Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
net/publication/27585238
Ciencia y feminismo
CITATIONS READS
0 2,148
1 author:
Elena Casado
Complutense University of Madrid
33 PUBLICATIONS 202 CITATIONS
SEE PROFILE
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
Hacer aprendiendo, aprender haciendo (II): comunidades de aprendizaje-servicio en torno a los malestares de género en la Universidad
(Acompañamiento al acoso sexual y agresiones sexuales). View project
Los circuitos de la vergüenza. Sociabilidad y vulnerabilidad en las relaciones de intimidad View project
All content following this page was uploaded by Elena Casado on 26 May 2014.
vigentes de la investigación científica». Sin embar- radas estas formas del orden de género por las
go, algo aparentemente tan sencillo e inocente con- divisiones concretas del trabajo en función del
lleva un paradójico cuestionamiento del empiris- género, la clase social y la raza» (p. 72). En ese
mo. Así, las feministas empiristas subvierten el marco, repasa los diferentes enfoques críticos e
empirismo fundamentalmente en tres aspectos: en interpretaciones del androcentrismo en biología y
primer lugar, la identidad del sujeto deja de ser irre- en las ciencias sociales (Milíman y Kanter,
levante en la búsqueda del conocimiento científico; Longino y Doelí, Haraway) y las imágenes históri-
en segundo lugar, la omnipotencia de las normas cas y contemporáneas de la ciencia moderna a par-
metodológicas y sociológicas pierde vigor, y, en tir de la consideración de las diferentes teorías
tercer lugar, se recupera la relación entre ciencia y sobre la construcción social de la sexualidad
política al defender que una política emancipadora humana (Rubin, Cucchiari, Chodorw, Dinnerstein
puede aumentar la objetividad de la ciencia. La y Flax). Su conclusión, similar a la de Pee, es que
duda que se puede plantear a la argumentación de incluso la posición «menos amenazadora» para la
Harding es si todas y cada una de ellas son conse- ciencia, la discriminación positiva, «requiere la
cuencias directas de la práctica empirista feminista reducción radical del estereotipo de género, de la
o interpretaciones mediadas por la construcción de división del trabajo según el género y de lafragi-
una historia coherente de las relaciones entre femi- lidad defensiva de la identidad masculina —y,
nismo y ciencia. quizá, la completa eliminación del género y, en
Las epistemologías feministas del punto de vista, consecuencia, de la estratificación de género en
por su parte, pretenden recoger precisamente esas las sociedades que producen ciencia» (p. 95).
paradojas y fundamentar en ellas su posícion. Así, a pesar de su innegable herencia del mar-
Herederas de Hegel, Marx, Engels y Lukács, defien- xismo y su utilización de los significantes del psi-
den la superioridad del conocimiento de los subyu- coanálisis, después de comentar las epistemologías
gados sobre el conocimiento del «amo», siempre feministas del punto de vista representadas por «la
parcial y perverso. Pero, y aquí está la novedad de unidad de la mano, el cerebro y el corazón» carac-
Ciencia y feminismo con respecto a las compilacio- terística del trabajo artesano de Rose, la actividad
nes anteriores de Harding, también las epistemologí- sometida de las mujeres de Hartsock y el «retorno
as del punto de vista se encuentran con paradojas de lo reprimido de Flax, concluye el capítulo VI
imposibles. Representante de esas epistemologías, con la afirmación de que «El feminismo liberal, el
en esta ocasión Harding, tras leer, como ella misma feminismo marxista y, quizá incluso, las ramas más
comenta, a Haraway y a otras autoras escépticas ante doctrinarias de los feminismos radical y socialista
enunciados universales, se mueve en una inestable e de mitad de los años setenta carecen de unos
interesante cuerda floja. Las cuestiones postmoder- esquemas conceptuales lo bastante ricos y flexibles
nas sobre los sujetos fragmentarios, la unidad de la pa-a captar la adaptabilidad histórica y cultural
ciencia, la deconstrucción de las «esencias», se de la dominación masculina, ni sus capacidades
dejan sentir en esta nueva publicación, al menos camaleónicas para prosperar dentro de otras
como tales problemas, y le hacen revisar algunos de jerarquías culturales, como el clasismo y el racis-
los presupuestos fundamentales de su posición ante- mo» (p. 139). La pregunta que queda en el aire es
rior, aunque sin alcanzar la radicalidad en el ejerci- si debemos buscar un nuevo marco conceptual
cio reflexivo característica del cyborg y de otras capaz de hacerlo o si debemos renunciar a él. Sus
visualizaciones postmodernas similares. respuestas se mueven en ambas direcciones, avan-
Pero, además, las conflictivas relaciones entre zando lentamente, como si con su marcha hacia
ciencia y género se manifiestan también en la delante y hacia atrás no quisiera dejarse a ningún
estructura social de la ciencia y en su historia. El lector incrédulo por el camino.
