Está en la página 1de 118

Mindf*ck Series

S.T. Abby
1 The Risk
2 Sidetracked
3 Scarlet Angel
4 All the Lies
5 Paint It All Red
NOTA
Los autores (as) y editoriales también están en Wattpad.
Las editoriales y ciertas autoras tienen demandados a usuarios que suben sus libros, ya que
Wattpad es una página para subir tus propias historias. Al subir libros de un autor, se toma como
plagio.
Algunas autoras ya han descubierto los foros que traducen sus libros ya que algunos lectores los
suben al Wattpad, y piden en sus páginas de Facebook y grupos de fans las direcciones de los blogs
de descarga, grupos y foros.
¡No subas nuestras traducciones a Wattpad!
Es un gran problema que están enfrentando y contra el que luchan todos los foros de traducción.
Más libros saldrán si no se invierte tiempo en este problema. Igualmente por favor, no subas capturas
de los PDF a las redes sociales y etiquetes a las autoras, no vayas a sus páginas a pedir la traducción
de un libro cuando ninguna editorial lo ha hecho, no vayas a sus grupos y comentes que leíste sus
libros, ni subas capturas de las portadas de la traducción, recuerda que estas tienen el logo del foro o
del grupo que hizo la traducción.
No continúes con ello, de lo contrario: ¡Te quedaras sin
Wattpad, sin foros de traducción y sin sitios de descarga!
STAFF
SINOPSIS

~Lana~
No lo esperaba. No quería enamorarme. Pero no puedo dejarlo ir. Logan Bennett hace del mundo
un lugar más seguro. Es brillante. Es un héroe.
Encierra a los enfermos y depravados.
Pero mientras él está salvando vidas, yo las termino. Cobrando las deudas que se me deben. Hace
diez años, me dieron por muerta.
Deberían haberse asegurado de que siguiera muerta. Ahora los estoy desapareciendo.
Un nombre a la vez.
He entrenado durante demasiado tiempo. He sido paciente.
No puedo detenerme ahora.
La venganza se sirve mejor fría...
Nunca me ven venir, hasta que pinto sus paredes de rojo.
Logan no sabe cómo me lastiman. No sabe sobre los gritos que ignoraron. No sabe lo retorcido que
es ese pueblo.
Sólo sabe que la gente está muriendo. No sabe que está enamorado del asesino. Nadie sospecha de
una chica muerta.
Y Logan no sospecha de la chica en su cama. Están buscando un monstruo.
No una chica que ama el Rojo. No una chica enamorada.
Soy una pesadilla sin rostro.
Por lo menos hasta que les cuente la historia que han pretendido que nunca ocurrió.
Pero al final, ¿Logan los elegirá? ¿O los veremos arder juntos?

ADVERTENCIA
**Gráfico
**Lenguaje para adultos
**Algunos detonantes podrían ser demasiado para el lector fácilmente perturbado
**Contenido sexual
**Jodida brújula moral; lea bajo su propio riesgo.
The Risk
Libro 1 de la Serie Mind Fuck
S.T. Abby The Risk
Copyright © 2016 S.T. Abby Libro
1 de la Serie Mind Fuck
S.T. Abby
Advertencia
Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o almacenada en un sistema de recuperación o
transmitida de ninguna forma o por ningún medio, ya sea electrónico, mecánico, de fotocopiado, de
grabación o de otro tipo, sin el permiso expreso por escrito del autor. Este libro electrónico está
licenciado sólo para su disfrute. No puede ser revendido o regalado a otras personas.
La historia de este libro es propiedad del autor, en todos los medios tanto físicos como digitales.
Nadie, excepto el dueño de esta propiedad puede reproducir, copiar o publicar en cualquier medio
cualquier historia individual o parte de esta novela sin el permiso expreso del autor de este trabajo.
Actualmente estamos trabajando en la creación de todas las redes sociales. Pero por ahora, puedes
encontrarme aquí My Facebook.
O envíame un email a stabbyauthor@gmail.com
Sé que esta mierda está jodida, así que no te molestes en escribirme para decirme que estoy mal de
la cabeza. ;)
Dedicatoria
Esto es para los que perdieron la voz. Esto es para los que desearían ser Lana Myers. Esto es para
aquellos sobre los que la gente todavía murmura.
Esto es para los que luchan todos los días para olvidar. No están solos.
Tim Hoover Chuck Cosby Nathan Malone Jeremy Hoyt
Quedan tantos nombres por delante...
Einstein dijo: "Los débiles toman venganza, los fuertes perdonan y los inteligentes ignoran".
Al diablo con eso. Einstein no siempre tuvo razón.
La venganza es un plato que se sirve mejor frío... Ahora que estoy de acuerdo. Significa que se
olvidan de que vendrán por ellos, y sus gritos suenan mucho más bonitos cuando finalmente llega el
momento.
Capítulo 1
Me encanta la humanidad, pero odio a los humanos.
—Albert Einstein
Lana
—Parece que te han dejado plantada —dice un tipo, mientras me aparto
del teléfono haciendo un discreto clic en la pantalla de bloqueo, para que no
pueda ver lo que estoy viendo.
Arqueo una ceja mientras lo estudio. Guapo, de unos 20 años, sonrisa
arrogante, postura dominante... Aunque definitivamente está llamando a la
puerta equivocada.
—En realidad, disfruto comiendo sola —le digo con una jodida y dulce
sonrisa.
No entiende la indirecta, porque sus ojos se estrechan con determinación.
Los alfas prefieren el desafío, debería haberlo sabido.
—Soy Craig. Tú eres... —Deja que sus palabras se desvanezcan mientras
me mira, pero no digo nada antes de beber mi café—. Si no me das tu
nombre, te llamaré Belleza.
Qué original.
Su intento de coqueteo es obviamente inexperto y ciertamente
subdesarrollado. Por supuesto, está acostumbrado a salirse con la suya sin
mucho alboroto, lo que significa que tampoco hace ningún esfuerzo después
de conseguir su premio. Considerando su traje caro y su visible atractivo no
me sorprende.
Muchas mujeres pasarán por alto su arrogancia, confundiéndola con la
vanidad, incluso es posible que la encuentren encantadora.
Pero soy la chica equivocada.
—¿Qué tal si me llamas No Interesada? porque es la descripción más
adecuada de mí en este momento —le digo reclinada en mi silla, relajada y
en completo control.
—Aparentemente no te has fijado bien —procede, inclinándose hacia
atrás y posando en una postura que no me da nada más que mirar a un idiota
arrogante.
—He visto más que suficiente. Aún no me interesa. Su mirada se
oscurece cuando da un paso atrás.
—Bien. A la mierda. No necesito que se me congele la polla de todas
formas —dice antes de darse la vuelta y caminar hacia una mesa donde hay
otro tipo sentado.
El sol hoy no brilla, considerando que está nublado. Sólo somos unos
pocos los que optamos por el patio en lugar del interior de la cafetería,
porque parece que va a llover. A pesar de que están a varias mesas de
distancia, todavía puedo ver a su amigo riendo y moviendo la cabeza
mientras el Sr. Arrogante se sienta, malhumorado y abatido.
Continúo viendo las imágenes en mi teléfono hasta que siento unos ojos
sobre mí, el amigo del Sr. Arrogante no aparta la vista cuando lo veo
estudiarme. No está mirando de reojo ni siquiera se muestra interesado,
diría que está tratando de leerme como yo lo hago con la gente.
También es guapo, pero su traje no es tan caro como el del otro tipo. Mi
observación me llevaría a creer que son compañeros de trabajo, pero ¿por
qué uno está mejor vestido que el otro si hacen el mismo trabajo? No parece
subordinado o empoderado, como lo haría si trabajara para el Sr. Arrogante.
Lo que significa que son iguales, pero no se les paga lo mismo. ¿O tal vez
el Sr. Arrogante viene del dinero y este tipo no?
Despreocupada, regreso mis ojos a mi teléfono fingiendo que no me doy
cuenta de su intenso análisis. Después de terminar mi café y la presentación
del día D, le pido la cuenta a la mesera.
—Ya está cancelado —dice con una sonrisa suave y ojos brillantes—. Y
ya has dejado una propina también —añade, guiñando el ojo—. Una muy
buena.
Mis cejas se levantan, y ella hace un movimiento con la cabeza mientras
el amigo del Sr. Arrogante sale del patio. El Sr. Arrogante no se encuentra
en ninguna parte.
—Él dijo que le agradece el espectáculo —me dice ella mientras le mira
caminar hacia una camioneta oscura.
—Gracias —le digo, poniéndome de pie y dirigiéndome hacia la salida
también.
Sin coquetear, sin miradas lascivas de anhelo, y sin esperar a ver si me
acercaba a él después que pagara mi comida. No me gusta cuando la gente
es amable sin razón. Decir que yo era su entretenimiento no es suficiente.
Mis ojos siguen al tipo silencioso, mirándolo mientras se queda en la
camioneta hablando por teléfono en voz muy baja para poder oír sus
palabras desde esta distancia. También veo al Sr. Arrogante, que está
charlando con una chica bonita cerca de la tienda en la acera. Parece mucho
más interesada que yo.
Decidiendo calmar mi curiosidad, me dirijo al tipo silencioso justo
cuando termina su llamada. Sus ojos se acercan a los míos cuando me
acerco, y sus cejas se levantan cuando saco un billete de veinte.
—No dejo que hombres extraños paguen mi comida, mi madre me educó
mejor —le digo, sacando los veinte delante de él para que los tome.
Una lenta sonrisa se extiende por sus labios, transformando
completamente su rostro: Su cabello rubio oscuro está tan despeinado como
para ser sexy sin ser un idiota, su mandíbula fuerte y cincelada es un
marcado contraste con sus suaves ojos azules; se ve feroz y gentil en el
mismo aliento, confundiéndome aún más. Realmente no puedo conseguir
una lectura de él.
—No podría conseguir un espectáculo más entretenido por tan poco
dinero. Créeme, valió la pena el dinero —dice encogiéndose de hombros,
guardándose las manos y el teléfono, haciendo la postura que no aceptará mi
dinero, sin usar las palabras reales.
Pero soy persistente y vuelvo a agitar el billete de veinte. —Todavía
tengo mis reglas. Gracias, pero no gracias.
Su sonrisa sólo crece. —¿Siempre estás tan a la defensiva? — reflexiona
—. ¿Estás constantemente preocupada por las intenciones de los demás? ¿O
es una posición feminista extrema la que te mantiene al borde que un
hombre haga algo tan insignificante como pagar tu café y tu muffin?
Me está leyendo. Lo sabía.
El traje barato de repente tiene sentido, junto con la camioneta oscura. —
Eres del FBI. —Lo noto, teniendo en cuenta que Quantico no está muy lejos.
Su sonrisa se amplía. —¿Qué te hace pensar eso?
—Me estás perfilando, por ejemplo, lo que probablemente te pondría en
algún lugar de ese campo, dado el paseo y el atuendo. Tu amigo tiene un
traje caro que usa para impresionar, pero el tuyo es menos llamativo. Tu
presencia a su alrededor y tu comportamiento amable me hacen creer que
son iguales, a pesar de la diferencia financiera. Así que asumo que él viene
del dinero, y tú te has ganado tu propio camino. La camioneta no es una
versión estandarizada, las ventanas oscurecidas son demasiado oscuras para
ser teñidas legalmente, pero sé que el FBI recibe cierta indulgencia debido a
los riesgos de seguridad. Entonces, ¿estoy en lo cierto?
Odio la forma en que sigue sonriendo, como si estuviera más intrigado en
vez de asustado. Quería asustarlo.
—No eres una perfiladora pagada, no eres del FBI, y no estás afiliada a
ninguna unidad militar —dice, confundiéndome—. Tu traje es bohemio, lo
que significa que estás menos preocupada por tu apariencia exterior y más
preocupada por la comodidad, te sientas sola por decisión propia y rechazas
cualquier atención que se te envíe. A primera vista, eres demasiado feminista
para tu propio bien; a segunda vista es difícil acercarse a ti porque la
confianza no es algo que compartas demasiado a menudo. Evita que la
gente te haga daño, pero también evita que tengas a alguien en tu vida. Por
la noche, cuando cierras los ojos y te permites ser vulnerable... es el único
momento en el que te atreves a preguntarte cómo sería estar con alguien.
Me trago el nudo de mi garganta, está demasiado cerca, no debería ser tan
fácil de leerme he entrenado contra ello durante años.
—Nada de mascotas, dado que no hay pelo de mascota en ti a menos que
tengas de las que no desprenden pelo. Sin embargo, no veo que te permitas
encariñarte con un animal, cuando sabes que probablemente lo sobrevivirás
y tendrás que lidiar con la angustia de perderlo. Estás separada por
necesidad, probablemente un pasado doloroso que te empujó en esta
dirección, una pérdida quizás tal vez más de una pérdida. ¿Quizás empujada
a la soledad por la vida y permaneciendo allí por elección?
Cuando mi corazón late en mi pecho y doy un paso tembloroso hacia
atrás, sus ojos se suavizan aún más.
—Lo siento, me pasé de la raya. Me disculpo —me dice mientras que el
Sr. Arrogante regresa.
—No he perdido mi estilo. Esa chica era sólo...
Sus palabras mueren cuando me ve con el Sr. Perfilador. Me siento
expuesta, vulnerable y fuera de mi elemento; no estoy acostumbrada a eso,
he trabajado jodidamente duro para ser una fortaleza imposible de leer.
Él sólo destruyó mi confianza con un tirón del hilo correcto.
—Agarra unas cuantas botellas de agua. Un largo viaje —le dice al Sr.
Arrogante sin apartar la vista de mí.
No sé si se va o no, porque estoy demasiado ocupada mirando fijamente a
esos gentiles ojos azules que realmente parecen arrepentidos.
—La vida apesta —dice al azar—. Luego te mueres. Es mejor que vivas
mientras estás viva —añade, sonando completamente menos perspicaz que
antes.
Es suficiente para romper la tensión y una sonrisa inesperada se me
escapa. Guiña el ojo mientras se inclina. —Si alguna vez quieres ayuda para
sentirte viva, llámame. A mí también me vendría bien un poco de vida.
Cuando retrocede, siento algo en mi mano, aunque nunca lo sentí
colocando nada allí. Camina hacia el otro lado de la camioneta, y observo
con atención embelesada cómo se sube.
Mis ojos finalmente se posan en la tarjeta que tengo en la mano, mientras
el Sr. Arrogante regresa para tomar el lado del pasajero.
Logan Bennett…
Su número está junto a su nombre y por supuesto, es del FBI. Cuando mi
mirada se eleva de nuevo está apoyado en el volante, mirándome. La
ventana del Sr. Arrogante está abajo y parece molesto.
—Llámame —dice Logan, sonriendo antes de alejarse de la acera.
La realidad es sólo una ilusión aunque persistente, Albert Einstein dijo
eso. Mi padre siempre citó a Einstein como una forma de explicar la vida
cuando luchábamos por entenderla. Recuerdo que él me citaba eso cuando
nuestras vidas se desmoronaban. Él estaba sufriendo lo peor, e intentaba
hacer lo mejor para calmarme.
Einstein no me ayuda a entender lo fácil que era leerme o lo vulnerable y
expuesta que me siento en este momento.
Mi teléfono suena en mi mano, y miro hacia abajo viendo la alerta que
puse.
Tengo que ser fría. Necesito ser fría. Cualquier otra cosa podría fracturar
la cáscara en el lugar que necesito para ejecutar el plan en el que he
trabajado por mucho tiempo.
Sacudiendo la debilidad residual, soplo un fuerte aliento y camino hacia
mi auto. Conduzco 24 kilómetros, encuentro la casa que estoy buscando y
sigo conduciendo; espero hasta que estoy estacionada en un granero
abandonado antes de ponerme los guantes, el traje y las pesadas botas de
hombre, también me pongo las mochilas cargadas de piedras... Una en la
espalda y otra al frente.
Sigilosamente camino hacia la casa, abro la puerta, y silenciosamente me
quito las mochilas, dejándolas con cuidado en una silla.
Mi bolso tiene todo lo que necesito en el, así que lo llevo encima, a
continuación me quito los pesados zapatos y en silencio los coloco encima
de mi mochila.
El movimiento arriba me llama la atención y lentamente me dirijo a la
escalera, con cuidado de mantener mis pasos ligeros y silenciosos. He
examinado los pisos durante un mes, encontrando cada punto que cruje o
gime.
Conozco su rutina mejor que la mía, al igual que sé que en cinco
segundos el agua se abrirá.
Por supuesto, las viejas tuberías de la casa tintinean cuando el agua las
atraviesa y es entonces cuando subo las escaleras, ignorando el modo en que
crujen porque no puede oír nada con esa ducha ruidosa.
Cuando llego a su habitación mis ojos se dirigen a la cama, sé que es
soltero pero siempre me preocupa tropezarme con una mujer no planeada.
Miré las cámaras desde mi teléfono y no mostraron a ninguna mujer aquí,
pero es un pensamiento que siempre acosa el fondo de mi mente.
Respiro con alivio cuando no veo señales de un huésped nocturno; sólo
Ben y su habitual casa desordenada.
La ducha se cierra y ya estoy en posición, lista y esperando. La vida sería
más sencilla si pudiera usar una pistola paralizante o sedante. Realmente lo
sería.
Justo cuando él camina con una toalla alrededor de su cintura, mi cuchillo
baja rebanando fuerte contra el talón de Aquiles; los gritos me perforan los
oídos y me doy cuenta que ese momento de debilidad antes con el Sr.
Perfilado no afecta lo bonito que suenan los gritos.
He trabajado demasiado tiempo, demasiado duro, e interminablemente
para esto. Debería haber sabido que un hombre no podría quitarme mi
ventaja.
Ben cae al suelo, gritando en agonía mientras se agarra el pie. La toalla se
cae, exponiendo cada centímetro desnudo de él a mis ojos.
Hace que se me revuelva el estómago.
¿Pero el terror en sus ojos? Eso hace que me drogue.
—¿Qué mierda? ¡Toma lo que quieras! —grita, sollozando mientras me
acerco, mirándome con esos ojos anchos y aterrorizados.
Me excita el terror. Quiero que llore mucho, mucho más tiempo.
—Lo que quiero es que sepas mi nombre —le digo en voz baja, de forma
inquietante.
Sus ojos se ensanchan aún más, y palidece cuando levanto el cuchillo
ensangrentado y paso mi dedo por su parte trasera.
—Por favor, no —me ruega intentando y fallando en ponerse de pie.
Me golpeará si tiene la oportunidad, no soy tan estúpida como para
acercarme tanto todavía.
Me saco el cable del bolsillo trasero y lo observo mientras me mira.
—¿No me reconoces, Ben? —pregunto burlonamente, ladeando mi
cabeza. Hace diez cirugías, podría haberme reconocido inmediatamente.
—No. No —llora—. No te conozco. ¡Tienes a la persona equivocada!
Me pongo en cuclillas, notando la forma en que cambia su mirada. Se
prepara para atacarme ahora que estoy en esta posición, le parece un error
vulnerable de mi parte.
Si él supiera...
—Era una niña de dieciséis años la última vez que me viste —digo con
una sonrisa oscura—. Ya soy mayorcita. ¿Quieres jugar?
Las últimas tres palabras son las que desencadenan el reconocimiento. Lo
veo en la forma en que sus pupilas se dilatan, sus fosas nasales se inflaman
y la sensación de comprensión se apodera de sus rasgos.
—Tú —susurra—. No. No. No te pareces en nada a ella. Ella murió
—añade en el mismo tono silencioso.
—Sobreviví —le digo, viendo como su miedo comienza a desvanecerse
lentamente, tal como sabía que lo haría.
En este momento, está recordando lo débil que era como niña
horrorizada, aterrorizada y sollozante; está recordando con qué facilidad me
dominó, su mente le está jugando trucos para que siga teniendo el control, a
pesar de la peligrosa situación mortal.
—Tomaste tres turnos —continúo, manteniéndome preparada y lista, pero
mostrando externamente una debilidad que no tengo realmente, permitiendo
que su mente continúe regresando a esa noche hace diez años.
—Eso significa 3 libras de carne en los próximos tres días — continúo.
Veo lo que sucede antes que se lance sobre mí, gritando de dolor mientras
intenta tirarme al suelo. Mi cuchillo golpea su hombro, y otro grito
espeluznante irrumpe en el aire, mientras doy vueltas sobre mis rodillas,
deslizándome detrás de él mientras su cara se planta en el suelo.
Mi mano sigue sosteniendo el cuchillo y lo arranco en menos de un
parpadeo, casi simultáneamente lanzando el cable alrededor de su cuello
enrollándolo fuertemente. Luego lo ahogo, deleitándome con los sonidos de
dolor hasta que se queda cojo e inconsciente, cabalgando por la línea de la
vida y la muerte. Con la pérdida de sangre está demasiado débil para luchar,
sería tan fácil matarlo ahora mismo.
Pero la muerte no llegará demasiado pronto.
No creo en la misericordia.
Tres libras de carne serán extraídas mientras esté despierto. Suplicará y
suplicará.
Rezará para desmayarse. Pero lo sentirá todo.
Como lo hicimos nosotros.
Capítulo 2
Como ser humano, uno está dotado con la
inteligencia suficiente como para ver claramente lo
profundamente inadecuada que es la inteligencia
cuando se confronta con lo que existe.
—Albert Einstein
Logan
Termino mi croissant mientras miro las sangrientas fotos de la escena del
crimen.
La sangre se esparce por las paredes con un pincel, como en los otros
cuatro casos que hemos logrado relacionar. Es una de las pocas cosas que
permanece congruente. El sospechoso siempre pinta una pared de rojo con
la sangre de la víctima.
—¿Cómo puedes comer mientras ves eso? —Elise pregunta mientras
arruga su nariz y se sienta en el borde de mi escritorio.
Ignorando su pregunta, pregunto: —¿Qué descubrieron sobre Ben Harris?
—El forense estimó que fue torturado durante al menos tres días, al igual
que los otros tiene partes de él que han sido cortadas incluyendo la polla —
suspira.
Eso me tiene incómodo, como lo estaría cualquier hombre. ¿Se supone
que una de estas imágenes es una polla desmembrada?
—Le cortaron todos los dedos —continúa, señalando una imagen que fue
tomada de diez dedos cortados que yacían en el suelo—. Su pecho fue
lentamente arrancado pieza por pieza, el sospechoso detuvo la hemorragia
cada vez usando un método brutal de cauterización; quería a la víctima viva
durante esos tres días específicamente. Su polla parece ser la última cosa
que se fue, se encontraron de nuevo marcas de ligaduras y cadenas
colgando de las vigas de su sótano. Creemos que el sospechoso se mantuvo
fiel a su perfil, dejando a la víctima colgada en su propia casa. Hasta ahora,
todos los hombres han tenido casas aisladas demasiado lejos para que los
vecinos puedan oír o ver algo.
Y tampoco está evolucionando: Sus golpes son controlados, bien
planeados y meticulosos en los detalles, aunque no entendamos los detalles.
—El sospechoso debería ser una mujer, considerando la mutilación de la
entrepierna en todas las muertes —dice Craig, temblando mientras se acerca
a nuestra conversación—. Sólo una mujer podría cortar los genitales de un
hombre.
—Las mujeres asesinas en serie estadísticamente no torturan. En realidad,
son mucho más inteligentes y difíciles de localizar por eso
—dice Elise con desdén.
—Bueno, tiene que ser impulsivo. La mayoría de los asesinos en serie lo
son —Alan se une a nosotros.
Hay una razón por la que él y Craig no son perfiladores.
—Creo que es más bien un sádico sexual —explica Elise—. La
impotencia probablemente juega un papel, pero llamarlos impulsivos no es
un perfil.
—¿Así que un sádico sexual impulsivo? —Craig pregunta, confundido.
—Los sádicos sexuales a menudo son impotentes, buscan su liberación
sexual a través de la tortura. No se encontraron señales de violación, pero es
probable que el sospechoso no haya evolucionado y aumentado la confianza
para violar a los hombres todavía.
—¿Así que un sádico sexual gay? —Craig interroga, todavía confundido.
—Sí —dice Elise, asintiendo.
—Todas las víctimas masculinas eran heterosexuales, según los testigos.
Si fueran homosexuales, esa teoría tendría más sentido — agrego—. Los
cinco hombres eran de la misma ciudad, pero nadie puede pensar en ningún
hombre que quisiera matar a los cinco. Sin embargo, sé que nos estamos
perdiendo algo.
—Las huellas son de un zapato de hombre de la talla doce sacado de la
suciedad en el camino a la casa, la huella es sólida de talón a punta. Nuestro
experto de campo dice que el sospechoso pesa entre 95 y 97 kilos —anuncia
Elise.
—Tendría que estar físicamente en forma para poder dominar a estos
hombres como lo ha hecho el sospechoso y muy fornido, probablemente. El
sospechoso los está dominando con pura fuerza bruta, originalmente sólo
mataba alfas, lo que llevó a que el perfil fuera un serial alfa pero Ben,
aunque físicamente en forma y fuerte era muy sumiso en su línea de
trabajo. Por eso tenía tanto éxito, porque le gustaba estar en un segundo
plano en lugar de estar al mando.
››El sadismo sexual es mucho más probable, desde la última muerte.
Puede haber un detonante de frustración sexual, lo que debería reducir
nuestra búsqueda, también deberíamos ajustar el perfil. ¿Qué más sabemos
de las víctimas?
—Estos chicos eran los mejores de sus clases en la universidad, pero
todos tenían diferentes edades, de 23 a 28 años. La victimología1 sólo los
vincula a través de la ciudad y de sus casas aisladas. No se han mantenido
en contacto, a pesar de que todos eran amigables cuando aún vivían en la
ciudad. Es posible que el sospechoso odie a toda la ciudad, pero ¿por qué?
¿Es en parte por venganza?
—Posiblemente —me digo más a mí mismo que a Elise.
Un asesinato en Boston, un asesinato en Denver, un asesinato en Long
Island, un asesinato en Maine y ahora una muerte en nuestro propio patio
trasero en Virginia. Este tipo está por todo el mapa, cagándose en un patrón
normal de terreno de caza.
Parecería aleatorio si no hubiéramos hecho la conexión con la misma
ciudad natal pero no la misma escuela. Tres de ellos fueron a una escuela
privada en dos pueblos más allá. Así que obviamente esto no es un viejo
rencor que se remonta a la edad escolar, especialmente dada la brecha de
edad en las víctimas que las pondría en diferentes grados también.
—No se han reportado asesinatos en el pueblo —digo—. Si fueran sólo
dos, lo llamaría una coincidencia pero son cinco de ese pueblo, y aun así no
hay muertes dentro de los límites del pueblo. ¿Qué sabemos del pueblo?
—Pequeño muy pequeño. Quinientos habitantes; en los últimos tres años
nada de interés real ha sido noticia, excepto un lobo que atacó a un hombre
en el pastizal de su vaca. Un pueblo muy religioso.
