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Ulúa

Revista de Historia, Sociedad y Cultura

Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales


Universidad Veracruzana
Universidad Veracruzana
Rector: Raúl Arias Lovillo
Ulúa
Secretario Académico: Porfirio Carrillo Castilla Revista de Historia, Sociedad y Cultura
Secretaria de Administración y Finanzas: Víctor Aguilar Pizarro
Secretaria de la Rectoría: Leticia Rodríguez Audirac Año 10/Núm. 19 Enero-junio de 2012
Director General Editorial: Agustín del Moral Tejeda
Director General de Investigaciones: César Ignacio Beristain Guevara
Director del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales: Juan Ortiz Escamilla

Coordinación de la propuesta temática del número 19: Adriana Naveda Chávez-Hita


Edición al cuidado de Horacio Guadarrama Olivera
Asistencia editorial e intercambio institucional: Cecilia Sánchez Martínez
Formación: Aída Pozos Villanueva
Diseño de forros: Rosalinda Band Schmidt

Ulúa. Revista de Historia, Sociedad y Cultura es una publicación semestral, cuyo título
fue otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor el 20 de enero de 2003,
con el Número de Certificado de Reserva 04-2003-012011411200-102. Número
de Certificado de Licitud de Título 12761. Número de Certificado de Licitud de
Contenido 10333. ISSN: 1665-8973.

Ulúa. Revista de Historia, Sociedad y Cultura está indexada en clase (Citas


Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades) y latindex (Sistema Regional
de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España
y Portugal).

Toda colaboración y correspondencia deberá dirigirse a: Ulúa. Revista de Historia,


Sociedad y Cultura, Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales, Universidad
Veracruzana, Diego Leño 8, C.P. 91000, Xalapa, Veracruz, México. Tel. y fax: 01 (228)
8-12-47-19. E-mail: ulua@uv.mx.

Distribución: Dirección General Editorial, Universidad Veracruzana, Hidalgo 9,


Centro, C.P. 91000, A.P. 97, Xalapa, Veracruz, México. Tel. y fax: 01 (228) 8-18-59-80.
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Pueden reproducirse textos o partes de ellos con la autorización por escrito del editor y
citando la fuente. Los textos firmados son responsabilidad exclusiva de los autores.
Sumario
Consejo Científico
Montserrat Gárate Ojanguren María Skoczek Presentación
Universidad del País Vasco Universidad de Varsovia
Esteban Krotz Andrzej Dembicz Esclavos africanos y descendientes en Nueva España: expresiones de lo cotidiano
Universidad Autónoma Universidad de Varsovia Adriana Naveda Chávez-Hita..............................................................................11
Metropolitana-Xochimilco Frédérique Lange
Oscar Zanetti Lecuona Centro Nacional de Investigaciones
Universidad de La Habana Sociales-París Artículos
Sergio Guerra Vilaboy Alfred H. Siemens Mulatos, morenos y pardos marineros. La sodomía en los barcos
Universidad de La Habana Universidad de Columbia Británica de la Carrera de Indias, 1562-1603
Alonso Pérez Agote Alberto Guaraldo Úrsula Camba Ludlow........................................................................................21
Universidad del País Vasco Universidad de Turín
Antonio García de León Claudio Lomnitz Polonia de Ribas, mulata y dueña de esclavos: una historia alternativa.
Universidad Nacional Universidad de Nueva York Xalapa, siglo XVII
Autónoma de México Danielle Terrazas Williams..................................................................................41
Solange Alberro
Hira de Gortari El Colegio de México San Lorenzo Cerralvo, pueblo de negros libres. Siglo XVII
Instituto Mora María de los Ángeles Romero Frizzi Adriana Naveda Chávez-Hita..............................................................................61
Allan Burns Instituto Nacional de Antropología
Universidad de Florida e Historia-Oaxaca Hijos de esclavos. Niños libres y esclavos en la capital novohispana
durante la primera mitad del siglo XVII
Leticia Gamboa Ojeda Cristina V. Masferrer León..................................................................................81
Universidad Autónoma de Puebla
La justicia y los esclavos en la Nueva España del siglo XVIII
Editor General Juan Manuel de la Serna....................................................................................101

Carmen Blázquez Domínguez Propietarios de esclavos en Guanajuato durante el siglo XVIII


María Guevara Sanginés....................................................................................121
Comité Editorial
La población afrodescendiente de la región de Tamiahua:
Juan Ortiz Escamilla la pesca y la resistencia a tributar a finales del siglo XVIII
Rosío Córdova Plaza Filiberta Gómez Cruz........................................................................................147
Feliciano García Aguirre

Ensayo

En busca de experiencias y vida cotidiana de los afromexicanos


en la época colonial
Patrick J. Carroll...............................................................................................167
Reseñas

Sobre: Félix Báez-Jorge y Sergio Vázquez Zárate, Cempoala,


por Eduardo Matos Moctezuma............................................................................179

Sobre: José Manuel López Mora, Inquisición de Veracruz.


Catálogo de documentos novohispanos en el AGN,
por Citlalli Domínguez Domínguez......................................................................187

Sobre: Adriana Naveda Chávez-Hita y Fernanda Núñez Becerra, División


del Curato de Xalapa, 1769-1773 (Documento inédito),
por Ángel José Fernández.......................................................................................193

Sobre: Franck Courtel, Manuel González de la Parra, Sandra Ryvlin et al.,


México, el otro mestizaje/Mexique, l’autre métissage,
por Horacio Guadarrama Olivera..........................................................................199

Sobre: Elia Avendaño Villafuerte, Estudio sobre los derechos de los pueblos
negros de México, por Óscar Hernández Beltrán.....................................................215

Resúmenes.................................................................................................219
PRESENTACIÓN
Abstracts. .................................................................................................223

Colaboradores. ....................................................................................227

Normas para la presentación de originales.......................231


Esclavos africanos y descendientes en Nueva España:
expresiones de lo cotidiano

E
n 2011, la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
estableció el Año de los Afrodescendientes como reconocimiento
a los millones de esclavos africanos desterrados, quienes llegaron a
América y construyeron una riqueza material y cultural junto a indígenas
y españoles. El aspecto más evidente del proceso de mestizaje es el fenotí-
pico, sin embargo, las investigaciones históricas han demostrado que los
esclavos y sus descendientes nos dejaron su impronta en varios aspectos:
históricos, sociales, culturales y lingüísticos.
En ese sentido, la revista Ulúa, Revista de Historia Sociedad y Cultura
se une a este reconocimiento al publicar un número dedicado a las expre-
siones culturales cotidianas de esclavos africanos y sus descendientes sus-
citadas en la Nueva España, en los siglos XVII y XVIII. En siete artículos y
un ensayo, historiadores de diversas universidades analizan e interpretan
nuevas fuentes documentales que ofrecen una visión más humana, menos
rígida o marginal de lo que fue el sistema esclavista, toda vez que enfatiza
la importancia que tiene el aporte de los esclavos africanos y sus descen-
dientes en la configuración de las esferas cultural, social, además de la
económica, tanto como la propia fenotípica.
Y es que el análisis económico aplicado a los estudios sobre la escla-
vitud y la población de origen africano en el virreinato monopolizó por
décadas el estudio de sus protagonistas: “el negro” y sus descendientes,
primero al centrarse en el ámbito azucarero y, posteriormente, en los cen-
tros urbanos, demostrando la importancia en número de los trabajadores
robados de África y valorando la riqueza generada en la Nueva España
con base en su trabajo. De ahí que poco se supiera de la vida social, la
identidad, las creencias, las fiestas, las costumbres y, menos aún, de su

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sentir, pensar, amar, así como de sus prácticas sexuales y otros aspectos Así, el artículo de Úrsula Camba Ludlow, “Mulatos, morenos y pardos
que dan testimonio del acontecer cotidiano y los ámbitos que antes no marineros. La sodomía en los barcos de la Carrera de Indias, 1562-1603”,
parecían importantes en la recreación de la historia o no eran percibidos con el que inicia este número de Ulúa, tiene como objetivo analizar los
o no interesaban a los estudiosos. encuentros sexuales entre los marineros que se hacían a la mar en los barcos
Sin embargo, algo se ha rescatado al tratar de entender cómo y por qué de la flota española. Principalmente, se enfoca en aquellos comportamien-
funcionaban los comportamientos de personas vulnerables, castas y escla- tos sexuales considerados por las autoridades como “inapropiados” o “peca-
vos, junto a la mayoría de los habitantes, indios, y entre ellos, mujeres y minosos”, como el pecado nefando o sodomía, que llegó a ser castigado
niños. Por ello, desde la perspectiva de la historia cultural, por un lado, se con puniciones corporales y pecuniarias, según las leyes que regían la vida a
puede entender a los descendientes de africanos esclavizados o ya libres bordo de las naves de la Carrera de Indias durante la navegación.
como sujetos activos de las historias regionales, y por el otro, comprender Los marineros mulatos, pardos y morenos fueron los actores princi-
la vida cotidiana de congos, caravalíes, matambas, en suma, de mujeres, pales de estos encuentros furtivos, ocasionales, forzados o consensuados.
hombres y niños que fueron forzados a salir de su territorio y enseguida Muchos de estos hombres se desempeñaron en las embarcaciones como
transportados a América. Desde luego, este conocimiento será resultado pajes, grumetes y marineros, algunos eran libres y otros esclavos “que
del análisis de diversas fuentes de documentación y del planteamiento de trabajaban para entregar la soldada a su amo”. A decir de Camba Lud-
preguntas que nos conduzcan justamente a descifrar las costumbres, las low, la presencia de mulatos y morenos como marineros “deja en claro la
creencias y las actitudes de aquéllos en el terreno de la vida cotidiana y en consideración social que tal oficio tenía”, así como los límites sociales que
medio de convencionalismos sociales, es decir, entre lo que era válido y imponía la calidad.
estaba permitido realizar y lo que significaba infringir la norma. En cuanto a la estructura del artículo, éste se compone de una intro-
De tal suerte, a partir de la historia cultural y de la aplicación de su ducción y dos apartados. En el primero de ellos, la autora hace una
metodología, será posible examinar narraciones e historias de vida que, a reflexión en torno a la pertinencia de la utilización de los conceptos
su vez, nos darán luz sobre la identidad de los propios esclavos africanos “queer”, “gay” y “homosexual” en los estudios históricos, con la finalidad
y sus descendientes, pero también sobre la de los otros, al mismo tiempo de abordar la problemática desde una perspectiva de género y enfati-
que nos conducirán a reconocer los repliegues sociales y culturales que zar cuál de los conceptos sirve mejor para abordar la problemática de
caracterizaron la época virreinal más allá de lo que, a simple vista, enun- los encuentros entre los marineros acusados de cometer sodomía. En el
cian los discursos oficiales. segundo apartado, se analiza la intimidad cotidiana a bordo de los barcos
En ese sentido, algunas de las aportaciones a la historiografía sobre la y la percepción que tuvieron acusados y acusadores de los comportamien-
población de origen africano que estos artículos brindan están basadas en tos catalogados por las autoridades como “pecado nefando” o “delito de
la consulta de los archivos judiciales, contraparte de los inquisitoriales, a sodomía”. En este sentido, Camba Ludlow explora dos universos men-
través de los cuales es posible seguir juicios, no por delitos que ofendían a la tales: el de las autoridades, quienes definieron el delito de sodomía desde
Iglesia, sino por delitos criminales del fuero laico. Ambos archivos ofrecen una perspectiva religiosa, es decir, como aquél que se comete entre dos
historias de vida narradas en los interrogatorios, donde podemos analizar: personas del mismo sexo, y el de los implicados, quienes al parecer algu-
quiénes eran estos esclavos, cuáles eran sus relaciones de parentesco, qué nas veces eran conscientes de haberlo cometido y otras no, pero que recu-
nexos tenían con otros grupos y familiares; su situación familiar y su pres- rrían a denunciarlo ante el temor de saberse descubiertos.
tigio social, no tanto para distinguir su “calidad” y status, como anterior- Enseguida, Danielle Terrazas Williams, en el texto “Polonia de Ribas,
mente se resaltaba, sino su identidad, vista y descrita por ellos o por otros. mulata y dueña de esclavos: una historia alternativa. Xalapa, siglo XVII”,

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muestra cómo los descendientes de esclavos en Nueva España se encon- como se incorporaban al mundo de sus padres bajo un esquema donde la
traron en un mundo contradictorio, donde la calidad y el status jugaron esclavitud simbolizaba un sentido de pertenencia diferente al del resto de
en muchas ocasiones un papel ambiguo en la sociedad colonial. Con ello la sociedad. También nos introduce en el mundo de las actividades reali-
Terrazas Williams ofrece una perspectiva poco explorada en los estudios zadas por los niños y los jóvenes libres o no, en el cual sus padres utiliza-
sobre mujeres de origen africano, donde tal vez el rasgo más interesante ban su trabajo para obtener una utilidad económica. Además, la autora
de esta historia sea el que dicha mujer fuera la dueña de sus medios busca enfatizar las similitudes en la vida cotidiana entre aquellos hijos
hermanos esclavos. Y es que Polonia, mulata libre, tiene una situación de esclavos ya libres y aquéllos que heredaron la condición legal esclava de
económica favorable merced a la herencia familiar de su madre esclava, sus padres, específicamente de la madre. Así, el artículo es un aporte a la
además de las redes sociales que logró consolidar a través de intereses eco- historiografía acerca de la temática, sobre todo porque los estudios sobre
nómicos con personas acomodadas de la sociedad xalapeña del siglo XVII. la niñez de los hijos de esclavos son casi inexistentes.
Esta situación nos muestra a una mujer distinta a todas aquéllas retra- En el texto que sigue, titulado “La justicia y los esclavos en la Nueva
tadas en la historiografía del tema, en la cual figuran como amantes de España del siglo XVIII”, Juan Manuel de la Serna analiza los instrumentos
españoles, cuidadoras de los hijos de las familias acaudaladas de la época, de la justicia indiana utilizados por los esclavos africanos para obtener
sirvientas, cocineras, hechiceras, curanderas, etcétera. su libertad. Muestra cómo los esclavos emplearon el discurso jurídico
Posteriormente, en el trabajo “San Lorenzo Cerralvo, pueblo de instituido por el sistema colonial español para emprender acciones lega-
negros. Siglo XVII”, Adriana Naveda Chávez-Hita expone algunos ele- les contra sus amos o contra aquéllos que intentaban mantenerlos en la
mentos esenciales de la vida cotidiana de sus habitantes. Mucho se sabe esclavitud.
de la valentía de estos cimarrones en su lucha contra la esclavitud, pero De la Serna enfatiza que se debe entender que esta “cultura política”
una vez más, al utilizar el archivo inquisitorial, Naveda Chávez-Hita asumida por los esclavos varió de acuerdo con “las diferencias geográficas,
puede demostrar de qué manera los protagonistas de esa lucha armada el acceso a la información, la formación cultural” y el conocimiento que
vivieron como cualquier ser humano en condiciones de paz. Y es que éstos tuvieran del tema. En este sentido, el texto nos muestra la expe-
este pueblo de libres jugó un papel importante en el desarrollo de la vida riencia de la esclavitud urbana, donde los esclavos conocían y tenían la
social de sus pobladores al aceptar a habitantes descendientes de africa- habilidad de poder enfrentar a sus opresores y con ello generar espacios
nos libres de otros lugares a vivir con ellos o a esclavos huidos, quienes se de negociación y obtener algo de dinero a lo largo del tiempo, para libe-
asentaban definitivamente hasta que la Inquisición los descubría, no por rarse ellos o liberar a alguna otra persona de su familia que también fuese
ser un esclavo huido, sino por estar casado dos veces. esclavo, por lo general.
Por su parte, en el artículo “Hijos de esclavos. Niños libres y esclavos Asimismo el autor analiza las leyes que integraron el corpus del sistema
en la capital novohispana durante la primera mitad del siglo XVIII”, Cris- jurídico novohispano; rescata el papel de Las Siete Partidas de Alfonso X
tina Masferrer León analiza un aspecto de la esclavitud poco tratado hasta el Sabio como antecedente normativo de la esclavitud en España y que
ahora en los estudios sobre la población de origen africano en México, posteriormente sería aplicadas como base para regular este fenómeno en
es decir, aborda los aspectos de la vida de los hijos de los esclavos en la las colonias españolas de América. Para ejemplificar el proceso de nego-
capital novohispana. Así, Masferrer León describe las condiciones en ciación utilizado por los esclavos y las vías de acción legal para lograr la
las que nacían y eran bautizados los hijos de esclavos y la calidad de los libertad, el autor revisa el proceso legal llevado a cabo por María Anna
padres, quienes en muchas ocasiones eran de grupos étnicos diferentes. Josepha Cano, mulata esclava conocedora de la ley y de los mecanismos
Relata asimismo los primeros años de los hijos de esclavos y la manera de control instituidos por el gobierno colonial, para obtener su libertad.

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Señala asimismo que este tipo de situaciones enfrentadas en el ámbito de consideraciones teóricas y metodológicas y subraya la importancia
cotidiano evidencian que la libertad para los esclavos era, más que un cri- que tiene el destacar la cotidianeidad de los grupos subalternos. Carroll
terio de vida, una cuestión de honor. afirma que la identidad se negocia a través de la calidad, y para ello ana-
Por otro lado, el trabajo de María Guevara Sanginés, intitulado “Pro- liza casos ubicados en contextos sociales y económicos diferentes donde
pietarios de esclavos en Guanajuato durante el siglo XVIII”, tiene como catalogar a un individuo por su apariencia física implicaba subjetividad;
objetivo explorar las diversas actividades en las que se vieron inmersos la identidad la revelaba la pertenencia a un grupo étnico-social, aunque el
los dueños de esclavos en Guanajuato, ciudad que fue pieza fundamental fenotipo indicara otras características.
de la minería novohispana. Algunas de las actividades en que estuvieron De esa manera, los resultados alcanzados por cada uno de los autores
involucrados los propietarios de esclavos fueron: la minería (la mayor mencionados son ya un aporte a los estudios acerca de la presencia y la
parte de ellos), el comercio, la ganadería y la agricultura, así como la pro- persistencia africana en México; al mismo tiempo, constituyen un recono-
ducción de algunas artesanías, textiles y tabaco. cimiento a la herencia cultural y social de la población de origen africano
En sentido paralelo a los dueños de esclavos, Guevara Sanginés destaca el en nuestro país, así como a las sabidas aportaciones que hizo ésta al desarro-
papel que desempeñó el trabajo esclavo en el desarrollo y la consolidación llo económico de la sociedad novohispana. En ese sentido, dichos trabajos
de estas actividades, donde también existieron españoles pobres y algunos revelan una visión menos marginal o sesgada, de tal suerte que a través de
indios de repartimiento. Sin embargo, el objetivo central de esta investiga- la revisión de los documentos, y en particular de las expresiones cultura-
ción es observar las diferencias en las relaciones amo-esclavo y analizar el les y las historias de vida cotidiana donde se escuche la propia voz de los
tipo de organización para el trabajo y la producción, así como la diversidad africanos esclavos y sus descendientes, será posible reconocer la identidad
en el proceso de desaparición de la esclavitud al reconvertirse el trabajo de éstos y, al mismo tiempo, la imagen del otro, es decir, la de los grupos
esclavo en asalariado. Finalmente, la autora destaca la propuesta de realizar dominantes, así como las dinámicas socioculturales que conformaron dicha
una historia regional comparada, que permita observar y detallar la singula- realidad. Con todo, resulta conveniente descifrar, entre los intersticios de la
ridad de estas relaciones en contextos sociales específicos. historia oficial, los códigos creados y recreados por los africanos esclavos y
Más adelante, Filiberta Gómez Cruz, en el artículo “La población afro- sus descendientes que caracterizaron y configuraron esa amalgama sociocul-
descendiente de la región de Tamiahua: la pesca y la resistencia a tributar tural compleja que reunió a africanos, españoles e indígenas.
a finales del siglo XVIII”, rescata las actividades realizadas históricamente
por los afrodescendientes de Tamiahua. Explica en primer término cómo, Adriana Naveda Chávez-Hita
y bajo qué argumentos, en 1782, los pardos, mulatos y negros libres de la Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales,
laguna de Tamiahua, pescadores y milicianos a la vez, evitan ser alistados Universidad Veracruzana
como tributarios de la Corona española. Asimismo, basándose en el Padrón
Militar de 1790, Gómez Cruz logra identificar las actividades tradicionales
de las personas pertenecientes a este grupo, como es el caso de la pesca, la
cual continúa hasta hoy en día realizándose en esa región.
Por último, Patrick J. Carrol, en su ensayo “En busca de experiencias
y vida cotidiana de los afromexicanos en la época colonial”, luego de
analizar el complicado sistema social de conexiones de dominación y
resistencia en el que se vieron inmersos negros e indios, vierte una serie

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ARTÍCULOS
Mulatos, morenos y pardos marineros.
La sodomía en los barcos de la Carrera de Indias,
1562-1603

Úrsula Camba Ludlow*

L
a presente investigación tiene por objeto analizar y desentra-
ñar los encuentros sexuales entre los marineros de los barcos que
viajaban al Nuevo Mundo. Hay casos en que la flagrancia es inne-
gable, mientras que en otros existe una “leve” sospecha pues los intentos
de cometer el pecado nefando parecen reducirse a caricias y “tocamien-
tos”. Por otro lado, nos interesa destacar la disparidad de las actitudes
que las autoridades tuvieron frente a esos comportamientos, así como las
puniciones corporal y pecuniaria impuestas a los mismos. Con frecuencia
encontramos que los implicados (sean víctimas o acusados) son pardos
o mulatos, lo cual no resulta extraño sin tenemos en cuenta la calidad
y condición de quienes se hacían a la mar en las flotas de Indias, asunto
sobre el que volveremos más adelante.
Así, comencemos por explicar la tipología del delito/pecado “aborre-
cible” que nos ocupa. Los pecados de lujuria se dividían en dos especies:
los pecados naturales, es decir, la fornicación simple y la fornicación cua-
lificada que comprendía el adulterio, el sacrilegio carnal y el incesto, y la
segunda especie que eran los pecados contra naturaleza. Estos compren-
dían la masturbación, la polución, el bestialismo y la sodomía, que podía
ser perfecta: coito anal entre miembros del mismo sexo o imperfecta,
coito anal, sexo oral, etcétera, entre personas de distinto sexo.1 Sodomía,
pecado nefando, abominable pecado, pecado contra natura, o simplemente

* Dirigir correspondencia al Instituto Cultural Helénico, Ave. Revolución 1500, Col. Guadalupe Inn, C.
P. 01020, tel. (01) (55) 56-62-15-42, e-mail: ursulacamba@yahoo.com.
1 Bennassar, 1981, p. 296.

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el pecado, es la forma en que se designó al acto mediante el cual se derra- en la miseria.3 En efecto, los barcos tenían una buena dotación de niños y
maba el semen en un vaso o recipiente “no apto” para la procreación. adolescentes, como veremos más adelante.
En la teología y la moral cristianas, la sodomía fue considerada como Según las ordenanzas del 14 de julio de 1522, los navíos de más de
un pecado contra Dios, contra uno mismo y contra el prójimo. Aten- 100 toneladas debían llevar al menos 26 tripulantes, entre ellos, un arti-
tado contra la fe y la moral, por ser pecado de sensualidad y de razón, y llero, ocho grumetes y tres pajes, junto con tres o cuatro oficiales. Es
pecado de error que podía conllevar un comportamiento herético.2 decir, que la tripulación, aproximadamente compuesta por 30 hombres,
Por otra parte, a partir del siglo XVII los casos de sodomía —no sólo en convivía con los pasajeros en un lugar confinado, hediondo e incómodo.
los barcos, sino de igual manera en la Península Ibérica, a juzgar por Barto- Con frecuencia los niños, abandonados a su suerte, debían repartirse
lomé Bennassar y Francisco Tomás y Valiente— se “desvanecen” o al menos entre los barcos y las guaridas de ladrones como el patio de Monipodio
dejan de ser registrados, perseguidos y sentenciados tanto por los capitanes cervantino. El buen marinero debía empezar desde la más temprana edad
de las flotas como por la Casa de la Contratación, encargada de reglamen- ya que la experiencia era el único fundamento de los conocimientos náu-
tar y regular todos los asuntos concernientes a la Carrera de Indias. ticos. Los niños fueron un objetivo codiciado por los maestres de los bar-
Son tres los procesos que nos ocupan y que se encuentran en el cos pues eran aprendices poco exigentes a los que sólo se les pagaba con
Archivo General de Indias. Debido a que los delitos eran cometidos en la alimentación diaria y con palizas si no cumplían con su trabajo. Todos
altamar, el capitán general o codueño a cargo de la flota, fungía como los navíos tenían aproximadamente media docena de niños y adolescentes
juez, es decir llamaba a declarar a los testigos, decidía si debía aplicárseles entre los 11 y los 15 años. Así, entre la gente de mar había una escala de
tormento a los acusados y dictaba la sentencia mientras el navío llegaba “desprestigio social”, los menos favorecidos eran aquéllos que realiza-
a Sevilla para que los culpables fueran encerrados en la cárcel de la Casa ban los trabajos más puramente manuales: pajes, grumetes y marineros,
de la Contratación y juzgados por las autoridades civiles. En efecto, incluídos guardianes, despenseros y contramaestres, los cuales no eran
el pecado nefando fue juzgado —al menos en los barcos de la flota de sino antiguos marineros experimentados que seguían siendo calificados
Indias, en Sevilla y en la Nueva España— únicamente por la justicia civil como “toscos”, “rudos” y “faltos de entendimiento”.4
y no por la Inquisición; a pesar de que se encuentran testificaciones en el Por otra parte, como ya lo señalamos, con frecuencia los puestos
ramo inquisitorial, los procesos no “tocaban” al Santo Oficio. de pajes, grumetes y marineros eran ocupados por negros y mulatos.
Los contemporáneos del siglo XVI coinciden en una cosa: navegar Algunos de ellos libres, otros esclavos que trabajaban en los barcos para
era “un negocio desesperado y espantoso”; en efecto, hacerse marinero entregar la soldada a sus amos. En efecto, el hecho de que tanto esclavos
sólo era producto de la desesperación. La vida en el mar era calificada de como libertos desempeñaran el oficio de marineros deja en claro la con-
“cruel”, “perversa”, “mala” y “difícil”. Pese a que la pobreza era una de las sideración social que tal oficio tenía para los contemporáneos.5 No hay
principales razones para hacerse a la mar, Pablo Emilio Pérez Mallaína que perder de vista que el pecado nefando implicó también un vínculo
señala que no hay que desdeñar el aburrimiento, la monotonía y el aisla- emocional entre los individuos y aunque no fuera un delito específico
miento como posibles motivos. También estaban aquéllos que eran for- de los negros y mulatos, a menudo tropezamos con ellos en los procesos
zados o embaucados en una borrachera para hacerse marineros, así como seguidos en contra de los marineros.
los secuestros de menores de edad o la venta de niños por padres sumidos

3 Pérez Mallaína, 1992, p. 35.


4 Pérez Mallaína. 1992, p. 49.
2 Jordan, 2002, p. 139. 5 Pérez Mallaína, 1992, pp. 46-47.

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Una breve reflexión en torno a la utilización primera, por ser una palabra que para algunos investigadores sigue siendo
de los conceptos queer, gay y homosexual peyorativa;7 en segundo lugar, por ser un término “ahistórico” que rara-
como categorías analíticas mente toma en cuenta realidades fuera del mundo anglosajón anteriores
Es preciso destacar que al referirse a los encuentros o intercambios sexua- a la Segunda Guerra Mundial. En efecto, los investigadores que siguen la
les entre personas de un mismo sexo en un pasado más remoto, diver- teoría queer no miran de forma histórica ni sistemáticamente las formas
sos académicos apuntan hacia una incipiente “subcultura sexual gay”, en las cuales el sexo, el género y/o la sexualidad son organizadas y con-
una “clara identidad queer en el siglo XVII” o más llanamente utilizan cebidas en distintas sociedades a través del tiempo.8 Asimismo, plantean
el término “homosexualidad”.6 Dichos conceptos no logran explicar la una visión esencialista de las motivaciones humanas que no toma en
complejidad de los encuentros homoeróticos en los siglos estudiados. cuenta las variaciones culturales del concepto de masculinidad.9 Y por
Los términos gay, queer y homosexual se construyen con el correr de los último, aunque no menos importante, porque al ser un término anglo-
siglos XIX y XX en contextos políticos, sociales, sicológicos y médicos muy sajón resulta inaplicable al mundo hispánico de los siglos XVI y XVII. De
distintos del religioso que prevaleció en los siglos XVI y XVII. Asimismo, tal forma que el término más apropiado para referirnos a aquellos trans-
confinan a un ámbito muy reducido el significado de la sodomía o de gresores sexuales será la de sodomitas que es la utilizada por los hombres
los encuentros entre personas del mismo sexo, al tratar de encontrar una de los siglos XVI y XVII.
“identidad homosexual” subyacente. De tal forma que no abordaré la
problemática desde un punto de vista de “género” que supondría una La intimidad cotidiana, los “manoseos”
identidad a priori. Dicha perspectiva binaria, que ha sido utilizada de y el lecho compartido: la percepción
forma recurrente por los historiadores anglosajones, pone énfasis en que de testigos y denunciantes
el “paciente” sería la parte femenina, mientras que el “agente” detenta- Los casos que aquí analizaremos presentan varias diferencias entre sí
ría el poder masculino y a partir de esa premisa se analizan las “prácticas pero tienen el común denominador de implicar a pardos, mulatos y
homosexuales”. Tal explicación es reduccionista y deja a un lado una menores de edad. Así, en mayo de 1562, Antón de Fuentes, lombar-
serie de consideraciones legales, sociales y religiosas, entre otras. En dero (artillero)10 de la nao de Santa María intentó cometer el pecado
realidad lo que interesa a la presente investigación es abordar, desde la nefando con Alonso Prieto, grumete de catorce años, huérfano de color
historia cultural, el por qué de esos comportamientos, la tolerancia o “quebrado” (probablemente mulato, ya que su madre se llamaba Leonor
intolerancia de las autoridades y el significado que tanto los involucrados
como los testigos daban a dichos actos. En ningún momento, y esto es
importante resaltarlo, creo que exista una identidad gay u homosexual, 7 González Pérez, 2003, p. 10.
entre los implicados, ni siquiera de forma incipiente o sutil. Por otra 8 Murray, 2002, p. 25-247.
9 Adam, 2002, p. 177. El libro de Federico Garza Carvajal, Quemando mariposas..., cuyo acento está
parte tampoco utilizaré el término queer actualmente tan en boga en los puesto justo sobre el concepto de vir a pesar de tener fuentes excepcionales del Archivo General de Indias, no
estudios académicos en los Estados Unidos. Esto por varias razones: la logra ahondar en el análisis y reflexión serios tanto de los comportamientos sexuales como de su explicación
e inserción en el contexto adecuado. Asimismo, tiene errores graves que alteran el sentido de las fuentes
(no queda claro si son de la paleografía realizada por el autor o de la traducción), ya que hay palabras como
“bastón” que el autor utiliza para designar el miembro masculino, la cual no aparece en la fuente en cuestión
6 Mott y Higgs, 2003. Serge Gruzinski fue pionero en el tema de la sodomía en Nueva España (el término correcto es “pija” o “pixa”), y confunde la palabra “muslos” paleografiando “músculos”, por
analizando con seriedad y rigor el escandaloso proceso llevado a cabo por la justicia civil por el abominable mencionar sólo algunas. Cfr. Garza Carvajal, 2002.
pecado, en contra del mulato “Cotita de la Encarnación” y sus secuaces a mediados del siglo XVII, pero no los 10 La “lombarda” era un tipo de escopeta, traída de Lombardía, y que el rey Enrique II ya había utilizado
llama sodomitas sino “homosexuales novohispanos”. Cfr. Gruzinski, 1986. contra los moros en Granada. Covarrubias, 1995. p. 720.

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Prieta). El proceso es llevado a cabo a bordo de la nao anclada en la bahía nao los “malos propósitos” de Antón. A su vez, Fernández señala haber
de Cádiz bajo la autoridad de Pedro Menéndez de Avilés, caballero de la visto llorando a Alonso y al preguntarle la causa, le relató que había bajado
orden de Santiago y capitán general, quien parece conocer a profundidad para sostener una vela pues Antón necesitaba sacar una pieza de tafetán de
los procedimientos legales que deben realizarse pues el caso es llevado de un baúl. El lombardero al verle unas heridas en el pie se había ofrecido a
forma escrupulosa, exhaustiva y ordenada. curárselas pero en realidad “le habia metido los dedos por el sieso14 e que
Alonso declaró que Antón lo había llevado bajo cubierta para que le el dho Antón de fuentes con su natura se lo queria meter por el sieso e
“detuviera una candela” para después ordenarle que se sentara sobre sus que como se lo sintió le dijo ¿soy yo moro o turco que me quereis?”15
piernas y se desvistiera, ante lo cual Alonso “se bajo los zaraguellos y el Aquí aparece una variante, ya no es hereje sino turco. A pesar de que se
dho. Anton de Fuentes le tentava las manos e luego le tento por encima ha señalado a los extranjeros como más “propensos” a cometer el crimen
del espinazo y las nalgas y el culo y le metia un dedo [...]”11 Antón trató de sodomía, Bennassar advierte que al menos ante el tribunal inquisitorial de
de penetrar a Alonso pero éste “sintió que se lo metia y se desvió de el Zaragoza, por ejemplo, “hay que rendirse a la evidencia: una gran mayoría
[…] dando boces”. El artillero le suplicó silencio ofreciéndole lo que qui- de los criminales ‘execrables’ son cristianos viejos”.16
siera a cambio pero el muchacho respondió con firmeza “hera yo moro o A continuación, toca el turno a Antón de declarar. Señala ser mari-
hereje no lo tengo de [sic] dejar de decir a my señor el maestre”.12 Alonso nero desde hace quince años y tener treinta de edad aproximadamente.
escapó a cubierta y lo acusó con Melchor, el hijo de Alonso de Campos, Asegura que Alonso había bajado con él y lo había visto “meneándose
maestre de la nao. Aquí vemos cómo aparece un estereotipo: los herejes […] diziendo que le dolia un pie […] por unos palos que le habia dado
y los moros siempre esconden algo y, por lo tanto, siempre serán sospe- el capitán en muchas partes del cuerpo”. Agrega que el muchacho tenía
chosos de un comportamiento desviado y, por supuesto, incorrecto. Se “vejigas” (ampollas) por todo el cuerpo y en las nalgas por lo cual se dis-
ha señalado reiteradamente que “convertidos en moriscos, los antiguos puso a curarlo. Niega haberle metido los dedos y dice “no acordarse” si le
musulmanes eran, de entrada, sospechosos de nostalgias islámicas y prác- dijo que se bajara los calzones.
ticas clandestinas”.13 De ahí que Alonso muestre su desprecio y descon- El capitán manda secuestrar los bienes de Antón y nombrar un curador
fianza hacia el silencio que Antón le ruega encarecidamente guardar. para Alonso que es menor y “no tiene padre ni madre que salga por el a la
El capitán Pedro Menéndez manda a aprehender tanto a Antón como defensa desta causa”. Un pasajero, Luis de Peralta es designado curador y,
a Alonso, a trasladarlos a la nao capitana y a ponerles los pies en un cepo. a su vez, nombra por su fiador a Juan de Salas, soldado de la nao capitana.
Posteriormente, son llamados a declarar Alonso de Campos y su hijo, Se realiza el secuestro de bienes de Antón y el inventario de los mismos
Melchor, además de Sebastián Fernández, el piloto de la nao. El primero revela una gran cantidad de objetos entre los que se encuentran docenas
refiere lo sucedido bajo la cubierta del barco, señalando que se había ente- de prendas de vestir (zaragüelles, camisas, jubones, gorgueras, bonetes,
rado del incidente por Melchor, ya que él dormía cuando Alonso subió medias, zapatos, guantes de cabrito), una espada, espuelas, decenas de
gritando. Aunque agrega que posteriormente el muchacho le había referido peines, saleros de estaño “nuevos”, setenta y un docenas de botones, pasa-
de viva voz lo sucedido. Por su parte, Melchor testifica que Alonso se había manos de seda, fruteros de Ruán, rosarios, entre muchos otros objetos.17
acercado a él y llorando les había contado tanto a él como al piloto de la
14 “Ano con la porción inferior del intestino recto”. Diccionario de la lengua española, Real Academia
Española, 2001, p. 1400.
11 Archivo General de Indias (en adelante AGI), Justicia, 856, N. 11, f. 5. 15 AGI, Justicia, 856, N. 11, f. 5.
12 AGI, Justicia, 856, N. 11, f. 2. 16 Bennassar, 1984, p. 306.
13 Bennassar, 1984, p. 300. 17 AGI, Justicia, 856, N. 11, fs. 10-12v.

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Esto revela que además de ser artillero y curar enfermos en los barcos, gara a las Indias.21 A esto se sumaba que Alonso era paje y “deudo” muy
Antón aprovechaba los viajes a Indias para quizás dedicarse al comercio. cercano del maestre, por lo cual era evidente que obedecería en todo y
Antón es sometido al tormento de “burro” (potro) y agua, pero a pesar sin chistar las órdenes del mismo. Por último, Antón alega que debido
de las varias vueltas a los cordeles y las seis jarras que le obligan a ingerir “al recio tormento” que le fue aplicado quedó manco del brazo izquierdo
para arrancarle una confesión “verdadera” el marinero niega haber come- “como por vista de ojos se puede ver”.22 En su defensa, Antón prepara un
tido delito alguno.18 Entonces, el almirante sospecha que alguien propor- cuestionario y llama a diez testigos en su favor. Entre las preguntas que
cionó unos “polvos” a Antón para que resistiera el tormento y así evitar su pide se les hagan están las siguientes:
confesión pero a pesar de iniciar otra averiguación en el barco e interrogar —Si saben que Antón de Fuentes es casado desde hace cinco meses y
a sus guardianes y a quienes tenían contacto con el preso (como quien le que “es muy amygo de mugeres y procura tener conversación con ellas”.
llevaba la comida), no se saca nada en claro.19 Por su parte, Alonso fue exi- —Si saben que “a tenydo y tiene por costumbre en la nao e naos
mido del tormento mientras no existiera información adicional del proceso. donde a navegado y navega de curar y emplastar a las personas que caen
Recordemos que al ser menor de edad, con un poco de suerte y quizás con enfermas en ellas y el mismo los sangra y emplasta y unta y haze los
la benevolencia del capitán, el implicado podía librar el castigo. demas beneficios”.
El 11 de mayo, apenas a diez días de iniciado el proceso, el capitán —Si saben “que el dho Alo Paje tenia una herida en el tobillo del pie
Menéndez encarga a Juan Martínez el traslado de los presos (con grillos izquierdo [….] y le avian dado ciertos palos […] en el cuerpo y espaldas
en los pies) a la cárcel de la Casa de la Contratación; asimismo remite la […] y tenia cardenales”.
denuncia y los testimonios para que sean entregados a los jueces en Sevilla. —Si saben “que el dho Alonso es muchacho parlero mentiroso […]
Así, el licenciado Venegas, fiscal de la Casa, formula la acusación de y demás desto es pariente muy cercano” de Alonso de Campos, “por lo
pecado nefando contra los dos implicados pero Antón de Fuentes insiste cual y por ser paje le tiene respecto y miedo muy grande”.
en su inocencia: —Si saben que “el dho Alonso de Campos estaba y está mal con el
dho Antonio de Fuentes y abia reñido con el y le abia jurado y prometido
[…] siendo como soy ombre onrrado y teniendo como tengo muger y siendo como poniendose la mano en las barbas que avia de hazer y procurar que no
soy casado y siendo buen cristiano y temeroso de dios […] no se puede ni debe pre- pasase a las Yndias”.
sumyr q quisiese hazer ni hiziese delito tan feo […] y los tocamyentos que hize al
Los testigos, todos marineros —entre catalanes, flamencos y andalu-
dho Alo. paje fue para efeto de curarle los golpes que tenya en su cuerpo […] [pues]
tengo de costumbre de curar y emplastar y sangrar a las personas q tenian algun mal ces—, reconocen que antes de casarse, Antón tenía una “amiga” llamada
en la dicha nao donde yo e ido y benydo a Yndias y a otras partes […]20 María Méndez que era de Triana y “la tenían por su mujer”, pues la
vieron dormir en la misma cama “mucha noches”, y que por supuesto
Antón acusa tanto al maestre Alonso de Campos, como a su hijo Antón era “amigo de mugeres y aficionado a ellas”. Es bien sabido que la
Melchor, de haber inducido a Alonso a levantarle falso testimonio, ya que Iglesia prohibía las relaciones sexuales fuera del matrimonio pero en este
estaban “mal” con él a tal punto que el maestre habría jurado, “ponién- caso esa “pequeña” falta, sirve para demostrar que, en efecto, Antón no
dose la mano en las barbas”, que impediría a toda costa que Antón lle- sentía inclinación alguna por los hombres, pero también muestra que esas

18 AGI, Justicia, 856, N. 11, f. 16v.


19 AGI, Justicia, 856, N. 11, f. 17. 21 AGI, Justicia, 856, N. 11, f. 28.
20 AGI, Justicia, 856, N. 11, f. 26. 22 AGI, Justicia, 856, N. 11, f. 27.

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relaciones repetidamente sancionadas por las autoridades eran aceptadas muchos nudos en los calzones del miedo del dho Gaspar Caravallo por-
o al menos toleradas por la comunidad. que no lo cabalgase [...]”25
Por otra parte, algunos testigos coinciden en haber estado presentes El mulato Caravallo era despensero26 de la nao de Rodrigo Díaz,
cuando estalló la riña entre el maestre y el artillero, en la que “se habla- anclada en San Juan de Ulúa. Pedro Merino declaró que un par de sema-
ron palabras de enojo e injuria”, diez o doce días antes de que éste fuese nas atrás había visto a Gaspar meterse bajo cubierta con un grumete lla-
aprehendido.23 Afirman que, ciertamente, el paje es sobrino de Campos, mado Juan Vizcaíno, y que “atisbando por un agujero vio que se estavan
motivo por el cual le tiene miedo y respeto, y algunos sostienen incluso tocando lo suio” y que en otra ocasión Gaspar le ofreció mucho dinero si
que Alonso es “parlero y mentiroso”. Asimismo, otros confirman que, se dejaba “cabalgar”. Además, hacía un mes que el mulato le había dicho
en efecto, Antón sangra, emplasta y cura con frecuencia a los pasajeros y “que lo queria joder”. Las acusaciones se van incrementando: en otra
marineros de los barcos en los que viaja. ocasión, Gaspar tomó la mano de Pedro y se la puso sobre el miembro
Finalmente, y pese a su exhaustiva defensa, el artillero fue condenado “derram[ando] polución [...] y la tenía larga [...] y este testigo la sintió
a dos años de suspensión para navegar en los barcos de la Carrera de mojada y olía mal y se limpió la mano [...]”27 Nuevamente, volvemos a la
Indias, bajo pena de suspensión perpetua si incumplía la condena; por su idea de que el semen es “sucio” y despide un olor desagradable. Cansado
parte, Alonso fue liberado.24 Alonso de Campos cumplió su amenaza y al y temeroso del hostigamiento de Gaspar, Pedro se arrojó al agua y se fue
menos en aquel viaje y por dos años más consiguió que, en efecto, Antón nadando a otro barco de la flota.
no llegara a las Indias. Asimismo, Juan Vizcaíno, de 17 años de edad, acusó al mulato des-
A pesar de que las pragmáticas sobre el pecado nefando establecían pensero pues “siempre andava enseñando su natura a los muchachos
claramente que el acusador no podía ser enemigo capital del acusado, [y cuando los pajes los vieron encerrarse] fue porque Gaspar se sacó
esto no parece importar a las autoridades pues éste proceso es un claro el miembro y le pidió a Juan que hiciera lo mismo”, a lo cual se negó.
ejemplo de la rivalidad y el deseo de venganza entre dos marineros. El Agregó que Pedro le había contado que también a él le había enseñado el
“encuentro” o intento de Antón por abusar de Alonso es un incidente miembro “y que lo tenía mayor y feo”.28
aislado pues ninguno de los testigos declara que anteriormente se hubiese A su vez, uno de los principales acusadores, el moreno Francisco
suscitado un caso así o que Antón fuera conocido por acosar y manosear Quixada, hijo de un carpintero de Triana, acusó al mulato de obligarlos
a pajes y grumetes como en los casos que veremos más adelante. a él y a sus compañeros a ponerle las manos “en su natura” y que no lo
El siguiente caso que nos ocupa, asimismo, está protagonizado por un habían acusado antes porque tenían miedo de que los matara.29
mulato y una de las víctimas es un muchacho pardo. En 1591, también a
bordo de un barco de la Carrera de Indias, Gaspar Caravallo fue acusado
por los pajes Pedro Merino y Francisco Quixada, ambos de color moreno
y de 13 años de edad, de haber intentado cometer el pecado nefando 25 AGI, Contratación, 5730, N. 4, 1584-1594, Autos fiscales.
26 “Despensero, el que tiene a su cuenta la despensa y el gasto de lo que se compra en las casas de los seño-
con ellos. El primero declaró que Gaspar “[…] lo beso en la boca quatro res”. Covarrubias, 1995, p. 418. El despensero se encargaba de la distribución de los víveres en el barco,
o cinco vezes [...] otras vezes le tentaba el culo y este declarante andava además de “despabilar los faroles, alimentar el fogón, instruir a los grumetes en cuarteo de la rosa y en las
temerosso del y sospechando era puto y siempre que se acostaba se hazia cantinelas que debían dejar oír al volver las ampolletas, particularmente para tener la certidumbre de que no
se dormían; al repartir las raciones habían de procurar que se consumiera primero lo más añejo, conservando
siempre en su poder el pañol de los víveres”. Pulido, cit. en Martínez, 1999, p. 74.
27 AGI, Contratación, 5730, N. 4, 1584-1594, Autos fiscales.
23 AGI, Justicia, 855, N. 11, fs. 40-41v. 28 AGI, Contratación, 5730, N. 4, 1584-1594, Autos fiscales.
24 AGI, Justicia, 855, N. 11, f. 125. 29 AGI, Contratación, 5730, N. 4, 1584-1594, Autos fiscales.

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Cuando le llegó el turno de declarar a Gaspar dijo ser de Triana y estar castigo, pues venía preso en un barco que pertenecía a Antonio Navarro
casado (el matrimonio era un instrumento importante de defensa que (probablemente bajo el mando de Lambarri) y no en la de Rodrigo Díaz
también utilizó Juan el contramaestre en el caso anterior) y “que todo el (aquel que testificó en su favor) y en la cual había sido interrogado y
viage el dho. Po. Merino dormia a gusto [...] porque se lo encomendo su sentenciado. Al parecer Gaspar huyó y no encontramos indicios de que
abuela y su madre”. Agregó que cuando el niño estaba solo lo abrazaba y hubiese sido recapturado. En este caso, podría ser que los pajes y el gru-
lo besaba y “le tentava el culo”.30 mete, resentidos por los regaños y maltratos del despensero, planearan
Pero posteriormente Gaspar se contradijo y desacreditó las acusaciones tomar revancha con una acusación que les garantizaba la lejanía, la des-
que se le hacían diciendo que como castigaba a Pedro “le tiene enemis- honra y, con algo de suerte, hasta la probable muerte de Gaspar. También
tad” y que tanto Juan como Francisco “son muchachos de muy poca puede ser que Díaz testificara en su favor pues probablemente conocía
hedad y por ser como son pajes de la dha. Nao me tienen odio por los de tiempo atrás al mulato, supiera de sus “debilidades” y le parecieran
haber castigado y castigar sus desquidos”.31 Gaspar insistió en su defensa inofensivas, o simplemente porque le era útil, y alguien más por amistad,
asegurando que los pajes fueron mal aconsejados por sus enemigos, ade- compasión o dinero le facilitó la huida a Gaspar.
más de carecer de edad legítima para declarar pues “tienen diez u once El último caso que analizaremos está protagonizado por un mulato y
años […] y son faciles y mentirosos”.32 Es importante resaltar que Juan un morisco. Así, en 1603 encontramos al mulato Jerónimo Ponce tam-
tiene 17 años, y a pesar de no tener la mayoría de edad legal para denun- bién preso en la cárcel de la Casa de la Contratación en Sevilla, por haber
ciar no es tan “pequeño” como Pedro y Francisco, pero para el mulato ese cometido el pecado nefando en La Habana desde donde fue remitido.
“detalle” no parece importar. A su vez, un español había llevado a la cárcel a Domingo, su esclavo
Rodrigo Díaz, dueño de la nao testificó a favor de Gaspar, por lo que morisco porque “tenia todas las maldades del mundo y para que no
Juan, Pedro y Francisco fueron encerrados bajo cubierta. Gaspar fue le faltase ninguna también era puto”.34 Al día siguiente de su llegada,
entonces condenado al tormento de jarras de agua y garrucha, pero no Domingo le contó al capitán Luis Tinoco que Jerónimo Ponce “le avia
confesó a pesar de que le amarraron unas pesas en los pies “hasta que ya echo el amor diziendole que hacia quinze dias que no se lo avia hecho a
no respondía y bomitava”.33 nadie”.35 Esa misma noche, Tinoco jugaba damas con otro capitán, mien-
El capitán del barco lo condenó a la sentencia de vergüenza pública tras Domingo los miraba jugar y Jerónimo le lanzaba huesos de aceituna
en una “chalupa por entre las naos urtas en el puerto”, con un pregonero para que subiera a dormir con él. No está muy claro si Tinoco estaba
que declarara sus delitos. Asimismo fue condenado a recibir trescientos recluido o si custodiaba a los presos, pues junto con sus compañeros
azotes, diez años en galeras y destierro perpetuo de la Carrera de Nueva intentaba evitar la cercanía entre Jerónimo y Domingo. Pero la orden del
España. En caso de incumplimiento sería condenado a muerte previo alcalde Manuel Fernández fue contundente: “acercallos para que si son
pago de una multa de 50 pesos. Gaspar protestó alegando que tanto la putos los quemen”.36 La postura del alcalde muestra que es mejor salir de
pena corporal como la pecuniaria eran injustas. sospechas y acabar de una buena vez con el mal y sus perpetradores.
Al llegar a Sevilla, el fiscal de la Audiencia acusó a Juan de Lambarri, Después de vigilarlos toda la noche, Domingo y Jerónimo son sorprendi-
almirante de la flota, de no haber entregado a Gaspar para aplicarle el dos acostados y sin ropa. A la mañana siguiente, el alcalde Fernández entraa

30 AGI, Contratación, 5730, N. 4, 1584-1594, Autos fiscales.


31 AGI, Contratación, 5730, N. 4, 1584-1594, Autos fiscales. 34 AGI, Escribanía, 1075c, 1603-1604, Pleitos de la Casa de la Contratación, f. 2.
32 AGI, Contratación, 5730, N. 4, 1584-1594, Autos fiscales. 35 AGI, Escribanía, 1075c, 1603-1604, Pleitos de la Casa de la Contratación, f. 3.
33 AGI, Contratación, 5730, N. 4, 1584-1594, Autos fiscales. 36 AGI, Escribanía, 1075c, 1603-1604, Pleitos de la Casa de la Contratación, f. 3v.

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la celda e insulta a Jerónimo llamándolo “perro buxarrón” y encerrándolo Jerónimo de ser atado al potro y a pesar de que “los cordeles entraban por
en los aposentos de la servidumbre de la cárcel (probablemente para man- la carne en las dichas bueltas de los brasos nunca jamas ablo ni abrio los
tenerlo alejado de Domingo). Al ser interrogado el esclavo acusa a Jerónimo ojos [...] y por parecer que era desmayo y decirlo asi el verdugo”,42 sus-
pues “le echo las piernas encima y le anduvo palpando los muslos”.37 pendieron el tormento. A su vez, Domingo no ratifica su declaración sino
Otro de los presos, Pedro Sánchez, asegura que cuando Domingo llegó que asegura haber confesado por miedo al tormento.
a la cárcel le dijo, refiriéndose a Jerónimo, “yo no se lo que me quiere este Se mandan sacar los autos de La Habana (por el proceso que se le
mulato que me anda tentando las carnes”.38 había seguido al mulato Jerónimo), junto con los testimonios de tor-
Este episodio nos recuerda el paso del famoso buscón Don Pablos por la mento de garrucha, agua y cordeles que se le aplicaron al mismo en
cárcel donde encuentra a un hombre acusado de haber cometido el pecado altamar, y finalmente, a pesar de apelar la sentencia de fuego y garrote
nefando, refiriendo que “Había confesado éste y era tan maldito, que traía- alegando que Domingo miente, Jerónimo es condenado a la pena
mos todos con carlancas,39 como mastines las traseras, y no había quien se máxima. No conocemos el destino del esclavo, pero en el caso del mulato
osase ventosear, de miedo de acordarle donde tenía las asentaderas”.40 podemos intuir que, ante su reincidencia, efectivamente fue quemado en
Tanto Jerónimo como Domingo (como los pajes y grumetes de los la hoguera por la justicia civil.
otros dos procesos analizados) eran menores de veinte años, así que se
les nombra un curador. En su defensa, Domingo alega que todo lo que
declararon los testigos es verdad y que cuando Jerónimo se encaramó
Consideraciones finales
sobre él, lo amenazó con gritar pero el mulato dijo que lo ahogaría y así La conclusión de los tres procesos, es decir, las sentencias son bastante
le “metio el miembro por el culo [...] agarrando a este confesante por variables entre sí. En el primer caso es la suspensión para navegar por dos
los hombros. [...]”41Aunque no lo introdujo del todo por ser “gordo”, años en los barcos de la Carrera de Indias; en el caso del mulato Gaspar la
Domingo aseguró estar mojado por la simiente de Jerónimo. El paso pena es aún mayor, pues además de la suspensión perpetua para navegar,
obligado para “extraer” la verdad es, obviamente, el tormento. Las autori- se suman los azotes y la multa, mientras que en el caso de Jerónimo la
dades colocan a Domingo en el potro para que ratifique su confesión. sentencia es la pena máxima: la muerte por el fuego. Pese a ser un delito
Por su parte, Jerónimo declaró que había sido marinero de la Carrera cuya punición era la hoguera encontramos que la aplicación de las leyes
de Indias, libre, vecino y natural de Sevilla, que lo habían encarcelado estaba sujeta a la discrecionalidad de las autoridades, pero también a las
cinco años atrás (es decir, a los 15 años, aproximadamente) y que había relaciones entretejidas a bordo de los barcos. El odio, la rivalidad, el ren-
estado en varias cárceles y debía cumplir la pena impuesta de galeras. cor fueron algunos de los motores que impulsaron las denuncias.
Además, niega haber acosado, tocado o tenido relaciones sexuales con Asimismo, los acusadores eran siempre menores de edad, lo cual pare-
Domingo. Fue sometido a un careo con éste último pero ninguno de ció actuar en su favor pues en la mayoría de los casos no recibían castigo
los dos se retractó de las declaraciones hechas. Entonces toca el turno a alguno o, en último término, eran tratados con cierta benevolencia (según
lo hemos visto tanto en la legislación como en la práctica). No es casua-
lidad tampoco que sean menores quienes denuncian el delito: como lo
37 AGI,
38 AGI,
Escribanía, 1075c, 1603-1604, Pleitos de la Casa de la Contratación, f. 5. señalamos, eran los más desprotegidos y vulnerables de las tripulaciones.
Escribanía, 1075c, 1603-1604, Pleitos de la Casa de la Contratación, f. 8.
39 Carlancas: “collares fuertes y armados de puntas que ponen a los perros para poderse defender de los lobos, A menudo, pardos, prietos o mulatos huérfanos y desamparados, estos
cuando se muerden con ellos, y para contra otros animales y otros perros”. Covarrubias, 1995, p. 273.
40 Quevedo, 1994, p. 114.
41 AGI, Escribanía, 1075c, 1603-1604, Pleitos de la Casa de la Contratación, f. 10. 42 AGI, Escribanía, 1075c, 1603-1604, Pleitos de la Casa de la Contratación, f. 19v.

