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El Evangelio en casa
Ambientación ¿Cómo interpretan y qué dicen los cristianos respecto a los milagros?
Jesús no solamente habló sino que actuó. Pero, muchas de sus ac- Nos dejamos iluminar
ciones son para la mentalidad moderna un problema. La tradición de los
milagros es hoy controvertida. ¿Cómo superar la tensión entre la con- El relato de la multiplicación de los panes nos introduce en la expe-
cepción científica del mundo y la fe en los milagros? En aquella época riencia cristiana de que, en Jesús, Dios comparte con nosotros, nos re-
no estaban interesados en lo que nos interesa hoy. No existía un pensa- gala la abundancia de su misma vida. Jesús multiplica el pan y Él mis-
miento científico y, por lo tanto, los milagros no fueron interpretados mo es el pan de la vida. Esta experiencia es afirmada y vivida en la
como violación de las leyes naturales. En el Nuevo Testamento no apa- Eucaristía. Es una abundancia posible, también, gracias a la pequeña
rece ni una sola vez el término «milagro». Por eso, hoy se prefiere hablar, aportación humana: cinco panes y dos peces. Dios cuenta con nosotros.
teniendo presente el evangelio de Juan, de «signos», de acciones-signo Seguimos a Jesucristo hoy
por medio de los cuales Jesús hacía visible a Dios actuando en la histo-
ria. «El Reino ya ha llegado», decía. ¿Necesito formarme para comprender mejor los evangelios, y más
concretamente los relatos de milagros? ¿Qué voy a hacer o qué vamos a
hacer?
Nos preguntamos
¿Qué «cinco panes y qué dos peces» voy a poner en manos de Jesús
¿Qué interpretación das a los milagros? ¿Qué preguntas te surgen? para ayudarle a construir el Reino?
Equipo de Eucaristía: «Todo el Evangelio y la teología se resume en que Dios nos ama con amor gratuito
José Alegre, Lucio Arauzo, José Ignacio y sin límites. En las etapas sucesivas de la historia de la salvación se resalta
Blanco, Félix Felipe, Pedro Fraile, la gratuidad del amor de Dios: el Señor elige a su pueblo no porque se lo merezca,
Álvaro Franch, Santiago Aparicio, sino porque es el más pequeño entre todos los pueblos».
Estela Aldave, Javier García, Papa Francisco
Juan Velázquez, Manuel Romanos
Lecturas
Lectura del libro del puerto de mar y la consiguiente influencia de las novedades exteriores;
con el imán poderoso del Templo a la diosa Artemisa, con las escuelas fi-
ÉXODO 16,2-4.12-15 losóficas. El que decide abrazar la fe de Cristo ya no puede comportarse
como el resto de sus conciudadanos. Las propuestas seductoras ahí es-
En aquellos días, la comunidad de los israelitas protestó contra tán, por todos los sitios; pero el cristiano, en lenguaje visual, debe «ves-
Moisés y Aarón en el desierto, diciendo: tirse» de la nueva condición humana. El texto es una llamada apre-
–¡Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor en Egipto, cuan- miante a vivir conforme a la nueva fe que se profesa.
do nos sentábamos junto a la olla de carne y comíamos pan hasta
hartarnos! Nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre
a toda esta comunidad.
El Señor dijo a Moisés: Lectura del santo evangelio según
–Yo haré llover pan del cielo: que el pueblo salga a recoger la san JUAN 6,24-35
ración de cada día; lo pondré a prueba a ver si guarda mi ley o no.
En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discí-
He oído las murmuraciones de los israelitas. Diles: «Hacia el cre-
pulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de
púsculo comeréis carne, por la mañana os saciaréis de pan; para
Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron:
que sepáis que yo soy el Señor, vuestro Dios».
–Maestro, ¿cuándo has venido aquí?
Por la tarde, una banda de codornices cubrió todo el campa-
Jesús les contestó:
mento; por la mañana, había una capa de rocío alrededor del cam-
–Os lo aseguro, me buscáis no porque habéis visto signos, sino
pamento. Cuando se evaporó la capa de rocío, apareció en la su-
porque comisteis pan hasta saciaros.
perficie del desierto un polvo fino, parecido a la escarcha. Al verlo,
Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento
los israelitas se dijeron:
que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre;
–¿Qué es esto?
pues a este lo ha sellado el Padre, Dios.
Pues no sabían lo que era. Moisés les dijo:
Ellos le preguntaron:
–Es el pan que el Señor os da de comer.
–Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios
Palabra de Dios quiere?
Respondió Jesús:
NOTAS: El pueblo salido de Egipto atraviesa el desierto hacia la «Tierra
–La obra que Dios quiere es esta: que creáis en el que Él ha
Prometida». La escena no relata una marcha feliz; el pueblo «protestó»
contra Moisés y Aarón que les han hecho salir. La acusación es injusta e enviado.
ingrata: prefieren la comida de Egipto, aunque allí eran esclavos; es más, Le replicaron:
les acusan de engañarles y llevarles por el desierto para acabar con ellos. –¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti?
El Señor no los destruye ni les abandona, a pesar de que es consciente ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desier-
de sus «murmuraciones»; tampoco se da por vencido dejándoles regre- to, como está escrito: «Les dio a comer pan del cielo».
sar a Egipto: les da un alimento con poco cuerpo, que tienen que recoger Jesús les replicó:
«cada día» y que desconocen: «¿qué es esto?» (maná, en hebreo). En este
–Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino
gesto providencial deben descubrir que el Señor es «su Dios». El maná ha
pasado a ser en la historia bíblica el alimento diario de Dios a su pueblo; que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el
suficiente para caminar, pero ni se puede almacenar ni se puede con- pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.
fundir con las riquezas a las que entregar el corazón. Solo Dios es la ver- Entonces le dijeron:
dadera riqueza, el maná es el sustento perecedero y diario. –Señor, danos siempre de este pan.
