Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
S.T. Abby
1 The Risk
2 Sidetracked
3 Scarlet Angel
4 All the Lies
5 Paint It All Red
NOTA
Los autores (as) y editoriales también están en Wattpad.
Algunas autoras ya han descubierto los foros que traducen sus libros
ya que algunos lectores los suben al Wattpad, y piden en sus páginas
de Facebook y grupos de fans las direcciones de los blogs de descarga,
grupos y foros.
Para entender a los monstruos del mundo, tienes que meterte en sus
cabezas. Es un lugar peligroso, especialmente cuando empiezas a sentir
empatía y pierdes tu propio sentido de la moralidad.
**Gráfico
**Contenido sexual
**Lenguaje
ÍNDICE
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Sobre la autora
ALL THE LIES
Esto es para aquellos quienes perdieron su voz. Esto es para
aquellos quienes desean poder ser Lana Myers. Esto para aquellas
personas que aún murmuran.
Chuck Cosby
Nathan Malone
Jeremy Hoyt
Ben Harris
Tyler Shane
Lawrence Martin
Kenneth Ferguson
Anthony Smith
Kevin Taylor
Morgan Jones
Los gobiernos necesitan tener pastores y carniceros
—Voltaire
Mi lista puede haber crecido, pero los nombres están bajando con
rapidez. Es casi el tiempo de correr a toda velocidad hacia la línea
de meta; es el momento de que ellos mueran por las manos de
una chica muerta quien olvidó como ser débil.
LOGAN
—Un par de días más tarde, sus hijos estaban caminando a casa y
Victoria se detuvo. Yo estaba a su lado cuando su teléfono sonó.
Kyle llamó a Victoria, diciéndole que podría hacerla entrar para
ver el cuerpo de su padre, ya que le dijeron que no podían
liberarlo. El alguacil dijo que no tenían dieciocho años y ya que no
había nadie con la edad suficiente para reclamar el cuerpo, la
ciudad tenía el derecho de disponer de él. Me encargué de eso más
tarde, demasiado tarde.
—Victoria salió con Kyle, dándole a ese chico más de ella misma
de lo que debería. No estaba muy contento cuando rompieron,
pero no mostro su demonio enseguida. Era manipulador y
calculador. Solo salieron por unos pocos meses, uno de los pocos
novios que había tenido. Su padre trató de hacerla entrar en razón
cuando escuchó como Kyle hablaba mal de ella. Nunca dijo
porque rompió con Kyle, pero nunca le dio una razón para
desconfiar. No hasta esa noche.
—Una y otra y otra vez —gruñe, sus lágrimas cayendo con rabia—.
No se detuvieron. Esas criaturas tiradas en esa calle por horas,
sangrando y gritando por ayuda y ninguna llegó, pero eso no es ni
siquiera lo peor.
—Entonces Marcus los condujo fuera del pueblo para tener una
oportunidad de sobrevivir —digo en una silenciosa respiración—,
porque el alguacil es dueño de todo en el condado de Delaney.
—Kyle era un monstruo esperando ser liberado. Una vez que ese
tipo de maldad escapa de su caja, no vuelve a entrar.
Estoy totalmente de acuerdo con ella en eso. Él ha abusado de al
menos tres personas que nosotros sabemos y uno de ellos fue un
hombre.
—¿Quién es Dev?
Frunzo mis labios. También noté eso, pero Diana nunca lo explicó.
—No, eso fue hace diez años atrás. Fuimos afortunados de que
pudieran darnos lo que tenían.
—No lo sé; pero lo que sí sé es que Johnson sabía sobre esto. Kyle
fue puesto en custodia preventiva.
Saca su iPad, leyendo algo ahí. —dice que Jane Davenport fue la
madre. El alguacil no sabía que Kyle existía hasta que Jane
apareció en el pueblo un día con Kyle y le cedió la custodia.
—Ni idea —le digo, mientras bajo de un salto—. Aúnque creo que
es bastante claro lo que estos mensajes separados significan.
LANA
—Está tomando las medicinas de nuevo. Sabes tan bien como yo,
cuanto le hiere el orgullo el estar enfermo, pero es manejable.
Ahora, podemos enfocarnos en esto.
—Será mejor que sea suficiente Jake. Si sale herido por mi culpa,
caeré por ese borde, olvidaré de que se trata todo esto y mataré sin
prejuicio.
