin contar con las
acciones Constitucionales que diariamente también son repartidas y cuya resolución
ha de notificarse en un tiempo perentorio. A ello se suman los compromisos que por
la función que le compete a los cuerpos Colegiados, debe asumirse de manera
ineludible.

6.2-. PROBLEMA JURÍDICO:

Atendiendo las líneas impresas en el memorial de alzada, corresponde a la Sala


analizar si se encuentra probada la causal de ausencia de responsabilidad
reglada en el artículo 32 – 6 C.P, que de ser así determinaría un fallo de carácter
absolutorio.

6.3. DEL CASO CONCRETO:

Sin haber sido estipulados -pues de hecho las partes solo convinieron la identidad
de la víctima-, dos aspectos refulgen claros del ejercicio probatorio, mismos que la
defensa ha asumido como ciertos desde su primera intervención al exponer la
teoría del caso, luego con los alegatos de cierre y ahora, lo que limita la
competencia del cuerpo colegiado, en el memorial de alzada, y es lo pertinente a la
8
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

muerte violenta del señor RODRIGO JOSÉ ARENAS NARANJO y, segundo, la


ejecución de esa acción delictiva a manos del acusado.

Sobre esto no hay discusión, como tampoco sobre el no reconocimiento de la


circunstancia de agravación por el estado de indefensión de la víctima, en tanto la
fiscalía se mostró conforme con el fallo dictado sobre la base de un
comportamiento de homicidio doloso simple. La atención entonces, se contrae en la
causal de exclusión de responsabilidad por un actuar legítimo en defensa de un
derecho propio, por lo que la instancia se apoyará en los medios de conocimiento
que permiten dilucidar el particular, iniciando con la versión ofrecida por el único
testigo presencial de la agresión, el acusado, quien, como se verá, trató de
esconder aspectos importantes que sí informaron otros testigos que observaron el
desenlace, esto es los momentos inmediatamente posteriores a la agresión, todo lo
cual conllevará a la Sala a decir que la apelación carece de vocación de éxito.

Si bien el acusado adujo una serie de circunstancias de orden personal que ningún
aporte valioso ofrecen para el esclarecimiento de los hechos de homicidio por el
cual fue acusado y condenado en primera instancia, conviene referir solo aquello
que explique el conocimiento que él tenía de la víctima para entender de mejor
manera, el contexto en que se presentó la agresión.

Para la época de los hechos BRIAN ARLES residía en el edificio de aparta-estudios


Las Dalias ubicado en la Carrera 35 No.4 C-22 del barrio San Fernando, donde
también pernoctaba la señora JOHANA ANDREA VILLEGAS RICO, a quien veía
muy normal con su hija de dos años de edad y su compañero de nombre
ALEXANDER REQUEJO; mujer que un día se le acercó dolida porque éste la
había golpeado, lo que propició que la conociera un poco más hasta llegar a tener
intimidad con ella; amorío de un mes –septiembre de 2011- que lo vivieron a puerta
cerrada, sin llegar a exteriorizarlo de algún modo en los pasillos o zonas comunes.
A su vez, su más reciente compañera SANDRA INÉS dejó de frecuentarlo, pues
BRIAN admite que entre ellos hubo una relación intermitente por su promiscuidad,
no obstante se conserva en la actualidad, al menos hasta los días en que se
adelantó el juicio oral.
9
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

La relación con JOHANA ANDREA fue corta, pues al percibir que ella había
recibido de nuevo a su esposo, BRIAN prefirió alejarse, sin embargo, –según
versión de él- ella no lo quería así, al punto que le decía que si él no era de ella, no
lo sería de nadie (sic), que si lo veía con otra se la quemaba o calviaba (sic); todo
lo cual lo motivó a evadirla por completo, a no abrirle la puerta, contestarle el
celular ni contactarla por facebook. Y como no era su deseo continuar con
JOHANA, y por otra parte SANDRA lo había hecho a un lado, terminó involucrado
sentimentalmente con una amiga de nombre ALEJANDRA, lo que duró poco pues,
no compaginaban dado que él no es de rumbas ni tragos, es consagrado a su
trabajo, estudio y disciplina en karate, lo que lo motivó a volver a tener diálogos con
SANDRA; a la par, notó que JOHANA ANDREA tenía novio, lo que para él era
“transparente” (sic) pues no quería nada con ella.

