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Cómo administrar tu dinero: 21 consejos que te ayudarán a tener una vida

financiera sana

1. Apunta tus gastos fijos

Los gastos fijos son los que pagamos todos los meses, como alquiler, agua, luz,
teléfono, internet, etc. Es importante resaltar que debes incluir en la lista los
impuestos…. ¡que no se te olvide!

Tener un registro de los gastos fijos es importante para saber cuánto de la renta
familiar sobra todos los meses para invertir, ahorrar o incluso destinar al descanso
y al ocio.

Asimismo, y si eres un emprendedor, también debes tener un control de los gastos


fijos de tu negocio, como el alquiler y los costes de producción.

Hay varias maneras de realizar este control, pero recomendamos mantener una
hoja de cálculo en Google Drive o en Excel, ya que además de guardarse, con lo
cual no se corre el riesgo de perderlos, la herramienta ya hace los cálculos de los
gastos y los resta de tu salario/beneficio.

2. Separa al menos el 10% de tus ingresos cada mes

Antes de pagar los gastos fijos, trate de reservar al menos el 10% de tu renta para
invertir. Si ganas un sueldo fijo mensual, entonces eso significa que debe
separarlo del mismo, y si trabajas como autónomo, ese porcentaje se separa de
todas tus ganancias del mes.

El objetivo aquí no es sólo ahorrar el dinero por un período de tiempo hasta poder
gastarlo en algo superfluo, sino aplicar ese valor para que pueda rendir intereses y
convertirse en un patrimonio en el futuro.

Al principio puede ser difícil “abandonar” ese 10%, pero si te enfocas en el


resultado a largo plazo y logras adaptar tu estilo de vida sin hacer grandes
sacrificios, en menos de un año ya comenzarás a ver los primeros resultados.

3. Mantén tus gastos personales separados de los de tu negocio


Esta sugerencia vale para quien ya tiene un emprendimiento o pretende comenzar
uno. Muchos pequeños y medianos emprendedores todavía tienen dificultades
para separar los gastos personales de los gastos del negocio, lo que puede llevar
no sólo a pérdidas, sino incluso a la quiebra.

Esta práctica es mala porque no puedes saber si tu negocio está


dando ganancias, después de todo, siempre estás sacando dinero de caja. La falta
de capital también impide que promuevas mejoras en los procesos y mejores tu
divulgación, lo que restringe el alcance de tu marca.

Y, por último, mezclar cuentas personales con las cuentas del negocio puede dar
una falsa impresión de “riqueza” y motivarse a gastar más de lo que realmente
puedes en ese momento.

Por lo tanto, te recomendamos que tengas dos cuentas separadas si eres un


emprendedor. La buena noticia es que puedes utilizar a la persona jurídica
asociada a la cuenta para contratar planes corporativos para tu empresa, como
salud, alimentación, etc., que también ayudan a la hora de ahorrar dinero.

4. Trata en lo posible de no pedir financiaciones

Las financiaciones son un peligro para el pequeño y mediano negocio, ya que


representan un largo plazo de compromiso e intereses elevados.

Sabemos que no siempre es posible evitarlos, pues ellos son útiles para captar
recursos en la fase inicial del emprendimiento. Pero siempre que necesites pedir
una financiación ten en mente que los plazos sean menores, además de estudiar
las condiciones estipuladas por las instituciones financieras a fin de escoger la
menor tasa de interés.

Recuerde que las financiaciones también deben ser incluidas en tu hoja de gastos
fijos durante todo el tiempo de vigencia del contrato.

5. Amortiza tus deudas lo antes posible

Si ya has obtenido un préstamo a tu nombre, piensa en abonar más cuotas


simultáneamente para reducir la duración del contrato y, por supuesto, los
intereses.
Pero ojo, no estamos diciendo que debes ajustarte para quitar tus deudas más
rápido. Lo ideal es usar un dinero que esté “sobrando” para adelantar las cuotas, o
sea, nada de mover en los gastos fijos o en el flujo de efectivo de tu negocio.

Un ejemplo de dinero que se puede reservar para amortiguar las deudas es un


pago por un trabajo autónomo que has realizado, por ejemplo.

6. Haz estudios acerca de inversiones

Invertir es una forma de asegurarse de que no gastarás tu dinero en algo


superfluo.Pero cuando usamos la palabra “inversión”, puede parecer que estamos
hablando de algo que requiere mucho conocimiento previo.

¿Tú también piensas así? ¡Pues es exactamente lo contrario!

Todos pueden invertir, desde el perfil más conservador hasta el más audaz. Es por
eso que te recomendamos estudiar los diferentes tipos de inversión disponibles en
tu país y economía. Solo entonces podrás elegir el que mejor se adapte a tu perfil.
Además, habla con personas que estén bien informadas sobre la inversión antes
de tomar tu decisión.

