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UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA

“GRAN MARISCAL DE AYACUCHO”

SEDE SAN FÉLIX

FACULTAD DE DERECHO

DERECHO PROCESAL CIVIL

SEXTO SEMESTRE - SECCIÓN 3T1S

ENSAYO

FACILITADOR: INTEGRANTES:

Nury Suarez Brandon Ávila C.I: 27.219.775

Glorimar Charles C.I: 28.459.571

Mayerling Moreno C.I: 30.253.626


CIUDAD GUAYANA DEL 2021.

INTRODUCCION

El tema que se desarrollara a continuación nos instruirá, todo sobre la vía ejecutiva,

conforme al artículo 630 CPC, donde se denota que es un juicio especial mediante el

cual un acreedor valiéndose de instrumento público o auténtico, vale o instrumento

privado reconocido legalmente, que pruebe una obligación morosa de pagar, logra

embargar bienes suficientes a su deudor para que le garanticen las posteriores resultas

del procedimiento.

La vía ejecutiva la consagra el legislador como uno de los procedimientos especiales

contenciosos y cuya especialidad, con respecto al juicio ordinario radica en que desde

que se inicia el juicio el acreedor tiene derecho al embargo y demás actos anticipados de

ejecución, con excepción del remate, para lo cual deberá esperarse la sentencia

definitivamente firme que decidirá si debe ultimarse o no la ejecución, tramitándose ésta

en cuaderno separado del expediente del juicio principal.


La Vía Ejecutiva constituye un procedimiento especial en el cual, por estar

sustentada la acción del demandante con instrumentos públicos y auténticos, se procede

a apremiar al demandado, embargando ejecutiva y no preventivamente sus bienes, para

que cumpla con la obligación que se le exige. Además es un procedimiento ejecutivo,

distinto al procedimiento ordinario, que se detiene después de realizado el embargo,

carteles, publicación y justiprecio, previa la citación del demandado para la contestación

a la demanda y demás actos procesales hasta tanto se profiera sentencia definitivamente

firme. La Naturaleza de la Vía Ejecutiva es la de un proceso sumario, en el cual hay un

adelantamiento de los trámites de la ejecución, exceptuando el remate, mediante el cual

se persigue la satisfacción de la obligación o del interés del demandante, debiendo

existir una deuda líquida con plazo cumplido, y en el cual sin que exista contradictorio,

se obtiene el decreto de embargo sobre bienes del deudor sin prestación de garantía

alguna. El artículo 630 CPC establece que los requisitos son: que se trate de una

obligación de pagar dinero, que la cantidad sea liquida o de plazo cumplido, que la

obligación consiste en documento público o instrumento reconocido por el deudor, que

estos documentos prueben de manera clara y cierta la obligación demandada. En cuanto

a las características de la vía ejecutiva, debe señalarse que debe iniciarse por un libelo

en el cual se debe indicar de manera expresa la voluntad de accionar la vía ejecutiva,

por ende se trata de un proceso contencioso, en el cual el ejecutado debe ser citado y

oído, con derecho a hacer la oposición respectiva y proponer las excepciones que a bien

tenga. Asimismo, se desarrolla paralelamente a la cuestión de fondo, por cuanto

admitida la demanda se ordena la apertura del cuaderno de ejecución, y en él se

adelantan y sustancian el embargo de bienes, la publicación de carteles, justiprecios,

fianzas para lograr la ejecución anticipada, por tanto las incidencias surgidas en el
expediente sobre la cuestión de fondo, nada tienen que ver con las actuaciones del

cuaderno separado de ejecución.

Entre las diferencias con el procedimiento ordinario tenemos que, en la vía ejecutiva,

desde la introducción de la demanda puede el demandante solicitar se decrete medida de

embargo ejecutiva sobre los bienes del deudor publicándose en los carteles y

efectuándose el avalúo correspondiente, en el juicio ordinario al introducirse la demanda

solo puede acordarse embargo preventivo de los bienes. En la vía ejecutiva requiere que

la demanda está fundamentada en el titulo ejecutivo público o auténtico y en el juicio

ordinario no, cualquier título sirve.

La preparación de la vía Ejecutiva se da cuando, el procedimiento se inicia por

solicitud ante cualquier juez del domicilio del deudor, o del lugar donde éste se

encuentre, el juez citará al deudor para que acuda a reconocer o desconocer la firma de

un documento privado, con la advertencia de que si no comparece el instrumento

quedará reconocido, podría utilizarse el emplazamiento por carteles, pero el deudor

deberá acudir por sí mismo, o por apoderados, pues un defensor ad litem no podrá

desconocer o reconocer la firma, puede acudir por el deudor un apoderado, pues no es

un acto reservado a la parte ni requiere facultad expresa, si la parte o su apoderado

reconocen expresamente el documento, no acuden, o no contestan afirmativa o

negativamente, quedará constituido el título ejecutivo, si el instrumento no fuere

reconocido, no podrá el acreedor pedir el cotejo en este procedimiento, sino que podrá

demandar el cumplimiento de la obligación en juicio ordinario, si fuera tachado de


falso, se seguirá el juicio correspondiente si el Tribunal fuere competente, y de no serlo,

se pasarán los autos al que lo sea.

Y el Tramite es el conjunto de pasos o la serie de acciones regulados por el Estado y

llevados a cabo por los usuarios para obtener un determinado producto, garantizar la

prestación adecuada de un servicio, el reconocimiento de un derecho, la regulación de

una actividad de especial interés para la sociedad o, la debida ejecución y control de

acciones propias de la función pública, con el propósito de facilitar el ejercicio de los

derechos ciudadanos.

Esquema del procedimiento


CONCLUSIÓN

La Vía Ejecutiva, conforme al artículo 630 del Código de Procedimiento Civil, es

un juicio especial mediante el cual un acreedor valiéndose de instrumento público o

auténtico, o instrumento privado reconocido legalmente, que pruebe una obligación

morosa de pagar, logra embargar bienes suficientes a su deudor para que le garanticen

las posteriores resultas del procedimiento.

La Vía Ejecutiva la consagra el legislador como uno de los procedimientos

especiales y cuya especialidad, con respecto al juicio ordinario radica en que desde que

se inicia el juicio el acreedor tiene derecho al embargo, con excepción del remate, para

lo cual deberá esperarse la sentencia definitivamente firme que decidirá si debe

ultimarse o no la ejecución, tramitándose ésta en cuaderno separado del expediente del

juicio principal.

Dicho en otras palabras, es un procedimiento ejecutivo paralelo al Procedimiento

ordinario, que se detiene después de decretar el embargo, carteles, publicación y

justiprecio, previa citación del demandado para la contestación de la demanda. Por lo

tanto, mantiene solicitud en cuanto a la secuela del litigio, en lo ateniente a las fases

alegatoria, probatoria y decisoria, con la diferencia de que en el libelo el actor debe

hacer mención expresa que ha tomado dicha vía para su reclamo.

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