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muchachos podían ser objeto de abusos y maltratos con relativa facilidad. Borja, Jaime
El lector se preguntará si en realidad se puede llamar “benevolente” el trato 1996 “El control de la sexualidad: indios y negros (1550-1650)”, en Jaime
Borja (comp.), Inquisición, muerte y sexualidad en Nueva Granada,
que reciben las víctimas del delito de sodomía. En efecto, a nuestros ojos Ariel, Bogotá, pp. 171-199.
la respuesta es una negativa contundente, pero si tenemos en cuenta que la Boswell , John
legislación —que hundía sus raíces en Las Partidas— no admitía atenuan- 1992  Cristianismo, tolerancia social y homosexualidad, trad. Marco Aurelio
tes para quienes se vieran implicados en tan abominable pecado —ya fue- Galmarino, Muchnik, Barcelona.
ran éstos pacientes, agentes, víctimas o victimarios— y cuya consecuencia Brundage, James A.
última era la muerte por el fuego, podemos contextualizar las penas recibi- 1987  Law, Sex, and Christian Society in Medieval Europe, The University of
Chicago Press, Chicago.
das por los muchachos en cuestión como “un mal menor”. Bullough, Vern L. y James Brundage
Tal y como lo señalamos, los procesos en los barcos por el pecado 2000  Handbook of Medieval Sexuality, Library of Congress, s. l.
nefando “desaparecen” con el correr del siglo XVII, eso por supuesto no C aballero Júarez, José Antonio
significa que dichos comportamientos cesaran, sino sólo quizás que la 1997  El régimen jurídico de las armadas de la Carrera de Indias. Siglos XVI
mirada de las autoridades se dirige a otros delitos, pero esto es sólo una y XVII, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Nacional
hipótesis que deja abierta la puerta a futuras investigaciones. Autónoma de México, México.
Covarrubias, Sebastián de
Pese a que la sodomía no era un delito exclusivo de los pardos y mula- 1995  Tesoro de la lengua castellana o española, ed. Felipe C. R. Maldonado,
tos, nos tropezamos con huellas de esos hombres y niños, quienes obli- col. Nueva Biblioteca de Erudición y Crítica, Castalia, Madrid.
gados por la soledad, la pobreza y el reducido espacio, debían compartir García C árcel , Ricardo y Doris Moreno M artínez
los días, las noches y, en ocasiones, el lecho, durante largas jornadas, 1980  Herejía y sociedad en el siglo XVI. La Inquisición en Valencia 1530-
con miembros de su mismo sexo, alejados de su familia —si es que la 1609, Península, Barcelona.
tenían— y permaneciendo en el último peldaño de la escala social. 2000 Inquisición. Historia Crítica, Temas de Hoy, Madrid.
Garza C arvajal , Federico
2002 Quemando mariposas. Sodomía e Imperio en Andalucía y México en los
Bibliografia siglos XVI y XVII, Laertes, Barcelona.
Giraldo, Carolina
A dam, Barry 2001 “Esclavos sodomitas en Cartagena colonial, hablando del pecado
2002 “Theorizing homofobia”, Sexualities. Critical Concepts in Sociology, nefando”, Revista Crítica, diciembre, núm. 20, pp. 171-181.
vol. II, ed. Ken Plummer, some elements for an account of the social Gruzinski, Serge
organization of sexualities, Routledge, Nueva York, pp. 387-404. 1986 “Las cenizas del deseo. Homosexuales novohispanos a mediados del
Bennassar, Bartolomé siglo XVII”, en Sergio Ortega (ed.), De la santidad a la perversión.
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Polonia de Ribas, mulata y dueña de esclavos:
una historia alternativa. Xalapa, siglo XVII

Danielle Terrazas Williams*

E
l 14 de marzo de 1679, en la jurisdicción de Xalapa, Polonia de
Ribas estaba en cama, muy enferma, su fin se acercaba.1 Hacía seis
días había ido a ver al notario para entregar su testamento, quizás
fue una de sus últimas acciones para dejar arreglado sus asuntos persona-
les. No era su primera visita al escribano público. A lo largo del siglo XVII,
Polonia había ido varias veces, mostrando su conocimiento de las reglas y
los procedimientos apropiados. Sin embargo, fue el 14 de marzo cuando se
registró su escritura final dando una carta de libertad. Polonia era dueña de
esclavos y en ese documento dio la libertad a un negro criollo de cincuenta
años llamado Gerónimo de Yrala. Este hecho no era extraordinario para la
época. Muchos propietarios de esclavos, sin importar el género, liberaron
a sus esclavos en el lecho de muerte. En 1675, Polonia liberó a otro negro
criollo llamado Juan de Yrala.2 Un año después, le dio una carta de liber-
tad a otro negro criollo de nombre Diego de Yrala.3 Sin embargo, el caso
narrado aquí es excepcional por dos razones: Polonia era mulata libre y
Gerónimo y Juan de Yrala, sus esclavos, eran además sus hermanos.
Polonia de Ribas, mulata y dueña de esclavos, tuvo una posición social
no muy común en el siglo XVII en Nueva España. Todos los propieta-
rios de esclavos con ascendencia africana se encontraron en un mundo
contradictorio. En el México de la época colonial la ley permitió que

* Dirigir correspondencia a Carr Building, History Department, Duke University, Durham, NC 27708,
tel. (919) 684-2343, e-mail: dlt9@duke.edu.
1 Archivo Notarial de Xalapa, Colecciones Especiales, USBI, Xalapa, Veracruz-México ( en adelante ANX),
8 de marzo de 1679, fs. 486v-489f.
2 ANX, 16 de febrero de 1675, fs. 77v-78v.
3 ANX, 2 de septiembre de 1676, fs. 164v-165v.

Ulúa 19, 2012: 41-60 [41] issn: 1665-8973


ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 POLONIA DE RIBAS, MULATA Y DUEÑA DE ESCLAVOS

las mujeres fueran propietarias de esclavos, pero ¿qué significó que una de obra africana esclava y libre.5 En Historia de Xalapa. Siglo XVII, el
mulata o una parda libre fuera dueña de esclavos?, ¿cómo llegaron a tener historiador Gilberto Bermúdez Gorrochotegui escribe: “[…] donde no
esclavos?, ¿cuáles son las razones que las motivaban a involucrarse con la hay negros, no hay azúcar; y sin su forzada colaboración, difícilmente se
posesión de esclavos? Quizá el hecho de que Polonia de Ribas, mulata y hubieran amasado las grandes fortunas de [las elites] y de otros inmigran-
dueña de esclavos, tenga una posición de poder nada común en el siglo tes peninsulares que se avecindaron en la provincia de Jalapa”.6 Fortunas
XVII en Nueva España, en una sociedad preocupada por la calidad y el impresionantes se hicieron y las mujeres libres de ascendencia africana no
estatus, nos ayude a responder algunas de estas preguntas. querían estar excluidas de estas nuevas oportunidades de ascenso y movi-
La historia de una dueña de esclavos, quien a su vez tenía relaciones lidad socioeconómica. Es en esta región, y en estas unidades productivas
familiares y raciales con los mismos, no es fácil de contar, ya que en la his- azucareras, en donde se desenvuelve la vida de estas mujeres y las relacio-
toriografía mexicana no se ha realizado ningún trabajo sobre este tema; por nes familiares, económicas y sociales.
ello es una tarea ardua contextualizar lo que sucedía en la jurisdicción de Aunque Xalapa no tenía el mismo nivel de abundancia de poder y
Xalapa. Este tema ha sido más estudiado en la historiografía de Brasil, Esta- riqueza que el centro del virreinato, todos los vecinos de la jurisdicción,
dos Unidos y el Caribe, y por ello algunas veces tomamos ejemplos de estos de una manera u otra, estuvieron relacionados con la producción de la
lugares. En este trabajo queremos de ahondar en la vida de nuestra prota- riqueza y el desarrollo del comercio intercolonial. La historiadora María
gonista y su familia, incluyendo el análisis de otras propietarias de esclavos Elisa Velázquez, en su obra sobre mujeres de origen africano y sus des-
que también vivían en la jurisdicción de Xalapa, tratando con ello de pro- cendientes en la Ciudad de México, escribe lo siguiente: “El intercambio
fundizar en otros aspectos de los comportamientos de nuestra protagonista. cultural, los vínculos afectivos y las diversas alianzas sociales, posibilitaron
Los documentos en los que nos hemos basado forman parte del Archivo mecanismos de ascenso y movilidad socioeconómica, pese a muchas legis-
Notarial de la jurisdicción de Xalapa, en el actual estado de Veracruz. El laciones formalmente coercitivas”.7
primer caso que analizo es de 1609 y el último de 1724. Puse especial aten- Al parecer fueron estos factores los que permitieron a algunas mujeres
ción en las filiaciones que estas mujeres tuvieron con figuras prominentes, aumentar sus oportunidades de vida. Más de tres cuartas partes de las
como mercaderes, curas, jueces y hacendados de la región. Referencias éstas mujeres que trabajaban como domésticas y en las industrias urbanas eran
que pueden revelar cómo estas mujeres libres de ascendencia africana obtu- negras y pardas libres con la responsabilidad de mantener sus hogares.8
vieron viabilidad económica y social en la Nueva España. También en el pueblo de Xalapa durante el siglo XVII, negras, mulatas,
Ubicado en el Golfo de México, Veracruz era una de las regiones más pardas y morenas libres se encontraban empleadas en cocinas, posadas,
importantes por ser la entrada más antigua y más grande de la Nueva haciendas y casas particulares. Un grupo privilegiado y pequeño se con-
España. El historiador Patrick Carroll lo describe así: “Por su ubicación virtió en algo más: propietarias de esclavos.
estratégica por el Camino Real entre la ciudad de México y la costa, [la Nuestra protagonista, Polonia de Ribas, tuvo la oportunidad excepcio-
regiones de Xalapa, Córdoba-Orizaba y el puerto de Veracruz] se involu- nal de tener tres esclavos varones. Ella a lo mejor poseía más esclavos, pero
craron mucho en el comercio imperial”.4 sabemos con certeza que al menos tuvo tres por las tres cartas de libertad
Mientras el comercio jugó un papel principal en el puerto de Vera- que les dio. No hay documentos para afirmar cómo o cuándo Polonia
cruz, el cultivo de azúcar se convirtió en el producto más importante
de la región central, que involucró directamente a la economía de mano 5 Carroll, 1991, p. 14.
6 Bermúdez Gorrochotegui, 1995, p. 331.
7 Velázquez, 2006, p. 106.
4 Carroll, 1991, p. 14. 8 Gonzalbo Aizpuru, 1987, p. 174.

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consiguió a Diego de Yrala, el esclavo que no era su pariente y a quien libre. El hecho que en los documentos se anotara que su madre Clara
liberó en 1676. Una donación en 1655 ofrece una explicación del caso más López era ex esclava significa que Polonia no escapó del estigma de ser
interesante de sus hermanos Gerónimo y Juan de Yrala. El 25 de febrero descendiente de esclava.14 Lo que no se sabe es la identidad de su padre.
de 1655, el capitán don Joseph Seballos y Burgos, un vecino de Xalapa, le Polonia quizá no lo conoció o simplemente no se anotó el nombre en los
donó dos esclavos a Polonia de Ribas.9 Esto es excepcional porque pocas documentos oficiales.15 Esta posibilidad no necesariamente nos dirige a
personas en Xalapa donaron esclavos a sus conocidos o familiares por el la explicación “obvia” de que el padre de Polonia hubiera sido un español
gran valor que tenían, especialmente los esclavos varones. Durante el siglo o que éste fuera dueño de su madre y de ella. Hay un caso en el Archivo
XVII, solamente había 36 casos de donaciones de bienes registrados en la Notarial de Xalapa que muestra un ejemplo muy parecido al de esta
oficina del escribano público.10 Solamente había 12 casos (30%) que inclu- familia. En Xalapa, algunos afrodescendientes libres tuvieron propieda-
yeron la transferencia de esclavos a individuos, familiares u organizaciones des, negocios y manejaron propiedades por generaciones, un logro que
religiosas. Los 12 casos demuestran que la donación de esclavos fue una pocos pudieron alcanzar sin importar la calidad.
actividad exclusivamente de una elite. La red social de Polonia de Ribas En 1670, el hijo de Polonia, Juan de Ribas, dio ante notario una carta
tuvo un papel importante en su vida como dueña de esclavos y para enten- de libertad de su ahijada Josefa Gregoria, mulata esclava, pagando cien
derla mejor, tenemos que empezar por el principio. pesos.16 Era un hombre libre de ascendencia africana y era miembro de
Polonia de Ribas nació en San Antonio Huatusco, lugar enclavado en una familia económicamente estable. La madre de la niña se llamaba Isa-
la región central veracruzana. Ningún documento disponible menciona su bel Elías, una negra esclava criolla. Las dos esclavas, hija y madre, vivieron
fecha de nacimiento, pero quizá ella nació en la década de 1630 porque ya en la hacienda de azúcar llamada Nuestra Señora de los Remedios, donde
era dueña de esclavos en 1655. El testamento de Polonia de Ribas dice que también vivía el padrino. Las oportunidades dadas a Josefa Gregoria para
su madre, Clara López, nació en Guinea.11 Clara era esclava en una hacienda que viviera como libre desde la niñez le abrían muchas posibilidades
azucarera en San Antonio Huatusco llamada La Tenampa. No fue esclava para ella y para su madre, ya que la niña podría trabajar y obtener dinero
toda su vida porque, el 17 de noviembre de 1643, el mismo don Joseph de y, en algún momento, podrían pagar el dinero del valor de su madre y
Seballos y Burgos le dio su libertad.12 Probablemente, hija y madre se muda- liberarla. Aunque no hay indicaciones de que el padrino Juan de Ribas fue
ron de Huatusco juntas porque en 1655, el mismo año de la donación de el padre de la niña, este caso nos puede ayudar a explicar algunos silencios
sus dos hermanos, Polonia ya vivía en Coatepec, pueblo perteneciente a la en la identidad del padre de Polonia. Juan de Ribas no fue el propietario de
jurisdicción de Xalapa. En su testamento de 1679, Polonia mencionó que la hacienda Nuestro Señora de los Remedios, pero vivió allí como muchas
Clara López ya había fallecido, pero no dio la fecha ni la causa. otras personas que trabajaron en haciendas azucareras. Es probable que
Nada indica que Polonia haya sido esclava, sin embargo, aunque fue Polonia pudiera haber sido liberada por un afrodescendiente libre que tra-
hija de una esclava,13 es probable que viviera toda su vida como mujer bajó y vivió en la misma hacienda donde su madre fue esclava. Un hombre
con esta de ascendencia africana pudo haber sido el padre biológico de
9 ANX, 25 de febrero de 1655, fs. 69v-70f.
10 Yo diferencio aquí entre una donación y una herencia declarada o un legado dado por testamento. Sólo descendiente de esclavos pero ya libre, los hijos nacerían libres, aun siendo el padre esclavo. En el caso de
conté las donaciones registradas como actas solitarias. Polonia, quizá fue liberada cuando era niña.
11 El término “Guinea”, a veces, fue usado para identificar muchas regiones en el oeste de África. Por esta 14 Un término común para describir a un hijo nacido fuera del matrimonio católico.
razón, es difícil saber si el uso aquí se refiere a un grupo étnico o reino africano específico. 15 Ser hija ilegítima no significaba que no podía declarar al escribano público o al cura la identidad
12 ANX, 17 de noviembre de 1643, fs. 426f-427f. de su padre biológico. Muchos hijos ilegítimos, en el Libro de Confirmaciones de 1642 de la Parroquia
13 El hecho de nacer esclavo lo determinaba la pertenencia de la madre a la esclavitud. Si la madre Metropolitana de Xalapa, nombraron a sus padres.
era esclava los hijos eran esclavos aunque el padre haya sido una persona libre. Si la madre era india o 16 ANX, 5 de marzo de 1670, fs. 284v a 285v.

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Polonia. No hay evidencia que indique que solamente los españoles tuvie- Concepción, hoy la Concha, y Nuestra Señora del Rosario, hoy trapiche
ron hijos ilegítimos nacidos de alguna de sus esclavas y que después los de Rosario), administraba negocios en los alrededores de Xalapa, en el
liberaron. En las haciendas azucareras pertenecientes a la jurisdicción de puerto de Veracruz y en la Ciudad de México. Polonia de Ribas también
Xalapa hubo una población abundante de afrodescendientes ya libres de la conoció al licenciado Pedro de Yrala, tío de don Joseph de Seballos y
esclavitud que contaron con recursos para liberar a miembros de su familia Burgos. El licenciado Pedro nació en Puebla de los Ángeles, hijo de doña
y a sus allegados, como es el caso de Juan de Ribas. Lo que los documentos Catalina Pérez Molero y Pedro de Yrala, ambos residentes de Puebla.19 El
analizados indican es que también debemos considerar otros factores para licenciado Pedro se mudó a Xalapa y fue cura beneficiado del partido de
explicar las dinámicas sociales de la esclavitud y la manumisión. Xalapa. Adquirió una considerable herencia por parte de su madre doña
El testamento de Polonia de Ribas reveló más datos acerca de Catalina que, entre otros muchos bienes, incluyó varios esclavos. Además
su familia. En él se anota que tuvo cuatro hijas, Sebastiana, Josefa, de ser dueño de Tenampa y hacer otros negocios en la región, así como
Micaela, y Melchora de Yrala, y el único varón, ya mencionado, Juan un personaje destacado, fue juez eclesiástico desde al menos 1660. El 18
de Ribas. Por su testamento sabemos que fue una mujer rica. Cuando de enero 1655, Pedro de Yrala le donó “todos sus bienes, muebles, plata,
su hija Melchora se casó con Diego de Villar, un español de Xalapa joyas, esclavos, deudas, derechos y acciones” a su sobrino Joseph.20
—quien luego se mudó al puerto de Veracruz—, recibió una dote La donación del licenciado Pedro explica por qué don Joseph tenía
substancial que incluyó tres mil pesos en esclavos, joyas, bueyes, reales, esclavos que trabajaron en el ingenio de Tenampa y cómo los dos hom-
ropa y otros artículos de valor.17 También en su testamento, Polonia bres se conocían. Esto explica el hecho de cómo Polonia llegó a tener
describió que tenía una casa modesta y una caja mediana de pino con posesión de sus dos medio hermanos, Juan y Gerónimo, en cambio,
cerradura y llave. Su testamento también ofrece evidencia de que Polo- no se puede concluir que don Joseph de Seballos y Burgos fue el padre
nia fue prudente y astuta en asuntos financieros. Le dictó al escribano, biológico y/o amante de Polonia de Ribas, debido a que generosamente
“Declaro que no debo cosa alguna a ninguna persona, para que conste le donó dos esclavos y liberó a su madre. Esta conclusión implicaría a
y descargo de mi consciencia […]” Madre soltera de cinco hijos, supo Clara López (madre de Polonia) como una esclava que tuvo una “relación
organizar sus finanzas y demostró ser una mujer independiente y fiscal- sexual” y por ello obtuvo la libertad de ella y su hija. Pienso que estas
mente responsable. Sin embargo, no llegó a tener este nivel económico explicaciones excluyen a las mujeres de una realidad muy extendida, que
sola. Su red de socios y conocidos se extiende a miembros prominentes fue el hecho de haber sido víctimas de violación y otros abusos deshu-
de la sociedad xalapeña, lo cual puede ayudarnos a vislumbrar cómo manizados con poco o ningún recurso para defenderse de la violencia
una mulata libre manejó algunas situaciones de su vida. sexual y psicológica que sus dueños ejercieron. De otra manera, se estaría
El capitán don Joseph Seballos y Burgos donó dos esclavos a Polo- aceptando que Polonia y otras mujeres libres de ascendencia africana se
nia de Ribas.18 Fue quizá la figura más prominente entre las relaciones beneficiaron de las “relaciones sexuales” que sus madres tuvieron, cuando
de Polonia; provenía de una familia rica, bien establecida y con nexos pudo haber sido que en realidad fueron fruto de una violación que el
importantes. Dueño de muchas tierras y propietario de dos ingenios de dueño trató de reparar dándole la libertad a la hija.
azúcar, ubicados al norte del pueblo de Xalapa (Nuestra Señora de la Además, el historiador Frank Proctor, en su análisis sobre las manumi-
siones de esclavos en la Ciudad de México y Guanajuato, escribe: “Mujeres

17 Sólo para tener un idea del valor del dinero, en aquella época, en Xalapa, el precio de una casa, en
promedio, era de 30 pesos de oro común. 19 ANX, 30 de diciembre de 1658, fs. 261f-265f.
18 ANX, 25 de febrero de 1655, fs. 69v-70f. 20 ANX, 18 de enero de 1655, fs. 65f-66f.

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y niños recibieron la mayor parte de las manumisiones, pero la asociación miembro de la familia de Polonia).25 En otra escritura notarial asentó
de esos patrones con relaciones sexuales y paternas entre los dueños varones que liberó a su esclavo por el “amor y lealtad” que le tuvo, lenguaje carac-
y esclavas o niños esclavos es sospechosa”.21 Proctor concluye que esta aso- terístico de este tipo de escritura. Cuando estaba “enferma y en cama”,
ciación del acceso a la libertad con los contactos sexuales presuntos entre Polonia finalmente le dio una carta de libertad a su hermano Gerónimo,
dueños y sus esclavas es una ficción que tenemos que superar.22 Sus datos quien tenía cuarenta años, estaba casado y tenía hijos, y vivía y trabajaba
indican que incluso si se tiene en cuenta la influencia presunta de relacio- en una hacienda de la región. Para poder entender la situación de Polo-
nes sexuales entre dueños y esclavas, el porcentaje de manumisiones sería nia como propietaria de sus hermanos, he incluido otros casos de muje-
menor respecto a todas las otras manumisiones.23 Entonces debemos explo- res descendientes de africanos, quienes fueron dueñas de esclavos en la
rar otras posibilidades para mujeres libres, dado el contexto y demografía misma región y en la misma época: María Núñez, María López, Petrona
de Xalapa. Sabemos que muchas mujeres sufrieron esas tragedias y algunas de Arauz, María Rodríguez y María Yáñez. Los ejemplos que anotaremos
debieron aprovechar esas circunstancias, pero no fueron todas y por ello es pueden revelarnos otros tipos de prácticas que las mujeres afrodescen-
necesario ahondar más en las historias de las mujeres esclavas y libres, dete- dientes utilizaron para sobrevivir en el sistema colonial.
nerse con más cuidado a explorar estos casos. La vida personal y familiar de Polonia nos abre varias interrogaciones:
Lo anterior nos hace pensar otra vez en el caso de Juan de Ribas, hijo ¿cómo llegaron a ser propietarias de esclavos mujeres de ascendencia
de Polonia, hombre generoso de ascendencia africana con recursos sufi- africana? Algunas obtuvieron esclavos en herencia o donaciones de sus
cientes para liberar a su ahijada. Averiguar la relación entre Polonia de familiares, quienes reconocían el parentesco. El caso de una parda libre
Ribas y su benefactor es entonces de suma importancia, ya que ella vivió llamada María Yáñez, quien liberó a su esclava también llamada María
fuera de la esclavitud y llevó una vida envidiable con oportunidades para Yáñez, es un ejemplo.26 María Yáñez, la dueña, anotó en la carta de liber-
ella y sus hijos. Y aunque los datos recopilados ofrecen pistas sobre cómo tad que había heredado a María Yáñez, la esclava, por parte de su abuelo,
sobrellevaba esta vida de conexiones, habría que saber cómo fue que llegó ya difunto, Francisco Pérez Romero. Sin más datos para contextualizar
a esa posición. Debemos aclarar que no todas las mujeres llegaron a la la vida de las dos Marías Yáñez, es difícil discernir el hecho de que la
riqueza y a una vida de oportunidades por el mismo camino. relación entre ellas fuera la de una relación tradicional dueña-esclava. Lo
Mientras esa parte de la historia de Polonia se queda en especulación, que es importante en este caso es el hecho de que María Yáñez, la dueña,
sabemos que desde 1655 hasta su muerte en 1679 fue dueña de esclavos. heredó, por lo menos a uno de sus esclavos, a través de su abuelo, lo que
Y como otros dueños también liberó a sus esclavos. En 1675 liberó a su la convirtió en poseedora de esclavos; quiero resaltar que esta sería la ter-
medio hermano, Juan de Yrala, quien estuvo a su servicio como esclavo cera generación de dueños de esclavos en la misma familia. Polonia de
por veinte años.24 Y como lo hicieron otros propietarios de esclavos, le Rivas, la principal protagonista de esta historia, también se aseguró
dio carta de libertad aduciendo “el amor que le tuvo y sus buenos ser- de que por lo menos una de sus hijas también fuera dueña de esclavos, al
vicios”. Un año después en 1676, liberó a otro esclavo, un negro criollo otorgarle a su hija Melchora una dote generosa que incluyó esclavos.
llamado Diego de Yrala (que aunque tenía el mismo apellido, no era Petrona de Arauz, una dueña de esclavos y parda libre, dio su poder
a don Francisco García de Mendoza para vender a uno de sus varios

21 Proctor III, 2006, p. 318.


22 Proctor III, 2006, p. 319. 25 ANX, 2 de septiembre de 1676, fs. 164v-165v. Era muy común que los esclavos llevaran el apellido de
23 Proctor III, 2006, p. 318. sus dueños.
24 ANX, 16 de febrero de 1675, fs. 77v-78v. 26 ANX, 6 de octubre de 1686, fs. 305v-306f.

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esclavos, una negra criolla de catorce años de edad.27 Hacía cinco años lar a su esclavo en una hacienda o a una persona para que trabajara como
la había comprado a don Ignacio de Herrera Loza, vecino del puerto de doméstico ganando dinero para su dueña, y en circunstancias más drás-
Veracruz. El poder también declaró que Petrona fue la legítima mujer del ticas, podría contar con aproximadamente trescientos pesos si decidiera
difunto Pedro de Licona, un mulato libre. Hay indicaciones que Pedro vender al esclavo. Una dote que incluyera miles de pesos en esclavos y
participó en el negocio de arrieros y a lo mejor tenía esclavos para que le otros bienes, como la que recibió la hija de Polonia, podría ser una buena
ayudaran con este trabajo.28 Como viuda, Petrona probablemente heredó cantidad de dinero para empezar un matrimonio. Al parecer no hubo
los bienes de su marido, incluso a sus esclavos. María Yáñez, Petrona de muchas mulatas y pardas tan afortunadas como ella de pertenecer a una
Arauz y Melchora de Yrala (la hija de Polonia de Ribas) fueron propieta- familia con recursos suficientes para ofrecerles este capital. Pero tampoco
rias de esclavos debido a sus nexos familiares, los cuales se reconocieron significa que todas las mujeres libres necesitaron esa ayuda.
explícitamente en los documentos notariales. El hecho de haber recibido Los casos de María Núñez y María López demuestran la existencia de
esclavos por donaciones y herencia por nexos familiares les abrió a las mujeres emprendedoras en Xalapa. María Núñez, mulata, representa el
afrodescendientes libres una puerta a la legitimidad y nos ofrece una caso más temprano de las dueñas de esclavos que registraron sus transac-
narrativa histórica que no depende del injusto concepto de promiscuidad ciones con el escribano público. Ella lo hizo seis veces entre 1609 y 1615.
sexual que implicaba, por lo general, a las dueñas pardas y mulatas. Además, su representante registró dos asuntos en 1631, después de su
La importancia del apoyo familiar no puede ser soslayada. El histo- fallecimiento. Hay poca evidencia de la vida personal o familiar de María
riador George Reid Andrews argumenta que el establecimiento de una Núñez en los documentos notariales. Se menciona que fue esposa y mujer
familia legítima era fundamental para las familias de elites de ascendencia legítima de Vicente Rodríguez pero no se añade información específica de
africana en todas las colonias americanas. Escribe: él, como su edad, trabajo, estatus legal (esclavo o libre).30 Quizás María
estaba demasiado ocupada administrando sus finanzas y actuando como
Ningún miembro de la sociedad colonial podrían esperar avanzar hacia arriba sin negociante en Xalapa como para incluir hechos personales en sus transac-
apoyo y ayuda de sus redes familiares, y ligas y conexiones de la familia fueron aun ciones. Fue dueña de la Venta del Río y estuvo involucrada en el negocio
más necesarias para miembros de un grupo pequeño y en desventaja. Más impor-
de compra-venta de esclavos.31 El 16 de marzo de 1609, compró por 470
tante que un individuo cimentara su posición social y económica, fue cimentar la
posición de la familia, lo que fue logrado asegurando la educación, el casamiento y pesos a un negro bozal llamado Francisco.32 Con el apoyo de un fiador,
la herencia en condiciones ventajosas para sus hijos.29 tuvo un año para pagar la deuda al mercader Andrés Moreira.33 Tres meses
después, compró la Venta del Río “con todos sus casas y descargaderos”,
Aunque Andrews habla de Brasil, las familias afrodescendientes en por el precio de 400 pesos de oro común.34 En vez de mantener la posesión
Xalapa compartieron preocupaciones semejantes y comprendieron su de la posada, María Núñez decidió vender la propiedad para obtener una
papel en cuanto a la estabilidad financiera. En épocas de pobreza y ham- ganancia inmediata. Se la vendió a Juan Gallegos por 550 pesos de oro
bre durante el siglo XVII, tiempos difíciles de una economía inestable, común y arregló un contrato de pagos.35 Seis años después, María Núñez
la seguridad de poseer un esclavo significó que la propietaria siempre
tuviera asegurada una forma de manutención. Tenían la opción de alqui-
30 ANX, 10 de julio de 1609, fs. 149v-150f.
31 ANX, 8 de julio de 1631, fs. 536v-537f.
32 ANX, 16 de marzo de 1609, fs. 74f-74v.
27 ANX,
12 de enero de 1706, t. 1700-1706, fs. 444f-444v. 33 ANX, 16 de marzo de 1609, fs. 75f a 75v.
28 ANX,
21 de enero de 1679, fs. 480f-481f. 34 ANX, 10 de julio de 1609, fs. 149v-150f.
29 Andrews, 2004, p. 46. 35 ANX, 10 de julio de 1609, fs. 150v-151f.

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hizo otra compra, esta vez de dos esclavos, madre e hijo, por 550 pesos.36 a un negro bozal42 llamado Juan al precio que él decidiera, indicando la
Esta vez hizo la transacción con otro mercador de esclavos en Xalapa, el confianza que tenía en su capacidad para asegurar que sus mejores intere-
capitán Jorge Veneciano. ses fueran servidos.43 Juan de Sosa apareció de nuevo dos meses después,
El documento data de 1615 y aunque María Nuñez ya no era dueña el 15 de mayo, 1609, para finalizar otro contrato con la autoridad de
de la Venta del Río, seguía viviendo en la posada. En el mismo docu- María.44 Registró una deuda que María López le debía a Mateo Jorge.
mento se revela que era viuda. El 31 de enero 1631, con la autoridad de Había comprado a Mateo una esclava negra llamada Lucrecia “de nación
María Núñez, el licenciado Jerónimo Gisberto vendió una negra esclava Angola” por 420 pesos, deuda que necesitaba saldar en seis meses.
de 34 años de edad llamada Isabel a Alonso Gaitán por 350 pesos.37 Des- No apareció para hacer más trámites notariales hasta el 21 de marzo
afortunadamente, el 27 de abril 1631, el licenciado Jerónimo ya mane- de 1610, incrementando sus recursos económicos al vender a su esclava
jaba todos los bienes de María Núñez pues ella había fallecido.38 En su Esperanza “de tierra Bran” por una ganancia significativa de 600 pesos.45
testamento, ella encargó al licenciado Jerónimo Gisberto que asignara el Ese mismo día, le dio poder a Francisco Hernández Franco, un hombre
dinero necesario para pagar las misas para pedir por su alma y por la de de la Nueva Veracruz, para que la representara en la venta de otra esclava
su segundo marido, Pedro Ruiz. El licenciado Jerónimo demostró que fue negra, Ana López.46 El precio en que Francisco la vendió no fue docu-
una elección sabia. El 8 de julio 1631, el licenciado recuperó 63 pesos de mentado, pero aun si fuera vendida a un precio tan bajo de trescientos
oro común que alguien le debía a María.39 En la última escritura que se pesos, María López tendría suficiente dinero con estas dos ventas para
registró por parte de María Nuñez, fue anotada como ventera, otra vez en cubrir las deudas de los dos esclavos varones que había comprado en
la Venta del Río, éste fue fue su último trabajo. María Núñez trabajó por 1609. Registró una tercera escritura el 16 de marzo de 1610, revocando
muchos años, fue la dueña y luego la encargada de una venta, y compró y el poder que le había dado a Juan de Sosa del Castillo el año anterior,
vendió esclavos en la jurisdicción de Xalapa. Sobre todo, logró todo esto quizá ya no necesitaba de sus servicios.47
sin el “permiso” de sus dos maridos.40 María Nuñez fue una mujer muy Ser dueñas de esclavos denotaba estatus y un indicador social que pro-
trabajadora y tuvo éxito como administradora y dueña de esclavos, y aun- veyó a las mujeres afrodescendientes libres acceso a la sociedad xalapeña.
que fue un caso excepcional, no fue único. Los afrodescendientes libres del siglo XVII en Nueva España reclama-
María López, otra afrodescendiente libre y propietaria de esclavos que ron legitimidad social. En la zona central de Veracruz, el estigma de ser
aparece en el Archivo Notarial, fue descrita como “de color morena”, afrodescendiente se intensificó por las incidencias del cimarronaje. Las
vivió en varios lugares en Xalapa y sus alrededores entre 1609 y 1610. autoridades coloniales intentaban combatir la amenaza de “los esclavos
En marzo de 1609 fue anotada también como ventera en la Venta de la huidos” o “los cimarrones” con el establecimiento de más instituciones
Rinconada, donde residía.41 El 17 de marzo, María López dio su poder y villas españolas. El temor de la fuerza destructiva de los cimarrones
cumplido a Juan de Sosa del Castillo, residente de Xalapa, para vender en la zona central de Veracruz se manifestó en la fundación de la villa de

36 ANX, 17 de abril de 1615, fs. 342f-343f. 42 El término “bozal” se refiere a una persona de descendencia africana no ligada a la cultura española, o
37 ANX, 31 de enero de 1631, fs. 497f-498f. bien, a la religión católica y/o a la lengua castellana.
38 ANX, 27 de abril de 1631, fs. 522f-523f. 43 ANX, 17 de marzo de 1609, fs. 92f-92v.
39 ANX, 8 de julio de 1631, fs. 536v-537f. 44 ANX, 15 de mayo de 1609, fs. 101f-101v.
40 Muchos casos notariales de mujeres casadas incluyeron la aclaración “con licencia de mi marido,” 45 ANX, 21 de abril de 1610, fs. 17f-17v.
expresando que necesitaban el permiso legal o reconocimiento legal de una autoridad masculina. 46 ANX, 21 de abril de 1610, fs. 18f-18v.
41 ANX, 16 de marzo de 1609, fs. 86v-87v. 47 ANX, 21 de abril de 1610, fs. 19f-19v.

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Córdoba en 1618.48 Es importante tener claro que la manumisión legal otras colonias de América, sus argumentos pueden ofrecer explicaciones
no significaba necesariamente una vida más fácil para los afrodescen- de los casos de las dueñas de esclavos examinadas en este estudio.
dientes. La historiadora Joan Cameron Bristol escribe: “[…] la libertad María Rodríguez, una parda libre, otorgó un poder a don Juan Miguel
y la esclavitud no se contraponían; eran estados que existían a lo largo de Monsana,54 residente del puerto de Veracruz, para representarla ante
un continuo”.49 En su análisis de dueños de esclavos que fueron afrodes- los jueces de Su Majestad para vender a uno de sus esclavos, un mulato
cendientes en Estados Unidos, Michael Johnson y James Roark hablan prieto llamado Joseph que tenía quince años.55 Cuando Petrona de
de la importancia de legitimidad social. Escriben: “[…] nada fue mas Arauz, parda libre, contrató a don Francisco García para vender a un
lucrativo, más respetable y más patriótico que poseer esclavos”.50 Si ser esclavo suyo, anotó que lo había comprado a un residente de Veracruz
propietaria de esclavos le ofrecía a una mulata libre una posición social llamado don Ygnacio de Herrera Losa.56 Todas estas mujeres libres tuvie-
mejor, incluso en términos de respetabilidad y legitimidad social, no sería ron alianzas y contactos que se extendieron no sólo a los españoles de la
sorprendente su participación en el negocio de compra-venta de esclavos. clase media sino a gente con influencia, y el caso de Polonia no fue
Como otros sujetos coloniales que tuvieron dinero suficiente, los la excepción.
afrodescendientes de Nueva España compraron y vendieron esclavos. Un examen del comportamiento económico de estas dueñas tam-
Mujeres y hombres de ascendencia africana dueños de esclavos vieron en bién nos ofrece una visión de las circunstancias que vivieron y de cómo
la esclavización una oportunidad económica redituable, especialmente entendieron el sistema esclavista. Muchos propietarios de esclavos en la
en Veracruz, donde el uso de la mano de obra africana esclavizada estuvo diáspora africana alquilaban sus esclavos.57 Las manumisiones que hizo
asociado al desarrollo de la economía regional. Como miembros del Polonia de Ribas demuestran esta oportunidad para aumentar el valor
grupo de dueños de esclavos, las mujeres libres de Xalapa establecieron de un esclavo sin tener la responsabilidad total. Por lo menos, dos de sus
alianzas y conexiones con otras personas de la misma clase económica, esclavos, Gerónimo de Yrala (su medio-hermano) y Diego de Yrala (no
sin importar la raza. La historiadora Susan M. Socolow argumenta, en miembro de la familia), trabajaron como esclavos alquilados en Xalapa
su ensayo sobre el caso de Cap Français, en Haití, que el estatus legal, y Veracruz, donde vivían. La historia de Polonia de Ribas difiere de las
algunas veces, fue un común denominador más fuerte que la raza.51 Larry historias aquí analizadas por el hecho de que, entre sus esclavos, se encon-
Koger añade que en los Estados Unidos muchos dueños de esclavos de traron miembros de su familia.
ascendencia africana se aliaron con la comunidad blanca para preservar La narrativa histórica cambia drásticamente en el caso de dueños de
el sistema esclavista.52 El historiador Carter G. Woodson hace notar la esclavos que eran parte de sus propias familias. Del contexto de Nueva
importancia de esta división entre libres y esclavos: “Teniendo intere- Orleans, Hanger escribe: “Algunos negros libres a menudo podrían pro-
ses económicos en común con los dueños blancos, los dueños negros porcionar dinero para comprar a sus parientes esclavos y así no los tendrían
de esclavos a menudo gozaron la misma posición social”.53 Aunque las como esclavos”.58 Koger argumenta que otras veces, en Carolina del Sur,
contribuciones de estos especialistas se centran en el sistema esclavista de
54 En la mayoría de los casos, los españoles no fueron identificados por su raza. La raza de don Juan
Miguel Monsana no fue identificada en el documento. Por esto, es más probable que él tuviera descendencia
48 Naveda Chávez-Hita, 2008, p. 115. española o, por lo menos, apareciera como tal. Además, la mayoría de la gente de descendencia africana no
49 Bristol, 2007, p. 115. tuvo el apelativo honorifico de “don” o “doña”.
50 Johnson y Roark, 1984, p. 143. 55 ANX, 12 de noviembre de 1710, t. 1707-1712, fs. 382v-382v.
51 Socolow, 1996, p. 286. 56 ANX, 12 de enero de 1706, t. 1700-1706, fs. 444f-444v.
52 Koger, 1985, p. 30. 57 Hanger, 2004, pp. 225-226.
53 Woodson, 1924, p. vi. 58 Hanger, 2004, pp. 225.

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después de comprar a sus parientes esclavos, los “dueños” emanciparon a de Yrala, Polonia de Ribas citó dos razones para su manumisión: su buen
sus familiares queridos.59 ¿Cómo se puede entonces interpretar la decisión servicio y el amor que le tuvo. Por ser un lenguaje de fórmulas notariales,
de Polonia de Ribas para no liberar a sus hermanos esclavos y sólo ofrecer- no podemos confirmar que fueron sus propios sentimientos.
les la libertad después de más de veinte años a su servicio? Liberó a uno de Parecería que el estatus de ser dueña de esclavos les dio a estas mulatas,
ellos en 1675 y al otro en 1679 cuando ella estaba muriendo. ¿Sería posible pardas y morenas la oportunidad de establecer asociaciones con la elite
que Polonia los viera sólo como esclavos aunque siempre se refería a ellos española en Xalapa y Veracruz. Por consiguiente, el caso de Polonia de
como miembros de la misma familia en los documentos que aparecían? Ribas nos hace plantear la pregunta: ¿ser dueña de esclavos le hizo ignorar
Aunque la literatura secundaria nos ha ayudado a entender el mundo de las consideraciones familiares de una manera que se alineó a las elites espa-
posibilidades de las dueñas de esclavos, este aspecto es muy confuso y ñolas de Xalapa denotando que no le importaba su familia esclava? Incluso
difícil de interpretar. Koger anota que en Carolina del Sur, después de la si no maltratara ni a Juan ni a Gerónimo de Yrala, ellos fueron sus esclavos
prohibición de “emancipaciones personales” en 1820, algunos afroame- por más de veinte años. En Norteamérica hay evidencia de que a través de
ricanos libres mantuvieron a miembros de su familia como esclavos para los dueños de esclavos, especialmente los habitantes urbanos poseyeron
“preservar su seguridad”.60 Sin embargo, las autoridades de Nueva España esclavos como formas de mostrar riqueza y poder. Nueva España no fue
nunca impusieron estas restricciones a los propietarios de esclavos porque la la excepción. En su estudio de afrodescendientes en la Ciudad de Mexico
manumisión estaba “de acuerdo con las legislaciones y tradiciones cultura- (1570 a 1640), el historiador Herman Bennett escribe: “En la Ciudad de
les que rigieron la esclavitud en América”.61 ¿Cuáles fueron las razones que México, [los esclavos] representaron trabajo y símbolo del estatus de sus
motivaron a Polonia de Ribas a mantener a sus medios hermanos como dueños”.64 Afirmando y manteniendo el estatus de propietaria de esclavos,
esclavos en vez de liberarlos? Aunque el análisis de Koger se sitúa en un Polonia de Ribas obtuvo la posibilidad de legitimación social, entonces
contexto diferente, ofrece algunas explicaciones posibles. tenía razón al no emancipar a todos sus esclavos.
Propone que los “dueños de color consideraron a sus parientes que- En su testamento, Polonia fue descrita como una mujer soltera,
ridos como personas libres y les permitieron que vivieran como otros mulata libre que tuvo hijos. Debió haber tenido alguna razón para
libres”.62 Polonia alquiló a su medio hermano esclavo, dándole la oportu- excluir la identidad del padre (o padres) de sus cinco hijos naturales.
nidad de vivir prácticamente libre63 con su familia (no hay indicaciones ¿Por qué una mujer libre, económicamente estable, no divulgaría la
de que también Polonia era la dueña de la esposa y los hijos de su medio identidad del padre de sus hijos? Una posibilidad podría ser el que
hermano). Sin embargo, hizo lo mismo con otro esclavo que no era su Polonia quiso que se le viera como una mujer libre e independiente en
pariente, Diego de Yrala. Esta decisión implica que, a pesar de los nexos la sociedad xalapeña. De hecho, la ausencia de dos padres, el suyo y el
familiares, las consideraciones económicas y la posición social fueron las de sus hijos, puede significar que Polonia no los necesitó para conseguir
razones que motivaron las acciones de Polonia de Ribas. De hecho, no acceso a legitimidad social. A lo mejor, no fue importante anotarlo.
hay nada en los documentos que indique que este vínculo fuera impor- Por no ser casada, no tenía la obligación de nombrarlos. Sostenemos
tante para ella. En 1675, cuando liberó a su otro medio hermano Juan que por ser una mujer rica, no lo necesitaba. Con la riqueza que tenía,
Polonia tuvo éxito al transitar por el sistema notarial, criar a sus hijos y
59
ser propietaria de al menos tres esclavos, todo sin un patriarca familiar
Koger, 1985, p. 44.
60 Koger, 1985, p. 44. reconocido en los documentos legales.
61 Velázquez, 2006, p. 146.
62 Koger, 1985, p. 69.
63 Woodson, 1924, p. 44. 64 Bennet, 2003, p. 18.

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Tanto Polonia de Ribas, como las otras propietarias de esclavas exa- Bermúdez Gorrochotegui, Gilberto
minadas en este estudio, se comportaron como otros dueños de esclavos 1995  Historia de Xalapa. Siglo XVII, Universidad Veracruzana, Xalapa.
Bristol , Joan Cameron
del siglo XVII en Xalapa. Algunos de los comportamientos como propie- 2007  Christians, Blasphemers, and Witches: Afro-Mexican Ritual Practice
tarias estaban guiados por razones particulares a su condición de mujeres in the Seventeenth Century, University of New Mexico Press,
de ascendencia africana. Las mujeres aquí examinadas tenían negocios, Albuquerque.
propiedades y acceso a la elite regional con la que realizaban transac- Burns, Kathryn
ciones ventajosas. Sin embargo, no todas fueran motivadas por razones 2011 “Notaries, Truth, and Consequences”, The American Historical
puramente económicas. La respetabilidad y la viabilidad social fueran Review, April, 2005 [http://www.historycooperative.org/journals/
ahr/110.2/burns.html].
factores importantes que las dueñas adquirieron con su participación en C arroll , Patrick J.
el comercio de esclavos. Por ser propietarias de esclavos estuvieron menos 1991  Blacks in Colonial Veracruz, University of Texas Press, Austin.
expuestas a la incertidumbre económica que afectaba la trayectoria y la Cope, R. Douglas
calidad de vida que experimentaron muchas mujeres. Por ser beneficiarias 1994  The Limits of Racial Domination, The University of Wisconsin Press,
de la generosidad de un pariente o por ser mujeres emprendedoras excep- Madison.
cionales, la esclavitud les ofreció estatus y un nivel de reconocimiento Gaspar, David Barry y Darlene Clark Hine
1996  More than Chattel, Indiana University Press, Bloomington.
social, demostrando que eran miembros activos del sistema regional y de 2004  Beyond bondage, University of Illinois Press, Urbana.
los negocios en el orden colonial. Gonzalbo A izpuru, Pilar
Para concluir, creo que este breve estudio no nos da la oportunidad 1987  Las mujeres en la Nueva España. Educación y vida cotidiana, Centro de
para ahondar hasta qué punto el título de dueñas de esclavos les brindó a Estudios Históricos, El Colegio de México, México.
éstas protección contra la discriminación que experimentaban las mujeres H anger, Kimberly S.
afrodescendientes libres. La literatura secundaria de otras colonias puede 2004 “Landowners, Shopkeepers, Farmers, and Slaveowners: Free Black
Female Property-Holders in Colonial New Orleans”, en David
ayudarnos a explicar algunas posibilidades, sin embargo, hay que conti- Gaspar and Darlene Clark Hine (eds.), Beyond Bondage, University of
nuar realizando estudios detallados sobre la diversidad de experiencias de Illinois Press, Urbana.
las afrodescendientes libres en todas las regiones de la Nueva España. La Johnson, Michel y James L. Roark
tarea es seguir investigando aspectos nuevos de la historia de la diáspora 1984  Black Masters, Norton, New York.
africana en México y crear metodologías para repensar a nuestros prota- Koger, Larry
gonistas. Sólo lograremos una compresión más completa de la historia 1985  Black Slaveowners: Free Black Slave Masters in South Carolina, 1790-
1860, Mcfarland, Jefferson.
colonial cuando contemplemos la riqueza que nos ofrece la alteridad. Lockhart, James
1972 “The Social History of Colonial Spanish America: Evolution and
Potential”, Latin American Research Review, vol. 7, núm. 1.
Bibliografía M artínez, María Elena
A ndrews, George Reid 2004 The Black Blood of New Spain: Limpieza de Sangre, Racial Violence
2004  Afro-Latin America: 1800-2000, Oxford University Press, Oxford. and Gendered Power in Early Colonial Mexico”, William and Mary
Bennet, Herman Quarterly, vol. 61, issue 3.
2003  Africans in Colonial Mexico: Absolutism, Christianity, and Afro-Creole Naveda Chavez-Hita, Adriana
Consciousness, 1570-1640, Indiana University Press, Bloomington. 2008  Esclavos negros en las haciendas azucareras de Córdoba, Veracruz, 1690-
1830, Universidad Veracruzana, Xalapa.

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Proctor III, Frank “Trey”


2006 “Gender and the Manumission of Slaves in New Spain”, Hispanic
American Historical Review, 86: 2, pp. 309-335.
San Lorenzo Cerralvo, pueblo de negros libres.
Socolow, Susan M. Siglo XVII
1996 “Economic Roles of the Free Women of Color of Cap Français”, en
David Barry Gaspar y Darlene Clark Hine (eds.), More Than Chattel,
Indiana University Press, Bloomington. Adriana Naveda Chávez-Hita*
Scott, Joan W.
1991  “The Evidence of Experience”, Critical Inquiry, summer, vol. 17,
núm. 4.
Velázquez, María Elisa Me quedé a comer en el pueblo de San Lorenzo de los negros.
2006  Mujeres de origen africano en la capital novohispana, siglos XVII y XVIII, Como está habitado todo por negros, allí parece que se está
Instituto Nacional de Antropología e Historia, México. en Guinea. Por lo demás son de hermosas facciones y apli-
Woodson, Carter G. cados a la agricultura. Tienen su origen en algunos esclavos
1924  Free Negro Owners of Slaves in the United States in 1830, Negro fugitivos: les fue permitido vivir en libertad con tal de permi-
Universities Press, Nueva York. tir de que no recibieran a otros esclavos fugitivos, sino que los
entregaran a sus dueños, cosa que observan fielmente.

Giovanni Francesco Gemelli Careri, 1697.1

L
a intención de este artículo es resaltar algunos elementos
de la vida social y cultural de un particular asentamiento del siglo
XVII novohispano: San Lorenzo Cerralvo, “Pueblo de negros”,
conocido actualmente como Yanga y localizado en las cercanías de la villa
de Córdoba en el hoy estado de Veracruz; en ésta última se desarrolló un
emporio azucarero y posteriormente tabaquero, compuesto por ranchos,
haciendas y trapiches “del beneficio de azer azúcar”, donde trabajaban
dos mil esclavos de procedencia africana. Pretendemos subrayar algunos
mecanismos seguidos por los pobladores para la defensa de los benefi-
cios obtenidos como personas ya libres; esbozar apuntes sobre la manera
como convivían sus habitantes; hacer hincapié en la importancia de su
integración al cuerpo de Milicias, y resaltar el valor del trabajo realizado

* Dirigir correspondencia al Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales, Universidad Veracruzana,


Diego Leño 8, Centro, C.P. 91000, Xalapa, Veracruz, México, tel. (01) (228) 8-12-47-19, e-mail: naveda4@
hotmail.com.
1 Giovanni Francesco Gemelli Careri, “Viaje a la Nueva España, 1697”, en Poblett, 2002, t. I, p. 246.

60 Ulúa 19, 2012: 61-79 [61] issn: 1665-8973


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en el campo y como arrieros de ganado, en cuyas actividades demostra- incursiones por sorpresa— reunían administrativamente el grupo de chozas o jacales
ron su industria para vivir en conciliación con la sociedad novohispana.2 que servían como depósitos y las áreas destinadas al cultivo o tenencia de todos los
productos necesarios para la subsistencia, dependiendo la extensión de los mismos de
Como citaremos adelante, varios investigadores han escrito sobre la la importancia del lugar. En la operación efectuada contra Yanga en 1610, se encon-
rebelión del líder Ñyanga y sus seguidores, quienes en su lucha contra traron en el palenque abandonado, sementeras de maíz, de tabaco y calabaza, pláta-
la esclavitud lograron, varios años después, que se les asentara legalmente nos y otros árboles frutales […] frijol, batatas, legumbres […] y mucha abundancia
en un poblado reconocido como pueblo de negros libres.3 Sin embargo, no de gallinas y gran número de ganado […] además de cerca de sesenta chozas que
hay estudios que sobrepasen esa etapa y analicen a la población de carne y albergaban aproximadamente ochenta hombres adultos, veinticuatro mujeres negras
hueso que protagonizó este episodio y posteriormente habitó y luchó por e indias y un número indeterminado de niños.4
garantizar la permanencia del asentamiento.
Desde el último tercio del siglo XVl, las incursiones de los cimarrones Ante la imposibilidad de erradicar por la fuerza la amenaza cimarrona,
pusieron en jaque la seguridad del tránsito de Veracruz hacia el Altiplano; las autoridades hubieron de buscar una solución negociada que implicó
los saqueos y los asaltos a las “conductas” de mercancías se convirtieron el cese de las hostilidades, la fundación del pueblo de negros libres y, por
en un verdadero problema político que las autoridades novohispanas parte de éstos, el compromiso de entregar a las autoridades a cualquier
tuvieron que enfrentar. Al inicio del siglo XVII el problema revistió una nuevo cimarrón que buscara protegerse entre los ya liberados.
gravedad mayor, de manera que desde Puebla se desplazaron fuerzas Los fundadores de San Lorenzo fueron esclavos huidos de estancias y
militares con el objetivo de aniquilar la amenaza armada de los cimarro- rancherías cercanas a lo que actualmente es el puerto de Veracruz, Tlalixco-
nes. Entre 1608 y 1610 se produjeron enfrentamientos y persecuciones yan y Alvarado; de vaqueros en su mayoría que se hacían pasar por libres, y
que, sin embargo, resultaron poco efectivos para derrotarlos. Lo agreste de un pueblo integrado por personas procedentes del continente africano,
e intrincado del terreno permitió a los contingentes encabezados por de la región de Cabo Verde, de los reinos de Guinea, Bran, Biafara, Gelofe,
Ñyanga eludir el acoso, y aunque abandonaron el palenque en el que se Cabo Verde, Zape y Berebesi, entre otros.5 Se trata de un asentamiento que
habían hecho fuertes, se internaron en un territorio poco poblado, lo que rompía con el esquema de población tradicional establecido en la regla-
les permitió sortear a la expedición punitiva. El historiador Miguel Gar- mentación castellana para la fundación y el reasentamiento poblacionales
cía describe así al palenque central: plasmada en las Leyes de Indias, y que se salía de lo estipulado por las leyes
que regían a la Nueva España. No era un pueblo de indios, tampoco una
Establecidos estos asentamientos o rancherías, como se les denomina en los docu- villa de españoles, sino un asentamiento de ex esclavos, muchos de ellos
mentos coloniales de la época, en terrenos “fragossos” por razones de seguridad —se nacidos en África y portadores de ancestrales y variadas culturas.
les rodeaba de elevadas atalayas estratégicamente situadas con el fin de evitar las San Lorenzo Cerralvo se asentó “a dos tiros de arcabuz” del camino
que iba del pueblo de Orizaba a la Veracruz Nueva, llevando el apellido
2 Mediante el análisis de algunas prácticas que quedaron registradas en las pocas fuentes documentales con del virrey marqués de Cerralvo, a quien tocó legitimar el asentamiento, y
las cuales se cuenta a la fecha, el ramo Inquisición del Archivo General de la Nación (AGN) y algunos archivos
judiciales.
3 Negro libre: esclavo que obtuvo su libertad, la cual pudo haber sido obtenida de diferentes maneras,
específicamente, al otorgársela sus dueños, al comprarla ellos o, como en este caso, al ser reconocido como 4 García Bustamante, 1988, p. 222.
pueblo. En la región cordobesa hubo en 1735 otro levantamiento de esclavos, esta vez de esclavos huidos 5 Los esclavos procedentes de Cabo Verde venían del archipiélago del Atlántico, ubicado a 500 kilómetros
pertenecientes a las haciendas de Córdoba; también se les otorgó la libertad y se asentaron tambien en un al oeste de Senegal. Desde 1975, Cabo Verde se convirtió en una república independiente de Portugal, país
pueblo pero siendo muchos de ellos ya esclavos criollos o nacidos en las haciendas de Córdoba ya no se les que durante la segunda mitad del siglo XVI y parte del XVII, junto con Inglaterra y Holanda, tuvo a su cargo
denominó negros sino morenos, de ahí que a dicho pueblo se le haya puesto el nombre de Nuestra Señora de el tráfico de esclavos que llegaban a Nueva España por el puerto de Veracruz. Véase Aguirre Beltrán,
Guadalupe de los Morenos de Amapa. Naveda, 1987, cap. III. 1972, cap. VIII.