Jesús les contestó:
–Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y
el que cree en mí nunca pasará sed.
Lectura de la carta del apóstol Palabra del Señor
san Pablo a los EFESIOS 4,17.20-24
NOTAS: La semana pasada hemos leído el relato de la multiplicación de
Hermanos: los panes según san Juan, que, en el esquema de su evangelio, supone el
Esto es lo que digo y aseguro en el Señor: que no andéis ya «cuarto signo» que revela a Jesús. Antes de que comience el discurso de
como los gentiles, que andan en la vaciedad de sus criterios. Voso- Jesús sobre el verdadero pan, Juan recoge un «quinto signo», el de la tem-
tros, en cambio, no es así como habéis aprendido a Cristo, si es que pestad calmada en el lago, que solo aparentemente desvía la atención.
es Él a quien habéis oído y en Él fuisteis adoctrinados, tal como es La escena se sitúa en el lago, cerca de Cafarnaún. La gente que «ha vis-
la verdad en Cristo Jesús; es decir, a abandonar el anterior modo de to» el signo y «ha comido» hasta saciarse, «busca» a Jesús. Cuando le en-
cuentran, quieren disimular, ¿cómo has llegado aquí?, pero Jesús desen-
vivir, el hombre viejo corrompido por deseos seductores, a renova-
mascara sus verdaderas intenciones: «me buscáis», no porque «habéis
ros en la mente y en el espíritu y a vestiros de la nueva condición visto el signo», sino «porque os habéis saciado». La actitud de los que le
humana, creada a imagen de Dios: justicia y santidad verdaderas. siguen denota un interés evidente y a la vez una falta de fe no tan evi-
Palabra de Dios dente. Jesús afronta esto último: el signo debe llevar a la fe «que creáis».
La referencia al maná de Moisés es solo una excusa fácil de desmontar.
NOTAS: La comunidad de Éfeso vive en un ambiente difícil e incluso Moisés les procuró un «pan pasajero»; Jesús les da un «pan de vida».
hostil. Por una parte se trata de una ciudad próspera, con su bullicioso Pedro Fraile
Homilía
Murmuraciones y argumentos ante Dios La fe no es interesada
No podemos afirmar, a no ser que seamos unos ateos En la vida diaria aparecen los intereses. Todos tene-
militantes o unos engreídos, que nuestras «murmuracio- mos los nuestros, legítimos, que favorecemos y defen-
nes y argumentos» sean «contra Dios»; es más ajustado demos: la estabilidad familiar, la prosperidad económi-
decir simplemente que «nos quejamos ante Dios». La Pa- ca, las buenas relaciones sociales. Sin embargo, la fe no
labra de Dios recoge que el pueblo de Dios en más de una forma parte de este mundo de intercambio «interesado».
ocasión «se quejó» o «murmuró» contra Dios y sus en- ¿De dónde nace la fe?
viados. El mismo Jesús tuvo que soportar la dureza de
corazón y la oposición de aquellos a quienes se dirigía,
que no aceptaban sus palabras o que no creían en Él. La fe nace de la gratuidad
La fe ni se compra ni se vende. Los ricos no tienen
Dios hace signos más fe y los pobres menos; no depende del «nivel ad-
El pueblo de Israel en el desierto se queja de que Dios quisitivo». Tampoco podemos decir que sea fruto de una
le haya puesto en camino, pasando dificultades. Al mismo «estrategia política»: creo «a cambio de», o «vamos a ne-
tiempo no quiere aceptar ni entender los signos de Dios. gociar». La fe es un «regalo» que se acepta aunque no lo
Dios no le abandona, le envía el «ma- merezcas; por eso no se puede pagar.
ná». Pero eso no le interesa al pueblo La fe, cuando se recibe, es una in-
que atraviesa el desierto. Por eso acusa mensa alegría, aunque «no persiga
a Dios, o mejor a Moisés y Aarón, de ningún interés». La fe es «capacidad
haberlos sacado de Egipto para aniqui- de descubrir los signos de Dios». El
larlo. La Escritura nos enseña que Dios creyente ve allí donde el no creyente
escucha a Israel, que lo saca de la es- se topa y se choca. El creyente acepta
clavitud y lo alimenta en el desierto. lo que el no creyente se resiste a
Pero el pueblo tiene «otros intereses». aceptar.
La fe descubre nuestra hambre de
Dios. El pueblo de Israel murmura
Jesús hace signos contra Moisés y Aarón. La gente que
Jesús, en su anuncio del Reino, ha comido en abundancia pide prue-
también se enfrenta con los intereses bas a Jesús. En ambos casos saben
de la gente. Ellos le siguen porque les que tienen hambre, pero no lo identi-
da de comer. Jesús quiere que com- fican ni lo resuelven. Dios da a Israel
prendan el «signo» del pan que se el maná, alimento provisional. Jesús
bendice, se parte, reparte y comparte. ofrece a quienes le escuchan el «pan
El signo de Jesús busca que entren en de vida» que sacia el hambre del
una nueva comprensión, la de «el ver- El que viene a mí no pasará hambre, hombre.
dadero alimento». y el que cree en mí no pasará nunca sed Pedro Fraile
El Evangelio en casa
Ambientación Nos dejamos iluminar
La relación de fe con Dios no es pacífica ni tranquila. A veces te- Jesús ha hecho un signo, el de la multiplicación de los panes, y
nemos unas expectativas que son falsas o pobres, y Dios no puede espera la fe de quienes estaban presentes. Sin embargo, encuentra
satisfacerlas. Otras veces nuestra relación es complicada o intere- sus resistencias, en la línea del maná del desierto. Creemos en Jesús
sada, y Dios no entra en nuestro juego. cuando nos abrimos a sus signos de vida.
