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Consideraciones del bioderecho sobre

la eutanasia en Colombia*

Considerations of bio-law on euthanasia


in Colombia

Considerações do Bio-direito sobre


a eutanásia na Colômbia

Fecha de recepción: 10 de agosto de 2016


Fecha de evaluación: 9 de noviembre de 2016
Fecha de aceptación: 30 de noviembre de 2016

Disponible en línea: 5 de diciembre de 2016

200 José Antonio García Pereáñez*1

doi: http://dx.doi.org/10.18359/rlbi.2637

Como citar:
García Pereáñez, J. (2016). Consideraciones del bioderecho sobre la eutanasia en Colombia. Revista Latinoamericana
de Bioética, 17(1), 200-221. doi: http://dx.doi.org/10.18359/rlbi.2637

*
Artículo de reflexión.
**
Doctor en Bioética, Magíster en Derecho, Comunicaciones y Filosofía. Docente Investigador
de la Corporación Universitaria Americana, Medellín. Profesor de la Universidad de Antioquia.
Correo electrónico: jgarciap@coruniamericana.edu.co / jantonio.garcia@udea.edu.co. ORCID:
http://orcid.org/0000-0002-9078-1511. Medellín, Colombia.

rev.latinoam.bioet. / ISSN 1657-4702 / e-ISSN 2462-859X / Vol. 17 / No. 1 / Edición 32 / Enero-Junio / pp. 200-221 / 2017
Consideraciones del bioderecho sobre la eutanasia en Colombia

Resumen

Este artículo aborda de manera reflexiva las incidencias del bioderecho sobre situaciones de eutanasia en Colombia,
al interpretar conflictos morales y jurídicos suscitados por las sentencias de la Corte Constitucional C239 de
1997, T970 de 2014 y la Resolución del Ministerio de Salud y Protección Social 1216, de 2015. El propósito
fundamental es el análisis de las decisiones judiciales sobre el final de la vida humana. Por lo tanto, se realiza
una revisión de la construcción histórica y jurídica del concepto de eutanasia y se propone la discusión sobre
su manejo jurídico y su influencia en el colectivo moral. Asimismo, se diserta sobre el concepto de dignidad
humana y muerte digna, como precedentes para dirimir los conflictos éticos que la eutanasia suscita. Al final,
se analiza el caso de don Ovidio González, quien se convirtió en 2015 en el primer colombiano en recibir la
eutanasia de manera legal dentro del sistema de salud.

Palabras clave: bioderecho, eutanasia, dignidad humana, muerte digna, conflictos morales.

Abstract
This paper reflectively addresses the incidence of bio-law on euthanasia situations in Colombia by interpreting

201
moral and legal disputes arising from the sentences of the Constitutional Court C239 of 1997, T970 of 2014,
and Resolution 1216 of the Ministry of Health and Social Protection of 2015. The main purpose is the analysis
of judicial decisions regarding the end of human life. A review of the historical and legal construction of the
euthanasia concept is done, and a discussion of its legal management and its influence on the moral collective
is proposed. The concept of human dignity and dignified death are discussed to solve the ethical conflicts that
euthanasia causes. Finally, the case of Ovidio González is analyzed; Mr Gonzalez became the first Colombian
to receive euthanasia in a legal way within the health system in 2015.

Keywords: Bio-law, euthanasia, human dignity, dignified death, ethical conflicts.

Resumo
Este artigo aborda de maneira reflexiva as incidências do Biodireito sobre situações de eutanásia na Colômbia,
ao interpretar as disputas morais e legais decorrentes das decisões da Corte Constitucional C239 de 1997 T970
de 2014 e a Resolução do Ministério da Saúde e Proteção Social 1216, de 2015. O objetivo principal é a análise
das decisões judiciais sobre o fim da vida humana. Portanto, realiza-se uma revisão da construção histórica e
jurídica do conceito de eutanásia e propõe-se a discussão de sua administração legal e sua influência sobre o
coletivo moral. Igualmente, expõe-se sobre o conceito de dignidade humana e morte digna, como precedentes
para resolver os conflitos éticos que a eutanásia suscita. No final, e analisado o caso de Dom Ovidio González,
que em 2015 se tornou o primeiro colombiano a receber a eutanásia legalmente no interior do sistema de saúde.

Palavras-chave: Biodireito, eutanásia, dignidade humana, morte digna, conflitos morais.

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José Antonio García Pereáñez

Introducción Las preocupaciones y reflexiones in-


terdisciplinarias de la bioética dieron
El bioderecho es una disciplina emergen- origen al bioderecho. La bioética, pri-
te de la bioética que, en las dos últimas mero como neologismo y luego como
décadas ha pretendido afrontar solucio- disciplina académica, tuvo su origen
nes a conflictos morales en el marco del en la década de los setenta, cuando
derecho, con una fuerte incidencia en estableció relaciones entre las ciencias
los derechos humanos. El auge de la que procuran el mantenimiento de la
biotecnología ha marcado una ocurrencia vida y la ética, mediante los enfoques
sin precedentes en la vida humana, con principialista, crítico y personalista.
repercusiones directas en la sociedad y Potter (s. f), oncólogo de la Universi-
en la persona. El impacto de la investi- dad de Wisconsin, Estados Unidos, se
gación con seres humanos ha producido planteó la bioética como un nexo entre
cambios rotundos en la cotidianidad, al las culturas científica y humanista. Su
suscitar escepticismos éticos; por esto, pretensión mayor fue la aplicación del
para garantizar el mantenimiento de la saber biológico para el mejoramiento de
dignidad como principio fundamental de la calidad de vida. Con todo, el entorno
los derechos humanos, se hace necesaria conceptual que abarca la bioética como
la intervención jurídica. disciplina académica no está del todo

202 El bioderecho propone límites jurídicos a


delimitada y su definición en sí misma
es muy amplia. Y aunque el cultivo de
la influencia de la ciencia y la tecnología la disciplina bioética es reciente, no
en la intimidad humana, al dirimir el lo son así los problemas de los que se
conflicto entre lo natural y lo artificial, ocupa, ni sus principios e interrogantes,
proponiendo ajustes coercitivos desde pues configura su actuar como una ética
la ley a situaciones que no se resuelven aplicada.
con códigos de honor, como la rela-
tividad creciente sobre el comienzo y El bioderecho guarda afinidad con la
final de la vida, la toma de decisiones bioética. Se trata pues del estudio del
y la prevalencia de la autonomía de la aspecto jurídico de las mismas temáticas
persona, en contraste con los avances que esa disciplina aborda: el comienzo y
de la medicina. Esto obliga a tomar final de la vida; la garantía de la dignidad
medidas para mantener la garantía por humana frente a los avances biotecnoló-
el derecho a la intimidad de los ciuda- gicos y los límites entre la procreación
danos, la salvaguardia de lo cultural y natural y artificial, entre otros. El bio-
lo multicultural, la defensa del ambiente derecho se ocupa de proponer posturas
como propiedad de responsabilidad ciu- objetivistas a los problemas, al superar
dadana y el mantenimiento del Estado el estado de opinión, de valoración
social como garante del bienestar de la individual que relativiza las posiciones,
ciudadanía. las cuales tienen mayor expresión, si se

