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EL PODER Y LOS SISTEMAS POLÍTICOS

Yeleny Pérez Velandia, Maryluz Sisa y Cesar Humberto Jaime Díaz

Resumen

La política como bien se sabe, es una ciencia de la gobernación de un Estado o nación, y

también un arte de negociación para conciliar intereses. Se trata de la forma de adecuación de un

gobierno frente a determinados temas sociales y económicos de interés público. Directamente

relacionado con la misma, están los sistemas políticos, como forma de gobierno que engloba las

instituciones políticas para gobernar una nación. En estos sistemas puede haber diferentes niveles

de organización en los cuales predominan algunas ideologías tales como el totalitarismo,

conservadurismo, socialismo, liberalismo, nacionalismo, anarquismo, entre otras por hacer

mención. El término política ha sido debatido y estudiado en diferentes ámbitos, dentro de los

cuales se ha llegado a considerar como una ciencia social, ya que de por sí se sabe que está

creada para el servicio de los seres humanos, los cuales se agrupan en sociedades, al no poder

vivir sin relacionarse con otros. Con la afirmación anterior, mencionando la necesidad del

hombre de mantener relaciones sociales, se puede analizar que, debido a esto, surge también su

necesidad de poder al pensar cómo se puede llevar a cabo esa interacción entre éste y su entorno.

Palabras clave

Política, Sistemas políticos, Relaciones sociales, Sociedad, Gobierno, Estado

Abstract

Policy, as is well known, is a science of the governance of a state or nation, and also an art

of negotiation to reconcile interests. It is the form of adaptation of a government to certain social


and economic issues of public interest. Directly related to it are the political systems, as a form

of government that encompasses the political institutions to govern a nation. In these systems

there may be different levels of organization in which some ideologies predominate such as

totalitarianism, conservatism, socialism, liberalism, nationalism, anarchism, among others to

mention. The term politics has been debated and studied in different spheres, within which it has

come to be considered as a social science, since in itself it is known that it is created for the

service of human beings, who are grouped into societies , by not being able to live without

relating to others. With the previous statement, mentioning the need of man to maintain social

relationships, it can be analyzed that, due to this, his need for power also arises when thinking

that interaction can be carried out how between him and his environment.

Keywords

Politics, Political systems, Social relations, society, government, state

1. Introducción

El ser humano en sus inicios comenzó a formarse en pequeños grupos llamados familias, la

reunión de esas familias fue conformando aldeas, las cuales, al ser cada vez más numerosas,

asentarse en un mismo lugar y obtener una evolución social, llegaron a ser lo que hoy se

denomina “Estado”, concepto que será muy relevante en el desarrollo de este artículo, al

relacionarlo con el hombre y, por lo tanto, con la política y los sistemas políticos. Si se analizan

los diferentes grupos humanos, desde los más primitivos hasta los mas desarrollados, se puede

comprobar las diferencias que hay entre los gobernantes y los gobernados, los que dan órdenes y

los que obedecen; diferencias que en la mayoría de casos son injustas1 (Gallo, 2011). La política
1
Gallo, G. (2011). ¿EL HOMBRE NECESITA DE LA POLÍTICA? Sitio de Gabriel E. Gallo sobre política y otras
cosas. https://gabogallo.wordpress.com/2011/01/25/%C2%BFel-hombre-necesita-de-la-politica/
a través de sus diferentes sistemas, es la que se encarga de regular y coordinar la vida social,

haciendo uso de la función de orden, defensa y justicia. Para lograr dicha función de orden

existen elementos esenciales como el poder y el derecho. De esta manera el poder político

aparece como una actividad necesaria y constructiva dirigida a mantener el orden y la

convivencia gobernada por ideales elevados, normas y estructuras que se transforman en el

devenir histórico.