El Evangelio en casa
Ambientación do el proceso de la comunión de la Iglesia reunida en su nombre, para ac-
La Eucaristía es la asamblea de los cristianos, la fiesta de la comuni- tualizar su entrega creadora, en cuerpo y sangre. Por eso cada Eucaristía
dad y la celebración de la fe. Sin embargo, nuestra participación es, con es única, como lo fue la Última Cena de Jesús. Cada comunidad celebra
frecuencia, rutinaria y anodina. Todos los cristianos estamos convocados y expresa así el gozo y compromiso (amor liberador y enamorado) de la
a celebrar y vivir la fe como miembros vivos y activos de la Iglesia. entrega de Jesús, presente allí donde los hermanos se reúnen en su nom-
bre. De esa forma se supera la distancia entre el pasado de Jesús y el pre-
Nos preguntamos sente de la comunidad: toda ella es signo, recuerdo y presencia de Dios
sobre la tierra con Jesús y por Jesús, el liberador y enamorado (X. Pikaza).
¿Cómo es tu participación en la Eucaristía? ¿Qué sientes? ¿Qué des-
cubres? ¿Qué recibes?
¿Cómo describirías la celebración de la Eucaristía en la que partici- Seguimos a Jesucristo hoy
pas habitualmente? Pienso en algunas actitudes para mejorar mi participación en la
Eucaristía y mi vinculación con Jesucristo.
Nos dejamos iluminar Compartimos algunas líneas de mejora de la celebración de la
En el fondo del rito (de la Eucaristía) está Jesús: su memoria y pre- Eucaristía en nuestra comunidad.
sencia. Pero Él está presente no solo en los signos (pan y vino) sino en to- Rezamos juntos la oración del final de la hoja.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor, Podemos empezar de cero cada día.
ensalcemos juntos su nombre. No abandones la obra de tus manos.
Yo consulté al Señor, y me respondió, Patxi Loidi
me libró de todas mis ansias.
Eucaristía
LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
Ciclo B 15 de agosto de 2015 • Año 49 • nº 46
El Evangelio en casa
Ambientación Nos dejamos iluminar
En esta celebración de la Asunción de María a los cielos hay una La solemnidad del 15 de agosto celebra la gloriosa Asunción de Ma-
multitud de celebraciones marcadas por lo que llamamos «piedad po- ría al cielo: su perfecta configuración con Cristo resucitado; una fiesta
pular», peregrinaciones, romerías... Es un día para contemplar el triunfo que propone a la Iglesia y a la humanidad la imagen y la consoladora
de María, sabiendo que en ella se ha cumplido plenamente lo que no- prenda del cumplimiento de la esperanza final; pues dicha glorificación
sotros esperamos alcanzar un día. plena es el destino de aquellos que Cristo ha hecho hermanos teniendo
«en común con ellos la carne y la sangre».
Nos preguntamos Seguimos a Jesucristo hoy
¿Cómo participamos nosotros en estas celebraciones en honor de Contemplamos hoy a la que, en palabras de san Ambrosio de Milán,
nuestra Madre? ¿La contemplamos unida al Misterio de Cristo o nos de- es modelo del perfecto discípulo de Cristo. Por ello, seguir a Jesucristo es
jamos llevar por explosiones populares que muchas veces convierten la imitar el seguimiento que hizo María siendo consecuente con el «sí» que
devoción en jolgorio? dio a la Palabra del mensajero de Dios.
El auténtico alimento de
la vida (Palabra de Dios).
E l nivel de desarrollo de los países no se
mide solamente por la cifra de renta per
cápita, sino también por el porcentaje de
de palabras más humanas, el deseo de las
personas significa, por lo general, un in-
dicador de tendencia de voto; una pro-
población alfabetizada y por sus niveles blemática social es el espacio de juego
Jesús, como sabiduría educativos. No hay bienestar sin educa-
auténtica para vivir donde las distintas fuerzas ideológicas
ción, pero es necesario saber de qué tipo combaten, o los temores y prejuicios de
(Homilía). de educación hablamos. El progreso pasa la población se usan sin reparo en las es-
por una formación científica y técnica. Sa- trategias electorales.
ber más significa entonces poder controlar En un país donde los niños aprenden a
mejor los imprevistos, reducir el espacio contar sin reconocer qué es lo que cuen-
del azar al de la lotería, y evitar tener que tan, a decir cosas en inglés sin pensar
tomar decisiones, ya que los conocimien- también lo que dicen en su lengua, a usar
tos, los instrumentos y las mediciones de la las nuevas tecnologías sin preguntarse
ciencia ya nos dan muchas soluciones. para qué sirven... es más fácil que como
El Equipo Eucaristía y la Editorial Ahora bien, los antiguos distinguían adultos sepan lo que hay que contar, de-
Verbo Divino promueven este tipo de saber científico de otra forma
«Quiero ver»: una presentación
cir y usar, de forma rigurosamente cientí-
de sabiduría que tenía más que ver con fica además, sin saber cómo vivir ni qué
de vídeos diferentes para cada
domingo y festividades del año. los imprevistos, el azar y la necesidad de esperar de la vida; menos aún ante las di-
http://www.quierover.org/ decidir que la vida real implica. La llama- ficultades que aparecen en ella. Es más
ban prudencia o sabiduría de la vida. Este fácil que cedan la toma de sus decisiones
saber sería tan necesario como el de la más importantes en manos de otros «que
ciencia. También hoy en día a una cien- saben más». Es más fácil también que
Dirección y redacción: cia y a una educación científica amplia, como ciudadanos se dejen llevar por los
Avda. Pablo Gargallo, 69 dupdo. 1º B rigurosa, especializada, pero respetuosa discursos y tendencias políticas, por esló-
50003 Zaragoza con el medio y a disposición de las per- ganes, por quienes parecen conocer me-
e-mail: publicaciones@verbodivino.es sonas, ha de acompañar un saber y un jor que ellos cuáles son sus deseos, pro-
Administración y suscripciones: aprendizaje diferentes. blemas y temores.
