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Humanos?
Definición de la OACNUDH
Definición de Hierro
[...] aquellas libertades, inmunidades, pretensiones y potestades que corresponden a todo ser
humano como condición necesaria para realizarse como sujeto moral y cuya satisfacción es
condición necesaria y suficiente para justificar la existencia, el origen y el contenido de un sistema
jurídico (Hierro, 2000 en González, 2012: 91).
Entre los principales atributos o características que comparten los derechos humanos, se pueden
señalar las siguientes
Son universales
Los derechos humanos están basados en la dignidad de todo ser humano, sin distinción de raza, el
color, sexo, origen étnico o social, religión, idioma, nacionalidad, edad, orientación sexual,
discapacidad o cualquier otra característica que distinga a una persona de la otra. Implica que
debería existir una aceptación por todos los Estados y pueblos, y aplicándolos de forma igual y sin
discriminación a todas las personas, siendo los mismos derechos para todas las personas en todos
los lugares (Nowak, 2005).
De esta manera, los derechos humanos son universales porque son de y para todas las personas,
más aún, las condiciones o diferencias culturales, sociales, económicas o políticas no deben ser
utilizadas como excusas para el desconocimiento o ejercicio parcial de los derechos humanos
(OACNUDH, 2010).
Asimismo, son universales porque todas las personas son titulares o sujetas activas de todos los
derechos humanos. Cabe señalar que esto no implica que la universalidad no respete la diversidad
cultural, sino todo lo contrario, al ser el derecho a la cultura un derecho humano, significa que hay
un respeto a todas las culturas, lo que no impide que exista un rechazo a cualquier práctica
cultural que violente los derechos humanos (Instituto Interamericano de Derechos Humanos, SF).
Son inalienables
Significa que ninguna persona puede ser despojada de sus derechos humanos, salvo en
circunstancias legales claramente definidas que permitan restringir un derecho (Nowak, 2005). Por
ejemplo, el derecho a la libertad, se ve restringido cuando se comete un delito cuya sanción sea
precisamente, la pena privativa de la libertad, establecido en las leyes vigentes del Estado.
Esto implica que a nadie pueden cancelársele o destituírsele sus derechos y, al mismo tiempo,
nadie puede renunciar a sus derechos humanos, puesto que son inherentes a las personas
(OACNUDH, 2011).
Son intransferibles, no se puede negociar con ellos, aunque fuera la propia voluntad de la persona
titular de los derechos. El Estado tampoco puede disponer de los derechos de las personas, ni
obligarles a que renuncien a los mismos. Como ya se ha señalado, en situaciones necesarias y bajo
sustento legal, los derechos pueden ser limitados o suspendidos, pero no eliminados (Instituto
Interamericano de Derechos Humanos, SF).
Los derechos humanos son indivisibles e interdependientes. Dado que cada derecho humano trae
consigo otros derechos humanos y depende de ellos, la violación de un derecho afecta al ejercicio
de otros. El respeto de todos los derechos es un requisito fundamental para la paz y el desarrollo
sostenibles.
De esta manera, la dignidad de las personas se garantiza por medio del respeto y reconocimiento
de todos sus derechos humanos, ya que todos tienen la misma importancia y permiten a las
personas vivir dignamente. El goce de los derechos por igual permite a los seres humanos
desarrollar y construir libremente su propio proyecto de vida, que es la síntesis de lo que se
denomina vida digna (Instituto Interamericano de Derechos Humanos, SF).
Son progresivos
Dimensión histórica
Como ya se ha puntualizado, los derechos humanos han sido el resultado de una construcción
histórica que se ha forjado a través de diferentes movimientos sociales. De acuerdo con Nyamu-
Musembi Celestine (2005) los derechos humanos son una construcción contextual, histórica y
geográficamente definida, sus raíces son específicas de un tiempo y lugar determinado. Por lo
anterior hay una dificultad de concebir la esencia de la dignidad humana y que los contenidos de la
misma sean idénticos para todas las personas en cualquier momento histórico.
También resulta interesante la explicación que da González (2002), quien señala que los derechos
humanos no son algo improvisado en un determinado período de la historia. Este autor reflexiona
que, en el pasado, el hecho de que no hubiera declaraciones oficiales no significa que no hubiera
manifestaciones, dispersas, pero llenas de contenido sobre los mismos. De esta manera los
derechos humanos han estado presentes en las diversas culturas de la humanidad, bajo diferentes
formas de manifestar estas aspiraciones tales como a través de textos escritos, hasta plasmar este
discurso en declaraciones.
