Está en la página 1de 4

Cómo interpretar el simbolismo numérico de Bach

José Sánchez

Colegio Santo Tomás de Aquino

1001

Luisa Fernanda Olarte Huertas

4 de febrero de 2021
La música de Bach es sin duda una de las más puras expresiones del Barroco y de la

belleza y estética del contrapunto. ¿Pero cómo interpretar el simbolismo numérico de la

música de Bach y a la vez evitar la especulación? En realidad, es difícil establecer el límite,

especialmente cuando no existen reglas precisas para realizar las asociaciones numéricas

con el pensamiento y la teología que Bach trato de expresar. En algunos casos estas

asociaciones numéricas transgreden la línea de la imaginación como en el caso del número

14 asociado de maneras diversas a la vida y personalidad de Bach. Las iniciales de su

propio nombre (Letras 2,1,3,8 sumadas) producen este famoso nombre asociado a su vida.

Al igual, el famoso retrato creado por Elías Gottlob Haussmann nos muestra a Bach usando

un traje con 14 botones, lo cual hace pensar que el numero 14 fue importante en su vida.

Este tipo de asociaciones son las que en algunos casos desdibujan la verdadera simbología

de Bach y su música. Son asociaciones que en la mayoría de los casos resultan irrelevantes.

Para verdaderamente establecer una simbología mejor fundamentada es necesario

conocer el lenguaje propio del Barroco. Si bien es cierto que no existen reglas estrictas para

establecer relaciones numéricas con la simbología de Bach, bien es posible utilizar ciertas

directrices generales del Barroco que permiten entender la simbología oculta de las obras

Barrocas y de Bach más específicamente. Por ejemplo, las notas agudas representan altura,

elevación, el cielo; las notas graves, de censo, oscuridad, infierno. Las notas cromáticas

expresan dolor y sufrimiento; los silencios la muerte. Las rupturas repentinas con silencios

inesperados representan sensaciones de vacío e inconformidad. Así mismo, otros elementos

musicales provenientes del Renacimiento son importados al Barroco. La utilización de

tonalidades mayores para expresar alegría se repite, así como la utilización de las
disonancias y tonalidades menores para expresar la tristeza. Basándonos en estos

parámetros analicemos por ejemplo la Toccata y Fuga en re menor.

De esta obra para órgano que se supone es la más conocida de J.S. Bach, no se sabe con

certeza si fue compuesta por él. La simpleza del contrapunto y la manera de cómo son

conducidas las voces hacen suponer que fue escrita por alguno de sus alumnos, pero esto es

pura y sana especulación. El punto es que esta obra comienza con 3 descensos en octava en

los cuales se repite el mismo motivo (la, sol, la); Este descenso puede ser interpretado como

la venida Dios en sus tres personas. El acorde disminuido al final del descenso pudiera ser

el drama del juicio final. En la tocata el descenso re, do, si, la aparece 7 veces, numero

bíblico por excelencia que representa universalidad, pero a la vez redención entre el cielo y

la tierra entonces, ¿quiso Bach hacernos saber que después del juicio vendría la

reconciliación? El punto es que al final, la fuga no termina en modo definido después de las

cadencias plagales y los acordes modales que se dibujan al término de la obra. Simplemente

no se define así que no hay sensación de triunfo total...

Al igual la sucesión de cadencias verticales acompañadas de arpegios sugieren también

una lucha. Es de notar que este motivo aparece 9 veces; para los hebreos el número nueve

era símbolo de rectitud y justicia, la misma que estaría presente al momento del juicio final.

He allí la dificultad de estas interpretaciones, sobre todo en un compositor como Bach

que el caso del órgano no dejo mucho escrito para saber cómo interpretar la obra, como

registrarla y mucho menos cual sería su real simbolismo. Es importante entonces utilizar los

elementos musicales y simbólicos del barroco para interpretar las obras, pero a la vez no

invadir los límites de la extra-imaginación y especulación.


La música de Bach es sin duda una de las más ricas en cuanto a simbología y utilización

de los números como parte de la estructura y composición de esta.

El preludio y fuga en Mi bemol para órgano representa una de las obras más ricas en

cuanto a simbología. Su tonalidad (Mi Bemol) con tres bemoles a su cargo hace relacionar

esta obra con el misterio de la divinidad y las tres personas. El preludio imponente presenta

como uno de sus temas en su parte fugada, un elemento musical repetido 12 veces; sin duda

se puede relacionar esta repetición con los apóstoles.

La fuga al igual se presenta en tres partes bien claras y definidas. La primera parte,

polifónica y rígida pero rica en armonías, representa la serenidad del Padre. La parte

central, tocada solo por el manual, dibuja una sección de corte más ágil y activo,

técnicamente exigente y con un nuevo tema. La parte final de la fuga, el Espíritu Santo, se

nos presenta a ritmo ternario, con pequeños pasajes de escalas que suben y bajan con

facilidad y elasticidad. Algunos consideran que este es el carácter del espíritu.

Así pues esta imponente obra es un gran ejemplo de cómo Bach se valía de la

simbología numérica para incluir teología en sus obras.

José Sánchez. (2006, junio 8). Cómo interpretar el simbolismo numérico de Bach. 2021,

febrero 4, de La numerología de Bach Recuperado de

https://lanumerologiadebach.blogia.com/

También podría gustarte