—Los pueblos pequeños y religiosos son notorios por complicarle la vida
a los hombres homosexuales. Especialmente los pequeños pueblos
agrícolas. Tú y Leonard vayan allá y vean qué pueden averiguar, pregunten
por un hombre en excelente estado físico de más de 1,80 de altura, entre 20
y 35 años, que podría haber sido gay o haber mostrado interés en los
hombres. Dado el aspecto religioso, es dudoso que haya salido del armario.
Pregunten si alguien pareció luchar o mostrar un tic nervioso con frecuencia
después de tener algún tipo de contacto con un hombre atractivo. Todos los
hombres asesinados hasta ahora han estado en forma física, solteros,
atractivos y muy liberales con las mujeres. Es posible que el sospechoso
sintiera algo por ellos en algún momento, y que se vengara de ellos por no
devolverles el mismo afecto.
Frunzo los labios, preguntándome qué es lo que nos estamos perdiendo.
El perfil parece sólido y la evidencia se alinea para apoyarlo, pero algo se
siente fuera de lugar. Deberíamos haber hecho la conexión antes, pero con
todos los asesinatos tan esparcidos por los estados, nos enteramos de esto
hace dos semanas, lo cual fue dos semanas después de la cuarta víctima.
—¿Algo más que deba anotar en el perfil antes que lo entreguemos a la
policía del pueblo?
—Sí —digo, sentado mientras estudio las fotos—. El sospechoso se las
arregló para entrar en cada casa sin que pareciera haber sido forzada. O bien
las víctimas conocen al sospechoso y confían en él lo suficiente como para
dejarlo entrar o no cerraron sus puertas con llave. Díganles que este
sospechoso tuvo que ser sociable con ellos para poder establecer esa
relación. Además, ¿hemos averiguado qué premio se está llevando? El
sospechoso tiene un apego personal a estos hombres y tiene una fantasía
sádica que está jugando con cada asesinato, aunque la violación no parece
ser parte de la fantasía todavía. Obviamente se está excitando con la tortura
por ahora, pero dado el largo intervalo entre asesinatos, necesitaría algo que
lo detuviera. Definitivamente se llevaría un premio.
Un mes entre cada asesinato. El marco de tiempo no ha sido cambiado, y
no parece que el sospechoso se esté derrumbando pronto, si es que lo hace.
Esperaba una rápida evolución que le hiciera empezar a fallar a estas
alturas.
—Hemos revisado los cuerpos, toda la carne queda atrás y el cabello está
intacto. Además, a ninguno de los varones le faltaban joyas u otros objetos
personales, pero no podemos saberlo con seguridad ya que todos vivían
solos y no tenían a nadie que respondiera por sus pertenencias.
Nos falta algo, maldita sea. Y me está volviendo loco.
—Ve a casa y descansa un poco has estado aquí toda la noche —
continúa Elise, poniendo su mano en mi hombro—. Una mente funciona
mejor después de descansar.
—Profundiza en el pasado del pueblo. Algo ha sucedido allí que no
sabemos, y...
—Descansa —interrumpe—. Sé cómo hacer mi trabajo. Eres inútil si no
duermes.
Maldiciendo me levanto y cierro el archivo, guardándolo mientras Elise
se va con Leonard para ir al norte a Delaney Grove. Es un nombre extraño
para el pueblo, y sé que tendré que verlo por mí mismo para obtener
respuestas reales.
Justo cuando llego a la puerta, Craig me alcanza.
—¿Te llamó la chica fría? —pregunta, sonando aburrido. Pero sé que
todavía le molesta que ella lo haya dejado plantado y me haya perseguido.
A pesar de que vio los hechos fuera de contexto y se negó a tomar el
proceso real de esos eventos.
De nuevo, por eso apesta haciendo perfiles, pero es bueno en relaciones
públicas... su lugar en nuestro equipo.
Abro la boca para decirle que no, sabiendo que le hará sentirse vengativo
y encantado, pero mi teléfono suena. Mi ceja se eleva cuando veo el número
desconocido y contesto.
—Aquí Bennett —respondo.
—Usas tu apellido cuando contestas el teléfono, como si la persona de la
otra línea no supiera a quién acaba de marcar. Es un saludo muy
impersonal, lo que me hace preguntarme si también tienes problemas de
desprendimiento Agente Bennett —me dice una voz familiar y femenina.
Mi sonrisa se forma inmediatamente y le guiño un ojo a Craig mientras
me mira, esperando que lo saque de su profunda desgracia.
—¿Así que realmente esperaste los tres días normales para devolverme la
llamada?
—Técnicamente, esperé cuatro días fuera de lo común.
Bien. No he dormido desde que encontramos la última víctima ayer por la
mañana. Estoy corriendo con la cafeína y el azúcar.
—Lo siento he estado despierto toda la noche, todavía no he dormido, así
que sigo en el tercer día. ¿Tendré que esperar cuatro días entre todas las
llamadas? ¿O se me permite usar este número cuando quiera? —pregunto,
viendo como Craig gime y resopla, haciendo pucheros mientras se aparta de
mi camino.
—¿Por qué has estado despierto toda la noche? —pregunta, desviando la
pregunta que le hice.
Es una reacción típica de alguien con problemas de aislamiento.
—Mi trabajo. Me hace falta dormir mucho y paso mucho tiempo en la
carretera. Supongo que tengo que decir eso ahora antes de pedirte una cita
que puedo o no tener que cancelar debido a dicho trabajo.
Decido tirar todo por la borda inmediatamente, sabiendo que ella ya está
asustada y recelosa de la confianza. En el momento en que la leí, pasó de
fría a atormentada en un parpadeo y esos ojos verdes atormentados han
quedado grabados en mi memoria.
Con sus defensas bajas estaba perdida, casi preocupada de ser herida sólo
por hablarme. Llámalo complejo de héroe, pero me sentí atraído por ella en
ese momento.
—Es bueno saberlo a mí también me hacen faltan muchas cosas, y tengo
horarios extraños.
Mi sonrisa sólo crece, ya que ella se está abriendo. —¿A qué te dedicas?
—pregunto.
Se ríe a la ligera y es una risa muy buena para escuchar. No le queda bien
y es una risa fácil y gratuita, como si no fuera la misma chica con la que
hablé hace unos días.
—Tengo una tienda online de compra, venta y comercio. Tomo una parte
de cada venta o intercambio realizado, tengo que examinar algunos de ellos
si el trato parece demasiado bueno para ser verdad. Por ejemplo, podría tener
que hacer un viaje espontáneo en medio de la noche si alguien en Florida
está tratando de cambiar un yate de un millón de dólares por un coche de
diez mil dólares, no puedo aprobar un intercambio así hasta que inspeccione
físicamente la mercancía y vea el papeleo adecuado. En las ventas, puedo
retener el dinero pagado hasta que la propiedad sea transferida. Los
intercambios, sin embargo, tienen que ser hechos por los clientes. Yo sólo
soy un arreglador de terceros que ocasionalmente inspecciona.
Escucharla hablar con tanta facilidad es un poco confuso para la forma en
que la describí... La perfilé como distante y defensiva, no de naturaleza
fácil. Tal vez estoy fuera de juego porque estoy cansado y escucho con
facilidad cuando es realmente difícil.
—Aunque suena divertido —digo tontamente. De nuevo, culpo a la
privación del sueño.
—No siempre. Una vez tuve que ir a inspeccionar una de esas muñecas
“reales”. ¿Sabes? Las muñecas sexuales que están hechas de forma realista, a
diferencia de las muñecas inflables. Valen como cinco mil dólares y el tipo
las cambiaba por un pequeño pony... Ni siquiera me hagas empezar con el
asunto que hay ahí.
Una risa se me escapa antes que pueda detenerla, y siento su sonrisa.
—¿Es esa la cosa más rara que has examinado?
—Examinar el coño de una mujer sintética hecha completa con succión
en todos los agujeros no fue el punto culminante de mi carrera,
sorprendentemente no fue el más raro.
De nuevo, me río preguntándome por qué su cambio ha pasado de ser
defensiva a encantadora en el transcurso de cuatro días.
—Entonces, ¿qué fue lo más extraño? —Le pregunto.
—Ojo por ojo. ¿Cuál es el caso más raro en el que has trabajado?
Pienso en eso cuando me subo a mi coche. La mayoría de los casos en los
que trabajo son serios, violentos y sádicos. Pero cuando empecé...
—Me reclutaron mientras estaba en la universidad después de hacer un
examen que no sabía que era para el FBI. Decidieron que tenía que venir a
trabajar para ellos y no vi ninguna razón para discutir. De todos modos, mi
primer caso fue uno pequeño en Indiana, era un pervertido que estaba
coleccionando bragas. A primera vista, el tipo era un pervertido sexual que
eventualmente escalaría a crímenes más duros que el robo de bragas. Por
eso nos llamaron, porque todas estas mujeres estaban aterrorizadas que un
acosador irrumpiera en sus casas y les robara la ropa interior pero cuanto
más profundizaba, más me daba cuenta que en realidad era un chico joven,
todavía pensaba que tenía fantasías sexuales. No fue hasta más tarde que
descubrimos que no estaba robando las bragas para él. Las robaba para su
madre, porque ella siempre se quejaba que su "ropa interior barata le
llegaba a la raya del culo". Ni siquiera quieres saber lo horrorizada que
estaba la madre cuando finalmente encontramos al niño. Aún no le había
dado la ropa interior. Los estaba poniendo todos en una caja para dárselos
en Navidad.
Ella jadea y luego se ríe, yo me relajo en mi asiento mientras salgo de
Quantico, en dirección a mi casa.
—Suena extraño. Pero al menos el chico no era un pervertido sexual. —
Hay una nota tensa en su tono, pero luego se aclara la garganta mientras
bostezo—. Realmente suenas cansado. Te dejaré ir.
—Estoy conduciendo a casa. Tengo treinta minutos de tiempo libre.
Hazme compañía.
—Hmm, supongo que todavía quieres que sea tu distracción.
Mi sonrisa se extiende. —Pediría algo más que una divertida
conversación telefónica, pero tengo que volver en cuanto duerma un poco.
Tuvimos una nueva aparición en uno de nuestros casos, lo que significa que
la carga de trabajo es fresca de nuevo.
—Hmm, ¿qué pedirías si pudieras pedir algo? —pregunta, sonando como
si estuviera coqueteando ahora, lo que anula la postura defensiva que
mantuvo hace unos días.
—Pediría una cena tal vez incluso una película si la cena saliera bien y no
tuvieras que romper el trato por faltas.
Se ríe suavemente. —¿Qué faltas serían esas? Mentes curiosas y todo
eso.
—Lo de siempre comer mocos, beber orina... fetiche con correas donde
tú serías la que me follaría. No me gusta nada de eso.
Ella empieza a reírse más esta vez y yo la escucho, asimilándolo. No sé
por qué se siente como si hubiera logrado algo haciéndola reír pero algo me
dice que probablemente no lo hace muy a menudo.
—Bueno, nunca adopté el hábito de comer mocos, beber orina no me
atrae, me tomaré una cerveza si tengo ganas de beber algo parecido a la
orina y esconderé mi correa hasta que te sientas un poco más cómodo con
tu sexualidad para intentarlo.
—Tomando en cuenta mi sexualidad. Bien —afirmo secamente,
escuchándola reír un poco más mientras continúo sonriendo.
—Entonces, ¿cómo haces el perfil de la gente? —Me pongo a pensar
cuando su risa se reduce.
—¿Cómo lo hago? O ¿por qué lo hago? —contesta.
—Ambos
—Bueno, lo hago mayormente basada en el lenguaje corporal en persona
y micro expresiones, por supuesto. Presto atención a la ortografía cuando
está por escrito, escucho el tono y las palabras por teléfono. Lo hago porque
dirijo ese sitio en línea y tienes que conocer las tonterías de los usuarios
legítimos.
—¿Diriges la tienda sola? —pregunto, buscando más información
personal.
—Tengo un socio de negocios. Se encarga de todo el trabajo técnico, y el
desarrollo de un programa para marcar posibles cuentas falsas. Recorta
mucho trabajo práctico aunque todavía revisamos las cuentas
personalmente.
—¿Y este compañero es sólo un amigo? —pregunto, husmeando más
allá.
Duda, pero luego parece divertida. —Si me preguntas si soy soltera, la
respuesta es sí, lo he estado por un tiempo, no te habría llamado y
coqueteado si estuviera con otra persona.
—Bueno, apesta que no pueda sacarte esta noche antes de que te canses
de esperar a que tenga un segundo libre. Estaré trabajando horas extras en
busca de nuevas pistas, pero si te apetece un café, puedo reunirme contigo
en el mismo sitio que nos encontramos al volver a la oficina en unas horas.
¿Digamos cinco o algo así?
—Prefiero el café por las mañanas pero puedes comprarme un muffin.
Tienen excelentes muffins.
—Café por las mañanas —repito, mi sonrisa crece—. Anotado.
—¿Está coqueteando conmigo, agente Bennett?
—Tal vez un poco. ¿Alguna vez me dirás tu nombre?
—Oh, es cierto no sabes mi nombre. Es peligroso hablar con extraños, ya
sabes.
—Soy consciente. Hago perfiles de seriales para vivir.
Es una cosa un poco pequeña con ojos encantados, pero bromeando
debería tener cuidado con ella. Estoy seguro de que el hecho que sepa que
tengo una placa la tranquiliza; asume que todos los oficiales de la ley son
buenas almas con intenciones limpias. Eso me dice que nunca ha tenido
problemas con la ley ni ha tenido ningún problema con ellos.
—¿Seriales? —pregunta, con la voz un poco baja, recordándome lo que
he dicho.
—Delincuentes en serie. Pasé del ladrón de bragas en serie a asesinos en
serie, espero que eso no sea un problema, he tenido problemas en el pasado
para mantener una relación por eso.
Se aclara la garganta. —Humm, no hay problema. ¿Pero no deberías
mantener esas cosas en secreto de los extraños?
—No está clasificado. He estado en las noticias una o dos veces hablando
además, preferiría que no fuéramos extraños. Entonces,
¿cómo te llamas?
Hace una pausa más larga de lo que me gustaría. La he entendido bien y
mal, pero no estoy seguro de qué grados en cada frente así que ni siquiera
me molesto en adivinar por qué está callada.
—Es Lana. Lana Myers. Siéntete libre de investigarme, Sr. Perfilador.
El tono de luz ha vuelto y he cruzado el camino final para llegar a casa.
—Prefiero que me sorprendas, Lana Myers. Sólo hago una comprobación
de antecedentes no invasiva para asegurarme que no eres una criminal o una
fugitiva eso podría ser un problema, dado mi trabajo —digo, riendo
ligeramente.
Ella también se ríe, y luego suspira. —¿Café más tarde? —pregunto.
—Muffin, ¿recuerdas?
—Bien. Lo siento no he dormido nada.
—Te veré más tarde, Agente Bennett.
—Definitivamente —le digo alrededor de un bostezo cuando llego a mi
casa.
Ella cuelga e inmediatamente escribo su nombre en un texto para Hadley.
HADLEY: ¿Qué estoy buscando? YO: Sólo los antecedentes penales.
HADLEY: Hecho y hecho. Está limpia. YO: Eso fue rápido.
HADLEY: Eso dijo ella2.
Riéndome, guardo mi teléfono y entro. Mi mente está cansada, pero sigo
pensando en los hechos del caso, pensando en cualquier cosa que nos
estemos perdiendo.
El sospechoso tortura a sus víctimas durante días, pero no por la misma
cantidad de días. Tres días esta última vez, dos días cada uno en las dos
primeras víctimas, cuatro días en la tercera y cuarta víctima. La falta de
consistencia no tiene sentido ni tampoco la piel del objetivo que se quita
siempre es diferente, excepto por la maldita remoción de la polla. A veces se
cortan todos los dedos. A veces no.
Mi casa está vacía, tranquila y un tanto escalofriante, considerando el caso
en el que estoy trabajando. Todas las víctimas son un reflejo de mí mismo;
solteras, solas, físicamente en forma, viviendo en un área aislada y adictos
al trabajo.
Mi vecino más cercano está a uno punto seis kilómetros de distancia.
Nadie se da cuenta que las víctimas están desaparecidas durante días,
todos llaman al trabajo es una grabación de la voz de un hombre, por lo que
podemos suponer, considerando que las palabras son exactamente las
mismas. Ninguno de los negocios graba esas llamadas, obviamente, así que
tenemos que confiar en la persona que recibió la llamada.
El último cuerpo fue encontrado sólo porque uno de sus colegas de
trabajo quiso averiguar por qué no fue a trabajar el cuarto día y nunca llamó
ese día.
Es deprimente saber que nadie fuera del trabajo se da cuenta de su
desaparición. Lo mismo se aplicaría a mí.
Mis ojos examinan mi casa por costumbre buscando cualquier cosa fuera
de lugar. Una vez que me siento seguro que nada ha sido perturbado, me
quito el arma, pongo la alarma y me acuesto en la cama.
Mis ojos se cierran y espero ver las imágenes de los cadáveres como
siempre lo hago.
En cambio, estoy perdido en un par de ojos verdes encantados que veré
más tarde.
Capítulo 3
Cuando estás cortejando una chica agradable, una
hora parece segundo. Cuando te sientas en una
estufa ardiendo, parece una hora. Eso es la
relatividad.
—Albert Einstein
Lana
Son más de las cinco cuando empiezo a mirar mi reloj, preguntándome si
realmente me están plantando esta vez. No estoy segura de que me obligó a
llamarlo, coquetear con él y luego acordar una cita tal, vez sea porque
necesito sentirme menos como un monstruo frío y más como una mujer.
Yo viví. Otros murieron.
Yo viví, pero me siento muerta.
Tal vez quiero sentirme viva, considerando que mi tiempo puede ser
limitado. Debería atesorar cada momento... cuando no estoy cobrando una
deuda atrasada. No es exactamente romántico pensar en un tipo mientras
estás cortando a otro en pedazos, pero Logan estuvo definitivamente en mi
mente durante los tres días que pasé cobrándome la deuda de Ben.
Tampoco en los rincones oscuros de mi mente que están reservados para la
venganza. No. Logan estaba en las partes buenas que yo creía que ya no
existían, despertó una luz largamente perdida como si no todo lo bueno
dentro de mí hubiera sido destruido.
Justo cuando estoy a punto de enviarle un mensaje y averiguar si está
bien, hay un cuerpo que se desliza de repente en el asiento delante de mí, y
mis ojos aparecen para encontrarse con un par de suaves azules. Podría
mirar esos ojos todo el día. El resto de él también está a la altura de esos
ojos perfectos.
Es el pecado y el placer envueltos en un paquete que estoy tentada a
mirar.
—Lo siento mucho —gime, haciendo señas a una mesera—. Había
tráfico, tuve que abusar de mi poder y encender las luces para poder pasar.
Mi sonrisa me sorprende cada vez que me hace usarla. —Está bien, sólo
estaba preocupada —miento, bueno, más o menos. Estaba preocupada por
él y me preocupaba que me hubieran dejado plantada.
Su sonrisa es genuina e instantánea cuando ve que no estoy enfadada y la
mesera aparece, terminando el momento de dos idiotas sonriéndose el uno
al otro.
Honestamente no puedo recordar un momento en el que mi estómago
estuviera revoloteando. Era sólo una adolescente cuando mi vida se hizo
añicos y la ilusión de normalidad se mantuvo por siempre fuera de mi
alcance.
Esto es lo más humano que he sentido en mucho tiempo y es sólo un café
de camino al trabajo.
Ambos ordenamos y la mesera se aleja después de darle un rápido vistazo
y guiñarme el ojo como si lo aprobara. No es que necesite su aprobación.
—Entonces, ¿qué te hizo acceder a conocerme? —pregunta,
aparentemente saltándose la charla. Supongo que es prudente, ya que
nuestro tiempo será limitado sin mencionar que él interroga para ganarse la
vida, así que es natural empezar una cita así con él.
Decido no decirle que me hace sentir como una mujer en lugar del
monstruo en que me he convertido, ya que me encerraría y tiraría la llave.
—¿Qué te hizo querer invitarme a salir? —Le pregunto en su lugar.
Su sonrisa se extiende más allá. —Te estás desviando pero te seguiré el
juego, has estado en mi cabeza. Tu turno —dice, apoyándose en la mesa
con los codos.
—Tú también has estado en mi cabeza.
—Ah ves, eso es hacer trampa. No puedes repetir como un loro mis
palabras para no revelar demasiado. Esa es una herramienta comúnmente
usada en una personalidad independiente.
—Deja de perfilarme —digo con una sonrisa burlona, pero esperando en
secreto que realmente deje de hacerlo.
¿Y si ve demasiado? ¿En qué diablos estoy pensando? Esta es la cita más
estúpida a la que podría ir.
Por fin conozco a un chico con el que quiero salir, tal vez incluso
conocer, y tiene que ser el único que ¿pueda ver a través de mí?
Me estudia demasiado intensamente, pero mantengo mi sonrisa en su sitio
esperando que no parezca tensa.
—Riesgo laboral. No puedo apagarlo. Ojalá pudiera, pero no puedo.
Genial.
Sigue esperando mi reacción, trato de pensar en cómo reaccionar
adecuadamente. ¿Cómo reaccionan las mujeres normales?
¿Salpican, ensucian su placa y sus habilidades? ¿Se ofenden por su
confesión de perfiles constantes, sintiendo que no les deja tener esa
privacidad? No tengo ni idea.
—¿Cuánto ha afectado eso a tu vida amorosa? —pregunto, decidiendo no
reaccionar en absoluto y mantener mis expresiones enmascaradas.
Gime mientras sacude la cabeza y se inclina hacia atrás. —Más de lo que
me importa admitir. Las mujeres prefieren decirme cómo se sienten en vez
que yo se los diga, he tratado de detenerme pero no puedo. Considéralo una
rareza de la personalidad. Tenía esperanzas contigo; parece que tú haces lo
mismo.
Sus ojos encuentran los míos y realmente parece esperanzado. Tiene
razón. Yo hago lo mismo pero por razones completamente diferentes.
Él sirve a la justicia lo mejor que puede.
Yo sirvo a la venganza de la manera que debe ser.
—¿Cómo es tu vida de citas? —pregunta, indagando una vez más.
Como una telaraña con un montón de bichos muertos en ella... De nuevo,
no es la respuesta más apropiada.
Mientras la mesera viene y deja nuestro pequeño pedido, intento pensar
en la mejor respuesta esperando a que se vaya para responder.
—Un poco seca por el momento.
—Ouch —dice, pero sonríe.
—Bueno, no en este exacto momento —digo, sintiendo que esa estúpida
e incontrolable sonrisa se extiende de nuevo.
—Así que háblame de ti. —Me hace un gesto con una mano mientras usa
la otra para llevarse el café a los labios.
—Veintiséis, nueva en la zona, en constante movimiento y tengo una
extraña fijación con los calcetines. ¿Tú?
Frunce el ceño, como si algo no le gustara.
—¿Te mudas mucho? —pregunta, sin responder a mi pregunta.
Nos hacemos eso el uno al otro, supongo. Evita responder a las preguntas
que nos hacemos nosotros mismos.
—Sí, he vivido en casi treinta estados. Crecer fue algo aburrido, vivíamos
en un pueblo pequeño y todos sabían todo sobre todos. Después que mis
padres murieron se puso peor. De todos modos, me he mudado a todos lados
tratando de encontrar lo que se siente como un hogar.
—¿Ha habido suerte aquí? —pregunta, aclarando su garganta.
—Tal vez —digo encogiéndome de hombros.
Apenas lo conozco, así que decirle que es lo primero que ha despertado
tanto mi interés definitivamente sería demasiado fuerte.
—Así que tus padres... —Se deja llevar por las palabras, mostrándose
incapaz de preguntar lo que quiere saber.
—Accidente de coche —miento parcialmente, forzando una sonrisa falsa.
—Lo siento —dice, soplando un aliento.
—Fue hace años. Ahora, ¿acerca de ti? —Me siento, desesperada y lista
para un cambio de tema.
Me muestra una sonrisa, pero no llega a sus ojos. —Veintinueve, soy
dueño de una casa en un tranquilo pedazo de tierra, era de mi padrastro pero
me la dejó antes de morir. Mi madre está viviendo con su nuevo marido en
Miami. Así que sólo soy yo.
—¿Qué hay de tu padre biológico? —Me doy cuenta demasiado tarde
que no debería entrometerme tanto, cuando no quiero que él se entrometa
también.
Ninguno de los dos tiene la oportunidad de fisgonear.
Su teléfono suena, llamando su atención, suspira de una manera que
probablemente significa que nuestra corta y dulce charla ha terminado.
—Joder —dice en voz baja, haciendo que mis labios se muevan.
Es sólo una palabra, pero empezaba a preocuparme que fuera un chico
del coro.
Sus ojos vuelven a aparecer para ver los míos. —Odio irme tan rápido,
pero...
—Está bien —interrumpo, ignorando la pequeña punzada de la
decepción.
Lanza un billete de veinte, que es más que suficiente para cubrir la cuenta
que posiblemente cueste un billete de diez dólares.
—Lo siento mucho —dice, maldiciendo en voz baja mientras está de pie.
Me pongo de pie y complico las cosas, porque no sé si debo abrazarlo,
tocarlo o saludarlo como una idiota.
Lo saludo como una idiota.
Cielos.
Él sonríe, arqueando una ceja hacia mí. —¿Te llamo más tarde? —
pregunta, su sonrisa se convierte en una gran sonrisa.
Estoy ocupada sintiéndome como una idiota así que sólo asiento, no
confío en que mi boca sea menos estúpida que esta increíblemente
incómoda señal que sigo haciendo. Es como si mi mano hubiera perdido el
contacto con mi cerebro y la maldita cosa aún se estuviera moviendo.
Su teléfono suena esta vez, se da la vuelta y se aleja antes de contestar.
Me vuelvo a sentar preguntándome cómo planear un brutal asesinato es más
fácil que salir con alguien.
El mundo está demasiado jodido.
Capítulo 4
Fuerza siempre atrae a los hombres de baja
moralidad.
—Albert Einstein
Lana
LOGAN: Bistec. Te llevaré a comer un bistec tal vez hasta langosta
también. ¿Te gusta la carne roja y los mariscos?
Sonrío cuando veo el texto aleatorio de Logan. Ayer me sentí incómoda,
pero luego me llamó y me hizo olvidar lo poco familiarizada que estoy con
todo esto, porque no pareció importarle. En todo caso, parecía más intrigado.
YO: Sí y sí. También me gusta el vino para tu información.
LOGAN: Vino, entendido. ¿Qué vas a hacer hoy?
¿Alguna posibilidad que vayas a la ciudad por más café? ¿O un
muffin, mejor?
Termino de ocultar la última cámara sobre la entrada de la puerta. Entrar
no fue fácil, considerando que Tyler o su esposa cierran las puertas
inmediatamente cuando llegan a casa o se van, pero finalmente me las
arreglé para entrar y dejar una ventana abierta para más tarde.