Cuentas de ahorro

Las cuentas de ahorros son exitosas en todas partes, porque son fáciles de abrir y
bastante seguras. Los ahorros, en la mayoría de los países, tienen el riesgo más
bajo de cualquier otro tipo de inversión, pero también tienen el potencial de
rendimiento más bajo.

Es por eso que se recomienda hacer depósitos en efectivo en una cuenta de


ahorro a los inversores conservadores, con una menor tolerancia al riesgo.

Fondos de inversión

Los fondos mutuos reúnen dinero de diferentes inversores y luego lo invierten en


una variedad de acciones, bonos y otras inversiones. Este tipo de inversión es
adecuada para aquellas personas que pueden invertir pensando a largo plazo.

Acciones
A diferencia de las opciones anteriores, el mercado de valores se recomienda a
aquellos inversores con un perfil más audaz. Las acciones pueden fluctuar
enormemente durante el período en que el mercado está abierto, por eso es un
modelo que acarrea riesgo. Una comprensión más profunda de cómo las
compañías están funcionando y un monitoreo continuo de la bolsa de valores son
cruciales.

7. Establece objetivos financieros

Antes de seguir adelante es importante conocer la diferencia entre las metas y los
objetivos. Aunque usemos estas dos palabras indistintamente, los objetivos
representan lo que queremos lograr a largo plazo, mientras que las metas, por otro
lado, representan las acciones concretas cuantitativamente y con un plazo
predeterminado.

Por ejemplo: tu objetivo es aumentar los ingresos por ventas de tu negocio. Tus
metas, a su vez, pueden ser duplicar el número de transacciones en los próximos
seis meses, aumentar el ticket promedio de tus clientes en 50%, etc.

Aprovecha esta oportunidad para leer nuestro post sobre cómo estipular metas
para tu negocio.

8. Paga en lo posible en efectivo

Esto puede sonar como un cliché, pero cualquier especialista en finanzas nos diría
que solo deberíamos comprar algo cuando tenemos el dinero para hacerlo.

Es por eso que pagar en efectivo (o usar una tarjeta de débito, por supuesto) es
una excelente estrategia para ahorrar dinero, ya que evitas gastar dinero que
realmente no tienes, asumiendo una deuda en la tarjeta de crédito.

Muchas tiendas en todo el mundo ofrecen ofertas especiales y descuentos para


pagos en efectivo. Esto significa que puedes ahorrar dinero y pagar menos por un
producto o servicio.

9. Evita usar tu tarjeta de crédito


Esta sugerencia está estrechamente relacionada con el ítem anterior, ya que
incentiva el pago en efectivo.

¿Esto significa que nunca deberías usar tu tarjeta de crédito? ¡Por supuesto que
no!

Las tarjetas de crédito representan una gran comodidad para el consumidor,


además de ser el método de pago en línea más común. Nuestro consejo es que
trates de evitar usarlo cuando tengas efectivo para pagar algo. En muchas partes
diferentes del mundo, cuando realizas pagos (o pagas en cuotas), terminas
pagando intereses, gastando así más de lo que pagarías si pagaras por
adelantado.

10. Establece límites a los gastos variables

Todo lo que no se considera un gasto fijo se puede llamar gasto variable. Lo que
significa que este último puede pagarse más tarde.

Pero sabemos que, en la práctica, no funciona así. A veces, la gente quiere


disfrutar de pequeños placeres, como salir con amigos, hacer un viaje o comprar
algo que no es esencial.

Para estos casos te recomendamos establecer un límite a estos gastos variables.


Reserva una pequeña cantidad para tus actividades de ocio.

Sabemos que tu objetivo es ahorrar dinero, pero si terminas haciendo demasiados


sacrificios, puedes renunciar por completo. Establecer recompensas pequeñas
para cuando logres una meta puede ser un incentivo para seguir avanzando.

Haz una lista con cinco elementos que consideres superfluos e intenta incluir al
menos uno de ellos en tu presupuesto mensual.

11. Utiliza herramientas de gestión financiera

Si no tienes la costumbre de trabajar con hojas de cálculo y necesitas métodos


más sencillos para controlar tus gastos, pues hay una gran variedad de programas
y aplicaciones para ayudarte.
Algunos de ellos ofrecen la opción de subir los comprobantes de pago efectuados
con tarjeta, seguir el movimiento bancario e incluso insertar recordatorios para el
pago de cuentas. Así, tienes un control de todo lo que entra y sale de tu cuenta y
no te toman de sorpresa los intereses abonados en concepto de retrasos en los
pagos.