Así, la incursión de los derechos humanos se ha dado de manera paulatina y empujada por
diversos hechos históricos, luchas y reclamos sociales, en los cuales ha sido trascendental la
influencia de la sociedad civil en la conquista de los mismos
Dimensión jurídica
La dimensión jurídica permite comprender la importancia de que los derechos humanos estén
reconocidos en las constituciones y leyes de cada país, ya que de esta forma se les da
obligatoriedad jurídica, la cual se complementa con el valor que los derechos humanos tienen en sí
mismos, como parte de la naturaleza humana.
Dimensión política
Hay diferentes formas de concebir el papel de las personas dentro de una sociedad, su
participación dependerá directamente de la conformación del orden político del Estado donde
vivan, influyendo en la forma en que las y los ciudadanos ejerzan sus derechos humanos. A lo largo
de la historia se han construido diferentes perspectivas políticas que explican y establecen cómo
es la construcción entre el Estado y la ciudadanía así como su relación con los derechos humanos.
De esta manera hay diferentes perspectivas políticas que tienen una visión diferente de los
derechos humanos, desde aquellas que abogan por la neutralidad del Estado y la prevalencia de la
autonomía individual y de la justicia sobre el bien común, hasta aquellas que cuestionan la idea de
neutralidad del Estado, ya que consideran que debe ser activista y estar comprometido con ciertos
planes de vida y organización de la vida pública.
Es importante conocer de esta dimensión ya que según cómo conforme un país su orden político,
será el papel que tengan los derechos humanos; hay sistemas que dan mayor peso a los derechos
de las personas, otros a los derechos de la colectividad; algunos más a la primacía de los deberes
sobre los derechos, mientras que otros visualizan a los derechos como una lucha para alcanzar
demandas sociales.
Dimensión ética
¿Cuáles son los aspectos éticos que conllevan los derechos humanos?
Los derechos fundamentales son concebidos como normas éticas objetivas, siendo una expresión
del orden valorativo de la sociedad que se va expresando en normas legales, es decir, que los
derechos fundamentales son los representantes de un sistema de valores concreto, de un sistema
cultural que resume el sentido de la vida estatal contenida en la Constitución. El Estado se
desarrolla en un proceso dinámica de integración nacional de una comunidad cultural de valores.
Por ello, los derechos fundamentales están condicionando históricamente y otorgan legitimidad al
ordenamiento jurídico positivo (Landa, 2002)
En esta dimensión es importante señalar la reflexión que aporta Francisco Laporta (1993) al decir
que una norma jurídica justa no pierde ningún aspecto de su fuerza moral por haber sido dictada
mediante un procedimiento no democrático. Las mayorías tienen así, según este criterio, un límite
infranqueable en la existencia de derechos morales individuales. Esta aportación del autor es
importante porque significa que los derechos humanos no están supeditados a las decisiones de
las mayorías, pues precisamente como se ha visto a lo largo del curso, los derechos humanos han
dado voz a las minorías y a los grupos históricamente excluidos.
Es cierto que los derechos humanos hicieron eco en todo el mundo después de uno de los
acontecimientos más crueles de la humanidad: la Segunda Guerra Mundial y el doloroso genocidio
cometido contra millones de personas, que lamentablemente no fue el primero ni el único. Sin
embargo, la construcción de los derechos humanos comenzó a desarrollarse desde muchos años
antes y en diferentes latitudes.
Por lo anterior, es importante destacar algunos antecedentes históricos que ayuden a comprender
cómo se fue posicionando el tema, contemplando algunas aristas que impactaron en el
reconocimiento de derechos a través del tiempo. Por ejemplo, pareciera que su surgimiento iba
más encaminado a proteger derechos de grupos particulares de la población, quedando
claramente excluidos grupos sociales como las mujeres, las personas indígenas o las personas
afrodescendientes, por mencionar algunos. Fueron precisamente estos grupos los que, a través de
diferentes movimientos sociales, han aportado a la construcción de los derechos humanos que
conocemos hoy en día.