2. La política y el poder

El ser humano al ser considerado como un ser social, está siempre inmerso en una variedad

de relaciones sociales, las cuales al ser más intensas generan afectaciones en ámbitos de la vida

humana, como la cultura, tecnología, economía, religión, ocio, etc2. Dichas afectaciones que

generan las relaciones sociales deben ser dirigidas u orientadas para lograr mantener un orden y

convivencia entre los que participan en ellas. Es por esto, que surge la política como una

actividad de gobierno de las relaciones sociales. Para desarrollar esta actividad es necesario que

se haga uso del término “poder” que no es más, que lograr la obediencia de otros. Una persona

tiene poder cuando logra que otros hagan o dejen de hacer lo que esta ordena; pero, no solo basta

con eso, sino también es necesario que esta persona transmita a los demás unas metas y modelos

de organización. Dicho en palabras de Deutsch,

«... el poder se puede concebir como el instrumento por el cual se obtienen todos los demás

valores, de la misma manera en que una red se emplea para atrapar peces. Para muchas personas,

el poder es también un valor en sí mismo; en realidad, para algunos es, a menudo, el premio

principal. Dado que el poder funciona a la vez como un medio y un fin, como red y como pez,

constituye un valor clave en la política»


2
Intermón, O. (2019). Desigualdad social: ejemplos de la vida cotidiana. Ingredientes que suman.
https://blog.oxfamintermon.org/desigualdad-social-ejemplos-en-la-vida-cotidiana/
La capacidad de obediencia por parte de otros se logra a través de las diferentes fuentes de

poder, que son: el poder coercitivo, en la cual se obtiene la capacidad de obediencia a través de

amenazas de privación e incluso la misma privación de la vida, integridad, libertad y demás por

medio del uso de la fuerza, un ejemplo de esta fuente de poder es la creación de monopolios en

una sociedad; el poder persuasivo, que “consiste en la capacidad de obtener obediencia mediante

la unificación de las preferencias y prioridades ajenas con las propias, convenciendo a los que

tienen que obedecer de la bondad, justicia o corrección de los objetivos o el modelo de orden

proyectado. La ideología es el instrumento de este tipo de poder” (Bouza, 1999)3, por ejemplo,

las iglesias o los partidos políticos; por último, el poder retributivo, que consiste en obtener la

obediencia mediante el establecimiento de una relación de intercambio, el que obedece lo hace a

cambio de recibir algo por parte de quien lo manda, es un tipo de relación de utilidad mutua. Este

tipo de poder se puede ver reflejado en las relaciones laborales entre empresario y empleado, al

prestar sus servicios y trabajo a cambio de un salario.

La política como actividad social, tiene el poder de decidir entre posibles opciones en

determinadas situaciones, en materia de objetivos, prioridades y modelo organizativo. Por esta

razón, en la política en muchas ocasiones se presentan conflictos o discrepancias, al existir

proyectos y opciones predominantes y a su vez subordinados.

3. El poder y la sociedad

El poder junto con la clase y el status, hacen parte de las tres categorías básicas para

analizar la desigualdad en las sociedades desarrolladas. La desigualdad es una condición por la

cual los individuos no tiene acceso igualitario a recursos de todo tipo, servicios y posiciones que
3
Bouza, L. (1999). Una teoría del poder y los sistemas políticos. Manual de ciencia política.
valora la sociedad. “La riqueza, el prestigio y la jerarquía social sitúan a los individuos y grupos

en posiciones relativas de superioridad e inferioridad” (Bouza, 1999)4. Cosa distinta sucede en

las sociedades premodernas, en las cuales el rango de los seres humanos depende de sus rasgos

biológicos, tales como edad, sexo, religión, posición del individuo en el interior del grupo, entre

otros. Esto sucede por la carencia de un poder político diferenciado, tanto estructural como

culturalmente, el poder nace del status que tiene cada individuo en el interior de su grupo social.

Es así como el poder político se relaciona de manera estrecha con el poder social, del cual se

deriva el control de diversos recursos como lo son la tierra y las riquezas por hacer mención.

Algunos autores afirman que, aunque en estas sociedades en ocasiones aparecen roles de jefe,

resultan siendo transitorios o temporales en la mayoría de sus casos, para situaciones o

acontecimientos específicos.