Uno de ellos es Wallet, un servicio orientado y pensado para aquellos que no


tienen conocimientos financieros. Se trata de ir introduciendo los movimientos
financieros a la vez que los vamos etiquetando de forma correcta para que estén
dentro de las categorías disponibles. El resultado es un gráfico sencillo que nos
indica cómo nos gastamos el dinero.

Otras opciones son Fintonic, para iPhones y Mint, para Android. Ambas son


aplicaciones gratuitas que te ayudan a controlar tus finanzas manteniendo un
registro de todas tus transacciones en un solo lugar.

A la lista podríamos añadir MoneyTrackin, una aplicación que sigue las pautas de


las anteriores para controlar las finanzas personales. Su principal inconveniente
podría encontrarse en el aspecto gráfico, menos logrado que en otras alternativas.
Lo interesante del servicio es que además es una comunidad de ahorradores, por
eso se reciben consejos de otros usuarios para lograr el objetivo final: controlar de
manera adecuada el dinero.

12. Busca fuentes alternativas de renta

Hoy en día, hay muchas actividades que puedes llevar a cabo en casa y ganar
dinero. Un excelente ejemplo es el Marketing de Afiliados. Con él, promocionas
productos de otras personas, a cambio de una comisión cada vez que se realiza
una venta a través de tu enlace.

Si eres creativo y disfrutas creando contenido, puedes comenzar un blog y escribir


sobre algo que te guste. También puedes convertirte en un productor digital y
crear un curso online para compartir tus conocimientos con otras personas.

Las personas que poseen un canal de YouTube o un perfil con muchos seguidores
en Instagram pueden convertirse en influyentes digitales y ganar dinero a través
de asociaciones con marcas, venta de productos y exhibición de anuncios a través
de Google AdSense.
Para hacer cualquiera de las cosas arriba mencionadas, todo lo que necesita es
un equipo con acceso a Internet. Y si no te has identificado con ninguna de las
profesiones que sugerimos, puedes encontrar otras formas de complementar tus
ingresos trabajando desde tu hogar.

13. Ten un presupuesto promedio

Los profesionales autónomos luchan cuando se trata de planificar un presupuesto,


ya que no tienen un ingreso fijo o beneficios.

Nuestro consejo para evitar sorpresas desagradables es efectuar una media de


los ingresos en los últimos meses e identificar los períodos en los que ganas más
y menos, y los efectos de la estacionalidad (como fechas y eventos
conmemorativos) en tus ventas.

Lo ideal aquí es que tus ingresos mínimos sean suficientes para pagar tus gastos
fijos. Para aquellos meses “de verano” en los que ganas más que el promedio,
invierte el excedente o ahórralo para los meses “de invierno”.

14. Usa Internet para comparar precios

Si haces una rápida búsqueda de un producto en Internet verás que muchos sitios
diferentes los venden y a muchos precios diferentes.

Por eso, cada vez que estés a punto de realizar una compra, busca el mejor precio
que se ajuste a tu presupuesto. Después de todo, cuando se trata de ahorrar
dinero, los buscadores de gangas son excelentes, porque cada centavo cuenta.

Hay algunas herramientas como PriceGrabber que buscan y comparan ofertas,


enumerando las diferentes tiendas, desde la más barata hasta la más cara.
Alternativamente, puedes usar los filtros de marketplace y ecommerces para
encontrar las ofertas más económicas. Estos dos ejemplos se aplican a productos
físicos.

Si estás buscando un producto digital, como un curso online o ebooks, es una


buena idea buscar en grupos de Facebook o suscribirse a listas de productores,
mantenerse al día con las ofertas y comparar precios.
Es importante recordar que, en el caso de los productos digitales, el precio no es
lo único que debe tenerse en cuenta. El valor que proporciona, los problemas que
ayudan a resolver, si se trata de un producto de alto valor agregado y el costo
real… todo debe tenerse en cuenta.

15. Únete a los programas de recompensas de tarjetas de crédito

Los programas de recompensa son excelentes para las personas que quieren
ahorrar dinero. En estos programas, se te recompensa por cada compra realizada,
obteniendo puntos que pueden canjearse por otros productos y servicios, como
pasajes de avión, por ejemplo.

La mayoría de los emisores de tarjetas de crédito ofrece programas de


recompensa, y suscribirse es generalmente gratuito.

También hay muchos programas de recompensa en efectivo disponibles, y la


diferencia es que puede canjear sus puntos por dinero en efectivo en lugar de
mercancía o pasajes de avión. Algunos ejemplos son Chase Ultimate Rewards y
American Express Reward Dollars.

16. Únete a los programas de suscripción

¿Existe algún producto o servicio que consideres superfluo, pero que sin embargo
consumes con frecuencia?

Entonces debería considerar unirte a un programa de afiliación. De esta manera


ahorrarás más que si compraras el artículo por separado, además de la ventaja
obvia de obtener los productos directamente en tu casa.

