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LEY 80 DE 1993

LEY 80 DE 1993
(Octubre 28)
Diario Oficial No. 41.094, del 28 de octubre de 1993
Por la cual se expide el Estatuto General de Contratación de la Administración
Pública.

El funcionario que celebre un contrato de forma verbal, vulnerando las


exigencias establecidas por la Ley de contratación estatal, incurre en el
delito de celebración de contratos sin el cumplimiento de requisitos
legales. No HAY urgencia manifiesta

¿CUALES SON LOS REQUISITOS EXIGIDOS POR LA LEY PARA EL


PERFECCIONAMIENTO DEL CONTRATO ESTATAL?

Según la ley 80 de 1993 que regula el perfeccionamiento del contrato estatal y en


sus artículos 13, 39 y 41, el contrato estatal se entiende perfeccionado en el
momento en que ambas partes llegan a un acuerdo sobre el objeto contractual
que debe ejecutarse, la contraprestación para cada una de las partes y que este
acuerdo quede plasmado por escrito en un documento denominado contrato, en el
que ambas partes se obligan a su cumplimiento.
Pero en el artículo 41 de esta misma ley también nos habla de una excepción a
estos requisitos, pero solo cuando se presente una urgencia manifiesta.
Antes del inicio del contrato, deben cumplirse los siguientes requisitos: (i) La
aprobación de la garantía cuando el contrato la requiera; (ii) La existencia de las
disponibilidades presupuestales correspondientes, salvo que se trate de la
contratación con recursos de vigencias fiscales futuras, y (iii) La acreditación de
que el contratista se encuentra al día en el pago de aportes parafiscales relativos
al Sistema de Seguridad Social Integral, en los términos que establezca la
normativa.
Por regla general, los contratos estatales se perfeccionan cuando se logre acuerdo sobre el objeto
y la contraprestación y éste se eleve a escrito, esto según lo disponen los artículos 39 y 41 de la
Ley 80 de 1993, al señalar que tal es la forma que deben adoptar dichos actos para existir
jurídicamente y quedar perfeccionados, es decir, para que sean válidos desde la perspectiva
estrictamente formal
PUEDE EL SEÑOR GG EXIGIR EL PAGO DE PERJUICIOS ANTE EL JUEZ SIN
CONTAR CON EL CONTRATO SUSCRITO CON LA ENTIDAD DE FORMA ESCRITA.

No obstante la anterior respuesta, el Consejo de Estado en reiterada jurisprudencia ha


señalado que existen contratos estatales sin formalidades plenas contemplados en el
parágrafo del artículo 39 de la Ley 80 de 1993 (derogado por el artículo 32 de la Ley 1150
de 2007) y los contratos de mínima cuantía de que tratan los artículos 2 de la Ley 1150 de
2007 y 94 de la Ley 1474 de 2011, cuya existencia y eficacia no está determinada por la
solemnidad prevista por los artículos 39 y 41 de la Ley 80 de 1993, de modo que la
declaración de existencia de este tipo de negocios es posible obtenerla a través de la
acción contractual. (Sentencias de: 26 de mayo de 2010, exp. 29402 y 3 de octubre de
2012, exp. 26140.) Ejemplo de entidades estatales que no están sometidas al régimen de
la Ley 80 de 1993: Ecopetrol, el Banco Agrario, la Imprenta Nacional, RTVC y Setena, entre
otras. ¿Que debe entenderse por contratos estatales sin solemnidades plena? Así, los
contratos sin formalidades plenas no revisten la exigencias fundamentales prevista por los
artículos 39 y 41 de la Ley 80 de 1993 y ello implica que se perfeccionan con el acuerdo de
voluntades de los intervinientes en el contrato, sin que se requiera que el acuerdo conste
en un escrito, que satisfaga los requisitos de que trata el precitado artículo 25 del Decreto
679 de 1994, contrario a lo que sucede en los contratos estatales con formalidades plenas;
no obstante, se trata de verdaderos contratos estatales, a los cuales les son aplicables las
normas contenidas en la Ley 80 de 1993 y, por expresa disposición del artículo 13 ibídem,
las disposiciones comerciales y civiles pertinentes. (Sentencia 1998-08976 de 03 de
octubre de 2012.