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quedando adscrito a la parroquia de San Juan de la Punta. Luego, por lo Madre Oriental de Veracruz, liberados a través de su lucha y asentados
inhóspito del terreno se le reubica en 1658 sobre el camino de Córdoba a legalmente en pueblo de negros.
Veracruz. Aguirre Beltrán hace una relación del lugar de la fundación: “De Como población legalmente establecida, el grupo de Ñyanga logró
ahí pasan los negros reducidos a ‘las lomas de Totutla’, cerca de la estancia mantener una estructura social y económica funcional. Trabajaban en
de la Punta [hoy san Juan de la Punta, que es la punta de la pequeña sierra trapichillos de mano elaborando panela; fueron propietarios de ganado;
del Matlalquiauitl], donde el marqués de Cerralvo legitima en 1630 la fun- se empleaban como arreadores en la hacienda de ganado mayor llamada
dación del pueblo de San Lorenzo realizada de hecho en 1608”.6 Tumbacarretas y, décadas después, al menos los treinta integrantes de la
El mismo autor introduce una discusión sobre la fecha de fundación Compañía de Caballos Lanceros del pueblo de San Lorenzo tenían su
de San Lorenzo y afirma que ésta se dio en 1608. Miguel García7 señala propio caballo.11
que es en 1618 y el historiador Herrera Moreno8 indica que, a principios Estos esclavos y sus descendientes entablaron lazos familiares; se incor-
del siglo XVII, el 6 de enero es la fecha exacta del levantamiento de los poraron a los cuerpos de defensa; acumularon capital para invertir en
negros encabezados por Ñyanga; afirma que el 21 de febrero de 1609 las tierras y en algunas propiedades, y, en general, desarrollaron mecanismos
tropas españolas bajaron de Puebla para sofocarlos designándoseles un para integrarse a la sociedad dominante. Dicha colectividad solamente
lugar para la fundación del pueblo, la cual se efectuó más tarde. pudo ser intervenida legalmente por medio de la institución de la Inqui-
La historia de este pueblo ha quedado impresa por la sorprendente lucha sición y por el cabildo cordobés, el cual se dedicó a hostilizarlos sistemá-
en aras de lograr su libertad y la de sus familias, así como por la leyenda ticamente con el propósito de poner obstáculos a sus medios de vida para
significativa de su líder Ñyanga, descrito de la siguiente manera por el propagar la idea de que eran incapaces de convivir como libres. Al perte-
padre Juan Laurencio, quien acompañó a los militares en la persecución de necer este nuevo asentamiento jurídica y administrativamente a la villa
los cimarrones:9 “Yanga era un negro de cuerpo gentil, Bran de nación y de Córdoba, emporio azucarero que se fundó en 1618 como frontera en
de quien se decía que si no lo cautivaran [si no lo hubiesen cautivado] fuera contra de cimarrones12 y que para 1725 tenía ya más de dos mil esclavos
rey en su tierra, con estos elevados pensamientos había sido el primero en la repartidos en 32 haciendas y trapiches del beneficio de azer azúcar, fueron
rebelión desde treinta años antes en que su autoridad y bellos modos para muchas las presiones administrativas que tuvieron que padecer, toda vez
con los de su color había engrosado considerablemente su partido”.10 que un pueblo de negros libres en las inmediaciones de un polo de escla-
Si bien es cierto que los habitantes de San Lorenzo tuvieron como vitud para la agroindustria azucarera representaba un abierto desafío al
característica común un pasado de esclavitud, es importante resaltar el statu quo regional.
hecho de que el núcleo de población estaba compuesto por personas que
experimentaron diversas vivencias, como secuestrados y esclavizados en 11 Archivo Municipal de Córdoba (en adelante AMC ), vol. 12, s. f. Las milicias se establecieron
África, transportados a América, huidos como cimarrones en la Sierra formalmente en el Nuevo Mundo entre 1536 y 1540, como una institución viable que garantizara el orden
y la protección de los intereses de la Corona española en el territorio americano. Poco después se comenzó a
instituir regimientos con personas de diversos orígenes. Así, a partir de 1556 aparecieron los primeros soldados
negros al servicio de la milicia en la Nueva España que participaron en la defensa del puerto de Veracruz. No
6 AguirreBeltrán, 1972, p. 286 y Aguirre Beltrán, 1988, p. 132. obstante, la creación de las milicias de pardos y morenos libres en lugares como Veracruz, la villa de Córdoba
7 GarcíaBustamante, 1988, p. 216. y Jalapa, obedeció a la necesidad de garantizar la protección del tráfico comercial realizado a través de los
8 Herrera Moreno, 1892, cap. III. caminos reales de Veracruz a México, aunado a que la población española era relativamente escasa y la mayoría
9 Cimarrón: esclavo que huye de la propiedad de su amo. Los esclavos huidos o cimarrones se asentaban en eran comerciantes y hacendados y tenían poco interés en descuidar sus negocios para acudir a la defensa del
palenques o lugares de refugio, donde algunas veces ya había otros esclavos también huidos, para esconderse reino y proteger el tráfico comercial. Para un estudio más detallado sobre la participación de los mulatos y los
de los amos y las autoridades que los perseguían. pardos libres en las milicias, véase Vinson, 2001, pp. 61-78.
10 Palmer Colin, 1979, p. 138. 12 Villaseñor y Sánchez, 1746, p. 264.

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Fue un constante jaloneo, es decir, un arduo proceso de resistencia el que Lorenzo, siendo esto el principal factor de hostigamiento oficial. Desde un
este pueblo de negros, ya instituido y legitimado por el propio virrey, tuvo inicio se les impuso, como requisito para asentarse como pueblo de libres,
que soportar para mantener su sustentabilidad y permanencia. la denuncia de futuros esclavos huidos que se asentaran en el pueblo, un
pretexto que alcaldes, representantes y hacendados utilizaron para agre-
dirlos continuamente, argumentando que daban alojo a esclavos huidos.
El acoso del cabildo cordobés Por otro lado, destruían sus trapichillos de mano con los que elaboraban
La fundación de la villa de Córdoba en 1618 obedeció, además del inte- panela, aduciendo que destilaban el prohibido aguardiente; entraban a sus
rés económico que se tenía sobre esa región explotada parcialmente, a la casas con el pretexto de buscar esclavos huidos de las haciendas de Cór-
exigencia de proteger el camino real de los ataques de los cimarrones. El doba y aprovechaban para saquear sus pequeñas pertenencias, incluso los
objetivo fue establecer un punto firme desde el cual impedir que se repi- despojaron de más de siete caballerías de tierra13 que les pertenecían.14 Por
tiera la situación de insubordinación y pillaje. A los llamados caballeros ello, varias veces los habitantes de San Lorenzo recurrieron a las autoridades
fundadores, se les concedió el privilegio de constituirse en villa para vigi- virreinales para frenar los abusos de los alcaldes.
lar los términos de la negociación establecida con los ahora negros libres. Las autoridades de San Lorenzo se vieron obligadas a entregar esclavos
El robar su persona, al sustraerse de la posesión de su propietario, huidos tal como pactaron desde el inicio y recibir dinero por el rescate.
fue un delito duro y constantemente castigado por los esclavistas novo- En 1677 llevan a cabo acciones indicando que están cumpliendo con el
hispanos. Y es que el dueño de la persona, su amo, perdía el valor total compromiso de perseguir a esclavos huidos y en 1681 reciben 70 pesos
del esclavo adquirido, lo cual significaba dañar una inversión cuantiosa. por la captura de tres de aquéllos.15 Si bien es cierto que los pobladores
Durante los tres siglos de dominación española, a todo lo largo y ancho del pueblo observaban, en la medida de lo posible, el cumplimiento
del territorio de la Nueva España, se emitieron innumerables poderes de este requisito ante el cabildo cordobés, también es verdad que San
para rescatar a esclavos huidos de sus dueños, es decir, esclavos que esca- Lorenzo de los Negros nunca dejó de ser un lugar de refugio para otros
paban sistemática e incansablemente de las inhumanas condiciones del descendientes de africanos. Siempre mantuvo su naturaleza de refugio
régimen esclavista. En los registros del Ayuntamiento cordobés, las auto- donde, discretamente, se encubría a esclavos que llegaban a refugiarse
ridades se refieren a los esclavos huidos como incitadores a la violencia, huyendo de las haciendas cordobesas. El caso de Gaspar Ñyanga, quizá
forajidos, asaltantes y encubridores de esclavos. descendiente del fundador del pueblo, es emblemático: acusado en 1640
Sería erróneo considerar que los esclavos menos capacitados fueron los por encubrir a un esclavo, huido de la hacienda Santa Fe, cuyo propieta-
que huían, ya que hay evidencia de que maestros de azúcar, herreros y rio era Sebastián de la Higuera Matamoros,16 los acusadores argumenta-
carpinteros preferían la libertad al status que el trabajo especializado en las ron que no solamente no entregó al esclavo, sino que “lo favorece como a
haciendas azucareras les confería. Así como la mayoría de los esclavos hui- muchos otros esclavos [huidos] de las haciendas” de Córdoba.17
dos de la villa de Córdoba lo hacían a los palenques y las serranías cercanas, La república de españoles de Córdoba mantuvo durante la época colo-
hay referencias de que otros llegaron desde la región cordobesa a Acapulco, nial una constante actitud dominadora y expansionista. No sólo acosó a
Cuernavaca, Puebla, Veracruz, Misantla, Guatemala y Santiago de Cuba,
dando origen a una copiosa emisión de poderes para encontrar a esclavos 13 Caballería: medida de tierra que equivale a 48 hectáreas.
huidos a lejanos lugares. 14 Archivo Notarial de Córdoba (en adelante ANC), 1748, vol. 24, fs. 17-42.
Con las pruebas documentales existentes podemos afirmar que la fuga 15 ANC, 1681, f. 129.
16 Esta hacienda no pertenecía a la villa de Córdoba, su dueño era un propietario de haciendas de Xalapa.
de esclavos resultó una constante en las relaciones entre Córdoba y San 17 Archivo Notarial de Orizaba, 1640, f. 1, exp. 18.

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los negros libres de San Lorenzo, sino a las comunidades indígenas cuyas A negros, pardos y mulatos se les acusó de blasfemos, adivinación,
tierras se encontraban en las inmediaciones. A ese expansionismo territo- superstición, brujería, hechicería de llamar al demonio, echar la suerte y
rial lo respaldó el hecho de que el cabildo cordobés con frecuencia pidió de ser curanderos y bígamos, entre otros comportamientos que atenta-
apoyo directamente a las autoridades peninsulares, cuando las instancias ban contra la religiosidad permitida: la ortodoxia católica. En la realidad
novohispanas de poder podían afectar sus intereses. Sin embargo, en el caso cultural de San Lorenzo se mezclaba el cristianismo con la espiritualidad
de San Lorenzo la animadversión provino desde la fundación de la propia africana, el sincretismo proveniente de la sabiduría de las plantas medici-
villa. Primero, durante las dos décadas en que infructuosamente buscaron nales de los indígenas con bailes, sacrificios de aves, profanación de tum-
el aniquilamiento de los cimarrones; después, durante los casi dos siglos en bas y consumo de restos humanos, ingredientes éstos procedentes de las
los que el cabildo de la villa no logró digerir y aceptar la existencia de un cosmogonías de origen de los negros libertos.
asentamiento de libertos, tan cerca de las esclavonías18 de sus haciendas. La documentación inquisitorial contiene casos en los que estuvo invo-
lucrada la población negra y mulata, y aun parda, libres ya del yugo de la
esclavitud, aunque también hubo casos en contra de esclavos y esclavas,
El acoso inquisitorial en toda la Nueva España. Sin embargo, en la región cordobesa, a pesar de
Las presiones oficial y legal no llegaban sólo de parte del cabildo cordobés, tener un porcentaje importante de población esclava,20 llama la atención
bajo el argumento de perseguir el cimarronaje, sino también de la Santa el hecho de ser contadas las denuncias en contra de ella. De acuerdo con
Inquisición, siendo éste un acoso dirigido a los elementos de identidad que nuestro parecer, los esclavos y sus descendientes fueron más perseguidos
precisamente hacían de este pueblo un lugar con características especia- en las zonas urbanas, al menos aparecen más casos en lugares como Vera-
les en la Nueva España. Si bien hubo muchos palenques o mocambos de cruz, Puebla, Guadalajara, Querétaro o Morelia, por citar sólo algunas
cimarrones en toda Iberoamérica, al parecer muy pocos fueron reconocidos ciudades importantes de la Nueva España.
y recibieron el status legal para constituirse como pueblo de libres. En centros urbanos, donde vivió la mayoría de la población afro-
En el pueblo de San Lorenzo se distinguían prácticas y actitudes tacha- mestiza libre, también mediante amenazas inquisitoriales, se empezó a
das de hechicería que seguramente provenían de su cultura original y que controlar a este grupo que crecía mediante la unión legal o consensual.
eran transmitidas por los esclavos bozales.19 Solamente en secreto podían El que la mayoría de los juicios inquisitoriales se hayan llevado contra
reproducir sus creencias. Viviendo en el pueblo de San Lorenzo como descendientes de esclavos no quiere decir, ni por mucho, que los esclavos
negros libres, y en consecuencia, al margen de la vigilancia cotidiana de bozales no hayan sido perseguidos por persistir en sus actividades cultura-
los hacendados cordobeses, los elementos componentes de las culturas les y religiosas, ni que éstas no se sincretizaran con el saber de indígenas,
africanas —sin duda ya mezclados con la indígena y española, y que esta- mestizos o blancos. Pensamos más bien que los esclavos fueron castigados
ban presentes entre los habitantes de San Lorenzo— fueron perseguidos en el interior de las haciendas azucareras por la justicia del amo, sin que
no sólo por las autoridades del cabildo cordobés, sino también por el ello trascendiera a otras instancias. Cada hacienda tenía su capilla, donde
poder de la Inquisición, con el interés de controlar también sus creencias. se realizaba misa los domingos y la administración de los sacramentos a
los esclavos, por lo general en las fiestas patronales. No hay fuentes con-
18
sultadas que indiquen lo contrario, creemos que la omnipotencia de los
Esclavonía: Número de esclavos que integraban la plantilla de trabajadores en las haciendas azucareras.
En los documentos de avalúos de las haciendas localizados en el ANC se les llama así y consisten en una
descripción detallada de cada uno de los esclavos, como edad, precio y oficio.
19 Esclavos bozales: por lo general se les llamaba así a esclavos nacidos en el continente africano, quienes 20 Para 1746, Villaseñor y Sánchez proporciona el dato de dos mil esclavos trabajando en 32 haciendas
hablaban su lengua y trataban de reproducir su cosmogonía; eran vistos como “salvajes”. azucareras en la jurisdicción de la villa de Córdoba. Villaseñor y Sánchez, 1746, p. 226.

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hacendados junto al poder del párroco se encargaron, mediante duros liado y desenvolviéndolo, halló dentro una canilla de difunto con la tierra
castigos corporales, de hacerles abjurar y renegar de sus creencias religio- pegada y que la llevó a su casa”.26
sas o por lo menos esconderlas a los ojos del amo.21 De este juicio podemos colegir que en esos momentos los habitantes
El análisis de los juicios inquisitoriales llevados a cabo en contra de de San Lorenzo eran nacidos en África unos, y otros, negros criollos, es
habitantes de San Lorenzo por el delito de superstición sirve para escla- decir, de padres africanos pero ya nacidos en Nueva España, con elemen-
recer algunas interrogantes sobre sus pobladores. En 1673, Laureano tos culturales africanos vivos que tratamos de distinguir a través de la
Núñez, habitante de San Lorenzo, es acusado de hechicería: mediante fragmentada evidencia documental.
magia amorosa pretendía facilitar relaciones sexuales ilícitas. Según los El acusado no pertenecía a una familia nuclear, no tenía padres, ya que
testigos, su intención era dar bebedizos22 a la comadre de su tía llamada era esclavo huido y debió haber perdido el contacto con ellos. No tenemos
Melchora, negra libre, para dormirla y poder hacer su maldad a Juana su edad y era soltero. La familia era concebida por los descendientes de
Candelaria, mulata loba23 criada en la casa de dicha comadre. El acusado africanos en términos más amplios y flexibles y no solamente integrada por
también trató de dar los polvos a la misma Melchora para que ella, que personas ligadas por lazos sanguíneos cercanos. Este caso parece ser más
trabajaba en la casa de Hernando de Castro —mulato libre, alcalde del una acusación de allegados a la Iglesia y a las autoridades que en realidad
pueblo de San Lorenzo—, se los le echara en la comida o bebida de la un caso de nigromancia, como se anuncia. Las dos muchachas amenazadas
hija de éste, María, mulata prieta. son la hija del alcalde del pueblo y una allegada al fiscal de la doctrina. Es
El envuelto24 que el acusado había preparado tenía, entre otros reme- interesante notar cómo ellos hacen una distinción en las categorías asig-
dios, polvo de hueso de muerto, una costumbre que, al decir de Colin nadas a los habitantes del lugar diferenciando entre las personas mayores,
Palmer,25 denota un claro nexo con las culturas africanas. Lo grave del que son todas de raza negra, y los jóvenes, que tienen ya una denotación
asunto es que Laureano desenterró una canilla de un cuerpo del cemente- de mezcla racial. Tenemos a Gaspar de Chávez, de 42 años, fiscal de la doc-
rio localizado en el atrio de la iglesia, y uno de los testigos lo vio hacerlo. trina, casado con Josefa Méndez; Leonor de la Cruz, hermana de Gaspar y
Quien descubre el guesso que Laureano tenía escondido en una viga esposa de Bartolomé Contreras, también, todos negros libres.
de su casa fue Leonor de la Cruz, hermana de Gaspar de Chávez, fiscal de A ochenta y un años de haber sido pacificado el grupo de cimarrones, en
la doctrina de San Lorenzo, quien “halló el dicho pellejo [de carnero] 1711, sucede un caso similar. Vicente de los Santos, negro libre, mesonero27
colgado, y bajándolo, lo deslió y quitó el pedazo de látigo con que estaba en el pueblo de San Lorenzo, fue acusado por sospecha de ser hechicero.
Al seguírsele juicio inquisitorial se descubrió que era esclavo en la ciudad
de Campeche y que andaba huido.28 Al relatar su historia acepta tener casa
21 Solange Alberro señala que la política del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición hacia los negros con un solar en San Lorenzo, donde es residente, que cultiva maíz, fríjol y
y sus descendientes fue poco tolerante, al igual que para las prácticas mágicas que estos grupos tuvieron.
Según esta historiadora, “el esclavo africano resultaba una persona conocida de larga fecha”, pues existían
calabaza y además tiene en aparcería con su suegro unas reses.
negros esclavos y libres viviendo en ciudades como Levante, Sevilla y Cádiz. Por tanto, para las autoridades En otra denuncia inquisitorial, Diego Jurado de Álvarez, nacido en
inquisitoriales el negro y sus descendientes no representaban seres ingenuos, puesto que ya habían asimilado el 1692 y esclavo de un alguacil mayor de la ciudad de Querétaro, fue arres-
patrón cultural del amo. Alberro, 1992, p. 27.
22 Bebedizo: Bebida en que se incluía elementos mágicos como yerbas y polvo molido, entre otros. Muchas tado en la ciudad de Puebla en 1722 a la edad de 30 años, por el delito
veces se utilizaba el chocolate y en él se diluían cenizas, polvo de huesos, yerbas molidas, etc.
23 Mulata loba: nacida de indio y descendiente de africano en quinta generación. Véase Aguirre
Beltrán, 1972, p. 176. 26 Transcripción parcial del documento, véase Melis y Rivero, 2008, pp. 265-267.
24 Envuelto: El equivalente a un resguardo de los que hoy traen los seguidores de las doctrinas religiosas 27 Mesonero: El que tiene por oficio hospedar a los forasteros, dándoles por su dinero lo que necesitan para
afrocubanas. sí y sus caballerías. Diccionario de la Lengua Castellana, 1780, p. 635.
25 Palmer, 1979, p. 164. 28 AGN, Inquisición, 751.24, fs. 386-388.

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de bigamia, y ahí se descubrió que no era libre, sino esclavo y que andaba declaró tener 40 pesos que le dejó a guardar a Phelipe; ahí, en esa casa,
huido. El acusado se casó por primera vez en Querétaro, cuando tenía 18 estaba su hijo.29
años, antes de huir, y otra en Puebla. Era un mulato descrito así: “[…] El caso de Diego nos proporciona una interesante ventana para la
prieto anegrado, algo crecido el pelo, ñato [chato] alto de cuerpo del- comprensión de la esclavitud. Por una parte, muestra cómo un individuo
gado, las cejas juntas, de mala gracia, los ojos grandes, el labio de arriba con iniciativa y voluntad era capaz de aprovechar los intersticios de una
más grueso que el de abajo […]” sociedad cerrada para tener movilidad geográfica —nace en Querétaro,
Cuando anduvo huido trabajó de panadero en la ciudad de Veracruz huye hacia Veracruz; trabaja en Córdoba; vive en San Lorenzo y lo apre-
durante seis años haciéndose pasar por persona libre con un español que le san en Puebla—, a la vez que movilidad social. Al detallar sus posesiones,
tenía mucho cariño y le heredó algunas cosas. Posteriormente se fue a Cór- se describe asimismo como alguien que ha obtenido holgura económica.
doba y trabajó en uno de los trapiches más antiguos de la villa, el de don La posesión de armas y caballos nos habla de su muy probable incorpo-
Lope de Iribas llamado San Miguel Azezenatl y que se localizaba muy cerca ración a las milicias. Por otra parte, el caso de Diego nos muestra la efi-
de San Lorenzo. Al parecer en estos años que pasó en Córdoba también ciencia persecutoria de la Inquisición y la manera como ésta enfatiza las
vivió en San Lorenzo de los Negros, donde creó lazos estrechos de amistad, acusaciones de bigamia y comportamiento sexual no permitido, incluso
procreó un hijo con una parda e hizo negocios con autoridades. por encima de la evasión del esclavo. En estos casos se les busca por biga-
En el pueblo de descendientes africanos se cambió el nombre y se hizo mia y resulta que aparecen también como huidos.
llamar Diego Rincón o Diego de Armas y en una memoria que dejó
detalló sus bienes. Se había casado en Puebla con una parda libre con
quien no tuvo hijos, sin embargo, tuvo un hijo también en Puebla
Ser miliciano
con una mulata libre. Cuando lo capturaron, dijo tener en el pueblo Si bien es cierto que el pueblo de San Lorenzo fue objeto de acoso oficial
de San Lorenzo cuatro mulas aparejadas de laso y reata y dos caballos por parte del cabildo cordobés y la Santa Inquisición, ya fuera a través
con cabos negros de fierro de línea, una silla de mimbre de San Miguel el de disposiciones legales o medidas arbitrarias destinadas a instituciona-
Grande; aseguró que todo esto estaba en poder del alcalde ordinario del lizar el control y el dominio gubernamental sobre el nuevo pueblo, o
pueblo de San Lorenzo, Phelipe Blanco. También era poseedor de un par reprimiendo cualquier expresión sociocultural disonante por medio de la
de pistolas con sus ganchos, guarnecidas de latón, una escopeta corta con persecución religiosa, también es verdad que los habitantes de este pueblo
su funda, un alfanje (sable) y una espada de hoja ancha, así como unas de negros libres gozaron de ciertas canonjías o prebendas que el gobierno
espuelas con sus hebillas de plata. virreinal se vio en la necesidad de conceder en aras de incentivar la con-
Tenía un guardarropa variado y de lujo que nos puede dar idea de formación de milicias leales a la Corona.
cómo se vestía, imaginamos, en alguna celebración: un armador (cha- La Corona española dependió desde el siglo XVII de compañías milicia-
quetilla) con mangas escarlatas, encarnadas con botonadura de plata; un nas formadas por los descendientes de esclavos ya libres para combatir a
gabán y calzones de paño azul de Cholula y los calzones con su botona- los cimarrones, los piratas y eventuales invasiones de potencias con las que
dura de plata lisa; una capa de paño de Cholula nueva, un sombrero de España estaba en conflicto. Así, aprovechando el peso demográfico espe-
castor negro, nuevo, y una colcha grande hecha en Oaxaca.
Para el trabajo era propietario de una yunta de bueyes de tiro con
el fierro de don Diego de la Gradilla, ya difunto, de quien los heredó; 29 Este expediente lo trabajó María Elena Cortés Jácome en su tesis de maestría (Cortés Jácome,
1988), véase AGN, Inquisición, vol. 808, leg. 8, fs. 146-248, Proceso contra Diego Rincón alias Christobal
cuatro burros, un rejón (pértiga) y una “amártiga” de fierros. También Cecilio, “mulato anegrado”, por casado dos veces, Puebla, 1724; Cortés Jácome, 1985, p. 214.

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cífico de los afrodescendientes libres, fueron creadas milicias de pardos y al puerto de Veracruz, y narra: “Sábado 22 de mayo […] sería como a las
morenos, o de mulatos y negros, en todo el territorio de la Nueva España. diez, aparecieron en los médanos algunos negros y mulatos, vaqueros de
Desde luego que la región cordobesa y San Lorenzo no fueron la excepción. San Lorenzo, con garrochas y lanzas, a caballo […]”
La afiliación de ex esclavos y sus descendientes en los cuerpos castren- Esta descripción es del guardián del convento de Chalco, quien había
ses brindó una primera oportunidad a los más débiles a ser aceptados llegado a Veracruz coincidiendo con el legendario ataque de piratas al
socialmente hasta donde la legislación virreinal lo permitía. El ser miem- mando del holandés Laurens de Graff, conocido como Lorencillo, 33
bro de la milicia daba privilegios a sus integrantes, además del reconoci- donde los únicos que defendieron a la población del puerto, al decir
miento por parte de las autoridades virreinales. Tales privilegios incluían del narrador de este episodio, fueron los integrantes de la formación
la autorización para usar el uniforme miliciano, gozar de fuero militar, no que presentó la Compañía de negros libres del pueblo de San Lorenzo
pagar impuestos y, en tiempos de campaña, recibir paga.30 Cerralvo,34 la cual intimidó por un momento a los atacantes, quienes de
La Compañía de Pardos y Morenos de San Lorenzo se formó aproxi- inmediato ordenaron a los prisioneros poner, a manera de defensa, sacos
madamente unos veinte años después de la fundación del pueblo. Su llenos de ropa o de harina.
estructura de mando estaba ordenada piramidalmente, pero quienes ocu- Pero no fue la única vez que el cuerpo de Lanceros de San Lorenzo
paban los cargos más altos fueron siempre las autoridades que representa- integrado por negros libres fue mandado a bajar al puerto de Veracruz
ban el poder político del pueblo. por el peligro inminente de una invasión. Si la ocasión lo ameritaba,
En tiempos de paz, los milicianos negros de San Lorenzo llevaban una vida el procedimiento de las autoridades cordobesas para tener listas a las
normal, haciendo sus trabajos diarios y teniendo solamente que, una vez al compañías de toda la jurisdicción debió ser muy parecido al siguiente:
mes, en domingo, presentarse en las Casas Reales de la villa de Córdoba para el 24 de mayo de 1712 “en voz de Francisco, negro, a son de caja de
que se les pasara lista. Sin duda eran personas con posibilidades, al menos tambor”, se pregonó un bando en el que se llamaba a la defensa
treinta de los integrantes de la Compañía de Caballos Lanceros del pueblo de Veracruz.35 Todas las compañías de los pueblos vecinos debían pre-
de San Lorenzo tenían su caballo y lanzas, también una importante herencia sentarse en las Casas Reales de la villa para que se viera con qué recur-
cimarrona que los representaba como soldados bravos en el combate. sos se contaba en armas y pólvora y si eran propietarios de sus bestias.
Hay varios testimonios que atestiguan el coraje y la temeridad de estos La Compañía de Pardos Libres de la villa de Córdoba, comandada por
guerrilleros: “gente robusta, y expuesta a todo trabajo emprendían cualquiera Domingo Ortiz Mendiola (dueño de rancho tabaquero), y la Compañía
que se les encargaba con más agilidad cuidado y puntualidad”.31 Así se refe- de Montados de Lanza de los Negros de San Lorenzo, comandada por
rían las autoridades virreinales en 1647 de los miembros de la Compañía de los cabos Lázaro Díaz y Joseph Valdivieso, alcaldes del pueblo de San
Mulatos y Negros de San Lorenzo que resguardaba al puerto de Veracruz. Lorenzo Cerralvo, estuvieron presentes; también, montados a caballo
Fray Juan de Ávila,32 en su casual estancia en la ciudad de Veracruz en y con sus armas en las manos, se pasó lista a la Compañía de Milicias
1683, describe el ataque que durante diez días el pirata Lorencillo impuso de Españoles, comandadas por el capitán don Joseph Carvajal y Con-
treras.36 Semanas después, el 19 de julio, se alistaron las compañías
mencionadas para bajar al puerto de Veracruz; llegaron a San Lorenzo a
30 Estos privilegios se les quitará a partir de 1760 y solamente les será concedido a quienes atinen a
hacer peticiones que los favorezcan. Las milicias de San Lorenzo lo consiguen después de varios intentos,
argumentando que los milicianos “morenos” de la villa sí tienen esa exención. AMC, vol. 52. 33 García de León, 2011, p. 612.
31 AGN, Patronato, 260, 36, fs. 12-13. 34 Juan de Ávila, “Relación verdadera…”, en Poblett, 2002, pp. 223-241.
32 Juan de Ávila, “Relación verdadera que hace fray Juan de Ávila del suceso que hizo la armada de piratas 35 AMC, vol. 34, f. 274.
en la ciudad de la Nueva Veracruz, 1683”, en Poblett, 2002, pp. 223-241. 36 AMC, vol. 34, f. 278.

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pasar lista a la Compañía de Negros Libres, que constaba de 28 solda- 1980  Medicina y Magia. El proceso de aculturación en la estructura colonial,
dos y un cabo. La Milicia de Pardos y Morenos de la villa de Córdoba 2a. ed., Instituto Nacional Indigenista, México.
1988 “Ñyanga y la controversia en torno a su reducción a Pueblo”, en
contaba ese año con 75 soldados y 12 cabos. Más de treinta años des- Jornadas de Homenaje a Gonzalo Aguirre Beltrán, Gobierno del Estado
pués, el número de milicianos de San Lorenzo seguía siendo práctica- de Veracruz/Instituto Veracruzano de Cultura, Xalapa.
mente el mismo, ahora comandados por José Panamá.37 A lberro, Solange
Si bien nunca se llevó a efecto la tan temida invasión inglesa en las costas 1979 “Negros y mulatos en los documentos inquisitoriales: rechazo e
virreinales, la movilización de los milicianos fue constante, lo cual permitió integración”, en El trabajo y los trabajadores, México, El Colegio de
la legitimación y la inserción social de libres de San Lorenzo, a la vez que México/University of Arizona Press, México.
1992 “El amancebamiento en los siglos XVI y XVII: un medio eventual de
ayudó a contener los acosos que sufrían por parte de las autoridades. medrar”, en Familia y poder en Nueva España. Memoria del Tercer
La existencia del pueblo de negros libres a que nos hemos referido, Simposio de Historia de las mentalidades, Instituto Nacional de
su lucha en contra de la sujeción esclava a la que fueron sometidos, así Antropología e Historia, México.
como las constantes acciones de sus integrantes por darle sustentabili- Avila, Fray Juan de
dad y permanencia, nos muestran la complejidad y los matices que asu- 1683 “Relación verdadera que hace Fray Juan de Ávila del suceso que hizo
mió la paulatina integración a la sociedad mexicana de quienes fueron la armada de piratas en la ciudad de la Nueva Veracruz, 1683”, en
Martha Poblett, Cien Viajeros en Veracruz, t. I, Gobierno del Estado
arrebatados de sus naciones de origen y sometidos al sistema esclavista de Veracruz, Xalapa.
en Nueva España: primero con la lucha armada, después administrati- Bowser, Frederick
vamente en contra de las autoridades cordobesas y posteriormente en 1977  El esclavo africano en el Perú colonial 1524-1650, Siglo XXI, México.
contra de la Iglesia y su brazo derecho, la Inquisición, demostrando que C arrol , Patrick J.
podían llegar a tener éxito económico y una inserción social legítima. 1977 “Mandinga: the Evolution of a Mexican Runaway Slave Community”,
La búsqueda de nueva evidencia documental38 arrojará, sin duda, una en Comparative Studies in Society and History, vol. 19, núm. 4, USA.
Corro, Octaviano
mayor comprensión sobre la esclavitud, esa inhumana institución, y 1951  Los cimarrones en Veracruz y la fundación de Amapa, Imprenta
sobre las diferentes resistencias ejercidas por los afectados ante su obli- Comercial Veracruz, México.
gada integración social. Cortés Jácome, María Elena
1985 “La memoria familiar de los negros y los mulatos: siglos XVI -
XVIII”, en La memoria y el olvido. Segundo Simposio de Historia de
Bibliografía las Mentalidades, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
Aguirre Beltrán, Gonzalo México.
1972 La población negra en México. Estudio etnohistórico, Fondo de Cultura 1988  El grupo familiar de los negros y mulatos: Discurso y comporta-
Económica, México. mientos según los archivos inquisitoriales. Siglos XVII y XVIII, tesis de
Licenciatura en Historia, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad
Nacional Autónoma de México, México.
Davison, David
37 AMC, vol. 23, f. 86. 1981 “El control de los esclavos negros y su resistencia en el México colo-
38 En el archivo del Arzobispado de Puebla se deben localizar expedientes acerca de juicios judiciales nial”, en Richard Price (comp.), Sociedades cimarronas, Siglo XXI,
de Córdoba, al cual perteneció San Juan de la Punta y al que estaba adscrito San Lorenzo, para la segunda México.
mitad del siglo XVIII, sobre casos de violencia en los cuales estaban involucrados afrodescendientes. Estos
documentos, al igual que los inquisitoriales, contienen relaciones de los testigos y en ellos se puede leer entre
líneas muchos elementos de la vida cotidiana y sociocultural.

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ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 SAN LORENZO CERRALVO, PUEBLO DE NEGROS LIBRES

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Hijos de esclavos.
Niños libres y esclavos en la capital novohispana
durante la primera mitad del siglo XVII*

Cristina V. Masferrer León**

N
o podríamos imaginar la vida cotidiana de los esclavos
adultos sin pensar en que ellos mismos, en algún momento,
fueron niños y que, aun siendo mayores, se relacionaban con
infantes de origen europeo, indígena, africano o asiático. En Nueva
España, los hombres y las mujeres esclavizados tuvieron hijos de los cua-
les se ocuparon, fueron separados, o bien, a los cuales decidieron abando-
nar por distintos motivos. Los hijos de esclavos no siempre compartieron
la condición de cautiverio, pues en ocasiones nacían libres porque su
madre lo era o se liberaban por distintos medios. En muchos casos con-
servarían, sin embargo, vínculos fundamentales con sus padres esclavos.
Si bien he dedicado trabajos anteriores a los niños esclavos, el objetivo de
este artículo es describir y analizar ciertos aspectos de la vida cotidiana
de los hijos de esclavos, algunos de los cuales eran también esclavos pero
otros eran libres. El bautismo es uno de los aspectos que nos permite
acercarnos a las redes sociales en que estos niños nacían. Otro aspecto fun-
damental son las liberaciones de los niños esclavos, lo que muestra la hete-
rogeneidad y la movilidad de las poblaciones africanas y afrodescendientes
de Nueva España. Finalmente, las actividades laborales que estos niños

* Aunque con un enfoque distinto e información nueva, este artículo forma parte de mis investigaciones
acerca de los niños esclavos en el México virreinal. Parte de la información que se presenta aquí puede encon-
trarse en mi libro en prensa: Cristina V. Masferrer León, Muleke, negritas y mulatillos. Niñez, familia y redes
sociales de los esclavos de origen africano en la Ciudad de México.
** Dirigir correspondencia al Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Juá-
rez 87, Col. Tlalpan, Deleg. Tlalpan, C.P. 14000, México, D.F., tel. (01) (55) 54-87-36-00, fax: (55) 54-87-
36-43, e-mail: cristinamasleon@gmail.com.

Ulúa 19, 2012: 81-99 [81] issn: 1665-8973


ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 HIJOS DE ESCLAVOS. NIÑOS LIBRES Y ESCLAVOS EN LA CAPITAL NOVOHISPANA

realizaban y los usos económicos que se les daba, son ejemplo de los aportes “mulatillo” o muleque; este último es un vocablo de origen africano que
de los hijos de personas esclavizadas en la construcción social y económica proviene de las lenguas kimbundu y kikongo.7
del virreinato. Lo anterior se logra, principalmente, a partir de fuentes
parroquiales, como actas de bautismo, y de documentos notariales.
Como bien se sabe, la Ciudad de México representó un espacio único
Del nacimiento y el bautizo
por la cantidad de esclavos que hubo y por las características específicas “Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo,
en que vivieron las personas de origen africano, así como por la impor- Amén”: con estas palabras se bautizaba a niños y adultos, esclavos y libres,
tancia que tuvo como capital del virreinato.1 La ciudad albergó poderes durante la época virreinal.8 Los hijos de los esclavos —algunos libres, pero
políticos, económicos y religiosos, así como a diversos sectores sociales;2 la mayoría de ellos esclavos— se integraron a la Iglesia de esta manera. Si
gozó de una “intensa actividad como centro del ejercicio de poder, como bien la adopción del cristianismo y la adaptación de las creencias era un
lugar propicio para el establecimiento de relaciones entre diversos grupos, proceso sumamente complejo que no se tratará en esta ocasión, a partir
así como para la movilidad económica y la convivencia cotidiana entre del análisis de las actas bautismales es posible acercarnos a las redes socia-
los miembros de los distintos sectores sociales”.3 les en las que los niños nacían, crecían y participaban, enriqueciéndolas
La infancia y la niñez son términos que durante la época colonial se uti- con el simple hecho de nacer.
lizaban para designar periodos de la vida del ser humano. La edad de estos En algunos casos ambos padres eran esclavos de la misma persona, sin
periodos podía variar pero en términos generales se refería a los menores embargo, en otras ocasiones los progenitores podían tener distintos amos.
de 14 años, a partir de lo cual se consideraban adolescentes o jóvenes.4 El Sin duda ello tendría ciertas repercusiones en las relaciones que estable-
ciclo vital se dividía en siete edades: niñez, puericia, adolescencia, juventud, cían entre sí y con sus hijos. No obstante, es importante señalar que hubo
virilidad, vejez y decrepitud, aunque la infancia también se consideraba una casos en que los padres vivían en distintos lugares y servían a distintas
edad de la vida.5 De acuerdo a Covarrubias la vida también podía dividirse personas, pero a pesar de ello tenían hijos y podían estar casados.9
en tres edades: “la verde, cuando va el hombre creciendo, la adulta, que es También hubo casos en que los esclavos varones tenían hijos con
varón perfeto [sic], la que se va precipitando y desminuyendo [sic], que mujeres libres, o viceversa. Estas mujeres podían ser de origen africano, al
es la vejez”.6 En el caso de las personas de origen africano, además de las pala- igual que los padres. Por ejemplo, Catalina, quien fue considerada negra,
bras niño o infante, también se podían usar otros términos como “negrito”, bautizó a su hija Pascuala, negrita libre, en 1604. El padre era un esclavo
llamado Antón, y aunque no se especifica su calidad, lo más probable es
que fuera africano o afrodescendiente pues la pequeña fue considerada
1 Se desconocen las cifras demográficas exactas para el periodo que ocupa a este artículo. Empero, “negrita”. El padrino era un africano esclavizado llamado Domingo, de
algunas estimaciones señalan que había 70 000 habitantes, de los cuales 35-40% eran de origen africano.
Velázquez, 2006, p. 19. origen bran. Domingo era esclavo del Hospital de Nuestra Señora, pero
2 Véanse, entre otras obras: Valero de García Lascurain, 1991; Rubial García, 2005. el padre tenía otro amo, de nombre Gaspar de Aberraçia.10 Pascuala, a
3 Velázquez, 2006, pp. 18-19.
4 Incluso desde el siglo IV a. C. el ciclo vital se dividía en siete edades, dos de las cuales eran la infancia y la
pesar de ser considerada libre, participaría dentro de las redes sociales de
niñez, también llamados puerulus, infans, pueritia o puer; cada periodo comprendía siete años por lo que las dos
primeras edades comprendían desde el nacimiento hasta los catorce años, si bien estas divisiones eran flexibles.
Para más información sobre la niñez en la época colonial, véase Masferrer León, 2010, pp. 305-323. 7 Véanse: Masferrer León, en prensa; Masferrer León, 2009.
5 Covarrubias Orozco, 1611, p. 332; Real Academia Española, 1987, p. 368. Covarrubias 8 “Manual para bautizar entregado por Zumárraga a los ministros en 1540”, en Focher, 1997, pp. 139-143.
indica que el infante es “el niño pequeño que aún no tiene edad para hablar”, por lo que sitúa a la infancia como 9 Véanse: Masferrer León, en prensa; Masferrer León, 2009.
parte de la niñez, aunque con características particulares. Covarrubias Orozco, 1611, p. 503. 10 Archivo Histórico del Arzobispado de México (en adelante AHAM), Libros en microfilm, rollo 1, caja
6 Covarrubias Orozco, 1611, p. 332. 32, Libro de Bautismos de Negros (1603-1610), f. 28 rv.

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las personas esclavizadas de origen africano, tal como lo sugiere el hecho fueron registrados como esclavos (10.7%).14 En seis ocasiones el hombre
de que su padrino haya sido esclavo. Sin embargo, no podemos perder de era libre y la madre esclava, y en otras 14 ocasiones en que la madre era
vista que estos hombres esclavizados tenían también importantes vínculos esclava, no se indica la condición del padre. Veintiocho madres esclavas
con personas libres de origen africano. bautizaron a sus hijos sin presencia del padre. En estos casos los hijos
Una mulatilla libre de nombre María fue bautizada en 1604. María serían esclavos también.
era hija de Mariana, mestiza, y de Gaspar, un esclavo negro de Francisco Algunos hijos de esclavos fueron registrados como libres, lo que se
Ríos. Aunque no se especifica que la madre fuera libre, sin duda ése era el relaciona con la condición de la madre. La cantidad de niños en esta
motivo por el cual la niña también lo era. Es interesante que su padrino situación es reducida: 25 infantes. De ellos, en 24 ocasiones el padre era
fuera un esclavo negro llamado Francisco, cuyo amo era Cristobal Rodri- esclavo y la progenitora era libre; aun cuando en siete de estos casos no
gues. El amo del padre y el del padrino no eran la misma persona, lo que se especifica explícitamente que lo sea, puedo deducirlo del hecho de
muestra las relaciones que tenían esclavos de distintos amos, así como las que sus hijos fueron registrados como libres. En un caso más, el proge-
relaciones entre libres y esclavos, pues en este caso la madre mestiza, libre, nitor era esclavo y la madre, india, quien fue registrada como “criada
parece estar más vinculada con personas esclavizadas.11 Además, también sirviente”,15 lo que permite ver las labores que realizaba la madre de una
es ejemplo de que no siempre se buscaba a los padrinos de acuerdo a cri- mulata, hija de un hombre esclavizado. Este ejemplo también es intere-
terios de movilidad social y económica, o al menos, que esta movilidad sante porque la progenitora trabaja, precisamente, con el amo del padre.
no estaba siempre relacionada con la condición de libertad y con el ori- Es excepcional el caso de Tomás, esclavo de Fernando Matías de
gen europeo. Es posible que Mariana fuera también de origen africano, Ribera, quien fue bautizado en 1617. Su padre, Antón, era esclavo bran
pues esta calidad no se asignaba únicamente a los descendientes de indí- de Diego Barrientos pero no se presenta información sobre la madre, lo
genas y españoles, sino también a los afrodescendientes. que llama la atención puesto que la esclavitud se pasaba por vía materna.
En ocasiones los hijos de esclavos eran producto de un mestizaje, por El caso es aún más notable porque la información sobre los padrinos es
ejemplo entre personas de origen africano e indígenas. Así, Catalina fue detallada. El padrino era esclavo del mismo amo que el bautizado y la
bautizada en 1605, y se dijo que su padre Gaspar era un esclavo negro de madrina era esclava bañol, de otro amo. Puede tratarse de un simple des-
Alonso de Nava, mientras su madre era una india libre.12 Es probable que cuido por parte del párroco que inscribió el bautismo, aunque también
esta niña creciera en un ambiente indígena con su madre, más que con podría deberse al fallecimiento de la madre.16
su padre esclavo. Sin embargo, el hecho de registrar a Gaspar como padre Hubo niños de origen africano registrados como libres sin tener infor-
pudiese implicar que había una relación importante entre los adultos y con mación sobre sus padres (12 casos) o que fueron considerados hijos de la
Catalina, la bautizada. iglesia (89 casos). En estos casos debe considerarse la posibilidad de que
De acuerdo a los libros de bautismo del Sagrario Metropolitano de la hayan sido abandonados por progenitores esclavos con la finalidad de que se les
Ciudad de México (1603-1637),13 hubo 116 casos en que ambos padres considerara libres, aunque no es fácil aseverarlo si pensamos que los amos
tendrían interés en aumentar la cantidad de esclavos en su poder. Sugiero

11 AHAM, Libros en microfilm, rollo 1, caja 32, Libro de Bautismos de Negros (1603-1610) , f. 25 rv. 14 Este porcentaje se obtuvo a partir del total de casos en que se presenta información al respecto de
12 AHAM, Libros en microfilm, rollo 1, caja 32, Libro de Bautismos de Negros (1603-1610), f. 52 rv. ambos padres. Para los años 1635-1637 sólo consideré los bautizos en que participara alguna persona de
13 Estos datos, y los que se mencionan más adelante, se obtuvieron a partir de mi análisis de los Libros de origen africano, ya fuera entre los bautizados, padres o padrinos.
bautismo de negros del Sagrario Metropolitano, AHAM, microfilm: rollo 1, caja 32, 1603-1610, 1617-1625, 15 AHAM, Libros en microfilm, rollo 1, caja 32, Libro de Bautismos de Negros (1603-1610), f. 108 rv.
1630-1634 y 1634-1637. 16 AHAM, Libros en microfilm, rollo 1, caja 32, Libro de Bautismos de Negros (1617-1625), f. 18 av.

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esta posibilidad porque algunos de estos niños libres tenían como padrinos ría iba acompañada de ambos padrinos (54%), una madrina (24%) o
o madrinas a personas esclavizadas, que podrían ser, quizá, sus progenito- un padrino (19%); algunos incluso tuvieron dos padrinos varones (dos
res. Por ejemplo, Blas, negrito libre, hijo de la iglesia, tuvo como padrinos casos) o dos madrinas (1%).
a Francisco e Ysabel; el padrino era esclavo negro de Diego Rodríguez de Los hijos libres de personas esclavizadas también tuvieron ambos
Porras, mientras que la madrina era esclava de Pedro Martínez.17 padrinos la mayor parte de las veces (15 casos), en una sola ocasión
También debe considerarse la posibilidad de que algunos hijos de espa- no quedó constancia de que los hubiera, en seis casos sólo tuvieron un
ñoles o criollos y africanos o afrodescendientes quedaran registrados como padrino y en tres sólo tuvieron una madrina.20 Un niño libre, hijo de
hijos de la iglesia en estos libros de bautismo (o en los de españoles), y que un esclavo, tuvo un padrino español, y una niña tuvo una madrina india
haya sido por ese motivo que se les reconoció explícitamente como libres. y un padrino negro.21 No obstante, la mayoría de los padrinos y las
Con ello, quedarían libres de la esclavitud, aun si se les inscribía en los madrinas eran de origen africano y algunos eran esclavos, aunque en otras
Libros de Bautismos de Negros y se desconocía a sus progenitores. ocasiones no se menciona esta información.
Entre los niños esclavos hubo una buena cantidad que se bautizaron De este análisis de las actas bautismales es posible observar que los
sin padres (40%) o como hijos de la iglesia (40%). Debemos pregun- hijos de personas esclavizadas mantenían relaciones sociales con hombres
tarnos si estos niños eran realmente hijos de esclavos; es de suponer que y mujeres de origen africano, algunos de los cuales eran esclavos. No
fueron registrados como esclavos precisamente porque lo eran, y que los obstante, también es importante señalar la diversidad de relaciones que
progenitores no quedaron inscritos en los bautismos porque los amos se se observan, incluso en las actas de bautismo, y que tienen que ver preci-
opusieron o porque ellos mismos así lo decidieron. El registrar a los niños samente con el mestizaje del cual algunos de estos niños eran producto.
sin sus padres o como hijos de la iglesia no fue una práctica restringida El nacimiento de una generación libre implicaba, sin duda, un evento
a los esclavos de origen africano, pues ocurrió algo similar con los niños relevante en la vida cotidiana de los esclavos adultos.
esclavos asiáticos y chichimecas, y con niños libres de origen europeo,
africano o indígena.18 Por ejemplo, de los seis niños chichimecas bau-
tizados, ninguno se registró con padres (tres sin padres, dos hijos de la
Entre la esclavitud y la libertad:
los primeros años de los hijos de esclavos
iglesia), y cuando se hizo una mención a ellos fue para declarar que eran
“padres infieles”,19 sin siquiera mencionar sus nombres, lo cual indica que Mientras los esclavos eran pequeños muchas veces permanecían con sus
los niños esclavos chichimecas, como muchos otros de origen africano y madres; es común encontrar casos donde se vendía a madres con niños
asiático, fueron separados de sus padres. de meses o menores de tres años. Por ejemplo, en una carta de dote se
Como se ha visto, algunos de los hijos de esclavos que fueron bau- entregó a una “negra criolla llamada Catalina, de edad de 25 años, con
tizados se registraron con padres y padrinos. De las actas bautismales un hijo mulato de un año que se llama Nicolás”;22 de igual manera se
analizadas, 17% de los niños esclavos se registraron con ambos padres, entregó a Clara, una esclava negra de 24 años, junto con su hijo, un
3% sólo con su madre y 0.09% sólo con el padre. En cambio, la mayo- “mulatillo de ocho meses” nombrado Domingo.23

17 AHAM, Libros en microfilm, rollo 1, caja 32, Libro de Bautismos de Negros (1603-1610), f. 38 av. 20No se han obtenido los porcentajes porque el total es muy reducido (25 casos).
18 Gonzalbo Aizpuru, 2000, p. 7-19. Consúltese también otras obras de Pilar Gonzalbo, por 21 AHAM, Libros en microfilm, rollo 1, caja 32, Libro de Bautismos de Negros (1617-1625), f. 16 av.;
ejemplo, Gonzalbo Aizpuru, 1998. AHAM, Libros en microfilm, rollo 1, caja 32, Libro de Bautismos de Negros (1603-1610), f. 57 av.
19 AHAM, Libros en microfilm, rollo 1, caja 32, Libro de Bautismos de Negros (1630-1634), f. 50 av., 13 22 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 3, núm. 1519.
octubre de 1631. 23 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 10, núm. 3092.

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Algunos niños esclavos de corta edad fueron liberados, lo que ilustra la sí la otra mitad. Con condición de no poder salir de la ciudad sin consentimiento del
complejidad y la diversidad de la vida cotidiana de los hijos de los esclavos. doctor Francisco López de Solís o del padre maestro Fray Marcelino de Solís, su hijo,
religioso de la orden de San Agustín o de las religiosas y si saliere sin la licencia pueda
Juana de la Cruz, mulata esclava, había sido otorgada junto con su hijo de ser compelido de donde estuviere a que cumpla con esta escritura de libertad.27
siete meses como dote de doña Luisa de Cáceres cuando se casó con Ven-
tura de Cárdenas, pero “a ruego de personas honradas que han intervenido De esta manera, el esclavo de tres años y medio recibió su libertad a cam-
y a pedimento de la mulata y por otras causas, se han convenido y concer- bio de dar, de por vida, la mitad de sus ganancias a las hijas de su amo.
tado con ella en que pagándoles por su parte 500 pesos de oro común, en Aunque este tipo de liberaciones condicionadas requiere ser explorado
reales, le ahorren y liberten a ella y a su hijo de cautiverio”.24 con mayor profundidad, llama la atención la prohibición de salir de la
Martín de Córdoba enunció en su testamento de 1626 que un mulato ciudad sin el permiso previo del amo o de su hijo, pues no sólo se le
debía quedar libre tras su muerte: “un mulatillo llamado Antonio, de un imponía una cuota económica sino también una limitación de movilidad
año de edad, hijo de una negra, su esclava Catalina, el cual por el amor espacial. Podríamos considerar que tendría oportunidades más amplias
y voluntad que le tiene quiere que cuando Dios sea servido de llevarse al que aquellas que hubiese tenido como esclavo, pero sin duda se trató de
otorgante, quede libre y horro de toda sujeción y cautiverio”.25 En este una liberación costosa: aunque en sentido estricto sería un niño libre con
caso no sólo se observa la liberación del niño esclavo, sino que la relación restricciones, ¿sería, de hecho, un niño esclavo con libertades?
con su madre no parece haberse interrumpido. A pesar del tránsito de En otros casos no se pedía nada a cambio de la liberación de los
Antonio hacia la libertad seguiría muy cerca de la esclavitud. niños, pero podía solicitarse un pago por la de los adultos. María y
En otras ocasiones se liberaba a los niños a cambio de ciertas acciones. Joseph, de catorce y doce años, respectivamente, ambos mulatos e hijos
Cuando un mulatillo de tres años y medio, Joaquín de Solís, fue liberado de una esclava llamada Jerónima, consiguieron su libertad sin que se
por su amo, se le impusieron diversas condiciones, a pesar de que tam- pidiera nada a cambio. En el testamento de Bernabé Medina, amo de
bién fue liberado “porque le tiene amor y voluntad”.26 El infante era hijo Jerónima, se especificaba que ella debía pagar 100 pesos de oro común
de una mulata blanca, de nombre Francisca. Al pequeño se le liberó con a la albacea para poder obtener la libertad que su amo le ofrecía, pero a
las siguientes especificaciones: cambio de la libertad de sus dos hijos no pedía nada.28 Si la esclava
pudo pagar los cien pesos, entonces tanto ella como sus hijos habrían
[...] con condición de que todo lo que adquiriere por los días de su vida por alguna
ciencia, artificio o en otra cualquier manera parta la mitad con las madres Rufina de conseguido la libertad.
Santa Catalina, Dorotea de la Encarnación, Serafina de San Antonio, monjas profe- Es interesante que incluso cuando los esclavos y sus descendientes
sas en el convento de Nuestra Señora de Regina Celi[,] y Manuela de San Antonio, fueron separados, la voluntad de los mismos niños esclavos, o de sus
monja en el convento de San Bernardo, sus hijas legítimas que lo han de haber y progenitores, ocasionaban que se mantuvieran los vínculos. Antonio
gozar por iguales partes o las que ellas fueren vivas y aunque quede una sola, ha de de Padraza vendió a Gregorio Núñez una esclava negra ladina llamada
llevar la mitad de todo lo que así adquiriere Joaquín de Solís, quien ha de llevar para
Catalina, de 10 años de edad, en 170 pesos de oro común, advirtiendo
que algunas veces huía de su casa “en busca de su padre, llamado Gaspar,
24 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 8, fol. 125/125rv
(340/340v), núm. 2811, año 1626.
25 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 8, fol. 61/63 27 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 2, fol. 270/270v
(256/258), núm. 2766. (272/272v), núm. 4437.
26 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 2, fol. 270/270v 28 Fajardo, Archivo General de Notarías, año 1654, pp. 772-778, cit. en Hernández y Silva,
(272/272v), núm. 4437. 1998, p. 93.