—Te dije que esto no iba a ser fácil —Johnson gruñe, mientras el
alguacil se vuelve para mirarlo.
Johnson entrecierra sus ojos. —Nunca te dije que fueras tras esos
niños. Este psicópata está detrás de ti, a causa de eso. No está
detrás de ti a causa de Evans. Ese maldito enfermo hijo tuyo,
necesitaba una correa y en cambio, lo soltaste, le ordenaste hacer
lo peor. Ese equipo está aquí porque tú le diste rienda suelta a ese
monstruo.
—El forense murió dos años atrás, así que eso es un fracaso —
Donny le está diciendo.
No puedo creer que lo esté haciendo afuera, a plena luz del día.
Afortunadamente, las calles están mayormente silenciosas y
cuando oye un auto, se esconde detrás de los arbustos.
—Necesito salir del pueblo por una pista de trabajo. ¿Hay alguna
posibilidad de que regreses a casa? No me gusta que estés aquí.
—¿Logan?
—Regresa al hotel.
Doy la vuelta para evitar que nadie me vea en el frente, toco dos
veces, revisando sobre mi hombro, para asegurarme que nadie
está observando.
Cuando Diana abre la puerta, mi corazón se pulveriza. Pensé que
me había armado de valor contra cualquier emoción que pudiera
sentir cuando vine aquí.
LOGAN
Quiero curiosear, pero dudo que nos diga porque Jacob vino a
visitarlo.
Luce como Jacob, solo una versión vieja de él. Cabello oscuro,
apenas blanco por el tiempo y finas arrugas que casi parece
intencional.
—¿Cómo es eso, SSA Bennett?
—Yo trabajaba demasiado. Jacob pasaba más tiempo allí que aquí
en casa. Incluso, nunca supe que estaba enamorado de Marcus,
hasta años después de la muerte del chico. Una noche, me contó
todo, se rompió ahí, en ese sofá. Me dijo cuanto odiaba a todo el
pueblo. Luego se sintió como si estuviese siendo castigado al ser
puesto en una silla de ruedas.
—¿Por qué dice eso? —Donny pregunta, aúnque debería ser obvio.
—No sé lo que le hicieron a él. Todo lo que sé, es que estoy seguro
que no se colgó a sí mismo. Hanna Monroe lo había contactado,
ofreciéndole tomar su caso en apelación y no le cobraría
honorarios. Ella iba arruinar a Delaney Grove.
Calla, pequeño bebé… son las primeras palabras que suenan alto.
Es la misma grabación de los altavoces que tomó un tiempo eterno
apagar.
—Esa es Jasmine.
—Jasmine Evans.
—¿Por qué?
—El alguacil lo canceló al siguiente año, por algo que paso con
algunos de sus uniformados. El año después de ese, no lo
restableció. Fue lo mismo para el siguiente año y pronto fue una
tradición olvidada.
—Es por eso que nuestro sospechoso está usando esta música
—le digo, en voz baja a Donny.
—¿Disculpe? —pregunto.
Conveniente.
—Si. Solo quiero parar en la cabaña y ver como esta Lana primero.
Capítulo 4
La historia es solo el registro de crímenes y desgracias.
—Voltaire.
LANA
—No puedo creer que seas realmente tú —susurra, con voz ronca.
Sin embargo, es todo lo que ha dicho desde que le expliqué la
mórbida realidad que nos envuelve.
Soy fría.
Soy indiferente.
LOGAN
LOGAN
—¿Qué?
Miro a Lana, haciéndole señas para que venga aquí. Parece dudar,
pero finalmente camina hacia mí lentamente, con pasos
mesurados. Tan pronto llega lo suficientemente cerca, mis brazos
van alrededor de sus caderas y se agita ante mi agarre, su cuerpo
temblando mientras entierra su rostro en mi cuello.
Mi cabeza duele.
Mucho.
—Sólo hasta que llegues al auto —dice Leonard con una sonrisa
cuando lo miro.
LANA
Los ojos de Leonard están en mí, justo como han estado desde
anoche. Él me observa hacer dos tazas de café y ponerle crema.
—Creo que lo esta —digo, con una tímida sonrisa cuando giro
para mirar al Señor Observador.
—Hey —la voz de Logan nos hace girar la cabeza hacia la puerta
de la habitación, donde está sin camisa y moviéndose hacia mí.
