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¿Somos éticos los profesionales en

seguridad electrónica?

Interesante análisis sobre la ética y su aplicación en nuestra industria.

La respuesta no la encontraremos en ningún manual técnico. Muchos leerán el


título y pasarán la página sin leer. Y no es porque no sean éticos, es simplemente
porque en esta época, el tema carece de importancia. Poco a poco he visto cómo,
algunas malas costumbres que tenemos los latinos, hacen que en nuestra
sociedad las cosas no funcionen como queremos. Y ahí, se torna interesante e
importante.

Definición
Comencemos por definir la palabra, sus acepciones y la relación con nuestro
trabajo. Proviene de una derivación del griego ethos, que significa carácter. La
ética la aplicamos todos los días en nuestra cotidianidad, en los actos, decisiones
y comportamientos que tenemos tanto a nivel personal, como laboral. Aristóteles
decía que la ética tiene como propósito establecer la finalidad suprema, que es la
felicidad colectiva e individual.

En internet encontré que es la “Disciplina filosófica que estudia el bien y el mal, así
como sus relaciones con la moral y el comportamiento humano”; también que es el
“Conjunto de costumbres y normas que dirigen o valoran el comportamiento
humano en una comunidad”. Algunos tienden a confundirla con la moral y otros,
con el cumplimiento de la ley. No quisiera entrar en temas filosóficos o de léxico.
Pero entonces descubro que cada persona tiene un sentido de ética diferente y lo
que para unos puede ser antiético, para otros no; depende de los principios,
ideales, normas, escala de valores que cada uno tenga y eso depende de nuestra
crianza, cultura y modelo de vida. ¿Todos tienen razón? Quizás, no.
A nivel profesional, son los códigos que regulan nuestra profesión. Son los
fundamentos, principios y reglas de cumplimiento obligatorio para que nuestra
sociedad nos acepte y podamos convivir juntos. Si bien no son de obligatorio
cumplimiento (como una Ley); cuando nos apartamos de estos preceptos, casi
siempre ocasionamos daño a otros o incluso a nosotros mismos. Por lo tanto,
aunque a ninguno llevan a la cárcel por ser antiético, estaría caminando por un
sendero peligroso, riesgoso y complicado.
Se requiere que aprendamos de ética, valores y honestidad… suena duro, pero es
la realidad.

35 ejemplos donde la ética falla


¿Aún no lo ha entendido? Permítame le menciono algunos ejemplos. De seguro
algunos casos los sentirá muy cercanos:

1. Un vendedor de la compañía, engaña a su cliente, diciéndole que la tecnología


que le estamos vendiendo es la mejor, cuando se sabe perfectamente que hay
otras que le servirían aún más.

2. El Gerente de esa misma empresa, lo premia como mejor vendedor, indicando


que es un gran profesional; aunque internamente sabe del engaño, reconoce que
hay otros vendedores mejores que él y recuerda que tiene problemas de alcohol y
lo hace incumplido.

3. El ingeniero preventa que debe preparar una oferta técnica y hace uso de la
más famosa función de informática: “copiar y pegar”, para que, a ojos del usuario
final, parezca un trabajo impecable, lleno de ingeniería y detalles; sin embargo, su
conciencia sabe que ni siquiera se acuerda de los espacios que se deben proteger
y que el número de dispositivos no son realmente los que se requieren.

4. El director comercial de la empresa, se siente a gusto con el gran nivel


profesional de su equipo de ingeniería, aunque
en el fondo sabe que los ingenieros no son tan buenos, pero no
importa, porque todo cambiará cuando se llegue realmente a la obra.

5. El vendedor que incrementa los precios de su propuesta, y tener un “colchón


para negociar”. Así no le parezca, esto es una práctica engañosa, de cierre de
venta. El comprador lo sabe, se acostumbra a ello y por eso pide descuentos
enormes.
6. El ingeniero supervisor del equipo de trabajo en obra, que ha recorrido el 60%
de la obra, pero hace un informe indicando que revisó la totalidad. Cuando un
tercero advierte de algún problema,
el mismo ingeniero (para tapar su falta) induce a hacer pensar a los demás, que
hay un problema con un grupo de técnicos que no hacen bien su trabajo y que es
mejor cambiarlos.