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que es esclavo de Diego Caballero”.29 Aunque en este caso el padre y su pesos.32 Ese mismo día el bachiller dio a Nicolás en hipoteca, con la finali-
hija estaban separados, es interesante que la niña procurara mantener una dad de asegurarle a don Antonio de Paz Monroy que le pagaría 160 pesos.
relación con él, escapándose en ocasiones. Huir también fue la elección Se fijó un plazo de cuatro meses, tiempo en el cual se obligó don Antonio
que Juana y Dieguito, madre e hijo, tomaron cuando huyeron en Vera- de Paz a dar buen tratamiento al niño, y a pagarle cuatro reales de salario
cruz, en 1561,30 con el objetivo de liberarse juntos de la esclavitud. mensual, cantidad que debía ocuparse en su vestimenta. En caso de que el
negrillo se ausentara, el bachiller debía buscarlo y regresárselo a don Anto-
nio, y si muriese en manos de éste, sería también el bachiller quien correría
Trabajos y otros usos económicos el riesgo.33 Parece ser que el bachiller pagó la deuda en el plazo requerido
de los niños esclavos
y el esclavo ni se ausentó, ni murió, pues meses después, el bachiller Juan
Desde pequeños, pero sobre todo cuando los niños habían superado sus de Madrid vendió a un negro criollo del mismo nombre, que había sido
primeros años de vida, se aprovechaba su trabajo o su utilidad económica. comprado de doña Francisca de Pineda, en 198 pesos y cinco tomines.34 Si
Fue así como algunos niños fueron heredados, donados, regalados, hipote- en efecto se trataba del mismo niño que once meses antes tenía siete años,
cados o, simplemente, vendidos y comprados para trabajar. Por ello, debe ahora el bachiller aseguraba que tenía diez; quizás con la finalidad de poder
considerarse el aporte que, en este sentido, representaron los niños esclavos venderlo en un poco más, aunque sólo logró ganar 8 pesos y cinco tomines
para el crecimiento económico de la sociedad novohispana. No sólo aporta- respecto al precio original. De cualquier forma había logrado sacar provecho
ron a la economía mediante su trabajo sino que, al ser vendidos o empeña- de su compra empeñando al niño para obtener cuatro cargas de cacao prove-
dos, fueron parte medular del patrimonio de quienes tuvieron en ellos un nientes de Suchitepec, que don Antonio de Paz le había dado.35
recurso para obtener bienes o productos. Incluso al momento de otorgarles Otra forma de sacar provecho económico de los niños esclavos era
la libertad, los amos podían obtener dinero, como se mostró en el apartado hipotecándolos. La esclava negra María, de Angola, de 11 años, fue hipo-
anterior. Con ello, de ninguna manera debe equipararse a los niños con tecada por doña Andrea de Ayarse como seguro de que pagaría 190 pesos
bienes u objetos, por el contrario, debe reconocerse que la esclavitud de al convento de San Agustín de México. La deuda de doña Andrea no era
infantes trajo ventajas a los amos que aprovecharon su cautiverio para dis- poca cosa, pues se debía a que el convento les había arrendado la casa
tintos fines económicos. Así, si bien pocas veces se reconoce su importancia donde ella y su madre vivían en ese momento y puesto que no habían
y el valor de sus acciones, resulta imperante que se desarrollen más estudios pagado se les había embargado un vestido de espolín rosado y una man-
que los incluyan y valoren sus contribuciones. tellina que quería recuperar; por ello se obligó a pagar la cantidad que
Los casos siguientes ejemplifican la manera en que los amos daban distin- debía y para mayor tranquilidad hipotecó a la niña esclava angoleña.36
tos usos económicos a sus esclavos.31 Un negrillo llamado Nicolás, que era
“criollo de esta tierra” y había nacido en casa de doña Francisca de Pineda,
fue vendido el 8 de enero de 1627 al bachiller Juan de Madrid en 190 32 Antonio Alonso, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. I, Libro Protocolos 8, fol. 397/397v (3/3v),
núm. 2856.
33 Antonio Alonso, en M ijares R amírez (ed.), 2005, vol. I , Libro Protocolos 8, fol. 3v/4v
(387v/398v), núm. 2857.
34 Antonio Alonso, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. I, Libro Protocolos 8, fol. 494/494v
29 Antonio Alonso, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, Libro 5, vol. I, fol. 1170/1170v, núm. 1430, (99/99v), núm. 2931.
año 1576. 35 Antonio Alonso, en M ijares R amírez (ed.), 2005, vol. I , Libro Protocolos 8, fol. 3v/4v
30 Antonio Alonso, en Mijares Ramírez (ed), 2005, vol. I, Libro 9, fol. 580/580v, núm. 3110. Si bien (387v/398v), núm. 2857.
el documento en que son buscados es fechado el 5 de febrero de 1561, es posible que hayan escapado antes. 36 Antonio Alonso, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. I, Libro Protocolos 8, fol. 5/6 (93/94),
31 Para más información sobre los niños esclavos, consúltese Masferrer León, en prensa. núm. 2662.

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En un testamento de 1615, doña Luisa de las Casas retribuía a su la actualidad podríamos reprobar el trabajo infantil, en el contexto colo-
hermano, quien había llevado sus “cobranzas y negocios”37 satisfactoria- nial los niños aprendices tendrían mejores oportunidades de vida que
mente, con un “esclavo negrillo, llamado Lucas, de 12 años que tiene por sus padres esclavos al haber recibido instrucción en un oficio. De esta
sus bienes para que lo haya y goce y disponga de él del día de la fecha manera, los africanos y afrodescendientes esclavizados parecían mostrar
en adelante”.38 En ese mismo testamento, Josephe, de 5 años, negro, se un interés por sus hijos.
entregó como “limosna a la sacristía del convento de Regina Celi, para Ejemplo de lo anterior es el caso de Pascual, de 14 años de edad, hijo
que sirva en ella a las monjas, sin que pueda ser vendido si no fuere de un esclavo que entró como aprendiz de pasamanero y orillero (caso
por ser vicioso y con defectos notables”.39 Al parecer debía ocuparse del analizado por Guillermina Antonio).42 Lo mismo sucedió con Gregorio
ministerio de la sacristía. Hubo niños esclavos que fueron simplemente de la Cruz, mulato libre de 11 años que entró “como aprendiz del oficio de
donados. Tal fue el destino de María, esclava negra de tierra Angola, de tejedor de pasamano con el maestro Tome de la Peña, por plazo de 3 años
14 años de edad, quien fue donada al mismo convento en 1611.40 y medio, pagándole 30 pesos al año para su vestuario” (caso referido por
Los distintos usos económicos que se han señalado podían ocasionar Hernández y Silva).43 Se aclara que el mulato pidió que se nombrara a
que los niños y niñas esclavizados se trasladaran de un lugar a otro, como Francisco de Zúñiga como su curador puesto que su padre era esclavo.
lo demuestra el siguiente caso. Trescientos cincuenta pesos se dieron por En ocasiones, cuando el padre del aprendiz era esclavo, entonces se recu-
Clara de Montefalco, una esclava criolla de 13 años de edad, cuando se rría a otras personas para entregar al menor a un maestro. Eso fue lo que
vendió a Fernando de Torres en 1644. Antes de ello, Clara de Montefalco sucedió con Lázaro, chino de 9 años, hijo de Diego, un esclavo también
había estado en el convento de Nuestra Señora de Regina Celi, aunque chino, quien recibió licencia de su amo para colocar a su hijo en el “oficio o
después la compró doña Ana de Anaya, luego fue esclava de Nicolás ejercicio que quisiere y para ello otorgue la escritura o escripturas que fue-
Ponce de León y su esposa María del Buen Suceso y Cáceres, y final- ren necesarias” (documento presentado por Brígida von Mentz).44
mente fue vendida a Fernando de Torres, maestro de batihoja de paneci- Simón de la Cruz, esclavo negro de Luis de Aguilera, llevó a su hijo
llo, pero no sabemos si cambió de amo posteriormente.41 Manuel, criollo de 13 años, con el maestro Diego Vanegas para que
aprendiera el oficio de zapatero en cuatro años. El maestro se comprome-
tió a tratarlo bien, a curarle las enfermedades que no pasaran de 15 días y
Hijos de esclavos en oficios y servicios a darle cada año “un vestido de paño de la tierra, calzón, ropilla, capote,
Algunos jóvenes esclavos fueron entregados a maestros para que apren- medias, zapatos, jubón, dos camisas de brea, un sombrero”,45 y además,
dieran un oficio o para que sirvieran en otro lugar, y en caso de recibir después de los mencionados cuatro años el menor debía ser oficial de
un sueldo, probablemente sería entregado al amo. Hubo aprendices libres zapatero, o de lo contrario, le seguiría enseñando pero pagándole como
que eran hijos de esclavos, lo cual muestra la voluntad que tenían éstos a un oficial. En este caso también se nombró un curador ad litem; Brí-
porque sus hijos pudieran tener mejor suerte que ellos. Así, aunque en gida von Mentz explica que se nombraba este tipo de tutores cuando el

37 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 11, núm. 3953. 42 Antonio, 2008, p. 168
38 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 11, núm. 3953. 43 José Veedor, Archivo General de Notarías, pp.1503-1508, año 1634, cit. en Hernández y Silva,
39 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 11, núm. 3953. 1998, p. 69.
40 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 11, núm. 3453. 44 José Veedor, Archivo General de Notarías, vol. 4595, f. 681, 22 de mayo de 1634, cit. en Mentz,
41 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 3, fol. 46v/48v, 1999, p. 162.
núm. 4551. 45 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 10, núm. 3244.

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aprendiz era huérfano.46 Aunque en este caso no se trataba de un menor aún vivía, llamado Agustín Aguilera, esclavo de “fulano de Mercado”.51
huérfano, puesto que su padre era esclavo, se recurrió a nombrar a un Así fue como comenzó a estar al servicio de Pedro Dávila Padilla con la
curador de esta manera probablemente porque los esclavos no tenían condición de que “le ha de dar casa, de comer, vestir, curarla en sus enfer-
patria potestad sobre sus hijos. De todas formas, en el documento consta medades y 12 reales de oro común cada mes”;52 salario que debía acumu-
que la relación entre padres e hijos se mantuvo a pesar de la condición del lar el propio Pedro Dávila por el tiempo que duraba el servicio (cuatro
progenitor y del nombramiento de un curador, pero también ilustra los años). La cantidad de pesos que se acumulara en los cuatro años debía ser
derechos restringidos que tenían los esclavos sobre sus propios hijos. destinada a “su casamiento o el estado que quisiere tomar”.53
Otro esclavo también llevó a su hijo para que fuera aprendiz. Mateo Si Marcela Juana fue considerada mulata por ser hija de un negro
de Astudillo, esclavo negro, entregó a su hijo Pascual, mulato libre, que y una india, María de la Cruz, en cambio, fue descrita como “natural
tenía 14 años, para que aprendiera el oficio de pasamanero y orillero de México”,54 siendo hija de un esclavo negro y una india —que aún
con un maestro mestizo llamado Andrés Núñez. El proceso llevaría dos vivía—. En este caso, se observa claramente que una mulata no era for-
años, tiempo durante el cual debía tratarlo bien, darle de comer, curar zosamente producto de una relación entre españoles y negros, y que la
sus enfermedades que no duraran más de 15 días, como en casos ante- calidad en la que se clasificaba a las personas no sólo dependía de la cali-
riores, pero se añade que puede “mandarle todo lo que sea lícito”47 y que dad de los padres, sino que se trataba de algo mucho más complejo. En
debe darle 2 pesos y 4 tomines al mes. Si el maestro llegaba a fallar en este ejemplo, una niña fue considerada mulata cuando su padre era negro
su misión de enseñar el oficio al aprendiz, entonces debía pagarle como y su madre una india que había muerto, de tal manera que es probable
oficial el tiempo que tardara en lograrlo. Y el padre se comprometió a que que conviviera más con su padre, pero quienes se referían a ella buscaban
si su hijo se llegase a ausentar, sería “traído a su costa y apremiado a indicar que no era hija de negros, sino que también tenía ciertos nexos
que cumpla la escritura y fallas que hubiere hecho”.48 con los indios. En cambio, María de la Cruz fue considerada india a
Los casos anteriores fueron de varones pero otras veces se estable- pesar de ser hija de un negro, quizá precisamente porque su madre india
cían conciertos de servicio y curaduría para las hijas.49 En un concierto aún estaba viva, de modo que es posible que conviviera más con ella y
de esa naturaleza fue donde permaneció la petición de Marcela Juana, estaba, por tanto, inmersa en el mundo indígena de la ciudad.
una mulata de 9 años que dijo lo siguiente: “que quiere entrar a servi- María de la Cruz, la “natural de México” que era hija de un esclavo
cio con persona que la adoctrine, la alimente y dé lo demás que tuviere negro y una india, empezó a servir, por dos años, a Cristóbal Gómez,
necesidad”.50 Aunque fue calificada como mulata, era hija de una india quien tenía una panadería. También en su caso se le nombró un curador
que había muerto, cuyo nombre era Luisa de Castro, y de un negro que ad litem, como había sucedido con Manuel, hijo de Simón de la Cruz,
esclavo. Su salario mensual sería de un peso y medio de oro común, los
cuales debían ser suficientes para vestirse, aunque Cristóbal Gómez se
46 Mentz, 1999, p. 126. obligaba a “hacerle buen tratamiento, curarle sus enfermedades como
47 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 9, fol. 32 bis/32v
bis (80/80v), núm. 2989.
48 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 9, fol. 32 bis/32v
bis, (80/80v), núm. 2989.
49 Los varones entraban bajo conciertos de aprendiz o de servicio, pero sobre todo como aprendices 51 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 4, núm. 1749.
de oficios diversos, mientras que las mujeres solían entrar como sirvientas, aunque también hubo casos de 52 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 4, núm. 1749.
costureras. Esto se puede observar en tablas presentadas, en Mentz, 1999, pp. 152-157, 130-147. 53 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 4, núm. 1749.
50 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 4, núm. 1749, año 54 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 2, fol. 352/353
1603. (355/356), núm. 4485, año 1643.

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no pasen de 15 días”.55 El curador “obligó a la menor a que no se irá ni Como se ha visto, los niños esclavos fueron aprovechados por sus amos
ausentará de la casa y servicio so pena de ser traída y compelida”.56 de distintas maneras. Algunas veces laboraban para ellos, otras veces los
Los casos de Marcela Juana y María de la Cruz pueden servir para amos los vendían, los daban como parte de una dote, los donaban o
mostrar la manera en que las calidades se asignaban, pues no dependían hipotecaban. Estos distintos usos deben considerarse parte fundamental
sólo de las calidades de los padres o de la apariencia física —aunque del patrimonio económico de los amos, si bien representaba un perjuicio
ambos elementos, sin duda, se tomaban en cuenta—, sino que eran cate- para los infantes. Pocas veces los propios niños esclavos recibían algún
gorías más complejas, asignadas también de acuerdo a otros elementos. beneficio de sus amos, como, por ejemplo, cuando se les ingresaba como
De esta forma nos aproximamos a las relaciones entre personas de distin- aprendices de algún oficio.
tos grupos, así como a la conformación de estos “grupos”, los cuales no Debe considerarse que también algunos niños libres, hijos de esclavos,
incluían únicamente a personas de un mismo origen, sino a personas de fueron aprendices de oficios o servicios. Los ejemplos que hicieron refe-
distintos orígenes que compartían un sentido de pertenencia a uno u otro rencia a niños libres, hijos de esclavos, muestran que las personas escla-
grupo de acuerdo a una multiplicidad de factores (calidad de los padres, vizadas se interesaban por sus hijos y no perdían la relación con ellos a
apariencia física, grupo en que se desenvolvían, vestimenta, calidad asig- pesar de que éstos fueran libres y aquéllos permanecieran esclavos.
nada por los demás, etcétera). En ocasiones la libertad de los hijos se lograba cuando un padre
esclavo tenía hijos con una mujer libre de cualquier calidad, pero tam-
bién hubo otras formas de liberar a los niños del cautiverio. Como se vio
Comentarios finales con anterioridad, algunos fueron liberados mediante el testamento de los
La vida cotidiana de los hijos de los esclavos estaba marcada por la diver- amos. Sin embargo, muchos niños esclavos compartían con sus padres la
sidad que caracterizaba a los esclavos. Sin embargo, ser un niño o una condición de cautiverio, y aunque en ocasiones mantuvieron relaciones
niña cuyo padre o madre fuera una persona esclavizada implicaba com- con ellos, también hubo casos en que fueron separados por los amos o
partir algunos elementos, que también podríamos considerar caracterís- simplemente fueron abandonados.
ticos de su cotidianeidad. Por ejemplo, tendrían una serie de limitaciones Debemos tener presente que muchos hijos de esclavos fueron también
en las relaciones familiares precisamente porque uno o ambos de sus hijos de la iglesia; fueron, quizás, abandonados por sus padres voluntaria-
progenitores eran propiedad de otra persona, lo cual se complicaba si a mente, considerados huérfanos, o se les separó de sus padres y familiares
su vez el niño era esclavo. Aunque el infante fuera libre, económicamente arbitrariamente sólo para seguir esclavizándolos. Si consideramos que
dependería del amo, quien en realidad sacaba provecho del trabajo de sus los familiares en ocasiones liberaban a los niños de la esclavitud, quizás
esclavos. La movilidad espacial y social, así como la libertad, quedaban a encontremos en ello un motivo para que los amos los registraran como
merced de los amos. La búsqueda de la libertad, sin duda, también fue hijos de la iglesia desde el bautizo, no incluyeran la información de sus
característica de algunos hijos de esclavos, pues aun cuando ellos mismos progenitores o los separaran de sus padres desde pequeños.
fueran libres quizá contribuyeron a la liberación de sus padres. Aquellos niños libres y cautivos que eran descendientes de esclavos,
compartían con sus padres, con familiares y con algunos amigos un origen
social y cultural que determinaría —al menos hasta cierto punto— su vida.
55 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 2, fol. 352/353 Nacer libre o conseguir la libertad siendo niño o niña, después de una o
(355/356), núm. 4485, año 1643. más generaciones de esclavitud, debió tener implicaciones sociales impor-
56 Juan Pérez de Rivera, en Mijares Ramírez (ed.), 2005, vol. II, Libro Protocolos 2, fol. 352/353
(355/356), núm. 4485, año 1643.
tantes. Estudiar estos casos con mayor profundidad permitirá acercarnos

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a la heterogeneidad y la movilidad de la sociedad novohispana, además de 2010 “Hijos, huérfanos y expósitos. Un recorrido por la niñez de la época
dar luces acerca de las formas de mestizaje y sus consecuencias. Dar cabida colonial novohispana”, en Lourdes Márquez Morfín (coord.), Los
niños, actores sociales ignorados. Levantando el velo, una mirada al
a la complejidad y la diversidad de la realidad social de la época debe regir pasado, Escuela Nacional de Antropología e Historia/Programa de
nuestras investigaciones, pero también debemos tener la sensibilidad para Mejoramiento del Profesorado/Consejo Nacional para la Cultura y
comprender que ser descendiente de un esclavo o una esclava en la capital las Artes, México, pp. 305-323.
virreinal debió representar un marco fundamental para la vida cotidiana de en prensa Muleke, negritas y mulatillos. Niñez, familia y redes sociales de los escla-
estos niños y niñas que, libres o no, eran hijos de esclavos. vos de origen africano en la Ciudad de México, Instituto Nacional de
Antropología e Historia, México.
Mentz, Brígida von
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Licenciatura en Etnohistoria, Escuela Nacional de Antropología e
Historia, México, 478 pp.

98 99
La justicia y los esclavos en la Nueva España
del siglo XVIII

Juan Manuel de la Serna*

Introducción

P
e n s a r los instrumentos de justicia indiana respecto a los
esclavos africanos y sus descendientes en Hispanoamérica refiere de
inmediato a las Partidas de Alfonso X el Sabio. En las compilacio-
nes de las Leyes de Indias de 1681 y 1791 y en la recopilación de autos de
Eusebio Beleña se encuentra mucha de la aplicación de ellas en las Indias
españolas. Son éstas las que fundamentaron las acciones legales que los
amos hicieron contra los esclavos o de las que los esclavos se sirvieron para
demandar a sus amos o a la autoridad. Empero, como suele suceder, las
diferencias geográficas, el acceso a la información, la formación cultural y el
conocimiento que sobre el tema se requería matizó el ejercicio de la justicia
que, por ello —y en ocasiones a pesar de ello—, devela rasgos de personali-
dad, cultura y valores éticos de las partes contendientes.
Mi interés es poner sobre la mesa de la discusión dos preguntas que
resultan de interés en el estudio de lo jurídico cotidiano de los esclavos
negros1 o sus descendientes: uno, si bien el principio básico del derecho
referido a esta condición jurídica se halla en las partidas de Alfonso el
Sabio, ¿bajo qué condición y procedimiento se les enjuiciaba cuando
caían bajo el supuesto de haber cometido alguna conducta de carácter

* Dirigir correspondencia al Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, Universidad


Nacional Autónoma de México, Piso 8, Torre 2 de Humanidades, Ciudad Universitaria, C.P. 04510, México,
D.F., tels. (01) (55) 56-23-02-11, 56-23-02-12, 56-23-02-13, fax: (01) (55) 56-23-02-18, e-mails: dlserna@
unam.mx y dlserna04@gmail.com.
1 Hago la aclaración sobre el origen étnico de los esclavos dado que es a ellos a los que me refiero y puesto
que en ocasiones y de acuerdo a la legislación algunos indígenas pudieron haber caído bajo este régimen
jurídico por circunstancias específicas. Véase García Gallo, 1980, p. 1010.

Ulúa 19, 2012: 101-119 [101] issn: 1665-8973


ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 LA JUSTICIA Y LOS ESCLAVOS EN LA NUEVA ESPAÑA

criminal?, ¿eran considerados como iguales a los miembros de otros Esto es, además de los preceptos para los esclavos contenidos en las
grupos étnicos o castas? Y dos, ¿entre los esclavos de la ciudad y los del Siete Partidas habría que considerar, para los juicios de cualquier índole,
campo existía una igualdad de oportunidades y resultados similares en el derecho común, vía naturalista, que desarrollaron los franciscanos
los juicios por faltas semejantes? Aceptamos de entrada la existencia y desde los inicios de la Conquista.
funcionalidad de espacios de autonomía de los esclavos y me pregunto:
¿existirían similitudes de acceso a este conocimiento y ejercicio entre los
esclavos urbanos y los rurales? Cabe aclarar a este respecto que es difícil
Las legislaciones
hacer una distinción entre lo urbano y lo rural, sobre todo en el siglo Considerada la sociedad novohispana como una formación política y
XVIII, ya que muchas veces lo urbano integra a lo rural en las ciudades social de rangos, corporaciones, gremios y hermandades situados unos
novohispanas. Para dejar en claro el tratamiento de mi idea de lo uno y lo sobre otros o colocados lado a lado a partir de la tradición legal romana,
otro, he tomado ejemplos de sitios diversos como el de Querétaro, ciudad griega e indiana, hay que aceptar que las condiciones de acceso a la ley
en la que, en la época y por sus características demográficas, lo que pre- y su aplicación no era uniforme. No se puede negar que la desigualdad
dominaba era lo manufacturero dejando en un plano secundario lo rural, dentro de esta estructura jerárquica fue una de sus características predo-
y por el otro, ejemplifico a partir de la experiencia de lo sucedido en una minante e incuestionable. Por lo general se ha sostenido la opinión de
plantación azucarera del actual estado de Morelos que es, a no dudarlo, que la sociedad en vez de estar formada por individuos igualmente prote-
un ámbito rural y, además, es el escenario casi inevitable de la esclavitud gidos en sus derechos en cuanto a sus relaciones mutuas, era una sociedad
en la imaginación primigenia sobre el tema. de órdenes, una sociedad estamental.3 A este respecto y en lo tocante a la
A lo que me refiero en este ensayo y sobre lo cual argumento, es a los figura de los esclavos en Las Siete Partidas, quiero subrayar lo que ya se ha
derechos legales propios de la jurisprudencia que abrieron el camino a los dicho del papel de este instrumento en la sociedad hispano-americana y
esclavos africanos y sus congéneres novohispanos a espacios de poder —un en especial a su herencia en el sistema judicial:4 la justicia “se arraigaba en
poder ciertamente limitado, pero poder al fin y al cabo—, los cuales les el ius commune de la tradición medieval [que] podría formularse en tér-
otorgaban márgenes de autonomía y acción. Sin entrar a plantear o discutir minos llanos como el dar a cada quien lo que le corresponda, según el lugar
las prácticas de sometimiento y mucho menos de hacer una valoración de que ocupe en el entramado social”.5
ellas, la intención aquí recae en el segundo de los planteamientos: definir Compiladas y codificadas en 1681 y nuevamente en 1791 como
y dimensionar los ámbitos de poder y los espacios jurídicos dentro del Recopilación de Leyes de los Reynos de las Indias, éstas incluían alguna
sistema legal, vigente a fines del siglo XVIII, que les brindó a aquéllos un legislación relativa a lo criminal aunque por su naturaleza eran sólo suple-
marco de referencia, sin pasar por alto que: “La cristiandad y los criterios
construidos a partir de la relación con los naturales estaban presentes en Indudablemente se mantiene la noción metafísica de la justicia. Justicia, es lo debido a cada cosa. La ley no se
la construcción del orden jurídico y fueron la base para contextualizar la crea ni se produce, se descubre e interpreta. Se mantiene el ius commune típico de la Europa medieval de los
siglos XII al XIV, pero hay un cambio de óptica: el Sumo Pontífice no tiene poder absoluto en el mundo ni es
desigualdad colonial, de ahí que es particularmente imposible hablar de la autoridad por encima del mundo, se subordina a la ley. La ley natural es el valor supremo de la justicia por-
la justicia para negros y castas sin considerar a españoles y naturales”.2 que ella sentencia qué es lo debido —el orden de las cosas—. La vía que se había abierto desde el siglo XII con
la escuela de Chartres, a saber, la consideración de la naturaleza como un valor autónomo gracias a la incor-
poración del Aristóteles latino, permite que la esfera entre lo sobrenatural y lo natural ya no esté desdibujada”.
2 Pérez Munguía, 2010, p. 56. “Si Tomás de Aquino se había anticipado, desde el siglo XIII, a los Aspe Armella, 2007.
bruscos cambios del siglo XIV al enfatizar la soberanía popular frente al príncipe, los novohispanos del XVI 3 Mousnier, 1973.
mantienen el principio de que la ley y la justicia tienen su primer principio en Dios, reiteran la soberanía 4 Véanse Weckmann, 2006, pp. 1105-1138;Traslosheros, 2006, pp. 1105-1138.
popular, pero enfatizan que la guerra contra el tirano es una última ratio, que se debe lealtad al príncipe. 5 Escandón, 2010, p. 100 (subrayado en el original).

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ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 LA JUSTICIA Y LOS ESCLAVOS EN LA NUEVA ESPAÑA

mentarias. Como regla, los magistrados descansaban sus resoluciones en que no su dueño, tenía obligaciones para con él tanto como derechos sobre
las leyes castellanas, y en la Recopilación de 1791 se establecieron proce- de él. Así entendida, la esclavitud era una desgracia de cuyas consecuencias
dimientos para consultar el Código legal español en caso de que las Leyes se debía proteger a los sometidos tanto como fuera posible, ya que los hom-
de Indias no resultaran adecuadas a algún caso en particular. El procedi- bres no eran considerados como animales y, por tanto, no merecedores de
miento que los magistrados debían seguir era consultar en primera ins- la servidumbre. De acuerdo a la codificación de 1681, las Audiencias fue-
tancia la Nueva Recopilación de Castilla (1569), a las que debían seguir, en ron instruidas para atender los casos de esclavos que reclamaban su libertad
orden retrospectivo, las leyes de Toro (1505), el ordenamiento de Alcalá y ver que sus demandas fuesen atendidas.8
(1348), los fueros municipales, el Fuero Real (1255) y Las Siete Partidas de Menciono a continuación algunos de los derechos contenidos en los
Alfonso el Sabio6 (1265). Esto es, los estatutos criminales se encuentran principios de Las Siete Partidas según su importancia para la obtención de
en los códigos legales y en las Leyes de Indias, que junto con los decretos la libertad o autonomía de los esclavos. El derecho a comprar su libertad,
de los jueces locales, los de los virreyes y la Corona constituían el corpus de aunque en la práctica fuese complicado dado que su obtención impli-
la legislación criminal disponible.7 caba, a su vez, el derecho a la obtención de ingresos y a la acumulación
Es así que toda vez que la esclavitud fue aceptada como práctica en de los mismos con un fin determinado. La obligación de la autoridad de
Hispanoamérica se utilizó como su referente legal el código esclavista del proporcionar a quien así lo requiriese de un defensor (defensor de pobres
siglo XIII: sin él no hubiese podido existir ni practicarse. En este sentido, o defensor de esclavos) que lo representase ante la justicia bajo cualquier
su adopción marcó una importante senda de conquista americana y con modalidad en que compareciese. El reconocimiento y aplicación de estos
ella se aceptaron una serie de principios tales como la heredad del someti- principios tiene que ser matizado pues casos similares pudieron haber
miento a través del vientre materno como principio inviolable. recibido interpretaciones legales diferentes, dependiendo de su entorno
Sin menoscabo de época, incluida la colonial, los individuos —los social y geográfico, y por tanto, sentencias divergentes.
esclavos incluidos— poseen una variedad de identidades y lealtades sin ser
éstas verdaderamente totalizadoras, excepción hecha, en aquellas épocas,
de saberse súbditos cristianos de un rey y miembros de una Iglesia. Otros
Espacios alternativos y justicia en el campo
y en la ciudad
parámetros de identidad comunal como los de raza o etnia permanecieron
imprecisos y permeables a lo largo del tiempo. En el ámbito civil y judicial, Para mejor entender los espacios de movilidad y autonomía de los escla-
el esclavo era pues, miembro de una comunidad cuyos rasgos fueron ori- vos ubicados en las labores de la agricultura, que es con la que más rápi-
ginalmente marcados desde las prácticas hispanoárabes que, en su esencia, damente se asocian, es necesario decir que este tipo de estancias solían
les fueron respetados en Hispanoamérica. Aunque por el carácter adquirido ser en la Nueva España territorios de dominio casi absoluto de los amos.
en el comercio trasatlántico obligó a las sociedades locales a crear una regu- En tales sitios la libertad de movimiento estaba restringida a las tierras
lación americana afín a los principios medievales señalados. De esta forma de labor, pastoreo y los barracones o habitaciones; dentro de este espacio
se puede decir que para la legislación vigente en los siglos XVI a XVIII en se pueden considerar, en el caso donde las hubo, parcelas o corrales de
la Nueva España, el esclavo era una persona y no una propiedad y el amo, ganado menor destinadas a producir vituallas para el autoconsumo de escla-
vos y amos. En una jerarquía ascendente dentro de este mismo espacio
6 Alfonso X el Sabio, 1550. Se acudió a esta versión original, sólo cuando se quiso recuperar partes del
hay que considerar a aquellos hombres y mujeres destinados a cumplir
texto que no están incluidas en la edición moderna, que es la indicada enseguida: Alfonso X el Sabio,
2008.
7 Haslip-Viera, 1999, p. 37. 8 Recopilación de Leyes de los Reynos de las Indias, 1973, t. 2, Libro VII, Título V, Ley,13.

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las tareas propias de los oficios necesarios para el buen funcionamiento la Audiencia su inconformidad con el traspaso de dueño y a pugnar por
del establecimiento: carpinteros, herreros, maestros de azúcar, etc., quie- mejores condiciones de vida en la hacienda.9 El grupo, compuesto por
nes en razón de sus conocimientos y habilidades recibían un mejor trato hombres y mujeres, esclavos y algunos libres, llegó a la Ciudad de México
y hasta salarios, que les acercaban a procedimientos de vida cotidiana y y acampó frente al Palacio virreinal sólo para ser arrestados y conducidos
jurídicos que comento más adelante. a la Cárcel Real, donde fueron interrogados.10
A continuación menciono un primer caso que se desarrolla a mediados Los documentos relativos al cuestionamiento de los detenidos revelan
del siglo XVIII en una hacienda azucarera de la región de Amilpas (en los que la perversidad de los nuevos amos y los mayordomos habían hecho que
alrededores de Cuautla), en el actual estado de Morelos. Ahí el prome- en la hacienda privara un ambiente que hacía de ella un sitio imposible
dio de esclavos ocupados en las tareas de agricultura de la caña de azúcar era para sobrevivir. Tan insano era éste que se habían visto obligados a huir
de cien, entre hombres, mujeres y niños. De tales características fue la por el temor a ser asesinados. Además, desde la muerte del señor Cal-
hacienda de Calderón, propiedad de don Asencio González Calderón, derón la carga de trabajo se les había duplicado y el tiempo de descanso
donde el 26 de mayo de 1728, a raíz de la posible bancarrota del inge- reducido. Para cumplir las nuevas cuotas requeridas tenían que trabajar
nio, sus esclavos —armados con cuchillos y machetes— se manifestaron desde antes del amanecer y hasta después del anochecer sin tomar des-
ante las autoridades locales en un intento por influir, sin lograrlo, sobre canso ni tiempo para comer o beber. En suma, los esclavos se quejaban
el cambio de control de la hacienda. Después del fallecimiento de don que estaban obligados a trabajar los domingos y días festivos que estaban
Asencio, en 1758, quien a fin de cuentas logró salvar su propiedad de la reservados para el descanso y la oración.
quiebra, seis esclavos, de quienes se desconoce su identidad, huyeron de Las amenazas de los esclavos no afectaron el subsecuente cambio de pro-
la hacienda en diferentes momentos llevando la comisión de presentar pietarios, aunque es de hacerse notar la creencia de éstos de que las acciones
ante la Audiencia sus quejas por el maltrato; a pesar de la falta de res- emprendidas por aquéllos sí habían influido en las recomendaciones emiti-
puesta de esta autoridad, los esclavos de Calderón estaban envalentona- das a los hacendados para que mejoraran sus condiciones de vida, no se cas-
dos por el aparente apoyo de la misma. tigara a los huidos (que se comprometieron a reincorporarse a sus labores) y
A fin de cuentas la herencia se tenía que cumplir y en agosto de aquel se separara de su cargo al capataz acusado de cometer excesos.
año, los esclavos fueron reunidos con el fin de tasarlos como procedi- Esta rebelión deja ver, por un lado, el reconocimiento que los esclavos
miento requerido para la valuación de los bienes y el cumplimiento en hacían del rey en la figura de la Audiencia,11 y ello en consonancia con
justicia de la última voluntad del amo recién fallecido. Aquí, según el la figura del amo de la hacienda que para ellos hubiese fungido como su
testimonio del escribano y sus asistentes, los esclavos se negaron con representante. Empero, y a pesar de lo dicho por las autoridades respecto
“insolencia” a deponer sus herramientas de trabajo (según las autoridades a su derecho de reclamo, decidieron acudir a la instancia más alta sin acu-
eran armas) alegando su temor a que les fueran robadas. Terminada la dir al procurador síndico y desobedeciendo el orden establecido de conse-
valuación los esclavos exigieron que se les informara quién sería su nuevo guir un representante o defensor.12
dueño. Al informárseles que la propiedad correspondía al yerno del
difunto, se negaron abiertamente a reconocerlo y se manifestaron a favor 9 Mentz, 1999, p. 381. En 1708 la población total de esclavos era de 130; en 1728, era de 101, y en
de un tercero (Juan Díaz de Cano), amigo del fallecido. Como decisión de 1763, de 104. Véase Archivo General de la Nación, México (en adelante AGN), Bienes Nacionales, leg. 908,
exp. 11, fs. 70-82, 1708; AGN, Bienes Nacionales, leg. 98, exp. 2, 1728; AGN, Tierras, vol. 1935, fs. 48-50,
grupo, los esclavos huyeron de la hacienda y según se asienta en el expe- 1763. Proctor, 2010, pp. 111-160.
diente dos de ellos regresaron a comunicar a las autoridades locales que el 10 AGN, Criminal, vol. 135, exp. 56, fs. 1-21, 1763.
11 Calvo, 2009, t. 3, p. 295.
grueso de ellos se dirigían a la Ciudad de México con el fin de apelar ante 12 García Gallo, 1980, p. 1023.

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Vale la pena señalar la decisión de los huidos de no hacer de su acción del saber, distinta situación a la que se hubiese dado de haberse iniciado
una fuga con tintes separatistas o caer en el cimarronaje a pesar de que en el medio urbano.
sus reclamos solían ser los mismos por los que se justificaron gran parte En otro ámbito de cosas, cabe hacer notar que los esclavos ubicados
de quienes lo practicaron. Buscaron, sí, la protección de una autoridad en las ciudades fueron beneficiados con la flexibilidad de las reglas de
superior que, suponían, les brindaría justicia haciendo cumplir las dis- comportamiento fijas para el control que no gozaban sus congéneres del
posiciones reales que respecto al trato de los esclavos contenía el Código campo. Empero, estos beneficios llegaron a convertirse en la desgracia de
Negro Carolino, del que la figura central de autoridad era el rey, y en algunos de ellos, quienes, víctimas de conflictos intrafamiliares, con o sin
ignorancia de las partes operativas de este ordenamiento. razón, eran castigados enviándolos a trabajar al campo, lo cual era, por
En este ordenamiento el rey ocupaba la cúspide, y en orden descen- lo antes dicho, considerado como un castigo. No es raro entonces que,
dente le seguían los foros judiciales que dependían del Consejo de Indias en las condiciones de aislamiento restringido de las haciendas, tanto las
y que, a su vez, se subdividían en dos grandes grupos: oportunidades de acumulación de dinero como las vías de acceso a sus
fuentes y los intercambios de información mediante la convivencia, fue-
Los que descienden por línea directa de las reales audiencias y los que reconocen al sen un bien escaso y de alto valor.
juzgado general de Indios. Los tribunales que se ordenan por vía de la real audiencia No sería justo hacer tabla rasa de las oportunidades de los esclavos en
conforman a su vez dos cuerpos. El primero se compone por foros propios de la juris-
las ciudades, que no por ser sus habitantes gozaban de las mismas; ello
dicción administrativa del rey, a saber: gobernadores de provincias o reinos, alcaldes
mayores y corregidores y los cabildos de los ayuntamientos […] Se trata de linajes de dependía más bien de la condición social y económica de sus amos: las
foros de justicia de cadenas de mando que no niegan el hecho, entonces del todo nece- elites locales, y sobre todo quienes no pertenecían a los propietarios agrí-
sario por razones geográficas y de movilidad de que la primera instancia se ubicara no colas tales como comerciantes, nobles, militares, etcétera, podían contar
en el eslabón inferior de la cadena sino ahí donde diera inicio el proceso judicial.13 en sus casas con esclavos dedicados a toda una variedad de trabajos entre
los que el doméstico era el más común. Quienes sin tener una posición
Las acciones emprendidas por los esclavos de nuestra narración ante la de elite eran dueños de esclavos, los consideraban como una inversión
Audiencia pudieron ser ejemplo de lo que señala Thomas Calvo: “Otra mediante la cual podían obtener ingresos adicionales a su peculio o, aun
particularidad americana en este nivel, es la ausencia de jurisdicciones en algunos casos, vivir exclusivamente de las ganancias generadas por su
señoriales y por ende de una justicia intermedia: [que] en España fue- trabajo15 bajo diferentes formas: ya fuera rentándolos como trabajadores
ron a menudo denunciadas como un obstáculo al ejercicio de la justicia o enviándolos directamente a ejercer algún oficio o comercio. En ocasio-
real”.14 Quiero suponer al respecto que, sin el conocimiento debido de nes incluso se les permitía vivir fuera de la casa del amo al que servían y a
los procedimientos judiciales, los esclavos dirigieron su demanda a la la que volvían sólo con el fin de rendir cuentas.
Audiencia, representante reconocido del rey, a quien consideraban Son al menos dos los aspectos que hay que destacar respecto a la situa-
la autoridad con poder de resolución y ubicándola como primera y ción de los esclavos residentes en las ciudades: 1) su movilidad y con ella
única instancia capaz de satisfacer sus demandas. Suposición que se sos- el acceso a una diversidad de fuentes de trabajo y recursos, y 2) la circula-
tiene, además, en el hecho de haber nacido en un medio rural, limitado ción de ideas y conocimientos de los que escasamente gozaban los habitantes
del conocimiento auspiciado por los roces, transmisión verbal y escrita de las haciendas. No es raro entonces que la gran mayoría de los casos de

13 Traslosheros, 2006, p. 1113. 15 Archivo Histórico de la Ciudad de Veracruz, Padrón de Revillagigedo, caja 40, 1791. También hay una
14 Calvo, 2009, t. 3, p. 295 versión en CD publicada por el Instituto Veracruzano de Cultura.

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demandas civiles por la obtención de la libertad se localicen en este ámbito, de esclavos negros, amén de los que servían como domésticos en las casas
como se puede notar en cualquier análisis, por somero que este sea, de los de los notables y de otros muchos que sin ser de esa calidad eran pro-
archivos judiciales y notariales. Aquí remito al lector a los casos del Archivo pietarios de muchos otros.19 Cabe destacar a este respecto que entre los
General de la Nación (México) y del Archivo Histórico del Estado de Que- juicios encontrados en el Ramo de lo Judicial de Querétaro de los años
rétaro. Se puede decir también que éstos son factores de motivación y crea- 1750 a 1791, se puede distinguir la actuación legal de los esclavos bajo
ción de conciencia a partir de diferencias sociales y étnicas. las figuras apuntadas.
En los tribunales ordinarios y para los jueces que sin serlo de profesión El primero de los casos al que haré referencia es el del esclavo de obraje
cumplían con esas tareas, se disponía de una serie de obras de derecho Manuel Joseph, su hermana Rita Gertrudis y dos hijas de ésta, Ana María
procesal,16 entre las que se localiza un anónimo17 que respecto a la radica- y Bárbara. La demanda la fincan los esclavos, quienes habiendo recibido
ción de las causas señalaba: “papel” (pasaporte) para comprar su libertad o cambiar de dueño en 1758,
consideran que el precio en que están tasados es excesivo, por lo que piden
Tres modo hay de formarlas [las causas]. Una de oficio de la Real Justicia de la real se solicite un nuevo avalúo. El siete de noviembre de 1760 se nombra un
Bindicta, y del real Fisco. Otra por denuncia acusador o Denuncia y otra por que- perito valuador para que tase a los dichos esclavos hallándose que los pre-
rella de parte. Pueden ser acusados cualesquiera del Pueblo mayor de 25 a.s. si es
cios solicitados inicialmente eran los correctos. En febrero de 1770, doce
menor con Curador y el esclabo con curador que lo debe ser su amo y si no puede
por estar ausente se le nombra de oficio a otra persona. años después de iniciado el juicio, Rita Gertrudis continúa la demanda:
Si es yndio, negro o mayor de veinteycinco años, entonces se le nombra Defensor
[…] comparece acepta y jura y con su asist.a se le toma confesión acabado se le por mí y mi hija María Bárbara como más haya lugar digo que en el oficio de que es a
notifica al Curador. El término de prueba y después a elquerellante estándose para la cargo del presente se hallan autos y suspenda la instancia, sobre nuestra libertad y la de
ratificas.n de testig.s. Manuel mi hermano y otra de mis hijas, Ana María que fallecieron desde al año sesenta
El juez el conosim.to de la causa y que conste como en las de oficio y si es de mucha de este siglo que me mandaron entregar y por haberse ido de esta ciudad D. Joseph
grabedad a de nombrar Fiscal, aunque oy es el corr.e dar quenta con ella al Asesor.18 Antonio Henriquez hijo natural de Dn. Joseph Nicolás Henriquez mi amo que fué
que agitaba el pleito por sí y otros hermanos de mi amo, y por mi anzianidad y pobreza
se me mandaron entregar en traslado, nunca lo saqué y por cuanto en el penúltimo
Para ilustrar los procedimientos seguidos con los esclavos en las ciudades escrito que presenté ofrecí por mí, mi hermano e hijas dar información de que mi amo
recurro a alguno de los documentos resguardados en el acervo histórico D. Joseph Nicolás en vida nos dio livertad, satisfecho con que le asistiéramos y sirvié-
del estado de Querétaro, ciudad que por los años cincuenta del siglo ramos y ahora D. Miguel Henriquez de Rivera vecino de esta ciudad insiste en que yo
dieciocho era la segunda en importancia, sólo después de la de México. y mi hija somos esclavas y que tiene parte en mi precio y puede vendernos como her-
Contaba en ese entonces con cerca de treinta mil habitantes y una prós- mano de mi amo D. Joseph Nicolás y por ello su heredero ab intestato.20
pera manufactura obrajera en la que se ocupaba un número considerable
Para poder continuar con su demanda de libertad, Rita Gertrudis en
16 Curia Philipica de Juan de Hevia Bolaños (1603), Instituciones prácticas de los juicios civiles así ordina-
los dos siguientes años tuvo necesidad de conseguir testimonios de tres
rios como extraordinarios, en todos sus y trámites según se empiezan, continúan y acaban en los tribunales reales personas que hubiesen conocido a don Nicolás Henríquez de Rivera y
del conde de la Cañada (Madrid (1786), Instrucción de escribanos en orden a lo judicial de José Juan y Colom que tuviesen la solvencia requerida para que su palabra fuese validada,
(Alcalá de Henares, 1736). Véase Soberanes, 1980, p. 99.
17 Anónimo, 1994. Charles R. Cutter, quien hace el estudio introductorio a esta obra, advierte sobre
los posible usos del Libro de los Principales Rudimentos Tocantes a Todos los Juicios…, que bien pudieron haber
sido notas de estudiantes de derecho, o bien, manuales preparados para los administradores de justicia que, 19 Serna, 1999.
como sucedía en un buen número de casos, carecían de los estudios esenciales de Derecho. 20 Archivo Histórico de Querétaro (en adelante AHQ), Judicial, 1758, D. José Antonio Henríquez de Rivera
18 Anónimo, 1994, p. 29. contra su esclava de D. Joseph Nicolás Henríquez.

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y pedirles que testimoniaran sobre las intenciones de su amo de que, a ciento y diez pesos para su libertad como lo confiesa el dicho mi cajero
su muerte, se beneficiaran de su libertad. Los tres testigos firmaron la habiéndoselos dado de lo que me habían robado de mi tienda para que
petición de la esclava y, en 1774, y dieciséis años después de iniciada la con ellos se libertase suponiendo la dicha carta”.22
demanda, se le concedió la libertad a Rita, aunque ésta resultó efímera Ese mismo mes se llamó a declarar a los acusados Antonio Mendoza y
pues en noviembre de ese mismo año, Joseph Antonio Henríquez, otro María Anna Josepha Cano. Declaró el primero que “es cierto haber sacado
de los herederos que se consideraba con derechos, al enterarse de la reso- de la tienda de don Athanasio los ciento diez pesos en reales que entregó a
lución de libertad solicitó la propiedad de “la única de las esclavas que María Anna Josepha para que se libertase por habérselos pedido la dicha
viven”. Esta nueva solicitud fue denegada y, finalmente, después de más mulata disiéndole que si no se los daba se la llevaría el diablo”. A su vez,
de dieciséis años, Rita, la única sobreviviente de los tres que iniciaron la María Anna Josepha confesó “haber escrito una carta de su puño y letra
demanda logró obtener su manumisión definitiva. disiéndole con ella que la escribía su madre a su amo embiandole los siento
Los esclavos eran conscientes de que para defenderse tenían que recurrir y diez pesos que la verdad es que escribió la madre tal carta sino que Anto-
a la protección de la ley, por muy limitada que ésta fuese. Cuando conside- nio le dio el dinero para que se liberara disiendole que se casaría con la
raban que sus dueños les profesaban buenos sentimientos, también solían que declara”.23 Por encontrarse el original de la carta falsificada en el expe-
recurrir a ellos con el fin de obtener benevolencia e incluso la libertad, pero diente del caso —dirigida a don Athanasio Francisco de Arce y firmada por
como se mostró en el caso anterior, los amos también hicieron uso de sus Michaela Gertrudis Cano, pero en realidad escrita por su hija, María Anna
recursos, habilidades y derechos para no otorgárselas en el caso de habérse- Josepha Cano—, se reproduce aquí pues no es común en expedientes de
les demandado. En el caso anterior se extraña la presencia del defensor de esta naturaleza que aparezcan las pruebas (acusatorias o exculpatorias). Me
pobres o esclavos al que por ley tenían derecho, motivo suficiente que bien parece también que el testimonio parece haber sido incluido con preme-
pudo haber retrasado el juicio en beneficio de los herederos. ditación y es una muestra de los niveles de conocimiento y astucia de los
Narro a continuación el segundo de los casos, excepcional por su con- esclavos por lograr su libertad. La carta falsificada dice lo siguiente:
tenido y forma. Comienza éste cuando don Athanasio Francisco de Arce,
síndico del convento de San Francisco de Santiago de Querétaro, compra Muy […] Señor motivada de su […] escribe mi hija en que se me noticia de usted
una “mulata esclava nombrada María Anna Josepha Cano de color blanco en que me da noticia no sé qué […] gasto [usted] ocasionó y que por este usted le
dio papel para que buscase amo en el término de ocho días. Yo viendo su aflicción y
y pelo crespo”21 a Joseph Cayetano Salgado, vecino de Celaya, en el año considerando la dificultad con que hoy hallar un amo cuando una muchacha sale a
de 1754. En agosto de 1756, don Athanasio Francisco de Arce y su esposa buscarlo saliendo de la casa de tanto crédito como es la de usted y hallándome con
doña María Anna de Lamas, habiendo recibido de la madre de María Anna [posibilidad] para poder liberar le remito a usted con mi hermana [Juana] la cantidad
Josepha, Michaela Gertrudis Cano, los ciento diez pesos en que la habían de ciento y diez pesos que es hecho con el fin de liberarla agredeciéndole así a usted
comprado, le otorgaron carta de libertad ante notario público. como mi ama y señora Doña Mariana.
Un mes más tarde el señor Arce se presentó ante el señor regidor don Michaela Gertrudis Cano
Andrés de Lasos, “Alcalde Ordinario de Primera Nota”, para iniciar una
causa en contra de María Anna Josepha en virtud de “haver estado enre- En septiembre de 1756 el alcalde ordinario y juez de primera nota comu-
dada dicha mulatilla con Antonio Mendoza mi cajero y entre uno y otro nicó a los involucrados su decisión de anular la carta de libertad antes
haberme estado robando mi tienda y caudal, pues de ellos sacaron los
22 AHQ, Judicial, s. fs.,1756.
21 AHQ, Judicial, s. fs., 1756. 23 AHQ, Judicial, s. fs., 1756.

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otorgada a María Anna Josepha reubicándola a su condición servil. En En cuanto a la sentencia dictada a Antonio Mendoza, parece haber
cuanto a Antonio Mendoza se refiere, éste fue condenado a restituir lo sido también considerada menor, dado que fue un delito simple sin agra-
robado y a pagar deudas anteriores, quedando bajo cautela de un fiador. vantes de violencia.
Un caso de aparente sencillez nos trae a colación reflexiones sobre la El caso de María Anna Josepha Cano contra Antonio Mendoza conti-
conducción de casos de esclavos que sin mezclar hechos de sangre son nuó ante un juez eclesiástico: ella demandaba a Antonio para que cum-
considerados como criminales. De inicio se da por sentado que la legis- pliera la palabra de matrimonio empeñada y, en consecuencia, éste le
lación vigente respecto a la libertad de María Anna Josepha es conducido consiguiera el dinero necesario para comprar su libertad. La sentencia no
con conocimiento de la ley de referencia remota: Las Siete Partidas de se hizo esperar, y el 9 de mayo de 1761 el juez resolvió: “mando se soli-
Alfonso el Sabio. En cuanto al aspecto temporal, llama la atención que citen por el presente cantidad en pesos y se le entreguen para el termino
la cesión de la carta de libertad haya sido en agosto y el caso se hubiese de tres días dando como fiador [...] a Francisco Ballejo, vezino de esta
cerrado en septiembre del mismo año: tan sólo un mes duró el juicio. ciudad [...]”26 En cuanto a los juicios eclesiásticos los manuales instruían
Bien puede especularse sobre la razón de la rapidez con que fue atendido a los jueces a que consideraran a los más afortunados en beneficio de los
el caso de María Anna Josepha y que se pasara por alto que el Libro de más pobres como “pobre gente de Cristo […] quienes representaban al
los Principales Rudimentos… considera como delincuente a: “Falceador señor y eran pobres para nuestro beneficio”.27 La pobreza era vista como
de Letras: esta causa se hace continuamente p.r. querella de parte ofen- condición que debían subsanar los más afortunados por medio de la cari-
dida, y en vista de la prueba que da, se le toma su Declaración a el Reo y dad, aunque la conexión entre pobreza y crimen no fuese considerada
confiese o niegue se paza a cotejar las Letras, p.r. 2. Maros [sic] de escuela importante y cualquier intento por aliviarla por medio del robo era visto
y assi queda perfecta la sum.a”.24 como una rebelión contra la divinidad impuesta.
Se puede decir que los actos criminales cotidianos se enfocaban más Algunos esclavistas lograron deshacerse de esclavos enfermos o impro-
en las acciones de los acusados que en el cumplimiento de los preceptos ductivos a causa de lesiones y, a su vez, algunos esclavos usaron este
legales. Podría decirse que las faltas menores como la falsificación fuesen mismo argumento para demandar su libertad en juicios civiles y crimi-
consideradas como producto del comportamiento antisocial contrario a nales. La cuestión la ilustra un caso del mismo archivo y ramo en que se
las normas establecidas. Esto es, la falta cometida por la principal acusada hace uso de este argumento.
de este caso hubiera tenido su origen en un inadecuado ambiente social Éste corresponde al obraje de don Gabriel de Zespedes28 de Querétaro:
y al hecho de ser esclava: como se preveía en la naturaleza de las causas, en 1775,29 el esclavo Juan Antonio Flores lo demandó debido a que en
los esclavos eran vistos, al igual que los indígenas, como menores de edad un pleito por cobrar “la hechura de unos calzones”, es herido en el brazo
con pocas o escasas obligaciones formales.25 Ello explicaría también la izquierdo que le queda inutilizado, pero de acuerdo al Código Negro
rapidez con que se resolvió el caso y la ausencia de un defensor al que un esclavo no podía demandar ni civil ni penalmente a su amo,30 por lo
tenía derecho la acusada. A la materia jurídica habría que añadir el miedo que, en una especie de acuerdo personal que se recoge en el expediente,
a la rebelión consustancial a la esclavitud, sin menospreciar su importan-
cia en una sociedad como la queretana que, como ya se dijo, contaba con
26 AHQ, Judicial, 1756, D. Antonio Francisco de Arze para que se le restituya una mulata esclava que se había
un buen número de esclavos.
liberado con dinero hurtado de su tienda.
27 Haslip-Viera, 1999, p. 40.
28 Dueño de obraje, teniente de Milicias y de la Santa Hermandad y Tribunal de la Acordada.
24 Anónimo, 1994, p. 40. 29 AHQ, Judicial, 1775.
25 Mc Lachland, 1974. 30 García Gallo, 1980, p. 1023.

