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Hay una distinción fundamental a introducir entre lo que se llaman formas de “estado” y formas de
"gobierno". Si el estado es un ente político organizado en forma de régimen político , y si entre los cuatro
elementos que lo componen (pobIación, territorio, poder y gobierno) hay uno –el gobierno- que importa
una estructura de órganos que ejercen las funciones del poder,las formas de organización del estado
mismo, mientras lasformas de gobierno serán únicamente las formas de organización del elemento
gobierno.
Para mayor claridad, retomando las preguntas básicas que formulábamos entre los grandes temas de la
política al comienzo del libro, decimos que la pregunta ¿Quién manda?, y su correlativa
respuesta, se refieren a quiénes son los gobernantes y, por correspondencia con el terna, al modo de
organizar la compleja estructura que componen. En rigor, es la cuestión de las formas de gobìerno, que se
ocupa de los titulares del Poder, de sus funciones, de las relaciones entre ellos, etc.; a esos titulares ya
sabemos que se los denomina “órganos” del Poder.
En cambio, cuando otra pregunta se plantea ¿Cómo manda ?, el interrogante y su respuesta se hacen
cargo del modo como se ejerce el poder, quien quiera sea el titular de ese poder, y cualquiera que sea la
forma del gobierno. Y el modo de ejercer el poder es una cuestión de contenido o sustancial, que afecta al
modo de ser del estado mismo, o sea, a Ia forma del estado.
Para entender y conocer cómo se ejerce el poder, hay que poner en relación al elemento poder con otros
elementos del estado.
a) Cuando relacionamos el poder con el territorio o elemento geográfico, nos preguntamos cómo se ejerce
el poder en relación con el territorio y observamos que se puede ejercer en forma políticamente
centralizada o políticamente descentralizada, la forma centralizada es la forma de estado unitaria: el
estado es unitario porque su poder se ejerce políticamente centralizado en todo el territorio; la forma de
estado descentralizada es la forma de estado federal : el estado es federal porque su poder se ejerce
políticamente descentralizado con base territorial, o sea, hay pluralización de poder en las zonas
territoriales que componen ese estado federal.
b) Cuando relacionamos el poder con la población o elemento humano, nos preguntamos como se ejerce
el poder en relación con los hombres; y observamos que se puede ejercer reconociéndoles su dignidad,
libertad y derechos, o restringiéndolos severamente, o negándolos; el reconocimiento implica Ia forma de
estado democrática; la restricción implica la forma de estado totalitaria.
A veces se emplea en la literatura política la locución “formas politicas” para englobar en esa denominación a las formas de
estado y a las forma de gobierno. “Forma política”. no es igual, entonces ni a forma de estado ni a forma- de gobierno, sino que
más bien apunta a una noción más amplia que abarca a las formas de estado y de gobierno juntamente.
“Forma politica” es, en alguna medida. y según ciertos autores, una expresión equivalente a “régimen político” o a
“ sistema político", entendiendo por régimen y por sistema a la organización efectiva y real de la convivencia política
La forma política,el régimen político o el sistema político se exteriorizan en las formas
de estado y de gobierno, pero no se agotan en ellas, sino que, involucrándolas, las exceden.
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Con esto, ya tenemos cinco formas de estado:
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ción política
territorial)
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(reconoci-
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La ciencia política se ha ocupado de los totalitarismos a raíz de las formas contemporáneas con que aparecieron en este siglo.
El régimen soviético surgido de la Revolución Rusa de 1917, e imitado luego por estados que de un modo u otro han entrado en
su órbita de irradiación; el régimen nacionalsocialista, instaurado en el Tercer Reich Alemán ,por Hitler, y el régimen fascista de
Mussolini en Italia ofrecieron ámbito de estudio a la politología. Súmese a ello los autoritarismos de Portugal, España, Egipto,
etc., etc., y puede entonces comprenderse porque es fresca la investigación en estas formas de estado. No se trata de antigua
o anteriormente no hubieran existido; se etrata de una captación mucho mas reciente del fenómeno por parte del conocimiento
científico.