7. El instalador perezoso que se olvida de alambrar una salida y entonces


convence con “argumentos técnicos” para que se cambie la ubicación de ese
dispositivo, colocando en riesgo la seguridad del usuario final; pero logrando tapar
su error.

8. Otro instalador que decide colocar las dos cámaras de un espacio, en el mismo
punto, para ahorrar cableado; cuando en realidad una imagen queda a contra luz,
perdiendo la inversión del usuario final. Y nadie dice nada, porque como el usuario
final no sabe de eso.

9. El ingeniero encargado de las importaciones, que para terminar su trabajo


rápidamente, decide comprar solo 2 o 3 referencias de equipos, cuando
negligentemente sabe que hay variedad de referencias y variaciones que pudieran
dar una mejor solución de seguridad. Pero que pereza, es mejor simplificar y
estandarizar.

10. El arquitecto de la constructora que compra el equipo más económico,


sabiendo que no va a servir realmente, pero que debido a que la norma técnica no
lo detalla, puede pasar.

11. Publicidades engañosas con que ciertas constructoras venden sus proyectos,
ofreciendo “inteligencia” en sus inmuebles, cuando al final saben que solo van a
colocar en el primer piso, un par de cámaras de las más económicas del mercado.

12. El consultor con mentalidad corrupta, que recomienda un sistema con las
especificaciones técnicas “maquilladas”, de la marca que le ofrece una comisión
para que se vendan sus equipos; pero al usuario final, le hace creer que su trabajo
es imparcial y que piensa solamente en beneficiarlo.

13. El supervisor técnico que solo acepta el cambio de marca de un dispositivo,


cuando la empresa integradora, le “ayuda” para su economía personal.

14. El gerente de la compañía que autoriza algunas importaciones legales, pero


sabe que hay otras que se traen de contrabando, para poder ganar algunos
proyectos.
15. Otro gerente que “maquilla” los datos financieros, para obtener beneficios en
un proyecto o con las autoridades tributarias.

16. El funcionario público o privado que debe comprar el sistema de seguridad


para su institución e “infla” el presupuesto del proyecto por 3, para quedarse con
una buena tajada del presupuesto.

17. El gerente de la empresa integradora, que sabe que debe pagar el “favor” en
efectivo y sin dejar evidencias.

18. El gerente comercial de la empresa integradora, que ofrece 1 año de garantía,


cuando sabe que la fábrica le ha ofrecido 3 años. Pero resalta ante su cliente, que
le va a dar un “descuento especial” para la garantía extendida a 3 años.

19. El vendedor que indica que su empresa tiene la solución a todo lo que el
cliente necesita y ofrece servicios en los cuales no hay realmente experiencia y
conocimiento.

20. El ingeniero sabelotodo, que si no sabe la respuesta se la inventa, para no


perder la confianza de su interlocutor, a veces miembros de su propio equipo de
trabajo.

21. La asesora comercial que habla de más y genera rumores para hacer quedar
mal a la competencia, cuando la estrategia de “yo te ayudo, pero tú me ayudas” no
ha funcionado.

22. El vendedor que hace caso omiso a los acuerdos de confidencialidad y se


aprovecha de la información para mejorar sus ingresos.

23. El ingeniero o técnico que una semana después de capacitarse en el país de


origen de una fábrica, renuncia a la empresa porque en la competencia, le
ofrecieron mejores condiciones.

24. El comprador que le indica a la empresa que instala, que debe presentarle
otras 2 ofertas de relleno, para garantizar la “imparcialidad” del proceso de
compra.

25. El distribuidor que promociona de manera clara y concisa una línea de


producto con descuentos importantes, pero sabe que el próximo año va a salir de
producción en la fábrica.

26. El equipo de mantenimiento de un sistema de seguridad, que se limita a


limpiar, hacer que trabajan y evitan medir, probar, ajustar, recapacitar, mejorar la
calidad y actualizar el sistema.
27. El jefe que discrimina a su propia gente y da órdenes irrespetuosas en su
equipo de trabajo a ciertas razas, religiones, nacionalidades o incluso
discapacidades.