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determinan en un escenario de justicia dignidad humana y la caracterización


consensual, solidaria e integral. Por esto, de la muerte digna. Con este fin se
el abordaje biojurídico de los temas de analiza el caso de don Ovidio Gonzá-
los cuales se ocupa la bioética es de gran lez (Salud, 2015), quien se convirtió
importancia y necesidad. en el primer colombiano en recibir la
eutanasia de forma legal en el país. Su
Algunos teóricos contemporáneos, situación dejó en evidencia que la dis-
entre ellos (Atienza, 1999), proponen cusión sobre la eutanasia es un asunto
la juridificación de la bioética, esto no solo para argumentaciones de tipo
entendido no como una sanción al moral, sino también para enfrentar
incumplimiento de los procedimientos deliberaciones legales, sugeridas por
éticos, sino como un asunto de cone- el bioderecho.
xión entre el derecho y la bioética de
tipo metodológico, lo que identifica
el conflicto jurídico, al resolverlo con La eutanasia,
la “ponderación de principios con- revisión del concepto
trapuestos”. Ese curso de acción se
propone en este artículo con el fin de Para efectos de la revisión del concepto
reflexionar sobre la despenalización de eutanasia, se hace especial referencia a
de la eutanasia en Colombia, por con- la historiografía planteada por Humphry
siderar el equilibrio deliberativo para y Wickett, (1990). Nominalmente, se 203
dirimir las distancias conceptuales en compone el término eutanasia de dos
abierta oposición, las mismas que han raíces griegas eu y thanatos, que signi-
polarizado la opinión pública. fican “bueno” y “muerte”. La referencia
grecorromana más antigua sugiere con
Lo anterior es el contexto para la pre- ello una muerte tranquila, sin ningún
gunta que orienta este escrito: ¿en qué dolor. Se decía en aquel entonces que
medida es justo poner fin a la vida era la invocación preferente del empe-
de un enfermo terminal que padece rador César Augusto; es decir, acerca
intensos dolores o de un paciente en de una “muerte dulce e indolora”, para
estado vegetativo persistente, o de un él y su familia.
anciano “interdicto” declarado incapaz
para consentir? Gracia (1990) en “Historia de la euta-
nasia” hace alusión a esta práctica, al
De este modo, se propone la discusión remontarse a los pueblos primitivos
sobre la eutanasia en Colombia en dos de la prehistoria, que permitían a sus
aspectos centrales que la controvierten: congéneres “dejar morir” a incapaces,
la revisión histórico-jurídica de su inválidos, ancianos o enfermos incu-
concepto y la dimensión actual de los rables. El autor también referencia lo
conflictos morales y jurídicos que la que él denomina la medicalización de
involucran, como la significación de la la eutanasia en la antigüedad, cuando

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los griegos dejaron este encargo en breve comentario a la obra de Bacon,


los médicos, sucesores de la tradición titulada El avance de la ciencia. El autor
­hipocrática, quienes “juraban” nunca propone una ligera semblanza de la
ofrecer a los pacientes fármacos letales, a eutanasia externa y la identifica como
pesar de que ellos mismos los solicitaran una ayuda del médico para acelerar la
con vehemencia, a causa de sus intensos muerte del enfermo, por considerarla
dolores y múltiples padecimientos. una acción benigna.

Con el trasegar histórico de la Edad Por otro lado, famosa fue la obra de Marx
Media y la cristianización de Occidente, (1977), publicada en 1826 y titulada
imperó la idea de la sacralización del Medical Euthanasia. Se trataba de todo
cuerpo y con ello el dolor humano se un manual de educación médica para
interpretó como fuente de santificación. enseñar el cuidado de los enfermos
Por esto, se condenaron las prácticas que están más cerca de la muerte. Así
del suicidio y la eutanasia, posturas que también, se editó con éxito la obra del
refrendó el escolasticismo de la época, doctor Humphry (Humphry y Wickett,
al trasmitirlas en su acción educativa y 1989), que impartía directrices a los
evangelizadora, con y así se alcanzó a médicos, para atender a los pacientes
justificar la gesta de la colonización de terminales y ayudarles a poner fin a su
las américas, incluso más allá de los
204 siglos xv y xvi, como advierten Humphry
sufrimiento.

y Wickett (1995).
En la primera mitad del siglo xx, los
El Renacimiento recuperó las ideas grie- intentos por solicitar democráticamente
gas y romanas del pensamiento antiguo, el derecho a una muerte digna se vieron
en una corriente que tuvo su epicentro entorpecidos por el genocidio nazi,
sobre todo en Francia e Italia, donde obnubilado por su abierta pretensión
se dieron las condiciones por medio eutanásica. Después de 1950, se presentó
de la expresión artística, para volver a un acelerado progreso biotecnológico,
pensar la muerte como un episodio fácil lo que suscitó cambios apreciables en la
y agradable en medio de las penurias atención médico-paciente, en especial
de la vida. De este modo, se preparó el con la consideración del “enfermo ter-
escenario ideológico para que la pro- minal” y la responsabilidad médica sobre
puesta de Francis Bacon, según Reich su estado. Esto, sumado al incremento
(1995), de reactualizar la eutanasia como de enfermedades graves con desenlace
un “auxilio benéfico” fuera replicada dramático, como el cáncer, el sida y el
por los médicos y la pudieran ofrecer mal de Alzheimer, entre otros que, aun
a sus pacientes, como una solución en presentando un deterioro progresivo
medio del dolor y la calamidad de una e irreversible en la persona que los
enfermedad incurable. Sobre este par- padecen, hacen que el final de la vida
ticular, también Gracia (1990) hace un se torna lento y doloroso.