Siguiendo la jurisprudencia del consejo de estado, es acertado afirmar que los


contratos estatales verbales no tienen fuerza vinculante, lo que se traduce en que
no son ejecutables y por contera, no es viable ejercer las acciones contractuales
dirigidas a lograr su cumplimiento.

ARTICULO 40. DEL CONTENIDO DEL CONTRATO ESTATAL. Las estipulaciones de los
contratos serán las que de acuerdo con las normas civiles, comerciales y las previstas en
esta ley, correspondan a su esencia y naturaleza.

Las entidades podrán celebrar los contratos y acuerdos que permitan la autonomía de la
voluntad y requieran el cumplimiento de los fines estatales.
En los contratos que celebren las entidades estatales podrán incluirse las modalidades,
condiciones y, en general, las cláusulas o estipulaciones que las partes consideren
necesarias y convenientes, siempre que no sean contrarias a la Constitución, la ley, el
orden público y a los principios y finalidades de esta ley y a los de la buena
administración.

En los contratos de empréstito o cualquier otra forma de financiación de organismos


multilaterales, podrán incluirse las previsiones y particularidades contempladas en los
reglamentos de tales entidades, que no sean contrarias a la Constitución o a la ley.

PARAGRAFO . En Los contratos que celebren las entidades estatales se podrá pactar el
pago anticipado y la entrega de anticipos, pero su monto no podrá exceder del cincuenta
por ciento (50%) del valor del respectivo contrato.

Los contratos no podrán adicionarse en más del cincuenta por ciento (50%) de su valor
inicial, expresado éste en salarios mínimos legales mensuales.

PUEDE EXISTIR UN CONTRATO VERBAL EN EL QUE HAGA PARTE UNA ENTIEDA


ESTATAL

Una entidad estatal no puede contratar de manera verbal sin incurrir en el delito
de celebración de contratos sin el cumplimiento de requisitos legales porque:

1.Este delito también puede materializarse en la etapa contractual al dejar de


observarse los requisitos propios que rigen la contratación estatal.

2.La entidad estaría desconociendo las formalidades exigidas por la ley al celebrar
un contrato en forma verbal.

3.Aunque los contratos verbales no generan fuerza vinculante se configuran como


faltas que son reprochables penalmente al servidor público y a la entidad.
Una entidad estatal no puede contratar de manera verbal sin incurrir en el delito
de celebración de contratos sin el cumplimiento de requisitos legales porque:

En este orden de razonamientos el Contratista del ejemplo esta en su derecho de da


acudir a los órganos de justicia aun cuando el contrato de la alcaldía no se haya realizado
por escrito. ¿Puede existir un contrato verbal en el que haga parte una entidad estatal? Si
totalmente, el ordenamiento jurídico colombiano establece esta posibilidad con respecto
a aquellos contratos que celebran las entidades estatales que no están sometidas al
régimen de la Ley 80 de 1993 (Ejemplo de entidades estatales que no están sometidas al
régimen de la Ley 80 de 1993: Ecopetrol, el Banco Agrario, la Imprenta Nacional, RTVC y
Setena, entre otras) y cuyos negocios jurídicos se rigen - en cuanto a su formación y
relación sustancialpor las normas del derecho privado, pudiendo, entonces, celebrar
contratos verbales, es decir, no solemnes. Otro de los supuestos previstos por la norma en
cita, es el relacionado con los contratos sin formalidades plenas que contemplaba el
parágrafo del artículo 39 de la Ley 80 de 1993 (derogado por el artículo 32 de la Ley 1150
de 2007) y los contratos de mínima cuantía de que tratan los artículos 2 de la Ley 1150 de
2007 y 94 de la Ley 1474 de 2011, cuya existencia y eficacia no está determinada por la
solemnidad prevista por los artículos 39 y 41 de la Ley 80 de 1993. ((Sentencias de: 26 de
mayo de 2010, exp. 29402 y 3 de octubre de 2012, exp. 26140)

Siguiendo la jurisprudencia del consejo de estado, es acertado afirmar que los


contratos estatales verbales no tienen fuerza vinculante, lo que se traduce en que
no son ejecutables y por contera, no es viable ejercer las acciones contractuales
dirigidas a lograr su cumplimiento.

ARTICULO 39. DE LA FORMA DEL CONTRATO ESTATAL. Los contratos que celebren
las entidades estatales constarán por escrito y no requerirán ser elevados a escritura
pública, con excepción de aquellos que impliquen mutación del dominio o imposición de
gravámenes y servidumbres sobre bienes inmuebles y, en general, aquellos que conforme
a las normas legales vigentes deban cumplir con dicha formalidad.

