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UNIDAD EDUCATIVA

ERNESTO CHE GUEVARA


“B”

ÁREA: LITERATURA

“MONOGRAFÍA”

ESTUDIANTE: VIDAL MAMANI QUISPE


PROF.: SUSANA R. QUISPE
CANTUTA
GRADO: 6TO. “A” SECUNDARIA
GESTIÓN: 2013

LA PAZ – BOLIVIA

0
DEDICATORIA

Esta monografía dedico a mis padres por que


siempre me ayudaron de toda manera y dedicarles
con cariño a mis padres y gracias a ellos llegue
hasta esta alcance esta aquí y dedicarles este libro
de todo este tiempo y siempre me apoyaron y te
dedico este libro……

De: Vidal Mamani

1
AGRADECIMIENTO
Quiero agradecer en primer lugar a mi padre y mi
madre y el principio a la idea de mi monografía fue
para conocer de este tema.

También agradezco a la profesora que nos dio la


oportunidad de poder realizar este monografía a la
profesora Roxana

Tutor de esta monografía y que nos estuvo guiando


y ayudando a lo largo de este tiempo

2
De: Vidal Mamani

INTRODUCCIÓN

La pobreza es una función o forma de vida que surge como producto de la


imposibilidad de acceso o carencia de los recursos para satisfacer las
necesidades físicas y psíquicas básicas humanas que inciden en un desgaste
del nivel y calidad de vida de las personas tales como la alimentación, la
vivienda, la educación, la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable
también se suelen considerar la falta de medios para poder acceder a tales
recursos como el desempleo la falta de ingresos o un nivel bajo de los
mismos también pueden ser el resultado de proceso de exclusión social
segregación social o marginación la situación de pobreza se presenta cuando
no es posible de cubrir las necesidades incluidas en la canasta de alimentos.
La situación persiste de pobreza se denomina pauperismo.

La pobreza a unos países frente a otros se denomina sub desarrollado


(países pobres) el concepto pobreza es fundamental económico a aunque
también tiene impacto político y sociología la pobreza voluntaria se
considera una virtud por implicar la renuncia a los vienes materiales.

3
LA POBREZA

La pobreza es un problema social que se vive en una situación difícil o


una forma de vida que surge como imposible de acceder a sus recursos
para satisfacer sus necesidades básicas o como calidad de vida de esa
persona y que no tienen un exceso a la educación, vivienda a la salud y
agua potable la situación de pobreza es falta de economía y que se
presenta cuando no es posible de cubrir ni la canasta familiar en una familia

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OBJETIVOS

EL OBJETIVO GENERAL

Saber el porcentaje de la pobreza en nuestro país y dar a conocer a los


cuartos de pobreza extrema tenemos y cono practicar este problema social y
mediante que podemos reducir sabiendo cuanto de pobreza extrema tenemos
en Bolivia

OBJETIVO ESPECIFICO

Reducir dando trabajos a las personas que sufren de hambre y dando con
mayor derecho a los servicios a la supervivencia a la salud y la nutrición la
educación la participación y la potenciación contra el peligro y la explotación.

Como superar este problema social

Analizar los resultados obtenidos de la erradicación

Estudiar el porcentaje de la pobreza

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HISTORIA
1.1. La pobreza en las sociedades preindustriales

La pobreza no es algo nuevo en la historia de la humanidad. Su causa


fundamental radica en la baja productividad del trabajo en las sociedades
preindustriales, a lo cual hay que sumar la desigual distribución de la riqueza y el
ingreso. Vivir en una condición de premura material fue la situación normal del
género humano hasta que los progresos tecnológicos de la era moderna hicieron
posible, para las amplias mayorías, tener acceso a niveles de consumo, salud,
educación y bienestar en general impensables en épocas anteriores. Según los
cálculos del historiador económico Angus Maddison la renta per cápita promedio
en las sociedades tradicionales ha oscilado en torno a los 400/500 dólares
(dólares estadounidenses de 1990 de igual poder adquisitivo) anuales por
persona. Esto equivale a lo que hoy, internacionalmente, se considera la línea de
pobreza extrema. Todavía para economistas clásicos como David Ricardo la
pobreza, definida como un nivel de consumo que básicamente aseguraba la
subsistencia, era el destino natural de las clases trabajadoras industriales. Thomas
Malthus profetizó, en su célebre Ensayo sobre los principios de la población
publicado en 1798, la necesaria pobreza de la gran masa de los seres humanos
dada la tendencia de la humanidad a reproducirse más allá de las posibilidades de
la agricultura de producir alimentos a un ritmo que igualase la rapidez del
crecimiento poblacional. A mediados del siglo XIX, Karl Marx basó su pronóstico
sobre la necesaria caída del capitalismo en la pauperización del proletariado
industrial, hecho que él consideraba como una “ley férrea” del desarrollo
capitalista. Sin embargo, ya Marx veía esta pauperización como un hecho
básicamente social, determinado no por la falta de medios sino por la distribución
desigual de los resultados de la producción. Es por ello que su utopía comunista,
hija del optimismo tecnológico que va cundiendo durante el siglo XIX, postula la
salida definitiva de la humanidad de su estado de necesidad.

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1.2. Progreso y surgimiento de la pobreza como problema

Hasta comienzos del siglo XIX la pobreza era considerada como la norma de la
vida humana, tal como lo eran las enfermedades devastadoras, la falta de
educación o de libertad religiosa y política. Esta normalidad comenzó a cambiar
durante la segunda mitad del siglo XIX, cuando se fue haciendo evidente que la
industrialización iniciada en Gran Bretaña y luego replicada en diversas partes de
Europa occidental estaba haciendo posible un significativo mejoramiento de los
niveles generales de vida. Fue surgiendo así, paulatinamente, una nueva
normalidad: la del bienestar como condición no sólo deseable sino también posible
de la vida humana.En su estudio clásico de 1901, Poverty: A Study of Town Life,
Seebohm Rowntree llega a la conclusión de que el 27,84% de la población de la
ciudad York, en Inglaterra, vivía bajo la línea de pobreza, lo que venía a confirmar
un estudio publicado en 1886 por Charles Booth sobre la pobreza en Londres.
Estos resultados fueron chocantes para una opinión pública que ya comenzaba a
ver el bienestar como normalidad. Sin embargo, la perspectiva optimista de
Rowntree es evidente y queda plenamente reflejada en las palabras finales de su
célebre obra: “La oscura sombra de la filosofía maltusiana pertenece al pasado y
ninguna visión sobre el estado final de las cosas sería actualmente aceptada si en
la misma una multitud de hombres y mujeres está condenada, por una ley
inevitable, a una lucha tan dura por la existencia como para atrofiar o destruir las
partes más elevadas de su naturaleza. Posteriormente, Rowntree realizó dos
nuevos estudios en York que mostraron con claridad una tendencia hacia la
disminución de la pobreza hasta llegar a transformarse en un fenómeno marginal.
En su estudio de 1936, Poverty and Progress, la pobreza había disminuido al 18%
y en el de 1950, Poverty and the Welfare State, a tan sólo el 1,5%. Esto a pesar de
que Rowntree había ampliado la “canasta de bienes” que determinaba la línea de
pobreza. Estos estudios coincidían no sólo con la visión optimista del propio
Rowntree sino con la idea, cada vez más dominante durante las décadas
posteriores a la Segunda Guerra Mundial, de que la pobreza era un hecho residual

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destinado a desaparecer como fruto del rápido progreso económico y las
intervenciones del Estado del bienestar.

1.3. Redescubrimiento de la pobreza

La visión optimista respecto de la eliminación prácticamente automática de la


pobreza comenzó a ser desafiada en el país que era el epicentro mismo del
desarrollo y la afluencia económica: Estados Unidos. Movimientos afroamericanos
militantes y violentas revueltas urbanas obligaron a volver la mirada hacia el patio
trasero de la abundancia: los 40 millones de pobres que a fines de los años 1950
había en Estados Unidos, lo que constituía casi una cuarta parte de su población.
Entre los afroamericanos (blacks en la estadística oficial) el porcentaje de
personas viviendo bajo la línea de pobreza estadounidense alcanzaba nada
menos que el 55% Este redescubrimiento de la pobreza fue acompañado por una
serie de estudios clásicos sobre el tema, como los de Oscar Lewis (1959, 1961 y
1968) que desarrollaron el concepto de “cultura de la pobreza”, el de John
Kenneth Galbraith (1958) sobre lo que él llamó “la sociedad opulenta” y el de
Michael Harrington titulado The Other America: Poverty in the United States
(1962). En su discurso sobre “el estado de la nación” de enero de 1964 el
Presidente Lyndon B. Johnson hizo de la lucha contra la pobreza una parte central
de su programa de gobierno bajo el dramático nombre de “Guerra contra la
pobreza” (War on Poverty). Esto llevó, ese mismo año, a la aprobación de una ley
al respecto (Economic Opportunity Act) por el Congreso con la consecuente
creación de un ente federal (Office of Economic Opportunity) dedicado a la lucha
contra la pobreza. Después de esta iniciativa los estudios sobre la pobreza en
Estados Unidos aumentaron de manera exponencial, pero la situación inicial –
caracterizada por el chocante redescubrimiento de la pobreza– bien puede ser
descrita usando las palabras de Daniel Bell de 1968: “…cuando el tema de la
pobreza surgió, nadie estaba realmente preparado, nadie tenía ningún tipo de
datos, nadie sabía que hacer”.

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Paradójicamente, el redescubrimiento de la pobreza se produjo en un periodo de
rápida disminución de la misma tanto en Estados Unidos como en otras
sociedades avanzadas. De acuerdo a la estadística oficial estadounidense, la
pobreza disminuyó de 39,5 millones de personas en 1959 a 24,1 millones en 1969.
Por ello es que el verdadero shock llegó en los años 70 cuando se constató que la
incidencia de la pobreza comenzaba de nuevo a crecer llegando a más de 35
millones de pobres en 1983, lo que correspondía al 15,2% de la población de
Estados Unidos. Pero esta era solamente la expresión cuantitativa de un
fenómeno extremadamente complejo: la patología de la exclusión social o
marginalidad –según el concepto habitualmente usado en esos tiempos para
describir este fenómeno– que tomaba formas nuevas y cada vez más peligrosas
de expresarse, con un incremento dramático de las tasas de criminalidad, la
drogadicción, los nacimientos extramaritales, las familias de madres solas y la
dependencia de las ayudas sociales. La toma de conciencia acerca de lo que fue
llamado “la nueva pobreza” llegó a Europa más tarde que a Estados Unidos pero
el shock no fue menor. Las primeras estimaciones de la amplitud de la pobreza en
la Comunidad Europea dieron una cifra de 30 millones para 1975, cifra que luego
se vería incrementada por el fin definitivo del pleno empleo y el comienzo de una
larga fase de desarrollo europeo caracterizada por una escasa creación de
puestos de trabajo y un consecuente aumento de la exclusión laboral. Para 2007
Eurostat calculaba que en la Unión Europea existían unos 80 millones de pobres,
es decir, personas que “carecen de los recursos necesarios para cubrir sus
necesidades básicas”.

2. CONCEPTO DE LA POBREZA

La pobreza es una situación o forma de vida que surge como producto de la


imposibilidad de acceso o carencia de los recursos para satisfacer las
necesidades físicas y psíquicas básicas humanas que inciden en un desgaste del
nivel y calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, la vivienda, la
educación, la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable. También se suelen
considerar la falta de medios para poder acceder a tales recursos, como el

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desempleo, la falta de ingresos o un nivel bajo de los mismos. También puede ser
el resultado de procesos de exclusión social, segregación social o marginación. En
muchos países del tercer mundo, la situación de pobreza se presenta cuando no
es posible cubrir las necesidades incluidas en la canasta básica de alimentos. La
situación persistente de pobreza se denomina pauperismo. 1

La aplicación del concepto de pobreza a unos países frente a otros se denomina


subdesarrollo (países pobres).El concepto de pobreza es fundamentalmente
económico, aunque también tiene impactos políticos y sociológicos. En la mayoría
de los contextos se la considera algo negativo, pero en algunos ámbitos
espirituales la pobreza voluntaria se considera una virtud por implicar la renuncia a
los bienes materiales (voto monástico de pobreza, junto con los de castidad y
obediencia). Históricamente la pobreza ha sido objeto de distintas valoraciones
ideológicas que implicaban distintas respuestas (véase Pensamiento económico
medieval).

Puede ser descrita o medida por convenciones internacionales, aunque pueden


variar los parámetros para considerarla. Un intento de definición responde al
hecho de que la pobreza debe ser vista como el resultado de un modelo
económico y social, ejercido y aplicado en un territorio y tiempo determinado, por
los diversos agentes económicos y políticos, que producen en la sociedad
sectores excluidos de los beneficios totales o parciales del modelo en ejecución. A
estos sectores excluidos de tales beneficios los llamamos generalmente pobres o
más genéricamente como parte de la pobreza existente. La pobreza no es pues
una causa que deba ser tratada como tal para combatirla, es el resultado de
procesos complejos y extendidos en el tiempo, que son difíciles de apreciar a
simple vista y que requieren investigación sostenida para lograr su comprensión
antes de plantear cualquier intento de terminar con la pobreza.

3. CLASES DE LA POBREZA
La pobreza es una condición humillante para el ser humano No obstante
cuando hablamos de pobreza debemos distinguir de qué clase de pobreza

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estamos hablando porque hay pobres en todo el mundo pero no todos ellos
son iguales y todos por más que estén en la mismo categoría de pobreza
tiene necesidades diferentes.
Esta la pobreza absoluta la pobreza relativa la pobreza absoluta se refiere
a una familia que o tiene las necesidades básicas cubiertas el dinero que
perciben si es que perciben alguno no les alcanza para la comida la
vestimenta la educación la pobreza relativa se refiere al hecho de que cada
pobre es diferente dependiendo el lugar en el que se encuentre.

No es lo mismo in pobre de Suiza que uno de África o uno de


Latinoamérica que uno de Norte América.

Luego encontramos la pobreza educativa a esta se refiere la falta de


oportunidades y de posibilidades que un individuo tiene para acceder a la
educación básica y superior y a la imposibilidad por esto de acceder a una
buena oferta laboral.

Hay otras categorías pobreza de servicios y pobreza de salud

En el primer caso nos referimos a aquellos personas que carecen de


servicios básicos ya sea por vivir en una zona periférica (donde se encuentra
asentados la mayoría de los pobres en cualquier lugar del mundo) donde no
lleguen los servicios como luz, agua potable servicios de cloacas entre otros
o por no contar con el dinero suficiente para pagar estos.

Pobres por salud son aquellos que no cuentan con recursos para pagar
servicios de salud eficiente por lo que siempre tiene que terminar en
hospitales públicos o centros de salud barriales con una atención insuficiente.
Aun si la atención fuera excelente los pobres en salud no tienen dinero ni
medios lícitos de conseguir los medicamentos prescritos.