No obstante, al vivir en una sociedad cambiante y estratificada de un modo más complejo,

empieza a aparecer el poder político diferenciado cultural y estructuralmente, lo cual lo hace

relativamente estable. En el paso de sociedad premoderna a Estado, emerge un centro político,

que se caracteriza fundamentalmente en ser un poder que asume dos funciones propias; la

determinación de los objetivos globales del conjunto de la sociedad y la ordenación e integración

de la misma de acuerdo con criterios no adscriptivos o primordiales, de acuerdo con un modelo

de orden distinto al de la sociedad segmentada por grupos de linaje.

En el instante que surge el poder político diferenciado, los grupos con poder social dirigen o

enfocan sus intereses en posicionarse dentro de él para adquirir influencia sobre el mismo o

condicionar sus decisiones. La política empieza a tomar otro sentido, que va dirigido a gobernar

4
Bouza, L. (1999). Una teoría del poder y los sistemas políticos. Manual de ciencia política.
e influir de manera indirecta en el poder político, en el núcleo central de dirección y control de la

sociedad.

El poder político diferenciado en el sentido estructural, crea roles políticos estables y así

mismo nuevas estructuras como, la burocracia los ejércitos regulares, la recaudación de

impuestos, el sistema de administración de justicia y organizaciones estables para acceder al

poder a través de la consecución de apoyos.

El poder político diferenciado en el sentido cultural, contiene símbolos que definen y

justifican el poder político independizado de otras esferas de la cultura, como la religión y la

moral, dando paso de esta forma a los sistemas autónomos de creencias e ideas para legitimar el

poder.

Con la aparición del poder político diferenciado, se encuentra a su vez el concepto de

política en dos niveles que son; la política en sentido amplio, la cual gobierna las situaciones a

través del poder social. De este poder se deriva el control de diferentes recursos como

justificación de una sociedad estratificada de manera relativamente compleja, dichos recursos

son, las armas, la tierra, las fuentes de energía, la materia prima, el trabajo, el capital, la tradición

y la ideología, la religión, la educación, la propaganda y el conocimiento especializado, entre

otros. El control de estos recursos da lugar a un poder social que consigue darle la obediencia de

numerosos individuos o grupos a quien lo tenga. Por otro lado, está la política en sentido estricto,

que se deriva principalmente de la coerción y de las creencias de su legitimidad. Ésta se

caracteriza por desempeñar dos funciones específicas y exclusivas que son, la determinación de

metas y prioridades en le conjunto y el establecimiento y mantenimiento del orden en el mismo.

En este segundo nivel, el poder político busca acceder directamente al poder político como un

medio de influencia sobre éste.


4. El Estado como forma actual del poder político

El Estado es un concepto político referido a una forma de organización social, que cuenta

con instituciones soberanas, que regulan la vida de una cierta comunidad de individuos en el

marco de un territorio nacional. Modernamente, Carré de Malberg (1988)5 lo define como “una

comunidad humana, fijada sobre un territorio propio, que posee una organización que resulta

para ese grupo, en lo que respeta a las relaciones con sus miembros, una potencia suprema de

acción, de mando y coerción”.

El concepto de Estado, nace en Europa, en la Edad Moderna, y se ha ido instaurando como

una forma de organización política de las sociedades en un proceso que ha llegado hasta nuestros

días. La modernización abarca aquellos procesos de cambios sociales y políticos que comienzan

en Europa a partir del feudalismo y absolutismo, se extiende hasta América del Norte y Sur y, se

propaga por Oceanía y los continentes asiático y africano. Como resultado de dicho proceso de

modernización aparece una sociedad nacional moderna y organizada políticamente en forma de

Estado.

La sociedad moderna lleva como simiente un cambio social relativamente acelerado, en el

cual las estructuras y relaciones sociales basadas en costumbres y tradiciones son suplantadas por

otras que emanan de los mecanismos de mercado, la negociación, la especialización funcional, el

utilitarismo y la racionalidad instrumental. De ahí parte que la actividad económica se realiza en

el seno de las empresas, la socialización a través de las escuelas y medios de comunicación y la

atención sanitaria en una red de hospitales.