Por esos días cercanos al segundo puente festivo del mes de noviembre, tuvo la
necesidad de ir varias veces al local telepunto, del mismo propietario de Las Dalias,
ubicado a pocos metros del edificio, con la finalidad de utilizar el servicio de
lavandería, siendo alcanzado en uno de los recorridos por un sujeto en motocicleta
que en dos oportunidades le preguntó si era BRIAN, lo cual él negó, sin embargo,
éste atravesó la moto y le dijo “…loco yo soy el marido de JOHANA y su tiempo
ya pasó y si sigue con ella o la niña le voy a probar que no soy ningún
traído…”. Se trataba de RODRIGO, quien por esos días se lo volvió a encontrar,
esta vez, cuando subía las gradas y éste venía bajando, quien al llegar al primer
piso le gritó que él no daba pata ni puño, sino plomo, haciendo un amague de estar
empuñando algo dentro de un maletín que llevaba consigo. De ese episodio, colocó
al tanto a su amigo DIEGO FERNANDO, apodado “el profe”, residente en el
apartamento 408, quien le dijo que a aquello sobre-nombraban “el padre”, prestaba
dinero y trabajaba en oficina (sic). Algo similar hizo con sus compañeros de
universidad, al manifestarles “lo que pasaba en el edificio”, quienes le aconsejaron
que denunciara, sin embargo, dijo, no quiso ir a la fiscalía porque no tenía tiempo.

Sobre los hechos narró que después de terminar clase, salió por el sector
buscando algo de comer, y como pasó por una zapatería preguntó si alcanzaba a
cambiarse para entregar su calzado que estaba despegado, y como la respuesta
10
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

fue afirmativa regresó al edificio Las Dalias, notando al subir que del apartamento
201 donde moraba JOHANA VILLEGAS, salía “el tipo” (sic) que él estaba evitando,
por lo que optó por retornar aligerando el paso –pese a una lesión que tenía en la
rodilla-, saliendo del edificio en espera a que éste hiciera lo mismo, para él
(acusado) poder retomar su camino al apartamento 401 sin tener que pasar por su
lado.

Sucedió que estando afuera, observó salir a RODRIGO mirando hacía ambos lados
y al verlo, sin mediar palabra, éste se le abalanzó por lo que su reacción fue
retroceder haciendo “un brinquito” y luego otro para evitarlo, sin embargo, su
oponente hizo un ataque de abajo hacia arriba por lo que con su mano izquierda
decidió frenar la afrenta intentado doblar su brazo y desarmarlo, y en ese forcejeo
RODRIGO con su mano izquierda le dio tres o cuatro golpes con un casco, lo que
lo obligó a buscar la forma de escabullirse de esa línea de tiro y es cuando trató de
salir hacia atrás de él y girar su mano, “…cuando de repente sale un chorro de
sangre…”, viendo como su agresor salió “trastabillando” (sic) hasta caer,
inicialmente, en los predios del ancianato que queda esquineado de Las Dalias, no
en frente; ante eso él quedó “estupefacto”, impresionado por la cantidad de sangre,
y RODRIGO vuelve y se para y se va “trastabillando” en línea recta y llega hasta la
esquina de la calle 4C con carrera 35, pero no sigue hacia la calle 5 sino que dobla
en el andén de la calle 4 C y empuja una puerta. Es decir, explicó, su agresor hizo
un recorrido en L y él en diagonal, con la aclaración que aquel no corrió,
“trastabilló” hasta caer.