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Por tanto, la revisión histórica del con- a los moribundos”, es impreciso, pues
cepto de eutanasia presenta variables no se refiere a qué clase de atención
en el tiempo; las primeras, del lado de habría que brindarle; y el cuarto, “dejar
un recto raciocinio y una lógica entre morir a los enfermos terminales”, pue-
la vida y la muerte; las siguientes, me- de interpretarse, en nuestro contexto,
diadas por una moral que deviene de como una omisión del ejercicio médico
credos religiosos, en contraste con la asistencial, aunque en Colombia existe
invocación del derecho a la autonomía, una ley para los cuidados paliativos
propio de las democracias modernas. en enfermos terminales, a pesar de las
Con todo, y en este tiempo, los adelantos dificultades crecientes con los servicios
biotecnológicos y la globalización de médicos asistenciales.
las comunicaciones sugieren un debate
respetuoso sobre el tema, pretendiendo Por otro lado, revisando un texto de-
consensos y respetando disensos. dicado al tema de la muerte digna
en Encyclopedia of Death, el doctor
El significado del concepto de euta- Richman (1993) se comprometió con
nasia ha variado en la historia, pero el significado etimológico de eutanasia
en lo que compete a la época actual y la definió como “una buena muerte,
es importante considerar la reflexión tranquila y sin dolor” (p. 273). Con
de Reich (1995), mencionada por The esto, abona a la polémica, pues la
Encyclopedia of bioethics, de 1995, disputa para él se presenta en cómo 205
que propone cuatro significados para se realiza y no en el qué es la euta-
la eutanasia: 1) inducir la muerte a nasia. Richman es enfático al afirmar
quienes están sufriendo; 2) terminar que la discusión sobre la moralidad y
con la vida de quienes son indeseables; legalidad de la práctica de la eutanasia
3) dar atención a los moribundos, y 4) compromete el ejercicio médico; por
dejar morir a los enfermos terminales. esto, propone el debate en el contexto
Estos son significados de eutanasia que del acto médico asistencial.
no pueden considerarse por separado,
sino en su conjunto; además, porque En la actual discusión sobre la valora-
es decisivo e imperante determinar la ción moral de la eutanasia en Colom-
moralidad de cada uno de ellos. El pri- bia, intervienen en juristas y teólogos,
mero, “inducir a la muerte a quien está especialmente, los cuales polarizan a
sufriendo”, puede comprenderse en un la población en este debate. Pero son
contexto de solidaridad y compasión, los médicos los que deben tomar parte
aunque no es claro en quién recae la activa, al sugerir una deliberación hu-
decisión; el segundo, “terminar con la manística y científica sobre el tema. Por
vida de indeseables”, es una abierta in- esto, es muy bien vista la determinación
justicia mediada por la segregación y la de la Corte Constitucional al exigirle al
discriminación; el tercero, “dar atención Ministerio de Salud y Protección Social

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que proponga la reglamentación de la vida de un paciente, a petición de este”


eutanasia en Colombia, ante el silencio (p. 44). Son de primordial importancia,
de omisión y oprobio del Congreso de según este autor, la intención del médico
la República que, después de 18 años de ayudar a su paciente a terminar con
de despenalizada la eutanasia, de forma su sufrimiento, así como la petición del
negligente se ha negado protocolizar paciente, autónoma y persistente, y el
la ley que la dispone. Resultado de mismo médico, quien realiza la eutana-
esto es la Resolución 1216 del 20 de sia. Sin estos elementos primordiales,
abril de 2015, por medio de la cual el Have declara que el procedimiento deja
Gobierno da cumplimiento a la orden de ser eutanásico para convertirse en
cuarta de la Sentencia T970, de 2014, un homicidio.
en relación con las directrices para la
organización y funcionamiento de los Con todo, y para concluir con la revisión
comités hospitalarios, para hacer efectivo histórica y conceptual de la eutanasia, el
el derecho a morir de manera digna. A acápite final lo propone The World Medi-
pesar de esto, en la citada resolución el cal Association (wma) (2016), al calificar
término eutanasia es ambiguo y con- la eutanasia como una práctica inmoral
fuso, y se presenta como un obstáculo que atenta contra la “ética médica” y la
epistemológico para efectos de discutir define en Declaration on eutanasia como
“el acto de terminar deliberadamente
206 su conveniencia.
con la vida de un paciente, incluso ante
En una búsqueda de mayor precisión la petición de este” (p. 1).
para el concepto de eutanasia, los docto-
res Overbeke y Hart Wimpert (citados en La eutanasia, según
Look, Last y Dunea, 2001), definen esta el bioderecho en Colombia
última como “la terminación intencional
de la vida o la interrupción intencional La Corte Constitucional (1997), me-
de los procedimientos destinados a diante la Sentencia C-239, determinó
prolongar la vida, por un médico” (p. estar ajustado a la Constitución el
153). En esta definición, los autores artículo 326 del Código Penal, que
excluyen a incapaces e interdictos. El identifica el delito de eutanasia bajo la
carácter intencional recae en el médico y condición de que el paciente lo haya
excluye a adultos mentalmente incompe- expresado de manera libre, mediante
tentes, pues ha de entenderse su acción consentimiento informado. De esto no
como respuesta a la determinación del podrá derivarse responsabilidad penal
paciente. para el médico, que lleva a efecto la
asistencia eutanásica.
El doctor Have (1996), en la Declaración
de Eutanasia en Holanda, define esta En la Corte Constitucional (1997),
práctica así: “es la finalización inten- en la Sentencia C-239, el magistrado
cional, por parte de un médico, de la Vladimiro Naranjo Mesa expres, que

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la eutanasia se refiere justamente a la de virtud que viene invocando la Corte


conducta que describe el artículo 326, Constitucional pues, según la Constitu-
del Código Penal. En primer lugar, ción que nos rige, se sugiere un modelo
hace unas precisiones terminológicas de virtud del cual no resulta legítimo
entre eutanasia activa y pasiva; es decir, imponer una concepción específica de
distanasia y medicina paliativa. Luego, la moral y, de acuerdo con el interés
explica el sustento de ilegitimidad ju- jurídicamente protegido, no puede ser
rídica de la conducta eutanásica que, la honestidad ni la moral, ya que cada
para este análisis, se identifica en los persona tiene, en ese terreno, derecho
principios bioéticos. Sobre la autono- a conducir su vida por sus propias de-
mía, lo hace a partir de la concepción cisiones. Esto constituye, para Naranjo,
personalista del derecho a la vida, que una posición inaceptable, debido a que
parte del derecho como tal, en cuanto la (Corte Constitucional, 1994) en la
para el viviente la vida es su mismo ser. Sentencia C-224, con ponencia del
Según Naranjo, ser y vivir se identifica magistrado Jorge Arango Mejía, la Corte
de forma mutua. Para determinar el admitió que la Constitución Nacional
alcance y los límites del derecho a la reconoce validez jurídica a las normas
vida, se hace necesario identificar lo que morales y al concepto de moralidad y
el ser humano es, desde este punto de que, por lo tanto, resulta válido que las
vista y a diferencia de los demás seres
vivientes, un ser personal que se domina
normas tengan en cuenta la moral vigen-
te para deducir consecuencias jurídicas. 207
así mismo por la razón y este dominio Esa sentencia reconoce que en todas las
lo expresa en la libertad. comunidades existe una moral social que
prevalece en cada pueblo, en su propia
Sin embargo, el dominio sobre sí mismo circunstancia y, en ese sentido, la moral
no es absoluto, pues carece de un control cristiana es la que se mantiene aún en
ontológico sobre su existencia. Por ello, la sociedad colombiana. La sentencia
la libertad humana y, en específico, el a la que se refiere el doctor Naranjo
derecho al libre desarrollo de la perso- declaró exequible el artículo 13, de la
nalidad, no son absolutos y, por ende, Ley 153 de 1887, entendiéndose que
no sirven de fundamento para legitimar la expresión moral cristiana significa
la disposición sobre la propia vida, pues “moral social”.
la naturaleza humana no comporta ese
dominio ontológico sobre el propio ser.
Para el magistrado Naranjo, el fallo
En ese sentido, se considera la vida como
del cual se aparta desconoce esa mo-
un derecho irrenunciable, carácter que,
ral general del pueblo colombiano y
por demás, tiene todos los derechos
ese mínimo ético de beneficencia. La
fundamentales.
Sentencia C-239 se edifica, según él,
Propone el magistrado Naranjo el princi- en un pretendido derecho a la muerte
pio de beneficencia, al criticar el modelo que simplemente no existe, porque tal