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el dueño otorgó “papel” al esclavo para que dentro de la jurisdicción de de las autoridades contaban con derechos similares. Y digo interesante
Pénjamo y León consiga el dinero que debe a su dueño por “el precio debido a que muchas veces al no contar con asesores especializados a los
de su valor”. Al no conseguir el dinero para pagar por su libertad, Juan que tenían derecho, en los casos apremiantes que requerían justicia expe-
Antonio recurre al procurador de esclavos (pobres) para demandar su dita siempre quedaba como recurso la comparación.
libertad a causa de haber sido herido por el hijo del mayordomo, dando El tema de la libertad y el maltrato como demanda principal o secun-
como resultado la concesión de su carta de ahorro, concedida después de daria suelen ser los que con mayor frecuencia aparecen en los juicios del
que un médico certificara la inutilidad de su brazo. campo y de la ciudad, empero, como se ve en el caso de Amilpas, los
Es frecuente encontrar en los archivos judiciales y notariales casos en errores cometidos por los esclavos en el desconocimiento del procedi-
los que los esclavos son actores primarios o secundarios, aunque en el miento adecuado costó la vida a algunos de ellos, que fueron ejecutados
caso de ser los protagonistas de una u otra manera está en cuestión sin apenas ser juzgados. Ello seguramente como ejemplo para la comuni-
el tema de su libertad o “ahorro” y que en consonancia con esta parte de dad. El resto del grupo fue azotado y el capataz solamente reconvenido
la cultura jurídica de los indios se ha llegado a considerar a la indiana por sus métodos de control. Resulta además una hipótesis sugerente y
como una sociedad pleitista”,31 donde los negros fueron parte activa de la explicativa del caso pensar que sólo el rey podría hacer justicia en ausen-
misma en lo que al reclamo de derechos se refiere. Ello condujo a un juez cia del amo de la plantación recién fallecido. Ni la presencia del heredero
a considerar al derecho referido a los esclavos y sus contrincantes como y dueño legal de la plantación ni del notario que daba fe del traslado de
un verdadero “campo de batalla” y “de despertar jurídico”, sitio en donde dominio de la propiedad eran suficientes para los escalvos. Es decir, el
se libraban verdaderos combates por obtener la libertad,32 por un lado, y amo benevolente bajo el cual habían servido por años sólo podría ser sus-
por otro, por negarla y retener la propiedad del otro. tituido por el rey o su representante en tierras americanas.
En la ciudad de Querétaro, en cambio, los expedientes de los casos
presentados dan muestra de un conocimiento y comportamiento dife-
Para reflexionar rente de la ley y sus procedimientos por parte de los esclavos. Aquí se
Como respuesta a las preguntas iniciales puede argumentarse que, en seguían con más rigurosidad los procedimientos. Aparece la figura del
efecto, los criterios fundamentales con que se juzgaba a los negros partían síndico protector de pobres o esclavos, y sobre todo se reduce significa-
de la tradición judeo-romana-griega conjugada en Las Siete Partidas y adap- tivamente el simbolismo que el rey pudiera haber tenido en el campo, al
tada a la situación novohispana. Con ello quiero decir que debido a la can- dejar espacio a intermediaciones de terceros que amortiguarían el enfren-
tidad tan importante de esclavos introducidos, en particular a lo largo del tamiento directo entre antagonistas, entre demandantes y demandados;
siglo que va de 1540 a 1640; al comercio e intercambio de esclavos en un que atenuarían el enfrentamiento directo al lograr los esclavos espacios
mercado de trabajo donde los nativos iban a la baja, el tema de la rebelión, políticos de mayor calidad.
por un lado, y el de obtención de la libertad, por el otro, fueron temas cen-
trales en los juzgados donde con frecuencia aparecieron los esclavos.
Un punto interesante que recalcar es la igualdad de principios con que,
Bibliografía
en su caso, se debía juzgar a los indios y a los negros, quienes a los ojos A lfonso X el Sabio
1550  Las siete partidas del rey don Alfonso el Sabio, versión facsimilar,
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31 Escandón, 2010, p. 111.
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Propietarios de esclavos en Guanajuato
durante el siglo XVIII

María Guevara Sanginés*

A
principios del siglo XVIII la Corona española sufrió una drás-
tica transformación con el cambio de dinastía de los Habsburgo
a los Borbones: los miembros de la familia Borbón se dieron a
la tarea de reformar drásticamente la administración del Imperio, en
particular aquellos rubros que tenían que ver con la economía y con el
gobierno.
Como lo han demostrado autores de la talla de Horts Pietschmann,
el cambio fue paulatino y no estuvo exento de tropiezos. Estos cambios
favorecieron el desarrollo y crecimiento de algunas regiones americanas
en menoscabo de otras, así fue como la producción minera fue apoyada en
el centro y en el norte de la Nueva España —Zacatecas, Guanajuato,
Chihuahua—, mientras que la producción de tabacos fue prohibida en
Michoacán a favor de Orizaba.
Para lograr las reformas proyectadas, la Corona otorgó privilegios
financieros y fiscales a los empresarios involucrados en los diversos ramos
productivos. Además, estos empresarios detentaban el poder político
local a través de diversos puestos como funcionarios reales en los cabildos
(alcaldes mayores y regidores, por ejemplo) o en otras actividades fiscales
y judiciales. Más adelante, a través de las intendencias y subdelegaciones.
Si bien la producción de bienes y servicios en la Nueva España estuvo
basada en buena medida en el trabajo del indígena a través del reparti-

* Dirigir correspondencia al Departamento de Estudios de Cultura y Sociedad, División de Ciencias


Sociales y Humanidades, Campus Guanajuato de la Universidad de Guanajuato, Lascurain de Retana
5, Centro, C.P. 36000, Guanajuato, Guanajuato, México, tel. (01) (473) 73 200 06, ext. 8707, e-mail:
mar4654@gmail.com.

Ulúa 19, 2012: 121-146 [121] issn: 1665-8973


ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 PROPIETARIOS DE ESCLAVOS EN GUANAJUATO

miento, del tequio,1 del trabajo de esclavos de origen africano, de españoles nes con los que se formaba parte de la hacienda de sus amos y, por ello,
pobres y de mestizos de toda laya, a lo largo de los tres siglos virreinales se sujetos a cautiverio y a las decisiones o caprichos de los mismos. Los
fue dando un paulatino proceso de afianzamiento del trabajo libre asala- discursos sobre la esclavitud fueron modificándose a lo largo del tiempo,
riado de indios, mestizos y castas libres. Por otra parte, en múltiples oca- de tal suerte que en el siglo XVIII se pasa de discutir el buen trato, supues-
siones los esclavos recibieron jornales que les permitió a los amos —con tamente cristiano, al esclavo y la posibilidad de manumitirlo a través de
frecuencia mujeres— vivir con cierto desahogo, mientras que a los esclavos varias figuras legales como la alhorría o la compra, a discutir sobre la
les permitió ahorrar para, entre otras cosas, comprar su libertad. esclavitud como una aberración e injusticia de carácter social. Es decir,
Los esclavos no solamente constituyeron una parte importante de la fuerza los filósofos comenzaron a discutir la libertad como un derecho del hom-
laboral en las labores agrícolas, como vaqueros, como trabajadores en obrajes bre. Los empresarios no fueron ajenos a estos discursos políticos que se
y trapiches o en haciendas de beneficio del mineral, sino que se encontraron harían efectivos en el siglo XIX y que coincidieron con los cambios en la
en los espacios domésticos, haciendo múltiples labores como jardineros, organización del trabajo y en el tipo de producción.
cocheros, chichiguas y nanas, cocineras, mucamas, etcétera. Estos esclavos Sin embargo, aunque los discursos sobre la libertad del individuo y
formaban parte de la riqueza que en momentos críticos utilizaron los empre- la propiedad privada fueron apuntados como derechos humanos, en el
sarios como inversión de riesgo o para producir capital cuando fueron vendi- momento de valorar la importancia de esos dos derechos, la libertad de
dos o echados a la calle a ganar el jornal; también constituyeron parte de las los esclavos pasó a segundo plano respecto al derecho a la propiedad,
dotes de monjas y jóvenes casaderas, fueron arrendados o fueron dedicados al como se observó en las discusiones de las comisiones del primer Con-
comercio callejero con bienes producidos en las fincas de sus amos. greso Constitucional Mexicano en 1823.3
Sin embargo, como resultado de los mecanismos sociales y legales para
adquirir la libertad —compra, manumisión, herencia, sentencia judicial—,
en la Nueva España se fue dando un proceso paulatino de desaparición
Los empresarios
de la esclavitud, por lo que se ha podido observar que en el ámbito de la Como hemos comentado en otros trabajos, no necesariamente empre-
producción de bienes, como en la extracción minera y en algunos rubros sario es sinónimo de propietario, aunque con frecuencia los empresarios
agrarios —verbigracia la producción de tabaco—, en el siglo XVIII, cada vez también fueron propietarios.4 Los empresarios novohispanos arriesgaron
había menos esclavos y más trabajadores libres o manumitidos.2 capitales y prestigio para producir riqueza que movió la economía del
Hemos encontrado que a algunos propietarios la posesión de esclavos Imperio, y que hizo a algunos de ellos pobres de solemnidad mientras
trabajadores les permitió vivir con cierta dignidad, particularmente a las que otros se volvieron inmensamente ricos, de tal suerte que pudieron
mujeres —doncellas, solteras o viudas— que se habían quedado solas; acceder a los títulos de nobleza con los cuales gozaron de poder, prestigio
mientras que para otros empresarios los esclavos eran bienes de capital y y honor.
producción en sus empresas. Sin embargo, no todos los empresarios ricos accedieron a la nobleza, es
Aunque el derecho castellano reconoció a los esclavos como sujetos de decir, en una misma familia se dio con frecuencia el caso de que uno de
derecho, es decir, personas jurídicas con obligaciones y derechos frente sus miembros ostentaba un título —o varios— de nobleza mientras que
a la ley, no dejaron de tener un estatus de minoría de edad y de ser bie- los demás, en el mejor de los casos, solamente eran empresarios ricos y, en

1 También a través del trabajo libre asalariado como gañanes, naboríos o laboríos. 3 Montiel y Duarte, 1871, t. I, pp. 77-78.
2 Naveda Chávez-Hita, 2007; Guevara Sanginés, 2001. 4 Guevara Sanginés, 2009, p. 4.

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el peor, segundones pobres, pedigüeños de empleos y dádivas. Ejemplo de ron los accidentes en la mina de Rayas, provocados por explosiones, pues
ello podemos encontrarlo entre los miembros de las familias de empresarios resultaron costosos en vidas e inversión.8 Humboldt critica a los mineros
exitosos guanajuatenses como los Busto, los Sardaneta y los Obregón. en la forma en que hacían uso de la pólvora “porque los agujeros para los
A finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX era evidente la cartuchos son en general poco profundos y los mineros no se esmeran en
distancia económica y social que separaba a los grandes empresarios- despojar la parte de la roca que debe saltar”.9
propietarios y los pequeños o medianos empresarios de la gran población Ya que los niveles freáticos con frecuencia se encontraban por encima
de trabajadores de todas las calidades, quienes llevaban una vida muy de los socavones fue indispensable que los mineros invirtieran en infraes-
dura. Estas observaciones fueron frecuentes en las narraciones de viajeros tructura hidráulica, a pesar de lo cual las minas no se salvaron de las
entre los que se encuentran Mourelle, Ulloa5 y Humboldt,6 así como en inundaciones, particularmente en tiempos de lluvia, por lo que las pér-
la crítica de funcionarios públicos, civiles y eclesiásticos, entre los que se didas en trabajadores, infraestructura y producción fueron cuantiosas y
contaba Abad y Queipo, obispo electo de Michoacán. había que volver a invertir para poder seguir extrayendo el mineral. Es
Las palabras de Mourelle son elocuentes al respecto: elocuente la narración que hace Humboldt sobre este asunto en el empo-
rio de Valenciana:
[…] la continua baja de jornales [una política de tiempos de los Borbón], pues es
muy frecuente para obligarlos a entrar en la mina valerse del brazo de la justicia, […] en el distrito de Guanajuato perecieron cerca de 250 operarios en cosa de pocos
porque como se llega a trabajar en muchas labores con la precisión de refrescarles minutos, el día 14 de junio de 1780, porque no habiendo medido la distancia que
las espaldas a fuerza de cubos de agua, y donde suele haber vapores que los sofo- había entre los planos de San Ramón y los antiguos del Santo Cristo de Burgos,
can, huyen de semejante exposición cuando el interés no les empeña. Este hecho se habían acercado imprudentemente a esta última mina avanzando hacia ella un
me recuerda aquellos corazones endurecidos que oprimen al infeliz, sin emoción ni cañón de indagación. Entonces las aguas de que estaban llenos los planes del Santo
ternura; varias veces me hallé en la tienda de Obregón [primer conde de Valenciana] Cristo, cayeron impetuosamente por el nuevo cañón de San Ramón en la mina de la
conversando con su primer cajero Villamor, a tiempo que llegaban ancianos y muje- Valenciana; muchos operarios perecieron por efecto de la compresión repentina del
res exponiendo tiernamente la enfermedad que tal vez padecían, o sus hijos o sus aire, que buscando una salida lanzó a grandes distancias maderas de ademar y peda-
esposos presos para el referido trabajo, y sin alteración ni congoja respondía aquel zos de roca. No hubiera ciertamente sucedido esta desgracia, si al dirigir las labores se
hombre de bronce que los enfermos no bajaban a las minas, mandando al mismo hubiese podido consultar un plano de estas minas.10
tiempo a los ministros que se los condujesen a su presencia, y vistos desde su asiento
sin otro examen ni pregunta ordenaba frescamente que los llevasen a Valenciana.7
No sólo era importante preocuparse por el desagüe de las minas, sino por
construir presas y canales que facilitaran el abasto de agua para consumo
Los grandes empresarios-propietarios invirtieron para mejorar la pro- humano y de los animales empleados en minas y haciendas de beneficio.
ducción a partir de diversas innovaciones tecnológicas, por ejemplo, en La infraestructura hidráulica también era necesaria para dirigir el agua a
los métodos de beneficio del mineral, en herramientas o en el uso de la los lavaderos del mineral en las haciendas de beneficio.
pólvora para la extracción minera, lo que facilitó el trabajo y aumentó La preocupación de los grandes mineros porque su trabajo resultara
las ganancias. Sin embargo, las novedades técnicas conllevaron enormes exitoso y sus inversiones les redituaran numerosas ganancias, los condujo
riesgos que incluyeron pérdidas en capital y en trabajadores: famosos fue-

8 El 14 de noviembre de 1787, “Se incendia dentro de la mina de Rayas una cantidad de pólvora,
5 Solano, 1979, pp. 59-63. causando la muerte de doce personas”. Marmolejo, 1971, p. 255.
6 Humboldt, 1978, p. 83. 9 Humboldt, 1978, p. 366.
7 Mourelle, 1996, pp. 42-43. 10 Humboldt, 1978, p. 370.

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a la preocupación por contar con la información adecuada y novedosa en Los indios y los mulatos también formaron compañías mineras, aunque
el ramo minero. Esta preocupación de carácter empresarial se reflejó en el con frecuencia desistían de su apropiación por falta de capital, por haber
apoyo que brindaron al Colegio de Minería y a la inversión en la contra- contraído deudas impagables o por haber cometido errores de carácter téc-
tación de técnicos ilustrados, curiosamente de origen alemán como Son- nico, entonces donaban sus acciones o parte de ellas —barras— a sus acree-
neschmidt. Estos técnicos realizaron varios informes sobre el estado de la dores que solían ser los grandes mineros; así fue como en 1700, el mulato
minería novohispana, particularmente sobre los procesos de beneficio de libre Juan Espinoza de los Monteros donó a don Francisco Muñoz, vecino
metales.11 del monte de San Nicolás, “cuatro barras de mina” en la mina de la Encar-
Sin embargo, es preciso no olvidar que españoles y novohispanos de nación que se encontraba en el mineral de Peregrina, que a su vez había
la talla de don Andrés del Río, don Fausto D’Elhuyar o don Joaquín recibido en donación del dueño de la mina.15
Velázquez de León, introdujeron diversas mejoras. De cualquier forma, Entre los pocos registros que dan noticia sobre los salarios de los ope-
los avances sustanciales en la tecnología minera se realizaron hasta ya rarios, se encuentran también alusiones y datos sobre el partido,16 pues
avanzado el siglo XIX, cuando se introdujo el beneficio por cianuración y este privilegio obrero disgustaba sobremanera a los empresarios que veían
dejaron de aplicarse el beneficio de patio y el de fundición. mermadas sus ganancias. No en balde se conoce cuánto aportaron los
En cuanto a la administración sabemos que, aunque no siempre fueron trabajadores de la mina de Valenciana del fondo de piedra de mano para
claras las cuentas de las empresas familiares o de las compañías y que a construir el templo de San Cayetano; en efecto, este fondo que comenza-
veces hubo desfalcos, existen cuadernos de fábrica, inventarios anexos ron a juntar los operarios de las minas el 16 de marzo de 1776 y cesó el
a los testamentos y otros documentos que muestran los estados financie- 29 de julio de 1791, reunió 509 745 pesos 3 reales.17
ros de las empresas mineras, ya fueran de corte familiar o de las compa- Además, el conde de Regla y los mineros de Guanajuato intentaron
ñías registradas ante notario público, en las que se da cuenta de salarios y desaparecer el partido, lo cual provocó reacciones violentas de los tra-
número de empleados en las diversas faenas. bajadores de las minas, especialmente en Pachuca y Real del Monte en
Ejemplo de estos descalabros en las empresas mineras es el que ocurrió 1766, lo que atrasó la desaparición del partido hasta la década de 1830
en 1715, cuando los mineros de origen vasco, Pedro y Joseph de Sarda- con la instalación de las compañías mineras inglesas. El propio cabildo
neta, junto con su cuñado el comerciante de origen aragonés don Fran- de Guanajuato decidió que no era conveniente presionar a los operarios
cisco de Guirles, habían concertado una compañía para explotar la mina sobre este asunto, pues los trabajadores tendían a desamparar las minas a
de Rayas;12 dicha compañía se separó en 1725 con una deuda de 135 984 la primera provocación, aunque fuera leve, y con mayor razón en algo tan
pesos a diversos acreedores. Guirles, el año de su muerte, 1732, aún debía importante como el partido, a partir del cual obtenían buenas ganancias,
48 328 pesos.13 Otro ejemplo de estas compañías es la que tenían concer- superiores en mucho a su jornal ordinario.18
tada don Juan de Herbas con don Joseph de Gorostiza y el contador don Por otra parte, en términos de gestión, a través de las diputaciones de
Bernardo López Peñuelas para explotar varias minas en Serena.14 minería los mineros lograron, durante el siglo XVIII, obtener privilegios

doc. 117, fs. 175-180.


11 Mentz, 1980. 15 AHG, Protocolos de Cabildo, 1700, f. 202v. Peregrina se encuentra al noreste del centro de la ciudad de
12 La mina de San Juan de Rayas descubierta en el siglo XVI, sigue siendo una de las más productivas del Guanajuato, pertenece a las minas de la llamada Veta Madre.
distrito minero de Guanajuato. 16 El partido era la cantidad de metal que extraían los jornaleros en jornada extra y que compartían con los
13 Archivo Histórico de Guanajuato (en adelante AHG), Inventario 2831, f. 63v. mineros o parcioneros de las minas.
14 Estos tres empresarios mineros formaron parte del cabildo de Guanajuato. Don Juan de Herbas, 17 Guevara Sanginés, 1984, p. 45.
además, tenía numerosos negocios en San Miguel el Grande. AHG, Protocolos de Cabildo, libro 20, 1710, 18 Danks, 1979, p. 292; Guevara Sanginés et al., 2003, p. 128.

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fiscales y reducción de los precios del azogue, insumo fundamental en el En efecto, los Sardaneta llegaron a finales del siglo XVI a la Ciudad de
beneficio de la plata. Como gestión, lograron que los mejores alumnos del México, de donde pasaron a las minas de San Luis Potosí y en el trans-
Colegio de Minería hicieran sus prácticas profesionales en las minas novo- curso del siglo XVII se instalaron en la villa de Guanajuato.23
hispanas más importantes, como la de Valenciana, con lo que coadyuvaron Los Busto llegaron a la villa de León a finales del siglo XVI y desde enton-
a mejorar la eficiencia administrativa y productiva de las empresas mineras. ces establecieron relaciones de parentesco con varias familias, entre las que
Estos estudiantes, además, colaboraron como profesores de matemáticas en se encontraban los Marmolejo de Santa María de los Lagos, los Liceaga,
el Colegio de la Purísima Concepción, en Guanajuato,19 y promovieron los Aranda y posteriormente los Alamán. Poco a poco fueron extendiendo
las ideas ilustradas que les permitieron organizar a los operarios mineros sus redes familiares de la villa de Guanajuato a una amplia región que com-
para participar en el movimiento insurgente; en esa tesitura se encontraban prende los Altos de Jalisco, el Bajío y Querétaro.24 El espíritu emprendedor
Casimiro Chowel,20 Rafael Rojas y Rafael Dávalos. de la generación de don Francisco Matías de Busto, primer marqués de San
En cuanto a la diversificación de actividades económicas, los empre- Clemente, hizo de esta familia una de las más prósperas en Guanajuato, lo
sarios guanajuatenses invirtieron en minería y comercio, pero también que les redituó en honor y privilegios en la villa minera como miembros del
en haciendas agropecuarias, en el abasto de carne a los centros urbanos cabildo, de varias cofradías y benefactores de la Iglesia. Tuvieron relaciones
como las ciudades de Guanajuato y México, y a la compra-venta de escla- intensas con sus esclavos y con sus sirvientes mulatos libres, lo cual les aca-
vos y de bienes inmuebles urbanos. La famosa hacienda de San José de rreó numerosos conflictos familiares y aun judiciales.25
Burras, que en 1810 era propiedad de don Mariano de Sardaneta, mar- En cuanto a los Obregón, sabemos que ya habitaban en las tierras de
qués de Rayas, es un ejemplo de este tipo de inversión diversificada, pues la alcaldía mayor de León en el siglo XVII. El más conocido de ellos, don
en ella, aparte de sembrar cereales, se criaban burros y mulas para diver- Antonio de Obregón y Alcocer, emigró a la villa de Guanajuato en algún
sas faenas en las minas y haciendas de beneficio, siendo, además, una momento durante la segunda mitad del siglo XVIII. Allí vivió en el barrio
hacienda de beneficio. Mourelle describe esta hacienda en 1790 con las
siguientes palabras: “me franquearon todas las oficinas en que se laborean
23 El primero de los Sardaneta en llegar a la Nueva España fue Pedro Pérez de Sardaneta, proveniente
los metales, empezando desde su reducción a polvo hasta verlo en pasta,
de Guipúzcoa, y se estableció en el siglo XVII en San Luis Potosí donde contrajo matrimonio con Antonia
ya por azogue y ya por fuego”.21 Rutiaga Adriansen, con quien procreó diez hijos. Uno de sus hijos, Antonio, en 1652 contrajo nupcias
Los estudios prosopográficos y la construcción de redes de relaciones con doña Ana Muñoz en la villa de León, con ella tuvo ocho hijos, entre ellos a José, quien casó con Rosa
María de Ojeda Espejo y Echeveste, con quien procreó seis hijos, entre ellos a don Vicente Manuel, primer marqués
sociales y económicas han permitido seguir la dinámica de las familias de Rayas. Don Vicente Manuel casó con Ángela de Rivera y Llorente, con quien tuvo un hijo, Mariano,
empresarias y observar cómo en algunos casos, en un largo proceso que segundo marqués de Rayas, miembro de la sociedad secreta de los Guadalupes, además de participar en la
comenzó a finales del siglo XVI y culminó en el siglo XIX, pasaron de primera Junta Gubernativa de México. Otros hijos de don José fueron mineros prominentes como Teresa,
Clara Joaquina y Francisca. Su hijo José Joaquín fue rector del colegio jesuita de Guanajuato, origen de la
pequeños propietarios a grandes empresarios-propietarios-comerciantes- Universidad de Guanajuato.
miembros del cabildo como los Sardaneta, los Busto, los Septién o los 24 En efecto don Pedro de Busto llegó procedente de León en España a la villa de León en 1590, contrajo
matrimonio con doña Leonor Diez de Noriega, con quien tuvo varios hijos, uno de ellos, Francisco, casó con
Obregón en la región Guanajuato-Querétaro-San Luis Potosí.22 doña Francisca de Moya y Monroy. Este matrimonio se estableció en el Real de Minas de Guanajuato a fines
del siglo XVII donde procrearon varios hijos que se dedicarían a la minería y tendrían propiedades rurales.
Tres de ellos fueron famosos por su actividad empresarial: Juana, Teresa y Francisco Matías. Francisco Matías
19 Ahora sede de la Universidad de Guanajuato. adquirió el título de marqués de San Clemente en 1730 por sus servicios a la Corona en la minería. Heredó
20 Chovel es recordado en Guanajuato no solamente por su participación en la guerra de independencia, el título de marqués su hijo Cristóbal, quien residía en la villa de León. Su nieto Pedro de Busto perdió el
sino por haber descubierto un mineral cuyo nombre es una derivación de su apellido: “Chovelia”. marquesado por problemas familiares y disminución de los bienes. Entre los descendientes del primer marqués
21 Mourelle, 1996, p. 31. de San Clemente se encuentra don Lucas Alamán.
22 Caño Ortigosa, 2005. 25 Guevara Sanginés, 2000, pp. 175-184.

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de San Roque con una tía pariente de su padre y a quien declararon Propietarios de esclavos
“dementada”. Su audacia lo condujo a crear uno de los grandes emporios
Como lo han demostrado diversos autores contemporáneos y cronistas
mineros de la Nueva España que llevaría al rey a considerar a Guanajuato
novohispanos, los propietarios de esclavos, desde el siglo XVI hasta el XIX,
como la “joya de la Corona”. Sus hijas se casaron con dos empresarios
pertenecieron a diversos estratos de la sociedad. En efecto, entre ellos se
peninsulares,26 “arribistas”, que heredarían parte de su fortuna, con la
encontraban desde libertos y viudas pobres hasta grandes empresarios,
que adquirieron propiedades a lo largo de la Nueva España que incluían
nobles y funcionarios públicos.28
haciendas ganaderas en tierras ubicadas en el actual estado de San Luis
Si bien hasta el momento no he encontrado ningún caso de esclavos
Potosí. Su hijo Antonio heredó el condado de Valenciana y aumentó los
manumitidos dedicados después al tráfico de esclavos en Guanajuato,
bienes de la familia. A su muerte hereda sus bienes a su hermana Ignacia,
como se ha documentado para la Ciudad de México, los empresarios
casada con Diego Rul. Todos ellos, además, tenían negocios en la Ciudad
miembros de las familias de la élite y de las familias de pequeños y media-
de México.
nos propietarios contaban entre sus bienes a esclavos. Aunque, como se
Aunque con variantes por las particularidades de los rubros produc-
puede apreciar en los cuadros siguientes, en el siglo XVIII no poseyeron
tivos, en otras regiones, como el centro de Veracruz, los propietarios
grandes esclavonías como las de las haciendas cañeras de las tierras vera-
de tierras dedicadas a la producción de azúcar y ganado, en un primer
cruzanas.29 Por censos económicos que contaron a mineros y esclavos, y
momento en el siglo XVI y luego en el siglo XVII, tuvieron una mentali-
por documentos notariales en los que se registraron quiebras y embargos,
dad empresarial semejante a la de los mineros guanajuatenses. A la usanza
sabemos que en el siglo XVI los mineros poseían cantidades considerables
de la época vincularon parte de sus propiedades a mayorazgos como un
de esclavos. Así es como encontramos a don Pedro Marfil, uno de los pri-
paso para alcanzar situaciones de privilegio. Sin embargo, conforme fue
meros propietarios de haciendas de beneficio, quien llegó a tener más de
pasando el tiempo se convirtieron en propietarios renteros, hasta que en
veinte esclavos.30
el siglo XIX se vieron compelidos a vender sus propiedades por deudas,
El éxito de los grandes empresarios mineros que hemos ido ras-
como es el caso de los bienes pertenecientes a la familia Hernández, algu-
treando se vio coronado con el otorgamiento de varios títulos de
nos de los cuales estuvieron vinculados al mayorazgo de la Higuera (El
nobleza; en efecto, en 1730 don Francisco Matías de Busto y Moya,
Grande, San Antonio Tenextepec, Mahuixtlan, etcétera).27
además de convertirse en caballero de Calatrava, adquirió el título de
Aunque no hemos podido identificar mayorazgos fundados con pro-
marqués de San Clemente. Para ese momento, don Francisco Matías
piedades de las familias mineras guanajuatenses, excepto las pertene-
y su familia habían invertido exitosamente en haciendas agropecua-
cientes al mariscalato de Castilla, los bienes adquiridos con la riqueza de
rias, inmuebles en las villas de León y Guanajuato y explotaban varios
las minas de Guanajuato en raras ocasiones permanecieron por más de
fundos mineros, principalmente en la mina de Guadalupe conocida
tres generaciones en la misma familia, verbigracia el marquesado de San
como Cata, pero también en Mellado y en las Ánimas. Sus haciendas
Clemente que se perdió en la tercera generación a consecuencia de las
más importantes eran las de Villachuato (Pátzcuaro) y San Joseph de la
múltiples deudas de sus empresas y de comportamientos que causaron
Cañada, en Silao.31 Al menos dos de los hermanos del marqués de San
escándalo y redundaron en la pérdida de honor y prestigio, como vere-
mos en el siguiente apartado.
28 Velázquez Gutiérrez, 2006, p. 123.
29 Naveda Chávez-Hita, 1987, p. 98.
26 Antonio Pérez Gálvez, conde de Pérez Gálvez, originario de Málaga, y Diego de Rul, conde de Casa Rul. 30 Archivo General de la Nación (en adelante AGN), ramo Tierras, 23, f. 98v.
27 Bermúdez Gorrochotegui, 1987; Santamaría Paredes, 2009. 31 AHG, Protocolos de Presos, caja 2, libro 4, fs. 165-173.

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Clemente, Antonio y Bartolomé, se asentaron en la jurisdicción de la explicitaría en su testamento las causas por las cuales no podía dejarles
congregación de Irapuato donde poseían las haciendas de Thomelopez herencia a sus amados hijos jesuitas.35
y Tamascatío.32 Por las descripciones que están en los documentos, donde se registran
Otra de las hermanas del marqués, Teresa Josefa de Busto y Moya, ade- las transacciones en las cuales estuvieron involucrados los esclavos de los
más de poseer varios esclavos, contaba entre sus numerosos bienes varias Busto, inferimos que la mayoría estaban dedicados a las labores de carác-
casas en la villa de Guanajuato y haciendas de producción mixta como ter doméstico, pues en ninguna escritura se especifican sus oficios. Ade-
la de Aguasbuenas (Silao), donde además de sembrar y criar ganado, se más, como se observa en el Cuadro 1, los registros notariales, incluyendo
beneficiaba el mineral extraído de las minas de la familia.33 De hecho, testamentos, permiten asumir que esta familia no poseía muchos esclavos,
sobre una de sus casas, ubicada en la calle del Cerero,34 se construyeron el a pesar de su privilegiada situación social y económica.
hospicio, el colegio y el templo de los jesuitas. Sin embargo, de los conflictos sociales en los que se vieron envueltos
Doña Teresa Josefa de Busto y Moya, recordada como ilustre matrona los Busto y que también fueron documentados en su tiempo, se des-
guanajuatense, promovió entre los mineros el proyecto de establecer un prende valiosísima información para reconstruir la vida cotidiana de la
colegio de la Compañía de Jesús en la villa de Guanajuato, con el obje- villa minera y las relaciones entre amos y esclavos. En efecto, los descen-
tivo de educar a los jóvenes de la villa sin necesidad de que se ausentaran dientes del marqués de San Clemente protagonizaron varios conflictos
de la casa paterna, y, además, con la intención de fortalecer la vida espi- familiares en los que sus esclavas domésticas y criadas mulatas jugaron un
ritual del resto de la población, coadyuvando a la labor del clero secular papel importante; estos casos fueron de tal envergadura que se ventilaron
que administraba la parroquia de Guanajuato y de otras órdenes reli- en varios juzgados civiles y eclesiásticos.
giosas como los betlemitas que atendían a los numerosos guanajuatense Uno de estos conflictos ya ha sido tratado en otros trabajos, por lo que
enfermos y los dieguinos. Para lograrlo, doña Josefa se dio a la ardua tarea solamente mencionaré que una de las hijas del marqués de San Clemente
de convencer a los mineros para que donaran dinero en efectivo y otro congenió con las esclavas domésticas a tal grado que compartían intimi-
tipo bienes para dicha obra pía. Es así como en el año de 1732 arribaron dades y espacios de descanso, es decir, dormían en la misma recámara.36
a la villa de Guanajuato los jesuitas que establecieron un hospicio y luego Además, las esclavas fueron protagonistas en una aventura amorosa entre la
edificaron el templo y el colegio de la Santísima Trinidad. niña Busto y su enamorado, un comerciante peninsular de apellido Balen-
El éxito de los jesuitas fue tal que se reflejó en varias vocaciones chana. La participación de las esclavas no se quedó en el simple acto lúdico
sacerdotales de guanajuatenses, en particular dos nietos del marqués de de colaborar en la redacción de las cartas de amor, sino que actuaron como
San Clemente, Francisco y José, hijos de doña María Manuela de Busto celestinas llevando y trayendo billetes y regalitos. La suerte de la esclava que
y Marmolejo y de don Domingo de Alegría, quienes ingresaron a la participó con mayor entusiasmo en este asunto no fue afortunada, pues en
Compañía de Jesús en sus años mozos y fueron expulsados en 1767, el transcurso del juicio, por incumplimiento de promesa de matrimonio
junto con sus demás correligionarios, de acuerdo a la Pragmática fir- contra su ama, fue vendida a un obrajero de la Ciudad de México, quien
mada por Carlos III. Años más tarde, doña Manuela, con amargura después de acusarla de ladrona la envío a trabajar a un obraje.
El nieto de don Francisco Matías de Busto y Moya, don Pedro, quien
32
era el heredero al marquesado, vivió una situación humana más trágica al
Archivo Histórico Municipal de Irapuato (en adelante AHMI), Protocolos de Cabildo, caja 1, libro 2, fs.
82v-84 y161-161v.
33 Esta hacienda es famosa por contar con aguas termales a las que los vecinos de la región les han
atribuido cualidades curativas. 35 AHG, Protocolos de Presos, 1760, f. 280v; AHG, Protocolos de Presos, 1773, f. 269v.
34 Ahora Lascurain de Retana. 36 AGN, ramo Clero Regular y Secular, vol. 79; Guevara Sanginés, 2000, p. 175.

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pretender contraer matrimonio con una mulata libre. La marquesa madre en aquella via y forma que mexor lugar haia en d[erec]ho otorgo que haorro y liberto
acudió a las autoridades civiles para que se aplicara la Pragmática de Matri- a la dicha Juana Getrudis de toda sujeción y captiverio para que desde oi en delante
de la fecha de esta pueda gozar y goze de su libertad adquirir bienes y hazienda tra-
monios, así que don Pedro terminó acusado de andar con malas compa- tar y contratar, hazer escriptura y obligaciones otorgar su testamento o cobdisilios y
ñías, encarcelado por ebrio y sin marquesado.37 Mientras que la mulata, mandar sus bienes a quien quisiere o le pareciere, litigar y parecer en juicio y hacer
Andrea Martínez, tuvo que residir sola y abandonada en Valladolid, todos los demas actos que hazer pueda y deven hazer las personas libres y no sujetas
mientras trataba de defenderse ante las autoridades eclesiásticas. Fue des- a captiberio y declaro que esta libertad, la hago por las causas y razones que llevo
pojada por la marquesa de sus dos hijos pequeños, quienes fallecieron poco referidas y por que el d[ic]ho Don Bartolomé de Busto, me ha dado y entregado los
después.38 Este caso que comentó de pasada David Brading en su libro ya dichos doscientos y sinquenta pesos en reales de contado a mi satisfacción sobre que
renuncio leyes de la entrega y su prueba, siendo condicion de esta libertad el que el
clásico, Mineros y comerciantes en el México borbónico (1763-1810), es un dicho mi hermano da dichos doscientos y sinquenta pesos en reales de contado a
reflejo de las relaciones desiguales en una sociedad estamental. El único cri- mi satisfacción sobre que renuncio leyes de la entrega y su prueva; siendo condision
men de Andrea Martínez fue ser descendiente de mulatos tributarios, según de esta libertad el q el dicho mi hermano da dichos doscientos sinq[uen]ta pesos,
el testimonio de los españoles, vecinos del Real de Minas de Comanja, por la dicha Juana Getrudis para su redempcion en quanto al captiverio pero, con
quienes declararon a favor de la marquesa de San Clemente que el cargo y gravamen de entrar en un combento beaterio, u otra clausura a servir de
criada y quando por accidente o falta de lic[enci]a de Su I[lustrísi]ma o del S[eño]r
[…] la expresada Andrea Martínez por quien se le pregunta es hija de Vicente Provisor sepa o huia la entrada a la d[ic]ha Juana en d[ic]ha clausura se ha de poner a
Martínez y de Manuela de Guzman vecinos que fueron del Real de Comanja, y estos la voluntad de dicho Don Bartholome, en su cassa o en la que le pareciere mas segura
fueron comúnmente tenidos, y reputados por mulatos moriscos, y por cuya calidad y que la d[ic]ha viva bien y honestamente, recoxida: sin tener lugar ni pretexto para
contribuian el real tributo en el citado Real de Comanja.39 cometer ofensas contra Dios cuia condicion yo el dicho Don Antonio acepto y doi
por acentada como contrato lisito.40

En cambio, es poco conocido el caso de la manumisión de una mulata


El texto es elocuente, don Antonio acepta que la esclava es su pariente,
llamada Juana Gertrudis, descendiente de un hermano del primer mar-
pero no está dispuesto a dejarla “suelta”, es preciso tenerla en “clausura”
qués de San Clemente, que a la letra dice:
o sujeta a don Bartolomé de Busto, progenitor de la susodicha esclava.
Libertad de esclava. Sepan quantos, la presente vieren como yo Don Antonio de Como es una situación de manumisión incompleta, el amo se cura en
Bustos y Xeres, vecino desta congregación de Irapuato tutor y curador adbona de las salud ante la autoridad real, ¿por qué?, ¿no hay afecto?, ¿Juana Gertrudis
personas de doña Antonia de Bustos, y mas sus tres hermanas, menores que queda- resulta una amenaza en la distribución de bienes de los Busto?, ¿es un
ron por muerte de Doña Micaela Barreto mi esposa difunta que hubimos y procrea- asunto de deshonor de la familia? En última instancia no sería ni el pri-
mos durante nuestro matrimonio. Dijo que por quanto por muerte de dicha doña mero ni el último de los actos de los Busto en el que su honor y prestigio
Micaela, entre otros vienes quedo una mulata nombrada Juana Getrudis esclava crio-
se vieron comprometidos, por no decir que resultó en escándalo, público
lla y nacida en mi casa la qual es blanca, lasia y sera de edad de veinte y cinco a[ño]
s a la qual por haver indicios de ser hija de Don Bartolomé de Busto mi hermano, el y notorio, como dirían en el siglo XVIII.
dicho se ha convenido conmigo en darme, doscientos y sinquenta pesos de su valor El Cuadro 1 está formado por algunos ejemplos del número de esclavos
y que le de la libertad, e yo por hazerle bien he venido en ello y poniéndolo en efecto que fueron objeto de transacciones comerciales realizadas por los miembros
de la familia Busto, en las que se vieron involucrados sus esclavos.41 En
37 Guevara Sanginés, 2000, p. 118.
38 Archivo Histórico Casa Morelos, Diocesano, Justicia, Procesos contenciosos, Matrimonios, caja 752,
exp. 428, Valladolid, 1788. 40 AHMI, Protocolos de Cabildo, caja 1, libro 2, fs. 179v-181.
39 Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, Sección Microfilm, Serie León, Rollo 24, 1786. 41 Datos obtenidos de las escrituras que se encuentran en el AHG, en los Protocolos de Cabildo, Presos y Minas.

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otras palabras, muestra las compras, ventas, alhorrías o declaración de bie- concluye Cuadro 1
nes en los testamentos. En el caso de los registros realizados por doña María Familia Busto Número de Datos del propietario Residencia Fecha
Lorenza de Reynoso, viuda del marqués de San Clemente, se refiere a los esclavos
esclavos que manumitió o vendió como parte de la ejecución del juicio de Busto y Xeres, capitán 2 Difunto. Juicio de Santa Fe de 1702-
sucesión a la muerte del marqués de San Clemente. Francisco de sucesión Guanajuato 1703
Busto, Ana de 2 Esposa de Joseph Santa Fe de 1700-
Cuadro 1 Velázquez de la Guanajuato 1702
Rocha
Familia Busto Número de Datos del propietario Residencia Fecha Busto, Joseph Antonio de 2 Clérigo presbítero Santa Fe de 1731
esclavos Guanajuato
Aranda y Saavedra, 6 Regidor y alcalde Santa Fe de 1710 Busto, Francisco Mathias de 6 Minero, marqués de Santa Fe de 1707,
Manuel de provincial de la Guanajuato San Clemente Guanajuato 1758
Santa Hermandad, Busto, Joseph de 3 Minero Santa Fe de 1701
capitán. Esposo de Guanajuato
doña Teresa Josefa Busto, Joseph Joachin de 1 Minero Santa Fe de 1731
de Busto y Moya Guanajuato
Busto y Alcocer, María 1 Casada Santa Fe de 1733 Busto, Matiana de 3 Santa Fe de 1700-
Gertrudis de Guanajuato Guanajuato 1707
Busto y Marmolejo, 1 Viuda de don 1780 Busto, Nicolás 2 Difunto Santa Fe de 1696
Gregoria Javiera de José Antonio de Guanajuato
Mendizábal Moya y Monroy, 1 Viuda del capitán Santa Fe de 1703
Busto y Moya, Andrés 1 Santa Fe de 1702 Francisca de Francisco de Busto Guanajuato
de y Francisco Xavier de Guanajuato y Xeres
Busto Moya y Monroy, Anna de 3 Viuda del gene- Santa Fe de 1709
Busto y Monroy, María de 1 Santa Fe de 1701 ral Damián de Guanajuato
Guanajuato Villavicencio
Moya y Monroy, 1 Santa Fe de 1696
Busto y Moya, Andrés de 3 Minero, alcalde Santa Fe de 1701, Francisca de Guanajuato
provincial de la Sta. Guanajuato 1702, Moya y Monroy, María de 2 Esposa de Pedro de Santa Fe de 1707,
Hermandad 1709 la Rea Guanajuato 1709
Busto y Moya, Josepha 1 Viuda de Manuel de Santa Fe de 1731 Reynoso y Manso, María 5 Viuda del primer Santa Fe de 1758,
Teresa de Aranda y Saavedra Guanajuato Lorenza de marqués de San Guanajuato 1760,
Busto y Moya, Juana de 2 Esposa del capitán Santa Fe de 1704- Clemente 1768
Antonio Sánchez Guanajuato 1731
Salgado, alcalde
ordinario

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Otra de las familias de grandes empresarios que poseía esclavos fue la México y apoderado del virrey Iturrigaray. En Guanajuato también parti-
Sardaneta y Legaspi, quienes en el siglo XVIII adquirieron el marquesado cipó políticamente como miembro del cabildo.
de Rayas después de arduos trabajos en sus minas, particularmente en De las declaraciones que le fueron tomadas durante el juicio por infi-
la de San Juan de Rayas. A diferencia de los Busto, los Sardaneta actuaron dencia que se le siguió en 1817, se desprende su postura como liberal,
más como empresarios modernos y arriesgaron en innovaciones tecnoló- quizá moderado. En las respuestas al interrogatorio a que se le sujetó, se
gicas, además tuvieron una postura política más radical (ilustrada) que afirmó como contrario a la explotación de mulatos y castas, lo cual no
tendía hacia la abolición de la esclavitud, no solamente en la práctica, le impidió ser propietario de esclavos. Su esposa, doña Ángela Llorente,
sino en el discurso que en ocasiones incluyó el reconocimiento de la valía se quejaría amargamente ante el cabildo de Guanajuato por el exceso de
de los trabajadores de origen africano, por lo menos es hacia donde nos préstamos a la Corona que se vio forzada a otorgar para la causa realista
ha llevado la documentación encontrada. y por los constantes asaltos a la hacienda de Burras de la que dependía,
En efecto, si bien algunas de las mujeres de esta familia vendieron y en buena medida, la manutención de su familia, mientras su esposo se
compraron varios esclavos durante el siglo XVIII, uno de sus miembros, encontraba encarcelado y sujeto a juicio por insurgente.45
don Antonio, abogado de la Real Audiencia, defendió el caso de un Doña María Teresa de Sardaneta, tía de don Mariano y esposa de don
niño sedicente hijo de esclava que fue depositado poco después de su Francisco de Guirles, acaudalado comerciante que invirtió en la minería,
nacimiento en la casa de una familia otomí, y que sus supuestos dueños se distinguió como empresaria minera y benefactora de los pobres de Gua-
reclamaron después de ocho años, en el momento en que el trabajo del najuato. En particular, a sus puertas fueron depositados numerosos niños,
niño mulato podía redituar ganancias a los amos. Sin embargo, erraron a los que acogió como hijos suyos. La más pequeña de sus hijos adoptivos,
en el tiempo legal, pues cuando hacen la denuncia, la ley sobre sujeción y en el juicio de sucesión como heredera, fue calificada de mulata. Doña
cautiverio había prescrito.42 Teresa, digna hija de su tiempo, a pesar de su generosidad y vida caritativa,
Además, los hijos de don Joseph de Sardaneta, en particular Vicente fue propietaria de varios esclavos. Es presumible que como comerciante se
Manuel, quien obtendría el título de primer marqués de San Juan de dedicara a comprar y vender esclavos, sin embargo, entre los documentos
Rayas, manumitieron a sus esclavos de acuerdo a los usos y costumbres registrados en los archivos notariales de Guanajuato se encuentran varias
de la época, es decir, generalmente lo que hacían era otorgar la libertad a cartas a través de las cuales manumitió a varios de ellos.
cambio de la cantidad de pesos que recibirían si los hubieran vendido En esta familia, como en las otras familias de la élite minera guanajua-
a un buen comprador.43 tense que estamos estudiando, hubo varios clérigos que también poseye-
Mientras que don Mariano Sardaneta, segundo marqués de Rayas, fue ron esclavos como se puede observar en el Cuadro 2, donde presentamos
identificado como miembro de la sociedad secreta de los Guadalupes y una pequeñísima muestra de las transacciones realizadas por los Sarda-
acusado de infidente varias veces entre 1809 y 1817 por su apoyo a los neta en las que involucraron a sus esclavos.
insurgentes con dinero, avituallamiento y en la organización de su sis- Por su parte, otra familia de la élite de la alcaldía mayor de Gua-
tema de espionaje,44 además de ser miembro del cabildo de la Ciudad de najuato, Bravo de Laguna, cuyos miembros residieron en la villa de
Guanajuato y en la congregación de Irapuato desde el siglo XVII, también
eran propietarios de haciendas agropecuarias y tuvieron intensas relacio-
nes económicas y de parentesco con los mineros de Guanajuato. Entre
42 Escriche, 1880, p. 213.
43 AHG, Protocolos de Presos, caja 2, libro 3, 1746, fs. 18r-19, 349-350 y 352-353.
44 AGN, Infidencias, vol. 91, exp. 1. 45 Biblioteca Armando Olivares, Fondo Reservado, Libro copiador de la Marquesa de Rayas, 1817.

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las dotes de sus hijas se encontraban esclavos para ayudar a “soportar las En cuanto a otra familia prominente de la región propietaria de esclavos,
cargas de la vida maridable”.46 Uno de ellos, don Juan Bravo de Laguna, la Septién y Montero, apuntamos que durante el siglo XVIII jugó un desta-
clérigo presbítero, en la década de 1730, tuvo un papel importante como cado papel económico y político en las ciudades de Guanajuato y Queré-
dirigente en la congregación de Irapuato, no solamente como cura de taro. Los varones de esta familia pertenecieron al ejército, se dedicaron al
almas, sino como líder comunitario y propietario de esclavos. comercio y a la minería, y participaron en las decisiones políticas regionales
como miembros de los cabildos de Guanajuato y de Querétaro.
Cuadro 2 Así es como encontramos a don Juan Fernando de Septién y Montero,
capitán de granaderos, comerciante y miembro del cabildo de Gua-
Familia Sardaneta Número Datos del propietario Residencia Fecha najuato, propietario de esclavos que entre 1745 y 1753 vendió y liberó a
de esclavos varios de sus esclavos.48 En efecto, en 1753, don Juan Fernando recibió
Sardaneta y Legaspi, 1 Capitán Villa de Santa Fe 1708
400 pesos de Gertrudis Bernabela, madre de la esclava María Francisca y
Antonio de de Guanajuato
abuela de la pequeña esclava María Antonia Laureana, por concepto de la
Sardaneta y Legaspi, 1 Presbítero Cerro de San 1704
manumisión de dichas esclavas, madre e hija.49
Antonio Pérez de Pedro, San Luis
Es de sorprender que en la segunda mitad del siglo XVIII y en los pri-
Potosí
meros años del siglo XIX no hayamos encontrado registros notariales que
Sardaneta y Legaspi, 11 Minero, alguacil mayor Villa de Santa Fe 1708,
den cuenta de compra-ventas, donaciones, dotes o testamentos en los
Joseph de del Santo Oficio de Guanajuato. 1731
Sardaneta y Legaspi, 7 Esposa de Francisco Villa de Santa Fe 1700-
que el conde de Valenciana, don Antonio de Obregón y Alcocer, y sus
María Theresa de de Guirles, notario de Guanajuato 1709
herederos mencionen a sus esclavos. Sin embargo, en la familia Alcocer
del Santo Oficio de la
sí hubo esclavos como se desprende de los siguientes ejemplos: en 1750
Inquisición, comerciante
el presbítero don Francisco Alcocer, vecino de Guanajuato, dio su poder
y minero
a don Antonio de Obregón, entonces vecino de Pénjamo, para que ven-
Sardaneta y Legaspi, 1 Villa de León 1708 diera un esclavo mulato llamado Zelidón;50 don Francisco además heredó
Pedro de de su madre doña Regina de Alcocer otras esclavas, María Antonia y
María Josepha.51
En la apreciación que hemos hecho sobre la importancia de los escla-
Otro clérigo que es frecuentemente nombrado en las crónicas irapua- vos como una inversión a la cual recurrir en casos de necesidad extrema,
tenses por su intensa labor como cura de almas es don Ramón Barreto encontramos un ejemplo elocuente en la venta de dos esclavos domésti-
de Tábora, quien también poseía varios esclavos.47 Tanto los Bravo de cos realizada en 1759. Los bachilleres en medicina don Joseph Alejo de
Laguna como los Barreto de Tábora realizaron varias de sus transaccio- Fuentes y don Manuel de Espinosa dieron fe del estado de salud de doña
nes económicas —vendieron o compraron esclavos— en la ciudad de María Antonia de Alcocer, tía de don Antonio de Obregón y Alcocer, a
Guanajuato a lo largo del siglo XVIII. quien declararon “dementada”.

48 AHG, en los protocolos notariales, registrados como libros de protocolos de Cabildo y de Presos.
49 AHG, Protocolos de Presos, caja 5, libro 10, 1753, fs. 264v-265v.
46 AHG, Protocolos de Cabildo, 1696. 50 AHG, Protocolos de Presos, caja 4, libro 7, 1753, fs. 317-317v.
47 AHMI, Protocolos de Cabildo, Libros 1, 2 y 3; Martínez de la Rosa, 1965; Martín Ruiz, 1999. 51 AHG, Protocolos de Presos, caja 7, libro 14, 1757, fs. 105-106v.

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Era necesario cuidar, alimentar, curar y comprarle medicinas a doña Algunos propietarios que no fueron empresarios, particularmente
Antonia, por lo cual su sobrino don Antonio Obregón solicitó licencia mujeres, vivieron de rentar o vender sus posesiones incluyendo sus escla-
al alférez de caballería y teniente general de alcalde mayor, don Francisco vos, más que de la producción de bienes materiales.
de Ochoa Elizalde, yerno del marqués de San Clemente, para vender dos Considero que aún no está agotado el tema, por lo que resulta perti-
esclavos propiedad de doña María Antonia, María Anastasia de 12 años y nente seguir trabajando en la reconstrucción de la historia de la vincu-
Francisco María.52 Los esclavos entonces fueron comprados por el dipu- lación entre esclavos y amos, así como comparar los resultados de otras
tado de minería don Francisco de Uribarren. investigaciones sobre élites, que incluyen el estudio de amos y esclavos.
Aunque no existe razón aparente para no darle crédito a la bonhomía Resulta de particular interés ligar el estudio de las regiones colindantes
de don Antonio respecto al tratamiento de su tía, lo cierto es que surgen a Guanajuato, pues comparten varios elementos socioculturales; en ese
innumerables interrogantes ante dicha situación. El caso es que en 1759, sentido, los trabajos sobre Querétaro realizados por Juan Manuel de la
Obregón se encontraba terriblemente endeudado en su aventura minera, Serna y Patricia Pérez Munguía sobre esclavos en la ciudad de Querétaro
es decir, estaba invirtiendo en la exploración de la mina de Valenciana y la tesis de Carmen González sobre las redes familiares y económicas de
con poco éxito y muchas pérdidas. Tardó todavía algunos años para la élite queretana,53 permitirán comprender mejor la diferencia entre el
alcanzar la bonanza que lo haría inmensamente rico y le permitiría adqui- propietario-empresario y el propietario de esclavos rentista.54
rir el título de conde de Valenciana.
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se observa una tendencia a la disminución del número de esclavos. de la colonización a la posrevolución, Cuerpo Académico Estudios
Por otra parte, los miembros de las familias empresarias de la élite Históricos de la Región del Golfo-Universidad Veracruzana, Consejo
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ocuparon a varios esclavos, ya fuera como donación o como bienes para la elite local”, en Luis Navarro García (coord.), Elites urbanas en
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fundar capellanías.