Comentó el acusado:

“…el cruzó la calle y se subió al andén, iba tocando paredes aledañas


a esa cuadra y la primera puerta que abrió allí se metió … yo estaba
viendo estupefacto tratando de entender que había pasado porque el
que hacía segundos lo estaba atacando, estaba corriendo despavorido
bañado en sangre…”.

Anonadado por tanta sangre sin saber qué había pasado, de momento pensó en
auxiliarlo pero no lo hizo al escuchar una voz a su derecha que demandaba la
11
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

presencia de la autoridad, y como estudiante de derecho que era, con la camisa


manchada de sangre y ante un estado de flagrancia, intuía que la situación no era
fácil de explicar, optando por salir caminando al tiempo que por blackberry se
comunicaba con ALEJANDRA para que lo recogiera, pasando por el lado del
celador del almacén Caprichos, quien le preguntó qué había pasado, a lo que él
admite le contestó “no, una gonorrea” (sic). Al verlo con sangre ALEJANDRA
decidió no llevarlo en su twingo, por lo que siguió caminando hasta abordar un bus
alimentador, no sin antes alcanzar a visualizar que la funeraria empezó a estar
rodeada de personas y vehículos, dejando en claro que esa noche no volvió a su
apartamento ni se cambió de muda.

Atestiguó:

“…yo hubiera tenido toda la intención de auxiliarlo o hacer algo pero él


estaba huyendo de mí y yo no iba tras él, yo estaba expectante del
chorro de sangre…”.

Reiteró que dada su formación en artes marciales en la Liga Vallecaucana,


(disciplina en la que el alumno es instruido a evitar un ataque antes que preferir
enfrentarse <se aprende a pelear para no pelear>), lo que hizo fue tratar de
esquivar a su oponente, de no golpearlo, pero que al ver que éste insistía procuró
por quitarle el arma pues bien hubiese podido emplear una técnica de rompimiento
de ligamento de codo o rodilla, y sin embargo se abstuvo, lo que no impidió que se
formara un forcejeo ya que RODRIGO al ver frustrada su ofensa con el arma,
empezó a propinarle golpes con un casco, y como “no había razón lógica ni
jurídica” para que él lo permitiera <en frente mío tengo un arma corto-punzante
y por mi flanco derecho me está golpeando con un casco>, lo que hizo fue girar
su cuerpo hacia atrás de RODRIGO y coger su mano derecha y girarla para sacarla
de la línea de ataque suyo y es cuando sale el chorro de sangre, según su
declaración.

Versión que presenta un valor probatorio menguado, no porque provenga del


acusado, quien naturalmente es el más interesado en justificar su proceder para
salir airoso de una condena, sino en razón a que si bien, de los testigos de cargo y
12
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

descargo que concurrieron al juicio, ninguno se reputa presencial del hecho


concreto de la agresión, dos de los primeros declararon sobre lo percibido
momentos después de su ocurrencia, cuando la víctima salió huyendo herido y tras
él, el hoy sentenciado.

El señor JOSÉ ANTONIO MÉNDEZ SÁNCHEZ, que hace 19 años es vigilante


externo de la razón social “Caprichos” ubicada en la Calle 4 C No.34 – 89 del barrio
San Fernando, refirió que al escuchar “unos golpes secos” salió a la esquina a ver
de qué se trataba, viendo venir una señora con un perrito quien le comentó que
había un señor atacando a otro con un casco, y siguió su camino. Es cuando se
asoma hacia la parte de abajo y aunque las luces de la calle se prendían y
apagaban, alcanzó a observar a dos personas que se dirigían hacia la esquina,
como hacia al lado de la funeraria. Que cuando volvió a mirar, uno de ellos
venía hacía él, no sin antes haber observado que algo había hecho en una puerta,
no sabía si había lanzado una patada o realizado algo similar, lo cierto era que otro
la había cerrado <…el señor hizo como una intención en la puerta…>. Que
cuando tuvo cerca al sujeto que venía caminando, le preguntó por lo sucedido, si le
había pasado algo al otro individuo, si era que a éste lo iban a robar (sic), a lo que
BRIAN le contestó “…no, no pasa nada, es una gonorrea…” (sic).