En la historia política se estudia el absolutismo político. Si bien dijimos que hay una cierta proximidad entre él y el totalitarismo,
cabe introducir con rigor científico algunas disparidades. Absolutismo significa ausencia de control sobre el gobernante, y
ausencia de responsabilidad del gobernante frente a la comunidad.
Puede ocurrir que el gobernante absoluto sea arbitrario, injusto o tiránico, como puede ser que ejerza el poder con moderación
y justicia. Eso dependerá de su voluntad, de como sea la circunstancia social, cultural y política en la que actúe, de que medios,
resortes y y posibilidades disponga,etc. Lo importante es entnder que ese "como sea" el gobernante, y que haga uso del poder,
será cuestión exclusivamente suya, exenta de control y responsabilidad: no habrá técnicas ni procedimientos para limitarlo o
para obligarlo a rendir cuentas de su ejercicio del poder.De igual modo, no debe perderse de vista que el poder que ejerce el
gobernante absoluto puede ser fuerte, intenso y activo, o débil ó reducido, eso también dependerá de ciertos factores que unas
líneas mas arriba hemos ejemplificado. Un gobernante absoluto puede, por eso, intervenir poco en la vida personal y social de
sus gobernados o intervenir mucho. Pero el quantum de intervención y las materias en las que interviene, quedan sujetas a su
propia decisión, sin control y sin responsabilidad.
Es claro que el absolutismo, por esa misma ausencia de técnicas que buscan el contralor y la rendición de cuentas del
gobernante, es proclive al totalitarismo, aunque no necesariamente desemboca en él.
En los estados antiguos, la ideología imperante ponía bajo poder del estado la totalidad dela mvida personal y social , en todos
sus aspectos y ámbitos, incluso el religioso y espiritual; el estado podía regular cualquier materia, y eso tanto en el caso de
gobiernos absolutos, cuanto en el caso de participación política de los ciudadanos ( como ocurría en la polis griega y en Roma).
En un cierto sentido, hay por ello un esquema totalitario, porque el estado "lo podía todo", a pesar de que "todo lo que podía"
hacer y hacía requiriera la intervención y la participación populares (como -lo decimos otra vez- acontecía
en la polis griega y en Roma). Pero también, y sobre todo en Grecia, el
concepto de que la plenitud de la vida del hombre se alcanzaba en el estado estaba mitigado por la idea de que el fin del estado
es el bien común, o sea, lograr la convivencia buena y virtuosa de los hombres.
Estos matices son interesantes para caracterizar la tipología contemporánea de la forma de estado totalitaria, con sus
similitudes y diferencias respecto de sus antecedentes históricos.
Existe una forma de parlamentarismo a la que los autores llaman parlamentarismo negativo, condicionado, frenado o
estrangulado. En este parlamentarismo se atenúa la dependencia que el gabinete tiene frente al parlamento, o se refuerza la
gravitación del jefe del estado con poderes políticos importantes. En tanto Gran Bretaña sigue siendo el tipo puro de
parlamentarismo, aproximándosele mucho Italia, se suele incluir en el parlamentarismo negativo, a las monarquías europeas
de Escandinavia, a Bélgica, Holanda, Alemania Occidental y Francia.
2) En el presidencialismo, esa relación íntima, entre el ejecutivo y el parlamento no existe. Tampoco hay
dualidad o división de jefaturas; al contrario: la jefatura de estado y la jefatura del ejecutivo son asumidas
por el presidente de la república. Quiere decir que en el presidencialismo siempre hay un presidente que
ejerce el poder ejecutivo, en tanto no siempre que hay presidente se da la forma presidencial (porque
puede haber presidente en una forma parlamentaria -por ej.: Italia). El presidencialismo no se caracteriza
entonces por la existencia de un presidente, sino por la función que este cumple, y la forma de relación
que tiene con el parlamento. Lo típico de esa forma de relación radica en que el presidente no necesita del
apoyo ni de la confianza del parlamento; es decir, no hace falta que al parlamento le guste lo que hace el
presidente. Por eso, el parlamento no puede censurarlo, y por eso el presidente no responde políticamente
ante el parlamento por lo que hace. El presidente gobierna, administra y ejecuta libremente. En el
presidencialismo puro, el presidente no tiene ministros (por ej.: Estados Unidos); en el presidencialismo hí-
brido o mixto,sí (por ej.: Argentina).