5
De Malberg, C. (1988). Guía de formación cívica- El Estado. Biblioteca Nacional de Chile. Recuperado 30 de
agosto de 2020, de https://www.bcn.cl/formacioncivica/detalle_guia?h=10221.3/45679
La sociedad moderna se centra en el cambio tecnológico, ya que éste, trae consigo

incremento de productividad y movilidad física, ocupacional y psíquica de la población. Sin

embargo, como se mencionó anteriormente, este proceso de cambio de sociedad acéfala a

moderna, derrumba la tradición y disgrega la antigua agrupación de status, trayendo con esto la

secularización cultural, el cambio de sistema de valores y el individualismo.

Dentro de este conjunto de cambios anteriormente mencionados, surge la demanda de la

sociedad por igualdad jurídica, social, y política de participación concreta de todos los grupos en

todas las esferas de la vida. Dichas esferas en el ámbito cultural, se diferencian entre sí y se

hacen autónomas, separándose así mismo de la religión, filosofía, ciencia y moralidad y haciendo

que surjan nuevos sistemas ideológicos para fundamentar el orden social y político. En el ámbito

político, la modernización se basa en la creación de un Estado que sea capaz de impulsar y

conducir el proceso de modernización social mediante la institucionalización de un régimen

político estable. No obstante, el proceso de modernización contiene dos requisitos fundamentales

que son, la existencia de un Estado y de la institucionalización de un régimen estable, sin los

cuales no sería posible un proceso de desarrollo político. El estado moderno es considerado una

nueva forma de poder político, de carácter territorial, que busca monopolizar el poder de

coerción y regulación a través de su institucionalización como poder soberano, mediante el

ordenamiento jurídico unitario e igualitario.

Es de resaltar, que en este tipo de Estado aparecen unas instituciones políticas centrales que

cumplen la función de despersonalizar y despatrimonializar el poder, estas instituciones son los

Parlamentos, los Gobiernos, la Administración Pública, el Ejército Nacional, la Hacienda Pública

y un sistema general y unificado de intercambios y resolución de conflictos. El proceso de

institucionalización trae consigo la transformación de éste en un foco de identidad en el que los


diferentes grupos sociales quieren participar o influir con el fin de determinar o condicionar sus

decisiones. De esta forma, es como el Estado moderno se encuentra con un problema que debe

resolver y es el de gobernar una sociedad tan cambiante sin perder su estabilidad, en pocas

palabras, debe buscar ese cambio de una manera organizada.

El orden y el desarrollo, constituyen entonces los objetivos y problemáticas principales con

los que se encuentra el Estado moderno y, aunque el desarrollo se considera algo universal

comienza a emerger un nuevo orden, en el que el poder político será distinto al actual.

Con la aparición del Estado, se hacen visibles o se crean también los roles especializados de

dirección y sistemas de legitimación seculares, que son distintos de los tradicionales de carácter

tribal y religioso. La política pasa a ser interpretada a través de modelos organísmicos o

cibernéticos. Estos modelos cuentan con un centro autónomo de dirección y articulación del

conjunto del sistema, con objetivos y estructuras propios y pueden llegar a autotransformarse.

Analizando más detalladamente el poder estatal, se concluye que desde su aparición ha

intentado definir diversas funciones o modos recurrentes de actividad típicos del poder político.

Desde la teoría de Montesquieu hasta la de Almond y Coleman han intentado clasificar y

tipificar las actividades del poder político. Dichas clasificaciones buscan identificar la variedad

de funciones desempeñadas por estructuras especializadas, aunque al final concluyen que son las

mismas funciones realizadas por un Estado, solo que en algunos casos varían las estructuras. La

identificación de las funciones universales mencionadas anteriormente permite crear una

comparación entre los diversos sistemas y evaluar su funcionalidad o disfuncionalidad en unas

estructuras concretas.
Haciendo enfoque en las funciones del poder político, se podría precisar en las operaciones

típicas del poder que son:

Actividad de dirección suprema de la sociedad, la cual determina la orientación política, que

se enfoca en la definición de situaciones, establecimiento de objetivos societales y estrategias

pertinentes, la defensa tanto interior como exterior y el establecimiento de normas generales y

superiores de la sociedad.