53 Esta tesis aborda, entre otros asuntos, a la familia Septién y Montero, propietaria de esclavos y
empresaria, y una de cuyas ramas se estableció en la ciudad de Guanajuato.
52 AHG, Protocolos de Presos, caja 8, libro 16, 1759, fs. 244v-245v y 252v-253v. 54 Serna, 1999; Pérez Munguía, 2010; González Gómez, 2007.

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144 145
ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012

Tierra y poder en Veracruz, de la colonización a la posrevolución,


Cuerpo Académico Estudios Históricos de la Región del Golfo-
Universidad Veracruzana, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología,
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2007 Historia económica de la empresa, Crítica, Barcelona, 574 pp. tra­scendencia de la práctica de la pesca entre los tres comunes:
Velasco Toro, José naturales, españoles y mulatos, como derecho inherente a los
2009 “La formación de la hacienda ganadera novohispana en el bajo habitantes de la laguna de Tamiahua y de la barra del río Tanhuijo.1 La
Papaloapan, Veracruz”, en Carmen Blázquez Domínguez (coord.), práctica cotidiana pesquera no se limitaba a la obtención de alimentos,
Tierra y poder en Veracruz, de la colonización a la posrevolución, sino que era tan suya que los residentes defendieron su derecho a obtener
Cuerpo Académico Estudios Históricos de la Región del Golfo-
Universidad Veracruzana, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología,
ganancias de ella, como desde siglos atrás lo hacían. Sin embargo, ese
Xalapa, pp 13-37. derecho no sólo significaba lo justo, puesto que era natural para los habi-
Velázquez Gutiérrez, María Elisa tantes de la zona lagunar, sino que, además, cada uno de los tres estamen-
2006 Mujeres de origen africano en la capital novohispana, siglos XVII y tos involucrados lo habían adquirido mediante merced real.2
XVIII,col.Africanía,núm.2,InstitutoNacionaldeAntropologíaeHistoria,México, Así, en la negativa del común de españoles a la paga del tributo en
515 pp. 1782, declararon que de los 180 barcos chinchorros, es decir, provistos
de redes para pescar, entre los de ellos y los de los indios apenas sumaban
30, perteneciendo a los negros y mulatos libres los 150 restantes. ¿Cómo
fue que la pesca, fuente vital de todos los pobladores, se convirtió para los
negros y mulatos de una actividad cotidiana en un estado de subordina-
ción, a un status de predominio? Este sitio privilegiado que lograron tener

* Dirigir correspondencia al Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales, Universidad Veracruzana, Diego


Leño 8, Centro, C.P. 91000, Xalapa, Veracruz, México, tel. (01) (228) 8-12-47-19, e-mail: fgomez@uv.mx
1 En los padrones coloniales se distinguió a los residentes en europeos, españoles y castas, indios y
mulatos; en este artículo uso indistintamente los nombres que los afrodescendientes se dieron a sí mismos
para identificarse y solicitar el no pago de tributo o bien que fueron utilizados por aquéllos que redactaron los
documentos que cito, a saber: negros y mulatos libres y pardos.
2 Nora Reyes Costilla sustenta la identidad étnica de los pardos en la sociedad del siglo XVIII (Reyes
Costilla, 2003), mientras que en esta ocasión se hace hincapié en la amplitud del espectro poblacional
donde la pesca no solo fue pilar de identidad para los afrodescendientes sino para todos los pobladores de la
jurisdicción al ser una de las fuentes principales de ingreso y sustento.

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en la esfera económica, lo explica el hecho de que una parte importante coloniales posteriores, la región estaba caracterizada por la abundancia
de la mano de obra afrodescendiente radicada en el área perteneció con el en recursos pesqueros y los naturales obtenían esa riqueza que les ofrecía
tiempo al cuerpo defensivo de las costas de Barlovento.3 la laguna. Con la llegada de los hispanos, la tributación en especie fue
Cabe resaltar que en la legislación colonial no existe la propiedad del impuesta a los indígenas del pueblo de Tamiahua, que en 1543 consistía en
agua en el sentido de propiedad privada absoluta, más bien se trata de la cuatro canoas y cuatro pescadores con fisga, nasa o jaula, cada seis meses.5
potestad de conceder el uso y aprovechamiento del agua; fue así que en Con todo, muy pocos españoles se interesaron en vivir en esos parajes
respuesta a las solicitudes de acceso a las riquezas acuícolas por parte de de comunicación difícil. Aquellos que lo hicieron obtenían ganancias de
los diversos estamentos, pudo ser otorgado simultáneamente o no a más las pesquerías. Las repetidas quejas y fallecimientos de los naturales, por
de un solicitante.4 lo excesivo de las jornadas de captura y beneficio de los productos de la
pesca, obligó a la Corona a legislar al respecto prohibiendo, con disposi-
ción emitida en 1585, que se obligase a los indios a trabajar en las pes-
Antecedentes: la importancia querías para beneficio de los españoles, siendo sustituidos por mano de
de la actividad pesquera en la región
obra esclava negra.6
Algunos antecedentes de la región permiten resaltar lo significativo de Algunos años después, los naturales reclamaron sus derechos de pesca
la actividad pesquera por representar una de las fuentes principales de y solicitaron la merced respectiva, que les fue otorgada el 1 de noviem-
riqueza de la zona; no obstante la práctica de la ganadería y de la agricul- bre de 1591. Sin embargo, la armonía no prosperó entre los estamentos
tura, la de mayor factibilidad fue sin duda la pesca, debido a las caracte- y ante la creciente presencia de los negros libres en el área, los afectados
rísticas geográficas y a la calidad del producto. A mediados del siglo XVI, levantaron quejas. El conde de Monterrey, Gaspar de Zúñiga y Acevedo,
Tamiahua fue descrita como una lugar inhóspito: “cabe la mar; es tierra salomónicamente confirmó el derecho de pescar a los tres grupos: natura-
llana y seca; no se dan las frutas de Castilla ni de la tierra; no tiene bue- les, españoles y pardos, derecho que fue ratificado por la Real Audiencia
nos montes ni minas, es tierra caliente”; circunstancialmente los atributos el 3 de junio de 1603; no obstante, los problemas persistirían entre la
naturales de la zona no habían sido descubiertos aún, y para la ambición población en su afán de garantizar el sustento mediante el acceso a los
de los colonizadores no ofrecía posibilidades para el enriquecimiento frutos de la laguna.
inmediato, pero en corto tiempo éstos encontraron en los productos de la El virrey Luis de Velasco descubrió a Tamiahua como puerto en la
laguna y la destreza de los indios una forma de obtener provecho. desembocadura de la laguna en 1590 y remontó el estero, conoció de las
Irremediablemente, la práctica de la pesca fue una de las fuentes seguras riquezas pesqueras y obtuvo la encomienda de esas tierras, mencionada
de ingresos para todos los pobladores del área. De acuerdo con reportes en la relación de la treintena que poseía el 17 de abril de 1597.7 El pue-
blo de indios constaba entonces de 184 tributarios que vivían en humil-
des chozas con sus familias.
3 Carmen Castañeda y Laura Gómez detallan la importancia del Censo de Población para la intendencia Hacia 1609, en el reporte del alcalde mayor de la jurisdicción de
de Guadalajara resaltando el hecho de que los documentos fuente para las intendencias de Guadalajara,
Veracruz y Coahuila no fueron consultados por Humboldt, por lo que se creía que no se habían terminado, Huauchinango, se asienta que de Tanhuijo a Tamiahua se hacían pes-
al menos para Guadalajara. Castañeda y Gómez, 2000, pp. 44-45. La buena noticia para la historia
colonial de Veracruz es la existencia de los cuestionarios que fueron base del Padrón Militar de 1790 y los
censos de población diferenciados en pueblos y residentes de ranchos y haciendas que han sido trabajados por 5 Melgarejo Vivanco, 1981, p. 142.
diversos investigadores abarcado casi todas las regiones, véanse Blázquez Domínguez, 1996; Valle 6 Melgarejo Vivanco, 1981, p. 144.
Pavón, 1996 y Gómez Cruz, 2008. 7 Torquemada, en Melgarejo Vivanco, 1981, p. 142, y Real Audiencia, también en Melgarejo
4 Serna, 2004, p. 180. Vivanco, 1981, p. 143.

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querías de robalo, sargo, mojarra y camarón en mucha cantidad, frutos que protegía el ingreso de barcas con cargamentos de sal, miel, vinos,
que se comerciaban en México y Puebla, trasladados hasta esas ciudades aceite y otras mercaderías que procedían de Campeche, Jamaica y otras
por medio de la arriería. “Entran grandes esteros de mar y surcan en latitudes; al parecer los bajeles debían atracar en las cercanías, porque la
ellos caimanes muy crecidos.” Además de los indios se beneficiaban de escasa profundidad de las barras impedía su ingreso, viéndose obligados
la actividad pesquera un catalán viudo, un flamenco casado, que tenía los comerciantes a la utilización de canoas para el traslado de los produc-
de caudal mil quinientos pesos, un canario y un mallorquín solteros.8 La tos al pueblo de Tamiahua, donde se realizaba la venta. Ocasionalmente,
demarcación lindaba al sur con Papantla, al norte con Pánuco y Tampico arribaban también “navíos de negros”.11 La zona se convirtió en receptora
y al poniente con la cabecera de la alcaldía, la ciudad de Puebla. de fugitivos y de comercio, ésas fueron otras de las razones que deter-
En ese mismo documento, el alcalde describe al pueblo de Tamiahua minaron a la Corona a formar compañías de milicianos pardos y negros
como libres para la defensa de sus intereses.
El 9 de marzo de 1677 Juan de Alvarado y Diego Martín, cabos de
[…] tierra baja y cenagosa […] por la parte del oriente lo cerca el mar y por el la escuadra de la compañía de pardos que estaba formada en el pueblo
poniente esteros, lagunas y pantanos […] de él a Méjico hay sesenta y cuatro leguas. de Tamiahua, presentaron ante el alcalde mayor de Huauchinango un
Es tierra calurosísima. Hay gran abundancia de mosquitos de muchos géneros […]
ruego mediante el cual expresaban las circunstancias de su condición
de Tanhuijo sale un estero o brazo de mar hasta Tamiahua, el estero deja hecha isla
entre sí y la mar, y se extiende hasta Tampico, que dista de Tanhuijo hasta veintiocho de milicianos y donde, en representación propia y de la gente parda,
leguas, hacia la costa […] parece un gran lago.9 negros y mulatos libres del pueblo de Tamiahua y de los demás solda-
dos de dicha compañía y pardos libres de aquella jurisdicción, decían
La pertenencia a cada estamento social traía consigo derechos y obligacio- que “[…] por mandamiento del señor Marqués de Mancera virrey que
nes. Al principio los naturales gozaron solos del privilegio de pesca, pero fue de este reino de su fecha de 22 de febrero de 1668, tenemos forma-
al poco tiempo se asentaron algunos españoles que encontraron ocupa- das compañías de soldados de nuestra nación donde estamos enlistados
ción en las pesquerías, como lo narra Fray Alonso de la Mota y Escobar y sirviendo a su majestad en todas las ocasiones que se ofrecen con
en 1609. La población parda no era predominante aún, sin embargo, nuestras armas y caballos por habernos obligado a ello nuestro alcalde
las circunstancias la convirtieron en la mejor opción para la explotación […]”12 Narraban también cómo, repetidamente, se enfrentaban contra
de la zona. Ellos desempeñaban también otras actividades económicas los corsarios ingleses que salían de sus guaridas que poseían en las cer-
importantes, como el cuidado de los hatos en las haciendas ganaderas y el canías de la laguna de Términos, desde donde continuamente salían a
cultivo y beneficio de la caña de azúcar.10 robar, y ellos, comprometidos ante las autoridades coloniales, los resis-
Paralelamente, el contrabando de mercancías y de esclavos se incre- tían cuantas veces intentaron invadir aquella comarca que protegían
mentaba cada vez más en las cercanías de la laguna, particularmente por- con toda vigilancia y cuidado, dejando a sus familias y de asistir al tra-
que el entorno geográfico era propicio. Los ríos de Tuxpan y Tanhuijo y bajo y ocupaciones.13
lo dilatado de las riberas envolvían las bocanas con exuberante vegetación
11 Toussaint, 1958, p. 299. El sentido de la expresión “navíos de negros” es imprecisa respecto de si
eran fugitivos o se trataba del comercio ilícito de esclavos, en todo caso la relevancia radica en reconocer a la
8 Cit. en Melgarejo Vivanco, 1981, p. 144. zona de Tamiahua como receptora de población afrodescediente.
9 Melgarejo Vivanco, 1981, p. 28. 12 Archivo General de la Nación (en adelante AGN), Padrones, vol. 40, f. 188; AGN, Tributos, exp. 11, fs.
10 Fray Alonso de la Mota y Escobar, en sus “Memoriales, 1609”, consigna la existencia de trece estancias 167-232, 27 de marzo de 1783.
de ganado mayor. Véase Mota y Escobar, 1992, vol.1, pp. 187-188. 13 AGN, Padrones, vol. 40, f. 189.

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Por ello, en reconocimiento a los servicios prestados, solicitaban la Además manifestaban que en esos territorios no contaban con ninguna
dispensa de tributar. Así, en 1679, los negros y mulatos libres, por per- otra forma de subsistencia y que las pesquerías eran el justo premio a sus
tenecer a la milicia que resguardaba las costas de Tamiahua, consiguieron fatigas y peligros a que estaban expuestos.15 Es probable que a pesar de
la exención del tributo de acuerdo con la cédula enviada por el virrey, su doble rol de pescadores-milicianos, sin señalar en el correspondiente
arzobispo fray Payo Enríquez de Rivera, fechada el 18 de septiembre del rubro de ocupación en el padrón, sólo aparezca la de milicianos, por ser
año mencionado. En dicho puerto habían sido formadas compañías de la causa principal de la exención tributaria.
infantería y de caballería. Circunstancias que fueron recordadas puntual-
mente en 1782 como parte de la argumentación esgrimida para evitar ser
alistados como tributarios.
La pesca y la resistencia a tributar en 1782
por parte de los afrodescendientes
Medio siglo antes habían pretendido la exclusividad en la explotación
pesquera del litoral, pero encontraron resistencia entre los españoles y En 1782, hubo un intento más de parte de las autoridades novohispanas
naturales, con quienes disputaban las riquezas de ese territorio. Aunque de obtener recursos por medio del tributo, ordenando se llevara a cabo el
sí lograron consolidar el vecindario, ya que en 1708 habían comprado en censo de todos aquéllos que vivían en las costas y obtuvieran ingresos de
250 pesos los terrenos que formaron el fundo legal, que de inicio dividie- la pesca, pero la medida encontró, una vez más, la firme oposición de los
ron en 180 solares y en ellos construyeron 270 casas. residentes de la región de Tamiahua, en especial de los pardos, mulatos y
Así, cuando en 1732 hubo la solicitud de los indios de Tamiahua para negros libres. Respuesta que provocó cierto temor de las autoridades loca-
que se les permitiese la pesca en el río, los pardos libres y mulatos mili- les que se abstuvieron de realizar la matrícula de marina, porque los par-
cianos se enfrentaron a ellos y también a los españoles del propio pueblo dos milicianos, a través de sus representantes, argumentaron ser dueños
por la posesión de aguas y el derecho de pesca; en los alegatos fue sacado del río de tiempo antiguo, mostrando los documentos que les acreditaba
a relucir el título de composición que habían obtenido “sus mayores”, de contar “con perpetua gracia y merced de pescar en la barra del pueblo de
unos y otros, mediante el pago a la Corona.14 Tamiahua, ríos, lagunas y esteros de la jurisdicción”.
En respuesta, la decisión real fue excluir de la cuestionada matrícula En marzo de 1782, luego de que todos los pardos milicianos fueron
de tributarios a los empleados en la milicia, y siendo milicianos los par- alistados como tributarios, los del batallón de pardos de Tamiahua, por
dos de Tamiahua, como lo probaron por medio de sus representantes, se medio de su apoderado en México, iniciaron trámites ante el virrey exi-
determinó no alistarlos. Sin embargo, éstos también suplicaban fuera res- giendo se les mantuviera el respeto al fuero de que disfrutaban como
petado su derecho de pesca en la ribera del mar y en los ríos, soldados milicianos de la costa de Barlovento y la exención del pago de
tributos. “Como dichos pardos están en el concepto de no pagar tributo,
[…] en virtud de composición real que obtuvieron sus mayores, siendo virrey de sirven persuadidos que si los [tenientes de] justicia [proceden a] cobrar-
esta Nueva España el Excmo. Señor Conde de Salvatierra, como lo manifiesta el real los es un robo manifiesto que les hacemos; y que más bien desertarán de
título librado el 5 de abril de 1744, en que se percibe haber servido a su majestad la jurisdicción o se huirán a los montes, que pagar; y [si] se les estrecha
con la cantidad de dos mil pesos por esta perpetua gracia y merced de pescar general-
a la paga sin duda cometerán el exceso de resistirla y provocar funestas
mente en la barra del pueblo de Tamiahua, ríos, lagunas y esteros de la jurisdicción
de Huauchinango. Por ella satisficieron lo correspondiente al real derecho a media consecuencias.”16
anata y habían estado en quieta e inalterada posesión de pescar.

15 AGN, Padrones, vol. 40, fs. 183v y 184.


14 Melgarejo Vivanco, 1981, p. 139. 16 AGN, Padrones, vol. 40, f. 170.

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Para evitar éstas, el cobro de los tributos fue suspendido en espera de Ya para 1788, Tamiahua contaba con 40 familias de españoles, 460 de
la respectiva orden por el teniente de la provincia, indicaba el agente indios huastecos y mexicanos y 400 familias de mulatos y negros milicia-
Casahonda en la carta remitida a la autoridad superior el 14 de enero de nos que estaban libres de tributos por ocuparse de resguardar el puerto
1782, afirmando que el puerto de Tamiahua y territorios aledaños no y la costa.19 La población indígena había logrado recuperarse numérica-
estaban sujetos a la intendencia de Veracruz sino a la de Puebla, y por mente hablando y los mulatos y negros mantenían unidad y prestigio por
tanto, los pardos milicianos estaban libres de tributo al igual que el resto su pertenencia a los batallones; también demostraban experiencia en la
de las milicias poblanas. Esta información es parte del expediente inte- defensa de sus intereses utilizando los canales apropiados dentro del sis-
grado a partir del intento de las autoridades de la jurisdicción de Huau- tema colonial. De modo que cuando el alcalde mayor de Huauchinango
chinango por alistar a los pardos y mulatos libres de Tamiahua, quienes recibió la orden de matricular, por medio de sus comisarios, a todas las
no sólo se opusieron férreamente a ello sino que inmediatamente realiza- personas para el servicio de la marina que en las costas, bocas de barras y
ron gestiones para lograr sus deseos.17 ríos navegables de Barlovento se ejercitaban en la pesca, los diversos esta-
Entretanto les era comunicada la respuesta a sus peticiones, los pardos mentos involucrados respondieron negativamente.20
supieron defenderse y no permitieron el alistamiento. Por su parte, el sub- Los pardos fueron los primeros en oponer resistencia al alistamiento,
delegado de Tamiahua notificaba que no se había realizado la matrícula de aduciendo que se les debía respetar el derecho de pesca, porque estaban
los habitantes de esas costas, porque éstos aducían que el río era suyo en ciertos de contar con él, ya que poseían los documentos que eran prueba
virtud de una real cédula, que conservaban en su poder de tiempo antiguo, de que sus mayores lo habían obtenido mediante composición real con-
“por cuya causa no deben estar sujetos al cuerpo de marina y sí gozar del cedida en 1744, como ya se mencionó antes. Así, en 1790, los pardos
privilegio de la pesca sin impedimento, cuya representación han hecho continuaban negándose a ser matriculados. Y dado que aún no se resolvía
presente a Vuestra Excelencia para que resuelva lo que fuere de su mayor el litigio por las autoridades, los padrones fueron levantados consignando
aprobación”. El funcionario local, en fin, solicitaba indicaciones al respecto, en ellos las ocupaciones de todos los hombres susceptibles de tributar,
es decir, si se debía omitir o no la matrícula de ese pueblo y en caso de sos- españoles, mestizos y pardos. Para Tamiahua dicho censo registró 336
tenerse la orden de formación de la lista, se ordenara al teniente de justicia españoles, 58 castizos, 95 mestizos y 434 pardos.21 Paradójicamente, en
no impedirlo y así poder proceder a la formación del citado cuerpo de el rubro de ocupación pocos mencionaron ser pescadores, declarándose
matrícula de marineros del pueblo de Tamiahua.18 muchos de los pardos residentes en el pueblo de Tamiahua y alrededores
En ese periodo, la función protectora de los pardos y negros libres únicamente como milicianos. Las compañías de Tihuatlán, Temapache
era de capital importancia porque el resguardo del puerto controlaba el y Tuxpan tampoco hicieron notoria referencia a la pesca, pero el hecho
acceso de productos extranjeros que estaban prohibidos por la legislación de contar con las mercedes que les aseguraba el derecho de practicarla
colonial, de modo que la tarea de perseguir piratas y contrabandistas se demuestra como dicha actividad fue connaturalmente parte de la iden-
realizaba, frecuentemente, a todo lo largo del litoral del Golfo de México. tidad regional. De acuerdo con Alcedo, la riqueza de la laguna se debía a
La respuesta a los pedigüeños abarcó varios años, entretanto las autorida- que entraba un brazo de mar y abundaban los peces; además el agua salo-
des novohispanas lograron levantar el censo. bre propiciaba la abundancia de camarón.22

19 Meade, 1962, p. 299, tomado de Alcedo, 1789, pp. 6 y 29.


20 AGN,Padrones, vol. 18, Censo de 1793, f. 182.
17 AGN, Tributos, exp. 11, f. 169, carta de Juan Ruiz Palacio de 20 de febrero de 1787. 21 AGN,Padrones, vol. 18, Censo de 1793, cit. por Herrera Casasús, 2004, p. 242.
18 AGN, Padrones, vol. 40, f. 184. 22 Alcedo, 1789, p. 29.

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El Padrón Militar de 1790 Ese entorno pesquero les proporcionaba un medio de vida seguro, com-
y la actividad pesquera plementado con las actividades agrícolas, además de las aves de corral,
el ganado de cerda y algunas reses. También habían logrado levantar
En el contexto regional, el pueblo de Tamiahua aparece como centro
sus viviendas en solares propios. Asimismo, habría que recordar que en
pesquero y punto de comercio, muy habitado. La relación con el entorno
su tiempo el virrey Antonio Álvaro Sebastián de Toledo, marqués de
serrano fue de vital importancia. Tamiahua fue el acceso a las riquezas
Mancera, les había otorgado licencia para ceñir espada y daga a los pardos
agrícolas y forestales de la Sierra Madre Oriental en íntima relación con
milicianos como soldados del rey, con la distinción de que aquéllos que
la costa. Era el puerto más utilizado y reconocido para el comercio a
tuviesen pesquerías podían tener a su costa arcabuces, pólvora y municio-
pesar de que, paulatinamente, los azolves de la barra impedían el ingreso
nes, y los que no, debían tener lanzas.25 Es decir, que para las autoridades
cómodo y seguro; por ello en el siglo XVIII las embarcaciones atracaban
virreinales quedaba claro que la práctica de la pesca redituaba ingresos
preferentemente en el vecino Tuxpan.23
suficientes para costear armas y municiones.
Con todo, la existencia de cinco compañías de milicianos a cargo
Sin embargo, el asunto de ampliar el número de tributarios con los habi-
del resguardo del área fue determinante para la apropiada defensa de la
tantes de la jurisdicción de Tamiahua se fue tornando cada vez más difícil.
zona. Respetando la división administrativa y los planes defensivos de
Los asentados en las costas argumentaron que no debían ser matriculados
la Corona española, se realizó el Padrón Militar de 1790 en el que fueron
en la marina porque ya eran milicianos y no debía impedírseles pescar a
anotadas las características de los hombres que integraron las compañías
pesar de no ser matriculados, pues los españoles, en su caso, gozaban de ese
de la jurisdicción de Huauchinango. Las compañías correspondían a los
privilegio adquirido por sus mayores, quienes habían logrado mediante una
pueblos de Tamiahua, Tuxpan, Tihuatlán y Temapache. Los destacamen-
composición real hacerse con él. Por su parte, los indios también mostraron
tos de pardos, mulatos y negros libres con sede en Tamiahua eran los más
conservar los documentos que acreditaban tener permitida la práctica de la
numerosos, uno de infantería y otro de caballería. La imagen de cuáles
pesca; se quejaban además de que los pardos, respecto de los derechos sobre
eran las condiciones de vida de los afrodescendientes la proporciona
el río y esteros para la práctica de la pesca —que les dejaba buenas ganan-
someramente el reporte colonial sobre el pueblo:
cias—, hacían parecer la merced que tenían como el permiso de hacerlo de
El pueblo de Tamiahua está fundado a las márgenes del río en un plan bajo y despe- forma exclusiva. Estos alegatos alarmaron a los españoles que defendieron
jado […] Tiene la población muchas proporciones con las pescas a que se dedican sus fundados derechos mediante la presentación de los documentos que
comúnmente los milicianos matriculados y los vecinos, con cuyo ejercicio y sin avalaban su dicho. En el litigio reconocían estar enterados que los pardos
pereza lo pasan muy bien, ganando competentemente un diario que les facilita ves- también contaban con la composición real que les autorizaba a pescar, pero
tirse a sí y sus familias. Dicho pueblo a más del ejercicio expresado que es en tempo- se oponían a que la merced de los pardos les otorgase el derecho exclusivo a
radas del año, goza de buenas tierras, en las que hace siembras de maíz y frijol, por
ellos, y pedían se resolviera el asunto respetando los derechos del común de
la abundancia de aguas, crían mucho ganado mayor, cerdos y todo tipo de aves. Su
temperamento es cálido.24 españoles y de los naturales:26

Que la verdad hacemos a usted patente —decían los españoles— el […] informe el
citado despacho, dando a entender que la merced del año de 1644, reconocía el dere-
cho de pesca primero a los naturales y segundo a los españoles, y tercero los negros y
23 Según Antonio de Alcedo, el puerto de Tuxpan era capaz de recibir hasta cincuenta embarcaciones,
mientras que Tamiahua contaba con una bahía más reducida. Véase Alcedo, 1789, pp. 6 y 29.
24 AGN, Padrones, vol. 18, f. 1, Padrón militar de la jurisdicción de Tamiahua, año de 1791, cit. por 25 Regla establecida el 22 de febrero de 1678.
Escobar Ohmstede, 1998, p. 66. 26 AGN, vol. 40, f. 32v.

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pardos libres, esto supuesto se [h]a practicado […] siempre se han quedado descon- tributar fueron, en orden descendente, numéricamente hablando, las
tentos […] y de esto se han seguido continuas discordias fundadas en antojos vanos de labrador, domador, carpintero (probablemente calafate residente en
[…] Pedimos y suplicamos que habiendo por presentados los dos repartimientos Tamiahua), sastre, soldado, vaquero y sillero (que elabora sillas de mon-
listados se sirva mandar, hacer y determinar en todo cuando referimos […] firman
Pedro Rodríguez Pinillos, Bartolomé […]27
tar). Las de domador y sillero pueden ser asociadas a la arriería, actividad
complementaria del movimiento mercantil. Entre los españoles residentes
Y continuaban protestando los españoles de la injusta pretensión de los de los pueblos de Tuxpan y Tihuatlán tampoco se registró el oficio de
pardos de gozar ellos de exclusivo derecho de pesca, mencionando que: pescador, predomina el de labrador y se asentó la existencia de un sastre,
un vaquero y un soldado sumando en total 25 individuos.31
[…] Siendo ciento ochenta canoas las que se reparten en los lances de la pesca del Mientras que en la compañía de caballería residente en Temapache la
camarón, las que gozan los indios y españoles son treinta y las demás han gozado y ocupación que prevalece es la de ranchero. Entre los cuarenta soldados y
gozan los pardos en que habiéndose contravenido parece que han demostrado ante- aquéllos que poseían grado, se reporta que todos gozaban de buen estado
rior disposición para obtenerlo en mas, sobre lo que protestamos […] no ejecután- de salud. Del conjunto destaca la presencia de sólo dos comerciantes y
dose como tenemos pedido sobre que imploramos justicia. Firman Pedro Rodríguez los de mayor jerarquía económica sumaban apenas catorce.32
Pinillos, Bartolomé […]28
En Tihuatlán, por otra parte, en la compañía de caballería ahí resi-
dente, las ocupaciones se reducían a sólo tres: ranchero, labrador y car-
Los vecinos de Tamiahua conservaron celosamente los documentos origi-
pintero. Dos carpinteros, 26 rancheros y 25 labradores. Lo que si destaca
nales que testimoniaban que sus antepasados habían adquirido el derecho
es la antigüedad en ella, que va de nueve años como máximo hasta aqué-
de pesca y manifestaron sus méritos, pobreza y necesidad para ser dis-
llos que tenían tan sólo un año. Es decir, que dicho cuerpo de españoles
pensados del pago de un tributo. En las consideraciones, las autoridades
se organizó en 1782, aproximadamente.
reales exponían que con los documentos presentados por los pardos que-
En la compañía de caballería con residencia en Tihuatlán, todos
daba acreditada la existencia en Tamiahua de una compañía de milicianos
los integrantes también fueron considerados en buen estado de salud,
pardos, pero no quedaba claro quiénes eran milicianos, por tanto era
excepto don Joaquín de Herrera, que encabezaba la lista, con 60 años de
necesario enviar la lista con la filiación necesaria que mostrara el estado
edad, reportado como enfermo.
vigente, fue así que el padrón se elaboró cuidando de no incomodarlos.29
La revisión de las ocupaciones de los integrantes de las cinco compañías
El promotor fiscal procuraría se guardara el privilegio a los exentos por
pertenecientes a la jurisdicción de Tamiahua y dependientes de Huau-
estar filiados en las milicias, así como incluir a todos aquellas personas
chinango, muestra que no existía una diferencia ocupacional importante
que debieran tributar.30
entre los milicianos de infantería y los de caballería. En ambas secciones
En el censo de españoles y castas de todos los pueblos de la jurisdic-
existían labradores, rancheros, carpinteros y sastres. La pesca como ocupa-
ción las ocupaciones declaradas por los hombres solteros en edad de
ción principal declarada no es la mayoritaria, no obstante el hecho de ser
una actividad ancestral de los habitantes del área lagunar.
27 AGN, Padrones, vol. 40, f. 44. Dentro de ese limitado espectro económico, la pesca era símbolo de per-
28 AGN, Padrones, vol. 40, f. 44v.
29 Es pertinente resaltar la importancia que guardan el Padrón Militar de 1790 de la jurisdicción de
manencia e identidad, pues proporcionaba ingresos y alimento a las familias,
Huauchinango y el Censo de Población de la misma, que comprendió familias de ranchos y haciendas,
incluidas las familias de indios tributarios, para la historia demográfica de Veracruz, en la medida en que el
territorio de esa jurisdicción comprende los pueblos de la costa que fueron incorporados a Veracruz en 1853. 31 AGN, Padrones, vol.40, Jurisdicción de Tamiahua, f. 222.
30 AGN, Padrones, vol. 40, Jurisdicción de Tamiahua, doc. núm. 3, f. 230. 32 AGN, Padrones, vol.40, Jurisdicción de Tamiahua, f. 203.

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sin importar el estamento social al que se perteneciera. La barra de Tamiahua El 18 de marzo de 1793, cuando apenas se había concluido el levanta-
era de muy escaso fondo, transitable únicamente en unas pequeñas canoas, miento del padrón, el poblado sufrió un devastador incendio. Según un
es decir, no había una fuerte tradición marinera, pero sí pesquera. testigo que se encontraba en su choza, cuando escuchó el grito de alarma,
Por último, los habitantes de la villa de Tamiahua mantenían lazos ¡fuego, fuego!, sin dudarlo, se sumó al vecindario que en tropel se dispo-
fuertes con la laguna y con los frutos que ésta les proveía. Por ello llama nía a combatir las llamas, las cuales, avivadas por el viento del norte que
la atención que entre las ocupaciones declaradas en el listado de milicia- soplaba, arrasaron los techos de 105 casas. La mayor parte de los habi-
nos se reporten como pescadores sólo de manera extraordinaria. Así, de tantes resultaron afectados. Según testimonio de Nicolás García, mulato,
285 individuos de 1ª clase, 22 de 2ª y 76 de 3ª, que suman un total el incendio ocurrió en pleno día y ante el bullicio, corrió a ver lo que
de 383 milicianos, se cuentan únicamente ocho individuos que declaran pasaba. El incendio comenzó en los arrabales del pueblo: Nicolás García
como su ocupación la de pescador.33 cuenta haber visto cómo el viento arrancaba parte de los techos en llamas
Los territorios y pueblos que integran la región son todos pertenecien- y los arrojaba sobre otros consumiéndose las casas de madera. Las flamas
tes a la jurisdicción de Tamiahua, que incluye a los ranchos y haciendas, se propagaron a las casas reales y a la cárcel, extinguiendo también la del
al propio pueblo de Tamiahua y, sobre todo, al sistema pantanoso que la comandante de milicias y todas las del sur. Otro testigo fue el teniente
caracteriza. Por los esteros transitaban las canoas, y en los bajos se colo- don Juan Gutiérrez Palacio, teniente general de las milicias. Sólo se pudo
caban las cribas para la pesca del camarón. Además, se tiene noticia que salvar el archivo del juzgado.34
el pueblo fundado a las márgenes del río estaba expuesto a inundaciones, En marzo de 1795, Agustín de Souza, juez visitador del obispado de
pues en la temporada de lluvias las crecientes provocaban desbordamien- Puebla, pasó por la parroquia de Santiago Tamiahua, servida con sacrista-
tos inundando las calles y los vecinos amarraban sus canoas en las puertas nes y campaneros que la cercana ranchería de Acala proporcionaba sema-
de las casas, y como la población quedaba sitiada por el agua, las familias nalmente y que le pidieron a Souza ser relevados de tan oneroso servicio.
subían a los tapancos para subsistir, saliendo desde ahí a sus actividades, El sitio donde estuvo levantada la iglesia, que Souza describe de madera
comúnmente de pesca. De acuerdo con el Censo de Población residían y paja, la protegía de las frecuentes inundaciones, pero sus materiales
en Tamiahua 24 familias de españoles con 129 hombres blancos y 412 de construcción no resistieron y fue derribada por el huracán en el año de
familias mulatas con 2 436 integrantes de todas las edades. 1805, por lo cual se decidió cambiar el emplazamiento de la iglesia a otro
Pasado el litigio que se ha documentado, el pueblo entró en un lugar donde estuviera protegida de los vientos. El nuevo sitio tenía un
periodo de tranquilidad y la vida cotidiana continuó su rutina; en tem- valor de 500 pesos; esto se sabe porque en ese precio acordó su compra
porada de cosecha del camarón todos participaban, incluso los clérigos un negociante que deseaba construir en él su negocio, sin embargo, a
solicitaban el diezmo en los mejores productos de la laguna: el camarón pesar de haberse pagado por el lugar la mitad de su valor, el alcalde don
blanco y el pescado fino. Pero les acechaba la desgracia: el arribo de naves Francisco de Paula Mora impidió que se realizara la operación de com-
esquivaba la llegada a esos lares y preferían detenerse en Tuxpan, y el tono pra-venta del terreno que, finalmente, fue ocupado por la nueva iglesia, la
de la defensa de sus bienes debió hacerse más alto ante el incremento de cual, esta vez, sería de cal y canto.35
las demandas de tributación: los milicianos amenazaban con quemar el Esas calamidades y el azolve del río, aunados a otras circunstancias,
pueblo si les retiraban el permiso de pescar, sin comprometerse a entregar marcaron el fin del puerto de Tamiahua: el polo portuario regional que
nada más allá de las arduas jornadas que la vigilancia de las costas exigía.
34 Melgarejo Vivanco, 1981, p. 158.
33 AGN, Padrones, Jurisdicción de Tamiahua, doc. núm. 3, fs. 179-183. 35 Melgarejo Vivanco, 1981, pp. 155-156.

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había sido durante el periodo virreinal se trasladó a Tuxpan junto con las Escobar Ohmstede, Antonio
familias españolas que lo prefirieron por considerarlo más seguro y viable. 1998  De la costa a la sierra, las huastecas, 1750-1900, Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social/
Instituto Nacional Indigenista, México.
Comentarios finales Gómez Cruz, Filiberta
2008  “Huellas de diversidad racial en la Huasteca veracruzana, Ozuluama
Finalmente, puede afirmarse que en el confín de la región ganadera, la 1790”, en Diáspora, nación y diferencia. Poblaciones de origen africano
laguna de Tamiahua constituía un nicho pesquero excepcional. Como en México y Centroamérica, Memoria del Congreso Internacional
actividad cotidiana, la pesca logró convertirse en símbolo de permanencia celebrado en el puerto de Veracruz, México, 10 al 13 de junio de
2008. Versión electrónica. ISBN: 968-864-450-1.
e identidad, pues el entorno lagunar proporcionaba ocupación y alimento Herrera C asasús, María Luisa
a las familias de los diversos estamentos sociales. La población desarrolló 1989 Esclavitud del negro en la huasteca, Miguel Ángel Porrúa, México.
fuertes lazos con la laguna y con los frutos que les proveía. El servicio 2004 “Incidencia de la raza africana en la Huasteca”, en Jesús Ruvalcaba
de guardar los intereses de la Corona les procuró ciertos privilegios a los Mercado, Juan Manuel Pérez Zevallos y Octavio Herrera (coords.),
afrodescendientes. El hecho de ser pardos, mulatos y negros libres, de La Huasteca, un recorrido por su diversidad, Centro de Investigaciones
pertenecer al grupo que proveía el mayor número de soldados y la utiliza- y Estudios Superiores en Antropología Social/El Colegio de San Luis,
A. C./El Colegio de Tamaulipas, México, pp. 231-248.
ción de los cauces legales apropiados para no tributar, les permitió lograr Meade, Joaquín
la autorización pertinente y ejercer plenamente el derecho de pesca. 1962  La Huasteca veracruzana, pról. de Leonardo Pasquel, col. Suma vera-
El análisis de la pesca y el comportamiento de los afrodescendientes en cruzana, serie Historiografía, Citlaltépetl, Jalapa.
la región de Tamiahua pone en evidencia la evolución de ese segmento Melgarejo Vivanco, José Luis
de la población de Tamiahua; en ella los pardos, a la par que incrementa- 1981  Tamiahua, una historia Huaxteca, Ediciones Punto y Aparte, Jalapa.
ron su número, paulatinamente se apropiaron de la costa y la dominaron, Mota y Escobar, Fray Alonso de la
1992 “Memoriales, 1609”, en Martha Poblett, Cien viajeros en Veracruz.
proceso donde la cotidiana actividad pesquera fue determinante. Crónicas y relatos, vol. 1, Gobierno del Estado de Veracruz, Xalapa,
pp. 133-200.
R eyes Costilla, Nora
Bibliografía 2003 “Conflicto étnico, poder local y recreación de la memoria de los par-
A lcedo, Antonio de dos de Tamiahua”, en Juan Manuel Pérez Zevallos y Jesús Ruvalcaba
1789  Diccionario geográfico-histórico de las Indias Occidentales ó América, Mercado (coords.), ¡Viva la Huasteca! Jóvenes miradas sobre la región,
vol. 5, Imprenta de Manuel González, Madrid. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología
Blázquez Domínguez, Carmen et al. (coords.) Social/El Colegio de San Luis, pp. 85-112.
1996  Población y estructura urbana en México, siglos XVIII y XIX, Universidad Sandre Osorio, Israel
Veracruzana/Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora/ 2009 “Reforma agraria y distribución de las aguas del río Tepotzotlán,
Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, México, 401 pp. Estado de México, 1898-1935”, en Áquiles Omar Ávila Quijas,
C astañeda, Carmen y Laura G. Gómez Jesús Gómez Serrano, Antonio Escobar Ohmstede y Martín Sánchez
2000 “La población de Guadalajara de acuerdo con el Padrón Militar y el Rodríguez (coords.), Negociaciones, acuerdos y conflictos en México,
censo de la intendencia de 1793, Historias, Revista de la Dirección siglos XIX y XX, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores
de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e en Antropología Social/El Colegio de Michoacán/Universidad
Historia, México, núm. 45, pp. 45-66. Autónoma de Aguascalientes, 2009, pp. 177-263.

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ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012

Serna, Juan Manuel de la


2004 “Las milicias de pardos y mulatos en las costas de la Nueva España: el
Golfo de México y las costas del Mar del Sur”, en María del Rosario
Rodríguez Díaz y Jorge Castañeda Zavala (coords.), El Caribe: víncu-
los coloniales y contemporáneos. Nuevas reflexiones, debates y propuestas,
Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora/Asociación
Mexicana de Estudios del Caribe/Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo, Morelia, 2007, pp. 181-203.
Toussaint, Manuel
1958 La conquista de Pánuco, El Colegio Nacional, México.
Valle Pavón, Guillermina del
1996 “Distribución de la población en el espacio urbano de Orizaba en 1791”,
en Carmen Blázquez Domínguez et al. (coords.), Población y estructura
urbana en México, siglos XVIII y XIX, Universidad Veracruzana/Instituto
de Investigaciones Dr. José María Luis Mora/Universidad Autónoma
Metropolitana-Iztapalapa, Xalapa, pp. 129-161.

ENSAYO

164
En busca de experiencias y vida cotidiana
de los afromexicanos en la época colonial*

Patrick J. Carroll**

N
umerosos investigadores han hecho notables esfuerzos
por recuperar el testimonio de los afromexicanos sobre sus
experiencias y su vida diaria en el virreinato de Nueva España.
Sin embargo, muchos estudiosos han señalado también que las poblacio-
nes subalternas o marginadas, como es el caso de la población afromexi-
cana, apenas parecen tener una voz histórica directa.1 El testimonio de
los afromexicanos es infrecuente en las fuentes primarias y siempre está
documentado por personas que no pertenecen a esa comunidad. En las
raras ocasiones en las que podemos acceder a su testimonio directo, éste
está ya distorsionado tanto por el contexto en el que aparece este dis-
curso, como por cierta reserva o prevención de los informantes respecto a
su auditorio.
En resumen, los pocos documentos que recogen los testimonios
afromexicanos, o bien son escasos, o bien se hallan en un contexto en el
que se enmascara el sentido real de lo que se pretendía comunicar. No
obstante, y pese a reconocer estas deficiencias del archivo histórico, inten-
taremos reconstruir la experiencia afromexicana de la mejor manera que
nos sea posible.

* Me gustaría agradecer la valiosa contribución de dos colegas y amigas que me ayudaron con el proceso de
investigación en el que se basa este ensayo: las doctoras Rosa María Spinoso Arcocha y Adriana Naveda Chávez-
Hita. También quisiera agradecer a la Dra. Melissa Culver por traducir este ensayo del inglés al español.
** Dirigir correspondencia a TAMUCC, College of Liberal Arts, 6300 Ocean Drive, Corpus Christi, Texas
78412-5814, USA, tel. (361) 825-3073 (oficina), e-mail:pat.carroll@tamucc.edu.
1 Chakravorty Spivak, 1988, pp. 271-313; Chakravorty Spivak, 1999, pp. 269-271. Es
preciso notar que Chakravorty Spivak no menciona específicamente en su ensayo a la población afromexicana,
sino que se centra más bien en la categoría general de “subalterno,” esto es, los que carecen de poder.
Considero que los afromexicanos constituyen un subgrupo dentro de la categoría spivakiana de subalterno.

Ulúa 19, 2012: 167-175 [167] issn: 1665-8973


ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 EN BUSCA DE EXPERIENCIAS Y VIDA COTIDIANA de los afromexicanos

Este trabajo forma parte de un estudio monográfico que estoy desa- último, 4) ¿qué podemos aprender de la vida diaria del México colonial a
rrollando sobre las condiciones sociales en el México del siglo XVIII. través del examen de las experiencias afromexicanas?2
La tesis principal se basa en la hipótesis de que durante el siglo XVIII Henri Lefebvre describe tres tipos básicos de espacio: espacio físico,
existían en el virreinato de Nueva España tres espacios sociales que ope- espacio social y espacio mental.3 Mi trabajo incorpora la categorización
raban de manera paralela: los españoles desarrollaron un orden social; del espacio manejada por Lefebvre. Más específicamente, y con el propó-
los indios, un segundo, y las “castas” o individuos racialmente y/o cul- sito de exponer y documentar el funcionamiento de los múltiples órdenes
tural heterogéneos elaboraron un tercero. Arguyo que estos tres órdenes sociales en el periodo tardío del virreinato de Nueva España, examino las
sociales se distinguían entre sí por los diferentes formulismos de cons- disputas concernientes a la adscripción identitaria en archivos parroquia-
trucción identitaria empleados en ellos, así como por la influencia de les e inquisitoriales, en documentos del censo y en expedientes judiciales,
esa construcción de la identidad en el acceso a los privilegios. Con el dentro del marco de estos tres tipos de espacio que describe Lefebvre. O,
fin de establecer un control que tenga en cuenta las variaciones regio- dicho de otro modo, esta ponencia explora las negociaciones relativas a la
nales, he decidido aplicar este modelo de investigación en dos contextos identidad afromexicana y las implicaciones del resultado de dichas nego-
espaciales: la zona metropolitana de Jalapa y la ciudad de Puebla y sus ciaciones en el acceso individual a los privilegios en Jalapa y Puebla.
respectivas regiones. En los archivos de Veracruz central y de Puebla se pueden encon-
Una de las principales líneas de investigación —que se desarrolla tanto trar numerosos casos de construcción identitaria. Con frecuencia, los
en el cuarto capítulo de la monografía que realizo, como en el presente afromexicanos tomaban parte en estas negociaciones. A veces es bastante
trabajo— se dirige al desentrañamiento del papel que desempeñaron los obvio qué estaba en juego en este tipo de intercambios. Por ejemplo, en
afromexicanos en la creación y funcionamiento del sistema social de cas- algunas ocasiones es evidente que ciertos individuos pertenecientes a las
tas. Insisto: los protocolos de construcción de la identidad constituyen afrocastas intentaron alegar una identidad española o mestiza para eludir
la primera característica definitoria de este sistema social. La segunda el pago de tributos a la Corona. En otras ocasiones, es probable que las
característica es el impacto de la identidad afromexicana en las oportuni- afrocastas intentaran “hacerse pasar” por blancos en un intento de adqui-
dades —privilegios— a las que podía acceder un individuo perteneciente rir un estatus social más elevado dentro de los espacios físicos, mentales
a este orden social concreto. Mediante el examen del funcionamiento de y sociales dominados por los españoles. Parece, incluso, que en algunos
estos dos procesos sociales en los documentos que registran el testimonio casos las afrocastas intentaron adscribirse a las castas indias con el fin de
afromexicano, intento responder a cuatro preguntas fundamentales: 1) esquivar el servicio militar. Aun así, es posible que las razones que hemos
¿es posible deducir la existencia de varios órdenes sociales paralelos a par- mencionado para la identificación con unas u otras castas estuvieran
tir de una lectura rigurosa de los documentos relativos a este grupo, en igualmente relacionadas con incentivos de otro tipo que desconocemos.
el periodo colonial tardío, en el Veracruz central y en Puebla?; 2) ¿puede Un ejemplo, a propósito de todo esto, es la siguiente disputa identitaria
la deconstrucción de los textos existentes en los archivos españoles ofre- que tuvo lugar en la ciudad de Jalapa en 1817.
cer una herramienta valiosa de investigación para superar la escasez de Gertrudis de Rivera y su prometido comparecieron ante el cura de la
datos y los prejuicios existentes en los documentos que atañen a la vida parroquia de Jalapa para gestionar los trámites de su matrimonio. Ger-
diaria de los afromexicanos?; 3) ¿a partir de la lectura de los significados
implícitos en los testimonios registrados en los documentos españoles, 2 Antonio Gramsci utiliza el término agencia para describir la influencia del subalterno en la construcción

puede emerger un mejor entendimiento de la importancia de la “agencia” de su propia identidad y en el acceso a las oportunidades a las que aspiran; Frantz Fanon, en cambio, utiliza el
término acción. Véanse Gramsci, 1978, p. 461; Fanon, 2004, p. 96.
afromexicana en la configuración de su propia experiencia vital?, y por 3 Lefebvre, 1999, p. 11.

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trudis era hija de don Manuel de Rivera, un pardo adinerado y, además, en la práctica de los registros españoles de la época. Aparecía inmediata-
teniente en la milicia de pardos de esta misma ciudad. El futuro contra- mente tras el nombre, incluso antes que la edad, el oficio, la residencia
yente era don Francisco Ortiz, un cabo blanco en el destacamento de las o el linaje. Sin embargo, Gertrudis vivía en un espacio mental y social-
Tres Villas españolas (Córdoba, Orizaba y Jalapa). Cuando el sacerdote mente distinto. Ella vivía en la comunidad de las “castas” de la ciudad.
les pidió que declararan sus identidades raciales, Gertrudis le respondió Dentro de ese espacio, el identificador racial no era el más apropiado
que desconocía la suya, respuesta sorprendente teniendo en cuenta que para la construcción de la identidad. La mayoría de los miembros de esta
su padre era un prestigioso miembro de la comunidad afrocasta de Jalapa. subcomunidad de la capital del distrito presentaban un fenotipo, una
El clérigo, obedientemente, anotó la respuesta de la mujer en el registro apariencia física, que era resultado de la mezcla racial. Para el año 1817,
parroquial, pero añadió un comentario al margen en el que afirmaba que casi tres siglos de mestizaje habían desdibujado las diferencias raciales
“parece mulata”. El cura enmendó más adelante la nota, afirmando ahora hasta tal punto, que la raza era ya un criterio poco útil para la construc-
que “parece parda”.4 ción de la identidad en los espacios dominados por castas. El uso de la
Cuando cité este documento por primera vez, en un libro que se raza social o de la etnicidad, la cultura, para la formación de la identidad
publicó hace ya una generación, concluí que Gertrudis había “pretendido dentro del espacio social de las castas debió de haber sido igualmente
ignorancia” de su identidad racial con el fin de “pasar” por blanca, lo que problemático, puesto que los habitantes de estos espacios sociales y men-
en los círculos sociales españoles de la localidad le hubiera dado un esta- tales eran también muy complejos desde el punto de vista cultural. Ello
tus social equivalente al de su futuro marido.5 Retrospectivamente, tal vez hizo que la clase —en el sentido económico del término— fuera tal vez
esta conclusión no fuera tan evidente como me lo pareció entonces. Ger- la única distinción lógica para la construcción de la identidad dentro del
trudis provenía de una familia tan prominente en la comunidad afrocasta contexto colonial tardío de Jalapa. Desde este punto de vista, la respuesta
que debía de ser evidente que era parda. ¿Cómo es posible que esta mujer de Gertrudis tiene mucho más sentido. Debido a las características de
pudiera pensar seriamente que al fingir ignorancia fuera a conseguir su contexto real, ella no podía autodefinirse partiendo de la base del
que el cura la inscribiera en el registro como española? ¿Pensó tal vez que fenotipo racial, tal como lo hacían el cura español y otros blancos tanto
como deferencia hacia su marido español, el sacerdote iba a considerarla a sí mismos como a los demás. Gertrudis construía su identidad a partir,
española? No parece muy probable. Es más, ¿por qué decidió respon- sobre todo, de su posición económica. Para la mentalidad de Gertrudis,
der que no sabía cuál era su raza? Si hubiera querido negociar su estatus la situación económica de su familia y el prestigio social de su padre, en
como española, podría simplemente haber dicho que lo era. Es muy posi- tanto que oficial del ejército y líder comunitario —y no su fenotipo—
ble que la clave para desentrañar este problema se halle en las diferencias eran los elementos determinantes de la identidad de la familia De Rivera
existentes entre los espacios físicos, mentales y sociales en los que Gertru- en el espacio social de las castas en Jalapa. En el entorno social de las cas-
dis dio este testimonio y el contexto real en el que vivían ella y su familia. tas, ella ocupaba una posición social más elevada que el que iba a ocupar
En Jalapa —donde Gertrudis respondió al sacerdote español—, por en la comunidad de su novio español. En el mundo del sacerdote y de su
tratarse ésta de una subcomunidad española relativamente homogénea adorado don Francisco, Gertrudis no disfrutaba de una posición social
tanto cultural como racialmente, la raza era todavía el primer determi- tan elevada y, por tanto, su acceso a los privilegios estaba mucho más
nante de la identidad. En ese espacio, la raza era el primer identificador restringido. Este contexto ofrece una explicación mucho más lógica a la
respuesta de Gertrudis que la hipótesis anterior, según la cual Gertrudis
simplemente querría “pasar” por blanca. Lo único que estaba haciendo
4 Notario Eclesiástico de la Parroquia del Sagrado Corazón, Jalapa, Veracruz, caja 8, libro 28, f. 43.
5 Carroll, 1991, p. 127.
Gertrudis era utilizar un formulismo diferente al manejado por el sacer-

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dote español para construir su identidad; estaba empleando un criterio Además, esta identidad de la mujer de Sebastián —loba—, en tanto
(su clase económica, en lugar de su raza) con el que podría obtener mayo- que forma parte de la afrocasta, podría haber tenido incluso consecuen-
res privilegios. cias más serias en lo que respecta a las oportunidades a las que podía ella
Un expediente criminal de 1720 en San Pedro de Cholula, Puebla, acceder en el entorno social indio de la ciudad. Si Sebastián y su mujer
nos ofrece un segundo ejemplo de esta pugna entre protocolos de cons- exhibían realmente fenotipos de mulato y de loba, la base de la identifi-
trucción identitaria y adscripción al interior del orden social nohispano cación racial en los espacios sociales españoles de las ciudades de Jalapa y
tardío y sus implicaciones en el acceso individual a los privilegios. Sebas- Puebla del XVIII, entonces, ¿por qué no fueron identificados como tales
tián Arias, al que se identifica en los archivos del juzgado como español, en la comunidad?, ¿por qué la mujer siguió gozando de los privilegios
pero que, sin embargo, carece del prestigioso prefijo “Don”, interpuso que entrañaba el ser cacica en la comunidad? La respuesta más probable a
una demanda civil contra Antonia de Almana, inscrita asimismo como estas preguntas es que la raza no era el protocolo más importante ni para
española e igualmente carente del prefijo “Doña” en su nombre. Sebastián la construcción de la identidad ni para establecer la importancia social
acusó a Antonia de difamación contra él y su mujer. Declaró que Antonia, dentro de los espacios dominados por los indios.
dando grandes voces con el fin de que la oyera todo el mundo, le había
llamado “mulato” y a su mujer, una cacica india, la había tildado de “puta”
afirmando que no era nada más que una “loba” (el resultado de la mezcla
Conclusiones
racial de los fenotipos negro e indio) “vestida de india”.6 Como prueba En estos dos breves estudios de caso, que tuvieron lugar en Jalapa y Puebla,
de que lo que Antonia decía era difamatorio, Sebastián alegó que él y su hemos explorado los conflictivos protocolos de construcción identitaria,
mujer se habían casado por la Iglesia y que sus identidades raciales eran de así como el consecuente acceso individual a ciertos privilegios. Considero
sobra conocidas por la comunidad. El demandante pidió al juzgado que se que su estudio nos ha dado una oportunidad para comprender mejor el
declarase a Antonia culpable de difamación y que, como parte de su pena, complejo mundo social del virreinato de Nueva España en el periodo colo-
se le obligase a reconocer públicamente que él era español y su esposa una nial tardío. En primer lugar, estos documentos parecen apuntar al hecho
cacica india, y que estaban legítimamente desposados por la Iglesia.7 de que el orden social español dominante operaba de modo paralelo, y a
Es imposible discernir, a partir de este documento, las identidades veces convergente, a los órdenes sociales de las castas y de los indios. Es
raciales reales de Sebastián y de su mujer. Sin embargo, algunas de las más, estos documentos nos indican, asimismo, que los principales criterios,
implicaciones de las acusaciones de Antonia son evidentes. En el espacio tanto para la construcción de la identidad, como para el poder de condicio-
social español de San Pedro Cholula, en este caso un juzgado español, namiento de las oportunidades individuales, fueron también conflictivos y
las acusaciones de Antonia en el sentido de que Sebastián era mulato y que fueron estas variaciones las que diferenciaban esos tres órdenes sociales
su mujer una loba, de ser ciertas, les hubieran relegado a un rango social entre sí. En el sistema social español la raza era el identificador dominante;
más limitado que el que disfrutaban tratándose de español y cacica india. en el sistema de castas, la clase; en el sistema indio, la cultura.
Una identidad de afrocasta hubiera reducido su acceso a los privilegios en La segunda conclusión que se desprende de nuestros dos estudios de
el espacio social español del XVIII. caso se refiere al método de investigación empleado en los mismos. La
deconstrucción de los textos españoles en busca de voces afromexicanas
6 Archivo Poder Judicial, Puebla (en adelante APJ-P), Fondo Real de Cholula, caja 1719-1720-1722-1726- que quizá se hallen escondidas en ellos, parece ser una herramienta útil
1727-1728 [exp. 50]. Nota: Estos documentos no tienen número de expediente, ni de foja. El que aquí se usa para suplir las deficiencias del archivo. Esta tesis nos permite deducir
corresponde al orden en que se encuentran acomodados en la caja.
7 APJ-P, Fondo Real de Cholula, caja 1719-1720-1722-1726-1727-1728 [exp. 50].
parte de las experiencias de la vida diaria de los afromexicanos.