análisis de los cambios en la división del trabajo y Como colofón avanza tres ideas analíticas posi-
de la integración de las relaciones sociales de la bles para construir ese marco de referencia y, de
ciencia con las relaciones sociales en general nuevo, es una tríada de lo simbólico, lo estructural
introduce «una dosis de realismo en elfantástico y y lo individual. En el primer nivel sitúa las catego-
peligroso cuadro del genio aislado que suelen pre- rías de oposición, que recoge de Haraway, pero a
sentar las corrientes dominantes en la historia y la las que dota de un contenido psicoanalítico en tanto
filosofía de la ciencia. Y trata de alertamos para que «retorno de lo reprimido», revelación de lo
que no entendamos el género como simple carac- oculto, en una aproximación, un tanto superficial,
terística de los individuos y de sus conductas ni más cercana a Flax que a los fundamentos políticos
como una forma de organizar los significados de Haraway. En el segundo nivel, el estructural,
sociales —como totemismo de género—, y tengamos coloca la división del trabajo, en tanto que oposi-
también en cuenta cómo configuran y son configu- ción entre compiladores y ejecutores. La herencia
181
marxista aquí es evidente al defender la idea de que ría y la actividad científicas y epistemológicas
la base material genera unas relaciones sociales que hace menos importantes, menos fundamentales la
sustentan unos determinados estilos cognitivos. Por ciencia y la epistemología de lo que eran en la
último, otra idea para la reconstrucción de un visión del mundo de la Ilustración. De nuevo aquí,
marco analítico apropiado se sitúa en el nivel de lo el feminismo hace su propia aportación importan-
individual; se trata de los procesos evolutivos, de la te al postmodernismo; en este caso, a nuestra com-
aculturación infantil que produce la adhesión a prensión de que la filosofía centrada en la episte-
unas formas de identidad u otras. Estas tres suge- mología y, podemos añadir la racionalización
rencias se defienden en el contexto de las ideas centrada en la ciencia no constituyen sino un epi-
básicas de las epistemologías del punto de vista y sodio de tres siglos en la historia del pensamiento
de la afirmación de la relación existente, aunque occidental» (p. 217).
oscurecida por la sacralización, y necesaria entre Al contrario que en la novela negra, donde cono-
ciencta y política: «En las disertaciones morales y cer el desenlace puede desanimar la lectura com-
políticas encontraremos los paradigmas del dis- pleta, en este caso el final es lo más abierto y suge-
curso racional y no en los razonamientos cient(fi- rente del libro y el proceso por el que Harding
cos que afirman haber prescindido de la moral y la alcanza esta conclusión, paradójica incluso con
política» (p. 216). algunas de las ideas expuestas en los capítulos pre-
No se le escapa, sin embargo, la conclusión radi- vios, es uno de los mayores alicientes para ojear las
cal a la que le conduce este postulado y que, en un páginas de este libro. Sin duda, una excelente com-
nuevo vaivén, le acerca a las ideas postmodernas a pilación de las epistemologías feministas y de las
las que no se adhiere explícitamente. Y así, en las críticas al velo mixtificador de la ciencia; una cien-
últimas páginas leemos algo que se ha estado tra- cia que, definitivamente, está perdiendo las mayús-
mando a lo largo de todo el libro y que nos des- culas a manos de pensadores postcoloniales, femi-
pierta el interés por los próximos desarrollos de la nisías y sociólogos de la ciencia.
crítica feminista a la ciencia: «Esta afirmación de
la prioridad de la moral y la política sobre la teo- Elena Casado Aparicio
View publication stats