Las entidades estatales establecerán las medidas que demande la preservación,


inmutabilidad y seguridad de los originales de los contratos estatales.

PARAGRAFO. No habrá lugar a la celebración de contrato con las formalidades plenas


cuando se trate de contratos cuyos valores correspondan a los que a continuación se
relacionan, determinados en función de los presupuestos anuales de las entidades a las
que se aplica la presente ley, expresados en salarios mínimos legales mensuales.

Para las entidades que tengan un presupuesto anual igual o superior a 6.000.000 de
salarios mínimos legales mensuales, cuando el valor del contrato sea igual o inferior a
2.500 salarios mínimos legales mensuales; las que tengan un presupuesto anual igual o
superior a 4.000.000 de salarios mínimos legales mensuales e inferior a 6.000.000 de
salarios mínimos legales mensuales, cuando el valor del contrato sea igual o inferior a
1.000 salarios mínimos legales mensuales; las que tengan un presupuesto anual igual o
superior a 2.000.000 de salarios mínimos legales mensuales e inferior a 4.000.000 de
salarios mínimos legales mensuales, cuando el valor del contrato sea igual o inferior a 300
salarios mínimos legales mensuales; las que tengan un presupuesto anual igual o
superior a 1.000.000 de salarios mínimos legales mensuales e inferior a 2.000.000 de
salarios mínimos legales mensuales cuando el valor del contrato sea igual o inferior a 50
salarios mínimos legales mensuales; las que tengan un presupuesto anual igual o
superior a 500.000 e inferior a 1.000.000 de salarios mínimos legales mensuales, cuando
el valor del contrato sea igual o inferior a 40 salarios mínimos legales mensuales; las que
tengan un presupuesto anual igual o superior a 250.000 e inferior a 500.000 salarios
mínimos legales mensuales, cuando el valor del contrato sea igual o inferior a 30 salarios
mínimos legales mensuales; las que tengan un presupuesto anual igual o superior a
120.000 e inferior a 250.000 salarios mínimos legales mensuales, cuando el valor del
contrato sea igual o inferior a 20 salarios mínimos legales mensuales y las que tengan un
presupuesto anual inferior a 120.000 salarios mínimos legales mensuales, cuando el valor
del contrato sea igual o inferior a 15 salarios mínimos legales mensuales.

En estos casos, las obras, trabajos, bienes o servicios objeto del contrato, deben ser
ordenados previamente y por escrito por el jefe o representante legal de la entidad, o por
el funcionario en quien hubiese delegado la ordenación del gasto.
ARTICULO 41. DEL PERFECCIONAMIENTO DEL CONTRATO. Los contratos del Estado
se perfeccionan cuando se logre acuerdo sobre el objeto y la contraprestación y éste se
eleve a escrito.

Para la ejecución se requerirá de la aprobación de la garantía y de la existencia de las


disponibilidades presupuestales correspondientes, salvo que se trate de la contratación
con recursos de vigencias fiscales futuras de conformidad con lo previsto en la ley
orgánica del presupuesto.

Los contratos estatales son intuito personae y, en consecuencia, una vez celebrados no
podrán cederse sin previa autorización escrita de la entidad contratante.

En caso de situaciones de urgencia manifiesta a que se refiere el artículo 42 de esta ley


que no permitan la suscripción de contrato escrito, se prescindirá de éste y aún del
acuerdo acerca de la remuneración, no obstante deberá dejarse constancia escrita de la
autorización impartida por la entidad estatal contratante.

A falta de acuerdo previo sobre la remuneración de que trata el inciso anterior, la


contraprestación económica se acordará con posterioridad al inicio de la ejecución de lo
contratado. Si no se lograre el acuerdo, la contraprestación será determinada por el
justiprecio objetivo de la entidad u organismo respectivo que tenga el carácter de cuerpo
consultivo del Gobierno y, a falta de éste, por un perito designado por las partes.
PARAGRAFO 1o. Para efectos de lo establecido en el presente artículo, la autoridad
administrativa directamente realizará los ajustes o modificaciones presupuestales a que
haya lugar de conformidad con lo previsto en la ley orgánica del presupuesto.