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ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 EN BUSCA DE EXPERIENCIAS Y VIDA COTIDIANA de los afromexicanos

Aún se puede extraer una tercera conclusión de los dos casos de nego- 1995 “Los mexicanos negros, el mestizaje, y los fundamentos olvidados
ciación identitaria que hemos analizado aquí. Se puede deducir de estos de la ‘raza cósmica’, una perspectiva regional”, Historia Mexicana, El
Colegio de México, vol. 44, núm. 3, pp. 403-438.
casos que los afromexicanos tenían un poder de “agencia” considerable en Chakravorty Spivak, Gayatri
la construcción de su propia identidad y también sobre las oportunidades 1988 “Can the Subaltern Speak”, en Marxism and the Interpretation of
a las que podían aspirar. Culture, ed. por Cary Nelson y Lawrence Grossberg, University
En un cuarto nivel del análisis, este ensayo muestra que la recons- of Illinois Press, Chicago.
trucción de las experiencias vitales de los afromexicanos nos permite 1999  A Critique of Postcolonial Reason, Harvard University Press,
una penetración adicional en las experiencias diarias de una más amplia, Cambridge, Mass.
Fanon, Frantz
comprensiva sociedad colonial en el virreinato de Nueva España. Como 2004  The Wretched of the Earth, Grove Press, Nueva York.
ya observó Michel Foucault, y como corroboran numerosos investigado- Foucault, Michael
res de la experiencia afromexicana, la mejor posición en la que se puede 1977  Discipline and Punish, Vintage Books, Nueva York.
encontrar el punto crítico para examinar y definir las conductas norma- Gramsci, Antonio
tivas y la experiencia de una sociedad dada es en sus márgenes.8 Como 1978 “Some Aspects on the Southern Question,” en Selections from
espero poder demostrar en mi nuevo estudio monográfico, los integran- Political Writings, 1921-1926, trad. y ed. por Quintin Hoare,
Lawrence and Wishart, Londres.
tes de las afrocastas, desposeídos dentro del orden social español por su Lefebvre, Henri
identidad racial y en el orden indio por su cultura, marginados en suma 1999 The Production of Space, trad. por Donald Nicholson-Smith,
por esa sociedad, contribuyeron sin embargo a modelar un tercer espa- Blackwell Publishing, Malden, Maine.
cio social en el virreinato de Nueva España. Si consideramos este hecho Lewis, Laura
retrospectivamente, creo que ésta puede ser la mayor contribución que 2003 Hall of Mirrors: Power, Witchcraft, and Caste in Colonial Mexico, Duke
hicieron los afromexicanos y, por extensión, sus ascendientes africanos, al University Press, Durham, North Carolina.
R estall , Matthew
desarrollo del sistema colonial en el virreinato de Nueva España, ya que 2009 The Black Middle: Africans, Mayas, and Spaniards in Colonial Yucatan,
el orden social de “castas” que contribuyeron a desarrollar constituye la Stanford University Press, Stanford.
base de la identidad mexicana actual, “una raza cósmica” que incorpora lo 1999 A Critique of Postcolonial Reason, Harvard University Press,
mejor de su herencia india, española y africana.9 Cambridge, Mass.
Velázquez Gutiérrez, María Elisa.
2006 Mujeres de origen africano en la capital de novohispaña, siglos XVII-
Bibliografía XVIII, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México.
Vinson III, Ben
C arroll , Patrick J.
2001 Bearing Arms for His Majesty: The Free-Colored Militia in Mexico
1991 Blacks in Colonial Veracruz, University of Texas Press, Austin.
Colonial, Stanford University Press, Stanford.

8 Foucault, 1977, pp. 22-25. Algunos de los estudiosos que han seguido implícita o explícitamente la
metodología foucaultiana para el análisis de la sociedad colonial mexicana desde los márgenes que constituye
la experiencia afromexicana son: Velazquez Gutiérrez, 2006; Restall, 2009; Lewis, 2003;
Vinson III, 2001.
9 Para mayor información sobre el papel de los afromexicanos en la evolución del concepto de José de
Vasconcelos sobre la raza cósmica en México, véase Carroll, 1995, pp. 403-438.

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RESEÑAS
Cempoala*

1“Representa un gran reto escribir una tituciones llevan a cabo: El Colegio


obra de divulgación que reseñe la his- de México y el Fondo de Cultura
toria cultural de la antigua ciudad de Económica. Y es que no se atienen
Cempoala. A pesar de la abundancia únicamente al dato arqueológico, sino
de menciones sobre esta zona arqueo- que incluyen diversas fuentes escri-
lógica, buena parte de los estudios tas y el dato etnológico unido a algo
que hasta ahora se han realizado son muy importante: las varias maneras de
fragmentarios y, en muchos sentidos, comprender a Cempoala por parte
repetitivos, además de no atender a de diversos investigadores, además de
la comparación crítica de las crónicas atender aspectos lingüísticos y de otra
coloniales con las evidencias arqueoló- índole. Por otro lado, los autores
gicas. Con frecuencia se ha recurrido a resaltan un tema de suyo importante:
enfoques que subrayan la magnitud de el escribir para el gran público. En
su arquitectura o su participación en la efecto, esta práctica es un verdadero
alianza pactada con los conquistadores reto pues conlleva el escribir sin
españoles, en vez de plantear estudios muchos tecnicismos y con palabras
procesuales sobre su economía, la vida llanas sin que se pierda el carácter
cotidiana, la cosmovisión, la organiza- científico del relato. Siempre he dicho
ción social, etcétera” (p. 13). que escribir un libro de divulgación
Acerca de estas palabras que Félix resulta de una enorme responsabili-
Báez-Jorge y Sergio R. Vásquez dad, pues quien lo lee por lo gene-
Zárate nos brindan al inicio de la ral carece de las herramientas que
“Introducción” de su obra Cempoala, se supone tiene el autor, de manera
quisiera hacer dos reflexiones. En pri- tal que el lector creerá a pie juntillas
mer lugar, fue precisamente este plan- lo que se le dice por alguien que se
teamiento del contenido del libro lo considera especialista en la materia y
que me llevó a incluirlo en la serie con grados universitarios. Caso dife-
Ciudades, que dos importantes ins- rente es cuando lo escrito va dirigido
a nuestros pares, pues ellos pueden
coincidir o rebatir nuestros argumen-
* Félix Báez-Jorge y Sergio Vázquez Zárate, tos ya que manejan nuestro propio
Cempoala, serie Ciudades, El Colegio de México/
Fondo de Cultura Económica/Fideicomiso Historia lenguaje y conocimiento. Además, es
de las Américas, México, 2011, 239 pp. necesario e indispensable que el cien-

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ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 CEMPOALA

tífico no se encierre en su campana A lo anterior se suma lo dicho bres y de lo aseverado por Litvak res- analizan dos puntos de vista: la pers-
de cristal, sino que informe al gene- por el arquitecto Ignacio Marquina, pecto a que la lucha armada iniciada pectiva arqueológica, por un lado, y
ral de la gente de los conocimientos citado por los autores: “Así se entiende en 1910 había detenido los trabajos la visión etnohistórica y etnológica,
adquiridos. Esto es un deber, no una la dura crítica que formulara Ignacio arqueológicos en el país, siendo que por el otro. Rico en contenido y dis-
concesión. Marquina, señalando la destrucción durante la segunda década del siglo cusiones, en él se comentan proble-
Pero pasemos al contenido del libro. causada por Estefanía Salas de Broner XX se hicieron aportes significati- mas como la presencia de los primeros
Dividido en nueve capítulos, los auto- y sus ayudantes en “un gran número vos en la arqueología, como la crea- pobladores de la región y el proceso
res nos dan en el primero de ellos un de tumbas de Cempoala y en otros ción de la Escuela Internacional de de desarrollo donde las periodizacio-
panorama de los “Estudios arqueo- lugares de Veracruz” (p. 19). Arqueología y Etnología Americana nes vienen a tratar de aclarar el tema
lógicos previos”, donde se destaca a No pasan desapercibidos en este y el desarrollo de un proyecto de la aunque, como advierten los autores,
Hermann Strebel como un pionero capítulo los nombres de Berendt, envergadura del coordinado por “no es raro encontrar —aun para un
del interés por los sitios arqueológicos Seler, Del Paso y Troncoso y Galindo Manuel Gamio en Teotihuacan, por mismo sitio arqueológico— distintas
y en particular de Cempoala, a la que y Villa, destacando el nombre del señalar sólo algunos. propuestas secuenciales que ilustren su
dedica “un breve artículo […] al cual tercero de ellos, quien lleva a cabo García Payón va a intervenir en devenir” (p. 45). La discusión de los
agrega un sencillo plano del sitio” (p. trabajos en 1890 y 1891 en dife- diversos sitios y también en Cempoala. distintos periodos y las características
19), todo esto en 1884. Hacen ver la rentes lugares de Veracruz a tra- Se mencionan los nombres de José que le son propias plantean nuevas
relación entre este personaje y la señora vés de la Comisión Científica de Luis Melgarejo Vivanco y Alfonso interrogantes acerca de las presencias
Estefanía Salas de Broner, quien recibe Cempoala, bajo el patrocinio de la Medellín Zenil por su importancia cerámicas, arquitectónicas y de interre-
dinero desde Alemania enviado por Secretaría de Justicia e Instrucción en diversos aspectos del Veracruz pre- laciones entre diferentes lugares dentro
el propio Strebel para intervenir en Pública. Comenzaron los trabajos en hispánico y se llega así a finales de la del área pero también con el resto de
diversos lugares con el fin de obtener la Villa Rica y después en Cempoala, década de 1970 en que éste surge con Mesoamérica. Para Cempoala, señalan
material que luego le envía a Alemania. para pasar a recorrer la región entre un enfoque muy diferente al empleado los autores: “La abundancia y diversi-
Según Annick Daneels, con esto se Papantla y Cotaxtla, en sitios como hasta entonces: el proyecto “Historia dad de fragmentos de cerámica en la
hace una interpretación estratigráfica Nautla, Soledad, Medellín, Cotaxtla, de los asentamientos humanos en la superficie o en las excavaciones estra-
mucho antes que Manuel Gamio en Tecolutla, la Mixtequilla, Tlalixcoyan Costa Central de Veracruz”, bajo la tigráficas, ya en los sistemas amura-
Azcapotzalco. Atinadamente, Báez y y otros lugares. Finalmente empren- dirección de Jurgen Brüggemann, llados, ya en un extenso perímetro en
Vásquez hacen ver que Daneels, en dió trabajos en El Tajín que culmina- quien contó con varios colaborado- torno a los numerosos montículos de
su aseveración “no menciona los fun- ron el 28 de marzo de 1891. res. En Cempoala se pudo aplicar una Cempoala, sugiere una larga secuencia
damentos metodológicos que marcan Los autores continúan su recorrido nueva visión y con esto se derivaron de ocupación humana en la región,
la enorme diferencia entre una y otra por la arqueología veracruzana y lle- estudios relevantes como lo muestra cuyo período más representativo y aso-
pesquisas, pues la primera se realizó gan a los trabajos dirigidos por José la publicación Zempoala: el estudio de ciado a la más alta densidad pobla-
sin ningún estudio en el terreno (por García Payón, los que enmarcan bajo una ciudad prehispánica. cional se ubica durante el Horizonte
“correspondencia”, como lo indica la el término de “Escuela mexicana” o Con esto termina este capítulo que Posclásico” (p. 63).
citada autora), mientras que la inves- “Escuela de Reconstrucción Nacional”, atiende lo relativo a la historia arqueo- Desde este momento vemos la
tigación de Gamio (orientada por siguiendo en esto los planteamientos lógica de esta región y en particular complejidad que tiene Cempoala
Franz Boas) siguió estrictamente los de Litvak y Gándara. Sobre el parti- de Cempoala para pasar al siguiente vista desde diversos ángulos. Uno de
lineamientos del análisis estratigráfico” cular cabe señalar que en otra ocasión capítulo titulado “El Totonacapan y ellos y de la mayor importancia es el
(p. 20). hice ver la inconsistencia de estos nom- Cempoala en las crónicas”, donde se del control hidráulico como son la

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irrigación, áreas inundables y la des- unen suelos idóneos para el cultivo lo de polémica entre los especialistas, la tirse en una organización basada en
viación del río Grande de Actopan que permitía explotarlos por medio cual quizá nunca se resuelva, debido principios territoriales. Tratan lo rela-
para su uso tanto en la agricultura del riego. Todo esto explica en buena a la irreversible y progresiva pérdida tivo a la ordenación social y el control
como para las necesidades cotidianas. medida el asentamiento de Cempoala de la evidencia arqueológica, condi- hidráulico haciendo ver que todo lo
Una red de acueductos, localizada por en medio de un hinterland (como lo ción que impide proponer un cálculo referente a la agricultura y, por ende,
Brüggemann y Jaime Cortés, impli- llaman nuestros autores) apto para el apropiado de la densidad demográ- a los sistemas hidráulicos debieron
can una organización social dirigida desarrollo humano. fica. Sin embargo, basados en estima- de estar organizados colectivamente
por un poder central. De esto habla- Los siguientes cuatro capítulos ciones de los cronistas, suele aceptarse y controlados por los mandos de los
remos más adelante. En lo concer- entran de lleno en las características que esta ciudad contaba al menos calpullis y otras instancias superiores.
niente a la etnohistoria y la etnología, de Cempoala desde diversas perspec- con una población de entre 25 000 Otro tema interesante es el de las
Báez-Jorge y Vásquez Zárate hacen tivas. El asentamiento y planificación y 30 000 habitantes […]” (p. 109). Y regulaciones matrimoniales basa-
un plausible intento por acudir a urbanos han sido estudiados por la digo que actúan prudentemente, por- das en cronistas como Torquemada,
estos datos por medio de diferentes arqueología y así leemos que éstos que los cálculos que se han hecho en Motolinía, Sahagún, Mendieta, Las
investigadores que aportaron en su “han revelado numerosas evidencias ciudades como Teotihuacan, Monte Casas, etc., ya que las alianzas matri-
momento datos importantes sobre el respecto a una infraestructura urbana Albán y Tenochtitlan no tienen bases moniales “entre grupos étnicos dife-
particular. Hay que destacar la revi- planificada, no sólo para vincular firmes para sustentarlos. rentes fueron un recurso para conciliar
sión que hacen del concepto totonaca- las actividades cotidianas propias de Algo que afirman nuestros estu- intereses” (p. 147). Otro factor que
pan, tanto desde el punto de vista de una alta densidad habitacional, sino diosos es que en el Posclásico (900- mencionan los autores es el de la
la lingüística como el tratar de defi- también para desempeñar diversas 1521 dC) Cempoala se constituía en “Naturaleza y estructura del poder”,
nir los límites de lo que se considera funciones administrativas, políticas, y la ciudad de mayor dimensión en el misma que se basaba en la nobleza
como tal: “La lingüística aún tiene religiosas cuyo impacto seguramente centro de la Costa del Golfo, como hereditaria que a su vez se sustentaba
mucho que aportar al conocimiento alcanzaba un amplio dominio regio- lo sugiere su extensión, la presencia en matrimonios endogámicos. Aquí
prehispánico regional; persisten dudas nal” (p. 104). de sus conjuntos arquitectónicos, su analizan la relación que existía entre
sobre el origen y desarrollo de la len- Se han podido definir áreas para complejidad urbana y los sistemas de Cempoala y Tenochtitlan, la cual ins-
gua totonaca” (p. 80), nos dicen. Este usos distintos. Tal es el caso del área acueductos que la alimentaban. criben como un sometimiento pací-
capítulo es de una enorme riqueza y, de producción con posible presencia En cuanto a la organización social fico que les permitía a los gobernantes
sin duda, permitirá a los estudiosos de talleres de obsidiana o de elabo- y política, existe polémica en cuanto de Cempoala mantener un alto grado
penetrar en la manera en que distin- ración de otro tipo de artefactos que de si se trata de calpullis, como lo de autonomía política. Esto se estudia
tos autores han analizado esta región. indican su producción al interior de plantea Brüggemann o de otra forma y plantea a continuación y se hace
En el capítulo III se habla del la ciudad, así como de espacios para de organización como lo establece ver que las tensiones existentes entre
entorno geográfico de Cempoala. Se la circulación y consumo de varia- Agustín García Márquez. Báez-Jorge Tenochtitlan y Cempoala “Serían el
nos hace ver lo variado del medio dos productos. Un área con marcado y Vásquez Zárate se inclinan, después pivote que operaría Hernán Cortés
ambiente, conformado por cañadas, carácter religioso es evidente dentro de un análisis del concepto calpulli y para tejer el entramado de intrigas
valles y montañas, así como los siste- de los conjuntos arquitectónicos del otros tipos de organización, a que el y argucias que sustentó su estrategia
mas de agua, además de los yacimien- lugar. Por otra parte, nuestros auto- calpulli pudo existir de igual manera para la conquista de la capital azteca”
tos de diferentes materiales como res hacen ver con prudencia que “La que lo hacía en Tenochtitlan y (p. 162).
piedras y arcillas que fueron aprove- extensión urbana y el tamaño de la Texcoco al evolucionar de su carácter Un aspecto que no pasa desaper-
chados por los pobladores. A esto se población de Cempoala son causa de comunidad gentilicia hasta conver- cibido es el relativo a la religión de

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Cempoala, en donde una vez más se momento que costea Cozumel hasta ron diezmando a la población y fue El Mediterráneo y el mundo medite-
acude a las fuentes históricas y a estu- llegar a lo que hoy es Veracruz. En este así que hacia 1610 Torquemada dice rráneo en la época de Felipe II. Pero
diosos actuales sobre el tema. Se plan- último punto se les recibe sin violen- lo siguiente, dicho que los autores aún nos regalan con una conclusión
tean los atributos e indumentaria del cia y, por el contrario, son invitados a consideran el epitafio de la antigua que en su parte substancial reza así:
grupo sacerdotal, así como la manera visitar Cempoala por su máximo diri- ciudad: “No tiene este sitio morador “A diferencia de Cholula, Tlaxcala
en que eran elegidos y la jerarquiza- gente. Se enteran de los problemas ninguno, porque vino desde entonces y Tenochtitlan —escenarios prota-
ción interna. También mencionan el que les provoca Moctezuma al que en tanta disminución que no vinieron gónicos de la historia mexicana—,
sacrificio humano y su presencia aun hay que pagarle un tributo periódica- a quedar más de tres o cuatro perso- Cempoala fue prácticamente aban-
antes del dominio mexica. Interesante mente. Cortés percibe que cuenta con nas en él […]” (p. 215). donada a menos de un siglo de haber
es el hallazgo, por parte de Del Paso una buena cabeza de playa y ante la ¡Terrible destino de aquella ciu- pactado con Cortés, hasta que fue
y Troncoso, de un chac-mool encon- inconformidad de algunos de los que dad que fuera cabeza de una región! ‘redescubierta’ a finales del siglo XIX,
trado a un lado del edificio de las lo acompañaban que deseaban regresar Pero como bien señalan los autores entre selvas y potreros, por Francisco
Chimeneas que parece apuntar a esto, a Cuba, decide dar al través con las recordando a Fernand Braudel, “Al del Paso y Troncoso, quien encabezó
aunque también hay relatos de los naves —nunca quemarlas, como bien remontar el curso de los siglos — la Comisión Científica Exploradora
cronistas y evidencias arqueológicas asientan los autores— y, al igual que apunta el gran historiador francés— de la Junta Colombina” (p. 223).
sobre el particular. Un dato impor- César ante el Rubicón, la suerte estaría ¿cómo podrían no ser excelentes guías Estamos pues, ante un libro que
tante es aquél que mencionan acerca echada. Lo demás ya es historia… las civilizaciones?” En efecto, con sus reúne el conocimiento profundo de
de la existencia de “salas y casas en El último capítulo está dedicado a ciudades milenarias, las civilizaciones las fuentes históricas; el aporte de la
Cholula”, según señala Motolinía, la manera en que Cempoala fue aban- “atraviesan el tiempo, triunfan sobre lo arqueología y la etnología; el decir de
lo que evidencia el carácter de gran donada. Varios factores se unieron duradero. Mientras pasa la película de los investigadores actuales y la sabia
sacralidad y de lugar de peregrinación para que esto ocurriera. Uno de ellos la historia, ellas se mantienen imper- manera de engarzar todo ello para dar-
de la antigua ciudad sagrada. fue la epidemia de viruelas que se turbables […] continúan como dueñas nos un panorama vívido de lo que fue
El capítulo VIII lleva por nombre desató y que causó la muerte de miles de su espacio, ya que el territorio que Cempoala (la Sevilla de América) y
“La condición axial de Cempoala en de habitantes. Cabe mencionar que ocupan puede variar en sus márgenes, de lo que sigue siendo. Gracias a Félix
la conquista de México-Tenochtitlan”. los estragos provocados por este mal pero en el corazón, en la zona central, Báez-Jorge y a Sergio Vásquez Zárate
En él los autores vuelven a echar mano lo reseñan cronistas como López de su dominio, su sede, siguen siendo los por sus palabras, por su inteligencia,
de diferentes fuentes históricas para Gómara, Motolinía y Torquemada. mismos” (pp. 218-219). por su pasión por la historia…
que, basados en ellas, vayan refiriendo A esto se une la interpretación de Con éstas palabras de Braudel
los acontecimientos desde el momento modernos estudiosos que dan su ponen punto final al libro. Como
en que Cortés y sus huestes ponen pie parecer sobre este acontecimiento, las buenas películas y los buenos Eduardo Matos Moctezuma
en tierras veracruzanas hasta el instante todos ellos citados por Báez-Jorge y libros —y éste lo es—, qué mejor Instituto Nacional
en que emprenden la marcha hacia Vásquez. Sin embargo, agregan otras final que la reflexión del autor de de Antropología e Historia
Tlaxcala, Cholula y Tenochtitlan. causas más: “[…] a los factores de
De todo esto hay que rescatar algu- despoblación propiciados por las epi-
nos aspectos de suma importancia. demias —señalan—, deben agregarse
Siempre he dicho acerca de la dife- la guerra y la explotación, así como
rencia que notará Cortés en cuanto las agotadoras jornadas laborales” (p.
a la actitud de los indígenas desde el 211). En fin, todos estos factores fue-

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Inquisición de Veracruz.
Catálogo de documentos novohispanos en el agn*

*
Inquisición de Veracruz. Catálogo de que nos permite indagar sobre la coti-
documentos en el AGN es el resultado dianidad de los habitantes de la Nueva
de una minuciosa recopilación y revi- España.
sión, hecha por José Manuel López En los últimos años se han rea-
Mora, de los procesos y causas regis- lizado publicaciones de catálogos
trados por los comisarios del Santo documentales, los cuales son una
Oficio de la Inquisición, residentes en herramienta fundamental para los
los obispados de Puebla y Oaxaca, que estudiosos de las sociedades pasadas
abarcaban parte del actual territorio que desean conocer de forma siste-
veracruzano.1 La Santa Inquisición fue matizada la información contenida
una institución que durante casi tres- en los diferentes archivos del país.3
cientos años de vida colonial estuvo Así, se puede señalar que esta obra
encargada de vigilar, regular y casti- responde a una necesidad, cada vez
gar los comportamientos considerados más creciente, por organizar la infor-
como transgresores de la fe cristiana.2 mación que se localiza en los archivos
Así, mucho de lo que hoy conocemos locales, estatales y nacionales, pero
acerca de los grupos novohispanos y
sus prácticas sociales, se debe a la vasta 3 En la actualidad se han realizado notables
producción documental inquisitorial esfuerzos por sistematizar la información de los
diferentes archivos del país. Un ejemplo de esto es la
digitalización y catalogación del Archivo Notarial de
* José Manuel López Mora, Inquisición de Vera- Xalapa, resguardado por la USBI-Xalapa de la Uni-
cruz. Catálogo de documentos novohispanos en el versidad Veracruzana y que contiene documentos
AGN , col. Rescate, Universidad Veracruzana, notariales del periodo colonial de Xalapa, la ciudad
Xalapa, 2009. de Veracruz y sus alrededores. Ello permite observar
1 El obispado de Puebla abarcaba los actuales las relaciones económicas y sociales que existían
estados de Puebla y Tlaxcala, y al norte de Veracruz entre los habitantes de la jurisdicción de Jalapa y los
llegaba hasta Pánuco, además de los pueblos de Ori- de ciudades como Veracruz, Puebla y México. De
zaba, Jalapa, la Vieja Veracruz, la villa de Córdoba igual forma, en esos documentos se puede indagar
y el puerto de Veracruz, San Cristóbal Alvarado, sobre temáticas como la compra-venta de esclavos,
Medellín, Santiago y San Andrés Tuxtla, etc. Mien- donaciones, herencias, dotes, litigios, etcétera. Por
tras que la jurisdicción eclesiástica del obispado otra parte, en los últimos años ha surgido una pro-
de Oaxaca controlaba los pueblos de Otatitlán, ducción de monografías que dan cuenta del estado
Coatzacoalco, Chacaltianguis, Acayucan, San Juan físico y del contenido de los documentos que guar-
Bautista y Xoteapa, entre otros. dan los archivos locales, principalmente notariales
2 Solange Alberro, Inquisición y Sociedad en y municipales; estos trabajos, sin duda, son una
México, 1571-1800, Fondo de Cultura Económica, importante herramienta para aquellos estudiosos
México, 1988, p. 33. interesados en la consulta de estos acervos.

Ulúa 19, 2012: 187-192 [187] issn: 1665-8973


ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 INQUISICIÓN DE VERACRUZ

también por dar a conocer la riqueza obstante, el autor precisa lo necesa- La obra consta de un estu- como un dispositivo de vigilancia
de estos acervos. rio que resulta para los investigado- dio preliminar y de tres apartados. y control de las prácticas transgre-
De esta manera, el libro Inquisición res conocer la composición de los Primeramente, se aborda la impor- soras de los diferentes grupos de la
de Veracruz. Catalogo de documentos fondos que integran el acervo de la tancia de los acervos documentales sociedad colonial. De igual forma, el
novohispanos en el AGN tiene como documentación inquisitorial. Así, el existentes sobre el periodo colonial. autor menciona las diócesis que exis-
intencionalidad dar a “conocer las Fondo Tribunales está conformado Además se deja en claro que las refe- tieron en el territorio novohispano:
referencias catalográficas sobre la por las secciones de Ordinarios, rencias catalográficas que se pueden Guadalajara, Michoacán, México,
Inquisición exclusivas del territorio Extraordinarios y Especiales de Fuero.4 encontrar dentro del libro son úni- Puebla, Antequera y Chiapas, en las
colonial veracruzano de una manera En el Fondo Patronato Eclesiástico, camente del territorio veracruzano. cuales el Tribunal de la Inquisición
sencilla y rápida” (p. 4). Además de podemos encontrar, dentro de la Posteriormente, el autor hace una tenía frailes o curas encargados de
que las referencias facilitan la bús- Sección Tribunal Pontificio, el Ramo detallada descripción de las caracterís- representar al San Oficio en las juris-
queda de información concerniente a Inquisición con sus 1 555 tomos ticas generales del Ramo Inquisición, dicciones eclesiásticas de estos obis-
ese periodo y ayudan al surgimiento correspondientes al periodo de 1522 su estado físico, su encuadernación pados. Asimismo señala las diferentes
de nuevas temáticas —por ejemplo, a 1819 (p. 11). En esta misma sec- y la conformación de los diferentes órdenes religiosas y su distribución
análisis lingüísticos de las expresio- ción encontramos el Lote Riva Palacio, pueblos, villas y ciudades que inte- en el espacio colonial. Un aspecto
nes idiomáticas por regiones o pro- integrado por 56 cajas que conforman graron los obispados de Puebla y importante que no se debe soslayar
vincias, o bien, la influencia de las el Indiferente de Inquisición, las cua- Oaxaca. También detalla la organiza- son los aspectos geográfico-religiosos
lenguas indígenas y africanas en el les contienen información correspon- ción del catalogo: el orden cronoló- que aluden a la doctrina, parroquia,
español colonial—, esto coadyuvará al diente a los tomos de 1470 a 1555 (p. gico, el número de expediente, las fojas jurisdicción y asentamiento, los cua-
enriquecimiento de los estudios his- 11). El último es el Fondo Secretaría y el lugar donde se suscita el proceso o les muchas veces se manejaron indis-
tóricos, antropológicos y lingüísticos. de Cámara, que tiene información causa. Y elabora un resumen del conte- tintamente (p. 44). En este sentido, el
También se podrían realizar estudios correspondiente al gobierno militar, nido de cada documento. autor señala que la presencia de estos
sobre los libros de literatura, poesía y superior y provincial.5 Por otra parte, se abordan los componentes dentro de la geografía
filosofía confiscados por los comisarios antecedentes históricos del Santo religiosa forman parte de la construc-
del Santo Oficio, sobre los que es posi- Oficio de la Inquisición en España y ción del culto religioso a través de los
4 La
ble hacer análisis textuales. Por otra información que contiene cada una de estas su introducción en la Nueva España años, durante los cuales el catolicismo
secciones corresponde a: Censos, Civil, Criminal,
parte, ello permitiría indagar acerca Derechos Parroquiales, Infidencias, Oficios Vendi-
logró imponerse sobre la feligresía
de las circunstancias políticas, sociales, bles, Real Audiencia, Registros de Fianzas, Depósi- indígena recién conquistada y sobre
culturales, filosóficas y religiosas del tos y Obligaciones; Archivos de Buscas, Bienes de Desagüe, Donativos y Préstamos, Escribanos, Filipi- aquéllos llegados de manera forzada
Difuntos, Bulas de la Santa Cruzada, Concurso de
Veracruz colonial (p. 69). La informa- nas, General de Parte, Historia: Notas diplomáticas, a estas tierras, como lo fueron los
Calvo, Concurso de Cotilla, Concurso de Peñaloza, Impresos Oficiales, Industria y Comercio, Obras
ción que encierran estos documentos Hospital de Jesús, Intestados, Mercedes, Parciali- esclavos africanos (p. 44). Así, dicha
Públicas, Oficio de Hurtados, Oficios de Soria,
conduce al análisis de la conformación dades, Ríos y Acequias, Tierras, Traslados de Tie- Ordenanzas, Padrones, Real Junta, Reales Cédulas: geografía religiosa representada por
rras; Acordada, Bienes de Comunidad, Consulado, los diferentes obispados que se esta-
de las regiones, la transformación del originales y duplicadas, Reales Ordenanzas, Vín-
Indios, Minería, Protomedicato, Salinas, Tributos y culos y Mayorazgos; Abastos y Panaderías, Aguar-
territorio y la población novohispana, Universidad. blecieron en el reino novohispano,
dientes de caña, Alcaldes Mayores, Ayuntamientos,
entre otros aspectos. 5 En el Fondo Secretaría de Cámara podemos
Caminos y Calzadas, Cárceles y Presidios, Congre- evidencia la apropiación del espacio y
Es necesario señalar que el mate- encontrar documentación realtiva a: Indiferente de gaciones, Correspondencia de Diversas Autoridades, de la población que logró la Iglesia a
Guerra, Marina, Operaciones de Guerra, Pensiones,
rial en el cual está basada la obra Títulos y Despachos de Guerra; Bandos y Orde-
Epidemias, Gallos, Historia, Intendencias, Merce- través de la evangelización en aras de
des, Peajes, Policía y Empedrados, Pólizas, Propios y
procede del Ramo Inquisición. No nanzas, Californias, Correspondencia de Virreyes, Arbitrios, Provincias Internas, Subdelegados.
la consolidación de la “verdadera” fe.

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ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 INQUISICIÓN DE VERACRUZ

Finalmente, destacan tres apéndi- menos importante es conocer que nos tenían del concepto de pureza de artistas considerados por el Santo
ces donde se abordan los conceptos dentro del Ramo Inquisición se loca- sangre, mismo que les sirvió para sus- Oficio como disidentes de la moral
de archivonomía, que permiten al lizan algunos documentos extravia- tentar su superioridad “racial” y para cristiana.
lector comprender la organización dos sin catalogación, ello al parecer establecer una diferenciación entre De igual forma, también existen
de los acervos documentales. En porque fueron movidos del lugar que ellos y los demás grupos fundada en piezas de poesía como son “sonetos,
seguida, se hacen algunas anotacio- ocupaban originalmente. Cabe seña- criterios como linaje, raza y estatus, décimas, poemas en versos de arte
nes complementarias respecto a los lar que los documentos inquisitoriales los cuales les sirvieron para mante- menor y raras veces en arte menor”
documentos que, además de los pro- son principalmente de índole admi- nerse en la cúspide de la pirámide de (p. 65). Esto podría dar origen a
cesos y causas, podemos encontrar nistrativa y están relacionados con los la sociedad colonial durante los tres- futuras investigaciones lingüísticas
ahí. También hay un índice onomás- llamados procesos o causas. cientos años que duró el virreinato de y a observar las transformaciones
tico de los comisarios que fungieron Resulta necesario precisar que la la Nueva España. y las variantes regionales de la len-
como representantes del Santo Oficio información que se conserva sobre Otro tipo de información de suma gua castellana a través del tiempo.
en el territorio colonial veracruzano. la actuación del Santo Oficio en la trascendencia son las licencias para Por otra parte, destacan los registros
Todo ello resultan ser datos de gran Nueva España está conformada por leer libros prohibidos expedidas por de canciones populares que expre-
valor, porque permite conocer los impresos, edictos, solicitudes y permi- el Santo Oficio. Éstas resultan un san la denuncia social hecha por el
documentos complementarios como sos de libros u objetos acompañados material valioso que sugiere la lec- vulgo a través de tonos jocosos, bur-
Edictos de la Inquisición, Real Fisco de inventarios, así como por listas tura de los textos literarios, filosóficos lescos, como los famosos versos del
de la Inquisición, Bienes Nacionales, detalladas (p. 83). Además, se tienen y religiosos que fueron clasificados Chuchumbé y una cantinela titulada
Obispos y Prelados, Concurso de registros de las visitas que las naos por la Inquisición como prohibidos,7 La Tirana (p. 65). En este sentido,
Peñaloza y Judicial. De igual forma, hacían al puerto de Veracruz, lo cual por representar corrientes de pensa- la poesía popular resulta ser una rica
el orden cronológico del índice ono- permite observar el tipo de comer- mientos contrarias a la fe católica. fuente de información con la cual se
mástico de los comisarios del Santo cio que se estaba realizando entre la Sin duda alguna, este tipo de infor- pueden realizar reconstrucciones de
Oficio en el territorio colonial vera- Península Ibérica y otros países euro- mación podría llevarnos a ponderar las formas de expresión del pueblo,
cruzano, nos permite entrever algunas peos, principalmente con los portu- la influencia que este tipo de obras de la percepción de su entorno social,
posibles conexiones entre los miem- gueses e ingleses. También se cuenta tuvieron durante la vida colonial, político y económico, de sus formas
bros de la burocracia eclesiástica. con los nombramientos de notarios, pero sobre todo en los últimos años de relacionarse, de amarse, es decir,
Por otra parte, se advierte de los fiscales, escribanos, familiares o auxi- de virreinato antes que sobreviniera de todo aquello que formaba parte de
elementos físicos que deterioran la liares del Santo Oficio, donde se hace la lucha independentista. Además de su cotidianidad.
documentación, como son: la hume- alusión a la limpieza o pureza de san- que podían realizarse estudios ico- Por último, los procesos o causas
dad que produce el documento por gre, un requisito importante para nográficos que mostraran las repre- inquisitoriales han resultado ser hasta
el tipo de papel con el que fue ela- quien deseaba ser comisario o fiscal sentaciones pictóricas hechas por los ahora los documentos más solicita-
borado, la polilla o termitas, el polvo inquisitorial; este tipo de información dos por los investigadores, y no es
o manchas de colores que vuelve al ayuda a explorar la idea que los hispa- para menos porque ofrecen la posibi-
7 Entre los libros que fueron considerados pro-
documento ilegible (pp. 16-17).6 No lidad de reconstruir y observar diná-
hibidos destacan aquellos de influencia luterana, los
concernientes a las ideas ilustradas como El espíritu micas sociales interesantes como son:
6 Es
el polvo que desprenden no sea absorbido por quie- de las leyes de Montesquieu y El contrato social de la integración social de los grupos
por ello que se recomienda para la manipu- nes realizan la consulta De esta manera, se previene
lación del material guantes y cubreboca, para evitar el deterioro de la documentación y se facilita su
Juan Jacobo Rosseau. También se confiscaron lien- novohispanos, específicamente de los
zos con imágenes bíblicas y de los santos representa-
que los documentos sean lastimados por el sudor y conservación para futuras investigaciones. dos, al parecer, de una manera inapropiada.
esclavos africanos, así como las migra-

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ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012

ciones de moros, judíos y portugueses contrario a lo que podría pensarse, División del Curato de Xalapa, 1769-1773
al Nuevo Mundo, sobre quienes el según se advierte en la revisión del
(Documento inédito)*
Santo Oficio actuó de manera impla- presente catálogo, fue un rasgo inhe-
cable para extirpar cualquier indicio rente a los grupos peninsular y crio-
de prácticas contrarias a la fe cris- llo. Finalmente, se puede realizar un El fenómeno histórico de la división Asimismo, reglamentó que “nin-
tiana. En este sentido, es interesante estudio de geografía histórica que dé de la parroquia del pueblo de indios gún sacerdote pueda decir tres misas;
observar cómo los documentos de los cuenta de: la evolución territorial, la de Xalapa, que puede analizarse desde y, en caso de decir dos, hayan de estar
siglos XVI al XVII reflejan la persecu- conformación regional, la existencia, varias perspectivas y ángulos, tiene expuestos en los idiomas de las par-
ción religiosa que se hizo en Nueva cambio y desaparición de algunos que revisarse, en primer lugar, a par- tes donde [las] dijeren”. La Iglesia
España de los individuos sospechosos lugares, la transformación de las topo- tir del proceso repetido y continuo de obligaba al cura a llevar un censo de
de ser judíos conversos, moros, por- nimias, la población que habitó estos secularización de la Iglesia española. clérigos seculares, con separación
tugueses e incluso luteranos. Ello nos espacios y los participantes de los actos Secularizaciones hubo, en lo que hoy de los regulares, así como el control de
habla de lo trascendente que pudo considerados como transgresores. Para es Latinoamérica, desde el momento sus títulos, ocupaciones y costumbres,
haber sido la Contrarreforma más concluir podemos señalar que este tipo mismo en que se estableció el Patro- como de los “que se hallaren ordena-
allá de las fronteras europeas, y de las de trabajos resultan de vital importan- nazgo Real, en 1542, y culminaron, dos a título de idioma sin las licencias
repercusiones económicas y sociales cia para los estudiosos de la historia y precisamente en los años en que se ges- de predicar y confesar que les corres-
de la separación de Portugal de la de las ciencias sociales, porque dan un tionó la partición del Curato y que, en ponden”; otro edicto daba autoriza-
Corona hispana. panorama mucho más amplio de la la terminología temporal, correspondió ción para que los curas de parroquias
Por otro lado, en estos documen- información que contienen esos docu- al periodo colonial tardío. lejanas pudieran “despachar por sí
tos podemos analizar el sincretismo mentos — inexplorados en su mayo- En los edictos del 19 de agosto los matrimonios, menos de vagos y
cultural entre los grupos indígenas, ría— y de la utilización que se puede de 1765 se vio la avanzada secula- ultramarinos, llevando por sus dere-
españoles y africanos, lo cual ayudaría hacer de las fuentes inquisitoriales. rizadora. Francisco Fabián y Fuero, chos tres pesos, remitiendo un peso
a identificar el aporte de cada uno de obispo de Puebla, ordenaba a los de cada una de las que se remitieren
los grupos a los sistemas de curande- curas llevar un registro “de todas las cada seis meses”.1
rismo existentes en el Veracruz y en el Citlalli Domínguez Domínguez capellanías fundadas o por fundar” y La división, pues, puede revisarse
México contemporáneos. También se Becaria del Instituto de que los capellanes certificaran “haber desde el punto de vista de lo que
puede indagar sobre un aspecto poco Investigaciones Histórico- Sociales, cumplido sus cargas”; que informaran Farriss y otros han denominado como
observado en los estudios novohis- Universidad Veracruzana sobre los clérigos fallecidos —“aun- la «segunda conquista espiritual de
panos como fue la bigamia, la cual, que sean de tonsura”— y sobre sus México». El papa presionaba al rey
bienes y disposiciones testamentarias, hispánico —en las postrimerías de la
y que comunicaran a la diócesis “las Guerra de Seis Años (1757-1763)—
últimas disposiciones” del difunto. para que éste desistiera de su fallido

* Adriana Naveda Chávez-Hita y Fernanda 1 Libro de Cordilleras de la Parroquia de San


Núñez Becerra, División del Curato de Xalapa, Gerónimo Coatepec, Ms. Cordillera núm. 1,
1769-1773 (Documento inédito), Editora de fechada en Puebla de los Ángeles, el 28 de agosto
Gobierno del Estado de Veracruz, Xalapa, 2009, de 1765. Transcripción de José Roberto Sánchez
227 pp. Fernández.

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ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 DIVISIÓN DEL CURATO DE XALAPA, 1769-1773

programa evangelizador, que había en el proceso que se dio, de manera En la escala regional, era osten- registros materiales y espirituales (tari-
arrancado con los frailes mendicantes, soterrada, entre las fuerzas episcopales sible que participaban, en esta ope- fas, libros de ingresos, de cuadrantes y
o sea, a través de las órdenes del clero que se repartían el poder en las dióce- ración de cúpula diocesana, otros de viento, programas de misas, cofra-
regular, desde el momento mismo de sis novohispanas. No sólo se trataba poderosos interesados, como la días y capellanías). Suárez obedeció la
la emergencia del virreinato novo- de un conflicto entre miembros del zaga de los Gorospe Yrala y Padilla instrucción, aunque sólo cumplió a
hispano y hasta la primera mitad del clero, esto es, dado entre españoles y de los Gorospe y Padilla, pobla- medias; pero aun con tales omisiones
siglo XVIII, inclusive. Tras dos siglos peninsulares y americanos, y entre nos de origen, prebendados y crio- y negligencias, la congrua anual del
y algo más de proceso evangelizador, ellos y la propia feligresía de indios llos. Don Manuel Ignacio de Gorospe Curato fue calculada en más de ocho
bajo la tutela monárquica, se había y castas; también era reflejo, en el era, entonces, juez provisor y vica- mil pesos, cantidad suficiente para sos-
demostrado su inoperancia, además campo de la discusión política, de la rio general del Obispado y, casual- tener con holgura el gobierno de las
de su fracaso rotundo. Frente a esta lucha entre familias y grupos de crio- mente, poseía rentas y propiedades en dos parroquias.
realidad, gobernada por el capitalismo llos poderosos: asociados o enemis- Xalapa, Coatepec y Mahuixtlán. Él La división fue ejecutada —como
del fuero y el control del canon, pero tados entre sí. El documento señala fue el brazo del poder para dar opor- señala Fernanda Núñez Becerra en el
también por la degradación diocesana la presencia de una familia encum- tuno trámite, en el campo de la admi- estudio introductorio— por medio
y el relajamiento observado por las brada en el ámbito local: los herma- nistración eclesiástica, a la erección de la técnica “del amor y el temor”,
fuerzas eclesiásticas, el clero episcopal, nos sacerdotes Hortiz de Zárate y su de la nueva parroquia, que atendería, aunque la vigencia del templo de San
aprovechando el impulso dado por las madre, Jacinta Michaela de Acosta. como se reitera en el documento que Joseph como “parroquia de indios”
reformas borbónicas de la posguerra, Uno de ellos había construido el tem- hoy se hace público, a la población sería corta. La función sólo fue tem-
implantó en Nueva España este nuevo plo del Calvario, Antonio Hortiz de española, indígena, negra y castiza. poral, ya que solamente se mantuvo
proceso de secularización, de tipo emi- Zárate; otro fue Matheo Antonio Ante tantos intereses, naturalmente a partir de 1773 para ser suspendida
nentemente regalista. Hortiz de Zárate, cura propio de la surgió la oposición, casi tajante, por el 17 de diciembre de 1786. En esta
La dinámica procesal implicó doctrina de San Francisco de Actopan parte de los indios, quienes, a través fecha, cuando el párroco de la cabe-
un efecto de acordeón. Si bien fue (que actuó como comisionado para de las voces de sus gobernadores, recla- cera, don Alonso José Gatica, dio pose-
verdad que, con la primera cruzada las diligencias de la partición), y otro maron su derecho a recibir el servicio sión como cura propio de la Parroquia
evangelizadora, los frailes francisca- más, Manuel Antonio Hortiz de espiritual en la parroquia del centro y de San José al sacerdote don Gregorio
nos, agustinos, dominicos y otros se Zárate, el que habría de ser el bene- que éste lo defenderían a costa de sus Fentanes, esta parroquia de indios
habían colocado al frente del pro- ficiado de la Parroquia de San Joseph, vidas, como indicó en la diligencia transformó su papel original para
ceso de transformación espiritual de quien hacia entonces tenía el templo correspondiente —además, con firmeza pasar a ser “auxiliar” de la cabecera, y
los indios, al darse el vuelco hacia en plena construcción, y quien había inusual— Josep Leandro, alcalde del a supeditar sus actividades, en lo sub-
la cruzada episcopal, ya en la etapa solicitado al obispo de Puebla la erec- barrio de La Laguna, cuando afirmó siguiente, “a la antigua parroquia”.2 La
borbónica, sus sacerdotes tomaron la ción como Parroquia para el servicio en nombre de los suyos su perte- reagrupación de ambos curatos dentro
supremacía y aislaron, materialmente, espiritual de los indios que habitaban nencia “a la antigua parroquia”, a la de una sola judicatura reflejaba la situa-
a los frailes de las órdenes regulares. en los barrios del pueblo de Xalapa, que defendería con su vida. Esta voz, ción que arrojó el término del régimen
Éstos fueron confinados a los pueblos en particular el de La Laguna y los indudablemente, se sumaba a la del de flotas y galeones combinado con
de indios, lo que entonces quiso decir ranchos aledaños al pueblo. Los her- párroco titular, don Joseph Suárez,
que fueron condenados al olvido. manos Hortiz de Zárate resultaban, quien para manifestar su descontento
2 Notaría Eclesiástica de la Iglesia Catedral de
La división del Curato de Xalapa, entonces, jueces y partes en el nego- ante el recurso de comisión, ocultó
Xalapa, Libro de Entierros de Españoles y Gente de
por otra parte, habrá que ubicarla cio de la división del Curato. datos y negó contar con todo tipo de Razón, 1777-1809, f. 95 r.

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el sistema de las ferias del comercio, por el virrey Revillagigedo en 1790, y El pretexto del Obispado de La utilidad del documento que
al aplicarse en Nueva España, a partir para ser aplicada la reforma fiscal, que Puebla con el que sustentó la par- nos ha ocupado es indudable. Arroja
de 1789, el Reglamento del Comercio había abierto el sistema de cobro de tición de sus curatos fue, reitera- datos de primera mano para poder
Libre promulgado por la Corona para alcabalas desde 1776.3 damente, el “de los beneficios a interpretar mejor el desarrollo urbano
el resto de sus dominios, en 1778. Al La disposición de partir los cura- distribuir en usos píos y a pobres los y social de una comunidad que, hacia
suspenderse el mercado controlado y tos mayores en las colonias america- bienes eclesiásticos superfluos”, es el último tercio del siglo XVIII, se
dar paso a la gestión de los comercian- nas obedeció al programa monárquico decir, atender de la mejor manera la hallaba en franco desarrollo: crecía
tes «borbónicos», el pueblo de Xalapa de imponer “una limitación directa al vida espiritual de los indios y de los su población y se diversificaban sus
y su vida económica se transformó y fuero eclesiástico”, que tenía el obje- pobres, siempre y cuando la congrua actividades económicas en el campo,
diversificó. tivo superior de fortalecer “el control de la parroquia por elevar permitiera los oficios y en el incipiente sector de
La división parroquial, por lo real sobre la Iglesia colonial” y, a la sostener no sólo a un párroco, sino a servicios.
demás, no fue, desde luego, un acto vez, conseguir “el poder de veto sobre dos curas titulares; este problema de
aislado respecto del gobierno ecle- la legislación y las decisiones judicia- subsistencia sólo se resolvería, en el Ángel José Fernández
siástico del Arzobispado de México. les del papa”. Cabe aclarar que estas ámbito regional y durante el periodo Instituto de Investigaciones
Data de esta misma época la parti- reformas se emitieron con posteriori- colonial tardío, en la villa de Orizaba Lingüístico-Literarias,
ción del Curato de Orizaba, que se dad a la expulsión de los jesuitas, pro- y el pueblo de indios de Xalapa.5 Universidad Veracruzana
dio sin la crisis política que arrojó movida por la Corona en 1767, y que
el proceso xalapeño. La partición de tales modificaciones contenían una
parroquias habría de ser, en términos base económica de carácter fiscal y otra
territoriales, económicos e inclusive de amplio contenido político, lo que
políticos, la primera división modé- debió contemplarse en los acuerdos del
lica dada en la Nueva España, pues Cuarto Concilio Mexicano que se cele-
superaría en definición al reparto de bró en 1771. Así, la Corona subordina-
provincias, ya que las judicaturas de ría “a todos los súbditos” a la autoridad
los curatos servirían de base para pro- judicial del Estado y restringiría, especí-
poner las escalas posteriores, como ficamente, “los fueros y exenciones” de
la de la división de las intendencias, los grupos privilegiados, entre los que
al servir de sustento para la distribu- destacaban, además de las milicias, los
ción territorial propuesta por la Real integrantes del clero regular y secular.4
Ordenanza de Intendentes de 1786, en
razón de que dentro de la geografía
y la constitución diocesana se man- 3 Real Ordenanza para el establecimiento e instruc- 1995, pp. 87-105.
5 La división de curatos se realizó en la Nueva
ción de Intendentes de Ejército y Provincia en el Reino
tenían los registros de territorio y la España dentro de los pueblos en donde radicaban
de la Nueva España, Madrid, 1786, y Juan Carlos
separación de los individuos, según la Garavaglia y Juan Carlos Grosso, Las alcabalas novo- mezcladas “las tres clases de feligreses”: españoles,
composición pluriétnica de la feligre- hispanas (1776-1821), Archivo General de la Nación/ castas e indios. Por esta razón no he localizado los
Banca Cremi, México, 1987 (1988), passim. procesos de división de curatos dentro del Arzobis-
sía. Esta misma partición supondría 4 Nancy M. Farriss, La Corona y el clero en el pado de México ni en el Obispado de Antequera,
la nomenclatura de los censos milita- México colonial, 1579-1821. La crisis del privilegio a la que pertenecía la importante parroquia de
res, como los ordenados en este Reino eclesiástico, trad. de Margarita Bojalil, FCE, México, Cosamaloapan. Cfr. Ibidem.

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México, el otro mestizaje/
Mexique, l’autre métissage*

I versión— fue como México, a dife-


rencia de las demás naciones ameri-
Según la historia oficial, mitad verdad, canas, ni exterminó, ni discriminó, ni
mitad mentira —ésa que hoy en día se segregó a sus grupos indígenas, sino
sigue enseñando en los libros de texto que los integró de manera voluntaria y
y difundiendo en los medios masivos pacífica a la cultura nacional”.1
de comunicación y es aceptada por la Esa simplificada, cuasi monocro-
gran mayoría de los mexicanos—, en mática visión del proceso de mestizaje
México, desde la conquista española y en México, cuya síntesis facistoide es
durante la época colonial, pero sobre la “raza cósmica” de José Vasconcelos,
todo en los siglos XIX y XX cuando desde luego, no tiene nada que ver
llegaron otros grupos étnicos de ori- con la realidad actual, pues como han
gen europeo, tuvo lugar un “exitoso demostrado estudios más o menos
proceso de mestizaje”, producto del recientes, los “mestizos” mexicanos
cual nuestro país, en la actualidad, está están conformados por una diversi-
conformado por 90% de mestizos y dad de grupos humanos, que poseen
10% de indígenas, donde, como dice un origen étnico múltiple (indígena,
Federico Navarrete, no sin cierta iro- europeo, africano, oriental, árabe,…),
nía, los primeros son “los custodios son herederos de disímiles culturas,
de una modernidad que pertenece al ocupan un lugar diferente en la escala
futuro y que debe dejar atrás el pasado social y practican religiones distin-
[la milenaria cultura prehispánica], tas, sin contar las diferencias cultu-
glorificándolo en museos y libros, pero rales notables que existen entre ellos
no viviendo de acuerdo con él”, y los dependiendo de la región o subregión
segundos son “los custodios de una del país que habiten.
tradición que pertenece al pasado [las Más aún, los mestizos mexicanos
grandes civilizaciones mesoamericanas] no sólo se consideran superiores a los
y que no tiene futuro”. “Así —remata indígenas —que en su imaginario
Navarrete su crítica a esa edulcorada representan una raza degrada, atrasada,
* Franck Courtel, Manuel González de la Parra,
Sandra Ryvlin et al., México, el otro mestizaje/Mexi- 1 Federico Navarrete, Las relaciones interétnicas
que, l’autre métissage, Universidad Veracruzana/Ins- en México, col. La pluralidad cultural en México,
titut de recherche pour le développment/AFRODESC/ núm. 3, Programa México Nación Multicultural,
EURESCL, México, 2011, 112 pp. UNAM, México, 2004, pp. 11, 15.