Actividad de ordenación e integración de la sociedad, que a su vez se divide en: actividad

administrativa, que se encarga de ejecutar las normas y decisiones generales, proporcionar

servicios públicos a la población y extraer recursos materiales y humanos necesarios para el

funcionamiento del poder político; actividad judicial, con la cual se confiere el derecho

preferente a los intereses conflictivos en los casos concretos y, por último, la actividad político-

partidista, en la cual los diferentes grupos determinan sus proyectos, estrategias y tácticas;

gestionan apoyo para los mismos y realizan reclutamiento de titulares de cargos públicos

La realización de esas funciones u operaciones, son compartidas y realizadas por diversas

instituciones; por ejemplo, la actividad administrativa es realizada por órganos de dirección de

los partidos, medios de comunicación social, Gobiernos y en algunos casos los electores; la

actividad político-partidista la realizan los Parlamentos, los Gobiernos y determinados Órganos

de administración.

5. El poder político como sistema

La concepción de poder político como sistema, como tal, empezó a darse en Norteamérica a

partir de la Segunda Guerra Mundial, influyendo en esto la Teoría de los sistemas generales,

desde allí dicha teoría es concebida en los diversos enfoques de la ciencia política y en general.
Como bien lo dice la Teoría de Sistemas de Bertalanffy, un sistema es un conjunto de

elementos que interactúan entre sí, con el fin de lograr un objetivo, no pueden estar estos

elementos aislados o cada uno actuar por su parte, pues rompería la lógica sistémica. Analizando

de esta manera un Sistema Político y basados en los diversos puntos de vista que propone Easton

sobre esto se puede afirmar que los sistemas políticos son medios para resolver diferencias, son

también una serie de interacciones por medio de las cuales las demandas son procesadas y

transformadas en productos y, el medio a través del cual se movilizan y orientan los recursos y

energías de la sociedad hacia la consecución de objetivos.

Easton afirmaba que, si el sistema se veía incapacitado para adoptar decisiones, o las

mismas no son aceptadas por la sociedad, no podría persistir y sería sustituido por otro. Mediante

los mecanismos de retroalimentación que genera un sistema, la autoridad del mismo podría notar

las afectaciones o efectos que generan sus acciones y decisiones, para así, actuar de manera

coherente y no al azar.

Por otro lado, se podría deducir que la Teoría de Sistemas aun sigue vigente, es más,

muchas políticas públicas la toman de referente para su aplicación.

Llevando más a estudio los sistemas políticos como tal, se sabe que están compuestos por

elementos y relaciones entre ellos y el medio ambiente. La determinación de sus componentes y

límites constituye dos problemáticas que serán explicadas a continuación. Ante un sistema

político cabe adoptar diversas posiciones que pueden estar entre dos polos extremos, uno

restrictivo y otro extensivo. La posición restrictiva considera única y exclusivamente a las

instituciones estatales y autoridades que las integran, como elementos del sistema político. Desde

esa perspectiva, solo se podría entender un tipo de cambio político emprendido por las

autoridades y mediante reformas, pero sin percibir el sentido global de éste y las causas
extrainstitucionales. Por otra parte, la posición extensiva, identifica como político todo el ámbito

de la sociedad, con riesgo de quedarse sin objeto al no contener límites. Con ello se vuelve a

reducir indebidamente el ámbito de lo político al poder coercitivo o a las situaciones conflictivas,

no teniendo en cuenta el poder no coercitivo y las situaciones de reconciliación y cooperación.

Tomando partes positivas de cada una de estas posiciones se podría lograr una posición correcta

y neutra en cuanto a los elementos de un sistema político.

Los sistemas políticos están constituidos por tres unidades: la sociedad, la élite política y el

gobierno. El gobierno es considerado como la unidad mínima del sistema, está constituido por un

conjunto de personas en un país, que asumen la responsabilidad ejecutiva de dirección y control

de la sociedad. La sociedad, es el agrupamiento social más extenso, sobre el que se ejerce el

poder político, dicha sociedad está conformada por elementos estructurales y culturales. Los

estructurales consisten en grupos, diferenciados por su mayor o menor grado de organización y

acción colectiva y los culturales, consisten en el conjunto de valores, ideologías, creencias e

intereses que motivan el comportamiento de los individuos. La élite política, esta conformada

por un grupo pequeño de individuos que “….cuentan con posibilidad de acceso al Gobierno y su

función mediadora entre aquél y la sociedad, traduciendo las aspiraciones y deseos sociales en

demandas y proyectos y ejecutando las decisiones de gobierno…..” (Bouza,1999)6. La élite

política es reconocida por su ocupación e influencia en el Gobierno y el acceso al Gobierno es el

resultado del poder que cada grupo o individuo posee.