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3.1. Tres significados básicos

El concepto de pobreza, tal como el fenómeno que describe, posee una


antigüedad respetable. Su etimología nos lleva a la palabra latina paupertas, que
remite originalmente a la condición de pauperos que significa, literalmente, parir o
engendrar poco y se aplicaba al ganado y, por derivación, a la tierra pobre, es
decir, infértil o de poco rendimiento.2 De esta acepción de pobreza como falta de
potencialidad o capacidad de producir deriva un concepto distinto que apunta a la
carencia misma de una serie de bienes y servicios básicos. Este es el origen del
concepto de pobreza absoluta. También surgió tempranamente el concepto de
pobreza como contraposición al de riqueza, donde el sentido de cada uno de estos
términos se define por la relación misma entre ellos. De allí proviene el concepto
de pobreza relativa.3

3.1.1. Pobreza como falta de desarrollo humano

El enfoque más moderno y en boga sobre la pobreza, es decir, aquel que lleva el
sello del premio nobel Amartya Sen, se inspira en la acepción primigenia de
pobreza como falta de capacidad de producir o de realizar su potencial productivo.
En este enfoque el énfasis está puesto no tanto en el resultado (ser pobre en el
sentido de no disponer de ingresos o bienes suficientes) sino en el ser pobre como
imposibilidad de alcanzar un mínimo aceptable de realización vital por verse
privado de las capacidades, posibilidades, y derechos básicos para hacerlo. Esta
forma de ver la pobreza se inspira, como Sen mismo lo destaca, en la filosofía
aristotélica que define la “buena vida” como aquella en que se han realizado o
florecido todas las capacidades encerradas en la naturaleza de los seres humanos
(que según Aristóteles pueden ser muy diversas, como aquella que lleva a algunos

12
a ser señores y a otros a ser esclavos). Esta concepción es parte de la ontología o
doctrina del ser de Aristóteles donde las cosas tienen una naturaleza que
determina y fija las finalidades o plenitud de su desarrollo. Así, en La política nos
dice que “la naturaleza de una cosa es precisamente su fin, y lo que es cada uno
de los seres cuando ha alcanzado su completo desenvolvimiento se dice que es
su propia naturaleza”. El pleno florecimiento humano requiere, según Aristóteles,
de la polis o ciudad, como conjunto organizado y autosuficiente de seres humanos
que han realizado sus diversas naturalezas y las ponen al servicio unos de otros.

Este concepto de pobreza, actualizado por Amartya Sen y despojado de sus


rasgos incompatibles con una sociedad basada en la igualdad básica de los seres
humanos, podría ser definido como pobreza de desarrollo humano. Este es el
enfoque que ha sido instrumentalizado por el Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD), estableciendo una serie de criterios de satisfacción de
necesidades básicas –esperanza de vida, logros educacionales e ingreso, que son
la base del así llamado Índice de Desarrollo Humano (IDH)– que formarían la base
de recursos y habilidades que permiten el “desarrollo humano, definido como el
proceso de ampliación de las opciones de las personas y mejora de las
capacidades humanas (la diversidad de cosas que las personas pueden hacer o
ser en la vida) y las libertades”. 5 A partir de ello el PNUD ha elaborado un Índice
de Pobreza Humana (IPH) que se describe de la siguiente manera: “En lugar de
utilizar los ingresos para medir la pobreza, el IPH mide las dimensiones más
básicas en que se manifiestan las privaciones: una vida corta, falta de educación
básica y falta de acceso a los recursos públicos y privados.” 6

El problema de este intento de instrumentalizar el enfoque de Sen radica en la


reducción de sus elementos determinantes a algunas variables –como expectativa
de vida, escolarización o ingreso disponible– que si bien son relativamente fáciles
de medir dejan fuera del análisis del desarrollo a otros componentes esenciales
del mismo como ser la libertad individual o los derechos democráticos. Se reduce
así la perspectiva de la pobreza de una manera que el mismo Sen ha considerado
inaceptable: “La pobreza económica no es la única que empobrece la vida

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humana. Para identificar a los pobres debemos tener en cuenta, por ejemplo, la
privación de los ciudadanos de regímenes autoritarios, desde Sudán a Corea del
Norte, a los que se niegan la libertad política y los derechos civiles.”

Esto muestra la dificultad de instrumentalizar satisfactoriamente el amplio enfoque


de Sen y puede llevar a absurdos como llegar a considerar que quienes viven bajo
regímenes fuertemente autoritarios o simplemente totalitarios gozan de mayor
“desarrollo humano” que quienes viven en sociedades que respetan los derechos
y las libertades humanas. Así, según el informe de 2009 del PNUD Kuwait
permitiría a su población un desarrollo humano más alto que por ejemplo Portugal
o la República Checa, y Cuba se ubica a este respecto en mejor posición que
Costa Rica o Rumania.

3.1.2 Pobreza absoluta

A esta forma previa de ver la pobreza, centrada en las capacidades para realizar
las propias potencialidades, se opone otra definición igualmente antigua, aquella
que ve la pobreza y la condición de pobre (pauper) como un estado de privación o
falta de recursos para poder adquirir una “canasta de bienes y servicios” necesaria
para vivir una vida mínimamente saludable. Este enfoque fue sistematizado a
comienzos del siglo XX por el británico Seebohm Rowntree en Poverty: A Study of
Town Life (1901), un estudio pionero sobre la pobreza que se transformaría en el
punto de partida y referencia de los futuros estudios sobre el tema. La razón de
ello es doble. Por una parte, este estudio se basa en una amplia investigación
empírica realizada en York, la ciudad natal de Rowntree, que abarcó nada menos
que 11.560 familias, lo que equivalía a unas dos terceras partes de todas las
familias de York. La segunda razón es que para llevar adelante su investigación
Rowntree elaboró una serie de conceptos y métodos de medición que pasarían a
formar instrumentos centrales en prácticamente todos los estudios posteriores
sobre el tema. Entre estos instrumentos se destaca la elaboración de una “línea de
pobreza”, que no sólo incluía la alimentación sino además el acceso a la vivienda,
a prendas de vestir adecuadas y otros ítems absolutamente necesarios para

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mantener lo que Rowntree llamó “un funcionamiento puramente físico”. Esto le
permitió definir dos tipos de pobreza, la “pobreza primaria” y la “pobreza
secundaria”. En pobreza primaria vivían aquellas “familias cuyo ingreso total no
era suficiente para obtener el mínimo necesario para mantener un funcionamiento
puramente físico”.9 En pobreza secundaria vivían las familias que podían alcanzar
ese mínimo pero no disponían de excedentes.

Estamos aquí frente a lo que habitualmente se denomina pobreza absoluta y es


aún hoy la medida globalmente más usada para determinar la extensión de la
pobreza, tal como lo muestran los cómputos realizados por el Banco Mundial en
base a una “línea internacional de pobreza”. Esta línea fue tradicionalmente fijada
en 2 dólares estadounidenses de 1985 per cápita, en paridad de poder adquisitivo,
para definir la pobreza y en 1 dólar para definir la pobreza extrema. En agosto de
2008, la línea de pobreza extrema fue reajustada a 1,25 dólares. Esta cantidad
refleja el promedio del ingreso mínimo necesario para sobrevivir en los diez a
veinte países más pobres del mundo.10

3.1.3. Pobreza relativa

Frente a este criterio o forma de medir la pobreza ha existido otro enfoque


igualmente clásico que apunta a la posibilidad de adquirir una canasta de bienes y
servicios que puedan asegurar una vida digna de acuerdo a las convenciones y
estándares de una sociedad determinada. En este caso tenemos la así llamada
pobreza relativa, que varía con el desarrollo social que va determinando, en cada
época y sociedad, aquel mínimo de consumo bajo el cual más que ver amenazada
la supervivencia se cae en un estado de exclusión o imposibilidad de participar en
la vida social. El ejemplo clásico de esta forma de pobreza fue dado por Adam
Smith en La riqueza de las naciones al escribir: “Por mercancías necesarias
entiendo no sólo las indispensables para el sustento de la vida, sino todas
aquellas cuya carencia es, según las costumbres de un país, algo indecoroso
entre las personas de buena reputación, aun entre las de clase inferior. En rigor,
una camisa de lino no es necesaria para vivir. Los griegos y los romanos vivieron

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de una manera muy confortable a pesar de que no conocieron el lino. Pero en
nuestros días, en la mayor parte de Europa, un honrado jornalero se avergonzaría
si tuviera que presentarse en público sin una camisa de lino. Su falta denotaría
ese deshonroso grado de pobreza al que se presume que nadie podría caer sino a
causa de una conducta en extremo disipada.”

El riesgo de esta forma de ver la pobreza y, en general, de toda la idea de la


pobreza relativa ha sido bien apuntado por Amartya Sen, quién hace un llamado a
no perder de vista el “núcleo irreductible de privación absoluta en nuestra idea de
pobreza”. El riesgo es llegar a una relativización total de “la pobreza” siguiendo la
famosa frase de Mollie Orshansky acerca de que “la pobreza, como la belleza,
está en el ojo de quien la percibe”. 12 Además, las expectativas sociales se mueven
constantemente en la medida en que una sociedad se desarrolla, elevando
sucesivamente nuestra vara de medir el umbral de lo que Smith llamaba “ese
deshonroso grado de pobreza”. De esta manera se puede relativizar y hasta
banalizar el concepto de pobreza, hasta el punto de decir que, por ejemplo, en
Estados Unidos hay un porcentaje mayor de pobres que, en los países del África
subsahariana. También se puede llegar a la conclusión que la pobreza aumenta al
aumentar el bienestar general de una sociedad ya que las expectativas sobre el
“mínimo socialmente aceptable” pueden aumentar más rápidamente que el
bienestar real de la población.

3.1.4. Pobreza relativa como desigualdad

Otra forma muy común pero altamente dudosa de usar el concepto de pobreza
relativa es simplemente hacerlo sinónimo de una cierta medida de la distribución
del ingreso en un país dado. Esta pobreza relativa aparente acostumbra a ser
definida a partir de un umbral de ingreso medido como porcentaje del ingreso
medio del país respectivo. Así por ejemplo, es usual llamar pobres o “en riesgo de
pobreza” a todos aquellos que disponen de menos del 60% del ingreso disponible
medio de la sociedad en que viven. Actualmente se aceptan comúnmente tres
categorías derivadas de esta forma de medir la pobreza: la población que dispone

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entre un 50 y un 60% del ingreso medio es catalogada como “en riesgo de
pobreza”, aquella que dispone entre 40 y 50% de ese ingreso es catalogada como
“pobre” y la que dispone de menos del 40% se encontraría en “pobreza extrema”.
En 2007 dentro de la Unión Europea, que usa justamente estos porcentajes, el 6%
de su población estaba en una condición de “pobreza extrema” (menos del 40%
del ingreso disponible medio), esta cifra se elevaba al 10% si usamos la línea del
50% (pobreza) y al 17% si la línea se ubica en el 60% del ingreso medio. Esta es
el mismo tipo de medición de la pobreza usada en España y según el cual un
20,8% de los españoles se encontraba en una situación de “pobreza relativa” o
“riesgo de pobreza” el año 2010. 13 Sin embargo, el poco sentido que tiene este tipo
de mediciones de la pobreza relativa aparente se hace evidente cuando
constatamos que en 2007 un luxemburgués se encontraba, según la UE, “en
riesgo de pobreza” pudiendo disponer de un ingreso de hasta 17.575 euros
anuales, mientras que el riesgo de pobreza de un rumano empezaba con apenas
la décima parte, es decir, con 1.765 euros anuales del mismo poder adquisitivo.
Esta forma de definir la pobreza puede llevar a resultados incluso más absurdos,
como ser el poder constatar un gran aumento de la pobreza (relativa aparente)
durante épocas de fuerte disminución de la pobreza (absoluta). Este es, por
ejemplo, el caso de China durante los últimos tres decenios, durante los cuales un
crecimiento económico espectacular ha sacado a más de 600 millones de chinos
de la pobreza (absoluta) pero a la vez, en razón de una mayor desigualdad en la
distribución del ingreso, ha aumentado rápidamente el número de pobres
(relativos). En buenas cuentas, con esta medida de la pobreza relativa aparente
podríamos llegar a considerar al país más pobre de la tierra como un país sin
pobres si su distribución del ingreso fuese lo suficientemente pareja.

3.1.5. Pobreza relativa como privación

Este mismo riesgo corre otro de los enfoques más influyentes sobre la pobreza,
aquel que usa el término de deprivation (privación) para definir la pobreza. 15 Se
trata de una medida relativa, que indica la ausencia de ciertos atributos, recursos o
estatus que otras personas poseen. La privación relativa puede ser definida de

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manera objetiva, como una medición del contenido real o material de ese “tener
menos que otros”, pero también de manera subjetiva, atendiendo
fundamentalmente al sentimiento de tener menos que otros. Como tal podría ser
llamada una medida de la envidia humana y de hecho, aplicando este criterio,
prácticamente cualquiera podría ser definido como pobre. Ahora bien, para
transformar algo tan relativo en un indicador que realmente tenga algo que ver con
la pobreza o la vulnerabilidad se requiere buscar un umbral de privación o de
distancia respecto del nivel de vida normal de una sociedad que impida mínimos
satisfactorios de desempeño o participación social. Peter Townsend apunta al
respecto que es fundamental “definir el estilo de vida generalmente compartido o
aprobado en cada sociedad y evaluar si [...] hay un punto en la escala de la
distribución de recursos por debajo del cual las familias encuentran dificultades
crecientes [...] para compartir las costumbres, actividades y dietas que conforman
ese estilo de vida.”

De esta manera estaríamos prácticamente de vuelta en la pobreza relativa, tal


como por Adam Smith la trató. Sin embargo, el uso de este concepto puede tener
un valor importante si lo aplicamos en el sentido más clásico del término, aquel de
privación relativa subjetiva elaborado por Robert Merton, ya que entrega
elementos importante para entender la dinámica de la formación de la conciencia y
los conflictos sociales, los que parten del sentimiento de privación más que de la
privación o la pobreza en sí mismas. Otro autor clásico que resumió muy bien esta
idea es Karl Marx al escribir: “Sea grande o pequeña una casa, mientras las que la
rodean son también pequeñas cumple todas las exigencias sociales de una
vivienda, pero, si junto a una casa pequeña surge un palacio, la que hasta
entonces era casa se encoge hasta quedar convertida en una choza […] y por
mucho que, en el transcurso de la civilización, su casa gane en altura, si el palacio
vecino sigue creciendo en la misma o incluso en mayor proporción, el habitante de
la casa relativamente pequeña se irá sintiendo cada vez más desazonado, más
descontento, más agobiado entre sus cuatro paredes.”

3.2. Pobreza urbana y pobreza rural

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La tasa de pobreza rural es el doble de la pobreza urbana. Sin embargo, la
pobreza urbana va en aumento. Mientras Latinoamérica la mayoría de los pobres
se concentran en las ciudades, en China, Europa Oriental y Asia central sucede
una ruralización de la pobreza. El alto nivel de pobreza urbana se debe a la
migración de las personas de las áreas rurales hacia las áreas urbanas (búsqueda
de un empleo mejor remunerado, mejor calidad de servicios sanitarios y
educativos). Sin embargo, la urbanización influye positivamente sobre la pobreza
general. Las tasas de pobreza general son más bajas cuanto mayor es la
proporción de población urbana.

La crisis económica de 1995, la falta de dinamismo en la agricultura, el


estancamiento de los salarios y el descenso de los precios reales en este sector,
es lo que provoca aún más la pobreza rural, si a esto le sumamos el bajo costo
que pagan los intermediarios a lo producido por los campesinos, para después
venderlos a costos más altos en zonas urbanas, demerita el trabajo del
campesino. Quien se ve en la necesidad de emigrar a lugares urbanos, dejando
sus tierras sin nadie que las trabaje, aumentando el costo de la agricultura y por
consecuencia el aumento a la canasta básica.