EDITORIAL VERBO DIVINO Sobre todo, cuando hablamos de la
Avda. de Pamplona, 41 vida de las personas y de los problemas Juan Velázquez
31200 Estella (Navarra) España
Tfno.: 948 556 510
e-mail: publicaciones@verbodivino.es
Internet: http://www.verbodivino.es «Como si un observatorio astronómico se pudiera hacer sin ventanas, y en él
el astrónomo ordenara el universo estrellado únicamente con pluma, tinta y papel,
Equipo de Eucaristía: así el señor Gradgrind, en su observatorio (y hay muchos como ese), no necesitaba
José Alegre, Lucio Arauzo, José Ignacio echar un ojo a las rebosantes miríadas de seres humanos en torno a Él, sino que
Blanco, Félix Felipe, Pedro Fraile, podía resolver todos sus destinos sobre una pizarra, limpiar todas sus lágrimas
Álvaro Franch, Santiago Aparicio, con un pequeño y sucio pedazo de esponja».
Estela Aldave, Javier García, Charles Dickens, «Tiempos difíciles»
Juan Velázquez, Manuel Romanos
Lecturas
Lectura del libro de los por «días malos» ya es otra cosa. Podríamos suponer una vida
anodina, imitando a los que no son cristianos (borrachera, liber-
PROVERBIOS 9,1-6 tinaje); podría tratarse de una confusión en la nueva doctrina
La Sabiduría se ha construido su casa que va dando sus primeros pasos; unos los dan alejándose del
centro de la fe en «nuestro Señor Jesucristo»; el autor de la car-
plantando siete columnas,
ta, por el contrario, insiste en que hay que vivir «con toda el
ha preparado el banquete, alma» para el Señor. Dicho de otra forma: la nueva vida supone
mezclado el vino y puesto la mesa; una claridad de criterios fundados en la fe cristiana y a la vez un
ha despachado a sus criados desasimiento de los antiguos comportamientos. Hay una invita-
para que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad: ción permanente para la Iglesia de todos los tiempos: «descubrir
«Los inexpertos que vengan aquí, cuál es la voluntad del Señor».
quiero hablar a los faltos de juicio:
“Venid a comer de mi pan Lectura del santo evangelio según
y a beber el vino que he mezclado; san JUAN 6,51-58
dejad la inexperiencia y viviréis,
seguid el camino de la prudencia”». En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
Palabra de Dios –Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que
coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré
NOTAS: La «sabiduría bíblica», distinta en lo fundamental y en es mi carne para la vida del mundo.
su manifestación de la «sabiduría griega», pasa por tres etapas Disputaban los judíos entre sí:
en su desarrollo. Primero se trata del saber popular, propio de las –¿Cómo puede este darnos a comer su carne?
ricas tradiciones de Israel: Dios hace justicia en esta vida, bendi-
Entonces Jesús les dijo:
ciendo a los buenos y castigando a los malvados. Posteriormen-
te, en la época persa, Job y Qohélet ponen en duda tanto la jus- –Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del
ticia en esta vida como el sentido del trabajo y del esfuerzo. Por hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
fin, en la época griega, la sabiduría bíblica ocupa un lugar privi- El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna,
legiado, tomando rasgos de una persona humana que habla, y yo lo resucitaré en el último día.
propone y seduce. En este breve poema del libro de Proverbios Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdade-
(probablemente un añadido posterior al conjunto de los dichos
ra bebida.
populares), la Sabiduría se presenta como un ser vivo (por eso va
en mayúscula); aparece como una figura femenina sensata, de-
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y
seable, que invita a saciarse de sus dones evitando la insensatez. yo en Él.
La persona que sigue los consejos de la Sabiduría, entendida El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Pa-
principalmente como «prudencia», sabe conducir su vida con- dre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
forme a la voluntad de Dios. Así se contrapone a la necedad e in- Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de
sensatez que llevan al fracaso en la vida.
vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come
este pan vivirá para siempre.
Palabra del Señor
Lectura de la carta del apóstol
NOTAS: Cuarta entrega parcial del «Discurso del Pan de vida».
san Pablo a los EFESIOS 5,15-20 Juan introduce una nueva imagen: la «carne» y la «sangre». Si a
Hermanos: esto unimos el cambio de sujeto (en el discurso del Pan de vida
Fijaos bien cómo andáis; no seáis insensatos, sino sen- el protagonista es el Padre que da el «verdadero pan», mientras
que ahora es Jesús, el que se da a sí mismo), podemos pensar con
satos, aprovechando la ocasión, porque vienen días malos. la mayor parte de los exegetas que estos versículos tendrían un
Por eso, no estéis aturdidos, daos cuenta de lo que el Se- sentido mayor en el contexto de la Última Cena. De cualquier
ñor quiere. No os emborrachéis con vino, que lleva al li- forma, el avance en el discurso de Jesús es evidente y prepara el
bertinaje, sino dejaos llenar del Espíritu. Recitad, alternan- texto que leeremos el próximo día. Jesús se ofrece a sí mismo
do, salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad como «comida y bebida», añadiendo que quien lo hace alcanza
la comunión plena con Él: «habita en mí y yo en él». El «pan y el
con toda el alma para el Señor. Dad siempre gracias a Dios
vino» forman parte de la tradición bíblica (la «Sabiduría» los dis-
Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo. tribuye a sus comensales). Pero Jesús da un paso más: no es un
Palabra de Dios alimento externo, sino que se trata de Él mismo, de su persona.