Que de la puerta del almacén donde escuchó los golpes, al lugar donde estaban
los sujetos hay 30 o 40 metros, que si bien no sabía qué ocurría ni la identidad de
los involucrados, observó que uno iba rápido tras el otro y que de ellos, a quien vio
pegarle a la puerta y luego pasar por su lado, fue al hoy acusado, a quien distinguía
como estudiante de derecho que residía en el edificio nuevo, aunque hasta ese
momento no sabía su nombre, mismo a quien identificó en su momento, en dos
álbumes fotográficos que le fueron colocados de presente, y los cuales autenticó en
el estrado.

Refiriéndose a BRAIN ARLES precisó:

“…el venía muy tranquilo de allá para acá, iba hasta hablando o
mirando el celular con un maletín atrás… venía tranquilamente y
siguió hacia abajo, no le vi algún arma…”.
13
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

Dejó en claro que alrededor de la funeraria, no había persona distinta a BRIAN: “…


yo estaba solo con el hombre y seguí haciendo mis oficios como si no hubiera
pasado nada … él era el único que venía…”.

En el interrogatorio cruzado explicó que la afrenta entre ellos fue tan rápida que
cuando fue a mirar, ya había pasado y ellos iban hacia abajo, alcanzando a divisar
que “el hombre de atrás” –hablando del acusado- iba hacia la funeraria, sin saber
en qué momento había entrado el otro: <“…cuando yo vi fue que el man (sic) da
una patada y le cierran la puerta y se devuelve … no me di cuenta si el otro
ingresó o no a la funeraria…”>.

El segundo testigo es el señor JAIME CANIZALEZ PÉREZ, quien ese día hacía
turno de conductor en la funeraria La Misión, ubicada en la Calle 4 D No.35 – 17
del barrio San Fernando, y encontrándose en la parte de afuera observó que
venían corriendo dos sujetos, sin saber la razón, solo notó que el primero le pegó
una patada a la puerta de la funeraria, entró y cayó en el pasillo, y el segundo llegó
a la puerta y se devolvió, siendo su reacción (la del testigo) buscar refugio. No
obstante, líneas después rectificó su dicho cuando la fiscal que le interrogaba
impugnó su credibilidad con la entrevista que ofreciera a policía judicial en fecha
reciente de ocurrido los hechos, en el sentido que al herido que venía cogiéndose
la nuca con la mano derecha y botando sangre, y alcanzó a entrar a la funeraria
pidiendo auxilio, lo venía persiguiendo otro que traía un bolso negro en su espalda
quien también le pegó una patada a la puerta “…como de esas personas que
saben de defensa personal, como de un karateca…”, no obstante, como no
logró entrar, y después de decirle cosas al otro, se pasó al frente donde había un
carro. De él realizó un retrato hablado, el cual de paso fue autenticado e introducido
como evidencia, al igual que la diligencia de reconocimiento de álbum fotográfico
en la que en ambas imágenes reconoció al hoy enjuiciado.

Ambos testigos participaron de la diligencia de reconstrucción de los hechos, cuyas


imágenes fotográficas, una a una fueron autenticadas por los peritos JOSÉ ARBEY
OSORIO ESCARPETA (fotógrafo) y MARÍA CRISTINA MAÑOSCA CAMACHO
14
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

(topógrafa), a partir de las cuales se ilustró la panorámica del lugar donde empezó
la riña, la funeraria y el recorrido que a pie hizo el agresor después de su intento
fallido por ingresar a éste lugar donde se había resguardado la víctima, lo cual
permitió determinar, además, que de la esquina donde acudió el vigilante a la casa
funeraria hay una distancia aproximada de 5.46 metros, que hasta donde observó
correr a la víctima la medida es de 8.20 metros y con relación del agresor de 6
metros aproximadamente. Que del lugar donde se ubicó el sitio inicial de los
hechos hasta la funeraria hay alrededor de 25 metros, y que el occiso quedó
tendido en el zaguán a una distancia aproximada de 5 metros.