La élite política actúa en diversas estructuras, que pueden ser clasificadas en: primarias,

secundarias y terciarias. Las estructuras primarias son las legislaturas, Administraciones Públicas

y Judicaturas, a través de las cuales se efectúan actividades de adopción y ejecución de

6
Bouza, L. (1999). Una teoría del poder y los sistemas políticos. Manual de ciencia política.
decisiones de gobierno. Las actividades secundarias son los movimientos y partidos políticos,

grupos religiosos y étnicos, medios de comunicación y centros de investigación y estudios. Las

estructuras terciarias están formadas por diferentes grupos de interés y presión, como sindicatos,

organizaciones, grupos empresariales, profesionales y culturales.

La estructura en sí de la élite política varía según el sistema, según cada tipo de sistema

concreto. No es lo mismo la composición de una élite de un sistema autoritario que la de un

sistema democrático. Estos cambios en la élite política se deben a un cambio en el sistema y

pueden resultar siendo tan solo un relevo de autoridades gubernamentales. La élite política debe

contemplar la posible presencia de una Contraélite, sin acceso al poder, pero con la capacidad de

canalizar todo el descontento y violencia política dirigiéndolos hacia un nuevo sistema.

El Gobierno, puede asumir diversos tipos de valores u objetivos centrales dependiendo del

sistema en el cual se encuentre; algunos ejemplos de ello son: en un sistema comunista, cuyo

objetivo central es la revolución, la realización de una transformación radical igualitaria de la

sociedad a la que subordinan todos los demás objetivos. En un sistema autoritario y conservador,

el objetivo central sería la salvación nacional, mantenimiento de la unidad y orden de la sociedad

y así impidiendo su destrucción o transformación. En un sistema democrático, el objetivo central

sería la realización de la voluntad popular, manteniendo de esta forma la apertura del sistema, la

cual resulta ser la voluntad mayoritaria de la población. Con lo mencionado anteriormente, se

puede concluir que el gobierno debe contar o gozar de esa flexibilidad que le permita adaptar sus

objetivos centrales al tipo de sistema en el que se desempeñe, lo cual resulta ser algo positivo, si

se aplica de la forma correcta.

En otro contexto, el Gobierno puede mantener diversas relaciones de estructura con la élite

política. En primer lugar, se encuentra la estructura de adopción de decisiones, que puede


encontrarse centralizada o descentralizada, personalizada o institucionalizada. En segundo lugar,

se encuentra la estructura de influencia y control, que estratifica a la élite política en diversos

grupos, dependiendo su grado de influencia y control sobre el Gobierno.

Cada sistema político tiene una estructura determinada, según como se articulen las

relaciones entre la sociedad, la élite política y el Gobierno. Dichas relaciones adquieren sentido

por medio de unos principios de legitimación, finales o instrumentales. Según cuáles sean estas

relaciones estructurales y los valores que las legitiman, se puede elaborar una clasificación de

diversos tipos de sistemas, las cuales se estudiarán a continuación:

En un punto de vista dinámico, el sistema político posee un flujo constante de interacción

entre sus tres unidades, un proceso político mediante el cual se forman expectativas y demandas

sociales, que pueden ser transmitidas y transformadas en proyectos, estrategias y tácticas por la

élite y convertidas en decisiones y acciones por el Gobierno y aquella. El flujo de interacción

entre las unidades de los sistemas es a su vez un flujo de información y coerción en el que cada

secuencia influye en la otra por medio de los mecanismos de retroalimentación.