3) Hay una tercera forma de gobierno, que se llama colegiada, y que no corresponde incluir en ninguna de
las dos anteriores. El órgano o poder ejecutivo se puede formar (siempre con más de un individuo) delas
siguientes formas: a) un hombre y un grupo de homores; b) dos hombres; c) más de dos hombres; esta
última se Ilana "directorial" (por ej.: Suiza; Uruguay en la constitución de 1952; lia "Juntas y Triunviratos de
la historia política argentina posterior a 1810).
Las formas de gobierno -que resuelven la pregunta de ¿Quién manda?- dependen sobremanera de la
circunstancia histórica de cada comunidad y de cada estado. Es difícil preferir abstractamente una a otra,
precisamente porque todas y cualquiera son igualmente aptas cuando la situación empírica les permite
funcionar eficazmente. La valoración que de ellas hacemos no está intrínsecamente mligada, por eso, al
derecho natural o a la justicia, sino a la base sociológica y política que históricamente les sirve de apoyo.
A diferencia de las formas de estado --en las cuales el totalitarismo es intrínsecamente injusto y debe ser
repudiado-. las formas de gobierno ofrecen mayor neutralidad, y facilitan opciones que se resuelven más
que por un criterio de justicia, por un criterio de adaptación al contorno real de cada organización política.
Así como nosotros dijimos que eI estado en cuanto es persona jurídica actúa por medio de representantes, y que esos
representantes son los órganos o titulares del poder (gobernantes) que, al ejercerlo,imputan o .atribuyen al estado lo que
hacen, así la democracia popular imputa o atribuye al pueblo el ejercicio del .poder que está a cargo de los gobernantes, a
quienes por ficción considera representantes del pueblo.
A veces se ha sostenido que esa relación ficticia entre el pueblo y el gobierno representativo del pueblo,
es la del mandato. Otras mveces, se ha exaltado el valor. de la elección de los representantes por parte
del pueblo; de ahí que el sufragio tenga tarnbién un trasfondo ideológico de primer orden en la dogmática
de la democracia como forma de gobierno, porque a través del sufragio se supone que el pueblo elige a
sus representantes.
Cuando el electorado otorga al representante elegido por él instrucciones precisas sobre lo que debe
hacer en ejercicio del poder, se habla de un mandato imperativo u obligatorio, porque el gobernante a
quien se reputa representante del pueblo tendrá que sujetarse a las órdenes recibidas del pueblo.
Cuando el pueblo no otorga instrucciones precisas, y el representante puede actuar libremente en el
ejercicio del poder, sin obligación de atenerse a ninguna orden,. se habla de mandato libre.
En la teoría de la democracia como forma de gobierno, la de la democracia como gobierno del pueblo,
respira ideológicamente la pretensión de dar legitimidad al gobierno que se supone representante del
pueblo, y de conferir al pueblo participación activa en la política. "Régimen representativo" y "gobierno
representativo" se erigen, así, en símbolos imaginarios de una forma de gobierno
que doctrinariamente apoya su legitimidad y su justificación en la creencia de que el pueblo retiene para sí
el ejercicio del poder que delega en sus representantes.
La teoría de la democracia como forma de gobierno es susceptible de crítica científica. A.trávés de esta
crítica se llega a advertir que tal supuesta forma de gobierno no existe ni puede existir. Por eso, nosotros
hemos eliminado a la democracia de las formas de gobierno, y hemos estimado que es una forma de
estado.