La fe cristiana se entronca en la fe judía, pero da un paso más:
NOTAS: Que la comunidad de Éfeso está pasando por momen- comunión plena con la persona de Jesús.
tos de turbación es evidente. Ahora bien, qué debemos entender Pedro Fraile
Homilía
Es relativamente fácil dejarse llevar por lo que dicen lores que aprendemos en la escuela o en casa –ni siquie-
otros que aparentemente saben mucho más que uno, o ra los valores que defendemos como cristianos– y que
por las costumbres que nos dan cierta seguridad, o por las guardamos como tesoro tienen sentido si no forman par-
propias convicciones y los valores que tomamos para re- te de nuestros días, de nuestras experiencias, en las que
gir nuestra vida. Lo difícil es conducirse uno mismo, an- uno no trata con objetos abstractos sino con personas
dar por caminos diferentes y cuestionar lo que creemos concretas. Vivir de verdad es hacerlo con otras personas,
seguro. Es más difícil todavía cuando los tiempos no son más conocidas y más desconocidas, y de ellas –de cómo
sencillos de vivir y las circunstancias adversas nos con- trato con ellas, de cómo ellas me tratan a mí, de cómo su
funden a cada paso: llegar a fin de mes, crecer en las di- trato a mí me hace vivir o desvivir– aprendo a Vivir.
ficultades de la pareja, saber cómo educar y querer bien a
los hijos, afrontar injusticias cotidianas u otras que nos
La sabiduría en carne y sangre
pillan a desmano...
A la luz de la experiencia del trato con la persona de
Jesús de Nazaret los primeros discípulos y
El camino de la prudencia los cristianos de las primeras comunida-
Cuando los libros sapienciales de la Bi- des vieron en Jesús la Sabiduría de la que
blia hablan de la Sabiduría y de la Pruden- hablaban los libros de la Biblia. El contac-
cia explican, como decía también Pablo a to con Él les había descubierto una serie
los Efesios, que uno ha de fijarse bien en de experiencias nuevas, imposibles de
cómo camina y, a la vez, negarse a andar imaginar en los límites estrechos de una
por sendas trilladas. Cada uno ha de hacer humanidad, una cultura, un pueblo, un
su propia vida, su propio camino. Para ello grupo concreto. Jesús desborda todas las
no hay ni reglas fáciles ni cálculos senci- expectativas sobre por qué y por quién
llos, sino el exponerse cada día a las difi- merece la pena arriesgarse.
cultades desarrollando una sabiduría y Las palabras de Jesús, cuando nos dice
prudencia propias. La experiencia da el que solo quien come de su carne y bebe de
tono de la prudencia y de esta sabiduría su sangre tiene vida en sí mismo, son una
que nadie realmente enseña sino que to- promesa: la nueva vida y el nuevo modo
dos hemos de aprender en cada ocasión, de saber vivir que en Jesús descubrimos no
en cada éxito y en cada error. Se trata de es un sueño, ni un ideal inalcanzable, ni un
arriesgarse a vivir para aprender a vivir. entusiasmo pasajero, sino algo auténtico.
Si merece la pena arriesgarse a vivir, y me-
rece la pena hacerlo por el mensaje del
Vivir para saber vivir
Evangelio, más aún porque la sabiduría de
Quien nada arriesga nada sabe de la la vida con Jesús es auténtica, es real, es en
vida, aunque conozca muchas cosas y Mi carne es verdadera comida carne y sangre.
muchas formas de vivir. Ni siquiera los va- y mi sangre es verdadera bebida Juan Velázquez
El Evangelio en casa
Ambientación Nos dejamos iluminar
En la Eucaristía los cristianos recordamos que no solo el men- Leemos y comentamos la última parte de la homilía: «La sabi-
saje de Jesús sino especialmente su persona, en la que cobra vida el duría en carne y sangre».
Evangelio, es algo auténtico, es algo real. No se trata de recordar solo
lo que Jesús hizo sino reconocer en ello una sabiduría que dota de Seguimos a Jesucristo hoy
sentido a nuestra propia vida. ¿Nuestras vivencias cotidianas se retroalimentan de la expe-
riencia de reconocer a Jesús en carne y en sangre en nuestra vida?
Nos preguntamos ¿Y viceversa? La indiferencia no forma parte del vocabulario del
A veces el lenguaje tradicional que usamos en torno a la Euca- cristiano: ni Jesús ni el hermano pueden dejar indiferente.
ristía nos confunde. Superando estos límites nos preguntamos:
¿qué significado tiene la Eucaristía para mí?
Proclamamos la Palabra: Leemos Juan 6,51-58, deteniéndonos en las frases de Jesús y relacionándolas con nuestra vivencia de la Eucaristía.
Celebración
MONICIONES Guarda tu lengua del mal,
tus labios de la falsedad;
Ambientación inicial. Unos a otros nos damos la bienvenida a esta ce- apártate del mal, obra el bien,
lebración, así como nos la da Jesús, quien nos ha convocado a todos. busca la paz y corre tras ella.
En este mes, que para muchos es tiempo de descanso y vacaciones,
nos seguimos reuniendo en comunidad, alimentándonos del pan del ORACIÓN DE LOS FIELES
cuerpo de Jesús y de la palabra de su Evangelio. Nuestro día a día es demasiado rápido, especialmente durante el cur-
Acto penitencial. En la mitología griega los dioses imponían castigos so. Vivimos tan deprisa que muchas veces no nos damos ni cuenta de
eternos. Nuestro Dios, el Padre de Jesucristo, por el contrario, ofrece situaciones y personas cercanas que necesitan ayuda. Cuando rebaja-
el perdón eterno, una y otra vez, cada vez que tropezamos con los pe- mos el ritmo de nuestra actividad se nos brinda también la oportuni-
druscos del camino. Con tal confianza le pedimos perdón a Dios: dad de reflexionar y recapacitar; por eso te pedimos, Padre nuestro:
– Por encontrar el más difícil obstáculo en la piedra de nuestro • Para que no pasemos de largo ante las necesidades de los de-
propio corazón endurecido, insensible, ocupado solo de sí mismo, más, para que nuestros trabajos y tareas no nos cieguen el corazón.
ayúdanos a levantar de la caída, Señor. Ayúdanos, Padre bueno.
– Por machacar a las personas que tenemos alrededor, colocando • Para que personas concretas que este curso han estado a nues-
injustamente cargas y piedras sobre sus espaldas, ayúdanos a levantar tro lado pasándolo mal (pensamos un momento cada uno en esas per-
de la caída, Señor. sonas determinadas) encuentren las fuerzas y la esperanza para no
– Porque nos damos cuenta de que no podemos acusar ni tirar rendirse. Ayúdales, Padre bueno.
ninguna piedra sobre nadie, ya que solo Tú eres juez y únicamente Tú • Para que las situaciones dramáticas que tenemos cerca (pensa-
bueno, ayúdanos a levantar de la caída, Señor. mos un momento en silencio en ellas) encuentren su solución, y las
Ambientación de la Palabra. Las palabras de Jesús escandalizaban a personas que las viven, su consuelo. Te pedimos ayuda, Padre bueno.
muchos de sus contemporáneos: unas veces porque eran demasiado • Para que aquellos que tienen los medios y recursos, el poder y
radicales, otras veces porque no las entendían. Ambos aspectos van a las capacidades, para aliviar y mejorar el día a día de quienes peor lo
la par en la mayor parte de las ocasiones, como en el evangelio de hoy. pasan en nuestro pueblo o ciudad (reflexionamos un momento), se
conmuevan y trabajen por la justicia mejor. Te pedimos por ello,
Despedida. La Eucaristía, el cuerpo y la sangre de Jesús, son alimento Padre bueno.
de verdad si dejamos que lo sean, al permitir que nos nutran por den-
tro, que con ellos se transformen nuestras actitudes y nuestras accio- Señor, acoge las súplicas de tu pueblo. Tú, que vives y reinas por los
nes. Vayamos entonces a hacer reconocibles en nuestra propia carne siglos de los siglos. Amén.
y sangre las de Jesús.
SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, nuestros dones, en los que se realiza un admirable
ORACIONES intercambio, para que, al ofrecerte lo que tú nos diste, merezcamos
recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
COLECTA
Oh Dios, que has preparado bienes inefables para los que te
aman, infunde tu amor en nuestros corazones, para que, amándote en DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
todo y sobre todas las cosas consigamos alcanzar tus promesas, que Señor, después de haber recibido a Cristo en estos sacramentos,
superan todo deseo. Por nuestro Señor Jesucristo. imploramos de tu misericordia que, transformados en la tierra a tu
imagen, merezcamos participar de su gloria en el cielo. Por Jesucris-
to, nuestro Señor.
SALMO RESPONSORIAL 33,2-3.10-11.12-13.14-15
Gustad y ved qué bueno es el Señor.
El más sabio de los hombres,
Bendigo al Señor en todo momento, Sócrates,
su alabanza está siempre en mi boca; se reconoció como el que solo sabía
todo lo que desconocía.
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. El más humano de los sabios,
Buda,
Todos sus santos, temed al Señor, se sintió como el que solo queda indiferente
porque nada les falta a los que le temen; a todo lo que no compadece.
los ricos empobrecen y pasan hambre, El hombre sabio de Galilea,
los que buscan al Señor no carecen de nada. Jesús,
D.L. NA 1.010-1987
El Evangelio en casa
Ambientación Nos dejamos iluminar
El lenguaje que aparece en el evangelio nos puede sonar a veces le- «Comer su cuerpo y beber su sangre» es un modo de expresar la fe
jano o chocante en algunas de sus expresiones. Una de esas expresio- en Jesús, el deseo de identificarse con Él, la opción por colocarle en el
nes es la de «comer el cuerpo y beber la sangre». Tomada al pie de la le- centro de nuestra vida. Comer su carne y beber su sangre significa com-
tra provoca rechazo, nos suena mal. Pero sabemos que es una imagen partir la vida con Él y su entrega por el Reino. Cada día, en la Eucaristía,
potente que nos habla de identificación, de fe, de seguimiento, de co- comemos el cuerpo y bebemos la sangre de Cristo. Lo hacemos porque
munión. «Tomad y comed, esto es mi cuerpo», «tomad y bebed, esta es queremos comulgar con Él, porque deseamos vivir unidos a Él.
mi sangre». Son las palabras de Jesús que repetimos en cada Eucaristía.
«Tomad, es mi vida».
Seguimos a Jesucristo hoy
¿He tenido (o tengo) momentos de crisis en los que he pensado en
Nos preguntamos abandonar el seguimiento a Jesús?
¿Qué significado tienen para ti estas palabras de Jesús: «Os aseguro ¿Siento la llamada a continuar el camino junto a Él y a seguirle más
que si no coméis el cuerpo del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, de cerca?
no tendréis vida» (Jn 6,53)? ¿Cómo voy a concretar en mi vida esa llamada?
pero el Señor se enfrenta con los malhechores, Quiero, por fin, en Ti transfigurarme,
para borrar de la tierra su memoria. morir a mí, para vivir tu vida,
perderme en Ti, Jesús, y no encontrarme.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha Calderón de la Barca
y lo libra de sus angustias;
Eucaristía
DOMINGO 22 DEL TIEMPO ORDINARIO
Ciclo B 30 de agosto de 2015 • Año 49 • nº 49
El Evangelio en casa
Ambientación Nos dejamos iluminar
En un grupo de personas adultas se debe plantear el nivel de res- Buscamos en nuestros entornos cercanos personas y colectivos que
ponsabilidad que hay en él. En uno de jóvenes, en qué han sido más edu- se hayan puesto sus normas y tengan capacidad de revisarlas y cam-
cadas y cuáles son sus carencias; y en uno de más pequeñas, revisemos biarlas cuando no sirven.
el proyecto educativo: son más insistencias y damos menos importancia.