Dato último que no se contrapone a lo versionado por el perito en topografía


WILSON RIVAS MONTAÑO, responsable del bosquejo realizado en la inspección
técnica a cadáver –también introducido como evidencia-, quien indicó que el cuerpo
inerme quedó a 6.40 metros de la entrada o puerta de cristal de la funeraria.
Testigo que además precisó que cerca del cuerpo no observó arma alguna, que de
haber existido se habría fijado, o que de haber estado en la indumentaria del occiso
o en un lugar no visible, hubiese quedado la anotación en la respectiva acta, lo que
no ocurrió en este caso.

Son entonces los señores MÉNDEZ SÁNCHEZ y CANIZALEZ PÉREZ quienes


desde distintos focos percibieron lo ocurrido instantes después de iniciada la
afrenta, que siendo imparciales, espontáneos y responsivos en su declaración, sin
mostrar algún interés o inclinación por favorecer o incriminar al acusado, narraron
en esencia el mismo contexto de los hechos, por haber presenciado episodios que
permiten a la judicatura hacer la inferencia, que el comportamiento endilgado no se
encuentra amparado en causal de justificación, según las voces del artículo 32
numeral 6.

Lo es por ejemplo, que el señor MÉNDEZ SÁNCHEZ, previa aclaración de no


haber presenciado el enfrentamiento, indicó que a pocos metros divisó correr a la
víctima y detrás de él, al joven que distinguía como morador del sector, que cuando
el primero alcanzó a entrar a la funeraria, el segundo no lo logró pese a que pateó
la puerta, quien finalmente se devolvió sereno, caminando, revisando su celular y
haciendo un comentario grotesco y desobligante cuando él (testigo) le preguntó por
15
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

la suerte del otro sujeto. En el mismo sentido versionó el señor CANIZALEZ


PÉREZ quien desde otro foco, más privilegiado, por estar en la parte de afuera de
la funeraria La Misión, observó que la víctima corría herido cogiéndose el cuello, y
detrás de él, un sujeto que al llegar a la puerta que éste alcanzó a cruzar, quiso
entrar lanzando una patada como si fuera karateca (sic), lo cual tiene lógica dado el
deporte que por varios años venía practicando el acusado, y del que incluso el
sensei SERGIO EFRAÍN BUITRAGO reafirmó al informar que estaba en un estado
intermedio de su formación siendo cinturón verde 7Q, que representa un cuarto
grado de ocho, lo que significa que aunque no era muy avezado en artes marciales,
era conocedor de su técnica.

Dicción, sobre ver correr a la víctima bañada en sangre tratando de proteger con su
mano su cuello, que encuentra eco en el testimonio del médico forense ORLANDO
SOLANDO MATTOS, quien frente a la necropsia precisó como hallazgos una
herida con arma corto-punzante y unas lesiones leves en la región vascular, con
presencia de hemotorax (cantidad de sangre en dicha cavidad) y un hematoma en
el cuello producto de dichas heridas. Que no puede determinar en qué posición se
encontraba el agresor, solo que la trayectoria de la herida fue de plano horizontal
superior inferior, de arriba hacia abajo, antero posterior, de adelante hacia atrás, y
se encuentra en una sola dirección, con una profundidad aproximada de 7
centímetros, alcanzando a entrar en el espacio que involucra la reja costal (corazón
y pulmones) y los pulmones, explicando que aunque la herida fue una, cuya
profundidad inició en el cuello hasta llegar a la región torácica del lado izquierdo, la
cual le causó un choque hipovolémico secundario por pérdida masiva de sangre;
clase de herida que causa en el paciente que en menos de un minuto pierda la
consciencia, llevándolo a la muerte.