Se considera que la pobreza urbana se mide en las malas condiciones de


vivienda, alimentación, servicios básicos como luz, agua potable, drenaje. El nivel
de vida va de acuerdo a los niveles de ingreso que se tiene por persona, si bien
esta persona no tiene buenos ingresos económicos, habrá carencias para vivir
dignamente, al menos con los servicios básicos para garantizar el bienestar.

Se debe considerar que la pobreza rural no es igual a la pobreza urbana, ya que


en la mayoría de los casos en la zonas rurales no se cuenta con ningún tipo de
servicio, como luz, agua, hospitales. El umbral de la pobreza en las zonas rurales
va más allá de los casos en las ciudades, ya que además la falta de servicios
acrecienta la falta de alimento, debido a que en la mayoría de las zonas rurales los
habitantes dependen de su tierras para cultivar. tomando en cuenta que en

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algunos lugares no hay otra forma de alimentarse, ya que el trabajo es escaso y
los medios para desplazarse son casi nulos.

4. PORQUE EXISTE POBREZA

4.1. Enfoques que acentúan la dislocación estructural

Estos enfoques destacan, en general, la naturaleza disruptiva del desarrollo


capitalista y, en particular, la intensidad del cambio estructural, con su
consecuente impacto social, durante la transición de la sociedad industrial a la
posindustrial. Este tipo de enfoques podría ser llamado schumpeteriano –la
principal metáfora explicativa en esta perspectiva no es otra que el famoso
“ventarrón de la destrucción creativa” de Joseph Schumpeter– y plantea que la
presencia de tendencias a generar situaciones de pobreza, exclusión y
vulnerabilidad es una expresión natural y recurrente de la dinámica esencial del
cambio en una economía capitalista. La base de esta explicación está en el
carácter cíclico del desarrollo de la economía de mercado, que refleja grandes
ciclos de transformación tecnológica que comportan una reestructuración
significativa de las economías y, consecuentemente, de las sociedades modernas.
Por ello es que el elemento recurrente o cíclico es central en este enfoque,
pudiendo el mismo verse agudizado por un elemento transicional de mayor
magnitud asociado al paso a una sociedad posindustrial cada vez más globalizada
y basada en la revolución de las tecnologías de la información. Se trata, en lo
fundamental, de un enfoque optimista acerca del desarrollo contemporáneo, pero
que no deja de ver los costos y las tensiones provocadas por los períodos de
intensa destrucción creativa y cambio estructural. Es a partir de esta constatación
que los defensores de este enfoque a menudo proponen una serie de
intervenciones correctivas o paliativas a fin de aliviar estos costos y tensiones que,
de no ser suavizados, podrían llegar a amenazar la supervivencia misma del
conjunto de la estructura social. En esta perspectiva, la pobreza y la exclusión
social son fenómenos recurrentes y connaturales del desarrollo económico pero

20
no deben llegar necesariamente a plasmarse en una clase o grupo social formado
por personas permanentemente empobrecidas o excluidas en la medida que se
creen mecanismos adecuados para facilitar su salida de estas situaciones. En
otras palabras, se trata de facilitar una gran movilidad social que haga de la caída
en la pobreza o la exclusión una situación meramente pasajera. Esta es, de
hecho, la situación de la inmensa mayoría de las personas que caen en la pobreza
o el paro en economías dinámicas y flexibles. Así por ejemplo, casi dos terceras
partes de los estadounidenses adultos caen en la pobreza por al menos un año en
su vida pero sólo un ínfima parte ellos cae en la pobreza crónica. Como veremos
más adelante, esta ha sido la línea de argumentación predominante, pero no la
única, dentro de la UE y sus antecesoras sobre estos temas.

4.2. Enfoques que enfatizan el dualismo estructural

Estos enfoques pueden ser de naturaleza muy diversa, pero su diagnóstico sobre
lo que son la pobreza y la exclusión social así como sobre sus consecuencias son
mucho más pesimistas que en el caso del enfoque anterior. Esta perspectiva ha
tenido muchos de sus principales exponentes en una tendencia altamente crítica,
a menudo de inspiración marxista, al capitalismo o a la economía de mercado en
sí misma. Lo que aquí se postula es la existencia de una dinámica permanente de
exclusión y polarización que trae a la memoria el diagnóstico de Marx sobre el
futuro del capitalismo. Esta dinámica excluyente y polarizante se daría tanto a
nivel de las economías nacionales como del sistema económico internacional. La
así llamada Teoría de la Dependencia fue el exponente más contundente de este
punto de vista en lo que se refiere a la economía internacional. En el marco de las
economías nacionales avanzadas este enfoque ha estado representado por
diversas teorías acerca del mercado de trabajo fragmentado, segmentado o dual.
Este tipo de enfoques sigue, en lo fundamental, la idea de Marx acerca de la
necesidad de una reserva permanente de trabajo barato y flexible cuya función
sería tanto presionar los salarios a la baja como estar disponible en los momentos
álgidos del ciclo económico. Muchos de los defensores de este enfoque postulan
que los trabajadores en el “Tercer Mundo” así como los inmigrantes provenientes

21
de países pobres forman la columna vertebral de este “ejército de reserva”
estratégico que le ofrece al capitalismo global un bienvenido suplemento de
trabajo barato, utilizable a voluntad y bajo condiciones infrahumanas. De acuerdo
con este enfoque, la exclusión social en los “países ricos” forma parte de una
dinámica global de polarización que, usando las palabras de Anthony Giddens,
puede ser descrita de la siguiente manera: “Las clases marginales (underclasses)
no son sólo bolsones de miseria dentro de las economías nacionales, son también
las líneas de contacto y de choque entre el Tercer Mundo y el primero. El
aislamiento social que separa a los grupos subprivilegiados del resto del orden
social dentro de los países refleja la separación entre ricos y pobres a escala
global y está causalmente unida con esa separación. La pobreza del Primer
Mundo no puede ser abordada como si no tuviera conexión con las desigualdades
a una escala mucho mayor.”

En todo caso, la idea central de estos enfoques radicales es que la pobreza, la


desigualdad y la exclusión social son componentes funcionales del desarrollo
capitalista, generando categorías sociales permanentes y bien definidas, grupos o
regiones excluidas y oprimidas que se encuentran en una situación
diametralmente opuesta al resto de la sociedad o del mundo. Se trata de grupos
excluidos del bienestar y el poder pero a su vez incluidos en el sistema social
como trabajadores explotados o explotables. Al mismo tiempo, estos enfoques
postulan que solamente un cambio radical que afectase a la dinámica misma del
sistema capitalista podría resolver el problema de los oprimidos y excluidos.

Otro enfoque radical, pero que a diferencia del anterior ve la exclusión estructural
como un componente disfuncional del sistema capitalista moderno, es aquel que
hace no mucho popularizó la idea del “fin del trabajo”, es decir, de un cambio
estructural de carácter tecnológico y organizativo dentro del sistema imperante
que llevaría a prescindir del aporte productivo de un número creciente de
personas. Estos marginados formarían una periferia empobrecida y cada vez más
amenazada de una estructura productiva que no los necesita. Jeremy Rifkin
profetizó el advenimiento de “un mundo casi sin trabajadores” y Ulrich Beck

22
pronosticó el surgimiento de “un capitalismo sin trabajo”. Esto llevó a una serie de
pronósticos de carácter abiertamente apocalíptico sobre el destino del mundo,
profetizando un futuro donde la misma supervivencia física de los “prescindibles”
estaba en peligro o un mundo plenamente “brasilianizado”, es decir, brutalmente
dividido entre la superabundancia y la miseria.

La idea de una exclusión estructural permanente no es, sin embargo, propiedad


exclusiva de los enfoques radicales o neomarxistas. Durante los años 90 una
teoría de la exclusión y la underclass basada en argumentos de carácter biológico
fue formulada por influyentes pensadores conservadores. Su expresión más
provocativa fue aquella que le dieron Richard Herrnstein and Charles Murray
(1994) en su libro altamente controversial titulado The Bell Curve, cuyo subtítulo
resume bien el mensaje de la obra: “Inteligencia y estructura de clase en la vida
americana”. La argumentación, tal como la resume Robin Marris (1996) en How to
Save the Underclass es la siguiente: La sociedad del conocimiento que está
reemplazando a la sociedad industrial le da a la “inteligencia innata” y a las
prestaciones educacionales un papel crucial en la determinación de las
posibilidades de las personas de participar en la vida social. Esta es la razón por la
cual estamos presenciando un proceso de profunda división de la sociedad en la
que vemos una nueva “élite de los cerebros” ascendiendo a la cumbre de la
sociedad mientras que una clase marginal o infraclase (underclass) es claramente
discernible en el fondo de lo que cada vez más es una “sociedad meritocrática”.
Esta división puede ser mitigada pero no eliminada en la sociedad moderna. La
clase marginalizada, formada por aquellos que son más y más innecesarios,
aquellos excluidos “por un accidente de los genes, la fortuna o lo que sea”, es un
elemento disfuncional, un peso muerto que debe ser arrastrado, de maneras más
o menos decentes, por el resto de la sociedad.

4.3. Enfoques que enfatizan la exclusión institucional

Estos enfoques subrayan los factores institucionales que estarían generando


pobreza y exclusión. En este caso, lo determinante no es la tecnología en sí ni

23
tampoco el capitalismo, la globalización u otra fuerza semejante. Lo decisivo es el
entorno institucional mediante el cual diversas sociedades se relacionan con los
fenómenos antes mencionados, regulando así el acceso o la exclusión de distintos
grupos sociales a las posibilidades que cada época ofrece. Las formas de
exclusión institucional así generadas pueden ser inducidas o coercitivamente
alcanzadas. El caso de la exclusión institucional inducida fue paradigmáticamente
presentado por Charles Murray (1984) en su famosa obra Losing Ground –
American Social Policy, 1950-1980. Según Murray, el sistema público de ayuda
social (welfare system, según la terminología estadounidense) es el responsable
de que la gente voluntariamente elija tanto la exclusión como la dependencia del
Estado y formas altamente destructivas de vida y organización familiar. Ayudas
sociales excesivas o mal construidas han creado fuertes incentivos a no elegir la
participación laboral o formas de familia más “normales”, es decir, biparentales. El
mismo enfoque ha sido aplicado al caso británico por James Bartholomew (2004)
en su obra The Welfare State we’re in. Según este autor, el Estado del bienestar
con sus sistemas y beneficios contraproducentes es el causante, entre otros
males, del desempleo masivo, de una mayor criminalidad y amoralidad así como
de la disolución creciente de la familia tradicional.

Este tipo de argumentos acerca de una pobreza y marginalidad o exclusión


inducida ha sido criticado pero a veces también complementado desde un punto
de vista institucionalista por un enfoque que pone su énfasis en el elemento
coercitivo o forzoso que conduce a la pobreza y la exclusión. Se trata de
argumentaciones en las cuales estas situaciones no son una opción sino el
resultado impuesto a quienes las padecen por una serie de obstáculos
institucionales creados por coaliciones u organizaciones corporativas que tratan de
defender su propios beneficios o privilegios excluyendo posibles competidores que
pudiesen de alguna manera amenazar su posición en el mercado de trabajo o en
la vida económica y social en general. En teoría económica se conoce esta
situación como un conflicto entre insiders, o grupos establecidos, y outsiders, o
grupos que buscan entrar en un determinado mercado, ya sea laboral o de otro
tipo. Un mercado de trabajo fuertemente regulado es visto, en este enfoque, como

24
un típico ejemplo de la creación de reglas defensivas por parte de las
organizaciones que representan a los insiders a fin de otorgarles una situación
privilegiada respecto de aquellos sectores que pugnan por entrar en el mercado
laboral formal o conseguir formas más estables y mejor remuneradas de trabajo,
como ser inmigrantes o jóvenes. Desde este punto de vista, la pobreza y la
exclusión social son fenómenos que deben ser atacados por medio de reformas
institucionales y legales que eliminen los obstáculos a la creación de mercados de
trabajo más dinámicos, abiertos y menos discriminatorios. Este tipo de análisis
forma la base de aquel diagnóstico que definió el problema del retraso relativo de
Europa occidental respecto a otras economías avanzadas como “euroesclerosis”,
es decir, como un exceso de regulación y rigidez que impedía la rápida
adecuación a las circunstancias siempre cambiantes del mundo actual.
Importantes documentos de la UE, como ser el Libro blanco de 1993 titulado
Crecimiento, competitividad, empleo - Retos y pistas para entrar en el siglo XXI y
la Agenda 2000, han basado gran parte de su diagnóstico sobre los logros tan
poco satisfactorios de Europa en materia de crecimiento económico y creación de
empleo en este tipo de argumentos. En muchos casos, elementos de los tres
enfoques aquí analizados se mezclan de formas muy variadas y a veces incluso
contradictorias. Estos enfoques se ven complementados por diversas hipótesis
explicativas como las que se enumeran a continuación.

5. PRINCIPALES CAUSAS DE LA POBREZA

La pobreza es un mal que cada vez se extiende más. Muchos son los gobiernos
que han intentado e intentan acabar con la pobreza, sin embargo, la realidad
muestra que no se ha erradicado y falta mucho para poder hacerlo. Ahora bien
¿Cuáles son las causas de esta situación y por qué no se podrá eliminar nunca?

Podríamos citar cuatro causas, aunque sin duda a usted le vendrán más razones a
la mente.

25
Una de ellas es el gran crecimiento poblacional. De acuerdo con el Fondo de
Población de la ONU, nacen todos los años 80 millones de bebés, lo cuál indica
que en poco tiempo habrá grandes problemas de vivienda. Ya de por sí, las
ciudades del mundo están superpobladas, así que se espera que para el 2050 la
situación esté mucho peor.

Una urbanización sin límites. Cada vez más las ciudades van creciendo y
creciendo. Ciudades como Sao paulo, New York, Londres y Tokio son vistas como
símbolo de prosperidad y crecimiento económico. Por eso son cada vez más los
que migran a esas ciudades. Como consecuencias, las zonas agrícolas se van
reduciendo, disminuyendo así la cantidad de alimentos.

Los desastres naturales son otra causa. Uno pudo apreciarlo en el caso de Haiti.
O tal vez fuertes lluvias y consecuentes inundaciones que arrasan con las pocas
propiedades que las personas posees. Terremotos, derrumbes entre otros
desastres causan gran dolor a las poblaciones marginales y pobres.

Por último, los conflictos políticos agravan la pobreza. Muchas personas por
causa de enfrentamientos armados deben abandonar sus hogares y vivir como
refugiados en otros lugares, a veces e países distintos donde no cuentan con la
protección que tienen los residentes legales. Algunos viven en casas repletas de
parientes, hacinados y apretados. Otros se han mudado a establos, lugares para
animales sin las condiciones higiénicas necesarias.

Por lo visto, estas cuestiones agravan y profundizan el talón de Aquiles de todos


los gobiernos: la pobreza.