El proceso político permite el funcionamiento normal de los sistemas siguiendo esta

secuencia:

Expresión de inputs: demandas y apoyos por parte de los grupos sociales a través de sus

élites. Formulación de acciones por parte de la élite política. Adopción de decisiones por parte de

las instituciones. Realización de acciones por parte de la élite política y la Administración

pública. Producción de resultados en la vida social. Producción de efectos sobre el estado del

sistema, a través de cambios en el flujo de inputs, e interpretación de los efectos, mediante

mecanismos de feedback o realimentación por parte de la élite política y el gobierno. Cabe


resaltar, que el proceso de funcionamiento de los sistemas políticos va orientado a la realización

de los objetivos de orden y desarrollo.

La estructura de un sistema político también se define por las relaciones entre sus

componentes; según como se conformen estas relaciones, aparecen diferentes tipos de sistemas.

En primer lugar, el tipo de autoridad, que puede ser jerárquica o autocrática. La autoridad

jerárquica nace de la cúspide del poder, desciende de arriba hacia abajo. “La concepción del

orden operante en este tipo de autoridad es la de que la unidad política de la sociedad es fruto del

poder incontestado que emana de la cúspide del Gobierno” (Bouza, 1999)7. La autoridad

participativa funciona de abajo a arriba, mediante la elección y representación, “El poder es fruto

de la representación del máximo posible de voluntades y del acuerdo sobre un mínimo común de

principios y procedimientos de gobierno” (Bouza,1999)8.

En otro ámbito, hablando de los elementos culturales de un sistema político, se entiende que

estos están constituidos valores o principios de legitimación, que pueden tener carácter sacro o

secular, y se dividen en últimos o finales e inmediatos o instrumentales. Según estas

dimensiones, se pueden definir o denotar diversos tipos de sistemas políticos.

Los valores últimos de carácter sacro constituyen una «religión política» en la que se

sacraliza la colectividad, a la cual se dota de finalidades propias y antagónicas de las de los

individuos y grupos sociales.

Los valores últimos orientan la dirección de la vida social hacia el beneficio de la

colectividad, tal como es definido desde el sistema político por el grupo dirigente. El conjunto de

la vida social debe someterse a la disciplina derivada de la realización de dicho beneficio

7
Bouza, L. (1999). Una teoría del poder y los sistemas políticos. Manual de ciencia política.
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Bouza, L. (1999). Una teoría del poder y los sistemas políticos. Manual de ciencia política.
colectivo. Lo que caracteriza este tipo de valores, es que hay un flujo de información entre el

gobierno y la sociedad para definir metas de orientación del gobierno.

Los valores últimos de carácter secular definen a los individuos y grupos como sujetos de la

racionalidad y capaces de conocer sus intereses reales. Los valores colectivos solamente pueden

resultar de la suma de los valores e intereses de los individuos y grupos.

Analizando el punto de vista empírico inductivo se observa que los sistemas se clasifican de

la siguiente manera: Democrático y Autocrático, que comprende el totalitario (comunista,

nacionalista y fundamentalista), autoritario (conservador y populista) y monarquías tradicionales.

Según Bouza, “el sistema totalitario, se caracteriza por la existencia de unos valores últimos

de carácter sagrado que definen una «religión política». Esta puede ser el comunismo o el

nacionalismo, y a su difusión y realización se consagra todo el sistema político. La autoridad es

jerárquica y orientada a la modelación de todas las esferas de la vida social, desde la moralidad

individual hasta la economía o la cultura”9 Su principal instrumento es el partido único como

aparato para tomar el poder y dirigir la sociedad al servicio de los valores La diferencia de

valores entre el comunismo y el nacionalismo fascista o nazi reside en que los primeros

pretenden realizar una revolución social que, mediante la socialización de los medios de

producción, haga desaparecer las clases sociales y establezca una sociedad igualitaria, sin clases

y sin Estado. Por el contrario, los fascistas y nazis, pretenden fundir o unificar los intereses de las

clases sociales en la suprema unidad del Estado, como representante de los intereses superiores

de la nación, a través del intervencionismo y el corporativismo.

9
Bouza, L. (1999). Una teoría del poder y los sistemas políticos. Manual de ciencia política.
Menciona Bouza que “el sistema autoritario, a diferencia del anterior, carece de una religión

política, se limita al control del poder, sin pretender dominar todas las esferas de la vida social.