Sus ojos se mueven hacia Leonard—. ¿Sucedió algo mientras
estuve ausente?
¿Cuatro uniformados? Solo dos irán dentro con él. Esos pueden
ser fácilmente despachados, bueno, siempre y cuando esos dos
estén en mi lista de asesinatos. Hasta ahora, solo hay un
uniformado que es inocente de los crímenes cometidos hace diez
años y luego los dos despachados oficiales.
Logan no dice nada más antes de que sus labios bajen a los míos,
sorprendiéndome con un intenso, profundo y desgarrador beso.
Me inclino hacia él mientras me levanta, poniéndome en la
encimera. Cuando da un paso entre mis piernas, las abro en
invitación.
Alguien golpea en la puerta y nuestro beso es interrumpido,
dejándonos a ambos jadeando mientras pongo mi frente en su
pecho.
—Sí —dice suavemente, pasando sus labios sobre los míos—. Vete
Lisa —contesta en voz alta.
—Leonard esta…
Hasta ellos.
LOGAN
Sacudo mi cabeza. —No. Entiendo qué lo que pasó hace diez años
atrás fue más que jodido y no tengo simpatía por las victimas que
hemos encontrado hasta ahora, pero hacer de juez, jurado y
ejecutor no es excusable. También sé cómo van estos casos.
Comienzan como venganza, obteniendo objetivos individuales,
pero se convierte en una masacre cuando el sospechoso se
degenera rápidamente, y todo lo que percibe como una amenaza
es asesinado como daño colateral.
—Juro que escuche una risa femenina. Era fría y burlona, casi
disfrutando de la parte del asesinato.
—¿En serio?
Lindy May era demasiada tímida como para ser una asesina
calculadora. Nunca la deló.
Observándonos.
Asiente lentamente.
Señala sobre mi cabeza, y giro, dando un paso atrás para ver las
palabras rojas que han estado escondiéndose detrás de mí.
—Esos son exactamente los mismos clavos que ellos usaron en él.
Mi sangre se congela.
—Por ahora.
LOGAN
Sólo sonrío.
Kyle Davenport emerge, con nada más que una toalla y una ceja
arqueada. —¿Quién demonios eres tú?
Es más delgado que las otras víctimas, pero aún así sólido, como
si se ejercitara pero no quisiera el volumen. Su cabello es oscuro y
casi cuelga sobre sus ojos oscuros. Es alto, muy parecido a mí.
—Estos son algunos de los tipos del FBI —se queja el otro
uniformado.
—En realidad sabemos bastante sobre ti. Sólo quería saber más
sobre el hombre que violó y asesinó a dos niñas cuando tenía sólo
diecinueve años. Un hombre que también participó en un asalto
brutal unas noches antes —lanzo ahí.
No es nuestro hombre.
—Tengo todo lo que necesito, uniformado —le digo mientras me
pongo de pie.
—Sí —la palabra se dice con facilidad, sin dejarle ver la furia que
se está gestando cerca de la superficie.
—Ya les he dicho que si dejan que Elise y ellos registren a sus
chicos, podrían entrar y mirar —afirma Lana con una dulce
sonrisa pero con ojos atrevidos.
—Es SSA Bennett para usted, alguacil. Buena suerte con eso.
Estaré ocupado probando que eres un corrupto, asesino y
mentiroso hijo de puta mientras trabajas para sacarme.
Debería estarlo.
LANA
—¿Coincidencia? Sí.
—No dije que fuera un buen propósito —le digo en voz baja,
acercándome para unir nuestros dedos.
Me duele el estómago cada vez que veo su cara, así que me niego a
seguir mirándolo. Este será el más difícil de controlar. Querré
cortar la carne de su cuerpo una y otra vez... la rabia será
evidente.
A menos que despelleje completamente al maldito.
—¿Crees que puedes llevar tu auto por ahí sin que nadie lo vea?
—le pregunto.
—Creo que nadie dirá una palabra —se burla, arqueando una
ceja.
—Que las ovejas cambien de pastores —digo al salir del auto,
colocándome la máscara.
Todos están vestidos con tantos disfraces, que sólo unos pocos se
fijan en mí al pasar. No puedo ocultar mi altura, pero después de
salvar a Logan anoche, eso ya no importa.
Él me vio.
La elegimos a propósito.
Bueno...