5.1. Causas de la pobreza en las sociedades avanzadas

El redescubrimiento de la pobreza y la existencia de diversas formas de exclusión


o marginalidad social dieron origen a un amplio debate acerca de las causas de
estos fenómenos. Los diversos enfoques planteados toman su punto de partida en
una serie muy amplia de factores explicativos, entre los cuales destacan,

26
combinándose de diversas maneras: el cambio tecnológico, los aspectos
institucionales, los conflictos corporativos y los aspectos culturales. El mercado de
trabajo ha estado en el centro del debate, pero también el Estado del bienestar,
los flujos migratorios, las relaciones étnicas y raciales, la evolución o mejor dicho
la disolución de la familia tradicional y el proceso de formación de subculturas.
Incluso los argumentos de tipo biológico han jugado un papel importante en un
debate que siempre ha tenido fuertes connotaciones político-ideológicas. El tema
más controversial del debate ha sido el concepto de “underclass”, que alude a
sectores degradados y excluidos socialmente que ya no pertenecen a ninguna de
las clases establecidas de la sociedad. Pensadores sociales radicales como
William Julius Wilson y Anthony Giddens lo han usado, pero también críticos
conservadores del Estado del bienestar como Charles Murray. En un intento de
capturar las ideas centrales de lo que ha sido un debate sumamente complejo, en
los acápites siguientes se agrupan las distintas formas de explicar las causas de la
pobreza en las sociedades avanzadas en tres grandes categorías: enfoques que
enfatizan la dislocación estructural, enfoques que enfatizan el dualismo estructural,
y enfoques que enfatizan la exclusión institucional.

6. COMO SUPERAR LA POBREZA

Siempre habrá gente pobre en nuestro mundo. Aunque quisiésemos, no podemos


erradicar ese mal de nuestra sociedad. No obstante, sabemos que la indigencia es
una condición prevenible y alterable. Pero, ¿por qué tiene que ser así? Aunque el
tópico es complejo, la contestación a esa pregunta puede ser simple: Es más fácil
ser pobre que rico.

Somos pobres porque nacimos en la pobreza y no conocemos ni aspiramos a


nada mejor. Los humanos no elegimos el nivel social y económico en que
nacemos. Tal como el nombre y apellido que nos dan al nacer, aunque no nos
guste nuestra situación social, muchos la vivimos en resignación por el resto de

27
nuestras vidas. Hay quienes profesan: “Pobre nací y pobre moriré.” Como
esclavos de la sociedad, no aprovechan las verdaderas oportunidades y viven sus
vidas conformes pero en constante lucha por subsistir. Llenos de lamento, estos
seres rara vez manifiestan aspiraciones u optimismo.

Ya sea por herencia genética o circunstancial, en la mayoría de los casos seremos


tan ricos o pobres como nuestros progenitores. Algunas investigaciones concluyen
que la pobreza es una condición genéticamente hereditaria. Varios estudios
también demuestran que aunque existen otros factores, el éxito de los
acaudalados se debe en gran parte a su creatividad, ética, eficiencia y dedicación
al trabajo.

Aunque no existe una formula mágica para enriquecer, si te propones alcanzar o


mantener tu fortuna, necesitas planear tu vida y trabajar eficiente. Solo así tendrás
éxito, a menos que te ganes la lotería o el Lotto. Hay ingenuos que en vano creen
que el Lotto es una solución económica. La lotería o Lotto es la esperanza de
muchos y la fortuna de una diminuta minoría. No cuentes con el Lotto y mejor
busca tu riqueza en el trabajo.

Si aprendiste a ser pobre y estas conforme con ello, nunca alcanzaras la


independencia económica que destaca a los aventajados. Este artículo no te
garantiza la riqueza, pues tu futuro dependerá de tus decisiones, talentos,
comportamiento y sobre todo, qué tanto quieres trabajar. La intención de los
próximos consejos es mostrarte ejemplos o conceptos de un camino a seguir, y
algunos métodos para vencer obstáculos que seguro encontraras si decides
vencer la pobreza.

28
7. PAÍSES MÁS POBRES POR CONTINENTE

Los tres países más pobres de cada continente. La estadística se basa en el PIB
PPA per cápita (2012):

 América Central:  Haití (1.328 Int$),  Nicaragua (3.325 Int$) y  


Honduras (4.461 Int$).
 América del Sur:  Bolivia (4.996 Int$),  Paraguay (5.294 Int$) y  
Guyana (7.830 Int$).
 África:  República Democrática del Congo (364 Int$),  Liberia (490
Int$),  Zimbabue (516 Int$).
 Asia:  Afganistán (1.008 Int$),  Nepal (1.388 Int$) y  Birmania
(1.394 Int$).
 Europa:  Moldavia (3.540 Int$),  Armenia (5.606 Int$) y  Georgia
(5.629 Int$).
 Oceanía:  Islas Salomón (3.348 Int$),  Fiyi (4.728 Int$) y  Vanuatu
(5.065 Int$).

7.1. ESTADÍSTICAS

Según las estadísticas del Banco Mundial publicadas en abril de 2011 acerca del
cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM):

 De 1981 a 2005 el porcentaje de personas viviendo en la pobreza extrema


(menos de $1,25 al día) bajó del 52 al 26% de la población mundial. La
proyección para 2015 es del 14,4% de la población mundial.
 De 1981 a 2005 el número de personas viviendo en la pobreza extrema
(menos de $1,25 al día) bajó del 1.900 a 1.400 millones. La proyección para
2015 es de 883 millones.

29
 De 1981 a 2005 el porcentaje de personas viviendo en la pobreza (menos
de $2 al día) bajó del 70 al 48% de la población mundial. La proyección
para 2015 es del 33% de la población mundial.
 De 1981 a 2005 el número de personas en la pobreza (menos de $2 al día)
aumentó de 2.500 a 2.600 millones. La proyección para 2015 es de 2.036
millones.
 Según el Banco Mundial esto implica que: "Dos tercios de los países en
desarrollo están bien encaminados o próximos a lograr metas importantes
para erradicar la extrema pobreza y aliviar el hambre." 31 La razón
fundamental de este pronóstico tan optimista es la alta tasa de crecimiento
económico registrada en los países menos desarrollados entre 2007 y 2010
(6,6% anual comparada con 3,2% para toda la economía mundial) y
proyectada para 2011-2014 (6,3% anual comparada con 4,6% para la
economía mundial).

En febrero de 2012 el Banco mundial hizo una nueva evaluación de la situación de


pobreza a nivel mundial. 32 En ella se pudo constatar que el número de pobres en
los países en desarrollo (menos de US$1,25 de igual poder adquisitivo al día) se
había reducido de 1.937.830 personas en 1981 a 1.288.720 en 2008. En términos
porcentuales esto implica una reducción del 52,16% de la población de esos
países en 1981 al 22,43% en 2008.

En términos regionales, el Banco Mundial destaca los siguientes hechos:

 Asia oriental y el Pacífico: En 2008, alrededor del 14% de la población de


esta región vivía con menos de US$1,25 al día, valor inferior al 77%
registrado en 1981, cuando la tasa de pobreza de la región era la más
elevada del mundo. En China, el 13% de la población, o sea 173 millones
de personas, vivían con menos de US$1,25 al día en 2008. Asia oriental
alcanzó el primer Objetivo del milenio (ODM) hace unos 10 años.
 En el mundo en desarrollo excluida China, la tasa de pobreza extrema, en
2008, fue del 25%, en comparación con 41% en 1981. El número de

30
personas que vivían en la pobreza extrema en 2008, en cambio, era
aproximadamente igual al de 1981 (alrededor de 1100 millones), tras haber
aumentado en los años ochenta y noventa y comenzar a reducirse a partir
de 1999.
 Asia meridional: La tasa de pobreza de US$1,25 al día bajó de 61% a 39%
entre 1981 y 2005 y entre 2005 y 2008 se redujo en 3 puntos porcentuales
adicionales. La proporción de la población que vive en la pobreza extrema
es la más baja registrada desde 1981.
 América Latina y el Caribe: A partir de un máximo de 14% de personas que
vivían con menos de US$1,25 al día en 1984, la tasa de pobreza alcanzó su
nivel más bajo hasta entonces (6,5%) en 2008. El número de pobres
aumentó hasta 2002 y ha venido disminuyendo en forma pronunciada
desde entonces.
 Oriente Medio y Norte de África: En la región, 8,6 millones de personas —el
2,7% de la población— vivían con menos de US$1,25 al día en 2008, lo que
representa una disminución respecto de los 10,5 millones en 2005 y los
16,5 millones en 1981.
 Europa oriental y Asia central: Tras haber alcanzado un máximo del 3,8%
en 1999, la proporción de las personas que viven con menos de US$1,25 al
día es ahora inferior al 0,5%. El 2,2% de la población vivía con menos de
US$2 al día en 2008, lo que supone una reducción respecto del valor
máximo de 12% registrado en 1999.
 África al sur del Sahara: Por primera vez desde 1981, menos de la mitad de
la población (el 47% del total) vivía con menos de US$1,25 al día. En 1981
la proporción era del 51%. Dicho coeficiente, en la región, se ha reducido
en 10 puntos porcentuales desde 1999. Entre 2005 y 2008 se redujo en 9
millones el número de personas que vivían con menos de US$1,25 al día.

Otras fuentes indican las siguientes cifras registradas con anterioridad al


desarrollo recién indicado:

 100.000 personas mueren de hambre al día.

31
 Cada 5 segundos un niño menor de 10 años muere por falta de alimento.
 Más de 1.000 millones de personas viven actualmente en la pobreza
extrema (menos de un dólar al día); el 70% son mujeres.
 Más de 1.800 millones de seres humanos no tienen acceso a agua potable.
 1.000 millones carecen de vivienda estimable.
 840 millones de personas malnutridas.
 200 millones son niños menores de cinco años.
 2.000 millones de personas padecen anemia por falta de hierro
 880 millones de personas no tienen acceso a servicios básicos de salud.
 2.000 millones de personas carecen de acceso a medicamentos esenciales

8. BOLIVIA ES UN PAÍS POBRE


El país sudamericano ostenta índices estancados desde hace 20 años en ingreso,
empleo y productividad  SANTA CRUZ, Bolivia.- Bolivia es el país de las
paradojas: tiene los yacimientos más grandes de gas de la región, produce oro,
posee una vasta riqueza cultural y, sin embargo, es el más pobre y estancado. 
Aquí, en el llamado "corazón de la pobreza" latinoamericana, los jefes
de Estado y de Gobierno de 21 países se reunirán en la XIII Cumbre
Iberoamericana en un intento más por aproximar soluciones a viejos problemas
que la retórica no ha podido superar. 

Bolivia, el país más pobre de América del Sur, ostenta índices estancados desde
hace 20 años en ingreso, empleo y productividad, según la Unidad de Análisis y
Políticas Económicas, un organismo oficial. 

Seis de cada 10 bolivianos viven entre la pobreza y la extrema pobreza, con un


ingreso promedio inferior a dos dólares diarios, pero el drama se agudiza en el
sector rural, donde nueve de cada 10 campesinos son pobres o indigentes. 

Los reportes señalan que 60 por ciento de los ocho millones 300 mil bolivianos son
indígenas, que en su gran mayoría habitan en el campo o en miserables zonas

32
suburbanas. 
Según el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), de
Bolivia, en su primer año de gestión, el gobierno del ex presidente Gonzalo
Sánchez de Lozada, (que renunció en octubre del 2003 debido a una crisis social),
fracasó en sus intentos por controlar el déficit fiscal, el creciente desempleo y el
aumento a la deuda externa. 

“Los primeros resultados apuntan a un constante deterioro del sistema, cuyos


efectos negativos recaerán en los miles de desocupados del país que engrosarán
el ejército del desempleo urbano abierto, que este año llegará hasta el 13.5 por
ciento, sostiene el documento de la institución, emitido en agosto de este año. 

La continuidad a las políticas del modelo neoliberal no ha funcionado, añade el


Cedla y precisa: “La situación económica continúa mostrando indicadores
preocupantes como el lento crecimiento de los precios (muy cercano a una
deflación) y el crecimiento alarmante de la desocupación abierta, proyectada a
13.5 por ciento hasta fin de año. Ambas son expresiones de una baja actividad
económica”. 

Como en las gestiones pasadas, "en el 2002 el Producto Interno Bruto


apenas alcanzó la tasa de crecimiento de la población, ubicándose en un magro
2.75 por ciento", continúa el informe. "Esto quiere decir que mientras
sectores como la construcción, el transporte y la extracción de hidrocarburos -
todos ligados al negocio del gas con el Brasil- alcanzaron tasas de crecimiento
importantes, otros sectores productivos como la industria y la minería, tuvieron un
comportamiento miserable que impidió la creación de empleo donde más se lo
demanda: en el mercado interno". 

Para el Cedla los indicadores son el resultado no sólo de la mala gestión de


Sánchez de Lozada, sino que "responden a la aplicación de las políticas de
ajuste estructural que han hecho de la economía extremadamente dependiente de

33
los recursos externos. En los últimos 18 años, los gobiernos han privilegiado a la
inversión externa en desmedro de los productores nacionales renunciando a
fortalecer al mercado interno por una muy discutible concepción
exportadora". 

Esa tendencia de seguir los moldes del ajuste ha conducido, por otra parte, a una
crítica situación en materia monetaria y fiscal. El Cedla analiza que la excesiva
dolarización de la economía "que impide a la moneda nacional jugar algún
papel de importancia -y que en un contexto de crisis se convierte en un elemento
encarecedor del crédito. 

Entre las medidas anticrisis, el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada anunció


la reactivación de la actividad económica a través de la recuperación de la
inversión privada. Al respecto el Cedla afirma que la nacional fue nula en doce
meses, acompañada de una reducción de la inversión extranjera. 

"Pese a un desembolso en este primer semestre, lo que se ha visto es el


resultado contrario: una baja en la ejecución de la inversión pública y un
incremento en la deuda externa boliviana de 194.7 millones de dólares",
apunta el informe de la institución. Al no haber inversión pública, el Cedla presume
que los recursos externos se desviaron hacia el financiamiento del gasto corriente
que cubre salarios del sector público. En medio de este panorama, el sector
menos favorecido por una atrasada y baja ejecución de inversión pública es el
agropecuario. 

autoconsumo vs. hambruna  Para el Centro de Investigación y promoción del


Campesinado (CIPCA), de Bolivia, a 50 años de la reforma agraria, los
campesinos e indígenas del altiplano y los valles bolivianos siguen apostando por
el autoconsumo, mecanismo a través del cual se está tratando de evitar una
generalizada hambruna en el agro boliviano. 
"El único elemento que mantiene a los pequeños productores fuera de los

34
niveles de hambruna son sus altos niveles de autoconsumo. Dependiendo de la
zona y la cultura de los productores, el autoconsumo alcanza entre el 50 y 70% de
la producción agrícola", asegura el CIPCA. 

La evaluación del instituto revela que, pese a cinco décadas de haberse realizado
la reforma agraria, los campesinos e indígenas bolivianos viven una severa
situación de marginación económica, política y cultural, producto de la reducción
de sus ingresos, la pérdida de mercados y de escasas posibilidades de desarrollo. 

A pesar de que la reforma agraria en Bolivia ha contribuido a redistribuir la tierra,


dicha distribución se ha dado de manera desorganizada e irregular, lo que ha
provocado el levantamiento de latifundios improductivos en el oriente y el
crecimiento acelerado de minifundios en el occidente de la nación. 