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posibilidad desconocería el principio sino que además protege la dignidad


lógico de no contradicción. En efecto, humana. De igual manera ocurre con
si para el viviente, ser y vivir son lo el libre desarrollo de la personalidad,
mismo, el derecho a SER; esto es, el contenido en el artículo 16; sin em-
derecho a la vida, no puede coexistir bargo, si el ciudadano es autónomo y
con el derecho a no ser; o sea, el dere- se le respeta su “libre desarrollo de la
cho a la muerte. personalidad” tendría todos los argu-
mentos a favor para elegir libre y de
Con todo, la disposición constitucional forma soberana los valores y principios
de proteger la autonomía de cada indi- que rigen su conducta. No es admisible
viduo y, con ello, el libre desarrollo de que el Estado colombiano, de garante
la personalidad, fundamentan un marco liberal, propenda a la protección del
jurídico mediante el cual nadie podría ser ciudadano desde una visión de cuño
obligado a vivir en condiciones indignas paternalista. Por esto, la reflexión de
si se siente agobiado y desahuciado por Gaviria Díaz es más contundente.
situaciones propias de una enfermedad
terminal, con la cual el estado de la salud Ahora bien, si es que, como algunos
empeoraría de forma indefectible. alegan, el Estado colombiano está en
favor de la vida —como sin duda lo
El punto más alto de este debate lo está—, la valora como un bien y, en
208 propuso el doctor Carlos Gaviria Díaz, consecuencia, está siempre obligado a
con los textos que escribió para justificar protegerla, debe responderse que un
desde el ámbito filosófico la eutanasia y bien no puede seguir siéndolo cuando
el suicidio asistido, con la misma Sen- el sujeto moral —su titular— ya no
tencia C-239 de la cual fue proponente lo valora de ese modo. Solo un estado
en 1997. Su ascendente fue más liberal paternalista —y Colombia, por fortuna,
que quienes revisaron la sentencia y más no lo es— puede pretender sustituir a la
que el ciudadano que la Constitución persona en una decisión radical que solo
dice proteger. El doctor Gaviria expresa a ella incumbe. Quien, en esas circuns-
que la Carta Magna colombiana goza de tancias, de manera benévola, accede a
todo el andamiaje jurídico para proteger poner término a los sufrimientos y a la
la autonomía de quien siente que su vida de quien ya no los juzga soporta-
dignidad está desmejorada y amenazada bles, no ha suprimido bien alguno. Ha
ante una enfermedad inminente, con removido sí una situación miserable,
secuelas y visos de ignominia. mediante un acto que tiene todo el sello
de la benevolencia, de solidaridad y el
No parece pues ser un argumento de altruismo.
peso contundente, el esgrimir como
cierto y aplicable el primer artículo de Con todo, la Corte no analizó lo de-
la Constitución Nacional, que declara bido en la pretensión de identificar
que la nación no solo es pluralista, en el tema de la eutanasia el “derecho

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a una muerte digna”. Logró declarar después en circunstancias dolorosas


exequible, es decir, constitucional, el y que juzga indignas. El derecho
homicidio por piedad, pero al tiempo fundamental a vivir en forma digna
creó una excepción en el caso de que implica, entonces, el derecho a morir
se den dos condiciones: si existe el dignamente. (p. 17)
“consentimiento informado” del sujeto
pasivo de la práctica eutanásica y si se Estos elementos le sirven a la Corte
cuenta con la presencia de un profesio- para darle una relevancia especial al
nal de la medicina, que prepare todo lo consentimiento del sujeto pasivo y así
relacionado con la muerte del paciente, justificar su decisión.
respaldado por el consentimiento. Así,
De la Corte Constitucional (1997) en
el médico estaría exento de responsabi-
la Sentencia C-239 y del salvamento
lidad penal y, con ello, la Corte autorizó
de voto de algunos magistrados, se
una causal de justificación frente a la
pueden extraer consideraciones de la
eutanasia.
Corte para despenalizar la eutanasia
El Estado colombiano está obligado a en Colombia. En primer lugar, los
proteger la vida, pero esta función está magistrados que salvaron su voto son
totalmente adherida al respeto a la dig- recurrentes en afirmar que el fallo
nidad humana, la autonomía personal, relativizó el derecho a la vida, que
el libre desarrollo de la personalidad pasó de ser un derecho inviolable y 209
y la prohibición de tratos crueles e fundamental, a un derecho de carácter
inhumanos, de cara a los derechos in- renunciable y disponible. Lo cierto es
alienables de la persona, protegidos por que en la argumentación expuesta por
la Constitución Política de Colombia. la Corte no se infiere que el derecho
Lo anterior adquiere una importancia a la vida pierda sus características
capital cuando estos derechos son in- ontológicas; al contrario, logra una
vocados por un ciudadano que padece ponderación concreta y particular de
un estado de salud irreversible. principios, máxime si la referencia es a
derechos fundamentales y no a “deberes
Frente a este hecho, la misma Corte absolutos”, pues estos últimos solo son
señala: posibles en legislaciones autoritarias.