Sin sistema de seguridad. Sólo uno de mis objetivos planeados tiene un
sistema de seguridad, eso lo tendrá que manejar Jake. Jake es un verdadero
mejor amigo. ¿A cuánta gente te acercas, les dices que quieres vengarte, les
cuentas tu plan, y luego empiezan a ayudarte a evitar que te atrapen?
Agarro mi teléfono y le envío un mensaje a Logan, encontrando
extrañamente relajante tener una conversación normal mientras trabajo en el
plan.
Tal vez realmente soy una psicótica.
YO: Hoy no, estoy en una revisión de comercio. No volveré hasta
mañana.
Eso no es del todo una mentira. Hice una revisión de comercio... Sólo que
estaba en el mismo pueblo.
La esposa de Tyler está fuera de la ciudad en una conferencia de trabajo
lo que me da mucho tiempo para revisar su casa.
El suelo es nuevo como el resto de la casa, que no cruja es algo muy bueno.
Mi teléfono suena en mi bolsillo mientras camino por los pasillos,
revisando todo lo que pueda suponer un problema.
LOGAN: Mañana estaré en algunos pueblos, haciendo malabares con
algunos casos ahora mismo parece que la gente no puede dejar de
matar a otras personas.
Hay que amar la ironía.
Estamos tan mal emparejados que ni siquiera es gracioso.
Si hubiera visto el mal que yo he visto, entendería por qué algunas
personas merecen morir.
YO: ¿Alguna vez has tenido que matar a alguien?
No es la mejor pregunta para un tipo con el que sólo has tenido una cita en
una cafetería, si es que puedes llamarlo una cita.
LOGAN: Muchas veces. No todos los casos terminan con el
perpetrador en la cárcel, por desgracia.
Bueno, ha matado a mucha gente de la misma manera con la misma
metodología y razonamiento... así que técnicamente es un asesino en serie
también. Es lógicamente veraz. Aparte de llevar una placa para encontrarlo
legalmente justificable, somos iguales. Bueno, yo torturo a mis víctimas
primero pero eso es sólo un minucioso análisis de los hechos.
LOGAN: ¿Eso te molesta?
Me río antes de poder detenerme y gimoteo mientras muevo la cabeza,
feliz que no haya nadie aquí para oírme. El humor morboso probablemente
no me llevará lejos en esta relación.
YO: Para nada. Estoy segura de que tenías que hacerlo o no lo
habrías hecho en absoluto.
A veces la gente no encuentra justicia. A veces tienen que tomarla.
—¿Quieres jugar, Victoria? Sabes que sí. —El aliento de Ben se siente
como un ácido contra mi frente, me las arreglo para golpearlo con una
rodilla, conectando con su lado.
Él maldice y gira la cabeza.
—¡Sujétala! —le grita a Tyler—. O me aseguraré de que ella también te
clave unas cuantas veces.
Un grito atraviesa la noche, pero no es mío. Me niego a que me oigan
gritar.
—Gritas muy bien —oigo a Kyle decir, riéndose desde algún lugar detrás
de nosotros, pero no puedo verlo ni lo que está haciendo.
Y no quiero verlo.
Ni siquiera quiero ver lo que me están haciendo.
Los recuerdos solían dejarme acurrucada en una especie de bola y
llorando durante horas, ahora me alimentan. Alimentan mi misión. Me
hacen avanzar.
Me hacen un poco asesina.
Sacudiendo la cabeza, me muevo más rápido por la casa escondiendo la
última cámara en el osito de peluche de la cama de Tyler. Aparentemente a
su esposa le gustan los peluches o al menos espero que sea su esposa a la que
le gustan los peluches, odiaría saber que he temblado de miedo por un tipo
que lleva un oso de peluche.
Al entrar en la última habitación, me doy cuenta que está insonorizada
con grandes cantidades de relleno de estudio para los músicos. Esta será la
habitación perfecta, ya que no tiene sótano y no hay ventanas aquí.
No se añadirán cámaras en esta habitación.
Hay algunas guitarras alineadas, todas ellas bonitas y brillantes.
Toda su vida es bonita y brillante. Al igual que todos ellos. No puedo
esperar a pintarla de rojo.
Capítulo 5
Lo único realmente valioso es la intuición.
—Albert Einstein
Logan
—¿Quién es la chica? —Elise pregunta, aclarándose la garganta mientras
se sienta en el borde de mi escritorio.
Estoy sonriendo cuando dejo el teléfono pero enmascaro mi expresión.
—Ni idea de lo que estás hablando —miento, controlando todas mis micro
expresiones.
—Puedes mentir todo lo que quieras pero te delatas a ti mismo cuando
miras tu teléfono, hay dos razones por las que un tipo sonríe a su teléfono
de esa manera: Porno o una chica.
Riendo miro hacia otro lado, estudiando algunas nuevas pruebas del caso
del “Boogeyman3". Odio cuando los medios de comunicación dan un
nombre a los sospechosos, solo alimenta sus delirios y les da la atención que
anhelan. Afortunadamente aún no se han enterado del caso de nuestras
víctimas mutiladas y torturadas. Odiaría saber el nombre que le han dado a
ese caso.
—Enviamos un equipo a Boston para seguir las nuevas pistas de los
asesinatos de allí. Hemos aislado la zona de confort y hemos reducido el
número de sospechosos. ¿Estás bien para ir? me mantengo al día en el caso
de mutilar y matar —digo en lugar de responder a su otro comentario.
Respira hondo. —Claro, iré a Boston pero deja de mirar todas esas fotos,
te van a dar pesadillas —me dice, señalando las fotos que están esparcidas
por mi escritorio. Siempre tengo copias de la pizarra hechas para mi
escritorio. Ver las cosas desde varios ángulos te ayuda a captar lo que de
otra manera podrías pasar por alto.
—Necesito encontrar el verdadero motivo detrás de estos asesinatos. —
Observo a la última víctima muerta y castrada.
—A veces no hay motivo. Hicimos el perfil del sospechoso, de ser
sexualmente reprimido, probablemente porque es gay y no puede aceptarlo.
Como resultado, está en camino de convertirse en un sádico sexual una vez
que lo acepte lo más probable es que estos hombres se burlaron de él, se
mofaron de él o lo rechazaron. La policía local está tardando en
respondernos, no creo que se tomen a este tipo tan en serio como deberían.
Hablé con varios pueblerinos pero actuaron como si nadie fuera gay, como si
fuera una blasfemia siquiera considerarlo. Quise mostrarles fotos de mi
hermano y su esposo sólo para impactarlos en algún momento.
Mis labios se mueven.
—Cuanto más pequeño es el pueblo más resistentes a los forasteros son, no
les gusta que nos entrometamos en su pueblo, y seguro como el infierno que
no quieren que descubramos ninguna suciedad que pueda empañar su
reputación. Pero eventualmente nos tendremos que establecer allí. El
sospechoso volverá para el final —digo con un fuerte aliento.
Asiente mientras está de pie y coge las llaves de mi escritorio, antes de
mirarme fijamente mientras me quedo sentado.
—Sólo un recordatorio amistoso... todos somos adictos al trabajo así es
como hicimos este equipo, siempre hay tres o más casos a la vez, a pesar de
la forma tan encantadora en que la televisión nos muestra como si
tuviéramos un solo caso a la vez y tiempo libre entre ellos. Citas... Bueno.
No es tan fácil, hay una razón por la que todos estamos solteros, divorciados
o ambos a menos que estés saliendo a escondidas con alguien que trabaje
aquí, nunca podrás ver a la persona que te espera en casa.
Se da la vuelta y se aleja, echando una mirada por encima del hombro.
Me encojo de hombros. Tenemos algo de tiempo libre, no es mucho pero es
suficiente. Espero que sí. Odiaría saber que mi vida sólo pasara
persiguiendo psicóticos hasta que muera solo.
YO: Realmente necesitamos vernos de nuevo, los mensajes de texto
apestan.
LANA: Estoy de acuerdo. Me están dando calambres en los dedos.
YO: ¿Pasa algo en dos días? No tengo planes para el desayuno.
LANA: Dentro de dos días estaré en Virginia Occidental. ¿Y
mañana?
YO: No puedo. Tengo que volar a Boston para una rápida reunión
informativa. Volveré mañana por la noche, pero tengo mucho trabajo
que terminar. Será más de medianoche antes de que me vaya. Si me voy.
LANA: Entonces, enviar mensajes de texto es divertido, ¿no?
Me río y gimoteo, relajándome en mi asiento mientras Craig entra en mi
oficina.
—Así que el Alguacil del Condado de ese pueblo de mala muerte
finalmente llamó. Acabo de hablar con él por teléfono, vive allí y parece
que cree que dirige todos los departamentos de policía del condado. De
todos modos, dijo que no hay “gays” viviendo en sus pueblos, esos son las
personas de la ciudad que olvidaron cómo ser hombres y mujeres. —Craig
pone los ojos en blanco y yo maldigo.
—La represión es un caldo de cultivo para los asesinos en serie. Negar
que alguien pueda ser algo distinto de lo que quiere que sea no nos ayudará
a encontrar al sospechoso antes que vuelva a atacar.
—Dije casi exactamente lo mismo pero no cambió de postura, piensa que
es una coincidencia que esos "pobres chicos" hayan sido asesinados. Culpa a
la mudanza de su casa porque el resto del mundo está lleno de maldad.
Seguro que trabaja con una mentalidad de culto, y no me sorprendería que
todos los pueblos pequeños en los que es alguacil bebieran esa agua.
—Tendremos que hacer un perfil de toda la ciudad si alguien no habla —
me quejo.
—¿Crees que el sospechoso sigue siendo un residente de allí? —
pregunta mientras toma asiento frente a mi escritorio.
—Creo que es improbable pero posible. No tenemos suficiente
información para usar para un perfil más específico.
Pone sus manos delante de su boca, sus ojos vacíos mirando fijamente a
mi escritorio.
—Los medios de comunicación harán girar todo tipo de teorías si se
apoderan de esta historia antes de que estemos listos para dar un perfil
concreto —dice distraídamente.
—Estoy consciente de ello. Al menos sabemos que el alguacil no va a
difundir la historia antes de que estemos listos.
Asiente con la cabeza, sin mirar nada en particular.
—No entiendo cómo lo haces —dice, apartando los ojos de una de las
fotografías—. ¿Cómo te metes en la cabeza de alguien que es tan enfermo y
sádico?
—¿Cómo manejas las mil y una preguntas de los medios de
comunicación? —pregunto con un encogimiento de hombros—. Todos
tenemos nuestros puntos fuertes, no me meto en sus cabezas me arrastro
dentro de su mente, es la única manera de entender su mentalidad delirante
porque no puedes pensar como lo haría una persona racional. Una mente
retorcida es una que forma su propia realidad. Por eso necesito saber más
sobre estos asesinatos. No deja suficientes pistas para armar el
rompecabezas.
Capítulo 6
Admito que los pensamientos influyen en el cuerpo.
—Albert Einstein

Lana
Mi vida ha empezado a girar alrededor del timbre de un teléfono. Bueno,
durante los últimos cinco meses ha sido así, pero un teléfono diferente.
Normalmente es el teléfono clonado el que me tiene saltando y corriendo
para agarrarlo, no es mi verdadero teléfono, no hasta el agente Logan
Bennett hace un par de semanas.
LOGAN: Craig acaba de preguntar si eres lesbiana. YO: ¿Quién es
Craig?
LOGAN: No tienes idea de cuánto disfruto esa respuesta. De hecho,
acabo de ocasionar algunas miradas curiosas sobre por qué me estoy
riendo.
No tengo ni idea de por qué le parece tan divertido.
YO: En serio, ¿quién es Craig?
LOGAN: Realmente quiero verte de nuevo.
YO: Bueno, dejemos los dos nuestros trabajos para que finalmente
podamos tener una cita.
LOGAN: Con los caminos sin salida que encuentro en todos mis
casos, empiezo a preguntarme si no es hora de cambiar de carrera.
YO: Si te hace sentir mejor, yo también contemplé un cambio de
carrera. Ayer conocí a un tipo que cambiaba todos los consoladores de
su esposa por una lavadora a presión. La esposa estaba furiosa cuando
aparecí para inspeccionar la calidad de sus "juguetes".
Al menos eso es cierto. Odio las veces que tengo que mentirle.
LOGAN: Acabo de escupir café por todo mi escritorio.
YO: Qué coincidencia. Aparentemente ella también era una
escupidora, el marido me informó de eso como si quisiera saberlo.
#Sobrecompartir
LOGAN: Detente. Por favor, detente. Todos aquí piensan que estoy
loco por reírme tanto.
YO: No fue el encuentro más incómodo que he tenido, pero tampoco
será uno de mis mejores momentos.
LOGAN: ¿Así que los consoladores no fueron cambiados por la
lavadora a presión?
YO: No, y me enteré que los necesitará más que nunca, ya que no la
tocará por un tiempo, según ella. No estaba feliz cuando me fui.
Aparentemente fue mi culpa por aparecer una hora antes, porque de
otra manera se habría ido.
LOGAN: Vale tú ganas. No puedo competir con eso.
YO: #Objetivospersonales
LOGAN: ¿Siempre vas a la cafetería donde te conocí?
YO: Humm... es un cambio abrupto de conversación, pero sí, lo hago.
Me mudé aquí hace poco más de un mes, y esa fue la primera taza
decente que encontré.
LOGAN: Entonces desearía haber parado allí antes de ese día. Tuve
un tiempo de inactividad dos semanas antes. Podríamos haber estado
haciendo esto en persona entonces.
YO: ¿No vas siempre allí?
LOGAN: Esa fue mi primera vez. Craig y yo fuimos a hablar con
algunos de los superiores sobre algunas medidas de seguridad. Sólo nos
detuvimos ese día porque nuestro lugar habitual estaba cerrado por
renovaciones.
YO: Oh, ¡ESE es Craig!
LOGAN: ¿En serio no recuerdas su nombre?
YO: Sólo conservo los nombres de la gente que me gusta o quiero
matar.
Me estremezco cuando lo leo y me doy cuenta que no es un buen chiste,
aunque sea cierto, para un agente del FBI.
LOGAN: Espero estar en la lista correcta.
Doy un respiro, luego sonrío al chiste morboso, ahora que sé que no se lo
toma en serio.
YO: Lo estás. Actualmente estás en la parte superior de la lista
correcta. Hace tiempo que no sonrío como cuando hablamos.
LOGAN: Debí haberte besado.
Mi corazón late en mi pecho mientras leo eso, luego lo vuelvo a leer. Una
y otra vez. Y otra vez.
Cada vez hace que mi estómago se revuelva, y trato de procesar todas las
reacciones raras que tengo hacia él. Me hace sentir y actuar como la
persona que nunca pensé que podría ser de nuevo, y apenas lo conozco.
Sólo lo he visto dos veces.
Sin embargo, no pasamos ni un día sin hablar y es el momento
culminante de mi día.
Todos los días. Cada vez.
Cada palabra.
YO: Sí. Deberías haberlo hecho, entonces podría haberme ahorrado
la incómoda señal que hice.
LOGAN: Pero la incómoda señal fue muy linda.
YO: Ja. Un tipo divertido. Ya veo cómo es. Ha pasado un tiempo
desde que intenté la escena de las citas.
En realidad, sólo han pasado unos siete meses pero como siempre, el
nivel de interés murió después de un mes, porque todos los sentimientos
que quería sentir nunca surgieron. Habría una fracción de la chispa que
siento con Logan e intentaría forzarla, desesperada por sentir algo más que
ira, odio, rabia... ruptura.
Pensé que había perdido esa habilidad. Pensé que la habían tomado de
alguna manera.
Entonces llegó exactamente lo que había estado buscando desde antes de
empezar la lista de asesinatos, el problema es el hecho que es mi opuesto en
el sentido no tan bueno. Es decir, yo mato gente y él atrapa asesinos y no
puedo detenerme. Desearía no haberlo conocido tan pronto en mi lista.
Todavía hay muchos más nombres en mi lista, todavía tengo que corregir
tantos errores. Mi teléfono suena y miro hacia abajo, sonriendo antes de
poder ayudarme a mí misma.
LOGAN: Entonces definitivamente debería haberte besado.
Capítulo 7
La imaginación es más importante que el
conocimiento. El conocimiento es limitado. La
imaginación circunda el mundo.
—Albert Einstein
Logan
—Sabemos por los cinco asesinatos anteriores y las mutilaciones que la
frustración sexual y el posible rechazo fueron los principales motivos. —A
pesar de que siento que hay una tonelada de mierda más—. Tal vez el
sospechoso se siente inadecuado, posiblemente por el rechazo o algo aún
más grande que ha sucedido en el pasado. Necesitamos encontrar un vínculo
y empieza en esa ciudad. Leonard y Elise han regresado a Delaney Grove,
buscando a alguien que pueda hablar. Por ahora, el resto de nosotros
permaneceremos aquí donde ocurrió el último asesinato. Es la escena del
crimen más reciente —le digo al grupo.
Toman sus carpetas y archivos y me dirijo a mi oficina, sintiéndome
demasiado cansado para pensar con claridad. Durante las últimas dos
semanas, me he quedado en mi oficina o he conducido a casa para dormir
unas horas.
A diferencia de la mayoría de los asesinos en serie, este no está
ascendiendo en la escala de tiempo o en el factor de riesgo. No se está
volviendo más atrevido, lo que significa que se mantiene más inteligente.
Lo que es una mierda para nosotros, porque no está cometiendo ningún
error.
El rastro se va a enfriar. Una semana más y podría haber otro cuerpo a
nuestros pies.
Mi teléfono suena y miro el texto, sonriendo cuando veo quién es. No
tengo ni idea de por qué se molesta en hablar conmigo, ya que todo lo que
hemos hecho es mandarnos mensajes o hablar por teléfono desde el día que
tuve que dejarla en la cafetería.
LANA: Sabes, siempre me burlé de la idea de Netflix y Chill4, pero
ahora veo el atractivo.
YO: Ni siquiera tengo un televisor. LANA: ¿Qué? ¿Cómo?
YO: Sigo queriendo comprar uno...
LANA: Agente Bennett, lo siento. Esto tiene que terminar ahora.
YO: Al menos llámame por mi nombre de pila si estás terminando las
cosas.
LANA: Agente Bennett suena más sexy.
Eso me hace sonreír.
YO: ¿Oh? ¿Las esposas te excitan?
LANA: La restricción es un infierno, no. No es lo mío. Pero no me
opondría a usarlas en ti... si llegamos a ese nivel, claro.
Mi polla se agita en mis pantalones y mentalmente cuento los meses desde
la última vez que tuve tiempo de pensar en el sexo. Para el quinto mes, dejo
de contar, porque es simplemente deprimente. Necesitaré unas cuantas citas
con mi mano antes de intentar enfrentarme a Lana y avergonzarme a mí
mismo.
YO: ¿Cena mañana?
LANA: ¿Puedes hacer la cena?
YO: No hay pistas en este momento en mi caso, así que tengo algo de
tiempo libre. No será mucho tiempo libre, pero tiene que ser mejor que
enviar mensajes de texto todo el tiempo.
LANA: No estoy segura del protocolo en esta situación.
Mi ceja se eleva cuando leo su último texto.
YO: ¿Qué protocolo?
LANA: ¿Se me permite decir que sí a una invitación a cenar de
último minuto? ¿O está mal visto que parezca disponible con tan poco
tiempo de aviso? ;)
Eso me hace sonreír y reírme para mí mismo mientras me siento y miro
el reloj. Son más de las nueve, pero realmente quiero verla ahora mismo.
YO: Será un montón de avisos cortos de mi parte, así que espero que
seas el tipo de chica que puede estar disponible... Espero que eso suene
mejor en voz alta.
LANA: Suena... Sí, no. No suena bien, pero entiendo lo que quieres
decir. Sí a la cena. :) Espero irme con algo más que una señal incómoda
esta vez.
Elevo el puño al aire y luego miro hacia arriba para ver unos ojos
curiosos sobre mí a través de la puerta abierta de mi oficina. Sintiéndome
como un imbécil de catorce años, le envío un mensaje de nuevo.
YO: Esta vez no me iré con sólo un saludo. Quién sabe cuándo te
volveré a ver, o si seguirás lidiando con mí horario de mierda.
LANA: Mi horario es bastante malo también.
YO: ¿Está mal que esté tentado de preguntarte dónde vives para
poder pasar esta noche sutilmente con la excusa que estaba en el
vecindario y creí ver a alguien demasiado cerca de tu casa?
LANA: ¿Está mal que espere que rompas algunas reglas, encuentres
mi dirección y hagas eso?
Gruñendo, miro el momento, luego la pantalla de mi ordenador.
Decidiendo abusar totalmente de mis privilegios, busco su dirección. Pero
eso es todo lo que investigo. Agarro mi teléfono, tomo mi GPS, agarro mi
"bolso de viaje" de la oficina y corro hacia mi auto.
Como es una locura y una presunción llevar un bolso, la tiro por la
espalda, esperando que ella no la note y se dé cuenta que estoy esperando
mucho más de lo que debería. Obviamente me iré tan pronto como llegué si
ella quiere, pero realmente espero que no quiera que me vaya.
Porque Lana Myers ha estado en mi cabeza desde el día en que la conocí,
y sería bueno que alguien notara mi ausencia.
Capítulo 8
Para conocer los secretos de la vida, primero
debemos darnos cuenta de su existencia.
—Albert Einstein
Lana
Miro fijamente mi último texto y el espacio vacío debajo de él, porque
nunca me devuelve el mensaje. En serio, soy malísima coqueteando.
Gruñendo, me levanto echando una mirada al monitor de la pared, Tyler
camina delante de la cámara en bóxer sonriendo mientras manda un
mensaje a alguien. Mi teléfono secundario suena en el momento justo, y
miro hacia abajo y leo los mensajes que está enviando a una chica llamada
Denise.
TYLER: ¿Qué llevas puesto? Estoy pensando en ti.
Pongo los ojos en blanco, esperando que Denise le diga que se joda. Pero
no lo hace.
Es difícil verlos vivir sus vidas durante un mes, tengo que verlos amando
la libertad que me robaron. La libertad que nos robaron.
Tyler es el primero que se casó y aparentemente tiene una aventura, lo he
estado guardando para el final pero ahora mismo, no puedo permitirme ir a
casa y correr entre tantos. Y la carrera es una descripción exacta de cómo
será ese tiempo, considerando que será muy fácil que me atrapen si trato de
espaciar como lo hago ahora.
Jake me aseguró que los federales están investigando nuestro pueblo
natal, era sólo cuestión de tiempo antes que relacionaran los asesinatos e
hicieran la conexión. Esperaba tener más tiempo antes que me siguieran la
pista, de ahí la razón por la que empecé los asesinatos fuera del pueblo.
Por supuesto, no es que vayan a relacionar nada de esto conmigo. Lana
Myers no existe en ese pueblo. Nunca ha existido.
Victoria Evans murió hace diez años, ya no me parezco en nada a ella. Se
aseguraron de eso. Mis ojos se dirigen al pequeño espejo en la pared a mi
lado. Sin ningún tipo de maquillaje, se pueden ver algunas cicatrices leves.
Gasté mucho dinero para asegurarme que hubiera el menor número
posible de cicatrices. Victoria Evans era una pobre chica de Delaney Grove
pero Kennedy Carlyle era una heredera que murió en un accidente de coche
la misma noche en que se firmó mi certificado de defunción, estaba tan
destrozada e irreconocible que Jake no tuvo problemas para cambiar la
información en los ordenadores.
Kennedy pudo haber muerto esa noche, pero el extraño que nunca conocí
me salvó la vida.
Entré como Victoria salí como Kennedy, asumí su vida de rica huérfana y
me cambié "legalmente" el nombre a Lana Myers para evitar que alguien de
su pasado me descubriera.
Fue la forma más fácil de crear un fondo para apoyarnos y cambiar mi
identidad. Jake no se hizo experto en formas más ingeniosas de cambios de
identidad hasta los últimos dos años.
Me llevó un tiempo ver mis cicatrices en la cara como marcas de
supervivencia en lugar de recuerdos brutales de esa noche. Las cicatrices en
otras partes de mi cuerpo no sanaron tan limpiamente pero las cicatrices de
mi alma fueron las que más tiempo tardaron en cicatrizar.
Dicen que cada uno tiene su propio proceso de curación.
El primer año de mi vida lo pasé llorando por mi familia y sufriendo todo
el trauma. Lloré hasta que no quedó nada más que arena que cayera de mis
ojos, me acurruqué en una bola y me duché tres veces al día, sin sentirme
nunca limpia.
El segundo año lo pasé enojada y buscando salidas. Primero me dediqué
al kickboxing, en el tercer año me pasé a otras formas de artes marciales
mixtas. Varios cinturones negros son míos ahora.
No quiero ser la víctima de nadie más.
El cuarto año lo pasé fortaleciéndome, lidiando con todos mis miedos y
aprendiendo a valerme por mí misma sin necesidad de dormir.
El quinto año fue la primera vez que pude soportar cualquier contacto
físico. Aprendí a crecer, aprendí a no acobardarme cuando alguien apenas
me tocaba, aprendí a ser lo más normal posible.
El sexto año fue cuando finalmente pude manejar la intimidad sin querer
matar a la persona que me tocaba. Fue el año en que decidí que ya no era su
víctima. Fue el año en que recuperé el control de mi vida y abracé mi futuro
antes de que se destruyera por completo.
El séptimo año fue cuando decidí vengarme. La preparación comenzó.
El octavo año fue cuando empecé a localizarlos a todos. Aprendí todo lo
que había que saber sobre ellos.
El noveno año lo pasé hackeando los archivos del caso del juicio de mi
padre, conociendo todo lo que tenía la policía, buscando la verdad en vez de
las mentiras.
El décimo año... El décimo año es cuando decidí empezar a matar uno
por mes.
Jake me convenció de ser cautelosa. Odiaría ser atrapada antes de que
pueda terminar.
Mi vida pasará entre asesinatos. Puedo tener ambos porque dudo que
salga de esto con vida.
Denise decide enviarle un mensaje a Tyler, sacándome de mi ensueño. Es
una foto de ella en un camisón de encaje. Es irreal. Si así es como se supone
que tienes que salir, entonces estoy fuera de mi alcance. No voy a pasar
treinta minutos metiéndome en algo así sólo por una foto.
Mi teléfono suena mientras Tyler y Denise se envían mensajes sucios el
uno al otro. Esos mensajes sucios llegarán a su esposa si es necesario.
Seguro que ella no puede estar en casa cuando cobre su deuda.
Mi teléfono suena, me acerco y lo cojo distraídamente, leyendo el último
mensaje de Tyler. ¿Cómo es que Denise encuentra esto sexy?
—¿Hola?
—Hola, soy yo —dice Jake, haciendo clic en el fondo, siempre está en el
ordenador preparándolo todo para mí. El mejor compañero de todos los
tiempos.
—¿Qué estás haciendo? —pregunto, por curiosidad.
—Acabo de terminar de escribirle a Olivia su cheque, ahora estoy
trabajando en nuestro sitio web.
—¿Estás leyendo esto? —Le pregunto, arrugando mi nariz cuando
Denise le describe una mamada en detalle.