Para el CIPCA, estos factores negativos se han agudizado con el modelo


neoliberal. 

"Según la propia lógica del modelo neoliberal, los campesinos e indígenas


están predestinados a desaparecer. El Estado no se empeña en apoyarles de
forma alguna y, por el contrario, aumenta cada vez más el ingreso de alimentos
baratos del extranjero que hacen letal competencia a los pequeños
productores". 

Según el instituto, “los pequeños productores agrícolas del altiplano y los valles
han reducido sus niveles de consumo alimentario producto de la mayor pobreza y
una inquietante reducción de ingresos, que algunos expertos creen que fue del
50% en los últimos 20 años. La liberalización de precios, la libre importación y la
falta de apoyo al agro han sido fundamentales para deteriorar la calidad de vida en
el campo”. 

35
Finalmente, cabe señalar que Bolivia es uno de los mayores productores de hoja
de coca -la materia prima de la cocaína- en todo el mundo. 
Un programa de erradicación de este cultivo a cambio de ayuda condicionada de
Estados Unidos ha provocado la ira de muchos de los campesinos más pobres del
país, para quienes la coca es a menudo su única fuente de ingresos. 

Y es aquí, en esta parte del continente, considerada un foco de cultivo de


revueltas sociales, donde los jefes de Estado pasarán revista a la situación de
Iberoamérica. 

Para los cruceños, gentilicio de los habitantes de Santa Cruz, esta será una
Cumbre más, que no remediará nada. 

8.1. LAS CIFRAS HABLAN


Los 5 mas pobres por PBI Per capita (Nominal) 2012:

1- Bolivia 2.493
2- Paraguay 3.357
3- Guyana 3.448
4- Ecuador 4.760
5- Perú 6.070
Los 5 mas subdesarrollados (por IDH):

1- Guyana 0,633
2- Bolivia 0,663
3- Paraguay 0,665
4- Colombia 0,710
5- Brasil 0,718

8.2. POBREZA DESIGUAL

36
CIUDAD DE MÉXICO, 13 de agosto.- La pobreza en México alcanza a 53.5
millones de personas. Sin duda alguna, las causas que la originan son de carácter
estructural, lo cual se expresa en el hecho de que no hay un solo municipio del
país en el que no haya una cantidad significativa de personas que enfrentan las
carencias como una realidad cotidiana.

Asimismo, es de subrayarse que la pobreza impacta en la vida de las personas de


manera desigual. En efecto, no es lo mismo vivir pobre cuando se es niña o niño,
cuando se es una persona adulta mayor o bien, cuando su realidad está
determinada por vivir con algún tipo de discapacidad o por formar parte de una
comunidad o pueblo indígena.

La Medición Multidimensional de la Pobreza, presentada hace dos semanas por el


Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval),
permite visibilizar la complejidad de la pobreza, sobre todo cuando se forma parte
de alguno de los grupos de población señalados, o también, cuando se vive en
determinadas regiones o entidades de la República mexicana.

La desigualdad estatal: Puebla y Guerrero como ejemplo de retroceso

La medición de la pobreza 2012 muestra que hay entidades en franco retroceso, y


que en cierto grado está cambiando rápidamente la “geografía de la pobreza” en el
país. Los casos más emblemáticos de esta realidad son Guerrero y Puebla.

El primero de ellos se sitúa como la segunda entidad con mayor porcentaje de


personas en pobreza en el país. En 2010, 67.6% de su población se encontraba
en condiciones de pobreza multidimensional; para 2012 el porcentaje se
incrementó a 69.7 por ciento.

Por su parte, el estado de Puebla “desbancó” en 2012 a Oaxaca como el tercer


estado con mayores condiciones de pobreza al haber pasado el indicador de
61.5% a 64.5% de personas que viven en pobreza multidimensional.

37
Otro cambio significativo se registró en el estado de Michoacán, el cual ocupaba el
séptimo lugar en pobreza en 2010, descendiendo un lugar en 2012, para ubicarse
como la sexta entidad con mayor proporción de sus habitantes en circunstancias
de pobreza multidimensional. Por su parte, Tlaxcala y Zacatecas se mantienen en
el quinto y séptimo lugar, respectivamente.

Ser niña, niño o adolescente: una dura realidad

Uno de los grupos de población en los que no se reporta ningún avance en


materia de reducción de la pobreza es el compuesto por las personas menores de
18 años. En efecto, según el Coneval, entre las niñas, niños y adolescentes el
porcentaje de quienes viven en pobreza multidimensional se mantuvo inalterado
entre 2010 y 2012, años en los que los datos disponibles muestran que 53.7% y
53.8% fueron contabilizados como pobres, respectivamente.

Esta realidad contrasta con lo que ocurrió entre la población mayor de 18 años,
pues los porcentajes se ubican en 42% y 41.3%; esto es, la realidad para las
niñas, niños y adolescentes es mucho más dura que para aquellos que han
alcanzado la mayoría de edad.

Por otro lado, es importante destacar que entre las personas mayores de edad el
porcentaje de quienes no son pobres ni vulnerables por carencia social se
mantuvo constante en 21.5% entre los años 2010 y 2012; para las niñas, niños y
adolescentes la situación es mucho más crítica, pues sólo 17 de cada 100 son
considerados con un nivel de vida catalogado por el Coneval como de “adecuado
bienestar”.

La discapacidad: el reto cotidiano de la supervivencia

De acuerdo con el Coneval, el grupo en que mayoritariamente crece la proporción


de personas en condiciones de pobreza es el que está integrado por quienes viven
con algún tipo de discapacidad. Según la medición multidimensional de la

38
pobreza, el porcentaje de pobres entre este grupo poblacional pasó de 50.2% a
51.2 por ciento.

En números absolutos esto implica un crecimiento de 2.9 millones a 3.5 millones


de personas, es decir, 600 mil  más en sólo dos años, suma altamente
significativa, sobre todo si se considera que el INEGI estima en alrededor de 7
millones las personas con alguna discapacidad en todo el país.

Debe destacarse además que según los datos del Coneval, sólo 12 de cada 100
personas que viven con algún tipo de discapacidad no son pobres ni vulnerables
por carencias sociales.

Es importante hacer notar también que este grupo de población es el que enfrenta
la mayor problemática en lo relativo al rezago educativo, pues 54.5% de ellos no
ha concluido los estudios de educación básica; lo anterior se debe, en buena
medida, a la ausencia de políticas efectivas de inclusión a la escuela regular de las
niñas, niños y adolescentes con alguna discapacidad, y a la falta también de
infraestructura y herramientas tecnológicas suficientes que garanticen la
accesibilidad de alternativas educativas para las personas adultas.

El mundo rural: décadas de olvido

Vivir en zonas poco urbanizadas sigue siendo sinónimo de mayores dificultades


para tener acceso al bienestar en México. En efecto, mientras que en los ámbitos
urbanos la pobreza alcanza al 40.6% de la población, en el mundo rural el
porcentaje es de 61.6 por ciento.

En números absolutos lo anterior significa que de los poco más de 29 millones de


personas que viven en el campo, hay 16.7 millones que viven en condiciones de
pobreza multidimensional. A ello deben agregarse las profundas condiciones de
privación y vulnerabilidad, pues, de acuerdo con el Coneval, sólo 5.3%, es decir,
apenas cinco de cada 100 personas que viven en el ámbito rural, son
consideradas como no pobres y no vulnerables.

39
Poblaciones indígenas: el peor de los mundos

Si hay un grupo ancestralmente excluido y segregado del bienestar en México,


ése es el de las personas pertenecientes a los pueblos y comunidades indígenas.
En efecto, entre ellos, 77% viven en condiciones de pobreza multidimensional, y
también entre ellos se registra el más alto porcentaje de pobres extremos, con un
indicador de 39 por ciento.

Al igual que en el mundo rural, la profundidad de la pobreza es de una magnitud


inaceptable, pues sólo 3.5% de quienes forman parte de los pueblos y
comunidades indígenas viven en lo que el Coneval ha mensurado como
“condiciones adecuadas de bienestar”.

Entre las personas que forman parte de los pueblos originarios 7.4% vive en
rezago educativo, 82% carece de servicios de seguridad social, mientras que poco
más de 35% vive en condiciones de vulnerabilidad por carencia en el acceso a la
alimentación.

8.3. CIUDADANÍA LIMITADA

La ciudadanía se ha convertido en objeto de reflexión central de las ciencias


sociales y humanas. Este interés viene ligado, en gran medida, a los
cuestionamientos a la modernidad que trajo consigo la ola globalizadora de finales
del siglo XX, particularmente, el crecimiento de las migraciones internacionales.

En las regiones de origen, pensando sobre todo en América Latina, se puede


constatar que la mayor parte de la emigración internacional producida en las
últimas décadas se debe de una u otra manera a un déficit de ciudadanía. Por un
lado, gobiernos militares que violaron derechos humanos, por otro, regímenes
democráticos que han convivido con serias restricciones a los derechos sociales
(altos niveles de indigencia, pobreza, analfabetismo, desempleo, etc.).

40
En los países de destino, la conformación de minorías étnicas ha ubicado en el
“ojo del huracán” del debate social y político la conceptualización moderna de la
ciudadanía basada en el supuesto de un demos culturalmente homogéneo al que
se pertenece por criterio de nacionalidad. Los dos modelos tradicionales que
buscan explicar cómo funciona la adaptación de los inmigrantes han quedado
cuestionados al considerar el proceso dentro del “contenedor” del Estado-nación
(la teoría asimilacionista apunta a una concepción nacional, única y exclusiva de la
ciudadanía, mientras los defensores del pluralismo étnico reclaman una
concepción multicultural). Mientras tanto, la reciente teoría de espacios
transnacionales ha sugerido una concepción transnacional de la ciudadanía
(PNUD, 2004), pero aún no ha hegemonizado el debate.

Estos cuestionamientos serán objeto de análisis en el presente artículo a partir de


un estudio de caso: la migración de argentinos a España en las últimas tres
décadas. Durante ese período, los flujos se pueden dividir en dos “ciclos”: el exilio
producido durante la última dictadura militar (1976-1983) y la emigración de
trabajadores que comienza a adquirir relevancia a finales de la década de 1980 y
se consolida a partir de 2001.

En lo que respecta al país de origen atenderemos a la base institucional de la


ciudadanía, o sea, al conjunto de derechos y obligaciones de los miembros de la
sociedad política. Esta opción se basa en la hipótesis de que la emigración
internacional ha sido una estrategia personal y familiar para superar la
postergación, cuando no omisión, de derechos contenidos en la noción “ortodoxa”
de ciudadanía (Marshall, 1965). Además, en la medida que el desplazamiento
afecta a la identidad del migrante, el análisis se extendió a las adscripciones
identitarias que vinculaban a los migrantes con la nación, a saber: militante-
represaliado en el caso del exilio e integrante de clases medias y descendiente de
europeos en el de la migración económica.

En cuanto al país de destino, centraremos nuestra atención en cómo el proceso


migratorio incide sobre las identidades ciudadanas, cómo reconstruyen los

41
migrantes argentinos su sentido de pertenencia social y simbólica en el
contrapunto entre lo viejo y lo nuevo. En términos prácticos, implica discutir las
opciones dilemáticas de dejar de ser de “allá” para comenzar a ser de aquí (como
plantea el asimilacionismo), ser de “allá” estando “acá” (es decir, ser un
“transplantado”, como sugiere el pluralismo étnico), sentirse parte de las dos
sociedades (transnacionalismo).

Para garantizar el anonimato de los entrevistados, todos los nombres utilizados en


el artículo son (...)

Las fuentes orales que sirven de sustento empírico a este trabajo consisten en 60
entrevistas abiertas semidirectivas a migrantes residentes en la ciudad de Madrid
(18 entrevistas corresponden a ex-exiliados y 42 a migrantes económicos)2. El
trabajo de campo fue complementado con observación participante en espacios de
sociabilidad de la comunidad argentina en Madrid.

En origen: déficit en la ciudadanía

Violación de los derechos civiles y políticos bajo la dictadura

En la Argentina de los años 70 se produjeron los exilios más masivos de su


historia reciente. La violencia política exacerbada por las Fuerzas Armadas derivó
en  terrorismo de Estado y culminó con la extinción física o la migración forzada de
los “derrotados”. La práctica represiva, ilegal, clandestina y generalizada, se
extendió contra un enemigo interno genéricamente definido bajo el título de
“subversión” (Calveiro, 2005), lo cual hizo que la amenaza de muerte se
extendiera “capilarmente” a toda la sociedad. Como relata Patricio, encarcelado
antes de exiliarse en España, nadie podía saber quién sería la próxima víctima:

Yo estuve con gente torturada por tener barba y por una denuncia que no tenía
absolutamente nada que ver (…) Y de casos de gente que no tenía absolutamente
sin ningún tipo de vínculo con la política había un 25 %, o un 30 %. Otros que eran
hermanos de alguien, primos de alguien o que estaban en la agenda de alguien.

42
Había muchos casos de gente denunciada por diversos casos, celos, envidia, etc.
(Patricio, 56 años, Madrid, setiembre de 2003).

La estrategia deliberada del terrorismo de Estado tuvo en el miedo un aliado. Así


lo constatamos en los testimonios de los exiliados, bien como fruto de la
persecución directa, bien a consecuencia del clima de hostilidad generado en el
entorno social. Si Jensen (2007: 35) pone énfasis en la dimensión política del
exilio en tanto modalidad represiva, es en este ambiente de inseguridad en el que
el asedio de la muerte fue un “argumento” legítimo a favor del exilio:

Después de vivir un poco en una situación de clandestinidad en Argentina, o


semiclandestinidad, al final opté por el exilio a finales del 76 tomé la decisión de
marcharme (…) la decisión se reveló como acertada si tenemos en cuenta que el
16 de enero del 77, dos semanas después de que yo me marché, la casa en la
cual vivíamos en Buenos Aires fue asaltada por el ejército, fue allanada y Patricio
desapareció. Es uno de los desaparecidos. Si hubiera demorado uno días más mi
decisión de marcharme no estaríamos hablando hoy aquí (Eusebio, 57 años,
Madrid, abril de 2002).

Deterioro paulatino de los derechos sociales bajo la democracia

La migración económica fue la búsqueda de una solución individual y familiar al


desclasamiento que afectó a sectores cada vez más amplios de la sociedad y
frente al cual el Estado ofrecía cada vez menos paliativos (Schmidt, 2004;
Castellanos Ortega, 2006; Esteban, 2007). La amenaza de caer en el grupo de los
“nuevos pobres” y el miedo al desamparo, a “la pobreza de futuro” (Minujin y
Anguita, 2004: 17-34), jugaron un papel fundamental en los desplazamientos. Los
testimonios recogidos expresan una sensación compartida de hartazgo y
desencanto, fundamentada en padecimientos diversos que afectaron la vida
cotidiana:

Y bueno, económicamente se estaba muy mal  (…) la gente muy desesperada,


porque se tenía que manejar con 250 euros por semana, cosa que no alcanzaba

43
para sus... porque de golpe tenían que vivir con eso, pero tenías que cubrir tus
cuentas: pagar tus deudas, tus créditos, tu comida, tu alquiler... Y la gente
desesperada porque no podía sacar su dinero, o sea, no lo podía usar (...)
Internamente, dentro del país, muchos desabastecimientos, también mucha
necesidad de la gente, necesidad de salud, de comida, carencias en los hospitales
(Néstor, 34 años, Madrid, febrero de 2003).

Esther se refiere a la falta de cobertura de las prestaciones sociales del Estado,


como el acceso al sistema de salud. Acto seguido se explaya en la limitación del
acceso a la propiedad, de disponer de los ahorros y a la imposibilidad de ejercer el
derecho al trabajo. Finalmente, se refiere al estupor que le produjo contemplar
cómo sus vecinos buscaban comida entre la basura:

Entonces, sí, una gran desprotección en todo lo que era salud, todo lo que es
salud pública. No había absolutamente ninguna atención en los hospitales
públicos. No por mala voluntad de los médicos y enfermeras. Sino que no tenían
algodón, no tenían alcohol, no tenían nada. Y una desprotección en todos
sentidos. Es decir, en momento en que todos los ahorros que uno tenía en el
banco no los podía sacar, no los podía disponer (…) La verdad que era una
situación caótica totalmente. Es decir, uno se sentía asfixiado por querer trabajar y
no poder, querer sacar dinero del banco y no poder, querer atenderse y no se
podía. Era como que lo más esencial que uno necesita en la vida no lo podía
tener. (…) Gente de buen nivel le cuesta, aun hoy, comprar la comida. Y uno dice:
‘Si así está alguien que tiene un buen nivel, cómo tendrán que estar los demás’.
No tienen que comer.  Y es la primera vez en mi vida que veía gente revolver la
basura  para sacar comida. Y gente no del todo mal vestida. Eso es gente que era
de clase media-baja que, evidentemente, ha bajado varios escalones (Esther, 40
años, Madrid, febrero 2003).

Identidades ciudadanas: represaliados, “clasemedieros” y descendientes de


europeos

44
Aunque pasaron más de 20 años desde el fin de la dictadura, los exiliados
continúan identificándose como represaliados. La experiencia exiliar fue un cambio
vital definitivo que aparece en los relatos como la punición más benévola de las
posibles, pero también como un castigo interminable:

Lo que pasa es que a la larga, el precio que pagan los exiliados, no sé si es mayor
o menor, pero es un precio muy fuerte. El desarraigo, aunque uno lo tenga como
hasta una figura retórica, se paga fuerte, es una cosa de mucho calado. (…) Yo
creo que uno termina no perteneciendo a ningún lado. Uno termina siendo un
apátrida, en el sentido casi literal del término (Matías, 61 años, Madrid, abril 2002).

Además, el flujo de exiliados presenta una triple pertenencia identitaria: a las


capas medias de la sociedad argentina y al elemento europeo (descendientes
mayoritariamente de italianos y españoles). Estas últimas compartidas con los
migrantes por motivos económicos, como se verá enseguida.

En la concepción de la ciudadanía en tanto práctica frente al Estado se observan


notables diferencias entre exiliados y migrantes económicos. La más significativa
en este caso es que los primeros participaron en Argentina de un proyecto
colectivo de transformación social que bregaba por la igualdad y la justicia, aunque
lo hacía desde posicionamientos distintos al de la democracia liberal (en el
horizonte del socialismo la ciudadanía era considerada parte del “engranaje
capitalista”). En cualquier caso, después del proceso de democratización no se
volvió a articular ningún movimiento de transformación de similar influencia social.
De hecho, la militancia política es un rasgo poco frecuente entre los migrantes que
llegaron en oleadas posteriores.

Para profundizar en la relación entre ciudadanía y consumo ver García Canclini,


2001.

Los entrevistados del flujo económico no creen en el ejercicio de la ciudadanía


como representación de una opinión pública ni en la “acción directa” que se
practicaba en los 70, sino en un ejercicio que los (re)presenta sobre todo como

45
consumidores interesados en disfrutar de una determinada calidad de vida3. Este
pasaje se manifiesta, por ejemplo, en la definición de España como “Primer
Mundo”, un significante que expresa, entre otros “encantos”, la posibilidad de
poseer aquello que se desea; en contraposición con Argentina que ya no se
percibe como una tierra en transformación que ofrece oportunidades de progreso,
sino de frustración y desencanto.

Con individualismo negativo nos referimos a la idea de Castel (1995) según la cual
la cohesión soc (...)

Investigaciones precedentes (Schmidt, 2004; Novick, 2007) explican esta actitud


de los migrantes a partir de subjetividades caracterizadas por un “individualismo
negativo” que pueden inscribirse en el proceso de descolectivización que
caracterizó la profunda transformación de la estructura social argentina durante las
últimas décadas Un proceso que también debilitó los lazos simbólicos que
sostenían esa comunidad imaginada que es la nación (Anderson, 1991). De ahí
que el abandono de la comunidad política y moral, no haya sido un acto dilemático
entre los migrantes, en la medida que lo fue para los exiliados, ni desatara un
conflicto entre “los que se fueron” y “los que se quedaron”.

La estabilización económica de los primeros años 90 había permitido a un amplio


abanico de sectores medios recuperar parte del nivel de consumo que habían
perdido en la “década perdida” de 1980. Esta situación generó confianza en el
sistema político y legitimó el modelo de desarrollo neoliberal que éste había
implementado a partir de 1991. El estallido de la crisis en diciembre de 2001 dejó
al descubierto los costos sociales de ese modelo y su inviabilidad. Millones de
ciudadanos perdieron derechos básicos y el contrato social resultó seriamente
dañado. La responsabilidad por “los platos rotos” fue trasladada a los
representantes políticos, y encuadrada en una explicación del declive centrada en
la crisis de la política. Dicha crisis se expresa en la separación entre los problemas
que los ciudadanos reclaman resolver y la capacidad de la política para
enfrentarlos.

46
Hubo ciertos años de estabilidad, en el sentido de decir que la gente podía
acceder a créditos, se podía comprar su casa, se podía comprar su auto, la gente
empezó a confiar, bueno se dio todo eso. Entonces, a la gente se le dio cierta,
este..., bienestar. (…) Yo también estaba contento porque pude acceder a algunas
de esas cosas. Este..., pero por lo que vemos hoy día, era todo una farsa, porque
bueno, si bien no dio ese bienestar, pero también nos hundió a lo que estamos
hoy por hoy (…) veo que hubo mucha corrupción en su gobierno, mucho robo,
pero mucho robo (Néstor, 34 años, Madrid, febrero de 2003).

La clase media reunió entre sus características los principales elementos que
configuran la identidad del ciudadano argentino: el acceso a la cultura, su
vinculación con el desarrollo del Estado, que incide sobre el empleo público, la
industrialización sustitutiva de importaciones y la educación (Minujin y Anguita,
2004: 24), a los que habría que agregar la ascendencia europea. Los
entrevistados se adscriben a familias de origen europeo que lograron cumplir el
sueño de “hacer la América” del ancestro inmigrado: el ascenso social gracias al
esfuerzo personal y al aprovechamiento de las oportunidades. Así, la migración
pudo ser resignificada como un retorno a la tierra de los abuelos o, en los casos
donde no existía ascendencia española, como viaje hacia un lugar previsible. El
imaginario construido en torno a la afinidad cultural entre argentinos y españoles
alimenta la idea de que van a ser bien recibidos y muchos describen la migración
como un proceso para recobrar las raíces “gallegas”, como una búsqueda de la
propia identidad.

Pérdidas y adquisiciones en la ciudadanía a partir de la migración

Estatus jurídico

Ley 118/1969, de 30 de diciembre, y Orden Ministerial del 15 de enero de 1970.

La ausencia de una política restrictiva de inmigración, sumado a la discriminación


positiva de una legislación que eximía a los iberoamericanos de la obligación de
poseer permiso de trabajo y permanencia5, explican que en los testimonios del

47
exilio no haya pruebas de que la entrada al país, residencia y desempeño laboral
en Madrid ocasionaran problemas.

Los inmigrantes en situación irregular estimados en 2002 alcanzaron el 74,5 % del


conjunto de la p (...)

A primero de enero de 2008, el 32 % de la población de origen argentino residente


en España tenía (...)

En cuanto a las situaciones jurídicas de los migrantes económicos que


participaron de la muestra, la mayoría ingresaron como turistas (el pasaporte
argentino da derecho a una estancia máxima de tres meses, sin necesidad de
visado, pero debiendo acreditar medios económicos suficientes para sustentarse)
y residieron luego en situación irregular Otro grupo emigró con ciudadanía  de un
país de la Unión Europea, principalmente España e Italia Se trata de
descendientes de antiguos emigrantes europeos a la Argentina que recuperaron la
ciudadanía de sus ancestros. Esta situación eximió al migrante de la política
migratoria española. Un estatus jurídico que si bien los incorpora a la comunidad
política no operó como un mecanismo de reconocimiento de la comunidad moral:

Yo lo único que creía era que se me iba a hacer más fácil por tener familiares. No,
no se dio. Porque me dijeron ellos: ‘Tus abuelos se fueron. Nosotros nos
quedamos, resistimos y hoy estamos bien. Ellos se fueron para allá y ustedes no
supieron cuidar lo que tenían. Por eso están mal. Volvete a tu país, que ya se va a
arreglar. Andate para allá’ (Bernardo, 55 años, Madrid, junio de 2002)

¿Recuperación de los derechos sociales?

Sobre los distintos contextos de recepción a la inmigración latinoamericana en la


España ver Herra (...)

Los exiliados arribaron en un momento favorable para la incorporación a


ocupaciones calificadas debido al incremento de la demanda y la escasez de
trabajadores cualificados. De este modo, y aunque algunos hayan experimentado

48
situaciones de precariedad, la mayoría se incorporó rápidamente al segmento
primario del mercado de trabajo Para muchos exiliados la “adaptación” comenzó
por el regreso a las aulas, retomando o iniciando estudios universitarios o
terciarios, aprovechando el proceso de profesionalización de los puestos de
trabajo que se estaba produciendo en ese momento.

En cuanto a los migrantes económicos, hemos constatado cierto desencanto entre


las expectativas y las experiencias, anunciados por investigaciones previas
(Novick, 2007; Esteban, 2007; Castellanos, 2006, entre otros). Los empleos
demandados por la economía española a los cuales accedían los inmigrantes se
encuentran en el segmento secundario de un mercado de trabajo segmentado, y
se caracterizan por malas condiciones laborales (temporalidad, bajos salarios,
inseguridad, etc.): camareros, ayudantes de cocina, servicio doméstico y cuidado
de ancianos, teleoperadores, comerciales, administrativos en empresas,
profesores en academias privadas. Los testimonios revelan además que la
posesión de la nacionalidad comunitaria o un permiso de trabajo y residencia, sólo
suponen una posibilidad de movilidad ascendente y no la garantía de concretarla,
como se suponía al principio de la migración. Por ello, cuando se lograba salir de
la “irregularidad” y no se accedía al empleo deseado se generaban grandes dosis
de frustración.

Cuando intentaba trabajar como comercial, como analista de sistemas (…) o como
un comercial, como un profesional de la venta, con 60 y pico de años, este, lo que
te pueden ofrecer… yo iba y decía: ‘Escúcheme, yo soy español’. ‘Y a mí que me
importa. ¿Tiene documentos?’. ‘Y claro, si soy español. Acá tengo el DNI
[Documento Nacional de Identidad]…’. Y yo pensaba que eso aquí en España era
una ventaja (Lucas, 66 años, Madrid, febrero de 2003).

Otra de las circunstancias que limitan la ciudadanía es el difícil acceso a la


vivienda en Madrid: precios exorbitados, exigencia de avales bancarios, nómina
fija, pago de seis meses por adelantado, etc. La mayoría de los entrevistados de la
migración reciente cohabitan una misma vivienda, generalmente con otros

49
inmigrantes, para abaratar el costo del alquiler. Esta situación era un grave
problema para quienes migraron con sus hijos y es resignificada como un
descenso social por una población que comúnmente habitaba viviendas propias
en Argentina (en régimen de arriendo o propiedad). Elisa, por ejemplo, pidió ayuda
al servicio social:

Y yo me fui a hablar con la asistente social, de los del servicio social (…) del
ayuntamiento, y entonces le dije: ‘¡Lo que a mí me preocupa no sólo es que no
voy..., no tengo lugar dónde vivir, sino que mi hija de siete años tiene que empezar
la escuela, y yo no sé dónde empadronarme (…). Pero que no tengo piso, y no
encuentro piso, y que me dijeron: ‘En Arganda no hay pisos en alquiler, porque es
que no hay’. ‘¿Qué hago? ¿El ayuntamiento o alguien me puede dar una vivienda?
¿Una habitación? ¿Algo para que vaya con mi familia?’. Y me dijo: ‘No, no, nada.
Tu hija la pones en una escuela de (…) en un internado. Dice: ‘Es que tu hija no va
a estar en la calle. La pones en un internado, por un tiempo (Elisa, 42 años,
Madrid, septiembre de 2002).

En la percepción de los entrevistados, el sistema educativo español deja mucho


que desear. Una valoración especialmente importante tratándose de uno de los
bienes públicos más valorados por la clase media, en la medida que es un
instrumento imprescindible para sus aspiraciones de movilidad social. Sin
embargo, el acceso a los servicios de salud pública, otro de los pilares
fundamentales de los derechos de ciudadanía, es valorado de manera positiva en
más de un testimonio. En resumen, el disfrute de la ciudadanía social se enfrentó
a múltiples limitaciones y si bien los inmigrantes llegaron a un Estado de Bienestar
más extendido y eficiente, en cierta medida también fue más ajeno.

Reconstrucción del sentido de pertenencia

La reconstrucción de la identidad de los exiliados es, habitualmente, un proceso


más amplio y complejo que el de los migrantes económicos porque tiene
características propias que imprime la violencia política (Del Olmo, 1989). Proceso
imposible de abarcar aquí, pero en el que destacan dos sentidos de pertenencia.

50
El primero es el de la militancia antidictatorial. Los exiliados desplegaron
actividades tendentes a influir en el devenir de la política argentina, destacando la
denuncia de violaciones de derechos humanos, labor que se prolonga más allá del
retorno democrático. Esas actividades, que podrían ser clasificadas como
espacios políticos transnacionales (Esteban, 2010), contribuyen a fortalecer un
ejercicio de la ciudadanía con anclajes tanto en España como en Argentina.

En segundo lugar, otros argentinos sintieron ante todo la necesidad de insertarse


en la sociedad española y participar de sus cambios:

Entonces yo acompañé y viví plenamente en la universidad la transición


democrática. Muchos profesores marxistas en la universidad, recuerdo que tenían
que ver con lo que había sido la resistencia contra el franquismo y de alguna
manera conocían lo que estaba pasando en Latinoamérica. Es decir, la realidad
latinoamericana no era algo ajeno a la universidad. Y fue muy interesante la
experiencia de estudiar en un ámbito abierto, que se estaba abriendo, como era la
universidad española de fines de los 70, es decir, estaba en plena ebullición.
Nuevas incorporaciones, nuevas ideas, el Estatuto de autonomía, la Constitución
del 78, es decir, todo eso yo lo viví plenamente, desde adentro (Hugo, 46 años,
Madrid, julio de 2001).

