LACTATO DE ETILO Y SUS SOLUCIONES ACUOSAS COMO MEDIO
SOSTENIBLE PARA LA SINTESIS ORGANICA
El lactato de etilo (LE) es un éster orgánico sintetizado por una reacción de
esterificación entre etanol y ácido láctico. Dichas materias primas pueden obtenerse a bajo costo por fermentación de biomasa. LE es considerado un solvente verde, amigable con el medio ambiente por los reactivos que se utilizan para su síntesis, por ser 100% biodegradable, no tóxico, no corrosivo, de fácil reciclaje, no tener efectos negativos sobre la capa de ozono y por su alto nivel de solvencia y miscibilidad con compuestos orgánicos. Recientemente, el LE ha recibido mucha atención en la industria, debido a que es visto como un excelente solvente verde y su biodegradabilidad. Puede fácilmente reemplazar solventes halogenados y se puede utilizar en una gama extensa de aplicaciones industriales; Por ejemplo, en la industria de alimentos para su preservación y como aromatizante; tiene aplicación en la industria farmacéutica y cosmética, en productos para el hogar como envases y plásticos biodegradables, así como en chips semiconductores para las computadoras y equipos electrónicos, y en la fabricación de polímeros biodegradables como sustituto de petroquímicos convencionales de los polímeros. La rigurosidad en la reglamentación sobre seguridad ocupacional y gestión ambiental se ha fortalecido en los últimos años en Colombia. Esto, sumado a la variabilidad de los precios del petróleo crudo, son razones convincentes para el diseño e implementación de productos y procesos más verdes. Algunos solventes verdes han sido utilizados o desarrollados como una alternativa más ecológica a los solventes petroquímicos; el agua el más popular, el dióxido de carbono supercrítico y líquidos iónicos. Anastas y Warner estipularon “los doce principios de la química verde”, con una lista de sugerencias sobre cómo diseñar procesos, y productos ecológicos y benignos para el entorno. Las características principales del LE cumplen con la mayoría de estos principios, entre los cuales los más importantes son: Utilizar materias primas renovables": El LE se produce a partir de materias primas renovables que pueden obtenerse por fermentación de biomasa para producir etanol y ácido láctico. "Síntesis química poco peligrosa”: El LE es 100% biodegradable, fácil de reciclar, no corrosivo, no carcinogénico, no tóxico, y la FDA (entidad reguladora de alimentos y medicamentos de Estados Unidos) aprobó su uso en productos alimenticios. “Prevención” y "Catálisis": El LE se produce usando catalizadores heterogéneos y sin utilizar un exceso de cualquiera de los reactivos; la eliminación de catalizadores homogéneos como ácidos minerales evita la presencia de catalizadores corrosivos y, como consecuencia, elimina un paso adicional en el proceso productivo para su neutralización. "Diseño para la Eficiencia Energética": El LE se produce mediante el uso de tecnologías híbridas de reacción, donde la separación de los productos tiene lugar en una sola unidad, eliminando el uso de solventes, reduciendo el costo de capital, requiriendo menos unidades de separación y consumiendo menos energía. El lactato de etilo, también conocido como Etil-L-lactato, Elat o Actylol, es una molécula orgánica tipo éster de fórmula molecular C5H10O3. Se obtiene por reacción química entre el ácido láctico y el etanol, aunque también puede obtenerse de manera natural en la fermentación del maíz o de otras materias primas renovables. Debido a ello y a sus propiedades de biodegradabilidad (100% biodegradable dando CO2 y agua) es usado comúnmente como disolvente verde (biodisolvente) presentando así una alternativa a los disolventes tóxicos y basados en cloro mucho más agresivos y contaminantes tanto para el medio ambiente como para la salud humana. La Química Verde presenta una nueva filosofía y establece estándares altos para llevar a cabo la investigación y producción de sustancias y procesos químicos, maximizando sus beneficios y minimizando los efectos secundarios que pueden ser dañinos al ser humano y al medio ambiente. A pesar de los éxitos alcanzados durante los últimos 15 años, la disciplina está en sus inicios y aún quedan muchos retos que deben enfrentarse en laboratorios de investigación y desarrollo de institutos, universidades e industrias, por lo que los químicos deben poner en juego sus conocimientos y creatividad.