Ulúa 19, 2012: 199-213 [199] issn: 1665-8973


ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 MÉXICO, EL OTRO MESTIZAJE

sin una identidad propia y de costum- chos humanos sostenida por una tem- siguiente: “En México la participación contexto de interlocución, los intereses
bres anacrónicas—, sino que, así como bleque democracia; fortalecido por africana fue considerable, pero en las en juego, en fin, son las interacciones
son evidente y recalcitrantemente racis- una estructura socioeconómica servil costas mexicanas la impronta africana sociales las que dan sentido y vida a
tas con éstos, también entre ellos prac- al capital financiero, pero también es más evidente en las caras y en los una u otra identificación. Es esto lo
tican “un profundo racismo, en el que por una mentalidad prejuiciosa inte- cuerpos, la música y los versos, lo que que llamamos “el otro mestizaje”: la
los grupos de piel más blancos, más riorizada en los colonizados”.3 algunos interpretan y recuerdan como capacidad de reconocerse de múltiples
ricos y con una cultura más occidental la ‘tercera raíz’ de la identidad nacio- formas, simultáneamente o casi, sin
[o sea, más ‘moderna’] discriminan y nal, al lado de la europea y la indí- menosprecio del que escoge otra opción”
II
desprecian a los grupos de piel más gena. Sin embargo, es imposible hacer (p. 13, subrayado mío).
oscura, menor riqueza y una cultura Acaso teniendo en cuenta lo anterior, un registro contable de las raíces que En suma, concluyen, este catálogo
más tradicional”.2 no lo sé de cierto, en la “Introducción/ constituyen los pueblos. Son innumera- tiene como objetivo “contribuir a más
Justamente es ese inveterado y Introduction” del catálogo titulado bles, entremezcladas, indescifrables; los y mejor conocimiento de nuestras
no tan soterrado racismo el que, sin México, el otro mestizaje/Mexique, orígenes se reinventaron en el tumulto riquezas, diferencias y semejanzas”.
exagerar, nos hace parecer, todavía, a l’autre métissage,4 firmada por Odile de los encuentros y si bien se quieren No busca, reiteran, “realzar ‘otra raíz’
inicios del tercer milenio, una socie- Hoffmann, María Elisa Velázquez, conocer y reconocer, no bastan para del mestizaje mexicano, sino propo-
dad de castas neocolonial, aunque las Elisabeth Cunin y Christian Rinaudo, satisfacer la sed de identidades que ner otra visión y comprensión del
leyes y el discurso nacionalista mexi- se advierte respecto a la tan llevada parece caracterizar este principio de mestizaje” (p. 13).
canos nos presenten como un país y traída “tercera raíz” de la identi- milenio (pp. 12-13, subrayado mío)”.
donde no existen los altos contrastes, dad mexicana —concepto que, en su Una vez que los autores se han des-
III
es decir, las desigualdades económi- momento (finales del siglo pasado), lindado de esa noción, a su modo de
cas, políticas, sociales y culturales, y como sabemos, intentó matizar aque- ver esquemática, y que no explica la El libro, diseñado impecablemente
donde todos gozamos los derechos lla simplista visión del proceso de compleja identidad mexicana, defi- por Julio Torres Lara, y editado
humanos más elementales. Esto es, en mestizaje en México y ponderar la nen lo que ellos entienden por “el bajo los auspicios de la Universidad
México, como diría George Orwell, impronta africana en el devenir y el otro mestizaje”, concepto acaso más Veracruzana, el Institut de recher-
unos somos más iguales que otros. Por presente de la sociedad mexicana, pero elástico y objetivo y que, en princi- che pour le développement (IRD) y
ello, con toda razón, Abraham Nahón que, por lo visto, no dejó de tener pio, se expresaría en las fotografías los programas AFRODES (francés) y
apuntó en un luminoso texto: “El ciertas limitaciones analíticas— lo que contiene este volumen: “Por lo EURESCL (europeo) —los cuales inten-
racismo es como un vendaval que no tanto —concluyen los autores de la tar dar cuenta de la llamada “diáspora
cede: sigue arrasando las potenciali- introducción—, no son negros o no afro”—, reúne una selección fotogra-
3 Abraham Nahón, “La rebeldía solar de la
dades de una sociedad fustigada por los que aquí son fotografiados, sino fías de pobladores de la Costa Chica,
negritud”, en Afro. África-Cuba-México, Marabú
la desigualdad y la discriminación. Ediciones/Centro Fotográfico Álvarez Bravo/éditons personas que en algún momento región que abarca los estados de
Continúa impune, solapado, repitién- L’atinoir, Oaxaca, 2011, p. 9 pueden reconocerse así y en otro Guerrero y Oaxaca, de Franck Curtel,
4 Catálogo de la exposición del mismo nombre
dose incesantemente en pleno siglo momento de otra manera (mestizo, y de habitantes del puerto de Veracruz,
que se presentó en el marco del evento Rencontres
XXI bajo nuevas formas de exclusión, AFRODESC-EURESCL . L’autre métissagge. Nation,
afromestizo, moreno, costeño, jaro- de Manuel González de la Parra y
en una fachada de respeto a los dere- ethnicité, inégalités (Ameriqué, Caraibe, France). cho, mexicano), sin que una u otra Sandra Ryvlin. Curtel y Ryvlin son de
Workshops, conferénces, vidéos, exposition, posters, opción descalifique a la otra. No es nacionalidad francesa y González de la
que tuvo lugar en el Institut des Sciences Humaines
la persona que se tiene que identificar Parra es mexicano, oriundo de Cotija,
et Sociales de la Université de Nice-Sophia Antipo-
2 Ibidem, p. 16. lis, Francia, del 8 al 10 de noviembre de 2011. de un solo modo. Es la situación, el Michoacán, para ser más preciso, pero

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ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 MÉXICO, EL OTRO MESTIZAJE

avencidado en Xalapa desde hace cua- del popular barrio de la Huaca, en la cal de la marímbula, el cajón, el bote otorga una visibilidad distinta, cons-
tro décadas y casi diríamos que xala- ciudad de Veracruz, y unos versos en y la quijada de burro [y la tarima]. truida desde una mirada más sensi-
peño por adopción. Los tres, como décima de Fernando Guadarrama titu- Los tambores sacuden los espíritus ble a la diversidad cultural. La imagen
se aprecia en el catálogo, excelentes y lados “Veracruz”. No sobra decir que adormilados reivindicando la liber- fotográfica les confiere —agrega— un
reconocidos fotógrafos. El volumen todos los textos, incluidos el título de tad: relámpagos contra todo oscuro protagonismo visual al que quizá estén
contiene, además, un texto de Claudia la obra y la “Introducción”, están edi- encadenamiento. Son rupturas en la [sus pobladores] poco acostumbrados”
Negrete Álvarez, reconocida historia- tados en español y en francés. monotonía del latido humano que (pp. 18-19).
dora de la fotografía mexicana, titu- inauguran en el ser un nuevo equili- Desde luego, cada fotógrafo rea-
lado “Miradas abiertas al México de brio, que lo transfiguran en pájaro, liza su labor apegado a un estilo muy
IV
herencia negra/Trois regards tournés tigre, ocelote o fuego. Ritmos jubilo- propio pero también con base en un
vers le Mexique noir”, donde la autora Hoy en día, en general, los pueblos sos que intentan acallar con su fuerza proyecto particular y bajo una mirada
contextualiza y analiza el trabajo de negros o afrodescendientes o afromes- vital el sufrimiento amamantado por muy personal sobre la realidad que les
los tres fotógrafos, y otros tres textos tizos de Oaxaca, Guerrero y Veracruz varias generaciones entre los pueblos rodea: como dice el dicho popular,
más donde cada uno de ellos pone sobreviven en medio de la pobreza, la negros y mulatos, quienes a través de “cada quien ve lo que quiere ver”, y
de manifiesto sus experiencias en los marginación y los conflictos interétni- singulares pasos se plantan con fir- más atrás de una cámara fotográfica.
lugares en que vivieron y convivieron cos. La sociedad mestiza nacional los meza en el presente sobre la tierra. El Franck Courtel, por ejemplo, llega
y el objetivo principal que se plantea- sigue viendo y pensando como escla- lenguaje del tambor inventa, recrea las a la Costa Chica, “un espacio toda-
ron al iniciar su labor artística: Franck vos, los sigue considerando “intrusos lenguas originarias: polifónico, colec- vía virgen de toda invasión turística
lo titula “Costa Chica: una mirada de nuestra historia, foráneos, arrima- tivo, popular, libertario. Tiene voces: y otras construcciones inmobiliarias
mestizada/Costa Chica: un regard dos de nuestra nacionalidad, bárbaros voces como de otro mundo”.6 salvajes”, dice, con la idea fija —quizá
métissé”; Manuel, “Veracruz también civilizables insertos en comunidades obsesiva— de “descubrir” a sus pobla-
es Caribe/Veracruz Caraïbe” —aquel anacrónicas: modernizables”,5 en lugar dores de que le “hablaron tanto” en
V
famoso eslogan acuñado a finales de reconocer abiertamente su impor- París, ciudad cosmopolita donde
de los años ochenta, antes de que se tante contribución cultural dentro del Parte de todo ello queda plasmado, vive y donde el mestizaje es moneda
llevaran a cabo los festivales afroca- largo y sinuoso proceso de mestizaje. de una u otra manera, en las imáge- corriente: desde allá se imagina este
ribeños en el puerto—, y Sandra, A pesar de ello, contra viento y marea, nes que aparecen en este volumen. otro y distinto mestizaje, “con otra his-
“Veracruz mestizo/Veracruz métis”. El dichos pueblos mantienen y recrean Las fotografías de las poblaciones cos- toria, otras actitudes, otras pieles […]
libro, asimismo, incluye un par de su rica cultura popular, conformada teñas mexicanas de origen africano otro ojo para otras miradas” (pp. 27,
fragmentos de relatos de dos viajeros por su música y sus danzas, su tradi- de Courtel, González de la Parra y 29). De ahí que Negrete afirme, con
que visitaron México: uno del viajero ción oral, su gastronomía, sus artes Ryvlin, poseen tal fuerza, contunden- gran tino, que Courtel es un “fotó-
y mercader italiano Juan Francesco plásticas y sus complejos sistema sim- cia y vitalidad que Claudia Negrete grafo viajero”, al estilo de su paisano
Gemelli Carreri, de finales del siglo bólicos. Como bien dice Abraham no duda en afirmar que, “si bien la decimonónico Désiré Charnay: “Me
XVII, y otro del que sería el patriarca Nahón, en las costas de Oaxaca, importancia de su presencia ha sido encanta —comenta Courtel— esta
de la colonia alemana en nuestro Guerrero y Veracruz: “Africa tam- ponderada en el ámbito académico, es idea de ir muy lejos, por lo lugares
país en el siglo XIX, Carl Christian bién vibra […] bajo el influjo musi- quizá la mirada del fotógrafo la que les retirados, remotos donde nadie va,
Sartorius, así como un fragmento de para encontrar a esta gente y ofre-
una entrevista de Christian Rinaudo a cerle lo que cada uno espera: aten-
Nohemí Palomino, conocida habitante 5 Nahón, op. cit, p. 15 6 Ibidem, p. 14. ción. Personalmente, la fotografía es

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ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 MÉXICO, EL OTRO MESTIZAJE

un pretexto para ir a los demás” (p. 29, costeños, a la que está empeñado en
subrayado mío). Su dicho se corrobora hacer trascender a través de sus foto-
puntualmente en sus imágenes, donde grafías: “Estas personas —confiesa—
se aprecian, en primer plano, los son bellas, en los rasgos de sus rostros,
pobladores costeños (hombres y muje- en el color de su piel, en la ternura y la
res, viejos y jóvenes, niños y niñas), su intensidad de sus miradas, en sus son-
cotidianeidad (“Niños atravesando el risas” (p. 29). Una belleza, que, en mi
pueblo”, “Alumna: una muchacha espe- opinión, alcanza su cima, su apoteosis
rando a su amiga para ir a la escuela en los rostros y cuerpos de “Ángela”,
caminando”) y sus diversiones (carre- “Mayra” y “Jessica”. Es más, la tras-
ras de caballos, bailes, peleas de gallos), cendencia en Courtel, me parece,
así como ciertos aspectos de su inti- no sólo tiene que ver con la belleza,
midad (“Mujer durante un funeral”, sino incluso en la relación que aquélla
una niña “Saliendo del baño”), aun- guarda con el Absoluto: “Javier”, más
que también el paisaje natural que les que un costeño mexicano, parece un
rodea (“Playa de Marquelia”, “Nubes eremita hindú al momento de lograr el
volando”). Ciertamente, como señala éxtasis espiritual, el ansiado Shamadi.
Negrete, en los retratos de Courtel,
particularmente caros en su portafolio
VI
costeño, se nota “la empatía de quien
se coloca detrás de la lente hacia sus Manuel González de la Parra, en cam-
sujetos”, es decir, que el artista francés bio, centra su atención en el núcleo
“no mira su negritud sino su humani- de la cultura popular del puerto de
dad”, y que en los costeños retratados Veracruz: el baile, la música y, sobre
es “patente [su] alegría de convertirse todo, en su fiesta señera: el carnaval,
en centro de interés visual del fotó- aspectos, ya se sabe, donde la impronta
grafo” visitante (p. 21); sin embargo, caribeña es innegable y donde se
también es evidente, en algunos de expresa una identidad muy singular
ellos (“María”, “Luisa”, “Senem”), su que se transforma de manera perma- Foto 1. María, concurso de baile tradicional/Maria, con concours de dance
actitud de orgullo, de entereza y hasta nente. En Veracruz, asegura el fotó- traditionnelle. Tierra Colorada, Cuajinicuilapa, Guerrero, 2009.
de reto ante la lente que los registra grafo michoacano, el color de la epi- Autor: Franck Courtel.
en su entorno; un entorno, sin duda, dermis es lo de menos, lo demás es el
lleno de carencias y de problemas de disfrute, el goce de la fiesta, de día y
diversa índole, y que está lejos de ser de noche, en los diversos espacios de
idílico: la Costa Chica no es el paraíso sociabilidad (Rincón de la Trova, Salón
terrenal del Pacífico mexicano. Lo que de Villa del Mar) y, desde luego, en las
sí es incuestionable es la admiración de calles, su ámbito natural, incluidos la
Courtel por la belleza de los habitantes Plaza de Armas, los Portales de Lerdo,

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el callejón del Portal de Miranda y de una manera casi subliminal, con un


la “barra más grande del mundo”, el arpa, apenas perceptible por la sombra
bulevar Ávila Camacho: “El mestizaje que da un árbol añoso y en medio de
en el puerto —confirma Manuel— un arco de uno de los edificios colo-
no sólo se deja de ver en los tonos de niales emblemáticos del puerto: Las
piel, sino en el gusto por la música y Atarazanas. Menos característico de
la manera de bailarla, en la forma de la cultura porteña, a mi modo de ver,
cantar y de vivir la fiesta hasta que el son las imágenes de dos expresiones
alba toque el horizonte mar” (p. 53). de la religiosidad popular de nuevo
En esta serie de imágenes porteñas de cuño y un tanto marginales: la del
Manuel no hay secreto: el objetivo niño-acólito en un abigarrado altar
de esta muestra, señala, es hacer “un a la Santa Muerte y la de la ceremo-
homenaje a la cultura popular y sus nia a Yemayá por los rumbos de Boca
ritmos, a sus instrumentos y sus versos, del Río. Sin embargo, ambos fenóme-
a sus cantantes y bailadores. […] resca- nos son una muestra de la porosidad
tar la particularidad festiva del puerto y el dinamismo de la secular cultura
de Veracruz: subrayar lo que podemos popular porteña, de ahí que no hayan
llamar nuestro: nuestra fiesta, nuestra escapado al ojo entrenado y sensible
música” (p. 55). Así, en las espléndidas de Manuel, quien, en fin, a través de
fotografías de González de la Parra una fotografía del interior en ruinas de
—quien esta ocasión, como bien apunta una casa colonial del Centro Histórico
Negrete, combina magistralmente de Veracruz (ubicada sobre la avenida
el retrato con el fotorreportaje—, lo Zaragoza), ahora usada para ejercer el
mismo aparecen parejas y agrupacio- viejo oficio de la carpintería, parece
nes de danzón, de son montuno y querer mostrarnos cómo, al final, todo
de reguetón, que una solitaria niña fenece ante el incontenible paso del
bastonera (¿será del conocido grupo tiempo… Sabía virtud de conocer el
de Susy?), una voluptuosa rumbera tiempo…
Foto 2. Mayra. Callejón de Rómulo, Oaxaca, 2009. (¿veracruzana o cubana?), un par de
Autor: Franck Courtel. modelos de una refresquera (¿porteñas
VII
o chilangas?), un par de comparse-
ras de barrio popular y un elegante En el caso de Sandra, antropóloga-
bailador de danzón y son apodado socióloga de origen, el objetivo de su
Zapatito, quien, por cierto, al rom- trabajo fotográfico tiene tintes más
perse el encanto de la noche se vuelve académicos que artísticos, lo cual,
cargador de maletas en el Aeropuerto por supuesto, no va en demérito de
Heriberto Jara Corona. También el sus magníficas imágenes de la muy
son jarocho está representado, aunque heterogénea sociedad mestiza porteña

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ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 MÉXICO, EL OTRO MESTIZAJE

Foto 3. Zapatito. Puerto de Veracruz, 2006. Foto 4. Zapatillas de danzón/Chaussuresde danse. Puerto de Veracruz, 2006.
Autor: Manuel González de la Parra. Autor: Manuel González de la Parra.

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ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 MÉXICO, EL OTRO MESTIZAJE

(familias, tradicionales y de nuevo bajo que a veces tiene una decoración


tipo; parejas, heterosexuales y homo- elemental y a veces recargada o preten-
sexuales, permanentes u ocasiona- ciosa, dependiendo del lugar que ocu-
les; hombres y mujeres, aparente- pen en la pirámide social del puerto y
mente solos; viejos, adultos, jóvenes de la imagen que intenten proyectar.
y niños de distintos estratos socia- También es verdad que algunos de
les), producto de tres años de estan- los retratados, más o menos conoci-
cia en Veracruz: “La idea —comenta dos entre los que hemos vivido en la
Ryvlin— era mostrar la diversidad Heroica, poseen cierto estatus, cultu-
social que existe en la ciudad, yendo ral o intelectual (Lucero Hernández
desde las zonas residenciales más aco- Farías, bailadora del grupo Mono
modadas hasta los barrios más des- Blanco; la etnóloga Jessica Gottfried,
heredados del centro o de la perife- estudiosa del son jarocho) e incluso
ria, y captarlo a partir de mi propia una historia excepcional (Miguel
red social. La ventaja de este método Ángel Montoya, el célebre Jarocho,
es que ayuda a evitar la elección de también conocido como el Guerrillero
los sujetos en función de su fenotipo, Intelectual por sus andanzas en la
la belleza de sus rasgos, su estatus o Revolución sandinista; Carlos Mizuno,
historia excepcional, aunque sé que mestizo de origen japonés, gran cono-
escogí a algunos en vez de otros, cons- cedor del danzón y del son cubano).
ciente o inconscientemente” (p. 83). Con todo, lograr esta muestra de
Lo cierto es que, con excepción de la diversidad social del puerto a través
una o dos fotografías (“Vania”, la niña del retrato es todo un reto: hay que
bien sentada a la mitad de las escaleras ganarse la amistad y la confianza de
de su casa ¿de Costa de Oro?, o “El la gente, y eso en tratándose de una
Licenciado”, sentado en medio de su investigadora-fotógrafa francesa como
impoluto y ordenadísimo estudio), la Sandra implica un desafío aún mayor,
mayoría retrata a las clases medias y más en una ciudad cuyos habitan- Foto 5. Mario y/et Jessica. Puerto de Veracruz, 2009.
subalternas, con las cuales, al parecer, tes no son tan open main como se Autora: Sandra Ryvlin.
Ryvlin logró mayor empatía: en ellas cree, sino más bien amurallados (Juan
aparecen abogados, investigadores, Antonio Flores Martos dixit), y que
músicos, maestros, fotógrafos, videoas- en los últimos años —y aun antes—
tas, comerciantes, empleados, mese- se volvió violenta, insegura e impre-
ras que pudieran metamorfosearse en decible una vez declarada la guerra
meretrices, milusos… , todos, eso sí, contra el crimen organizado, absurdo,
en su entorno más íntimo, más entra- inútil, trágico caballito de batalla de
ñable; un entorno doméstico o de tra- la administración felipista.

210 211
ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 MÉXICO, EL OTRO MESTIZAJE

VIII
Cuando termino de leer libros como Soy de mar y de montaña,
México, el otro mestizaje, siempre me soy de café y de maíz,
queda la esperanza de que, algún día, tengo abierta la raíz,
en un futuro no lejano, México sea soy de amaranto y de caña,
un país más justo, más igualitario, soy de México y de España,
más democrático, más libre; un país soy nieto de indios y moros,
donde el color de la piel no importe soy el jaguar; soy los toros,
en las relaciones entre las personas, Caribe y Mediterráneo,
incluyendo las afectivas e incluso las soy el verde momentáneo
amorosas (¿acaso el amor tiene color de una parvada de loros.
de piel?); donde los nefastos estereoti-
pos raciales sean rechazados unánime- […]
mente por la sociedad; donde nuestra
identidad local, regional y nacional no Traigo sangre amestizada
esté sostenida en un racismo étnico- de indio, negro y español,
identitario-civilizatorio —sintetizado y toda la luz del sol
en el concepto de blanquitud, pro- en esta sangre mezclada,
puesto por Bolívar Echeverría—, que que hoy es fronda en la enramada
“sacrifica a las poblaciones que se ale- de mi suelo americano,
jan de la modernidad capitalista y del como la Ceiba en el llano
ser moderno”, que “no se basa sólo en con raíces tan profundas,
la blancura de la piel sino también en así nace y se funda
la interiorización del ethos histórico mi pueblo veracruzano.
capitalista”.7
Finalizo mi comentario citando
dos de las seis décimas de Fernando Horacio Guadarrama Olivera
Foto 6. Lucy. Puerto de Veracruz, 2010. Guadarrama, que me parece resumen
Autora: Sandra Ryvlin. Instituto de Investigaciones
muy bien el sentido profundo de este Histórico-Sociales,
magnífico libro de fotografías: Universidad Veracruzana

7 Nahón, op. cit., p. 16.

212 213
Estudio sobre los derechos de los pueblos negros
de México*

La doctora Elia Avendaño Villafuerte Si la pretensión de la doctora


publica en las prensas de la Univer­ Avendaño es generar discusiones futu-
sidad Nacional Autónoma de México ras sobre el tema que se plantea en el
(UNAM), en esta ocasión activadas por volumen que ahora nos ocupa, me
el Programa Universitario “México, parece que lo logrará con creces. Con
nación multicultural”, el volumen ello no quiero insinuar siquiera que
Estudio sobre los derechos de los pueblos estemos frente a un texto escrito con
negros de México. Se trata, y juzgo ligereza o ánimo desafiante. Creo, eso
conveniente decirlo desde un prin- sí, que la autora aborda un tema que
cipio, de un libro militante, es decir, todavía resulta incómodo para muchos
de un libro puesto al servicio de una y que lo hace tomando decisiones fir-
causa muy específica, que en este caso mes, las cuales le permiten elaborar
es el reconocimiento constitucional propuestas caracterizadas por su clari-
de los pueblos negros de México. dad y contundencia.
Desde luego, no debe sorprender- En las líneas que siguen intentaré
nos que una obra publicada por la abordar algunas de las propuestas pre-
UNAM esté claramente inscrito en sentadas por la doctora Avendaño y
el contexto de una batalla de carác- señalar los que podrían ser sus aspec-
ter social, pues de todos es sabida la tos más controvertidos si el libro
tendencia humanista de esa casa de tuviera algún día la rara fortuna de
estudios. Ya desde la introducción, la circular entre quienes deberían de
autora nos advierte que “La lectura de leerlo, es decir, quienes están en el
este documento pretende generar dis- poder y toman las decisiones que nos
cusiones sobre el respeto a sus dere- afectan a todos. Me refiero, claro, a
chos [de los negros]” (p. 13), y añade: los legisladores, los jueces y los eje-
“por ello es importante difundir su cutores de las políticas públicas en
riqueza cultural con la finalidad de materia de desarrollo social.
fomentar la revaloración de sus apor- La primera propuesta que men-
taciones a la humanidad por parte de cionaré es la de brindar a los pue-
la sociedad en general” (p. 13). blos negros de México un trato no
igualitario sino equitativo. Sostiene
* Elia Avendaño Villafuerte, Estudio sobre los
la autora: “En México, la situación
derechos de los pueblos negros de México, UNAM,
México, 2011, 112 pp. específica de los pueblos negros tiene

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ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 ESTUDIO SOBRE LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS NEGROS DE MÉXICO

su propia complejidad, no se trata Un asunto más, que sin duda oportunidades de diálogo y reconoci- nanza democrática, hace confluir tres
solamente de lograr un trato iguali- provocará inquietudes, es el alegato miento mutuo. factores que son determinantes para
tario que respete su diversidad, sino contenido en la obra a favor del reco- Quizá esta paradoja sirva para el establecimiento de la paz y la con-
también de revertir las acciones de nocimiento de los núcleos poblacio- develar el carácter finalmente con- vivencia pacífica dentro de las nacio-
discriminación y racismo que los nales negros como entidades jurídicas ciliador de este libro. Véanse sino nes y entre ellas. En este sentido, la
afectan de manera cotidiana para que con personalidad propia. Ocurre que sus coincidencias con el informe promoción y la salvaguardia de la
tengan la oportunidad de mejorar sus nuestras leyes se han mostrado bas- Mundial de Cultura 2010 de la diversidad cultural refuerza la tríada
condiciones de vida” (p. 28). tante reticentes a la hora de reconocer UNESCO, denominado precisamente formada por los derechos humanos,
Consecuente con sus ideas, la doc- la existencia de pueblos y comuni- Invertir en la diversidad cultural y la cohesión social y la gobernanza
tora Avendaño propone el diseño dades específicas. Tal ocurrió con los el diálogo intercultural, en el que se democrática”.1
en materia legislativa y de políticas pueblos indígenas, tal sucederá, me sostiene, en el capítulo relativo a los La cita es larga, pero vale la pena,
públicas que partan del reconoci- parece, con los pueblos negros, que derechos humanos, que “El reco- porque permite advertir que si algo
miento de que, durante siglos, los casi siempre habitan en zonas mayori- nocimiento del valor de cada cul- sostiene a esta obra es precisamente
negros de México han sido receptores tariamente mestizas, lo que facilita la tura por sus diferencias creativas y su plena identificación con la con-
de prácticas prejuiciadas y separatistas tarea de los ninguneadores. su originalidad, infunde en todas las vivencia pacífica, pero con justicia y
en su propio territorio, y se orienten Otro aspecto polémico del volu- personas un sentimiento de orgullo dignidad para todos. De tal suerte,
a recompensar los nefastos resulta- men es el que se refiere a la adopción fundamental para su capacidad de sirve a una causa, pero lo hace de la
dos que tales prácticas han provocado de la palabra “negros” para definir intervención. Esa dignidad recupe- mejor manera posible, que es pro-
entre nosotros. Para quienes tenemos a los pueblos constituidos por afro- rada es fundamental para la cohesión curando el fortalecimiento del diá-
la piel de tostada para arriba la jus- descendientes mexicanos, quienes, social, que exige que las diferencias logo intercultural, que tanta falta
tificación resulta fácilmente com- como sabemos, suelen ser nombrados unan más de lo que dividen. De este nos hace.
prensible y la propuesta ampliamente de manera eufemística con palabras modo se establecen relaciones soli- Consecuente con sus propósitos,
convincente. Difícilmente lo será, me como “afroamericanos”, “afromesti- darias entre las personas, que tras- el texto concluye con una propuesta
parece, para quienes prefieren pensar zos” o “afromexicanos”. En opinión cienden la competencia egoísta por que resulta, como postulaba John
que el trato igualitario ya es bastante de la autora “la reflexión identitaria los recursos. La diversidad cultural Lennon, endemoniadamente senci-
dádiva y que ser pobre y marginado forma parte del crecimiento personal constituye así un medio para renovar lla: agregar, cuando menos, las pala-
es mérito suficiente para ser benefi- del afrodescendiente para admitir su las formas de gobernanza democrá- bras “pueblos negros” en el primer
ciario de los programas sociales del diferencia y a partir de ella generar tica, en la medida en que logra que párrafo del artículo segundo de la
gobierno. Para quienes así piensan, el acciones de solidaridad y compromiso los grupos (los jóvenes, los margi- Constitución, en el cual se reconoce
reclamo de los negros mexicanos por con sus iguales dentro de una socie- nados, los desposeídos, las minorías, el carácter pluricultural de México.
el diseño de políticas de equidad que dad que no reconoce a las culturas las poblaciones indígenas y los inmi- Dos palabras que nos permitirían
nos coloquen a todos en la misma negras” (p. 50). Se trata entonces de grantes) recuperen la confianza en empezar a existir jurídicamente, posi-
línea de salida, junto a los indígenas, reivindicar la palabra “negro” —que los sistemas de gobernanza democrá- bilitarían el desarrollo de políticas
las mujeres, los discapacitados y otras en México suele tener un sentido tica y sientan que su contribución es públicas correctas y enriquecerían
víctimas históricas, no pasará de ser peyorativo— como una marca de reconocida y estimada, y que eso lo
una más de las mucha argucias de las orgullo, como una palabra que, por cambia todo. La diversidad cultural,
1 Tomado de la edición en línea: http://unes-
que nos valemos los negros para vivir oposición, no pretende ahondar las que promueve los derechos huma-
doc.unesco.org/images/0018/001878/187828s.pdf,
sin trabajar. diferencias, sino establecer nuevas nos, la cohesión social y la gober- p. 260.

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ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012

notablemente la diversidad cultural y


creativa en la conciencia de los mexi- Resúmenes
canos. Bienvenida sea, por tantas bue-
nas razones, la publicación de este
libro estupendo. Úrsula Camba Ludlow, Mulatos, morenos y pardos marineros. La sodomía en los bar-
cos de la Carrera de Indias, 1562-1603
Óscar Hernández Beltrán
Subdirección de Desarrollo La sodomía o pecado nefando ha sido escasamente estudiado en la historiografía
Cultural Regional, mexicana. A través de tres procesos que se encuentran en el Archivo General de
Instituto Veracruzano de Cultura Indias contra marineros de la Carrera de Indias, acusados de sodomitas, en este
artículo se desentrañan los encuentros sexuales entre personas del mismo sexo,
en los cuales de una u otra manera encontramos implicados a mulatos y pardos.
Asimismo se establecen diferencias entre los distintos procesos en las sentencias
impuestas por las autoridades civiles, no inquisitoriales, ya que el delito de sodo-
mía estaba fuera de la jurisdicción del Santo Oficio, al menos en los virreinatos
españoles y en los barcos de la flota de Indias. También se discuten los términos
queer, gay y homosexual, frecuentemente utilizados en este tipo de fuentes, sobre
todo por la historiografía norteamericana.

Palabras clave: Sodomía, pardos, mulatos, barcos, homosexualidad, Carrera de


Indias.
Recepción: 18 de agosto de 2011/Aceptación: 9 de febrero de 2012

Danielle Terrazas Williams, Polonia de Ribas, mulata y dueña de esclavos: una histo-
ria alternativa. Xalapa, siglo XVII

Este artículo es una versión corta de un capítulo de la tesis doctoral de la autora


(en elaboración), que examina la intersección que existe entre identidad, viabili-
dad económica y visibilidad social de las mujeres afrodescendientes en Veracruz
durante el siglo XVII. Una mulata libre, Polonia de Ribas, es la protagonista cen-
tral de este trabajo, que también presenta las investigaciones preliminares de la
autora sobre otras mulatas y pardas libres de Xalapa, quienes fueron dueñas de
esclavos, tuvieron relaciones con miembros de otras castas y españoles, supervi-
saron sus propiedades, mantuvieron sus redes sociales importantes, incluyendo a
la elite regional, e intentaron asegurar los futuros económicos de sus hijos. Este
breve estudio examina asimismo el comportamiento de estas dueñas de esclavos
para discernir la discordancia y las similitudes con otros dueños de esclavos y así

218 Ulúa 19, 2012: 219-222 [219] issn: 1665-8973


ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 RESÚMENES

comprender la forma en que éstos influyeron en sus decisiones y oportunidades Juan Manuel de la Serna, La justicia y los esclavos en la Nueva España del siglo XVIII
de vida.
Entre los historiógrafos de la esclavitud africana y sus descendientes en la América
Palabras clave: Esclavitud, afrodescendientes, mujeres libres, Xalapa. hispana se ha vuelto común el pensar a los esclavos como sujetos del derecho
Recepción: 1 de agosto de 2011/Aceptación: 15 de marzo de 2012 derivado de las prácticas grecorromanas en todos aquellos tribunales a los que se
sometieron por diversas causas. Empero, poco se ha estudiado de forma sistemática
las prácticas jurídicas cotidianas usadas para enjuiciarlos. En este breve artículo se
Adriana Naveda Chávez-Hita, San Lorenzo Cerralvo, pueblo de negros libres. Siglo XVII plantean algunas de éstas últimas, de las cuales el iuscomunne se considera como la
forma preponderante de aplicar las leyes para ellos.
Mucho se sabe de la valentía de estos cimarrones en su lucha contra la esclavitud,
pero una vez más, utilizando el archivo inquisitorial, la autora puede demostrar Palabras clave: Esclavitud, justicia, Nueva España, negros, afrodescendientes.
cómo los protagonistas de esa lucha armada vivieron como cualquier ser humano Recepción: 18 de agosto de 2011/Aceptación: 16 de abril de 2012
en condiciones de paz. Al ahondar en el desarrollo de la vida social de sus habitan-
tes, se da cuenta del papel que este asentamiento jugó para la vida de esclavos hui-
dos o ex esclavos que llegaron a vivir con ellos; éstos eran afrodescendientes que se María Guevara Sanginés, Propietarios de esclavos en Guanajuato durante el siglo XVIII
asentaban definitivamente hasta que la Inquisición los descubría, no tanto por ser
un esclavo huido sino por estar casado dos veces. En este artículo se observa cómo, durante el siglo XVIII, los grandes empresarios
mineros del real minero de Guanajuato vendieron y compraron esclavos o los
Palabras claves: Pueblo de negros libres, San Lorenzo Cerralvo, afrodescendientes, emplearon fundamentalmente en el servicio doméstico, a pesar del decrecimiento
hechicería, bigamia. paulatino en la cantidad de transacciones de este tipo anotadas en los registros
Recepción: 22 de enero de 2012/Aceptación: 16 de abril de 2012 notariales. Asimismo se constata la existencia en Guanajuato de otras personas que
eran propietarios de esclavos pero no empresarios y que emplearon a sus esclavos
en diversas actividades, lo cual les permitió vivir modestamente o bien resolver
Cristina V. Masferrer León, Hijos de esclavos. Niños libres y esclavos en la capital problemas cotidianos. Esto permite concluir a la autora que propietario de esclavo
novohispana durante la primera mitad del siglo XVII no necesariamente era sinónimo de empresario.

En este artículo se estudian algunos aspectos de la vida cotidiana de los hijos e Palabras clave: Propietarios, esclavos, comerciantes, mineros, Guanajuato.
hijas de las personas esclavizadas. En algunos casos estos niños serían libres pero Recepción: 30 de junio de 2011/Aceptación: 13 de febrero de 2012
otras veces compartirían con sus progenitores la condición de esclavitud. A partir
de diversas fuentes documentales se analizan las condiciones en las que los niños
nacían y eran bautizados; su tránsito de la esclavitud a la libertad; las actividades Filiberta Gómez Cruz, La población afrodescendiente de la región de Tamiahua: la
que realizaban los niños esclavos, y los conciertos de oficios y servicios en los que pesca y la resistencia a tributar a finales del siglo XVIII
algunos niños y jóvenes, hijos de esclavos, participaban. A pesar de la diversidad, la
autora encuentra algunas similitudes entre los niños y niñas que, libres o no, eran Este artículo rescata las actividades realizadas históricamente por los afrodescendien-
hijos de esclavos. tes de la región de Tamiahua. Explica en primer término cómo, y bajo qué argumen-
tos, en 1782, los pardos, mulatos y negros libres de la laguna de Tamiahua, pescado-
Palabras clave: Niñez, esclavitud, libertad, Nueva España, Ciudad de México. res y milicianos a la vez, evitan ser alistados como tributarios de la Corona española.
Recepción: 1 de julio de 2011/Aceptación: 22 de abril de 2012 Asimismo, basándose en el Padrón Militar de 1790, la autora logra identificar las

220 221
ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012

actividades tradicionales de las personas pertenecientes a este grupo, como es el caso


de la pesca, la cual continúa hasta hoy en día realizándose en esa región. Abstracts
Palabras clave: Población de Tamiahua, pesca, tributo, Padrón Militar de 1790.
Recepción: 12 de agosto de 2011/Aceptación: 21 de junio de 2012 Úrsula Camba Ludlow, Mulattoes, Morenos and African Descendants Sailors:
Sodomy on the Ships of the Indies Fleet, 1562-1603

Patrick J. Carroll, En busca de experiencias y vida cotidiana de los afromexicanos en la Mexican historiography has paid little attention to sodomy or nefarius sin. This
época colonial article analyzes records from three trials located in the Archivo General de Indias
against sailors of the Spanish Indies fleet accused of sodomy. The article disen-
Basado principalmente en la revisión de registros parroquiales, padrones y expe- tangles the sexual encounters between members of the same sex that in one way
dientes criminales en Jalapa, Veracruz y Puebla de los Ángeles durante el siglo or another involved mulattos and blacks. The article brings to the fore the dif-
XVIII, este ensayo intenta lograr dos propósitos. Primero, presenta un diseño
ferences between the sentences imposed by the criminal courts in the trials. It is
de investigación para capturar una descripción de las experiencias cotidianas de important to understand that civilian courts handled these affairs since the crime
afromexicanos en sus propias voces durante la Nueva España del siglo XVIII. of sodomy was beyond the jurisdiction of the Holy Office of the Inquisition, at
Segundo, propone cuatro conclusiones tentativas resultantes del estudio de dos least in the Spanish vice-royalties and on the ships of the Indies fleet. The terms
importantes procesos sociales que produjeron las experiencias coloniales de los gay, queer and homosexual are discussed, as they are frequently and utilized to
afromexicanos, a saber, la construcción de identidad y la estratificación social. analyze this type of sources.

Palabras clave: Afromexicanos, sistema social de castas, órdenes sociales paralelos, Key words: Sodomy, mulattoes, ships, homosexuality, Carrera de Indias, the Indies
construcción identitaria, privilegios, vida diaria, Jalapa y Puebla y sus regiones, fleet.
siglo XVIII.
Danielle Terrazas Williams, Polonia de Ribas, Mulata and Owner of Slaves: an
Alternative History. Seventeenth Century Xalapa

This article examines the intersection of identity, economic viability, and social
visibility among free African-descended women in Veracruz during the long sev-
enteenth century. A free mulata, Polonia de Ribas, serves as the central protagonist
along with a few of her mulata and parda “contemporaries” of Xalapa who owned
slaves, engaged in cross-caste relations, managed their estates, maintained profit-
able social networks that included the regional elite, and attempted to secure the
economic futures of their children. This study examines the behavior of these
slave owners to discern discordance and patterns of similarity with other slave
owners to understand how they influenced their decisions and life chances.

Key words: Slavery, African descendants, free women, Xalapa.

222 Ulúa 19, 2012: 223-226 [223] issn: 1665-8973


ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 ABSTRACTS

Adriana Naveda Chávez-Hita, San Lorenzo Cerralvo, Town of Free Blacks. used to prosecute them. This brief essay discusses some of these practices of which
Seventeenth Century iuscomunne is considered predominant over other laws applied to them.

While much is known about the bravery of these maroons in their fight against Key words: Slavery, justice, New Spain, blacks, African descendants.
slavery, by utilizing the inquisition archives, the author shows how the protago-
nists of that armed struggle lived during times of peace. By deepening our under-
standing of the development of the social life of its inhabitants, we realize the role María Guevara Sanginés, Slave Owners in Guanajuato in the Eighteenth Century
that this settlement played for escaped slaves or former slaves that came to live
with them. These were African descendants who had successfully settled until the During the eighteenth century the great miners of Guanajuato bought and sold
inquisition discovered them, not so much for being fugitive slaves but for being slaves usually for domestic service, although the author notes a slow decline in the
married two times. number of such transactions registered in the notary records over the period. The
author describes records confirming the existence of other people in the city who
Key words: Town of free blacks, San Lorenzo Cerralvo, African descendants, witch- owned slaves but were not entrepreneurs and who employed their slaves in diverse
craft, bigamy. activities that allowed the owners to live modestly or at least resolve their most
pressing daily needs. The data permits the author to conclude that slave owner is
not necessarily a synonym of entrepreneur.
Cristina V. Masferrer León, Sons of Slaves. Free and Enslaved Children in the
Capital of New Spain in the Seventeenth Century Key words: Owner, slaves, businessmen, miners, Guanajuato.

Some aspects of the daily life of the sons and daughters of enslaved people are
studied in this paper. In some cases these children were free but sometimes they Filiberta Gómez Cruz, African Descendents in the Tamiahua Region: Fishing and
shared the condition of slavery of their parents. Using different documentary Resistance to Tribute at the end of the Eighteenth Century
sources the author analyzes the situation in which these children were born and
baptized, their transit from slavery to freedom, the activities of enslaved children, This article recovers the activities of the descendents of Africans in the Tamiahua
and the labor and services contracts (conciertos de oficios y servicios) in which some region of Veracruz, focusing on how the pardos, mulattoes and free blacks of the
children and teenagers participated. Despite the diversity it is possible to find Tamiahua lagoon avoided being included in the tribute lists of the Spanish Crown
some similarities among the boys and girls who, free or not, were sons and daugh- in 1782. The article describes the arguments these fishermen and militiamen used
ters of slaves. to achieve their ends. Using the military census of 1790, the author identifies the
traditional occupations of individuals belonging to this group, particularly fishing
Key words: Childhood, slavery, freedom, New Spain, Mexico City. which continues to be important in the present.

Key words: Population of Tamiahua, fishing, tribute, military census of 1790.


Juan Manuel de la Serna, Justice and the Salves in Eighteenth Century New Spain

Among historians of African slavery and their descendants in Spanish America,


it has become common to assume that slaves were subject to law derived from
Greco-Roman practices in all the courts where they were tried for whatever rea-
son. However, little systematic study has been done on the everyday legal practices

224 225
ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012

Patrick J. Carroll, Searching for the Daily Life and Experiences of Afro-Mexicans in
the Colonial Period Colaboradores
Based primarily on research in parish, census, and criminal records for eighteenth
Úrsula Camba Ludlow
century Jalapa, Veracruz and Puebla de los Angeles this essay attempts to accom-
Licenciada en Historia por la Universidad Iberoamericana, Maestra y Doctora
plish two goals. First, it presents a research design for capturing Afro-Mexicans’
en Historia por el Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México.
own voices in describing their everyday experiences in eighteenth century New
Ha publicado en diversas revistas tanto nacionales como internacionales, así
Spain. Second, by applying this research design to two case studies it posits four
como también diversos capítulos de libros y su tesis de doctorado: “Imaginarios
tentative conclusions concerning two critical social processes effecting Afro-
ambiguos, realidades contradictorias. Conductas y representaciones de los
Mexicans’ colonial experiences: identity construction and social stratification.
negros y mulatos novohispanos. Siglos XVI-XVII”, fue publicada por El Colegio
de México en 2008. Entre 2008 y 2009, gracias a una beca otorgada por la
Key words: Afro-Mexicans, caste system, social stratification, identity construction,
Coordinación de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de
privileges, daily life, Jalapa, Puebla, eighteenth century.
México, realizó una estancia posdoctoral en el Instituto de Investigaciones
Históricas de dicha Universidad con el proyecto El pecado nefando en los bar-
cos de la Carrera de Indias, siglos XVI y XVII.

Danielle Terrazas Williams


Candidata a doctora por la Universidad de Duke University, en Carolina del
Norte, en los Estados Unidos. Ha realizado investigaciones acerca de la historia
de los afrodescendientes libres durante el siglo XVII, privilegiando particular-
mente el enfoque de las mujeres de origen africano libres de Xalapa, Córdoba y
Orizaba. Con las becas de FLAS, CLIR-Mellon y Fullbright cumplió tres años de
investigaciones en los archivos de la zona central de Veracruz bajo la supervisión
de la doctora Adriana Naveda Chávez-Hita. Sus intereses intelectuales incluyen
la historia de la diáspora africana en América Latina y la complejidad de la jerar-
quía social del sistema colonial. Ha presentado sus obras en México, Canadá,
Estados Unidos y Francia. Actualmente está terminando su tesis de doctorado
que será presentada en el año 2013.

Adriana Naveda Chávez-Hita


Maestra en Historia y Doctora en Historia y Estudios Regionales por la
Universidad Veracruzana Veracruzana. Su principal linea de investigacion es:
Historia colonial veracruzana. Esclavitud negra en la región central de Veracruz,
siglo XVIII, tema del que han salido varias publicaciones, entre ellas un ensayo
que le valió el primer Premio Gonzalo Aguirre Beltrán. Actualmente es investi-
gadora de tiempo completo del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales
de la Universidad Veracruzana.

226 Ulúa 19, 2012: 227-229 [227] issn: 1665-8973


ULÚA 19/ENERO-JUNIO DE 2012 COLABORADORES

Cristina V. Masferrer León Guanajuato diverso: sabores y sinsabores de su ser mestizo (2001) y La Compañía
Licenciada en Etnohistoria por la Escuela Nacional de Antropología e Historia de Jesús en Guanajuato: Política, Arte y Sociedad (2003). Fue responsable del pro-
(ENAH) y estudió Psicología en la Universidad Nacional Autónoma de México. yecto de Rescate de la Biblioteca Armando Olivares C. de 1991 a 1997 (Fondo
Obtuvo el premio Francisco Javier Clavijero (INAH 2010), a la mejor tesis de Reservado de la Universidad de Guanajuato), miembro del Consejo Editorial
Licenciatura en Historia y Etnohistoria. Sus investigaciones se han centrado del Gobierno del Estado de Guanajuato (1990-2006) y directora del Archivo
en la esclavitud de personas de origen africano en México y en la historia y General del Estado de Guanajuato (2004-2006).
la antropología de la infancia y la adolescencia. Ha presentado ponencias en
congresos nacionales e internacionales y ha publicado artículos y capítulos de Filiberta Gómez Cruz
libros. Fue conductora del programa Historia de la Vida Cotidiana en México Maestra en Sociología Rural por la Universidad Autónoma Chapingo y Doctora
del Instituto Mexicano de la Radio. Es profesora de la ENAH y asistente del en Historia Contemporánea por la Universidad del País Vasco. Titular del
Proyecto AFRODESC. Seminario de Historia de Veracruz en la Facultad de Historia desde 1999. Sus
intereses de investigación se ubican en la Huasteca del siglo XIX: puertos, grupos
Juan Manuel de la Serna de poder, población.
Licenciado y Maestro en Estudios Latinoamericanos (Historia) por la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Doctor en Historia (Ph. Patrick J. Carroll
D) por la Universidad de Tulane, Louisiana, Estados Unidos. Es investigador Profesor de Historia en la Universidad de Texas A&M, Corpus Christi. Recibió
en el Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la UNAM, su Ph. D. de la Universidad de Texas en 1976. La Dra. Nettie Lee Benson
profesor titular en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM (1979) y tutor supervisó su tesis, titulada “Mexican Society in Transition: Blacks in Colonial
del Programa de Estudios Latinoamericanos de la División de Estudios de Veracruz”. Desde entonces ha publicado dos libros: Blacks in Colonial in
Posgrado (1992). Ha impartido cursos en el postgrado de Historia de América Veracruz (1991) y Felix Longoria’s Wake: Bereavement, Racism, and the Rise of
Latina y el Caribe en la Universidad Iberoamericana (Ciudad de México) y en la Mexican American Activism (2003) y numerosos artículos y ensayos, así como
Universidad de Mississippi (Estados Unidos) con una beca Fulbright. Pertenece presentado docenas de ponencias académicas relacionados con tres temas:
al Sistema Nacional de Investigadores, Nivel I. Ha recibido el Premio Gonzalo los procesos sociales de construcción de identidad, la estratificación social
Aguirre Beltrán, otorgado por el Instituto Veracruzano de Cultura, en 2008. y las experiencias coloniales de los afromexicanos. Actualmente, el profesor
Actualmente es coordinador del proyecto Africanos y afrodescendientes en Carroll está escribiendo un tercer libro, tentativamente titulado New Spain’s
México y el Caribe, siglos XVI-XIX, patrocinado por la UNAM y AFRODESC (IRD, Social Trinity (La trinidad social de la Nueva España), que será publicado por
Francia). Es coordinador de los libros: Pautas de convivencia étnica en la América la Universidad de Texas; esta obra se enfoca a estudiar ambientes sociales en la
Latina colonial (2005) y De la libertad y la abolición. Africanos y afrodescendientes Nueva España del siglo XVIII.
en Iberoamérica (2010).

María Guevara Sanginés


Licenciada y Maestra en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras de
la Universidad Nacional Autónoma de México, y Doctora en Historia y
Etnohistoria por la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Actualmente
es profesora de tiempo completo en el Departamento de Estudios de Cultura y
Sociedad, División de Ciencias Sociales y Humanidades, Campus Guanajuato,
de la Universidad de Guanajuato. Es autora de varias publicaciones científi-
cas y de divulgación sobre historia de Guanajuato, entre las cuales destacan:

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Normas para la presentación de originales*

Los originales que se entregan a Ulúa. Revista de Historia, Sociedad y Cultura


pasan por un proceso editorial que se desarrolla en varias etapas. Por ello es
necesario que su presentación siga una serie de normas que faciliten la edición y
eviten el retraso de la publicación de la revista.

1. Los originales se enviarán a las oficinas de Ulúa, Revista de Historia,


Sociedad y Cultura (Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales, Universidad
Veracruzana, Diego Leño 8, Xalapa, Veracruz, México).

2. Los originales deberán ser inéditos y no estar aprobados para su publica-


ción en otra revista. Esto, más la cesión de derechos a Ulúa para la difusión del
artículo propuesto a la revista, deberá estar respaldado por una carta firmada por
el autor. (Lo mismo vale para las reseñas de novedades editoriales.)

3. Los originales se presentarán impresos a doble espacio y en archivo elec-


trónico versión Word, en letra AGaramond de 12 puntos. El texto tendrá como
máximo una extensión de 50 000 caracteres (sin contar los espacios), incluyendo
las notas al pie de página y la bibliografía. No se aceptarán versiones incomple-
tas; los originales recibidos se considerarán versión definitiva.

4. Los autores deberán adjuntar, en un oficio fechado, la información


siguiente: su nombre completo, su dirección y teléfono particulares y su clave
de correo electrónico, así como una síntesis de su curriculum vitae (no mayor de
diez líneas) y los datos completos de la institución donde labora.

5. Además, deberán adjuntarse en un archivo electrónico aparte: el título del


artículo, un resumen del mismo (no mayor de diez líneas) y una lista de las pala-
bras clave del texto. Tanto el título y el resumen como las palabras clave deberán
estar escritas en inglés y español.

* Todo artículo será sometido a un dictamen cuyo resultado puede ser: a) publicable, b) no publicable y
c) sujeto a cambios. En cualquier caso, el dictamen será inapelable. Si el artículo se publica, el autor recibirá, a
vuelta de correo, dos ejemplares de Ulúa. Revista de Historia, Sociedad y Cultura.

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6. Los mapas, gráficas, figuras, fotografías, etcétera, deberán presentarse Ejemplo:
en archivos por separado, en formato TIFF (resolución 300 dpi), a un ancho Knight, Alan
mínimo de 10 cm, leyendas con tipografía Garamond no mayor a 8 puntos, en 1985 “Caudillos y campesinos en el México revolucionario, 1910-
altas y bajas, numerados y con sus respectivas fuentes; no incluir títulos (éstos 1917”, en David A. Brading, Caudillos y campesinos en la Revolución
irán dentro del texto). Las ilustraciones en general, pueden ser incluidas en el Mexicana, trad. del inglés por Carlos Valdés, Sección de Obras de
archivo Word únicamente como referente de su ubicación, lo que no excluye de Historia, Fondo de Cultura Económica, México, pp. 32-85.
atender las indicaciones anteriores.
10. Las referencias de artículos de revistas en la bibliografía deberán contener
7. Los nombres de archivos, instituciones, partidos u organismos que sean los datos siguientes (en este mismo orden):
representados con siglas, deberán escribirse con su nombre completo la primera —apellido (s) y nombre del autor
vez que se mencionan, sea en el cuerpo del texto o en las notas al pie de página. —año de publicación
—título del artículo (entre comillas)
8. Las referencias de los libros en la bibliografía deberán contener los datos —título de la publicación (en cursivas)
siguientes (en este mismo orden): —institución (cuando sea el caso)
—apellido(s) y nombre del autor —lugar
—año de edición —mes o periodo de publicación,
—título (en cursivas) —volumen y número de la publicación
—número de un tomo en particular (cuando sea el caso) —páginas donde se encuentra el artículo
—edición (sólo a partir de la segunda) Ejemplo:
—nombre del traductor (cuando sea el caso) Peña, Guillermo de la
1999 “Territorio y ciudadanía étnica en la nación globalizada”, Desacatos,
—nombre del prologuista (cuando sea el caso)
Revista de Antropología Social, Centro de Investigaciones y Estudios
—nombre de la colección y/o serie (cuando sea el caso) Superiores en Antropología Social, México, primavera, núm. 1, pp.
—editorial 13-27.
—ciudad donde se hizo la edición
—número de tomos (cuando sea el caso) 11. Las referencias de libros, capítulos de libros y artículos de revistas, así
—número total páginas como de periódicos y fondos documentales en las notas a pie de página, se
Ejemplo: harán siempre de la manera siguiente:
Chartier, Roger Ejemplos:
1995 
Sociedad y escritura en la edad moderna, trad. del francés por Paloma
Chartier, 1995, p. 260.
Villegas, col. Itinerarios, Instituto Mora, México, 266 pp.
Knight, 1985, p. 40.
Peña, 1999, p. 14.
9. Las referencias de capítulos de libros en la bibliografía deberán contener
El Dictamen, 7 de agosto de 1930.
los datos siguientes (en este mismo orden):
AGEV, Gobernación, caja 6, exp. 7, f. 10, 1920
—apellido(s) y nombre del autor
—año de edición
Las referencias de periódicos y de los fondos documentales no se incorpora-
—título del capítulo (entre comillas)
rán a la bibliografía, sólo irán en las notas a pie de página.
—ficha completa del libro de donde se extrajo (de acuerdo al apartado número 8).
—páginas donde se encuentra el capítulo

232 233
Esta revista se terminó de imprimir en el mes de noviembre de 2012
en Master Copy S. A. de C. V., av. Coyoacán núm. 1450,
col. Del Valle, deleg. Benito Juárez, CP 03220,
México, D. F., tel. 55242383.
La composición se hizo en AGaramond de 12/14, 11/13, 10/12 y 8/10 puntos.
La edición consta de 500 ejemplares.

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