Me dejo caer en el agujero, sin ver los pies de nadie que se aleje
corriendo. Todavía. Rodando desde atrás, reviso mi teléfono,
viendo las cámaras mientras Logan habla con Leonard.
Algo me dice que Delaney Grove nunca volverá a ver una Casa del
Pecado de la misma manera.
Capítulo 11
El sentido común no es tan común.
—Voltaire
LOGAN
Ella asiente.
—Casi creo que la novia quería que Kyle se fuera —dice Leonard
en voz baja.
—Alguien aquí vio algo —le digo, mirando hacia atrás a toda la
gente susurrando entre ellos, pero sin decirnos nada a nosotros o
a los hombres del alguacil.
¿Qué mierda?
LANA
—¿Nadie te vio?
—Lo siento —dice finalmente Jake—. Es sólo que las cosas están
empezando a ir mal. Primero, Logan te ve, pero no ve tu cara por
algún milagro. Luego, deliberadamente lo encuentras cuando no
debías y le consigues una ambulancia. Sospecha de una mujer,
Lana. Tú me dijiste eso. Y ahora saben que tienes un compañero.
Parece que todo va a terminar antes de que estemos listos.
—Los federales no tienen nada que ver con esto Kyle. ¿No te
acuerdas de mí? —pregunto, mi tono ligero pero burlón mientras
doy un paso a la derecha, moviéndome ociosamente a través de la
habitación del espejo.
Con una rápida sucesión, doy un golpe tras otro, mi puño choca
con su nariz; mi rodilla hace contacto con sus costillas. Su grito
de dolor es como una dulce música para mis oídos dementes.
—Soy la chica que pensaste que habías roto —digo en voz baja,
dando un paso hacia él mientras su cuerpo se apodera de un
delicioso miedo—. Soy la chica a la que le quitaste demasiado
—Doy otro paso, y deja escapar un sonido de dolor cuando intenta
ponerse de pie, pero cae de nuevo en su prisa—. Soy la chica que
pensaste que habías matado.
—Tan débil —me burlo—. Todas esas mujeres fueron heridas por
un hombre tan débil.
—Lo siento, Sra. Carlyle. Pero parece que el daño echo a sus
órganos internos y las medidas para salvarla que tomaron
en el hospital han impedido que pueda tener hijos. Se vieron
obligados a realizar una histerectomía de emergencia.
Las lágrimas salen de sus ojos por una razón diferente a la que
caen de los míos. Mis lágrimas caen por diez años de angustia que
he suprimido. Diez años de odio que he confinado. Diez años de
dolor que he ignorado.
Se congela, abriendo los ojos con horror, sabiendo lo que está por
venir.
—No te preocupes, Kyle. Aún no estoy lista para el gran final. Aún
tenemos toda la noche.
LOGAN
—No lo estés —dice, sonriendo mientras roza sus labios con los
míos—. Al menos no tengo que preocuparme de que otra mujer te
seduzca cuando estoy lejos.
Ah, maldición.
Gran profesionalismo.
—En ese caso, ¿creen que podrían salir de aquí para que pueda
vestirme?
—La sacaré de aquí —le dice Hadley a Lana y luego la señala con
el dedo—. No pasa nada.
—Lisa.
Me encojo de hombros.
—Finge que no eres del FBI por un minuto. Finge que eres una
persona que ha presenciado lo peor de la humanidad y visto lo
bueno en los monstruos.
Respira hondo.
Por alguna razón, en vez de eso, salgo del auto y mantengo la boca
cerrada.
Sus ojos se abren de par en par, y todos los que nos rodean se
mueven torpemente.
—¿Qué pasa con Kyle? —le pregunto a Donny, alejando mis ojos
de Lisa.
Pero este es un asesino por encargo. Tiene que serlo. Nadie está
tan involucrado con esta gente para vengarse a nivel personal. Eso
la hace doblemente peligrosa, porque encontrará otro objetivo con
el que obsesionarse, y eventualmente matará a gente inocente por
infracciones menores.
Es un asco.
Realmente apesta.
Hay una bolsa grande y extraña como una lona que cuelga del
campanario de la iglesia.
—Sinceramente no lo sé.
—¿Qué?
LANA
—No puedes herir a Lisa —me dice Hadley mientras lanzo otro
cuchillo a la foto de la perra ofensiva de la que habla.
—A su foto —corrijo.
Desafortunadamente.