Principales antecedentes históricos
Para hablar de la construcción histórica de los derechos humanos, se debe hacer referencia a
ciertos documentos paradigmáticos que se fueron desarrollando en lo que hoy conocemos como
occidente y que marcaron pautas importantes en su tiempo. Los principales documentos, antes de
la creación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, son los siguientes:
A este importante documento, que incluso sin contar con los elementos para ser una Constitución,
se le ha llegado a considerar el antecedente más trascendental en la historia de los derechos
humanos en occidente. Se escribió en Inglaterra y es conocida como la Magna Carta Libertatum,
Charte Magne o Carta Magna de las Libertades de Inglaterra y el fundamento de sus libertades. Se
trata de un documento elaborado por los señores feudales y reconocido por el soberano Juan Sin
Tierra (Solis, 2012).
La Carta Magna de 1215 establece que el Rey Juan sin Tierra debe respetar la libertad de la iglesia,
la libertad personal, garantías procesales y derechos como el de propiedad y el libre tránsito.
Garantías que no existían, ya que el poder del Rey era casi absoluto (Colazo, 1994).
Aquí es oportuno plasmar la crítica que realiza Ignacio Villaverde (2015) sobre este y otros
documentos que se concibieron en Europa. El autor refiere que la Carta Magna de 1215 es un
documento por el cual el rey reconoce los privilegios y libertades de los barones, los clérigos y
algunos estamentos sujetos a su jurisdicción. De esta manera individualizó aquellos privilegios
estamentales, convirtiéndolos en libertades, pero únicamente de los ingleses, súbditos del rey que
habían convenido en ese pacto, y eso señala, como lo sabremos ahora por el principio de
universalidad de los mismos, dista de ser propiamente derechos humanos, pero ya contenían el
carácter de salvaguarda de libertades a unos sujetos determinados frente al poder del Rey.
El Bill of Rights o Declaración de Derechos, tiene su origen en la lucha de los ingleses contra la
política absolutista del monarca. En aquella época, Guillermo de Orange, gobernante de Holanda,
toma la consigna de acabar con la política arbitraria del rey. En este contexto a finales de 1688 se
trasladó hasta Londres, en donde derrotó al ejército del monarca, obligándolo a abandonar el país.
Ante esta situación, instauró un gobierno provisional, desde el cual convocó a los pueblos para
que eligieran representantes que participaran en la denominada Convención Parlamentaria. En
dicha reunión se le proclamó junto con su esposa como reyes de Inglaterra. Antes de tomar
posesión del cargo y como condición para obtener la Corona, el nuevo rey juró respeto al Bill of
Rights. Fue el principal documento que se obtuvo de la llamada Gloriosa Revolución (Solís, 2012)
El 28 de agosto de 1789, la sociedad francesa vio los frutos de su lucha reflejados en la Declaración
de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, documento que, después de la Revolución Francesa,
proclamó la libertad, la igualdad y la fraternidad para todos los hombres (Colazo, 1994). Sin
embargo, esta declaración se da a pesar de las protestas sobre su contenido, en el cual era
evidente la exclusión de las mujeres quienes representaban la mitad de la población (Solis, 2012).
Uno de los aspectos destacables de esta Declaración es que, la actual Constitución francesa,
confirma en el preámbulo su vigencia, al señalar que el pueblo francés proclama solemnemente su
adhesión a los derechos del hombre y a los principios de la soberanía nacional tal y como se
encuentran establecidos en la citada declaración, misma que fue confirmada y completada por el
preámbulo de su Constitución de 1946 (Solis, 2012).
Otra de las aportaciones importantes de esta Declaración es que reconoció la libertad de religión,
la libertad de expresión, el principio de igualdad, los derechos políticos, el derecho a la propiedad
y la soberanía del pueblo; esto ha quedado como una constante en el proceso histórico
sociológico: el anhelo de justicia, igualdad y libertad. Por estas razones se considera a la
Declaración como un patrimonio de la humanidad civilizada. (Solis, 2012).
Con este breve abordaje, se pueden ver las aportaciones y avances en materia de derechos
humanos que surgieron en países como Inglaterra, Estados Unidos y Francia. Si bien es cierto que
existen otros antecedentes históricos, es importante resaltar que las transformaciones fueron
impulsadas gracias a las luchas sociales que se dieron contra el abuso del poder.
Por otra parte, y para complementar esta revisión histórica, Nazario González (2002) identifica
algunas iniciativas inspiradas en los principios de los derechos humanos, pero singularizadas en sus
objetivos, de las que es importante destacar: