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Ciencia, Cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza.

El planteo general de la autora gira en torno al problema de la objetividad en el marco de la


investigación académica con perspectiva feminista. Por un lado, Haraway afirma que los
construccionistas sociales dejan en claro que las ideologías oficiales sobre la objetividad y el
método científico son malos mentores a la hora de entender la manera en que el conocimiento
científico es puesto en práctica en la realidad.
Uno de los planteos del feminismo, gira en torno a la necesidad de elaborar una mejor
descripción del mundo, ya que no alcanza con mostrar la contingencia histórica radical, y los
modos de construcción. Bajo esta perspectiva, el feminismo apuesta por un proyecto de
ciencia sucesor que ofrezca una versión más adecuada, rica y mejor del mundo, y que permita
la formulación de reflexiones críticas en relación a las diferentes desigualdades y la opresión
que configuran todas las estructuras sociales.
El verdadero problema consiste en lograr una versión de la contingencia histórica radical que
sea válida para todas las afirmaciones del conocimiento y los sujetos conocedores (necesidad
de un proyecto de ciencia del sucesor e insistencia posmoderna en la diferencia irreductible y
en la multiplicidad radical de los conocimientos locales).
Para Haraway, es importante luchar por una doctrina y una práctica de la objetividad que
favorezca la contestación, la deconstrucción, la construcción, las conexiones entrelazadas y
las maneras de transformar los sistema del conocimiento.
El principal aporte de Haraway es la crítica radical al concepto de objetividad establecido en
las ciencias. En su texto, ella no niega la necesidad de una objetividad, pero sí señala la
necesidad de deconstruir en función de los planteos realizados por la perspectiva feminista.

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