Los migrantes económicos partieron con expectativas de asentamiento definitivo,


lo cual trae aparejado una actitud proactiva para la inserción social. Pero a pesar
de los esfuerzos que realizaron para hacerse amigos españoles, los resultados no
fueron los esperados. La tan mentada cercanía cultural no eliminó las barreras
hacia los que, con frecuencia, eran considerados como intrusos.

Por otro lado, la partida no implicó, para los migrantes económicos, cortar los
lazos con Argentina, como lo demuestra el contacto cotidiano con los allegados.
Muchos tienen el deseo de poder seguir participando de la vida cotidiana de su
círculo social en Argentina (familia, amigos), al tiempo que se construían un nuevo
entorno en España. Con todo, sería difícil apuntar al desarrollo de una ciudadanía
transnacional, pues las prácticas remiten más a estrategias de refugio en la esfera

51
privada que a actuaciones frente a los Estados: por un lado tienen la sensación de
que Argentina los expulsó y por otro que en España no son bien recibidos, lo que
debilita el sentido de pertenencia nacional. Frente a los límites de esa forma
altamente institucionalizada de solidaridad que es la ciudadanía, los migrantes
recurren a las redes sociales de apoyo que se articulan entre origen y destino, no
sólo para el traslado, sino también para el proceso de adaptación en Madrid.

Consideraciones finales: una ciudadanía limitada

La perspectiva histórica de 30 años ofrece algunos elementos para pensar los


“derroteros” que, en un futuro, pueda seguir la ciudadanía y señalar tendencias, en
Argentina y en España. En origen se ha recuperado la ciudadanía civil y política:
hubo una restauración del Estado de derecho, al menos en el plano formal. Pero,
al mismo tiempo, el deterioro de la ciudadanía social que comenzó con la
dictadura militar y se profundizó en la década de 1990, alcanza aún hoy niveles
intolerables. La extensión de la pobreza y la desigualdad social continúa privando
del acceso al bienestar material a una gran parte de la población, incluso sectores
antes adscriptos a las clases medias. Esta realidad, contrastable en los
indicadores socioeconómicos, aparece –tal y como hemos descrito en este
trabajo- en las argumentaciones de los entrevistados cuando intentan explicar las
razones de su decisión de emprender un proyecto migratorio, articulada a una
pérdida de confianza en el Estado, una “devaluación” de la “ciudadanía integral”
(que incorpore armoniosamente derechos civiles, políticos y sociales en un
conjunto indivisible y articulado) y una crisis de los vínculos con la Nación. ¿Para
qué necesitamos al Estado si en realidad no somos ciudadanos?, se preguntaban
los emigrados. De esta manera, manifestaban “déficits” en dos percepciones de la
ciudadanía: la noción “clásica” de Posguerra basada en el reconocimiento de
derechos por los aparatos estatales, junto con otra acepción cultural de la
ciudadanía definida por prácticas sociales y culturales que se aplican a la
satisfacción de las necesidades materiales y que dan sentido de pertenencia o
hacen sentir diferentes a quienes poseen los mismos derechos formales. Por

52
tanto, en la medida que estos déficits de ciudadanía no se corrijan, es factible que
continúe la emigración internacional.

En destino, al contraponer el acceso a los derechos de ciudadanía de exiliados y


migrantes económicos observamos que las diferencias sustantivas deben
adjudicarse a los distintos contextos de recepción: la España en vías de desarrollo
que “despertaba” de la dictadura franquista y la sociedad opulenta que ingresó al
S. XXI.  Asimismo, los vínculos de pertenencia que pudieron establecer los
migrantes también estuvieron condicionados por los mismos contextos: una
sociedad en ebullición que demandaba más o menos lo mismo que los exiliados
en Argentina: justicia, libertad, bienestar social, igualdad, democracia;  en cambio
los migrantes económicos llegaron a una España que si bien estaba recibiendo a
millones de inmigrantes, el lugar que el mercado laboral había reservado para
ellos –los puestos de trabajo de peor calidad, temporales y los que ofrecían
salarios más bajos- no era el que se habían imaginado ni les permitía recuperar la
ciudadanía perdida: las expectativas de participar del bienestar de la sociedad
española se revelaron lejanas.

La identidad pseudo europea anclada en el imaginario argentino –que les aleja de


la latinoamericana- es producto de la migración de masas del siglo XIX. Por eso
cuando los argentinos llegan pensando que son “primos lejanos”, e inclusive
pueden estar en posesión de un pasaporte comunitario, se encuentran con que se
enfrentan a la misma sospecha y rechazo que otros inmigrantes procedentes de
países pobres en una sociedad orgullosa de haber accedido al desarrollo
económico durante las últimas décadas.

Al mismo tiempo que la cuestión del estatus jurídico se tornó central en el debate
público y en las preocupaciones de los migrantes recientes, se vislumbra que la
“base material” de la ciudadanía aparece cada vez más disociada de la “formal”: el
estatus de ciudadano no garantiza el acceso a los derechos sociales, mientras la
ausencia de ciudadanía formal no impide que los inmigrantes se sientan
ciudadanos una vez que alcanzaron derechos sociales y cierto nivel de consumo.

53
Igualmente, la participación política aparece disociada de los derechos.
Observamos que, aún en el supuesto más favorable en cuanto al disfrute de
derechos sociales, el sentimiento de inclusión no es completo. Los procesos de
adaptación no parecen tender a la asimilación, al contrario, encontramos un
reforzamiento o incluso descubrimiento de la identidad argentina frente a la
europea o española.

Finalmente, hallamos otra “opción identitaria” ausente en los modelos teóricos,


pero frecuente entre los migrantes entrevistados: “ser de ninguna parte” (no
ciudadanos). Es una situación de pérdida de pertenencia a la comunidad de origen
y a la vez ausencia de lazos simbólicos con la nueva comunidad de destino. Un
tema que merecerá mayor atención en el futuro, pero que sin duda refuerza lo que
venimos apuntando más arriba: la ciudadanía tiende a alejarse cada vez más del
modelo primigenio de la modernidad y el interrogante de cómo (re)producir la
Nación continúa sin respuesta.

8.4. ESTADÍSTICA DE BOLIVIA

Instituto Nacional de Estadística (Bolivia)

Instituto Nacional de Estadística

Logotipo del Organismo

Información

Acrónimo INE

Fundación 1936

Ámbito Bolivia

54
9. DEPARTAMENTOS POBRES

Es un Organo Ejecutivo del Sistema Nacional de Información Estadística de


Bolivia, tiene las funciones de: relevar, clasificar, codificar, compilar y difundir, con
carácter oficial, la información estadística del país.

El D.L. No. 14100 es el instrumento legal que norma el funcionamiento actual del
Instituto Nacional de Estadística de Bolivia, INE.

El origen del Instituto Nacional de Estadística se remonta al año 1863, cuando se


crea una sección en el Ministerio de Hacienda llamada Mesa Estadística, que el
año 1896 se denomina Oficina Nacional de Inmigración, Estadística y Propaganda
Geográfica. Posteriormente, esa dependencia pasa a ser la Oficina de Estadística
y Presupuestos dependiente del mismo ministerio.

El 14 de enero de 1936, durante la presidencia de José Luis Tejada Sorzano, se


funda la Dirección General de Estadísticas y Censos, que se convierte el 30 de
abril de 1970 en el Instituto Nacional de Estadística (INE), que tiene como una de
sus tareas fundamentales producir y procesar la información estadística
económica, social, demográfica y cartográfica estadística de Bolivia.

La Ley del Sistema Nacional de Información Estadística (SNIE) - DL 14100 de 5


de noviembre de 1976 - confiere al INE la responsabilidad de dirigir, planificar,
ejecutar, controlar y coordinar las actividades estadísticas del Sistema; promover
el uso de registros administrativos, tanto en oficinas públicas como privadas, para
obtener datos estadísticos; además de capacitar recursos humanos y crear la
conciencia estadística nacional. En este contexto, el INE se ha estructurado
orgánicamente para realizar su trabajo y cumplir con sus objetivos institucionales.

55
El Dane presentó ayer el informe sobre el comportamiento de las dos variables
durante el año anterior.

Chocó, Cauca, Córdoba, La Guajira y Magdalena, en ese orden, son los


departamentos más azotados por la pobreza de su población.

Cualquiera de las primeras cuatro entidades territoriales tiene por lo menos cinco
veces más habitantes en situación de pobreza que Bogotá, lo que refleja la
desigualdad en el desarrollo de las regiones en Colombia.

Lo anterior también se corrobora cuando se comparan con los departamentos que


tienen la menor incidencia de ese indicador: Bogotá, Santander, Cundinamarca,
Antioquia y Valle.

De acuerdo con la información del Dane para el 2012, la capital colombiana


registró una pobreza de 11,6 por ciento, seguida muy de lejos por Santander, con
20,8 por ciento, mientras que en el extremo opuesto se situaron Chocó y Cauca,
con 68 y 62,1 por ciento, respectivamente.

De los 24 departamentos (incluida Bogotá) que examina la entidad, 10 estuvieron


por debajo del promedio nacional de pobreza, que fue de 32,7 por ciento.

Entre el 2011 y el 2012 hubo entidades que presentaron una mejoría en esas
tasas al tiempo que otros empeoraron.

Nuevamente aparece Chocó, que más que duplica la tasa de pobreza promedio
para todo el país, como el departamento donde más aumentó este flagelo: cuatro
puntos porcentuales, a diferencia de Magdalena, que registró la mayor caída: 5,2
puntos porcentuales.

El departamento del Atlántico, que ocupa el octavo lugar entre los de menor
pobreza, tiene su línea de pobreza en 220.510 pesos (el máximo ingreso
monetario de una persona en el mes para ser clasificada como pobre), 18.427
pesos por encima del promedio nacional.

56
En la otra orilla se encuentra Cauca, con una línea de pobreza de 168.312 pesos,
es decir, 33.771 pesos por debajo del promedio de todo el país.

Donde más aumentó ese límite el año pasado fue en Santander (4,9 por ciento)
mientras que la situación contraria se presentó en Bogotá: 3 por ciento.

La pobreza extrema departamental, en la cual se cae si el máximo ingreso


mensual de una persona fue de 91.207 pesos en el 2012, es una copia fiel de lo
sucedido con la pobreza, por lo menos donde tiene mayor incidencia: Chocó (40,7
por ciento), Cauca (34), La Guajira (27,7), Córdoba (27,3) y Magdalena (17,4),
mientras las que tiene tienen la menor tasa de indigencia la registran Bogotá (2
por ciento), Santander (4,6 por ciento) y Atlántico (4,7 por ciento).

El promedio nacional se situó en 10,4 por ciento.

10. PRINCIPALES CAMBIOS


Proceso de cambio en Bolivia, avances y desafíos

El proceso de cambio en Bolivia puesto en marcha durante el ciclo rebelde 2000-


2005[1] y cristalizado en la victoria electoral de Evo Morales y el MAS en
diciembre de 2005, avanza, a pesar de las contradicciones inherentes a la gestión
de la herencia de un Estado colonial y neoliberal, profundizando una revolución
política y descolonizadora, que cuenta con numerosos avances, pero sobre todo,
innumerables desafíos para el ciclo 2013-2014 si miramos el corto plazo, y el ciclo
hasta 2015-2025 en un mediano plazo.

No hay ninguna duda de que durante el primer periodo de gobierno del MAS 2005-
2009[2] se cumplió el programa electoral con que los subalternos habían
conquistado el gobierno, con dos referentes principales, nacionalización de los
hidrocarburos y convocatoria de una asamblea constituyente.

De hecho, no sólo se cumplió la Agenda de Octubre -el programa de demandas

57
con el que las mayorías sociales llegaron al Palacio Quemado[3]- sino que se
deshizo el empate catastrófico que suponía haber llegado al gobierno pero no
tener el poder real, todavía en manos de las élites económicas y políticas
bolivianas, en una clara maniobra envolvente donde el gobierno derrotó a la
derecha fascista, primero militarmente[4] y posteriormente electoralmente[5].

Actualmente se cumple el primer mandato de Evo Morales como Presidente del


Estado Plurinacional, y son numerosos los avances políticos y sociales con los
que cuenta la revolución democrática y cultural en Bolivia, pero también es
necesario dar cuenta de los desafíos pendientes del proceso de cambio.

Avances Podemos dividir los avances del proceso en cuatro ámbitos, el social,
económico, político-institucional y el de la geopolítica, donde Bolivia ha construido
un nuevo paradigma de las relaciones internacionales, la Diplomacia de los
Pueblos.

Probablemente el ámbito social es donde más avances se han registrado en un


país saqueado por 500 años de colonización recrudecida en los 20 años de
aplicación del Consenso de Washington por parte de los gobiernos neoliberales
cuyos herederos (MSM, UN, CN[6]) todavía aspiran a regresar a un pasado al que
el pueblo boliviano tiene claro que no va a regresar jamás.

La nacionalización de los hidrocarburos decretada el 1 de mayo de 2006 permitió


una redistribución de la riqueza que ha mejorado ostensiblemente las condiciones
de vida de las clases populares. Las políticas públicas implementadas permitieron
que menos bolivianos vivan en condiciones de pobreza. La pobreza extrema cayó
12 puntos porcentuales y la moderada 14 puntos porcentuales en 6 años[7].

Pero la redistribución ha permitido sobre todo reducir la desigualdad en el que


hasta hace no muchos años era -según Naciones Unidas- el país más desigual de
América Latina[8]. Según datos recientes[9], la brecha entre ricos y pobres se ha

58
reducido en 60 veces desde 2006 y el objetivo para 2025 es eliminar en su
totalidad la extrema pobreza en el país.

Esta reducción de la desigualdad se debe sobre todo políticas públicas de


transferencia condicionada, los bonos, que benefician al 31’1% de la población
boliviana. Según datos de los ministerios de Economía, Educación y Salud y
Deportes, el bono Juancito Pinto destinado a paliar la deserción escolar entre los
niños, beneficia a 1.688.268 personas (15’9%), el bono Renta Dignidad destinado
a mejorar el retiro de las personas ancianas beneficia 924.446 personas de la
tercera edad (8’5) y el bono Juana Azurduy lo hizo con 717.282 (6’6%) mujeres
embarazadas y con bebés recién nacidos.

Asimismo, el salario mínimo se ha elevado de los 440 bolivianos de 2005 a 1000


bs en 2012 lo que unido a una tasa de desempleo urbano que ha caído del 8’1% al
5’5% permite afirmar que los recursos naturales bolivianos que durante décadas
aumentaron la plusvalía de las empresas transnacionales, son ahora propiedad y
sirven para beneficio del pueblo boliviano.

El ámbito económico, que esta intrínsecamente ligado a los avances sociales, es


clave para entender los avances del proceso de cambio boliviano. La
nacionalización de los hidrocarburos ha permitido que el Producto Interno Bruto
(PIB) se haya incrementado de los 9.525 millones de dólares de 2005 a los 23.778
millones en 2012, permitiendo de esta manera que el PIB per cápita se duplique
desde los 1.010 dólares de 2005 a los 2.238[10] actuales.

Las reservas internacionales bolivianas subieron de los 1.714 millones de dólares


de 2005 a los más de 14.000 millones actuales, convirtiendo a Bolivia en el país
de América Latina con mayor porcentaje de reservas internacionales en relación
con el PIB.