—Desafortunadamente. ¿Qué vas a hacer esta noche? Estaba pensando
que podríamos comer algo y ver la vigilancia juntos. Ya tengo su código de
entrada, estás consiguiendo mejores ángulos con cada instalación de las
cámaras.
Levanto la mirada al monitor, viendo como Tyler empieza a bajar sus
bóxer. Sí, no. No necesito ver eso.
Al apartar la mirada, respondo. —Aprendo más con cada uno. Su esposa
sale mucho por negocios, hay una conferencia dos días antes del día
planeado para el asesinato. Estará fuera todo el fin de semana, puedo hacer
una parada entonces. Él es un dos por uno.
—No te pongas arrogante y golpees demasiado pronto. Cuando pierdes la
precaución, ocurren errores y te arrestan.
—Cierto. Hay una conferencia el fin de semana siguiente, siempre puedo
prolongar la fecha también.
—Eso es mejor que acelerarlo, pero es mejor atenerse a un horario
consistente si es posible. De esa manera no pierdes la concentración.
Resoplando burlonamente, pongo los ojos en blanco. —No te preocupes
por eso, mi enfoque no puede desviarse.
Sus burlas ya no me persiguen por la noche. Ahora sueño tranquilamente
con los sonidos de sus gritos.
Lo cual me doy cuenta de que probablemente sea psicótico, pero no nací
así. Me convirtieron en esto. El Karma no los encontró, tampoco la justicia.
El destino parecía contento con dejarlos en sus pequeños y perfectos
caminos de amor, paz y felicidad.
Sólo una persona quería que sufrieran. Bueno, dos. Jake quería que
sufrieran tanto como ellos me hirieron a mí. Tanto como ellos me
lastimaron...
—Dices eso, pero parece que pierdes más de tu ira con cada muerte. Casi
pareces... un poco demasiado alegre estos días. Durante las últimas
semanas, te has reído y actuado muy bien cada vez que he hablado contigo.
¿Te estás cansando de esto? No es demasiado tarde para echarse atrás.
Eso no tiene nada que ver con los asesinatos. Tiene todo que ver con el
agente Bennett. No es que le vaya a decir eso a Jake. Se volvería loco si
supiera que yo... Bueno, no estoy muy segura de lo que estoy haciendo con
Logan para ser honesta, además de sonreír como una loca cada vez que mi
teléfono suena con un nuevo mensaje de él.
Si le dijera a Jake que estoy interesada en un agente del FBI que investiga
asesinos en serie, y que posiblemente esté investigando mi caso,
probablemente se volvería loco.
Porque es estúpido.
Y debería terminar con ello.
Pero no puedo.
Cuando pasas tanto tiempo sintiéndote fría y distante, entonces un
completo extraño enciende los sentimientos latentes que creías que se habían
ido para siempre... no puedes evitar ser adicta a ello. No puedes evitar
deleitarte con las sonrisas que olvidaste usar, o las risas que suenan
antinaturales saliendo de los labios que no han reído en años.
Vaya. Necesito ir más despacio, estoy a una fantasía de tatuar su nombre
en mi trasero.
No puedo evitar preguntarme cómo habrían sido las cosas si mi pasado
no se hubiera desviado y no hubiera sido llevada al infierno y vuelto. Creo
que le hubiera gustado mucho la antigua yo: Era inteligente, divertida,
rápida y ligeramente dramática también lloraba si accidentalmente mataba
un bicho.
Ahora... Ahora soy un paquete de venganza de 1.60 que nadie ve venir.
—Estoy animada porque se siente bien, tal vez sea un aumento de
adrenalina o algo así —miento.
—¿En serio? —pregunta, sonando confuso.
Sé que Jake apoya lo que estoy haciendo. Él estaba allí. Me ayudó a
recoger todos los pedazos y a pegarlos lo mejor que pudo, aunque yo apenas
podía soportar estar cerca de alguien.
Pero no quiere los detalles sombríos, y dudo que se sienta cómodo
conmigo diciéndole que me hace sentir como una tonta sonriente, aunque no
son las muertes las que me hacen sonreír. Pero no puedo darle los verdaderos
hechos. Por... la Tercera Guerra Mundial y todo eso. No quiero que me hable
de Logan, cuando casi me lo he hecho a mí misma demasiadas veces.
—De verdad —miento otra vez.
Realmente espero haber coqueteado bien con Logan, pensé que estaba
siguiendo su ejemplo. A menudo lo llaman en medio de nuestras sesiones
de mensajes, lo que significa que pueden pasar horas antes de que responda,
así que trato de no pensar demasiado.
Mis ojos se dirigen hacia donde Tyler ya se está limpiando. Es tan rápido
como lo recuerdo.
Una semana más hasta el día de la muerte.
—Sigo pensando que deberías dejar la castración. Si profundizan
demasiado en la historia de la ciudad, podrían acabar descubriéndola
demasiado pronto —dice Jake, recordándome que todavía está al teléfono.
—Recuerdas lo que hicieron ¿verdad? Quiero que sientan el peor dolor
imaginable, quiero quitarles esa última gota de poder... esa última gota de
dignidad.
Soplando un largo aliento, lo escucho callar en el otro extremo.
Cuando continúa sujetando su lengua, trato de tranquilizar su mente.
—Aunque descubrieran que un fantasma se levantó de entre los muertos,
tomo muchas medidas forenses, los federales sospechan de un tipo grande y
fuerte. Los estrangulo para dejarlos inconscientes, en lugar de usar algo
para ayudar a incapacitarlos, como lo haría normalmente una mujer y lo
hago mientras están en el suelo para no traicionar mi altura. He entrenado
para esto durante años. Deja de preocuparte.
Suspira con fuerza. —Odio que dejes los cuerpos allí para que los
encuentren. Preferiría que los llevaras a un lugar aislado y controlado, y que
luego tiraras los cuerpos en un lugar donde nunca los encontraran.
—Quiero que los encuentren. Quiero que los relacionen. No quiero que
sucediera tan pronto. Quiero que se asusten cuando empiece a caer más bajo
en la lista. Para cuando llegue a Kyle, quiero que esté llorando de miedo, por
eso lo estoy guardando para el final.
—¿Y qué pasa si va a la policía cuando descubra el patrón?
Eventualmente esto llegará a los medios de comunicación, ¿sabes?
Me sorprende que no lo haya hecho ya.
—Sé de los riesgos que hay, de Kyle hablando con los federales sobre
una chica fantasma que mata a gente que la maltrató hace diez años y no es
uno de ellos. Tendría que explicar por qué alguien estaba matando a estos
tipos. Sabes que ninguno de ellos lo hará nunca.
Un secreto como el que han guardado se comería a cualquiera vivo... si
tuvieran conciencia. Sólo ellos sienten que estaban justificados para herir a
gente inocente.
Se esforzaron, tuvieron éxito y siguieron con la vida como si nunca
hubiera sucedido, como si no nos hubieran dejado morir.
Una persona murió por culpa de esa noche. Creen que fueron dos.
Jake sigue hablando en mi oído de todos los "y si" del universo. Yo sigo
alejando mis pensamientos de todo esto, porque Logan sigue arrastrándose
al frente de mi mente.
Finalmente podré verlo mañana.
Tyler se acuesta por la noche, y yo pongo el monitor en la televisión
normal. La hora de acostarse parece ser las diez constantemente hasta
ahora. De hecho, todo lo que hace parece estar programado incluyendo sus
descansos para defecar.
—Me largo de aquí, Jake.
—Bien. Bien. Llámame más tarde.

Cerrando, empiezo a hacer el inventario. Mis cuchillos están en una fila,


alineados dentro de mi funda múltiple casera. Están limpios y sin huellas
dactilares, como siempre.
Me muevo a la nevera y me sirvo un vaso de vodka puro. Sonriendo
pongo la música, un viejo vinilo que a mi padre le encantaba. Él y mi madre
bailaban mucho esta canción por la noche, antes de que la vida se desviara
en un metafórico accidente de tren.
Mientras me balanceo con la música, bailando como solían hacerlo, casi
de echo no escucho el sonido de los fuertes golpes contra mi puerta.
Mi cuerpo se sacude cuando registro el sonido y mi corazón me golpea en
la garganta. Nadie viene aquí. Jamás. Es un camino espeluznante con
gárgolas al final para hacerlo un poco más espeluznante, luego hay varias
señales que advierten de la intrusión.
Ni siquiera mi cartero se atreve a aventurarse en el camino de entrada de
media milla a mi casa. Mis paquetes se quedan al final del camino de
entrada.
Mis ojos salen disparados por la ventana pero no veo un vehículo a la
vista, después de apagar el tocadiscos, meto los cuchillos en el cajón más
cercano a mí, mientras el golpeteo persiste. Cojo mi pistola y la llevo
conmigo mientras cruzo silenciosamente el suelo hacia la puerta.
Cuando miro por la mirilla, mis ojos se abren de par en par y mi aliento
se precipita en la incredulidad.
—¡Mierda! —Silbo, tratando de tirar el arma en el cajón de la mesa junto
a la puerta.
—Vamos, niña bonita. No me digas que no estás en casa después de que
rompí las reglas y las leyes de privacidad para encontrarte
—Logan dice desde el otro lado de la puerta.
Mi estómago se agita cuando esa sonrisa tonta comienza a extenderse, y
abro la puerta a un sonriente agente del FBI. Su sonrisa se amplía cuando
sus ojos se posan sobre mí, y mira hacia atrás con una ceja arqueada.
—El mejor. Saludo. De todos.
Estoy confundida por un segundo, así que miro mi cuerpo para ver que, sí;
no llevo pantalones. Rara vez lo hago cuando estoy en casa.
Miro hacia atrás y me encojo de hombros, ignorando la forma en que una
punzada de calor se extiende por mi cuello. Estoy avergonzada... ¿De
verdad? No sabía que podía estar apenada hasta este momento.
—¿Puedo entrar antes que alguien te vea? Odiaría tener que mostrar mi
lado celoso tan pronto —dice, pero guiña el ojo mientras yo retrocedo
lentamente, tratando de no decir o hacer nada estúpido.
¿Debería correr y ponerme pantalones? ¿O me veré como una idiota que
olvidó ponerse los pantalones? Las chicas seguras de sí mismas caminan con
una camiseta y unos pantalones todo el tiempo,
¿verdad? Joder, eh.
—Mi entrada es algo espeluznante y con toda la vegetación creciendo,
nadie puede verme aquí —divago, y luego cierro los labios.
Tan pronto como cierra la puerta, se gira y su mirada se desplaza. Algo
sutil cambia, y el divertido destello de allí se desvanece para algo mucho
más tentador.
Empiezo a hablar, a explicar por qué abrí estúpidamente la puerta sin
pantalones, cuando de repente está encima de mí. Sus manos se acercan a
mi cabello, inclinando la cabeza hacia atrás bruscamente y su boca choca
contra la mía.
Paso de sorprenderme a derretirme en segundos, abriendo mis labios para
que su lengua pueda barrer y robar la pequeña fracción de cordura que me
queda.
Gimo en su boca mientras una de sus manos se desliza por mi cuerpo,
agarrándome de la cintura lo suficiente como para llevarme hacia él. Mis dos
manos suben y se agarran a sus hombros para que no me caiga al suelo.
Se siente bien. No es incómodo, equivocado o desagradable. Se siente tan
bien.
El beso es hambriento, casi como si ambos hubiéramos sentido hambre
durante demasiado tiempo. Me doy cuenta de que vamos demasiado rápido
pero me importa un bledo. Me importa menos cuando me levanta y me
pone sobre la mesa junto a la puerta, empujándose entre mis piernas
mientras me devora.
Sus manos se mueven arriba y bajan por mis lados, vuelven a mi pelo y
luego vuelven a bajar. Es como si no pudiera tocarme en todas partes a la
vez, aunque quisiera. Pero también se aferra a zonas seguras en vez de
tocarme a tientas, a pesar de mi estado de desnudez.
Me hace quererlo aún más.
Le tiro de la parte delantera de la camisa y enrosco su corbata alrededor
de mi otra mano, tirando de él lo más cerca posible. Él hace un sonido tenso
antes de rozar la abertura de mis muslos, volviéndome mucho más loca.
—Deberíamos ir más despacio —dice contra mis labios.
—Deberíamos —estoy de acuerdo, digo mientras sigo besándolo y
acercándolo imposiblemente.r
—¿Dónde está tu habitación? —pregunta, intentando y fallando en
romper el beso.
—Al final del pasillo y a la derecha.
Me levanta y empieza a caminar, pasando las escaleras a la parte de la
casa que definitivamente no puede ver. Mis piernas se mantienen envueltas
alrededor de él mientras trato de no pensar en lo peligroso que esto podría
ser.
Nunca esperé que apareciera sin avisar, hay toda una sala de asesinatos
arriba esperando ser descubierta.
Mentalmente, hago una lista rápida de las cosas que podría encontrar en
la habitación, y me doy cuenta de que casi todo ya ha sido guardado.
Mientras no encienda accidentalmente el sistema de monitoreo de mi sala de
estar, deberíamos estar bien.
Mi espalda choca contra la pared cuando él tropieza, y mis pensamientos
huyen cuando el beso se vuelve más agresivo. Demasiadas veces he tratado
de sentir esta pasión y nunca he sentido una gota de fuego como lo que está
ardiendo entre nosotros.
Mis dedos patinan por la parte delantera de su camisa hasta que la rasgo,
abriéndola completamente y empujándola fuera del camino mientras unos
botones se deslizan por el suelo, corriendo con su recién encontrada
libertad. La dureza de la piel encuentra la punta de mis dedos, y gimo contra
sus labios cuando se estremece contra mí, como si sintiera todas las llamas
que yo siento.
Nos quemaremos bien juntos.
Su lengua exige más atención de la mía, y beso con abandono como nunca
lo he hecho antes. Mis manos se deslizan y se enredan en su cabello,
inclinando su cabeza para poder devorarlo adecuadamente.
Gruñe y se aleja de la pared, caminando rápidamente de nuevo.
—Tu otra derecha —digo cuando empieza a entrar en mi habitación de
invitados a la izquierda donde Jake se queda cuando viene de visita.
Cambia de rumbo y continúa moviéndose rápidamente. Escucho el
zumbido del ventilador en mi habitación mientras entramos, y la
anticipación brota en mi interior, lista para ser liberada.
Me deja caer en la cama con una ráfaga de movimiento que me
sorprende, y yo me apoyo en mis codos, observándolo mientras termina de
quitarse su arruinada camisa. Todo bronceado, músculo magro y piel lisa.
Una punzada de terror se despliega dentro de mí. Las cicatrices de mi
cuerpo no están todas ocultas. Mi cara era más fácil de arreglar que el resto
de mí.
—¿Demasiado rápido? —pregunta, aparentemente malinterpretando la
razón de mi vacilación de unirme a él en la rutina de desnudarse.
—No —le digo, forzando mis pensamientos a quedar en blanco.
El pasado no puede seguir dominándome, y se supone que debo estar más
allá de la preocupación de lo que la gente pensará cuando vea las cicatrices.
Parece vacilar ahora.
—Lana, no debería haber irrumpido y haberme acercado a ti como un
salvaje. Pero... —Sus ojos se dirigen hacia donde mis muslos están
extendidos, nada más que las finas bragas que le ocultan la mercancía. Él
traga de forma audible antes de encontrarse con mí mirada de nuevo —.
Podemos ir más despacio. Te prometo que no es por esto que me presenté.
Una lenta sonrisa curva mis labios. Es bastante sorprendente cuando
intenta ser un buen tipo.
Arrodillada, me arrastro hacia él y sus pupilas se dilatan. Está excitado, lo
que no requiere habilidades de perfil para averiguarlo.
Lentamente, me acerco a él y se queda completamente quieto. Cuando lo
alcanzo, me inclino hacia adelante y golpeo mi lengua contra la carne firme
de sus abdominales. Un sonido silencioso se le escapa, y eso parece romper
ese pequeño hilo de control.
Su mano se acerca a mi pelo y con un fuerte tirón, me hace retroceder la
cabeza mientras baja su cara y encuentra mis labios de nuevo. Es duro y
hambriento, y completamente diferente de todo lo que pensé que querría.
He estado controlando el sexo desde que encontré en mí el volver a tener
intimidad. Esta es la primera vez que me he sentido cómoda dejando que un
chico me guíe.
—¿Dónde diablos has estado? —dice contra mis labios, haciendo que
sonría contra él mientras me empuja hacia abajo, bajando sobre mí.
No estoy segura de lo que eso significa, pero me encanta el asombro en su
tono.
Mi sonrisa muere mientras espero el inevitable ataque de pánico de ser
inmovilizada, pero no llega. Más emociones brotan dentro de mí, y pongo
todas las preguntas confusas en la parte de atrás de mi mente, decidiendo
analizar todo esto más tarde.
Por ahora, sólo quiero sentir. Y lo hago.
Siento sus movimientos contra mí mientras se quita los pantalones.
Siento que se mueve mientras desliza su mano por mi pierna,
provocándome pequeños escalofríos por lo sobrecargados que están mis
nervios sensoriales.
Siento cuando toca partes de mí que no deberían ser tan eróticas: la curva
de mi rodilla, la parte trasera de mi pantorrilla, la parte superior de mi pie.
Siento todo, y todo se siente perfecto.
Empieza a empujar mi camisa hacia arriba, y me obligo a permitirlo. Él
aspira un aliento cuando se da cuenta de que tampoco llevo sujetador. Ha
perdido su atención desde que evitó cualquier tanteo.
—Maldición —dice en voz baja, aunque suena como un elogio.
Se inclina hacia atrás como si fuera a asimilarlo todo. Lo que me da un
segundo para apreciarlo plenamente, hasta los bóxer negros que se esfuerzan
por mantener ciertas partes de su cuerpo sujetas.
Tengo confianza, hasta que su mirada cambia y se centra en lo que me
preocupa.
—¿Qué te pasó? —pregunta, sin parecer demasiado preocupado o
entrometido, sólo curioso.
Pasa sus dedos sobre dos de las cicatrices y yo le agarro la muñeca,
deteniéndolo. No soporto que me las toquen.
Se encuentra con mis ojos de nuevo, y la preocupación que faltaba
empieza a formarse. Es demasiado perceptivo, así que sería estúpido dar
demasiado con mis expresiones.
—Accidente de coche —le digo débilmente.
Es una mentira, pero soy muy buena mintiendo.
—¿Igual que tus padres? —pregunta.
Si alguna vez lo investigara y encontrara el nombre que robé, sabría que
esa chica no tuvo el mismo accidente que sus padres.
—No. ¿Podemos no hablar de esto ahora mismo? —Pregunto, mi voz se
burla ahora mientras deslizo su mano para cubrir mi pecho.
El calor en sus ojos regresa instantáneamente, la preocupación desaparece
cuando ve que estoy bien. Con lenta destreza, se desliza sobre mí, y sus
labios vuelven a reclamar los míos.
Nada más importa en este momento.
Nos besamos hasta que los dos nos rozamos el uno al otro, desesperados
por más. No necesito ninguna ayuda para prepararme, porque nunca he
estado tan excitada en toda mi vida.
Él gime contra mí antes de que finalmente se aleje de mí otra vez.
—Dime que me detenga y lo haré —dice suavemente, rozando sus labios
contra los míos otra vez.
Ese pequeño consuelo significa más de lo que él sabe, porque creo que
viene de sus labios.
Cuando lees a la gente como yo, aprendes quién es honesto y quién no.
Aprendes a oler las intenciones.
—No quiero parar —digo en voz baja, negándome a romper el hechizo.
Se inclina agarrando sus jeans, y yo sonrío cuando escucho el familiar
sonido de un envoltorio.
—Para que lo sepas, he tenido esta cosa en mi cartera durante un tiempo.
Realmente no vine con expectativas, con esperanzas, sí, pero no
expectativas —dice, sonriendo cuando ve mi sonrisa.
Arqueo una ceja juguetonamente y él me besa de nuevo, acomodándose
encima de mí. Sus manos se mueven entre nosotros mientras levanta sus
caderas, y yo resisto el impulso de mirar hacia abajo y observar.
Es triste decir que verlo rodar en un condón probablemente me haría caer
en un orgasmo prematuro. Es surrealista. Me encanta este sentimiento,
quiero ponerlo en un frasco y guardarlo para los días de lluvia.
Cuando se inclina, me veo obligada a mirar y me retuerzo cuando ese
dolor se hace más pronunciado, más insistente. Bastante segura de que ese
dolor se llama deseo.
Definitivamente no es un tipo pequeño, pero tampoco está dotado de
forma extraña. Perfecto.
Me estoy lamiendo los labios antes de que pueda detenerme mientras él
empieza a tirar de mis bragas. Sus ojos caen sobre la piel desnuda cuando
los quita completamente y se inclina hacia abajo.
En el momento en que siento que su aliento me golpea, mis caderas se
sacuden y le tiro del pelo, forzándolo a subir por mi cuerpo.
—Si haces eso, estaré perdida. Necesito más —digo mientras mis labios
encuentran los suyos otra vez.
Podría besarlo en serio todo el día, siempre y cuando también hagamos
más.
Sin más ruegos, se empuja dentro de mí con un rápido empujón que me
hace apartar los labios para jadear. Mece sus caderas y me doy cuenta que
hay más de lo que pensé inicialmente porque va más profundo, llenándome
más.
Me mira fijamente, la lujuria y el anhelo brotan de sus ojos mientras
mantiene el contacto visual. No se intercambian palabras mientras vuelve a
mecer sus caderas, encontrando un punto dentro de mí que creía muerto.
La sobrecarga sensorial es algo legítimo.
Todo en mí está atado con fuerza, esperando a romperse. Cuanto más se
mueve sobre mí más se tensan las cuerdas. Mis uñas se clavan en sus
hombros mientras continúa observando la mirada de expresiones que debo
darle mientras me va liberando poco a poco.
Entonces golpea. Golpea fuerte.
Esas cuerdas se rompen, y la euforia atraviesa mi cuerpo como una bomba
que detona en mi núcleo y explota hacia afuera. Rueda a través de mí,
enroscando los dedos de los pies, brillando detrás de mis párpados que se
cerraron en algún momento, y lamiendo mi piel como llamas calientes e
increíbles.
Cuando grito y me agito debajo de él salvajemente, su ritmo cambia,
haciéndose más urgente. Aguanto mientras él prolonga mi orgasmo de una
manera que no sabía que fuera posible y luego gruñe, sus caderas se
mueven contra mí mientras encuentra su propia pequeña versión del cielo.
Al menos espero que se sienta así de bien.
Agotados y desnudos, mis brazos se alejan de él mientras cae a mi cuerpo
y me besa un rastro en el cuello. Definitivamente se mueve demasiado
rápido pero no me importa. Estamos condenados de todos modos.
El monstruo nunca consigue al príncipe, siempre es la dulce e inocente
princesa la que gana.
Mis manos suben, y mis dedos se retuercen en su cabello, disfrutando de
esta sensación mientras dure.
—Planeo un segundo asalto, pero no soy Superman. Sólo dame unos
minutos y me aseguraré de que quieras hacer esto mucho más
—dice contra mi cuello, todavía pellizcando y besando la carne. Una
sonrisa curva mis labios y suspiro felizmente debajo de él.
—Quiero hacer esto todo el tiempo.
Se ríe de mí y me encuentro abrazándolo, aunque no sé cuándo empezó.
Me sostiene y me devuelve el abrazo.
—Bien —dice en mi contra—. Porque eso fue jodidamente perfecto.
Es perfecto. Porque necesito apagar el canal de vigilancia de la sala de
estar para que no funcione, cerrar mi sala de asesinatos, y asegurarme de
que todas mis armas permanezcan allí de ahora en adelante.
Capítulo 9
Nunca encontré ninguno de mis descubrimientos a
través del proceso del pensamiento racional.
—Albert Einstein
Logan
—Te has acostado con alguien —dice Craig cuando entro, sosteniendo mi
café que apenas pude conseguir a tiempo esta mañana.
Olvidé lo que era perderse en una chica y sé que nunca me he perdido en
alguien tanto como anoche y esta mañana. Lana es la sorpresa más
inesperada de mi vida.
Sigo esperando para encontrar un defecto, pero parece que no puedo
encontrar uno. Nadie puede ser tan perfecto. No es que quiera arruinarlo
tampoco, quiero saber que está casada o algo por el estilo. Así que estoy
cerca de hacer lo impensable, porque ella me tiene la cabeza muy jodida.
—Tal vez —le digo, sonriendo cuando gime.
—¿La Princesa de Hielo te tomó a ti pero no a mí? —pregunta mientras
me dejo caer en la silla de mi escritorio y saco las bases de datos que
necesito.
—Te vuelve loco que no se haya comido tu encanto —digo.
—Hay una razón por la que soy la cara de este departamento y no es
porque sea el más guapo, aunque ambos sabemos que lo soy. El punto es
que las chicas me comen: Mujeres, madres, hijas, tías, hermanas, sobrinas...
Follamos, y lo explico con una sonrisa encantadora y una actitud de “Ay,
qué pena”, mientras que me da un profundo remordimiento. Cualquier cosa
y todo será perdonado si tienes la cara correcta, es la verdad, los humanos
somos superficiales. Perdóname por encontrar un poco sospechoso que
literalmente no tenía ningún interés en mí, pero se da la vuelta y te folla.
—Creo que Logan está mucho más bueno que tú —dice Hadley, viniendo
a apoyarse a mi lado mientras Craig le frunce el ceño—. Y a pesar de lo que
piensas, no todas las mujeres son tan superficiales. La mayoría de nosotras
encontramos a alguien atractivo si tiene las cualidades adecuadas.
—Mentira —se burla Craig—. He investigado mucho sobre el asunto. No
estoy hablando solo por hablar.
Pongo los ojos en blanco mientras siguen discutiendo y comienzo mi
búsqueda; no hay certificado de matrimonio, no hay divorcio, sin hijos, no
es que me importe pero aun así me gustaría saberlo, No... parientes vivos...
Mierda.
¿Nadie? ¿No tiene a nadie en absoluto? Ya sé que no tiene ninguna red
social personal. Sólo sus perfiles de negocios, aunque no se menciona a su
socio en ninguno de ellos.
No profundizo más que eso. Siento que ya he invadido su privacidad lo
suficiente. Todo lo demás tiene que ser cosa que me diga cuando esté lista,
como el accidente de coche que la marcó.
Debe haber sido un accidente grave, considerando que una cicatriz va de
su cadera izquierda a su pecho derecho, otra está en su lado derecho,
irregular y grande. Son viejas. Podría notarlo al mirarlas.
Debí haberle mostrado mis cicatrices, pero estaba demasiado ocupado
explorando su cuerpo el resto de la noche para darle tiempo a explorar el
mío. Cada vez que lo intentaba perdía el control, sentir sus manos sobre mí
parecía convertirme en un adolescente cachondo de nuevo.
—Tienes serios problemas de confianza —dice Hadley, sacándome de mi
propia cabeza.