La decisión de cómo enfrentar la La Corte Constitucional (1997), en la


muerte adquiere una importancia Sentencia C-239, expresa una restricción
decisiva para el enfermo terminal, en dos aspectos: solo incluye a enfermos
que sabe que no puede ser curado y terminales y excluye otras enfermedades
que, por ende, no está optando entre que han sido consideras por la Organi-
la muerte y muchos años de vida ple- zación Mundial de la Salud (oms) como
na, sino entre morir en condiciones “catastróficas”, en las cuales se evidencian
que él escoge o morir poco tiempo graves padecimientos e intensos dolores,

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como los enfermos con parálisis y cua- a lo ordenado por la Corte, en relación
driplejias o desfigurados con perfiles de con las directrices para la organización
monstruosidad. La Corte solo valida al y funcionamiento de los comités y el
médico para realizar el análisis del con- estudio de solicitudes, al invocar el
sentimiento informado y deja de lado a derecho a morir con dignidad.
otros profesionales del área de la salud
e incluso a los jueces. Lo cierto es que Siendo esto así, es pertinente precisar
estas restricciones no están debidamente algunas cuestiones que proporcionan
justificadas y argumentadas en el texto de elementos para la controversia sobre
la Sentencia. bioderecho en el final de la vida, y es
importante analizar los argumentos
Si bien es cierto que la sentencia en que esgrimen tanto los promotores de
mención es un avance en la protección la práctica de la eutanasia, como sus
de derechos fundamentales, puesto que detractores.
propone las tesis para la aplicación de
la eutanasia activa consentida, también En palabras del profesor Herránz (1990),
es cierto que abre la discusión para un en su publicación “Eutanasia o medi-
debate político en el establecimiento de cina”, la eutanasia es matar sin dolor
las regulaciones especiales, y en tal caso y de manera deliberada, por medio de
también de la eutanasia pasiva, distana- procedimientos de apariencia médica, a
210 sia, medicina paliativa y de todos los personas que tienen como destino una
temas que se relacionen con la muerte vida atormentada por el dolor o limitada
digna. De igual manera, a la fecha y con por la incapacidad, con el propósito de
casi 18 años de mora, aún se encuentra ahorrarles sufrimiento o de librar a la
sin una respuesta concreta, por medio de sociedad de una carga inútil. Por tanto,
una ley de la República, la regulación de eutanasia siempre es igual a matar, de ahí
la eutanasia en el ordenamiento jurídico deviene la clasificación de la eutanasia,
colombiano. activa o pasiva, y que carezca de validez
real, salvo que exista menor valor ético
en el que la realice.
Discusión
Es diferente la eutanasia al suicidio
La eutanasia ha sido el tema de debate del asistido, el cual consiste en morir con la
bioderecho en Colombia, por medio de ayuda de otro, pues el paciente no pue-
la Sentencia T-970 de 2014, sin olvidar de hacerlo por sus limitaciones físicas
el antecedente de la Sentencia C-239 de o psicológicas. La distanasia, también
1997, ambas de la Corte Constitucional conocida como encarnizamiento tera-
y de la reciente Resolución 1216 del péutico, es lo contrario a la eutanasia
20 de abril de 2015, expedida por el y consiste en retrasar el advenimiento
Ministerio de Salud y Protección Social, de la muerte todo lo posible, por todos
por medio de la cual se da cumplimiento los medios proporcionados, aunque no

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Consideraciones del bioderecho sobre la eutanasia en Colombia

haya esperanza alguna de curación y tudian la autorización para la práctica


aunque eso signifique exigir al mori- de la eutanasia.
bundo unos sufrimientos añadidos a los
que ya padece y que, obviamente, no En la actualidad, la eutanasia solo cuen-
lograra esquivar la muerte inevitable, ta con autorización jurídica en Holanda,
sino solo aplazarla unas horas o unos Bélgica, Luxemburgo y Colombia. La
días en condiciones lamentables. La Ley que reglamenta la eutanasia en
distanasia es un error ético y una falta unos sectores en el norte de Australia
de competencia, sostiene el profesor fue rechazada por la Corte Suprema de
Herránz. ese país y, por ende, ha estado fuera
de su ordenamiento jurídico, pues
Contrario a lo anterior, la ortotana- la consideraron como un atentado
sia es la defensa del derecho a morir con alevosía en contra de la dignidad
con dignidad, sin el empleo de medios humana. El suicidio asistido está per-
extraordinarios y desproporcionados mitido en Suiza y en cuatro estados de
para el mantenimiento de la vida. Es Estados Unidos.
aceptar el momento de la muerte, en
el que tenga que llegar; en estos casos, En este tiempo, son muchos los argu-
al enfermo terminal solo se le aplican mentos que se debaten a favor y en
medidas paliativas: hidratar adecuada- contra de la eutanasia, de tal manera que
mente, suministrar el oxígeno, controlar en este escrito solo se hará referencia a 211
el dolor, entre otros, lo que permite vivir algunos de ellos. Quienes están a favor
de forma digna la evolución natural de de la reglamentación jurídica de la eu-
su enfermedad y que concluye con la tanasia sostienen que es necesaria para
muerte natural. No se pretende la pro- declinar el dolor de una enfermedad
vocación de la muerte ni la prolongación sin salida, que alivia el desgaste físico y
de la vida, solo se acepta la muerte sin emocional que sufren el paciente y sus
prolongarla. familiares, al enfrentar una muerte lenta,
forzosa y sensiblemente lapidaria, y que
La Ley 1733 de 2014 regula los cuidados esto permitiría acabar con su práctica
paliativos en Colombia, para el manejo clandestina, pues cada quien es dueño
integral de pacientes con enfermedades de su vida y, por ello, cada quien podría
terminales, crónicas, degenerativas o decidir cómo dejar de tenerla y elegir
irreversibles. Estos procedimientos son cómo quiere morir, haciendo valer su
considerados cuidados de alto impacto derecho a la autonomía y a su propia
en la calidad de vida de los enfermos y libertad.
sus familias. De forma curiosa, esta ley
no ha sido reglamentada, lo que llama Los defensores de la reglamentación de
la atención, si se compara con la rapidez la práctica de la eutanasia manifiestan
y la poca reflexión que se tuvo con la la imperiosa necesidad de separarse de
reglamentación de los comités que es- principios religiosos que niegan esta

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práctica, al denominarla como inmoral. puede pasar un enfermo desahuciado:


Sostienen que existe “un costo médico rebelión, desesperanza, resignación. La
considerablemente alto, al sostener en eutanasia es innecesaria cuando se cuenta
el tiempo con vida a un paciente sin con cuidados paliativos. Las demandas
ningún pronóstico para recuperar su para la eutanasia están mediadas por
salud”. Esto último era la parte final una gran frustración de los enfermos
del tercer requisito que se exigía en el en fase terminal y la elevada de cuadros
artículo 5 del proyecto de Ley de Euta- crónicos, que nunca son diagnosticados
nasia en Colombia, presentado ante el ni tratados.
Congreso de la República, en 2012, por el
senador Armando Benedetti (Redacción Situaciones como la de un enfermo en
Política, 2014). estado terminal, con las circunstancias
que lo rodean: una atención deficiente
Una de las argumentaciones fuertes en de sus necesidades, la sensación de
favor de reglamentación de la eutanasia inutilidad y de ser una carga, el miedo
y el suicidio asistido, según Nombela al dolor y al deterioro físico, pueden
et al. (s. f), es que en el sentido es- estar condicionando, de forma seria,
tricto determinadas vidas no generan su libertad y presentándole el suicidio
un derecho a vivirlas o que no existe asistido o la eutanasia como la única
obligación de mantenerlas; además de escapatoria a una situación que le
212 que no representan utilidad económica resulta o se imagina a futuro como
y, por el contrario, generan grandes insoportable.
costos al sistema sanitario de los países.
De manera que, independiente de que La eutanasia desalienta la investigación
sea autorizada la reglamentación de médica, cambia la conciencia públi-
la eutanasia jurídicamente o no, esta ca, viola los códigos históricamente
será el reflejo de lo que cada indivi- aceptados de ética médica. La vida del
duo, paciente, médico y la sociedad más débil queda en las manos del más
en general, asuma frente al final de fuerte. Con esto, se pierde el sentido de
la vida. justicia, de reciprocidad y de confianza
en la sociedad. Un colectivo social y
Los argumentos en contra de la eutanasia democrático no puede encargarse del
sostienen que cuando alguien la solicita, asesinato organizado de los ciudadanos.
lo hace no porque quiera morir, sino Permitir la eutanasia pone en peligro
porque quiere dejar de sufrir. De acuerdo la vida de los vulnerables, corrompe
con esta tesis, se dice que dar muerte la práctica médica y pone en riesgo la
al enfermo que la pide no significa res- institución familiar y el compromiso
petar su derecho a la libertad, sino que generacional por el mantenimiento de
significa, en muchos casos, un gran des- la dignidad humana y de la igualdad de
conocimiento de las diferentes fases que los ciudadanos.

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Consideraciones del bioderecho sobre la eutanasia en Colombia

La muerte digna Teniendo en cuenta las variadas acepcio-


y dignidad humana nes que ofrece la Corte sobre la dignidad
humana, en este escrito se analiza este
Conviene ahora detenerse para ahondar concepto con relación al atributo de
en los principios de la dignidad humana la persona, lo cual podría servir como
y desde ellos interpretar el concepto de sustento teórico y jurídico al derecho de
muerte digna. La Corte Constitucional muerte digna. Para lograr este propósito,
Colombiana, en su constructo interpreta- se hizo un estudio de los índices que la
tivo, ha identificado la dignidad humana Corte Constitucional (1993) ha construi-
como principio, derecho, fundamento, do. Un ejemplo de ello es la Sentencia
valor, presupuesto, fin en sí mismo; T-124, del 29 de marzo, la cual indica:
bien jurídico supremo, atributo de la “La dignidad (Artículo 1. Constitución
persona y marco de interpretación. A Política) es un atributo de la persona, y,
simple vista se puede inferir que faltaría en cuanto tal, todos tienen derecho a que
rigurosidad interpretativa por parte de sean tratados conforme a esa dimensión
la Corte, pues tantos términos sobre la específicamente humana” (s. p.).
dignidad humana han contribuido a
una elaboración confusa, ya como dere-
Ahora bien, en el planteamiento de la
cho, ya como garantía. Esto ha logrado
dignidad humana como bien jurídico,
que se convierta en un término vago,
impreciso y sin concreción. La falta de
la Corte Constitucional (1993) en la 213
Sentencia C-565, del 7 de diciembre
criterios estrictos para interpretar la
de 1993, plantea que “como se anotó
dignidad humana, por parte de la Corte,
con anterioridad, los bienes jurídicos
se observa en los fallos de los jueces y,
atacados: la vida, la libertad, la dig-
por tanto, en la opinión pública, pues
nidad, entre otros, juegan un papel
no existe un lineamiento claro.
determinante” (s. p.). De igual manera,
A pesar de lo anterior, es necesario la Corte Constitucional (1994) en la
identificar también la evidencia de una Sentencia C-213, de junio 9, propone
grave carencia conceptual, como lo que “son bienes jurídicos: la vida, la
refleja esta afirmación contenida en la libertad y la dignidad […] por cuanto,
Sentencia C-542 (Corte Constitucional, hacen relación a la especial protección
1993): “El hombre, en síntesis, tiene que el Estado asigna a estos y a otros
dignidad porque es un fin en sí mismo derechos fundamentales, teniendo en
y no puede ser considerado un medio cuenta su importancia, según la jerar-
en relación con fines ajenos a él” (s. p.). quía de valores” (s. p.). La Sentencia
Así también, la Corte Constitucional T-296 del 16 de junio de 1998 (Corte
(1996) en la Sentencia T-645, afirma: Constitucional) es aún más contundente:
“La dignidad humana es un parámetro “Esto significa que la dignidad huma-
interpretativo que orienta nuestro sis- na, como presupuesto del sistema de
tema jurídico” (s. p.). derechos y garantías consagrados en la

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Constitución, tiene un valor absoluto no y, por tanto, necesariamente deben


susceptible de ser limitado bajo ninguna armonizarse entre sí y con los demás
circunstancia” (s. p.). bienes y valores protegidos por la
Carta pues; de lo contrario, ausente
Pues bien, para cerrar estos puntos de esa indispensable relativización, la
referencia que sirven a la relación entre convivencia social y la vida institu-
muerte digna y dignidad humana, con- cional no serían posibles. (Sentencia
viene hacer mención, una vez más, a la C-651, 9 de agosto de 2006)
Corte Constitucional, Sentencia C-239
del 20 de mayo de 1997, con ponencia La vida humana como tal encuentra
del magistrado Carlos Gaviria Díaz, su límite en las decisiones de los indi-
quien declara que: viduos, pues a ellos atañe de manera
indefectible y, por esto, si consideran
[…] el carácter central de la dignidad que la vida debe terminar en el ejerci-
humana, sin duda alguna, apunta cio de su libertad, el Estado no podrá
primariamente a garantizar la cons- oponerse a ello y tendrá que habilitar
trucción y proyección del sujeto el procedimiento para que un tercero
moral en pleno uso de sus facultades entre a mediar en una opción legítima
vitales y morales. Pero también, la y definitiva. “Si la razón por la que
dignidad es algo más que esto. No generalmente se prohíbe matar es que
214 se agota en el sujeto autónomo, apela la vida es la posesión más preciosa de
también a un concepto más amplio las personas, entonces, esa razón debe
de humanidad que cubre su decli- ser cambiada, si la persona no quiere
nar hasta su último fin. La dignidad vivir más”, dice la Sentencia C-578, de
como valor objetivo acompaña a la la Corte Constitucional de 1995.
persona, independientemente de sus
vicisitudes. (s. p.) La Corte Constitucional (2014) mediante
la Sentencia T-970 del 15 de diciembre
Por tanto, solo el titular del derecho a de 2014 dictó pautas para hacer efectivo
la vida, invocando su propia dignidad, el derecho fundamental a una muerte
tiene derecho a elegir —en caso de en- digna. Para ello, recogió los fundamentos
frentarse lentamente a una muerte cruel de la Sentencia C-239, de 1997, que
siendo consciente de su propio deterioro despenalizó el homicidio por piedad y
físico— hasta cuándo su vida es deseable reiteró que la eutanasia puede ser prac-
y compatible con su propia dignidad. ticada por profesionales de la salud, una
Además, la Corte Constitucional (2006) vez verificada la voluntad del enfermo
ha dicho que: terminal. En el fallo instó al Ministerio
de Salud y Protección Social para que
[…] los derechos fundamentales, no emitiera una directriz y dispusiera lo
obstante su consagración constitucio- necesario, de tal forma que se hiciera
nal y su importancia, no son absolutos efectiva la conformación de un comité