PARAGRAFO 2o. OPERACIONES DE CREDITO PUBLICO. Sin perjuicio de lo previsto


en leyes especiales, para efectos de la presente ley se consideran operaciones de crédito
público las que tienen por objeto dotar a la entidad de recursos con plazo para su pago,
entre las que se encuentran la contratación de empréstitos, la emisión, suscripción y
colocación de bonos y títulos valores, los créditos de proveedores y el otorgamiento de
garantías para obligaciones de pago a cargo de las entidades estatales.

Así mismo, las entidades estatales podrán celebrar las operaciones propias para el
manejo de la deuda, tales como la refinanciación, reestructuración, renegociación,
reordenamiento, conversión, sustitución, compra y venta de deuda pública, acuerdos de
pago, cobertura de riesgos, las que tengan por objeto reducir el valor de la deuda o
mejorar su perfil, así como las de capitalización con ventas de activos, titularización y
aquellas operaciones de similar naturaleza que en el futuro se desarrollen. Para efectos
del desarrollo de procesos de titularización de activos e inversiones se podrán constituir
patrimonios autónomos con entidades sometidas a la vigilancia de la Superintendencia
Bancaria, lo mismo que cuando estén destinados al pago de pasivos laborales.

Cuando las operaciones señaladas en el inciso anterior se refieran a operaciones de


crédito público externo o asimiladas, se requerirá autorización previa del Ministerio de
Hacienda y Crédito Público, que podrá otorgarse en forma general o individual,
dependiendo de la cuantía y modalidad de la operación.

Para la gestión y celebración de toda operación de crédito externo y operaciones


asimiladas a éstas de las entidades estatales y para las operaciones de crédito público
interno y operaciones asimiladas a estas por parte de la Nación y sus entidades
descentralizadas, así como para el otorgamiento de la garantía de la Nación se requerirá
la autorización del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, previos los conceptos
favorables del CONPES y del Departamento Nacional de Planeación.

El Gobierno Nacional, mediante decreto reglamentario que expedirá a más tardar el 31 de


diciembre de 1993, con base en la cuantía y modalidad de las operaciones, su incidencia
en el manejo ordenado de la economía y en los principios orgánicos de este Estatuto de
Contratación, podrá determinar los casos en que no se requieran los conceptos
mencionados, así como impartir autorizaciones de carácter general para dichas
operaciones. En todo caso, las operaciones de crédito público externo de la Nación y las
garantizadas por ésta, con plazo mayor de un año, requerirán concepto previo de la
Comisión Interparlamentaria de Crédito Público.
Las operaciones de crédito público interno de las entidades territoriales y sus
descentralizadas se regularán por las disposiciones contenidas en los Decretos 1222 y
1333 de 1986, que continúan vigentes, salvo lo previsto en forma expresa en esta Ley. En
todo caso, con antelación al desembolso de los recursos provenientes de estas
operaciones, éstas deberán registrarse en la Dirección General de Crédito Público del
Ministerio de Hacienda y Crédito Público.

De conformidad con las condiciones generales que establezca la autoridad monetaria, la


emisión, suscripción y colocación de títulos de deuda pública interna de las entidades
territoriales y sus descentralizadas requerirá autorización previa del Ministerio de
Hacienda y Crédito Público y concepto previo favorable de los organismos
departamentales o distritales de planeación, según el caso. Cada uno de los conceptos y
autorizaciones requeridos deberá producirse dentro del término de dos meses, contados a
partir de la fecha en que los organismos que deban expedirlos reciban la documentación
requerida en forma completa. Transcurrido este término para cada organismo, se
entenderá otorgado el concepto o autorización respectiva.

En ningún caso se otorgará la garantía de la Nación a las operaciones de crédito público


interno de las entidades territoriales y sus entidades descentralizadas, ni a operaciones de
particulares.

Las operaciones a que se refiere el presente artículo y las conexas con éstas se
contratarán en forma directa. Su publicación, si a ello hubiere lugar, se cumplirá en el
Diario Oficial cuando se trate de operaciones de la Nación y sus entidades
descentralizadas. Para operaciones de la Nación este requisito se entenderá cumplido en
la fecha de la orden de publicación impartida por el Director General de Crédito Público
del Ministerio de Hacienda y Crédito Público; en las entidades descentralizadas del orden
nacional en la fecha del pago de los derechos correspondientes por parte de la entidad
contratante.