Vino, café, cerveza y productos de belleza son ejemplos de productos vendidos a


través de programas de suscripción.

Y cuando se trata de productos digitales, los planes mensuales de suscripción son


como áreas de miembros, entornos virtuales de aprendizaje, en los que los
alumnos pueden consumir los materiales puestos a disposición por el vendedor.

17. Compra productos de segunda mano


Con la tendencia cada vez mayor de minimalismo y consumo consciente, comprar
artículos de segunda mano es una forma de contribuir a salvar el medio ambiente
y ahorrar algo de dinero en el proceso.

Hay muchas tiendas de segunda mano en todo el mundo, con ropa y zapatos de
alta calidad que se venden a un precio mucho más bajo. Y no sólo ropa, sino otros
artículos como muebles y electrodomésticos.

En línea se puede encontrar una variedad de productos en sitios web


como Mercado Libre,  Vibbo, Segundamano y AlaMaula. En estas plataformas, los
usuarios ponen los productos a la venta y los sitios actúan como intermediarios en
el proceso de compra. Lo mismo sucede en e-Bay y Wallapop, aunque también
vendan productos nuevos.

También puedes unirse a los grupos de Facebook y efectuar el trueque de


productos y servicios con otras personas.

18. No ignores los pequeños gastos

Los servicios que cobran directamente a través de tu tarjeta de crédito


directamente, como Uber, Lyft o aplicaciones y sitios que entregan comida,
pueden actuar como trampas para las personas que desean ahorrar dinero. Eso
se debe a que gastas dinero sin darte cuenta de que lo estás haciendo, y cuando
llega la factura, te sorprenden muchos cargos diferentes.

Por eso te aconsejamos que no pases por alto estos pequeños gastos. Por mucho
que hagas viajes cortos en Uber, por ejemplo, pueden acumularse y convertirse en
un problema a fin de mes.

En la medida de lo posible, camina, y durante el día, usa el transporte público.


Dependiendo de la distancia, puede ser mucho más barato.

Por supuesto, no estamos diciendo que nunca debas usar aplicaciones de


publicación compartida o de entrega compartida. Solo asegúrate de no exagerar, o
úsalos cuando haya una alternativa más económica.
19. Evita comer fuera

Comer fuera de casa puede ser muy costoso dependiendo de donde trabajes o
donde se encuentre tu negocio. Es por eso que te recomendamos buscar
opciones más económicas o incluso llevar tu propia comida al trabajo.

Una vez más, no estamos diciendo que no debes comer afuera cuando lo desees
o cuando debas hacerlo, sino que deberías intentar reducir lo que gastas en
restaurantes, si es posible.

Si trabajas desde casa, será aún más fácil adaptarte a este nuevo cambio.
Además, puedes comer más sano controlando lo que comes y cómo lo preparas.

20. Elige pagos automáticos para tus cuentas

La automatización del pago de las facturas es una excelente manera de no abonar


recargos por mora. La acumulación de facturas nunca es una buena idea, ya que
te facilita perder el control de tus finanzas. Para resolver este problema, tenemos
dos sugerencias: gastar menos (que es básicamente lo que hemos estado
diciendo en esta publicación) y, si es posible, establecer las fechas de vencimiento
unos días después del día de pago.

21. Ahorra cada centavo extra

El 21º y último consejo es bastante obvio, pero hace toda la diferencia para que
administres tu dinero un poco mejor y lo hagas crecer. En una palabra: ahorra
cada centavo extra que ganes.

¿Sabes aquel pago que no sabías que estaba llegando? Como bonos, distribución
de participación en los beneficios, trabajo independiente o, en el caso de los
emprendedores, un lanzamiento de un producto con mejores resultados de los que
esperabas…

Bien, pues entonces te aconsejamos que ahorres ese dinero extra e lo inviertas,
agregándolo al 10% que ahorras cada mes. Como este dinero extra es una
sorpresa agradable, no lo perderás cuando llegue el momento de pagar las
facturas.
Es importante recordar que cuanto más inviertes, más ganas, lo que a su vez
significa más dinero para comprar algo importante o efectuar mejoras en tu
negocio.

¿Dejamos alguna sugerencia importante de lado? ¿Te gustaría compartir lo que


haces para hacer crecer tu dinero? Déjanos un comentario en la sección de abajo.
Y lee nuestra publicación sobre cómo comenzar a vender online desde cero.