La autoridad es jerárquica y generalmente muy personalizada debido a que la estructura básica

de poder, el partido único, si existe, está poco estructurada”10 La ideología que legitima el

sistema es el nacionalismo, que puede ser conservador o populista, según que pretenda el

mantenimiento del orden social o la modernización.

Para finalizar, el sistema democrático, es caracterizado por su autoridad participativa y

existencia de un único valor último, que consiste en la realización de la voluntad popular. En este

sistema lo más importante es el mantenimiento del sistema de autoridad, pluralista y

participativo, “……sin el mantenimiento de un poder político reversible y limitado, que se pueda

perder por voluntad de la mayoría del pueblo, no es posible alcanzar el mínimo de consenso

necesario para mantener un sistema basado en la discrepancia política….” (Bouza,1999)11.

Conclusiones

La sociedad es una construcción que se fue creando a través de la historia, con diferentes

tipos de asociaciones que luego, fueron conformando los Estados. Al ser una necesidad de la

especie humana relacionarse, se hace indispensable el uso de la política para regular el orden y

direccionamiento de la sociedad según unos parámetros determinados. La sociedad es

indispensable e incluso obligatoria para la existencia de la política, así como de los diferentes

sistemas políticos.

Los sistemas políticos principalmente se basan en valores, principios e ideologías que hacen

que se tipifiquen de diversas maneras, cada una de las cuales cuenta con características

10
Bouza, L. (1999). Una teoría del poder y los sistemas políticos. Manual de ciencia política.
11
Bouza, L. (1999). Una teoría del poder y los sistemas políticos. Manual de ciencia política.
particulares que hacen que éstos funcionen correctamente. Los individuos deberían gozar de la

decisión de escoger a qué clase de sistema político desean pertenecer.

El Estado debe debe ser flexible ante los diferentes tipos de sistemas políticos que existen,

para así adaptar sus objetivos centrales en concordancia con la ideología del sistema en el que se

encuentra.

El sistema democrático es el más aceptado por los individuos, ya que busca intereses

populares, más no particulares y enfoca sus valores en planteamiento y logro de metas de

orientación, dirección y control. Es importante cuidar el valor participativo con el que cuenta el

sistema para que éste pueda seguir funcionando de manera óptima.

Recomendaciones

El sistema democrático debería ser aplicado en toda su plenitud, ya que lo que éste busca es

salvaguardar la integridad y los derechos humanos de cada individuo y de éstos en colectividad.

Este sistema protege a los individuos de regímenes con un solo líder, previniendo la autocracia.

En pocas palabras, al ser el poder del pueblo, debe demostrarse como tal que el mismo tiene

poder sobre quienes elige y no como sucede en la actualidad, que los elegidos se apoderan de

todos los recursos públicos y no cumplen con sus programas.

La desigualdad social es una falencia que se ha presentado desde muchos años atrás, sin

embargo, cada país puede luchar contra ella, creando más programas de inclusión en favor de las

personas que se encuentran en el eslabón más bajo de riqueza. Se podría decir que, casi es una

obligación del Estado el estar al tanto de toda su población en general y luchar por que a ninguna

persona le falten los recursos mínimos para sobrevivir.


El hombre debe hacer un buen uso de la política en sus relaciones sociales, pero, no debe

crear vicios en la misma, buscando beneficios propios. Cuando logra que las demás personas le

obedezcan, debe hacer en función de el bien común y no el propio, como se ve en la mayoría de

gobernantes.

Referencias bibliográficas

Bouza-Brey, Luis; Aguilera, Cesáreo; Antón, Joan et al; (1999) Manual de Ciencia Política.

Segunda edición. Pág. 33-80

De Malberg, Carré (1988) Guía de Formación Cívica. Biblioteca del Congreso Nacional de Chile

https://www.bcn.cl/formacioncivica/detalle_guia?h=10221.3/45679

Gallo Gabriel (2011) ¿El hombre necesita de la política? Sitio Web Política y otras cosas.

https://gabogallo.wordpress.com/2011/01/25/%C2%BFel-hombre-necesita-de-la-politica/

Intermón, Oxfam (2019) Desigualdad social: ejemplos en la vida cotidiana.

https://blog.oxfamintermon.org/desigualdad-social-ejemplos-en-la-vida-cotidiana/

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