Salvo lo que determine el Consejo de Ministros, queda prohibida cualquier estipulación


que obligue a la entidad estatal prestataria a adoptar medidas en materia de precios,
tarifas y en general, el compromiso de asumir decisiones o actuaciones sobre asuntos de
su exclusiva competencia, en virtud de su carácter público. Así mismo, en los contratos de
garantía la Nación sólo podrá garantizar obligaciones de pago.

Las operaciones a que se refiere este artículo y que se celebren para ser ejecutadas en el
exterior se someterán a la jurisdicción que se pacte en los contratos.
PARAGRAFO 3o. Salvo lo previsto en el parágrafo anterior, perfeccionado el contrato, se
solicitará su publicación en el Diario Oficial o Gaceta Oficial correspondiente a la
respectiva entidad territorial, o a falta de dicho medio, por algún mecanismo determinado
en forma general por la autoridad administrativa territorial, que permita a los habitantes
conocer su contenido. Cuando se utilice un medio de divulgación oficial, éste requisito se
entiende cumplido con el pago de los derechos correspondientes

ACTO ADMINISTRATIVO

DEFINICION

Son las manifestaciones de voluntad de la administración tendientes a modificar el ordenamiento


jurídico, es decir, a producir efectos jurídicos. Por ejemplo, un decreto del Presidente de la República,
una resolución de un ministro, una ordenanza departamental, un acuerdo municipal.

Por otra parte, hay actos administrativos que no son manifestaciones de voluntad de la administración
formal sino de otra rama del poder. Es decir, que a veces las autoridades legislativas y jurisdiccionales
también pueden dictar actos administrativos, lo mismo que los demás organismos públicos que no
hacen parte propiamente de las ramas tradicionales del poder, como es el caso de la Procuraduría
General de la Nación, la Contraloría General de la República, las Contralorías Regionales, el Consejo
Nacional Electoral y la Registraduría Nacional del Estado Civil.

Sobre este particular, debemos recordar que los artículos 1º y 82 del CCA han confirmado esta
posibilidad al establecer que las normas del mismo se aplican a todas las ramas y organismos
mencionados, cuando cumplan funciones administrativas. Igualmente, el Código Contencioso
Administrativo ha consagrado la posibilidad de que los particulares realicen, así sea excepcionalmente,
actividades propias de la administración pública.

ORIGEN DEL ACTO ADMINISTRATIVO

Era prácticamente desconocida antes de la Revolución Francesa. En el repertorio de Merlín, que editó
de Guyot (1784), se refiere a una ordenanza, decisión de la autoridad administrativa, acción, acto de
la Adm. que tiene relación con sus funciones Es decir, toda la actividad administrativa en sentido
subjetivo y formal.

Antes de conocerse la expresión "AA" a tales actos se los llamaba "actos del Rey", de la corona o del
fisco, según sus distintos alcances.

La expresión AA aparece 1790. "Por operaciones del cuerpo Administrativo y actos de la


administración debían entenderse todas las operaciones que se realizan por orden del gobierno, de sus
agentes inmediatos, bajo su vigilancia y con fondos proporcionados por el tesoro público".

La ley del 24 de agosto de 1790, artículo 13, consagró la separación entre las funciones judiciales y
las administrativas. Se buscó la separación de los poderes, especialmente la autonomía de la justicia
administrativa de la judicial para impedir que los tribunales comunes conocieran de los asuntos que
interesaban inicialmente a la administración y en 1799 se perfeccionó la jurisdicción CA con la
creación del CE. Desde entonces el concepto AA se incorporó a la literatura jurídica francesa.
La autonomía y estructura propia del derecho administrativo se consolidó con la ley del 24 de mayo de
1872, que otorgó al CE de Francia la facultad de administrar justicia en forma delegada y a nombre
del pueblo Francés.
Se logró en su plenitud con el fallo "Blanco" del Tribunal de conflictos que sentó dos importantes
principios:

a). La responsabilidad del Estado difiere de la civil

b). Es competencia de la jurisdicción contencioso administrativa

CLASIFICACION DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS

A- POR SU EXPEDICION, se clasifican en: Actos de poder o autoridad y actos de gestión, tomando
como criterio histórico el surgimiento de las teorías francesas de la impugnabilidad o no de los actos y
basados en la teoría del “poder público”. Los actos de poder, son recurribles ante la justicia especial y
los actos de gestión son actos recurribles ante la justicia ordinaria o común.