Cómo administrar el dinero


En este artículo:Hacer un presupuestoGasta tu dinero con éxitoHaz inversiones
inteligentesHaz crecer tus ahorros

El manejo de las finanzas personales es un tema que no se enseña en muchas

escuelas, pero es algo a lo que prácticamente todo el mundo debe enfrentarse

tarde o temprano. Aquí tienes algunas estadísticas: el 58% de los norteamericanos

no tienen un plan de jubilación para mantenerse financieramente para cuando se

hagan mayores.[1] Aunque por lo general la gente cree que necesitarán alrededor

de $300,000 dólares para mantenerse económicamente durante la jubilación, el

americano promedio tiene solo $25,000 dólares ahorrados para cuando se deba

retirar.[2] En los hogares norteamericanos, el promedio de la deuda por tarjetas de

crédito es de unos agobiantes $15,204 dólares. [3] Si estos números te resultan

alarmantes, y quieres revertir la tendencia, lee estos consejos específicos y al

grano pensados para darte un futuro mejor.


Método1
Hacer un presupuesto
1.

1
Durante un mes, sigue el rastro de todos tus gastos. No has de limitarte a ti

mismo; solo consigue hacerte una idea de cuánto dinero gastas durante un mes

dado. Guarda todos tus recibos, toma nota de cuánto dinero en efectivo necesitas

frente a cuánto gastas con tarjetas de crédito, y calcula cuánto dinero has dejado ir

antes del fin de mes.


2.

Después del primer mes, haz recuento de cuánto gastaste. No anotes lo que

“hubieras deseado” gastar; anota lo que “realmente” gastaste. Ordena tus compras

por categorías de forma que tenga sentido para ti. Una lista sencilla de tus gastos

mensuales podría ser algo como esto:

 Ingresos mensuales: $3,000

 Gastos:

 Renta/Hipoteca: $800

 Facturas del hogar (suministros/electricidad/ tv por cable): $125

 Comestibles: $300

 Cenar fuera: $125

 Combustible: $100

 Emergencias médicas: $200

 Varios: $400

 Ahorros: $900
3.

3
Ahora, anota tu presupuesto real. Basándote en los gastos mensuales reales, y

en tu conocimiento de tu historial de gastos, presupuesta qué cantidad de tus

ingresos asignarás a cada categoría para cada mes. Si lo deseas, usa una

plataforma en línea para hacer el presupuesto, como Mint.com, para que te ayude

a gestionarlo.

 En tu presupuesto, haz columnas separadas para presupuesto “planeado” y

presupuesto “real”. Tu presupuesto planeado es el que quieres gastar en cada

categoría; este permanece igual para cada mes y ha de ser calculado al principio

del mes. Tu presupuesto real es lo que acabas gastando; fluctúa de un mes a otro

y se calcula al final del mes.

 Mucha gente deja un espacio significativo en su presupuesto para los ahorros. No

tienes que estructurar tu presupuesto obligatoriamente para incluir ahorros, pero

por lo general es una buena idea hacerlo. Los planificadores financieros

profesionales aconsejan a sus clientes que aparten al menos del 10% al 15% de

sus ingresos para ahorro.[4][5]


4.

Sé honesto contigo mismo respecto al presupuesto. Se trata de tu dinero,

realmente no tiene sentido mentirte a ti mismo acerca de cuánto vas a gastar al

elaborar tu presupuesto. A la única persona que vas a dañar es a ti mismo. Por

otro lado, si no tienes idea de cómo gastas tu dinero, te llevará unos meses

consolidar tu presupuesto. Mientras tanto, no anotes ninguna cifra fija hasta que

no consigas ser realista contigo mismo.


 Por ejemplo, si anotas 500 dólares destinados a ahorrar cada mes, pero te vas a

ver en aprietos para cumplir esa meta, no lo anotes. Escribe una cifra realista.

Entonces, regresa a tu presupuesto y observa si puedes pellizcar un poco de

efectivo de otra categoría y redirigirlo a tus ahorros.


5.

Controla tu presupuesto en el transcurso de los meses.Lo malo de un

presupuesto es que tus gastos pueden cambiar de un mes a otro. Lo bueno de

tener un presupuesto es que puedes seguirles la pista a esos cambios, lo que te

dará una idea precisa de adónde se fue tu dinero durante el año.

 Establecer un presupuesto te permitirá ver cuánto dinero gastas, si es que no te

percataste aún. Mucha gente, después de fijar su presupuesto, se dan cuenta de

que gastan dinero en cosas bastante inútiles. Este conocimiento les permite

ajustar sus hábitos de consumo y poner su dinero en cosas más significativas.

 Planea para lo inesperado. Fijar un presupuesto también te enseñará que nunca

se sabe cuándo tendrás que gastar en algo inesperado, pero que lo inesperado se

puede planear. Obviamente no “planeas” que tu automóvil se averíe, o que tu hijo

necesite atención médica, pero vale la pena esperar que una contingencia así

suceda, y estar preparado financieramente cuando se presente.


Método2
Gasta tu dinero con éxito
1.