Seguimos a Jesucristo hoy
Nos preguntamos Buscamos y llevamos al grupo a alguna persona que consideramos
Por la importancia que damos a las normas en cada uno de nuestros que sigue a Jesús con libertad y vive la Iglesia con responsabilidad y
grupos. ¿Cuáles ayudan a las personas y cuáles les oprimen? Hablemos autonomía.
con la mayor libertad posible.
siempre me guías
El que no presta dinero a usura hacia adelante contigo yo iré.
ni acepta soborno contra el inocente. Israel Houghton
El que así obra nunca fallará.
Eucaristía
DOMINGO 23 DEL TIEMPO ORDINARIO
Ciclo B 6 de septiembre de 2015 • Año 49 • nº 50
El Evangelio en casa
Ambientación Nos dejamos iluminar
A veces nos quedamos en la superficie de las cosas. En lo religioso En cualquier lugar, país, cultura o historia, podemos descubrir a
nos quedamos en lo externo: gestos, ritos, expresiones. La repetición de Dios. Es cuestión de pasar por la óptica religiosa. Allí nos adaptarán las
lo externo, sin la realidad profunda, que es la que le da sentido, convier- gafas para poder ver, pero, sobre todo, nos señalarán la pantalla a la
te todo en rutina vacía. Por eso hay que pararse alguna vez a repensar. que mirar. Es en los necesitados en los que veremos a Dios. Es su me-
jor imagen. Su mejor palabra. También nuestra mejor alabanza, grati-
Nos preguntamos tud y oración.
¿Qué hay tras la apariencia de los ritos, el sonido de las palabras o
la repetición de los gestos? Seguimos a Jesucristo hoy
¿Celebramos una costumbre que nos hace cumplir un precepto o Podemos recorrer el mundo entero y pasar por tierras extrañas y
volvemos a proclamar la unión de Dios con la humanidad en lo que ne- gentes diferentes a nosotros. Hablar lenguas. Consumir productos de
cesitamos y anhelamos como el Pan? cada lugar. Todo puede ser distinto. Pero Dios es el mismo en todas par-
¿Dónde nos dice la Misa que podemos encontrar a Dios: en la Igle- tes. Es el que se identifica con quien sufre y tiene dificultad para seguir
sia o en el camino de la vida donde los seres humanos andan cojeando adelante con los demás. Allí nos está esperando. Allí se nos descubre.
de tantas cosas? Allí lo veremos.
Equipo de Eucaristía: «No hacemos publicidad para tener más “socios” en nuestra “sociedad espiritual”.
José Alegre, Lucio Arauzo, José Ignacio Esto no funciona; no es cristiano. Lo que el cristiano hace es anunciar con valentía;
Blanco, Félix Felipe, Pedro Fraile, y el anuncio de Jesucristo provoca, mediante el Espíritu Santo, ese estupor que nos
Álvaro Franch, Santiago Aparicio, hace seguir adelante. El verdadero protagonista de todo esto es el Espíritu Santo».
Estela Aldave, Javier García, Papa Francisco
Juan Velázquez, Manuel Romanos
Lecturas
Lectura del libro del profeta como su defensor. En continuidad con la fe cristiana, sabe que la
Ley y los Profetas no son capaces por ellos mismos de alcanzar el
ISAÍAS 50,5-9a don de la fe en Cristo. Ambas se necesitan. La nueva vida a la que
El Señor me abrió el oído; se nace por la fe se manifiesta de forma natural en el compromiso
con los más desfavorecidos; las obras que acompañan a los cre-
yo no resistí ni me eché atrás:
yentes no son «adornos» sino consecuencia de la fe que se pro-
ofrecí la espalda a los que me apaleaban, fesa.
las mejillas a los que mesaban mi barba;
no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos.
El Señor me ayuda,
por eso no sentía los ultrajes; Lectura del santo evangelio según
por eso endurecí el rostro como pedernal, san MARCOS 8,27-35
sabiendo que no quedaría defraudado.
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las
Tengo cerca a mi defensor,
aldeas de Cesarea de Felipe; por el camino, preguntó a sus
¿quién pleiteará contra mí?
discípulos:
Comparezcamos juntos.
–¿Quién dice la gente que soy yo?
¿Quién tiene algo contra mí?
Ellos le contestaron:
Que se me acerque.
–Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los pro-
Mirad, el Señor me ayuda,
fetas.
¿quién me condenará?
Él les preguntó:
Palabra de Dios –Y vosotros, ¿quién decís que soy?
Pedro le contestó:
NOTAS: Tercer poema del Siervo de Yahvé. Comienza haciendo
alusión a la palabra que escucha con obediencia, actitud propia
–Tú eres el Mesías.
del ministerio profético: Dios le abre el oído y él escucha con aten- Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.
ción. Continúa reseñando los sufrimientos y agresiones que aca- Y empezó a instruirlos:
rrean la misión que proviene de Dios. Dios no se goza en el sufri- –El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que
miento (si así fuera, no sería Dios, sino un ídolo cruel). Pero la ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas,
misión que el profeta encarna conlleva un rechazo de sus oyentes. ser ejecutado y resucitar a los tres días.
El profeta no se echa para atrás ni se asusta del enemigo, sino que
Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo lle-
confía en Dios. Si Dios es el que salva, ¿quién le va a condenar? La
figura del Siervo de Yahvé será leída a la luz del misterio de la mi-
vó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a
sión y pasión de Cristo por parte de la comunidad cristiana na- los discípulos, increpó a Pedro:
ciente. –¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hom-
bres, no como Dios!