Me doy cuenta de que Craig se ha ido pero Hadley está leyendo la última
búsqueda por encima de mi hombro. Cierro la pantalla y me encojo de
hombros.
—Me hiciste hacer una investigación sobre sus antecedentes, ¿y ahora
estás comprobando sus datos?
Ella me lanza una mirada.
—¿Alguna vez has conocido a alguien demasiado bueno para ser verdad?
Casi llego tarde al trabajo esta mañana porque no pude apartarme de ella.
Literalmente no tiene defectos: Es hermosa, inteligente, descarada,
caprichosa y está de acuerdo con mi agitada agenda, aunque la mayoría de
las chicas inmediatamente tienen un problema con ella. No se ha molestado
ni una sola vez con que yo cancele las cosas. Me presenté en su casa sin
anunciarme, y ella era el doble de perfecta de lo que creía posible. Así que
sí... no puedo evitar preocuparme, porque un chico puede enamorarse
rápidamente de una chica así.
Ella pone los ojos en blanco y se ríe de una broma, así que le doy la vuelta
y empiezo a sacar los últimos archivos del caso.
—Todo el mundo tiene defectos sólo estás en la fase de la luna de miel,
eventualmente ella se molestará con las cancelaciones y la falta de
disponibilidad así como tú eventualmente comenzarás a notar cosas que ella
hace que te irritan. Ahora mismo es la parte brillante y feliz que todo el
mundo ama. Es la razón por la que tanta gente se casa después de apenas
conocerse. También es la razón por la que se divorcian cuando se conocen.
Ella se ríe, y yo me inclino hacia atrás reflexionando sobre eso, no
recuerdo que la fase de "luna de miel" haya sido tan buena en el pasado.
—Estoy analizando demasiado esto —digo en un suspiro.
—Es tu naturaleza. Es lo que te hace bueno en este trabajo pero te digo,
ahora mismo la chica podría expulsar los desechos tóxicos que te hicieron
ponerte una máscara y pensarías que es lindo. Es parte de la fase.
Me da una palmada en el hombro mientras se ríe y se va, y yo miro hacia
abajo cuando recibo un mensaje.
LANA: Tus bóxer son cómodos.
YO: ¿Los llevas puestos? No sabía que los había dejado.
LANA: Me imaginé que lo hiciste a propósito. Así tendrías una razón
para volver.
YO: Ya tengo una razón para volver. LANA: Ahora tienes dos...
Hay una foto adjunta al último mensaje de ella de cintura para abajo,
definitivamente usando mi bóxer. Me paso una mano por el pelo, odiando el
hecho de que no quiero estar en el trabajo por primera vez. Siempre me ha
gustado el trabajo, pero una chica que apenas conozco me tiene tentado de
tomar mi primer día por enfermedad.
YO: Mantenlos puestos. Volveré esta noche, y quiero verlos en
persona.
LANA: Por suerte para ti no tengo planes. Y me pondré esto cuando
llegues aquí...
Gruñendo de frustración guardo mi teléfono, y me apresuro con las nuevas
y delgadas pistas. Los datos de la línea directa se vuelven más ridículos
cada día. El caso del Boogeyman se está enfriando tanto como mi caso de
asesinato/mutilación.
Otros casos están en un segundo plano, ya que no han aparecido nuevos
asesinatos. Los que matan una o dos veces al año son el doble de difíciles
de encontrar, nuestro único caso caliente es un asesinato/robo en serie.
Trabajo revisando algunas de las pistas, examinando las mismas fotos de
siempre después de dos horas, estoy en la junta de asesinatos, tratando de
juntar lo que hace que estas mujeres sean los objetivos.
Ninguna de ellas es abiertamente rica. Todas tienen diferentes
antecedentes familiares, diferentes etnias, diferentes colores de cabello.
Aunque todas eran atractivas no hubo violación como incentivo. La
impotencia es posible en nuestro perfil, pero... hay algo más que lo impulsa.
Hay una razón por la que selecciona y acecha a estas mujeres en particular.
Mis ojos miran a sus ojos, luego a sus narices, luego a sus bocas... Algo
hace clic y mi corazón se acelera.
Justo cuando Hadley pasa le agarro la muñeca, deteniéndola mientras mis
ojos se estrechan ante una evidencia que no hemos podido descubrir.
—El laboratorio analizó la arcilla que encontraste en el apartamento,
¿verdad? —pregunto, perdido en el pensamiento.
Ella asiente. —Sí. No tiene nada de especial. Puedes comprarlo en
cualquier tienda de artesanías y nadie sabe por qué estaba allí, no se
encontró en la víctima ni en ningún otro lugar del apartamento, creen que el
sospechoso lo trajo en sus zapatos o en su ropa.
—Y los rostros habían sido limpiados a fondo y luego aseadas. El cabello
también fue afeitado y la cabeza fue aseada y luego blanqueada —declaro,
todavía haciendo los cálculos.
—Sí... ¿Por qué?
Miro más allá de ella hacia donde está Donny.
—Donny, busca galerías de arte en el área de los robos/asesinatos. Parece
perplejo pero empieza a escribir.
—Hadley, necesito que entres en todos los sitios de arte que encuentres y
veas si alguien está vendiendo esculturas de bronce de rostros. Redúcelas a
las que empezaron en los últimos cuatro meses, cuando empezaron los
asesinatos —continúo, caminando hacia el escritorio de Donny.
Me giro para verla todavía de pie allí, confundida.
—¡Ahora! —le insisto y ella se dirige a su escritorio.
Donny está escribiendo furiosamente cuando me acerco por detrás de él.
—Cuatro en el área, ninguno está vendiendo esculturas de bronce de rostros
—dice, frunciendo el ceño—. ¿O se supone que debería estar buscando algo
diferente a Hadley?
—Llamen a cada uno y pregunten si alguien trató de venderles las
esculturas de bronce. Serán sólo rostros.
Coge su teléfono para hacer lo que le pido, y yo vuelvo a mi ordenador
sacando el programa que necesito. Coloco todas las fotos de las víctimas en
los puntos, y después de unas pocas pulsaciones de teclas, mis sospechas se
confirman.
—Simetría —digo con un largo aliento.
—¿Qué? —Craig pregunta, viniendo a mirar por encima de mi hombro.
—Las está eligiendo por la simetría de sus rostros. Una simetría perfecta,
que se supone que es muy rara, si no imposible. Las elige porque la tienen,
usa sus rostros para moldear el arte. Probablemente está tratando de
venderlo y está obsesionado con cualquiera que tenga un rostro simétrico.
Las mujeres en particular. Puede que también tenga una fijación con Da
Vinci.
Mis ojos escudriñan la habitación y veo a Lisa cortándose las uñas.
—Lisa, mira a cualquiera en la zona de confort que pueda haber pedido
muchas impresiones de Leonardo da Vinci o libros sobre Da Vinci. Céntrate
principalmente en cualquier cosa que gire en torno al Hombre de Vitruvio5.
Lo más probable es que el sospechoso esté obsesionado con ese trabajo.
—¿Y crees que esto es porque...? —Craig pregunta, confundido.
—Llámalo un presentimiento. Hemos resuelto muchos casos con mi
instinto.
—Sí, por eso te siguen ascendiendo pero ¿cómo demonios encaja Da
Vinci con arcilla, robos y cabezas afeitadas, lavadas con blanqueador?
—El blanqueador es una contramedida forense, al igual que el afeitado y
la eliminación de todo el cabello y la decoloración de la cabeza. Está
eliminando todos los rastros de la arcilla del cuerpo. El cabello
probablemente también se está guardando para la escultura. No todos los
artistas pueden pintar o dibujar.
—Estoy perdido —continúa Craig.
—Da Vinci no sólo era famoso por su intelecto o sus pinturas. Había
grandes esculturas que creó, que también tienen a los historiadores animados.
Primero lo dibujó, luego lo moldeó de arcilla o cera de abeja, dependiendo
de la versión de la historia que escuches a partir de ahí, lo moldeó en bronce
para crear otra obra maestra. ¿Un hombre que está obsesionado con él y la
simetría, pero que no puede dibujar o crear arte de la nada? Eso es lo que
estamos buscando.
—Nada —dice Hadley, pareciendo frustrada—. Varios moldes están
hechos de numerosas cosas, pero no de bronce. ¿Tiene que ser de bronce?
—pregunta.
—Sí —digo, convencido de que esta es la pista correcta para la
persecución—. Eso explica los robos. Vendería los objetos de valor que
robó para comprar la cantidad de bronce que necesita. No es barato.
—Hemos buscado en las tiendas de empeño y en los sitios de Internet a
cualquiera que venda esas cosas —interroga Donny.
—Al prestamista no le importaría un comino si le preguntáramos sobre
ello, y mentiría para evitar que lo entregue y que pierda esa ganancia. Si
este tipo está usando contramedidas forenses, entonces ha hecho su tarea
sobre dónde vender.
Donny reanuda sus llamadas telefónicas, y yo hago algo que
probablemente no ayude. Me acerco al sitio de compra, venta y comercio
que dirige Lana. Mencionó anoche que deja las cosas para un mes después
de que vendan con un cartel de VENDIDO para evitar que la gente pregunte
qué pasó con ellas.
Recorro la sección de joyas, ya que es lo que más se robó pero no hay
nada ahí, tal vez sólo estaba buscando una excusa para hablar con ella
porque lo tengo mal y es patético.
—¡Tengo algo! —dice Donny, atrayendo toda la atención mientras vuelve
a la conversación que está teniendo por teléfono—. Sí. ¿Dejó un número o
una dirección para contactarlo?
Él escribe algo mientras todos estamos de pie, me pongo mi chaqueta y
enfundo mi arma. Parece que voy a necesitar mi bolsa de nuevo.
Afortunadamente contiene varios cambios de ropa.
Cuelga y sostiene el papel.
—Tienen a un tipo que ha entrado en dos de los cuatro lugares tratando
de venderles un conjunto “en crecimiento” de cabezas de bronce.
—Parece que vamos a volar a Nueva York —dice Craig, mirándome
como si fuera un maldito unicornio raro—. Y supongo que vamos a coger el
maldito helicóptero ya que el jet del departamento está de guardia. ¿Por qué
no podemos tener nuestro propio jet privado como en las películas y esas
cosas?
Apenas resopla y todos hablan entre ellos mientras saco mi teléfono y hago
una llamada que realmente apesta.
—Sí, todavía llevo puestos los bóxer y comiendo helado —dice Lana,
sonando brillante y jodidamente mareada.
Odio mí tiempo ahora, normalmente estoy mucho más emocionado por
un avance en un caso que esto.
—Ojalá pudiera estar allí para verlo —digo con un largo aliento mientras
cojo mi chaleco y otras necesidades, metiéndolas en mi bolsa.
—Tienes que cancelar —dice simplemente, su voz sin ninguna emoción
para que yo la lea.
—Lo siento —Tengo la sensación de que me acostumbraré a decir esas
dos palabras si se queda lo suficiente para escucharlas una y otra vez—.
Tenemos un avance en el caso hoy, al menos eso espero, estoy saliendo de la
ciudad ahora mismo.
—No lo lamentes Logan, tienes un trabajo... uno importante. Te admiro a
ti y lo que haces encierras a los monstruos, y creo que en realidad buscas al
hombre adecuado en lugar de otro mérito más en tu currículum.
Eso es algo raro de decir.
—Definitivamente busco al hombre adecuado. ¿Qué quieres decir con
eso?
—Es sólo que... estudié muchos casos antiguos cuando fui a la
universidad, tomé clases de criminología. Parecía que muchos arrestos se
hacían apresuradamente sólo para cerrar un caso y añadir otra estrella
dorada a una reputación estelar. Si los asesinatos se detenían, la gente
asumía que los asesinos estaban detenidos. Si los asesinatos se repitieran, lo
llamarían un imitador en lugar de admitir la posibilidad de que cerraran el
caso con el sospechoso equivocado tras las rejas.
No estoy seguro de qué casos estudió, ellos no empañan la reputación del
FBI en esas clases. En todo caso, cantan alabanzas a nuestros chicos.
—¿Así que estudiaste criminología? ¿Pero no te uniste a las fuerzas del
orden?
—Decidí que no tenía el estómago para ello —dice secamente—. La
sangre y los intestinos causan estragos.
Definitivamente no la imagino como alguien que pueda manejar la
mierda que he visto si tiene un estómago débil.
—¿Podrás enviar un mensaje de texto o llamar cuando te vayas? —
pregunta con esperanza.
—Definitivamente. Probablemente te enviaré un mensaje de texto desde
el helicóptero para disculparme de nuevo.
—En serio, no te disculpes. Nunca. Tú marcas la diferencia. Tendría que
ser una perra egoísta para esperar que estés a mi lado cuando alguien
necesita ser salvado. Ve a ser increíble y envía un mensaje de texto cuando
puedas.
Me detengo y me apoyo en la pared de la escalera, sin sonreír a nada.
—¿Te he dicho últimamente que eres perfecta?
Se ríe y luego tose para sofocar la risa. —Créeme cuando digo que estoy
en el extremo opuesto del universo de la perfección.
—¿Oh? ¿Veré estos defectos tuyos algún día?
Se queda en silencio tanto tiempo que compruebo que la línea no se ha
cortado. Finalmente, ella responde.
—Rezo para que ese día nunca llegue —dice en voz baja—. Ahora ve a
atrapar a un tipo malo. ¿Es seguro decirme el pueblo para que pueda ver las
noticias por ti? Sé que dijiste que a veces salías en las noticias, si va contra
las reglas no me lo digas porque nunca te preguntaría...
—Estaré en Nueva York. Estoy seguro que estará en todos los canales
principales si esto sale bien. Es raro tener una oportunidad tan grande, pero
podría estar todo mal. Voy a hacer un perfil que he construido yo mismo
hace unos momentos, que conste que se supone que no debo decírselo a
nadie.
—¿Entonces por qué me lo dijiste? —regaña.
—Porque quiero que seas alguien algún día.
No le digo que la he investigado a fondo para asegurarme que no era
ninguna clase de delincuente ni nada parecido. Es mejor que esto de la
confianza empiece ahora.
—Bueno, algún día espero ser alguien. Hasta entonces, no me cuentes
cosas que no deberías.
—¿Por qué? —pregunto, me divierte que esté tan enfadada por esto.
—Porque te respeto y no quiero que pienses que yo espero más de lo que
deberías. Esto es sobre nosotros no sobre tu trabajo. Por favor. Prométeme
que nunca me dirás cosas que no deberías.
Sí... Te dije que es jodidamente perfecta.
—Trato hecho, chica bonita. Mantén mi bóxer caliente. Te enviaré un
mensaje de texto o te llamaré más tarde.
—¿Logan?
—¿Sí?
—Vuelve de una pieza, no importa lo que tengas que hacer para que eso
suceda. Es lo único que espero. Sobrevive.
Una sonrisa lenta me tira de las esquinas de la boca. —Eso puedo
prometerlo.
Capítulo 10
La verdad es lo que resiste a la prueba de la
experiencia.
—Albert Einstein
Lana
—¿Estás saliendo con un maldito agente del FBI? —Jake habla por
teléfono y yo me quejo, quitándomelo de la oreja mientras estaciono en el
restaurante de enfrente de donde está Tyler.
Me muero de hambre y no podemos ver el interior de esta oficina, así que
acecho desde aquí, ya que aquí es donde tiene las reservaciones.
En este momento, esta peluca rubia me pica mucho y este lápiz labial rojo
definitivamente me hace sobresalir. Añade las dos cosas con las gafas de sol
oscuras y el vestido ajustado que llevo, y no me parezco en nada a Lana
Myers, por si acaso.
—Ya expliqué cómo sucedió —le digo a Jake, deseando no haberme
involucrado en la confesión.
—Y tú estás en Nueva York, donde él también está.
—Tyler está aquí, por eso estoy aquí. Tomó un viaje no programado hasta
acá, así que me preocupó que viniera a ver a uno de los otros, ya que
Lawrence es el próximo objetivo y también está aquí. Tiene reservación
para el almuerzo, para dos, Jake.
Respira hondo. —Nueva York está muy lejos de Virginia Occidental.
¿Qué está haciendo allí?
—No lo sé. Fue a la misma oficina donde trabaja Lawrence.
—Los medios de comunicación no han conseguido la historia.
—Sí, pero eso no significa que no hayan oído que varios de sus amigos
han muerto recientemente.
Se queda callado y yo me quedo mirando el restaurante. Tyler tiene una
reservación para dos aquí en el almuerzo, eso lo descubrí por el teléfono
clonado pero no ha estado enviando mensajes de texto a Lawrence. No
estoy segura de a quién le está enviando mensajes.
—¿Jake? ¿Sigues ahí?
—No —dice, sonando apagado—. Estoy a tu lado.
Miro por la ventana y encuentro a un tipo con barba de chivo, lentes
oscuros y un bastón... No estoy segura de cómo se llama pero se parece
sospechosamente al bastón que los invidentes usarían para orientarse. Su
cabello también ha sido teñido de rubio.
Supongo que ambos estamos de incógnito.
Salgo del coche, arqueando una ceja hacia él. —¿Cowabunga6? Resopla,
pero luego sus labios se afinan.
—¿Así que decidiste venir a la ciudad de Nueva York sin decírmelo? —
pregunto, cruzando mis brazos sobre mi pecho.
Él se encoge de hombros despreocupadamente. —Lo mismo que hiciste
básicamente. Tengo el mismo teléfono que tú, ¿recuerdas? Sabía que te ibas
a ir.
Me señala con el dedo.
—No creas que te has librado de este asunto del novio del FBI. Esa
conversación está en pausa aún no ha terminado.
Me quejo y él sonríe mientras extiende su brazo para que yo lo tome.
Se ve muy elegante en su traje. Con la forma en que estoy vestida,
parezco una prostituta de grandes ligas.
—Te ves bien, por cierto —susurra mientras me guía por la acera.
—Un gran elogio viniendo de un hombre que se supone que es ciego
—digo con una dulce sonrisa.
Reprime una sonrisa mientras caminamos dentro. —Reserva para
Demarco —le digo a la anfitriona—. Pedimos la terraza ya que hoy está tan
hermoso afuera.
Tal como Tyler lo pidió.
Ella me mira, tratándome como si no me pareciera a una prostituta con su
John. —Por supuesto. Por aquí —dice, absteniéndose de llamarme Sra.
Demarco en caso de que sea el nombre de mi cita.
Así que supongo que están acostumbrados a este tipo de cosas.
—Me estás haciendo parecer una prostituta —suspiro en voz baja.
Jake cubre una risa con una tos forzada, y yo me abstengo de patearlo con
mi tacón de aguja.
—Estoy bastante seguro que lo hiciste tú sola. ¿Tratas de destacar?
—Tratando de lucir lo opuesto a mí —susurro.
—Buen trabajo.
—Ja —refunfuño mientras la dulce anfitriona nos sienta.
Nos muestra todos sus hermosos dientes blancos con la mejor sonrisa
genuina que he visto, tal vez sólo sea una pequeña y amistosa cosa alegre.
—Su mesero estará con ustedes en un momento. Disfruten de su
almuerzo —dice, sin usar nombres.
Mientras se desliza, pongo mi atención en Jake. Sus gafas tienen los
lados teñidos que le cubren los ojos completamente, lo que le permite mirar
a donde quiera sin que la gente se dé cuenta de que sus ojos están dirigidos
hacia un lado.
—Astuto —anoto en un falso y profundo gesto sureño y él sonríe.
—Pensé que lo apreciarías —dice, ajustando sus gafas para dar énfasis.
Nuestra mesa es lo suficientemente privada como para hablar sin que
nadie escuche, pero miro alrededor para ver si hay alguna cámara que pueda
escuchar.
—Dos por encima de nosotros —dice Jake, sin tener que adivinar por qué
estoy mirando—. Puedo oír a esos pájaros como si fuera una alarma.
Así que habla en código o escribe un texto. Entendido. Deben tener audio
si está insinuando que me calle.
—Tienes razón hay dos pájaros ahí arriba. Nunca entiendo cómo lo haces
—le digo, siguiendo con el acento sureño que adquirí accidentalmente.
—Todavía me encanta tu acento —me dice, sonriendo.
Imbécil.
Miro por encima justo cuando Tyler entra y mi estómago golpea los dedos
de los pies cuando veo a Lawrence con él. Se sientan dos mesas más allá y
Jake me da algo debajo de la mesa. Lo siento y sé exactamente lo que es.
Con sutileza, hago como si mi pendiente estuviera suelto y levanto la
mano para fingir que lo arreglo bajo la larga melena de pelo rubio que
esconde mis orejas perfectamente. En lugar de tocar el pendiente, pongo el
pequeño auricular que Jake me acaba de dar.
Acaricio la mano de Jake como una cariñosa muestra y pretendo
dedicarle toda mi atención. —Supongo que me contarás todo sobre tu día
después de que comamos —pregunta, apegándose al lenguaje del código.
—Ya lo sabes, cariño.
Apenas se detiene para reír, pero mi sonrisa se desvanece cuando escucho
a Tyler y Lawrence hablando en voz baja entre ellos.
El auricular amplifica sus palabras siempre y cuando esté de cara a lo que
quiero oír, así que mantengo mi cabeza inclinada hacia Jake como si lo
estuviera mirando con cariño.
—Tiene que ser Dev, hombre. Nadie más querría hacernos algo por esa
noche —dice Tyler.
Así que se están reuniendo por mí. Supongo que el gato está fuera de la
bolsa.
—No hay manera —Lawrence se burla despectivamente.
—Tuvo un colapso dos noches después y dijo que lo llevamos demasiado
lejos. Lloró, amigo. Lloró como una pequeña perra, dijo que estábamos
enfermos por lo que les hicimos. Es él. Ese cabrón finalmente se ha
derrumbado y ahora está haciendo esto. Se cree inocente porque no se
ensució la polla esa noche, y ahora nos está matando uno por uno.
Por el rabillo del ojo, veo a Lawrence sacudiendo la cabeza. Paso mi
mano por el brazo de Jake, fingiendo estar perdida en mis pensamientos
mientras le leía el menú en voz alta, pero en realidad toda mi atención está
atrapada en la conversación frente a nosotros.
—No. No es él. Hablé con su hermana y ella dijo que ha estado en
México durante los últimos dos meses en una misión de la iglesia.
Para ser sincera, Dev es el único con el que no estoy segura de qué hacer.
Es el único que mostró remordimiento y esencialmente lo obligaron a estar
allí esa noche. No fue una víctima, de ninguna manera. Podría haber
hablado y dicho algo... cualquier cosa.
Actualmente, no está en mi lista de asesinatos pero está en la columna de
los diez dedos.
Jake se cansa de no oír, así que discretamente levanta la mano y se coloca
otro amplificador de sonido en el oído. Es lo suficientemente pequeño como
para no ser visto mientras nadie mire directamente a su oído. Incluso
entonces, podrían asumir que es un audífono en lugar de un dispositivo de
escucha.
—Te digo que no es él. Confía en mí. Dudo que haya escuchado algo sobre
esto, Melissa me envió fotos suyas de la misión de la iglesia en la que está.
Le ha estado enviando mensajes de texto diariamente con actualizaciones y
cosas así —argumenta Lawrence.
—¿Crees que Melissa lo está encubriendo? Es su maldita hermana.
—Ella ha estado enamorada de mí desde que éramos niños. Confía en mí,
ese enamoramiento se acabaría si tuviera alguna idea de lo que hicimos, a
menos que le gusten ese tipo de cosas. En ese caso, nos entregaría a su
hermano si fuera él. De cualquier manera, no lo está encubriendo.
—Creo que es él. No hay nadie más que pueda ser.
Lawrence mira a su alrededor, dejando su mirada en nuestra mesa por un
segundo fugaz, y luego su mirada se mueve para observar a las pocas
personas en la terraza antes de fijar su atención de nuevo en Tyler.
—No es él. La noche en que se asustó, ¿quién crees que lo hizo volver a
la fila?
Tyler parece confundido.
Nuestra mesera ha dejado algo de pan y Jake está ordenando por
nosotros, así que es más difícil escuchar con tanta gente hablando tan cerca
a la vez. Me esfuerzo, asegurándome de no perderme nada mientras me
obligo a masticar un trozo de pan, encontrando que mi apetito es muy
escaso.
—¿Qué has hecho? —Escucho a Tyler preguntar.
—Le dije que lo mismo que le pasó a Victoria le pasaría a Melissa si
alguna vez decía una palabra. Después de eso, dejaron la ciudad y él
empezó a predicar el evangelio así es como buscó la penitencia. No está
fuera matando gente, por el amor de Dios —sisea Lawrence.
Puede que le haya salvado a Dev diez dedos.
Y una lengua. Su lengua también iba a desaparecer, era una historia
especial que iba a escribir sólo para él.
—Entonces, ¿quién más está ahí?
—Creo que eso es bastante obvio, ¿no?
—No.
Lawrence se da un golpe en la cabeza como si estuviera exasperado.
Actúan como si fuera una conversación normal en la terraza para un
almuerzo tardío. Supongo que es por eso que eligieron un restaurante que
no tiene mucho tráfico en la terraza.
Lawrence tiene un compañero de cuarto. Tyler tiene una esposa. Entiendo
por qué no se reunieron en sus casas para discutir esto, pero ¿por qué no
hacerlo por teléfono?
—El pueblo entero los odiaba después de lo que hizo su padre. Piensa en
la única persona que no los odiaba. Aquí hay una pista: su padre era el
abogado de su padre.
Tyler sacude la cabeza inmediatamente.
—No. Vi a Jacob hace dos años. Me encontré con él en una cosa de la
compañía y chocamos puños, incluso me dijo que llamara y pasara el rato
alguna vez. Si lo hubiera sabido, al menos habría dado un golpe. Estoy
seguro que ambos murieron antes de que él escuchara la verdad y se fue de
la ciudad después de eso, así que no es que estuvo para los rumores.
Lawrence se sienta, ahora parece confundido. Jake me aprieta la mano un
poco demasiado fuerte.
Recuerdo ese encuentro. Jake hace trabajos de informática por cuenta
propia y Tyler trabajaba más cerca de donde Jake vive ahora, en ese
momento. Era todo lo que Jake podía hacer para no matarlo, pero sabía que
teníamos un plan y sabía que esta venganza era mía. Sabía que tenía un papel
que desempeñar, pero su papel era ser el cerebro. Mi parte era ser su peor
pesadilla.
—Además —continúa Tyler—, está en una silla de ruedas en estos días.
Un accidente de moto lo puso en la silla hace unos años.
Jake me da un codazo con el pie, con una sonrisa calculada en sus labios.
Hemos pensado en todo.
—Entonces no conozco a nadie más que se enfurezca por la hija puta de
un violador y su hijo marica —dice Lawrence fríamente.
Mi estómago se revuelve al escuchar la forma en que se refiere a mi
hermano. Mi querido, honesto, fuerte, cariñoso e increíble hermano que
nunca mereció ser mutilado y... pasaron tantas cosas que nunca mereció.