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interdisciplinario que se encargara de La misma sentencia se refiere también a


aprobar el procedimiento. la objeción de conciencia, pues la Corte
Constitucional deja sentado que “las con-
Así pues, se puede interpretar que para vicciones personales que eventualmente
la Corte Constitucional la eutanasia es se puedan oponer al cumplimiento de este
tan solo un procedimiento para prote- deber, no pueden constituirse en obstáculo
ger el derecho a morir de forma digna, para la plena vigencia de los derechos
derecho que estaba ya protegido en la fundamentales del paciente” (s. p.).
Sentencia C-239, de 1997, elevado a la
categoría de derecho fundamental. Con Así, en palabras de la Corte Constitucio-
esto fue posible, y también obligatorio, nal y según la Sentencia T-970 de 2014,
que en tanto se pretendió salvaguardar el procedimiento para implementar la
otros derechos como el desarrollo de la eutanasia sería como sigue:
personalidad y la autonomía, se limitó
el derecho a la vida. En el caso de las […] cuando se constate que la per-
personas que padecen una enfermedad sona padece de una enfermedad
terminal —declaró la Corte— el deber terminal que le causa dolores in-
de proteger la vida “cede ante su auto- tensos, la persona tendrá derecho
nomía individual”. a manifestar su deseo de morir. Esa
voluntad será recibida por el médico,
Entre los argumentos de la Sentencia quién convocará al comité científico 215
T-970, de 2014, se destaca la posición interdisciplinario para que comience
de la Corte, al declarar que el requisito su actividad. Una vez sea expresada
de que la enfermedad cause inten- la intención de morir, garantizando
sos sufrimientos al paciente no debe lo inequívoco del consentimiento,
limitarse a un criterio médico, pues el médico o el comité deberá, en un
esto chocaría “con la idea misma de plazo razonable (criterio de celeridad)
autonomía y libertad de las personas”. que no podrá ser superior a diez
Así, “será la voluntad del paciente la (10) días calendario, preguntar al
que determine, que tan indigno es el paciente si su intención aún conti-
sufrimiento causado” (s. p.). De igual núa en pie. En caso de que así sea,
manera, la Corte establece que el consen- el procedimiento será programado
timiento informado puede ser sustituido en el menor tiempo posible, que no
“cuando la persona que sufre de una podrá ser superior a lo que el paciente
enfermedad terminal se encuentra en indique o máximo quince (15) días
imposibilidad fáctica para manifestar su después de reiterada su decisión.
consentimiento” (s. p.). En esos casos En cualquier momento el enfermo
y con el propósito de no prolongar su podrá desistir de su decisión y con
sufrimiento, “la familia podrá sustituir ello, activar otras prácticas médicas
su consentimiento”. como los cuidados paliativos. (s. p.)

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Por todo lo anterior, la Sentencia crea una ambigüedad terminológica y


T-970 de 2014 postula a Colombia conceptual en el texto de la nombrada
como un Estado liberal y garantista sentencia.
con respecto a la eutanasia, la cual
no solo estaría permitida por este Por otro lado, en la misma sentencia
pronunciamiento, sino que además citada anteriormente, la Corte hace
sería obligatoria, teniendo en cuenta una homologación conceptual entre
determinados supuestos. Lo anterior el derecho a vivir de forma digna y el
está en consonancia con las caracte- derecho a morir de la misma manera.
rísticas tan especiales e individuales Aunque la Constitución no contempla
que manifiestan las personas en el expresamente ese derecho, para los
final de la vida. Con esto se corre el Magistrados que votaron a favor del
riesgo de impedir la vivencia profun- sentido del fallo de la Sentencia existe
da del estado natural de la vida, del suficiente fundamento constitucional
cual hacen parte la enfermedad y el para afirmarlo. Vivir y morir son dos
deterioro físico normal de todo ser acciones de inconmensurable sentido
humano. axiológico. En la primera, no existe
concurso de la voluntad individual
Teniendo en cuenta todo lo dicho en para su aceptación, y en la segunda se
este escrito sobre la dignidad humana puede acelerar su advenimiento antes
216 y muerte digna como derecho funda- de su presencia natural en el tiempo,
mental, es necesario hacer las siguientes como una decisión libre e individual.
consideraciones: estas son las circuns- Esto demuestra un desequilibrio en-
tancias de modo y lugar mediante las tre los dos conceptos; sin embargo,
cuales la muerte se produce y no la la Corte los homologa y los propone
muerte en sí —como fenómeno natural en la misma proporción lingüística e
al cual todos nos enfrentaremos—, de las interpretativa.
cuales devienen los conflictos morales
y jurídicos, con la pretendida relación El concepto de muerte digna es contrario
entre los conceptos de muerte, derecho al de humanización final de la existencia.
y dignidad. No se trata pues de adelantar la muerte
por medio de la eutanasia o postergarla
Eutanasia, homicidio por piedad u ho- con el “encarnizamiento terapéutico”.
micidio eutanásico, son los términos Humanizar el final de la vida de un
que hacen parte de la Sentencia C-239 paciente terminal consiste en proveerle
del 29 de mayo de 1997, al referirse atención médica, cuidados paliativos,
del mismo modo sobre el homicidio evitarle procedimientos abusivos, mitigar
por piedad y la eutanasia activa. Sin su dolor y, si es creyente, ofrecerle la
embargo, la Corte Constitucional hace posibilidad de la asistencia espiritual.
la salvedad de que no todo homicidio Las opciones de muerte digna o de
por piedad es eutanasia. Con esto se humanización de la existencia se deben