28. El taller de reparación y servicio técnico, que da por perdida total un dispositivo
para que el usuario final compre uno nuevo o la fábrica asuma la garantía; sin
embargo, sabe que, cambiando una pequeña parte, se le da vida nueva y se
puede revender en el mercado del “usado”. Es que hay que “re-buscarse” el
dinero.

29. La fábrica que imprime sus brochures y manuales con especificaciones


“maquilladas” que hacen ver el producto como uno mejor, sabiendo que realmente
es más malo que otras referencias que valen incluso menos. Como nadie se da
cuenta de eso, como nadie tiene forma de probarlo, como los consumidores son
ignorantes, entonces el engaño es posible.

30. El ingeniero experto que, por un pago extra, decide vender claves y métodos
para acceder a la información principal de un sistema de seguridad y desaparecer
o modificar cierta información.

31. El capacitador que tiene la confianza de sus alumnos y decide hablarles


únicamente de los beneficios y características de ciertas marcas y suprime de su
programa los beneficios de otras marcas que no le “ayudan”.

32. El alumno que no investiga, ni asiste, ni lee, pero quiere que le entreguen el
certificado de conocimientos, porque su empresa pagó.

33. El técnico o ingeniero que no tiene tiempo para cursitos, porque el lleva
muchos años en el gremio; pero hace el examen básico y lo pierde.

34. El ingeniero que recomienda una referencia especial de la marca que


representa, pero realmente nunca cumplió con los criterios mínimos ni hizo
cálculos que la justifiquen.

35. La empleada que no deja de usar el celular, incluso dentro de reuniones con
sus jefes. La misma que en el almuerzo con los clientes, no deja de chatear con
sus otros clientes.

36. El ingeniero que entrega orgulloso, los sistemas de seguridad integrados, pero
sabe realmente que no comparten información y que no hay ninguna operación
automatizada. Sin embargo, como el cliente no lo exigió y no entiende de eso, lo
convencemos que le quedó un sistema muy moderno.

37. ¿Cuántos ejemplos más puede usted aportar?


Podría llenar hojas y hojas en ejemplos de nuestra industria, que nos hacen
avergonzar a varios. Sin embargo, para algunos otros, muchas de estas acciones
son justas y lógicas. Son cotidianas y no parecen adversas, parecen normales.
Por eso debo recordar que la ética depende de muchos factores y se debe
dialogar y educar para que todos tengamos una misma escala de valores o al
menos parecida.

Solo para poner un ejemplo extremo que nos ayude a comprender, les recuerdo
que, en Medellín, en épocas no muy lejanas, el sicario que debía eliminar a una
persona, oraba a Dios en su casa antes de salir, luego le daba un beso a su pareja
y salía a trabajar. ¿Se dan cuenta de cómo la escala de valores para esa persona,
era una muy diferente a la de su víctima o incluso la de su jefe, que le daba
trabajo?

Principios de ética
Las Asociaciones profesionales y en general las instituciones, normalmente
adoptan o redactan un código de ética profesional, ajustado a las normas,
costumbres y leyes de cada región; sin embargo, quiero centrarme en cuatro (4)
principios básicos que han sido divulgados por Asociación Colombiana de
Ingenieros - ACIEM:
a. Integridad Profesional, promoviendo buenas practicas, el respeto por los demás,
con honor y dignidad.

b. Veracidad, actuando de conformidad a la verdad, honestidad y transparencia en


la ejecución de nuestros trabajos, en la expresión pública de nuestros conceptos y
siendo agentes dignos de confianza para usuarios, clientes, colegas, compañeros,
empleados y empleadores.

c. Precisión, desarrollando nuestras actividades con precisión y rigurosidad,


exclusivamente dentro de los umbrales de nuestra competencia, soportando
nuestro desarrollo profesional en el mérito y calidad de nuestros servicios.

d. Responsabilidad, atendiendo a las consecuencias de nuestras acciones, dando


prioridad a la protección de la vida, la seguridad, el medio ambiente y el cuidado
de los bienes públicos o privados de nuestros clientes, fomentando el desarrollo
personal y la actualización de los conocimientos, tanto propios como de colegas y
terceros.