Por culpa de ellos me quedé sin nadie; por ellos el mejor hombre que ha
caminado sobre la faz de la tierra murió, antes de poder iluminar el mundo
con su sonrisa.
Y creen que está bien porque era gay. Piensan que está bien porque tuve
sexo con dos tipos antes de esa noche.
Creen que está bien castigarnos tan brutalmente por amar a nuestro
padre...
Jake se aclara la garganta y me doy cuenta que es mi agarre el que está
demasiado apretado ahora, mis uñas están cortando su mano.
Aflojando mi agarre, continúo escuchando, preguntándome cuánto más
puedo aguantar antes de cortarles la garganta a ambos ahora mismo.
Lawrence puede que muera antes de lo que planeé. Puedo atarlo con
Tyler y dejarlos llorar el uno al otro mientras los corto a ambos en pedazos.
—Tal vez ni siquiera esté relacionado —dice Lawrence encogiéndose de
hombros—. No dejes entrar a nadie en tu casa por un tiempo y dile a tu
esposa que haga lo mismo, voy a instalar un sistema de seguridad en mi
apartamento, tú también deberías hacerlo, no es que importe, según papá los
están dejando entrar, porque no hay señales de que hayan traspasado.
—Joder —silba Tyler—. Bien. Haré que instalen algo.
Las cerraduras de entrada sin llave son mis mejores amigas. Es fácil captar
el código que está siendo introducido en la cámara, también es fácil coger
un juego de llaves y hacer una copia si usan cerraduras tradicionales parece
que me están invitando a entrar.
Una cosa más para mantenerlos fuera del rastro de una chica muerta.
Él toma un bocado de su pan y yo me encuentro mareada. Es la primera
vez que no los oigo pedir perdón cuando sacan el tema. Normalmente no se
menciona hasta que tengo un cuchillo presionando su piel.
No tienen las pelotas para decir esta clase de mierda cuando soy yo quien
los hace llorar por misericordia, pedir perdón y suplicar por sus vidas.
Nunca he estado más ansiosa por llegar a la parte divertida.
Su conversación se traslada a los mejores sistemas de seguridad, e intento
calmarme antes de cortarles la garganta y la polla en medio de un
restaurante.
—Creo que probablemente deberíamos considerar conseguir dos pájaros
para la nueva casa. ¿Qué opinas? —Jake pregunta, aparentemente pensando
lo mismo que yo.
—¿Crees que podríamos hacerlo con tan poco tiempo de aviso? —
pregunto, sonriendo alegremente, aunque el sabor de la venganza es potente
en mi lengua.
—Creo que sí, tal vez una semana más como mucho. Probablemente podría
encontrar un mejor lugar para ellos también, sólo para estar seguros.
Hay un refugio para tormentas detrás de la vieja casa de Tyler que
todavía está en venta. Podría ponerlos a ambos ahí, y Jake podría hacer algo
para evitar que los agentes inmobiliarios me sorprendan mientras estoy
ocupada matando a dos chicos a la vez.
—No tengo tanta hambre como pensaba, querida —me dice Jake cuando
la camarera nos deja la comida.
—Yo tampoco —digo, apuñalando mi filete mucho más fuerte de lo
necesario.
Tyler y Lawrence no vuelven a decir nada más que valga la pena
escuchar. La mayoría de las veces escucho a algunas personas alrededor de
ellos apostando si soy realmente una puta o no.
Justo cuando Tyler empieza a irse, Lawrence lo detiene.
—Consigue un teléfono desechable como lo hice yo. Si surge algo más,
llámame desde ese teléfono no más llamadas personales.
¿Entendido?
¿Así que tiene un teléfono desechable? ¿Cómo se nos pasó eso? Tyler
asiente y Jake y yo intercambiamos una mirada.
—Si averiguamos quién es, no necesitamos nada que lo vincule con
nosotros cuando tomemos el asunto en nuestras manos. ¿Entendido? —
Lawrence pregunta.
—Me encantaría verlos intentarlo —susurra Jake.
Mis labios se mueven. Nunca he estado tan emocionada por matar a
alguien.
Dejamos que Tyler se vaya por un tiempo antes de que nos levantemos.
Mientras pasamos por la mesa de Lawrence, su mano se levanta agarrando
mi muñeca. Mi estómago se estremece y mi corazón se golpea en el pecho
mientras lucho contra todos mis instintos para no arrancarle la garganta aquí
y ahora.
Miro hacia abajo, mirándolo fijamente.
El bastardo me hace un guiño y me da una tarjeta que tomo, tratando de
alejarme de él.
—Llámame alguna vez, cariño. Una chica que luce como tú necesita a
alguien que aprecie todas esas vistas.
Le doy una sonrisa deslumbrante, le guiño un ojo y comienzo a caminar
de nuevo, quitándole la mano suavemente. Oh, le daré algo para mirar:
Pintaré las paredes con su sangre y la de Tyler, y dejaré que se desangren
mientras miran.
Será tan bonito.
Justo cuando llegamos a la acera, tropiezo con mis propios pies mirando
incrédula como una camioneta llega a la acera. Respirando hondo me acerco
a Jake, prácticamente arrastrándome a su lado mientras Logan baja.
La ciudad de Nueva York es demasiado grande para que esto suceda.
Hay un camión de comida en la acera, él y el Sr. Arrogante salen para ir
allí, ambos sonriendo como si fuera un gran día. Llevan ropa de calle, jeans y
camisetas. No son sus típicos trajes o cualquier otra cosa. ¿Me he perdido
algo?
—¿Qué? —Jake susurra, mirándolos a ellos y luego a mí.
—Novio —le susurro.
Respira hondo antes de maldecir y me arrastra hasta mi auto (que no está
registrado a mi nombre ni nada) el cual está aparcado demasiado cerca de
ellos. Es uno de mis muchos autos “desechables”.
El universo está tratando de enviarme señales contradictorias. Primero
salva los dedos y la lengua de Dev, luego condena a dos hombres a una
muerte más brutal después de descubrir más de lo que creía posible en un
almuerzo tardío, ¿Ahora me arroja directamente frente al hombre de mis
sueños?
—Vas a terminar dirigiendo el FBI. Eso fue absolutamente asombroso —
dice el Sr. Arrogante, genuino asombro en su tono mientras habla con
Logan.
—Eso no es lo que busco. Me alegro que hayamos provocado una
maldita confesión, hace que llegar a casa sea mucho más rápido.
El Sr. Arrogante gime mientras Jake sigue intentando atraerme hacia el
coche. Mi auricular sigue puesto, lo que hace que su conversación sea muy
fácil de seguir a pesar de los ruidos de la calle. Bueno, siempre y cuando la
mantenga dirigida únicamente a ellos, lo que me hace caminar con la
cabeza ladeada.
—¿De vuelta a casa con la Reina de Hielo? —dice el tipo, un toque de
sarcasmo en su tono.
Apuesto a que es Carter. ¿O era Chris? ¿Craig? No me acuerdo.
La sonrisa de Logan es tan malditamente hermosa. —Sí. No te pongas
celoso.
El tipo del nombre C pone los ojos en blanco, y yo miro como una chica
desmayada en la acera mientras arrastro los pies con mis tacones. Mi
corazón fue arrancado hace unos momentos pero sólo ver a Logan alivia la
quemadura.
—¿Cuándo vas a volver? —El tipo del nombre-C pregunta.
—Tan pronto como sepamos con certeza que la evidencia ha seguido las
cadenas de mando apropiadas y está siendo sellada. No quiero que esto se
salga de control.
—Maldito da Vinci. La mierda en tu cabeza da miedo. —No tengo ni idea
de lo que eso significa.
—No has visto ni la mitad de la mierda en mi cabeza, Craig. Necesito
llamar a mi chica, así que pídeme una hamburguesa.
¡Mierda!
Pongo mi teléfono en silencio, odiando tener que dejarlo en el buzón de
voz mientras Jake abre la puerta de mi coche. Me meto, me quito el auricular
y dejo que mi corazón se hunda cuando Logan llama. Suspirando, tiro mi
teléfono a un lado mientras miro a Jake, que me mira fijamente.
—Hablaremos de esto más tarde. En mi casa tan pronto como puedas
hacerlo.
Asintiendo con la cabeza, dejo que cierre mi puerta y arranqué mi auto.
Tengo dos asesinatos que planear, un novio que ver y un mejor amigo al que
desenfadar y no en ese orden.
Sólo soy la típica mujer americana.
¿O es la típica psicópata americana?
Capítulo 11
La única razón para que el tiempo exista es para
que no ocurra todo a la vez.
—Albert Einstein
Logan
—Así que tu chica está totalmente forrada —dice Hadley, dejándose caer a
mi lado.
—¿Estás investigando sus finanzas? —pregunto incrédulo—. ¡Eso es
invasión de la privacidad!
—Bah, acabo de echar un vistazo, ella no es sospechosa ni nada así que no
estoy rompiendo ninguna regla importante.
—Sólo la ley —digo secamente.
Sonríe. —Fui reclutada por mis locas habilidades con las computadoras y
por cerrar sitios web que no deberían estar abiertos, me colocaron aquí por
mi experiencia forense ni una sola vez me quisieron por mi perfecta brújula
moral y fue sólo un pequeño vistazo. Honestamente. Pero en serio, es como
si fuera muy rica. ¿Cómo es su casa?
Gruñendo, sacudo la cabeza. Hadley definitivamente no es del FBI
porque es una santa con una placa. Es del FBI porque estuvo en prisión o
trabajó con nosotros.
—No le digas a nadie más que hiciste esto —murmuro, terminando el
último expediente del caso que ahora está listo para el fiscal.
—Duh —dice ella, sonriendo—. ¿Cómo es su casa? Realmente quiero
saberlo.
—Nada llamativo. Es una casa blanca de dos pisos que se ve bastante
bien no ha vivido allí mucho tiempo, así que no hay arte ni nada en las
paredes. Los pisos son de madera, pero no hay estatuas de mármol o
pasamanos de oro, si eso es lo que preguntas y su entrada parece algo sacado
de Sleepy Hollow7 que no coincide en absoluto con la bonita casa del final.
Frunce el ceño como si estuviera decepcionada. —Quería mansiones y
cisnes en un lago. Maldición. ¿Por qué tener todo ese dinero, si no tienes
una casa bonita?
—Algunas personas son humildes, Hadley ni siquiera hubiera sabido que
era rica.
Hablar de Lana me hace pensar en ella otra vez, después de haberme
detenido. Me preocupa que esté demostrando comportamientos obsesivos.
Los cuales, no sé si me gustan o no.
No ha respondido mis llamadas en todo el día y mis mensajes tampoco
han sido respondidos, así que me sorprendo cuando finalmente obtengo una
respuesta.
LANA: ¡¡¡PERDÓN!!! Mi trabajo se interpuso en el camino esta vez.
He estado locamente ocupada y sólo tenía mi teléfono de negocios
conmigo. Acabo de volver a la ciudad hace unos minutos.
No sabía que tenía un teléfono de negocios o que había ido a una reunión
de negocios pero me alivia saber que no me ha dejado plantado.
—¿Es ella? —Hadley pregunta, recordándome que todavía está al
acecho.
—Vete, Hadley. No tiene cisnes en un lago.
Murmura algo sobre un desperdicio antes de enfadarse y marcharse.
Empiezo a enviarle mensajes de texto pero decido que prefiero escuchar
su voz, así que la llamo mientras me dirijo a mi coche.
—¡Hey! —ella responde, sonando un poco sin aliento—. De nuevo, lo
siento. Estaba muy ocupada anteriormente y como dije, no tenía mi
teléfono, y...
—No te disculpes. Sólo me preguntaba cuándo podré volver a verte estoy
de vuelta en casa. Un caso está cerrado, así que tendré un par de días libres
como recompensa. ¿Por qué suenas sin aliento?
—Acabo de terminar un entrenamiento necesario y resulta que también
tengo exactamente dos días libres. Mi compañero de negocios está
repasando algunas cosas para que podamos hacer un poco de negocios extra
este mes.
Nunca habla de sus negocios y ahora Hadley lo ha puesto en mi mente. Si
es tan rica, ¿por qué hace tanto trabajo de campo ella misma? ¿Por qué no
contratar a gente?
—¿Así que tenemos dos días para nosotros? —Me musito, poniendo
algunos de los archivos sin resolver en mi bolso.
—Sí. Y todavía tengo tu bóxer. De hecho, tan pronto como termine de
ducharme me los voy a poner.
—¿Alguna posibilidad de que pueda ir?
—Esa era yo invitándote a venir —dice secamente—. Realmente apesto
en esta cosa de la sutileza, ¿eh?
Sonriendo, me subo a mi auto y comienzo a retroceder listo para tener
algo de tiempo para relajarme. Me gustaría coger algo de ropa limpia de mi
casa, pero eso llevaría más tiempo.
—¡Espera! Acabo de pensar en algo. ¿Y si voy a tu casa? Ya has visto la
mía. Muéstrame la tuya.
Bueno, eso resuelve el problema.
—No es nada especial, pero me encantaría que vieras mi dormitorio.
Se ríe en voz baja. —Podría dejar mis bragas como una razón para
volver.
—No me las pondré y comeré helado —digo, amando la forma en que la
hace reír.
—Es bueno saberlo. Si me das la dirección, me ducharé y nos
encontraremos allí. ¿Estás en casa ahora?
—Estoy saliendo de la oficina.
—Bien. Entonces me daré prisa y me prepararé. Envíame la dirección,
Agente Bennett.
—¿De nuevo Agente Bennett?
—Te llamaré Logan más tarde, esta noche —dice bromeando,
provocando una reacción inmediata en mi parte rebelde, que me hace
olvidar que estoy más cerca de los treinta que de los dieciocho.
—Nos vemos pronto.
Cuelgo y le envió un mensaje con la dirección. Probablemente también
necesite una ducha, así que al menos tendré tiempo. También decido parar y
recoger algo para cocinar, así no tendremos que irnos a ningún sitio. Tenemos
dos días completos, y todo lo que quiero hacer es pasar cada segundo
controlando esta adicción.
Me apresuro a comprar comida, lleno la compuerta trasera y me voy
corriendo a casa. Mi teléfono suena tan pronto como paso por la puerta de
mi casa. Me quejo cuando veo que es Craig.
—Por favor, no me digas que ya tenemos que volver a entrar.
—Bueno, hola a ti, SSA8 Logan Bennett. Supongo que el coño es de oro,
si el propio hombre de la compañía no quiere volver al trabajo.
—Craig, si quieres estar guapo frente a las cámaras, te sugiero que te
abstengas de hablar más del coño de Lana.
—Bien. Entendido. De todos modos, me dijiste que llamara si llegaba
alguna pista nueva. Hadley finalmente descubrió el tipo de cuchillo usado
por el Boogeyman en sus asesinatos. Te estoy enviando una foto.
—Gracias —protesto, no sintiéndome tan agradecido como debería.
—No te preocupes, Logan. Nadie espera que vuelvas esta noche o incluso
mañana. Cerraste un caso importante y justo a tiempo para salvar la vida de
una chica. Y diablos, hoy lo hiciste prácticamente solo. Nadie más habría
conseguido la fijación de Da Vinci por encontrar la arcilla.
—Hubo otros factores —señalo.
—Sí. La simetría —dice de plano.
—Y más.
—Te dejaré volver a tus dos días de paz.
Cuelga justo cuando llega un mensaje de texto de Lana.
LANA: Mi GPS dice que debería estar allí en treinta minutos. Voy a
ver si puedo reducir unos minutos.
Una sonrisa se extiende mientras le envió un mensaje de texto.
YO: Nada de mensajes de texto mientras conduces. LANA:
¿Amenazando con arrestarme?
Riendo, guardé mi teléfono. Lana no es la chica a la que primero
catalogué como independiente. Solitaria, tal vez. Pero no separada. Me he
dado cuenta de que es como yo. Solitaria, pero no privada de potencial.
Después de poner todos mis víveres en su sitio, me quito la camisa y hago
una mueca cuando huelo a los gases del helicóptero por todas partes.
¿Cómo no me di cuenta de lo mal que huelo?
Empiezo a ir a la ducha, pero mi teléfono suena con un mensaje. Craig ha
entregado la foto que prometió, y el cuchillo no es nada especial pero al
menos sabemos el modelo y el tipo para decirle a la policía que busque si
llega el momento.
No si es así. Cuando. Voy a atrapar a este bastardo.
Estudiar la foto de la supuesta arma homicida me tiene estudiando el caso
tanto tiempo, que ni siquiera me doy cuenta de cuánto tiempo ha pasado
hasta que llaman a mi puerta.
No me jodas.
Ya han pasado treinta minutos, y he estado mirando un caso en vez de
ducharme con el olor del día.
Corro a la puerta, maldiciéndome internamente todo el tiempo. Cuando
abro la puerta, una ráfaga de cabello oscuro es todo lo que vislumbro antes
de que Lana esté sobre mí, sus labios chocando contra los míos.
Estoy seguro de que no protesto mientras la bebo, probándola, oliendo lo
increíble que es... Ah, diablos.
De mala gana, rompo el beso y ella se aleja, sonriéndome. Me encanta
esa sonrisa y la libertad con la que la da.
—Huelo a mierda.
Se ríe mientras mueve la cabeza. —Hueles como... no sé qué es ese olor
para ser honesta.
—Helicóptero. Correré a la ducha y retomaremos esto donde lo dejamos.
Ponte cómoda. No tardaré mucho.
—No me importa el olor —dice, mordiendo ese maldito labio inferior que
tiene mi polla protestando por mis necesidades higiénicas.
—Cinco minutos. Eso es todo lo que tomará.
Ella parpadea esas largas pestañas, su sonrisa se extiende mientras mira
alrededor de mi casa, tomando todas las vistas. Mi pistola está encima de la
mesa del salón y ella la esquiva como si la hiciera sentir incómoda.
—El seguro está puesto —le digo, guiñando el ojo antes de correr al baño
y darme prisa con los movimientos en la ducha.
Me pongo un par de bóxer cuando termino de secarme y vuelvo a buscar
a Lana en la isla de la cocina, revisando el caso de Boogeyman.
—Esto es brutal —dice, mirándome con el ceño fruncido—. ¿Este es el
tipo que atrapaste?
—Es mi culpa. No debería haber dejado eso fuera se supone que no debes
ver eso.
Ella frunce el ceño.
—Los archivos de casos cerrados no son tan clasificados o al menos eso es
lo que he leído.
—Los viejos casos cerrados no están clasificados. Los recientes sí lo están
pero este ni siquiera es un caso cerrado, es una investigación activa que
debería manejar con más cuidado que dejarla por ahí tirada.
Sus labios se tensan cuando se aleja un largo paso.
—Lo siento, no lo sabía. Acabo de verlo y… no debería haber empezado
a leerlo. Lo siento.
Me encojo de hombros, tirando de ella hacia mí por la cintura, sólo
necesitaba tocarla. No tenía ni idea de cuánto necesitaba tocarla hasta que
llegó aquí.
—Como dije, es mi culpa. Pero ya que lo has visto, ¿qué tal si me das tu
opinión?
Sus cejas suben.
—¿Mi opinión? Mi opinión es que ese tipo está enfermo. Que violen a las
mujeres y las dejen desangrarse lentamente por las múltiples puñaladas es
cruel y... En fin, esa es mi opinión.
—Me refería a tu opinión sobre el tipo de sospechoso que podríamos estar
buscando.
Ella frunce los labios.
—Apenas lo pude ver.
La llevo al archivo y extiendo las hojas incluyendo la nueva foto de mi
teléfono.
—Noté que las dejó desangrarse en lugar de decir que las apuñaló hasta
la muerte. Eso es realmente importante para el perfil. Ahora dime tu
opinión.
—No quiero meterte en problemas, Logan. No me muestres cosas que no
deberías y deja de decirme cosas que no deberías.
Me mira, frunciendo un poco el ceño.
—En este momento, no hay mucho que me harían si descubrieran que
estoy compartiendo detalles con mi chica. Soy un tipo duro. Sólo léelo y
dame tus pensamientos.
Una sonrisa se extiende sobre sus labios por alguna razón, pero se mete el
pelo detrás de la oreja y agacha la cabeza antes de empezar a leer los
archivos.
—¿Eso te excita? —Le pregunto, recordando que ella dijo que estas cosas
hacen que su estómago se revuelva.
—Me llamaste tu chica —dice en voz baja.
Mi sonrisa se extiende mientras me inclino, rozando un beso sobre su
hombro desnudo ya que lleva una camisola.
—En lo que a mí respecta, lo eres.
Ella se aclara la garganta y yo me inclino hacia atrás, disfrutando de la
manera en que se ruboriza.
Su cara se vuelve seria mientras estudia el archivo, tomando los detalles y
leyendo sobre él muy rápidamente.
—A primera vista, parece exagerado por todas las puñaladas pero todas
son superficiales y no son letales por sí mismas. Lo más probable es que lo
haga mientras las viola, empujando la punta de la cuchilla lo suficiente para
extraer la sangre. Se hacen más profundas a medida que avanza, porque es
parte de la altura que alcanza. La violación suele ser una cuestión de poder.
—Casi siempre se trata de poder —enmiendo—. Contrariamente a la
creencia popular, hay muy pocos casos de agresión sexual que tengan que
ver con los deseos sexuales.
Asiente distraídamente, pero noto una mirada distante en sus ojos.
—Es un sádico. En relación con el caso, lo más probable es que sea
incapaz de tener un orgasmo sin el dolor que causa y que amenaza la vida.
La impotencia, fue probablemente un factor en su brote psicótico tal vez se
tropezó con este sentimiento de euforia por error, y ahora ha escalado a
matar mujeres. Se droga con el poder y se excita con el dolor.
Ella exhala un aliento mientras sus manos tiemblan y yo empiezo a
disculparme. Ella realmente no puede soportar ver esta mierda, y fue una
estupidez por mi parte involucrar a un civil que no ha sido insensibilizado,
hasta el punto de verlos como cadáveres y hechos en lugar de personas y
asaltos despiadados.
Pero ella habla antes que yo.
—Sería invisible para el mundo, probablemente un obrero de cuello azul
que no llama la atención. Probablemente sería poco sociable, dada la lucha
que ha tenido con la impotencia. Le habría dejado retraído porque se habría
sentido como si le faltara algo, incluso castrado. Ahora disfruta de las
sombras donde ha vivido porque le permite cazar sin ser notado.
Maldición, es buena.
Pasa otra página. —Al principio, había mucha ira de vuelta, que proviene
de la impotencia ahora hay un método controlado para su psicosis.
Desarrollará un complejo inmortal donde se siente como si fuera intocable.
Diría que un hombre blanco entre los 25 y 40 años, es diestro y tiene la
habilidad de mezclarse con lo ordinario. Posiblemente en el campo de la
custodia.
Mis cejas se elevan.
—Está completamente muerto hasta el campo de la custodia. Adivinamos
que sea alguien de la policía o de la seguridad, debido al hecho de que ha
podido acceder a las casas sin esfuerzo, y las cámaras de los edificios de
apartamentos han sido desactivadas cada vez.
Ella sacude la cabeza. —Puede que comprenda las medidas de seguridad,
pero la mayoría de los trabajadores de custodia lo hacen. Vienen después de
las horas de trabajo, pasan mucho tiempo hablando con los guardias del
turno de noche o asuntos detrás de la escena que nadie más ve.
Entrecierro los ojos hacia ella, estudiando sus rasgos mientras mira hacia
arriba para encontrarse con mi mirada.
—¿Qué te hace estar tan segura de que tienes razón?
Ella sonríe antes de deslizar una página delante de mí. —Cómo limpió
después él mismo. Hizo brillar las salas de los asesinatos.
—Contramedida forense —señalo—. La mayoría de los asesinos
experimentados después siempre limpian ellos mismos.
Ella asiente. —Dije así es como limpió no sólo limpió; la habitación
estaba impecable y cada superficie fue limpiada con un limpiador apropiado
—Ella señala una línea—. El Limpiador de ventanas para las ventanas. No se
dejaron rastros tampoco, mientras que se nota que el resto de las ventanas
estaban sucias. —Ella señala otra línea—. Los pisos de madera fueron
limpiados con un limpiador de madera. No hay rayas —Ella señala otra línea
—. Las mesas estaban todas brillando con un limpiador de madera. No hay
rayas...
Mientras mi cabeza se envuelve en los hechos que ya debería haber
captado, ella continúa.
—Mi padre era... Ummm... amigo de un conserje cuando yo era más joven.
Es un hábito casi una compulsión usar los limpiadores apropiados para las
superficies después de tantos años de entrenar la mente para usarlos. Si fuera
tú, buscaría servicios de limpieza en el área y comprobaría si estos edificios
de apartamentos alguna vez fueron subcontratados a compañías de limpieza
individuales.
Deslizo el papel más cerca, mis ojos se mueven sobre todos los hechos.
—Entrevistamos a todos los empleados e investigamos sus antecedentes —
digo distraídamente—. Y consideramos que la limpieza tan minuciosa era
un caso de TOC9, pero lo descartamos por el hecho de que había diferentes
cantidades de puñaladas, y no limpiaron nada más que la habitación del
asesinato.
—Muchos servicios de custodia pagan en efectivo bajo la mesa porque es
difícil mantener a los trabajadores. Algunos de ellos tienen una política de
"no preguntes, no digas" porque tienen que contratar a quien sea que
necesite un trabajo. La empresa se queda con la mayoría del dinero, los
trabajadores se quedan con las migajas en comparación, así que el dinero
bajo la mesa que no está sujeto a impuestos es una gran manera de atraer a
más trabajadores, y también evitar tener que proporcionar beneficios a
dichos empleados. Es probable que nunca los hayan mencionado porque no
quisieron decírtelo.
—Eres una maldita genio —me quejo.
Agarro su rostro en mis dos manos y le doy un beso fuerte, aunque
también quiero estrangularla al mismo tiempo.
—Pero ahora tengo que hacer una llamada —refunfuño, sintiendo su
sonrisa en mis labios.
—Haz tu llamada. Atrapa a un tipo malo tal vez la pista sea sólida y
puedas atraparlo antes que vuelva a matar.
A regañadientes, levanto mi teléfono y marco a Hadley. Ella va a
matarme.
Capítulo 12
Tenemos que hacer lo mejor que podamos. Esta es
nuestra sagrada responsabilidad humana.
—Albert Einstein
Lana
No mentiré y diré que no es hipócrita esperar que atrape al enfermo que
violó y mató a todas estas mujeres. Es hipócrita porque también espero que
nunca me atrape por torturar y matar a una serie de hombres.
Pero también se siente bien escucharle contar animadamente a alguien
esta nueva y asombrosa pista. Me preocupa y me sorprende cuando le dice a
Hadley que soy yo quien inspiró esta nueva pista, no debería decirles que
dejó que su chica le diera esa información sobre un caso que se suponía que
yo no debía ver.
Tal vez el hecho de que me haya llamado su algo hace que las mariposas
se muevan. Definitivamente es algo. El hecho que suene orgulloso de mí
también me hace sentir... bien. Esa palabra otra vez.
