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Jordi Celma

Departament d'Empresa
Àrea d'Economia Financera i de Comptabilitat
Existe información asimétrica cuando
una de las dos partes que interviene en
un contrato no tiene la misma
información relevante que la otra parte,
y eso puede incidir en su decisión.

Un ejemplo clásico es el del mercado de


coches de segunda mano, expuesto por
Akerlof en The market for lemons.

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1. Fijar precios bajos, aunque luego
insostenibles para “atraer” clientes.

2. Ofrecer más “producto” del


necesario para justificar precios
superiores.

3. Omitir riesgos o inconvenientes.

4. Servirse de posiciones de confianza


conocimiento o respeto para
conseguir sus propósitos.

3
Personas que, ante la dificultad de
distinguir claramente la calidad,
deciden por precio.

Puede iniciar un círculo vicioso por


parte de los vendedores: espiral a la
baja.

Fijan un precio mínimo para conseguir


la venta aun sabiendo que no cubre las
necesidades reales del cliente.

4
Licitar una obra por un precio bajo y
cuando surjan problemas no incluidos
en las especificaciones, pero previsibles,
se negociará un incremento.

Ofrecer un “tease interest”.

5
Existe una especie de fetichismo de la
tecnología.

Como desconocemos la parte técnica


del producto, no sabemos realmente
qué “nivel” es necesario para nosotros.

Muchas veces el “último” producto ya


tiene un substituto previsto por parte
del fabricante.

6
¿Tenemos en cuenta en la compra el
plazo en el que quedará obsoleto el
producto?

En nuevos productos tenemos menos


experiencia: ¿Cuánto tarda en quedar sin
batería un coche eléctrico? (las baterías)

7
Si desconocemos cómo funciona
realmente un producto o un servicio es
difícil valorar la relación entre precio y
especificaciones técnicas, o calidad del
servicio.

Por eso se suele hablar de la “letra


pequeña” de los contratos.

8
Si compra un producto por internet a
una plataforma en otro país y se avería,
deberá enviarlo a reparar a ese país.

Si tiene un seguro a todo riesgo con


franquicia, aunque el culpable sea el
otro conductor, puede que tenga que
avanzar la franquicia de su bolsillo.

9
Muchas veces pedimos consejo al
vendedor de una tienda, al empleado
habitual de nuestro banco o a un
amigo.

Es difícil saber realmente su


competencia o su imparcialidad.

En España muchos empleados de


entidades financieras vendieron
participaciones preferentes a sus
familiares.

Lo lógico es pensar que ni los empleados


sabían realmente qué vendían.
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