De estos principios, se desprenden y complementan casi todos los aspectos


necesarios para hacer que nos sintamos bien con nosotros mismos en el
desarrollo de nuestro ejercicio profesional.
Hacer lo correcto
Así de simple, cuando hacemos realmente lo correcto, estamos siendo éticos en
nuestro proceder. Nuestras acciones no deben dañar a nadie y deben seguir un
patrón de buenos valores, costumbres y normas que debemos respetar.

Entonces, cada empresa debería tener un código de ética, que redacte con calma
(abandone la práctica de copiar y pegar), para estar seguros de lo que queremos
que haga nuestro equipo de trabajo. Se debe publicar, divulgar y hacer que se
ponga en práctica al interior de cada empresa. Es uno de los cursos internos que
todos debemos tomar, entender y tener presente en la rutina diaria.

Le dejo una lista de valores y conceptos positivos para ayudarle a crear su propio
código de ética y formar su propia escala de valores personales, laborales y
corporativos: Honestidad, Profesionalidad, Responsabilidad, Transparencia,
Sinceridad, Justicia, Libertad, Respeto, Tolerancia, Gratitud, Solidaridad,
Generosidad, Fidelidad, Lealtad, Amor, Paz, Convivencia, Familia, Amistad.

Beneficios
Algunos podrán preguntarse: ¿Y todo esto para qué sirve? Es decir, que
beneficios tendríamos frente a una empresa que no esté fundamentada en
principios éticos.

Se me ocurren muchos beneficios, porque finalmente nos enseñaron (y es muy


cierto) que quien hace las cosas bien hechas, va por el buen camino (el cual no
necesariamente es el más corto, recto y fácil, pero créanme que tampoco es el
más difícil).

Nos ganamos el Respeto de nuestros colaboradores, jefes, proveedores, clientes


y allegados. Eso permite mejores relaciones humanas, confianza e incremento en
las ventas.

Mejoramos la colaboración y apoyo de toda la cadena de servicios, haciendo que


seamos más rentables.
Empoderamos a nuestros empleados y clientes, haciendo que la fidelidad a
nuestro servicio se incremente y de esa manera garantiza que sus clientes no se
van a ir.

Los empleados mejoran la Pasión que tienen por los temas de seguridad, técnicos
y económicos. Esto hace que se disminuyan problemas internos y que el
compromiso para ofrecer una solución eficiente se incremente.

El reconocimiento del sector, al tener una hoja de vida intachable a nivel personal
como corporativo es muy importante. A nivel laboral es muy importante construir
una reputación de buen nivel y sin ningún reparo. Que nadie hable nada malo de
nosotros como personas o empleados, es un gran logro que se debe mantener.

Como decía una amiga psicóloga: en los momentos de verdad, estas cosas se
salen por los poros, y entonces es relativamente fácil saber quién es buen
profesional y quien tienen un pasado que no lo perdona.
Cuando tenemos la conciencia tranquila, sentimos orgullo interno y tenemos la
tranquilidad mental para que progresemos, para aprovechar mejor las
oportunidades y entonces para que los negocios mejoren.

Cuando somos éticos, mejoramos nuestra responsabilidad social con el gremio y


abandonamos esa frase manipuladora que tanto daño nos hace a los latinos: “el
vivo, vive del bobo”. Realmente no es bueno ser el bobo; pero éticamente tampoco
es bueno ser el vivo, que pasando por encima de los derechos de los demás, se
aprovecha del bobo. Hay que ser justo.

Y ahora, usted que opina: ¿Somos éticos los profesionales de Seguridad


Electrónica?

* Germán Alexis Cortés Hernández es ingeniero electrónico colombiano,


presidente de la empresa de Consultoría Insetrón – Electronic Networks
Consulting. Instructor de ALAS y la academia ALFIL. Ha participado en numerosos
proyectos de Automatización Edificios en
Latinoamérica. gcortes@insetron.com - gcortes@alfil.com.co

Actividad:
Contestar la siguiente pregunta en una página completa:
¿Somos éticos los profesionales de Seguridad
Electrónica?

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