B- POR SU VINCULACION CON EL SERVICIO PUBLICO: actos de servicio público y actos ajenos al
servicio. Igualmente basado en las teorías francesas del “Servicio público” se clasifican los actos que
son recurribles ante la jurisdicción especial o administrativa (actos de servicio público) y los que no lo
son (actos fuera de servicio), pues estos tienen una naturaleza civil o común.

C- POR SU CONTENIDO, son: Actos creadores de situaciones jurídicas generales, objetivas o


reglamentarias y actos creadores de situaciones jurídicas individuales, subjetivas e impersonales y
concretas. Esta clasificación francesa del acto administrativo surgió en los planteamientos de Georges
VEDEL. Como se ha dicho, esta clasificación es la que más eco y practicidad ha tenido en el derecho
administrativo colombiano.

HECHO ADMINISTRATIVO

DEFINICION

Son aquellos fenómenos, acontecimientos o situaciones que se producen independientemente de la


voluntad de la administración, pero que producen efectos jurídicos respecto de ella. Por ejemplo, un
accidente causado por un vehículo de la administración; el derrumbamiento de un edificio de la
administración (....) los hechos administrativos también pueden darse con ocasión de la actividad de
todos los organismos públicos y de las personas privadas cuando unos y otras ejercen funciones
administrativas.

¿COMO OPERA?

En el propio C.C.A., se tenía que las diferencias de las dos figuras jurídico-administrativas se
concretaba en su forma de configuración: Mientras que para el acto administrativo eran las
denominadas “conductas y las abstenciones”, es decir, las modalidades con las que actuaba el ser
humano y su consecuente proyección jurídica o efectos causados, lo determinante. Para los hechos
administrativos, en cambio, lo determinante eran “los acontecimientos y las omisiones”, vale decir,
que la actividad humana podía o no ser indispensable en la ocurrencia de la figura jurídico-
administrativa. En lo que eran similares una y otra figuras eran que ambas producían efectos
jurídicos, pero en el acto administrativo se requiere que haya una relación de causalidad directa e
indirecta del ser humano, en cambio en el hecho, no se requiere tal relación causal.

En los hechos administrativos se requiere que produzcan efectos jurídicos (los simplemente materiales
son intrascendentes al mundo jurídico administrativo), a fin de que genere una responsabilidad del
Estado con todas sus consecuencias.

¿QUE DICE EL C.E.?


“…En principio, la idea de hecho jurídico sólo esta limitada por la fuerza que las normas le otorguen
para generar efectos de derecho. Cualquier suceso determinado por simples fenómenos físicos, por la
conjunción de elementos naturales y humanos, o por la sola intervención del hombre, es un hecho
jurídico in genere, siempre que la ley asigne consecuencias de derecho. Pero esa concepción general
ha sido desarrollada por la filosofía y las ciencias jurídicas en el sentido de estructurar dos categorías
diferenciadas: el acto jurídico, como fruto de la voluntad humana. Es esta la causa generadora,
directa y necesaria al fenómeno de derecho; y el hecho jurídico especifico, como producto de las
fuerzas naturales solamente, de la intervención mediata o indirecta del hombre, o de ambos factores
coaligados…

… En los primeros siempre intervienen, como causa generadora, la voluntad administrativa del Estado;
en los segundos, el querer de la administración no actúa directamente. Es cierto que la actividad
estatal es la ocasión para que se produzca el hecho, pero también es evidente que este ocurre a pesar
de que no se desea. Con motivo del ejercicio de la función administrativa, de la construcción de obras
publicas, de las actividades de la defensa nacional, de la prestación de un servicio, o de la ejecución
de una operación, etc,, pueden ocurrir hechos contrarios a la voluntad de la administración, como el
derrumbe de una obra, el estallido de un polvorín, o en accidente ferroviario: Esos hechos pueden ser
ocasionados por razón de un riesgo creado por la administración o por faltas en la organización o en la
prestación de un servicio, pero no tienen su origen directo en la voluntad administrativa del Estado…”

ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE UN HECHO ADMINISTRATIVO

El hecho administrativo esta configurado por la falta de prudencia, diligencia, cuidado o pericia, y en
manera alguna interviene la voluntad ni menos es determinante del insuceso. Sin embargo, si es
causa primaria o generadora de la responsabilidad por culpa aquiliana del Estado. Para que se
configure plenamente esta responsabilidad deben reunirse los siguientes elementos:

a) Existencia del "hecho", que puede ser falla, falta o riesgo en el servicio;

b) Daño o perjuicio sufrido por el actor;

c) Relación de causalidad entre el primero y el segundo.