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presentar al paciente terminal y a su Resolución 1216. Por esta situación, el


familia, antes de tomar una decisión tan drama de don Ovidio se hizo público
trascendental como la de un suicidio en todo el país, al demostrar enormes
asistido. complejidades, pues se trataba de la
invocación de uno de los derechos que
El derecho a morir con dignidad co- suscita más resistencia y oposición: el
rresponde entonces, según la Corte derecho a morir.
Constitucional, al paciente terminal
que sufre intensos dolores y que soli- Cuando el caso se hizo público, los
cita que le “ayuden a morir”, pues su hijos de Ovidio expresaron ante los
situación es contraria a la idea que tiene medios de comunicación que la solici-
de “vivir con dignidad”. Con esto, en tud de su padre era legal y legítima, y
el plano conceptual quedarían en la al invocar apartes de la Sentencia de la
misma altura semántica el derecho a Corte Constitucional, C-239 de 1997,
morir con dignidad y la eutanasia, lo plantearon “que el derecho a la vida
que equivale a una confusión que se no puede reducirse a una mera subsis-
hace extensiva al lenguaje común de tencia. Nada tan cruel como obligar a
los ciudadanos. una persona a sobrevivir en medio de
padecimientos oprobiosos, en nombre
de creencias ajenas”. La Corte estimó
El caso de Ovidio González que los colombianos tenían el derecho 217
de “decidir hasta cuándo la vida es
Ovidio González, un hombre de 79 años, deseable y compatible con la dignidad
quien padecía cáncer de boca, perdió humana” (s. p.).
parte de su rostro y decidió invocar la
eutanasia en 2015. Consideró que su La petición de Ovidio y sus familiares
estado era de indignidad y su vida, según se hizo válida, en el contexto de la
él, dejó de ser un bien. La legalidad de exigencia de la Corte Constitucional al
su pretensión estaba identificada en el Ministerio de Salud y Protección Social,
contexto de la despenalización de la para que expidiera un decreto que obligó
muerte asistida, de la Corte Constitucio- a los hospitales del país a reglamentar
nal, Sentencia C-239 de 1997, y que el un comité que revisara las solicitudes
Ministerio de Salud y Protección Social de eutanasia, asegurándose antes que
reglamentó su forma en marzo de 2015. el paciente recibiera los cuidados pa-
Los médicos de la Clínica de Oncólogos liativos necesarios y se determinara el
de Pereira aplazaron el procedimiento estado terminal de su enfermedad, y se
de eutanasia en el caso de Ovidio, por resolvía su situación en máximo diez
considerar que no se trataba de una días calendario.
“enfermedad terminal”, requisito nece-
sario para solicitarla, según el Ministerio La citada Resolución No 1216 estableció
de Salud y Protección Social (2015) que podía aplicar a este procedimiento:

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José Antonio García Pereáñez

[…] todo aquel que es portador los códigos de la tradición médica y


de una enfermedad o condición desestimula la investigación. Además,
patológica grave, que haya sido posiciona de manera asimétrica a los
diagnos­ticada en forma precisa por jóvenes, a los saludables y los produc-
un médico experto, que demuestre tivos, sobre los ancianos, los débiles, los
un carácter progresivo e irreversible, enfermos, los deformes y los dementes,
con pronóstico fatal próximo o en y los ubica en un plano, al parecer,
plazo relativamente breve, que no como “inservibles” para un sistema de
sea susceptible de un tratamiento producción y que, por tanto, puede
curativo y de eficacia comprobada, disponer de sus vidas, lo que cosifica
que permita modificar el pronós- la axiología que reivindica su dignidad.
tico de muerte próxima; o cuando Se invierte el verdadero sentido de la
los recursos terapéuticos utilizados justicia social y la adherencia a una
con fines curativos han dejado de sociedad democrática y altruista. Deja a
ser eficaces. disposición de los balances económicos
la vida de los frágiles, al permitir con
El caso de Ovidio polarizó el debate por ello que los comités de ética médica
la muerte digna en Colombia, pues el corrompan sus ideales, apoyados por el
derecho a morir toca la identidad de la secularismo, y pretendan buscar el mejor
condición humana. La pretensión de
218 Ovidio se hizo efectiva, al ser la primera
bien, relativizando su compromiso con
la defensa de la vida y el respeto por la
vez que se hace dentro del sistema de dignidad humana.
salud colombiano. Con el cumplimiento
de la petición de Ovidio, la legislación
colombiana aseguró que la libertad y la Conclusiones
autonomía de los seres humanos son la
principal fuente de dignidad. El Esta- La deliberación sobre la eutanasia y
do respetó las decisiones individuales, el suicidio asistido hace parte de un
expresando las opiniones de quienes debate amplio, pues se debe promover
aseguran que la prolongación de la vida más para que los ciudadanos puedan
a toda costa por métodos artificiales es tener y mantener una posición libre y
una visión equivocada de los fines de responsable a lo largo de toda su exis-
la medicina, pues mantener con vida tencia. El aspecto central de todo esto
a alguien en contra de su voluntad, es es la autodeterminación de poder elegir.
una indignidad. Por eso, en una sociedad plural como la
nuestra, el “testamento vital” reviste una
Por otro lado, el caso de Ovidio suscita importancia capital; dejar por escrito su
serios interrogantes, en especial para los consentimiento, incluso sin estar enfer-
jóvenes en formación, pues demuestra mo, qué hacer en un estado terminal de
cambios súbitos e irreversibles en el una posible enfermedad, una pérdida de
imaginario social, porque deja en vilo conciencia o un accidente acérrimo. La

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Consideraciones del bioderecho sobre la eutanasia en Colombia

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sobre la vida y la muerte es una cues- ciembre de 1993). “Sentencia C-565/93”
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entra a mediar y a decidir el bioderecho. perado de http://www.corteconstitucio-
Este tema es controvertido porque des- nal.gov.co/relatoria/1993/C-565-93.htm
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caso de muerte médicamente asistida http://www.corteconstitucional.gov.co/
y de manera sorprendente interpretan
219
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jurídicamente —amparados en la legis- Colombia, Corte Constitucional (15 de
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El principio ético de autonomía es sobre ria/1994/C-224-94.htm
el cual se fundamenta y se soporta la
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consideración sobre la eutanasia. En
ciembre de 1995). “Sentencia C-578/95”
un estado social de derecho como lo es
[M. P. Eduardo Cifuentes Muñoz]. Recu-
Colombia, se debe aceptar que existen
perado de http://www.corteconstitucio-
opciones diferentes para vivir y morir, y nal.gov.co/relatoria/1995/c-578-95.htm
que se debe respetar la voluntad de quien
Colombia, Corte Constitucional (26 de no-
está soportando una terrible enfermedad.
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