Y pese a que ambos testigos presenciales del sector hicieron referencia al mismo
comportamiento del agresor, éste insiste en que de su parte no hubo persecución y
que cuando llegó a la funeraria no pasó del andén, porque aturdido por lo ocurrido
y temeroso de las consecuencias por un resultado no deseado, optó por irse, sin
embargo mayor credibilidad merecen aquellos que sin conocerlo, escasamente
distinguirlo como un ciudadano ejemplar, versionaron sobre aquello que percibieron
16
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

por sus sentidos y que mayor impacto les causó, se itera, sin tener idea de la
disciplina que el acusado practicaba y de la que se sabe, era a nivel competitivo.

Aunque el señor RUIZ CALDERÓN señala que no tenía motivos para agredir a la
víctima y que su única intención fue defenderse tratando de desarmar a su
oponente, a quien bien hubiese podido causar una lesión en sus ligamentos y sin
embargo no lo hizo, refulge todo lo contrario del torrente probatorio en el que
primero, quedó en evidencia que su personalidad es la de un hombre celoso,
posesivo, irascible y agresivo, según la declaración de la señora JOHANA
ANDREA VILLEGAS RICO, quien tuvo que ser interrogada a través de
videoconferencia trasmitida desde Bogotá DC, ciudad en la que se encuentra
domiciliada por miedo a las amenazas propinadas por el acusado. Y aunque éste
niega haberse comportado de ese modo, no hay razón para dudar y considerar que
aquella quiso desprestigiarlo o perjudicarlo de manera injusta, de hecho se mostró
franca al informar que durante su trato con BRIAN ARLES, no le notó algún tipo de
arma, así como no haber presenciado los hechos, pues después que RODRIGO
salió del apartamento con el propósito de comprar una leche y medicina para su
pequeña que ardía en fiebre, ella también bajó momentos después -dice que no
tardó mucho porque estaba afanada porque cesara el llanto de su hija-, cuando se
encontró con un camino de sangre.

De todas formas, queda la duda cuando el acusado afirma que fue amenazado de
muerte por el occiso, en atención a lo expuesto por su vecino y amigo DIEGO
FERNANDO REYES, quien si bien quiso permear al juez de una situación de esa
naturaleza que previa al día de los hechos conoció por voz directa del implicado, en
el interrogatorio cruzado terminó aceptando que eran solo conjeturas suyas, que si
bien, BRIAN ARLES le había comentado que RODRIGO le dijo que él en lo
sucesivo respondería por JOHANA –porque ese momento no lo presenció-
“imagina” que la frase estuvo acompañada de manoteo o gestos y que en ese
orden, “supone” que cuando es así, la amenaza es de muerte. No hubo certeza
tampoco, con la supuesta limitación física del procesado para correr de la forma
como lo describieron los testigos de cargo JOSÉ ANTONIO MÉNDEZ y JAIME
CANIZALEZ, en razón a que si bien, para el 2011 presentaba una lesión en su
rodilla causada en una competencia, él mismo explicó que ésta se agravó para el
17
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

año siguiente, aportando incluso evidencia identificada con el No.2, quedando claro
en sede del contrainterrogatorio que esto último quedó registrado en su historia
clínica con fecha enero 14 de 2012, esto es, dos meses después de la ocurrencia
de los hechos, es decir, así lo infiere razonablemente la judicatura, que para
noviembre de 2011 no presentaba tal impedimento en su salud, siendo creíble por
lo mismo que estaba en condiciones de correr y perseguir a la víctima, muy
seguramente con la intención de seguir arremetiendo contra su vida, según la
escena observada por los deponentes antes mencionados.