Mi teléfono suena mientras él sigue hablando con otra persona, y salgo
para contestar cuando veo que es Jake. Mis ojos se quedan en la ventana,
siguiendo el ritmo de Logan.
—Hola. ¿Ha habido suerte?
—Mucha suerte. Odio apresurar esta cita de la forma en que lo haremos,
pero te ayudaré con esto.
Mis cejas se elevan por sorpresa.
—¿Como en persona? ¿Vas a hacer esto también?
—Sólo esta vez, y sólo para la parte de la seguridad.
—No. No puedes. Vomitaste cuando intenté darte los detalles, Jake.
—No tienes ni idea de cuánto me gustaría tener tu habilidad para matar
sin dudarlo —dice en voz baja, con un borde en su tono.
—Pero no la tienes —le recuerdo, todavía mirando para asegurarme que
Logan no me escuche.
—No importa. No puedo arriesgarme a que te enfrentes a algo así sola.
—No puedo hablar de esto ahora —digo casi en un susurro cuando veo a
Logan colgando el teléfono y pasándose una mano por el pelo.
—Mierda. ¿Estás con él? Todavía es una discusión que tenemos que tener.
—Moví mi habitación de asesinatos a esa habitación secreta que me
construiste hace años.
—¿Crees que es suficiente para evitar que un perfilador se dé cuenta de
que estás matando lentamente a una lista de personas?
—pregunta secamente.
Respiro hondo mientras continúo mirando a Logan por la ventana. Mira a
su alrededor, y luego se mueve para coger un vaso.
—¿Sabes lo fácil que es para mí hacer lo que hago?
—Por lo que les hicieron a ustedes dos —dice, su voz apenas por encima
de un susurro roto.
—No, Jake. Es porque no hay nada más que odio dentro de mí que me ha
impulsado, desde que pude hacer algo más que doblarme en una esquina por
miedo a que me encuentren de nuevo. Nunca pensé que nada más me
impulsaría, pensé que después que esto terminara... no tenía nada que
esperar después de haberlos matado a todos. Ahora... Ahora hay esperanza.
Nunca me di cuenta del poder de la esperanza hasta que de repente apareció
en mi vida como si el universo me diera un regalo en el momento
equivocado.
Él exhala con fuerza, y yo me desplomo un poco hacia atrás.
—Me alegra saber que tienes esperanza, Lana. De verdad. Lo hago.
¿No podrías haberla encontrado con alguien que no pudiera meter tu
trasero en la cárcel?
Su tono termina en una nota de broma, pero la gravedad de la situación
sigue presente.
—Cruzaremos ese puente cuando sea necesario. Confía en mí para ser
cautelosa.
—Si algo se siente mal... Si alguna vez te hace preguntas... Sólo escucha
las preguntas que te hace. Ya sabes qué buscar. Prométeme que saldrás de
ahí si eso sucede.
—Prometido —le digo, sonriendo.
—Vas a hacer que me quede calvo de preocupación —gime, mientras
empiezo a caminar hacia adentro.
—Te llamaré más tarde.
Mientras cuelgo y vuelvo a donde está Logan en un par de bóxer y
trabajando diligentemente en hacer algún tipo de bebida en la licuadora, me
apoyo en la isla, impregnándome de él.
Se da la vuelta y me atrapa comiéndomelo con los ojos y mueve las cejas.
—¿Tienes que irte? —Le pregunto, tratando desesperadamente de
mantener cualquier necesidad fuera de mi tono.
—No esta noche. Posiblemente mañana, pero no esta noche.
Sonrío, aunque esto enmascara un cierto nivel de decepción. Quería por lo
menos dos días pero tomaré lo que pueda, ya que es más de lo que pensé
que esta vida cruel me permitiría tener.
—Eres increíble, ¿sabes? —pregunta, acercándose.
Olvidando el licuado al llegar a mí, y yo inclino la cabeza hacia atrás,
dándole acceso justo cuando se inclina hacia adelante y me besa largo, duro,
profundo y... No hay suficientes palabras para explicar cómo cada beso se
acerca más a tocar mi alma.
Casi creo que puede eliminar algo de la oscuridad, tal vez incluso
extenderse alrededor de la luz.
Sus brazos me rodean, sujetándome a él mientras me levanta, dándole un
mejor ángulo en mi boca en vez de tener que agacharse tanto.
El tipo es demasiado alto y yo soy demasiado baja.
Sonrío contra sus labios mientras mis piernas suben para envolver su
cintura. La única razón por la que rompo el beso es para absorber algo de la
normalidad de la situación, deleitándome en cada segundo de ella.
—¿Así que hemos llegado al nivel en el que sólo caminas en bóxer
delante de mí?
Guiña el ojo mientras me desliza sobre la encimera, y yo frunzo el ceño
cuando lo suelto con las piernas mientras retrocede. Cuando se da la vuelta
para darme la espalda, me doy cuenta de algunas cicatrices que no noté la
última vez que lo tuve desnudo.
—¿Qué es esto? —pregunto antes de pensar en ello.
Mis dedos inmediatamente se lanzan a tocar una cicatriz semicircular
cerca de su hombro y hago una mueca. Odio que la gente toque mis
cicatrices y aquí estoy yo tocando las suyas.
Él no se inmuta como yo lo hago, cuando mi dedo roza la superficie
manchada.
—Una bala hizo eso hace dos años apenas alcanzó el maldito chaleco,
media pulgada más allá y habría tenido un moretón en lugar de que me
quitaran la bala. Un novato despejó la escena y no vio a un tipo con un arma
escondido en un armario. Disparó a través de la puerta y yo fui uno de los
heridos.
Otra cicatriz es irregular y larga, que va desde su otro omóplato a su
columna vertebral. Cuando mis dedos la atraviesan, él retrocede hasta mi
toque. Desearía poder dejarle tocar el mío, tal vez podría quitar los
recuerdos dolorosos que están dentro del tejido de la cicatriz.
—Ese es de un cuchillo —Esa respuesta me hace tragarme un nudo
doloroso—. Fue cuando estaba recién llegado al campo y el tipo que estaba
arrestando tenía un amigo que salió de la nada. Me pilló desprevenido.
—Sólo te agarran cuando no los ves venir —digo en voz baja, sintiendo
una punzada de orgullo—. Porque eres demasiado fuerte para ellos.
Se ríe mientras se da la vuelta. Mi aliento se detiene mientras agarra mis
caderas y me sacude contra él, parado firmemente entre mis piernas
mientras nuestras mejores partes se alinean.
—Me gusta que pienses así —dice, sonriendo mientras juega con el
dobladillo de mis pantalones cortos.
Paso mis manos sobre los músculos de sus brazos. Él se flexiona a
propósito, y yo giro mis ojos juguetonamente mientras lo miro a los ojos. —
Eres fuerte. Eres intimidante. La gente no te ve débil, así que te atacan
cuando eres más vulnerable.
—El tipo que disparaba desde el armario lo hacía a ciegas —señala.
—¿Así que no eres grande y fuerte? —pregunto, luego estallo en risa
cuando me levanta y empieza a caminar conmigo.
—Suficientemente fuerte para manejarte —bromea, y me da una
cachetada en el culo con una mano.
—Apuesto a que podría llevarte —digo en broma, pero me pregunto si
realmente podría o no.
—Dejaré que me muestres tus habilidades de lucha más tarde — dice
antes de besarme de nuevo y de ir a una habitación.
Decido que no quiero saber si puedo llevarlo o no. Sólo quiero fingir que
soy una chica normal con un chico normal en nuestra relación normal por
una noche normal.
El sol está saliendo y me he reído tanto que me duele el costado, ninguno
de los dos ha dormido, hemos comido un par de veces, hemos tenido mucho
sexo, y nos hemos reído más de lo que yo me he reído nunca pero el sueño
no ha estado en la lista de prioridades.
Creo que ambos tenemos miedo de cerrar los ojos y perder este fugaz
momento de perfección.
Ahora estoy tirada en el sofá mientras me cuenta sobre su muy feliz
infancia que no está llena de oscuros recuerdos.
Mis ojos revolotean por la habitación, tomando todas las fotos de esta
supuesta familia de la que sólo habla en tiempo pasado.
—Entonces, ¿qué pasó? ¿O eso no es asunto mío? —pregunto,
levantando la cabeza para mirarlo.
Su sonrisa cae lentamente y me odio por preguntar. —No importa. No
debería haber...
—Está bien, Lana. Deja de disculparte por tratar de conocerme — dice,
sonriendo de nuevo. Me quita el pelo de la cara antes de apoyar su mano en
mi hombro—. Me gusta que quieras saber más de mí que mi preferencia por
los condones.
Yo resoplo. En realidad, resoplo. Mátenme ahora. Sólo lo hace reír de
nuevo.
Sacudiendo la cabeza, me encojo de hombros. —Sé que no puedo decirte
mucho sobre mi pasado, así que no es justo que te pregunte sobre el tuyo —
digo con un triste suspiro, matando el momento de luz otra vez.
Su cara se pone seria, y su mano empieza a correr arriba y abajo de mi
espalda mientras pongo mi cabeza en su pecho.
—Dime lo que quieras cuando estés lista —dice finalmente, besando la
parte superior de mi cabeza—. Entiendo que no todos los pasados son tan
fáciles como el mío. En cuanto a mis padres... Mi madre se volvió un poco
salvaje a mediados de los treinta, se divorció de un buen hombre en busca
de sexo salvaje y hombres ricos, las cosas estaban bien hasta entonces.
Nunca conocí a mi verdadero padre, aparte de saber que estaba en el
ejército. Me envió algunas fotos con cartas, como si quisiera ver su cara. Mi
padrastro siempre fue mi verdadero padre, en mi opinión. Entró en la foto
cuando yo tenía dos años y me crió como si fuera suyo.
Paso mis dedos a lo largo de su pecho.
—¿Alguna ex que deba preocuparme?
Se estrangula en el aire antes de reírse. —No. En absoluto. Todas las
relaciones han terminado en muy malos términos, soy un poco mal novio
desde que me casé con mi trabajo.
Se queja mientras me pasa la mano por el cabello y yo levanto la cabeza,
mirándole a los ojos.
—No dejes que lo arruine, porque me gustas —me dice, sonriendo. Todo
lo que hago es sonreír como un idiota sin importar lo que diga.
—Tú también me gustas un poco.
Toca mi labio inferior acomodándose más, mientras me pone
completamente encima de él. A pesar de la firmeza de su cuerpo, está
sorprendentemente cómodo.
—¿Qué hay de ti? ¿Algún ex que deba preocuparme? —pregunta,
estudiando mi rostro.
Estudia todas mis expresiones. Afortunadamente he entrenado contra
ellos pero esta es una pregunta que puedo responder honestamente.
—Sólo he tenido una relación verdaderamente seria y prefiero prenderle
fuego, a hablar con él alguna vez más. Aparte de eso, nada serio desde
entonces, y eso fue hace más de diez años. El resto han sido...
¿experimentos?
Vale, necesito cerrar la boca porque estoy hablando demasiado.
—¿Experimentos? —pregunta, recordándome que aprenda cuándo parar.
—Palabra equivocada. Hum... Intentos desesperados e inútiles de tener
algo, y luego aprender que no había ninguna chispa.
Buena recuperación, Lana.
—Hay una chispa aquí —dice reverentemente, todavía pasando sus manos
sobre mi espalda desnuda.
Sonriendo, asiento con la cabeza. —Definitivamente hay una chispa.
Me empuja hacia adelante, pasando sus labios por los míos. Justo cuando
decido profundizar el beso, recibe una llamada.
Maldiciendo, arrebata su teléfono del suelo. Se ha quedado en la
habitación en la que hemos estado toda la noche.
—Aquí Bennett.
El teléfono está tan alto que oigo a la mujer del otro lado.
—Oye, tenemos una lista de personas para investigar pero un par de tipos
aparecieron, había un servicio de custodia subcontratado en todos los
edificios de apartamentos. Mientras los investigábamos, los descartamos
rápidamente. Cuando los llamé y les pedí una lista de todos los empleados
de la nómina, les recordé que estaban impidiendo una investigación federal
si no incluían también las ocasionales actuaciones bajo la mesa. La lista
milagrosamente se hizo mucho más larga. Dos nombres tienen antecedentes
que hacen que estos tipos se vean bien por ello.
Entonces, ¿podría haber tenido razón?
—Nos encontraremos en dos horas y haremos un viaje a Boston. Trae
todos los nombres de la lista y los revisaremos en el vuelo.
Y eso es todo el tiempo que tenemos.
Puedo ver por la mirada en sus ojos que él también odia esto.
Se tapa la bocina del teléfono mientras la chica lo maldice por ser
demasiado bueno en su trabajo.
—Si lo atrapo, tendremos más tiempo juntos por un tiempo —dice,
frunciendo el ceño mientras estudia mi rostro.
Aparentemente estoy usando algo de decepción, así que enmascaro mis
expresiones y me enrosco en él, besando su mandíbula.
—Ve a atrapar a más tipos malos.
La chica del otro lado se queda en silencio.
Logan presiona sus labios contra mi frente, y yo me empapo de su aroma
una última vez antes que se vaya. La última vez fue un viaje breve tal vez
tenga suerte y las cosas vuelvan a ir tan bien.
—¿Estás tú con ese perfil de novia que te ayuda aclarar evidencia?
—la chica pregunta seriamente.
Espero que no esté secretamente enamorada de él, porque detecto un tono
de voz que espero estar exagerando.
—Sí. Los veré en un par de horas. No te olvides de mantener eso entre
nosotros.
—Lo sabes, jefe. Sólo espero que nos ayude a atrapar a este bastardo
antes que otra mujer salga lastimada.
Exhalo con alivio, porque ese tono se ha ido. Aparentemente, estaba
definitivamente leyendo dentro de eso.
Cuelga, y sus brazos me rodean con uno de esos abrazos increíbles que
tanto me gustan.
—Tan pronto como esté de regreso, juro llevarte a esa maldita cita que te
prometí hace tanto tiempo. Eres mejor que un maratón de sexo con
cualquier comida que queme.
Quema la pizza totalmente pero fue muy dulce para él intentar cocinar.
Podría haber ido mejor si no hubiéramos olvidado que estaba en el horno y
terminaba en el dormitorio.
—Comeré comida quemada todos los días en los que te tenga para mí,
prefiero no perder el tiempo teniendo que salir en público y perder toda
nuestra privacidad.
Se ríe, pero no estoy bromeando.
Soy codiciosa. Lo quiero todo para mí.
Se apresura a prepararse, y le beso mucho más tiempo del necesario antes
de que se vaya.
Como se va a ir, no hay mejor momento que el presente para volver al
trabajo y saltarse el segundo día de descanso.
Mientras subo a mi coche, saco mi teléfono y llamo a Jake.
—¿Sigues con él?
—Estoy en camino para agarrar a Lawrence, puedes encargarte de Tyler.
Está maldiciendo cuando cuelgo, y yo sonrío cuando comienzo el largo
viaje a Nueva York. No lo he estudiado en su vida diaria pero a la mierda.
Soy más fuerte que todos ellos.
Capítulo 13
No Podemos desesperarnos de la humanidad, ya
que nosotros mismos somos seres humanos.
—Albert Einstein
Lana
Nueva York no está preparada para mí cuando llego. Está oscuro cuando
finalmente me puse a planear mi emboscada. Tengo la sudadera puesta, la
cabeza cubierta y me apoyo en un callejón.
Este lugar se vuelve peligroso en los callejones oscuros, pero después de
golpear la cara de un tipo contra la pared de ladrillo lo suficientemente
fuerte como para noquearlo, la mayoría de los matones habituales me dan
un amplio espacio para el resto del tiempo que espero.
—Hola, cariño —dice otro estúpido matón que me está sosteniendo un
cuchillo mientras sonríe con una sonrisa de dientes podridos.
Yo no digo nada.
Supongo que se perdió mis demostraciones anteriores, por desgracia para
él.
Da un paso más y es cuando le sonrío, parece confundido por una
fracción de segundo antes de que mi mano salga disparada, chocando con
su garganta. Un doloroso resoplido se le escapa, y balancea el cuchillo.
En el aire le cojo la muñeca, le doy vueltas bajo el brazo y escucho con
placer como un grito satisfactorio atraviesa la noche. El cuchillo cae al suelo
y golpeo mi pie contra su columna vertebral, todavía le aprieto el brazo
detrás de él tan fuerte que siento cuando el hueso cruje en mi mano.
Un escalofrío de placer me atraviesa, escuchando la forma en que grita y
pide misericordia. No es tan satisfactorio como escuchar a los que quiero
muertos, pero aun así es un gran castigo para alguien como él, que se
aprovecha de los débiles, o de los que cree que son débiles.
Con un fuerte empujón el cuchillo le corta la espalda, la piel se desgarra y
sus gritos se hacen más fuertes. La gente se dispersa de nosotros,
pretendiendo que no ven nada en la típica moda de la ciudad.
Cuando empieza a balbucear sangre, suelto el cuchillo con la mano
enguantada y dejo que se hunda en el suelo con un golpe fuerte. Justo al
lado del basurero, todo lo que se ve desde la calle son sus pies. La ciudad es
demasiado ruidosa para que los habitantes de la acera lo escuchen.
Aunque lo oyeran seguirían caminando, eso es lo que hace la gente se
dicen a sí mismos que también morirán, se dicen a sí mismos que su vida es
más valiosa que la persona que muere cerca de sus pies.
En resumen, no les importa una mierda.
Una sonrisa oscura curva mis labios mientras me mira sorprendido y
horrorizado.
Vino a este callejón como el depredador.
Morirá como la presa.
Tiro de la sudadera sobre mi cabeza, con cuidado de no molestar a mi
peluca rubia por su cuidadosa colocación en mi cabeza. Lo arrojo al
contenedor, luego me saco los pantalones, revelando el vestido que había
escondido y me pongo los tacones.
Es hora de hacer lo que vine a hacer y dejar de joder a la escoria en la
oscuridad de la que la gente trata de huir. Los monstruos de aquí no se
pueden comparar con el monstruo que soy.
Unos pocos ojos se mueven hacia mí, pero no me preocupa mientras me
pavoneo por ellos.
Nadie hablará de la prostituta rubia que acaba de matar a un hombre con
muy poco esfuerzo. Fingirán que nunca vieron nada.
Incluso los grupos de chicos se dispersan, tropezando con sus pies en su
afán. Un arma está metida en la parte de atrás de la mayoría de sus jeans,
pero acaban de verme destripar a un tipo con su propio cuchillo. Estoy
segura que no se sienten muy seguros de que no les pasará lo mismo.
Es una historia real: La mayoría de la gente se aterroriza más cuando ve
un cuchillo que cuando ve un arma. Es algo psicológico, pero por el
momento funciona a mi favor.
Doblo la esquina, saliendo del largo callejón hacia la concurrida acera.
Nadie me mira a los ojos o se fija en mí a través del ajetreo mientras tiro los
guantes ensangrentados en mi bolso.
La oscuridad ayuda.
Sonrío cuando veo a Lawrence salir del edificio, cruzo la calle y reduzco
mi ritmo, dejando que se ponga detrás de mí.
Lawrence es predecible. También es un pervertido.
Una sensación de malestar y el sabor de la bilis se eleva en mi garganta
cuando ocurre lo predecible. Una mano caliente está de repente en mi
trasero y me doy la vuelta, tratando de actuar sorprendida.
—Tú —dice, sonriendo—. Pensé que eras tú. ¿Sin cita a ciegas esta
noche? —sonríe como si su broma fuera divertidísima.
Le bateo las pestañas y empiezo a tirar de su corbata, aunque mi
estómago está a punto de explotar de asco.
—No hay cita esta noche. ¿Intentas ligar conmigo, guapo? — pregunto
con ese falso acento sureño que usé la última vez que me vestí así.
—Creo que debiste haber querido que te recogiera, Nueva York es
demasiado grande para toparse por casualidad dos veces —dice con
suficiencia, sonriéndome.
—Tal vez sea sólo el destino.
Su sonrisa burlona se convierte en una sonrisa lasciva. —¿Tu casa o la
mía?
—Bueno, eso fue bastante fácil —Arqueo una ceja, guiándolo por la
corbata mientras lo llevo a un estacionamiento.
—¿Adónde vamos?
—Mi auto está a la vuelta de la manzana —digo dulcemente.
Aparcado en un estacionamiento sin cámaras. Dejo ese jugoso bocado
fuera de la conversación.
—Eres el tipo de chica que hace que un chico haga algo peligroso como
meterse en un auto con una desconocida —dice, aunque hay un toque de
burla en su tono, como si me encontrara demasiado débil para ser algún
peligro para él.
—Puedes irte atrás —le digo, moviéndolo a la derecha. Le suelto la
corbata pero él acelera sus pasos y continúa siguiéndome hasta el
estacionamiento.
—No estoy preocupado. Creo que puedo manejarte. Me guardo el
resoplido de la burla.
—Nene, puedo prometerte que no sobrevivirás a una chica como yo.
Capítulo 14
No creo en la inmoralidad del individuo, y considero
la ética una preocupación exclusivamente humana
sobre la que no hay ninguna autoridad sobrehumana.
—Albert Einstein
Lana
—Calma, pequeño bebé, no digas una palabra. Mamá te va a comprar
un ruiseñor. Y si ese ruiseñor no canta. Mamá te va a comprar un anillo de
diamantes.
La canción fluye a través del sótano subterráneo y camino hacia un lado,
mientras Lawrence se despierta lentamente de su estado inconsciente. Miro
con fascinación desde las sombras mientras una mirada de emociones
parpadea en su cara en secuencia.
Confusión. Sorpresa. Reconocimiento. Y mi favorito: el pánico.
Lucha contra las cadenas que le sujetan las manos y los brazos,
manteniéndolo atado y suspendido en el aire, es una posición encantadora
para morir, también te deja sentirse débil e indefenso al estar extendido e
inmóvil.
Debería saberlo.
La canción cambia, y "Ring Around the Rosy" comienza a sonar con esa
espeluznante voz de niño en la que está. Me encanta joder con sus cabezas.
—¿Quién diablos eres tú? —grita, luchando mientras yo permanezco
escondida en el rincón oscuro. La luz sobre la cabeza proyecta un brillo
circular debajo de ella, iluminándolo y las cadenas colgando libremente
frente a él mientras espero la llegada de nuestro segundo prisionero.
Tan pronto como lo llevé a mi auto, golpeé su cabeza contra la puerta
lateral dos veces, asegurándome de que estaba inconsciente antes de lanzar
su pesado trasero a mi auto. Es muy musculoso, y no planeé que fuera tan
pesado como un peso muerto.
La lucha valió la pena.
Los moretones se están formando agradablemente alrededor de sus ojos y
frente. Estoy segura que la conmoción cerebral lo mantuvo fuera más
tiempo que una polla fría normal.
—¿Dónde estás? ¿Dónde mierda estoy? —grita, luchando en vano,
haciendo que las cadenas hagan sonar su incesante advertencia.
Sacude la cabeza de lado a lado, tratando de ver algo más que la luz
encima de él. Son sólo cuatro paredes de piedra en un cuadrado semi grande
de un sótano. Son todas las pesadillas espeluznantes que hay.
Debería haber empezado a encontrar lugares más espeluznantes para
matarlos hace tiempo, porque me encanta la forma en que su cuerpo se
agarra con terror a los alrededores.
Ahora estoy vestida de negro, el lápiz labial rojo ha desaparecido junto
con la peluca rubia que estaba usando; los tacones se han cambiado por
botas, las botas de hombre que llevo con la puntera especial que Jake diseñó
para que dejara las impresiones de los pies a los talones.
Mi mochila no está puesta, pero no es necesaria para esta parte ya que no
hay suciedad alrededor. El suelo de piedra bajo mis pies pronto será pintado
con dos tonos de rojo. Entonces pintaré las cuatro paredes.
—¡Que alguien me responda, mierda! ¡Ayuda! —exclama, sólo para ser
recibido en silencio. La antigua casa de Tyler está en medio de la nada,
estos son los asesinatos fáciles.
Lawrence habría sido difícil de matar en su apartamento que comparte
con un compañero de cuarto.
La esposa de Tyler está fuera de la ciudad ahora mismo, después de tener
una pelea por los mensajes de texto con los que la ayudé a tropezar,
anónimamente por supuesto. Tyler cree que Denise se puso celosa y lo
saboteó. Su mujer cree que es un imbécil... sus palabras... y se fue en un
ataque de rabia.
Actualmente estoy rastreando su celular con el teléfono clonado que hice
con el de Tyler.
Lawrence continúa gritando y vociferando mientras "The Wheel son the
Bus" suena ahora, ahogando la mayoría de sus peticiones.
Su voz está casi ronca unas horas después cuando finalmente se orina
encima, perdiendo la vejiga. Es el primer paso de la humillación, es el paso
uno de despojarse de su dignidad. Siempre se orinan y se cagan encima.
Una sonrisa curva mis labios.
Maldice mientras la primera lágrima cae de su ojo. Está atado y colgado,
incapaz de limpiarse. Quiero todas sus lágrimas. Quiero toda su miseria y
su terror.
Lo quiero degradado hasta el punto que no le quede nada más que
indignación y humillación luego quiero sus gritos.
Sólo una hora después de eso se rompe, sollozando fuertemente mientras
pierde el control de su vejiga de nuevo. Sus vaqueros se oscurecen y el olor
me invade. Es el olor de la venganza. Bueno, es el olor a orina, pero ya te
haces una idea.
Está sin camisa, y puedo ver la piel de gallina que se le ha puesto en la
piel por el frío. Cuanto más fría es la habitación, peor es el dolor cuando se
reciben los golpes.
—La perra está llorando —dice Morgan, riéndose en voz
baja mientras una sola lágrima cae por mi mejilla.
Estoy restringida, incapaz de limpiarla, mientras intento
retirarme a mi mente y bloquear todo el dolor.
—Esas lágrimas no te salvarán, puta —dice Lawrence cerca
de mi oreja—. Ruega que me detenga.
—Por favor... por favor, detente —oigo a mi hermano
llorar.
—¡Tenemos un suplicante! —Escucho a Tyler anunciar,
riendo como una hiena.
Mis brazos se liberan del agarre suelto de Tyler, y grito
mientras golpeo con mi puño el lado de la cara de
Lawrence.
—¡Maldita cabrona!
Continúa a horcajadas mientras me empuja las manos a
su sitio.
—¡Sujeten a esta maldita perra o dejaré que les saque los
ojos cuando sea su turno!
Tyler escupe una maldición y me devuelve las manos al
pavimento. Grito mientras mis manos encuentran la
superficie implacable y siento la sangre goteando. Me
concentro en ello y no en lo que Lawrence está haciendo con
el resto de mí.
—Esas lágrimas no te salvarán, puta —digo, haciendo que Lawrence
mueva la cabeza hacia mi esquina mientras entrecierra los ojos en la
oscuridad, tratando de encontrarme.
—¿Quién diablos eres?
Doy tres pasos, dejando que la luz se filtre lentamente a través de mí
hasta que su ceja se eleva en la confusión, una furia se extiende por su cara,
pero las cadenas lo mantienen firme.