—Vamos. Logan no quiere que te dejen sola y aparentemente
tengo una escena del crimen que investigar —dice Hadley en un
largo suspiro.
Asiento. —Sí. Tuve cuidado de quitar la piel pieza por pieza y sólo
las capas superiores, para que no sangrara demasiado durante mi
diversión.
Quería ver sus caras cuando descubrieran a Kyle, pero sabía que
no era inteligente estar presente. Jake y yo condujimos como el
demonio para volver a tiempo para colgar el cuerpo y todavía no
he dormido.
Ahora me pertenecen.
Pero quiero que se sumerja en su dolor por más tiempo que unos
momentos. Quiero que lo rompan antes de que yo llegue a la
siguiente fase.
—Soy consciente.
Le sonrío cuando pone los ojos en blanco, y fuerzo la compostura
que normalmente viene con tanta facilidad. Está fracturada ahora
mismo, y no tengo tiempo de reagruparme antes de que sea el
momento de sacar el arsenal.
—Seré buena —digo con una sonrisa oscura, mis ojos en Lisa
mientras imagino cómo serían sus gritos.
—Hay testigos por todas partes —dice Hadley con voz de cantante.
—Es triste que tenga que perjudicar al equipo por necesitar una
niñera constante —dice Lisa, porque es lo suficientemente
estúpida como para provocar a alguien que podría patearle el
trasero durante horas y no cansarse nunca.
—No puedo creer que hayas hecho eso —sisea Hadley, pero puedo
decir que está devolviendo una sonrisa infantil que coincide con la
mía.
—Mejor que enviarle rosas de un asesino en serie —me encojo de
hombros y la sonrisa de Hadley se desvanece.
No lo entiende.
Así que me voy. Cuento hasta diez. Luego hasta dos mil. Troto.
Corro. Jodidamente medito.
LOGAN
—¿Dónde estás?
—Estoy bien, Lana —digo con una sonrisa—. Confía en mí, puedo
manejar a unos cuantos policías leñadores y a un agente
anticuado con complejos de superioridad.
—Nos iremos tan pronto como este caso termine. Sólo tú y yo, en
una playa muy, muy lejana.
—Sé que dijiste una semana pero... ¿tal vez más de una semana?
—pregunta, inclinando la cabeza hacia atrás—. ¿Mi regalo?
—¿Qué parte?
—Bien...
—¿Recuerdas que te dije que tenía una teoría, pero pensé que
estaba equivocado? ¿pero entonces descubrimos que nuestro
sospechoso tiene un compañero?
Golpea los dedos con más fuerza, actuando más nervioso que
nunca antes.
—Al principio pensé que era sólo una casualidad. Visité el hospital
para preguntar sobre Victoria Evans, pero cuando dije que una
chica de dieciséis años se vio envuelta en un accidente de auto en
esa fecha, dijeron que ya habían hablado con un agente del FBI
sobre ella. Me confundí, hasta que me entregaron un archivo
sobre Kennedy Carlyle en lugar de Victoria Evans. No pudieron
mostrarme mucho, pero dieron lo más destacado.
—¿Por qué?
—¿Y?
—Se fue con Jacob Denver. Los dos son dueños de una tienda de
compra, venta y comercio en línea. Y Kennedy Carlyle ahora se
llama Lana Myers.
LANA
—Te amo —digo contra sus labios, lo que me hace ganar un beso
aún más duro, apenas tímido de dolor, mientras me levanta y me
deja caer en la cama, bajando encima de mí.
—Te amo —digo contra su oído cuando rompe el beso y deja caer
su cabeza junto a la mía.
Otra lágrima. Y otra. No por algún dolor físico, porque sólo hay un
placer intenso. Es porque no tienes sexo con ira a menos que
estés enfadado y Logan está furioso.
Y me está usando.
Castigándome.
Porque lo sabe.
Todavía no me mira.
Finalmente, me mira con ojos azules fríos que carecen de una sola
chispa de calor.
Todavía estoy demasiado cruda por las heridas que abrí anoche.
—Logan, yo...
—Te callarás ahora mismo, Lana —dice, sus ojos brillan con sus
propias lágrimas—. Te amé. Me preocupé por ti. ¿Y tú? ¡Todo lo
que hiciste fue mentir! ¡Me usaste!
Silenciándome.
Sólo lo demostró.
Ni siquiera preguntó.
Ni siquiera le importó.