Después llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo:
Lectura de la carta del apóstol –El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo,
que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar
SANTIAGO 2,14-18 su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el
¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, Evangelio la salvará.
si no tiene obras? ¿Es que esa fe lo podrá salvar? Supongamos Palabra del Señor
que un hermano o una hermana andan sin ropa y faltos del
alimento diario, y que uno de vosotros les dice: «Dios os am- NOTAS: Leemos el centro literario del evangelio de Marcos, que es,
pare; abrigaos y llenaos el estómago», y no les dais lo nece- a la vez, su centro teológico. La pregunta que se venía arrastran-
do desde el principio, ¿quién es Jesús?, se responde por boca de Pe-
sario para el cuerpo; ¿de qué sirve? Esto pasa con la fe: si no
dro: «Tú eres el Mesías». Esta respuesta, lejos de ser clara, es por
tiene obras, por sí sola está muerta. Alguno dirá: «Tú tienes el contrario fuente de controversia. Jesús es el Mesías, pero no se-
fe, y yo tengo obras. Enséñame tu fe sin obras, y yo, por las gún las expectativas que se habían creado sus oyentes (liberador
obras, te probaré mi fe». de los romanos, restaurador de la monarquía, restaurador de la
Palabra de Dios Ley de Moisés...). Jesús sigue la línea del Siervo de Yahvé (profeta
Isaías). Pedro, que primero le confiesa como Mesías, a continua-
NOTAS: Santiago se mueve a caballo entre la profunda tradición ción le quiere corregir. Jesús pone a Pedro en su lugar («ponte de-
judía de la que procede y la nueva fe cristiana. Para él no son con- trás de mí»), y enseña a sus discípulos en qué consiste el segui-
tradictorias o excluyentes, sino complementarias y necesarias. Por miento. Entregar la vida a los demás es ganarla; querer ganar la
eso, en continuidad con los profetas y con el Deuteronomio, sabe vida según los criterios del mundo es perderla.
que Dios tiene una especial mirada a favor de los pobres, y se pone Pedro Fraile
Homilía
¿Quién eres, para que crea en ti? Aceptar
La propuesta de creer en Jesús es personal. Cada uno No todo el que lee el evangelio lo acepta. Puede darse
de nosotros la tiene que aceptar en la fe. Nadie puede el caso de que se rechace por motivos personales, reli-
creer por otro. Todos hemos recibido esta propuesta de giosos, sociales, psicológicos. Jesús dice en el evangelio
nuestros mayores y, a su vez, la transmitimos a otros. «el que quiera...», porque sabe que algunos no quieren.
Pero la aceptación o no de la fe en Jesús como Señor es
personal, se juega en el interior de cada persona. Os pre- Creer
sentamos un recorrido de cinco verbos progresivos para
llevar adelante esta llamada y esta respuesta. Jesús no busca que le aplaudan o que le entronicen,
sino que «crean en Él como el enviado de Dios». La fe
siempre es un «salto», una decisión. También podemos
Conocer
leer en el evangelio: «creo, Señor, pero aumenta mi fe».
Nadie puede decidirse por algo que En esta decisión nos jugamos la orienta-
desconoce. El primer paso es ver, mirar, es- ción de nuestra vida. Si creemos en Jesús
cuchar, palpar. Esto que vale para la vida como el Hijo de Dios, nuestras decisiones y
ordinaria, también vale para la fe. Para de- opciones cambiarán. Si no creemos en Él,
cidirnos por Jesús antes tenemos que leer permanecerá como alguien interesante,
su Evangelio, escuchar su palabra, repasar pero nada más.
sus gestos. La transmisión de la fe comien-
za por una evangelización sencilla a la vez Seguir
que clara: quién es Jesús, qué decía, que ha-
cía, cómo se situaba ante las personas. Cuando damos el paso de la fe, inicia-
mos un camino, el de seguirle, el de ser sus
discípulos. El seguimiento es una forma de
Comprender
entender la vida; de comportarse con los
El evangelio fue escrito en una época y demás; de ir incluso contra corriente. El
unas circunstancias lejanas a las nuestras. cristiano no es «antisistema», pero no
Por eso mismo se debe leer como «obra li- aplaude el «sistema». No es un ser «antiso-
teraria», pero no solo como literatura. Lee- cial», pero tampoco es «políticamente co-
mos el evangelio para «entender», «com- rrecto». Jesús lo dice de forma poética y de-
prender», «entrar» en su mensaje de forma terminante a la vez: el que quiera seguirme
que nos pueda hablar, interpelar, mover que cargue con su cruz; el que quiera ganar
por dentro. Cuando decimos que Jesús es la vida (tener éxito) la perderá; el que la
«el Mesías», qué entendía aquella gente y pierda por mí y el Evangelio (vida como en-
qué entendemos nosotros; cuáles eran las trega) la ganará. Otra forma de vivir es po-
expectativas de aquellas personas y cuáles El Hijo del hombre sible desde Jesús.
son las nuestras. tiene que padecer mucho Pedro Fraile
El Evangelio en casa
Ambientación Nos dejamos iluminar
Los que hemos nacido en un ambiente o en un medio cristiano Jesús, como si de un buen pedagogo se tratara, va explicando su
(familiar, colegio, pueblo, etc.) no extrañamos el nombre de Jesús, mensaje y haciendo signos. La gente va comprendiendo poco a
pero ¿significa algo para nosotros? poco. En el centro del evangelio hace la pregunta tan esperada: Para
vosotros ¿quién soy yo? Hay que responder.
Nos preguntamos
¿Sabría explicar una parábola fundamental de Jesús? ¿Sabría Seguimos a Jesucristo hoy
explicar cómo vivió, qué decía, cómo murió y resucitó? Cuando vivo El texto continúa con la admonición de Jesús a Pedro. Es el Se-
una situación complicada, ¿busco luz en el Evangelio? ¿Puedo decir, ñor, pero no como nos lo imaginamos. Somos discípulos de Jesús, el
sin dudar, que creo en Jesús como el Señor? Siervo de Yahvé.
estando yo sin fuerzas, me salvó. y decir con voz queda pero segura:
«Tú eres el Mesías». «Tú eres mi Señor».
Arrancó mi alma de la muerte, «En ti pongo mi esperanza». «Tú eres el Hijo de Dios».
mis ojos de las lágrimas, Pedro Fraile, «El don de la fe»
mis pies de la caída.