1
Cuando puedas tomar prestado o alquilar, no compres.¿Cuántas veces has

comprado un DVD solo para que se pase años acumulando polvo? Libros,

revistas, DVD, herramientas, suministros para fiestas y equipamiento deportivo

pueden ser cosas que se consigan por muy poco dinero. A menudo alquilar te

ahorra los gastos de mantenimiento y almacenaje, y a menudo hace que trates

mejor los objetos.

 No alquiles ciegamente. Si vas a usar un objeto por bastante tiempo, tal vez te

convenga comprarlo. Haz un análisis de costos sencillo para sopesar si te

conviene alquilar o comprar.


2.

Si tienes el dinero, amortiza capital de tu hipoteca. Para mucha gente, comprar

una casa es el gasto más significativo que harán en toda su vida. Por esta razón,

es de mucha ayuda saber cómo pagar la hipoteca sabiamente. Tu meta a la hora

de cancelar tu hipoteca debe ser minimizar el pago de intereses y honorarios a la

vez que equilibras el resto de tu presupuesto.

 Adelanta pagos al principio. Por lo general, los primeros cinco a siete años de una

hipoteca son los que tienen intereses más altos. [6] Si puedes, toma lo que te

devuelvan de tus impuestos y canaliza una porción hacia la amortización de tu

hipoteca. Cancelar pagos temprano te ayudará a equilibrar el valor patrimonial

rápidamente al rebajar el pago de intereses.

 Pregunta si puedes hacer pagos bimensuales en lugar de mensuales. En vez de

pagar 12 mensualidades al año de tu hipoteca, pregunta si puedes hacer 26


pagos. Esto te ayudará a ahorrar miles de dólares facilitando el ahorro de

honorarios asociados a ellos. Algunos prestamistas aplican honorarios costosos

(300 a 400 dólares) para aplicar el privilegio de pagar una vez al mes.

 Habla con tu prestamista sobre un refinanciamiento. Si puedes renegociar tu

préstamo para rebajar los intereses de un 6.7% a un 5.7%, por ejemplo, mientras

sigues haciendo los mismos pagos, hazlo.[7] Podrías ahorrarte “años” de hipoteca.


3.

Comprende que poseer una tarjeta de crédito puede ser muy importante para

establecer crédito. Un registro de créditos de 750 o mayor puede abrirte la

oportunidad de obtener mejores porcentajes de interés y de nuevos créditos, lo

cual no hay que tomar a la ligera. Incluso si no la usas a menudo, es importante

tener una. Si no confías en ti mismo, simplemente guárdala en un cajón.

 Emplea tu tarjeta de crédito como si fuera efectivo, eso es lo que es. Hay quienes

emplean sus tarjetas como si fuera un instrumento de gastos ilimitados, creando

saldos que saben que no pueden pagar y dejando los pagos en el mínimo

mensual. Si vas a hacer eso, prepárate para gastar grandes cantidades de dinero

en intereses y tasas.

 Ponte la meta de hacer poco uso del crédito. Hacer poco uso del crédito significa

que el débito que cargas a tu tarjeta es proporcionalmente bajo respecto a tu límite

total. En español sencillo, esto quiere decir que si tienes un saldo mensual medio

de 200 dólares en tu tarjeta pero tu límite es de 2,000, la proporción entre lo que

debes y tu límite es muy bajo, sobre 1:10. Si tienes un saldo mensual medio de
200 dólares en tu tarjeta de crédito pero tu límite es de 400, tu utilización del

crédito se va a disparar y atravesará el techo, sobre 1:2.


4.

Gasta lo que tienes, no lo que esperas tener. Puede que te veas como alguien

que gana dinero con facilidad, pero tu dinero no respalda esa opinión, te estás

pegando un tiro en el pie si actúas de ese modo. La primera y más

importante regla sobre gastar dinero es esta: A no ser que se trate de una

emergencia, gasta solo el dinero que tengas, no el que esperas obtener. Esto te

mantendrá libre de deudas y te permitirá planear bien tu futuro.


Método3
Haz inversiones inteligentes
1.

Familiarízate con diferentes opciones de inversión.Conforme nos hacemos

mayores, nos damos cuenta que el mundo de las finanzas es mucho más

complicado de lo que nos imaginábamos de pequeños. Existen posibilidades

reales de comerciar con productos “imaginarios”; se puede apostar por cosas que

todavía no han sucedido; hay formas sofisticadas de ganar dinero en la bolsa de

valores. Cuanto más sepas sobre instrumentos financieros y posibilidades, mejor

preparado estarás a la hora de invertir tu dinero, incluso si esa sabiduría consiste

solo en saber cuándo echarte atrás.


2.
2

Saca partido de cualquier plan de jubilación que ofrezcan tus patronos. A

menudo, los empleados pueden optar a un "Plan de jubilación 401(k)". En este

plan, una porción de tu paga se transfiere automáticamente a un plan de ahorro.