Si bien los testigos de la defensa, en su orden SANDRA INÉS SALAZAR ARENAS,


GONZALO DAVID ENCIZO, JORGE ENRIQUE VALENCIA BARONA Y DIEGO
FERNANDO REYES CAMPO (actual compañera sentimental, compañeros de
estudio, y vecino y amigo de residencia del acusado) se esmeraron por mostrarlo a
él como una persona con excelentes calidades humanas, de buen carácter y
temperamento, y dejando de lado por un momento lo dicho por su ex compañera y
doliente de la víctima, lo versionado por aquellos no resulta creíble, al menos no del
todo, dado los hallazgos que obtuvo el investigador ARMANDO ÁLVAREZ al
realizar, entre otras, labores de vecindario y verificación de arraigo y antecedentes
del enjuiciado, para lo cual se desplazó a Calarcá (Quindío) conociendo que en su
contra obra la noticia criminal 2012-00893 en el que su tía MARÍA AMALFI
CALDERÓN, de 62 años de edad, lo ha denunciado por violencia intrafamiliar por
hechos que le representaron incapacidad médico legal de 75 días y perturbación de
miembro y de órgano con carácter a definir, teniendo como recomendación
tratamiento con fisioterapia y ortopedia.

Situación que si bien no corresponde a los hechos por los cuales se le acusó y
venció en juicio al señor BRIAN ARLES, si permite reafirmar la idea que su modo
de comportarse en su entorno no es el más apropiado, teniendo así mayor
credibilidad lo versionado por la señora VILLEGAS RICO, lo que de contera afianza
la conclusión que ningún interés distinto a que se aclaren los hechos la incentivó a
declarar, que si bien inicialmente se mostró renuente teniendo la fiscalía que
solicitar la medida extrema de conducción, ello resulta absolutamente comprensible
escuchadas sus explicaciones cuando prefirió no suministrar su actual domicilio por
el temor que siente, dadas las amenazas que en su momento éste le direccionó.
18
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

Bajo este contexto y teniendo presente el criterio reiterado de la jurisprudencia


nacional sobre el tema2, está claro que la defensa no probó los presupuestos de
actualidad (entendido como lo ya ha iniciado y no ha terminado, es decir, un daño
real que todavía persiste) o inminencia (lo que no ha comenzado aún, pero se
infiere que sucederá por los ademanes, gestos, comportamientos y amenazas del
agresor) del acto violento vulnerador del bien jurídico, esto es, que el daño o peligro
que de momento pudo haber protagonizado la víctima Rodrigo José Arenas, se
generó de forma simultánea con el acto de defensa o respuesta del acusado, o por
lo menos en un futuro tan cercano e inmediato que, indefectiblemente hacía que la
defensa se produjera.

En modo alguno estos elementos que estructuran la legitima defensa se probaron,


por el contrario, se acreditó en juicio por los testigos de cargo y descargo, que
observaron directamente cuando alguien utilizaba un casco contra otra persona,
quedando claro que quien llevaba dicho casco era la víctima RODRIGO JOSE
ARENAS NARANJO, elemento que fue reconocido por JOHANA ANDREA
VILLEGAS al salir del apartamento para averiguar por su compañero, el que había
salido minutos antes para comprar una leche y unos medicamentos para su hija, de
donde se infiere que este se estaba defendiendo del ataque sorpresivo que con
arma blanca le propinó el procesado, quien lo esperó a la salida del apartamento, lo
cual se deduce de las siguientes situaciones fácticas:

1.- La salida del apartamento de la víctima RODRIGO JOSE fue propiciada a


expensas de JOHANA ANDREA con el único fin de comprar la leche y
medicamentos para la niña que tenía fiebre, o sea no fue planeado.