Decimos que no existe ni puede existir porque sus tres supues-
tos son científicamente falsos:
a) El pueblo no puede gobernarse a sí mismo ; las funciones del poder no admiten el ejercicio multitu-
dinario por parte de todo el pueblo. En éste sentido, Jiménez de Aréchaga ha podido señalar que el
autogobierno del pueblo es una hipótesis de laboratorio. Empíricamente, jamás el pueblo ha gobernado en
ninguna parte ni en ninguna época.
b) El pueblo no es soberano; la nación tampoco. Sabiendo ya qué es la soberanía, no hace falta volver
sobre el asunto.
c) La representación política de todo el pueblo por parte de los gobernantes no existe ni puede existir,
porque para que un sujeto pueda ser representado, es imprescindible una cierta unidad en el mismo
sujeto representado, puede representar a un hombre, a una persona moral, a una persona jurídica, y hasta
a una pluralidad de hombres siempre que tengan un interés concreto y común en el que la pluralidad se
unifique; pero no se puede representar a un conglomerado heterogéneo y con intereses distintos y hasta
contrapuestos como es el pueblo.
Pueblo es un nombre colectivo que designa. a la totalidad de hombres que forman la población; el pueblo
no es persona moral ni jurídica, ni coincide en un concreto interés común. Luego, no es susceptible de
representación. A todo evento, si acaso lo fuera, tampoco habria necesidad alguna de utilizar la ficción de
la representación; las ficciones en el derecho sólo se legitiman cuando es imprescindible usar de ellas
para proteger un interés o derecho que de otro modo quedaría desprotegido (por ej.: suponer por ficción
que el concebido ya ha nacido, a efectos de que pueda adquirir una herencia). Pues bien, esta ficción de
la representación. sólo se torna imaginariamente necesaria si se parte dogmáticamente del supuesto a
priori de que el :pueblo debe gobemarse a sí mismo; de lo contrario, ninguna falta hace inventar que los
gobernantes representan al pueblo.
La forma republicana.
La forma republicana suele mencionarse con cierta autonomía entre las formas de gobierno. El término
"república" derivado de la voz latina compuesta por las palabras "res" y "publica" (cosa pública o de todos)
se usó por lo menos hasta Bodin como sinónimo de “estado". Después pasó a reservarse para connotar
una forma de gobierno. Y es así como Maquiavelo y Montesquieu han usado la palabra. Pues bien, la
forma republicana se caracteriza por una serie de elementos, que la doctrina suele describir a través de
las siguientes notas: a) división de poderes b) elección popular de los gobernantes c) periodicidad en el
ejercicio del gobierno d) publicidad de los actos del gobierno e) responsabilidad por esos mismos actos f)
igualdad de los individuos.
Sistematizando tales características, la república requiere el origen o la formación. de los órganos del
poder (gobernantes) a través de la elección por parte del pueblo; la renovación temporaria; el control
popular de la gestión gubemativa, que presupone el conocerla (publicidad) y el hacerla responsable.
2) El plebiscito se parece al referendum en cuanto también implica una consulta al cuerpo electoral, pero
no sobre un acto de índole normativa, sino sobre una cuestión política que es vital para el estado; por ej.:
la adhesión a un gobernante, la anexión o independencia de un territorio, el otorgamiento de ciertos
poderes al gobernante, etc.
3) La iniciativa popular consiste en acordar al cuerpo electoral, o a una fracción del mismo, la facultad de
proponer la sanción de una ley, su modificación o derogación. Reviste dos formas a) iniciativa con
formulación de un proyecto articulado; b) iniciativa sobre 'la materia de la ley, pero sin elaborar el pro-
yecto articulado.
4) La destitución popular,revocatoria o recall , es el procedimiento mediante el cual eL cuerpo electoral o
una fracción del mismo solicita someter a.consulta la permanencia de un gobernante en el ejercicio de su
función. Si el resultado final de la consulta arroja resultado contrario al desempeño de esa función por
parte del gobernante, éste cesa en su cargo.
5) La apelación de sentencias es el procedimiento mediante el cual se somete a votación del cuerpo
electoral una sentencia judicial que ha declarado la inconstitucionalidad de una norma.
Las formas semidireetas cobraron auge en el constitucionalismo de este siglo después de la primera postguerra. Actualmente,
ha decrecido mucho la euforia que despertaron y el prestigio de que estuvieron ideológicamente rodeadas.
B I B L I O G RA F I A
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