Esta es una forma muy buena de ahorrar, ya que los pagos salen de tu sueldo

antes de ser reducido; la mayoría de la gente ni siquiera nota los pagos del plan.

 Habla con el representante de recursos humanos de tu compañía acerca de las

aportaciones prorrateadas. Algunas compañías grandes con grandes beneficios


prorrateas la cantidad de dinero que pones en tu plan 401, doblando literalmente

tu inversión. Si eliges poner 1,000 dólares por cada paga, tu compañía podría

poner 1,000 dólares adicionales, haciendo que tu inversión aumentara 2,000

dólares por sueldo mensual.


3.

Si vas a poner dinero en el mercado de valores, no juegues con él. Mucha

gente intenta comerciar un día en bolsa, apostando por valores individuales que

suben o bajan un poco cada día. Aunque esta puede ser una forma efectiva de

ganar dinero para un individuo experimentado, es extremadamente arriesgado, y

se parece más a un juego que a invertir. Si quieres hacer inversiones seguras en

bolsa, invierte a largo plazo.[8] Esto significa dejar tu dinero invertido por 10, 20, 30

años o más.

 Fíjate en los fundamentos de la compañía (con cuánto dinero en efectivo cuenta,

cuál es su historial de producto, cómo valora a sus empleados, y qué alianzas

estratégicas tiene) cuando elijas en qué valores vas a invertir. Esencialmente

estás apostando a que el valor actual está infravalorado y que subirá en el futuro. [9]

 Para apuestas más seguras, fíjate en los fondos comunes de inversión al comprar

valores. Los fondos Comunes son paquetes de valores unidos para minimizar

riesgos. Piensa en ellos así: Si has invertido todo tu dinero en las acciones de una

sola compañía y su precio se desploma, estás en problemas; si has distribuido tu

dinero a partes iguales en 100 diferentes valores, muchos de ellos pueden fallar
sin afectar demasiado tu media de inversión. Básicamente, así es como los fondos

comunes mitigan los riesgos.


4.

Ten un buen seguro de cobertura. Se dice que la gente lista espera lo

inesperado, y tiene un plan preparado por si acaso. Nunca sabes cuándo

necesitarás una gran suma de dinero para una emergencia. Tener buena

cobertura con un seguro realmente puede sacarte de un apuro durante una crisis.

Habla con tu familia sobre los diferentes tipos de seguros que están a tu alcance

para ayudarte en caso de emergencia:

 Seguro de vida (si uno de los cónyuges falleciera inesperadamente)

 Seguro de salud (si tuvieras que pagar facturas inesperadas de hospital y/o

doctor)

 Seguro de hogar (si algo inesperado dañara o destruyera tu casa)

 Seguro de desastres (para tornados, terremotos, inundaciones, incendios, etc.)


5.

Piensa en conseguir un plan de jubilación para cuando te retires. A parte de

eso, o tal vez en lugar de este, tu plan tradicional 401 (k), el cual es un plan de

jubilación para empleados. Un plan de jubilación es una forma de ahorro que te

permite invertir cierta cantidad de dinero, y sacarla, sin impuestos, tras cumplir los

60. (Bueno, técnicamente, a los 59 ½.)


 Los planes de jubilación invierten en el mercado de valores: bolsa, bonos del

tesoro y fondos mutuales, lo que les da la oportunidad de crecer significativamente

a lo largo de muchos años. Si inviertes a temprana edad en un plan de jubilación,

los intereses acumulados que ganes (intereses de los intereses) crearán

incrementos significativos en tu inversión.


Método4
Haz crecer tus ahorros
1.

Comienza por retener tus ingresos tanto como puedas.Haz del ahorro una

prioridad en tu vida. Incluso si tu presupuesto es ajustado, retoca tus finanzas de

modo que ahorres sobre el 10% de tus ganancias totales.

 Piensa en ello de esta forma: Si te las ingenias para ahorrar $10,000 al año (lo

cual es menos de $1,000 al mes) en 15 años tendrás $150,000. Este es suficiente

dinero para enviar a un hijo a la universidad, comenzar unos buenos ahorrillos, o

dar una entrada considerable para una hermosa casa.

 Empieza a ahorrar desde joven. Incluso si todavía estás en la escuela, ahorrar es

importante. La gente ahorradora considera el ahorro como una obligación ética

más que como una necesidad. Si comienzas pronto a ahorrar, e inviertes

sabiamente esos ahorros, una suma inicial pequeña se puede ir haciendo una

gran bola de nieve hasta convertirse en una suma considerable. Literalmente, es

pensar por adelantado.