—¿Qué diablos quieres, perra?
—Ruega que me detenga.
Empieza a hablar, pero la puerta que está encima de nosotros se abre, y
Tyler baja rodando por las escaleras, gritando en agonía mientras Jake da
los pasos uno a uno. Jake se mueve con gracia, disfrutando del hecho de
que la venganza es finalmente encontrar a estos hijos de puta después de la
conversación que presenciamos.
Tyler ya parece medio golpeado hasta la muerte. ¿Olvidé mencionar que
Jake ha estado tomando las mismas clases que yo? Nuestra lista de artes
marciales mixtas sólo crece, al igual que nuestro cinturón negro.
Obviamente tomamos las clases en otro pueblo con otro nombre, pero esa
parte no es importante ahora.
—¡Ustedes! —Lawrence grita, mirando a Jake.
Jake se golpea las piernas. —Por cierto, funcionan muy bien.
Tyler es un enredo de extremidades, todavía tirado en el suelo. —
¿Dejaste algo para mí? —Le pregunto a Jake mientras agarra la muñeca de
Tyler, arrastrándolo a las cadenas.
—¿Quién diablos eres? —Lawrence exige de nuevo, como si tuviera
algún control.
—Queda mucho por hacer. Sólo dolerá más cuando extraigas la deuda.
Sonriendo mientras Lawrence continúa molestándonos desde su posición
vulnerable, ayudo a Jake a encerrar a Tyler en su lugar. Lo separamos como
Lawrence, suspendiéndolo con las cadenas. Ahora están justo enfrente uno
del otro.
—¿Quieres saber quién soy? —Le pregunto a Lawrence mientras Tyler
tiembla de miedo, con los ojos abiertos y el cuerpo tembloroso.
Las lágrimas brotan con fervor de los ojos de Tyler, lo que me hace dar
una rápida valoración del estado de su cuerpo.
Sus piernas están definitivamente rotas. Jake debe haber sido muy
agresivo. Bien por él. Lo necesitaba.
—¡Eres una perra loca! —Lawrence grita. Yo sonrío, enfrentándome a él
ahora.
—No. Soy una perra loca y enojada, me conociste cuando era más joven
también conociste a mi hermano.
Una sonrisa se forma en mis labios cuando el color empieza a salir de sus
ojos. —Esas lágrimas no te salvarán, puta —repito, aunque esta vez puedo
ver que se da cuenta de por qué digo esas palabras—. Ruega que me
detenga.
Se vuelve tan blanco como el fantasma que cree que soy, me enfrento a
Tyler de nuevo mientras intenta juntar las piezas.
—Juega bien, Victoria. Te dolerá mucho menos si te portas
bien.
No llores, Victoria. No dejes que vean que te han roto.
Pero yo sí me rompo. Me rompo con fuerza. Me rompo con
los gritos de mi hermano a mis espaldas mientras suplica y
suplica y suplica... Y ellos sólo se ríen.
Como si los sonidos fueran música para sus oídos. Quiero
que esos oídos sangren.
—Juega bien, Tyler. Te dolerá mucho menos si te portas bien —me burlo,
viendo como la misma ola de realización lo invade.
Sus ojos se abren hasta el punto de ser dolorosos, Jake sonríe mientras lo
asimila todo. Siempre tiene que perderse esta parte, puede que tenga un
nuevo tipo de pareja si puede soportar el resto, me gustaría que él fuera parte
de esto, es tanto su venganza como la mía. Ambos queríamos a Marcus.
Y se lo llevaron.
Me muevo delante de Lawrence y Jake me da mi navaja favorita. Es
aburrido. Es brutal. Y duele como el infierno cuando finalmente consigo
que la piel se desgarre.
—Estás muerta —el imbécil resopla, mirándome con incredulidad—. Se
supone que estás muerta.
Lo veo fijamente, moviendo la hoja sobre su muslo sintiendo su temblor.
—Debiste haberme matado mejor —digo, mientras la hoja se clava en la
carne flexible.
Él grita de dolor cuando la carne finalmente se divide, y yo me tomo mi
tiempo. —Necesitaré uno afilado para sus orejas —le digo a Jake, mientras
Tyler vomita al son de los gritos de Lawrence.
Luego continúo, cambiando a Tyler, dejando que se vean matarse
lentamente el uno al otro.
—Espero que no tengan sueño. Cambié de opinión sobre sus días de
deudas. Va a ser una semana larga.
Capítulo 15
Usted no puede, simultáneamente, prevenir y
prepararse para la guerra.
—Albert Einstein
Logan

Miro a mi teléfono, leyendo el último texto de Lana.


LANA: Te llamaré esta noche si estás libre. Siento haberme perdido
tu llamada antes. Han sido unos días locos. <3
—¡Oh, emoji de corazón! La situación se está volviendo real —dice
Craig por encima de mi hombro, ganándose un codazo en el estómago.
Girando mis ojos mientras gruñe y tose, le envío un mensaje de texto.
YO: Esta noche debería trabajar, siempre y cuando nadie llame con
alguna pista. Sabemos quién es el asesino, y hemos estado poniendo su
cara en todas las noticias. Tenías razón. Definitivamente es uno de los
trabajadores de limpieza pagados bajo la mesa. Se las arregló para
escapar, así que hay una cacería en marcha en toda la ciudad.
LANA: Ten cuidado. Siempre es ignorado, y con el nuevo golpe de
atención, es probable que disfrute de la fama. Puede que anhele más
atención y que venga por ti si el interés desaparece demasiado pronto.
Matar al principal agente del FBI que lo persiguió le daría aún más
atención.
Nunca he querido salir con un perfilador, simplemente porque el trabajo y
el sexo no se mezclan bien en mi experiencia. Lisa, por ejemplo, es una
espina clavada en mi costado desde que las cosas terminaron hace años y
ahora está bajo mi mando.
Es incómodo, es frustrante y ella usa nuestro pasado contra mí cada vez
que puede.
Lana, sin embargo, es la mujer perfecta. Alguien que entiende lo que
hago sin estar a mi lado mientras lo hago. Es literalmente lo mejor de
ambos mundos.
Por eso me sigue preocupando que sea demasiado buena para ser verdad.
YO: Es muy poco probable que venga por mí. Y si lo hace, me
ahorraré el trabajo de intentar localizarlo.
LANA: Hablo en serio, Logan. Tipos como él podrían obsesionarse
con alguien como tú.
YO: Es un violador. Un violador en serie. Necesita una mujer para
aliviar sus impulsos. Es más que un asesino en serie, lo que hace que la
probabilidad de que venga a por mí sea muy pequeña.
LANA: Cualquiera que haya vivido siempre en las sombras y de
repente sea llevado a la luz va a conseguir el éxito. Especialmente
alguien como él. Los sádicos sexuales prosperan con el poder. Los
excita. El poder sobre ti podría convertirse en un sustituto fácil del
poder que tiene sobre sus víctimas femeninas.
YO: Me gusta que te importe tanto.
LANA: Me gustan mis orgasmos. Quiero más.
Eso me hace reír y guardo mi teléfono mientras Craig aparece,
comunicándome sobre la última información.
Se suponía que iba a ser un arresto fácil, pero alguien le avisó. Tuvo que
hacerlo. O si no, de alguna manera tiene contactos en la estación de policía.
Pero el tipo se lee como un libro abierto de nuestro perfil.
Ahora encontrarlo se está volviendo más difícil. Le pagaron en efectivo y
nunca tuvo una cuenta bancaria, su apartamento era una especie de arreglo
semanal en efectivo, su vida entera no tiene papel, no tiene dispositivos
electrónicos ni pistas, incluso su factura de electricidad estaba incluida en su
alquiler, además de ocultar cualquier rastro que pudiera tener.
Dejó su teléfono. Se llevó su ropa.
Está en el viento, podrían pasar meses antes que reaparezca si no lo
encontramos ahora.
Cuatro días después, todavía no hay pistas y me quejo mientras me
preparo con mi equipo para volver a casa. Gerald Plemmons. Ese es el
nombre del Boogeyman. Ponerle una cara ha ayudado a aliviar los temores
de algunos de la ciudad, pero sigue ahí fuera.
Un día, volverá a matar. Desafortunadamente, hasta que lo haga, no
podremos encontrarlo.
En cuanto bajo del avión, me voy a mi camioneta y conduzco a la casa de
Lana. No me espera, y no puedo localizarla en su teléfono sigue yendo
directamente al buzón de voz, así que espero no hacerla enojar con sólo
aparecer.
Parece que lleva una eternidad llegar allí pero cuando finalmente lo hago,
golpeo la puerta a propósito.
El sonido de los pasos apresurados me tranquiliza. No veo su Mustang
aquí, así que me alegra oírla hablar a través de la puerta. No estoy tan feliz
de escuchar lo que dice.
—¡Tienes una llave! ¡Úsala, Jake! Deja de hacerme caminar por toda la
casa...
Sus palabras mueren cuando abre la puerta. En una toalla.
Todavía está casi toda mojada.
—¡Logan! —dice, sorprendida al abrir los ojos.
No le doy tiempo para pensar antes de besarla, cerrando la puerta detrás
de mí con el pie. Sus manos se acercan a mi cabello y la levanto, gimiendo
cuando siento su culo desnudo contra mis manos.
La toalla se suelta y se queda atascada entre nuestros cuerpos mientras
continúo besándola y la llevo de vuelta a su habitación. Ella me besa con la
misma fiereza, haciéndome saber que no le importa el hecho que haya
aparecido sin avisar.
Ha pasado una semana. Una semana dura desde que la vi.
Mi mano se desliza por la curva de su culo, moviéndose hasta que
encuentro lo que realmente quiero. Mis dedos se deslizan por su resbaladizo
coño, sintiéndola húmeda y lista para mí. Por mucho que me gusten los
juegos preliminares, no los haré esta noche tal vez después de que logre
calmar un poco esta adicción podamos retrasar las cosas, y pueda darle a su
cuerpo la atención que realmente merece.
—¿Supongo que me has echado de menos? —pregunta contra mis labios,
apretando sus piernas contra mi cintura mientras llego a su habitación.
—Mucho.
Ni siquiera le doy tiempo para que piense antes de dejarla caer en la cama
y empezar a desnudarme. Me mira, arrastrando su cuerpo desnudo hasta la
cama mientras tira la toalla.
Cuando muerde el labio inferior, termino de desnudarme y le agarro los
tobillos, tirándola por la cama. Un pequeño chillido de sorpresa se le escapa,
pero me pongo el condón, ajustándome entre sus piernas en su cama tan
alta.
Tan pronto me alineo, me meto dentro sintiendo sus paredes, apretando
contra la abrupta intrusión. Ella gime y arquea su espalda, pareciéndose a
todas las fantasías que he tenido.
Agarrando sus caderas establezco un ritmo duro, follándola con
desenfreno, dejando que sus gemidos y jadeos me alimenten y me guíen.
Cuando ella se pone tiesa y su coño me abraza, el calor se extiende por mi
columna vertebral, y una corriente eléctrica me envuelve en forma de
placer.
Su boca se abre y agarra la sábana que está debajo de ella, sus puños se
retuercen en la suave tela de la cama desordenada.
Mis músculos se vuelven perezosos hasta que mis caderas se calman
completamente y ella se desploma mientras me sonríe.
—Hola —dice, riéndose ligeramente.
También me río antes de caerle encima. —Hola.
Doy la vuelta, tiro el condón en el bote de basura al lado de la cama, y
luego la enfrento de nuevo pasando mi dedo por su mejilla.
Ella me obliga a moverme más cómodamente en la cama cuando se
mueve, asegurándose de que puede acostarse.
—¿Quién es Jake? ¿Y por qué tiene una llave?
Su sonrisa se extiende como si estuviera disfrutando de una broma
privada.
—¿Muy celoso?
Entrecierro los ojos, y ella se ríe mientras me pone una pierna sobre la
cadera y apoya su cabeza en mi bíceps.
—Es mi socio de negocios. Se acaba de ir hace unos minutos, y pensé
que podría haber olvidado algo. Cree que es divertido hacerme correr por la
casa en lugar de usar su llave, actúa como si fuera a confundirlo con un
ladrón y accidentalmente lo apuñale o algo así.
No me gusta que Jake tenga la llave de su casa, sobre todo porque no lo
conozco.
—¿Cuál es su apellido? —pregunto, totalmente preparado para hacer una
completa revisión de los antecedentes de este tipo y ver cómo es.
Estoy realmente celoso. Joder.
—Es un socio silencioso, y está en nuestro acuerdo que no dé su apellido.
Lo siento, pero así es como es. Nuestro último asunto de negocios tomó
unos días más de lo esperado, pero decidimos ser cuidadosos. Además, nos
conocemos desde siempre es como un hermano para mí no te preocupes
puedo asegurarte que no está pasando nada sexual.
—¿Es gay? —pregunto con esperanza.
Ella sonríe ampliamente. —Es bisexual, pero tiende a inclinarse más
hacia los hombres que hacia las mujeres.
—Sería mejor si fuera gay.
Cuando ella se ríe, es un sonido lindo, tan despreocupado otra vez. Juro
que parece más ligera y feliz cada vez que la veo.
Frunzo el ceño cuando mis dedos se ponen rojos por el lado de su cabeza.
—¿Estás sangrando? —pregunto, preocupado mientras trato de
inspeccionar su cabello. ¿Cómo de duro he sido?
Sus ojos se abren de par en par mientras me mira fijamente a los dedos.
—Hum... no. Eso es de una pintura que estaba haciendo con Jake. Supongo
que me faltó un poco.
Froto la sustancia roja entre mis dedos. Definitivamente es sangre.
—No me mientas —le digo, tratando de mirar, pero ella inclina la cabeza
y salta de la cama.
—Bien. Es sangre —gime—. La sangre de Jake no la mía, se cortó el
dedo y supongo que se me pegó. Creí que lo había sacado todo en la ducha.
Ella va al baño y yo la sigo, viendo como empieza a lavarse el pelo.
Un pequeño chorro rojo sale, para mí alivio se detiene, lo que significa
que realmente no está sangrando.
—¿Por qué no me dijiste eso?
Se encoge de hombros, sin mirarme. —Todos están asustados por Jake
pensé que no mencionarlo más sería una buena idea.
Doy un respiro, y sus ojos se encuentran con los míos en el espejo.
—Lo siento. No quiero sonar como un idiota celoso. Ella me da una
sonrisa apretada.
—No tengo derecho a mentirte y hacerte sentir culpable por ello. Lo
siento —dice, suspirando mientras mira al suelo.
Inclinando su cara hacia arriba me inclino, rozando mis labios sobre los
de ella.
—Parece que los dos estamos todavía averiguando cómo hacer esto. Es
una experiencia de aprendizaje —le digo, sonriendo cuando gime y presiona
su cabeza contra mi pecho.
—Eres tan bueno —dice en voz baja—. Me temo que voy a arruinar las
mejores partes de ti.
—No es posible, tú también eres buena, Lana.
Ella se tensa contra mí y me preocupa cuando su agarre se aprieta
alrededor de mi cintura. No estoy seguro de lo que ha pasado en los últimos
cinco minutos y se ha vuelto imposible de leer.
En vez de hacerle preguntas, la sostengo hasta que finalmente suspira
contra mi pecho.
—Yo también te he echado de menos —dice finalmente después de un
largo período de silencio.
—Entonces déjame llevarte a esa cita.
Ella se asoma, arqueando una ceja. —¿Langosta y vino? Asiento con la
cabeza.
Ella sonríe. —Luego los orgasmos.
Me río cuando sale del baño, su buen humor vuelve. Ella es un enigma, y
creo que eso es la mitad de su atractivo.
Capítulo 16
Los grandes espíritus siempre han encontrado
violenta oposición de parte de los mediocres.
-Albert Einstein

Lana
¿Cena? Perfecto. ¿Langosta? Me encanta. ¿Vino? Increíble. ¿Logan?
Demasiado bueno para mí.
Le mentí. Luego mentí para recuperarme de mi mentira porque no podía
decirle que llevaba la sangre de mis últimas dos víctimas en el pelo. La
culpa que tenía en su cara hizo que me odiara a mí misma.
Se disculpó.
Me di cuenta en ese momento de lo equivocado que está todo esto.
Logan es increíble. Es todo lo que nunca esperé soñar, porque alguien tan
bueno no podría existir.
Sin embargo, él está aquí.
Bueno, no en este momento exacto. Actualmente está en su casa
consiguiendo más ropa. Se está tomando unos días libres, ya que sus casos
se han enfriado. Lo que significa que aún no han encontrado mis últimos
cuerpos o podría significar que no está en ese caso...
Ayer estuvo muy cerca. Diez minutos antes y me habría encontrado
cubierta de sangre mientras arrojaba toda mi ropa al montón de llamas
detrás de mi casa. Quemé esa ropa tan pronto después de que se fuera. Mis
pisos son tan oscuros que no notó las gotas de sangre en ellos. Podría haber
mentido para salir de eso también, pero no podría haber mentido sobre mis
zapatos de asesina o mi bolsa de asesina.
Afortunadamente todo eso estaba arriba.
Nunca dejaré que mi teléfono muera de nuevo, trató de llamarme muchas
veces, pero finalmente estaba en el juego final con Tyler y Lawrence, no me
detuve para poner el teléfono a cargar.
Lo más inteligente hubiera sido cargarlo de camino a casa, pero estaba
metido en mi bolsa del crimen... que tiré al armario... y no pude encontrarlo
hasta que finalmente me di cuenta.
Jake se pasó toda la vida vomitando en un bote dentro de su auto durante
los momentos realmente sangrientos. No es que se arriesgara a vomitar
dentro del sótano y dejar todo ese delicioso ADN.
Ser un monstruo no está de acuerdo con su estómago.
Mientras examino el siguiente archivo de mi próxima víctima, mirando
las notas de su vida, mi teléfono suena. Respondo inmediatamente cuando
veo que es Jake.
—¿Lo encontraste?
—Se llama Gerald Plemmons, al menos según las noticias. La búsqueda
del hombre sigue siendo corta y por cierto...
¿Boogeyman? ¿En serio?
Resoplo una risa.
—Espero que se les ocurra algo más inteligente para ti.
Me estremezco sólo de pensar en los nombres que me pueden dar.
Entonces Logan sólo me conocerá por ese nombre si alguna vez descubre la
verdad.
Odiará a la mujer que le gusta porque verá al monstruo que lleva dentro.
—¿Pero lo has encontrado? Ya sabía su nombre —Continúo, negándome
a seguir por ese camino todavía.
—Está en DC.10
Mi corazón late en mi pecho. —¿Estás seguro?
—Dejó caer un cuerpo hace unos minutos —responde—. Está fuera de la
red en lo que respecta a cualquier rastro de papel. Sin embargo, hizo una
gran declaración anunciando su paradero actual. Esta vez, en lugar de
encontrar el cuerpo en un apartamento, la colgó por una ventana para que
todos la vieran y en lugar de ser una chica de bajo perfil, mató a la esposa
de un juez. La violó brutalmente y hubo mucha exageración.
—Normalmente el exceso significa rabia —digo en voz baja, tratando de
procesarlo todo.
—Creo que la exageración fue más una declaración que la rabia. Creo
que quería hacer una declaración al FBI. Tienes razón en cuanto a que él
disfruta de la atención. Va a querer más, ya que se está convirtiendo en un
exhibicionista.
—Y va por Logan.
—Sí y no.
—¿Qué significa eso? —pregunto, moviéndome hacia la parte de atrás de
mi cocina para mirar por la ventana, paranoica de que acabo de oír un auto.
—Hay más. El cuerpo que colgó por la ventana estaba desnudo. También
tenía Boogeyman tallado en su pecho y otro nombre... Logan Bennett.
Mi pecho trata de colapsar y me hundo en mi silla. Sabía que haría esto.
Sabía que tenía como objetivo a Logan.
—¿Están seguros de que es él? ¿No es un imitador?
—Algunas de las cosas no divulgadas al público han sido verificadas.
Esta vez incluso dejó su ADN para que supieran con seguridad que era él y
ahora está reclamando su trabajo.
—Y ahora tiene como objetivo a Logan, tenemos que encontrarlo antes
que pueda.
—Esa es la parte a la que llego. Irá tras tu agente, pero usará un
apoderado para hacerlo, querrá burlarse y atormentar a Logan. Unos
cuantos cuerpos más caerán con esa tarjeta de visita antes que haga su gran
movimiento. ¿Qué buscaría un sádico sexual para herir realmente a un
hombre?
Me lleva un segundo alcanzar su tren de pensamiento, pero cuando lo
hago, una oscura sonrisa juega con mis labios.
—Su novia.
—Exactamente. ¿Estás segura que puedes manejar a un tipo como este?
No es como los tipos que has estado persiguiendo, Lana. Este tipo es el
verdadero negocio con nada de compasión. Si él...
—Los tipos que maté no eran ángeles, no son ángeles, Jake. Ya lo sabes.
Me matarían si supieran que sigo viva o si tienen media oportunidad cuando
estoy ahí para ellos. Y sí, puedo manejar al Boogeyman. Hasta un monstruo
tiene pesadillas. Yo seré el suyo.
Exhala fuertemente, sopesando la gravedad de la situación.
—Su modus operandi es irrumpir en un hogar. Él inmediatamente ataca a
la mujer, usando la fuerza bruta para establecer el dominio. Las golpea, luego
las estrangula hasta que están a punto de desmayarse.
—Soy consciente —le digo.
—Las sorprende, Lana. Tu guardia tendrá que estar levantada todo el
tiempo.
—Quiero que reciba un par de golpes —digo mientras vierto algunas frutas
en mi exprimidor—. Tengo que hacerlo creíble.
—Esto es demasiado arriesgado. Creo que probablemente debería poner
vigilancia en tu casa.
—No. No te atrevas. Si alguien alguna vez se aprovecha de eso...
—Bien. ¡Mierda! Entonces, ¿me dejas ir a quedarme contigo?
—¿Y cómo te explicaría si Logan aparece de nuevo inesperadamente?
Sabes lo que va a pasar, ¿verdad? Hay una razón por la que has estado en silla
de ruedas durante tres años, entrando y saliendo de tu casa y de tu ciudad.
Él gime, y yo enciendo el exprimidor, mirando por mi ventana otra vez.
Como si Logan me oyera hablar de él, un texto aparece mientras Jake habla.
—Bien. Entonces se me ocurrirá algo más.
LOGAN: El problema de Boogeyman. Llamaré más tarde.
YO: Está bien. Por favor, ten cuidado. LOGAN: Siempre, niña
bonita.
—¿Estás enviando un mensaje de texto mientras estoy al teléfono?
—Jake pregunta, molesto.
—Quizá un poco.
Miro por la ventana otra vez y esta vez veo un auto y un destello rojo
antes de perder de vista a quien esté aquí.
—Me tengo que ir —le susurro a Jake, y cuelgo antes de que pueda decir
algo.
Corté mi teléfono y lo tiré al mostrador antes de sacar una de mis armas,
quitando el seguro mientras me dirijo lentamente a la puerta.
Alguien llama a la puerta y me quedo sin aliento. Dudo que el
Boogeyman llame educadamente antes de irrumpir para cortarme la
garganta.
Miro por la rendija, confundida cuando veo una bonita pelirroja en mis
escaleras. Me pongo un par de vaqueros que agarro de la parte de atrás de mi
sofá y miro el espejo, luego meto la pistola en la parte de atrás de los jeans y
abro la puerta, apoyándome en ella para impedir cualquier intento de que
ella entre.
—Si estás aquí para ser testigo, entonces tienes un trabajo que hacer. Si
estás aquí para venderme algo, adelante y vete. Yo compro por Internet. Si
estás aquí para...
—Soy Hadley Grace —dice, interrumpiéndome. Su nombre me suena
vagamente familiar, aunque no estoy segura de por qué.
—Bien. —Me encojo de hombros, haciéndole saber que ese nombre no
tiene importancia.
—Logan Bennett es mi jefe.
Eso es... sorprendente. —¿No deberías estar en DC? Escuché que el
Boogeyman dejó caer otro cuerpo.
Sus ojos se iluminan de sorpresa y saca el teléfono de su bolsillo,
maldiciendo cuando lee algo.
—Haré esto rápido —me dice, sosteniendo un archivo.
Me lo lanza, y mi sangre bombea rápidamente a través de mis venas
mientras las abro para ver que mis peores miedos empiezan a cobrar vida.
—En realidad, tú lo harás rápido —me dice rotundamente—. Dime por
qué demonios robaste la identidad de una chica muerta.
FINAL DEL LIBRO 1
Sobre la autora
S.T. Abby es amante de todos los subgéneros del
romance, pero recientemente ha sumergido sus pies
en el romance oscuro. Pero ella quería dar un nuevo
giro al género. Así que creó un nuevo nombre, y sí,
es Stabby... Su otro seudónimo es para sus libros más
ligeros llenos de risas. Por ahora, mantiene su
verdadera identidad en secreto, pero un día la
compartirá. Bueno, mientras la gente no quiera
encontrarla y castigarla por las pesadillas que pueda o
no darles.
Notas
1 Victimología: es una ciencia que estudia científicamente a la víctima y su papel en el hecho
delictivo. El estudio de las víctimas es multidisciplinar y su objeto material puede ser estricto o amplio.
2 That’s what she said: eso dijo ella, frase popular en el mundo anglosajón. Se trata de encontrarle
un doble sentido sexual a la frase más inocente.
3 Boogeyman (se dice también: bogieman, bogeyman, boogie man; en resumen, variantes
homófonas con diferente transcripción) es un aterrador ser legendario caracterizado como un
asustador de niños. Su equivalente en países hispanohablantes es "el coco" o "cuco" y, más
lejanamente, el hombre de la bolsa (el viejo del costal, el viejo del saco, el señor de la basura, o el
ropavejero).
4 Netflix and Chill: se utiliza para referirse al sexo casual
5 El Hombre de Vitruvio o Estudio de las proporciones ideales del cuerpo humano es un en uno de
sus diarios. Representa una figura masculina desnuda en dos posiciones sobreimpresas de brazos y
piernas e inscrita en una circunferencia y un cuadrado. Se trata de un estudio de las proporciones del
cuerpo humano, realizado a partir de los textos de arquitectura, del cual el dibujo toma su nombre.
6 (exclamación): Originado como un saludo del Jefe Thunderthud a la Galería Peanut en el
programa de televisión de los años 50 "The Howdy Doody Show", el término fue adoptado más tarde
por los surfistas en los 60, y en los 80 por las tortugas ninja.
7 Sleepy Hollow se refiere a la leyenda del jinete sin cabeza, relato corto de terror, escrito por
Washington Irving
8 SSA: Agente de Supervisión Especial
9 TOC es Trastorno Obsesivo-Compulsivo. Es un trastorno de ansiedad en el cual una persona
tiene un pensamiento, un temor o una preocupación irracional que trata de controlar realizando una
actividad ritual para reducir la ansiedad.
10 Washington, DC es la ciudad capital de los Estados Unidos de América.

También podría gustarte