2
Refiere como requisitos estructurales del instituto de la legítima defensa: i) una agresión
ilegítima o antijurídica que genere peligro al interés protegido legalmente, ii) el ataque ha
de ser actual o inminente, esto es, que se haya iniciado o sin duda alguna vaya a
comenzar y aún haya posibilidad de protegerlo, iii) la defensa ha de resultar necesaria para
impedir que el ataque se haga efectivo; iv) la entidad de la defensa debe ser proporcionada
cualitativa y cuantitativamente, es decir respecto de la respuesta y los medios utilizados; y
v) la agresión no ha de ser intencional. Significa que la agresión debe ser la respuesta o
reacción a un inmediato ataque que no se hubiere provocado, entendida como la
posibilidad de evitar la lesión al bien jurídico, cuando la amenaza está próxima o se está
realizando pero que aquella no se haya agotado.
19
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

2.- El acusado BRIAN ARLES RUIZ de temperamento violento, irascible y celoso,


había amenazado a su excompañera JOHANA ANDREA con acabar esa relación
sentimental que ella había iniciado con RODRIGO JOSE.

3.- El procesado estaba entrenado en Karate y con suficiente preparación física y


técnica para eludir ese ataque sin utilizar armas corto - punzante en el hipotético
caso de haber iniciado la agresión la victima RODRIGO JOSE.

4.- La herida infringida no fue superficial, casual ni de defensa como lo narra el


enjuiciado ARLES RUIZ, sino que iba dirigida a propiciar intencionalmente la
muerte, pues según la perito que realizó la necropsia la trayectoria de la herida fue
supero inferior, de arriba hacia abajo, de adelante hacia atrás, con una profundidad
aproximada de 7 centímetros, ingresando al espacio que involucra la reja costal,
corazón y pulmones, iniciando en el cuello hasta llegar a la región torácica del lado
izquierdo, lo que generó el choque hipovolémico por pérdida masiva de sangre
causando la muerte.

5.- El comportamiento posterior del enjuiciado luego de lesionar con el arma corto-
punzante, no es el de una persona preocupada por haber causado una lesión sin
intensión y de defensa, sino el de alguien preocupado por finiquitar la acción
homicida, cuando persigue a la víctima en actitud desafiante y contesta de manera
des-obligante a quien le interroga sobre el hecho.

La fiscalía probó y la defensa en desarrollo de su estrategia lo admitió, que el


acusado lesionó el bien jurídico de la vida del señor ARENAS NARANJO, más la
contraparte no logró acreditar que esa conducta se hubiese propiciado en una
situación en la que RUIZ CALDERÓN actuó así para proteger su derecho propio,
también legalmente protegido. Infructuosos fueron los esfuerzos del apoderado por
convocar al juicio personas que si bien conocen y han compartido en distintos
escenarios con el acusado (personal 3, social4 y académico5), no tuvieron aporte
significativo para probar su tesis por cuanto ninguno presenció los hechos de
sangre.
3
Sandra Inés Salazar Arenas.
4
Diego Fernando Reyes Campo.
5
Gonzalo David Encizo y Jorge Enrique Valencia Barona.
20
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI
-Sala Penal-

Rad: 76 001 6000 193 2011 26286


Acusado: Brian Arles Ruiz Calderón
Delito: Homicidio simple

En esencia, son estas las razones por las cuales la Sala confirmará en lo que fue
objeto de revisión, el fallo confutado.

En mérito de lo expuesto y sin más consideraciones, el TRIBUNAL SUPERIOR


DEL DISTRITO JUDICIAL DE CALI, VALLE DEL CAUCA, SALA DE DECISIÓN
PENAL, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la
Ley,

6. RESUELVE

PRIMERO: CONFIRMAR la Sentencia ordinaria condenatoria No.015 de agosto 3


de 2015 proferida por el Juzgado Octavo Penal del Circuito de Cali con funciones
de Conocimiento, de acuerdo con lo motivado en precedencia.

SEGUNDO: Ésta decisión se notifica a las partes en estrados y contra la misma


procede el recurso extraordinario de Casación.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE.

Los Magistrados,

ORLANDO ECHEVERRY SALAZAR SOCORRO MORA INSUASTY


-Primer revisor- -Segundo revisor-
76 001 6000 193 2011 26286 76 001 6000 193 2011 26286

MARÍA CONSUELO CÓRDOBA MUÑOZ


-Magistrada Ponente-
76 001 6000 193 2011 26286

También podría gustarte