2.
2

Comienza un fondo de emergencia. Ahorrar consiste en no derrochar ingresos

prescindibles. Tener ingresos prescindibles significa no tener deudas. No tener

deudas significa estar preparado para las emergencias. Por lo tanto, un fondo para

un mal día realmente puede sacarte de un apuro si tienes dinero ahorrado.

 Piensa en ello de esta forma: tu automóvil se avería y de repente tienes que

abonar $2,000 de factura. No lo planeaste, así que tienes que conseguir un

préstamo. Un crédito te aprieta las tuercas, ya que los intereses pueden ser

bastante altos. Muy pronto, estás pagando 6 ó 7 por ciento de interés por el

préstamo, lo que te recorta tus posibilidades de ahorrar durante los próximos seis

meses.

 Si hubieras tenido un fondo para emergencias, por lo pronto podrías haber evitado

meterte en deudas, con sus intereses asociados. Estar preparado realmente vale

la pena.
3.

Cuando hayas empezado a ahorrar para tu jubilación y a poner dinero en tu

fondo para emergencias, pon aparte el dinero de tres a seis de gastos. [10] De

nuevo, ahorrar consiste en estar preparado para cualquier cosa que pueda venir.

Si de repente te despiden del trabajo, o tu compañía reduce tus comisiones, no

querrías endeudarte para financiar tu día a día. Tener reservado el dinero de tres,

seis o nueve meses de gastos cotidianos te ayudará a mantenerte a flote, incluso

si ocurre un desastre.
4.
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Comienza a liquidar tu deuda una vez que te estabilices.Ya sea que se trate de

tarjetas de crédito o de hipoteca, tener una deuda recorta seriamente tu capacidad

para ahorrar. Comienza con la deuda que tenga mayor tasa de interés. (Si se trata

de tu hipoteca, intenta amortizar grandes pedazos de esta, pero concéntrate en los

pagos no hipotecarios primero). Luego pasa a tu segunda deuda con mayor tasa

de interés, y comienza a liquidarla. Ve eliminando tus deudas en orden

descendente hasta liquidar toda tu carga de deudas.


5.

Comienza a ahorrar ya para la jubilación. Si ya estás en una edad entre 45 y

50, y no has comenzado a ahorrar para cuando te retires, es realmente importante

que comiences a hacerlo ya mismo. Haz tu máxima contribución a tu Plan de

Jubilación y a tu 401 (k) ($16,500) al año; si eres mayor de 50, puedes incluso

hacer las llamadas contribuciones para ponerse al día, si quieres rellenar tus

ahorros para la jubilación.

 Ponte como prioridad alta ahorrar para la jubilación. Incluso mayor prioridad que

ahorrar para la universidad de tus hijos. Siempre puedes pedir dinero prestado

para ayudarte a pagar la universidad, pero no puedes pedirlo para tu jubilación.

 Si estás totalmente a ciegas acerca de cuánto dinero debes estar ahorrando, usa

un calculador de ahorros para la jubilación en línea, Kiplinger tiene uno bueno,

para ayudarte aquí.
 Consulta a un planificador o consejero financiero. Si quieres maximizar tus ahorros

para la jubilación, pero no tienes las claves para comenzar, habla con un

planificador profesional licenciado. Estas personas están entrenadas para invertir

tus ahorros sabiamente, y por lo general tienen un registro de rendimiento de la

inversión (Retorno sobre la inversión o ROI por sus siglas en inglés). Por un lado,

tendrás que pagar por sus servicios; por otro lado, le estás pagando por hacerte

ganar dinero. No es un mal trato.

Consejos

 Una tarjeta de débito es un sustituto pobre para una de crédito. Te da otros

accesos directos a tu cuenta bancaria sin el emisor de la tarjeta de crédito como

intermediario. A demás, algunos comerciantes retienen dinero de las tarjetas lo

que puede que no te permita acceder a tu dinero, incluso podrías acabar no

pudiendo comprar nada (Por ejemplo, algunas gasolineras retienen 100 dólares de

tu cuenta en el instante que acceden a tu tarjeta, sin importar la cantidad de

combustible que compres. No hay problema con una tarjeta de crédito, pero podría

ser un problema para tu cuenta de cheques)

 Eleva tus calificaciones. Tómate tiempo para elevar tus conocimientos y

habilidades para mantenerte delante en la competición. Esto aumentará tus

posibilidades de ganar más dinero en el futuro.

 Cuando hay un aumento en las ejecuciones hipotecarias todavía no es el mejor

momento para comprar una propiedad, ya que la ley de la oferta y la demanda

obligará a bajar los precios más de lo que querrían los bancos.


o Entonces, cuando las ejecuciones terminen por completo por parte de los bancos,

la ley de la oferta y la demanda forzará los precios a subir de nuevo.

o Mientras no haya muchas ejecuciones, mantén tu propiedad, porque los precios

subirán.

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