Asimismo se ha producido una dinamización de las exportaciones, las

59
exportaciones del primer semestre de 2012 superan la totalidad de las
exportaciones del año 2007. A lo anterior se le une la bolivianización de la
economía siendo en 2005 los depósitos bancarios en bolivianos el 16% del total
mientras que los créditos el 8%. A junio de 2012 los depósitos en bolivianos
alcanzaban ya el 68% y los créditos el 76%.

Otro dato relevante es que mientras en 2005 la inversión pública era de 629
millones de dólares, en 2011 se había más que triplicado con cifras de 2.158
millones. La deuda externa boliviana que en 2005 era de 4.947 millones de
dólares, un 52% del PIB, es actualmente de 3.704 millones, un 14%

Todas estas cifras macroeconómicas se traducen en mejoras de las condiciones


de vida de las mayorías sociales, y también en la consolidación de cambios
estructurales. En Bolivia, las escuelas y los hospitales cuentan con más maestros
y médicos. Entre 2006 y 2011 se crearon 23.044 ítems en educación y 4.812 ítems
en salud.

Estos avances son en buena parte fruto de la nacionalización de los


hidrocarburos, pero también es importante resaltar que las nacionalizaciones de
empresas estratégicas para el Estado ayudan a reducir la desigualdad. Además
de la reciente nacionalización de la gestión de los aeropuertos, en manos de
empresas transnacionales españolas desde la época neoliberal, la nacionalización
del sector eléctrico permitirá mejorar las condiciones de vida en el medio rural,
donde hasta ahora se pagaba 1’6 bs el kilovatio hora, por 0’63 bs que pagaba una
familia en el área urbana.

En definitiva, y en palabras del Vicepresidente Álvaro García Linera[11], en Bolivia


estamos viviendo la consolidación y expansión del modelo económico social
productivo que se fue sembrando desde el 2006 y que ahora, de manera gradual,
va comenzando a dar sus primeras cosechas: reducción de la extrema pobreza,
reducción del desempleo y las desigualdades, transferencias económicas a los

60
sectores más vulnerables e inicio de los procesos de industrialización que ya
comienzan a adquirir cuerpo después de tantos problemas y maduraciones
previas. Todo lo anterior se muestra ya en la transformación gradual de la
microeconomía de las personas en términos de su vivienda, en términos de la
escolaridad de sus hijos, de ahorro, de la mejora de la alimentación.

También el ámbito político-institucional es otro en el que se han dado avances


relevantes, que son tanto cuantitativos y concretos, como cualitativos y subjetivos,
sirviendo para transformar tanto la institucionalidad colonial y neoliberal heredada,
como los imaginarios colectivos.

Hay que destacar en un primer momento la nueva Constitución Política del Estado
aprobada en referéndum popular en enero de 2009 que supuso una ruptura
epistemológica que recogía las rupturas socio-políticas del ciclo rebelde y que
colocaba el horizonte del Vivir Bien como una nueva forma de pensar el desarrollo,
como una forma de buscar un equilibrio entre el derecho al desarrollo de un país
saqueado y colonizado por 500 años y los derechos de la Madre Tierra, debate
que ya se traduce en política pública y leyes como la recientemente promulgada
Ley de la Madre Tierra, que designa a la Madre Tierra como el sistema viviente
dinámico conformado por la comunidad indivisible de todos los sistemas de vida y
los seres vivos, interrelacionados, interdependientes y complementarios, que
comparten un destino común. La Madre Tierra es considerada sagrada; alimenta y
es el hogar que contiene, sostiene y reproduce a todos los seres vivos, los
ecosistemas, la biodiversidad, las sociedades orgánicas y los individuos que la
componen y conceptualiza el Vivir Bien como el horizonte civilizatorio y cultural
alternativo al capitalismo y a la modernidad que nace en las cosmovisiones de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos, y las comunidades
interculturales y afrobolivianas, y es concebido en el contexto de la
interculturalidad. Se alcanza de forma colectiva, complementaria y solidaria
integrando en su realización práctica, entre otras dimensiones, las sociales, las
culturales, las políticas, las económicas, las ecológicas, y las afectivas, para

61
permitir el encuentro armonioso entre el conjunto de seres, componentes y
recursos de la Madre Tierra. Significa vivir en complementariedad, en armonía y
equilibrio con la Madre Tierra y las sociedades, en equidad y solidaridad y
eliminando las desigualdades y los mecanismos de dominación.

Pero los cambios en la institucionalidad son también tangibles, palpables, en ese


campo de lucha que es el Estado, la Asamblea Legislativa Plurinacional está
conformada por diputados/as y senadores/as miembros de pueblos indígenas,
obreros, cooperativistas y dirigentes de sindicatos y gremios. Es decir, el pueblo
se siente identificado con sus representantes parlamentarios, el nuevo bloque
social popular-indígena-obrero- campesino ha ocupado el Estado y han
conformado un gobierno de movimientos sociales que no tiene intención de
regresar a un pasado donde las elites políticas y económicas eran las que se
loteaban el poder ejecutivo, legislativo y judicial.

No podemos obviar en este breve análisis la construcción de una nueva


institucionalidad estatal desde el ejecutivo con la creación de nuevas instituciones
que apuntan a una descolonización del Estado desde el Estado, como el
Viceministerio de Descolonización con su Unidad de Despatriarcalización, o el
Ministerio de Transparencia Institucional y Lucha contra la Corrupción. No es
suficiente buscar la descolonización y Despatriarcalización de la sociedad desde el
Estado, pero sí supone un avance sin precedentes respecto de gobiernos
anteriores.

Geopolítica. Tampoco podemos dejar de mencionar entre los avances del proceso
de cambio la construcción de una nueva doctrina de las Relaciones
Internacionales, que en el Estado Plurinacional de Bolivia se ha conceptualizado
como Diplomacia de los Pueblos. El retorno de Bolivia a la Convención de Viena
con la reserva de la legalización del masticado de la hoja de coca, el
nombramiento en Naciones Unidas de 2013 como año internacional de la Quinua
y a Evo Morales como su embajador, las posiciones de liderazgo con propuestas

62
contrahegemónicas en los ámbitos de negociación multilateral sobre cambio
climático o desarrollo, además de un impulso a una nueva geopolítica Sur Sur con
una interlocución privilegiada con actores como China o Irán, además de con los
movimientos sociales y redes internacionales, conforman este nuevo paradigma
de las Relaciones Internacionales liderado por Evo Morales y su Canciller David
Choquehuanca.

Desafíos del proceso de cambio Una vez cumplida la Agenda de Octubre, la


principal tarea por delante es desarrollar la Constitución. En concreto, la CPE
establece un nuevo modelo de Estado, plurinacional, un nuevo modelo territorial,
autonómico, y un nuevo modelo económico, el de la economía plural.

Para su desarrollo, es necesario dotarse de un pluralismo tanto en el ámbito


jurídico y económico, como en el de la democracia intercultural, ampliándola de tal
manera que esa democracia sin fin nos ayude a construir un nuevo socialismo.

Tampoco podemos descuidar el modelo territorial autonómico. El conflicto del


TIPNIS nos ha demostrado que es necesario un encuentro entre el Estado y
territorios históricamente marginados, territorios donde persisten estructuras de
dominación hacendal e interesas transnacionales. Para el desarrollo del modelo
territorial es importante impulsar la consolidación de las autonomías indígenas
originario campesinas, así como del instrumento de la consulta que en el TIPNIS
se ha demostrado como una herramienta de construcción de la plurinacionalidad.

Otro de los desafíos que enfrenta el proceso de cambio en el ciclo corto 2013-
2014 es el de la consolidación del MAS como voluntad histórico-estatal. Es
necesario reforzar la estructura político-partidaria de cara a superar la inercia
electoral que se viene desde ahora y hasta las elecciones presidenciales de
diciembre 2014 donde tenemos que lograr la reelección del compañero Evo
Morales. El Movimiento al Socialismo tiene que ser mucho más que una
engrasada maquinaria electoral, tiene que ser el referente, la conducción política y

63
moral de un proceso de cambio, el núcleo duro a partir del cual se construye la
hegemonía.

El gran desafío en un ciclo más largo ha sido trazado por el Presidente en su


discurso aniversario del Estado Plurinacional el pasado 22 de enero. Con la
definición de una Agenda Patriótica de 13 puntos donde se marcan los ejes a
desarrollar hasta el año 2025.

Pilares de la Agenda Patriótica 2025:


Erradicación de la extrema pobreza
Socialización y universalización de los servicios básicos
Salud, educación y deporte para la formación de un ser humano íntegro
Soberanía científica y tecnológica
Soberanía comunitaria financiera sin servilismo al capitalismo financiero.
Soberanía productiva con diversificación y desarrollo integral sin la dictadura del
mercado capitalista
Soberanía sobre los recursos naturales, con nacionalización, industrialización y
comercialización en armonía y equilibrio con la Madre Tierra.
Soberanía alimentaria para Vivir Bien
Soberanía ambiental con desarrollo integral respetando los derechos de la Madre
Tierra.
Integración complementaria de los Pueblos con soberanía
Soberanía de la transparencia en la gestión pública bajo los principios de no
mentir, no robar y no ser flojo
Disfrute y felicidad plena de fiestas (cultura) y el medio ambiente.
Reencuentro soberano con el mar.

Los elementos anteriores de este análisis, tanto los avances, como los desafíos,
son suficientes como para darnos cuenta de la necesidad de seguir apostando con
más fuerza por la consolidación del proceso de cambio en Bolivia. Proceso de
cambio que tiene su expresión en el MAS y los movimientos sociales, campesinos,

64
sindicales e indígenas, que son parte de un gobierno del pueblo y para el pueblo.

No hay un afuera del proceso, no hay una alternativa al MAS y el gobierno que
lidera Evo Morales, mucho menos ninguna propuesta fuera del MAS y el gobierno
para profundizar o mucho menos radicalizar el proceso. Por lo tanto, tenemos la
obligación militante y revolucionaria de seguir trabajando al interior del proceso
para radicalizarlo, siendo conscientes de las contradicciones, y utilizándolas para
empujar la rueda de un proceso histórico, de una revolución política y
descolonizadora.

Como escribía mi amigo y compañero Boaventura de Sousa Santos en su última


carta a las izquierdas, esperar sin esperanza es la peor maldición que puede caer
sobre un pueblo. Y la esperanza no se inventa: se construye con inconformismo,
rebeldía competente y alternativas reales a la situación presente. Nuestra
esperanza es la de seguir construyendo un proceso que ha consolidado cambios
estructurales e irreversibles para los sectores históricamente discriminados por el
Estado. Nuestra esperanza es seguir acompañando al compañero Evo Morales en
la profundización y radicalización del proceso de cambio en Bolivia. Para ello
necesitaremos también el apoyo de todos los gobiernos aliados, partidos de
izquierda y movimientos sociales del continente. Tenemos el reto de continuar el
legado del comandante Hugo Chávez, primero derrotando a la derecha en las
elecciones de abril en Venezuela, y después haciendo lo propio en las elecciones
de 2014 en Bolivia.

Ahora es cuando, ¡al pasado no regresaremos jamás


Katu Arkonada es militante del proceso de cambio boliviano. Este texto ha servido
de base para la conferencia en la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM) “Bolivia en su laberinto, los dilemas de la descolonización” y la exposición
en el seminario internacional del Partido del Trabajo “Los partidos y una nueva
sociedad”. Ciudad de México, 13 a 16 de marzo de 2013 

65
Se denomina “Ciclo rebelde 2000-2005” a las luchas sociales, donde se destacan
las movilizaciones en defensa de la hoja de coca, la Guerra del Agua de
Cochabamba en el año 2000 y la Guerra del Gas que emprendió el valeroso
pueblo de El Alto en 2003, que impulsaron el desalojo de las elites políticas y
económicas del Palacio de Gobierno

Mandato no concluido debido a la convocatoria de referéndum constitucional y


elecciones posteriores para designar al primer Presidente del Estado
Plurinacional.

Denominación del Palacio de Gobierno

Después de los ataques a la Asamblea Constituyente, la humillación de


campesinos en Sucre y la toma y quema de instituciones en Santa Cruz, la
masacre de campesinos de Pando en septiembre de 2011 fue el punto culminante
donde la derecha fue derrotada militarmente

Con la victoria Evo Morales y el MAS en las elecciones presidenciales de 2009 por
un 64% de los votos

Movimiento Sin Miedo, Unidad Nacional, Convergencia Nacional

La extrema pobreza cayo entre el 2006 y el 2011 del 38’2 al 24’3% y la pobreza
moderada lo hizo en el mismo periodo del 60’6% al 48’5%. Fuente: Instituto
Nacional de Estadística (INE) y UDAPE.

En 2006 la diferencia entre el 10% más rico y el 10% más pobre era de 96 veces,
mientras que en 2012 esta diferencia se redujo a 36.

Datos en 2011 según el Ministerio de Economía

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia
de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

66
11. CONCLUSIONES
Este problema de la pobreza en el ámbito de Bolivia particularmente en los
departamentos altiplanos se refleja de manera contundente en las
condiciones de vida de la población durante las ultimas años este problema
se ha visto agudizando particularmente.

Ya que en las clases media ya tienen sus alcances básicas y en aquellas


la población que se encuentra en pobreza y pobreza extrema ni acceden a
sus necesidades básicas como a la salud luz, educación, ni la economía
pendiente

La pobreza en Bolivia por la general la acompañado de problemas


económicos y educativos que no son soluciones por el estado.

La causa fundamental de la pobreza es la falta de la economía

La pobreza de una manera podemos reducir y mejorar la calidad de vida en


muchos aspectos de las personas la calidad de vida en muchos aspectos de
las personas con dar mayor acceso a los trabajos

67
12. RECOMENDACIONES

El gobierno debe crear proyectos encargados de ayudar a las personas que


viven en este problema y que se de facilidades accesos a la educación salud
y al trabajo que son los principales encaminadores para salir o erradicar
este problema social.

Los municipios y los órganos deben ser encargados de ayudar las cuales
pueden ser las formas de crear el desarrollo e informar a nuestros
legisladores las problemas reales se debe incentivar a la población con
respeto a la no discriminación que se encuentra vinculados en este problema
social y por el contrario se debe realizar campaña para su readaptación e
integración a la sociedad.

68
GLOSARIO
Umbral Parte inferior
Prenuria Apretó Prisa
Dislocacion Sacar una cosa de su lugar
Dualismo Doctrina filosófica que admite dos principios contrario
Globalizacion General, total
Aquiles Apaciguar
Paradigmas Modelo
Tritartita Dividido en 3 partes
Lasecticidad Que mata los insectos o sirve para matar
Lamunizacion Exento Libre
Paludismo Enfermedad trasmitida por cierto clases de mosquitos
Inmunologico Preservar
Terapeutica Parte de la medicina
Dispariedad Desemejanza desigualdad
Crónica Relativo ordenado de los hechos históricos
Inequidad Solo un sexo
Precaria De poca Estabilidad
Obstante Impedir
Paridad Comparación que se hace a guidar
Vulnerable Que puede ser herido
Reputación Fama y crédito de alguien
Sufragio Ayuda favor
Segregación Separa una cosa de otra cosa
Relativa Que no e s absoluto

69
Dramático Que tiene por asunto un conflicto de la vida humana
Rigor Seguridad minima y escrupulosa
Rasgo Expresión feliz
Sustento Mandamientos
Disipada Que malgasta su hacienda
Banalizar Hacer análisis

70

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