OPERACIONES ADMINISTRATIVAS

Son aquellos fenómenos jurídicos que consisten en la reunión de una decisión de la administración
junto con su ejecución práctica, en tal forma que constituyen en conjunto una sola actuación de la
administración. Por ejemplo, la administración toma la decisión de disolver una manifestación y
efectivamente la disuelve, aún por la fuerza.

Es decir, para que se presente la figura de la operación administrativa se requiere la existencia de una
decisión de la administración, o sea, de un acto, el cual puede ser expreso o tácito.

¿COMO OPERA?

Esta figura opera simplemente con la ejecución inmediata de la decisión tomada por la administración.

DIFERENCIA ENTRE ACTO, HECHO Y OPERACIÓN ADMINISTRATIVA.

a) En el acto administrativo, lo determinante es la voluntad y la inteligencia de manera directa e


inmediata.

b) Las decisiones o actos administrativos, se diferencian, además de los hechos administrativos,


porque son el resultado de un procedimiento o querer de la función administrativa, para cumplir los
fines del Estado, según lo expresa el artículo 2, constitucional y del C.C.A.

c) El acto administrativo exterioriza la voluntad del Estado, el cual debe ser general. De ahí la
diferencia del régimen jurídico de los actos administrativos de los actos privados que sólo buscan un
interés particular.

d) La operación administrativa, también es voluntaria, pero se diferencia del acto en que


necesariamente obedece a un procedimiento, en donde la etapa decisoria se confunde con la
ejecutoria.

TIPOS DE OPERACIONES ADMINISTRATIVAS

Según la jurisprudencia Colombiana se puede distinguir hoy dos tipos de figuras, a) O.A. Expresa; b)
O.A. Tacita.

a) O.A. Expresa: Es un acto escrito.


b) O.A. Tacita: Es un acto no escrito o ficto.

VIAS DE HECHO

Esta es una figura jurídica de origen jurisprudencial francés.

Es cuando en el incumplimiento de una actividad material de ejecución, la administración comete un


irregularidad grosera, que atenta contra el derecho de propiedad o contra una libertad pública”. (...)
es decir que se trata de un caso en que la administración incurre en una ilegalidad agravada o
exagerada, ya sea porque no tenía poder para actuar, o porque teniéndolo utilizó procedimientos
manifiestamente irregulares. La principal consecuencia de que una actuación de la administración sea
calificada por el juez como vía de hecho, consiste en que se considera que no se está realmente frente
a una actuación administrativa y, por consiguiente, la competencia le corresponde a la Jurisdicción
Ordinaria y no a la contencioso – administrativa, como una especie de sanción a la administración por
su actitud exageradamente irregular.

CLASES DE VIAS DE HECHO EN COLOMBIA

Se distinguen dos clases de vías de hecho en nuestro ordenamiento jurídico, las cuales son adoptadas
del Derecho francés y que claramente se ve, estas son:

A- Cuando la administración obra en ejercicio de un supuesto derecho (una especie de apariencia de


derecho o fumus boni iuris), que efectivamente no lo tiene (“Manque de droit” de los franceses). En
este caso, la ausencia debe ser total del derecho, pues si hay un asomo de derecho, o si hay un
principio de poder, como dice el Consejo de Estado colombiano (Sentencia de Octubre 28 de 1976),
estaremos ante un “exceso de poder” y no ante una vía de hecho.

B- Cuando la administración actúa en ejercicio de un derecho que efectivamente tiene, pero obra con
ausencia total del procedimiento (El "Manque de Procedure", de los franceses) que debe utilizar para
crear, modificar o extinguir una situación jurídica, o aplica un procedimiento diferente al previsto por
el ordenamiento jurídico vigente, estamos ante una vía de hecho. Si existe una irregularidad
procedimental, según el Consejo de Estado, no habrá vías de hecho, sino una “falla” que en nuestro
criterio es subsanable en el mismo procedimiento que se produjo por acción u omisión.

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